JIMENES SABATER PRESENTA «EL LENGUAJE DE LA CREACIÓN»

El escritor, crítico literario y académico de la lengua Juan José Jimenes Sabater, que publica sus libros y ensayos con el pseudónimo de León David, y la novelista Kenia Mata Vega, presentaron el nuevo libro de Bruno Rosario Candelier, El lenguaje de la creación, en el Centro de Espiritualidad San Juan de la Cruz durante un encuentro literario con los miembros del grupo Mester de la Academia y los poetas interioristas del Ateneo Insular.

El escritor Jimenes Sabater, de la Academia Dominicana de la Lengua, y la narradora Mata Vega, del Ateneo Insular, abordaron desde sus respectivas ópticas intelectuales y estéticas esta nueva obra de Bruno Rosario Candelier, quien preside la ADL y el Ateneo Insular. La profesora y novelista mocana resaltó la condición de crítico y teórico literario del dirigente académico, que tiene una amplia labor de promoción lingüística y literaria para fortalecer el uso correcto de la lengua y el cultivo de las letras, y enfatizó que el autor de esta obra ofrece una orientación lingüística y literaria en diferentes escenarios e instituciones del país para incentivar la formación intelectual, estética y espiritual de los dominicanos.

En su valoración de esta obra, Mata Vega destacó: “El estudio de don Bruno resalta que la belleza y el sentido juegan un rol esencial en la vida interior de la conciencia y en la formación intelectual, estética y espiritual, puntualizando que lo importante de la belleza y el sentido es la actitud que asumamos ante las manifestaciones de las cosas”. En sus conferencias nuestro escritor resalta la belleza con sentido y pondera tres perspectivas diferenciadoras: la vertiente formal de la palabra, con su belleza conceptual y su dimensión trascendente. Ponderó la “Intuición del arte de la creación”, donde Rosario Candelier expresa que los hablantes ejemplares, que son los hablantes cultos, aparecen en el ámbito de la literatura entre poetas, narradores, dramaturgos, ensayistas, críticos literarios y en intelectuales que no son escritores, pero son hablantes ejemplar es que han estudiado la lengua y sus respectivos saberes en virtud de una conciencia intelectual. Y añade la escritora que este nuevo aporte literario constituye una invitación a sumergirse en los estudios literarios de un privilegiado cultor de la palabra, con una invitación a conocer a los escritores a quienes gentilmente dedica cada capítulo, y ponderó este planteamiento de la obra: “Todo símbolo proyecta enseñanzas en virtud de su contenido implícito, es decir, desde el punto de vista del lenguaje, el acto de hablar es un signo que representa lo que el que habla intenta expresar”. Mata Vega terminó su ponencia así: “Esta obra permite un acceso a la fuente de conocimientos que encarna don Bruno Rosario Candelier o, dicho de otro modo, lo que la mayoría de los aquí presentes deseamos ser cuando seamos grandes”.

En la disertación sobre El lenguaje de la creación, que transcribimos completa para nuestros académicos, Juan José Jimenes Sabater consignó: “Me sentí tocado por la pluma del ensayista”. Y enseguida desarrolló su brillante disertación con un convencimiento de la valoración que estaba presentando a los escritores presentes, que lo escucharon deleitados en su magistral exposición. Jimenes Sabater destacó del autor y filólogo de la palabra, Bruno Rosario Candelier, dos cualidades centradas en la lógica del pensamiento y la intuición creadora, canalizadas en el arte de la creación verbal.

Para el autor de esta obra el lenguaje verbal es una creación que asume una representación intelectiva de la realidad que intuimos, imaginamos y expresamos con las palabras que formalizan un léxico articulado a una forma con sentido. De igual modo, la capacidad asociativa de la inteligencia, que hace posible la comprensión del sentido, se vincula a nuestra capacidad lingüística en su dimensión imaginativa, estética y conceptual. Para la comprensión de la realidad el talento de nuestra mente se potencia con el conocimiento del vocabulario, la destreza sintáctica y la valoración del intelecto. Por esa razón, para el autor del libro el cauce de nuestra sensibilidad, la energía de nuestra conciencia y el fuero de nuestro lenguaje fijan el límite de nuestra comprensión de las cosas. El horizonte intelectual depende del dominio del léxico y el manejo de la sintaxis. De ahí el influjo de la palabra en la conciencia, la intuición y la creatividad.

El autor del libro consignó que la lengua funda nuestra visión cultural y constituye un poderoso argumento intelectual para justificar la tarea de quienes tenemos la misión de promover el estudio y la enseñanza de nuestra lengua con los principios de la sensibilidad estética y la conciencia espiritual. Desarrollar en los hablantes su capacidad para comunicarse con corrección, propiedad y elegancia mediante la palabra convierte al usuario de la lengua en un forjador de imágenes y conceptos que sirven para activar la inteligencia y atizar la intuición a favor del crecimiento del espíritu. Esa función de la palabra justifica la misión de la Academia Dominicana de la Lengua mediante el estudio de la lengua y el cultivo de las letras. Sostiene Rosario Candelier que desde la energía interior de la conciencia aflora un destello clarificador al fluir, con la verdad que edifica, la belleza que emociona y la sabiduría que inspira, la palabra ejemplar, esplendorosa y elocuente”. Los aplausos celebraron el deleite de las disertaciones de Kenia Mata Vega y León David.

La Vega, Centro de Espiritualidad “San Juan de la Cruz”/ADL, 10 de agosto de 2019.

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