OFELIA BERRIDO ABORDA LA INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Ofelia Berrido presentó una charla sobre la inteligencia artificial y la narración literaria en la que ponderó el paradigma mimético de Aristóteles, que ha sido utilizado por creadores de los nuevos mundos tecnológicos para componer narrativas artificiales. El imaginario es reemplazado por el paradigma productivo a través de redes neuronales artificiales. Advirtió que estamos en riesgo de que se arranque de raíz el legado de la narrativa humana que deja huellas del sentir y de la historia de los pueblos. Y así, el mundo del silicio, de los algoritmos y  de  los chips crean una imaginación artificial que escribe la nueva literatura.

Se trata de la creación literaria de la era de las máquinas:“Danza virtual de contenidos programados, narrativas creadas quien sabe con qué fines ulteriores. Palabras y frases seleccionadas por su valor probabilístico y su fin ulterior. Calcos transformados por programaciones. Literatura convertida en data desmembrada y unida en forma de narración. La creación  tendrá otro significado. Es realizada por la Inteligencia Artificial  que suplanta la mente humana en su más altruista función, la de crear arte como expresión del espíritu”.

La académica de la lengua dijo que las empresas tecnológicas penetran con sus máquinas para la creación de un nuevo mundo donde la verdad puede no tener valor. Todo es programado. Todo es data, convertida en información y en conocimiento probabilístico. Indicó que como escritores, al refutar la imitación, sin origen (nombre) o con origen falso, reconocemos que más allá de la máscara hay una cara omniabarcante. Al ir desapareciendo los modelos convencionales de imaginación, nuestras nociones del sí mismo y de otros se volverán cada vez menos seguras. Comentó que los sentidos nos traicionan ya que todo se vuelve indiferente:“Lo desconocido (las máquinas y la automatización) se ha vuelto familiar y lo nuevo habitual. En todas partes se sospecha las maquinaciones del mundo de hoy, pero el silencio es general. Los pocos despiertos claman en el desierto y su retórica no tiene trascendencia. Estamos muy ocupados con banalidades, jugando los juegos que juega la gente”, comentó la narradora.

-¿Qué hacer frente a la lógica de la posmodernidad, época de las máquinas que se acompaña de su propia ideología con el aplazamiento interminable y el retroceso infinito de las libertades humanas? -se preguntó la charlista, y ella misma respondió: “La “singularidad” (IAS o inteligencia artificial sobrehumana) se va haciendo visible a medida que se multiplican exponencialmente la tecnología y sus efectos. Los significados desaparecen, todo es igual. Y mientras el abismo está a dos pasos, vivimos la ceguera de Saramago. La intuición grita, pero todos estamos ciegos y sordos”, comentó la escritora dominicana ante un público espectador que parecía estupefacto.

Santo Domingo, 20 de junio de 2019.

PRESENTACIÓN DE POEMARIO DE DINÁPOLES SOTO BELLO

El libro de poemas Hojas del camino, de Dinápoles Soto Bello, fue presentado en el marco de la semana del libro de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, de Santiago. Las palabras de bienvenida las dijo Daniel Suárez, vicerrector académico de la PUCMM, quien expresó: “Con esta puesta en circulación de Hojas del camino, del profesor Dinápoles Soto Bello, exaltamos la semana del libro, acto que inauguramos el pasado en la sala de exposiciones de este campus con múltiples actividades para celebrar el libro y la lectura. La mejor manera de concluir esta semana de celebraciones es con  un maestro de generaciones como Dinápoles Soto Bello, con medio siglo de docencia en esta universidad”.

El doctor Bruno Rosario Candelier presentó el poemario y ponderó la obra poética de Dinápoles Soto Bello, basado en estos versos del poema “Tiempo muerto”: “Paisaje y conciencia/dos soledades confundidas/en una sola mansedumbre”. Explicó Rosario Candelier que esos versos retratan la sensibilidad y la conciencia de Dinápoles Soto Bello, tras definir al autor del poemario como “el único poeta dominicano que es físico y metafísico al mismo tiempo”.

El disertante explicó a los concurrentes: “Paisaje y conciencia son dos palabras claves para entender la belleza y el sentido de la lírica de Soto Bello: el paisaje se vincula a la física, y la conciencia a la metafísica, dos vocablos que revelan un acierto intuitivo del autor, al tiempo que perfilan la dimensión física y metafísica de su sensibilidad estética”. Y de inmediato añadió:“El paisaje alude a la sensorialidad de lo viviente. La sensorialidad de las cosas tiene que ver con la física porque alude a la materialidad de lo existente; y la conciencia alude a la espiritualidad, es decir, a la dimensión metafísica de fenómenos y cosas. Por consiguiente, esas dos palabras, “paisaje” y “conciencia”, claves en la poética de esta obra, retratan la faceta física y la vocación metafísica de Dinápoles Soto Bello”. Entonces  el presentador del poemario explicó que la palabra “mansedumbre” alude a los antiguos pensadores presocráticos y los antiguos taoístas chinos, remontándose a una época muy anterior a Cristo. Y justamente, cuando nuestro poeta pone su alma en conexión con el alma de lo viviente experimenta esa relación entrañable con lo físico, vuelca su sensibilidad física y se compenetra con la peculiaridad tangible de las cosas; y, al mismo tiempo, conecta su espiritualidad con la dimensión metafísica o intangible de lo existente, índice de que hay en Dinápoles Soto Bello, el científico de la física y el poeta de la metafísica, convoca una cordial vinculación con el alma de las cosas”, añadió el director de la ADL.

El autor de Hojas del camino agradeció con emoción y humildad la buena acogida de su poemario. Tres locutores recitaron algunos de los poemas, provocando emociones y evocaciones. Los profesores Miguel Suárez, Carmen Pérez Valerio, Apolinar Núñez, Liliana Montenegro, Jorge Rincón y Rosario Granados, entre otros profesores y estudiantes y cultores de las letras estuvieron presentes en dicho acto.

Dinápoles Soto Bello  nació en Baní en 1941. Recordó que entre la ciencia y la poesía varios científicos escribieron versos, tales como Newton y André-Marie Ampère, siendo este último uno de los que más ha admirado, a quien consideró “un genio extraordinario y sensible”. Dijo que un biógrafo de la época, tomando la definición de hombre perfecto del filósofo Ernest Renan, dijo: “El hombre perfecto es aquel que es a la vez poeta, filósofo y hombre virtuoso”,  y añadió que “todos esos atributos los tiene Ampere”. Subrayó el profesor Soto Bello que “cuando yo leí eso me di cuenta de lo imperfecto que yo era”. Dichas palabras, expresadas por ese científico de la física, sirvió de inspiración al “poeta físico y metafísico” de las letras dominicanas.

Santiago, PUCMM, 15 de junio de 2019.

REMODELACIÓN DE LA CASA DE LAS ACADEMIAS

La Casa de las Academias, sede de la Academia Dominicana de la Lengua, de la Academia Dominicana de la Historia y la Academia Dominicana de Medicina, fue remodelada tras un proceso de restauración y reacondicionamiento del local. Ese logro material fue el resultado de una gestión de la doctora Mu-Kien Adriana Sang Ben, presidente de la ADH cuya gestión logró el apoyo material del gobierno dominicano para la  reparación del edificio colonial, ayuda que canalizara el ministro administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta. El arquitecto Esteban Prieto, académico de la historia, dio seguimiento al remozamiento de la edificación.

En la obra del suscrito, El ánfora del lenguaje (Santo Domingo, ADL 2008, p. 18), se describe la casona colonial de las Academias con estas palabras: “La sede oficial de la Academia Dominicana de la Lengua, ubicada en un imponente edificio de concreto armado en la Ciudad Colonial de la capital dominicana, rotulado con el nombre de Casa de las Academias, comparte el inmueble con la Academia Dominicana de la Historia y la Academia Dominicana de Medicina. La fachada y el material con que está construido el edificio de la Casa de las Academias, ubicado en la calle Mercedes No. 204, con dependencias correspondientes a los dos niveles de que consta, obedecen a una estructura cuyo diseño es de inspiración colonial, con admirable valor histórico, ambiental, documental y técnico. Su actual función como alojamiento de la Casa de las Academias es esencialmente cultural y educativa. El estilo y la categoría del edificio, incluidos ciertos detalles -aljibe de ladrillo en su patio interior, hueco para Santa Bárbara, vertedero, pozo del patinillo, habitaciones contiguas- es una construcción de los primeros tiempos coloniales restaurada hacia el año de 1880, y su apariencia revela, entre otros elementos arquitectónicos, unas arquerías y su materia en piedra que sugieren criterios de comparación con otros importantes monumentos ubicados en la Ciudad Colonial de Santo Domingo.  Una visión en perspectiva de la fachada frontal del edificio revela el valor monumental que expone el período histórico de la época en que la edificación fue construida, así como el estilo republicano colonial que la caracteriza”.

Tras señalar algunas de sus características físicas, ofrece la siguiente descripción: “Su espaciosa contextura y variedad de elementos arquitectónicos causa especial deleite al contemplador por la sensación de amplitud en los gruesos muros encalados, de singular resistencia al paso del tiempo. Primero fue un fortín militar al servicio del gobernador de la Colonia en el siglo XVIII y continuó siéndolo durante la siguiente centuria, de acuerdo con las huellas de objetos encontrados en esas etapas del calendario. Aunque se combinan en el edificio los trabajos de construcción correspondientes a porciones históricas continuas y diferentes, la remodelación efectuada en los finales del siglo XIX por el Sr. Manuel María Gautier, integra y unifica sus características. Cuando este local se usó como residencia del Presidente Lilís, se modernizó según los gustos y modas al estilo francés y victoriano. Entonces aparecen en ella el balcón corredizo de su fachada y sus puertas y tragaluces labrados según la versión antillana de inspiración victoriana”.

Este director pondera el rol funcional del edificio de la Casa de las Academias: “Para la estructuración física de la construcción que aloja a las Academias se toma en cuenta su finalidad cimentada en el origen solemne que animaba ese concepto desde su nacimiento en la antigua Atenas, dedicada al cultivo de la filosofía y orientada primeramente por Platón, en la que se reunían sabios y pensadores, hasta llegar después a su amplia función, que es la de servir de albergue a la cultura general, a través de las actividades de escritores, historiadores, científicos, filólogos y literatos. Ejemplo sobresaliente de esta clase de institución es la Academia Dominicana de la Lengua, correspondiente de la Real Academia Española, con su lema “La Lengua es la Patria”. Esta corporación de académicos de nuestro idioma pondera y enaltece la función social, moral y espiritual de la palabra, mediante el estudio de la lengua y el cultivo de las letras para edificar la conciencia humana, habiéndose convertido en una de las instituciones culturales más importantes de la República Dominicana”.

Gracias a la iniciativa de los actuales dirigentes de la Academia Dominicana de la Historia fue posible el remozamiento de la Casa de las Academias, cuyos representantes y otros colegas de las tres corporaciones festejaron en un acto celebrado en el vetusto inmueble de la casona colonial.

Santo Domingo, ADL, 13 de junio de 2019.

ACADÉMICOS DE LA LENGUA EN LA FERIA DEL LIBRO EN MADRID

Los académicos de la lengua José Rafael Lantigua, Tony Raful Tejada, María José Rincón, Andrés L. Mateo, José Alcántara Almánzar, Adriano Miguel Tejada, Fernando Cabrera, Emilia Pereyra y Fausto Leonardo Henríquez participaron como ponentes en la 78Feria del Libro de Madrid 2019. Este año la República Dominicana fue el país invitado de honor en ese grandioso evento literario donde se honró a tres grandes figuras de las letras dominicanas: Pedro Henríquez Ureña, Juan Bosch y Marcio Veloz Maggiolo. La programación realizada tuvo lugar en el pabellón RD del recinto ferial, ubicado en el Parque del Retiro de la capital española.

Los temas que nuestros académicos prepararon versaron sobre Pedro Henríquez Ureña (Andrés L. Mateo), Juan Bosch (José Alcántara Almánzar), Marcio Veloz Maggiolo (Fernando Cabrera), el cuento dominicano (José Rafael Lantigua), crónica de un sicario (Tony Raful), poetas místicos (Fausto Leonardo Henríquez) y dominicanismos de nuestra lengua (María José Rincón). En las actividades poéticas participaron Tony Raful, José Rafael Lantigua, Mateo Morrison, Ángela Hernández, Basilio Belliard, Rosa Silverio, Alexis Gómez Rosa, Soledad Álvarez y Minerva del Risco. La periodista y narradora del Grupo Mester de la Academia Dominicana de la Lengua, Emilia Pereyra, escribió la crónica de las ponencias; y el cuentista, ensayista y académico de la lengua, José Alcántara Almánzar, presentó su libro Hijos del silencio con ensayos literarios sobre autores dominicanos, entre ellos los académicos Héctor Incháustegui Cabral, Manuel Rueda y Marcio Veloz Maggiolo.

Andrés L. Mateo resaltó el influjo del humanista dominicano Pedro Henríquez Ureña en Hispanoamérica y España. Nuestro estudioso de la obra del filólogo dominicano analizó varios de los libros de Henríquez Ureña, cuyo enfoque sigue influyendo en los estudios literarios. Andrés L. Matero dijo que si algún pensador concitó una gran cantidad de temas de la vida espiritual de América fue Pedro Henríquez Ureña, con lo que enfatizó el impacto cultural del humanista dominicano en Hispanoamérica.

En su conferencia sobre el filólogo dominicano, el escritor y académico dijo que la erudición del notable humanista procuró la búsqueda de la propia expresión. Al respecto, manifestó: “Los temas sectoriales que abordó, como en el poema de Jorge Manrique, eran pequeños ríos que iban a dar a la mar de esa angustia inaguantable de los intelectuales del siglo XIX americano, por definir las características de su expresión cultural”. Ponderó un libro canónico del filólogo hispanoamericana: Seis ensayos en busca de nuestra expresión, publicado en Argentina en 1928, la obra que le dio mayor fama literaria a Pedro Henríquez Ureña. Dijo que esa obra propició la búsqueda de las manifestaciones que afincan un universo propio, “las particularidades sobre las que estas nuevas tierras edificarán su aporte”, agregó. Y añadió que en 1925 Henríquez Ureña escribe su muy reconocido ensayo “El supuesto andalucismo de América”, que apareció en los Cuadernos del Instituto de Filología y publicó en Buenos Aires, con el título de El problema del andalucismo dialectal de América. Comentó que ese tema coloca a Pedro Henríquez Ureña “en un sitial preponderante en los estudios lingüísticos americanos”. Mateo citó a Amado Alonso, quien dijo: “A Pedro Henríquez Ureña cabe el honor de haber sido el primero en plantear la interpretación genética de los principales caracteres del español americano sobre bases realistas y críticas, sin los prejuicios impresionistas que lo daban como mera prolongación del lenguaje de los andaluces; y el primero también en describir y ordenar la complejidad regional del español en América”. Mateo fue presentado por nuestra académica Emilia Pereyra, la prestigiosa narradora galardonada este año con el Premio Nacional de Periodismo.

Entre los dominicanos que han colaborado en la confección del Diccionario de la lengua española y los demás códigos lexicográficos, gramaticales y ortográficos del español figuran Mariano Lebrón Saviñón, Ramón Emilio Reyes, María José Rincón, Fabio Guzmán Ariza, Rafael González Tirado, Ricardo Miniño Gómez, Rafael Peralta Romero, Manuel Núñez Asencio, Manuel Matos Moquete, Manuel Campos Navarro, Ruth Ruiz, Domingo Caba, Roberto Guzmán Silverio y Bruno Rosario Candelier.

El español dominicano, como variante dialectal del español de América, tiene la particularidad de haberse implantado por primera vez en el Nuevo Mundo, y con el paso del tiempo generó nuevas voces y expresiones que en el plano léxico y su vertiente semántica enriquecieron la lengua española, como han enfatizado varios estudiosos del español dominicano y la Academia Dominicana de la Lengua.

En las diferentes jornadas literarias de la Feria del Libro en Madrid hubo ponencias, coloquios y charlas sobre temas históricos, políticos, sociales, literarios, lingüísticos, musicales y místicos en talleres, conciertos, teatro, recitales de poesía, presentación de libros y exposición fotográfica con la intervención de un centenar de intelectuales, escritores, académicos y colaboradores dominicanos. El experto en organización de eventos José Rafael Lantigua suma un nuevo lauro a su valiosa obra intelectual.

La presencia dominicana en la Feria del Libro en Madrid constituyó una exaltación de las letras y los escritores dominicanos en ese singular acontecimiento cultural, que nuestro académico organizó con el auspicio del embajador de la República Dominicana ante el Reino de España, Olivo Rodríguez Huertas, y la colaboración de las poetas dominicanas Soledad Álvarez y Minerva del Risco.

Madrid,11 de junio de 2019.

ACADÉMICOS DOMINICANOS EN LA COMISIÓN DE ASALE

En las circulares de mayo del presente año, el secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), don Francisco Javier Pérez, comunicó la presencia de los académicos dominicanos Fabio Guzmán Ariza y Roberto Guzmán Silverio en la Comisión Permanente de ASALE ante la Real Academia Española.

La comunicación de la secretaría general reza así: “La Comisión Permanente de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) finalizó el 24 de mayo las sesiones correspondientes a este curso. Las reuniones, iniciadas el pasado 7 de marzo, han estado dedicadas principalmente a la preparación de materiales de sus respectivos países para el Diccionario fraseológico panhispánico. Según los estatutos de la ASALE, la Comisión Permanente es el órgano ejecutivo de gobierno y de coordinación entre las veintitrés academias. Está constituida por el presidente de la Asociación, Santiago Muñoz Machado; el secretario general, Francisco Javier Pérez; el tesorero, Manuel Gutiérrez Aragón, y al menos dos vocales de las academias asociadas, designados por turno de rotación. Los vocales para este curso académico han sido Esther González Palacios, secretaria general de la Academia Paraguaya de la Lengua Española; María Auxiliadora Rosales, secretaria de la Academia Nicaragüense de la Lengua;  Fabio J. Guzmán Ariza y Roberto E. Guzmán, académicos de la Academia Dominicana de la Lengua.  Durante la sesión de clausura, presidida por el director de la RAE, el secretario general de la ASALE destacó la intensa labor de los académicos americanos. Según Francisco Javier Pérez, “la Comisión Permanente ha cumplido todos sus objetivos, tanto administrativos como académicos”. El secretario ha hecho hincapié en el gran esfuerzo de la Comisión, ya que, “además de la revisión de materiales para el diccionario, ha trabajado en la colección Clásicos de la ASALE”.

Los académicos dominicanos Fabio J. Guzmán Ariza y Roberto Guzmán viajaron a Madrid, en marzo y abril de este año, respectivamente, para integrarse como vocales de la Comisión Permanente de ASALE. Guzmán Ariza participó en el mes de marzo, y Roberto Guzmán durante los meses de abril y mayo del cursante año.

La Comisión Permanente comenzó sus sesiones de trabajo el 7 de marzo de este año en la sede oficial de la ASALE, situada en la casa de la Real Academia Española, calle Felipe IV, número 4, de Madrid. La reunión fue presidida por Santiago Muñoz Machado, director de la Real Academia Española (RAE). El secretario general, Francisco Javier Pérez, explicó que los objetivos principales de la comisión para el año en curso eran la revisión de la planta del Diccionario fraseológico panhispánico y la elaboración de la edición del año de la colección Clásicos de la ASALE. Esa edición le corresponde al director de la ADL, quien ya entregó el libro Seis ensayos en busca de nuestra expresión, de Pedro Henríquez Ureña, con un estudio sobre dicha obra.

Los académicos hispanoamericanos asistieron a las distintas comisiones a las que fueron designados para la preparación de la vigesimocuarta edición del diccionario académico, que se celebran todos los jueves. Guzmán Ariza fue asignado a la Comisión de Ciencias Sociales, en la que compartió tareas con Víctor García de la Concha, exdirector de la RAE, y los académicos españoles Juan Luis Cebrián, Soledad Puértolas y Santiago Muñoz Machado. El pleno de la RAE revisa los trabajos lexicográficos.

Durante su estancia en Madrid, Fabio Guzmán Ariza y Roberto Guzmán Silverio y los demás académicos hispanoamericanos recibieron el apoyo continuo del personal administrativo de la RAE en relación con sus necesidades académicas y personales. También fueron llevados a distintos lugares de interés, como el Centro de Estudios de la RAE y ASALE, situado en un edificio distinto al de la sede central, donde fueron recibidos por la jefe de estudios de la Escuela de Lexicografía Hispánica (ELH). También visitaron el Departamento de “Español al día”, las oficinas del Diccionario panhispánico del español jurídico y el Departamento del Nuevo diccionario histórico de la lengua española, cuyo director, el académico José Antonio Pascual, les mostró cómo se trabaja en la redacción del diccionario, quien aprovechó la presencia de los académicos dominicanos para ponderar, de manera especial, la efectiva colaboración de la Academia Dominicana de la Lengua en las labores del diccionario.

Roberto Guzmán trabajó sobre la base de datos de la fraseología chilena, labor que culminará en un diccionario de fraseología americana. En esa labor continuó lo que ya había comenzado Fabio Guzmán Ariza. Para los comisionados dominicanos fue una tarea grata, pues contaban con el Diccionario fraseológico del español dominicano.

Durante su estadía en España, Roberto Guzmán tuvo la oportunidad de asistir a la entrega del Premio Cervantes en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, acto que contó con la presencia de los Reyes de España y las autoridades de la RAE. También tuvo la oportunidad de realizar una visita guiada a la casa que fuera la residencia de Ramón Menéndez Pidal. Esta visita fue la ocasión para poder admirar la ingente labor desplegada por ese grandioso filólogo español. Asimismo pudieron disfrutar de un viaje a San Millán de la Cogolla y visitar los lugares memorables para la historia de la lengua española. Igualmente participaron en el Seminario Internacional de Diccionarios Históricos del Español, organizado por el Centro Internacional de Investigación de la Lengua Española.

En varias ocasiones los citados académicos dominicanos participaron en las reuniones de la Comisión Permanente de ASALE. En una de ellas se trató el tema de la posible incorporación de la Academia Judeo Español a la Asociación de Academias de la Lengua Española. Roberto Guzmán colaboró en la docencia del Instituto de Lexicografía, al impartir una cátedra a los estudiantes sobre la confección de los diccionarios de la ADL. El tema de su intervención fue “Pasión por la lexicografía”. En su informe al director de la ADL, el académico dominicano radicado en Miami ponderó el aprendizaje que significó su participación en esas labores ante la Real Academia Española en Madrid.

Los citados académicos dominicanos, Guzmán Ariza y Guzmán Silverio, agradecieron la confianza que la dirección de la ADL depositó en ellos para representar a la Academia Dominicana de la Lengua ante la RAE.

Madrid, 3 de junio de 2019.

CONVERSATORIO CON LA POETA JOSANNY MONI

En la sesión del Taller literario Pedro Mir, el director de la ADL presidió un conversatorio con la poeta y comunicadora michense Josanny Moni.  La actividad tuvo como objetivo conocer algunos aspectos de la vida y la obra de la joven escritora.

Al inicio del conversatorio, indagué sobre la percepción que de sí misma tiene la poeta michense Josanny Moní. Sobre ese aspecto comentó que le gusta describirse como una florecita silvestre, porque le atrae mucho la naturaleza: “La mirada hacia dentro es la mirada más difícil, porque desde siempre nos han enseñado a mirar hacia afuera. Mirando hacia adentro puedo decir que soy como un cono de hilo que tiene muchas vueltas y que a veces para llegar al inicio hay que hilar mucho, mover mucho el hilo para que se vea. A pesar de que escribo, no me considero una persona que tenga grandes virtudes ni nada por el estilo. Yo sencillamente siento, y de lo que siento, tengo la necesidad de escribir. En ocasiones es como si fuera un mar que a veces retorna y que si no lo canalizo, entonces se vuelve un tanto tormentoso”.

Más adelante, cuestioné sobre el momento en que la poeta descubrió su talento para la creación literaria, a lo que ella contestó que escribía desde niña, pero lo hizo entonces lo considera poco trascendente. Y no fue hasta que comenzó a escribir su libro Musa cuando tomó en serio la escritura. Cuenta que sus amigas la motivaban a que publicara: “Llegó a un punto en el que yo empecé a creerme que era posible que lo publicara, así que un día me armé de valor y recopilé todos mis poemas y los publiqué”.

Además contó que un día una persona que sabía que ella escribía le refirió que pensara en su  compueblano, el escritor y académico Rafael Peralta Romero, para el prólogo de su libro. A partir de ese momento comenzó a interactuar con este gran maestro: “Yo creo que un ejemplo de eso es el hecho de que yo esté aquí hoy, porque cuando él leyó mis poemas, me dijo que yo tenía una vocación interiorista y yo no conocía el Interiorismo. Él me dijo que quería llevarme a los encuentros literarios de ese movimiento de escritores. Me había invitado en varias ocasiones y yo no había podido asistir hasta que un día pude hacerlo y fui. No he dejado de ir desde entonces”, manifestó.

Por otro lado, Rosario Candelier le pidió a Moni que les dijera a los participantes en qué consistía, en su caso particular, la inclinación de su sensibilidad hacia la naturaleza y, sobre todo, qué le ocurre cuando entra en conexión con el alma de lo viviente, y explicó que la naturaleza para ella es como un motor que la lleva a poder conectarse con ella misma, y si tuviera que decir que desde cuándo y cómo se ha dado, no sabría decirlo.

También habló de su conexión con las estrellas, que siempre han despertado en ella una sensibilidad que es como si estuviera en el espacio físico: “Sencillamente pueden ser las estrellas o puede ser el simple contacto con la naturaleza o con las plantas, con el bosque, con la playa, con los mares, y es como si al estar en ese contacto yo me fuera llenando de algo y siento una necesidad de poder comunicarlo. No tengo muchas personas a las cuales les pueda hablar de esto, así que lo que puedo hacer es escribir mis vivencias a partir de mis intuiciones, como hemos aprendido en los encuentros del Interiorismo”. La poeta leyó algunas de sus creaciones de Musa: “Al verde, mi alma”, “Voces” y “Reflejos”.

Expresé que “esa creación así revela automáticamente que no es producto de una reflexión intelectual sino que es la expresión de una vivencia genuina, prístina y auténtica, y plasmar eso, es lo que convierte en escritor a quien da ese testimonio”.  Exhorté a la poeta a seguir esa ruta creadora.

Santo Domingo, Biblioteca Juan Bosch, 21 de mayo de 2019.

ENCUENTRO LITERARIO CON ACADÉMICOS Y ESCRITORES DEL CIBAO

Una delegación de la Academia Dominicana de la lengua, del Ateneo Insular y Arte Vivo de Santiago, celebraron un encuentro literario con académicos de la lengua, escritores interioristas y poetas de Cibao en el Centro de Espiritualidad San Juan de la Cruz, ubicado en Lajas de El Caimito, provincia de La Vega. Luego de la introducción a cargo de Bruno Rosario Candelier, los escritores disfrutaron de tres sesiones de estudios sobre creación poética y narrativa: Miguel Ángel Durán abordó el poemario Monedas de luz, del poeta vegano  William Acevedo Fernández; Miguel Solano presentó un estudio de la obra de la escritora de Samaná, la narradora Marcia Castillo,  Solo voy por café; y esta misma autora presentó el libro de cuentos Pesadillas, del vegano Alfredo Rafael Hernández.

La sesión de la noche se inició con la presentación de  “Ángel”, composición musical de Miguelina Medina, inspirada en el poema de Miguel Ángel Durán. La pieza fue interpretada al violín por Nicole Polozhaev, y fue declamado por Luis Quezada Pérez.

Luego se expusieron dos estudios sobre la obra poética del académico Fernando Cabrera, quien recibió un reconocimiento de la Academia Dominicana de la Lengua por sus méritos lingüísticos y literarios y su aporte al estudio de la lengua y el cultivo de las letras. Luis Quezada, en su hermenéutica teológica, explicó “el imaginario tradicional que tenemos del Apocalipsis de catástrofe, de destrucción, de fin del mundo, de miedo, de terror”. Dijo que si hay un libro que es el evangelio de la esperanza es el Apocalipsis: “El meollo de su contenido se puede resumir así: a pesar de la monstruosidad y la bestialidad del mal que padecemos en la historia, nos dirigimos hacia el triunfo del bien, la verdad, la justicia y el amor y la vida en plenitud”. Y Bruno Rosario Candelier presentó un estudio sobre las voces del poemario de Fernando Cabrera, a propósito de este tema presentado en este encuentro literario que tuvo hermosos testimonios  sobre la obra de los interioristas. Para el narrador Nikolay Polozhaev, la creación literaria “es una de las grandes motivaciones que yo tengo en la vida”; y Fernando Cabrera subrayó “que desde unos 10 años para acá Bruno Rosario Candelier se ha convertido en un padre espiritual para mi producción literaria, y en estos años hemos venido creciendo como escritores amigos y la verdad que agradezco su valoración de mi obra, como la de Luis Quezada, cuyo abordaje literario me sorprendió”.

Al respecto, Fernando Cabrera recomendó la lectura de La creación mitopoética, de Rosario Candelier, de la cual dice que  es “la mayor lectura del mejor poema dominicano y el mejor ensayo que se ha hecho sobre Yelidá, de Tomás Hernández Franco”.

En la sesión dominical se leyeron y comentaron narraciones literarias de Marcia Castillo, Aracelis Mena, Miguel Ángel Durán, Rafael Hernández, Nikolay Polozhaev, Andrés Ulloa,  Miguel Solano y Rafael Peralta Romero.

Centro de Espiritualidad San Juan de la Cruz, ADL/Ateneo Insular/Arte Vivo, 18 de mayo de 2019.

 

PRESENTACIÓN DE LA NOVELA EL SORATO DE MAGDALA

La novela epistolar de inspiración bíblica, El Sorato de Magdala, de Bruno Rosario Candelier, se presentó en el marco de la XXII Feria Internacional del Libro, en la Ciudad Colonial de Santo Domingo ante la presencia de académicos de la lengua, intelectuales nacionales, escritores extranjeros y un público interesado en la narrativa literaria.

Esta novela de inspiración bíblica, que forma parte de la colección “El ciervo vulnerado” del Ateneo Insular y el Movimiento Interiorista, fue presentada por los intelectuales dominicanos Laura Gil y Luis Quezada. El Sorato de Magdala da cuenta en siete apartados de la relación amorosa de una pareja dominicana mediante cartas que intercambian entre Palo Seco y Pedregal, parajes de procedencia de los protagonistas de la ficción. La trama de la novela, vinculada a la pareja bíblica de Jesús de Nazaret y María de Magdala, relata una relación de amor sagrado, según la vivió la pareja criolla de esta obra de ficción entre Aurora y Barranco, plasmada en esta novela epistolar del director de la Academia Dominicana de la Lengua, que el Ateneo Insular pone a disposición de los lectores.

  El pabellón de FUNGLODE en la 23 Feria Internacional del Libro fue el escenario donde se presentó la nueva obra del Dr. Rosario Candelier, El Sorato de Magdala: “La historia que en esta novela se cuenta está vinculada a dos parejas: una cibaeña y la pareja clásica del Cristianismo, Jesús y María Magdalena. La relación espiritual que hubo entre Jesús y María Magdalena, como la que hubo entre la pareja cibaeña, es lo que se plasma en esta novela”, explicó el autor al introducir la actividad académica.

El teólogo mocano Luis Quezada en su intervención señaló que ningún escritor había sacado en un momento más preciso y oportuno una novela como esta, El Sorato de Magdala, que desde su propio título evidencia la creatividad literaria del autor, puesto que la palabra “sorato” es un invento de la capacidad lexicográfica de Bruno Rosario Candelier.

Al referirse al argumento de la obra, explicó que esta se remonta a los orígenes del Cristianismo y se va a la primera pareja de la cristiandad del siglo primero, que son María Magdalena y Jesús de Nazaret, y la enlaza con una pareja de campesinos mocanos: Aurora y Barranco, de Los Bueyes de Villa Trina. Esta novela epistolar, que se estructura en 82 cartas entre los protagonistas: “La magia está en hacer la primera novela epistolar, y en segundo lugar, hacerlo con una técnica, una agilidad y creatividad literaria que yo les pago a ustedes si leen la primera carta y no les da seguidilla”, expresó Luis Quezada.

Destacó en la novela tres elementos esenciales: “Hace uso del cauce literario más profundo en la literatura dominicana como es el Interiorismo, que ha trascendido las fronteras de la dominicanidad, y ha llegado a otro plano. En segundo lugar, Rosario Candelier ha rescatado conceptos vitales: la dimensión mítica, metafísica y mística en la creación literaria. Y tercero, en esta novela se disfruta el cauce místico del Interiorismo”.

En su valoración, Luis Quezada manifestó que la novela se publicó en el momento oportuno para reivindicar a María Magdalena, que la hicimos invisible. En El Sorato de Magdala, María Magdalena es la mujer que hoy estamos reivindicando para reivindicar una muchedumbre invisible durante 2000 años que existe en la Santa Madre Iglesia Apostólica: las mujeres”. Hizo alusión al cuadro de La última cena de Leonardo da Vinci, en el que destacó al personaje que asoma su oído al pecho de Jesús, quien se presume es María Magdalena. A esto añadió que Jesús no solo no se separó de las mujeres, sino que las hacía llegar a Él como sus discípulas. El pensador y analista compartió sus conocimientos sobre María Magdalena con el fin de esclarecer la realidad, dejando atrás los prejuicios: “A María Magdalena, a pesar de haberla hecho invisible, la hemos desacreditado diciendo que era el “cuero” más grande del siglo primero, pero en ninguna parte de la Biblia se dice que María Magdalena era prostituta. Ella vivía en Magdala que queda en la parte occidental del lago de Galilea, y es verdad que en Magdala había mucho tráfico comercial y mujeres de vida alegre, y hoy biblistas e historiadores del siglo I coinciden en que María Magdalena vivía de salar pescado.

El teólogo expresó que Bruno Rosario Candelier, además de El Sorato de Magdala, es el autor de las novelas El sueño era Cipango y El degüello de Moca, de las cuales comentó que tienen en común un carácter genesíaco porque las tres hablan de tres orígenes relevantes: “Bruno es un novelista de los orígenes; es un novelista genesíaco. Las tres son novelas genesíacas: El sueño era Cipango aborda el origen de nuestra dominicanidad; El degüello de Moca aborda los orígenes de la Mocanidad a partir de aquel hecho trágico que ocurrió el 3 de abril de 1805, cuando pasaron las tropas de Cristóbal y Dessalines, y asolaron la ciudad de Moca en el templo de Nuestra Señora del Rosario, donde hicieron una masacre dentro del templo. Y en El Sorato de Magdala va a los orígenes del Cristianismo”.

Quezada expresó su identificación con el Interiorismo, movimiento literario fundado por Bruno Rosario Candelier. Ponderó la trascendencia cultural de esta tendencia estética, pues alega que ha rescatado tres valores culturales que han sido diluidos y puestos a la sombra de una sociedad “modernista”. A esto añadió que la modernización, como un elemento sintético que ha incorporado la sociedad para seguir una corriente que induce al pensamiento colectivo basado en la lógica y la razón: “El Interiorismo ha rescatado la dimensión intuitiva contra el pedestal de la diosa razón. El Interiorismo está rescatando la dimensión mítica, metafísica y mística de la conciencia”. Compartió ‘el camino existencial’ que puso en perspectiva el ideario interiorista de la creación, luego de extraer las palabras que componen los siete apartados de la novela, ya que el trasfondo de la obra es un resultado que proviene del inconsciente del autor, quien había dicho que un creador se expresa de una manera inconsciente, porque es del inconsciente proceden las imágenes y los conceptos que canalizan grandes verdades. Dijo que si se leen con atención los siete apartados de la novela, que son encuentro, revelación, derrotero, propósito, transformación, destino y determinación, se comprenderá el sentido profundo de esta obra. Enfatizó que el autor ha diseñado en esas siete palabras un camino existencial que yo lo expresé en esta frase: “La vida es un encuentro donde se produce una revelación entre dos o más personas y deciden transitar juntos un derrotero, fraguando para ello un propósito que les permitirá experimentar una transformación que marcará su destino si lo viven con verdadera determinación. Y Bruno ha diseñado con esas siete palabras un verdadero camino existencial”.

Cuando Laura Gil inició su participación como presentadora de la novela hizo la observación de que los escritores, a menudo, utilizan los personajes de sus novelas como un medio de proyección. Explicó que Barranco expresa dimensiones terrenales y Aurora hace alusión al sentido figurativo del génesis: “Son muy significativos los nombres, no sé si fue de una forma deliberada o inconsciente. Barranco nos evoca algo profundo, pero también terrestre, y la aurora relaciona a la mujer con el origen y la maternidad. He notado que en el comienzo de los capítulos hay una alusión a la naturaleza y al momento del día. Hay mucho vocabulario relacionado con el tiempo en una novela en que los arquetipos platónicos, que existen más allá del tiempo, se encarnan en estos personajes. Se habla del crepúsculo o de la aurora, o es el crepúsculo o el comienzo del día, y también la naturaleza aparece, no en el sentido que traen los textos del Romanticismo, sino con el tiempo, con la mujer, las religiones antropológicas con las diosas madre en el culto de la fertilidad y la naturaleza”.

La destacada crítica de arte hizo un análisis de la yuxtaposición entre emociones distintas que nacen de un mismo sentimiento: el amor sacro y el amor profano. En una disyuntiva emocional a través dela cual encarna la presencia femenina en la novela: “Nos vamos a encontrar con algo que presenta una oposición: el amor sacro y el amor profano. La joven está pensando en consagrarse a una institución, el Sorato de Magdala, que me recuerda el Priorato de Sion. Sorato viene de soror, que significa ‘hermana’: es una hermandad femenina, y ella está oscilando entre darle cumplimiento al amor humano o consagrarse al Sorato que exige de ella servir a través del amor y tratar de alcanzar la santidad”.

La catedrática dominicana puso en perspectiva el lenguaje como un fenómeno singular en la esencia de la creación, que en la lírica expresa el poder energético que evoca la palabra, proporcionando un medio tangible a nuestros sentidos, y más aún cuando se trata de un lenguaje poético, pues cuando proviene de sus palomas mensajeras son el resultado de un eco que hace consonancia con nuestra existencia física y todo lo que nos rodea; son expresiones del medio circundante que se comunican sin palabras: “Aquí los contrarios se trascienden, se hermanan, y la dicotomía inicial que le da carácter a un mundo encarnado se trasciende y en la eternidad se hacen uno”, subrayó Laura Gil.

La intervención de la profesora dominicana profundizó el sentido de la novela.  Expresó la destacada intelectual que El Sorato de Magdala es una novela en donde no solo vemos la interacción de los personajes, sino que a través de esa interacción epistolar se evidencia una serie de ideas donde encontramos referencias desde los postulados del Movimiento Interiorista, concebido y liderado precisamente por el autor, hasta lo que es la tradición de la estilización del amor en la cultura occidental, con alusiones a las características del amor, según la visión del Platonismo y el Neoplatonismo, y también hay que relacionarla con el contexto contemporáneo, y con la importancia que ha cobrado la mujer en el siglo XX.

La expositora y crítica literaria señaló que la estructura de la novela del doctor Rosario Candelier cumple con todas las características que requiere el género novelesco, y al mismo tiempo es una especie de manifiesto de los valores que defiende y cultiva el Interiorismo, y una reflexión sobre lo que es el amor en Occidente, con el juego de lo masculino y lo femenino en la cultura occidental. La especialista en arte, filosofía y literatura, a partir de la significación que para ella tienen los nombres de los personajes, se interesó en conocer si el autor los había empleado de una forma deliberada o inconsciente, pues según ella, Barranco nos evoca algo profundo pero también terrestre, y Aurora hace alusión a la relación de la mujer con la naturaleza, los orígenes y la maternidad.

Al ponderar la calidad de la novela de Rosario Candelier dijo que este es un libro lleno de referencias literarias, donde aparece la alusión a la conciencia, la sensibilidad y la belleza. Entre las referencias literarias, expresó el influjo de la poesía de Rainer María Rilke. Subrayó que la exaltación de la vida humana está en el lenguaje, porque al ser invisible el sentido de las cosas y convertirlo en poesía, llevándonos a su esencia, captamos su carácter profundo, que es perdurable:“ Entonces la transición del tiempo a la eternidad es posible a través del lenguaje y, sobre todo, del lenguaje poético que no es más que una expresión de ese soplo del espíritu que toma la forma del amor”, sentenció Laura Gil.

El autor de El Sorato de Magdala explicó el contenido y la forma de l novela: “La historia narrada en esta novela epistolar, vinculada con María Magdalena, fusiona realidad y ficción a través de una relación amorosa con implicaciones morales, estéticas y espirituales. La dramática experiencia de una mujer de nuestro tiempo, por la circunstancia espiritual que la iluminó, fue redimida de un oscuro pasado cuya culpa expió transformando su conciencia y consagrando su vida a un ideal de servicio a la iglesia que el divino galileo fundó para la redención de la humanidad. La experiencia que marcó la vida de la heroína bíblica la vivió la protagonista criolla de esta novela, que el narrador recrea en cartas compartidas en las cuales aflora una visión espiritual y el sentimiento del amor tras el impacto de una experiencia cardinal y la determinación de una mujer que se enroló al movimiento religioso del Sorato de Magdala como entrega de una transformación. Entre disquisiciones intelectuales, estéticas y espirituales fluye una onda mística que atraviesa la narración de la novela, que se suma a la novelística dominicana de corte bíblico, en la que se alternan el amor, la filosofía, la historia, la estética y la espiritualidad, que el arte del novelar fecunda y potencia, abriendo un nuevo cauce a la novela histórica, mística y bíblica. En El Sorato de Magdala se entrecruzan una historia de amor, el personaje bíblico de María Magdalena y una visión mística del mundo bajo la inspiración del ideario estético del Interiorismo. Esta obra fictiva, que se remonta a los orígenes del Cristianismo, contrasta el sentimiento que desmaya los sentidos a favor del crecimiento de la conciencia trascendente. Al expresar la protagonista su reacción ante la demanda del amor humano (“Cuando tú y yo nos besamos, yo te besé con el sentimiento del amor sagrado, mientras tú me besabas con el fuego de la pasión carnal”), enfatiza el sentimiento de la ternura en un lenguaje diáfano, que el narrador comparte a la luz de sus intuiciones y vivencias, alternándose el amor erótico y el amor sagrado, que el autor formaliza a través del género epistolar en esta novela histórica de inspiración mística, interiorista y bíblica”.

A esta actividad de la Academia Dominicana de la Lengua, el Taller literario “Pedro Mir” y el Ateneo Insular asistieron los académicos José Enrique García, Juan José Jimenes Sabater, Rafael Peralta Romero, Sérvido Candelaria, Miguel Solano, fray Jit Manuel Castillo y Ruth Ruiz, así como la subdirectora  de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española, la poeta y ensayista Luce López-Baralt y el novelista boricua y numerario de la APL, Arturo Echavarría, ya que Puerto Rico fue el país invitado a la 23a FIL 2019. También asistió la directora de la Biblioteca Juan Bosch, Aída Montero, y una delegación de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra.

Santo Domingo, Feria Internacional del Libro, ADL/Taller literario Pedro Mir/Ateneo Insular, 3 de mayo de 2019.

PANEL DE LITERATURA DEL GRUPO MESTER DE LA ACADEMIA

Encabezado por su coordinador, el novelista y académico Manuel Salvador Gautier, los escritores que integran el grupo Mester de Narradores de la Academia Dominicana de la Lengua participaron en el panel titulado “La narrativa como recurso didáctico”, en el marco de la Feria Internacional del Libro, celebrado en la Ciudad Colonial de Santo Domingo.

Para albergar las palabras que expresaron los escritores de la ADL, la hermosa edificación colonial que es el Museo de las Casas Reales, dio aliento a los mensajes que resaltaban el rol que juega el significado de las palabras para hacer posible no solo el conocimiento de las cosas, sino para desarrollar el pensamiento, la capacidad de análisis y la creación de los hablantes inmersos en el proceso de aprendizaje. En ese tenor, el enriquecimiento léxico, el dominio del significado de los vocablos, así como la adquisición de una conciencia lingüística a través de la lectura de libros, constituyen los ejes centrales de las exposiciones de los académicos de la lengua.

Emilia Pereyra enfocó la lectura como la base para el dominio de una lengua: “La lectura es el fundamento que estimula y enriquece la imaginación del escritor”, dijo la novelista y académica, y reiteró que quien quiera aprender bien una lengua, escribir o expresarse con efectividad, debe explorar los mundos presentes en los libros.

Ángela Hernández inició su alocución invitando a leer con el propósito de enriquecer el léxico, pues el dominio de los significados de las palabras es esencial para entender y dominar la lengua, con miras a adquirir mayor calidad de aprendizaje del idioma, de manera que nuestras competencias comunicativas sean más desarrolladas y complejas: “La calidad educativa depende esencialmente del fomento de la lectura, pues no habrá revolución educativa, si no hay lectores que comprendan lo que leen y escriben, incluso, lo que escuchan”, enfatizó la charlista.

Rafael Peralta Romero ponderó las ventajas de la lectura para coadyuvar en la construcción de estructuras sintácticas adecuadas cuando los hablantes han de hacer uso de las palabras. Destacó el rol de la lectura en la conformación de mensajes coherentes, claros y precisos, lo cual contribuye a la cohesión y unidad, a la secuencia u orden lógico de las ideas que organizamos en un determinado discurso.

Saludó el hecho de que los libros usados para enseñar la lengua española hagan uso de textos literarios o expositivos, como una estrategia para que el estudiantado se apropie del orden adecuado en la combinación de las palabras en el plano morfosintáctico. Sin embargo, deploró que el estudiante solo pueda acceder a fragmentos de las obras, pues las editoras prefieren evitar el pago por derecho de autor, en caso de que incluyeran el texto completo, en menoscabo del alumno, quien pierde la oportunidad de disfrutar los textos.

Miguel Solano introdujo la nota distendida del panel con anécdotas jocosas para ilustrar su exposición, centrada en la necesidad de fortalecer la «conciencia lingüística» entre los hablantes. Es decir, incubar en el hablante el afán por conocer su lengua. Al destacar la importancia de la conciencia lingüística, insistió en el hecho de que cada usuario de la lengua debe manejarla eficientemente, pues debe adecuarse a las diversas situaciones de comunicación en las cuales se desenvuelve.

El impacto que las nuevas tecnologías provocan en el desarrollo lingüístico de los hablantes fue el tema abordado por Ofelia Berrido, con el propósito de llamar la atención sobre un fenómeno de la actualidad, la enajenación de la comunicación netamente humana para dar paso a la experimentación discursiva denominada “narrativa artificial”. Se preguntó si estamos ante esta realidad, porque en cierta forma existe el riesgo de perder la parte humana que deja su impronta en el producto artístico, ya que considera que esta literatura, creada por máquinas, basadas en un lenguaje donde predominan los algoritmos, en desmedro de los factores espirituales, axiológicos, éticos y emotivos, que son intrínsecos a la naturaleza humana, que la reducen a una data, podrían sumergirnos en un mundo angustiante, no liberador, como a la sazón ocurre con la creación artística, en tanto espejo del alma y pasión del artista. Berrido alertó sobre lo difícil que sería deslindar y mantener la imaginación activa, frente al avance de las máquinas y las posibilidades de manipulación de nuestro discurso que se pueden derivar del mal uso de las mismas. No obstante, reconoció las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías para acercar las distancias y el tiempo de comunicación entre los hablantes.

Manuel SalvadorGautier dijo que los pueblos nunca dejan de experimentar con el fin de ampliar sus conocimientos y resolver sus problemas de la manera más expedita posible. La ampliación de la cultura nacional proviene de dos fuentes, la nativa y la extranjera: “Para lograr la ampliación de la cultura tradicional con las fuentes nativas se identifican los elementos históricos y actuales que la integran y se determinan las maneras que pueden aprovecharse en beneficio de la comunidad. En la primera mitad del siglo XX, tres narradores iniciaron este proceso en nuestro país: Juan Bosch (Camino real, La mañosa), con su preferencia por contar las vicisitudes de la clase social más baja, logró que los dominicanos se sensibilizaran a sus penurias y entendieran que debían prestarles atención. Virgilio Díaz Grullón (Crónica de Alto cerro y Los algarrobos también sueñan) introdujo los temas psicológicos, los cuentos fantásticos y una crítica a la dictadura.  Y Manuel del Cabral (Compadre Mon) trató varios temas, desde el criollismo hasta el futurismo, en un despliegue de imaginación. Con ellos, la narrativa dominicana cubrió temas y motivos diversos, y comienza una trayectoria que alcanzó gran importancia con autores como Manuel Rueda (Papeles de Sara), Marcio Veloz Maggiolo (El buen ladrón La mosca soldado); Lupo Hernández Rueda (La generación del 48 en la literatura dominicana), y otros”.

Santo Domingo, ADL, 11 de mayo de 2019.

ENCUENTRO DE ACADÉMICOS Y POETAS EN EL CENTRO UASD-NAGUA

Un encuentro literario con académicos de la lengua, poetas interioristas y profesores del Centro-UASD de Nagua, así como dirigentes universitarios y estudiantes de letras, colmó de entusiasmo el teatro donde fue celebrada una hermosa jornada literaria.

Luis Quezada Pérez, teólogo, poeta y creador interiorista de Moca, presentó a los participantes y dio la bienvenida con emotivas palabras: “El encuentro con la literatura es siempre una experiencia mágica, sea con la lírica o con la narrativa, y por eso estos jóvenes deben sentirse privilegiados de haber venido esta mañana”. Agradeció la grata acogida de manera especial al profesor Juan Adelso Riveras, quien convocó este encuentro donde se abordó el cultivo de las letras mocanas, tema que este redactor presentó, de quien el maestro de ceremonias describiera como el mecenas literario de Moca, y citó las palabras de Juan Bosch sobre él: “Me parece un sueño que hoy contemos con críticos literarios como Bruno Rosario Candelier, que ha asumido la responsabilidad de estudiar la literatura dominicana con la dedicación científica y con conocimientos científicos”.

Al tomar la palabra sobre el aporte de Moca a la literatura dominicana, este servidor expresó que “lo que ha acontecido en Moca puede darse en las otras comunidades del país”, razón por la cual abordó los factores que hicieron posible el cultivo de las letras en esa ciudad cibaeña. Dijo que la alta literatura comienza en nuestro país al inicio del siglo XIX, y Moca participa con manifestaciones muy singulares que dieron vida y condiciones para que surgieran escritores. Dijo que algo que distinguía a Moca fue la existencia de bibliotecas públicas donde los mocanos iban a leer libros y grupos culturales para el estudio y la promoción del saber; y subrayó que donde hay una biblioteca la gente que lee recibe una orientación intelectual, moral y cultural. Añadió que un segundo aspecto que se dio en Moca fue la existencia grupos literarios en los que “los jóvenes se integraban para activar el poder de la creación, como se evidenció en el más grande poeta popular dominicano, como lo es el mocano Juan Antonio Alix, y el poeta socio-realista Octavio Guzmán Carretero, y la narradora sorprendida Aída Cartagena; y el poeta místico Freddy Bretón; y las creadoras interioristas Sally Rodríguez, José Frank Rosario y Carmen Comprés”. Al finalizar sus palabras, motivó a los presentes con su devoción literaria, expresando que “si hay una sola persona entre ustedes, que salga de aquí decidida a asumir la palabra y a cultivarse a sí misma, ya tiene justificación este encuentro, y sentido esta convocatoria”.

De inmediato la narradora mocana Kenia Mata Vega leyó su cuento “Resiliencia del inconsciente”, y leyó su creación la poeta mocana Carmen Comprés, “una ejemplar muestra del fruto de la tradición literaria de Moca, que ha  dado vida y continuidad con su talento”.

En este acto literario, la Academia Dominicana de la Lengua, de manos de este director, Bruno Rosario Candelier, y de los académicos Rafael Peralta Romero, Miguel Solano y  Alfredo Rafael Hernández, fueron testigos del reconocimiento otorgado a los cultores de la palabra en las personas de Rita Guzmán Ceballos, de Santo Domingo; Isidro Ventura, de Nagua; Marcia Castillo, de Sánchez;  Leopoldo Minaya, de Nagua; y de San Francisco de Macorís, Reina Lissette Ramírez. Víctor Saldaña y Juan Adelso Riveras. Este último, en sus palabras de clausura expresó: “Queremos agradecerles a ustedes su presencia, al grupo de poetas y académicos que esta mañana gloriosa nos acompañaron”. Enalteció a la poeta Carmen Comprés por su creación con la cual pudo disfrutar la exquisitez de su poesía, y añadió: “Como profesor entiendo que no podemos seguir enseñando poesía si no estudiamos y presentamos a poetas de la talla de Carmen Comprés”. Y acotó: “Conociendo a don Bruno Rosario Candelier desde hace tanto tiempo llegué al convencimiento de que solo el compromiso por la literatura, por la lengua, hace posible que en nuestro país podamos transitar por ese camino ansiado que es lograr los más altos niveles, sobre todo, en el manejo de la lengua”.

En la sesión de la tarde, los narradores Rafael Peralta Romero, Miguel Solano, Miguel Ángel Durán, Rafael Hernández, Marcia Castillo, Josanny Moní y Aracelis Mena leyeron sus cuentos. En la noche, ante poetas locales, presentaron estudios sobre la creación poética Bruno Rosario Candelier, Carmen Comprés, Kenia Mata Vega y Luis Quezada Pérez; y Leopoldo Minaya deleitó con su edificante y hermosa poesía.

Nagua, 23 de abril de 2019.