La palabra que inspira la matriz poética de Josanny Moní

Por Luis Quezada

 

Mi primer acercamiento a Josanny Moni Mota

He tenido la dicha de compartir con esta hermosa y talentosa musa de Miches, en los encuentros mensuales que hemos realizado en el Ateneo Insular, que preside una persona que yo llamo “el padrino de las musas dominicanas”, por la cantidad de jóvenes dominicanos de ambos sexos, que han energizado su dimensión estética, y en concreto, su pasión lírica, a través del Movimiento Interiorista: el Dr. Bruno Rosario Candelier. Y me siento muy complacido de reflexionar junto a Bruno, a mi querido amigo Rafael Hernández y un servidor, “las irradiaciones estelares”, la “valoración estética” y “la palabra que inspira”, respectivamente, los tres cifrados en la obra “Musa”, de Josanny Moní Mota.

Mi primera conmoción con Josanny Moní me la provocó su poema “VOCES”, que ella leyó en uno de los encuentros del movimiento interiorista; por razones de brevedad en el tiempo, pasó casi desapercibido. Pertenece a su colección de 11 poemas inéditos, ocupando el lugar número cinco. Traigo como introito esta reflexión que hice después de una atenta lectura del mismo.

VOCES   (Josanny Moní Mota)

 

Yo lo oigo

y solo escucho

el murmullo de muchas aguas.

Su voz retumba

como el paso del río perdido

que encontró el camino a casa.

 

Te oigo

tu voz es el grito de las multitudes

En tus palabras

arde el dolor de los pueblos

En tu boca está la herida

de la humanidad

 

Lo oigo

y es mi voz la que resuena

lo escucho

y oigo el trinar de todas las vidas

pasadas, presentes y futuras.

 

Lo escucho

con el cuerpo

y sus palabras son como lanzas

que me traspasan

como agujas

que me desangran

 

 

Te oigo

y tu voz es el lamento

de tantas voces apagadas

de tantos cuerpos mutilados

 

y tu voz

es el grito enterrado

de todos los olvidados.

 

EXÉGESIS POÉTICA DE «VOCES»

 

  1. Es un POEMA AUDITIVO: 4 veces aparece esparcida la palabra «oigo»: «Yo lo oigo»; «te oigo»; «lo oigo»; «te oigo».

 

  1. Es un POEMA SUFRIENTE, en el sentido de que las voces que escucha son de colectivos sufrientes: «Tu voz es el grito de las multitudes»;»En tus palabras arde el dolor de los pueblos»; «En tu boca está la herida de la humanidad»…

 

  1. Es un POEMA SOCIAL, pues se escucha la voz de los que no tienen voz, de los apagados, los mutilados, los olvidados: «Te oigo y tu voz es el lamento de tantas voces apagadas, de tantos cuerpos mutilados. Y tu voz, es el grito enterrado de todos los olvidados».

Los últimos dos versos me recuerdan a los ¨Huéspedes secretos» de Manuel del Cabral, especialmente a los huéspedes sociales.

 

  1. Es un POEMA PLURI-EXPRESIVO, ya que en sus 6 estrofas presenta 5 EXPRESIONES DIFERENTES: NATURAL, SOCIAL, EXISTENCIAL, CORPORAL Y ELEGÍACA.

 

  1. Expresión natural:

Yo lo oigo

y solo escucho

el murmullo de muchas aguas.

Su voz retumba

como el paso del rio perdido

que encontró el camino a casa.

 

  1. Expresión social:

Te oigo

tu voz es el grito de las multitudes

En tus palabras

arde el dolor de los pueblos

En tu boca está la herida 

de la humanidad

 

  1. Expresión existencial:

Lo oigo

y es mi voz la que resuena

lo escucho

y oigo el trinar de todas las vidas

pasadas, presentes y futuras.

 

  1. Expresión corporal:

Lo escucho

con el cuerpo

y sus palabras son como lanzas

que me traspasan

como agujas

que me desangran

 

  1. Expresión elegíaca (Nota: Las elegías son poesía de lamentos y gritos; son verdaderas jeremiadas):

Te oigo

y tu voz es el lamento

de tantas voces apagadas

de tantos cuerpos mutilados

 

y tu voz

es el grito enterrado

de todos los olvidados.

 

  1. Es un POEMA DIALÉCTICO. «VOCES» es posible, porque se convierte en una «caja de resonancia» de los sufrientes, aquellos que nadie escucha, a través de la dialéctica OIR – ESCUCHAR – IDENTIFICAR:
  2. OÍR: «Yo lo oigo»; «te oigo»; «lo oigo»; «Te oigo»…
  3. ESCUCHAR: «Yo lo oigo y solo escucho»; «lo escucho y oigo el trinar de todas las vidas»
  4. IDENTIFICAR: «Lo oigo y es mi voz la que resuena».

 

  1. Es un POEMA HISTÓRICO: Está en él el presente-pasado, el presente-presente y el presente-futuro:

y oigo el trinar de todas las vidas

pasadas, presentes y futuras.

 

  1. Finalmente, es un POEMA UTÓPICO: Plantea la vuelta al hogar, a la casa acogedora, al lugar del descanso, del goce y de la plenitud:

Su voz retumba

como el paso del río perdido

que encontró el camino a casa.

 

CONCLUSIÓN: Al enviarle mi reacción por correo electrónico, felicité de corazón a nuestra compañera Josanny por esta hermosa entrega lírica. Y lo hice con el corazón rebosante de alegría, pues cuando lo declamó, me desbordó, me remontó, me extasió. Pocas veces un poema ha calado tan profundamente en mí. Creo que la riqueza que se perfila en él es de inconmensurable valor literario. Pero yo, que veo por los ojos de la teología, te puedo decir que es un TESORO POÉTICO, PROFÉTICO Y POLÍTICO. Cuando te escuché declamarlo, solamente me vino a la mente el santo de Asís, Francisco, el santo que en 2,000 años de Cristianismo más se ha parecido a Jesús (por eso le dicen «el primero después del Único»). Francisco de Asís es la expresión existencial de tu poema «VOCES», porque él fue un hombre POETA, PROFETA Y POLÍTICO.  Finalmente le dije en aquella ocasión: “Me siento honrado y orgulloso de estar en un grupo de poetas, donde estás tú”.

 

Finalmente, un exabrupto poético…

COMO NO SOY POETA, QUIERO EXPRESAR CON TUS PROPIAS PALABRAS LO QUE SIENTO QUE ES JOSANNY MONI. EL VALOR QUE TIENEN ESTOS VERSOS ES TUYO, PORQUE LO ÚNICO QUE HICE FUE DISPONERLOS DE TAL MANERA, QUE FUERAN UN ECO DE TU PRESENCIA Y DE TU TALENTO.

 

En una flor silvestre

se acomodó la lírica

y en el fluir melodioso de sus palabras

brotó el rocío de la mañana

que viste de luz, adorna y embellece

toda su expresión como pétalos rosas

que la hace sentir

una soledad compartida

 

Tu amigo fraterno,

Luis

 

Abordando exegéticamente a MUSA

Entre los cientos de versos que conforman los 30 poemas de su entrega lírica titulada “Musa”, pienso que hay un verso que resume el espíritu vital de su poemario. Dice: “Lluvia de emociones mojan mis pensamientos”.

(Musa, poema 24, pág.61).

Estamos ante una obra donde las emociones troquelan los pensamientos y a su vez, los pensamientos son expresión modélica de dichas emociones.

Siempre que uno hace exégesis literaria de la obra de un autor, es como una moneda de dos caras; por un lado, está el texto; por otro lado, está el autor.

Si “lluvia de emociones mojan mis pensamientos” es el verso que define el texto, a mi modo de ver, es su poema 14, “Una mujer como yo”, que retrata de cuerpo entero la idiosincrasia psicológica de la autora, Josanny Moní. Me atrevería llamar a este poema “su lírica autobiográfica”. Es digno de que le dediquemos toda nuestra atención a este poema, pues al completar mi trabajo de exégesis literaria, pienso que a mi me ha fallado el método y me han faltado estrategias.

(Musa, poema 14, págs. 44-45)

La estructura literaria de su poema 14 responde al siguiente molde:

Si crees que…Te equivocas…Te está fallando el método…Te faltan estrategias.

Una vez identificado el texto y el autor, la exégesis literaria busca encontrar el “hilo rojo”. Lo podemos expresar como “la dialéctica sentimientos-pensamientos”.

El marco literario de los 30 poemas tiene un comienzo, un final y un centro.

Comienza “Por las noches” (Poema 1) y finaliza con “Adiós” (Poema 30). Es decir, va “de un encuentro nocturno”… “a la despedida de un ausente”.

El centro lo componen dos poemas: “Una mujer como yo” (Poema 14)…”Enloquecida” (Poema 15).

Ya desde el comienzo, la autora plantea la dialéctica soledad amorosa…solidaridad amorosa.

En exégesis filosófico-literaria, entendemos por dialéctica “los pensamientos y los sentimientos en movimiento e interrelación” (Hegel).

Soledad amorosa: yo amo y no soy amado

Solidaridad amorosa: yo amo y soy amado.

En “Por las noches” (Poema 1), veamos ese encuentro-desencuentro nocturno:

Te vas tan rápido

dejándome apenas el recuerdo

Llegas en compañía de la Luna,

entras sin que nadie te invite

Te metes en mi vida

me hundes en la cama

Apagas la luz en la mesita de noche

tu tacto ciego examinando

me remueves el alma y el cuerpo.

 

La siguiente estrofa hace todavía más penetrante ese encuentro omnipresente:

Bajo la luz eclipsada se refleja tu rostro

tierno como un niño en busca de su madre

feroz como un león persiguiendo su presa

Me acorralas, no puedo moverme

me asusta lo que pueda suceder

Intento escapar, pero estás en todas partes

Te miro y el fuego de tus ojos me consume

el viento recio de tu aliento se lleva mis palabras.

 

Si las dos primeras estrofas muestran el encuentro, las dos siguientes enfatizan el desencuentro, el cual resumo con algunos de sus versos:

Tu acompañante ha cambiado de lugar… cenizas van quedando… como agua entre mis dedos te vas escapando… un inmenso frío ha quedado… me despierta la filtración que impregna mi almohada de soledad.

Y cierra con un verso que resume el desencuentro total: “el fuego y la felicidad se han ido contigo”.

Esto último enlaza con el final, titulado “Adiós” (Poema 30):

Este último verso nos expresa que estamos ante la despedida de un ausente.

El poema 29, “Irónico”, es quien mejor explica esa inverosímil despedida de un ausente:

Estando tan lejos te concibo cerca

Queriendo alejarme te acerco más

Teniéndote cerca te siento tan distante.

Josanny es una echadora de versos que sublimiza la cotidianidad. Su poema 27, “Al verde mi alma”, muestra como la cotidianidad del beber café la hace trascender, convirtiendo lo ordinario en extraordinario:

Hagamos un café -le dije- para despertar ciertos sentimientos

colemos claro este presente

para beber dulce el futuro día a día

 

En Musa, la dialéctica presencia-ausencia, dilema existencial de la erótica, con un lirismo mágico, Josanny Mota juega con esas dimensiones contrapuestas y nos revela el dolor que existe en un amor siempre presente pero que está ausente. En su Poema 26, “Te quedas conmigo”, la primera estrofa muestra la presencia y la segunda la ausencia:

 

Pero por las noches no me escapo

Me desnudas toda el alma

Te vas metiendo en mis huesos

Me tocas los sentidos

Acariciando ilusiones

Que se alimentan de recuerdos.

 

Veamos ahora la ausencia en la segunda:

 

¿Cómo decirte adiós?

Si tú nunca te has ido

¿Cómo fingir que no me importas?

Si me muero por tenerte

¿Cómo aceptar tu ausencia?

Si te siento tan adentro

¿Cómo borrarte de mi historia?

Si te tatuaste en mi memoria.

 

“Musa”, su hermoso poema 24, hace del piano el instrumento musical capaz de expresar el torrente de emociones que embadurnan sus pensamientos:

…tú sigues llenando el espacio de un fuego que no consume

La magia de tus dedos ha despertado al pajarito silbador,

Abriendo los estanques de la memoria

Donde viven los peces de la vida

Protagonistas sus dedos…

Hacedores de historias,

Forjadores de futuro.

…vas tocando aquellas fibras que no alcanza a ver el ojo humano

…me sorprende la facilidad con la que tocas lo más profundo de mi ser…

Elevando mis pasiones al infinito

Creando acordes cifrados en el pentagrama del silencio

Añadiendo melodías a la quinta sinfonía

…y aquel empolvado, carcomido, apolillado, más no muerto piano,

Sobre el cual se tocan nuestras historias.

 

Su poema 23, nos arranca un lirismo hermoso al expresar que el amor es una herida que “no se olvida, no se cierra, no se cicatriza.

Tengo el alma anestesiada

…sonámbulo camina mi corazón en la línea del horizonte.

 

Un ponderado análisis místico nos haría ver en estos versos reminiscencias inconscientes del Cantar de los Cantares o de los hermosos cantos de San Juan de la Cruz. Vuelve así a subrayarse la tesis de que el amor humano es el mejor camino para expresar el amor divino, místico.

Ella juega en sus versos con el despecho y la venganza, sentimientos que anidan en un amor defraudado. En su poema 22, lo expresa así:

 

Mi venganza no será desprecio, odio ni rencor

Mi venganza será olvido

Aunque pensándolo bien mejor te perdono

Te perdono con mi olvido.

 

En muchos de sus poemas, no solamente elabora desde la cotidianidad y la materialidad emociones sublimes, sino que lo hace con un garbo exquisito, como en su poema 21, “A lo lejos”, donde ella expresa que “bostezan mis ilusiones”. Y la materialidad de la tinta, el lienzo, el lápiz y el sacapuntas los convierte en metáforas de sus sentimientos, ilusiones y esperanzas:

No es divertido dibujarte en mis versos

Cuando son mis lágrimas la tinta

Mis emociones el lienzo

El lápiz mis esperanzas

Y el sacapuntas tu indiferencia.

 

Sus versos expresan con una claridad deslumbrante el dolor de amar y no ser amado, de entregarse y no ser correspondido. Una muestra elocuente es su poema 20, “Ojalá”:

 

Somos como el día y la noche

Siempre cerca, nunca juntos…

Siempre que llego te vas

Tantas veces me miraste y nunca me viste

Ojalá me sientas como te sueño.

 

Pienso que la construcción literaria, la belleza estética y la delicadeza en la construcción de las imágenes, hacen de Josanny Moní una poeta que siempre nos pone delante del dilema del amor, en sus más recónditos abismos. Para muestra, su poema 19, “Dilema”, donde nos hace caer en la cuenta de que todos tenemos “hoyos negros” existenciales y muros sólidos que parecen infanqueables:

Con mi fuerte esperanza pretendo atravesar tu muro…

Mas, ahora estoy atrapado en el hoyo

Presa de tuos ojos,

Cautiva de tu voz,

Esclava de tu atención…

 

Al final de este poema tan sutil, ella se presenta en una encrucijada de caminos y no sabe por dónde derrumbarse:

¿Qué camino elegir?

A la izquierda la esperanza

A la derecha la oportunidad

Entretanto parada en la realidad.

 

Su altísimo nivel de creatividad literaria y de lirismo sobrecogedor es fruto de su poderosa imaginación, como lo expresa su desafiante poema 18, “La imaginación”:

La imaginación columpiándose…

Mece las risas congeladas de los niños que llevamos dentro…

Agita los recuerdos que duermen en los labios del tiempo…

Cocina unas palabras dulces a los sentidos…

Haciendo posible lo invisible.

 

He leído como habrán observado de atrás hacia adelante, es decir, desde el poema 30 hasta el poema 18. Es pues la imaginación la que me hace enderezar la lectura de los primeros 17 poemas.

En su poema 2, “Descuido”, Josanny nos sumerge en la dialéctica pensamientos-imaginación:

Un pensamiento se derrite en tus labios recién sacados del horno…

Aún estando en la realidad navegas en un mar de profunda fantasía…

Sin besar sus labios, sin que sus cuerpos se hagan uno

Y hagan real lo imaginario.

 

Josanny expresa con su finísimo lirismo aquello que dijera Pascal de que “el corazón tiene razones que la razón no conoce. Veamos como lo dice nuestra musa en su poema 3, “Sin razones”:

Escóndeme de mi, en ti

Que no me encuentre la razón

Porque esta noche haré locuras.

No tengo razones para amarte

Pero me sobran las ganas

Ámame como la flauta al viento

Toca cada una de mis cuerdas

Escribe tus besos en mi piel

Ódiame antes de esta noche,

Porque mañana no podrás.

 

El amor sabe de juegos, de acertijos, de escondidas. Josanny lo expresa con mucho acierto en su poema 4, “Quédate”:

…juguemos a la escondida

Si te encuentro te beso

Y si me descubres

Me escondes debajo de tu piel.

“Quédate” es una hermosa palabra…

 

La corporalidad de las costillas, los latidos del corazón y los labios son vehículo para su poderoso lirismo:

Toca las cuerdas de la guitarra debajo de mis costillas

Escribe melodías en los latidos del deseo

El aire acarició mis labios con tu sabor.

 

Su poema 6, “Antes de dormir” es de un lirismo encantador y soñador:

Me duermo con la esperanza pegada al pecho

Cierro los ojos mirándote

Me aferro a la sábana pensando en tus brazos…

Abro mis ventanas a la ilusión…

Tan sólo eso querías que supieras

Que sueño con despertar con tus besos

Sencillamente eso, que no quiero dormir sin ti.

 

El amor pasional nos hace rayar con lo absurdo, como lo expresa su delicado poema 7 del mismo nombre:

Esta mañana me despertó

Una descabellada idea

Que alborota mis cabellos y sentidos…

Mi esperanza que se desespera

Es un absurdo

No tiene sentido esperarte

Porque no quieres llegar.

Entonces me peiné con la verdad.

Se desvanezcan estas ganas de amarte…

¡Desperté!

Y la descabellada idea sólo fue un pensamiento

¿y si te busco?

Este último verso revela siempre la ironía del amor contra toda lógica, que está siempre buscando la llave, para abrir el interior de su amado y descansar allí. Me siento tentado a leer íntegro su acertado poema 8, “La llave” (ver texto, pág.32)

 

El amor es un existencial que hace de la persona un ser-aquí, un estar-aquí, como lo diría filosóficamente el gran Heidegger. Josanny, lo expresa con más belleza que Heidegger, en su poema 9, “Estoy aquí”:

Detrás de estos lentes que buscan tu imagen…

Corriendo en dirección de tu olvido

Cansada de esta marcha sin sentido…

Fabricando un encuentro accidental

Aquí sigo yo

¡soñándote!

A Josanny, esos sueños amorosos y eróticos, le saben a vino moscatel, como llama ella su poema 11:

Tu mirada tierna y profunda

Llena de emoción mis pensamientos

Te pienso tanto que sin mirarte te veo

Sin hablarte te llamo

Y sin tenerte eres mío

No es que seas único

Pero eres lo único que quiero.

En su poema 12, “Una carta de amor”, ella cristaliza un verdadero dilema existencial (Ver pág.40)

Incluso, el amor trasciende el tiempo, nos hace ver en el pasado y en el presente, lo que todavía está en el futuro. Así lo manifiesta su expresivo poema 13, “Ficción” (ver pág.41).

Quiero cerrar con tres poemas en secuencia: “Enloquecida”, “Te necesito” y “Halo”, que están signados como los poemas 15, 16 y 17, que son la antesala de aquel desafiante poema 18 que ya citamos, titulado “La imaginación”. Apenas les saboreo algunos de sus versos en estos tres poemas secuenciales antes mencionados (Págs. 46, 47 y 48).

Enrique Dussel, es el filósofo de la liberación en América Latina que mejor ha expresado en un registro metafísico la erótica que Josanny Moní Mota nos deleita en un registro lírico.

Por eso, quiero terminar, no para poner fin, sino para ser cuerdo con el tiempo asignado, recordando un testimonio machista de la simbólica popular que nos ha guiado en nuestro pensar, que quiere ser escucha de la voz latinoamericana para poder trascenderla. Tenía 16 años de edad cuando leí el Martín Fierro.

Concluyo con esta desafiante estrofa:

Y la pobre mi mujer

¡Dios sabe cuánto sufrió!

Me dicen que se voló

con no se que gavilan,

sin duda a buscar elpan

que no podía darle yo». MARTIN FIERRO, I, 1051-1056

Muchas gracias.

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