Valoración de El Sorato de Magdala de Bruno Rosario Candelier

Por Luis Quezada Pérez

 

BRUNO ROSARIO CANDELIER: La historia que se cuenta en El Sorato de Magdala está vinculada con dos parejas de épocas diferentes: una pareja cibaeña de nuestro tiempo y la pareja clásica de la etapa inicial del Cristianismo, Jesús de Nazaret y María de Magdala. La relación espiritual que hubo entre Jesús y María Magdalena, como la que hubo en la pareja cibaeña, es el tema que el autor plasma esta novela epistolar, primera novela que se publica en nuestro país con esa modalidad escritural. Y los dos narradores, Aurora y Barranco, desarrollan mediante intercambio de cartas el núcleo de la trama narrativa. Vamos ahora a cederles la palabra a dos notables intelectuales dominicanos, el teólogo Luis Quezada y la historiadora de arte Laura Gil, para que nos den la valoración que ambos tienen de esta novela.

LUIS QUEZADA: Los escritores tienen un problema debido a que sus creaciones literarias no las producen en el momento preciso y oportuno porque no lo andan buscando tampoco. Entonces, la pertinencia y la relevancia de una obra salen en el momento en que ni es pertinente ni es relevante, pero ese no es el caso de El Sorato de Magdala. No sé si Bruno Rosario Candelier lo hizo, como dicen los abogados, con premeditación y alevosía, sacar esta novela en este momento porque la iglesia está reivindicando, después de 2000 años de mantenerla invisible, a una mujer que es la mujer por antonomasia del primer siglo de la Cristiandad, María Magdalena. Ninguna mujer es más citada en los textos canónicos que María Magdalena. Quizás la madre de Jesús podría tener más citas, pero María Magdalena era una gran seguidora de Jesús. Entonces, me parece que en este momento, hace 30 años, el primero que la comenzó a reivindicar fue el Papa Juan Pablo II en una exhortación apostólica que se llama Mulierisdignitatem (A la dignidad de la mujer), y ahí nombra con un título clásico que viene de la antigüedad, María Magdalena: la apóstol de los apóstoles, porque eso fue María Magdalena. No es una coincidencia el hecho de que los cuatro evangelios canónicos la ponen como la primera testigo de la resurrección. En una sociedad judía en donde la opinión de la mujer valía menos que nada, pues la mujer no tenía calidad, la mujer siempre era infantil; no tenía calidad para ser testigo en un juicio. Su testimonio no valía. Entonces, hace 30 años Juan Pablo II la reivindica que, por cierto, no sé si con premeditación y alevosía, Bruno incluye a Juan Pablo II en un pasaje de esta novela. Y, en segundo lugar, hace 3 años, el papa Francisco acaba de dar un palo exigiéndole a la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, que litúrgicamente el recuerdo de María Magdalena deje de ser memoria y se convierta en fiesta con el mismo rigor con que se celebra la fiesta de los demás apóstoles. El 22 de julio celebramos a María Magdalena, ya no como memoria, sino como fiesta. Hago toda esta perorata inicial porque la novela de Bruno ha salido en el momento más preciso y oportuno, como ha sido la publicación de El Sorato de Magdala.

Lo primero que voy a resaltar es el hecho de que es un invento de la creatividad literaria de Bruno. Yo he buscado en los diccionarios de la Real Academia Española a ver si existe la palabra sorato. No existe. Es un invento de la imaginación fecunda de Bruno Rosario Candelier. Segundo, la novela es una extrapolación del siglo primero y el siglo XXI. El narrador juega con dos parejas: una pareja que es del siglo primero, que es María Magdalena y Jesús de Nazaret; y, en el siglo XXI, Aurora y Barranco. Precisamente la novela va a cifrar en dos mocanos el protagonismo; dos mocanos campesinos de una región de Moca llamada Villa Trina, en una sección llamada Los Bueyes; de ahí es la muchacha protagonista de la novela, que se llama Aurora. Un nombre que no es el nombre, según la novela no es su nombre de acta, sino que es el nombre que ella a sí misma se dio el día que radicalmente cambió su vida, y les voy a decir cómo Bruno presenta ese momento: Entonces, él escoge a una muchacha, Aurora, el nombre es extremadamente importante… Bruno tiene una obsesión con el nombre de Aurora que, no sé si eso brota de su inconsciente, porque ya en El sueño era Cipango aparece Aurora. Bruno es un novelista de los orígenes; es un novelista genesíaco. Las tres novelas que nos ha regalado son novelas genesíacas. Por ejemplo, El sueño era Cipango es una relación genesíaca de nuestra Dominicanidad, con las raíces hispánicas. Después publicó, una novela que habla sobre los orígenes de la Mocanidad: El degüello de Moca, aquel hecho trágico que ocurrió el 3 de abril de 1805, cuando pasaron las tropas de Cristóbal y Dessalines, y asolaron la villa de Moca en el templo de Nuestra Señora del Rosario, donde hicieron una masacre dentro del templo, y Bruno lo narra con una narrativa sumamente ágil. Esa faceta de su talento creador es una de las cosas buenas que tiene la narrativa de Bruno, que se lee con seguidilla. Ahora se va más lejos: a los orígenes del Cristianismo; y se va a la pareja bíblica del Cristianismo del siglo primero, que son María Magdalena y Jesús de Nazaret, y la hace cruzar con una pareja de campesinos mocanos: Aurora y Barranco, que son de Los Bueyes, Villa Trina. Ella de Palo Seco y él de Pedregal. Es una novela epistolar, es decir es un texto cuya estructura son 82 cartas que se mandan dos personas. La estructura epistolar para una novela, pienso que pudiera ser aburrida, pero, ¿cuál es la magia? Son cartas que empiezan desde el 3 de enero del 2001 hasta diciembre de ese mismo año (lo cual no sé si es una coincidencia o diosidencia el hecho de que las cartas estén escritas en el 2001, ya que en esta fecha hubo un corte dramático de la historia de la contemporaneidad nuestra por lo ocurrido en las torres gemelas). La cuestión es que la magia está en hacer la primera novela epistolar y, en segundo lugar, hacerlo con una técnica, una agilidad y creatividad literaria que yo les pago a ustedes si comienzan y leen la primera carta y ver si no les da seguidilla…

Entonces, ¿cuál es la diferencia entre las dos parejas que se cruzan, hecha con una maestría, la del siglo I y el siglo XXI? Que en la pareja del siglo I hay una relación tan cercana, tan íntima, que difícilmente dos seres humanos de ambos sexos hayan tenido una relación tan cercana, con la que Bruno juega magistralmente, y lo puedo decir como teólogo, juega magistralmente con dos cosas fundamentales que son una delicia de la novela: el amor humano y el amor sagrado. Cuando digo amor humano, digo el amor carnal, instintivo, pasional de todo hombre por una mujer y de toda mujer por un hombre; y ese amor carnal difiere del amor sagrado. Entonces, en esa primera pareja del siglo I, quién convence a quién de qué tipo de amor elegir es Jesús. Magdalena y Jesús se miraron a los ojos, y es esa mirada cautivante (porque María Magdalena se acercó a Jesús como un hombre galante, un hombre apuesto, un moreno barbudo, melenudo, tostado por el sol, un gigante, un galileo con su nariz torcida como son los galileos), y, María Magdalena se acerca en pos del amor humano y, es la mirada cautivante de Jesús de Nazaret la que le transforma ese amor humano en amor sagrado. Pero en el otro caso de la pareja del siglo XXI, entre Aurora y Barranco, que son los protagonistas de la novela, ¿quién creen ustedes que transforma a quién? Aurora transforma a Barranco. Barranco se enamora entre las tripas de Aurora. Cuando Barranco la ve en una librería por primera vez, nace una relación en ese carteo que tiene un juego exquisito (a veces tienes que hacer un discernimiento, y Bruno tiene la magia de tirar una línea casi invisible entre el amor humano y el amor sagrado), porque él juega mucho en la novela con El cantar de los cantares. El texto bíblico dedicado al amor tiene la magia de no saber en dónde comienza el amor humano y dónde comienza el amor sagrado; es el único libro de la Biblia que no menciona por ninguna parte a Dios y está hablando de Dios desde el principio hasta el final, pero no lo menciona. Entonces, E lCantar bíblico hace una simbiosis entre el amor humano y el amor sagrado. El Cantar de los cantares es la magia de todas las publicaciones de la Biblia. Jorge Luis Borges dijo una vez que él con gusto sacrificaría toda su producción literaria por haber sido el autor de El cantar de los cantares. ¿Cuál es la relevancia y pertinencia que tiene la producción de Bruno, hoy? Está en que María Magdalena es la mujer que hoy, los que somos creyentes, estamos reivindicando para reivindicar una muchedumbre invisible durante 2000 años que existe en la Santa Madre Iglesia Apostólica: las mujeres. Tan invisible que hoy los exégetas han descubierto algo insólito. En su último libro, antes de morir, Raymond Brown, exégeta de primera magnitud mundial, acaba de decir lo siguiente (resumo en tres palabras una obra de 900 páginas). Primero: “Hoy tengo muchas dudas de que el evangelio de Juan lo haya escrito Juan”. Pero esa duda le llegó tarde porque los exégetas sabemos que Juan era semianalfabeto; entonces el griego y el texto literario que tiene el evangelio de Juan es demasiado exquisito para que lo escriba un semianalfabeto: así que queda descartado que el evangelio de Juan lo haya escrito Juan. Segundo: “Cada vez sospecho más que el evangelio de Juan, el discípulo amado no era un hombre, sino una mujer”. Siempre se ha dicho que el discípulo amado era Juan, el que recostó en la Última Cena su oído en el pecho de Jesús, diciendo “Dime quién es el barbarazo que te va a traicionar”. Y Él le dijo: “A quien yo le moje el pan, ese es”, y le mojó el pan a Judas que, por cierto, las dos figuras más desacreditadas en dos milenios, y que tenemos que reivindicar son Judas Iscariote y María Magdalena. Estamos hablando de María Magdalena, pero hay que destacar que Judas no es traidor. Es decir, si hay algo claro entre nosotros los biblistas es que Judas no traicionó a Jesús. La prueba de que no lo traicionó fue que se suicidó, y nadie que traiciona se suicida. Entonces, María Magdalena era la discípula amada. Leonardo da Vinci, que era un genio y no era ningún pendejo, a quien pone al lado del Maestro, recostándose de Jesús, es un rostro femenino. Todos los cuadros de la Última Cena están mal pintados, porque Jesús la celebró en la casa de Marcos, en el aposento alto como dicen los evangélicos, con los 12, los discípulos y las discípulas, porque Jesús, algo grande que hizo fue no hacer diferencia entre hombres y mujeres. Era el único caso de un rabí que no hizo diferencias entre discípulos y discípulas; de hecho, los rabinos no tenían discípulas, sino solo discípulos. Juan el Bautista, que fue quién introdujo en el profetismo a Jesús, tuvo discípulos, no tuvo discípulas; sin embargo, Jesús nunca se separó de las mujeres, y esa es una reivindicación que hay que hacer hoy. Pero además, a María Magdalena, a pesar de haberla hecho invisible, la hemos desacreditado diciendo que era el “cuero” más grande del siglo primero, porque en ninguna parte de la Biblia dice que María Magdalena era prostituta. María Magdalena vivía en un pueblecito que se llama Magdala, que queda en la parte occidental del lago de Galilea, y es verdad que en Magdala, donde había mucho tráfico comercial y de negociantes porque es una zona pesquera, los biblistas y los historiadores del siglo I, que yo creo mucho en ellos, coinciden en que María Magdalena vivía de salar pescado. En Magdala las mujeres vivían de salar pescado porque no existían refrigeradores. Es posible que en algún momento María Magdalena haya sido cortesana de personas de la alta clase. Hay una tradición apócrifa que dice que María Magdalena tenía un negocito de prostitución ahí en Magdala, y de Magdala se mudó a Cafarnaúm, lugar de mayor tráfico masculino para levantar el negocio, y se mudó a una zona de tolerancia en el pueblo de Cafarnaúm que se llamaba “La calle de los jazmines”. Se llamaba así porque en Israel se obligaba a que las mujeres de vida alegre llevaran un frasco colgado al cuello con fragancia de jazmín, y olían a jazmín, es decir, que si usted sentía el olor a jazmín en una mujer, es porque era prostituta, así como en la Edad Media a la mujer de la profesión más antigua del mundo se le obligaba a poner una rama en la puerta de su casa, y es de ahí de donde proviene la palabra “ramera”. Entonces, aunque esa tradición de que ella ejerció en la calle de los jazmines la prostitución, dicen los apócrifos, y lo dice Gerald Tasan, que Magdalena vivía de salar pescado. Lo único que dicen los canónicos es que Jesús le sacó 7 demonios, 7 espíritus impuros, según dice el Evangelio de Lucas. José Saramago que era ateo de pura cepa, o como dice Buñuel, “ateo por la gracia de Dios”, porque desde el punto de vista epistemológico el ateísmo no es más que un cortocircuito con la roca del ateísmo, que es la roca del mal. Si existe Dios y existe el mal, si existe el bien y existe el mal, entonces uno de los dos no existe, y sabemos que el mal existe; entonces Dios no existe. Ese es el argumento, es decir, el que no ha sabido integrar la roca del mal y saber que Dios es el anti-mal, como dice muy bien Andrés Torres, que me parece que es el que mejor ha trabajado la teología del mal en Repensar el mal, una de sus obras de hace unos pocos años. Saramago, que no era ningún pariguayo y era ateo por la gracia de Dios, dijo: “¿Por qué siempre dicen que Jesús nada más le sacó siete espíritus impuros a María de Magdala, pero no dicen que también le despertó a la Magdalena siete ángeles? Siete ángeles que yacían en la estructura inconsciente de su personalidad. Entonces, yo hice un trabajo del que ahora solo quiero mostrar el esquema, y lo llamé “El Sorato de Magdala: un acercamiento en siete aproximaciones”. En lo personal, entre las novelas de Bruno Rosario Candelier, he llegado a la conclusión de que la mejor es El Sorato de Magdala. Una novela epistolar de inspiración bíblica y ha sido un gran acierto suyo escribir esta novela entre dos protagonistas que se comunican a través del género epistolar.

Para mí, humildemente me atrevo a decir, y no lo digo porque él está aquí, tres cosas: en primer lugar, que hasta el sol de hoy, no creo que haya un cauce literal más profundo en la literatura dominicana que el Interiorismo, movimiento literario creado precisamente por Bruno Rosario Candelier. El Interiorismo ha trascendido las fronteras de la Dominicanidad y la Mocanidad, y ha llegado a otro plano. En segundo lugar, Bruno ha rescatado a través del Interiorismo tres cosas que para mí son vitales, como son: la dimensión mítica, la dimensión metafísica y la dimensión mística, que son las tres aproximaciones que hice a esta novela. Hoy muchos estamos rescatando la dimensión mítica de la humanidad porque hoy, con nuestros aires de modernidad, crearon nuestros complejos de superioridad poniendo en el pedestal a la diosa razón. Todos los que estamos aquí somos hijos de la modernidad. Hemos puesto en el pedestal a la diosa razón. Pues déjeme decirles que la diosa razón fue destronada por los mismos modernistas. La mayor escuela de la modernidad del siglo XX, en 1930 sacó el manifiesto de la modernidad, y en esa época destronaron a la diosa razón con este planteamiento: “Todo exceso de racionalidad es un déficit de racionalidad”. Entonces, el rescate del Interiorismo que está haciendo Bruno desde el pensamiento mítico universal de la mitología griega a la mitología hindú, la mitología azteca, maya, etc.,(abran los ojos porque el mito no era de cuando teníamos los pantalones cortos; el mito es parte de la estructura seral de nosotros como seres humanos). Nosotros somos seres mitómanos. Segundo, el rescate que hace el Interiorismo de la metafísica. Bruno es un apasionado de los pensadores presocráticos; él está rescatando a los presocráticos y quién rescata a los presocráticos está rescatando lo mejor del pensamiento de la humanidad. Tercero, en esta novela ustedes van a disfrutar del rescate místico del Interiorismo. Bruno no solo se agarra de los grandes místicos, san Juan de la Cruz, santa Teresa de Jesús y otros. Bruno, con mucha premeditación y alevosía, pone al inicio de la novela una frase de Tagore que resume la esencia del libro. Dice Rabindranah Tagore: “Un día vendrá cuando te cantaré en la aurora de otro mundo. Te vi una vez en la aurora de la tierra y te amé siendo hombre”. Es decir, ahí está rescatando a Barranco, que se enamora entre los huesos de Aurora, y Bruno, que no es ningún tonto y todo lo que hace es con premeditación y alevosía, en la solapa del libro consigna esa frase de Tagore. Yo digo que el que lee esto ya sabe por dónde va la novela. Pone un párrafo que aparece en la carta 60 entre las 81 cartas que configuran esta novela, que empiezan el 3 de enero del 2001 hasta diciembre del mismo año. En la carta número 60 del 2 de septiembre del 2001, Bruno Rosario Candelier consigna en la solapa del libro la esencia de su novela en las siguientes palabras:“Según la tradición conservada en nuestro Sorato, María Magdalena se sintió espiritualmente desnuda ante el resplandor de aquella purísima Llama que descubría el interior de su alma como un rapto indescriptible, y aseguraba la hebrea que Jesús la tomó por sus brazos, y al erguirse, emergió otra María ante la mirada sutil y transformante del mismísimo Jesús. Jamás hombre alguno la había mirado con una mirada de amor sagrado, como la miró Jesús”  (Bruno Rosario Candelier, El Sorato de Magdala, carta 60, 2 de septiembre de 2001)”.

En la aproximación bíblica que hago desde el punto de vista de la exégesis, que la reivindicación que está haciendo la Iglesia Católica por María Magdalena va a pasos acelerados y, quienes más hemos contribuido a eso somos los biblistas. En el capítulo 2 de Génesis, cuando Dios habla que va a crear a Eva, dice: “Hagamos a un igual frente a él”. Entonces ¿qué es la mujer? El igual frente a él. Eso es una “galleta” a los 2000 años de masculinismo o de machismo de la iglesia; porque nosotros tenemos una Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana que se llama la Santa Madre Iglesia. “Madre”, pero dirigida por hombres, y donde toda la tradición de los profetas bíblicos desde Isaías desde el siglo Vlll antes de Cristo, Yahveh se compara más con una mamá que con un papá: “Aunque una madre se olvide de sus hijos, yo no me olvido de ti, Israel”, dice Yahveh en el capítulo 52 de Isaías. Pablo, que es una gran figura, dice: “Ya no hay esclavos, no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, porque todos somos uno en Cristo Jesús”.

En fin, esta magnífica novela de Bruno Rosario Candelier ha salido en el momento preciso y oportuno para reivindicar a María Magdalena, que la hicimos a propósito invisible, igual que como hemos hecho a más de la mitad de la humanidad, que son también las madres de la otra mitad.

 

Luis Quezada Pérez

Presentación de El Sorato de Magdala

Santo Domingo, Feria del Libro, 27 de abril de 2019.

Valoración de Sérvido Candelaria

Por Bruno Rosario Candelier

 

En abismo de transparente corteza

flotará mi hamaca en llamas sobre el risco.

Y aunque ciego, atraparé el rocío con qué apagar

la sed que el agua no sacia”.

(Sérvido Candelaria)

 

Venir a vivir en cualquier ámbito de esta tierra, entender lo que la vida implica y asumir una misión consciente y responsable, signo es de una clara dotación intuitiva, de una recia cosmovisión existencial y también de inequívocas y esclarecedoras interrogantes. Eso lo sintió y entendió Sérvido Candelaria cuando advirtió que él estaba inmerso en acciones que descarrían la vida hacia rutas sinuosas y terribles. Al darse cuenta del abismo en que había caído, desató las amarras entorpecedoras, asumió las riendas de un nuevo destino con un rumbo auspicioso y reencauzó su andar hacia un sendero luminoso y trascendente.

Sérvido Candelaria, el escritor nacido, criado y radicado en Miches (1), emergió al mundo de las letras con voz propia, firme criterio conceptual y claros conceptos desde su peculiar perspectiva estética y espiritual.

Para valorar y justipreciar la trayectoria literaria de Sérvido Candelaria veamos las siguientes consideraciones sobre la personalidad metafísica del intelectual michero:

  1. Dotado de una firme vocación de servicio. Según la locución latina nomen, omen (‘El nombre entraña un augurio’), Sérvido Candelaria vino al mundo para servir. El vocablo sérvido (del latín servidus, significa ‘servidor’, derivado de siervo, el lanudo y dócil corderillo que se acopla a la manada en el ámbito pastoril. Sérvido disfruta su vocación de servicio y siente que vino al mundo para hacer algo en bien de los demás, noble tarea que lo distingue y enaltece.
  2. Consolidado con una vestimenta de una sola pieza. No tiene nuestro poeta una conducta solapada, como la del que se presenta amable y cortés, pero por detrás disfruta la maledicencia, señal de quien tiene “doble cara”, es decir, que dice una cosa y hace otra. Sérvido Candelaria es sincero y veraz, sin dejar de ser exigente, pero siempre respetuoso, leal y consecuente.
  3. Dedicado a la labor cultural en su pueblo y su región. En el año 2011 el Ministerio de Cultura lo reconoció con la alta distinción de “Activo cultural de la Nación”, presea con la que ponderaron su valioso servicio de gestión cultural a favor de Miches y la región oriental de nuestro país.
  4. Puntual como la salida del sol naciente. Oriundo de este terruño soldeño, cuando se le convoca a un encuentro, una conferencia o una jornada intelectual llega antes de la hora pautada, aunque la actividad sea en San Fernando de Montecristi, en Fushimaña de Lajas de Yaroa, en la galana tierra de Moca o en cualquier escenario de Santo Domingo, a pesar de tener su residencia en el lejano y casi mítico Miches.
  5. Integrante de la cuadrilla interiorista de escritores michenses (con Rafael Peralta Romero, Miguel Solano, Sérvido Candelaria, Josanny Moní, sin olvidara Rosalina Benjamín, aunque ahora esté residiendo en “los países”), este cultor literario le da prestancia a la valiosa representación de creadores soldeños.
  6. Coauspiciador del polo literario de Miches. Este pueblo oriental de la República Dominicana llamado Miches es un semillero de poetas. Eso indica que este singular pueblo de nuestro país tiene singulares condiciones telúricas y celestes para gestar en su seno a cultores intelectuales, escritores y poetas que asumen el arte de la creación mediante el cultivo de la palabra.
  7. Poseedor de apreciables virtudes personales. A Sérvido Candelaria se le conoce por su incuestionable vocación para la puntualidad, responsabilidad y coherencia, rasgos que denotan el respeto de una persona hacia los demás, lo que es parte de una vocación civilista, generosa y altruista, cuando se vive en comunidad.
  8. Poseedor de una inteligencia emocional, interpretativa y visionaria. La intuición y la sensibilidad de este valioso cultor de la palabra se manifiesta en su creación poética, narrativa, crítica y ensayística, según podemos comprobar en sus ponencias y textos de poesía y ficción.
  9. Entusiasta promotor del arte de la palabra y el lenguaje del buen decir. Sérvido Candelaria es un intelectual amante de su pueblo y forjador de su destino con su labor de promoción cultural y su tarea de creación literaria.
  10. Cultor de la literatura como logoterapia y cauce del talento creador. En un conversatorio celebrado recientemente en la sede de la Academia Dominicana de la Lengua, Sérvido Candelaria expresó que desde joven comprendió que la literatura sería el fuero y el signo de su desarrollo intelectual, y reveló que haberse consagrado a la creación literaria fue el medio estético y espiritual que lo rescató de una ruta equivocada, encauzándolo hacia el crecimiento interior de su conciencia, al tiempo que expresaba mediante el arte de la palabra el testimonio de sus intuiciones y vivencias a favor de los altos ideales que el credo estético del Interiorismo le ayudó a forjar para su propio cultivo y a favor de los principios que edifican la inteligencia y enaltecen la expresión.

 

En su contacto con lo viviente (2), Sérvido Candelaria anhela la conexión del aura mágica que impregna y transfigura la sensibilidad y la conciencia porque quiere sentir, vivir y crear bajo la pauta del ordenamiento cósmico, según la aspiración de los creadores que experimentan la más honda apelación de la vida, como lo expresa nuestro poeta en “Torrente”:

Una cañada de luz despeña al monte

y sus chorros cortan

la cantera negra del lecho.

Y yo en el espejo mis deseos palpo

ansiando la estela que toque mi frente,

que me transfigure, que se haga asequible,

que tiemble en mis manos,

que se posesione de todo mi ser.

Quizás así pueda abrir un camino

entre la espesura que orilla el Sendero.

 

Al igual que todos los mortales, Sérvido Candelaria escucha la voz de las fuerzas que lo apelan-y ya sabemos que hay voces de la conciencia universal de la cantera cósmica en su expresión angelical de lo sublime, y voces del Averno con su connotación diabólica de lo perverso, según inferimos de la creación de nuestro poeta cuando percibe la onda irradiadora que reclama su participación o su realización, como podemos apreciar en la cogitación de su conciencia sutil plasmada en “Reflexión”:

A veces,

cuando las tinieblas

me llaman

hacia sus claros abismos,

asciendo a Ti para encontrarme.

 

Con la capacidad de percepción de la dimensión visible de la realidad física y de la dimensión invisible de la realidad metafísica, nuestro poeta ausculta el alma de lo viviente, y su intuición la expresa en términos antitéticos altamente expresivos(“el estruendoso silencio de una partitura etérea”), y tras su búsqueda visualizada en pos de la esperanza, que es el aliento promisorio de lo Eterno, Sérvido Candelaria testimonia lo que concita el corazón de quien ama, indaga y sueña, al tiempo que revela la singular condición de su honda apelación estética y espiritual, afín al ideario trascendente del Interiorismo (3), según manifiesta en “Retorno”:

 

Escucho el estruendoso silencio

de una partitura etérea.

La vida se ha ido con pausada prisa

a diluirse en una cruz que se agiganta.

Y en la gruta barrida por el viento,

la esperanza alienta

el regreso cada vez más lejano(5).

 

Sérvido Candelaria asume su vocación literaria y hace uso de la palabra para testimoniar su visión del mundo (4), canalizar su poder de creación y enseñar que la vida tiene un alto sentido si la impregnamos de amor y sabiduría con el lábaro del ideal que concita la sensibilidad y edifica la conciencia. En fin, Sérvido Candelaria es un ejemplo vivo y elocuente de que el hombre bueno y noble vive para servir.

 

Bruno Rosario Candelier

Encuentro del Ateneo Insular

Miches, Seybo, 18 de mayo de 2019.

 

Notas:

  1. Natural de Miches, Provincia de El Seybo, República Dominicana, nació el 28 de marzo de 1956. Licenciado en Educación, Mención Letras, por la Universidad Central del Este, profesor y cultor de la palabra. Poeta, narrador, crítico literario y animador cultural. Ejecuta proyectos de desarrollo socioculturales en su pueblo natal para impulsar las bases de la tradición literaria en ese poblado de la región oriental de nuestro país. Miembro correspondiente de la Academia Dominicana de la Lengua, dirigente del Ateneo Insular y cultor del Movimiento Interiorista, asume la palabra como un don espiritual mediante el cual da cuenta de su percepción de lo viviente como testimonio de su talento creador. El esplendor de lo viviente concita su lira y su entusiasmo, que su palabra formaliza en poesía y ficción.
  2. Autor de obras de poesía, ficción y ensayo, Sérvido Candelaria se ha destacado como un incansable promotor cultural en la región oriental de nuestro país, con la creación de la entidad denominada ArteMiches.
  3. Selvido Candelaria tiene 10 obras publicadas. Labora en el Ministerio de Cultura como director general de Promoción de Mercados Culturales; preside Artemiches, con la “Semana Cultural de Artemiches”; es miembro activo del Ateneo Insular y del Movimiento Interiorista; asesora talleres literarios en su comunidad y es miembro correspondiente de la Academia Dominicana de la Lengua; fue declarado en el 2010 como Activo Cultural de la Nación por el Consejo Nacional de Cultura.
  4. Entusiasta militante en los actos lingüísticos de la Academia Dominicana de la Lengua y en los encuentros literarios del Ateneo Insular, Sérvido Candelaria da un ejemplo con su fervorosa participación en las jornadas intelectuales de las citadas instituciones.
  5. Los poemas de Sérvido Candelaria, citados en esta breve semblanza sobre el escritor michero, fueron publicados en la antología de Bruno Rosario Candelier, Poesía mística del Interiorismo, Santo Domingo, Ateneo Insular, 2011.

Valoración poética de Josanny Moní

Por Bruno Rosario Candelier

 

Te miro y el fuego de tus ojos me consume.

El viento recio de tu aliento se lleva mis palabras”.

(Josanny Moní Mota)

 

El primer encuentro literario del Ateneo Insular al que asistió Josanny Moní (1) fue el que celebramos en la Colina Mística de Santo Cerro hacia finales de 2014.

-Aquí le traigo a esta bella poeta -me dijo Rafael Peralta Romero al presentármela.

Y yo advertí en la sonrisa luminosa de Moní, en su mirada escrutadora y en su actitud abierta y empática, un singular talante que luego confirmé en su caudalosa sensibilidad espiritual, su fina expresión estética y su entrañable conexión con el fluir de lo viviente, según el testimonio poético consignado en el poemario Musa (2).

Esta agraciada poeta oriunda de Miches, llamada  Josanny Moní Mota (1), vino al mundo con una vigorosa dotación perceptiva de su sensibilidad estética para sintonizar los fluidos telúricos de su terruño natal y las emanaciones estelares del cielo soldeño, lo que atizara su conciencia espiritual de lo viviente con un sentido de coparticipación de su ser con el alma del mundo, como se aprecia en el siguiente texto (3):

 

Soy un grano de arena

que late en las aguas profundas del Universo

volcada por sus olas telúricas hacia la superficie

Soy una brizna de luz

en la frontera de la risa y el llanto.

Tengo todo porque primero fui nada

sumergida, arrastrada, sacudida…

Tejida entre frialdad y espanto

para luego renacer a una nueva conciencia

más ligera para caminar por nuevas realidades.

Ajena al prurito de lavas volcánicas

que arden en mis silencios

cerré los ojos y pude ver la luz.

   El poemario Musa irradia una onda sugerente de la gema estética y espiritual de la sensibilidad de Josanny Moní como un crisol de luz y sabiduría. “Bañada de luna” en el fuero de su interioridad, según revela en uno de sus poemas, nuestra autora se siente impregnada de “amapolas de estrellas”, como expresa en “Al verde mi alma”.

La agraciada poeta interiorista de Miches tiene una alta ponderación del espíritu que acompaña a lo viviente, dimensión esencial para entender el sentido de la vida desde lo material hasta lo trascendente. De cuanto fluye de su ser, límpido y genuino, puedo inferir algunos rasgos indicativos de su genio interior, como la singular condición de su alma en sintonía con la esencia cósmica. La connotación física y espiritual de la gracia inmersa en la luz afloran en sus versos. Con una alta valoración de la belleza sutil, que fecunda su sensibilidad estremecida, eleva el alma que su espíritu consiente, tras asumir el fluir de lo viviente en una relación sensorial, erótica y espiritual de su ser interior con el ser de las cosas. En esa compenetración profunda, esa mujer con esos singulares atributos se empalma a la urdimbre cósmica como medio de conexión para ascender, a través de las ondas telúricas y estelares, a la belleza inmarcesible y al sentido que no perece, concitado por la pasión subterránea de esta Eva tropical y antillana.

La doctrina de la contemplación estética enseña el concepto de que hemos de sentir lo contemplado para captar su esencia. Ese planteamiento se corresponde, en la vivencia erótica y mística, con la experiencia de fusión, que consiste en sentirse integrado a la esencia de lo viviente, en la que el alma de nuestra poeta tiene la sensación de confundirse con la cosa. Contemplando la flor, percibe y pondera la flor, siente como la flor y finalmente encarna la flor en su ánfora interior, sintiendo que ella es el objeto contemplado. Es una manera de sentir, disfrutar y compartir el esplendor de la Creación.

Cuando le envié el texto del párrafo anterior por correo electrónico a Josanny Moní, ella me escribió el 26 de agosto de 2015 esta perla: “Cuánto agradezco el gesto de sus palabras, en las cuales me deleito una y otra vez como el agua que cae de una fuente inagotable en las profundidades de las montañas. Quiero tatuar estas palabras en mi memoria, que se disuelvan en mi sangre, que formen parte de mi ADN; por eso tomé el texto y lo imprimí, con la intención de colocarlo cerca de mi almohada para que sea el último bocado que pruebe mi ser antes de dormir y el primero al despertar. ¡Gracias!”.

Al día siguiente le escribí a la agraciada poeta michense lo que sigue: “Un singular atributo que pude apreciar en tu alma es el poder interior de tu conexión cósmica, vale decir, el potencial de tu conciencia trascendente. Viniste al mundo con la capacidad para sentir y entender el sentido de fenómenos y cosas, captar verdades profundas y recrear cuanto ves, imaginas o intuyes. En virtud del Logos que nos identifica, tenemos el instrumental para pensar, sentir y expresar nuestras percepciones entrañables. Desde que fuimos creados e instalados en algún ámbito de este mundo contamos con poderes que nos fueron otorgados por Quien nos hizo a su imagen y semejanza para que hagamos de nuestra vida una estancia luminosa en la tierra mediante la vivencia de la belleza y el sentido que capta la esencia y el fulgor de lo viviente. Por eso la belleza, la gracia y la intuición te fueron dadas para que tengas una vida más hermosa y una existencia más grata. Fuiste agraciada con una dotación física y espiritual para sentir el esplendor del mundo mediante los sentidos físicos y espirituales, con el poder de la sensibilidad para sentir, la dotación del intelecto para comprender y el don del lenguaje para crear y expresar el encanto del mundo, como lo haces en tu poesía y ficción, y esos poderes alcanzan tantas posibilidades en la reflexión, la creación y la interpretación. En tu lírica se atisban tus dones, una vía excelsa para trascender, y un medio para experimentar, con armonía y esplendor, las vivencias del espíritu en su triple dimensión estética, erótica y mística, viviendo el más auténtico sentido de la vida. Cuando vencemos los factores que coartan la sensibilidad, nos sobreponemos a las fuerzas negativas y activamos la energía creadora en armonía con la Fuerza Espiritual del Cosmos, haciendo el aporte de nuestra intuición al cauce infinito de la conciencia trascendente”.

Entonces Moní Mota de nuevo se sintió motivada para escribirme, como en efecto lo hizo el 30 de agosto de 2015, remiéndome el siguiente mensaje: “Una vez más gracias por sus palabras, aunque no sé si alegrarme  o asustarme: en realidad es mucho lo que dice, que no sé si esté en la capacidad de encarnar lo que expresa. Nunca me había percibido nadie así, ni siquiera yo misma, tal como lo hace usted. Vayan estas palabras como agradecimiento. Quisiera ser más prolífera en la pluma como lo es usted. A veces se me ocurren buenas ideas, pero a la hora de plasmarlas se esfuman parcialmente o lo que logro escribir es un triste reflejo de lo que siento y pienso, por lo cual he deseado muchas veces que existiese una máquina que pueda ir escribiendo mis pensamientos, al tiempo que van surgiendo nuevas ideas. Con toda honestidad le digo que no sé si es verdad todo lo que externa de mi persona, pero he decidido creerlo y asumirlo. La vida viene de la Vida, los pensamientos y análisis también surgen de algún lugar que bien pueden ser sobre de la base de ciertos planteamientos ya existentes o simplemente de una idea que el viento pone en nuestras cabezas con la misma normalidad que da vida a los columpios del parque o a las mecedoras de cualquier balcón dando la impresión de tener vida propia aun cuando nadie les ocupe. Del mismo modo puede recibir un alma datos del día, de la noche o de una aparente nada que está cargada de vida y significado, y  que podemos sintonizar con lo que constantemente tañen los vientos. La experiencia de entrar en contacto con otras experiencias puede resultar una ventana para acercarnos al mundo de otros, contemplar su interior y beber de las gotas que emanan de su ser hasta sentir (aun sea por breves instantes) como la fuente que destila. Esta es quizás la única forma de permanecer vivos… Gracias, Moní”.

El mensaje de Josanny Moní confirma que nuestra poeta participa del “dolorido sentir” de Garcilaso de la Vega. Posee la dotación de la sensibilidad para “sentir en la materia”, y la dotación de la conciencia para “sentir en el espíritu”. Esa doble condición de la interioridad humana indica que el mundo de sus vivencias va más allá de las manifestaciones aparentes ya que es amplia, abierta y empática su antena espiritual, lo que confirma que ella tiene desarrollada la sensibilidad trascendente (que es la dimensión espiritual de la interioridad), pues en ella hay signos de una alta dotación interior. Mediante la conexión de su alma con el alma del mundo fluyen irradiaciones estelares, una manera de decir, que tiene las condiciones estéticas y espirituales para percibir y canalizar las altas vivencias del espíritu y, desde luego, para canalizar la creatividad estética y espiritual de su inteligencia en virtud de la conexión cósmica de su sensibilidad, condición que le permite crear poesía y ficción, al tiempo que capta, entiende y recrea mensajes profundos de la cantera infinita.

Edificante y hermosa es la disposición de la conciencia para desarrollar el talento creador a la luz de nuestras intuiciones y vivencias. Desde el asombro que producen las hermosas sensaciones y los fenómenos sutiles, encauzamos las inquietudes que nos llevan al silencio, la contemplación, la meditación, la oración o la creación. Moní Mota experimenta una especial inclinación hacia la naturaleza, en un todo armónico; ese ‘fundirse’ con el alma de lo viviente para encontrarse con la trascendencia, implica sentirse parte de un todo con ‘alma’, con cabal conciencia luminosa.

Josanny Moní tiene un alma “bañada de luna” y un corazón impregnado de “amapolas de estrellas”. Fluye el aliento de su espíritu en sus cantos y la energía de lo viviente en sus palabras, vale decir, todo su ser se manifiesta en una onda de luz desde su alma tocada por el alma del mundo. Una honda vibración procedente de su conciencia concita la dimensión de lo viviente desde la fragua de su sensibilidad y su espíritu.

En otra parte he dicho que bajo la perspectiva de la trayectoria existencial, la vida se puede vislumbrar como un viaje desde uno mismo hacia la Eternidad, desde la conciencia interior hacia la Conciencia Cósmica. Cada uno tiene su propia ruta y su propia circunstancia, con su historia y sus peculiares condiciones materiales y espirituales. En ese tránsito físico y espiritual, la mente intuye un cauce que la poesía, el arte, la religión, la filosofía y la mística ayudan a perfilar como se aprecia en la creación poética, la experiencia religiosa o la vivencia mística. Cada uno tiene un lugar y un punto de contacto en el Universo, mediante una conexión con la Energía Suprema de la Creación. Y cada uno experimenta apelaciones entrañables y descubre su vocación y la vía para su materialización. Se trata de una singular conexión que pauta la vía de una apelación y la ruta de un destino. Quien tiene conciencia de sí mismo, conciencia de la realidad y conciencia de la relación de todo con el Todo, vive una vida con hondura y sentido, y logra altos niveles en el ascenso del espíritu. Quien se ausculta a sí mismo y procura el sentido de fenómenos y cosas, con su intuición descubre que hay verdades poéticas y verdades interiores que la palabra formaliza en imágenes y conceptos. A la voz interior de la conciencia individual se suma la voz universal de la sabiduría cósmica, que el Numen registra con su estirpe espiritual de resonancias cósmicas, como la plasma la gran poesía cuando asume, perfila y recrea las señales secretas de lo arcano. Desde luego, los elegidos para canalizar la voz interior de la conciencia o la voz profunda del Cosmos, han de saber la alta misión para la que han sido convocados.

La anterior reflexión nos podría ayudar a apreciar la imbricación erótico-cósmica en la escritura de Josanny Moní, en la que entrelaza el cuerpo humano con el cuerpo celeste visualizado en los astros, índice de la compenetración de la sensibilidad estética y espiritual de nuestra joven poeta interiorista:

Un pensamiento se derrite en tus labios

recién sacados del horno

que crece y fortalece como roble silvestre

Sus ramas tocando el firmamento de sus lunas

acariciando las estrellas detrás del cuello

Tus ojos han quedado enganchados en el astro

que cuelga de su oreja.

 

La persona lírica de estos consentidos versos sabe jugar con las palabras que dejan escabullir las emociones entrañables con la personificación de las partes de la oración:

Corrientes encontradas levantando muros de frío

que paralizan a los verbos más inquietos

callando al sujeto que carece de predicado

fino, voluble y trasparente

Y ahora no dejo de respirarte

Te place cortarme la respiración

con cada suspiro atravesado.

   La emisora de estos dolientes versos, índice del “dolorido sentir”, confirma su identificación con la naturaleza. Nuestra poeta se siente parte de todo en comunión con el Todo. Y con orgullo se visualiza a sí misma como una de las criaturas de la Creación:

 

El aire está lleno de mi voz

Los ojos de las que me miran

son iguales a los míos

Cómo un sinfín de espejos

reflejan mi imagen

Rodeada estoy de mí

Soy un pájaro mirándose en un lago

Mi imagen distorsionada por la corriente

es una hoja que bate el viento

Un canto como el trinar de muchos pájaros

se escucha de mis entrañas

Y algunas plumas salen de mi cuerpo

sin que pueda evitarlo

Hay una voz que habla diferente

pero se escucha tan mía

que no sé si soy la que habla

o yo quien escucha.

 

En su doliente poetizar, expresión del caudal emotivo de su ánfora sagrada, Josanny Moní afirma su ser, certifica su voz y confirma su reclamo como una forma de sentirse a sí misma, revelar lo que su corazón anhela y canalizar el grito incontenible que mana del fuero secreto de su sensibilidad profunda, cauce y crisol de su conciencia sutil, que nuestra poeta expresa con la potencia de una sensibilidad crispada al modo lírico y volcánico de un Pablo Neruda en la estremecedora voz de Jorge Raúl Guerrero:

Yo soy la que grita

soy la que siente

la que gime

la que no duerme la que sufre

soy el llanto sin voz

La  que corre por las noches desnuda

Soy la invisible la que toca la puerta

la que rasguña la puerta

la que llamala que grita

Si, la que grita

Yo soy la que espera

Tú eres la otra

Yo soy la que llama,

la que toca, la que toca.

Soy la que vibra

Yo soy la que arde.

 

Encuentro del Ateneo Insular

Miches, Seybo, 18 de mayo de 2019.

Notas:

  1. Natural de Miches, provincia de El Seybo, República Dominicana, Josanny Moní Mota nació el 29 de diciembre de xxxx. Comunicadora social de profesión y oficio, se graduó en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Es miembro del Ateneo Insular y cultora del Movimiento Interiorista. Ha realizado varios cursos en diferentes disciplinas humanísticas. Y publicó su primera obra poética Musa, en 2014, con un prólogo de Rafael Peralta Romero.
  2. Josanny Moní Mota, Musa, Santo Domingo, Impresora Color Plas, 2014.

“Una brizna de luz”. Poema inédito de Josanny Moní, al igual que otros textos suyos citados en este estudio sobre su creación poética.

El traslaenqueismo, el traslaconqueismo y el traslaporqueismo en la República Dominicana

Por Tobías Rodríguez Molina

Hace unos años fue publicado el libro “El español al día”. El mismo contiene ensayos redactados por varios profesores y profesoras del área de Letras de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, de la ciudad de Santiago de los Caballeros, República Dominicana. En ese libro apareció  mi primer ensayo que tocaba el tema del queísmo y el dequeísmo. Unos años después seguí  adentrándome en el tema con el ensayo “Más sobre queísmo y dequeísmo”, en el que me centré en proponer un sencillo método para saber, siguiendo pautas sintácticas, cuándo se usan “que” y  “de que”.

Me siguió inquietando el tema y en el año 2010 publiqué, para ilustrar a mis alumnos de la PUCMM y a otros usuarios interesados en el buen empleo del castellano, el ensayo “Queísmo, dequeísmo y otros casos”. Cuando ustedes conozcan este ensayo se darán cuenta de que ahí presento una serie de fenómenos  que reflejan el rumbo que en nuestro país va siguiendo la evolución de la sintaxis del español nuestro.  Debo dejar constancia de que, para los fenómenos referentes a “otros casos”, no existen en español términos con los cuales identificar esos fenómenos, por lo que me vi precisado a inventarlos. El hecho es que son realidades presentes entre nosotros y de alguna manera hay que identificarlos para poder hablar de ellos. Yo espero que la Academia Dominicana de la Lengua no me guillotine por mi atrevimiento.

Tres de esos casos presentes en ese ensayo son aquellos a los cuales les he dado el nombre de “traslaenqueísmo”, “traslaconqueísmo” y “traslaporqueísmo”. Veamos a continuación cada uno de esos fenómenos por separado.

El traslaenqueísmo consiste en la separación, dentro de la oración, de “en” y “que”, dos palabras que, de acuerdo con la sintaxis del español, deben aparecer una a continuación de la otra. Veamos este ejemplo de traslaenqueísmo: “Sabemos en la situación que ellos se encuentran.”  Nuestra sintaxis pide que se diga: “Sabemos la situación en que ellos se encuentran.”

El traslaconqueísmo tiene como característica la separación de “con” del “que”, siendo así que, de acuerdo con las prescripciones  y el uso normal de nuestra sintaxis, esos dos términos deberán aparecer uno a seguidas del otro. A continuación les ofrezco un caso de “traslaconqueísmo”: “Conocemos  con los sinsabores que  ellos lograron lo que hoy tienen.” De acuerdo con nuestra sintaxis, esta oración debería ordenarse como sigue: “Conocemos los sinsabores con que ellos lograron lo que hoy tienen.”

El tercer fenómeno que les presentaré es el que he  nominado traslaporqueísmo, que ofrece como característica la presencia separada de “por” y “que”, en vez se aparecer dichas palabras juntas en el orden sintáctico. Ejemplificaremos este caso con el siguiente ejemplo: “No comprendo por el motivo que ellas se retiraron de la reunión.” Para que esa oración aparezca ordenada en consonancia con la sintaxis del español, debería estar formulada en el siguiente orden: “No comprendo el motivo por el que ellas se retiraron de la reunión.  Hasta aquí he ofrecido el concepto de esos tres casos de alteración sintáctica que se están produciendo, de forma bastante frecuente y acelerada, en el español dominicano, acompañando cada una de esas realidades con un ejemplo. Y  para que caigan en la cuenta de hasta dónde han penetrado estos cambios sintácticos en nuestro país,  les presentaré ejemplos de  esos tres fenómenos tomados de usuarios dominicanos. Los primeros que leerán los tomé, para ejemplificar el “traslaenqueísmo”, de profesionales de la comunicación y son estos:

  1. “Veamos en las condiciones que se encuentran los moradores de La Zurza…” (Introducción a una entrevista a esos moradores; una reportera de CDN)
  2. “Es penosa en la situación que se encuentran muchas personas en República Dominicana.” (Reportera de TELEANTILLAS)
  3. “Conocemos en las condiciones que viven ellos.” (Comunicadora dominicana en un programa de televisión de un canal capitalino)

Veamos a continuación ejemplos de  “traslaconqueísmo” tomados de fuentes diversas:

  1. “Hay que tener en cuenta con las enfermedades que llegan.” (Doctora parte de la dirigencia de la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia, de Santo Domingo, R. D.)
  2. “Es admirable con la rapidez que… enfrentaron los problemas dejados por el huracán María…” ( Un veterano comunicador de la Z 101: programa matutino de un sábado)
  3. “Ustedes han visto con la confianza que ese lanzador enfrenta a los bateadores.” (Un comentarista de la Z 101)
  4. “Es evidente con la rapidez que está cambiando la sociedad…” (Médico especialista de la Receta Médica de la Z 101)

Del “traslaporqueísmo” también se escuchan en nuestro país, y de variadas fuentes que las producen en su interacción con los demás,  expresiones  como las siguientes:

  1. “No sé por la razón que ella no regresó a su casa.” (Estudiante universitaria de Santiago de los Caballeros)
  2. “Me conmovió por la pena que ella están pasando.” (Una señora de Santiago, de nivel social alto)
  3. “Conozco muy bien por la situación que están pasando esas personas.” (Respuesta a una pregunta hecha por un reportero de televisión de la capital dominicana)

El hecho de que, como hemos  visto  en los ejemplos ya ofrecidos,  los mismos fueron producidos, en su mayoría, por profesionales de la comunicación  y por personas de un elevado nivel sociocultural, nos indica que esos  tres fenómenos de cambio sintáctico  están fuertemente arraigados en nuestra lengua nativa. Ahora bien,  ante  la magnitud con que ese fenómeno lingüístico está presente en la República Dominicana, ¿podría  decirse que ese es otro elemento que está configurando nuestra identidad lingüística?  Me gustaría que algún lingüista  dominicano me ofreciera su opinión al respecto.

© 2019, Tobías Rodríguez Molina

Algunos aciertos y desaciertos en casos dificultosos del español en la novela Equis

Por Tobías Rodríguez Molina

Los idiomas constituyen un ente sujeto  a evolución o cambio en el transcurrir del tiempo. Eso le pasa, por consiguiente, a nuestra  lengua española.  De ahí que  todos los que usamos ese canal de transmisión de información, especialmente los escritores y comunicadores en general, participamos de ese proceso, por lo que hay que cuidarse de llamar “peladamente”  errores a muchos usos alejados de las normas  que hasta ahora nos han orientado en el empleo de nuestra lengua castellana. Eso me llevó a hablar de “acierto” al uso de acuerdo con la forma tradicional, y “desacierto” al caso en el que hay un apartarse del uso y normas del español, algo que se  está constituyendo en algo  generalizado y normal, como es, por ejemplo, el caso del “queísmo” y el “dequeísmo”, y otros aspectos más que presentaré en este artículo.

En esta ocasión, mientras leía la novela EQUIS, de Avelino Stanley, fui anotando casos acertados y desacertados presentes en esa novela y de los cuales voy presentando mis consideraciones frente a unos y otros. Debo dejar aclarado que, tal como aparece dicho en el título, analizaré casos que nos presentan fuertes dificultades al emplearlos. Entremos ya en materia.

Aciertos y desaciertos al emplear “aquí” y “acá”:

  1. Empleo de aquí y de acá de acuerdo con la norma:
    1. “Eso era Carita por aquí y Carita por allí.”(p.11, 3ra. edición). En este ejemplo encontramos a “aquí” con el sentido estático que le asigna el español, significando “en este lugar”.
    2. “Ven hacia acá, hacia el Este.”(p.13, op. cit.) .Esta vez Avelino emplea “acá” de acuerdo con el sentido dinámico que se le asigna a ese adverbio de lugar.
    3. “Los árboles se movían así, hacia allá, hacia acá, danzando un ritmo lento, con la parsimoniosidad de la orquesta que dirigía magistralmente la naturaleza.” (p. 66, op. cit.). En este fragmento el autor también emplea “acá” siguiendo la norma de nuestra lengua, es decir, expresando dinamismo o movimiento.
  1. Uso de “aquí” apartándose de la norma del castellano:

-“…desde que María tomaba la lámpara en la mano, su sombra bailaba sobre la pared para aquí y para allá.” Este caso, en lo referente al sentido dinámico, es semejante al 1c, que fue bien empleado al usar “acá”, pero en este caso 2, empleó “aquí” quebrantando la norma, pues debió usar “acá” por el sentido dinámico envuelto en la expresión.

Desaciertos al emplear separadas palabras que van unidas

  1. “…hablaba con Aguila, el muchacho de en frente que estudiaba psicología en la universidad autónoma.” (p. 44, op. cit.). “en frente” no es una expresión adverbial sino un adverbio que se escribe “enfrente”. Hay que tener en cuenta que el nombre de la universidad autónoma debe iniciarse con mayúscula.
  2. “El, como estaba de vacaciones, había venido a donde sus familiares.” Ese “a donde” no debe escribirse en dos palabras, sino en una sola, es decir, debe escribirse “adonde”.
  3. “Sobre todo al medio día, cuando uno venía sudoroso del ingenio.” Aquí se trata del período de tiempo, que es el “mediodía”, y no la mitad del día, que es “medio día”. Véase el siguiente ejemplo: “El agricultor trabajó solamente de las ocho de la mañana hasta el mediodía, y por eso  solo  le pagaron medio día de trabajo.”
  4. “…y se la llevó cargada, acariciándola todo el tiempo, besándola en la boca, en las mejillas, en la nariz, donde quiera. (p. 97. op. cit.). Se trata en este caso del adverbio “dondequiera”.  “Donde quiera” podría aparecer escrita en dos palabras en una oración como esta: “Donde quiera ella ir (donde desee ella ir), allí iré yo.”

Desaciertos al usar juntas palabras que se escriben separadas.

  1. “Aveces, como para disimular, María se tiraba en la cama y duraba horas enteras mirando hacia arriba.” (p. 79. op. cit.). Este desacierto consiste en escribir “A veces”, que es una frase adverbial, como si fuera un adverbio, que en ese caso se escribiría en una sola palabra.
  2. “La abuela, después de haber visto todo, salió depronto y volvió con una mata de sábila…” (p. 81, op. cit.). Se deben escribir no unidas las palabras de esta expresión adverbial, que es “de pronto” y no “depronto”.
  3. “…se le había dado ese nombre no se sabe porqué.” (p. 83, op. cit.). Si a ese “porqué” lo estuviera acompañando el artículo “el”, estaría bien empleado, pues sería “el porqué”, equivalente a “el motivo”. Pero en ese contexto equivale a “por cuál (qué) razón o motivo” y se escribe “por qué”.

Desacierto al emplear la variante del pronombre de tercera persona (el-los, la- las, usted-ustedes) con función de objeto indirecto, que debe ser “le” para el singular y “les” para el plural.

  1. “Con esa letrina en uno de los extremos que le servía, al mismo tiempo, de baño.” (p.60, op. cit.) Según el contexto, la letrina serviría para todos los que vivían en la hilera de habitaciones, es decir, “les” servía a todos.
  2. “Ya resultaba algo fútil para muchos, aunque a  otros, como su madre, esto le  resultaba una madeja muy difícil de tejer.” (p. 75, op. cit.). El contexto da a entender que el referente objeto indirecto “otros” es plural, por lo que mandaba usarse “les” y no “le”.

Desacierto al no aplicar la norma de la concordancia entre un sustantivo y su modificador directo o adjetivo. Ejemplo: “Y los laureles, esos monstruos enorme, apenas cedían.” (p. 84, op. cit.). Al estar monstruos en plural, pide que su modificador directo  se exprese en plural y sea “enormes”.

Desaciertos al  emplear “que” en lugar de otras construcciones.

  1. Empleo de “que” (queísmo) debiendo usar “de que”. Ejemplo: “Porque estaban seguros que ella no saldría de allí ni amarrada. (p. 76, op. cit.). La verdad es que el queísmo es empleado por la mayoría de los dominicanos. Es decir, ese uso se ha constituido en algo propio de nosotros. Hacemos esta afirmación a pesar de que uno no conoce ningún estudio sobre ese fenómeno de cambio linguístico, pero la percepción al oír hablar o leer lo que escriben nuestros compatriotas, creo que avala mi afirmación.
  2. Empleo de “que” en vez de “a los que” (desalosqueísmo). Ejemplo: “También se cruceteaban entre la cara de la gente los mimes, esa especie de los múscidos, que se le había dado ese nombre no se sabe porqué” (p. 83, op. cit.). Esta vez elidió  “a los” en la expresión “a los que”, a lo cual yo le he llamado desalosqueísmo, partiendo de “des” (eliminación, falta, ausencia) como en “desunido”, “desvergonzado”, “desamor”.
  3. Empleo de “que” en lugar de “en que” (desenqueísmo). Ejemplo:  “Justo en ese momento que la vecina rascaba ya el fondo del caldero…” (p. 96, op. cit.).  Debe ser:   “Justo en ese momento en que la vecina rascaba ya el fondo del caldero…”

Acierto en el empleo de “aún”: “Al pararse, satisfecha, sin tomar equilibrio aún, cayó al suelo.” (p. 55, op. cit.). Ese uso cumple con la norma al ser ese “aún” equivalente o sustituible por “todavía”.

Desacierto al emplear “aun” y “aún”

  1. “Aún así, todavía vivían buscando en los patios cualquier espacio pequeño…”( p. 57, op. cit.). Aquí vemos un empleo de “aún” con tilde como si se tratara de su equivalencia con “todavía”, lo cual no es así porque en ese ejemplo, la única equivalencia posible es con “incluso” e “inclusive”.
  2. “…la vecina rascaba ya el fondo del  caldero y no la había llamado aun…” (p. 96, op. cit.). Evidentemente, en ese caso tenía que escribir “aún” así,  con su  tilde, por su equivalencia con “todavía”.

Otro desacierto: Elisión de un término y una coma, con lo cual se dificulta la comprensión del contenido.

“Mientras María permanecía semifuribunda, con la cabeza apoyada en la palma de la mano.” (p. 80, op. cit.). La redacción se mejora y se aclara el sentido si decimos: “Mientras tanto, María permanecía semifuribunda, con la cabeza apoyada en la palma de la mano.”  Esa construcción sin “tanto” y sin “coma” no es una oración gramaticalmente completa, sino una proposición, que sería parte de una oración compuesta como la siguiente: “Mientras María permanecía semifuribunda, con la cabeza apoyada en la palma de la mano, la niña lucía desentendida en un rincón de la sala.”

Empleo desacertado del verbo “hacer” impersonal, que según lo pautan las normas de la concordancia, jamás debe aparecer en plural cuando se usa como impersonal, como lo usó el autor de la novela que  estamos analizando.

Veamos el siguiente ejemplo:  “Pensó ligeramente en que hacían algunos días  que la muchachita no se le escuchaba lo de Carita.” (p. 96, op. cit.). Para guardar la acertada concordancia, la expresión “hacían algunos días” tiene que ser “hacía algunos días”.

Si tenemos en cuenta la abundante cantidad de desaciertos presentes en esa novela de Avelino Stanley, podríamos pensar que, si pasó por las manos de un corrector de estilo, a esa persona  habría que enviarlo a un centro de corrección estilística.

© 2019, Tobías Rodríguez Molina

 

Bacano, accionariado, establishment/*estabilishment, filial/filiar, alimentaria/alimenticia

Por Roberto E. Guzmán

BACANO

“. . .corte de pelos o pelada BACANA. . .”

Los dominicanos son prolijos en la creación de nuevas voces o en añadir nuevas acepciones a voces que se hacen de moda, es decir, que se usan con mucha frecuencia. Eso que se acaba de escribir es algo que ha sucedido con la voz del epígrafe.

Esta voz se utiliza también en Ecuador y Colombia. En esos dos países solo sirve para expresar, “chévere, estupendo” y la usan los jóvenes. Además de esa significación, en República Dominicana la voz tiene dos acepciones más.

Referido a persona, en República dominicana es, “extraordinaria, que sobresale por su inteligencia o por sus grandes habilidades para algo”, así mismo relativo a persona es, “que va a la última moda”.

No hay que extrañarse si en el habla, algunas personas, sobre todo jóvenes, se oye que utilizan la voz bacano/a para aludir a otras cosas. Pueden usarlo para referirse a alguna cosa que funciona bien.

Como una rareza puede mencionarse que bacana en tanto nombre femenino, es un “jolgorio, alegría”. Diccionario de dominicanismos (2002:31). Otra rareza es bacanería, para expresar que algo es una chulería. La creatividad no se detiene ahí, pues en otro diccionario se encuentra bacana con la significación de “charla desenfrenada, bulla grande”, que fue como lo consignó Brito en su Diccionario de Criollismos (1931). Bacano se halla también asentado como “alegre, resuelto, animoso”. Diccionario de dominicanismos (2010:29).

 

ACCIONARIADO

“. . .intención del gobierno de vender una parte del ACCIONARIADO. . .”

No es algo realmente censurable que alguien se equivoque en la selección de la palabra certera con respecto a vocablos que pertenecen a un léxico de alguna ciencia específica, sobe todo, si quien escribe no es un especialista en esa rama del saber.

La palabra accionariado representa al conjunto de accionistas de una sociedad. Accionista, a su vez es el dueño de una o varias acciones. Una acción es entonces una de las partes en que se divide el capital de una empresa y el título que acredita su valor.

Es necesario volver a la palabra accionariado. Es el conjunto, es decir, el agregado de varias personas. No cabe que conforme con la redacción se vendan las personas en conjunto; eso no es posible; tampoco es posible que se vendan individualmente. Lo que sí puede venderse es una parte de las acciones -o todas- de las que forman el capital de esa empresa.

Hay que ser cuidadoso al escribir para el gran público porque este tipo de error puede inducir a muchos lectores a imitar este mal ejemplo.

 

ESTABLISHMENT – *ESTABILISHMENT

“. . .unidos por miles de hilos al ESTABILISHMENT. . .”

Las voces extranjeras, son voces extrañas que confunden a muchas personas. Esto así porque son ajenas a la naturaleza y condición de la lengua española. Esas son voces que lo más sano es evitarlas, aunque sea al precio de utilizar un rodeo o una perífrasis, esto es, que haya que emplear varias palabras para expresar lo que el anglicismo significa.

La palabra inglesa que ha sido adoptada -que no adaptada- con su grafía de origen en el seno de la lengua española por los mentores del buen decir y mejor escribir, ha entrado en forma cruda.

En el Diccionario de la lengua española esta voz significa, “Grupo de personas que ejerce el poder en un país, en una organización o en un ámbito determinado”.

Esta no es la acepción que recoge el Merriam-Webster´s Dictionary. En este puede leerse algo que traducido corresponde a “grupo social, económico y político de líderes que forman una clase gobernante”. Puede aceptarse como “grupo que controla, predominante, dominante”. No hay que extrañarse si alguna persona entiende que es una elite en el poder, de cualquier género de poder que este sea.

De todas formas. Se espera que quien incluya un voz extranjera en una redacción en español lo haga de modo responsable; es decir, que se acomode al uso culto. En este caso debe ponerse en letra cursiva y reproducirlo de manera exacta, sin distorsionar la grafía.

Con respecto a la acepción, no hay que ceñirse a lo que la voz significa en la lengua de la cual procede. Puede muy bien redactarse una acepción que se ajuste al uso en la lengua en que se la acepta.

 

FILIAL – FILIAR

“. . .el amor FILIAR de los padres. . .”

“. . .el amor FILIAR ha de estar atravesado. . .”

Filial es un adjetivo que transmite la idea de vínculo de hijo con el padre. Por extensión ha llegado a relacionar el vínculo entre una entidad dependiente de otra principal.

Filiar, por su parte, indica que se toman los datos personales de alguien. El verbo afiliarse, pronominal, señala que la persona se inscribe o incorpora a una organización o en un grupo.

Es fácil sacar la conclusión de que en la cita debió aparecer el amor filial que existe entre padre e hijos. Las dos palabras pertenecen a la misma familia en el latín.

 

ALIMENTARIA – ALIMENTICIA

“. . .la transformación de la industria ALIMENTICIA. . .”

Alimentaria es un adjetivo sin secreto, posee una acepción tradicional en la lengua, “Perteneciente o relativo a la alimentación”.  La segunda acepción que figura en el Diccionario de la lengua española es, “Propio de la alimentación”. Esto es, “De la alimentación o de los alimentos”. Gran diccionario de la lengua española.

Alimenticio es adjetivo también que se define, “Que alimenta o tiene la propiedad de alimentar”. “Perteneciente o relativo a los alimentos o a la alimentación”. Estas acepciones son del primer diccionario citado más arriba. Es igual que decir que “Se aplica a lo que alimenta. . .” Esa última es una parte de la definición del Diccionario de uso del español (2007:138), Más concreto todavía, alimenticio es que sirve para alimentar.

Si se piensa y se analiza el asunto, la industria no es la que alimenta. Los ejemplos en los dos primeros diccionarios antes citados coinciden para usar “alimentaria” en el ejemplo de uso, allí se lee, “industria alimentaria”.

Luego de todo este ejercicio para separar las dos palabras, hay que considerar la realidad en la lengua. El uso se mueve hacia considerar las dos palabras del título -alimentaria, alimenticia- como sinónimas. Conceder la preferencia a uno u otro en los casos de la redacción específica dependerá en gran medida del uso del país. Esto es algo que va contra lo que se entiende por norma, pero que sigue la evolución de la realidad palpable en la lengua.

© 2019, Roberto E. Guzmán

Matatán, *más optimas, basamentar, sottovoce/*a soto voice

Por Roberto E. Guzmán

MATATÁN

“. . .son muchos los individuos que interiorizan tanto en su registro mental que son MATATANES…”

Matatán es una voz dominicana. Los dominicanos pueden orgullosamente reclamar la paternidad de esta. Este matatán tiene femenino, matatana.

De acuerdo con lo que el Diccionario del español dominicano (2013:453) recoge, es, “Persona considerada superior por tener una cualidad en su máximo grado”.

Vale la pena que se abunde aquí sobre algunos aspectos de esta voz. Uno de los aspectos es la redacción de la acepción en la parte en que se lee “considerada”. Este verbo utilizado de este modo califica la persona, y, al mismo tiempo da a entender que no es la persona quien se considera a sí mismo de esas cualidades, sino que los demás (terceros), son quienes así lo aprecian.

Otra observación acerca de la voz es la sonoridad. Cuenta con tres aes en tres consecutivas sílabas, algo que destaca como fuerte el sonido y realza el atributo de la superioridad del sujeto o la sujeto. Vale la pena que uno se pregunte si hay algo de onomatopéyico en la creación de la voz matatán.

En otras palabras, en la definición del matatán o matatana entran palabras mayores, “superior” y “grado máximo”. Por estas características la persona que recibe este nombre ha de ser respetada, estimada o quizás temida. No ha de olvidarse, sin embargo, que no tiene que ser una persona admirada o respetada por muchas particularidades, pues la acepción es, “por tener una cualidad”.

La acepción que trae el Diccionario de americanismos (2010) es más exagerada, “Persona que, en una jerarquía, está por encima del resto por tener una serie de cualidades en máximo grado”. Repárese en que aquí es en “una serie de cualidades”. Esto hace del matatán un ser excepcional en un conjunto de cualidades positivas y sobresalientes.

 

*MÁS OPTIMAS

“. . .a fin de colocarlo en las *MÁS ÓPTIMAS condiciones. . .”

Óptima es el femenino de óptimo y los dos son superlativos de buena y bueno respectivamente. Este superlativo procede del latín optimus, que significa “bueno en grado sumo”. A decir del Diccionario panhispánico de dudas (2005), “Se usa casi exclusivamente en lengua escrita”. Por esto puede considerársele de uso en el español culto.

Por su naturaleza de superlativo, óptimo/a no acepta marcas de grado de ningún género, por tanto, es incorrecto colocar el adverbio más para modificarlo. Es “Tan bueno que no puede ser mejor”; así lo define el Diccionario de uso del español (2007:2117).

 

BASAMENTAR

“El criterio utilizado para la redacción fue BASAMENTADO. . .”

Este verbo se ha oído en más de una ocasión. Quizás hasta puede reconocerse que lo haya usado en el pasado el redactor de estas notas. Si el verbo tuviera credenciales podría argüirse que tiene base. Y si no tiene base, tiene basamento. Se piensa que no es solo de empleo en arquitectura, de donde parece proceder su asiento debajo de la columna, junto con el pedestal.

La voz del título quizás salió del deseo de alargar la palabra basar y ayudarse con basamento y de allí llegar hasta basamentar. Este verbo no consta en el Diccionario de la lengua española, ni en el Diccionario de americanismos.

Este basamentar no anda completamente sin base. Se examinarán algunas palabras de la misma familia y las definiciones que estas tienen para apoyar su posible legitimación.

En el primer párrafo se desplegó un poco de humor con respecto de la definición que la corporación madrileña de la lengua tiene para basamento. De ahora en adelante se verán las acepciones de otros diccionarios y la evolución de estas de algo material hacia algo conceptual.

Ya en el año 2000 en el Diccionario del español de Cuba (2000:63) basamento se define así, “Fundamento teórico en el que se basa un plan, proyecto, etc.” El Diccionario del español dominicano (2013:77) trae el verbo basamentar caracterizado del modo siguiente, “Establecer la base o fundamento de una cosa”. Conforme con lo que aparece en ese diccionario pertenece al registro culto, formal.

De la manera en que se ha utilizado el verbo basamentar en el texto citado, se nota que se hace según las definiciones de los dos últimos diccionarios citados. Por la categoría a la que pertenece el uso, quizás es justo calificar el verbo, el adjetivo derivado y el nombre como legítimos en el español dominicano, aunque no sea un producto para exportación. Todos los hablantes tienen derecho a exponer sus criterios, siempre y cuando estos tengan basamento.

 

SOTTOVOCE*A SOTO VOICE

“Ni tampoco aprobará *A SOTO VOICE. . .”

Es una pena que con tanta frecuencia las personas que escriben artículos bien documentados, al utilizar algunas voces extranjeras incurran en errores. Somos conscientes en que no todas las personas tienen que saber o entender lenguas extranjeras. Lo más sano es que si un redactor no está seguro de algo en lengua extranjera recurra a procurar ayuda, de cualquier índole que esta sea. Con el recurso que existe en los tiempos actuales es muy fácil hacerlo por medio del internet. Además, si un escritor no está seguro de algo, no lo use, busque un sinónimo o equivalente.

En la cita nada le salió bien al redactor. Este italianismo no admite que se coloque preposición alguna delante. En italiano es sotto voce y representa la idea de “en voz baja” en español. En italiano es con doble T /t/. NO es voice, pues esa palabra pertenece al francés y, sí en esa lengua es voz; en italiano es voce.

El autor de estos comentarios hace muchos años escribió sotto voce en dos palabras, pero ahora parece que se acostumbra a hacerlo en una sola palabra, de acuerdo con lo que se lee en el Diccionario panhispánico de dudas (2005) están admitidas las dos formas.

En inglés continúan escribiéndolo en dos palabras y tiene el mismo significado que en español y añaden que en el campo de la música es, “de modo apenas (escasamente) audible”. Dioctionary of Borrowed words (1991:278).

© 2019, Roberto E. Guzmán

Bemberria, tez – tés, «knowhow», abocinar

Por Roberto E. Guzmán

BEMBERRIA

“. . . como los demás ciudadanos a la BEMBERRIA adheridos. . .”

Esta bemberria es un dominicanismo por su formación y su significado. Es una voz más que se suma a las muchas que los dominicanos tienen para aludir a celebraciones, fiestas, bebentinas, “bullangería”, y festejar.

La bemberria es una “juerga en la que la diversión principal es el consumo de bebidas alcohólicas”.  Diccionario del español dominicano (2013:85).

En otras obras acerca del español dominicano definen la bemberria como parranda entre amigos. Chercha. No puede negarse que la bemberria es una parranda. Es una fiesta en la que se bebe, se baila y disfruta, pero desordenadamente. Los rasgos que se copiaron en las anteriores definiciones son sacados de varias obras. Se extrajeron con la intención de subrayar algunos rasgos y avanzar una teoría al respecto.

Se cree que la bemberria implica ruido, de allí que tenga ese nombre que se conjetura que tiene relación con bembe, es decir, labios (gruesos) porque en esa fiesta hay mucho ruido. En ellas se bembetea, esto es, se habla mucho.

En Puerto Rico tienen una voz semejante hasta cierto punto con la que se estudia aquí, bembería cuya acepción es “juerga, jolgorio, diversión”.

Para dar a entender que una persona se va de juerga, usando esta palabra los dominicanos lo harán con la expresión, “meterse en bemberria”.

 

TEZ – TÉS

“. . .un Santa obeso y de TÉS blanca. . .”

No se sabe hasta dónde puede llegarse en esto de escribir de modo equivocado palabras que pertenecen al léxico tradicional de la legua española.

Es cierto que como se ha escrito antes, son las palabras que no pertenecen al vocabulario corriente las que provocan la mayor cantidad de problemas con su ortografía.

Las dos palabras que figuran en el título de esta sección pertenecen al idioma español. Té es una palabra cuyo plural es tés, como apareció en la cita. Este té es una bebida, una infusión que se hace sobre todo de hojas. En los casos en que estos tés son medicinales se les conoce con el nombre de tisana.

La tez es otra cosa muy diferente. En sentido restringido esta tez es el cutis de la cara y, casi siempre cuando se utiliza se hace para referirse a la pigmentación de esta. Hay que tener en cuenta que es una palabra terminada en zeta /z/, por lo tanto, su plural es teces.

El té es masculino y la tez es femenina. Las dos palabras del epígrafe tienen orígenes disímiles. Té procede del chino y tez del latín.

 

KNOWHOW

“. . . el KNOWHOW acerca de la infraestructura. . .”

La palabreja del inglés hace largo tiempo que anda en boca de los hispanohablantes y hasta en el léxico de los escribientes. Hace largo tiempo también que los hablantes cuidadosos del idioma común encontraron una palabra del español que representa muy bien la idea. Por tanto, no hace falta persistir en la repetición de la voz del inglés.

Lo primero que debe recordarse es que si una persona desea persistir en escribir la voz del inglés debe hacerlo en letra cursiva y con un guion en medio de los dos elementos, know-how.

Si quiere el escritor escribir en español puede hacerlo con una versión que sustituya la voz del inglés por un equivalente adecuado.

El know-how es: “Conjunto de conocimientos técnico y administrativos que son imprescindibles para llevar a cabo un proceso comercial y que no están protegidos por una patente”. Gran diccionario de la lengua española (2007). Esa es la descripción del concepto en economía.

El Diccionario panhispánico de dudas (2005) explica muy bien el asunto. “Saber hacer” es un locución nominal que significa “habilidad para desenvolverse con tacto en cualquier situación”. Ese es el sentido lato. En el campo artístico, científico o empresarial es: “Conjunto de conocimientos y técnicas acumulados, que permite desarrollar con eficacia una actividad. . .”

Como se acostumbra a decir en el habla popular, con la locución saber hacer “se matan dos pájaros de un tiro”, porque esta locución permite también deshacerse de la francesa savoir faire.

En el lenguaje técnico es el conjunto de detalles prácticos que permiten utilizar un procedimiento, una técnica o una invención. Por extensión es la habilidad adquirida mediante la experiencia, es un conocimiento práctico”.

La expresión nació en el inglés americano en el 1838, que devino de cómo saber hacer algo o alguna cosa. Con la intención de adaptarse a la economía de espacio y a las circunstancias en que se encuentra el sustantivo del inglés, puede traducirse por, “conocimiento, preparación, preparación técnica, técnica, método, método de fabricación, procedimiento industrial”. Diccionario de dificultades del inglés (1976:280).

Quedó demostrado con lo expuesto aquí que no hay necesidad de claudicar ante la locución nominal del inglés y, que existen muchas y muy buenas palabras y expresiones en español para expresar la idea.

 

ABOCINAR

“. . .con crisis reales, simuladas y ‘ABOCINADA’. . .”

Para poder descifrar lo que significa la palabra destacada significa hay que ser dominicano. Esto así porque en español el verbo abocinar es convertir un tubo o cañón en bocina al agrandarlo. Las otras dos significaciones no tienen relación alguna con la palabra bocina.

La bocina dominicana se refiere a una “Persona que transmite las opiniones de otra”. Esta persona por lo general es alguien que trabaja en los medios de comunicación y “repite lo que alguien dice”. No solo lo repite, sino que lo difunde a través del medio en que trabaja, ya sea periódico, radio, televisión o cualquier medio que divulgue lo que ella dice. Diccionario del español dominicano (2013:94).

Hay que hacer notar que en la mayoría de las ocasiones esa “bocina” es pagada, no es una persona (periodista) que repite esas opiniones por convicción, sino porque vende su conciencia.

“Abocinar” termina en tanto verbo que expresa que es algo que se difunde, transmite por medio de esas bocinas, Esas bocinas son las encargadas de contar o decir lo que le conviene a quien paga. Como es de esperarse, casi siempre son los gobiernos los que pagan por estas actividades.

Se hace necesario subrayar que este uso de la palabra bocina es de empleo reciente en el español de los dominicanos y se produce en el ámbito político tal y como era de esperarse. El verbo “abocinar” con esta significación es más reciente todavía y, deriva de la mencionada bocina.

© 2019, Roberto E. Guzmán

 

Ortoescritura

Por Rafael Peralta Romero

 

LICENCIAR, DOCTORAR Y BACHILLERAR

Son tres verbos relacionados con el mundo académico, pero quizá poco empleados porque comúnmente recurrimos a construcciones perifrásticas equivalentes al valor semántico de estos vocablos: cursé una licenciatura en Letras; estoy haciendo un doctorado en Matemática; terminé mi bachillerato en la escuela Juan XXIII, Higüey.

Los tres son verbos regulares de la primera conjugación, todos son transitivos (la acción se ejerce sobre algo o alguien) y a la vez pronominales, lo que en la escuela de antes se decía reflexivo (la acción recae sobre quien habla). Fui licenciado, me licencié; Fue doctorado en…, se doctoró en…; Lo bachilleró el colegio… se bachilleró…

Licenciar. Se conjuga como anunciar (licencio, licencias, licencié…) En su condición de transitivo significa “Dar permiso o licencia”. La segunda acepción se refiere a “Conferir el grado de licenciado”, y es transitivo, es decir que es una institución académica que te inviste de licenciado. En la sexta acepción el Diccionario académico agrega las iniciales  “prnl.”, que significan: pronominal. Las antepone a la definición “Recibir el grado de licenciado”.

El infinitivo pronominal adquiere la terminación –se: investirse, bañarse, acostarse, licenciarse, doctorarse, bachillerarse.

El participio de licenciar es licenciado, que tiene significados fuera de lo académico: 1. adj. Dicho de una persona: Que se precia de entendida. 2. adj. Que ha sido declarado libre.3. m. y f. Persona que ha obtenido una licenciatura. Se ha licenciado en derecho.

Parecido a licenciado es el adjetivo “licencioso, sa”, el cual se aplica a persona muy libre, atrevida o disoluta. Desde luego, hay licenciados muy licenciosos.

Doctorar. Este verbo es más estricto en su contenido semántico que los otros dos: “1. tr. Graduar de doctor a alguien en una universidad”. También se usa en tauromaquia. Como es pronominal, se podrá decir entonces: Me doctoré en la Universidad de París, en lugar de “Hice un doctorado…”.

Doctor o doctora es alguien que ha recibido el más alto grado académico universitario, esa persona ha sido doctorado o doctorada. En la forma pronominal: Me doctoro, te doctoras, se doctora.

Bachillerar. No es verbo de uso frecuente entre nosotros, pero aquí está, disponible para quien lo necesite. Solemos decir: hizo el bachillerato, cursé el bachillerato, cuando terminé el bachillerato…Pero no se nos ocurre expresar: Se bachilleró en el liceo Padre Daniel; Antes de bachillerarme…; Me bachilleré en el liceo Amelia Ricart…

Bachillerar se define: “Dar el grado de bachiller a alguien. 2. prnl. Tomar el grado de bachiller”. El participio es bachillerado: Nos hemos bachillerado en la misma promoción. Quien no se haya bachillerado no puede ingresar a la UASD.

Para gusto de las feministas el vocablo bachiller tiene su forma femenina bachillera. Ella es bachillera. Para no exagerar, se recomienda usa la forma bachiller para referirse al grado, como se indica en la definición de bachillerar.

Otras curiosidades relacionadas con este término es que deriva del francés “bachelier”, y este del latín medieval “baccalarius”.

La persona que ha cursado o está cursando los estudios de enseñanza secundaria está en bachillerato y no en el “bachiller”, como suelen expresar los estudiantes de ahora, incluidos los universitarios.

El vocablo bachillerato es el indicado para nombrar los estudios de enseñanza secundaria. Tiene afinidad con la palabra bachilleramiento, que es la acción y efecto de bachillerar o bachillerarse.

(Publicado en El Nacional, domingo 14-4-19)

 

¿DEBE MARCARSE EL ACENTO A LOS ACRÓNIMOS?

 El joven periodista Neulyn González, recién iniciado, muestra un interés por los asuntos del lenguaje que no es común en otros profesionales de este tiempo, aun entre los que se dedican o quieren dedicarse a una actividad –la comunicación- cuyo instrumento de trabajo es el idioma.

El acucioso redactor del diario Hoy ha preguntado a esta columna si a los acrónimos se les marca o no el acento. El tema resulta muy pertinente. Acrónimo es un vocablo formado por la unión de elementos de dos o más palabras, constituido por el principio de la primera y el final de la última. Ejemplo: motel (motor + hotel); Inespre (Instituto de Estabilización de Precios).

También se forma a partir de siglas, con las que se origina un vocablo que puede pronunciarse como una palabra: sida (síndrome de inmuno deficiencia adquirida).Similar caso es el vocablo Unesco, de la sigla en inglés de Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Tanto “sida” como “Inespre” y “Unesco” son voces llanas terminadas en vocal y de acuerdo a las reglas de nuestro idioma no llevan tilde.

La nomenclatura gremial, caso dominicano, ofrece diversidad de ejemplos de palabras formadas por la fusión de los componentes de un nombre pluriverbal: Sitracode, Sitramiches, Conatra (Confederación Nacional de Organizaciones del Transporte) Fenatrano (Federación Nacional de Transporte Nueva Opción), Asodemu. Todos estos acrónimos han originado una palabra llana terminada en vocal, a la que no le marca el acento. Tampoco se tilda Faprouasd, por ser una voz aguda terminada en la consonante “d”.

Diferente ha de pasar con los acrónimos que terminen en vocal acentuada: Amaprosán (Asociación de Mayoristas de Provisiones de Santiago), Astrapú (Asociación de Transporte Público), Unachosín (Unión Nacional de Choferes Sindicalizados Independientes). Se acentúan como agudas terminadas en –n y en vocal.

De acuerdo a su terminación, y el tono en que se pronuncian, requieren la marca gráfica del acento los acrónimos: bonogás, Tropigás y todos los formados con el vocablo gas al final. Por igual los acrónimos de Industrias Banilejas: Indubán, y de Central Nacional Movimiento Choferil del Transporte, Mochotrán.

 

Ortografía

La Ortografía de la lengua española, publicación oficial de la Rae y las demás academias de la lengua, señala al respecto lo siguiente:

“En los acrónimos, el acento prosódico suele recaer en la sílaba que cumple con el patrón mayoritario en español para palabras con esa misma configuración…; no obstante, en aquellos que se han incorporado desde otra lengua puede influir también la acentuación etimológica, como se ve en láser, voz llana conforme a su pronunciación en inglés, a pesar de que la mayoría de las palabras españolas terminadas en –er son agudas”. (pág. 581).

Del inglés hemos recibido también los acrónimos: cedé (CD, disco compacto), cederrón (CD-ROM, disco para lectura), devedé (DVD, disco con imagen), emepetrés (MP3), elepé (LP, disco de larga duración).

Por pura gramática española llevan tilde los acrónimos: oenegé (ONG, organización no gubernamental), Indocafé (Instituto Dominicano del Café).

Por el contrario, el acrónimo radar (Del inglés radio detecting and ranging, detección y localización por radio) no precisa marca de acento porque en español es palabra aguda terminada en consonante diferente de –n y de –r.

La sigla de Organización del Tratado del Atlántico Norte se acomoda al patrón silábico del español y se pronuncia como una palabra: OTAN, unos la pronuncian Otan (como llana) y otros Otán (como aguda). Los acrónimos escritos en mayúsculas no requieren tilde.

Los acrónimos lexicalizados (funcionan como una palabra) sí llevan tilde, conforme a las reglas del español. Para más información, consulte a Fundéu (Fundación del Español Urgente).

Temas idiomáticos

Por María José Rincón

 

SOLO O ACOMPAÑADO

02 / 04 / 2019

La semana pasada nos propusimos un repaso por algunas «novedades» ortográficas y esta semana nos toca otra supresión de tilde.

Aunque casi todos se quejan, y mucho, de las reglas ortográficas y abogan por suprimirlas (¿?), no hay nada que cueste más esfuerzo cambiar.

Para que nos hagamos una idea, la eliminación de la tilde diacrítica del adverbio solo todavía sigue despertando suspicacias y levantando ampollas. Hay quienes, incluso, han adoptado esta tilde como pendón con cierto regusto a trinchera.

¿Por qué se elimina la tilde del adverbio solo? En primer lugar porque la palabra solo es una palabra llana terminada en vocal que no lleva tilde según las reglas generales en nuestra lengua. Las reglas anteriores, a pesar de esto, imponían el uso de la tilde diacrítica para diferenciar el adverbio solo del adjetivo solo cuando existían dificultades para su interpretación: Los domingos va sólo al cine (‘va solamente al cine’)/ Los domingos va solo al cine (‘sin compañía’).

La actual Ortografía propone aplicar con coherencia las reglas de la tilde diacrítica, que está pensada para distinguir dos palabras idénticas que únicamente se diferencian por su condición de tónicas o átonas. ¿Por qué suprimir la tilde diacrítica en solo? Porque la palabra solo es siempre tónica, independientemente de su función.

Si nos encontramos con alguna ambigüedad, debemos recurrir al contexto; como, por otra parte, hacemos con muchos otros casos comparables. Por ejemplo, no recurrimos a la tilde para aclarar el sentido de bota en El jugador bota la pelota.

Esta novedad ortográfica simplifica la aplicación correcta de la tilde y la hace más coherente. Una excepción menos. Solo hay que pensarlo un poco, solo o acompañado, y empezar a aplicarlo.

 

MENOS TILDES

09 / 04 / 2019

Como hemos recordado en semanas anteriores, la más reciente Ortografía académica suprimió el uso de algunas tildes. Tradicionalmente los llamados pronombres demostrativos masculinos y femeninos (este/a, ese/a, aquel/lla) y sus plurales (estos/as, esos/as, aquellos/as) llevaban tilde diacrítica para diferenciarlos de las mismas formas en función de adjetivos demostrativos. Así escribíamos: Este libro me lo ha regalado ése. Aquél me lo ha regalado esa profesora. En estos ejemplos vemos cómo las formas pronominales ese y aquel llevaban tilde diacrítica y las formas adjetivas (este libro, esa profesora) no.

La razón que ha llevado a la Ortografía académica a proponer la supresión de estas tildes diacríticas es la misma que justificó la supresión de la tilde de solo en función adverbial. Y se trata de una razón bien sencilla: la tilde diacrítica no está concebida para distinguir adjetivos de pronombres o adverbios. Su función es la de distinguir palabras tónicas de átonas, y los demostrativos son siempre tónicos.

Los demostrativos, sean pronombres o adjetivos, son palabras llanas (este/a, ese/a, estos/as, esos/as, aquella/os/as) terminadas en vocal o en consonante –s o palabra aguda terminada en consonante –l (aquel) y, por lo tanto, acomodándose a las reglas generales de la tilde en nuestra lengua no deben llevar acento ortográfico. Como nunca lo han llevado algunas palabras con las que podemos compararlos. El pronombre otro/a (Busca a otra para que resuelva el problema) nunca ha llevado tilde para distinguirlo del adjetivo otro/a (Otra persona más llegó tarde a la reunión).

Las supresiones de tildes que hemos tratado en las últimas Eñes procuran dotar de coherencia a nuestro sistema ortográfico, eliminar excepciones y, en definitiva, facilitar en lo posible su aprendizaje y aplicación cotidiana. La trascendencia de la ortografía para la unidad de nuestra lengua lo merece.

 

DIPTONGOS Y TILDES

16 / 04 / 2019

Uno de los criterios ortográficos que han generado más controversia de la Ortografía académica de 2010 ha sido la supresión de la tilde de, por poner un par de ejemplos, guion o truhan. Este criterio no era nuevo; ya la Ortografía académica de 1999 lo estableció explícitamente. Para analizarlo con detenimiento debemos empezar por saber qué es un diptongo: una secuencia de dos vocales dentro de una misma sílaba (-ie- en cie-lo o -ua- en cuaba).

Las combinaciones de vocal abierta (/a/, /e/, /o/) con vocal cerrada átona (/i/, /u/) o de dos vocales cerradas distintas (/i/, /u/) daban su particular jíbriga. Resulta que, a lo largo y ancho de nuestra inmensa lengua, los hablantes vacilan a la hora de pronunciar estos diptongos; unos los pronuncian como diptongos (guion, truhan) y otros como hiato (gui-ón, tru-hán).

El cocorícamo ortográfico surge aquí. Si las pronunciamos como diptongos, son palabras monosílabas y, según la regla ortográfica general, no llevan tilde: guiontruhan. En cambio, si las pronunciamos como hiato, es decir, separamos las vocales en dos sílabas distintas, son palabras bisílabas y, según la regla ortográfica general, llevan tilde por ser palabras agudas terminadas en vocal: guióntruhán.

La Ortografía académica estableció que estas secuencias de vocales (/a/, /e/, /o/ + /i/, /u/; /i/, /u/ + (/a/, /e/, /o/; /i/ + /u/; /u/ + /i/) siempre se consideraban diptongos a efectos ortográficos, con independencia de que los hablantes concretos las pronunciaran en la misma sílaba o en sílaba distinta. La Ortografía de 1999 lo dejaba a la elección del hablante; la Ortografía vigente establece que esta regla debe aplicarse sin excepciones.

En la próxima Eñe les prometo un repaso por el pequeño grupo de palabras que se han visto afectadas por esta norma. Estar al día evitará que se nos vea el refajo ortográfico.

 

REFAJO ORTOGRÁFICO

23 / 04 / 2019

La Eñe de la semana pasada trataba de la convención ortográfica, ya obligatoria, de considerar como diptongos las secuencias de vocales ai, au, ia, ua, ei, eu, ie, ue, oi, ou, io, uo, iu, ui, siempre que en ellas la vocal cerrada (/i/, /u/) fuera átona. Parece un galimatías, pero no es tan fiero el león como lo pintan: a efectos ortográficos solo afecta a un pequeño grupo de palabras en las que la aplicación de la tilde cambia radicalmente según se consideren bisílabas o monosílabas. Vayamos a la práctica.

Las formas del pasado del verbo criar según la nueva convención ortográfica son monosílabas, puesto que las secuencias -ie- e -io– se consideran diptongos: crie, crio. Se escriben entonces sin tilde precisamente por ser monosílabas; el cambio está en que, hasta 2010, podíamos escribirlas con tilde como bisílabas agudas terminadas en vocal *crié*crió. En este caso están los sustantivos guion y truhan, de uso más común, a los que podemos añadir los más especializados ionpion y prion, y el desusado ruan.

Los pasados de algunos verbos nos traen más ejemplos. Empecemos por el pasado de fiar: El colmadero, que le fio durante semanas, se quejaba así: «Le fie y me quedó mal». Hay ejemplos también en los pasados de huir, freír y reír: Hui antes de que me descubrieran; Frei pastelitos para la picadera; Rio con cada uno de sus cuentos. Más ejemplos, los pasados de guiar, liar piar: Guie a los alumnos por las instalaciones y el profesor los guio a la biblioteca; Lie la ropa en un bulto; Se lio un reperpero en la puerta; Me dio un boche y no pie; La cigüita pio al amanecer.

Ya conocemos la norma, ahora solo nos falta tenerla presente y revisar nuestros escritos para que no se nos vea el refajo ortográfico.