Bruno Rosario Candelier representará a RD en VIII Congreso Internacional de la Lengua Española

SANTO DOMINGO, República Dominicana (vía Acento).- El presidente de la Academia Dominicana de la Lengua, Dr. Bruno Rosario Candelier, representará al país en el VIII Congreso Internacional de la Lengua Española, a celebrarse del 27 al 30 de este mes Córdoba, Argentina, con la asistencia de importantes personalidades del mundo académico y literario.

Rosario Candelier formará parte de la Comisión científica del Congreso, que presidirá el panel titulado “El sistema literario de la lengua española: el tránsito entre la creación y la recepción de la literatura”. El cónclave tendrá como presidentes de honor al rey Felipe VI de España, y al presidente de Argentina, Mauricio Macri.

Bruno Rosario Candelier es filólogo, crítico literario, ensayista, profesor de extensa trayectoria académica; novelista, orientador literario y promotor cultural. Dirige la Academia Dominicana de la Lengua, es miembro correspondiente de la Real Academia Española y de las Academias Norteamericana, Filipina y Puertorriqueña de la Lengua; presidente del Ateneo Insular, creador del Movimiento Interiorista y miembro del Consejo Nacional del Ministerio de Cultura.

El VIII Congreso Internacional de la Lengua Española es organizado por la Real Academia Española, la Asociación de Academias de la Lengua Española, y el Instituto Cervantes, en estrecha colaboración con el Gobierno de la República Argentina y continúa la serie de congresos efectuados en Zacatecas (1997), Valladolid (2001), Rosario (2004), Cartagena de Indias (2007), Valparaíso (2010), Panamá (2013) y San Juan de Puerto Rico (2016).

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ENTREGAN EL PREMIO NACIONAL A MANUEL MATOS MOQUETE

El Dr. Manuel Matos Moquete recibió el galardón del Premio Nacional de Literatura por su trayectoria creadora, el aporte de su narrativa y la orientación intelectual y didáctica mediante el uso ejemplar de la palabra en la cátedra, los libros y el arte del lenguaje.

La Fundación Corripio  y el Ministerio de Cultura celebraron en el Teatro Nacional la entrega de la más alta presea al ilustre académico de la lengua por “su encomiable trayectoria y su valioso aporte en la investigación, el análisis del discurso, la crítica literaria, la narrativa y el ensayo”. El diploma acreditativo del galardón y la dotación monetaria de dos millones de pesos le fueron entregados por el presidente de la Fundación Corripio, José Luis Corripio y el ministro de Cultura. Eduardo Selman.

El jurado de ese codiciado premio estuvo integrado por el presbítero Alfredo de la Cruz Baldera, de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra; monseñor Jesús Castro Marte, de la Universidad Católica de Santo Domingo; el ingeniero José Rafael Espaillat, de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña; la licenciada Emma Polanco, de la Universidad Autónoma de Santo Domingo; el doctor Rolando Guzmán, del Instituto Tecnológico de Santo Domingo; el ingeniero José Hazim Torres, de la Universidad Central del Este; el doctor Bruno Rosario Candelier, de la Academia Dominicana de la Lengua; el arquitecto Eduardo Selman, del Ministerio de Cultura; y Manuel Corripio, José Alfredo Corripio, Jorge Tena Reyes y José Alcántara Almánzar, de la Fundación Corripio.

En el protocolo de premiación, el destacado escritor y académico José Alcántara Almánzar ponderó las cualidades de Manuel Matos Moquete y sostuvo que el galardón con que la Fundación Corripio y el Ministerio de Cultura honran su labor literaria es altamente merecido. Y en su discurso de agradecimiento, el escritor galardonado dijo que la vocación de académico y de escritor son inseparables, y ambas dimensiones han centrado su vida. También dijo que mientras vida tenga estará agradecido de este honroso reconocimiento a su labor de medio siglo a favor de la educación, la lengua y las letras dominicanas.

Nacido en Tamayo, República Dominicana, el 6 de abril de 1944, Manuel Matos Moquete es miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua y de la Academia de Ciencias. Profesor de la UASD y de INTEC, forma parte de la junta directiva de la ADL. Posee un doctorado en literatura, una maestría en letras modernas y una licenciatura en la enseñanza de la lengua por la Universidad de París.

Entre sus obras publicadas se citan Abismos, poesía, Búho, 1983; En el atascadero, novela, UASD, 1985; La cultura de la lengua, ensayo, Búho, 1986; El discurso literario en la literatura de América Hispánica, UNPHU, 1992; En la espiral de los tiempos, ensayo, Búho,1998 ; Caamaño, la última esperanza armada, testimonio, Búho, 2002; Dile adiós a la época, novela, Búho, 2002; El habla coloquial de Hipólito Mejía, ensayo, Búho, 2003; Las teorías literarias en América Hispánica, ensayo, Búho, 2004; Los aman­tes de abril, novela, Búho, 2004; Claves de Hay un país en el mundo, ensayo, Búho, 2005; Estudios translingüísticos, ensayo, Editora Nacional, 2005; Los pobladores del exilio, novela, Búho, 2006; La avalancha, novela, Búho, 2006;Mudanza y acarreo, cuentos, Búho, 2007; Estrategias de captación de la voluntad popular en las elecciones de 2004, ensayo, Búho, 2007; El regreso de Plinio El Mesías, relato, Búho, 2008; El lenguaje del progreso en los discursos de Leonel Fer­nández, ensayo, Búho, 2008;  El coloso y el mar, relato, Búho,2009La dominicanidad indignada en los cuentos de Juan Bosch, ensayo, Búho,2009;Propuestas, valores e ideologías en el discurso político dominicanoensayo, Búho, 2009; Larga vida, novela, Soto, 2010; Cien años de la enseñanza del español en República Dominicana, Búho, 2010.

Santo Domingo, 26 de enero de 2019.

 

LANTIGUA EXPUSO SOBRE LENGUAJE E INDEPENDENCIA

El escritor y académico de la lengua, José Rafael Lantigua, en una conferencia dictada en el Archivo General de la Nación dijo que el lenguaje independentista dominicano comenzó a germinar en la parte oriental de la isla de Santo Domingo con José Núñez de Cáceres, gestor de la independencia efímera.

Su conferencia sobre “La Independencia: lenguaje y visiones en la construcción de la nacionalidad”, dedicada a la conmemoración del 175 aniversario de la Independencia Nacional, fue organizada por la Academia Dominicana de la Historia y contó con la presencia de historiadores, académicos y profesores dominicanos:“Hay otros dos lenguajes en juego en este proceso: el lenguaje idiomático y el lenguaje eclesiástico, que son fundamentales en la visión que origina el lenguaje independentista”, dijo el escritor.

Precisó el conferencista que durante la dominación haitiana, de 1822 a 1844,la mayoría de los dominicanos se resistían a hablar elcréole o elpatuá de los ocupantes del poder. Subrayó que el lenguaje idiomático del español dominicano es lo primero que se integra al propósito de emancipación en la franja oriental de la isla. Y acotó: “El lenguaje eclesiástico no debe ser soslayado. Tiene una firme razón histórica. Los habitantes de la parte Este mantenían su fidelidad católica y, a diferencia de Haití, en nuestro territorio abundan los templos, conventos y cofradías religiosas, mientras que la nación haitiana permaneció por más de medio siglo sin aceptar sus gobernantes la presencia de la Iglesia Católica en su territorio y, en contraposición, alentó la formación de una práctica religiosa propia, criolla, sincrética, el vudú, que alimenta la creencia en los espíritus y en rituales provenientes de los esclavos africanos”, añadió el conferencista. Manifestó que a estos “lenguajes” se unía otro que ofertaba “un panorama de desaliento, de huida, de la realidad existente, de apremio por buscar otros horizontes, el lenguaje diaspórico o migratorio”.  Y precisó: “Cuando Boyer instala formalmente su dominio sobre nuestro territorio, que se extenderá por poco más de dos décadas, ocurre una desbandada poblacional”.

José Rafael Lantigua comentó los antecedentes haitianos de la dominación y el ascenso de Juan Pierre Boyer como presidente del país vecino. Y el impacto que su gestión política produjo en nuestro país: “Durante el largo y singular proceso que culminó con la proclamación de la República de Haití, el 1 de enero de 1804, catorce años después del arribo de Christophe a su segunda patria, los líderes del prolongado esfuerzo libertario haitiano habían consumido sus mejores energías personales en rebatiñas internas que al final llevaron a ese país a un caos político que afectó sensiblemente la unidad nacional”, dijo el ponente en su conferencia en el Archivo General de la Nación.

Precisó que la pelea entre los grandes líderes haitianos de la independencia había sido iniciada, sin dudas por el fundador de la República haitiana, Jean Jacques Dessalines. Dijo que las disputas entre los liderazgos de la época fundadora de la nación haitiana incluyen en una posición preeminente al único que había realizado estudios en Francia y que tenía condiciones como estratega político y militar: “Boyer es, pues, el dirigente haitiano que más nos interesa para poder entender el proceso de la emancipación dominicana. Todos los anteriores mantuvieron su férula ardiente y tenaz en nuestro territorio, pero es Boyer quien se plantea con mayor firmeza el propósito de haitianizar de modo definitivo a la parte oriental de la isla”, afirmó el orador.

Adriano Miguel Tejada, académico de la lengua y de la historia, presentó al exministro de Cultura, destacado ensayista y poeta dominicano.

Santo Domingo, Archivo General de la Nación, 24 de febrero de 2019.

CONVERSATORIO CON EL TEÓLOGO LUIS QUEZADA PÉREZ

En un conversatorio en la Biblioteca “Juan Bosch” con el teólogo y educador Luis Quezada Pérez, los participantes pudieron valorar la importancia de la formación intelectual, el valor de la teología y la trascendencia de una visión estética y espiritual.

El coordinador de la actividad destacó que Luis Quezada es uno de los pocos teólogos dominicanos que promueve esa alta visión de la Divinidad y es reconocido por el conocimiento que tiene de la Biblia y del Apocalipsis: “Él sabe de todo, tiene un conocimiento general de todo, desde economía, sociología, historia y literatura, sin obviar la Teología, la filosofía y la espiritualidad”, expresó Rosario Candelier.

Luis Quezada, de inmediato dijo que él es sencillamente un maestro de escuela: “Eso es lo que yo he querido ser, lo que yo he sido y lo que seguiré siendo a lo largo de mi vida. Sencillamente un maestro, porque yo he salido un poco del ámbito de la educación formal. Me pasé 30 años dando clases en Moca. He trabajado en universidades, pero también he trabajado la educación no formal”, dijo el educador, teólogo y exégeta.

Luego de que le preguntara cómo nace su motivación para la vida intelectual, el intelectual mocano nacido en Santo Domingo contó que su vocación por el saber nace en seno de su familia, pues sus padres fueron maestros y no solamente eso, sino que en su casa había una biblioteca familiar: “Mi papá tenía una colección de libros de mitología griega y mitología latina, pero esos libros tenían muchas imágenes, muchas fotografías, esculturas y esas cosas; entonces por ahí comenzó mi acercamiento a lo que es el descubrimiento de la historia, de la cultura y de la literatura”.

Reveló que no supo lo que fue educación inicial, lo alfabetizaron en la casa y un día su padre lo llevó al colegio Santo Tomás de Aquino, el segundo colegio más antiguo de esta Capital, para recibir un examen de admisión y cayó en quinto grado. Luis Quezada también expresó que su madrina de bautizo, Yolanda Michel, cuando era pequeño le regaló dos libros, los cuales influyeron en él y considera que de ahí parte el amor que tiene por la historia y la literatura.

Subrayó que en su tiempo de formación se le daba mucha importancia a la gramática, pues el profesor que más trabajaba era el de lengua española, porque tenía que hacer una síntesis entre expresión oral, lectura expresiva, lectura comprensiva, ortografía, caligrafía, redacción e información gramatical.

Debido al asesinato de su padre, Luis Quezada contó que su familia tuvo que emigrar a Moca, y continuó sus estudios en el colegio Porfirio Morales con la maestra más completa que ha tenido Moca y el país  en toda su historia, la educadora llamada Aurora Tavárez Belliard, que los mocanos cariñosamente le decían  “La Seño”: “Es la maestra que más obras didácticas ha publicado y quien inventó un método de alfabetización”, dijo el también maestro mocano, teólogo y escritor. Luego contó cómo llegó su interés por la teología. Estudió en colegios católicos, sobre todo, en el colegio Santo Domingo Savio, desde el año 1958. Entró a formar parte de una comunidad de laicos consagrados, llamada “Grupo para Jesús”, y permaneció 30 años en esa comunidad, lo que le aportó una experiencia única. Además, viene de una familia que siempre ha sido creyente y practicante de la fe católica. En el año 1962 fue monaguillo en el Convento de los Dominicos.

Contó que en el 1968, la profesora Ana Virginia Ferreiras Guzmán, fundadora del colegio Santo Domingo Savio, fue a la conferencia de Medellín y consiguió dactilografiada una copia del documento de Medellín y formó un círculo de estudios con 70 jóvenes que venían de Salcedo, Moca, Santiago y La Vega. Todos los viernes se reunían 3:00 a 5:00 pm a leer el documento de Medellín, y escuchó las expresiones “opción por los pobres”, “liberación” y “comunidades de base”. La señorita Virginia los propuso formar una comunidad de laicos consagrados, y 14 jóvenes, 8 varones y 6 hembras, hace 50 años”, relató el teólogo.

Luis Quezada realizó trabajos sociales en la zona fronteriza del país junto a su comunidad de laicos, donde recogió café y gandules. Esa fue la experiencia que más vivió. Antes se usaban mucho las grabadoras y ahí fue donde empezó a crear un nuevo estilo de liturgia a partir de tonadas de los campesinos, tal es el caso de: “Ololélolei/ololélolai/viento que me lleva/soplo que me trae. /En pentecostés/vino la ruáh/sobre la María/la de Nazaret”.

Tras una pregunta de este redactor, Quezada explicó que un día Gustavo Gutiérrez definió la teología como “una carta de amor”, llamativa connotación que consideró la más hermosa que ha encontrado el Cristianismo en 2000 años de existencia.

Al concluir este conversatorio, Luis Quezada expresó que no existe en la República Dominicana otro mecenas cultural como el coordinador de esta actividad: “Yo no solamente he sido un fiel admirador de Bruno Rosario Candelier; siempre lo he sido desde lejos y desde décadas y ahora que estoy más cerca de él se lo digo: Lo que ha hecho Bruno Rosario Candelier como mecenazgo cultural de las nuevas generaciones, eso no tiene precio”, dijo el teólogo y promotor cultural.

Santo Domingo, 19 de febrero de 2019.

 

RECONOCEN LABOR TEATRAL DE FRANKLIN DOMÍNGUEZ

El académico y dramaturgo Franklin Domínguez fue galardonado por su aporte durante más de 50 años con su actuación y su dirección teatral en las tablas, reconocimiento que pondera su ingente labor a través de la entidad que agrupa a los artistas de la palabra y la actuación escénica.

El destacado autor, actor y director teatral tiene más de 100 obras escritas:“El teatro es mi vida; no he podido retirarme, no sé qué haría si me retiro. Sigo trabajando, sigo dirigiendo, me encanta escribir, dirigir y enseñar a las nuevas generaciones”, expresó el dramaturgo al recibir la distinción del Soberano a las Artes Escénicas, otorgado por Acroarte, la organización que agrupa a los artistas del teatro.

Este sobresaliente maestro y productor dominicano es una leyenda viva del teatro dominicano. Residente en Santo Domingo desde su primera juventud, Franklin Domínguez nació en Santiago en 1931. Es miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua y el más prolífico autor de obras teatrales.

Su interés por el teatro lo motivó a estudiar actuación en Bellas Artes, en los días de su apertura. Su brillante carrera en el arte escénico lo confirman sus obras presentadas en el país y el extranjero, y es uno de los artistas más fecundos en el cultivo de la dramaturgia. Formó parte de la primera generación de graduandos de la Escuela de Bellas Artes, donde  compartió labor docente con Manuel Rueda, Héctor Incháustegui Cabral y Máximo Avilés Blonda, que son los grandes dramaturgos dominicanos.

Las obras de Franklin Domínguez han sido escenificadas en México, Canadá, Bélgica, España, Portugal, Francia y Puerto Rico. Y en todo el territorio nacional. En el 2003 fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura por su labor literaria en el arte de la actuación. Entre sus obras más conocidas se encuentran Se busca un hombre honesto, Hostos: el hombre que anhelaba una patria, Prud’Homme: la historia de una canción y Los sueños de Lincoln. Desde 1949, fecha de sus inicios como actor y dramaturgo, ha sido pionero en  la actuación. Su primera comedia musical la tituló “Solano”, en honor al maestro Rafael Solano.  De igual manera, presentó “La niña que quería ser princesa”, primer musical infantil que se proyectó en el país.

Santo Domingo, 15 de febrero de 2019.

PRESENTACIÓN DE LA NOVELA «PANDILLEROS» DE KENIA MATA VEGA

La novela Pandilleros, de la novelista mocana Kenia Mata Vega, fue puesta a circular en un acto público organizado por la Academia Dominicana de la Lengua, el Ateneo Insular y la oficina senatorial de Espaillat en la ciudad de Moca.

Con las palabras del maestro de ceremonias, el teólogo y escritor Luis Quezada, se inició el acto en el que participaron como ponentes el senador José Rafael Vargas, el profesor Miguel Peña, el abogado Daniel Sánchez, el filólogo Bruno Rosario Candelier y la autora de la novela, Kenia Mata Vega.

Luis Quezada resaltó las cualidades de la destacada psicóloga y novelista, quien se ha desempeñado muy bien en el cultivo de la narrativa, aparte de que como educadora  se ha dedicado a formar una gran cantidad de jóvenes en la psicología, el arte, la música y en todo lo que tiene que ver con la dimensión estética y espiritual de la personalidad.

Al iniciar la actividad literaria una estudiante de psicología, alumna de la autora de la obra, nos deleitó con una hermosa canción titulada “Creo en mí”. El senador provincial, Dr. José Rafael Vargas, pronunció las palabras introductorias del evento. Empezó haciendo una reflexión sobre el drama psicológico de la sociedad dominicana que tiene que ver con el comportamiento en el seno de la familia, la degradación y la desaparición de los valores morales en el hogar, base vital que sostiene la sociedad. Alegó que no se puede extrañar que una novela de carácter psicológico provenga de una profesional mocana. Citó que en la oscuridad de la noche solamente se vislumbra la sangre derramada trágicamente, lo que insinúa la imagen que sirve de portada a esta ágil novela en 19 capítulos y un epílogo que traza el drama social de jóvenes que han surgido de una matriz anómica y que al no recibir del núcleo familiar las reglas indispensables para el comportamiento adecuado buscan construir su propio mundo dentro del espacio de la sociedad violentando normas y códigos  a partir de una amistad salvaje donde su espacio vital es base de violencia y extorsión.

Miguel Peña habló sobre el aspecto temático y dijo que Pandilleros es un título sugerente de la novela, que analizó desde el punto de vista del contenido. Explicó que desde el inicio la obra nos envuelve en un mundo oscuro donde el desorden y la inseguridad se convierten en la costumbre diaria. Luego Daniel Sánchez habló sobre el aspecto social, mencionando obras relacionadas con el desorden que está viviendo la sociedad; de igual forma explicó lo que significa “pandilleros”, lo que implica estar en una pandilla y a qué se debe que la sociedad actual tenga tantos jóvenes que se refugian en ella.

El suscrito continuó con la dimensión literaria y dio una breve explicación de lo que es una novela, y afirmó que de acuerdo a ese concepto la obra de Kenia Mata es una novela. Dijo que todos los pueblos del país han sufrido las consecuencias de las pandillas, pero que no todos tienen la dicha de contar con una narradora de la talla de Kenia Mata, que ha asumido esa realidad para escribir una novela. Y tras ponderar las cualidades de su novela, le dio a la autora la bienvenida a la galería de los narradores mocanos, y la felicitó porque con esta obra la novelista mocana adquiere el derecho a un sillón en el parnaso de los escritores por su aporte a la literatura nacional.

En su turno final, Kenia Mata les dio las gracias a los presentes, leyó su cita favorita de la novela, contó su experiencia como narradora y afirmó que fue para ella un privilegió porque pudo darse cuenta de que esos muchachos que brindaban terror en las calles y que se veían muy brabucones, eran el producto de la realidad que les ha tocado vivir por no crecer en un hogar con amor, apoyo y aplicación de las reglas necesarias. Explicó que en Pandilleros hay temas que quedan explícitos, como la descomposición social, la disfunción familiar y el tema de las drogas, que son los aspectos principales aunque hay otros implícitos. Agradeció el apoyo recibido para la creación de su obra, de manera especial a la oficina senatorial, al Dr. José Rafael Vargas, a sus compañeros de labores, a los ponentes Miguel Peña, Daniel Sánchez y Bruno Rosario Candelier por sus palabras alentadoras, a sus colegas y a su familia. Le entregó a una joven un ejemplar de la novela por ser ganadora de un grupo virtual donde se dialogaba y hacían preguntas sobre la obra. Por último invitó a todos a que lean su obra y dijo que estaba dirigida a todo público, que esperaba sus comentarios a través de las diferentes vías para seguir creciendo.

Moca, Teatro Don Bosco, ADL/Ateneo Insular, 9 de febrero de 2019.

PRESENTAN EN PUCMM LA NOVELA «EL DEGÜELLO DE MOCA»

La Academia Dominicana de la Lengua puso en circulación la novela El degüello de Moca, de Bruno Rosario Candelier, en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, Recinto Santo Tomás de Aquino de la capital dominicana.

El acto de presentación estuvo encabezado por el autor de la novela y los académicos Rafael Peralta Romero, Manuel Núñez Asencio y Camelia Michel, quienes ponderaron los atributos de la novela, destacando su valor literario, su dimensión sociocultural y su vertiente histórica, ante la presencia de miembros de la Academia Dominica de la Lengua, así como estudiantes y profesores del Departamento de Estudios Generales de la PUCMM.

La obra aborda la fundación y la trayectoria histórica de Moca antes y después del degüello, infausta tragedia que ocurriera el 3 de abril de 1805 en el templo Nuestra Señora del Rosario de Moca, cuya trama recrea la vida de esa valiosa comunidad cibaeña.

Rafael Peralta Romero inició su ponencia con la observación de que los escritores con la iniciativa de recrear un hecho histórico tienen uno de los retos más riesgosos: “La primera exigencia de la historia consiste en que los sucesos narrados se apeguen a la verdad, y que quien los ha trabajado disponga de pruebas”. El periodista explicó que, a pesar de que las novelas narran hechos ficticios, sus personajes y anécdotas deben proceder de la realidad, agregando que el trabajo más cómodo para un novelista, es el de crear su obra a partir de realidades que podrían ser moldeadas: “El trabajo del novelista es comparable al del escultor. Pues este artista toma un trozo de metal, o de piedra, o de madera y lo somete a su soberano poder creativo para entregarlo convertido en una obra de arte, en muchos casos, capaces de perpetuarse en el tiempo”. El narrador de Miches explica que a los novelistas les gusta trabajar con material histórico para novelarlos mediante la inclusión de los recursos que la técnica de escribir les facilita.

El presentador comentó que Bruno Rosario Candelier organizó su novela en tres partes divididas en trece capítulos: “La primera parte, titulada nacimiento de la villa, es de carácter fundacional, y guiado por la intuición, el autor reconstruye la historia de la fundación de Moca, con ayuda de su imaginación. A los detalles elementales de un grupo de hombres cortando maderas para edificar chozas, y buscar en el bosque frutos para la alimentación, el autor le adiciona un elemento capaz de espantar la menor señal de aburrimiento: el baño de Margarita Jiménez bajo la luz de la luna llena: “El fulgor de su cuerpo, rutilante como la luna de esa noche, revelaba la armoniosa forma de su figura. Sus pechos túrgidos y ovalados destilaban polen de estrellas en sus picos de oro. Su pelo chorreaba sobre su espalda una cascada de lluvia”. Añadió que el autor de la obra se vale del personaje de Juan Francisco, joven a quien su abuelo recomienda dejar el trabajo agrícola y dedicarse a las letras, y quien, a su vez, sirve como cronista de la historia de Moca, la cual refirió en dos vertientes. Peralta Romero explicó que la historia de la Villa de Moca refleja la biografía del autor, el cual es evidenciado en las lecturas de Juan Francisco, quien gusta de contar historias y que lee a san Juan de la Cruz y a Heráclito, y como bien dice Juan Francisco: “Todos los hombres, sin excepción, tienen el poder de la intuición, que es una gracia espiritual para entender el sentido de las cosas y, en tal virtud, ese atributo forma parte de lo que Heráclito llamaba Logos, nombre con que el pensador presocrático denominó a ese poder de la conciencia, que la concebía como una energía sagrada para reflexionar, intuir y crear”.

La segunda parte de la novela lleva por título “Sangre en el templo”, y es aquí donde se encuentra el clímax de la obra. En estos textos se incluyen fragmentos de narraciones en la que otros autores cuentan los sucesos ocurridos el 3 de abril de 1805, en la entonces naciente Villa de Moca. Y en la tercera y última parte, “Reto de la Mocanidad”, hace énfasis en el compromiso de la comunidad por la reconstrucción del templo, borrar los vestigios del degüello y restaurar el ambiente colectivo.

En su turno, Camelia Michel explicó que el degüello de Moca es un suceso que esta novela tiene por objeto rescatar, luego de muchos años de pretendido olvido o disimulo: “Dicha masacre constituye uno de los episodios más dolorosos y menos conmemorados”. La poeta y académica declara que dicha obra plantea que los ataques fueron dirigidos contra la población blanca del Santo Domingo Español, comentando que la ofensiva haitiana contra la parte oriental de la isla, a principios del siglo XIX,  al no poder contender con los franceses, se retiran hacia el oriente de la isla, tomando represalias en la población civil del Cibao. A lo que añadió que este hecho ha sido la primera limpieza étnica de la que se tenga referencia: “Esta novela llega como una clarinada que nos recuerda que no todas las verdades pueden barrerse, para luego ocultarse como polvo debajo de la alfombra. Hay acontecimientos y memorias que, al igual que fantasmas, resurgen para cobrar una deuda”, subrayó la periodista mocana.  Camelia Michel explica que la narración no se queda en la fase de lamentación y la exaltación del rencor, con aprestos de venganza: “Más bien, el autor se empeña en describir la capacidad restauradora de la comunidad que, más allá de sus penas y rencores, reconstruye su templo, que fue fulminado por un incendio seguido del degüello. Restauraron casas e inmuebles quemados, y finalmente celebran, y prometen rehacer su vida más apegada a sus costumbres y fe religiosa”.

Al presentar su ponencia, Manuel Núñez Asencio valoró el uso de imágenes que adornan de poesía la narración, especialmente las descripciones del paisaje. Dijo que es notable que de los personajes surjan inquietudes espirituales y se evidencia una perspectiva interiorista.

Núñez Asencio analizó la novela desde la perspectiva histórica y del texto literario, y comentó algunas premisas para sustentar la veracidad de la historia que debe coincidir con la autenticidad del hecho real, para hacer de esta novela una obra válida: “La novela incluye cartas, cuentos orales, relatos historiográficos, cronología de los acontecimientos que la inspiran, un pasaje del cántico espiritual de san Juan de La Cruz, el “Soneto al Cristo crucificado”, de fray Miguel de Guevara, y un poema atribuido al mocano José Bretón. Esos pasajes dan cuenta de que la novela fue concebida en un borbotón de informaciones que constituyen el bagaje de la trama, en donde ha abrevado, de manera muy provechosa, el novelista”. Añadió el ilustre historiador y académico que la matanza no se limitó a Moca ni a Santiago, sino que se extendió por todo el territorio nacional.

El académico de la lengua explicó que El degüello de Moca se concibe en dos partes que se entrecruzan. La primera parte es una reconstrucción del nacimiento de la villa Nuestra Señora del Rosario de Moca, iniciada el 7 de octubre de 1751, nacida como poblado en los derredores de la iglesia, obra de doce apóstoles, que en una trashumancia decidieron fundar en territorio de anacahuitas, samanes, tórtolas y perdices, una nueva ciudad. Su ámbito se halla centrado en los primeros cincuenta años. Tradiciones, mitos, leyendas, historias, personajes. Nos tropezamos, pues, con una arqueología de la vida anterior a la matanza.

La segunda parte se halla conectada con el relato historiográfico. El macabro degüello emprendido contra la población de Moca el 3 de abril de 1805, los testimonios orales o escritos, las consejas transmitidas de padre a hijo e incluso los relatos heredados por los descendientes  de los supervivientes de la hecatombe, tal el obispo Freddy Bretón,  oriundo del tronco familiar de José Antonio Bretón y María Bueno, que salvaron sus vidas de la degollina porque quedaron disimulados entre la montaña de cadáveres.

En su intervención, el autor de la novela consignó este planteamiento para edificación de los profesores y estudiantes del recinto educativo:“Entender el sentido de patria y la vocación que nos motiva a darle continuidad desde nuestras raíces históricas, lingüísticas y culturales fue la motivación para escribir esta novela. Nosotros hemos heredado de España la lengua española y un conjunto de valores, principios e ideales que nos diferencian de otras culturas, como la haitiana; entonces, nuestra obligación es fortalecer nuestra cultura, desarrollar una conciencia de lengua, formarnos intelectual, cultural y espiritualmente para contribuir, no solo al desarrollo material, sino también educativo, moral y espiritual de nuestro pueblo. Y los que asumimos una carrera universitaria tenemos que tener también una conexión social con la realidad histórica, y eso implica una relación profunda, entrañable y consciente con la realidad que heredamos. Comenzando por el conocimiento de nuestro pasado y continuando por la proyección hacia el futuro; porque nosotros somos la continuación del pasado, y ese pasado hay que conocerlo. Si conocemos las raíces del degüello de Moca, podremos entender muchas manifestaciones del presente. Fíjense en lo que está aconteciendo con la presencia haitiana en la actualidad, pues si nos descuidamos, terminarán avasallándonos. No se trata de una actitud racista ni xenofóbica, sino de la defensa de nuestra soberanía, de nuestras tradiciones espirituales, de nuestros principios morales, de nuestra realidad ecológica con sus bosques y ríos, indispensables para mantener la integridad espiritual que viene de las raíces que sembraron nuestros antepasados”.

El autor de esta creación novelística agradeció a los académicos por su participación edificadora sobre su obra y pasó a interactuar con los participantes mediante comentarios e inquietudes de los presentes.

Santo Domingo, ADL/PUCMM, 5 de febrero de 2019.

 

MANUEL MATOS MOQUETE, PREMIO NACIONAL DE LITERATURA

El destacado académico de la lengua, profesor universitario y escritor, Dr. Manuel Matos Moquete, obtuvo el Premio Nacional de Literatura 2019 por el aporte en su trayectoria creadora, la línea estética de su narrativa, la orientación educativa de su propuesta pedagógica y sus obras de ensayo y ficción mediante el uso ejemplar de la palabra.

La Fundación Corripio  y el Ministerio de Cultura informaron que la selección fue hecha por  “su encomiable trayectoria y valioso aporte en la investigación, el análisis del discurso, la crítica literaria, la narrativa y el ensayo, así como sus estudios sobre la educación dominicana y su fecunda presencia en las aulas durante medio siglo”.El reconocimiento le será entregado el 26 de febrero, consistente en un diploma y una dotación de dos millones de pesos, en el acto de premiación en el Teatro Nacional.

El jurado estuvo  integrado por monseñor Jesús Castro Marte, de la Universidad Católica de Santo Domingo; el padre Alfredo de la Cruz Baldera, de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra; el ingeniero José Rafael Espaillat, de la Universidad Pedro Henríquez Ureña; la licenciada Emma Polanco, de Universidad Autónoma de Santo Domingo; el doctor Rolando Guzmán, del Instituto Tecnológico de Santo Domingo; el ingeniero José A. Hazim Torres, de la Universidad Central del Este; el doctor Bruno Rosario Candelier, de la Academia Dominicana de la Lengua; el arquitecto Eduardo Selman, ministro de Cultura; y en representación de la Fundación Corripio, Manuel Corripio Alonso, José Alfredo Corripio Alonso, Jorge Tena Reyes y José Alcántara Almánzar, presentes en la proclamación del ganador de este alto galardón de las letras.

Manuel Matos Moquete agradeció el premio y dijo que lo recibe con humildad, emoción  y la responsabilidad para seguir el trabajo intelectual y literario a favordel desarrollo del país y de toda la sociedad dominicana.

Manuel Corripio Alonso, al hablar en nombre del jurado y en representación de su padre José Luis Corripio Estrada (Pepín), presidente de la Fundación Corripio, exhortó a Matos Moquete a seguir creando para bien de la sociedad dominicana. Y el ministro de Cultura, Eduardo Selman, felicitó al  galardonado y dijo esperar que disfrute junto a su familia el merecido reconocimiento a su labor de creación.

La decisión fue adoptada y dada a conocer por el jurado, luego de una reunión celebrada en el Salón Manuel Rueda de la Fundación Corripio, en la víspera del día conmemorativo del natalicio de Juan Pablo Duarte, fundador de la República.

El empresario Manuel Corripio dijo que esta vigésimo novena entrega del Premio Nacional de la Literatura 2019 que hace la Fundación Corripio, dentro de tantas propuestas recibidas, el proceso de decisión no fue tan fácil: “En este caso, los miembros del jurado y los asesores de la Fundación Corripio, determinaron a unanimidad que Manuel Matos Moquete, quien ha cultivado el ensayo, la narrativa, lacrítica literaria y el análisis del discurso, es un orgullo para la fundación por ser el premio literario más importante de la República Dominicana”.

Manuel Matos Moquete nació el 6 de abril de 1944 en Tamayo, República Dominicana. Miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua desde el 16 de mayo de 2003. Miembro correspondiente de la Real Academia Española y miembro numerario de la Academia de Ciencias de República Dominicana. Profesor de la UASD y de INTEC, forma parte de la junta directiva de la ADL.Posee un doctorado en literatura, una maestría en letras modernas y una licenciatura en la enseñanza del francés, por la Universidad de París.

Coordinador de la maestría en lingüística aplicada en INTEC; profesor de las cátedras de lingüística y de literatura, de la UASD; y Asesor de Ministerio de Educación.

   Entre las obras premiadas de Manuel Matos Moquete figuran En el atascadero, premio de ensayo Pedro Henríquez Ureña, otorgado por la Universidad Pedro Henríquez Ureña, 1991; El discurso literario en América Hispánica, premio anual de ensayo, 2005: Estudios translingüísticos, premio nacional de didáctica, 2005; Claves para el análisis del poema Hay un país en el mundo, premio anual de ensayo, 2006; Estrategia de captación de la voluntad popular en las elecciones de 2004. Es premio Caonabo de Oro de las Letras, 2009, de la Asociación Dominicana de Periodistas y Escritores, como reconocimiento a la labor literaria de una vida.

   Sus obras publicadas son las siguientes: Abismos, poesía, Búho, 1983; En el atascadero, novela, UASD, 1985; La cultura de la lengua, ensayo, Búho, 1986;El discurso literario en la literatura de América Hispánica, UNPHU,1992; En la espiral de los tiempos, ensayo, Búho,1998 ; Caamaño, la última esperanza armada, testimonio, Búho, 2002; Dile adiós a la época, novela, Búho, 2002; El habla coloquial de Hipólito Mejía, estudio de un idiolecto, ensayo, Búho, 2003; Las teorías literarias en América Hispánica, ensayo, Búho, 2004; Los aman­tes de abril, novela, Búho, 2004; Claves para el análisis de un poema Hay un país en el mundo, ensayo, Búho, 2005; Estudios translingüísticos, ensayo, Editora Nacional, 2005; Los pobladores del exilio, novela, Búho, 2006; La avalancha, novela, Búho, 2006;Mudanza y acarreo, cuentos, Búho, 2007; Estrategias de captación de la voluntad popular en las elecciones de 2004, ensayo, Búho, 2007; El regreso de Plinio El Mesías, relato, Búho, 2008; El lenguaje del progreso en los discursos de Leonel Fer­nández, ensayo, Búho, 2008; El coloso y el mar, relato, Búho,2009La dominicanidad indignada en los cuentos de Juan Bosch, ensayo, Búho, 2009;Propuestas,valores e ideologías en el discurso político dominicanoensayo, Búho, 2009; Larga vida, novela, Soto,2010; Cien años de la enseñanza del español en República Dominicana, Búho, 2010

Santo Domingo, Fundación Corripio, 25 de enero de 2019.

ACADEMIA RECONOCE LA LABOR DE LOS PADRES SALESIANOS

La Oficina Senatorial de Espaillat y la Academia Dominicana de la Lengua, bajo la coordinación de José Rafael Vargas, Luis Quezada Pérez y Bruno Rosario Candelier, realizaron un sentido homenaje a la presencia salesiana en Moca, en ocasión de los 74 años de trabajo pastoral de los hijos de Don Bosco en la ciudad de Moca.

El acto cultural fue dedicado a dos gigantes de la vida salesiana en el país: Mons. Ricardo Pittini, el primer salesiano que vino a República Dominicana (1934) y al P. Antonio Flores Arredondo, primer salesiano en llegar a Moca (1945), bajo cuya inspiración se construyó el majestuoso templo de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, el más impresionante y hermoso de las Antillas.

El acto fue presidido por integrantes de la familia salesiana, como el P. Francisco Batista, Inspector Provincial de los Salesianos en las Antillas, quien en sus hermosas palabras de agradecimiento resaltó el camino vivido por los salesianos durante 74 años en Moca.

En dicho homenaje, llevado a cabo en el elegante salón de actos de la Asociación Mocana de Ahorros y Préstamos, el senador José Rafael Vargas entregó pergaminos de reconocimiento a los sacerdotes y coadjutores salesianos; a las Hijas de María Auxiliadora; y a los Salesianos Cooperadores.

Por su parte, el Dr. Bruno Rosario Candelier entregó sendos diplomas de reconocimiento a cinco escritores salesianos: P. Luis Rosario; P. Cornelio Santana; P. Jesús María Tejada; P. José Giovanni Solís; P. Juan Francisco Tejada Candelier; así como también a Sor Lorena Taveras, considerada la gran biógrafa e historiadora de las Hijas de María Auxiliadora en las Antillas.

En dicho acto, el ensayista y teólogo mocano Luis Quezada Pérez presentó dos videos sobre los orígenes de la presencia salesiana en Moca y la presencia de las Hijas de María Auxiliadora en la Villa del Viaducto. Al finalizar ambos videos, las palabras de turno se concedieron al P. Juan Francisco Tejada Candelier, vicario parroquial del Sagrado Corazón de Jesús; y a la Hermana sor Consuelo Estrella, directora de la Casa Provincial María Auxiliadora, con Sor Aracelis Infante, directora del Colegio María Auxiliadora de Moca.

El senador José Rafael Vargas tituló sus palabras de apertura “Los mocanos llevamos la salesianidad a flor de piel”, resaltando cómo los hijos de Don Bosco han marcado la identidad colectiva del mocano en la educación, el arte, la cultura, la música, los deportes y la espiritualidad. También recordó el 50 aniversario de la fundación del Centro Juvenil Don Bosco e hizo memoria de los 20 años de la trágica muerte del Padre Cipriano Ibáñez, sucedida el 26 de enero de 1999.

Fueron citados con elogiosos testimonios de su vida pastoral, educativa y cultural en Moca los sacerdotes salesianos Antonio Flores, José Leyva, Sixto Pagani, A. Figura, Luis Sertore, Ramón Alonso, Cipriano Ibáñez, entre otros ejemplares religiosos que se desvivieron por la orientación moral, religiosa y espiritual de los Mocanos. Por esa razón, el autor de esta reseña, en su disertación en honor de los salesianos, dijo que la parroquia del Corazón de Jesús, desde la década del 40 en el siglo XX, es la lumbre de la Mocanidad.

Los momentos culturales estuvieron a cargo de los hermanos Viejo Santos, Shono Santos y Ramón Santos, quienes interpretaron tres piezas que motivaron profundamente a los 500 mocanos e invitados venidos de Santo Domingo, Jarabacoa, La Vega, Mao, Santiago, Moca y otras localidades del país. También interpretaron hermosas expresiones culturales un grupo de danza del Colegio María Auxiliadora y del Centro Juvenil Don Bosco, a través del grupo Huellas de Yeshuá.

En el acto estuvieron presentes destacadas personalidades mocanas y del país, y un nutrido grupo de sacerdotes salesianos, encabezados por el Padre Inspector, los presbíteros homenajeados y, entre los asistentes, el P. Julio Soto, un símbolo en la familia salesiana nacional.

Moca, ADL/Oficina senatorial de Espaillat, 24 de enero de 2019.

JORNADA LITERARIA DE LA ADL Y ATENEO INSULAR EN MONTECRISTI

En una jornada literaria celebrada en Montecristi, la Academia Dominicana de la Lengua y el Movimiento Interiorista del Ateneo Insular organizaron un encuentro literario con poetas noroestanos a los cuales la ADL les otorgó un reconocimiento por su aporte al desarrollo de la creación literaria en esa comunidad nacional.

Los narradores y poetas montecristeños, integrados en el grupo literario “Chery Jimenes Rivera” bajo la orientación del Interiorismo y su coordinadora en Montecristi, la narradora y poeta Olga Lobetty, dieron la bienvenida a los interioristas y académicos de la lengua.

El maestro de ceremonias fue el ensayista, poeta y teólogo mocano Luis Quezada, quien en la presentación del recital poético dijo que en el Movimiento Interiorista tenemos un cauce fecundo para activar la vocación creadora de jóvenes escritores, como los que presentan su creación en esta jornada cultural:  “Esta tarde va a tener una connotación especial, para la cual hay que afinar el oído y el corazón para escuchar la voz de los poetas cuya obra hay que escucharla con la sensibilidad más íntima, lo íntimo que está donde emanan nuestros grandes sentimientos. Y hoy tenemos la dicha de disfrutar de un recital de poesía con poetas montecristeños. Quiero presentarles a ustedes al actor y poeta Juan Grullón; a la publicista y narradora Keyla González; a la declamadora y actriz Elvira Grullón Álvarez; y a la coordinadora del grupo literario de Montecristi, la historiadora, novelista y poeta Olga Lobetty Gómez de Morel”, dijo emocionado el presentador.

 

En su presentación, este director pronunció unas palabras de motivación, tanto para los poetas como para el público presente, sobre la realidad cultural de Montecristi y la presencia de esa comunidad noroestana en la literatura nacional. Cuando en 1993 vino a Montecristi a dictarles a los maestros de esa localidad una charla sobre la formación intelectual, dijo que el Movimiento Interiorista necesitaba un poeta dispuesto a convocar a los escritores locales para fundar un grupo literario, y entre los maestros presentes se le presentó el poeta Vidal Adolfo Cabrera con la disposición de integrarse al Movimiento Interiorista. Y tras una reunión con los poetas esa localidad,el grupo de Montecristi fue denominado “Chery Jimenes Rivera”.

En esta actividad literaria este servidor dijo que Montecristi tiene una presencia significativa en la literatura dominicana porque el primer dominicano que en nuestro país hizo uso de su capacidad de reflexión para pensar filosóficamente el mundo fue el montecristeño Andrés Avelino García. Dijo que el primer dominicano que asumió la relación entre dos idiomas con el impacto que culturalmente tienen dos lenguas en contacto fue el montecristeño Chery Jiménez Rivera con su poema “La haitianita divariosa”. Y que un montecristeño fue el primer poeta dominicano en auscultar la esencia de un hogar y el aura de una familia con el impacto que genera la tradición familiar en la conformación espiritual de los niños, como lo hizo Manuel Rueda en La criatura terrestre, uno de los grandes poemarios que se han escrito en la República Dominicana.

En sus palabras de presentación ponderó la obra de tres poetas de Montecristi, como son Vidal Adolfo Cabrera, Eduardo Tavares Justo y Ángel Rivera Juliao. Destacó que Tavares Justo fue un poeta que cultivó la lírica mística inspirado en la poesía de santa Teresa de Jesús y fray Luis de León. Y también ponderó la obra histórica, narrativa y poética de Olga Lobetty, quien con su aliento poético y animación cultural le ha dado continuidad al grupo “Chery Jimenes Rivera”, cuyos integrantes se amparan bajo la orientación estética del Interiorismo para impulsar la tradición de la literatura nacional en esta comunidad. A los citados poetas, actores y narradores, el director de la Academia Dominicana de la Lengua les entregó un diploma de reconocimiento por el trabajo que han hecho a favor de la cultura y las letras nacionales. En esta jornada literaria participaron los académicos Rafael Peralta Romero, Carmen Pérez Valerio, Miguel Solano, Rafael Hernández Figueroa, Guillermo Pérez Castillo y este servidor junto a otros poetas de la región.

Montecristi, ADL/Ateneo Insular, 16 de enero de 2019.