TERTULIA LITERARIA DE LA ACADEMIA

La poeta y pedagoga Rita Díaz reinició el recién pasado 19 de agosto la “Tertulia Letras de la Academia”, con el académico José Enrique García como invitado especial.

Cabe destacar que Rita Díaz Blanco, además de escritora, se dedica a la enseñanza de la lengua. Es académica correspondiente de esta Academia desde el año 2016 en virtud de sus méritos lingüísticos y literarios, su aporte a las letras nacionales y su labor cultural.

Dio inicio a la actividad literaria la académica Ofelia Berrido, quien tuvo el honor de coordinar el primer periodo de la “Tertulia Letras de la Academia” por un quinquenio junto al director de la ADL, Dr. Bruno Rosario Candelier: “Rita Díaz retoma y le da nueva vida a este magnífico espacio de expresión para los escritores y público en general. ¡Felicidades a Rita por esta disposición de entrega en beneficio de las letras dominicanas!”, expresó con entusiasmo nuestra académica correspondiente, la escritora Ofelia Berrido.

Rita Díaz pasó a leer una breve reseña biográfica del Dr. José Enrique García, quien tomó posesión el 20 de noviembre de 2007 de su plaza de académico de número. Ocupa el sillón R. Es escritor, crítico literario y docente. Realizó estudios de Educación y Letras en la Universidad Pontificia Católica Madre y Maestra. Obtuvo el doctorado en Filología Hispánica en la Universidad Complutense de Madrid. Comenzó su trayectoria profesional como profesor de literatura en la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña. Ha colaborado como crítico literario en Isla Abierta, suplemento del diario Hoy.  En su bibliografía se destacan Meditaciones alrededor de una sospecha (1977), El fabuladorRitual del tiempo y los espacios (1982), Contando lo que pasa (1986), Cuando la miraba pasar (1987), Huellas de la memoria (1994), entre otras. Además, ha recibido, entre otras distinciones, el premio Siboney de Poesía 1979, el Premio Nacional de Poesía 2000 y 2001 y el Premio Nacional de Literatura Infantil 2002.

Al iniciar, el académico indicó que esta tertulia es una ventana que abre la Academia porque hay una enorme ausencia de enseñanza de literatura y de la lengua en el país: “Ojala que se mantenga esta tertulia y ojalá que se articule a través de los estancos, porque la literatura es un cáñamo. Se comporta por época y, entonces, a cada época se le va agregando algo. La tradición es fundamental que se mantenga, porque la literatura y el arte general están sustentados en la modificación del signo lingüístico de la palabra”, expresó el crítico literario. Por otro lado, también explicó que cuando se habla de la modificación del signo lingüístico, se habla de la cultura, porque la palabra es la que encierra la cultura y la historia. “No es posible que usted pueda aprender algo nuevo si no conoce la cultura”, dijo.

Además, indicó que la literatura también se comporta como una cuestión cítrica que va y viene a nivel de procedimiento y a nivel de visiones. El escritor resaltó que en la literatura hay más historia y hay más sabiduría que en todas las ciencias. “Lo que forma a un hombre es la lengua y la literatura. Cuando tú vas a ejercer un cargo público, tú vas a bregar con papeles y esos papeles contienen palabras y conceptos”, explicó.

El literato subrayó que la literatura dominicana comienza en la época colonial y, por consiguiente, la lengua con la que se hicieron los primeros gráficos fue la lengua española.

Contó un hecho memorable sobre los padres dominicos en Santo Domingo. Los frailes Pedro de Córdova y Antonio de Montesino, quienes llegaron aquí con una misión de evangelizar, el proyecto que tenían los cambió radicalmente y comenzaron a hacer libros para la enseñanza de la lengua con la que se comunicaban. También explicó que la literatura dominicana comienza con los dominicos, con Tirso de Molina, Gonzalo de Oviedo y Cristóbal de Llerena.  Habló sobre la etapa de las letras coloniales en las que están Elvira de Mendoza y Leonor de Ovando. Y un personaje que no se menciona mucho, Pedro Agustín Morell de Santa Cruz, quien escribió el libro Historia de la isla, y junto a él figura el escritor mayor Antonio Sánchez Valverde.

Comentó que Antonio Sánchez Valverde fue el autor del primer libro dominicano titulado Ideal del valor de la isla española de Santo Domingo: “Debería leer todo el mundo este libro, no solo porque es el primer libro dominicano publicado en España en el año 1785. Es un libro que se escribe en esa atmósfera de conquista y de civilización”, expresó.

José Enrique García resaltó que Sánchez Valverde es fundamental para conocer al país, el de ahora y el de antes. En su obra hay un inventario de lo que era esta isla. Santo Domingo, ADL, 20 de agosto de 2021.

REACTIVACIÓN DE LAS TERTULIAS DE LA ACADEMIA

El doctor Bruno Rosario Candelier, director de la Academia Dominicana de la Lengua, convocó a los académicos de número Odalís Pérez y Juan José Jimenes Sabater, y a la académica correspondiente Rita Díaz en las oficinas de la institución en Santo Domingo, para orientarlos sobre la reactivación de las Tertulias de la Academia. Tres aspectos fueron abordados: «Activación de las tertulias lingüística y literaria», «Actividad con la Academia Colombiana de la Lengua».

El doctor Rosario Candelier explicó que su deseo de activar la Tertulia Lingüística y la Tertulia Literaria es porque, desde la fundación de las Academias de la Lengua, una de sus funciones, como está consignado en los estatutos de la Real Academia Española, es la del «estudio de la lengua y el cultivo de las letras»: «En su condición de miembro de número, Odalis Pérez tiene los conocimientos lingüísticos y literarios para dirigir cualquiera de las dos tertulias», consignó. Odalís Pérez eligió la Tertulia Lingüística

Rosario Candelier sugirió que se haga un mismo día una vez al mes. Las fechas para realizar las tertulias deben ser diferentes, es decir, no deben coincidir los días ni las horas pues habrá personas que querrán participar de las dos tertulias. En la Tertulia Lingüística se trabajará con la historia de la lengua, con obras de lingüistas que han hecho un aporte al estudio de la lengua, con el español dominicano. La lengua será el centro, el eje fundamental: filología, semántica, lexicografía, fonética.

Y en la Tertulia Literaria se trabajará con la literatura: la historia de la literatura, la literatura dominicana, la literatura hispanoamericana, la literatura universal, los movimientos literarios, los recursos literarios, etc. Hay cientos de temas. Ambas disciplinas ofrecen un caudal de aspectos temáticos para hacer una actividad al mes. Esa actividad ustedes decidirán si se hace presencial o virtual; o al mismo tiempo, presencial y virtual. Yo sugiero, que se haga virtualmente, y presencial, depende de ustedes.

   –Odalís Pérez: Si el grupo no es vasto, se puede hacer semipresencial, con el protocolo.

-De cada sesión debe hacerse una crónica para publicarla en el Boletín de la Academia.

El director explicó que ustedes y la Academia van a tener una proyección»: «Yo envío el Boletín a todas las academias del mundo hispánico. Y, naturalmente, las cosas que salen en el Boletín es una oportunidad para los autores que figuran con un aporte».

Odalís Pérez: Yo quiero también insertar otros tipos de lingüísticas que son menos tradicionales, como por ejemplo el problema del neohispanismo y la lingüística germánica.

BRC: Sí, sí, tú tienes libertad para elegir los temas que quieras que se expongan.

El procedimiento del desarrollo de los temas se hará de la siguiente manera:

-Primero, se elegirá un tema en cada sesión, y, segundo, un ponente.

-El coordinador puede participar en la exposición, pero el invitado debe desarrollar el tema, haciendo uso de media hora, con participación del público mediante preguntas o comentarios relacionados con la temática.

-Las tertulias son para académicos y público en general.

Rosario Candelier explicó que «la tertulia será abierta para quienes quieran, no es una cosa exclusiva para los académicos, porque es una manera de que la Academia tenga presencia con la comunidad, que es muy importante». Expuso que ese ha sido uno de los logros de su dirección, «conectar siempre a la Academia con la comunidad».

   Actividad virtual conjunta entre la ACL y la ADL en honor de Pedro Henríquez Ureña

—BRC: La Academia Colombiana de la Lengua me ha propuesto que, en vista de que se cumplen 75 años de la muerte de Pedro Henríquez Ureña, hagamos una actividad conjunta en su honor. Juan Carlos Vergara, el director de la ACL, es el proponente. Pensé en Odalís Pérez y Juan José Jimenes Sabater, para que representen, con el director, a la Academia Dominicana presentando una breve ponencia sobre Pedro Henríquez Ureña.

Los temas que desarrollarán los académicos dominicanos en dicha actividad serán los siguientes: Juan José Jimenes Sabater expondrá sobre la prosa de Pedro Henríquez Ureñay Odalís Perez hablará de filología y culturología en Pedro Henríquez Ureña. Y Rosario Candelier abordará el aporte filológico de Pedro Henríquez Ureña. Los académicos colombianos enfocarán otros aspectos sobre la obra del filólogo dominicano. La actividad será el 4 octubre en sesión virtual, en la que participará la Academia Argentina de Letras.

Asimismo, el director anunció que, Dios mediante, el 12 de octubre habrá una reunión de la Comisión Lexicográfica de la Academia, y a cada uno de sus integrantes, que preside la lexicógrafa María José Rincón, y que completan Fabio Guzmán Ariza, Ruth Ruíz, Roberto Guzmán, Miguel Collado, Domingo Caba y Rita Díaz, la Academia les entregará un diploma de reconocimiento por el trabajo lingüístico que han estado realizando. Y cada uno tendrá 10 minutos para comentar lo que ha hecho, desde el punto de vista lingüístico, en su participación en esa Comisión Lexicográfica. Rita Díaz sugirió que la reunión se transmita por Facebook Live.

 

DIÁLOGO CON BRUNO ROSARIO CANDELIER: LA LENGUA Y SU ALIENTO CREADOR

Tertulia Virtual Miercoletras con Juan Matos, Rhina Espaillat, Juan Freddy Armando, Ofelia Berrido y otros

 

—Juan Freddy Armando: Yo quisiera hacerle una pregunta a Bruno Rosario Candelier. Todos sabemos que el Movimiento Interiorista, desde el punto de vista literario, exalta lo trascendental, lo místico, todo el efluvio interior que mueve a un autor. El Interiorismo es una creación de Bruno Rosario Candelier. Ahora bien, las principales creaciones de ese movimiento han sido poéticas. Casi todos los interioristas son, ante todo, poetas. Entonces, me mueve a la curiosidad preguntar, siendo así, ¿por qué no conozco ningún poema de Bruno Rosario Candelier?

—BRC: Porque no los he publicado.

—Juan Freddy Armando: Aunque a un escritor le pasa, como decía Julio Cortázar, que en un texto literario si no hay poesía no hay literatura. De manera que, por ejemplo, García Márquez nunca publicó poesía, pero su narrativa está llena de poesía.

—BRC: Y él leía mucha poesía y la valoraba mucho. Claro, yo uso la palabra poesía, generalmente, con el sentido griego de esa palabra, que es «creación». Entonces, en mi obra hay creación, y si hay creación, hay poesía. ¿Cierto?

—Juan Matos: Interesantísimo.

—Rhina Espaillat: Publique su poesía.

—BRC: No estoy satisfecho, todavía, con lo que he escrito. Acuérdese que, si he creado un movimiento y hay buenos poetas en el movimiento, lo que yo publique debe ser ejemplar. Y si no estoy convencido de su ejemplaridad, mejor espero.

—Rosina Anglada: Sí, pero usted publicó un poema, «El ágape inmortal», que dedicó al poeta Andrés L. Mateo, muy hermosa, por cierto.

—BRC: Gracias, Rosina. Lo publiqué en respuesta a un poema de Andrés L. Mateo.

—Rosina Anglada: José Alberto Fernández Pereyra, se conecta, que es uruguayo.

—Juan Freddy Armando: Fernández Pereyra, un regalo de Uruguay a Rep. Dominicana.

—José Alberto Fernández Pereyra: Muchas gracias, estoy escuchando atentamente. Buenas noches para todos. Mis respetos para el maestro Bruno Rosario Candelier, que lo he seguido mucho por los programas, cuando salía por el Canal 4, lo seguía muy atentamente. Y ahí también en alguna oportunidad pude ver a mi amigo Freddy Armando.

—BRC: Hay una poeta uruguaya que admiro mucho, se llama Marta de Arévalo.

—José Alberto Fernández Pereyra: Pero, usted sabe, maestro —y perdone, no voy a discrepar con usted—, para nosotros hay una poetisa olvidada del Uruguay.

—Juan Alberto Fernández Pereyra: Admiro a Juana de Ibarbourou.

—BRC: Ah, esa es inmensa, grandiosa. Y también Delmira Agustini.

—José Alberto Fernández Pereyra: Nosotros nos tenemos que sacar el sombrero, primeramente con Rubén Lena, un maestro de escuela rural que fue el autor de «A don José». Hace poquito le hicieron un homenaje, desde el Gobierno y el ámbito del Parlamento Nacional de Uruguay. Se le hizo un homenaje por ese tema, que se convirtió en himno, porque ese tema lo escribió y lo musicalizó para los niños de su escuelita, para que cantaran de una manera fácil, o sea que les pudiera llegar a los niños y que la pudieran expresar y que la pudieran cantar. Por eso lo que usted hablaba, don Bruno, sobre la claridad de las palabras, igual que la señora Rhina, es muy importante. Y esa sencillez de la letra y esa claridad lo convirtieron en un himno nacional. Y hoy es el himno criollo más representativo de la música folclórica del nuestro país. Homenajea a nuestro prócer máximo José Gervasio Artigas. Y estoy homenajeando a un maestro de escuela, poeta, compositor.

—Rhina Espaillat: Al uruguayo quiero decirle que soy loca con Juana de Ibarbourou, la he traducido al inglés y dondequiera que leo sus obras siempre gustan mucho.

—José Alberto Fernández Pereyra: Muchas gracias, es un homenaje lindo de su parte.

Palabras de José Reyes: He escuchado con mucha atención la participación del hermano Asdrovel y también la participación de Rhina Espaillat. Y quiero martillar sobre el mismo tema, maestro Bruno Rosario Candelier, porque yo creo que debe ser una preocupación de todo el que escribe, de todo el que enseña, de todo el que habla el idioma español, preocuparse por la pureza del lenguaje. Lo que más daño está haciendo a la pureza del lenguaje es la influencia del inglés. Y, como dijo Rhina, no estamos tratando de hablar dos lenguas, estamos tratando de borrar una y hablar la otra a medias. De tal manera que, si nosotros no ponemos cuidado, nuestros nietos van a decir, por ejemplo: «Open the windows, para que las moscas hagan fly».

Usted tocó otra tecla muy sensible cuando usted dijo que el general romano Julio César escribía. ¿Y usted sabe por qué escribía? Julio César escribía porque los romanos le dieron la tarea a un escritor, llamado Virgilio, para que escribiera una obra que levantara el honor y el valor de los romanos y lo pusiera a la altura de los griegos. Y Virgilio escribió La Eneida. Y en esa obra, La Eneida, Virgilio subió a los romanos y los puso casi a la altura de los sabios griegos. Y narra la historia que, cuando Julio César se retira, siguió escribiendo. Si nosotros nos desviamos de las fuentes originales de nuestro español puro que nos enseñaron nuestros maestros… Yo tenía una maestra de lengua española, en primaria, que, cuando uno decía una palabra que no estaba correcta era un problema para nosotros. Entonces creo que si podemos influenciar a las nuevas generaciones con las cosas que hemos aprendido, es muy importante. Pero a veces los medios de comunicación masiva, como la radio y la televisión —y las mismas redes sociales—, están llenos de símbolos extraños, foráneos, que arropan prácticamente todo el deseo que tiene la gente. Y por eso es que usted está leyendo un mensaje de internet y le dicen: «KLK, qué lo que hay», y estas cosas que, dicho sea de paso, yo no sé qué es lo que hacen con las letras que les sobran.  Entonces yo creo que la Academia de la Lengua, junto con las autoridades de Educación, debe hacer un plan en conjunto, para tratar de sanear el idioma español. Aunque, claro, tenemos que estar abiertos a otras culturas porque de eso se nutren los pueblos, de las culturas y de la compenetración con otros pueblos.

—BRC: Tú has tocado un tema neurálgico, al hablar del magisterio. ¿Sabes cuál es el gran problema de la educación dominicana? La falta de formación de los maestros. La carencia de vocación intelectual y estética. Ese es gran problema, la deficiencia que tienen nuestros maestros, sobre todo en lengua española. Las personas de mi generación, o digamos de hace cuarenta años, la formación en cuanto al estudio de la lengua ha ido cada año descendiendo. ¿Y sabes qué ha influido en eso? Que el Ministerio de Educación eliminó, del pensum de estudios la Gramática de la lengua castellana, de Pedro Henríquez Ureña y Amado Alonso, una obra fundamental para el conocimiento básico de la lengua española. Desde entonces comenzó a descender la formación de nuestros maestros. Y da pena lo que está pasando actualmente. Hace poco, para ponerles un ejemplo, escuché a una muchacha decir: «Tengo el orgullo de haberme hecho licenciada sin haber leído un libro». ¡Oye eso!

—Juan Freddy Armando: ¡Qué bárbara!

—BRC: Ella tenía el orgullo de que se hizo licencianda sin leer ni un solo libro en la universidad. Imagínense ustedes. Nuestros maestros no leen. Nuestros maestros tienen una escasa formación intelectual. Hay que cambiar el sistema educativo desde su base para sembrar una nueva orientación escolar con disciplina, con rigor, con criterio de lo que es la formación intelectual y lo que es el desarrollo de la conciencia estética y espiritual.

—Rhina Espaillat: Yo creo que parte de eso viene de la idea que tiene el público sobre el que se hace maestro. Porque yo le dije —cuando estaba estudiando para ser maestra de inglés, aquí en este país, de la segunda enseñanza—, yo le dije a un dominicano… él me preguntó: «¿Y qué vas a hacer cuando salgas de la universidad?». Yo le dije: «Yo voy a ser maestra de inglés». Y él me dice: ¿Pero por qué, si puedes hacer tantas cosas interesantes? Una muchacha inteligente como tú, ¿por qué va a ser un maestra?». Y eso fue como un cuchillo en el corazón porque yo vengo de una familia llena de maestros, desde mis abuelos y toda esa gente. Y a mí me duele cuando hablan así de los maestros porque yo siento mucho orgullo de mi profesión y para mí eso es una profesión noble. Pero si el público habla así y dice: «Ah bueno, lo que están haciendo los maestros es cuidando a los niños durante el día para que los padres puedan ir a trabajar». El público tiene que reaprender a respetar esta profesión porque es esencial, es la base de la cultura de un país. Y si al público le parece que somos lo que se llama aquí «babysitter», entonces ¿por qué van a gastar dinero para enseñarle a esa gente a hacer lo que deben hacer bien? Ese es el problema.

—Rosina Anglada: Totalmente de acuerdo. Creo que es multicausal, que no es justo todo atribuírselo a los maestros, porque es todo un conjunto de la sociedad que va en esa línea. Los niños están en un entorno social, tienen un cúmulo de activadores, que los llevan a las escuelas. Y hay niños que los he oído decir que la escuela es como una cárcel porque sienten que no responden a lo que están viendo en el barrio. Y esa minusvaloración del maestro, o degradación, de parte de los padres es muy dolorosa también.

—Rhina Espaillat: Y de parte del Gobierno también porque el Gobierno es el que separa los fondos que va a soportar esa educación. Y si mi padre hoy me oye decir «soportar», me mata. Porque eso no es lo que se debe decir…

   Palabras de Julio Rafael Anglada: Buenas noches a todos los contertulios, bienamados. Me ha gustado esa palabra de nuestro querido Juan Matos, en mi vocablo diario la sumo, la vivo y la comparto. Expresándoles que somos bienamados todos los contertulios en esta noche y siempre, a través del vínculo de la palabra, del vocablo, del lenguaje, que nos hermana, nos aúna, nos convoca concitándonos siempre a ser mejores, a crecer, a recrearnos, a través del lenguaje. Y mi paso en esta noche, por acá, por este Miercoletras, es tan solo para reconocer la trayectoria y la vida consagrada de quien considero ser mi maestro, aunque él no lo sepa. Me refiero a don Bruno Rosario Candelier. Tengo varios de sus libros, acudo a ellos. Y aunque no soy un interiorista formal, me considero serlo y lo soy en espíritu. Entonces en esta noche, simplemente, mi paso por acá es para expresarle a don Bruno mi admiración, mi respeto y, humildemente, sin ánimo de adularlo, mi devoción a su trayectoria. Precisamente, quiero compartir con ustedes, y de manera especial con usted, don Bruno, un soneto que escribí el 12 de octubre de 2020, y se titula «A don Bruno Rosario Candelier»:

 

Es don Bruno Rosario Candelier 

buen lingüista, literato y escritor 

que cultiva la palabra con amor 

explorando lo más íntimo del ser. 

 

Él siempre fija, pule y da esplendor 

a la lengua, al vocablo y al lenguaje 

creando de insular un gran mensaje 

como todo buen maestro y profesor. 

 

Hijo digno de la patria quisqueyana 

que trabaja con empeño y gran tesón 

por la límpida conciencia, fiel y humana. 

 

Explorando el pensamiento en su interior 

la poesía y la palabra se engalana 

trascendiendo hacia un espíritu mejor. 

 

Un abrazo a todos los presentes y un apretón de mano para usted, mi bienamado don Bruno, con un abrazo caluroso, afectivo y fraterno, desde mi alma hasta la suya.

—BRC: Muchísimas gracias, Julio Rafael, por tus cálidas palabras. Y sigue haciendo lo que estás haciendo. Tú has asumido la palabra en el plano de la creación poética, estás haciendo tu aporte, un aporte interiorista. Eres un poeta interiorista. Así que, enhorabuena.

—Juan Matos: Muchísimas gracias, Julio Rafael, bienamado, una palabra llena de ternura.

—Asdrovel Tejeda: Siempre recuerdo muy bien el hecho de que los emperadores japoneses, que todo el mundo debe arrodillarse ante ellos, y ellos solamente se arrodillan, o hacen una genuflexión delante de los maestros. Porque los maestros son los que hacen médicos, abogados, literatos…. Entonces, ningún país puede sobrevivir con un sistema de educación donde los maestros vivan mal, y no sean reconocidos. Yo que, generalmente, cuando estoy en República Dominicana, me paro cuando veo a niños con profesores a darles lo que es, entre comillas, la bola, a darle un aventón, yo converso mucho con los profesores en el camino, y quedo sorprendido de la manera en que hablan, don Bruno. Yo digo, «¿Y estos son los maestros?». Entonces, no puede haber aprendizaje en el idioma ni desarrollo social en una nación donde los maestros están muy mal considerados.

—Juan Freddy Armando: Yo tengo el honor y el maravilloso recuerdo de que mi madre era una maestra, que así se le decía cuando Trujillo. Aunque ya la palabra «maestro» yo se la reservo a un pequeño número de grandes seres humanos, como Aristóteles, Platón, Hegel, Schelling o Víctor Hugo. Pero vamos a retomar la palabra «maestro» para referirnos a los profesores. Pero mi madre, que ganaba $25 pesos mensuales, era bien pagada. O sea, $25 pesos para un profesor eso equivalía a casi lo que se ganaba mi padre como comerciante en su colmado. De manera, que Trujillo tuvo muchísimas cosas malas, pero los profesores, en su época, ganaban bien. Esos $25 pesos de mi madre rendían muchísimo. Bueno, pero yo quiero preguntarle a Bruno algo. Hay una serie de autores importantes de nuestra lengua —Pedro Henríquez Ureña, Amado Alonso, Fermín Estrella Gutiérrez— que consideran que en España hay muchas lenguas y que todas esas son lenguas españolas; y que nuestro idioma debe llamarse no española, porque española son el gallego, el catalán, el vasco, el andaluz, todas esas lenguas, y que la que nosotros hablamos es el castellano, la que viene de Castilla. ¿Qué opina Bruno sobre esa divergencia que tienen los especialistas entre los que consideran que nuestra lengua debe de llamarse castellana y los que consideran que nuestra lengua debe llamarse español, que se ha impuesto? 

—BRC: En realidad, históricamente, nuestra lengua es castellana. Eso es cierto, porque viene de Castilla, donde originalmente comenzó a hablarse la lengua que actualmente hablamos. Ahora bien, es cierto lo que tú acabas de decir, Juan Freddy, de que todos los idiomas que se hablan en España son lenguas españolas. ¿Por qué se impuso el término «español» y no «castellano», que era el más apropiado? Porque se entendía que todas las regiones de España, que hablaban una lengua diferente a la española, también hablaban el castellano. Y por esa razón, entonces, en un momento determinado la Real Academia Española decidió llamarle lengua española al idioma de Castilla, es decir, llamar lengua española a la lengua castellana porque el habla castellana era la lengua que compartían todos los hablantes de la Iberia hispánica, aun cuando se hubiesen formado en la lengua catalana, gallega o valenciana. Y esa es una razón que se entiende desde ese punto de vista. Ahora, si tú me preguntas a mí, a mi gusto, yo preferiría llamarle lengua castellana, como era la original. Pero, una voz no decide un hecho histórico que ya está implantado.

—Juan Freddy Armando: Excelente respuesta, Bruno, genial.

—Mercedes Cabral: Si me permiten, quisiera leer el poema «El ágape inmortal», de Bruno Rosario Candelier, dedicado a Andrés L. Mateo:

 

La luz alumbra porque relumbra, 

fuero y cauce de un designio establecido. 

Si la rosa “florece porque florece”, 

el estiércol repugna por lo que tiene. 

 

Entre la A y la Z cabe todo, 

tanto del mundo sutil, 

como de la prosaica galera. 

Y todo vuelve a su origen, 

como intuyó el presocrático cuando vio 

que el río fluye incesante hacia su fuente. 

 

Lo que permanece es el ágape, Andrés, 

el ágape sagrado y divino 

al que nos convocan. 

Ya lo dijo Heráclito en su día: 

“Todo viene del Todo, y todo vuelve al Todo”. 

Nada cambia, si el amor preside la mirada, 

mientras la vida pauta el rumbo 

con sus señales secretas. 

 

Lo que la luz revela es el halo 

que perfila el sentido. 

A la luz sucede otra luz, 

la que despliega el manto 

inconsútil del misterio. 

 

En nosotros pervive el niño que con su enigma 

Aflora desde el fondo ignoto del pasado. 

En el poema late el miedo que troquela 

circuitos y neuronas 

como vestigio de una culpa irredenta 

o como el látigo inclemente 

que señala, acusa o recrimina. 

Un soterrado miedo o un trauma secreto 

con su larva da culpa o su inmarcesible 

llama hacen al poeta. 

 

No es la nostalgia la que inspiran tus dolientes versos, 

ni la palabra que representa, cuestiona o curcutea. 

Es la fragua de una pasión insumisa y traviesa 

del niño que con dolor recuerda 

una gozosa crueldad contra inocentes mariposas, 

que no puede revertir 

porque lo hecho, como lo dicho, 

irremediablemente queda detenido en el tiempo, 

a pesar del transcurso de los días y las penas, 

a merced de la distante y lumbrosa luna, 

o a despecho de las impertérritas 

y calladas piedras. 

 

Desde el fondo de ti 

late el reclamo de lo que no muere. 

Lo que fue, lo que se hizo o dijo, 

no cambia con el tránsito de las noches, 

porque nada pierde su esencia y su sentido. 

 

El venerable Heráclito lo supo, 

como tú lo presientes compungido, 

pues ni la secreta nostalgia, 

ni el olvido cómplice, 

cortejan las cosas que suceden, 

sino el ágape inmortal 

que las redime. 

(Bruno Rosario Candelier, “Poesía”, Areíto, Hoy, 28/12/2019/5

 

—José Reyes: Yo no quiero que don Bruno Rosario Candelier se sienta hostigado por las preguntas. Lo que pasa, maestro, es que no siempre lo podemos tener a usted así tan de frente. Y siguiendo la misma temática de Juan Freddy, yo quisiera preguntarle al doctor Bruno Candelier si él considera que el español o el castellano tuvo tanta influencia entre nosotros o entre el mundo hispanoparlante como, afirman algunos autores, por la influencia cervantina a través del poema «La Galatea» y Don Quijote y el poema del «Mio Cid». Yo quiero saber si usted cree que esas tres obras influyeron de manera positiva a la expansión de nuestro idioma español.

—BRC: Me parece más bien que el influjo decisivo ha sido la participación de los mismos hablantes de nuestra lengua, más que de autores establecidos o altamente calificados, como son los que tú citas. ¿Por qué? Porque la lengua es una realidad social y, como realidad social, son los hablantes de una lengua los que la impulsan, la valoran o hacen que se desarrolle, crezca y expanda. Ciertamente, el estamento de los escritores es clave, porque la literatura le da la categoría de culta a una lengua, porque los escritores son los que hacen el aporte intelectual, estético y espiritual con el mayor esmero posible en el uso de la palabra y en el arte del buen decir, y ese hecho es lo que hace, naturalmente, que una lengua adquiera la categoría de «idioma establecido» en una cultura en función del aporte exquisito de sus escritores, que con su obra dan la pauta del buen uso que la Academia fija en su norma, lo que sirve de referencia con los ejemplos citados por el diccionario, la gramática y la ortografía de la lengua española, refrendados con el aval de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española. Pero son los hablantes los que, realmente, influyen para el peso determinante de un idioma en una comunidad determinada. Y, por suerte, los hablantes de Hispanoamérica somos muchos, y las variantes de nuestra lengua también son muchas, y eso ha influido poderosamente en la pujanza de nuestra lengua. Desde luego, conviene consignar que los autores de literatura hispanoamericana —como los narradores del Boom, que surgieron en Hispanoamérica a partir de la década del 60— dieron una categoría de alta estirpe a la lengua española, y esa categoría literaria fue un hecho determinante que influyó a que, actualmente, la lengua española sea la segunda lengua más estudiada en todo el mundo, después del inglés. Entonces, la lengua se está estudiando en todas las universidades del mundo, en todos los diferentes países no hispanos. Y eso, naturalmente, ha hecho que aumenten los hablantes de la lengua española y que el prestigio de la lengua española sea muy alto en el concierto de las naciones. Eso, naturalmente, nos enaltece, nos orgullece a los que hablamos la lengua de Castilla, que siendo castellana, le llamamos lengua española por la razón que expliqué.

—Mercedes Cabral: Saludamos la presencia de la educadora, académica y poeta Ofelia Berrido, que acaba de unirse a nosotros.

—Juan Matos: Yo quiero, primero, agradecer a Ofelia por ser el puente que nos ha unido con el doctor, y maestro, don Bruno Rosario Candelier.

—BRC: Y yo le agradezco a Ofelia que ella fue la que me conectó con ustedes.

—Ofelia Berrido: Yo no podía dejar de estar aquí porque, creo que todo el que me conoce sabe que don Bruno Rosario Candelier es mi guía en el mundo literario, es un maestro de todos los que estamos en el Movimiento Interiorista, que todos admiramos y lo seguimos. Don Bruno, gracias por estar presente aquí con el grupo tan maravilloso de Miercoletras. 

—BRC: Muchísimas gracias a ti, querida Ofelia, por haber hecho posible este encuentro.

—Juan Matos: Don Bruno, en nuestra Tertulia Miercoletras, por lo menos una vez al mes, nosotros celebramos encuentros con escritores del interior del país. Y recuerdo que uno de los encuentros a mí me aportó mucho. Fue el encuentro con los escritores de Miches, donde se nos presentó un poeta, un escritor magnífico, que era no vidente y sin embargo dejó una obra maravillosa que esa noche quedamos todos deslumbrados. En ese sentido, el Movimiento Interiorista, obviamente que ha aportado tanto a la literatura dominicana, ¿de qué manera nosotros podemos, además de celebrar tertulias con ellos, y demás, dar a conocer esa literatura valiosísima de nuestros autores del interior? 

—BRC: Una manera sería organizar otra tertulia con ese tema y con la participación de varios escritores interioristas. Podríamos celebrar una actividad como esta sobre el Movimiento Interiorista y con autores vinculados al Interiorismo. Con mucho gusto yo participaría y convocaría a algunos de los escritores interioristas para que participen en esa jornada, que podría contribuir a que se conozca mejor la esencia del Interiorismo, el aporte intelectual, estético y espiritual que el Interiorismo ha auspiciado en el cultivo de las letras.

—Mercedes Cabral: Esa era, precisamente, la pregunta que tenía reservada para usted. Pero entiendo que será mejor desarrollarla cuando hagamos esa tertulia dedicada específicamente al Movimiento Interiorista.

 Palabras de Valentín Amaro: Buenas noches, Maestro Bruno Rosario Candelier. Cuando vi el anuncio de que este encuentro era con usted, aunque asisto a los demás, dije «En este encuentro debo estar». Así que, solo es para expresar mis saludos. No voy a encender la cámara por un asunto de conectividad, pero no quería dejar pasar la oportunidad para saludarle, Maestro, y en presencia de los compañeros agradecerle toda su dedicación, así como lo ha hecho Ofelia. El Maestro Rosario Candelier es guía espiritual, literario, de muchos de nosotros. Tiene una particularidad que doquiera que voy la digo: nos ha enseñado el arte de hablar, de hacer un discurso preciso, conciso, pero profundo, en veinticinco minutos. Y ni se diga de las lecciones recibidas en la montaña, en los llanos, en las provincias, en los municipios; tantos viajes, tantos pueblos, tantas comunidades visitadas sembrando la palabra creadora. Eso no tiene precio, lo que hemos vivido todos estos años con el Maestro Rosario Candelier. Y en cada encuentro siempre hay enseñanzas tan profundas que se han quedado con nosotros. Muchos de los que estamos en esta labor de la gestión literaria y cultural, tanto en el Ministerio de Cultura —como ahora en el Ministerio de Educación—, esas cosas que damos en los pueblos y seguimos trabajando, en gran medida, se deben a ese aprendizaje junto al Maestro Rosario Candelier.

—BRC. Gracias, a ti, Valentín, por tus elogiosas palabras. Tú eres un ejemplo de lo que el Interiorismo ha querido promover en nuestro país. Te felicito por el bien que tú haces mediante la palabra. Sigue aportando, que aún tienes mucho que dar.

—Rosina Anglada: Yo quiero compartir las sensaciones que tuvo el Maestro Bruno Rosario Candelier con la creación poética de Ofelia Berrido. Él dice que «ella canta el ordenamiento de lo viviente a la luz de la realidad cósmica. Deja fluir la energía interior de su conciencia, y su sensibilidad fluye para canalizar lo que ha vivido tan entrañablemente, por lo cual plasma una valoración del mundo como expresión de lo sagrado, y enseña que tenemos un destino trascendente. Por eso hay un júbilo místico en estos poemas de Ofelia Berrido». Esas palabras tan hermosas me encanta compartirlas con ustedes. Dice que todas esas cualidades «es fruto de la sensibilidad empática de una autora enraizada en lo viviente. Desde esa la disposición de su sensibilidad podemos decir que ella vino articulada para plasmar lo que sacudió su sensibilidad arrebatada». Todas estas emociones, le produjo Pájaros del olvido, el poemario de la distinguida maestra y escritora Ofelia Berrido.  ¡Qué lindo! De verdad que es un deleite escucharle.

—Juan Freddy Armando: Quiero manifestar mi alegría por la presencia de Ofelia Berrido aquí, una valiosa escritora dominicana a la que le tengo una gran admiración, respeto y cariño, no solo como escritora, sino como ser humano, porque Ofelia es uno de los seres humanos más encantadores que he tenido la dicha de conocer.

—BRC: Esa alegría la compartimos todos, Juan Freddy.

—Juan Freddy: Llena de bondad, de afectos, de solidaridad. Realmente, es un ser humano excepcional. Bueno, yo sé que don Bruno ha escrito varias novelas, entre ellas El Sorato de Magdala; y entonces quería preguntarle, ¿por qué no ha seguido escribiendo novelas?, y la otra, si él ha escrito cuentos,  porque casi siempre los escritores de novela, primero han escrito cuentos.

—BRC: Yo comencé a escribir cuentos, ciertamente. Llegué a escribir tres o cuatro cuentos, que se han publicado en algunas de las antologías del Ateneo Insular. Y ahora tengo otra novela inédita. Yo he publicado tres novelas: El sueño era Cipango,  El Sorato de Magdala y El degüello de Moca.

—Ofelia Berrido: Matos, yo quisiera decirle algo a don Bruno y a Juan Freddy. Juan, lo que tú no sabes es que don Bruno tiene como el secreto más guardado del mundo unas cuantas poesías que ha escrito. Él ha escrito poesía, pero las tiene guardadas bajo llave, en un baúl.

—BRC: Yo tengo conciencia poética, querida Ofelia, y sé cuándo hay poesía en un texto. Entonces, si yo lo sé, no puedo publicar una obra en la que no esté cabalmente plasmado el concepto que tengo del poema.

—Ofelia Berrido: Quiero hacerle una pregunta a don Bruno: ¿cuáles son los tres puntos focales que usted recomendaría para lograr la armonía entre el contenido y la forma cuando se trata de una narrativa —pongamos una novela— que uno quiere que verdaderamente se aplique en una novela profunda, trascendente. ¿Qué aconseja usted? Tres puntos que no podemos dejar de tomar en cuenta.

—BRC: Primero, lograr una identificación emocional entre el contenido de la narración, y lo que el narrador quiere plasmar. Se trata de una compenetración afectiva, de tal manera que tú puedas volcarte a ti misma, expresar tu ser profundo tal como es, con un sentido genuino y espontáneo. La palabra «genuino» es clave para lograr este aspecto de compenetración emocional. Segundo, plasmar un sentido profundo en el trasfondo de la narración, de tal manera que la dimensión conceptual, estética y espiritual, es decir, lo que se llama cosmovisión, esté presente en la narración. Hay muchas novelas dominicanas publicadas que no tienen esa dimensión de la cosmovisión. Una genuina novela tiene que plasmar una cosmovisión. ¿Y qué es una cosmovisión? La presencia de un planteamiento filosófico, una dimensión conceptual profunda con relación a la realidad, a la cultura, a la conciencia, con relación al contenido espiritual que ha movido tu escritura y al objetivo que tú persigues para lograr la emoción estética y la fruición espiritual. Entonces debe darse esa vinculación entrañable entre la conciencia, la sensibilidad y la expresión. Y en tercer lugar, tener una conciencia del contenido y la expresión, de tal manera que, lo que escribas, responda a las exigencias de la escritura, es decir que, desde el punto de vista literario, tenga propiedad, corrección, elegancia y, sobre todo, que puedas plasmar lo que ha nacido de tu ser interior con autenticidad y con la plenitud de tu propia conciencia. Tiene que haber una relación entre la sensibilidad, la conciencia y lo que se narra. Cuando enfoco la conciencia, es un aspecto importante para plasmar una apelación entrañable que nace del fondo de tu mismidad, de tu ser profundo, de tu ser interior. Porque en una obra narrativa, auténtica y genuina, como en un buen poema, tiene que darse esa adecuación entre lo que sientes, lo que piensas, y lo que dices, con la plena seguridad de que tú te estás expresando a ti misma y estás manifestando esa motivación secreta, esa apelación entrañable que mueve a la escritura, y que desata tu potencial creador. Pienso que ahí hay tres aspectos claves para lograr una obra que realmente toque la conciencia y la sensibilidad del lector.

—Juan Freddy Armando: Pero yo creo que eso vale para todo el arte, don Bruno: para la pintura, la música, la danza, la literatura.

—BRC: Tienes razón, Juan Freddy. Y cada arte reclama un modo peculiar de plasmación. Al abordar la naturaleza específica de la novela, pondero los siguientes rasgos pertinentes: 1. Una noticia nueva de la historia que se narra, es decir, una faceta inédita que revele un perfil desconocido de hechos y personajes, como lo hace Aída Cartagena Portalatín en Escalera para Electra. 2. Una caracterización psicológica de los personajes, con un perfil moral y conductual que revele el impacto emocional, afectivo y espiritual en la conciencia de los actantes, como lo hace Juan Bosch en La Mañosa. 3. Una cosmovisión conceptual, estética o espiritual, que revele el perfil filosófico, ideológico o cultural de una comunidad, como lo hace Marcio Veloz Maggiolo en La mosca soldado.

—Ofelia Berrido: Muchísimas gracias, don Bruno. ¡Excelente!

   Palabras de Lorenzo Araujo: Buenas noches, un abrazo con mucho calor para todos. Casi siempre me quedo callado porque disfruto inmensamente las veladas, la información, y esta noche no es una cualquiera por los conocimientos del doctor Bruno Rosario Candelier, que lo conocíamos en esa dimensión de la leyenda, pero nunca nos habíamos encontrado de frente, como hoy, aunque sea a través de la pantalla. Esa fuerza de su saber vemos que se transmite y siembra ideas y promueve la producción literaria.

—Carmen Meléndez: Yo me quedo como fantasmita escuchando y maravillándome de todo el contenido de nuestros encuentros. Don Bruno, mi respeto y mi admiración. Gracias por su compromiso y por tanto bien que usted hace. Bendiciones y gracias.

—BRC: Muchísimas gracias, Carmen, por tus palabras y tu identificación.

—Juan Matos: Bien, mis bien amados, esta ha sido la versión del miércoles 7 de julio de 2021 de su Tertulia Miercoletras. A todos los que han construido este magnífico espacio, muchísimas gracias. Gracias a Ofelia por ser este puente que nos ha traído este manjar con el doctor don Bruno Rosario Candelier. Tenemos ya la alegría de que tendremos otro encuentro con él y con los escritores del Movimiento Interiorista, ya lo coordinaremos, y ojalá que para entonces Ofelia Berrido pueda estar con nosotros. Salud y bendiciones.

—BRC: De mi parte quiero darles las gracias a ustedes por su hermosa participación, por su interés en estos temas y, sobre todo, por lo que ustedes hacen en favor de nuestro desarrollo intelectual, estético y espiritual para el crecimiento en todos los aspectos mediante la palabra. Porque la palabra es el instrumento con el que nos comunicamos con el mundo y con el que testimoniamos nuestras intuiciones y vivencias. ¡Felicitaciones!

(Miercoletras, segunda parte, 7 de julio de 2021. Transcripción de Miguelina Medina)

 

CRÓNICA DEL ACTO DE INCORPORACIÓN DE GIOVANNY CRUZ DURÁN

La Academia Dominicana de la Lengua realizó el acto de incorporación del dramaturgo, narrador, ensayista e investigador cultural Giovanny Cruz Durán como miembro de número de la institución.  El académico Rafael Peralta Romero, como maestro de ceremonias, dio la bienvenida a los invitados y presentó a don Giovanny Cruz Durán resaltando su condición de dramaturgo, actor y narrador. Manifestó que la ADL lo incorpora por su condición de escritor profesional de la palabra escrita.

En el desarrollo de la actividad académico, el recipiendario Cruz Durán pasó a exponer su discurso de ingreso a la Academia Dominicana de la Lengua como miembro de número, titulado “La religiosidad popular dominicana. Su reflejo en la literatura y en la escena”.

Al iniciar sus palabras, Giovanny Cruz expresó su agradecimiento por la alta distinción que recibió al ser elegido académico numerario de la ADL: “Esta distinción se agiganta al saber que ocuparé la letra “L”, que antes perteneció al escritor, investigador, ensayista y académico Carlos Esteban Deive, Premio Nacional de Literatura. No es un secreto para nadie la gran amistad que nos unía. Además, juntos libramos muchas batallas culturales y sociales”. También agradeció al Dr. Bruno Rosario Candelier, quien lo juramentó previamente con las siguientes palabras: “A partir de este momento, usted queda oficialmente incorporado como miembro de número de esta institución, lo que implica para su vida intelectual, naturalmente, no solo una alta distinción sino el compromiso de identificarse con la institución, porque sin duda alguna es un alto prestigio que usted acaba de adquirir al formar parte de esta comunidad de intelectuales y académicos de la lengua. Y, desde luego, la institución espera que usted, no solamente sea un miembro activo de la institución, sino que también haga algo por ella desde sus dones, desde su talento y desde su creatividad. ¡Enhorabuena! Y me congratula recibirlo en esta casa de la lengua”.

En el desarrollo de su discurso de ingreso, el nuevo académico trató sobre la incidencia de la magia en la literatura nacional y comentó que en un impresionante número de ensayos, varios de nuestros escritores abordan el tema de la religiosidad popular dominicana, como lo hicieron Emilio Rodríguez Demorizi, Carlos Andújar, Dagoberto Tejeda, Enrique Patín Veloz, Carlos Esteban Deive, Marcio Veloz Maggiolo, Manuel Núñez, Bienvenido Álvarez-Vega y Fradique Lizardo, entre otros. Destacó que Carlos Esteban Deive, por ejemplo, recreó en muchas de sus creaciones literarias aspectos esenciales de nuestra religiosidad popular. Citó su obra Amanda, una realización escénica trascendente de nuestra religiosidad popular.

En su disertación subrayó que nuestros estudiosos de la literatura aseguran que Yelidá, de Tomás Hernández Franco, representa el inicio de la magia en la literatura profesional dominicana. En ese memorable poema un joven noruego se debate entre divinidades distintas de dos culturas, en que la insular predomina, ejemplo del sincretismo criollo.

En ese orden también comentó el habla en la religiosidad popular dominicana. Contó que varios estudios abordan el tema en la versificación de la lírica popular, y dijo que la tendencia mágica se manifiesta en buena parte de los hablantes de los sectores populares, predominando los versos octosílabos y endecasílabos.

Don Giovanny Cruz indicó que aún no se puede precisar, con indiscutido rigor, quiénes son realmente las entidades o dioses de la religiosidad popular dominicana: “¿Primitivismo ancestral que habita dentro de nosotros? ¿Manifestaciones de un instinto atávico? ¿Una generación atrapada entre dos universos paralelos? ¿Acaso seres que encontraron una ventana abierta para transitar entre el mundo de los muertos y el de los vivos sin saber exactamente quiénes son? No podría responder a estas interrogantes. Apenas presumir unas respuestas”. Y agregó: “Nuestra religiosidad popular es única y está en nuestro pasado africano, se ha mezclado con la cultura del conquistador y aprovechó la de nuestros taínos. Ahora es un presente que conquista, con astucia. su propio espacio. Se proyecta, indefectiblemente como fuerte manifestación cultural hacia el porvenir eterno de nuestra mitad de isla…”, dijo al finalizar su discurso de incorporación.

Manuel Núñez Asencio recibió a don Giovanny Cruz Durán, en nombre de la Academia Dominicana de la Lengua, como nuevo miembro de número. De inmediato, leyó su discurso de recepción y expresó que esta ceremonia ensalza el ingreso de un escritor en el templo que se consagra a la defensa de la lengua española, implantada en este Continente hace ya quinientos años, por vez primera, en el territorio que ocupamos los dominicanos.

El historiador y académico aclaró que don Giovanny Cruz pertenece a la escena teatral. Ha actuado en más de sesenta obras teatrales. En todos los grandes momentos del teatro dominicano ha estado presente: en las obras que montó el inolvidable director teatral Ramón Pareja, Sueño de una noche de verano, o de William Shakespeare; en los Quíntuples, del autor puertorriqueño Luis Rafael Sánchez.  Y ha estado, además, como director teatral en más de cincuenta producciones dramáticas. “Yo tengo para mis recuerdos el montaje de sus obras Amanda, de Ángeles y demonios, Virginia y el inolvidable montaje de Dos viejos pánicos del cubano Virgilio Piñera”, dijo.

Contó que la estampa de Cruz Durán aparece en varias producciones cinematográficas dominicanas: en el largometraje Pasaje de ida, de Agliberto Meléndez, comparte escena con el actor y dramaturgo Rafael Villalona, maestro del teatro en Santo Domingo; con el pintor y actor Ángel Haché; en La vida de Enrique BlancoEl Rey de Najayo, de Fernando Báez Mella; en El teniente Amado, de Huchi Lora; en Biodegradables, de Juan Basanta; en Perico ripiao, de Ángel Muñiz, y en la película de Agliberto Meléndez, El color de la noche. Y subrayó Manuel Núñez: “Nunca Cruz Durán ha dejado las tablas. Ni la historia del cine, ni la del teatro dominicano pueden escribirse prescindiendo de su nombre”, dijo.

Este acto académico fue honrado con la asistencia de la ministra de cultura, doña Carmen Heredia, tres funcionarios del cuerpo diplomático del país y los académicos Manuel Núñez Asencio, José Enrique García, Tony Raful Tejada, José Rafael Lantigua y Miguel Solano.

Al finalizar la actividad, el secretario de la institución le impuso la medalla académica a don Giovanny Cruz Durán y se le entregó el diploma de incorporación donde se consigna su elección como miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua.

 

Palabras de Bruno Rosario Candelier en el acto de incorporación de Giovanny Cruz

Esta fecha del 10 de agosto de 2021 es de alta significación para la Academia Dominicana de la Lengua por este acto de incorporación de un nuevo miembro de número de nuestra institución. En efecto, oficializamos la entrada del nuevo académico de la lengua, don Giovanny Cruz Durán, elegido por el voto mayoritario de los miembros de número de la corporación. A partir de este momento, Giovanny Cruz Durán forma parte de esta institución como académico de la lengua con la categoría de miembro de número. El hecho de ser académico numerario se suma la categoría de miembro correspondiente de la Real Academia Española, cuando las autoridades de la RAE consignen su entrada en nuestra corporación. En ese tenor, me complace formalizar la incorporación de Giovanny Cruz a esta institución. Para que quede el testimonio escrito de este acto le entrego de inmediato el diploma que así lo consigna: “La Academia Dominicana de la Lengua, correspondiente de la Real Academia Española, fundada el 12 de octubre de 1927 con su lema “La Lengua es la Patria”. En atención a  sus méritos lingüísticos y literarios, su aporte al arte de la creación dramática y su labor cultural a favor del desarrollo intelectual y estético de nuestras letras, esta corporación ha convenido nombrar a Giovanny Cruz Durán, individuo suyo en la categoría de miembro de número, y para que así conste se expide el presente diploma firmado por el director, Bruno Rosario Candelier, y refrendado por el secretario, Manuel Núñez Asencio, con el sello de la institución. Dado en Santo Domingo, República Dominicana, 10 de agosto de 2021”.  Me corresponde, en consecuencia, entregarle a usted, don Giovanny Cruz Durán, este diploma para que lo conserve como testimonio de que a partir de este momento usted queda incorporado oficialmente como miembro de número de esta institución, lo que implica para su vida intelectual, naturalmente, no solo identificarse con esta institución, porque sin duda es un alto prestigio que usted acaba de adquirir al formar parte de esta comunidad de intelectuales y académicos de la lengua. Y, desde luego, la institución espera que usted, no solamente sea miembro activo de esta institución, sino que también haga algo por ella desde sus dones, desde su talento y desde su creatividad. ¡Enhorabuena, don Giovanny! Y me congratula recibirlo en esta Casa de la Lengua.

 

Palabras de Giovanny Cruz Durán: Es un honor, don Bruno Rosario Candelier, un honor recibirlo de usted, uno de los intelectuales que en mi vida he admirado y respetado. Le aseguro que estaré trabajando tanto por nuestra lengua como por esta Academia. He dicho y escrito que el premio más importante de un escritor es este y es más que cualquier premio, porque es un reconocimiento al más acto concepto de lo que manejamos los escritores: la palabra. Santo Domingo, Academia Dominicana de la Lengua, 10 de agosto de 2021

 

Datos biográficos de Giovanny Cruz Durán. El escritor dominicano Giovanny Cruz Durán es miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua. Autor de obras de teatro y ficción, también ha sido director teatral. Ocupa el sillón I que en vida ocupara al escritor Carlos Esteban Deive. El nuevo académico de la lengua es narrador, dramaturgo, ensayista, investigador cultural, guionista, actor y director teatral. Sus obras se han presentado en República Dominicana, París, Madrid, Barcelona, Costa Rica, Moscú, Puerto Rico, Islas Vírgenes, Argentina, Miami, Venezuela, New York y Boston. Varias obras suyas aparecen en antologías. Alfaguara publicó su libro Los cuentos del otro. Ha ejercido la crítica artística. Ha dirigido y escrito varias obras teatrales. Ha obtenido premios como director, actor y productor teatral. En 1994 ganó el Premio Casa del Escritor Dominicano. Dos veces ha ganado el Premio Nacional de Dramaturgia y el Premio Anual de Cuentos. Sus publicaciones son las siguientes:

Narración: “Carrusel de duendes difuntos y olvidados”, “Los cuentos del otro”, “La parca que espera en el camino” y “Códices en las cortesías de mis libros”.

Dramaturgia: “Teatro en un acto”, “Teatro intenso”, “Los diablos”, “Amanda”, “La virgen de los narcisos” y “Duendes y locos de las dunas”; entre otras.

Disertaciones: “William Shakespeare: ¿genio suplantado?”, “María Félix y la aristocracia del talento”, “El teatro revolucionario de Juan Pablo Duarte”, “Un punto de encuentro entre Shakespeare y Cervantes”, “Códigos y enigmas de Cristoforus Columbus”, “Premisas inmutables para la construcción del personaje”, “Historia de la dirección teatral” y “¿Cabe Dios en el universo de la física cuántica”?

Poesía: “Areítos, cantos sagrados entre el cielo y la tierra” e “Intimidades”.

Guiones de cine: “Un café en la calle El Conde”, “Amanda”, “El diablo ya no vive aquí” y “Juana la vegana”.

PANEL SOBRE LA FILOLOGÍA DE PEDRO HENRÍQUEZ UREÑA

La Biblioteca Nacional, la Universidad Pedro Henríquez Ureña y académicos de la lengua presentaron un panel sobre “La diversidad en el pensamiento de Pedro Henríquez Ureña”, en conmemoración del 50 aniversario de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña.

Este encuentro contó con la participación del filólogo Bruno Rosario Candelier, director de la Academia Dominicana de la Lengua; el ensayista Federico Henríquez Gratereaux, subdirector de la ADL, el historiador José Guerrero y el educador Miguel D. Mena. El historiador y académico de la lengua, José Miguel Soto Jiménez, tuvo a su cargo moderar el acto, que fue presidido por Rafael Peralta Romero, académico de la lengua.

En el encuentro se abordaron las facetas de Pedro Henríquez Ureña como filólogo, a cargo de Bruno Rosario Candelier; ensayista, por Federico Henríquez Gratereaux; historiador, a cargo de José Guerrero, y educador, a cargo de Miguel D. Mena.

Bruno Rosario Candelier, en su intervención sobre la dimensión filológica de Pedro Henríquez Ureña, manifestó que Pedro Henríquez Ureña fue nuestro primer gran filólogo. Es modelo para todas las personas que nos dedicamos al estudio de la lengua y al cultivo de las letras. Y ha sido un singular referente por el gran aporte que él hizo como crítico literario, como lingüista, como creador de literatura y, sobre todo, como intérprete, como exégeta de la palabra a la que se consagró, a la que dedicó toda su vida con una dedicación esmerada, con una profunda identificación con el alcance de la palabra y con lo que eso significa para el desarrollo estético y espiritual en la conciencia humana.

Señaló que Pedro Hernández Ureña tuvo la virtud de hallar el sentido subyacente en la imagen y en el concepto, las dos facetas en la que se mueven los escritores y con los que realmente desarrollan su trabajo creador. Ponderaba altamente el valor del sentido y el valor de la imagen en la creación poética.

“He recibido el testimonio de muchos literatos y de muchos estudiosos y de muchos intelectuales que descubrieron el valor de la poesía a través de La gramática castellana, de Pedro Henríquez Ureña y Amado Alonso, justamente por el valor de la ilustración que él le daba a cada uno de los de los aspectos de los cuales ponderaba para enseñar”, comentó el también filólogo.

Subrayó tres aspectos fundamentales para la comprensión de la labor filológica que desarrolló Pedro Henríquez Ureña en prácticamente medio siglo de existencia como intelectual, como profesor, como intérprete y como creador: En primer lugar, hay un sentido ético en los planteamientos teoréticos, en los planteamientos pedagógicos y lingüísticos de su labor como intelectual,  como creador y como docente; segundo lugar, la dimensión altruista de su consagración como escritor y como filólogo y, en tercer lugar, fue muy importante en su visión del mundo, en su cosmovisión espiritual y en su visión filológica el sentido trascendente que don Pedro le daba a su quehacer intelectual y al ejercicio de la escritura con un propósito de edificación y de concientización de sus lectores y de sus alumnos.

Finalmente puntualizó un detalle importante en el aporte de Pedro Henríquez Ureña: su preocupación por la voz propia, por el descubrimiento, por la ponderación, por la valoración de la voz propia de los escritores para que escribiesen desde su propia sensibilidad y su conciencia en atención a la realidad social y cultural de su país.

Continuando la actividad, el académico y ensayista Federico Henríquez Gratereaux habló sobre “Pedro Henríquez Ureña: el ensayista”

Don Federico, indicó que Pedro Henríquez Ureña es un hombre del siglo XIX que vivió la mitad del siglo XX. Su formación y sus ideas parten de ese periodo de la historia humana.

“Hablar de Pedro Henríquez Ureña es el cuento de nunca acabar”, expresó.

Explicó que la misión social del ensayo es hacernos ver con la mayor iluminación los caracteres del mundo que nos toque vivir y sobre el cual se cierne las ocupaciones sociales. Es el instrumento óptico que nos libra de la ceguera institucional. Es la herramienta intelectual que nos permite comprender y orientarnos en el piélago de las opiniones interesadas, apasionadas, idealizadas, politizadas.

El ensayista comentó que Pedro Henríquez Ureña escribió dos notas que nos sirven para mostrar ese carácter que viene del ensayo: siempre un poder iluminador.

Ese carácter internacionalista, esa idea de que no haya fronteras. “Parece que Pedro Henríquez Ureña consideraba que lo mejor como ideal de la civilización era la conservación de todas las diferencias dentro de una armonía”, dijo.

Indicó que para Pedro Henríquez Ureña la cultura era un medio, la letra no era magna.

El académico destacó un aspecto particular de Pedro Henríquez Ureña, y es que en pocas palabras él decía muchas cosas y eso es lo que es propio de un ensayista: descubrir lo que está velado, hacer, por un momento, un foco que nos sirva como orientación para el mundo.

“Me parece que Pedro Henríquez Ureña, en los dos casos, cuando dijo “Ideal de civilización no es la unificación completa de todos los hombres y todos países, sino la conservación de todas las creencias dentro de una armonía”, hizo un ensayo breve. Y también en el segundo caso volvió a ejercer la función concerniente del pensamiento”, dijo tras concluir.

José Guerrero, en su turno, habló sobre “Pedro Henríquez Ureña y la historia”.

El destacado historiador expresó que Pedro Henríquez Ureña sin ser historiador definió el periodo de nuestra independencia como pocos estudiosos lo han hecho. Y entró en contacto con el estudio de la historia cuando en 1900 tomó clases.

Guerrero contó que Pedro Henríquez Ureña era un lector curioso, pero no tenía título universitario ni medio de subsistencia y lo discriminaban por extranjero y por ser negro. Sin embargo, aun así siempre estuvo orgulloso de su familia y de ser dominicano.

Relató que a la edad de tres años, según cuenta en sus memorias, oyó cantar el himno dominicano y la palabra “patria” y le preguntó a su madre por su significado y esta le respondió con el poema: “Que es patria”.

“Su amor por el terruño dominicano implica un patriotismo raigal y profundo que mantendrá vivo a través de toda su existencia”, agregó.

El historiador refirió que en septiembre de 1909 don Pedro recibió el libro Rufinito, escrito por Federico García Godoy en 1908. Le respondió al autor con una carta en la que expuso cinco temas claves de la relación entre historia y cultura, entre ellos: 1. Leyó con placer el estilo elegante del libro que trata sobre la proclamación de la República Dominicana, 2. Resaltó que la historia es parte de la literatura, por esa razón abordó el problema de la formación de la literatura nacional, la cual no puede dañar lo exterior ni lo vocal y advirtió que el indigenismo fracasó excepto la obra de Enriquillo, porque no era parte de nosotros. Ponderó que Rufinito abrió un nuevo campo de nuestra literatura histórica y elogió al autor por ser el primero que, sin olvidarse de la tradición popular y de formarla novelísticamente, nos dio una historia viva que puede agitar el espíritu de las clases dominantes.

Señaló que Pedro Henríquez Ureña ejerció el cargo de superintendente de enseñanza y fue quien extendió la enseñanza de la historia a la escuela secundaria, sustituyó la historia pintoresca por otra historia crítica y social e incluyó un capítulo sobre la historia de Haití.

“Como hemos visto, Pedro Henríquez Ureña, como buen humanista, incluyó la historia en su pensamiento y obra”, expresó el historiador al concluir.

El ensayista Miguel D. Mena enfocó el aspecto pedagógico de Pedro Henríquez Ureña.

Ponderó que Pedro Henríquez Ureña hizo el aula, hizo un jardín, un principio de amistad, hizo un espacio que lo acompañó toda su vida.

  1. Mena explicó que para Pedro Henríquez Ureña la educación era un acto ético, era un acto que tenía que ver con el desarrollo de la personalidad, con el desarrollo de la voluntad y con el mejoramiento de la persona, y dijo: “Él se conecta de una manera bastante directa con todo ese principio que ahora mismo se llama en la filosofía: principio dialógico. Todo esto ya en Pedro estaba latente, porque él trató de conectar siempre el conocimiento a un principio de verdad, a un principio de belleza”.

Miguel D. Mena, subrayó que para Pedro Henríquez Ureña la educación era un elemento de interacción. “Para él la educación debía integrarse en todas las disciplinas.    No solamente enseñarles a surfear, sino también enseñarles los instrumentos musicales.   Para Pedro Henríquez Ureña la educación no solo era un oficio, ni un trabajo” enfatizó.

La actividad cultural finalizó con la dinámica de preguntas y respuestas entre el público y los panelistas.

Participaron en el acto, el director de la BNPHU, escritor Rafael Peralta Romero; la licenciada Josefina Pepín, vicerrectora de extensión de la Universidad Pedro Henríquez Ureña y público en general.

Santo Domingo, BNPHU, 19 de agosto de 2021.

CONFERENCIA DE TULIO CORDERO LA MEMORIA EN LA OBRA DE MARCIO VELOZ MAGGIOLO

El sacerdote, escritor y académico de la lengua, reverendo Tulio Cordero, dictó una conferencia magistral dentro del Ciclo de Conferencias que organiza la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña con motivo de su 50 aniversario, titulada “Marcio Veloz Maggiolo: memoria, mito e identidad».

Rafael Peralta Romero, director de la BNPHU, dio la bienvenida a los presentes al acto cultural y manifestó satisfacción y agradecimiento. Ramón Saba, encargado de gestión cultural de la Biblioteca Nacional, tuvo a su cargo la lectura de la semblanza de Tulio Cordero, oriundo  de San Juan de la Maguana. Es poeta, pintor, filósofo, teólogo, profesor y sacerdote de la Congregación delos Padres Paúles. Cultor del Movimiento Interiorista y miembro correspondiente de la Academia Dominicana de la Lengua”.

El sacerdote señaló que toda la narrativa y obra ensayística de Veloz Maggiolo dan testimonio de su obsesión por el interés de “re-visitar” el pueblo dominicano en su costumbre, su historia, sus personajes, sus mitos, sus creencias mágico-religiosas, sus huellas arqueológicas, así como en sus frustraciones, errores y sueños. A sabiendas de la importancia de la memoria en todo ejercicio literario de Marcio Veloz Maggiolo y que, además, se autodefiniera como “un cultor de la memoria”, Cordero subrayó que en el extenso corpus de Veloz Maggiolo hay cuatro obras en las cuales el autor plasma su concepción de la memoria y conceptualiza de modo más sistemático sobre la misma: en ellas expone su visión de la memoria y el modo en que esta funciona, es decir, en vez de definir la memoria, la presenta de modo descriptivo y alegórico, habla de su mímesis y ejemplariza su manifestación fenomenológica: La mosca soldado y Memoria tremens, y a los ensayos La memoria fermentada y En nombre del recuerdo.

El poeta y académico de la lengua, manifestó que Marcio Veloz Maggiolo se acerca a la realidad misteriosa de la memoria por aproximación analógica, describiendo el modo en que funciona y a veces lo hace con imágenes de gran plasticidad poética.

El sacerdote puntualizó cuatro temas en la obra de Marcio Veloz: “La fenomenología del recuerdo”, “Mito y memoria”, “Memoria e identidad” y “El desván de los objetos perdidos: arqueología y epifanía de la memoria”.

Sobre “Mito y memoria en Marcio Veloz Meggiolo” el sacerdote indicó que no extraña la insistencia de Veloz Maggiolo en los mitos de nuestros ancestros aborígenes en sus novelas Biografía difusa de Sombra CastañedaFlorbellaEl hombre del acordeón y La mosca soldado. Nos habla de los mitos taínos y los mitos del vudú. Explicó el areíto de los aborígenes quisqueyanos como una “memoria danzaria”.

Sobre “Memoria, resistencia e identidad”, el escritor comentó que, en casi todas sus novelas, Veloz Maggiolo desea recordarnos lo que somos y de lo que estamos hechos. Apela a la historia, a la etnicidad, a la cultura, a las creencias mágico-religiosas y a los mitos para hacernos conscientes de lo que funda y define la dominicanidad. “En La mosca soldado, el narrador se toma su tiempo para describirnos a los habitantes de El Soco, que es el contexto de la historia: mulatos, haitianos, cocolos (con sus tradiciones anglo-africanas: bailes, fiestas, religión, deporte, etc.)”, indicó.

Referente a “El desván de los objetos perdidos: arqueología y epifanía de la memoria”, Tulio Cordero afirmó que la memoria es un ente vivo, o como bien lo ha expresado el propio Veloz Maggiolo, la memoria es “un charco de vida”, “un ancla” a la que aferrarse, es ese “desván” donde uno puede volver a encontrarse con los “objetos perdidos”. “Es decir, primero hay que ejercer el oficio de desempolvar, retrotraer la historia prístina, revivir el pasado en su verdad real y “ponerle nombre” (esa es la labor de la arqueología, de la antropología y la etnología); pero luego está el oficio de arrojar luz y sentido sobre ese pasado y su mundo, rescatar la memoria colectiva, superar la materialidad del tacto y ponerle “carne y vida” a esos huesos diseminados entre el polvo milenario y hacer que arrojen algo de luz al mundo presente, labor que solo puede llevarse a cabo a través de la memoria, la poesía y la imaginación fecunda del fabulador literario”, explicó el intelectual.

Tulio Cordero compartió tres citas maravillosas de Marcio Veloz Maggiolo sobre la memoria. La primera, tomada de una entrevista que le concediera a la periodista Minerva Isa, en septiembre del 2014: “La memoria no olvida, la memoria está ahí abajo, esperando, acechando”. La segunda, tomada de su libro En nombre del recuerdo: “La memoria es una decisión del alma, porque cultivarla es una especie de agricultura del sueño, y ha de esperarse que dé frutos, y que pueda ser útil para todos”. Y la tercera, de su novela La mosca soldado: “La memoria es el último escalón para alcanzar la eternidad. Creo igualmente que la eternidad crece sustentándose en la memoria”.

Santo Domingo, Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña, 21 de julio de 2021.

JOSÉ ENRIQUE GARCÍA RESALTA APORTE DE PEDRO HENRÍQUEZ UREÑA

Programa «A partir de Ahora», con Gustavo Olivo, en Acento TV

(https://www.youtube.com/watch?v=SftcC6gKMX0)

 

—Gustavo Olivo: Saludos, amigos, ustedes sintonizan Acento TV y su espacio de entrevistas y comentarios, «A partir de ahora». Hoy tengo una conversación que voy a disfrutar con José Enrique García: poeta, novelista; también autor de cuentos fabulosos y, sobre todo, un gran profesor que domina el arte de la enseñanza sobre todo en materia de lengua y literatura. Y a propósito de una conferencia magistral que expuso José Enrique García en la Biblioteca Nacional sobre Pedro Henríquez Ureña. Bienvenido, José Enrique.

 

—José Enrique García: Gracias, Gustavo. Sí, mira, el director de la Biblioteca me dijo: «Yo quiero que tú hables del aspecto filológico de Pedro, a propósito de los cincuenta años de la Biblioteca». Y yo le dije: «Bueno, los asuntos filológicos de Pedro están bastante trabajado. Yo tengo algo que decir. Hablemos de por qué se lee a Pedro Henríquez Ureña.

 

—Gustavo Olivo: La permanente actualidad de Pedro Henríquez Ureña.

 

—José Enrique García: Porque me he encontrado, en lo poco que he viajado, en España o en México, siempre la gente tiene presente a Pedro.

 

—Gustavo Olivo: ¿Sigue siendo Pedro Henríquez Ureña la referencia obligada de República Dominicana en materia de filología, literatura, estudio de la lengua?

 

—José Enrique García: Sí, no solamente en Santo Domingo, sino en América. Porque Pedro es el maestro. O sea, Pedro viene, desde luego, de la enseñanza de su madre, de Salomé Ureña. Porque Pedro —es una idea que yo tengo—, su obra es como una especie de prolongación de la conversación que tenía con su madre. Porque la enseñanza, una de las partes más concretas, en cuanto a la enseñanza de la lengua, comenzó aquí en Santo Domingo, con Salomé, en la Escuela de Señoritas, que creó toda esa legión de profesoras, que fueron las que pusieron las bases de la educación dominicana, que se mantuvo con amplitud hasta que llegamos a la modernidad, y que introdujo una serie de formas, o procedimientos o metodologías, que han debilitado, en cierto modo, la enseñanza dominicana. Tú sabes que yo me gradué de Maestro Normal para la Escuela Primaria en 1969, en la Escuela Luis Napoleón Núñez Molina, en Licey al Medio; luego hice mi carrera de Licenciatura en la Universidad Católica Madre y Maestra; y comencé a trabajar en quinto curso en la Escuela Eugenio Deschamps, de Santiago, y luego trabajé en la educación dominicana enseñando lengua y didáctica. Yo estoy diciendo que aquí hubo toda una tradición sustantiva de la enseñanza y esa es la que Pedro fundamentó.

 

—Gustavo Olivo: ¿Cuándo y quién decide que los textos de don Pedro Henríquez Ureña no se usen en la enseñanza y el estudio de la lengua?

 

—José Enrique García: En 1965, en el Liceo Ulises Francisco Espaillat de Santiago, estudiaba yo gramática, o sea, se llegó ahí con esa Gramática, que la conservo todavía. Y yo he hecho algunas investigaciones con gente que estudiaron en esa época conmigo, que son economistas, ingenieros, agrónomos, abogados, ellos conservan la Gramática, y ellos dicen «De los libros que se conservan es la Gramática de Pedro».

 

—Gustavo Olivo: Y también El español en Santo Domingo, que es una obra fundamental.

 

—José Enrique García: Que nosotros estudiamos con Arturo Jimenes Sabater en la Madre y Maestra cuando estudiamos la parte de lingüística (Arturo tiene un libro sobre el español de Santo Domingo, que es el primer gran estructuralista que llega al país como profesor), ese trabajo de Pedro —El español en Santo Domingo— es pionero en la investigación lingüística en América, o sea, El español en Santo Domingo, que lo escribió aquí cuando estuvo de Super Intendente de Educación (equivalente al cargo de Ministro), en esa época que iba a recogiendo informaciones. Y fue el que por primera vez hace informaciones directas, o sea, entrevistas sobre nuestra habla.

 

—Gustavo Olivo: Y recorrió el país investigando y estudiando los vocablos.

 

—José Enrique García: Claro. Mientras iba supervisando las escuelas, iba haciendo el trabajo que le correspondía como Secretario de Estado. Don Pedro, que era un trabajador incansable, iba anotando cosas y de ahí sale el libro El español de Santo Domingo, que es clave, es una de las iluminaciones que yo hablo en la tesis que presenté en la Biblioteca Nacional, de que ese libro abre camino a la investigación lingüística ¡en América! El libro que abre la investigación lingüística en América es El español en Santo Domingo. Es decir que su obra está sustentada en lo poético. En ese caso lo voy demostrando con los mismos textos de él. ¿Por qué? Porque el ensayo es el que va quedando rezagado. No se lee ensayo por placer, se va al ensayo cuando tú haces investigaciones.

 

—Gustavo Olivo: Se supone que es para los estudiosos.

 

—José Enrique García: Exacto. Aristóteles se lee siempre, se lee a Ortega. Pero son pocos los ensayistas de categoría.

 

—Gustavo Olivo: ¿Entonces don Pedro está en esa categoría de los grandes ensayistas?

 

— José Enrique García: Claro, cuando lees a Pedro comprende la categoría del ensayo. Cuando uno lee a Pedro Henríquez va descubriendo lo que nosotros llamamos la sabiduría implicada, es decir, la polivalencia, la multiplicidad de sentido en la línea. Pedro cita libros en una línea, muchos libros en una línea. Cuando tu dices «Ah, pero esto se refiere a tal cosa; esto refiere a esto; y esto a tal cosa». El poema, una de su naturaleza es ser polivalente, o sea tener posibilidades, porque no hay un poema en un solo sentido sino en muchos sentidos. Entonces tú, en la prosa de Pedro, ves esa preñez de sentido, sin necesidad de que se pierda la comunicación. ¡Esa es la gracia!

 

—Gustavo Olivo: ¿Quien fue aquel que pensó que era bueno sacar los textos de don Pedro Henríquez Ureña de la enseñanza de la lengua?

 

—José Enrique García: Bueno, esa pregunta, no tengo la precisión.

 

 

—Gustavo Olivo: …y yo tuve la dicha de estudiar la Gramática.

 

—José Enrique García: Al sacar esta Gramática de la escuela dominicana, comenzó el descenso, hasta llegar a niveles ahora que son pavorosos.

 

—Gustavo Olivo: ¿Tenemos mucha deficiencia?

 

—José Enrique García: Tenemos unas deficiencias enormes. Las encuestas internacionales, los estudios internacionales, a nivel del manejo del idioma, nos ponen ya en los últimos lugares. Porque no se enseña lo que hay que enseñar. Fíjate que esta Gramática, que es de 1938, hecha por dos grandes, Pedro Henríquez Ureña y Amado Alonso, se pensó ¡para que durara siglos. ¿Por qué te digo que se pensó para que durara siglos? Porque esta es una Gramática que, al día de hoy, la mejor Gramática Estamos hablando de aplicación de procedimiento lingüístico moderno, estructural. Porque la lengua se enseña, tiene una estructura cíclica, total, global. Cuando tú usas una palabra, cuando pronuncias una palabra o escribes una palabra, al mismo tiempo estás aplicando el elemento fónico (el articulatorio), el sintáctico, el etimológico; están todos los elementos constitutivos de la palabra. Entonces esta Gramática está concebida, estructurada, para estudiar de manera coherente, articulada,  cada uno de los elementos constitutivos de la lengua. Pero, además, tiene su aplicación a nivel de ejercicio y a nivel de análisis de texto. Es decir, es una Gramática completa. Al no haber una aplicación específica, yo opté por apoyarme en la estructura de esta Gramática de Pedro e hice esta gramática, este libro de gramática, que son 10 lecciones siguiendo este patrón.

 

—Gustavo Olivo: ¿Ese era para la enseñanza que llaman intermedia?

 

—José Enrique García: Lengua Española I, Intermedia; el Curso no. I de Primero de Bachillerato. Y, desde luego, tomé los textos donde había esos valores implicados, los textos acá, que es lo que llamamos valores —pero la lengua es la lengua—, y monté mi libro en base a los elementos constitutivos de la lengua, o sea, sintaxis, morfología, semántica, práctica y todo eso. Mira, yo tuve la experiencia, cuando hice este libro, de revisar muchos libros de textos que estaban ahí, y aquella cosa daba miedo. Digo: «¡¿Cómo es que los muchachos van a aprender, acá?!». La lengua en sí misma es un hecho y tiene su contenido, tiene su especificidad, no necesita los elementos transversales porque ella lo es. La lengua, la gramática, en este caso, atraviesa todas las materias. Es que hay dos materias fundamentales, que es las matemáticas y la lengua. Si tú no enseñas bien la lengua y las matemáticas no va a tener profesionales que piensen con correcciones, que puedan aplicar, van a tener muchas dificultades. Porque lo que disciplina el pensamiento humano es las matemáticas y la lengua. Entonces, al sacar eso vamos a tener esas deformidades.

 

—Gustavo Olivo: Es decir, que es un error grave considerar que la enseñanza de la lengua es un simple instrumento más, en vez de considerarlo fundamento esencial de la enseñanza de cualquier educación, porque si no se domina la lengua, no se dominará las demás disciplinas. ¿Es así?

 

—José Enrique García: Sí, porque el concepto es que, nosotros, al manejar una lengua, por el hecho de que nos pertenece, desde el punto de vista humano —tú naces, y tiene que reproducir una lengua—y hay que estudiarla. Y a medida que tú manejas tú lengua, entonces tú vas a manejar mejor los contenidos de otra materia y va a crear todo el pensamiento crítico, la lógica. Es más, yo te voy a decir lo siguiente: si no se maneja bien la lengua, la práctica, los ejercicios normales de la vida, de trabajo, se te hacen dificultoso. ¿Por qué? Cuando manejas la lengua puedes hacer los esquemas de contenidos muy rápido; o sea, la lengua está hecha a imagen del cuerpo humano: sujeto, verbo y complemento.

 

—Gustavo Olivo: Así como tú organizas el pensamiento, organizas la vida.

 

—José Enrique García: Exacto, organizas la vida, ¿pero partiendo de qué? De la misma anatomía humana. O sea, por ejemplo, para serte rápido: la lógica de la oración española responde exactamente a la lógica del cuerpo, exactamente. O sea, tú te puedes parar y tú dices: el sujeto es la cabeza; aquí en el corazón tú tienes el núcleo del predicado, que es el verbo; y tú tienes la cabeza, el sustantivo; aquí tú partes [señalando el pecho] y tú tienes lo que se llama el sujeto con su modificador —o complemento indirecto o complemento directo, lo que tú quieras llamarle, pero tienes los modificadores de ese núcleo que es el sustantivo—; y luego hacia abajo tú tienes el verbo, que está aquí en el corazón; y las extremidades son los complementos directos, indirectos y circunstanciales —o el objeto directo como tú lo quieras llamar—. Entonces, mira, eso es tan así que esa estructura gramatical lógica tú no la puedes variar. Tú la puedes variar de manera intencional cuando estás escribiendo, pero cuando la gente habla, habla de una manera perfectamente coherente. Si tú no hablas de esa manera: «Yo voy mañana al mercado a comprar unas flores para mi madre», esa es la lógica: ahora, si tú escribes tú lo puedes decir: «Para mi madre mañana yo voy a comprar unas flores al mercado».

 

—Gustavo Olivo: Por favor, para que sintetices los principales elementos que tú tomase como punto de partida para esa conferencia sobre Pedro.

 

—José Enrique García: Bueno, yo partí de una tesis que me venía dando muchas vueltas en la cabeza, que era: «¿Por qué se lee a Pedro Henríquez Ureña con deleite, con gozo en el mundo?». Esa es la primera. Entonces esa era la hipótesis que me planteé. Y yo respondía rápidamente: «Por lo poético de su obra, por el soporte poético de su obra». No hablo de la poesía, hablo de la ubicación de los elementos que son propios del poema, que son propios de la prosa poética, y que, en este caso, pasa a sus ensayos. ¿Cuáles son? En primer lugar, el ritmo, la aplicación del ritmo; en segundo lugar, la concisión que tiene su prosa que linda, prácticamente, con el verso, porque el verso es síntesis; tercero, la pluralidad del sentido que tiene su prosa… Que es muy propio del poema, porque el poema es, por su naturaleza, es polivalente, o sea, adquiere sugerencia. O sea, todo poema está preñado de sugerencias en múltiples sentidos. Y la prosa de Pedro está implicada de sabiduría, ¡sin perder la esencia de la comunicación directa!, o sea del mensaje único. O sea que participan en él, tanto los elementos constitutivos del texto ensayístico total: calidad, precisión, concisión, de lógica; pero al mismo tiempo aparece su pluralidad, que es propio del poema. Eso es por un lado. Segundo, como el poema, como estructura, la poesía es luz, es sorpresa es iluminación, en Pedro se da lo siguiente: hay en él una especie de iluminaciones en sus ensayos. Porque Pedro es pionero en muchas cosas. La gramática es un hecho poético, esa gramática fue concebida, estructurada, para que tenga una duración de años. Entonces, esa gramática participa de los tiempos, o sea, cuando se hizo: el tiempo presente, en el futuro en el pasado. Por eso es que dice que el poema, en sí, perdura en los tiempos o asume los tiempos. Eso es un principio muy antiguo. Decía Antonio Machado: «Poesía, palabra en el tiempo. Sí, palabra en el tiempo». Entonces la vigencia de los ensayos, de los trabajos de Pedro, la vigencia está de que esos trabajos de él son permanentes, son vigentes en el tiempo, cuando se escribieron, en el transcurrir y aún en el presente. Por ejemplo, ya te hablé de la gramática, ese famoso libro La versificación irregular de la poesía española. ¿Qué es lo que él demostró ahí? Demostró lo siguiente: se entendía, por la práctica, que el verso español era muy regular, que estaba sometido a unos procedimientos de la estrofa, o sea, de la medición, de las rimas igualadas, de la distribución del acento muy calculado; entonces Pedro demostró que no es así, que la práctica de la poesía española —que nos abarca tanto a España como en América—, era irregular. Eso lo desbarató, esa concepción. Era irregular, que no había realmente ese cajón específico, así, normal. Esas son iluminaciones. Eso es poético. Y también demostró, en esa misma tesis, que el verso, como se pensaba, nacía épico, y él demostró que no, que era idílico. Eso lo demostró él en esa misma tesis. Por eso es que él cuando está haciendo esa investigación de la irregularidad del verso, hace un ensayo maravilloso, que es fruto de esas investigaciones que se llama En busca del verso puro. Si no hay regularidad, entonces, ¿cuál es el verso puro? Que llega a la misma conclusión que la misma práctica humana: que la irregularidad es esencial. Por eso es que la poesía viene cayendo también como patrimonio de la prosa. Eso es uno de los elementos que están ahí. Otro de los hallazgos de Pedro es —como decía—: ese libro, El español de Santo Domingo, tú dices «Bueno, pero eso es una especificidad de Santo Domingo», pero crea la base de la investigación lingüística en América. Eso es una iluminación. El estilo de Pedro era único en la lengua, que él mismo va dando cuenta en su texto, que él tenía una conciencia muy clara de lo que estaba haciendo, ¡muy clara!, y él va respondiendo a esas preguntas, las va respondiendo él. Porque, por ejemplo, el estilo de Pedro es concisión pura, muy cercano al estilo de un inglés, de un francés, de un italiano. Es pura. Es lo más sintético, pero lo más puro al mismo tiempo, que es lo que es el verso, pureza total, línea depurada. Eso avala la tesis que yo estaba presentando. Por ejemplo, otro hallazgo de Pedro: determinó las zonas dialectales de América. A partir del trabajo de El español de Santo Domingo, enseñó cómo se habla en esta zona y como se habla en aquella.

Transcripción: Miguelina Medina

LAS TERTULIAS DE LA ACADEMIA DOMINICANA

El doctor Bruno Rosario Candelier, director de la Academia Dominicana de la Lengua, en su propósito de contribuir al crecimiento de la institución y su vínculo con la sociedad, convocó una reunión con académicos de la lengua para proponer la activación de dos instancias culturales mediante actividades lingüísticas y literarias en la sede la corporación.

La mañana del jueves 15 de julio, con la presencia de Rosario Candelier, participaron los académicos de la lengua Odalís Pérez Nina y Rita Díaz Blanco, a quienes el director los encomendó la coordinación de sendas tertulias académicas dirigidas a motivar el estudio de la lengua y la literatura, con la participación de los miembros de la Academia y personas interesadas de la comunidad de la ciudad capital.

La tertulia lingüística versará sobre la obra de autores de libros de lingüística, filología, historia de la lengua, gramática, lexicografía, hispanismos, americanismos y dominicanismos, entre otros aspectos de la lengua, y estará coordinada por el doctor Odalís Pérez, miembro de número de la ADL. Mientras que la tertulia literaria abordará autores literarios, temas de historia de la literatura, movimientos literarios, análisis de obras y figuras y recursos literarios, etc. Esta tertulia será coordinada por Rita Díaz Blanco, miembro correspondiente de la institución.

Ambas actividades se realizarán a modo de conversatorios con ponentes de la Academia y escritores dominicanos en sesiones mensuales cuyos invitados y temas serán determinados por cada coordinador y notificados a la dirección de la Academia. Se propuso un aforo de 15 personas y la fecha, hora y día la fijarán los coordinadores de dichas tertulias.

En la reunión se dialogó sobre la situación de la pandemia para el aforo de asistentes y se acordó seguir las precauciones sanitarias dispuestas por las autoridades nacionales. Por ello, la asistencia física será limitada, pero cada una de las sesiones de dichas tertulias tendrá una transmisión virtual y, de cada actividad, se escribirá una crónica para el Boletín de la Academia. En ese mismo orden, se planteó la posibilidad de utilizar las herramientas virtuales para ambas actividades si el curso de la pandemia sigue como hasta ahora. Otro aspecto comentado en la reunión fue el aniversario de la Academia en octubre. Se aprovechará la ocasión para reconocer la labor lexicográfica de los integrantes del Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía, cuyo equipo de trabajo prepara la segunda edición del Diccionario del español dominicanismo y la primera del Diccionario jurídico dominicano.

El señor Odalís Pérez propuso que los boletines, aunque se sigan enviando en el formato digital, puedan tener un número impreso para mayor comodidad de los que prefieren la lectura en papel. Con respecto a esos boletines, el director explicó que es costosa la impresión y que la institución no cuenta con los fondos necesarios para hacer un texto impreso, pero no descartó solicitar la ayuda del Ministerio de Cultura para hacer realidad dicha propuesta. El señor Bruno Rosario Candelier propuso incluir en esos boletines una sección de literatura donde se dé espacio a la creación e interpretación de textos. Justificó este punto citando los estatutos de la Real Academia Española, los cuales se refieren a los dos aspectos claves en el rol de las Academias, como es el estudio de la lengua y el cultivo de las letras, es decir, temas de lingüística y literatura, ya que ambas se valen de la palabra.

   Rosario Candelier habló de la reactivación de las dos instancias de promoción: la Tertulia lingüística de la Academia y la Tertulia literaria de la Academia. Explicó que en la tertulia lingüística se trabajaría con la historia de la lengua, la obra de los lingüistas famosos que han hecho un aporte a través del estudio del lenguaje y el estudio del español dominicano. La lengua será el eje determinante de todas las actividades que se hagan en nombre de la tertulia lingüística.  Y la tertulia literaria, a su vez, trabajará la literatura: la historia de la literatura, la literatura dominicana, la literatura universal, los movimientos literarios, los recursos literarios, etc. Ambas actividades se realizarán mensualmente en la sede de la institución. Y se celebrarán con un reducido aforo y de manera virtual al mismo tiempo.

Debe escribirse una crónica de cada actividad para publicarla en el boletín de la Academia.

Odalís Pérez Nina coordinará la tertulia lingüística, en virtud de su conocimiento de la ciencia del lenguaje. Y Rita Díaz Blanco coordinará la tertulia literaria. Indicó que cada mes los coordinadores deben desarrollar un tema e invitar un ponente para que sea el responsable de desarrollar el tema central. Ambas actividades se realizarán en la Academia Dominicana de la Lengua una vez al mes y la fecha de cada una de las sesiones la fijan los coordinadores: “Es una manera de que la Academia tenga presencia ante la comunidad”, señaló el director Rosario Candelier.

Por otro lado, informó que la Academia Colombiana de la Lengua le pidió que con motivo de los 75 años de la muerte de Pedro Henríquez Ureña, celebremos una sesión virtual conjunta entre la Academia Colombiana y la Academia Dominicana en honor de Pedro Henríquez Ureña. Y designó a Odalís Pérez Nina y a Juan José Jimenes Sabater para que representen a la Academia Dominicana con una breve ponencia sobre Pedro Henríquez Ureña. Pérez Nina abordará el tema “Filología y culturología en Pedro Henríquez Ureña”,  y Jimenes Sabater hablará  sobre “La prosa de Pedro Henríquez Ureña”. Esta actividad se celebrará en el mes de octubre del presente año virtualmente.

Rosario Candelier también manifestó su idea de crear una nueva sección en el boletín de la Academia, dedicada a la literatura: “Desde la fundación de la Real Academia Española y las demás Academias de la Lengua en el mundo hispánico, siempre ha habido un espacio para la literatura; de hecho, en los Estatutos de la RAE se consigna que su función es trabajar el estudio de la lengua y el cultivo de las letras. Entonces, nosotros no podemos descuidar la literatura y quiero que le dediquemos una sección en el boletín”, dijo el director.

Santo Domingo, Academia Dominicana de la Lengua,  15 de julio de 2021.

 

ACADEMIA COLOMBIANA DE LA LENGUA CONMEMORA LA PRIMERA GRAMÁTICA CASTELLANA

Para conmemorar los 250 años de la publicación de la primera Gramática de la lengua castellana, editada por la Real Academia Española en Madrid en 1771, la Academia Colombiana de la Lengua organizó una sesión académica con sus miembros y amigos, a la que nos conectamos por una amable invitación de la academia hermana.

En esa convocatoria, que presidiera su director don Juan Carlos Vergara y Silva, participaron los académicos colombianos Edilberto Andrés Cruz (ponente), la secretaria de la ACL, Cristina Maya; Diego Jaramillo, Hernán Olano, Julio Borrego, Álvaro Rodríguez Gama, Alberto Gómez Gutiérrez, Carmen Millán, Olimpo Morales, Bogdan Piotrowski y Luis Fernando García, entre otros académicos. También participó Carmen Millán, directora del Instituto Caro y Cuervo, de Bogotá. Y se conectaron, desde sus respectivos países americanos, la doctora Alicia María Zorrilla (directora de la Academia Argentina de Letras); la escritora Margarita Vásquez, directora honoraria de la Academia Panameña; la profesora Lucía Esther Fraca, de la Academia Venezolana; y el director de la Academia Dominicana, Bruno Rosario Candelier.

En sus palabras de salutación, Juan Carlos Vergara ponderó el aporte gramatical de Elio Antón de Nebrija, con la publicación de la Gramática de la lengua castellana, impresa en Salamanca en el memorable año de 1492. Y el ponente Edilberto Andrés Cruz en su disertación subrayó la importancia del conocimiento de la propia lengua desde la gramática, que implicó la formalización de esa estructura sintáctica, según explicara Nebrija.

La gramática castellana, que en esta sesión especial de la Academia Colombiana se conmemoraba el ponente subrayó la descripción de las partes de la oración. Ponderó el hecho de que la gramática enseña las pautas de la lengua en su formalización operativa. Privilegió el rol de la sintaxis como la relación de unas palabras con otras para crear frases, oraciones o construcciones compositivas que formalizan la comunicación en la lengua oral o escrita. Y subrayó la función de la concordancia entre las partes de la oración, así como el régimen sintáctico entre sus componentes. Advirtió que la gramática es descriptiva para dar a conocer su naturaleza idiomática. Enseña que la sintaxis entraña una construcción de lo que hace a nuestra lengua en el acto del habla.

Desde la gramática castellana que publicara la RAE en 1771 se inició una nueva etapa en el estudio de la lengua, que la Nueva gramática de la lengua española, de 2010, publicada en nombre de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) bajo la dirección del grandioso gramático español don Ignacio Bosque, reconoce el aporte de la tradición gramatical desde Nebrija en el mundo hispánico y, desde luego, amplió el horizonte intelectual a la luz de la ciencia del lenguaje y la normativa del buen decir.

La norma es una derivación de la gramática, según el más importante gramático de la lengua española, don Ignacio Bosque, comentaba don Juan Carlos Vergara. Por supuesto, reconoce el aporte de Rufino José Cuervo y José Antonio Caro en el estudio de la lengua española, y que el redactor de esta breve reseña le sugirió celebrar sendas sesiones sobre el aporte de esos dos grandes lingüistas colombianos al estudio de la lengua española.

Sin el conocimiento de la gramática no podemos aprovechar y valorar el aporte de la creación literaria, se subrayó en esta importante actividad de la Academia Colombiana de la Lengua, gracias a la iniciativa de su director, el ilustre director don Juan Carlos Vergara y Silva. Bogotá, Colombia, 12 de julio de 2021.

PARTICIPACIÓN DE MARÍA JOSÉ RINCÓN EN “SOLO PARA MUJERES” CON ZOILA LUNA

EL LENGUAJE DE LA MUJER Y EL DESARROLLO DE LA CONCIENCIA

Participación de María José Rincón en “Solo para mujeres” con Zoila Luna

  

Zoila Luna: Nos conectamos con María José Rincón, de la Academia Dominicana de la Lengua, y hablamos sobre “Cambios en la ortografía y en el lenguaje en tiempo de redes sociales”, cómo la lengua va adaptando nuevas palabras que pudiera parecer como inaudito, insólito. La RAE está actualizándose en algunos aspectos del idioma español.

Buenas tardes y bienvenida,  María José.

 

María José Rincón: Hola, buenas tardes. Bien hallada. Me encanta hablar de ortografía un martes por la mañana.

Zoila Luna: Gracias a ti por aceptar nuestra invitación. El tema de cómo ha sido sustituida la lectoescritura por las tecnologías  y las pantallas, puede uno como perder la práctica y entrar en dudas con relación a su ortografía. Eso es por un lado, por el otro lado, hay una presión de la modernidad electrónica que está impactando en la ortografía.

María José Rincón: Vamos a ver. La ortografía es una norma que nos damos todos los hablantes del español, una norma que no es fija en el sentido de que no se creó en el primer día que existió la lengua española y se mantiene así. Es una norma que ha ido cambiando y adaptándose a lo largo del tiempo. La que tenemos ahora, la última versión con las últimas modificaciones del año 2010 y es una norma panhispánica, es decir, es una norma que nos damos los hablantes de español para la escritura de nuestra lengua. Evidentemente la ortografía funciona como ente normativo si todos la cumplimos. Claro, para cumplir la ortografía, para conocer las normas ortográficas, evidentemente, hay que tener una buena formación escolar. Sin duda ayuda mucho la lectura y es verdad que cada vez abandonamos más la escritura a mano, esa escritura tradicional a lapicero que es tan importante, sobre todo, los primeros años de formación para apropiarnos de la capacidad de hacer trazos, de esa capacidad de vincular los espacios con nuestra propia lengua. Pero el hecho de usar nuevas tecnologías no tiene una relación directa con tener una buena o mala ortografía. De hecho, la lectura como medio para mejorar nuestro dominio de la lengua, para mejorar nuestro conocimiento del mundo, es indiferente si se hace en papel o en nuevas tecnologías. Lo importante es leer y escribir, da igual si escribimos a mano, porque la ortografía se aplica exactamente igual escribiendo a mano o con cualquier aparato tecnológico.

¿Qué pasa con la ortografía y las nuevas tecnologías? Que visibilizan lo que escribimos y también lo que decimos y, por lo tanto, cuando lo hacemos mal, pues es muy evidente. Es decir, lo que antes se resolvía con una llamada de teléfono o con una notita privada, ahora se pone en WhatsApp o se pone en Twitter y es público automáticamente. Es lo mismo que pasa con cualquier fotografía privada nuestra que publicamos, a veces esas fotografías privadas no están prensadas para hacerse públicas. Entonces, los mensajes en redes sociales se publican y son automáticamente consultados por muchas personas. Cualquier fallo, cualquier error, cualquier mal manejo del lenguaje, es mucho más evidente. ¿Tiene su importancia para los hablantes, para los que leen esos mensajes? A veces lo dudo porque creo que donde más fallamos es no sólo en la enseñanza de la ortografía, sino en la enseñanza de valorar lo que significa usar bien nuestra lengua. Si no valoramos el uso de nuestra lengua, nos da igual que otro pueda ver un mensaje que hayamos escrito en el que haya muchos errores o que esté mal expresado o que no tengo un buen dominio del vocabulario. Si nosotros no valoramos eso, pues nos da igual que otros nos lo valoren. Creo que por ahí va nuestra principal asignatura pendiente, en enseñar a los hablantes a valorar su propio uso del lenguaje. 

Zoila Luna: ¿Por dónde se encarrilará este uso incorrecto del lenguaje? Porque acorta las palabras, te cambia la forma de escribir. Independientemente de que sea incorrecto va generando una especie de dialecto o de jerga que as veces quien escribe uno no lo entiende.

 María José Rincón: Claro, y probablemente el que use esa jerga no entiende al que escribe bien. La incomprensión puede ir en los dos sentidos. Mira, las jergas y las formas diferentes de hablar, a veces es precisamente para eso: para que otro que te lea no te entienda. Esa es una de las misiones de las jergas: crear grupos reducidos y que sólo te entiendan los pertenecientes a ese grupo. Esas jergas han existido siempre. En algunos momentos, algunos de los usos de esas jergas pasan a la lengua general. Eso no tiene más trascendencia para la lengua como sistema. Han existido siempre, ninguna ha ocasionado esos apocalipsis “de que la lengua va a cambiar, de que la lengua española nunca va a ser igual, de que se está empobreciendo”. Eso no tiene nada que ver con ese uso. Claro, es evidente el hecho de que esas publicaciones sean muy generales, hace que nos llegue mucho más cerca. ¿Acortar palabras a la hora de escribir? Eso ha sido siempre habitual, incluso, nuestra letra Ñ procede de un símbolo que se usa para acortar la forma de escribir en el latín: en vez de poner dos N, se ponía una N con la virgulilla arriba y se convirtió en una Ñ. Eso va entrando con mucho tiempo, no son cambios que se vayan a hacerse en minutos, ni en años, ni siquiera en décadas en la lengua española, tardan siglos en introducirse a la lengua. La lengua es cambio y el cambio es lo que hace que la lengua sobreviva, es decir, si la lengua que se usaba en el siglo XII, no hubiera cambiado, pues ahora en el siglo XXI no nos pudiéramos expresar con esa lengua, tendríamos que usar otra, porque nuestra vida necesita expresar cosas que no existían en el siglo XII. Evidentemente la lengua es cambio y es inevitable y es necesario, porque si no, la lengua no sobrevive, se convierte en una lengua muerta. Y que la lengua es de la propiedad de los hablantes sin duda. A lo que debemos aspirar los hablantes es a que cada vez todos tengamos una formación mejor y seamos mejores hablantes. ¿Qué pasa con estas jergas a las que casi siempre nos referimos en las redes sociales que llegan a ser a veces un poco incomprensibles? Cada vez la escritura se está pareciendo quizás más a la oralidad. ¿Cuándo una persona se puede considerar que tiene un buen dominio del lenguaje? Cuando es capaz de adaptar su nivel del lenguaje al ámbito en el que lo está usando, es decir, que si está en un ámbito formal es capaz de usar un lenguaje formal, y si está en un ámbito coloquial, pues es capaz de usar un lenguaje coloquial. Es decir, si yo me voy a tomar una cervecita en una silla delante del colmado, no voy a hablar igual que si doy una conferencia en la Academia. Es decir, si intercambio esos dos registros, en los dos casos estaría hablando mal. Si uso el tono de la cervecita en el colmado al hablar en la palestra de la Academia, pues estaría mal y viceversa. Si uso el tono del académico en un momento de cordialidad, de coloquialismo, pues también se oye raro porque no estoy transmitiendo la forma de hablar adaptada al interlocutor. ¿Qué nos pasa ahora? Hay una forma de hablar coloquialmente, oralmente y una forma de escribir. Ahora pasamos nuestra forma de hablar oralmente a la forma de escribir, porque nos comunicamos por unos mensajes que se acercan mucho a la oralidad; por ejemplo, el wasap cada vez se acerca más a la realidad. Son mensajes que prácticamente lo que hacen es sustituir una llamada telefónica. Claro, ahí se nos ve un poco el refajo a todos, porque esa oralidad traspasada a la escritura exige un dominio de la ortografía que normalmente no tenemos. No tenemos porque quizás no nos han dado una buena formación ortográfica, quizás porque no leemos lo suficiente y probablemente por lo que decíamos al principio de que no valoramos lo suficiente la imagen que da de nosotros un mal uso del lenguaje.

 Cristal Luna: Yo tengo una pregunta. ¿Ha evolucionado la forma de redactar y de cómo construir las oraciones con esta generación? En el sentido de que antes solíamos ser más formales en la forma en la que escribíamos y yo siento que ahora se ha perdido ese romance, porque para mí la oración era romántica. ¿Sigue manteniéndose?

 María José Rincón: Claro que sí. Es decir, escribir bien sigue siendo sexi.

Cristal Luna: ¡Vuelva a decirlo, por favor! 

María José Rincón: Escribir bien sigue siendo sexi. Es igual que leer sigue siendo sexi. Es una broma pero es verdad, porque las cosas que te destacan, las cosas que te hacen mostrar tu personalidad, esos comportamientos que hacen que tú no pertenezcas a eso que hace todo el mundo, pues sigue llamando un poco la atención. Llamémosle romance, sexi, sexualidad, lo que ustedes quieran… Bueno, es una forma de llamar un poco a la atención sobre esto. La lengua, la forma de redactar, evoluciona evidentemente. La norma sigue siendo la misma, pero el estilo a la hora de redactar puede cambiar con el tiempo. En entornos formales puede admitirse en algún momento que baje el nivel de formalidad en los escritos. Un ejemplo: el lenguaje de la jurisprudencia siempre se ha considerado uno de los más formales y de los estables, de los más tradicionales y conservadores, y sin embargo ahora hay una tendencia que además es evidente y que estamos propulsando muchos, que es el lenguaje claro en el entorno jurídico, porque los ciudadanos tienen derecho a entender lo que ponen sus leyes, y entonces se propugna porque haya mayor claridad, que no quiere decir que no sea un lenguaje preciso y exacto, que debe serlo, sino que se trate de buscar que cada vez sea más claro o más comprensible para el ciudadano. Este es un movimiento. Puede servir de ejemplo para ver que la forma correcta de escribir no tiene por qué ser siempre la misma, igual que la de hablar. La forma correcta de escribir tiene que adaptarse. 

Zoila Luna: Esta forma correcta que tiene que adaptarse, ¿La RAE no acepte el lenguaje inclusivo de ellos/ellas, ciudadanos y ciudadanas? 

María José Rincón: Evidentemente la duplicación genérica no está en el sistema de la lengua. Yo no puedo hablar por la RAE, puedo hablar por mí como doctora en filología y como académica. A mí personalmente me resulta absolutamente ridículo. Yo creo que las mujeres tenemos por delante unos retos extraordinarios todavía, que de hecho se demuestran día a día en cada una de las noticias que leemos en cuanto a violencia machista, en cuanto a discriminación por razones de sexo, y me parece que cuando las mujeres consigamos cambiar eso, si el lenguaje cambia (porque el lenguaje cambia con la persona, no es al revés), la lengua se adaptará. Ahora, la duplicación genérica tiene mucho de poca comprensión de cómo funciona el sistema de la lengua. Es uno de los tantos ejemplos de debates que se producen en la sociedad que demuestran que a la gente no se le está enseñando correctamente la lengua española, porque desconocemos mucho cómo funciona el sistema de la lengua. Siempre se ha dicho, cuando tú abrías un máster en cualquier sitio y decías “señoras y señores” o decías “damas y caballeros”, pues en un entorno concreto existe esa duplicación de género, pero esa duplicación es imposible mantenerla mucho más allá de dos párrafos y, además, es absolutamente innecesario. Yo me acuerdo, comentando con las académicas de la Real Academia y de las Academias de la Lengua Española en el mundo, que son 22, hablando con las académicas nos daba la sensación de que ese masculino no marcado puede darles a ciertas mujeres la sensación de que no se les está incluyendo, pero realmente el sistema de lengua no funciona así. Eso tiene que ver con el conocimiento de la historia de la lengua. Evidentemente hay tendencias fundamentalmente políticas y ya saben lo que generalmente suelen llevar aparejado esto, que tratan de imponer un llamado “lenguaje no sexista”, simplemente por la duplicación del género gramatical. Sin embargo, a mí lo que en verdad me preocupa no es el género gramatical, a mí lo que de verdad me preocupa es que la lengua se use para transmitir contenido sexista. Yo creo que por ahí es que está nuestro verdadero reto, que la lengua la usemos correctamente, que firmemos a las mujeres de forma que sean dueñas de su propio idioma, que sean capaces de expresarse como buenas ciudadanas y las mujeres van a conseguir romper ese ciclo cerrado de discriminación a la que han estado sometidas durante muchísimos siglos, pero eso no se va a conseguir con la duplicación genérica, que es un mecanismo gramatical que cada lengua lo aplica de una manera diferente y que no tiene que ver con sexismo, sino que tiene que ver con género gramatical. A veces esa falta de comprensión de cómo funcionan las lenguas, nos lleva a malos entendidos y a que estemos empezando la casa por el tejado.

 Zoila Luna: Gracias por liberarme, María José, porque me resulta bastante cuesta arriba. 

María José Rincón: Esto es absolutamente inviable. Yo siempre pongo este ejemplo. Hay un académico, Fabio Guzmán Ariza, que es un gran jurista y que escribió un libro que se llama El lenguaje de la Constitución Dominicana, en el que hace un análisis de todas las faltas ortográficas que hay en nuestra Constitución, que son muchas además. Muchísimas, no son una ni dos, y graves a veces, porque tienen consecuencias jurídicas, son cosas que no están bien expresadas y que automáticamente se han convertido en uso frecuente. 

Cristal Luna: Y que la gente no entiende que en casos específicos sí tiene consecuencia jurídica una mala redacción.

María José Rincón: Exactamente. Entonces, por ejemplo, en el caso de la duplicación del género gramatical, pues en el enunciado de la ley o del artículo, en la primera línea se hace la duplicación y después no se mantiene en todas las demás, porque es imposible de mantener porque la lengua no funciona así. Yo insisto, a veces son muchos más los académicos hombres que las académicas mujeres, pues a veces se entiende que cuando un académico hombre está luchando contra esta desdoblación genérica, parece como si fuera una perpetuación del machismo, pero realmente si lo hablas con cualquiera de las académicas mujeres, están igual y dicen: “Cualquiera que haya estudiado el sistema de la lengua española, sabe que eso impuesto es imposible de mantener”. Eso podrá cambiar con los siglos, pero de momento, no va a cambiar por una imposición, sobre todo, yo creo que perdemos mucha energía hablando esta serie de disparates lingüísticos cuando hay tantas cosas realmente trascendentes en las que debemos implicarnos: en la formación correcta de las mujeres, ya que la formación correcta de la mujer repercute también en la formación de las hijas y, por lo tanto, en la mejora de las próximas generaciones. Hay muchísimas cosas por las que preocuparnos en lugar de hacerlo por el desdoblamiento genérico,  sobre todo, que cuando los que muchas veces defienden el desdoblamiento genérico no saben usar correctamente la lengua. 

Zoila Luna: ¡Oh Dios! Gracias, María José. Hablar contigo siempre es agradable. Yo vuelvo a hacer la misma sugerencia que hice la primera vez que hablé contigo. Creo que los que hacemos comunicación tenemos una cuota de responsabilidad con nuestra audiencia y una cuota de responsabilidad que puede ser perfectamente bien utilizada si te tenemos con nosotras con más frecuencia para que hagamos un uso correcto de la lengua. 

María José Rincón: Tú me estás liando, Zoila. Eso que tú me estás haciendo se llama “liar a alguien” (Risas). Eso que dices es verdadero. El comunicador tiene una responsabilidad grandísima en muchos aspectos, por ejemplo, habían empezado el programa hablando de vacunación, por ejemplo, la divulgación científica. Todo lo que es divulgación de la ciencia y en esa ciencia incluyo la ciencia del lenguaje, es fundamental, sobre todo, porque llegan a mucha gente a la que de repente nadie les ha contado que leer es sexi, que es bueno leer para aprender más vocabulario, que da una buena imagen personal el hecho de usar correctamente la lengua. Ese tipo de cosas llegan mucho más desde los medios de comunicación, que son más cercanos al público que quizás desde la palestra académica. 

Zoila Luna: Bueno, yo dejo la propuesta, María José. Mi intención no es liarte.

María José Rincón: Yo con muchísimo gusto. a través del Instituto de Lexicografía que estoy dirigiendo ahora y colaboro con Fundéu Guzmán Ariza, que precisamente nació de esa idea de ayudar a los comunicadores. ¿Por qué? Porque el comunicador necesita que le resuelvan esas dudas para ese titular que va a sacar, para esa parrilla de salida en ese programa de radio de cómo se dice una cosa correctamente o cómo se escribe y no puede esperar a que los académicos les asistan.

(Santo Domingo, 1 de junio de 2021, programa radial Solo para mujeres con Zoila Luna).