Fallece don Mariano Lebrón Saviñón, exdirector de la Academia

Con dolorido sentir consignamos la infausta noticia de la muerte de don Mariano Lebrón Saviñón, quien dirigiera la Academia Dominicana de la Lenguadurante dieciocho años (1984-2002) con altura intelectual, consagración ejemplar y bondadosa entrega. En su fructífera existencia como profesional de la medicina, profesor universitario, promotor cultural, escritor y académico, dio sobradas notaciones de amor al país, a su lengua y su cultura, con alta ponderación de las inclinaciones intelectuales, estéticas y espirituales.

Nació en Santo Domingo el 3 de agosto de 1922 y murió en la capital dominicana el 18 de octubre de 2014. Médico, profesor universitario, poeta, ensayista, dramaturgo y crítico literario, ejerció su talento intelectual con amoroso despliegue a favor del desarrollo de las humanidades. En su trayectoria profesional, fue cofundador de la Academia Dominicana de Medicina y de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña. En su función de creador de poesía y ficción, fue miembro de La Poesía Sorprendida, una de las agrupaciones literarias más prestigiosas de las letras dominicanas.Se recibió como doctor en medicina por la Universidad de Santo Domingo y se especializó en pediatría en el Hospital de Pediatría de Buenos Aires, Argentina. Publicó poesía, cuento, teatro y ensayo, y fue historiador, educador y académico. Activo colaborador de la Revista de La Poesía Sorprendida, del grupo de poetas innovadores de la primera mitad del siglo XX en las letras dominicanas. Como promotor cultural dictó numerosas conferencias, no solo en la sede de la ADL, sino en universidades y ateneos, escuelas y clubes socioculturales. Identificado con las pautas del buen decir y la disciplina académica, participaba con actitud edificante y solidaria en las actividades que contribuían al crecimiento cultural y educativo. La pureza expresiva de su lírica y la diafanidad de su lenguaje, signo y cauce eran del alma pura y buena que lo distinguía.

Dos operaciones intelectuales le dieron a Mariano Lebrón Saviñón y, por ende, a la Academia Dominicana de la Lengua, una singular prestancia en la sociedad dominicana: el formato televisivo “Usted no lo diga”, a cuyo través comentaba temas lingüísticos y literarios hasta el punto de que un sector de la población lo identificaba como “Tío Mariano” porque así le llamaba su sobrina Mariasela Álvarez, conductora del programa; y segundo, el hecho de prologar decenas de obras literarias, dando brillo y aliento a los jóvenes escritores que acudían a su talento y generosidad en busca de su apoyo.

Entre sus publicaciones literarias figuran Triálogos (poemas, en colaboración con el dominicano Domingo Moreno Jimenes y el chileno Alberto Baeza Flores, 1943); Luces del Trópico, 1949; Cultura judía, 1949; Nociones de puericultura, 1952. Herbario dominicano, 1960. Historia de la cultura, 5 tomos, 1981-1982; Tiempo en la tierra (poemas, 1982); Heroísmo e identidad, 1990; Duarte: libertador, romántico y poeta, 1999. Vuelta al ayer (poemas,2001). Usted no lo diga (ensayo lingüístico, 2010).

En 1993 fue galardonado en México con el Premio José Vasconcelos por el Frente de Afirmación Hispanista y, en el 2000, el Ministerio de Cultura y la Fundación Corripio le otorgaron el Premio Nacional de Literatura, la más alta presea de nuestras letras.

Mientras presidió la Academia Dominicana de la Lengua animó siempre a sus miembros a que tuviesen en alto sitial la institución de la lengua y que apreciaran su categoría de académicos de la lengua como la más alta distinción que un intelectual puede alcanzar. Hombre noble y bueno, afable y culto, generoso y entusiasta, su formación intelectual, su vocación de servicio y su sensibilidad espiritual y estética estuvieron siempre al servicio del desarrollo humanístico de los dominicanos. ¡Gratitud eterna a don Mariano Lebrón Saviñón!