Presentan las novelas de Emilia Pereyra en la Academia

La Academia Dominicana de la Lengua y Editorial Santuario presentaron las reediciones de las novelas El crimen verde, Cenizas del querer y Cóctel con frenesí, de la escritora, periodista y académica correspondiente Emilia Pereyra.

Nuestro socio numerario Manuel Núñez Asencio presentó El crimen verde. Dijo que esta novela anda por la senda de una prosa de juegos cartesianos con anécdotas a lo García Márquez, que ya es copiosa en la prosa de los escritores americanos. “La novela de Emilia Pereyra nos devuelve la fascinación por contar una historia. En El crimen verde, el terror, la usurpación, los episodios macabros, la venganza y los sentimientos mezquinos son las fuerzas que sustentan los hechos que envuelven a los personajes”, agregó.

Núñez Asencio manifestó que esta historia tiene todos los elementos de la crónica que le sirve de base para una estructura de modelo formal. Destacó que desde el comienzo, la novela nos revela el crimen diciéndonos quién es la víctima, dónde fue descuartizada y cuándo se cometió el delito. Luego van surgiendo las fuerzas psicológicas que mueven a los asesinos, la búsqueda de los aliados y el diseño del plan macabro. “No cabe duda sobre el conocimiento que tiene la autora de los entresijos de su trama. No ha cometido el pecado capital de muchos novelistas incipientes, que suelen hablar de lo que no saben”, acotó.

El académico y crítico literario resaltó que la autora escribe una novela narrada a tres voces: un monólogo de un sereno que obra como la conciencia de los testigos del crimen; una narración en primera persona representada por el personaje principal, Belinda Torres; y la narración en tercera persona, presente en el mayor porcentaje de los capítulos. Subrayó que El crimen verde nos introduce en una estructura circular. La obra se desarrolla en capítulos cortos con pausas biográficas y explicativas. Sus escenas se amontonan, rompen la historia lineal, pero todas conectan con el hecho central de la novela: el descuartizamiento de un hombre. Al empalmar la política y el hampa, la autora introduce convenciones distintas a las que supone el género y enriquece la narración. Subrayó que cada uno de los personajes tiene una biografía y se distancia de la narradora que explora su conciencia. “La prosa de Emilia Pereyra coincide con el lenguaje hablado y escrito sin excesos dialectales”, dijo.

Al cierre de su intervención, Manuel Núñez resaltó que con esta novela Emilia Pereyra ha pagado con creces su entrada en el foro de las letras nacionales, situándose en la avanzadilla junto a nuestros mayores escritores.

Luego, el académico coordinador del grupo “Mester de Narradores de la ADL”, Manual Salvador Gautier, intervino con la presentación de Cenizas del querer, novela que fuera semifinalista del Premio Planeta de España en 1998, donde se debate la legitimidad de las reglas morales que obligan al hombre y a la mujer a realizar acciones en contra de su naturaleza, específicamente las que tienen que ver con sus relaciones sexuales. Resaltó que el escenario de la acción es Azua de Compostela en la época de los ´60 a los´70, cuando los cantantes populares Raphael (“Yo soy aquel”) y Sandro (“La novia”) conquistaban a las masas de jóvenes de Hispanoamérica con voces que incitaban al amor. Manifestó que trata de un pueblo de profunda raigambre provinciana, donde todas las actividades se paralizan entre las doce del mediodía y las tres de la tarde porque sus moradores duermen la siesta y es una felonía interrumpirlos. Allí las actividades son mínimas y solo hay un ir y venir a la iglesia de vecinas habladoras dispuestas a saborear entre ellas el último chisme y donde, una que otra vez, los miembros de las clases altas hacen incursiones al club social para mantener las apariencias de señores y quedar incorporados a actividades que apenas rompen con el letargo. “En esta Azua acomplejada por la intransigencia moral, religiosa y social de sus habitantes, agobiada por su propia inconsecuencia de casas de madera y chozas techadas de paja, atormentada por el calor real y la pobreza material y espiritual, surgen las pasiones que darán forma al drama, pasiones que provienen de las relaciones sexuales entre el hombre y la mujer”, dijo.

El escritor subrayó que en la novela de Emilia Pereyra los cinco personajes principales, Demóstenes, Gloria, Beatriz, Pastora y Florita, sucumben a las tentaciones de la carne y sufren, por separado, un castigo ejemplar en el desamparo final en que viven. Aún más patético, cuatro de ellos mueren de forma desalentadora, alejados de la mano de Dios, desposeídos de la razón de vivir, martirizados por el motivo que los hizo vivir. Confesó que es un castigo que solo se comprende si nos atenemos a los principios de la moralidad tradicional. Expresó que en el mundo y en todas las épocas, esta situación aparece una y otra vez. Cuestionó por qué en países como la República Dominicana estas historias devienen en tragedias. Emilia Pereyra, en Cenizas del querer, intenta explicar la razón: El riguroso requerimiento moral, que prohíbe las relaciones sexuales entre un hombre y una mujer a menos que estén santificadas por el matrimonio, es todavía en nuestro país, un valladar a la conformación de una nueva moralidad, aunque, poco a poco, esta condición está cambiando. Destacó que la tesis de Emilia Pereyra, a pesar de las prohibiciones y el acondicionamiento conductual a que están sometidos los personajes, en los últimos cincuenta años los dominicanos han experimentado un cambio fundamental en la manera en que sustentan su conducta moral. “Emilia Pereyra, en Cenizas del querer, parece decirnos que, más fuerte que la pasión que nos induce al desacato de los preceptos morales, es el castigo; y más fuerte que el castigo, la supervivencia del amor”, resaltó.

Por su parte, Rafael Peralta Romero leyó el trabajo escrito por Bruno Rosario Candelier sobre el libro Cóctel con frenesí, donde manifiesta que Emilia Pereyra es una de las narradoras fundamentales de las letras dominicanas contemporáneas. “Prevalida de una sensibilidad empática, poseedora de un fecundo talento narrativo y dueña de una voz original, recrea con esmerado estilo, a través de escenas y caracterizaciones ejemplares, los hallazgos de su fina intuición trasvasados al tramado de sus cuentos, relatos y novelas mediante los cuales ausculta el interior de sus criaturas imaginarias y perfila el sentido de tramas y anécdotas en una fresca visión novelística. Con su indudable encanto personal y su probado acierto novelístico, Emilia Pereyra se ha ganado un alto pedestal en las letras nacionales”, consignó Rosario Candelier.

Agregó que la narradora se propuso testimoniar las condiciones de vida de individuos humildes de los ambientes populares para que el lector infiera, de su existencia y conducta, su propia reflexión. Señaló que la obra trata de personajes que a veces tienen la convicción de que nacieron con un destino fatal y, a su parecer, la misma vida les niega la posibilidad o la oportunidad para superar ese desafortunado sino. El hecho de situar en ambientes sórdidos, miserables y mezquinos, ubicados en parajes marginales de la gran urbe, ofrece una magnífica oportunidad para conocer el interior de esa realidad nefanda y apreciar la situación de atraso, ignorancia y penuria con las cavilaciones interiores de sus personajes ficticios. Se trata de sujetos de sectores populares que viven rumiando su infortunio y descontento y por eso deambulan desorientados, tristes y solitarios. Resaltó cinco vertientes temáticas que despliega esta narradora en Cóctel con frenesí: lo viviente en su expresión sensible; la veta sociográfica en su expresión doliente; lo natural con su esplendor radiante; los rasgos ambientales populares; y la caracterización de personajes y tipos populares.

El académico dominicano testificó que Emilia Pereyra tiene una concepción humanizada  de la  literatura. “Con una cosmovisión centrada en el desarrollo integral de la persona, asume la palabra para edificar y ennoblecer su visión de la vida, que encauza en su dimensión estética y simbólica con un alto sentido de su naturaleza y su función. No asume la comunicación como pretexto para el figureo social, sino para plasmar su visión de la vida y su concepto de la existencia. Vive el sentido profundo de la narración y el periodismo”, dijo Rosario Candelier. Y subrayó: “A Emilia Pereyra la apela el sentido de la vida y el significado de cuanto acontece en el mundo”, lo que la incardina en la estética del Interiorismo, subrayó.

Precisó que varios pasajes narrativos de esta novela, sobre todo aquellos cuyo campo semántico encierran situaciones dramáticas y conflictivas, permite que la narradora evoque referencias musicales como una forma de provocar la distensión ante el estrés y la ansiedad de sus interlocutores. La música implica la sensibilidad y la sensibilidad conduce al disfrute y la valoración de lo viviente. Recalcó que el nivel de comprensión intelectual y estética de los personajes de Cóctel con frenesí, es rudimentario y tosco, afín a los sectores populares de nuestros obreros y chiriperos, lo que explica la alusión a bachatas y merengues en la concurrencia de hechos y ambientes. Y agregó: “Lo que Emilia Pereyra narra no es una visión romántica, modernista o surrealista de lo que la imaginación podría concebir, sino de lo que la misma realidad, tozuda y pragmática, ofrece y sugiere para la creación de una narrativa densa, vigorosa y contundente con un lenguaje afín a esa manera de ver y sentir, como la obra de esta valiosa narradora dominicana, cuyas novelas confirman el talento de esta primorosa novelista nacional”, consignó Bruno Rosario Candelier, y aseguró que la novela de la académica dominicana “parece un fotograma social y epocal similar a un tratamiento fílmico con tal precisión que podemos visualizar, a través de sus palabras, el decurso de sucesos y el trasfondo de hechos y actitudes.  Esa es una virtud narrativa que distingue la ejecutoria novelística de autores de la talla de Camilo José Cela, Miguel Delibes, Juan Rulfo, Alejo Carpentier, Juan Bosch y Marcio Veloz Maggiolo, cualidad que posee nuestra agraciada novelista”.

Santo Domingo, 5 de diciembre de 2014.

 

Real Academia Española conmemora su tercer centenario

Para conmemorar el tercer centenario de la fundación de la Real Academia Española  (RAE), la entidad rectora del idioma español publicó la 23.ª edición del Diccionario de la lengua española, con la presencia de los Reyes de España, académicos de la RAE, los directores de las Academias de la Lengua Española de América, Filipinas y Guinea Ecuatorial, y una selecta concurrencia de ciudadanos españoles.

Con el apelativo de “Edición del Tricentenario”, la vigésimo-tercera edición del DRAE se presentó en solemne sesión pública conmemorativa del III Centenario con lo cual la RAE celebra su fundación, fechada en 1713 y reconocida por la Casa Real en 1714.

Inició el acto académico el director de la institución, don José Manuel Blecua, quien también es presidente de la Asociación de Academias de la Lengua Española, con una entrega a S. M. el Rey de un ejemplar de la nueva edición del diccionario académico.

El coordinador de la 23.ª edición del Diccionario de la lengua española, don Pedro Álvarez de Miranda, presentó el nuevo código lexicográfico y dio cuenta del trabajo pormenorizado al eliminar del DRAE términos en desuso, adicionar nuevas acepciones a vocablos establecidos e incorporar voces nuevas con sus definiciones y acepciones, lo que depuró, actualizó y enriqueció esta nueva edición del más importante texto lexicográfico del idioma español.

El Diccionario del tricentenario de la RAE presenta novedades lexicográficas: 5.000 nuevas palabras, 200.000 acepciones y 140.000 enmiendas revisadas. Pedro Álvarez de Miranda, académico responsable de la 23.ª edición del DRAE, fue uno de los presentadores en el acto celebrado en la sede de la RAE, en el que también hablaron el secretario de la RAE, don Darío Villanueva; el secretario de ASALE, don Humberto López Morales, y el director de la RAE, don José Manuel Blecua.

Esta nueva edición resulta enriquecida en términos lingüísticos, en calidad y en cantidad. Aunque la gran mayoría de los hablantes tiene un léxico limitado, la institución del idioma aumenta en cada edición el vocabulario para responder a la demanda de los usuarios de todos los niveles intelectuales. El desarrollo de la sociedad conlleva la pérdida de algunos vocablos de la lengua tradicional, pero esa pérdida viene compensada por las nuevas voces que responden a las nuevas circunstancias y modalidades profesionales o tecnológicas. Por ejemplo, se sabe que los jóvenes desconocen muchas de las palabras que sus mayores emplean, pero también usan otras que sus mayores ignoran. Al respecto, Álvarez de Miranda subrayó: “Las necesidades comunicativas de los hablantes son las mismas y están servidas por una batería de palabras similar a lo largo de la historia. Pero, en conjunto, son más las palabras que nacen que las que mueren. Por eso, el léxico del diccionario crece. Aparte, el DRAE no sirve solo para interpretar textos actuales sino también para leer los clásicos. Una palabra que aparece en El Quijote, aunque hoy no se utilice, debe estar en el diccionario. Otro asunto son los arcaísmos. Existen palabras recluidas, por ejemplo, “hogaño”, que no se usa habitualmente, pero sí a nivel literario. Esta palabra no ha muerto. Le queda un hilo de vida. Si sumamos el presente y el pasado, nuestro abanico de posibilidades expresivas es más amplio hoy”.

La 23.ª edición del DRAE tiene la particularidad de que es el diccionario más consensuado con las academias americanas (se han incluido 18.712 acepciones con marca americana). Álvarez de Miranda subrayó: “Hay palabras que se han quedado en el umbral de entrar y en el DRAE aún queda cierto lastre de ediciones anteriores. Debemos revisar aspectos que tienen unos fundamentos débiles sobre los que convendría volver”.

Las palabras que reflejan la evolución de la sociedad, como “wifi” o “tuit”, a través de las cuales se puede observar la influencia de la tecnología moderna, evidencia la pertinencia de actualizar el diccionario. Si el Diccionario de Autoridades mostraba la vida española del siglo XVIII, la 23.ª edición del DRAE recoge la vida hispánica del siglo XXI, lo que confirma que el léxico es un reflejo de la realidad social y cultural.

El acto académico fue amenizado con una intervención musical del coro de la RTVE, que cantó el “Soneto de la noche”, de Pablo Neruda, con música de Morten Lauridsen:

 

Cuando yo muera quiero tus manos en mis ojos:

quiero la luz y el trigo de tus manos amadas

pasar una vez más sobre mí su frescura:

sentir la suavidad que cambió mi destino.

 

Quiero que vivas mientras yo, dormido, te espero,

quiero que tus oídos sigan oyendo el viento,

que huelas el aroma del mar que amamos juntos

y que sigas pisando la arena que pisamos.

 

Quiero que lo que amo siga vivo

y a ti te amé y canté sobre todas las cosas,

por eso sigue tú floreciendo, florida,

 

para que alcances todo lo que mi amor te ordena,

para que pasee mi sombra por tu pelo,

para que así conozcan la razón de mi canto.

 

En el acto de presentación del DRAE, el director de la ADL, Bruno Rosario Candelier, asistió en representación de esta Academia y participó en la reunión de directores de Academias de la Lengua Española celebrada en la capital española.

Madrid, 15-21 de octubre de 2014.

 

Presentan "Diccionario del español dominicano" en Bogotá

Al participar en el X Coloquio Internacional de Literatura Hispanoamericana en Bogotá, Colombia, el doctor Bruno Rosario Candelier presentó en la Academia Colombiana de la Lengua una disertación sobre la creación literaria y una charla en la Universidad de La Sabana sobre el Diccionario del español dominicano.

Al hablar del Diccionario del español dominicano (DED), este director ponderó la obra como el código lexicográfico más completo y actualizado sobre el lenguaje de los dominicanos con las dimensiones singulares que lo perfilan y, en tal virtud, comentó algunas de las voces léxicas, con sus acepciones y connotaciones que ubicamos en el meollo de un decir representativo de una identidad lingüística y cultural, que viene avalada por una forma de hablar con su historia y su idiosincrasia, que las palabras encarnan, proyectan y sugieren. Entonces especificó: “El equipo redactor de la ADL (María José Rincón, Fabio Guzmán Ariza, Roberto Guzmán y Bruno Rosario Candelier), con el equipo de colaboradores (Domingo Caba, Loli Jiménez, Teresa Melián, Yolanda Garisoain y Ruth Ruiz), ponderó el valor idiomático de nuestro vocabulario como expresión de nuestra identidad cultural, que nos diferencia tanto de España como de los demás países americanos”.

Lo que en sede lexicográfica nos distingue como pueblo hispanohablante es el caudal de voces peculiares y expresiones propias, que perfilan nuestra personalidad idiomática. Al subrayar que la palabra es la mejor señal, no solo del nivel intelectual de un hablante, sino del horizonte cultural de una comunidad, ponderó que mediante el conjunto de las voces y expresiones criollas se manifiesta la psicología de los hablantes, rasgo cultural ostensible que define a un país porque el léxico perfila la capacidad intelectual y la expresión cultural de una nación. Dijo que si enfocamos al sector de los escritores, podemos apreciar que los narradores suelen usar el vocabulario de su pueblo ya que canalizan a través de sus personajes de ficción el lenguaje de sus parlamentos, poniendo en sus locutores voces y expresiones nativas, la mejor vía para evidenciar la dimensión sociocultural de sus hablantes, que es su lenguaje.

En una de las sesiones de trabajo en la sede de la Academia Colombiana, ponderamos el rol de la lengua en la creación literaria y enfatizamos la dimensión de la creación estética del lenguaje diciendo que desde el espacio interior donde el creador visualiza su singular percepción del mundo y donde experimenta peculiares vivencias trascendentes, puede disfrutar no solo la representación de la realidad real, sino la veta de la realidad estética y la dimensión de la realidad metafísica con el don intuitivo para experimentar y crear imágenes y conceptos que atrapen el sentido a la luz de una orientación espiritual y estética concitada por la íntima convicción del creador. Dijo que hay variados ejemplos que evidencian que el talento poético otorga una manera diferente de ver el mundo. Subrayó que una adecuada concepción espiritual hermosea y dignifica la percepción de la realidad y activa la sensibilidad y la conciencia. Recodó que el ideal de la belleza era para los antiguos griegos un ideal espiritual, por lo que desde antiguo al concepto de belleza se sumaba al de verdad y de bondad como manifestaciones inherentes al sentido de la armonía, la emoción y el placer. De ahí que la dimensión estética, en el ámbito de la realidad metafísica y la creación artística, conduce a la elevación espiritual, por lo cual ya decía Platón que la belleza culmina en Dios. De ahí que la emoción estética conduce a la fruición del espíritu, la más alta meta de la creación artística y de toda belleza, cauce y destino del sentido estético, el sentido cósmico y el sentido místico.

Al presentar el Diccionario del español dominicano ante académicos colombianos, escritores internacionales e invitados bogotanos, Rosario Candelier dijo que cuando los hablantes y los escritores nativos, en cada uno de sus respectivos pueblos, ponen sus ojos en la realidad natural, histórica y cultural de sus comunidades, no solo crean nuevos vocablos y dotan de nuevos sentidos a viejas palabras castellanas, como se evidencia en el lenguaje de los dominicanos y de los demás países hispanoamericanos, sino que también se manifiesta en la creación de poesía y ficción, como lo evidenció el colombiano Jorge Isaccs en María y el dominicano Manuel de Jesús Galván en Enriquillo, las dos novelas por excelencia del Romanticismo en América. Y cuando los autores hispanoamericanos alcanzaron en el siglo XX la plenitud de su desarrollo literario, como lo ilustraron en la narrativa del Realismo mágico, los narradores y poetas que pusieron su sensibilidad y su conciencia al servicio de la realidad americana, haciendo de la palabra el mejor cauce de autonomía lingüística a través de una creación que dio inspiración y brillo al español en América. “Por tanto, desde una perspectiva lexicográfica, los diccionarios de voces y expresiones de nuestros respectivos pueblos hispanoamericanos constituyen la mejor evidencia de la vocación de independencia de nuestros países, que en el seno de las diversas comunidades de hablantes fue una clara señal de la vocación de identidad y autonomía de las naciones americanas”.

En su charla sobre el DED valoró el sentido que tienen los americanismos léxicos y semánticos, que en cada uno de nuestros países cuentan con un caudal de vocablos originales y significados nuevos asignados a viejos términos de la lengua de Castilla, como está ilustrado en el Diccionario de americanismos, publicado por la Asociación de Academias de la Lengua Española bajo la dirección lexicográfica del ilustre académico puertorriqueño y lingüista Humberto López Morales, y el Diccionario del español dominicano, publicado por la Academia Dominicana de la Lengua. Asimismo, otros rasgos idiomáticos peculiares, como el ejemplo del español dominicano cifrado en la creación de nuevos vocablos y de aderezos semánticos, con la gestación de nuevas idiolexías, constituyen una palmaria evidencia no solo de la vitalidad de una lengua, como la española, sino de la potencia de las variantes idiomáticas del español en América, como la dominicana.

Bogotá,  14 de octubre de 2014.

Fallece don Mariano Lebrón Saviñón, exdirector de la Academia

Con dolorido sentir consignamos la infausta noticia de la muerte de don Mariano Lebrón Saviñón, quien dirigiera la Academia Dominicana de la Lenguadurante dieciocho años (1984-2002) con altura intelectual, consagración ejemplar y bondadosa entrega. En su fructífera existencia como profesional de la medicina, profesor universitario, promotor cultural, escritor y académico, dio sobradas notaciones de amor al país, a su lengua y su cultura, con alta ponderación de las inclinaciones intelectuales, estéticas y espirituales.

Nació en Santo Domingo el 3 de agosto de 1922 y murió en la capital dominicana el 18 de octubre de 2014. Médico, profesor universitario, poeta, ensayista, dramaturgo y crítico literario, ejerció su talento intelectual con amoroso despliegue a favor del desarrollo de las humanidades. En su trayectoria profesional, fue cofundador de la Academia Dominicana de Medicina y de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña. En su función de creador de poesía y ficción, fue miembro de La Poesía Sorprendida, una de las agrupaciones literarias más prestigiosas de las letras dominicanas.Se recibió como doctor en medicina por la Universidad de Santo Domingo y se especializó en pediatría en el Hospital de Pediatría de Buenos Aires, Argentina. Publicó poesía, cuento, teatro y ensayo, y fue historiador, educador y académico. Activo colaborador de la Revista de La Poesía Sorprendida, del grupo de poetas innovadores de la primera mitad del siglo XX en las letras dominicanas. Como promotor cultural dictó numerosas conferencias, no solo en la sede de la ADL, sino en universidades y ateneos, escuelas y clubes socioculturales. Identificado con las pautas del buen decir y la disciplina académica, participaba con actitud edificante y solidaria en las actividades que contribuían al crecimiento cultural y educativo. La pureza expresiva de su lírica y la diafanidad de su lenguaje, signo y cauce eran del alma pura y buena que lo distinguía.

Dos operaciones intelectuales le dieron a Mariano Lebrón Saviñón y, por ende, a la Academia Dominicana de la Lengua, una singular prestancia en la sociedad dominicana: el formato televisivo “Usted no lo diga”, a cuyo través comentaba temas lingüísticos y literarios hasta el punto de que un sector de la población lo identificaba como “Tío Mariano” porque así le llamaba su sobrina Mariasela Álvarez, conductora del programa; y segundo, el hecho de prologar decenas de obras literarias, dando brillo y aliento a los jóvenes escritores que acudían a su talento y generosidad en busca de su apoyo.

Entre sus publicaciones literarias figuran Triálogos (poemas, en colaboración con el dominicano Domingo Moreno Jimenes y el chileno Alberto Baeza Flores, 1943); Luces del Trópico, 1949; Cultura judía, 1949; Nociones de puericultura, 1952. Herbario dominicano, 1960. Historia de la cultura, 5 tomos, 1981-1982; Tiempo en la tierra (poemas, 1982); Heroísmo e identidad, 1990; Duarte: libertador, romántico y poeta, 1999. Vuelta al ayer (poemas,2001). Usted no lo diga (ensayo lingüístico, 2010).

En 1993 fue galardonado en México con el Premio José Vasconcelos por el Frente de Afirmación Hispanista y, en el 2000, el Ministerio de Cultura y la Fundación Corripio le otorgaron el Premio Nacional de Literatura, la más alta presea de nuestras letras.

Mientras presidió la Academia Dominicana de la Lengua animó siempre a sus miembros a que tuviesen en alto sitial la institución de la lengua y que apreciaran su categoría de académicos de la lengua como la más alta distinción que un intelectual puede alcanzar. Hombre noble y bueno, afable y culto, generoso y entusiasta, su formación intelectual, su vocación de servicio y su sensibilidad espiritual y estética estuvieron siempre al servicio del desarrollo humanístico de los dominicanos. ¡Gratitud eterna a don Mariano Lebrón Saviñón!

 

Academia celebra Coloquio de la Lengua e incorpora a André Klump como miembro

Con motivo de la fecha efemérides de nuestra institución, la Academia Dominicana de la Lengua (ADL) presentó varias disertaciones sobre el Diccionario del español dominicano y oficializó la incorporación del lingüista alemán Andre Klump como miembro correspondiente de nuestra institución. La actividad se realizó con el apoyo del plenario de los académicos y la presencia de intelectuales, escritores, profesores y estudiantes.

En esta jornada intelectual, la ADL oficializó la incorporación del profesor de la Universidad de Trier, Andre Klump, estudioso de la lexicografía dominicana, a quien recibió como miembro correspondiente de nuestra institución.

Manuel Núñez Asencio presentó el acto institucional, conformado por la intervención de nuestros filólogos, quienes evidenciaron que las academias de la lengua se distinguen por un gran saber técnico, como dijera nuestro el académico y tesorero, que ofició de maestro de ceremonias en este acto conmemorativo. Además, presentó a nuestro invitado especial, el hispanista alemán Andre Klump, que ha escrito una tesis sobre el español de Santo Domingo y ha publicado estudios sobre temas lexicográficos del español dominicano.

Nuestra lexicógrafa María José Rincón intervino con su conferencia “La lexicografía y el Diccionario del español dominicano” (DED). Ponderó la extraordinaria acogida que las 800 páginas del DED ha merecido en el ámbito académico y, sobre todo, en los usuarios de la lengua. Contó que asistió como miembro de la Academia de la Lengua al Congreso Internacional de Lexicografía Hispánica en la Rioja, donde varios lexicógrafos coincidían en que en la práctica lexicográfica lo más trascendente es la constante toma de decisiones. Manifestó que la singularidad del DED comenzó con el diseño de su planta y la aprobación de un plan técnico que cumplían cabalmente los que participaron en la tarea que se llevó cinco años de labor intensa y hoy es una realidad que enorgullece a la Academia Dominicana de la Lengua. A María José le correspondió diseñar la planta y la base de datos, así como la coordinación del proyecto y la redacción de las entradas, en cuya definición participó también el equipo redactor. Dijo que los miembros del equipo redactor del DED tienen los conocimientos lingüísticos necesarios para manejar la labor lexicográfica. Reconoció al director de la institución, Bruno Rosario Candelier, quien fue el principal impulsor de la idea de que, como Academia, nuestra tarea inexcusable debía ser la de ejecutar una obra ejemplar, además de marcar las pautas generales que debíamos alcanzar, asesorando en cada momento y dándole cabal seguimiento a la marcha y la ejecución de las labores lexicográficas. Ponderó el rol del equipo de asesoría y revisión, formado por los académicos Bruno Rosario Candelier, Fabio Guzmán Ariza y Roberto Guzmán. Y agradeció al equipo de colaboradores, integrado por tres españolas (Teresa Melián, Yolanda Garizoan, María Dolores Jiménez) y dos dominicanos (Domingo Caba y Ruth Ruiz), a quienes la institución les reconoció su valioso aporte.

Por su parte, Roberto Guzmán, estudioso del léxico del español dominicano, quien desde hace quince años publica artículos sobre el uso de la lengua escrita en español, presentó una reflexión sobre el léxico y la forma como se emplea el español en los periódicos. Agradeció haber sido elegido como corredactor del DED y consignó: “La mayor sorpresa para mí fue encontrar una gran receptividad de parte de los académicos que laboraron en el proyecto, y quiero que se tome en cuenta que solo soy un lector de diccionarios”. El escritor confesó lo mucho que hay que aprender en materia de confección de un lexicón de la variante nacional de la lengua española. Contó que desde que colaboró en la redacción del Diccionario del español dominicano se envició con ese trabajo, a lo que se sumó el estímulo de sus compañeros de labores. Dijo que la confección del DED fue una obra realizada en armonía, con gran espíritu de colaboración y de solidaridad, donde reinó comprensión mutua con una orientación bien definida y una estimulación continuada. Subrayó que el DED es una cantera de informaciones, al describir y definir las acepciones del español dominicano.

En la intervención de Andre Klump, el lingüista alemán presentó un análisis sobre la historia del español dominicano. Al ponderar que su incorporación como miembro correspondiente de la Academia Dominicana de la Lengua es un gran honor y una alta distinción, expresó su satisfacción por haberse dedicado al estudio del lenguaje de los dominicanos. Su ingreso a nuestra institución, como expresara este director, es un reconocimiento por su aporte al estudio de la lengua española en la República Dominicana, labor que viene realizando desde hace más de 20 años. Sobre el particular subrayó: “Desde hace mucho tiempo, el español de la República Dominicana se tiene en cuenta en la lexicografía panhispánica. Algunos “dominicanismos” seleccionados forman parte integrante de las grandes obras de referencia, como el Diccionario de la lengua española (2001) y el Diccionario de americanismos (2010). Dijo que la tradición lexicográfica dominicana comenzó en el año 1930 con el Diccionario de criollismos, de Rafael Brito, y culminó en el 2013 con el Diccionario del español dominicano, de la Academia Dominicana de la Lengua.

Explicó el concepto de “dominicanismo”, que ha de entenderse como el conjunto de voces, frases y acepciones del español usado en República Dominicana que no forman parte del español estándar registrado en el DRAE, sin tomar en cuenta que también se usen en otros países hispanohablantes”. Muchos dominicanismos forman parte del español antillano o del español americano.

En forma jocosa y explicativa, el catedrático alemán, pensando en sus compatriotas, expresó: “Si usted está pensando ir a la República Dominicana a vacacionar, a visitar a algunos amigos, a permanecer por un par de meses, a radicarse, a hacer negocio, etc. me gustaría sugerirle que tan pronto como termine la transacción de renta del vehículo, sepa que debe dirigirse a una bomba a echar gasolina, la cual le costará, casi seguro, más cuartos de lo que usted está acostumbrado a pagar, y, si se le antoja dar una probadita de nuestra bebida tradicional o típica, basta con que se detenga en cualquier negocio que encuentre a su paso, y le pida una fría. Le traerán una cerveza Presidente. Si la quiere extremadamente fría, entonces ordene una novia o una ceniza”.

Subrayó que el léxico de cualquier variedad del español en Hispanoamérica es la expresión de su propia historia lingüística. En él se reflejan la dinámica, la creatividad y la influencia externa. Como en otros países, los autores de diccionarios en la República Dominicana pretenden presentar una muestra nacional o regional del vocabulario dominicano, según se aprecia en el DED.

El nuevo académico de la ADL dijo que el panorama de los diccionarios actuales en la República Dominicana es muy amplio. En las librerías se venden diccionarios monolingües y bilingües, diccionarios generales y especiales. Entre los distintos diccionarios monolingües aparecen el Diccionario Cumbre dominicano de la lengua española o el Diccionario Vértice dominicano de la lengua española, que citan la palabra “dominicano” en sus títulos, pero que no reflejan el español dominicano sino más bien el español estándar. Destacó que el Diccionario didáctico avanzado, hecho con el aval de la ADL, refleja la presencia del lenguaje dominicano. Además, confrontó los diccionarios existentes del español dominicano. “Las explicaciones se basaron solamente en correspondencias lexicales o definiciones breves, faltan completamente detalles etimológicos y gramaticales, sintagmáticos y paradigmáticos”, dijo. Subrayó que resulta evidente que el Diccionario de criollismos, de Rafael Brito, representa una lista de palabras concebidas en forma contrastiva e intralingual -dialecto cibaeño versus el español dominicano estándar.

Andre Klump habló de la Academia Dominicana de la Lengua con especial ponderación y valoró el Diccionario del español dominicano. “Con la publicación de este diccionario académico en el año 2013 se eclipsan las obras anteriores de la lexicografía dominicana”, dijo. Y afirmó que se sientan nuevas bases de lexicografía que no desempeñaban en los diccionarios históricos”. Resaltó que el DED es un diccionario extenso ya que recoge 10903 lemas y 14054 acepciones. Las expresiones y frases idiomáticas suman 4250, mientras que las lematizaciones secundarias ascienden a 3887. Muchos estudios y actividades han sido apoyados por varias instituciones y personas. Finalmente, agradeció a la Academia Dominicana de la Lengua la distinción que se le tributaba al incorporarlo como académico de la lengua.

En sus palabras de reconocimiento, el Dr. Bruno Rosario Candelier comentó que en su obra Paideia, el humanista alemán Werner Jaeger explicó la valoración que el pueblo griego tenía por su lengua como la base de su alto desarrollo filosófico y cultural, por lo cual destacó que con la confección del Diccionario del español dominicano la ADL ha evidenciado su alta valoración por nuestra lengua y la manera particular de nuestro lenguaje, al registrar y definir las palabras que nos identifican como hablantes de esta variedad del español en América. “Esta obra fue realizada por dos equipos, uno de redactores y otro de colaboradores, es decir, fueron varias las personas que hicieron realidad esta grandiosa obra, por lo cual no tenemos la manera de agradecer la grandiosa contribución de cada uno de los que ayudaron a realizarla”, subrayó Rosario Candelier.

En nombre de la Academia Dominicana de la Lengua, el director de la institución entregó el diploma acreditativo de miembro correspondiente a Andre Klump, en reconocimiento al aporte que el lingüista ha hecho desde Alemania, al ponerle atención a nuestro lenguaje y, por esa razón, la Academia Dominicana de la Lengua lo incorpora como académico de la lengua, entregándole la presea por sus méritos lingüísticos y su contribución al estudio del español dominicano.

Asimismo, la Junta Directiva de la ADL, en atención a su aporte en la confección del DED, reconoció la contribución de María José Rincón, Fabio Guzmán Ariza, Roberto Guzmán, Domingo Caba, Teresa Melián, Yolanda Garizoan, María Dolores Jiménez y Ruth Ruiz, presentes en el acto. En esta jornada conmemorativa presidieron la mesa principal, con Bruno Rosario Candelier, los académicos numerarios Federico Henríquez Gratereaux, José Enrique García, Manuel Núñez Asencio, Franklin Domínguez, María José Rincón, Irene Pérez Guerra, Rafael González Tirado, Juan José Jimenes Sabater y Manuel Matos Moquete, así como los académicos correspondientes Andre Klump, Manuel Salvador Gautier, Emilia Pereyra, Rafael Peralta Romero y Sélvido Candelaria.

Santo Domingo, 12 de octubre de 2014.

 

Academia conmemora efemérides con coloquio de la lengua

La Academia Dominicana de la Lengua arribó al 87 aniversario de su fundación, hecho que tuvo lugar el 12 de octubre de 1927, gracias a la iniciativa del Arzobispo de Santo Domingo, Mons. Adolfo Alejandro Nouel y un selecto grupo de intelectuales de la época a quienes les animaba el interés por contribuir al fortalecimiento de la lengua española en suelo dominicano.

Con su labor intelectual a favor del estudio de nuestra lengua, esta corporación de académicos continúa impulsando el legado lingüístico y cultural de la lengua española gracias al trabajo permanente, intenso y entusiasta que realiza la actual directiva con el apoyo de valiosos colaboradores de la institución.

Animados por la motivación que entraña el estudio de la lengua y el cultivo de las letras, en este nuevo aniversario de su fundación, la dirección de la institución organizó un Coloquio de la Lengua dedicado al Diccionario del español dominicano (DED), con la ponderación de las obras y los estudios lexicográficos realizados en la República Dominicana. Y tributó un reconocimiento a los redactores y colaboradores del DED por su valiosa contribución a la labor lexicográfica de la institución.

El Coloquio de la Lengua contó con la participación de destacados académicos nacionales y extranjeros, como el lingüista alemán Andre Klump, quien disertó sobre el tema “Historia de la lexicografía dominicana”; la lexicógrafa hispano-dominicana María José Rincón, quien habló de “La lexicografía y el Diccionario del español dominicano”; y los lingüistas dominicanos Roberto Guzmán, quien disertó sobre su experiencia lexicográfica en la confección del DED, y el director de la institución, quien enfocó el aporte de la ADL al estudio del español dominicano.

Esta Academia ha asumido y potenciado el legado que ha impreso huellas significativas en la cultura, la mentalidad y el quehacer educativo de los dominicanos, por lo cual el Coloquio de la Lengua evidenció el interés de los académicos dominicanos por llegar a los diferentes sectores de la sociedad para atizar la conciencia de lengua y la valoración de nuestras letras, según expresara Bruno Rosario Candelier al agradecer la participación de los panelistas y la presencia de académicos, intelectuales, profesores, estudiantes y público en general que asistieron a esta importante actividad lingüística de la institución.

Santo Domingo, 9 de octubre de 2014.

 

Reeligen la junta directiva de la Academia Dominicana de la Lengua

El Dr. Bruno Rosario Candelier fue reelegido como director de la Academia Dominicana de la Lengua (ADL) para el trienio 2014-2017, en una sesión eleccionaria en la que fueron reelegidos la mayoría de los integrantes de la junta directiva de la institución. El nuevo período de la junta de la ADL va del 12 de octubre de 2014 al 12 de octubre de 2017, fecha de la efemérides conmemorativa de la fundación de la ADL.

El único cambio fue el nombramiento de un nuevo secretario de la institución. El académico numerario José Enrique García, poeta, narrador, crítico literario y filólogo, fue elegido como nuevo secretario de la corporación. El anterior ocupante de ese cargo directivo era el también narrador, poeta, ensayista y filólogo Ramón Emilio Reyes, quien optó por no seguir en el cargo por quebrantos de salud. Los miembros de la junta directiva reelegidos en sus funciones, son los siguientes académicos: Federico Henríquez Gratereaux, subdirector; Manuel Núñez Asencio, tesorero; Manuel Matos Moquete, bibliotecario; S. E. Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez y Franklin Domínguez Hernández, vocales.

Cada tres años el plenario de nuestra institución elige a los miembros de la Academia Dominicana de la Lengua (ADL) que conforman la junta de gobierno de la corporación representativa de la Real Academia Española (RAE) en la República Dominicana.

La ADL realiza un trabajo de estudio y promoción de la lengua y la literatura. En su condición de integrante de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), es la institución que vela por la vitalidad de la lengua española en la República Dominicana y su misión está cifrada en el estudio de la lengua y el cultivo de las letras y, de un modo particular, en el estudio y la valoración del español dominicano.

Dentro de la entidad, esta corporación cuenta con un equipo lingüístico que colabora con los trabajos lexicográficos, gramaticales y ortográficos de la Real Academia Española, como lo ha hecho al trabajar en la revisión y la actualización del Diccionario de la Real Academia Española (DRAE), la Gramática de la lengua española, la Ortografía de lengua española, el Diccionario panhispánico de dudas, el Diccionario del estudiante y la Fonética de la lengua española mediante la remisión de observaciones y sugerencias sobre los diferentes códigos de nuestro idioma. Asimismo, hacemos propuestas gramaticales y lexicográficas que implican una presencia de nuestra variante idiomática en los códigos oficiales de nuestra lengua.

Igualmente, contamos con académicos de la lengua que aportan parte de su tiempo, su talento y su vocación intelectual y estética para colaborar en los trabajos de promoción lingüística y literaria de nuestra institución mediante la realización de actos celebrados en la sede de la institución o en centros culturales de Santo Domingo y del interior del país con participación de la comunidad.

Los directivos de la corporación dominicana participan también en reuniones con los delegados de las Academias de la Lengua Española en los congresos de la lengua y los encuentros de la Asociación de Academias, y colaboran en tareas lingüísticas y literarias para dar cumplimiento al ideal panhispánico de las Academias de la Lengua mediante los proyectos y estudios sobre las variantes lingüísticas de nuestro lenguaje.

Entre los actos lingüísticos y literarios que organiza esta corporación figuran presentación de libros y recitales, organización de charlas y conferencias, celebración de coloquios y tertulias lingüísticas y literarias, así como la ponderación del aporte estético de nuestros escritores. “La ADL realiza un trabajo lingüístico y literario a favor de nuestra lengua y de nuestra sociedad y sus académicos tienen una alta valoración de nuestro idioma por lo cual se mantiene atenta y activa en el estudio de nuestra lengua y al cultivo de las letras”, subrayó el director de la institución en el acto de toma de posesión del nuevo período de la junta directiva de la Academia Dominicana de la Lengua.

Santo Domingo, 3 de octubre de 2014.

Juan José Jimenes Sabater diserta sobre Julia de Burgos

En el marco de un emotivo encuentro con un selecto y entusiasta público se llevó a cabo en la Academia Dominicana de la Lengua la conferencia “Julia de Burgos: Diez acotaciones sobre su poesía”, dictada por el académico y escritor dominicano Juan José Jimenes Sabater, que firma sus publicaciones con el pseudónimo de León David. Leer más

Presentan el "Diccionario del español dominicano" en La Vega

La Academia Dominicana de la Lengua puso a circular el Diccionario del español dominicano en la Universidad Católica Tecnológica del Cibao, de La Vega, donde participaron autoridades universitarias, el personal docente y el estamento estudiantil del área de letras. La presentación de esta obra lexicográfica fue una magnífica oportunidad para dar a conocer el aporte de nuestra institución al estudio de la variante dominicana de la lengua española en América. Los profesores de lengua española y otros profesionales de diversas áreas, se interesaron en conocer las peculiaridades de nuestro lenguaje, aspectos enfatizados en la presentación de este Diccionario cuando señalamos la faceta regional que se manifiesta en las variantes particulares de nuestra lengua. Cuando España expandió su dominio en América la lengua española se extendió a varios países americanos cobrando un nuevo impulso la lengua de Castilla. El aporte dominicano está recogido en este Diccionario, como evidenciaron los expositores en sus respectivos turnos. Leer más

Celebran seminario sobre el español dominicano en Alemania

El America Romana Centrum de la Universidad de Tréveris, Alemania, celebró un encuentro académico titulado “Dominicanidad: Perspectivas de un concepto transnacional”. En este contexto universitario, investigadores y estudiantes llegados desde los más diversos puntos geográficos pusieron en común sus conocimientos y sus investigaciones sobre la realidad dominicana a través de distintas disciplinas.

Economía, geografía, sociología e historia de la República Dominicana fueron abordadas desde distintas perspectivas y con diferentes metodologías científicas. La gran protagonista, sin embargo, fue la lengua española, en sus aspectos literarios y lingüísticos. Leer más