DIÁLOGO CON SÉRVIDO CANDELARIA EN LA ACADEMIA

En el taller de creación literaria celebrado en la Academia Dominicana de la Lengua, el director de la institución sostuvo un conversatorio con el intelectual y promotor cultural de Miches, el narrador, poeta y académico correspondiente Sérvido Candelaria.

Al iniciar el encuentro, Bruno Rosario Candelier pidió a Sérvido Candelaria que se autodefiniera, a lo que el poeta correspondió diciendo que “Sérvido Candelaria es un michero que nació el 28 de marzo de 1956 y la palabra que me gusta para definirme es solidaridad, vocación que despertó mi padre”.

El escritor señaló que todas las cualidades positivas que alguien puede ver en él fueron enseñadas por su padre, lo que le agradece eternamente; además fue uno de los pocos micheros aficionados de la literatura: “Él me proporcionaba la forma de leer en un pueblo donde no había biblioteca y quizás había dos o tres lectores”, agregó.

Contó que su primer contacto con la literatura fue a través del profesor Veda René González, cuando impartió una charla sobre el libro inmortal de Miguel de Cervantes, Don Quijote de la Mancha: “Esa fue la primera vez que escuché hablar de ese libro”, dijo.

Sérvido Candelaria refirió que fue alfabetizado por su papá, y su primer libro lo leyó en su casa. Hubo una antología poética fundamental en la gestación de su vocación literaria, titulada Titanes de la poesía universal. Expresó que le llamó la atención la forma diferente de cómo estaban escritas las cosas, a pesar de que ya había tenido contacto con otros libros como Corazón, la primera obra que leyó sin haber ido a la escuela.

Por petición del redactor de esta crónica, el poeta Sérvido Candelaria relató que cuando estaba en octavo grado encontró que podía escribir literatura: “El primer año de bachillerato, con una noviecita en la escuela, llegué a escribirle algunos acrósticos, pero no fue sino 30 años después cuando decidí dedicarme a escribir”.

Reveló que decidió escribir en el año 2002, tras haber pasado por un problema grave personal que lo llevó a ingresar por voluntad propia en un centro de rehabilitación: “En el año 2002, volviéndome loco, no sabía qué hacer, se presentó una actividad que patrocinaba la fundación de Miches, el hermano de Rafael Peralta Romero, quien fue mi compañero de estudio, y que era el presidente de esa entidad y teníamos contacto y él me dijo: ¿Por qué no te preparas algo de Miches para que lo presentemos en la cena de la fundación? Entonces me puse a escribir y en una semana hice un anecdotario y ahí comienza mi vida literaria en el plano de la creación”.

El escritor ponderó que después de haber salido de su proceso de regeneración social, duró un año en rehabilitación y publicó su primera novela como una tarea. Señaló que ese primer anecdotario y esa novela fueron la primera catarsis, que a modo de logoterapia le ayudó a superar su adicción.

Candelaria relató que cuando regresó ya definitivamente para instalarse en Miches, había conocido a Isael Pérez, quien lo invitó a un encuentro de escritores en La Romana, donde Bruno Rosario Candelier celebraba un encuentro literario con escritores del Interiorismo. Entonces conoció los lineamientos estéticos de ese movimiento literario, comenzó a tener contacto con los escritores y las obras  del Interiorismo y se dio cuenta de que eso era lo que él andaba buscando: “Ese encuentro me puso en contacto con la literatura y me dio mucho conocimiento. En realidad esa etapa no solo influyó en que yo fuera escritor, sino que hizo que me reencontrase con lo que yo aspiraba de niño, porque a pesar de que fui a la universidad a estudiar contabilidad, al cambiarme para administración, yo no estaba conforme, o sea, yo sabía que estaba haciendo eso por estar de acuerdo con lo que mi papá quería: sin embargo, se da un caso personal, que yo tengo que suspender la universidad y regresar a Miches, se convoca a la dirección regional de educación para que tome un examen que me iban a hacer, que asignara un profesor, yo participo y me escogen para profesor de literatura”. A partir de ese momento, viene la etapa de conocimiento de la literatura con rigor profesional, comentó el escritor.

Finalmente agregó que esa época lo puso en contacto por primera vez, desde un punto de vista crítico, con la literatura: “Decido escribir en el momento en que yo lo veo como un canal para revisarme, reorientar mi vida, hacer una profilaxis de mí mismo y reiniciar por un nuevo sendero”, expresó el académico.

Santo Domingo, ADL, 16 de julio de 2019.

 

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