No puedes venir “a pies” ni estar “de pies”

Por Tobías Rodríguez Molina

Creemos  conveniente, para los que usamos la lengua española o castellana,  que  ofrezcamos algunas orientaciones o pautas referentes al uso de algunas expresiones adverbiales. Pero antes que nada, creo de rigor que le echemos un vistazo a la definición de  adverbio. Recordemos que el adverbio es  una palabra invariable  que califica o determina la significación de  un verbo (Si vives bien, no morirás mal), de un adjetivo (Ella es muy estudiosa), y de otro adverbio (Llegó demasiado pronto).

El adverbio, tal como  lo vimos en las oraciones dadas anteriormente entre paréntesis (bien, muy, demasiado) está constituido por una sola palabra, mientras que las expresiones o frases adverbiales están formadas por más de una palabra, pero cumplen la misma función que el adverbio.

Y  de algo más debemos estar claros: tanto el adverbio como las frases adverbiales son formas de la lengua que no podemos variar a capricho poniéndoles  “eses”, como sucede con “a pie”,  que muchos convierten en “a pies”;  o “de pie”, a la que algunos  transforman en “de pies”; o quitándoles la “s” que llevan, como “a oscuras”, que la dejan “a oscura”; o “en un abrir y cerrar de ojos”,  a la que “le extraen” la “s” de los  ojos, diciendo “en un abrir y cerrar de ojo”.

A continuación veamos algunas expresiones adverbiales del español con su significado:

  1. al pie de la letra: significa “igual”, “exactamente”, “literalmente”;
  2. en un abrir y cerrar de ojos: significa “rápidamente”;
  3. a oscuras: significa “ sin luz”, “sin iluminación”;
  4. de antemano: significa “con anticipación”, “anteriormente”;
  5. a pie: significa “no montado”, “caminando”.

En general, los usuarios del español en República Dominicana, con excepción de los pertenecientes al nivel sociocultural bajo, normalmente  empleamos con propiedad y corrección los adverbios y frases adverbiales. Sin embargo, hay dos frases adverbiales que un porcentaje muy elevado de hablantes y escribientes nuestros no  saben emplear en  la forma pautada,  pues las pronuncian  y  escriben  “a pies” y “de pies”.

Es por eso  que casi siempre escuchamos a nuestros hablantes corrientes y aun a algunos  profesionales y presentadores decir: “Pónganse de pies para recibir a nuestro invitado de hoy”. También solemos escuchar a muchos dominicanos decir que “a pesar de que  la distancia  es muy larga para llegar hasta aquí, todos vinieron a pies.”

El paso del huracán Irma dejó evidencias del bajo dominio que tiene un alto porcentaje de dominicanos de la concordancia y, en concreto, de algunas  frases adverbiales. Un titular de esos días decía: “Tenemos 32 provincias en alertas.”  El titulador, confundido posiblemente por la cercanía de “provincias”, que está en plural, quiso concordar  “alerta” con provincias, ignorando que “en alerta” es una frase adverbial sin s,  o  que las frases adverbiales no tienen concordancia.

Después de este repasito de gramática castellana, podremos emplear un poco mejor las expresiones adverbiales, pero como estas  son muchas,  lo mejor que podemos hacer es que, cuando estemos escribiendo algún texto,  le  echemos  una ojeada a la lista de adverbios y frases adverbiales para no ponerles ni quitarles ninguna “ese”. Esperamos escuchar cada vez a más dominicanos, especialmente a los de un mayor nivel académico, decir “de pie” y “a pie”,  y no “de pies” ni “a pies”.

© 2019, Tobías Rodríguez Molina

Concordancia dificultosa para muchos

Por Tobías Rodríguez Molina

Existen en nuestra lengua castellana  muchos casos que no todos los que la tienen como propia los dominan fácilmente. Y no solamente en el caso de los verbos haber en su empleo impersonal, sino en varios casos más, como los que vamos a tratar en esta ocasión.

El primero de esos casos es el que encontramos en expresiones como esta: “Yo soy de los que creo que eso es imposible de llevarlo a cabo.” Esa “perla” de concordancia salió de labios de un veterano comunicador de un programa de comentarios y noticias de TELEANTILLAS. Pero, por coincidencia, mientras escribía el anterior ejemplo de error de concordancia, iniciando este párrafo, recibí una llamada telefónica de una profesora que labora en una prestigiosa universidad de Santiago de los Caballeros, para invitarme a una reunión. Al  expresarle los motivos por los cuales yo  no podía complacer su amable invitación, me dijo: “Yo soy de las que creo que hay que hacer un esfuerzo para asistir a ese tipo de reuniones.” En relación con este caso,  es de advertir que, aunque no se conoce un estudio estadístico del mismo, la percepción es que la mayoría de usuarios dominicanos no se atienen a las reglas de la concordancia que exige la pluralización del verbo de ese tipo de oraciones.

Para aclarar cómo debemos expresarnos en ese tipo de construcciones sintácticas, analicemos el ejemplo antes expuesto, que no debe ser “Yo soy de los que creo…, sino “Yo soy de los que creen…” Veamos en detalles el análisis:   Muchos  creen en algo. Yo soy uno de ellos. Por lo tanto, yo estoy entre ellos; yo me cuento entre ellos. Yo estoy entre los que creen en ese algo y somos muchos. Por eso,  “yo estoy entre los que creen…”, que es lo mismo que decir “yo soy de los que creen…”

Además, para poder usarse el verbo “creo” habría que cambiar la expresión que estamos analizando por una parecida a esta: “Hay muchos que creen, y yo lo creo también, que eso es imposible de llevarlo a cabo.”

El siguiente caso lo extraje de un libro que corregí  y que ya  fue publicado. El autor, aunque es un competente  profesional  del derecho y muy preocupado y ocupado en el uso correcto del español, no pudo manejar  como hubiera sido su deseo, el siguiente caso de concordancia y escribió: “La  demanda a breve término es una figura jurídica de la menos tratada por los autores dominicanos.” (Libro de derecho antes de ser publicado). Veamos la frase escrita con toda la corrección sintáctica: ”La demanda a breve término es una figura jurídica de las menos tratadas por los autores dominicanos.” Es decir, que esta figura jurídica y otras muchas son de  las figuras jurídicas menos tratadas por escritores de temas referentes al derecho.

Si ustedes se dan cuenta, este caso de concordancia que les acabo de presentar  es prácticamente el mismo que les presentamos y aclaramos al inicio de este ensayo, como lo verán a continuación. Esa figura está entre las figuras jurídicas que no se tratan mucho por los juristas dominicanos. Por lo tanto, existen otras figuras más aparte de esa. Es decir, son muchas las figuras jurídicas que  son poco tratadas incluyendo la demanda a breve término, la cual, por esa razón,  está entre las menos tratadas, que es lo mismo que decir “es de las menos tratadas por los escritores dominicanos  de temas jurídicos.”

Ante ese panorama  que nos ofrecen algunos dominicanos, me fue satisfactorio encontrar un ejemplo semejante al que estamos presentando y analizando, aparecido en un periódico digital de Venezuela,  expresado con toda la corrección debida. Leamos el ejemplo: “Yo soy de los que piensan que hay que agotar hasta el último recurso para que, mediante un proceso electoral limpio, se consiga un  cambio de gobierno.” (Enrique Capriles, El Nacional Home). Y este otro caso también de un venezolano. Lo tomé de una entrevista realizada por un comunicador de ese país a un exmilitar de alta graduación; aquel dijo: “Yo soy de los que piensan…que estas gentes son  corruptas e incapaces para manejar el problema eléctrico.”

A ese caso de concordancia  que una cantidad considerable de usuarios de nuestra lengua española  no maneja de forma exitosa, deben ustedes  prestarle  atención para acercarse a un mejor manejo de su rico idioma. Eso espero de parte de ustedes, estimados lectores.

Estos casos que  les he presentado podrán borrarles dudas y dificultades que muy probablemente muchos de ustedes arrastran y les perturban cuando se expresan tanto oralmente como por escrito. Una vez más espero contribuir a que muchas personas deseosas de mejorar y usar cada vez mejor su rico idioma de acuerdo con las pautas del castellano del mundo y de nosotros los dominicanos, lo logren rendidamente.

© 2019, Tobías Rodríguez Molina

Argolla, inobservar, embestida/*envestida, bebedera/bebedero

Por Roberto E. Guzmán

ARGOLLA

Una argolla es un aro y, este es una circunferencia. De acuerdo con el diccionario oficial de la lengua una circunferencia es una “curva plana y cerrada cuyos puntos son equidistantes de otro situado en su interior llamado centro”.

En el argot beisbolero de los dominicanos la palabra “argolla” tiene una significación especial que comparte con Cuba y Nicaragua; es una “anotación de cero en una entrada”. Del modo en que se copió es como aparece en el Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias.

La forma de la argolla se parece mucho o es igual a un cero si esta se hace perfecta en su forma. De allí es de donde los dominicanos y otros hablantes de español americano se han aprovechado para usarlo en los juegos de beisbol, para expresar que una entrada terminó sin anotación.

Se recuerda con claridad que en las narraciones y los comentarios sobre béisbol algunos profesionales decían, cuando un equipo no anotaba ni una carrera durante un partido completo, que a ese equipo perdedor con cero carrera en su haber le “habían colgado nueve argollas”.

Lo que se ha expuesto en esta sección no significa que la palabra argolla no tenga otros significados específicos en el habla de los dominicanos. Se usa también para mencionar el anillo de compromiso o de matrimonio (alianza). Así mismo, es el pendiente (arete) en forma de aro.

No cabe duda de que los aficionados al béisbol en República Dominicana se sentirán muy contentos y conformes si se incluye esta “argolla” en los diccionarios de español dominicano con el significado de cero anotación en una entrada y “nueve argollas” para un partido de ese deporte sin anotación de carrera.

 

INOBSERVAR

“. . .sino que además INOBSERVA el principio de . . .”

A veces el lector se sorprende cuando “se topa” con algún término que resulta familiar y, luego cuando busca confirmar en el diccionario oficial para comprobar si este es reconocido en el español internacional no lo encuentra.

Lo que se describió en el párrafo anterior es casi lo que ocurrió con la utilización del verbo inobservar. Parecía conocido, pero algo advertía que no estaba totalmente acreditado.

Solo los diccionarios de uso registran el verbo inobservar. El Diccionario del español actual, que lo cataloga como verbo transitivo trae, “Faltar a la observancia [de un precepto (cd)]”. (1999-II-2643). Otro diccionario que recoge el verbo es el Diccionario de uso del español, “No observar un precepto, una ley, un reglamento, etc.” (2007-I-1652). Uno puede observar que, en los años transcurridos entre la edición de un diccionario y otro, el ámbito de acción del verbo se ensanchó. En Argentina se utiliza el adjetivo “inobservado -da”, 1 “Que no se observa”. 2 “Que no se cumple o respeta”. Diccionario integral del español de la Argentina (2008:982).

En todos los casos, menos uno, los ejemplos reproducidos en los diccionarios pertenecen al ámbito jurídico, pues se relaciona con el verbo observar en tanto “Guardar y cumplir exactamente lo que se manda y ordena”.

En francés tienen varias voces de la familia de inobservar, inobservable, inobservance, inobservation, inobservé, ée. Algo parecido sucede en inglés, inobservance, inobservant. Otro tanto ocurre en portugués, inobservado, inobserváncia, inobservante, inobservável. Tal y como puede notarse existe bastante material en otras lenguas que hacen pensar que como en latín existían voces de esta familia, no es aventurado predecir hoy que un día el verbo estudiado aquí hará su entrada oficial en el español común, corriente, internacional, aceptado y positivamente sancionado.

 

EMBESTIDA – *ENVESTIDA

“. . .esto no siempre era suficiente para evitar la ENVESTIDA de los servicios de espionaje. . .”

Es una historia antigua el asunto de la pronunciación de la uve /v/ y de la be /b/. Muchos de los lectores de esta columna no tuvieron que pronunciar las dos de modo distinto como sucedía en los años en que el autor de estos comentarios asistió a clases de educación intermedia y secundaria.

Las letras son signos gráficos y también son sonidos. En español por fortuna se tiene una ortografía casi fonológica. El español cuenta con veintisiete signos y los fonemas son veinticuatro. Las razones que explican que haya más signos que sonido son básicamente históricas.

Las letras B y V representan un sonido único. Lo que en realidad orienta para saber cuándo se debe utilizar en la ortografía una u otra de estas letras es algo que llega al escribiente por medio de las lecturas asiduas. La lengua consagró una letra u otra en la grafía de las variadas palabras siguiendo la pauta de la historia de la lengua por orientación etimológica

Algo que ayuda en los casos de dudas es llegar a las demás palabras de la misma familia de la palabra sobre la cual se vacila pero que son mejor conocidas por quien escribe. Eso permitirá que se encuentre la representación correcta.

Las dos letras que son el centro de atención de esta sección persisten en el abecedario español  por tradición que se remonta al latín. Hay que advertir que no siempre se siguió al latín en esto, porque el uso también imprimió su huella. Todavía en las aulas se habla de la B de burro y la V de vaca, No hay que sentirse mal por ello, pues en inglés para evitar confusiones tienen la V de Víctor.  La uniformidad en el sonido de las dos letras mencionadas pone a los hispanohablantes en desventaja cuando se refiere a la pronunciación de lenguas extranjeras en las que sí existe la diferencia.

La embestida es la acción y el resultado de embestir. Esencialmente el verbo embestir es lanzarse contra una persona o cosa con violencia. Extendió su campo semántico para los casos en que una persona se dirige a otra con brusquedad para pedirle algo. Posee acepciones en náutica, en tauromaquia y en el léxico militar. No se puede pedir que todos los articulistas sepan etimología, pero sí que sepan ortografía.

 

BEBEDERA – BEBEDERO

“¿Por qué su BEBEDERA de alcohol?”

Las dos palabras son muy conocidas en el ámbito internacional del español. Las dos se examinarán aquí para que se note el curso histórico que han recorrido y cómo algunas acepciones se impusieron antes que otras.

El orden de las acepciones para bebedero, ra se remonta a la edición del 1956 del Diccionario de la lengua española. Primero el agua potable de buena calidad; luego el recipiente, más adelante el abrevadero para aves, etc.

La vida moderna introdujo el bebedero eléctrico de los parques, escuelas y edificios públicos. El hábito de beber con frecuencia o en exceso bebidas alcohólicas trajo a los diccionarios una acepción para esa rancia costumbre.

En la actualidad diez países americanos de habla hispana entienden y usan la palabra bebedera para mencionar la conducta repetida de ingerir bebidas alcohólicas con ese nombre.

Los bebederos han progresado. Al principio fueron solo los de las aves, luego los del ganado, hasta llegar a los mencionados antes para humanos en parques, escuelas y edificios públicos. Comenzaron como fuentes naturales; luego pasaron a ser los surtidores eléctricos.

En República Dominicana un bebedero es una, “Máquina eléctrica que enfría y dispensa agua potable desde un botellón”. Del mismo modo es el “Lugar donde se reúnen los amigos para tomar bebidas alcohólicas”. La última es una acepción que no consta en el Diccionario de americanismos (2010). Sí consta en el Diccionario del español dominicano (2013:83).

© 2019, Roberto E. Guzmán

Caliesaje, distrital, intrusivo/a, sacar filo

Por Roberto E. Guzmán

CALIESAJE

“. . .cuando, con CALIESAJE, exclusivo y excluyente. . .”

Esta es una voz del habla de los dominicanos por todos los costados. Es así por su formación y su significación. Es dominicana, no obstante que el origen proviene de una voz extraña a la lengua española; ese origen es el que la tradición se ha empeñado en asegurar. Se examinarán todas las voces de esta familia porque como se entenderá más adelante, esta ha procreado una descendencia numerosa.

  1. Emilio Rodríguez Demorizi calificó de “palabra misteriosa” a la voz calié que se encuentra en el origen de caliesaje. Calié es “espía, delator”. La explicación tradicional para la voz calié es que esta proviene del criollo haitiano kaye cuyo acento va sobre la letra E /e/ que corresponde al francés cahier, que es cuaderno en español; porque -continúa la tradición- los espías haitianos andaban con un cuaderno anotando los nombres y direcciones de los desafectos al dominio haitiano sobre la parte este de la isla de La Española.

¿Cuánto de esto puede ser verdad? Se duda de esta explicación, pues en esa época las personas capaces de escribir eran muy pocas; sobre todo si se tiene en cuenta que la tasa de analfabetismo en la isla entre los años de 1822 a 1844 era altísima. Con esta explicación puede descartarse la explicación del origen de la voz calié.

De un modo o de otro a un espía delator o persona del espionaje político en la Era de Trujillo se le conocía con el nombre de calié, el plural es calieses. La gama de calieses iba desde el informador hasta el represor, torturador.

El caliesaje era el espionaje. Puede notarse que las terminaciones de las dos palabras -caliesaje espionaje- es la misma -aje. La voz refiere la actividad a la que se dedicaban los calieses. La formación de la palabra tomando como base la voz calié se ajusta a los cánones de la lengua española.

El caliesaje era el espionaje que existía en esa época que revestía las características de un régimen dictatorial. Estas voces pertenecen al español dominicano de modo exclusivo.

 

DISTRITAL

“. . .por su opinión contraria a la creación de otro ayuntamiento o junta DISTRITAL. . .”

Casi puede escribirse que la voz del título está a punto de entrar en el diccionario oficial de la lengua. La aseveración anterior viene del hecho de que no figura en la nómina oficial de palabras reconocidas, aunque sí se encuentra en el Diccionario de americanismos (2010) donde se asegura que es de uso en diecisiete países de América.

Si se considera la cantidad de personas hablantes de español que viven en esos países, así como la extensión territorial de estos, podría escribirse que la ausencia de esta voz del lexicón oficial es una injusticia.

No es un secreto el origen de la voz distrital, pues por su formación se vincula con toda facilidad con la palabra distrito. El sufijo -al es propio de los adjetivos que indican relación. En el diccionario mencionado aquí por su nombre se asienta que es una voz del ámbito culto; por tanto, hay más razón aún para que se la consagre en el sanctasanctórum de la lengua española.

El Diccionario del español actual (1999-I-1648) califica el uso de raro, pero asienta la voz, “De(l) distrito”. El Diccionario de uso del español (2007-I-1066) también recoge la voz. Es prudente que se recuerde la acepción oficial de la Real Academia para la palabra distrito, “Cada una de las demarcaciones en que se subdivide un territorio o una población para distribuir y ordenar el ejercicio de los derechos civiles y políticos, o de las funciones públicas, o de los servicios administrativos”.

Las herramientas modernas que existen en el mundo actual permitirán evaluar si el uso aún es raro, como se aseguraba en el año 1999, a pesar de que se conoce la voz en tantos países de Hispanoamérica.

 

INTRUSIVO/A

“,  , . una inconsistencia provocó una inspección más INTRUSIVA. . .”

“. . . utilizando sistemas de inspección no INTRUSIVOS. . .”

Este vocablo ha llegado al español de las riberas del inglés. En esa lengua es intrusive. En esa lengua posee varias acepciones. No todas han pasado al español. Una de ellas es, “caracterizado por intrusión. Otra es, introduciéndose donde no es bienvenido o invitado. Este intrusivo del inglés desempeña las funciones de nombre y de adverbio en esa lengua.

Según parece el Diccionario de la lengua española no ha tenido tiempo de ocuparse del vocablo en español. El Diccionario de uso del español (2007-I-1678) reconoce a intrusivo en su función de adjetivo, “Que implica intrusión”. La intrusión es una acción de introducirse indebidamente una persona en un lugar. Con relación a cosas es introducirlas en el seno de otras.

La redacción del Diccionario del español actual (1999-II-2687) se sirve de la noción de intrusión para caracterizar el adjetivo, “Que ha penetrado por intrusión”. En inglés, así como en español, este intrusivo tiene una acepción en geología.

En los ejemplos que se reprodujeron al principio de esta sección la voz se utiliza con respecto a métodos o sistemas que penetran, se entrometen o invaden en el campo de una actividad. El tiempo dirá si llegará el día en que el uso imponga esta nueva voz que no es completamente extraña a la lengua.

 

SACAR FILO

“Las mentes descabelladas que pretenden SACAR FILO político a la situación . . .”

Al principio se pensó que esta locución verbal era exclusiva del habla de los dominicanos. Pero no es así en realidad, pues como muchas otras palabras y locuciones, los dominicanos las comparten con los cubanos.

En el Diccionario fraseológico del español dominicano (2016:204), se define la locución como usada para, “Aprovechar una situación para sacarle provecho a algo”. La locución viene avalada en ese diccionario con un ejemplo tomado de un artículo de la prensa diaria de Santo Domingo.

La documentación de la misma locución, pero en Cuba, aparece en el Diccionario ejemplificado del español de Cuba (2016-I-521), donde consta en tanto, “Aprovechar al máximo una oportunidad que se presenta”.

A pesar de que la redacción en ambos diccionarios no es idéntica, la idea que subyace en ambas es la misma. El verbo que introduce las dos interpretaciones es el mismo, “aprovechar”. Una “situación” es lo que se aprovecha en República Dominicana; en Cuba es una “oportunidad”.

Por medio de la lectura de estas similitudes se comprueba una vez más la coincidencia que se encuentra con mucha frecuencia entre estas dos islas, sus habitantes, su habla y sus costumbres.

© 2019, Roberto E. Guzmán

Asfixie, patana, ara/en aras de, holista, sembrado

Por Roberto E. Guzmán

ASFIXIE

“. . . cuya muerte se debió a ASFIXIE por sumersión. . .”

En esta frase todo iba muy bien con el empleo del adjetivo relativo posesivo “cuya” y “sumersión” que son palabras domingueras. Lo que atrajo la atención fue el “asfixie” que aparece destacado en la cita.

En el español dominicano es común oír que una persona “tiene un asfixie” por otra. Hay quienes quieren ser más correctos y dicen que esa persona está asfixiada (afisiá) por la otra.

El Diccionario del español dominicano (2013:54) al tratar el nombre de género masculino escribe, “Enamoramiento profundo” y atribuye a los jóvenes o a la juventud el uso. Muchas personas pueden pensar que solo los jóvenes son capaces de experimentar este intenso tipo de sentimiento. Es cierto que el nombre nació y se propagó entre los jóvenes de las ciudades, pero el enamoramiento hondo puede llegar a cualquier edad.

Hay que resaltar aquí que esta denominación solo se conoce en República Dominicana, es pues exclusiva de los dominicanos y, a pesar de que se originó en el registro juvenil, la voz no ha desaparecido del léxico de ese segmento poblacional.

Los puertorriqueños tienen su propio “asfixie” que es el del texto copiado al principio de esta sección. Allí se usa en lugar de asfixia.

 

PATANA

“. . .dos PATANAS compiten paralelas. . .”

La patana dominicana es un tipo de vehículo de carga. Es un vehículo de grandes dimensiones para transportar cargas de mucho peso y dimensión. Lo que permite caracterizar la patana es que tiene un cabezote que es la cabina en la que se encuentra el motor y las gomas, llantas o neumáticos de tracción.

Otra característica de este tipo de camión es que no tiene cama. Lo que tiene es un dispositivo especial sobre el que se conecta una plataforma. Esa plataforma sirve para colocar sobre ella los artículos que se transportarán. La plataforma también tiene gomas que soportan la carga y un sistema de frenos que ayudan a detener el vehículo cuando se acciona el pedal del freno.

Esta patana no debe confundirse con el famoso catarey que fue como se llamó al camión de arrastre detrás del cual se articulaban vagones para el transporte de caña. El nombre le vino a este camión porque se usó sobre todo para alimentar de caña un central azucarero (ingenio) situado en Villa Altagracia que llevaba ese nombre, Catarey. Catarei era el nombre de un lugar en la provincia de San Cristóbal. Indigenismos (1977:352).

En la actualidad las patanas son de gran utilidad para transportar los contendores que llegan o se van en buques de carga. La forma de las plataformas facilita que se transporten los contenedores, pues estos son colocados y retirados con la ayuda de grúas gigantescas.

Con estas notas se espera contribuir a que se actualicen las definiciones de cada uno de estos tipos de vehículos.

 

ARA – EN ARAS DE

“. . .situar los intereses grupales y hasta personales EN *ARA DE objetivos. . .”

En sentido general la palabra ara se usa como sinónima de la palabra altar. En otros tiempos fue una piedra o losa colocada sobre el altar sobre la que se expandía el corporal, que es el lienzo sobre el cual se ponen la hostia y el cáliz.

Aparte de las ceremonias que se celebran en las iglesias, la palabra altar se utiliza con mayor frecuencia en sentido figurado.

Puede arriesgarse la opinión de que la locución prepositiva en aras de es muy común en el español culto, y de esa forma es como debió aparecer en el texto que se copió. La locución sirve para expresar, “En honor o en interés de; en beneficio de”. En muchos casos en el habla se usa la locución para llevar el mensaje de que se sacrifica algo para conseguir otra cosa más.

Esto equivale a expresar que cuando se utiliza la locución prepositiva, la palabra ara debe escribirse en plural, vale decir con la ese /s/ al final, aras, en aras de.

 

HOLISTA

“. . .bajo el enfoque HOLISTA. . .”

Este vocablo no se encuentra entre los inventariados en el  diccionario oficial de la lengua española. A pesar de eso otros vocablos parecidos a este, es decir, de la misma familia, sí están. Holismo que es el sustantivo se halla entre los que constan en el diccionario académico.

El holismo es un concepto que pertenece a la Filosofía y lo define el mentado diccionario así, “Doctrina que propugna la concepción de cada realidad como un todo distinto de la suma de las partes que lo componen”. El otro término asentado en ese mismo diccionario es holístico, “perteneciente o relativo al holismo”.

El autor de estos comentarios acerca de la lengua tuvo contacto con las voces equivalentes en inglés en el área de la medicina. En esas ocasiones se trataba de dar un tratamiento que comprendiese tanto el cuerpo como la mente. A ese tipo de tratamiento se les llamaba “tratamiento holístico”.

El Nuevo diccionario de voces de uso actual se ocupa de este aspecto del holismo y lo define como, “Tratamiento médico de la persona en su conjunto y no por síntomas aislados”. (2003:580). Esta es una “doctrina médica alternativa”, que es la forma en que el Diccionario de uso del español (2007:1964) lo define. Es entonces un “sistema médico que considera al ser humano integrado como una unidad funcional”. Spanish-English English-Spanish Medical Dictionary (1996:312).

Holístico es el adjetivo que corresponde a esta familia de palabras y es lo que debió escribir la persona que redactó la frase que se reprodujo al principio de esta sección.

 

SEMBRADO

“. . .todavía SEMBRADA en la guerra fría. . .”

Leído de pronto un hispanohablante promedio no sabe qué pensar acerca del empleo del verbo sembrar en esta compañía. Para poder extraer sentido a una corta frase como la reproducida más arriba hay que dar rienda suelta a la imaginación.

En los diccionarios generales de la lengua el verbo sembrar ha acreditado acepciones que gozan de amplia popularidad y que han disfrutado de amplio uso. Este verbo puede desempeñar funciones de verbo transitivo o intransitivo. Se conoce porque significa esparcir, diseminar semillas. En otra de sus acepciones es derramar cosas. En otra índole de acepciones llega a las ideas y sirve para llevar el mensaje de hacer cosas en un momento para beneficiarse de los resultados más tarde. Puede dejarse ahí lo relativo a las acepciones, aunque no se agoten, para pasar a proyectar luz sobre lo que realmente se piensa que significa en la frase y de dónde sale ese uso.

Este uso del verbo sembrar es una extensión tomada de una significación que posee el verbo en el español dominicano. Esa acepción es, “Sentarse alguien en un lugar por mucho tiempo”. En la acepción que se tomó del Diccionario de americanismos (2010), se destacaron las partes que son salientes y permiten considerar de algún modo a sembrar con el sentido de permanecer.

En Cuba y en El Salvador conocen el verbo sembrar con una significación próxima a la anterior, “Establecerse alguien en un lugar, generalmente por mucho tiempo”. En esta definición también se destacaron las partes que sugieren continuar, quedarse.

La idea que se sostiene aquí es que el verbo sembrar en esta frase equivale a seguir en una posición ideológica, en lugar de un sitio, retenido por sus ideas o su voluntad, a pesar de que las circunstancias hayan cambiado.

© 2019, Roberto E. Guzmán

Ortoescritura

Por Rafael Peralta Romero

CUANDO LO ANÓNIMO SE VUELVE APÓCRIFO

Poemas, cuentos y novelas han  trascendido  fronteras idiomáticas y  temporales sin que se hayan  conocido sus autores. En la historia de la literatura se les conoce como “anónimos”. Quizá sus creadores no se propusieran ese anonimato, pero las circunstancias en que fueron escritas y publicadas determinaron  que esas obras se hayan  divulgado sin el nombre del autor.

El famoso “Soneto a Cristo crucificado” ha sido atribuido a varios autores clásicos inclinados por la poesía mística: San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús y hasta el poco  místico Lope de Vega. Algunos  filólogos, entre ellos el dominicano Pedro Henríquez Ureña, han  dado pruebas documentales de que el célebre soneto fue compuesto por   fray  Miguel de Guevara,  religioso agustino del siglo XVI.

El vocablo /anónimo, ma/  tiene las siguientes definiciones en el Diccionario de la lengua española:  (Del latìn tardío anony̆mus, y este del gr. ἀνώνυμος anṓnymos).  1. adj. Dicho de una obra o de un escrito: Que no lleva el nombre de su autor. U. t. c. s. m. 2. adj. Dicho de una persona, especialmente un autor: De nombre desconocido o que se oculta. U. t. c. s. m. 3. adj. Indiferenciado, que no destaca de la generalidad. Gente anónima.4. m. Carta o papel sin firma en que, por lo común, se dice algo ofensivo o desagradable.

¿Han visto? “Algo ofensivo o desagradable”.

Lo malo del texto anónimo en la literatura es que  no retribuye al autor la gloria o fama que le correspondía por su acierto  creativo.  Obra de proyección universal sin autor  conocido es “Las mil y una noches”, magnífico conjunto de cuentos, fábulas y otros relatos, unidos por un hilo argumental: la amenaza de muerte de la joven Scheherezade, personaje narrador.

Un ícono de la poesía hispánica, el Poema del Mio Cid, es obra anónima, como lo es también la muy leída novela picaresca “Lazarillo de Tormes”.

La anonimia ha afectado, incluso, los libros sagrados. El Corán, de los musulmanes, es de autor desconocido, a diferencia de la Biblia, de judíos y cristianos, cuyos textos tienen autores, aunque  frecuentemente los exégetas y traductores usan la expresión “libro atribuido a …”.

Los Evangelios, que versan sobre la vida y doctrina de Jesucristo, se han visto amenazados por textos no necesariamente legítimos. De ahí que los sabios de la Iglesia católica hayan  separado los considerados verdaderos de los otros.  A unos se les llama canónicos y a otros apócrifos.

El vocablo /apócrifo, fa / es definido por el Diccionario académico del modo siguiente:

“(Del lat. tardío apocry̆phus, y este del gr. ἀπόκρυφος apókryphos ‘oculto’).1. Adj. Falsa o fingido. Un conde apócrifo.2. adj. Dicho de una obra, especialmente literaria: De dudosa autenticidad en cuanto al contenido o a la atribución. U. t. c. s. m.3. adj. Dicho de un libro de la Biblia: Que no está aceptado en el canon de esta. Los evangelios apócrifos. U. t. c. s. m”.

Son varios los evangelios apócrifos,  escritos en los primeros siglos del cristianismo en torno a la figura de Jesús de Nazaret, atribuidos algunos a figuras tan controversiales como Judas Iscariote.

Apócrifo, según su etimología griega,   incluye los conceptos  ‘lejos’,  ‘oculto’. En  latín (apócryphus) originalmente significaba «ocultar lejos», y luego fue derivando en «oculto, obscuro». De ahí que el término haya  sido empleado, en el mundo religioso, para calificar textos de dudosa autenticidad.

En el Derecho, la prueba escrita disfruta de  gran aceptación, pero si se trata de un documento anónimo, se desvanece su capacidad de convencimiento. Es ahí donde lo anónimo se vuelve apócrifo: dudoso, oscuro, no confiable.

(Publicado en El NACIONAL, el 17-3-19)

Temas idiomáticos

Por María José Rincón

 

CREATIVIDAD Y FRESCURA

05 / 03 / 2019

La expresión coloquial está plagada de locuciones curiosas que le dan un sabor especial a nuestra lengua. Las locuciones están formadas por varias palabras que funcionan como una sola. Lo curioso es que el significado de la locución no coincide con la suma de los significados de las palabras que la componen. De la abundancia de locuciones en el español dominicano nos hablan las 4200 registradas en el Diccionario del español dominicano, la mayoría de ellas de uso coloquial.

Si decimos que una persona está tragándose un cable, no nos referimos literalmente a ese extravagante hecho, sino a lo que el DED define como ‘estar pasando una mala situación económica’. Estamos ante un uso metafórico que aporta esencialmente expresividad: basta imaginar en qué mal trago tiene alguien que verse para comerse un cable.

Si decimos que no está el horno para galleticas, no estamos hablando del mal funcionamiento de nuestro horno; nos referimos a que no es el momento oportuno para hacer o decir algo. Si decimos que alguien o algo va como caña para el ingenio, estamos recurriendo a una metáfora, como esas que usan los poetas, para manifestar expresivamente que algo o alguien va muy rápido. Si decimos que alguien va en coche, no nos referimos a un carruaje como medio de transporte, sino a que esa persona ha resultado favorecida por una situación ventajosa.

Párense un momento a pensar en su vida diaria y encontrarán muchas locuciones más. Funcionan como verbos, como nuestros ejemplos de hoy, como adjetivos, como sustantivos, como adverbios. Son útiles y expresivas, y traen a nuestra lengua coloquial un soplo muy valioso de creatividad y frescura.

 

UNA DE HONDAS

12 / 03 / 2019, 12:00

Las locuciones de uso coloquial y popular, precisamente porque no las encontramos habitualmente en forma escrita, plantean dudas ortográficas. Reflejan con frecuencia rasgos de nuestra variedad dialectal que transforman su apariencia fonética hasta llegar a resultar irreconocibles cuando las vemos escritas.

Tal es el caso de la locución adverbial como la honda del diablo. El sustantivo honda, núcleo de esta locución, es el que se refiere, según la definición del Diccionario de lengua española de la RAE, a la ‘tira de cuero o trenza de lana, cáñamo, esparto u otra materia semejante, que se usa para tirar piedras con violencia’. Este instrumento, tradicionalmente útil en las labores ganaderas, ha dejado de ser habitual para nosotros. Es posible que recordemos la honda de David, el pastor que se enfrentó al gigante filisteo Goliat. Muchos menos recuerdan la honda de otro David, el protagonista de un cuento de Augusto Monterroso.

Si volvemos a nuestra locución coloquial como la honda del diablo, imaginen la violencia que le podría imprimir el diablo a su honda y calibren la velocidad que adquiriría. En el español dominicano afirmar que algo o alguien va como la honda del diablo es referirse a que se mueve velozmente. La dificultad ortográfica estriba en la pronunciación dialectal de la expresión. Lo habitual es que pronunciemos honda con aspiración; recordemos que procede del latín funda y que las palabras con f- inicial en latín se pronunciaron durante siglos con esta aspiración en nuestra lengua. Nosotros la seguimos manteniendo en casos como este. También eliminamos la -d- intervocálica. La expresión suena para nosotros algo así como /como la jondel diablo/.

Y ahí está el quid de la cuestión. Cuando queremos ponerla por escrito, debemos recurrir a la ortografía normalizada, que está precisamente para eso, para poner orden y concierto escrito entre todas las variedades fonéticas, y son muchas, de nuestra lengua.

 

HUIR DE UNA COMA

19 / 03 / 2019

La llaman la coma asesina; también la coma criminal. Una coma que se ha granjeado estas denominaciones debe, por lo menos, preocuparnos. Dramas ortográficos aparte, siempre nos viene bien aprender en qué consiste para huir de ella en nuestros textos. La coma es un signo de puntuación cuyo uso esencial es delimitar o separar elementos dentro de un enunciado. El verdadero problema empieza cuando la utilizamos para separar elementos que no deben estar separados.

El sujeto y el verbo de una oración están estrechamente vinculados y la concordancia en número y persona se encarga de que esta relación sea invulnerable: La ciudad crece desordenadamente/Las ciudades crecen desordenadamente. La coma no debe meterse en medio. Cuando el sujeto es corto, como el del ejemplo, no solemos equivocarnos. Los problemas empiezan cuando un sujeto extenso o complejo nos hace perder de vista esta relación gramatical.

Imaginemos una oración en la que el sujeto sea largo: Las ciudades que no prestan atención a las necesidades de sus habitantes crecen desordenadamente. Con independencia de su extensión, no podemos cometer el error de separar sujeto y verbo con una coma: *Las ciudades que no prestan atención a las necesidades de sus habitantes, crecen desordenadamente.

La complejidad del sujeto puede consistir también en estar formado por varios elementos: Las ciudades, los barrios, los asentamientos crecen desordenadamente. Cada uno de estos elementos (ciudades, barrios, asentamientos) tiene el mismo nivel en la oración; su unión no depende de ninguna partícula, sino que está señalada por una coma. La presencia de estas comas exige que prestemos atención y evitemos la coma tras el último sustantivo de la enumeración, la temida coma asesina: *Las ciudades, los barrios, los asentamientos, crecen desordenadamente.

No olviden que hay comas obligatorias, que hay comas opcionales y que hay algunas comas de las que conviene huir como de la peste.

 

EMPECEMOS POR LA O

26 / 03 / 2019

La Real Academia Española y, con ella, todas las academias de la lengua española en el mundo nos brindaron en 2010 una versión actualizada y panhispánica de una de sus obras emblemáticas, la Ortografía de la lengua española. Desde la misma presentación de la obra se destaca que la ortografía representa «el pilar fundamental de la unidad de la lengua en el que todas las variables se diluyen». Casi una década después de su publicación, sigue siendo necesario repasar algunas de las novedades ortográficas que introdujo.

Les propongo un repaso detallado durante las próximas semanas. Una simple consulta a Enclave Rae, la novísima herramienta lingüística de la Real Academia, nos alerta de que la tilde suele provocar muchas dudas y errores, incluso en la consulta del diccionario.

Empecemos entonces por las novedades, ya no tan nuevas, sobre el uso de la tilde; y vamos a hacerlo por la más sencilla: la eliminación de la tilde que se venía utilizando en la conjunción disyuntiva o cuando esta aparecía escrita entre cifras. Este uso de la tilde solo se justificaba gráficamente para que la o no se confundiera con el cero.

Sin embargo, la función de la tilde, como signo diacrítico, es indicar que la sílaba a la que pertenece la vocal que la lleva es una sílaba tónica. Y la conjunción disyuntiva o es átona, es decir, se pronuncia sin acento. Por tanto, la conjunción o nunca lleva tilde, ni entre palabras ni entre cifras: ¿Con tilde o sin tilde? Sigamos con 3 o 4 novedades más, pero habrá que esperar a la próxima semana.

Mario Vargas Llosa: El lenguaje inclusivo es una especie de aberración

Entrevista a Mario Vargas Llosa

El Nobel de Literatura habla de feminismo, de los mitos de la conquista, de su rechazo al populismo, de Macri y de Odebrecht. Y analiza el Congreso de la Lengua en Córdoba.

“Ando bien, pero estoy saliendo de un catarro”, dice Mario Vargas Llosa antes de comenzar la entrevista con La Voz. Duda al pronunciar la última palabra –sabedor de que aquí decimos “resfrío”-, pero sonríe y queda claro que nos entendemos: flota en el aire, tras varios días de escucharlo en el Congreso de la Lengua, que la unidad del español está en sus ricas diferencias.

El escritor peruano, el Nobel de Literatura, el autor de La ciudad y los perros o de La guerra del fin del mundo –apenas de las primeras de un monumental conjunto de obras literarias- estuvo en Córdoba, festejó aquí sus 83 años y, lejos de cuidar las formas y la corrección política, fue más él que nunca.

Por eso, ¡atención! Spoiler para los que no concuerdan con él y seguro van a enojarse: está más convencido que nunca de las ideas liberales, se indigna con populismo, rechaza el lenguaje inclusivo y cree que Argentina está en la senda correcta, pese a admitir lo mal que lo pasa mucha gente.

En la apertura del Congreso de la Lengua, le contestó al presidente de México por el reclamo que este le hizo a España por la conquista. Más allá de este caso, ¿por qué cree que perduran en el imaginario de América Latina estos conceptos?

-Son lugares comunes que se arrastran a lo largo de generaciones, que parten a veces de ciertos hechos reales y luego los deforman y, por razones de tipo ideológico, van desnaturalizando una verdad histórica. Es un hecho que se da prácticamente en todos los países. Sin ninguna duda, la llegada de los europeos a América fue violenta. Todas las colonizaciones son violentas. Pero es muy injusto responsabilizar enteramente a los conquistadores de una problemática que nosotros no hemos sabido resolver. El problema indígena, la situación triste, a veces miserable, dramática, de los indíge

nas, no es una historia de hace 500 años. Es de nuestros días. Quizá en el caso de México de una manera más dramática todavía, por la cantidad. Son millones de indios que viven en una condición completamente marginal, muy explotados. No tiene sentido que el presidente de México, de un país que desde hace 200 años es independiente, atribuya la crueldad y la maldad a algo que ocurrió hace 500 años. Basta que mire uno por la ventana y va a darse cuenta de que la situación del indígena no solo no ha mejorado, sino que en muchos casos ha empeorado. Y eso vale prácticamente para toda América Latina.

¿Ve conexiones entre esas realidades y la calidad de nuestras democracias?

-Creo que es una manera de no ver la realidad, de trasladarse a un pasado bastante mitológico para no enfrentar de manera directa los problemas que nos acucian. El caso de México es más dramático; por eso es que resulta tan ridícula la carta del presidente (Andrés López Obrador) a estas alturas. Apelar a mitos tan prejuiciosos, tan mentirosos respecto de la historia… Es como si todos los problemas vinieran de ese encuentro. Pero nuestra historia prehispánica fue muchísimo más violenta. Y en el caso de México no se diga. Había una cultura, una civilización muy avanzada, salvo, tal vez, en un aspecto: la creencia de los aztecas de que el universo se sostenía gracias a los sacrificios humanos. Fueron cientos de miles, acaso millones de indígenas sacrificados por esta creencia. Así que era indispensable hacer esa aclaración para no permitir que la demagogia reemplace otra vez la realidad histórica, como ocurrió por desgracia durante los años del indigenismo, a comienzos del siglo 20. El indigenismo fue muy destructor, creó muchísimo daño. Creó una gran confusión respecto de los verdaderos problemas de América latina.

Como ferviente crítico de los populismos que es, y más allá de las razones políticas e ideológicas que lo sustentan, ¿no cree que hay razones socioeconómicas para explicarlo?

-El populismo desgraciadamente es una enfermedad de las democracias, de los países subdesarrollados y de los desarrollados también. Se alimenta generalmente de la más grave de las enfermedades, que es el nacionalismo, que nos ha llenado de sangre la historia. Si hay un continente que lo sabe, es Europa, que padeció terribles estragos. Las dos guerras mundiales nacieron por culpa del nacionalismo. Quizá una de las peores realidades de nuestro tiempo sea ese rebrote de los nacionalismos que está detrás de Brexit, o de los problemas que enfrenta la Unión Europea, que nació con tan buenos auspicios y con tanto entusiasmo. Así que, si uno cree en la democracia y en las instituciones, tiene que combatir el nacionalismo y toda forma de populismo, ya que el populismo no resuelve los problemas sino que los crea y los aumenta.

En el Congreso de la Lengua sobrevoló, pese a que no estaba incluido en el programa oficial, el tema del lenguaje inclusivo. Muchas panelistas lo incluyeron en sus ponencias… ¿Por qué cree, como ha escrito, que el feminismo es un “enemigo resuelto” de la literatura?

-Hay formas de feminismo que son enemigas de la cultura. No es el feminismo en todos sus aspectos ni mucho menos. Es verdad que hay una discriminación de la mujer, incluso en los países más avanzados. Eso no lo podemos negar y lo tenemos que corregir. En esta época, es uno de los hechos que conmueven más a la opinión pública, y con mucha justicia hay un movimiento femenino que reclama igualdad de derechos. Lo apoyo resueltamente. Ahora, hay algunos excesos que es muy importante combatir. En el campo de la lengua, hay excesos que son risibles. La lengua necesita de la libertad, ejercita la libertad, se va renovando, adaptando, y no se le puede forzar sin provocar traumas lingüísticos. Y a ese me refiero. Y sobre eso la RAE (Real Academia Española) ha sido consultada y se ha pronunciado de una manera muy sensata, sabia y efectiva. Dice que las academias no crean el lenguaje; recogen el lenguaje que producen los hablantes y los escribientes. Eso es importante de entender. No podemos forzar el lenguaje desnaturalizándolo completamente por razones ideológicas. Los lenguajes no funcionan así. No de esa manera. El llamado lenguaje inclusivo es una especie de aberración dentro del lenguaje, que no va a resolver el problema de la discriminación de la mujer, que sí hay que combatir, pero de una manera que sea efectiva. No hay que ir más allá y desnaturalizar el lenguaje para establecer una supuesta igualdad lingüística desprejuiciada. Lo que se obtiene es una situación prejuiciada que desnaturaliza el lenguaje y lo empobrece.

¿Sigue siendo “Conversación en la catedral” la primera de sus novelas que rescataría de un incendio?

-Tengo un cariño especial. De todas las obras que he escrito, y son muchas es la que más trabajo me costó. Fueron tres años escribiendo esa novela. El primer año casi a ciegas, sin saber cómo iba a contar esa historia. Así que si me ponen una pistola y me dicen que elija una, elijo esa.

En la apertura, también adelantó que Arequipa, su ciudad natal, será la sede del próximo Congreso de la Lengua- ¿Fue una primicia o un descuido bien calculado?

-No, descuido no, ya me habían informado que las tres instituciones que deciden el lugar de los congresos habían elegido a Arequipa, me dio mucho gusto y los arequipeños harán lo posible por que el congreso sea tan exitoso como el de Córdoba.

¿Cómo encontró a Córdoba? ¿Igual que antes o se lleva alguna sorpresa?

-Ha crecido mucho. La primera vez vine en 1991, en el siglo pasado. Mi impresión es que es una ciudad vigorosa, dinámica. La manera, además, en que se movilizó la opinión pública ha sido muy interesante. Algunos académicos me dijeron que pocas veces habían visto en estos congresos una concurrencia tan masiva a casi todos los actos culturales celebrados. Y, sobre todo, la presencia de los jóvenes. Es algo que debe levantarnos la moral cuando estamos un poco caídos en el pesimismo.

Macri, el país, América Latina

“Hay que hacerle un monumento a Odebrecht”

“Argentina fue víctima de un populismo exagerado que hizo muchísimo daño al país, a la sociedad argentina, a la economía”, dice Vargas Llosa.

¿Cómo ve al presidente Macri y a la Argentina?

-Creo que Macri y su equipo están empeñados en hacer las reformas necesarias. El problema es el tránsito. Ese tránsito está resultando más difícil, más costoso de lo que se creía. Pero en razón del daño profundo que el populismo ha causado en la economía argentina, hay un gran debate sobre si la política gradualista era la más sensata o si debió haber un Shock que enfrentara eso de manera radical. En todo caso, creo que hay una política sensata, orientada en la buena dirección, que debería traer beneficios muy rápidos a un país tan potencialmente rico como Argentina. Que, además, ya fue un país del Primer Mundo. Nos cuesta recordarlo, pero fue una realidad. Dadas las condiciones y las extraordinarias fuerzas productivas que tiene, luego de este tránsito debería recuperarse y servir de ejemplo a América latina.

¿Cree que el caso Odebrecht marcará un antes y un después en la historia de la corrupción en América latina?

-Es dramático. En Perú tenemos los últimos cinco presidentes investigados o ya condenados. Habrá que hacerle un monumento a Odebrecht. Realmente ha servido para sacar a la luz la corrupción espantosa en que se movían nuestras defectuosas democracias. Es bueno, es sano que esas cosas salgan a la luz, que los funcionarios corruptos vayan a la cárcel, que sean juzgados, condenados. Eso es la democracia. Hemos pasado desgraciadamente períodos muy largos con gobiernos dictatoriales, donde la corrupción era mucho más profunda que en la democracia. Así, que, en ese sentido, hay que estarle muy agradecido a Odebrecht de que saque los trapitos al sol y  que nos permita castigar a políticos, empresarios, funcionarios. En buena hora. Necesitamos que nuestras democracias hagan ese estriptís y se liberen de los malos funcionarios y malos políticos.

(Edgardo Litvinoff, “El lenguaje inclusivo es una especie de aberración”, Córdoba, Argentina, La Voz del Interior, 31/03/19/p. 4).

 

 

 

«La gramática no tiene sexo, no es ni incluyente ni excluyente»

Por Concepción Company

 

Desdoblar en masculino y femenino algunas palabras, utilizar todxstod@s o todes, así como separar entre lenguaje sexista y lenguaje inclusivo, ha sido una moda promovida desde instituciones gubernamentales o asociaciones civiles, a veces practicada por algunos sectores de la población hispanohablante.

Investigadora Emérita del Instituto de Investigaciones Filológicas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Miembro de Número de la Academia Mexicana de la Lengua y de El Colegio Nacional, la lingüista Concepción Company Company compartió con ZETA un análisis sobre este importante tema que ocasiona reflexiones y debates.

Para empezar, reconoció:

«Hay en los últimos 10 años, fundamentalmente, propuestas desde organismos oficiales, como la Secretaría de Gobernación, Sindicato de Trabajadores de la Educación, organismos gubernamentales, en el sentido de que hay que hacer una lengua desdoblada, en masculino y femenino -en aquellas zonas donde se puede desdoblar en masculino y femenino-, para darle respeto e igualdad a las mujeres.

«Mi planteamiento es que el respeto y la igualdad a las mujeres no se va a lograr si decimos presidente o presidentajuez o jueza, sino que se va lograr cuando la mujer gane igual que un hombre y tenga las mismas posibilidades de acceso educativo, laboral, en salud, etc. que tienen los hombres, da igual cómo se le llame, presidente o presidenta. Todos estos organismos gubernamentales tienen manuales del buen hablar y buen escribir, del hablar respetuoso desdoblado, y entonces me dicen: “Igualdad es que te llamen arquitecta”; ¡no!, igualdad es que me paguen igual si soy igual de buena, que yo tenga las mismas oportunidades de acceder a ese puesto que un arquitecto, o me paguen mejor si soy mejor.

«Yo reconozco, como mujer, que hay un gran problema de desigualdad entre hombres y mujeres, un problema social, sin duda, por supuesto que lo hay; no somos minoría biológica, pero sí se nos trata, como minoría; las mujeres, apenas en los últimos 10 años, 20 años, estamos teniendo acceso a puestos directivos, a lugares que hasta ahora han sido privilegio de los hombres, eso lo reconoce cualquiera que tenga ojos, pueda leer un periódico o redes o pueda oír radio y televisión, eso es una realidad», advirtió Company Company.

ENTRE EL “LENGUAJE INCLUSIVO” Y EL “LENGUAJE SEXISTA”

Doctora en Letras, con especialidad en Lingüística Hispánica por la UNAM, primero se le preguntó a Concepción Company:

— ¿Qué opina respecto a que desde instituciones gubernamentales se promueve el llamado “lenguaje inclusivo”?

«Pues a mí me parece que están gastando energías inútilmente, es una ridiculez. Yo soy la primera que quiero igualdad y he peleado y trabajado por ella como mujer, pero forzar la lengua y decir: los y las mexicanasniños y niñasqueridos todos y queridas todas, -por cierto, ¿por qué tienen que ir los hombres por delante?-, me parece que es absolutamente antieconómico. Si usted dice: “El hombre es un ser racional”, no tengo ningún problema, yo no me siento excluida de ese enunciado genérico.

«El meollo de esto es que tenemos que entender que la gramática es una serie de convenciones seculares, incluso milenarias, sedimentadas en forma de reglas, de hábitos y de rutinas, de muy lenta transformación, y debemos entender, cosa sabida, que el masculino no refleja sexo, refleja una convención indiferente al género. Si yo pregunto “¿cuántos hijos tiene?”, supongo que piensa en hijos e hijas, en todos; pero si yo le pregunto “¿cuántas hijas tiene?”, quedan excluidos; ésa es la prueba de que el masculino es indiferente. Mire, llevo tiempo diciéndolo, la manera gramatical de empoderarse las mujeres y de excluir a los hombres, si así lo desean, es decir todo en femenino: estimadas todas, así haya hombres presentes, estos automáticamente se hacen invisibles, quedan fuera. Entones, no sé por qué tenemos que desdoblar si el femenino es la herramienta poderosa para excluir.

«Los dueños de la lengua somos los hablantes, podemos hacer cosas como escribir lxs, l@s; usted puede hacer lo que quiera porque el dueño de la lengua es usted, ella, yo, todos somos dueños de la lengua, pero la lengua funciona en tanto que es una convención social y que todos estamos de acuerdo en que sirve y significa algo. Las iniciativas grupales no tienen éxito gramatical.

«Usted pone una @, un signo medieval, porque ahora es la moda, hace veinte años no hubiera puesto una @. La x, la @, la e son una convención que está en el ambiente político, en el ambiente social hace tres o cinco años, pero es una convención, es un acuerdo de una pequeña comunidad. Escribir con x o con @ va en contra de la pauta de la lengua española, porque la lengua española no tiene ninguna sílaba con tres consonantes. Entonces, decir todxs es impronunciable, no pertenece al patrón fónico del español».

 — Pero quienes argumentan sobre el “lenguaje sexista”, aducen al sistema patriarcal…

«Nadie niega que en sus orígenes, las zonas que se marcan en masculino y femenino, hayan podido reflejar un sistema patriarcal, en las sociedades protoindoeuropeas, e incluso en la sociedad romana, hace unos 2,300 o 2000 años, claro que eran sistemas patriarcales, y a la fecha son sistemas patriarcales; pero las comunidades de lenguas que no tienen género, como el turco, como el árabe o como las lenguas amerindias en su mayoría, son sistemas patriarcales, entonces, poner toda la energía en desdoblar en estimados todos, estimadas todas es una energía inútil, porque la lengua es, vuelvo a decirle, un repositorio de hábitos, de tradiciones, de rutinas y nunca cambia por un decreto. Ni la Cámara de Diputados ni un grupo de feministas van a cambiar la lengua, son los usuarios de todos los días, los hablantes de la banqueta los que cambiamos verdaderamente la lengua; es una lentísima transmisión de pequeñas innovaciones de padres a hijos, de abuelos a nietos, esos somos los protagonistas.

«La gramática es como si fuera un teflón a la que se le resbala todo, sólo le hacen mella aquellas innovaciones que sirven para algo en el funcionamiento de la gramática. Si queremos meterle correspondencia a la lengua española con el mundo real pues tendríamos que meterle correspondencias genéricas a unas minorías que son reales como las famosas minorías T: travestis, transgéneros, transexuales, que son ámbitos distintos de preferencias sexuales; o sea, es un asunto muy complejo y la gramática no da cuenta de todas esas complejidades del mundo.

«Yo lo que creo es que es una superficialidad decir que esto tiene que ver con cómo está estructurado el español, me permito decirlo: es una superficialidad y un desconocimiento profundísimo de la historia de la lengua decir que esto se debe a un sistema patriarcal; hay un montón de sociedades patriarcales cuyas lenguas no han marcado jamás un género».

— ¿Por qué es incorrecta la separación de “lenguaje sexista” y “lenguaje inclusivo” que se hace desde algunas instituciones o asociaciones civiles con el argumento de que es “para visibilizar a todos los grupos sociales”?

«Yo creo que es muy válida la batalla de visibilización femenina, es muy válida, yo la apoyo, por supuesto. Yo les pregunto después a las feministas, sean cuales sean sus preferencias sexuales: ¿qué se hace con las minorías que son homosexuales o que son transexuales?; eso no sé ni cómo se va a marcar en la gramática y tienen el mismo derecho de ser representadas esas minorías lingüísticamente, eso es lo primero. Lo segundo, si esa batalla fuera correcta socialmente no significa que la lengua la vaya a asumir. Usted puede ponerse con una pancarta durante 50 años diciendo todes o todxs para ser incluyente, pero está por verse que la gramática lo vaya a sedimentar y a incorporar.

«Yo lo que creo es que es absolutamente arbitrario y convencional, además de elitista, decir tod@s o todxs, con x es impronunciable, ya que se elimina de la posibilidad de igualdad a todas las sociedades que han vivido por milenios sin escritura; el 90 por ciento de las lenguas del mundo nunca ha desarrollado escritura, supongo que tienen derecho igual que las que sí tienen escritura, a ser iguales entre hombres y mujeres. Escribir con @ es un elitismo, si usted no tiene un teclado o no sabe escribir, no pasó por la escuela y sabe que ese signo medieval, @, le puede servir como aparente inclusión, pues me parece que es elitista porque excluye a la oralidad. El de la x excluye igualmente a la oralidad. En suma, ¿acaso las mujeres que son hablantes de lenguas que han existido por milenios en la oralidad, lenguas carentes de escritura, no tienen derecho a la igualdad social?

«Me parece a mí que son unas batallas con mucha energía para cero resultados, habrá que esperarse ciento y pico años, unas cuatro generaciones para ver si algo se logró. ¿Qué significa “se logró”?, que 500 millones de hispanohablantes o 125 millones de mexicanos estén de acuerdo en desdoblar en cualquier acto de habla, cuando la zona gramatical permite el desdoblamiento, y ese acuerdo no se va a producir en unos años y no sabemos si se producirá alguna vez».

ALGUNOS INTENTOS REGULATORIOS EN LA HISTORIA DE LA LENGUA

Autora de los libros El siglo XVIII y la identidad lingüística de México (Academia Mexicana de la Lengua y Universidad Nacional Autónoma de México, 2007) y Los opuestos se tocan. Indiferencias y afectos sintácticos en la historia del español (El Colegio Nacional, 2017), entre otros, la doctora Concepción Company Company compartió con ZETA algunos ejemplos de cómo a lo largo de la historia del español ha habido diversos intentos regulatorios y algunas modas en el uso del idioma:

«En los dos mil años de la historia de la lengua española ha habido intentos regulatorios y nadie les ha hecho caso; los intentos regulatorios suelen venir desde instancias de poder, como la Corona; en el período de los Reyes Católicos o con los borbones en el siglo XVIII, con la creación de las academias hubo muchos decretos de buen uso de la lengua, pero con pocos o nulos resultados en el empleo del español día a día. Por ejemplo, en el siglo XVIII les dio -era una moda, se veía bonito- por poner dobles consonantes, grupos cultos, se llaman: escribían proppositto, con doble pp y doble tt; les encantaba, era algo así como complejizar, como hacer más culta la lengua; y entonces llegó la Real Academia Española en 1743, en su primera Ortografía, y emite la recomendación de “simplifíquense los grupos cultos”, como dobles tt, doble bb, dobles ff, dobles ss, o ph, les encantaba, prophecía con ph en lugar de con f. ¿Sabe quién les hizo caso?, nadie.

«Escribían con doblamiento consonántico hasta bien entrado el siglo XIX y no fue por un decreto de la Real Academia de la Lengua, fue porque entra una prisa comunicativa, se generalizan los periódicos en el sentido de diario, más entra un hecho fundamental que es la revolución industrial a mediados del siglo XIX y se incorporan grandes masas al trabajo, hombres y mujeres, de hecho el inicio del feminismo está en la revolución industrial porque necesitan mano de obra y tienen que entrar las mujeres a las fábricas.

«Por la prisa y la necesidad de rapidez se olvidaron de que era bonito escribir con doble tt, doble pp, doble ff y doble ss, entonces cuál fue el efecto, no tiene que ver con un decreto, tiene que ver con cómo funciona la sociedad. A la fecha, hay variación interesante en grupos consonánticos en el español; por ejemplo, en Argentina o Uruguay se escribe y dice transcripto, con pt, pero setiembre, sin p; en México o en España, es justamente al revés, transcrito y septiembre, esta variación, como cualquier otra de la lengua, sólo prueba que es convencional, y prueba que no se les hace caso a los decretos emitidos desde instancias de poder.

«Este desdoblamiento de masculino y femenino es, además, una zona muy pequeña del español, es un cuatro o cinco por ciento de la lengua española que se puede desdoblar, no es nada moderna, todos creemos que es un descubrimiento darle visibilidad a las mujeres, pero en textos del siglo XVI usted se encuentra “se presentó la declaranta”, “se presentó la testiga”, y le puedo garantizar que no es un intento de visibilización o de inclusión.

«En la Audiencia de México, en el centro del virreinato de la Nueva España, usted no encuentra ninguna declaranta ni ninguna testiga, porque hay una normatividad mucho más culta; en cambio encuentra, por ejemplo, en documentos de Oaxaca y Chiapas “fue llamada a dar su testimonio María Pérez, se apareció la testiga ante el juez o ante el Santo Tribunal en tal ciudad de Chiapas”; en zonas marginales de la Audiencia están las testigas y las declarantas mucho más presentes. Este desdoblamiento se retrae porque en el siglo XVIII hay una corriente muy culta, desde centros educativos fuertes, como la Ciudad de México, la audiencia de la Nueva Galicia, Guadalajara hoy, también una zona fuerte, se retraen esos desdoblamientos y fueron sacados de nuevo hace unos años como algo innovador. ¿Qué es lo que hace un desdoblamiento?, bueno le da visibilidad a la mujer, pero yo no quiero visibilidad, yo quiero verdadera igualdad, que son cosas distintas».

“LA GRAMÁTICA NO TIENE SEXO”

Para concluir la entrevista con ZETA, la reconocida lingüista argumentó por qué la gramática no es incluyente ni excluyente:

«La gramática no tiene sexo, no es ni incluyente ni excluyente, es una herramienta que atraviesa nuestra vida y que usamos diariamente para funcionar en la vida. La gramática es una serie de convenciones, es arbitraria. Por ejemplo, la palabra arte en singular es el arte, en plural son las artes, eso es una muestra de arbitrariedad, así ha sido por siglos. Es decir, la gramática no refleja necesariamente el mundo. El mundo está dividido en dos: hombres y mujeres; la gramática no lo está, es un hecho arbitrario de sedimentación secular y herencias milenarias».

— ¿Por qué “la lengua no tiene sexo, no es ni incluyente ni excluyente”?

«Ninguna lengua tiene sexo, algunas tienen género. El género es una adscripción arbitraria, convencional, sedimentada por siglos, de que una comunidad de hablantes marca como masculino algunos aspectos, marca como una terminación de femenino a otros y marca neutro o como invariable otros.

«En el caso del español, en una parte mínima de la lengua, el género coincide con el sexo de los individuos; es una zona que refiere a seres animados, por ejemplo, niño-niña, gato-gata, perro-perra, pero no hay una relación entre sexo y género; hay muchas zonas de masculino y femenino, desdobladas en género a través del artículo o a través de terminaciones, el cólera-la cólera, que remiten a significados muy distintos de hombre-mujer. Los adjetivos, por supuesto, tienen la posibilidad de alternar entre masculino y femenino, como blanco-blancanegro-negra, pero también hay algunos invariables como azul, café; por lo tanto, sigue aflorando la arbitrariedad y el carácter convencional.

«La mayoría de lenguas del mundo no marca género; por ejemplo, una propiedad característica de la gran mayoría de lenguas amerindias es que ninguna tiene género; tampoco el finlandés tiene género, ni el turco ni el árabe. Por ejemplo, el finlandés no tiene género; todo mundo dice: “claro, es que Finlandia es primer mundo, por eso ha eliminado históricamente las distinciones de género”. Tampoco tiene género el turco, ¿usted cree que la sociedad en Turquía es igualitaria?

«Tampoco tiene género la mayoría de lenguas amerindias y ¿usted cree que la mixteca es igualitaria por carecer de género?, no; la convención matrimonial es que compran a la mujer, normalmente, o sea, la piden a cambio, y si a la mujer le va muy bien valdrá unas 20 cajas de cerveza y una cabra o un cordero; y no solo eso, sino se la llevan a la casa de la suegra, ésa es la tradición y se vuelve prácticamente sirvienta de la suegra. La lengua no tiene género, pero esa sociedad es profundamente inequitativa para la mujer, al menos, desde nuestro punto de vista de mujeres de otra sociedad.

«Tampoco tiene género el persa. ¿Usted cree que la sociedad en Irán es igualitaria? Bueno, no solo no hay visibilidad de la mujer, sino que las tapan; y carece de género, jamás ha tenido ninguna marca parecida a blanco-blancanegro-negrapresidente-presidenta, jamás.

«Entonces, hay lenguas con dos géneros como el español, con algunos residuos de neutro; hay lenguas con tres géneros: masculino, femenino, neutro, como el latín; hay lenguas con cuatro o más géneros que marcan masculino, femenino, neutro, masculinos animados, femeninos animados, como el polaco; o sea, es totalmente arbitrario, no tiene que ver con la distinción de sexos ni con igualdad entre sexos».

Acento.com.do/https://zetatijuana.com/2019/03

Muñoz Machado: “La RAE es una cuestión de Estado”

Por Ana Mendoza

 Desde que tomó posesión de su cargo como director de la Real Academia Española, el pasado 10 de enero, Santiago Muñoz Machado se ha reunido con buena parte del Gobierno, incluidos el presidente y la vicepresidenta, para tratar de solucionar el déficit económico que padece la RAE desde hace años y dejar muy claro que la Academia realiza “un servicio público”, ya que gestiona “el bien cultural más importante que tiene España y con mayor proyección en el mundo: la lengua”. Un idioma común a 570 millones de personas.

Esos encuentros han dado sus primeros frutos, y esta semana se ha hecho público que el Ejecutivo de Pedro Sánchez aportará en 2019 cinco millones de euros, destinados a diferentes proyectos de esta institución y a su misión de velar por el correcto uso del idioma en la era digital. Una cantidad muy significativa, si se tiene en cuenta que desde 2008 la Academia recibe sólo 1,6 millones de euros de los presupuestos estatales, un sesenta por ciento menos de lo que percibía antes de la crisis.

“La RAE es una cuestión de Estado, y no se puede financiar mendigando en el sector privado, con recursos obtenidos aquí y allá. Necesitamos una cobertura presupuestaria”, afirma Muñoz Machado (Pozoblanco, Córdoba, 1949) en una entrevista con Zenda, en la que asegura que en estos dos meses y medio que lleva al frente de la RAE ha luchado “a brazo partido” para hacer ver que la Academia es “la primera institución cultural de nuestro país, a mucha distancia de cualquier otra” y su labor tiene “un enorme valor diplomático”.

«La RAE es la primera institución cultural de nuestro país, a mucha distancia de cualquier otra»

La entrevista tuvo lugar unos días antes de que El País diera la noticia de los cinco millones de euros que recibirá la Academia por parte del Estado, un asunto del que Muñoz Machado habló luego en la ciudad argentina de Córdoba, en la que estos días se celebra el Congreso Internacional de la Lengua Española. Fue allí donde el director calificó de “rescate” la aportación gubernamental a la Academia, cuya situación económica “era muy mala” porque los recursos financieros de los que se había nutrido con anterioridad se estaban “agotando”. Además, consideró “indigno” que se haya permitido que esta institución haya tenido que ir cada año “peregrinando y mendigando por el sector público y el privado”. Y, aunque la cantidad que recibirá la Academia es, de momento, para 2019, afirmó que “la voluntad del Gobierno es darle continuidad”.

Los cinco millones de euros le llegan a la RAE a través del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades, con cuyo titular, Pedro Duque, firmóMuñoz Machado recientemente un convenio, en el que se reconoce que la labor que realiza la Academia es de interés público.

En su encuentro con Zenda, este jurista de gran prestigio, especialista en derecho constitucional, administrativo y comunitario europeo, se mostraba “lleno de optimismo” porque, tras sus reuniones con el Gobierno, tenía motivos para pensar que se hallarían “fórmulas que permitan apoyar proyectos específicos” que la Academia tiene en marcha o que “se dispone a desarrollar de manera inmediata”. Y así ha sido.

En ese optimismo ha influido también la buena acogida que Muñoz Machado ha encontrado en sus reuniones con directivos de empresas “líderes en nuestra economía”, que han mostrado “muchos deseos de ayudar a la Academia”. “Vamos a ver si entre el sector público y el privado conseguimos remontar la crisis económica”, dice el director de la RAE.

«La Academia gestiona el bien cultural más importante que tiene este país, que es la lengua, con más proyección en el mundo»

En sus tres siglos de existencia (fue fundada en 1713), la RAE ha superado todo tipo de crisis, y le toca ahora lidiar con una delicada situación económica, debido en buena medida a que la asignación estatal que ha recibido en los últimos años, de “poco más” de 1,6 millones de euros, es claramente insuficiente para los siete millones a que asciende el presupuesto de la Academia para este año. Pero en el déficit que arrastra esta institución ha influido también la disminución del patrocinio privado y el descenso de las ventas de las ediciones en papel de las obras académicas, especialmente del Diccionario, cuya excelente versión digital recibe más de 700 millones de consultas al año.

El director atendió a Zenda en la sede de la Real Academia Española, y en la conversación que mantuvo consideró “razonables” las reclamaciones sobre la excesiva masculinización del lenguaje. La RAE revisa desde hace años el Diccionario para tratar de mejorarlo en ese aspecto, aunque lo que no puede hacer esta institución es decirle a la gente “cómo tiene que hablar” o “imponer un modo de hablar por decreto”. También dejó muy claro que “la lengua no tiene la culpa de la desigualdad de la mujer”.

Muñoz Machado es un gran experto en la organización territorial del Estado y había que aprovechar la ocasión para preguntarle por la situación de Cataluña. Respondió a título personal, no como director de la RAE, y dijo que es “el problema constitucional más importante que hemos tenido, si se descuenta el golpe de Estado del 23-F”; una situación de “tensión permanente que no tiene fácil solución, salvo que los independentistas cedan y no aspiren a rupturas ni a cambiar el sistema y la forma de Estado”.

El director de la RAE es autor de numerosos libros, entre ellos Informe sobre España: Repensar el Estado o destruirlo” (Premio Nacional de Ensayo 2013), Cataluña y las demás Españas y Hablamos la misma lengua (Premio Nacional de Historia 2018). Muñoz Machado responde las preguntas de Zenda en su despacho de la RAE:

 

Veo que está usted “lleno de optimismo” después de todas esas reuniones que ha mantenido con miembros del Gobierno. ¿Cómo podría contribuir el Estado a mejorar la situación económica de la Academia?

«Estoy muy agradecido, pase lo que pase, por la sensibilidad que está teniendo el Gobierno actual hacia la Academia»

 

—Lo que pretendemos es que, desde el Gobierno, se dé cobertura y se retribuya el trabajo que la RAE hace en favor de los intereses generales del Estado, y que requieren un despliegue de medios personales y materiales muy amplios. Y sí, en ese camino hemos avanzado mucho. Espero que todas estas conversaciones que he venido manteniendo fructifiquen, a pesar de la dificilísima coyuntura política, sin presupuestos y con elecciones generales a la vista. A pesar de todo eso, soy optimista. Lo que gestiona la RAE es de interés público, y es nada menos que la lengua de todos los hispanohablantes. Al mismo tiempo, somos un referente de autoridad respecto de todas las demás naciones que hablan español y, en fin, tenemos una posición que todo el mundo hispanohablante respeta. Eso tiene un enorme valor diplomático, de Estado, que no podemos nosotros financiar mendigando en el sector privado, con recursos obtenidos aquí y allá. Necesitamos una cobertura presupuestaria, y yo creo que la vamos a obtener.

 

 ¿Por qué algunos Gobiernos no tienen una conciencia clara de la importancia de la Academia, del papel que hace para preservar el idioma y fomentar su unidad?

 

—Porque no han tenido tiempo de pensarlo. Realmente, si reflexionan sobre ello o alguien se lo cuenta bien, no pueden negar a la Academia lo que la Academia es y lo que necesita. Es que es la primera institución cultural de nuestro país, a mucha distancia de cualquier otra, y eso es una evidencia cuya demostración es muy simple. Basta con considerar que gestiona el bien cultural más importante que tiene este país, que es la lengua, con más proyección en el mundo. Nosotros no somos una institución cultural ubicada aquí, en la calle de Felipe IV, que hay que venir a visitar y pagar un tique para entrar a vernos. No, nosotros estamos en el universo, en la geografía hispanohablante, establecida en todas partes en régimen de igualdad con nuestros colegas de las Academias americanas, y esto tiene un valor cultural absolutamente incuestionable, por un lado, e imposible de evaluar. Pero también esto depende de los gobiernos. Debo decir que yo estoy muy agradecido, pase lo que pase, por la sensibilidad que está teniendo el Gobierno actual hacia la Academia, y por lo bien que he sido acogido en todas las conversaciones que he mantenido.

 

No fue así con el Gobierno anterior, de Mariano Rajoy, quien no pisó la Academia en ningún momento, ni siquiera con motivo de los actos del tercer centenario de la RAE.

 

—Ni antes ni después del centenario. Puede haber ocurrido lo que estoy contando, que un presidente tenga tantas cosas que hacer que no le quede tiempo de mirar para acá, o que nadie le señale el lugar donde está lo más valioso culturalmente que tiene nuestro país. Pero sí, el anterior presidente no vino, lamentablemente.

 

Pero está claro, director, que la Academia es una cuestión de Estado.

«La lengua no tiene la culpa de la desigualdad de la mujer»

 

—Sí, la Academia es una cuestión de Estado, y hay que considerarlo así. Yo he luchado estos dos meses a brazo partido porque me lo reconozcan, y me he encontrado mucha sensibilidad en ese sentido. Casi todo el mundo me dice: “Pues claro, ¿quién podría pensar de otra manera? Es así”. Y otros comentan: “Es una vergüenza que la RAE sólo reciba, con lo importante que es, un millón y medio de euros del presupuesto. Es una vergüenza. Esa cantidad no significa nada en un presupuesto de un Estado desarrollado como España. No puede seguir ocurriendo”. Y bajo esas premisas estamos tratando de construir otra manera de financiarnos.

 

Cambiando de tercio, parece que la Academia ha aplazado la aprobación final del informe sobre el lenguaje inclusivo en la Constitución, que le encargó a la RAE la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo. ¿No corre ninguna prisa?

 

—No corre ninguna prisa, ni nos han urgido después de aquel planteamiento. Yo creo que la vicepresidenta del Gobierno estaba pensando en la probabilidad de una reforma constitucional próxima, y en el marco de esa reforma introducir, en lo que fuese posible, una cierta feminización, valga la expresión, de la Constitución. Pero como no estamos en esa coyuntura y, además, ella conoce la doctrina de la Academia al respecto, pues no nos han urgido. Yo he hablado en alguna ocasión con la propia peticionaria, pero no hemos profundizado en este asunto y no me ha puesto plazo.

 

Tampoco el momento político actual, con unas elecciones generales convocadas para el 28 de abril, parece el más adecuado.

 

—Y en cuanto a la Academia, el pleno aún no ha deliberado sobre este informe; igualmente en la casa nadie se siente especialmente urgido. Es una cuestión que está más en la calle. Lo que la RAE dice con carácter general sobre este asunto lo viene repitiendo desde hace mucho, no es un proyecto que tengamos que poner por delante de cualquier otro. En el pleno hemos estado discutiendo, desde que yo soy director, sobre la próxima edición digital del Diccionario, o de otros proyectos que nos apasionan un poco más que ese informe. En efecto. Hay que buscar el momento en el que pueda abordarse una reforma de la Constitución y en el que estén más de acuerdo los partidos políticos. Yo creo que la cuestión del lenguaje formará parte de la mesa de negociación, pero vamos, tampoco es lo más urgente. Hay otras cosas en la Constitución en las que el país se está jugando realmente su estabilidad y su porvenir, como la cuestión de organización territorial.

 

Cada vez son más los sectores que reclaman la necesidad de reforzar el lenguaje femenino en diferentes ámbitos. ¿Abrirá la mano la Academia y reforzará, por ejemplo, el lenguaje femenino en el Diccionario?

«A lo que no somos favorables es a decir cómo se tiene que hablar. La Academia no puede imponer ningún tipo de lenguaje»

 

—La Academia estudia desde hace tiempo las reclamaciones sobre la excesiva masculinización de nuestro lenguaje, lo viene haciendo. Por ejemplo, estamos todavía revisando el Diccionario y, en las definiciones de vocablos que empiezan por “hombre que…” lo estamos sustituyendo por “persona que…”. Desde el punto de vista de la receptividad de la Academia a esa cierta evitación de lo masculino, pues yo repito continuamente que a mí me parece razonable la reclamación, que, en efecto, es un problema que está en la calle y, aunque no lo defienda la mayoría de la gente hispanohablante, sí hay unas minorías muy altas que están reclamando esto, y yo creo que hay que ser sensibles a ese hecho. La lengua no tiene la culpa de la desigualdad de la mujer, vuelvo a repetir, pero bueno, puede contribuir a hacerlo un poco más visible, y en la medida que la Academia pueda ayudar a eso, nosotros estamos desde luego dispuestos. A lo que no somos favorables es a decir cómo se tiene que hablar, a imponer un modo de hablar por decreto. La Academia no puede imponer ningún tipo de lenguaje. Lo que tiene es que recoger el lenguaje que se emplea en la calle. Y ese lenguaje en uso va progresivamente feminizándose. Tampoco deberíamos admitir formas expresivas que sean absolutamente antieconómicas, que obliguen a una circulación a borbotones de palabras para explicar algo que se puede exponer de un modo sencilloY a mí me preocupa mucho lo siguiente: no se puede estropear el lenguaje. Nos ha costado muchos siglos formarlo, es patrimonio de todos, y de pronto, un lenguaje tan hermoso como el español no se puede convertir en algo afeado y con formas expresivas realmente no bellas, inconsecuentes, innecesarias.

 

Las redes sociales han cambiado mucho la percepción que la gente tiene de la Academia. En Twitter, la RAE cuenta ya con más de 1,3 millones de seguidores y responde cada día centenares de consultas y dudas sobre el idioma.

—Nos hemos convertido en una institución que tiene mucha presencia mediática, lo cual está bien. Hemos sido siempre una institución algo misteriosa, que estaba metida hacia adentro, y Twitter y las redes sociales nos han permitido salir, y hacerlo de un modo moderno, alegre, festivo algunas veces, sin perjuicio de la seriedad de las respuestas de la casa a las consultas lingüísticas. Y debemos seguir por ese camino. Una institución importante como es la RAE no puede estar al margen de las redes para llegar a los ciudadanos. Nos debemos a la ciudadanía. Por tanto, mientras más presentes estemos, mejor.

 

 ¿Y qué tal va la plataforma de Enclave RAE?

—Ya está en funcionamiento, la estamos abriendo para que la gente la conozca y se suscriba por una módica cantidad al año. Ahí están todos los recursos lingüísticos que la Academia ha creado desde su fundación, por tanto, una riqueza de herramientas lingüísticas impresionante. Y estamos contentos con esta plataforma y esperanzados en que realmente se difunda mucho. Enclave RAE viene a contribuir a las pérdidas de ingresos que ha producido la crisis de las ediciones de papel. Ojalá el público vea que es una herramienta lingüística útil y se adhiera.

 

El lema del Congreso internacional de la Lengua Española, que se celebra estos días en Córdoba (Argentina), es América y el futuro del español: Cultura y educación, tecnología y emprendimiento. Está claro, director, dónde está el futuro de nuestra lengua.  

 

—Somos 577 millones de hispanohablantes, según las últimas cuentas que estamos haciendo, y en España hay 46 millones de habitantes, es decir, menos del diez por ciento. El título del Congreso no está pensado a humo de paja, sino para subrayar que realmente es en América donde está el futuro del español. Allí está la mayoría de los hispanohablantes y, además, América marca la clave de la unidad de la lengua. La Academia lucha por la unidad de la lengua, y tenemos allí los mejores colaboradores para que esto sea posible: las Academias de la Lengua Española, que son unas herramientas absolutamente esenciales, sobre todo para que cada uno de los países hispanohablantes siga sintiendo la lengua española como propia y siga estando orgulloso de las particularidades que presenta este idioma en cada uno de esos países.

 

Usted es un gran experto en la organización territorial del Estado español, y me gustaría preguntarle por Cataluña. ¿Le preocupa cómo está evolucionando este asunto, cuya solución no se vislumbra?

(Muñoz Machado le ha dedicado “varios libros y artículos” al tema de Cataluña y no suele evitar las preguntas sobre este asunto. Tampoco lo hace en esta ocasión, aunque aclara que cualquier cosa que diga al respecto es su opinión personal, no la del director de la RAE: “Yo represento a la RAE en las cosas de la Academia, pero en las cosas de Santiago Muñoz Machado me represento a mí mismo nada más”, asegura).

 

«Lo de Cataluña es el problema constitucional más importante que hemos tenido, si se descuenta el asunto del golpe de Estado del 23-F»

—Claro que estoy preocupado, preocupadísimo, por el asunto de Cataluña, que es el más grave que tienen el Gobierno y España en la actualidad. Este es el problema constitucional más importante que hemos tenido, si se descuenta el asunto del golpe de Estado del 23-F, pero incluso aquel golpe de Estado fue más inocente… (El jurista duda antes de proseguir). Bueno, más inocente… Fue bárbaro, pero, digamos, más delimitado temporalmente. Era tan ridículo el golpe de Estado, tan mal planteado, que se agotó en sí mismo. Apareció su majestad el Rey, dijo lo que dijo y aquello se acabó, y además se restablecieron muchas cosas. Fue un principio de reformas ulteriores. Ahora no, porque esto es una situación de tensión permanente, que no se alivia, que ya lleva años, que no es un “día 23-F” lo que está ocurriendo aquí. Hay muchas tensiones que no tienen fácil solución, salvo que los independentistas cedan y se ajusten más a un marco de negociación que respete la Constitución y no aspiren a rupturas ni a cambiar el sistema y la forma de Estado o, claro, que en algunas elecciones, vaya usted a saber cuándo, no tenga tanto apoyo el independentismo.

 

Usted ha abogado en numerosas ocasiones por la reforma de la Constitución, 40 años después de que fuera aprobada.

—Sí, pero es muy difícil también la reforma constitucional. Creo con toda franqueza que ahora no es posible abordar la reforma constitucional en la actualidad, ni creo que, tal y como están de fragmentados los partidos políticos, sea fácil que se sienten en la mesa. Pero, en fin, yo soy un profesional, un profesor universitario especializado en estas cosas, y mis colegas de España, del extranjero y yo mismo tenemos que procurar crear materiales intelectuales para que los utilicen cuando quieran. No vamos a sustituir a la política, pero debemos tener la maleta bien llena de soluciones, de respuestas y de análisis para que quienes han de hacerlo tengan dónde mirar y dónde apoyarse para cuando sea pertinente.

29 mar 2019, entrevista de Ana Mendoza

www.zendalibros.com