ENCUENTRO LITERARIO EN EL CENTRO BELARMINO DE SANTIAGO

En una jornada literaria con académicos de la lengua y escritores dominicanos del Interiorismo, tuvo lugar una sesión de reflexión estética y lectura de poemas y narraciones, en la que Carlos García Lithgow leyó su cuento “La maletica de zinc”, de su libro Memorias del miocardio. El autor relató que sintió la necesidad de dejar plasmada su experiencia y “sobre todo la parte humana” de la angustia vital. Sobre la narrativa de García Lithgow, el poeta Tulio Cordero escribió que  este médico narrador no inventa una realidad ajena a su propia existencia: “Es el ser humano que ha vivido consciente y plenamente y que no escapa de la necesidad de contar lo vivido”.

Miguelina Medina presentó un estudio sobre el libro de cuentos de la narradora banileja Niurca Herrera,  Salto al cuento. Dijo que la autora “de su terruño ha nutrido sus creaciones que han han sido plena fuente de su inspiración”, y que en sus temas trata los problemas sociales. Expresó que la autora recoge “costumbres, creencias y mitos, con los que identifica a nuestra cultura ancestral: “Podríamos decir que los rescata con gracia y los aporta a los lectores y escritores”. Subrayó que Niurca Herrera utiliza los recursos descriptivos de la narrativa y los adjudica a los personajes con belleza en el lenguaje y valor de contenido, reflejando su sensibilidad estética hacia la naturaleza, la vejez y la infancia”. Niurca Herrera, presente en el encuentro literario, agradeció la valoración hecha a su creación narrativa. Dijo que desde siempre ha sentido pasión por la lectura. En su condición de deportista fue selección nacional de baloncesto por más de diez años y siempre dedicaba tiempo a la lectura y un día decidió “dar un salto hacia la literatura” dando forma a sus vivencias: “Cuando yo me siento a escribir es porque ya tengo la idea completa en la cabeza. Antes de sentarme a escribir yo sé cómo va a ser el desarrollo del cuento”,  expresó con entusiasmo la escritora sureña.

En la sesión dedicada al pensamiento, la estética y la creación poética, el teólogo Luis Quezada Pérez disertó sobre la concepción teológica de Orígenes de Alejandría. Expresó que Orígenes era un teólogo original, creativo y controvertido del Cristianismo. Comentóque “todavía en el siglo XXI estamos malinterpretando a un pensador del siglo III. Dijo que a Orígenes se le considera el padre de la exégesis bíblica. Y citaba su frase: “Al texto hay que ir con amor, humildad y la mente en blanco para extraer de él la sabiduría que viene de Dios”. Según Orígenes, la Teología tiene dos fuentes: la Vida y la Biblia. En la Escatología planteó la “apokatástasis”, es decir, la reconciliación de todo lo creado en Dios. Su tesis clave es esta: “Todo lo que existe, no dejará de existir y terminará en Dios, la fuente de donde procede y vuelve”. Y añadía: “Todo salió del Padre, por el Hijo, en el Espíritu Santo. Todo regresa en el Espíritu Santo, por el Hijo, al Padre. Su obra Hexaplas es un monumento a la exégesis, una sinopsis en las tres lenguas originales de los tiempos bíblicos (arameo, hebreo y griego). Ha sido valorado como un fino lingüista que puso la zapata en los métodos histórico-críticos. Dejó escrito medio millar de homilías. Para Orígenes el ayuno es una solidaridad con los pobres.

Bruno Rosario Candelier habló sobre el sentimiento de lo divino en el pensamiento de Jalil Gibrán. Explicó que este autor es  fruto de la siembra espiritual de Orígenes de Alejandría (184-253), y que Jalil Gibrán, nacido en el Líbano en 1883, fue uno de los místicos del Catolicismo oriental y también fue narrador, poeta y ensayista: “En su medio siglo de vida publicó una docena de libros donde revela lo Absoluto en sus obras. Dijo que los místicos se distinguen por un hondo sentimiento de valoración de lo divino que se traduce en una ponderación de lo sagrado, una empatía hacia todo y una identificación con lo viviente como signo y cauce de lo Eterno, vocación que canalizan en la búsqueda de lo Absoluto mediante la contemplación de fenómenos y cosas. Y expresan una mirada amorosa hacia todo con una genuina actitud afectiva y espiritual de comprensión y piedad: “Ese talante emocional, intelectual y espiritual lo reflejan los escritores místicos en sus cuentos, novelas, dramas, poemas, estudios y ensayos, como lo constatamos en las narraciones, poemas y reflexiones de Jalil Gibrán, así como en sus edificantes  parábolas literarias tan típicas de la cultura oriental”. La nostalgia de Dios se atiza ante el esplendor del Cosmos o ante el fulgor de la belleza que sacude nuestra sensibilidad y el fondo oculto de nuestra interioridad, expresó Rosario Candelier, y citó al poeta: “En lo profundo de mi alma/hay una canción sin palabras/una canción que reside/en la semilla de mi corazón./Se resiste a mezclarse con la tinta del pergamino” (“Canto del alma”, Jalil Gibrán).  La noche culminó con la lectura de creaciones poéticas de Josanny Moní, Willian Acevedo Fernández y Miguel Solano.  En la sesión de lectura y comentarios de cuentos los narradores Rafael Peralta Romero, Niurca Herrera y Aracelis Mena leyeron cuentos de su autoría y se ponderaron sus aciertos narrativos.

Santiago, Centro Belarmino, 15 de febrero de 2020.

 

PRESENTACIÓN DE LA NOVELA DE MONS. FREDDY BRETÓN

Monseñor Freddy Bretón, poeta y ensayista, se estrenó como novelista con su obra Los entresijos del viento, que presentaron en el Teatro Don Bosco los escritoresBruno Rosario Candelier, director de la Academia Dominicana de la Lengua; la novelistaKenia Mata Vega y el teólogoLuis Quezada Pérez.

Al abordar la dimensión histórica y geográfica de Los entresijos del viento, Luis Quezada dijo que esta novela tiene un sabor campesino salpicada de poesía espiritual. Explicó que en el distrito municipal de Canca la Reina se inició esta “sapiencial novela campesina” del arzobispo de Santiago. Comentó que la familia de apellido Bretón es una de las que tienen firmes raíces ancestrales y espirituales en la Mocanidad y que la destacada figura de Freddy Bretón hilvana una novela “con un tono jocoso y un salero criollo”. Esta novela se construye desde la estructura centenaria como expresión de plenitud y perfección que deleita. Añadió que el autor inserta 64 poemas suyos en la novela para darle un matiz estético al cuerpo del texto. “Freddy Bretón Martínez respira sanidad familiar”, expresó Quezada, ya que su narrativa es elocuente de la bendición que ha sido para él haber nacido en el campo mocano: “Esta novela constituye un verdadero vademécum de la existencia humana que transita movida por el viento superando las adversidades”, dijo el teólogo mocano.

En su análisis socio-psicológico de la novela, Kenia Mata Vega  resaltó el término “entresijo” del título. Dijo que constituye una invitación implícita a confirmar su significado pues forma parte del léxico popular campesino. Igualmente señaló que el subtítulo “sacude con un salto al tecnicismo y a la conceptualización del término ‘eólico’: “dejarse llevar constituye una fantasía de nuestra especie”, agregaba la psicóloga. Hizo alusión a esta frase de la novela: “Yo pude construir con la ayuda de los chicos mayores de mi vecindario un papalote cuyo objetivo fundamental era unir el cielo con el suelo”.  Dijo Mata Vega que  “desde la mitología hasta los superhéroes de las historias  narran figuras humanas con la habilidad de moverse como las aves”, y que esto es un “simbolismo que van de la mano en un concepto de libertad o de poder”. Concluyó expresando que “esta novela es una agradable invitación a seguir enredándonos en los entresijos del viento”.

Bruno Rosario Candelier disertó sobre la vertiente estética de Los entresijos del viento. Expuso que con esta obra Freddy Bretón “se suma al conjunto de creadores mocanos que han asumido la palabra para escribir una novela”. Dijo que en la tradición literaria de Moca  la novelística ocupa un puesto importante y que hay escritores mocanos que han escrito sobre temas vinculados a su historia y  el caso de monseñor Freddy Bretón lo confirma, ya que “asume la historia de su familia, la historia de su paraje, el caudal de las vivencias que han nutrido su sensibilidad y su conciencia para escribir una novela”, lo que le da vitalidad, autenticidad y verosimilitud a lo que escribe. Explicó el crítico literario que al decir que Freddy Bretón es un autor de novela, significa que hace una obra de ficción, puesto que la novela forma parte de la ficción: “La ficción implica en su contenido y significado una invención”. Aplicado este principio en la novela de Mons. Freddy Bretón no hay contradicción porque la obra “es una novela autobiográfica, una historia novelada, lo que indica que a los datos históricos auténticos que nutrieron su fabulación, tuvo que inventar algo”: “Lo primero que inventa el narrador es el lenguaje, porque el narrador de una novela,la sustancia que narra se lo da la realidad y eso lo recoge auxiliándose de la memoria”, lo cual fue imprescindible para escribirla ya que contiene muchos datos autobiográficos. Rosario Candelier resaltó que esto habla bien del autor ya que supo aprovechar lo que vivió y conoció desde su infancia, de la vida del propio narrador, una trayectoria existencial que comienza con los primeros años de su vida, para lo cual se vale de la memoria y esto le dio el impulso para escribir.

En su discurso Rosario Candelier destacó el hecho de que el autor vivió en una familia que centraba la esencia de su vida en el fundamento moral de lo que es una conducta recta, de lo que es una vida fundada en valores y principios: “Freddy Bretón vivió ese ejemplo en su casa y cuenta una historia a partir de una disciplina,de una religiosidad, una obediencia a un modo de vida ejemplar. Las personas mayores aquí presentes vivieronesa realidad y podrán darse cuenta de que lo que ellos vivieron en su infancia no es lo que se está viviendo en la actualidad, ya que hubo un cambio de la plataforma moral y espiritual en la que nuestros mayores fundaban sus vidas y educaban a sus hijos”. Igualmente dijo que el hecho de vivir en el campo, de asumir la cultura campesina ha sido fundamental para el desarrollo  intelectual, moral y espiritual de Freddy Bretón: “Y digo más,  la esencia de la cultura dominicana es esencialmente campesina, de tal manera que los genuinos dominicanos son los que han asumido la esencia de la cultura campesina en la que se fundan nuestros ideales, principios y valores, y ese es el sentido moral y el valor espiritual de la sabiduría ancestral que recrea esta novela de Freddy Bretón”.

Al hacer uso de la la palabra, monseñor Freddy Bretón agradeció de manera especial al autor de esta reseña quien lo motivó a escribir esta novela. Igualmente agradeció las ponderaciones que los ponentes hicieron a su obra.

Mons. Freddy Bretón Martínez nació en Canca La Reina, Moca, el 15 de octubre de 1947. Mitrado de la Iglesia Católica, ha publicado libros de poesía, narración, historia, testimonio, ensayo y de lenguaje.

Moca, Teatro Don Bosco, 6 de febrero de 2020.

 

JIMENES SABATER GANA PREMIO NACIONAL DE LITERATURA

Juan José Jimenes Sabater, escritor y académico dominicano conocido con el pseudónimo de León David, obtuvo el Premio Nacional de Literatura 2020, el más alto galardón literario del país que otorgan la Fundación Corripio y el Ministerio de Cultura por un jurado integrado por rectores universitarios y el director de la Academia Dominicana de la Lengua.  El galardón será entregado el 25 de febrero en una ceremonia de gala en el Teatro Nacional, con la entrega de una estatuilla, un certificado y un aporte de dos millones de pesos al galardonado, una manera de reconocer su fecunda trayectoria en la creación literaria, que  en este caso se trata de un cultor de poesía, teatro, ensayo, narrativa y crítica literaria.

El jurado lo integran los rectores de las universidades Autónoma de Santo Domingo, Católica Madre y Maestra, Nacional Pedro Henríquez Ureña, Central de Este, Católica de Santo Domingo, Instituto Tecnológico de Santo Domingo, junto al ministro de Cultura, Eduardo Selman. También José Alcántara Almánzar y Jorge Tena Reyes, de la Fundación Corripio; y Bruno Rosario Candelier, de la Academia Dominicana de la Lengua.

El escritor León David, cuyo nombre de pila es Juan José Jimenes Sabater, es hijo de padres dominicanos, nacido el 25 de junio de 1945 en La Habana, Cuba. Vivió y se educó en Puerto Rico, Cuba, Venezuela, Francia y España. En la Universidad de Mérida, Venezuela, obtuvo el título de licenciado en letras y el diploma de actor profesional. Fue catedrático de letras y artes en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), donde laboró durante más de treinta años y en la que ejerció los cargos de director del Departamento de Letras y de Extensión Cultural. Dirigió la Escuela de Teatro de la Dirección Nacional de Bellas Artes. León David fue favorecido con los siguientes premios literarios: Premio Biblioteca Nacional de poesía (1986), Premio Universidad Pedro Henríquez Ureña de ensayo (1995), Premio Nacional de Teatro Cristóbal de Llerena (2013) y el Premio Talía de teatro (1987).

Juan José Jimenes Sabater fue Embajador de la República Dominicana en Argentina y Paraguay (1996-2000). Ostenta el cargo de embajador adscrito al Ministerio de Relaciones Exteriores. Ha sido colaborador asiduo de varios diarios de circulación nacional. Fue creador y codirector del suplemento cultural Aquí del periódico La Noticia, y del suplemento cultural Krítica, del periódico El Siglo. Ha representado a su país en eventos internacionales en Puerto Rico, Venezuela, Martinica, México, Argentina e Israel. Fue nominado al Premio Cervantes. Es miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua, correspondiente de la Real Academia Española; miembro de la Academia Colombiana de las Letras, de la Sociedad Argentina de Escritores, SADE, y del Movimiento Interiorista del Ateneo Insular.

Las publicaciones literarias de León David son las siguientes. Narrativa: Narraciones truculentas: de poetas, filósofos y mujeres (1980); Parábola de la verdad sencilla (1985); El hombre que descubrió la verdad (cuentos, 1999). Poesía: Poemas (1979);Compañera (1980);Poema del hombre anodino (1984);Poema del hombre nuevo (1986);Trovas del tiempo añejo (1986);El nuevo Rubayat (1988);Intento de bandera (1991);Guirnalda (antología poética 1993);Los nombres del olvido (1998);Carmina (2005);Cincuenta sonetos para amansar la muerte (2006);Antología esencial (2006);Margarita y la nube (poemario infantil, 2007);Arte poética (2009);Cántico blasfemo (2012). Ensayo y crítica: Adentro (dos volúmenes, 1985); Cánepa (1988);Artes plásticas dominicanas (1990);Aproximación a la pintura metafísica de Jaime Colson (2001); Cálamo currente (2003);María Aybar o la magia del color y la luz (2007);El lenguaje de la poesía (2007);Al correr de la pluma (2009);Cartas fluminenses: Fabio o de la vida retirada (2009):Memorias del desamparo (2012); Delmira Agustini o el otro nombre de la pasión (2017);Domingo Moreno Jimenes o la glorificación de lo minúsculo (2017);Cartas fluminenses: Cornelia o de los valores de la civilización (2018);Julia de Burgos: diez acotaciones apologéticas en torno a su poesía (2018). Diálogos filosóficos: Diotima o de la originalidad (1995) – Premio Universidad Pedro Henríquez Ureña de Ensayo; Jenócrates o en desagravio de la estética (2004); Filoxeno o del sentimiento que la contemplación de la belleza suscita (2009). Aforismos y fragmentos: Huellas sobre la arena (1986); Oxidente (2011). Teatro: El sueño de Arlequín (1988); La noche de los escombros (1988) – Premio Talía; La escandalosa y muy comentada historia de la casta Susana o las increíbles peripecias de la virtud (2012) – Premio Nacional de Teatro Cristóbal de Llerena. Obras completas: Obras completas. Tomos I y II. Poesía. (2013); Obras completas. Tomo III. Narrativa y Teatro. (2013); Obras completas. Tomo IV. Diálogos, aforismos y fragmentos, cartas fluminenses. (2018); Obras completas. Tomo V. Ensayo y crítica. Adentro, volúmenes I y II. (2018); Obras completas. Tomo VI. Ensayos: escritores dominicanos (2018); Obras Completas. Tomo VII. Ensayos: escritores obras y autores extranjeros (2019); Obras Completas. Tomo VIII. Ensayos: Teoría y crítica (2019).Libros publicados sobre la obra de León David: Teoría y práctica en la poética de León David (Miguel Ángel Fornerín, 1986): Intimismo en la poética de León David. (Francisco Almonte, 2007): León David: Un homenaje (Giovanni Di Pietro, 2007);León David: Tradición y excelencia(José Bobadilla, 2009);Pasión de la palabra: juicios sobre la obra de León David (2018).

Los académicos Manuel Matos Moquete, Rafael Peralta Romero, María José Rincón y Manuel Núñez coincidieron con este director al afirmar que León David es un digno merecedor del Premio Nacional de Literatura 2020 por las cualidades de gran escritor con enjundia conceptual y riqueza formal en el manejo de la lengua, con una ejemplar trayectoria de labor creadora, estudio y difusión de las artes y las humanidades.

El jurado que le otorgó a León David el Premio Nacional de Literatura, coordinado por el narrador, crítico literario y académico José Alcántara Almánzar, valoró el aporte creador del ilustre académico de la lengua en las diversas vertientes de la creación literaria mediante el uso de un lenguaje impecable según la mejor tradición clásica.

Santo Domingo, 25 de enero de 2020.

CONVERSATORIO SOBRE EL ARTE DE LA CREACIÓN

En un conversatorio con profesores y estudiantes del Instituto Superior de Formación docente Salomé Ureña (ISFODOSU), recinto Luis Napoleón Núñez Molina, de Licey al Medio, Santiago, el director de la Academia Dominicana de la Lengua sostuvo un intercambio sobre temas de enseñanza de la lengua y la literatura. En el diálogo participaron la lingüista Rita Díaz como moderadora, la coordinadora de lengua española del citado centro docente, Zoraida Lantigua, y Bruno Rosario Candelier.

Rita Díaz exhortó a los estudiantes a que aprovecharan la presencia del escritor y expresaran sus inquietudes y preguntas, sus dudas y cuestionamientos sobre la metodología y la práctica de lengua española. Este director expresó que todos los hablantes somos usuarios de la lengua y en tal virtud hacemos uso del idioma, el nuestro, el español dominicano, y subrayó que “es una fortuna hablar la lengua española, por la riqueza de su vocabulario, la coherencia de su sintaxis y la elegancia estética de su literatura”. Expresó que la literatura hispanoamericana ha dado realce a la lengua española en el mundo, “de tal manera que ya el español es el segundo idioma más estudiado a nivel internacional y es el tercer idioma en importancia en todo nuestro planeta”. Destacó que para lograr esa importancia fue decisiva la creación literaria de los novelistas hispanoamericanos.

Dijo el ponente que en la República Dominicana hay valiosos cultores literarios. Exhortó a los presentes diciendo que para realizar “lo bueno que el hombre puede hacer en la vida tiene que tener vocación, y la vocación no es más que una llamada que se siente para hacer algo útil y admirable en la vida que sea positivo y favorable a los demás”. Expresó que la lengua es fundamental para hacer lo que hacemos mediante la docencia, la comunicación, la escritura y la creación literaria “y mientras mejor dominio se tiene de la palabra más exitosa será su participación en el área de trabajo a que se dediquen”.

Algunos expresaron su preocupación por el bajo nivel de lectura en los estudiantes y preguntaban al disertante “cómo hacer para poder ayudar a esos que tienen lectura silábica deficiente”. Y le respondió que el método a utilizar es “la práctica de la lectura”. Poner al alumno a leer “y corregirle la deficiencia de dicción a partir de la práctica porque la lectura no se aprende en teoría”. Añadió que “hay que hacer práctica de la lectura para lograr que el alumno pronuncie correctamente, de manera que lea sin tropiezo y con fluidez”. Otra de las inquietudes consistió en recomendaciones para mejorar el léxico. Y consintió el director de la ADL con dichas preocupaciones y explicó que “los maestros no están enseñando lo que deben enseñar y promueven a los estudiantes de los cursos desde los primeros niveles sin estar preparados”. Recomendó el método de “organizar por parte”, es decir, enseñar lo que hay que saber en cada nivel escolar. Recordó que en su época de estudiante los profesores ponían de tarea el estudio de 10 palabras diarias para aprender su escritura y su significado, y dijo que al término del año escolar tenían aprendidas muchas palabras y que su léxico “se iba enriqueciendo poco a poco, ya que el caudal de voces que hay que aprender no se aprende en un solo día”.

Otros estudiantes con inquietudes literarias pidieron orientación sobre cómo canalizar las ideas y las imágenes que afloran en la mente. Y algunos sentían que si estudiar disciplinas diferentes de la lengua española era un impedimento para ser escritor. Otros preguntaron cómo manejar tantas ideas que fluyen juntas al momento de escribir.

Las siguientes fueron las respuestas a las inquietudes de los estudiantes: 1. “Eso les pasa a todos los que comienzan a escribir. En la etapa inicial, cuando se comienza, surgen las dificultades; entonces hay que luchar hasta encontrar la solución a esa dificultad. Determinar el género literario en que se quiere escribir, porque tienen por delante poesía, ficción y ensayo. 2.  “Quien enseña cualquier disciplina debe conocer la lengua en que transmite conocimientos. Cualquiera que fuere la rama profesional, desde ingeniería, biología, derecho, medicina, comercio, puede ser escritor. 3. “Esos fantasmas hay que saberlos enfrentar, porque son especies de fantasmas las ideas que nos persiguen y buscan que alguien las plasme en una obra de arte, sea pintura, música o literatura”.

Explicaba que del mundo nos llegan ideas e imágenes, “así como el viento que pasa con la brisa, llegan las irradiaciones del Universo con señales, imágenes, estelas, sonidos, mensajes que están buscando una mente que atrape esas verdades y las escriba. Antes llamaban musas a esas inspiraciones”.

Licey al Medio, ISFODOSU, 20 de enero de 2020.

 

LEOPOLDO MINAYA COMENTA EL LIBRO SOBRE LA CREACIÓN VERBAL

En un encuentro literario con académicos de la lengua, escritores interioristas y poetas del Cibao, el poeta y ensayista Leopoldo Minaya comentó el libro El lenguaje de la creación, de Bruno Rosario Candelier. Explicó el poeta de Nagua que ese libro abordael lenguaje del ejercicio creador, sus aspectos estéticos y la creación literaria según las diferentes culturas. También se refiere al aporte individualdado en nuestra condición mimética: “Nuestras obras están repletas de imitaciones, y decimos esta es nuestra creación y no es realmente nuestra creación”, como señala Carl Jung en su estudio sobre el inconsciente colectivo, explicaba Leopoldo Minaya. Sobre la intuición, resaltada en el subtítulo del libro, es también elemento fundamental del estudio “porque la intuición hizo la diferencia sustantiva entre el discurso mimético y la creación que hacemos a través de trabajos de diferentes maneras”. Y subrayaba: “Ese elemento intuitivo, que es la manera comocada individuo reacciona ante la realidad y ante la ultra realidad, es lo que da el toque de una especificidad que podría denominarse originalidad”. Expuso el poeta que Rosario Candelier “ha explicado suficientemente que ir a la ultra realidad significa abordar fenómenos metafísicos y mitológicos y místicos mediante una gradación en la creación artística. Es decir, lo real es importante, lo metafísico es más importante, pero la creación suma es la mística”.

La sesión continuó con la lectura del poema de Andrés L. Mateo, “Al margen del venerable Heráclito”, al que le siguió el poema del director de la Academia, titulado “No es la nostalgia, Andrés”, inspirado en el poema del distinguido académico. De este último extraigo estos versos: “Lo único perpetuamente estático es/la nostalgia./Dicho esto, por supuesto,/al margen del venerable Heráclito. (…) Regresas y ha cambiado lo que antes era tuyo,/menos en la nostalgia,/en la que igual las cosas permanecen”. A lo que Bruno Rosario Candelier comentó en otros versos: “Entre la A y la Z cabe todo,/tanto del mundo sutil,/como de la prosaica galera./Y todo vuelve a su origen,/como intuyó el presocrático cuando vio/que el río fluye incesante hacia su fuente. Lo que permanece es el ágape, Andrés,/el ágape sagrado y divino/al que nos convocan”. Algunos de los contertulios celebraron la correspondencia poética de los reconocidos académicos de la lengua.

En otra sesión de la jornada literaria, el teólogo Luis Quezada Pérez dedicó su ponencia a Blaise Pascal, con el tema “Del logos de la razón al logos del corazón”. Explicó que Pascal tuvo una experiencia de Dios que le hizo renacer y que registró en una hoja de papel que aún se conserva, pues él la cosió a su chaqueta, que se llama “El memorial de Pascal”, y que relata la visión mística que experimentara el pensador contemplativo, e incluye los fragmentos “¡Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob, no el de los filósofos y los sabios! Los tres momentos que caracterizan la orientación del pensamiento de Pascal, destacaba el teólogo mocano: “El primer Pascal es el científico; el segundo Pascal es el filósofo; el tercer Pascal es el teólogo”. Comentó que Pascal vivió en plenitud lo que llamaba “las dos caras del Logos”: la razón y el corazón, y que siempre luchó por ser coherente entre lo que pensaba y lo que hacía”. Recordó la frase de Pascal: “Si no actúas como piensas, terminarás pensando como actúas”. También comentó su famosa frase: “El corazón tiene razones que la razón desconoce”.

En otra sesión, este redactor abordó el tema “La concepción poética y mística de Ángelus Silesius”, pseudónimo de Johannes Scheffler, médico, sacerdote y pensador franciscano, nacido en 1624 en Alemania. Expuso que tres rasgos distinguen la creación literaria de Ángelus Silesius: “El sentido poético de la vida, que sentía y disfrutaba; el sentido religioso de la fe católica, que cultivaba y promovía; y el sentido místico, que experimentaba y celebraba”. La poeta y académica Carmen Pérez Valerio reaccionó ante los poemas de Silesius comentando: “Hay una línea rítmica, que confirma que el traductor conocía bien la obra del poeta”. La sesión poética culminó con la lectura de poemas de Quibian Castillo, Juan Santos, Leopoldo Minaya, León David y un divertimento a cargo de Miguelina Medina, Aracelis Mena, Marcia Castillo y Luis Quezada.

En la sesión de narrativa, Miguel Solano disertó sobre la teoría del cuento.  Culminada  su disertación, los escritores Rafael Peralta Romero, Keila González, Kenia Mata Vega y Marcia Castillo leyeron cuentos de su cosecha literaria, abordando temas con vertientes sociales, filosóficas y estéticas, según las altas letras.

La Vega, Centro de Espiritualidad San Juan de la Cruz, 18 de enero de 2020.

 

REUNIÓN DE LA COMISIÓN LINGÜÍSTICA DE LA ACADEMIA

La comisión lingüística de la Academia Dominicana de la Lengua celebró su tradicional reunión evaluativa en la residencia de Fabio Guzmán Ariza en Santiago, con el objetivo de ponderar la labor realizada el año pasado y planificar estudios, tareas y actividades sobre la lengua y la literatura, que presentaremos tanto en la sede oficial de esta corporación, como en otras instituciones y comunidades del país. Además del director, estuvieron presentes Fabio Guzmán Ariza, María José Rincón, Ana Margarita Haché, Rafael Peralta Romero, Manuel Núñez, Ruth Ruiz, Liliana Olloqui, Domingo Caba, Carmen Pérez Valerio, Rita Díaz, Fernando Cabrera, Natalia Guzmán y Luis Quezada Pérez.

Hicimos un recuento de las actividades realizadas y ponderamos la participación de Fabio Guzmán Ariza y Roberto Guzmán en la Comisión Permanente en la Real Academia Española en Madrid. También la presencia de la delegación de la Academia Dominicana de la Lengua en dos congresos internacionales convocados por la Real Academia Española: el Congreso Internacional de la Lengua Española, celebrado en la ciudad argentina de Córdoba, y el Congreso de las Academias, realizado en dos prestantes ciudades andaluzas, Sevilla y Córdoba. Hubo una participación de académicos de la lengua en la Feria del Libro de Madrid, entre los cuales sobresalieron José Rafael Lantigua, Andrés L. Mateo, María José Rincón, Tony Raful Tejada, Emilia Pereyra y Fernando Cabrera. La ADL presentó en Sevilla el Diccionario del español dominicano; también De la eñe a la zeta de María José Rincón, y Taberna de náufragos y Arcilla solo arcilla, de José Enrique García.

Con notable entusiasmo María José Rincón y Fabio Guzmán Ariza comentaron su participación en España. De una manera especial expresaron con orgullo que la Academia Dominicana dela Lengua goza de reconocimiento internacional: “Nosotros, y, eso lo digo con mucho orgullo, tenemos una bien merecida fama ya que somos de las pocas Academias que trabajamos”. Y dijo que tanto él, como María José Rincón, fueron reconocidos como valiosos colaboradores de las tareas académicas de la ADL a favor de la RAE.

Este director expresó la gratitud de la Academia por el respaldo económico de Fabio Guzmán para la edición del Boletín y otras publicaciones financiadas con el respaldo de la Fundación Guzmán Ariza pro Academia Dominicana de la Lengua. También destacó las publicaciones de estudios idiomáticos en los textos de Fundéu, bajo la coordinación de Fabio Guzmán y Ruth Ruiz. Se destacaron también los artículos publicados por Rafael Peralta Romero, María José Rincón y  Roberto Guzmán en la prensa nacional. Se ponderaron las charlas, tertulias, conferencias, coloquios y presentación de libros en varias universidades dominicanas. Otro aspecto destacable fueron los actos de reconocimientos a intelectuales y escritores que la Academia Dominicana de la Lengua organizó en diferentes comunidades del país, como Montecristi, Puerto Plata, Miches, La Vega, Moca y Santiago.

María José Rincón presentó el proyecto académico del Tesoro Lexicográfico del español dominicano, el diccionario de diccionarios. Comentó que es un avance extraordinario para los que hacen diccionarios en el que se consultan en una base de datos qué dicen todos los diccionarios de una palabra a lo largo de la geografía americana. Y dijo que la Real Academia Española, a través de la Asociación de Academias, ofreció ayuda para este primer núcleo: Puerto Rico, Cuba, República Dominicana, “que son los países cuyo estudio que lo tenemos avanzado”. Fernando Cabrera ofreció su colaboración como ingeniero de sistemas y puso a la disposición su empresa de desarrollo de software.

Comenté que laboramos en la confección de otros tres diccionarios: un diccionario de lingüística, otro de literatura y un tercero de teatro en los cuales han colaborado Rita Díaz, Glenny Martínez López, Bienvenida Polanco, Valentina Flaquer y Natalia Guzmán.

Fabio Guzmán presentó el proyecto de creación del Instituto de Lexicografía, inspiración de su vocación filantrópica.  Expresó que se trata de formar un núcleo de personas especializadas en lexicografía, que pueda generar proyectos propios, actualizar los diccionarios dominicanos y trabajar en las labores que encarga la Real Academia Española.

El autor de esta reseña pidió a los académicos presentes pensar en actividades que  consideren oportunas, que presentaría  la Academia, lo mismo en Santo Domingo que en interior del país. Y dijo que tenemos que ponerle atención al interior del país, pues la Academia de la Lengua no es solo de Santo Domingo sino dela República Dominicana. Explicó que eso lo tuvo presente desde que asumió la dirección de la ADL “porque en cada comunidad de nuestro país está la lengua viva de nuestros hablantes”.

Ana Margarita Haché anunció el Congreso del Español Dominicano que está organizando en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, que tendrá lugar el 19 y 20 de marzo en Santiago. Ese congreso aspira a concitar, desde la perspectiva de los lingüistas, filólogos y estudiosos de la lengua, el interés por la variante dominicana del español.

La ADL participará en la PUCMM, recinto de Santo Domingo, en una jornada sobre la lengua materna con ponencias de María José Rincón, Ana Margarita Haché, Rafael Peralta Romero, Luis Quezada y Bruno Rosario Candelier.  Se anunció la participación de la ADL en ISFODOSU, recinto de Licey al Medio, con la colaboración de Domingo Caba, Liliana Olloqui y el director de la Academia para hablar de la lengua española. Fabio Guzmán dio a conocer la labor de Fundéu, y dijo que “es un trabajo intenso porque son oportunos. Fundéu lleva cuatro años de labor y su interés es la institucionalización de ese servicio.

Carmen Pérez Valerio presentó la propuesta de un “Foro de la Lengua Española”, para abordar aspectos idiomáticos y estéticos. Dijo que las inquietudes y por eso propone dicha actividad para incentivar el interés por la lengua y la literatura.

Tras una amena tertulia, un espléndido almuerzo y nuestra gratitud al ilustre anfitrión, despedimos a los académicos participantes.

Santiago, residencia de Fabio Guzmán Ariza, 11 de enero de 2020.

CONVERSATORIO SOBRE LA CREACIÓN POÉTICA DE ANAM FIALLO

Al presentar a la poeta invitada, ella explicó que procede de una familia culta. La familia Fiallo, en nuestro país, tiene prestancia social, intelectual y creadora.

Este redactor le pidió a Ana María Fiallo que hablara de cómo descubrió su vocación creadora, a lo que ella contó que fue en su adolescencia, “quizás porque era muy introvertida”. Le tocó vivir una época adversa, pero gracias a una tía educadora,  María Cristina Fiallo, quien conocía sus luchas interiores y sus problemas emocionales, la ayudó a orientar su vocación artística y literaria. El hecho de proceder de una familia culta y de educadores fue fundamental, y además agradece la educación que recibió en el colegio Santa Teresita, donde se hizo bachiller.

Anam Fiallo expresó que a sus 14 años se hizo maestra normal de primera enseñanza: “Fue cuando el gobierno de Trujillo implementó la alfabetización y las que estudiaban el bachillerato se hacían maestra normal de primera o segunda enseñanza. Yo subí a la parte alta y alfabeticé a adultos”, añadió la poeta.

Manifestó que como autora de poesía “no estaba consciente de que tenía un don, de que podía testimoniar su visión del mundo con valor poético, de que podía hacer algo con valor artístico, hasta que Bruno Rosario Candelier le hizo entender su don creador. Yo creo que aunque escribiese, nunca lo supe hasta que usted me lo dijo. Usted fue mi trampolín, y fue quien me impulsó a escribir”, expresó la poeta.

Ana María Fiallo añadió que escribía, pero nunca le dio importancia a sus escritos. Concursó y publicaron poemas suyos en dos antologías de poemas amorosos.

Por petición del redactor de esta crónica, Anam confesó que escribe para no morir, y leyó un poema de su juventud: “Tantas veces/contemplando el poniente/quise huir de mí misma,/del dorado, el silencio/sostenido del oriente,/de la marisma salobre/y de tu lado,/de la belleza indiferente a mis penas,/de los pájaros que vuelan sin mirarme./Tantas veces deseé ser Alfonsina/y tener su valentía y su coraje/y dormir en las sabanas de las olas/en sueño eterno y despiadado/y no regresar nunca ni dejar celaje”, al que siguió este comentario: “Esa escritura refleja talento poético. Aplica una técnica de la escritura con una capacidad expresiva. La poeta logra una compenetración emocional y espiritual con el caudal de sus vivencias”, comentó.

Agradeció a sus amigas poetas del grupo“Roca y tinta” el apoyo recibido: “Yo me he abierto mucho y tengo que agradecerlo a mis amigas poetas”. También agradeció a la poeta y declamadora Teresa Ortiz de Machuca, quien la trajo a este Taller de creación literaria, y a cuantos han valorado su creación poética.

Anam Fiallo es una mujer que asume la palabra con un aliento creador y, desde luego, tiene talento para la escritura y lo hace bien, porque da la talla como poeta, lo cual ya es un mérito, lo que es pertinente consignarlo. “Naturalmente eso debe servir de motivación a todo el que quiera lograr un nivel de calidad”, subrayamos.

Santo Domingo, 21 de noviembre de 2019.

VALORACIÓN DE LA ACADEMIA DE LA LENGUA

La escritora Keyla González entrevistó al director de la Academia Dominicana de la Lengua, Bruno Rosario Candelier, para que los integrantes del Taller Literario Pedro Mir tuviesen una valoración de la palabra, de la corporación de nuestro idioma y la trayectoria filológica y literaria de sus integrantes.

La joven letrada valoró la ocasión que para ella significa esta circunstancia con la presencia de poetas, intelectuales y académicos de la lengua. En esta entrevista, Keyla González abordó como tema principal diversos aspectos de la lengua y la literatura.

En respuesta a una pregunta sobre la labor de este director, le dije que comencé a escribir en el año 1965, devoción por la literatura que nació a raíz de leer un artículo en el libro La República Dominicana, directorio y guía general, del santiaguero Enrique Deschamps, cuyo capítulo “Los movimientos literarios” aborda el aporte intelectual, estético y espiritual de los grandes escritores dominicanos del pasado con la exaltación de las figuras estelares del siglo XIX, entre ellos Manuel de Jesús Galván, Fernando Arturo de Meriño, César Nicolás Penson, Salomé Ureña, y las figuras emergentes, al inicio del siglo XX, de Pedro Henríquez Ureña y su hermano Max, Federico García Godoy y Emiliano Tejera, entre otros. Al leer ese escrito, el entrevistado se dijo a sí mismo que le agradaría llegar a ser como uno de los susodichos escritores, valorados por el autor de la señalada obra panorámica de la cultura dominicana.

Comentamos que nuestros escritores y docentes de la lengua y la literatura enfatizan la motivación para ser escritor, carrera que se funda en la lectura y la observación de la realidad para nutrirse de las manifestaciones naturales y socioculturales de la realidad.

El director de la ADL habló de la necesidad de adquirir un buen conocimiento de la lengua, puesto que los escritores tienen que someterse a un protocolo escritural, una normativa gramatical y unas exigencias estéticas establecidas en el buen uso de la lengua que los buenos hablantes aplican siguiendo la pauta académica establecida: “Es necesario que quien comience a escribir tenga en mente que tiene que asumir la palabra con propiedad, corrección y elegancia para lo cual ha de estudiar la norma ortográfica, gramatical y lexicográfica dela lengua”, señalé.

A propósito de la normativa idiomática, ponderamos que las academias contribuyen a incentivar en los hablantes una conciencia de lengua, y quien la desarrolla normalmente termina preocupándose por el buen uso de la palabra y el lenguaje del buen decir, lo que se manifiesta en el conocimiento de la ortografía, la aplicación de la sintaxis y el uso ejemplar de la palabra: “El buen hablante tiene las inquietudes lingüísticas que lo inducen a usar ejemplarmente el lenguaje apropiado, elegante, preciso y correcto”.

La entrevistadora preguntó de qué manera se puede lograr el ideal del buen decir, si no se hace hecho una carrera filológica, pues ella, que escribe textos narrativos y dirige una revista científica pretende ilustrar en sus escritos el buen uso del lenguaje. En su condición de editora, Keyla González señaló que aparte de esas particularidades con que cuentan los académicos de la lengua, ella aspira a ser ejemplo en el uso de la palabra. Le comenté a la inquieta cibaeña los factores que contribuyen al desarrollo del intelecto y la sensibilidad. Subrayé los factores positivos y adversos. Le dije que al ejemplo de una familia que valore la formación cultural, si se suma la influencia de buenos maestros y la lectura de buenos libros, son factores que ayudan a la gestación de las inclinaciones intelectuales, morales, estéticas y espirituales. Los presentes agradecieron y valoraron la oportunidad brindada para sentir la motivación intelectual por nuestra lengua.

Santo Domingo, 18 de noviembre de 2019.

APORTE LEXICOGRÁFICO DE PATÍN MACEO Y CARLOS E. DEIVE

Con motivo del 92 aniversario de la fundación de la Academia Dominicana de la Lengua celebramos un “Coloquio de la Lengua”, en el que ponderamos elaporte lexicográfico de Manuel Patín Maceo y Carlos Esteban Deive.

En el programa de promoción cultural de la ADL, abierto al público, examinamos la obra lexicográfica de los académicos Manuel Patín Maceo y Carlos Esteban Deive, respectivamente. En esa jornada lingüística intervinieron Rafael Peralta Romero, con los datos bibliográficos de los citados académicos; María José Rincón disertó sobre “La obra lexicográfica de Manuel Patín Maceo y Carlos Esteban Deive”: y el director de la Academia comentó el aporte literario y lingüístico de los susodichos lexicógrafos.

Entre las informaciones que concitaron interés y atención en el público asistente, fue el hecho de que el Diccionario de dominicanismos, de Patín Maceo, fue el primero que tuvo el aval de esta corporación de la lengua, pues ya se habían escrito otros glosarios, pero sin rigor lexicográfico ni el aval de la institución que vela por el cultivo de la lengua, como fue el  Diccionario de criollismos de Rafael Brito, obra precursora publicada en 1930. También se destacó el aporte que, para los estudios lexicográficos significó la publicación del Diccionario de dominicanismos con sus apéndices de americanismos y arcaísmos en el español dominicano, de Carlos Esteban Deive, obra que engrosó la cantera de textos lingüísticos sobre nuestra forma de hablar que había apuntalado, en 1940, El español en Santo Domingo, de Pedro Henríquez Ureña.

En la jornada matutina y en la vespertina hubo turnos para la interacción entre los académicos y los asistentes que quisieron hacer preguntas y expresar su entusiasmo por participar en este espacio tan especial, así como afianzar su interés por el conocimiento de la lengua y extender las felicitaciones a la Academia ya que muchas personas pueden abrevar en las fuentes del conocimiento que ofrece esta corporación de la lengua.

La obra lexicográfica de Manuel Patín Maceo, comentada porMaría José Rincón, subrayó el hecho de que Patín Maceo tiene el honor de ser el primer autor en crear un diccionario con el respaldo de esta Academia: “Históricamente él no es nuestro primer lexicógrafo, pero sí se puede decir que es la primera obra que se dedica a registrar el léxico dominicano con criterio de exhaustividad, ya que trató de acercarse al léxico deferencial dominicano, que es el léxico de una determinada región o zona nacional en comparación con lo que se usa en el español de España”, aclaró nuestra lexicógrafa.

Nuestra experta en asuntos del lenguaje ponderó los dos diccionarios de Patín Maceo: Dominicanismos, en el que registra el léxico dominicano, y Americanismos en el español dominicano, con las palabras que se usan en el español dominicano, pero que no son exclusivas del español dominicano. Esas dos obras son independientes, que sumadas hacen un gran diccionario y es el gran aporte de Patín Maceo: “Disfruto leyendo a Patín, porque es alguien que sabe de lengua, de gramática y eso no lo podemos decir de todos los diccionarios, porque muchos no tienen la información gramatical correcta, ya que son confeccionados por personas que no tienen especialidad en la lengua española, y Patín sí la tenía y, por lo tanto, es muy fiable su análisis gramatical, además de los términos lingüísticos que incluye en los diccionarios”, dijo nuestra doctora en lexicografía.

Manifestó la ilustre ponente que lo que distingue a Patín Maceo, además de ese afán de exhaustividad, se debe a que por primera vez supera la cantidad del léxico que incluye el conocimiento del léxico con la calidad de la información gramatical. La lingüista dominico-española relató que se divierte cuando lee a Patín, por el hecho de que en su diccionario da ejemplos creados por él mismo. Debió ser un hombre de una personalidad extraordinaria, ya que lo denota en su creación: “Aunque el diccionario es una herramienta para todos, comparte un lenguaje y debe aspirar a ser neutro en personalidad y neutro en ideología; entonces cuando esto se refleja en las páginas de un diccionario estamos cometiendo un grave error como lexicógrafos, pero eso se ha ido aprendiendo con el tiempo y con la práctica lexicográfica. Cuando leemos un diccionario del español antiguo y observamos la personalidad del que lo escribió, lo podemos leer como si fuera una novela, y eso pasa con el diccionario de Patín; sin embargo, lo que a mí me gusta de su diccionario es precisamente eso”, confesó emocionada Rincón González. Terminó diciendo que Patín Maceo como lexicógrafo fue autodidacta, estudioso de la gramática y de la lengua española: “Los lexicógrafos aprendemos mucho de Patín Maceo, aprendemos mucho de su selección del léxico, de la inclusión de ejemplos, de la cantidad de palabras que él incluyó en sus obras lexicográficas y su dedicación a la corrección gramatical”, comentó.

En la historia, ya casi centenaria  de la Academia Dominicana de la Lengua, solo de un académico puede decirse que además de ostentar la honrosa distinción de haber sido  miembro fundador, dedicó cuarenta años a esta institución.

Manuel Antonio Patín Maceo se cuenta en el grupo de los doce fundadores que el 12  octubre de 1927 dejaron constituida nuestra Academia, en la que Patín Maceo, como los demás fundadores, alcanzó la condición de miembro de número, ocupó el sillón E y  mereció la distinción de miembro correspondiente de la RAE. En ese momento, quien sucedería a Patín en la butaca E, Mariano Lebrón Saviñón, nació en agosto de 1922. Desde 2015, la letra E corresponde al académico Fabio Guzmán Ariza.

El historiador Juan Ventura, uno de los biógrafos de Patín Maceo, asegura “que desde sus primeros años de juventud se dedicó al periodismo a través de los periódicos: La Opinión, Listín Diario, La Cuna de América, Nuevo Diario, Cosmopolita, El Tribuno, Pluma y Espada, La Avispa y otras publicaciones. También escribió en la revista Anales, órgano de la Universidad de Santo Domingo, y Educación, revista de la Secretaria de Estado de Educación. Firmaba sus escritos con los seudónimos: Armando Bulla, Armando Reynoso, Facundo y Juan Palomeque”.

Patín publicó los siguientes  libros: Principios de ortología española, en 1912; Apuntaciones gramaticales, en 1938; Dominicanismos, en 1940; Notas gramaticales, en cinco tomos, en 1944 y 1946; Americanismos en el lenguaje dominicano, en 1949, y otros textos. También dio a conocer  las obras literarias: Hoy como ayer (poesía), en 1945; Cuentos y serpentinas, Saudade, Pétalos y  Abalorios.

María José Rincón asegura que Patín Maceo demostró su patriotismo de alma con la redacción de sus libros, que representala obra fundacional de la producción lexicográfica dominicana, fundamental para entender nuestra lexicografía hasta nuestros días: “No es exagerado decir que Manuel Patín Maceo dedicó toda su vida al cultivo del habla castellana y a propugnar su jerarquización entre nosotros”.

La obra lexicográfica de Carlos Esteban Deive fue presentada por nuestra lexicógrafa, María José Rincón, quien ponderó la labor lexicográfica del escritor y académico de la lengua Carlos Esteban Deive. Explicó que Deive nació en España y generalmente quienes hablan “los dos idiomas” (el español común y el español criollo) tienen un grave problema cuando vienen de España y se encuentran con un léxico completamente diferente. Lo que lo diferencia es mínimo, es tan pequeño que se puede recoger en un diccionario. Deive se da cuenta de que, como estudioso de la literatura dominicana, encuentra palabras que no están registradas en los diccionarios y ese es el germen de su idea de crear su Diccionario de dominicanismos.

Contó que Deive consultó el diccionario de Patín Maceo, de treinta años atrás, y se dedicó a crear fichas de las palabras que encuentra en la literatura dominicana, y eso le sirve para confeccionar su Diccionario de dominicanismos con vocablos genuinamente criollos. Luego, siguiendo el ejemplo de Patín, Carlos Esteban Deive elaboró un Diccionario de americanismos, de uso en Santo Domingo, como apéndice del Diccionario de dominicanismos.

La académicaañadió que el Diccionario de dominicanismos, de Deive, es un diccionario de uso, sin pretensiones normativas. La diferencia está en que en un “diccionario de norma” está lo que se considera correcto, y un “diccionario de uso” incluye lo que su propio nombre indica, “lo que se usa”, independientemente de que se considere correcto o no. Comentó la ponente que es muy interesante el hecho de que este escritor avala las palabras que incluye en su diccionario con citas de obras literarias dominicanas, precisamente como reflejo de ese germen que dio origen a la necesidad de hacer un diccionario de dominicanismos: “Él dice que hay que entender como “dominicanismos” toda palabra que por su morfología y por su origen constituye una variación semántica, lexicográfica o ideológica del castellano hablado en España, que es peculiar en Santo Domingo”.

Subrayó nuestra lexicógrafa que otra de las cosas que hace diferente al diccionario de Carlos Esteban Deive obedece al hecho de que él se basa en el origen para decidir si una palabra es dominicana o no; sin embargo, los diccionarios no se pueden basar en el origen, porque no hay palabra más dominicana de origen que “canoa”, pero ya no es un dominicanismo exclusivo porque forma parte del español general. Todo eso hay que tomarlo de referencia cuando uno va a elaborar un diccionario. En su prólogo Deive registra lo que él considera que debe incluir y eso se le reconoce por el hecho de que en los diccionarios está todo permitido siempre que el autor demuestre o registre para incluir o para no incluir una palabra. En relación con la estructura, Deive no supera a Patín. “La estructura sigue siendo muy anticuada para la época”, comentó la ponente.

Rincón González resaltó que cuando un lingüista se decide a hacer un proyecto de elaboración de un diccionario académico, parte de no comparar solo con el español de España, sino comparar también con el resto de variantes del español que se hablan en el mundo, de no comparar solo con el diccionario de la RAE, sino basarse en el estudio de los corpus, de todos los grandes diccionarios de americanismos y de diccionarios de uso de otros países: “Eso es lo que hace que la técnica lexicográfica avance, pero para eso es esencial acercarnos a las obras de gente que aportó su base en la que otros vamos a seguir construyendo. Es importante que valoremos las aportaciones de esos dos grandes académicos, que influyen a la historia de la lexicografía dominicana. Gracias a ellos seguimos construyendo más diccionarios”, concluyó la lexicógrafa.

Al abordar la obra  del novelista, dramaturgo, ensayista, antropólogo, lexicógrafo y educador español, Carlos Esteban Deive, Rafael Peralta Romero dijo que nuestra academia se honró con su membrecía numeraria desde el 18 de septiembre de 2003, cuando asumió el sillón I. Su sentimiento y sentido de la dominicanidad superan al de muchos nacidos en la República Dominicana, comentó nuestro académico al presentar la semblanza del novelista, educador y lexicógrafo.

Sus escritos han sido extensos y valiosos ya que enriquecen la bibliografía de temas dominicanos. Estudioso de la esclavitud desde la época de la colonización es,  sin duda, un acreditado historiador de la época colonial.

Deive escribió tres novelas: Magdalena, Las devastaciones yMuseo de los diablos. En Teatro: El hombre que nunca llegaba. Sus obras de ensayo son varias: Tendencias de la novela contemporánea, Vudú y magia en Santo DomingoLos refugiados franceses en Santo Domingo, Los cimarrones del Maniel de Neiba, Diccionario de dominicanismos, y Heterodoxia e Inquisición en Santo Domingo.

El conjunto de sus obras le hizo merecedor, en 2001, del Premio Nacional de Literatura. Antes había recibido el Premio Nacional de Ensayo, Premio Alonso de Suazo de Historia y Premio Siboney de Literatura:“Pocos escritores han  logrado, como Deive, desarrollar con notable acierto trabajos  que van de áreas  como la historia y la antropología, sometidos al rigor de la ciencia,  a géneros tan diferentes como  la novela y el teatro, que se alimentan de la ficción. A la vez de incursionar en terreno de la lingüística para elaborar  un amplio repertorio de voces  originales del habla dominicana”, subrayó Rafael Peralta Romero. Los Diccionarios de dominicanismos, de Carlos EstebanDeive y de Manuel Patín Maceo, respectivamente, son valiosos precursores del Diccionario del español dominicano, propiciado por la  Academia Dominicana de la Lengua. 

Bruno Rosario Candelier  intervino para hablar sobre el aporte lingüístico y literario de Manuel Patín Maceo y Carlos Esteban Deive. Recordó que a partir de 1939 y 1940 llegaron varios españoles a nuestro país, y posteriormente, Carlos  Esteban Deive, al escuchar voces cuyos significados desconoce, quiere conocerlos y por esa curiosidad comienza a investigar el sentido de dichas voces: “Deive, un hombre con vocación de escritor, también quería conocer la cultura dominicana y una de esas inclinaciones fue la de escribir un diccionario. La curiosidad de identificar el sentido de las palabras que escuchaba de los hablantes dominicanos, lo llevó a explorar nuestro lenguaje y dio testimonio por escrito de cómo hablamos los dominicanos. Es una ventaja, porque además de satisfacer una inquietud personal, es un aporte para nuestro conocimiento”, señaló este director.

Aclaró que Carlos Esteban Deive, sin ser lingüista, su curiosidad por el español dominicano comohablante con conciencia de su lengua, lo motivó a conocer las voces criollas de nuestra habla con el significado de las palabras que usamos. Expliqué que la base de la cultura y el fundamento de una cosmovisión intelectual y espiritual lo aporta la lengua, que es la herramienta fundamental para el desarrollo del intelecto: “Cuando un hablante se preocupa por conocer con propiedad el significado de una palabra, indica que tiene conciencia de lengua”, subrayé.

Si un hablante se interesa por las diferentes acepciones de una palabra, indica que hay en él una inquietud lingüística. Eso permite profundizar en el tesoro idiomático de la lengua, algo fundamental para el desarrollo del intelecto: “Los dos escritores que hemos estudiado esta tarde en este “Coloquio de la Lengua” ejercen una función lingüística aun cuando no hayan estudiado la ciencia del lenguaje, por el hecho de que han dado testimonio de una de las manifestaciones claves de las palabras como la lexicografía. Aunque no lo hayan hecho con la precisión científica que pauta el arte de la confección lexicográfica, no deja de ser un valioso aporte la confección de sus respectivos diccionarios. Lo que ellos consignaron mediante la palabra, nos enriquece, como lo han hecho Manuel Patín Maceo y Carlos Esteban Deive”, indicó el director de la ADL.

En el caso de Patín Maceo, este filólogo señaló que a Patín le interesaba la gramática de la lengua. Fue profesor de lengua española y esa vocación de transmitir el conocimiento gramatical lo llevó a estudiar el habla de los dominicanos. Y Deive, profesor e investigador de la historia también experimentó igual motivación: “Las inquietudes de Patín Maceo y Carlos Esteban Deive han dejado un legado lexicográfico que nos permite acudir a ese legado y potenciarlo con nuestras inquietudes filológicas”, subrayé al cerrar mi intervención.

Santo Domingo, ADL, 12 de noviembre de 2019.

 

JOSÉ ENRIQUE GARCÍA PRESENTA DOS LIBROS EN SEVILLA

El escritor, académico y secretario de la ADL, José Enrique García, presentó sus dos libros más recientes en el marco del XVI Congreso de la Asociación de Academias de la Lengua Española celebrado en Sevilla, España. Se trata de la novela Taberna de náufragos, comentado por nuestro académico correspondiente en Madrid, Jorge Urrutia, y el poemario Arcilla solo arcilla, presentado en la ciudad andaluz y en Madrid.

En su estudio crítico de la novela, el poeta y ensayista español dijo que a la taberna literaria acuden dos tipos de personas, los acompañados y los solitarios: “Los acompañados porque carecen de otro lugar donde reunirse” y los solitarios “porque confían en que hallarán compañía”. De estos últimos, el narrador los asume como los personajes de la novela. Y acotó: “José Enrique García es poeta, como Ronsard, como Darío, como Juan Ramón. No los igualo. No los distingo. Pero todos ellos saben de la función y la fuerza de la palabra para describir lo más íntimo del ser humano. Para expresar también el desengaño. En un momento de la novela se citan dos versos de Darío: “Gozad de la carne, ese bien/que hoy nos hechiza”. Las rosas siempre se nos están escapando, recordamos. Los versos pertenecen al “Poema del otoño”. La estrofa termina con otros dos que el libro de García no incluye: “y después se tornará en/polvo y ceniza”. Un especialista en métrica se detendría inmediatamente en la rima con palabra vacía, bien/en, tan rara en la poesía española; pero nosotros nos fijaremos en cómo ese abandono de la preposición al final del verso deja que el siguiente sea tan solo “polvo y ceniza”. Hay que gozar de la carne, sí, hay que cortar la rosa, ya mismo, pero después, cortada o no, únicamente tendremos en las manos polvo y ceniza”, consignó Jorge Urrutia, en su presentación deTaberna de náufragos, la nuevanovela de García.

El párrafo siguiente ilustra el modo activo, directo y elocuente de narrar del novelista dominicano: “La tarde agoniza, pocos rastros de ella quedan en los techos de los edificios próximos. En el cuarto, la oscuridad comienza a poseer los rincones, a extender su dominio transitorio. Las luces regadas por las calles. El ir y venir de las gentes asciende hasta allí. Los dos hombres permanecen en silencio: asisten, al parecer, a la contemplación de ese imperceptible paso del tiempo que no pueden eludir porque crea un intermedio, una zona indecisa, un estado que casi es inaccesible por su levedad. Así, el tiempo opera en ellos, en actitud de silencio, de solemne silencio sin que medie ningún impulso y fluyendo un pacto que la costumbre establece para siempre y que se hace más duradero puesto que no hay mediación de la palabra, solo el asentimiento que procede de una común reflexión sobre las cosas ordinarias, los pujos de cada día, y aquello que se observa y piensa como trascendente. Fernando rompe el silencio con un manotazo sobre la mesa” (José Enrique García, Taberna de náufragos, Santo Domingo, Búho, 2019, pp. 94-95).

El segundo libro de nuestro agraciado poeta y académico santiaguero, presentado en España y tituladoArcilla solo arcilla, su título evoca la reflexión angustiosa de los cordobeses Séneca, Maimónides y Góngora, incluye 14 poemas donde el amor, el dolor y la nostalgia, que es una suerte de dolor, se presentan como evocación añorada de la vida, mera consumación de la carne y su delirio ante el impacto de la pasión erótica.

Mediante una indagación grávida y luminosa de la realidad vital, José Enrique García se instala en el fuero de la conciencia donde retoma una temática eterna asumida desde una mirada crítica de quien explora el sentido de la vida bajo una onda estética y espiritual, limpia y densa, como efectivamente es la voz poética de este destacado académico y poeta dominicano. En cualquiera de sus poemas, José Enrique García ausculta y revela, cuestiona y certifica, pondera y exalta, en busca de la voz honda y secreta, profunda y trascendente, como lo confirman los versosdel poema titulado “Primera risa”: “Hastiada/lo deja allí sobre las yerbas/desnudo, envuelto en lástima./Y en su rostro, no la risa/sino una mueca se dibuja:/un trazo de desprecio./Y echa a andar/en libertad arrebatada al otro/por convicción y fuerza/y empezaron los ojos a ganar/otras formas, otras dimensiones/diferentes a las acostumbradas del mirar/que el mirar mismo insospechaba /y habituaban también desde comienzo” (José Enrique García, Arcilla solo arcilla, Santo Domingo, ADL, 2019, p. 31).

José Enrique García (Santiago, 1948), tiene una licenciatura en letras por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, y un doctorado en filología por la Universidad Complutense de Madrid. Miembro numerario de la Academia Dominicana de la Lengua, poeta, narrador, ensayista, crítico literario y profesor, ha publicado las siguientes obras poéticas: Meditaciones alrededor de una sospecha, 1977; El fabulador, 1980 (Premio Siboney); Ritual del tiempo y los espacios, 1982; Cuando la miraba pasar, 1987; El fabulador y otros poemas, edición del Instituto de Cultura Hispánica, Madrid, 1989; Huellas de la memoria, 1993, y Recodo, 2000 (Premio Nacional de Poesía); El fabulador, Poesía reunida, 1977-2010; Arcilla solo arcilla, 2019. Narrativa: Contando lo que pasa, 1986; Una vez un hombre, Alfaguara, 2000 (Premio Nacional de Novela); Un pueblo llamado Pan y otros cuentos infantiles, 2002 (Premio Nacional de Cuento Infantil); Juego de villanos, 2006; Cuentos menudos, Alfaguara Infantil, 2000; El barco de luz y El otro bobo, Santillana Infantil y Juvenil, 2016. Ensayo: La palabra en su asiento, Banco Central, 2004.

Sevilla, ADL, 7 de noviembre de 2019.