CONVERSATORIO SOBRE EL ARTE DE LA CREACIÓN

En un conversatorio con profesores y estudiantes del Instituto Superior de Formación docente Salomé Ureña (ISFODOSU), recinto Luis Napoleón Núñez Molina, de Licey al Medio, Santiago, el director de la Academia Dominicana de la Lengua sostuvo un intercambio sobre temas de enseñanza de la lengua y la literatura. En el diálogo participaron la lingüista Rita Díaz como moderadora, la coordinadora de lengua española del citado centro docente, Zoraida Lantigua, y Bruno Rosario Candelier.

Rita Díaz exhortó a los estudiantes a que aprovecharan la presencia del escritor y expresaran sus inquietudes y preguntas, sus dudas y cuestionamientos sobre la metodología y la práctica de lengua española. Este director expresó que todos los hablantes somos usuarios de la lengua y en tal virtud hacemos uso del idioma, el nuestro, el español dominicano, y subrayó que “es una fortuna hablar la lengua española, por la riqueza de su vocabulario, la coherencia de su sintaxis y la elegancia estética de su literatura”. Expresó que la literatura hispanoamericana ha dado realce a la lengua española en el mundo, “de tal manera que ya el español es el segundo idioma más estudiado a nivel internacional y es el tercer idioma en importancia en todo nuestro planeta”. Destacó que para lograr esa importancia fue decisiva la creación literaria de los novelistas hispanoamericanos.

Dijo el ponente que en la República Dominicana hay valiosos cultores literarios. Exhortó a los presentes diciendo que para realizar “lo bueno que el hombre puede hacer en la vida tiene que tener vocación, y la vocación no es más que una llamada que se siente para hacer algo útil y admirable en la vida que sea positivo y favorable a los demás”. Expresó que la lengua es fundamental para hacer lo que hacemos mediante la docencia, la comunicación, la escritura y la creación literaria “y mientras mejor dominio se tiene de la palabra más exitosa será su participación en el área de trabajo a que se dediquen”.

Algunos expresaron su preocupación por el bajo nivel de lectura en los estudiantes y preguntaban al disertante “cómo hacer para poder ayudar a esos que tienen lectura silábica deficiente”. Y le respondió que el método a utilizar es “la práctica de la lectura”. Poner al alumno a leer “y corregirle la deficiencia de dicción a partir de la práctica porque la lectura no se aprende en teoría”. Añadió que “hay que hacer práctica de la lectura para lograr que el alumno pronuncie correctamente, de manera que lea sin tropiezo y con fluidez”. Otra de las inquietudes consistió en recomendaciones para mejorar el léxico. Y consintió el director de la ADL con dichas preocupaciones y explicó que “los maestros no están enseñando lo que deben enseñar y promueven a los estudiantes de los cursos desde los primeros niveles sin estar preparados”. Recomendó el método de “organizar por parte”, es decir, enseñar lo que hay que saber en cada nivel escolar. Recordó que en su época de estudiante los profesores ponían de tarea el estudio de 10 palabras diarias para aprender su escritura y su significado, y dijo que al término del año escolar tenían aprendidas muchas palabras y que su léxico “se iba enriqueciendo poco a poco, ya que el caudal de voces que hay que aprender no se aprende en un solo día”.

Otros estudiantes con inquietudes literarias pidieron orientación sobre cómo canalizar las ideas y las imágenes que afloran en la mente. Y algunos sentían que si estudiar disciplinas diferentes de la lengua española era un impedimento para ser escritor. Otros preguntaron cómo manejar tantas ideas que fluyen juntas al momento de escribir.

Las siguientes fueron las respuestas a las inquietudes de los estudiantes: 1. “Eso les pasa a todos los que comienzan a escribir. En la etapa inicial, cuando se comienza, surgen las dificultades; entonces hay que luchar hasta encontrar la solución a esa dificultad. Determinar el género literario en que se quiere escribir, porque tienen por delante poesía, ficción y ensayo. 2.  “Quien enseña cualquier disciplina debe conocer la lengua en que transmite conocimientos. Cualquiera que fuere la rama profesional, desde ingeniería, biología, derecho, medicina, comercio, puede ser escritor. 3. “Esos fantasmas hay que saberlos enfrentar, porque son especies de fantasmas las ideas que nos persiguen y buscan que alguien las plasme en una obra de arte, sea pintura, música o literatura”.

Explicaba que del mundo nos llegan ideas e imágenes, “así como el viento que pasa con la brisa, llegan las irradiaciones del Universo con señales, imágenes, estelas, sonidos, mensajes que están buscando una mente que atrape esas verdades y las escriba. Antes llamaban musas a esas inspiraciones”.

Licey al Medio, ISFODOSU, 20 de enero de 2020.

 

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