La Academia Dominicana de la Lengua presentó el Diccionario de refranes, de Bruno Rosario Candelier, texto lexicográfico que recoge el caudal de expresiones paremiológicas del español dominicano. Participaron en el acto de su presentación en la ADL los académicos Manuel Núñez Asencio, Rafael Peralta Romero y el director de la Academia.
Este refranero es una recopilación de las paremias empleadas por los hablantes dominicanos, y es el quinto diccionario producido por la Academia Dominicana de la Lengua sobre aspectos lexicográficos de nuestro lenguaje, obra que a su vez pone en perspectiva el caudal idiomático del acervo cultural del refranero criollo: “Paremia es la palabra que designa al conjunto de refranes que usan los hablantes de la lengua. El refranero comprende el caudal de paremias, y el conjunto de las expresiones paremiológicas llamados idiotismos o modismos idiomáticos, que constituye una herencia de la lengua española compartida por los hablantes de las diversas variedades del español en el mundo hispánico”, dice Bruno Rosario Candelier en la introducción del libro.
Desde el punto de vista del idioma, la expresión ‘hablada’ es un factor que representa un peldaño en la constitución de una cultura. Los factores y sucesos implicados en el origen y la formación de la cultura dominicana han dejado sus vestigios en los rasgos de nuestro lenguaje, que pueden ser constatados a través de las paremias puesto que sus usos están anclados a nuestra realidad cultural. En las dos modalidades de nuestras paremias figuran la incorporación de refranes procedentes de la lengua general y otros que son originarios de nuestros hablantes. Ambas modalidades tienen sus respectivas ejemplificaciones tomadas del lenguaje vivo de nuestro pueblo.
Este refranero comprende el conjunto de refranes, adagios, sentencias, proverbios y máximas, paremias que guardan en común, como dijo Rafael Peralta Romero, la condición de que rezuman un saber consolidado por la experiencia, conocido como refranes, que conforman las idiolexías, como le llama el autor de la obra. El Diccionario de refranes sirve como espejo para que apreciemos un filón fundamental de nuestra identidad, y de igual modo, para que las personas procedentes de otras latitudes puedan asomarse a nuestra expresión idiomática. Peralta Romero citó la obra cumbre de Cervantes: “Ya lo ha dicho el célebre hidalgo de la Mancha: “Parece que no hay refrán que no sea verdadero, porque todos son sentencias sacadas de la misma experiencia, madre de las ciencias todas”. Y resaltó que el pueblo ha producido respuestas a las paremias. Un buen ejemplo es este: “Con paciencia y calma se sube un burro a una palma”.
Peralta Romero explicó que cada refrán tratado en este diccionario tiene un sentido particular, aunque solo el estudioso, filólogo o lexicólogo, que lo compila y valora, es quien define su significado, y dijo: “Es innegable que en la voz de los hablantes los referidos pensamientos adquieren su verdadera dimensión por la utilidad que ofrecen para la comunicación”. Al académico y periodista se le ocurrió externar una reflexión incrustada en la conciencia sobre la huella que causan los padres, incluso maestros,cuando corregían a niños y jóvenes por el uso de refranes. El académico apuntó que los refranes son formas de expresión idóneas para emitir juicios relativos al comportamiento humano y a fenómenos de la naturaleza: “Es pertinente felicitar a su autor, Bruno Rosario Candelier, por este valioso aporte, muy apto para contribuir al conocimiento de las formas de ser y de sentir del pueblo dominicano a través de su palabra y de las actitudes que se manifiestan por medio de estos dichos paremiológicos”, subrayó con admiración.
Manuel Núñez Asencio señaló que el Diccionario de refranesconstituye un logro fundamental ya que marca un antes y un después en los trabajos paremiológicos en el país:“Se trata del primer compendio de las paremias, concebido con arreglo a las exigencias de la lexicografía. Se fundamenta en un trabajo de campo, extraído de la prosa de periodistas, escritores e intelectuales dominicanos”, afirmó el académico de la lengua.
Núñez Asencio dijo que concluido el acopio de las muestras, el autor clasificó cada uno de los ejemplos de su vademécum en las distintas categorías: adagio, sentencia, máxima, refrán y proverbio: “Colocó cada una de las piezas en un campo semántico o una casilla temática. A seguidas, introdujo la definición de cada una de las idiolexias. Finalmente, la entradilla queda rematada con ejemplos de uso. Hay, pues, un esfuerzo de demostración. Rosario Candelier se propuso que cada una de las paremias figurase escoltada de solventes ejemplos de uso oral o escrito que desvanecieran la idea de que el diccionario se halla desconectado del ejercicio verbal de los hablantes”, ponderó.
Manuel Núñez Asencio explicó la amplitud del campo en que fue fundamentado el material lexical para la confección de la obra, en el que destaca la incidencia de la prosa periodística de escritores dominicanos, como es el caso del paradigmático Orlando Gil, quien aparece copiosamente citado en la bibliografía por el uso de refranes en la obra, motivo por el cual se le dedica la obra. El académico hizo una reseña sobre la metodología utilizada por Bruno Rosario Candelier para la confección de la obra, y señaló que luego de ser extraídas las paremias, eran sometidas a una evaluación y clasificación para determinar la categoría en la que incluiría determinada frase, dígase máximas, sentencia, refrán, proverbio o adagio; seguido, el autor coloca cada una de las entradas en un campo semántico con la explicación que corresponde a cada idiolexía y, por último, la entradilla que es ilustrada con ejemplos donde se hace constar su uso, lo que permite generar una alta expectativa en cuanto al rigor, la metodología y la veracidad de la información en relación a la temática. Manuel Núñez Asencio explicó que la orientación del estudio tuvo un enfoque sincrónico, es decir, el estudio paremiológico a partir de la lengua viva empleada por los medios comunicativos, escritores y hablantes.
Tras quedar esclarecida la perspectiva emprendida por Rosario Candelier, Núñez Asencio señaló que resulta imposible sustraerse a la dimensión historiográfica porque esta contextualiza cada una de las entradas de este diccionario. Finalmente manifestó que esta obra de Bruno Rosario Candelier viene a ordenar los estudios de paremiología en nuestro ámbito, a mostrar las pervivencia de la tradición, las innovaciones y las menudencias estilísticas en las que se echa de ver la mentalidad colectiva, sapiencial, del pueblo dominicano: “Merezca, pues, don Bruno Rosario Candelier, nuestro reconocimiento por esta aportación, desde ya, rotundamente indispensable”, comentó Manuel Núñez Asencio.
El académico integrante de la junta directiva de la ADL reiteró su salutación al director de la ADL por dotar a los hablantes de este valioso instrumento bibliográfico, el cual permitirá conocer, justipreciar y entender la riqueza de la variante del español que hablamos los dominicanos. En este sentido, consideró que este refranero “viene a ordenar los estudios de paremiología en nuestro ámbito y que, cual retablo romano, muestra la sapiencia del dominicano, que es, para nosotros sus albaceas, lo más importante”, concluyó. De acuerdo con sus palabras, se puede colegir que “en Bruno Rosario Candelier tenemos al albacea más importante del tesoro de la lengua criolla o vernácula en República Dominicana”, afirmó Manuel Núñez.
Al intervenir en la presentación de su diccionario, Bruno Rosario Candelier expresó que la publicación de este diccionario es el fruto de varios años de trabajo: “Hace varios años repasé todo lo que se había publicado en nuestro país sobre nuestra lengua, especialmente los trabajos de los escritores que les pusieron atención a la palabra y las expresiones de nuestra lengua. Para poder recaudar el caudal de refranes acudí, en primer lugar, a los libros de autores dominicanos de ensayo y narrativa; después a los periódicos nacionales y, luego, a la oralidad a través de programas de radio y tv, con visitas a estadios, centros de diversión, cafeterías, barberías, templos, comercios, escuelas, oficinas, consultorios, así como consultas a hablantes del campo y la ciudad”, comentó.
Rosario Candelier explicó que la narrativa es la mayor fuente de refranes tanto en nuestro país como en todo el mundo hispánico y, en ella, la mayoría de nuestros narradores están citados en este libro, porque todos los refranes que encontró los citó en su fuente original. Hay decenas de autores dominicanos citados con la fuente bibliográfica de sus libros.
Igualmente contó que hizo acopio de la prensa. Investigó en todos los periódicos dominicanos en busca de refranes, y destacó que el periodista Orlando Gil es el escritor dominicano que más refranes usa en sus escritos, razón por la cual le dedicó este libro.
El estudioso de la lengua compartió que esta obra tiene 500 páginas y para eso abordó todas las fuentes posibles donde pudiese hallar el material idiomático, y explicó que en todas las lenguas hay modismos idiomáticos, a los que llama idiolexías, que son expresiones fraseológicas, refranescas o paremiológicas. Explicó que nuestro idioma, además de las palabras, la componen expresiones que son manifestaciones del decir con dos o más palabras y los refranes están compuestos por expresiones de la lengua que reflejan nuestra idiosincrasia, nuestra cosmovisión y nuestro talante. Comentó que en cualquier manifestación de la vida, desde el amor hasta el trabajo, desde la religión hasta las ciencias, desde la vocación intelectual hasta la disciplina artística, tiene presencia el uso de refranes.
Esta quinta obra lexicográfica que publica esta corporación académica sale a la luz gracias al auspicio de la Fundación Guzmán Ariza pro Academia Dominicana de la Lengua, entidad que dirige el académico, escritor y abogado francomacorisano Fabio Guzmán Ariza. Tal como se consigna en la obra, con este refranero abordamos el abanico fraseológico condensado en refranes, adagios, máximas, sentencias y proverbios. Las cinco vertientes paremiológicas estudiadas, definidas y registradas en este nuevo libro de Bruno Rosario Candelierversan sobre esta peculiaridad idiomática del español dominicano.
La trayectoria del director de la ADL como lingüista, crítico literario, novelista, ensayista y promotor cultural durante más de cincuenta años de labor intelectual está avalada con más de cincuenta libros publicados.Su gestión al frente de la corporación del idioma ha dinamizado ala institución con el caudal de actividades a favor de nuestra lengua y nuestra literatura mediante el estudio y la difusión de obras de autores nacionales e internacionales y la publicación de textos lexicográficos.
Santo Domingo, ADL, 5 de junio de 2018.