Chemba, periquito, cocorícamo

Por Roberto E. Guzmán

CHEMBA

“Muchos dirigentes y miembros. . . que siguen esperando sus nombramientos mantuvieron “la CHEMBA larga” . . .”

La voz chemba es una creación del hablante dominicano. La voz no existe en ninguna otra variedad de español conocido. La significación que se le ha atribuido a la voz es privativa de esta creación. No se ha creado la voz por derivación o añadiendo un sufijo o prefijo a otra palabra conocida que mantenga un sentido parecido al de chemba.

Con respecto de la voz chemba hay que tratar de precisar el significado, porque existe una pequeña diferencia con respecto al significado de esta.

El Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española asienta que chemba es, Referido a persona de raza negra, de labios gruesos. Esto hay que entenderlo en tanto referido a la persona, no solo a los labios o la boca.

El Diccionario del español dominicano entiende que chemba es, “Boca, especialmente la de labios grandes y gruesos”. En opinión de quien escribe estas notas, esta acepción es más acertada que la anterior.

El Diccionario de americanismos antes mencionado escribe que chembo, a, tiene su origen en bembo. Bembo a su vez es voz conocida en el habla de Puerto Rico y República Dominicana para “Bezo, especialmente el de una persona de raza negra”. En Cuba bembo es persona de raza negra. El bezo que aparece en la acepción citada es el “labio grueso”. Puerto Rico y República Dominicana utilizan la palabra bembe para el labio.

La pequeña diferencia en las acepciones antes transcritas, no son tan importantes como para propiciar polémica. El uso que se ha oído de la voz chemba hace pensar que hubo un desplazamiento. Es probable que el uso haya llevado el sentido original del labio grueso a la boca.

Antes de cerrar esta sección, es oportuno que se aclare porqué al escribir acerca de chemba se ha traído a colación la bemba. Destaca que la formación parecida de las dos voces, -emba, dos voces que se suponen distantes en sus orígenes. ¿Pura coincidencia?

 

PERIQUITO

“Eso de APP tiene sus PERIQUITOS. . .”

El vocablo periquito posee varias acepciones en el español internacional. Así posee también varios significados en Hispanoamérica. Solo algunas de estas acepciones mantienen relación con el ave de ese nombre. En el habla de los dominicanos el vocablo del título tiene significados propios, privativos de esta habla. Lo que se ha referido en las líneas anteriores se desgranará más abajo.

En tanto pájaro el periquito se distingue en el ámbito rural por el gran escándalo que arman cuando andan en bandada; sobre todo cuando se embriagan disfrutando de algunas frutas. Se piensa que esos sonidos emitidos por el periquito en esas y otras circunstancias son los que han provocado en la imaginación del hablante dominicano que se utilice este nombre para significar, Dificultad, escollo. Intención oculta. Pedo”. Se hace constar de inmediato que esas no son todas las acepciones de periquito en el español dominicano.

En el ejemplo reproducido más arriba se piensa que la dificultad salta a la vista del articulista, que eso manifiesta al redactar la frase, de allí que tome este periquito para representarla. El escollo se hace obvio, por lo menos en la mente de quien escribió la frase.

No huelga que se recuerde que el recurso a este tipo de dominicanismo es frecuente incluso en medios cultos. Esta clase de procedimiento a veces tiene el propósito de bajar el tono de la exposición para permitir que todos los lectores entiendan el asunto. En otras ocasiones la actitud obedece al deseo del escribiente de reafirmar su dominicanidad.

 

COCORÍCAMO

“. . . y ahora nueva coheroína, la nueva ´elegida, según el final, ya que tiene COCORÍCAMO”.

Cocorícamo es un dominicanismo léxico, esto es, la formación de la palabra, así como su significado, ambas cosas, forman parte de la creación del hablante de español dominicano.

Después del ingente trabajo que culminó en el año 2010 con la publicación del Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española, puede asegurarse que una voz como esta es de uso exclusivo del hablante de español dominicano hasta que se esparza en el ámbito de hispanohablantes del mundo.

La voz del título tenía ya un tiempo en el habla dominicana y quien escribe estos comentarios entiende que se popularizó por medio de la televisión cuando algunos artistas la adoptaron. Estos artistas y algunos presentadores de programas de radio y televisión hicieron la labor que realizan los que en la actualidad se conocen en tanto influencers.

En el Diccionario del español dominicano (2013:195) la voz aparece con varias acepciones. La primera es la correspondiente al personaje de carnaval. Luego sigue “mal olor”. Luego de esas acepciones aparecen las locuciones verbales.

Tener cocorícamo, “tener una cosa o una frase un sentido oculto o engañoso”. Ser una persona de trato difícil o una cosa de difícil realización. Ser algo excelente o extraordinario”.

Llama la atención que a pesar de ser una palabra de cinco sílabas sea de tanto uso en las locuciones. Esto puede deberse a la sonoridad de la voz al emitirla.

La coma, el punto y coma y el punto no siempre se saben usar

Por Rafael Tobías Rodríguez Molina

 

Los signos de puntuación suelen definirse como “signos auxiliares de la escritura” y “de la lectura” habría que añadir. Entre esos signos tenemos la coma, el punto y coma y el punto, cada uno de los cuales  tiene sus normas de uso aunque las mismas no son tan precisas en su aplicación como lo son las normas para la aplicación o no de la tilde a las palabras.

En el caso de la coma, esta se emplea en las enumeraciones de elementos gramaticales en serie. Ejemplo: Ayer ella comió naranja, mango, cereza, cajuil y coco. También hay que emplear la coma en los llamados incisos (aclarandos, precisadores…). Ejemplo: María, como yo  te lo había comunicado, se fue hoy para Madrid. Además se emplea la coma obligatoriamente en el vocativo antepuesto, en el pospuesto y en el intercalado. Ejemplos: Luis, préstame tu libro. Préstame tu libro, Luis. Préstame, Luis, tu libro.  Existe otro uso de la coma, pero es opcional. Se trata de la anteposición de una expresión subordinada. Ejemplo: En ese mismo instante (,) ella entró al salón de clases. Esa coma, como lo indica el paréntesis, es opcional, es decir, no obligatoria. Además de estos usos, tenemos el de los elementos de enlace oracional como “es decir”, “esto es”, “o sea”, “pues”, etc. Ejemplo: Las matemáticas, o sea, la ciencia de los números, la usamos constantemente. Es conveniente aclarar que, en el caso de los incisos, el empleo de las comas depende mucho de la subjetividad del escribiente. Hay que tener presente el caso de las proposiciones  encabezadas por el relativo “que”. Si tienen valor incidental, irán entre dos comas. Ejemplo: “Alfonso, que siempre aprovecha su tiempo, saca mejores  notas que todos sus amigos.” Si tienen valor de adjetivo calificativo, no llevarán coma. Ejemplo: “El joven que siempre aprovecha su tiempo suele sacar buenas notas en sus exámenes.” Otro uso obligatorio de la coma es  el de la aposición; la misma consiste en añadir, después de la mención de una realidad, unos datos para tener un conocimiento más amplio de esa realidad. Ejemplo: Moca, una de las provincias más productivas de República Dominicana, exporta plátanos y huevos hacia Nueva York. La aposición aparece entre Moca y exporta, y en este caso aparece entre dos comas. También se usa la coma obligatoria delante de “ya que, “puesto que”, “pues”, “en vista de que”. Ejemplos: Mañana saldrá de su casa temprano, ya que a las siete inicia un nuevo trabajo. Manejará más dinero, puesto que le pagarán mejor en su nuevo trabajo. Ambrosio está vistiendo mejor, en vista de que comenzó a trabajar.

En lo referente al punto y coma, esta se emplea en forma obligatoria solamente en las enumeraciones que llevan coma en su interior. Ejemplo: Envíame los siguientes artículos: camisas, dos docenas; pantalones, tres docenas; corbatas, cuatro docenas; camisillas, tres docenas…  En otros casos, como en las llamadas proposiciones yuxtapuestas, es decir, en aquellas oraciones compuestas en las que se ha suprimido el enlace lógico, también se usa el punto y coma.  Ejemplo: “Lucrecia hace varios días que no asiste a clase; ha estado quebrantada últimamente.” Si le  reponemos el enlace causal “porque”, se convierte en una causal dejando de ser yuxtapuestas y en ese caso ni siquiera la coma se emplea.(Veamos: “Lucrecia hace varios días que no asiste a clase porque ha estado quebrantada últimamente.) En el caso de es decir, o sea, esto es, sin embargo, no obstante…, si aparecen en medio de grupos oracionales  con verbo (o proposiciones), los mismos llevarán marcado un punto y coma delante y una coma después. Ejemplos: “Este ejemplo está bien claro; es decir, todos ustedes lo van a entender.” “Juan no pudo estudiar lo suficiente; sin embargo, obtuvo una de las mejores notas del curso.”

Creo conveniente dejar aclarado que actualmente, en el caso de “es decir”, “o sea”, “esto es”, “sin embargo”, “no obstante”, se permite, en vez del punto y coma, el uso del punto. (“Juan no pudo estudiar los suficiente. Sin embargo, obtuvo una de las mejores notas del curso.”)

En cuanto al punto, se manda que se marque al final de cada oración gramaticalmente completa o contextualmente completa. También se usará el punto en forma opcional en vez del punto y coma, como lo vimos en el párrafo anterior. Ejemplos del punto después de la oración: “Ya Manuel terminó de hacer su tarea.” “¿Vas a asistir a la conferencia de mañana, Pedro?  Sí. (Ese sí representa una oración contextualmente completa.)

Aparecerán a continuación fragmentos en los que ha habido fallos en el uso de la coma, el punto y coma y el punto.

  1. “Entonces vio entrar al comedor a un hombre delgado de ojos oscuros y rizos morenos que jalaba con elegancia de una traba a la que iban atados cinco baúles…” (Angeles Mastretta, Mal de amores, p. 361). En ese ejemplo debe marcarse una coma delante de “que”, ya que encabeza una proposición con valor incidental.
  2. “El siguiente año, 1917 según todos los que aún llevan la cuenta, entró en vigor un decreto disponiendo que los impuestos federales se pagaran en plata.” (Angeles Mastretta, Mal de amores, p. 387). Ese año 1917 representa un inciso aclaratorio del tiempo en que se puso en vigor ese decreto. Por eso debe ir entre dos comas.
  3. “Como los viejos dictadores latinoamericanos se ha manifestado insaciable en el poder que comparte con su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo en un gobierno familiar como el de los Somosa.” (Diario Libre, 21 de junio 2021, Periodistas condenan la dictadura de Daniel Ortega). Después de “esposa” sigue una aposición, la cual se escribirá con una coma antes de “la” y después de “Murillo”.
  4. “Ahora nos enteramos por la prensa de que se me está investigando por irregularidades en las compras de la fiscalía y por un caso que es de la Especializada de Lavado, por lo tanto emplazo públicamente a Juan Medina para que responda al acto que le envié esta mañana.” (Diario Libre, 22 de junio 2021, Conflicto en Procuraduría). En el presente fragmento aparecen varias oraciones, la primera de las cuales termina en la palabra  “Lavado”, después de la cual hay que poner un punto y seguido, ya que “por lo tanto” inicia otra oración, aunque también hay la opción de usar un punto y coma.
  5. “Los Premios Soberano 2021 se entregaron en medio de las restricciones causadas por la pandemia que obligaron a realizar varios cambios, algunos de ellos se produjeron a último minuto.”(Diario Libre, 22 de junio 2021, Inolvidables). Delante de “que” debe emplearse una coma. Y para mantener la coma delante de “algunos” lo mejor será usar “de los cuales”en vez de “de ellos”.
  6. “…el médico Ramón Camacho, afirmó: No estamos para inventos, ni es momento para negocios turbios, el país reclama seriedad y responsabilidad en un tema tan sensible e importante…” (El Nacional, Caracas, Alianza Bravo Pueblo rechaza…). En ese ejemplo, después de los dos puntos, hay dos proposiciones yuxtapuestas entre las cuales se usa, en forma opcional, tanto el punto y coma como el punto.
  7. “Lavarse regularmente las manos con agua y jabón, luego aplicar solución clorada al 0.1 % o alcohólica superior al 60 %” (Cuba Visión, Informe diario sobre COVID 19-cintillo debajo de la pantalla-). Aquí se tienen dos yuxtapuestas la primera de las cuales termina con “jabón” y la segunda se inicia con “luego”. En medio de ellas se escribirá o punto y coma o punto en forma opcional como lo hemos venido diciendo.
  8. “Limpiar y desinfectar los objetos y las superficies que se tocan frecuentemente, para ello usar solución desinfectante de hipoclorito de sodio al 0.5 %.” (Cuba Visión, Idem). Este caso es idéntico al anterior, pues se trata de dos yuxtapuestas, las cuales llevarán punto y coma o punto delante de “para”.
  9. “La madurez de nuestra ciudadanía es tan importante como la madurez de nuestros políticos, ambos se nutren mutuamente o se debilitan de igual manera.” (Diario Libre, 30 de junio 2021, En Directo). Aquí también tenemos dos yuxtapuestas. Por eso debe usarse punto y coma o punto delante de “ambos”.
  10. “No, (modelar) nunca fue mi sueño…, (Eso) nunca pasó por mi mente y era lo último en mis planes.” (Diario Libre, 30 de junio 2021, El momento más difícil de mi carrera). Hay que quitar esa coma que aparece después de los puntos suspensivos.
  11. “La tabulación de los datos se hará por el programa estadístico informático (SPSS versión 20), también se utilizarán cuadros y representaciones gráficas…” (Tesis de graduando de la PUCMM 2021). Aparecen en este ejemplo dos yuxtapuestas, la segunda de las cuales se inicia con “también”. Por lo tanto, hay que eliminar la coma y escribir un punto y coma o un punto como segunda opción.
  12. “El nivel de confianza confirma que cuentan con objetivos bien definidos, por tanto el mayor grado de fallos está en la ejecución.”(Idem). También tenemos esta vez dos yuxtapuestas, la segunda de las cuales se comienza con “por tanto”, por lo cual después de definidos se pondrá punto y coma o punto en forma opcional.
  13. “Era la estudiante previsora por antonomasia, por lo tanto debía tener un instrumento de repuesto para escribir.” (Julia Alvarez, De cómo las muchachas García perdieron el acento, p.115). Este caso es idéntico al anterior, es decir, se trata de dos yuxtapuestas, que irán indicadas por punto y coma o punto entre “antonomasia” y “por lo tanto”.
  14. “Era como una lata de sardinas, allí no cabía ni un alfiler.” (Idem, p.66). Tenemos en el presente ejemplo dos yuxtapuestas por haberles quitado el enlace “pues”, “puesto que” o “ya que” delante de “allí”.
  15. “Supuestamente, los padres estaban chapados a la antigua, sin embargo, las cuatro hijas se comportaban muy alocadamente.” (Idem, p. 64). Tenemos también en este caso 15 dos yuxtapuestas por haberles eliminado la “y “ después de  “antigua”. Por esa razón se deberá usar punto y coma, o punto opcional, antes de “sin embargo”.

Como se ha podido ver a través de esos 15 casos tomados de diversas fuentes tanto nacionales como extranjeras, los usuarios del español han desterrado de los signos de puntuación el uso del punto y coma o del punto de las proposiciones  yuxtapuestas. Parecería que desconocen lo que son las proposiciones yuxtapuestas aparentemente confundiéndolas con lo que serían las enumeraciones  proposicionales como las siguientes: “La madre  fue a la tienda, donde  le compró ropa a su hijo, y luego se dirigió a su casa.” “Anselmo escribe poesía por la mañana, lee novelas por la tarde y por la noche va al cine.” De este ejemplo podemos extraer dos proposiciones copulativas realizando algunos cambios sintácticos. Veamos. “Anselmo lee poesía y novela durante todo el día y por la noche va al cine.” Si le quitamos la “y” de la coordinación, se convierten en dos yuxtapuestas. Observémoslas: “Anselmo lee poesía y novela durante todo el día; por la noche va al cine.”

Esperamos que se les preste atención a los casos aquí planteados teóricamente y analizados mediante casos prácticos.

Mallete, galipote, rumba

Por Roberto E. Guzmán

MALLETE

“MALLETE o martillo de la justicia”.

Hay muchos tipos de martillos. La diferencia entre unos y otros obedece al fin específico para el que se fabrica. Los hay de diferentes tamaños, como corresponde a la tarea para la cual se usan. En principio el martillo es una herramienta que consiste en una pieza colocada en cabeza de un mango que se usa para golpear algo.

El mallete dominicano es una palabra creada por los dominicanos. Tanto por su formación como por su significado es única, no existe en ninguna otra habla conocida. El mallete dominicano es un tipo de martillo que se utiliza en los tribunales  de la justicia. El mallete ha llegado a tal punto de representación por el uso y la forma que se ha convertido en símbolo de la justicia dominicana.

El mallete que se usa en los tribunales es un instrumento totalmente hecho de madera y se usa para golpear sobre una base también de madera. En muchas ocasiones lo utiliza el juez en el tribunal para restablecer el orden o para asegurarse de que se le escucha.

A pesar de que se escribió más arriba que es una voz creada por la inventiva del hablante dominicano, los genes indican que tiene antecedentes en lenguas extrañas al español. Puede asegurarse que tiene relación con la palabra Mallet del inglés que es un martillo de madera. El inglés tomó en préstamo esta palabra del viejo francés maillet, que a su vez era un diminutivo de mail, del latín malleus que designaba al martillo en esa lengua. Ese mail era un martillo de gran tamaño fabricado de hierro. El diminutivo maillet se especializó en francés para designar un martillo de madera.

La explicación que antecede acerca del origen de la voz dominicana se hace por analogía con el sonido, formación y objeto del maillet francés. La palabra martillo del español viene del latín vulgar martellus. En italiano es martèllo, en francés es marteau, en provençal es martels y en portugués martello.

No se sabe a ciencia cierta cómo el hablante de español dominicano llegó a formar este mallete, pero en las líneas que anteceden hay pistas para reconstruir el origen. Es posible que haya sido adaptado al español dominicano del francés maillet que es el martillo de madera. Claro, se trata de una creación del estrato culto de hablantes de español dominicano.

 

GALIPOTE

“En el campo los GALIPOTES intimidaban a la gente en los caminos”.

La palabra galipote designa una persona que posee cualidades especiales. El personaje de este nombre forma parte de las leyendas dominicanas. El nombre solo existe en el español dominicano.

Todo parece indicar que la palabra procede del francés que llegó al español dominicano con el sentido expresado a través del haitiano. La palabra galipot del francés tuvo su origen en el habla poitevina, galipote / ganipote que fue el nombre dado a un hombre-lobo o una organización secreta nocturna. Lexicréole. (2001:94).

Un galipote es, “Persona que, según la creencia popular, tiene la facultad de convertirse en animal o en árbol”. Diccionario del español dominicano (2013:330).

Es posible que muchos jóvenes dominicanos no sepan qué cosa es un galipote. De acuerdo con las creencias de las zonas rurales dominicanas es una persona que ha hecho un trato con espíritus malignos que le confieren la cualidad de convertirse en animales y objetos inanimados. Este poder de mutación lo posee también el dundún. Lengua y folklore de Santo Domingo (1975:319).

El galipote dominicano mantiene algunas diferencias con respecto del haitiano. El último es un animal mítico con apariencia de hombre-lobo; asesino nocturno de animales; brujo; miembro de una sociedad secreta de malhechores que puede trasladarse muy rápidamente de un lugar a otro y produce la apariencia de estar en dos lugares al mismo tiempo. Haitian-English Dictionary (2000:253).

La palabra en el español dominicano existe desde hace muchos años. Los datos históricos sugieren que la creencia entró a través de la frontera sur del país, y, se hizo popular en las zonas recónditas del territorio dominicano.

 

RUMBA

“Los hombres de inteligencia y efectivos en seguridad. . . son por RUMBA. . .”

Hay varias rumbas. Esto es, la palabra rumba ha tomado varios rumbos. Aquí se examinará el ritmo y otros significados. Se añadirá un aperitivo histórico para dejar la rutina atrás.

El español peninsular conoció de la rumba, mas por el alegre ritmo flamenco; esto ha de aceptarse como algo natural. En América, y especialmente en las Antillas, la rumba popular es el baile afrocubano. En este género de música el instrumento principal es el de percusión. En Hispanoamérica la rumba más practicada es la de la parranda, la fiesta.

Aunque el género musical afrocubano era popular en Cuba ya a principios del siglo XIX, lo era entre los negros y la capa social de extracción pobre. Por lo que acaba de mencionarse es que D. Esteban Pichardo al ocuparse de la palabra escribe, “Báile y canto de la gentualla. Paseo alegre”. Diccionario provincial casi razonado de vozes y frases cubanas (1836:532). (Citado tal cual aparece). La censura pasó del baile al paseo “de gente bulliciosa”. Reunión “donde bailan y cantan personas incultas”. Diccionario cubano (1885-II-1058).

El baile fue estigmatizado. C. Suárez lo califica de, “Baile muy obsceno en pareja, cuyo atractivo principal son las indecorosas contorsiones de cintura. . .”  Vocabulario cubano (1921:461).

Por el origen africano del ritmo, D. Fernando Ortiz no pudo menos que dedicarle tres páginas a la palabra. La primera afirmación que hace es, “Todo negro nace bailador”. Reconoce este autor que el vocablo es de origen castellano.

Esta rumba ha contribuido a formar otras palabras del habla general, ahí está rumbero para la persona que baila bien la rumba. Rumbear es verbo que indica, “Divertirse en una reunión bulliciosa en la que se bebe o se baila”.

Hay una rumba dominicana, esto es la palabra rumba tiene una acepción que solo se conoce o que se usa más en el habla de los dominicanos, es la que significa, “Montón, gran cantidad de personas o cosas”. Es un dominicanismo semántico. Lo que hizo el hablante de español dominicano fue crear un nuevo sentido para una palabra que ya existía. No creó la palabra, pero le añadió un nuevo significado.

Sería sumamente interesante poder establecer cómo el dominicano llegó a ese punto en su habla. Por ejemplo, saber cómo encontró un rasgo de contacto entre el baile y la gran cantidad o montón de personas o cosas. Sería arriesgado sugerir teorías sin fundamento.

Puede aventurarse que la rumba dominicana, montón, gran cantidad, se relaciona con rumboso en la característica de generoso, porque generoso es abundante, en gran cantidad. Ya se corrió el riesgo.

Majar, muñequito, cabezote

Por Roberto E. Guzmán

MAJAR

“La hora de la quietud y de hablar en vez de MAJAR”.

Este verbo puede desconcertar a muchos hispanohablantes. Es posible que les cueste un poco de esfuerzo poder encontrar el sentido que tiene el verbo en el habla dominicana. El fin que se persigue en esta sección es abundar sobre este verbo, sobre todo en el sentido en que lo emplea el hablante dominicano en ocasiones especiales.

Algunas personas piensan que estudiar voces que reemplazan los vocablos tenidos por tabúes es solo tarea de indecorosos. Grandes tratadistas del lenguaje al estudiar todos los aspectos de este han tenido que ocuparse del eufemismo como forma cultivada del tabú verbal.

La costumbre de disfrazar con nombres diferentes algunas acciones de la vida han dependido del nivel moralista de las normas sociales; estas han dictado respeto excesivo ante conceptos tabúes. Al contrario, cuando se produce una época de tolerancia social se produce el efecto contrario, se desnudan los actos y se relaja el lenguaje.

Los actos sexuales forman parte de este grupo de tabúes y los nombres tras los cuales se ocultan forman parte de una reacción de delicadeza y decencia. En algunas situaciones los hablantes añaden un rasgo de jocosidad a la voz que encubre el hecho que se evita mencionar.

En otras ocasiones, las formas sustitutivas para la evocación de los conceptos proscritos, puede adoptar una connotación negativa, de censura.

En el caso del verbo del título hay que buscar una idea asociativa del verbo majar con la realización del coito para explicar que se haya tomado ese verbo para sustituir la palabra que se evita. La idea que el hablante se hace es que durante este acto generalmente una persona recurre a movimientos que pueden evocar los golpes o el movimiento que se realiza para aplastar en el verbo majar.

 

MUÑEQUITO

“. . . como dibujaban a los presos en los MUÑQUITOS de antes”.

Los muñequitos modernos, en cuadernillos, son muy diferentes a los de antes. Los personajes han cambiado. Los temas han variado. Todos estos cambios van aparejados con los que experimenta la sociedad.

Las historietas gráficas son conocidas con el nombre muñequitos en República Dominicana. En el español peninsular utilizan el nombre tebeo para denominar la publicación en series de dibujos. En principio esta es una publicación para un público infantil, o por lo menos joven.

Quien escribe estos comentarios confiesa que fue solo después de muchos años de vida fue cuando se enteró de que la palabra muñequito no era conocida para denominar este tipo de publicación en todo el mundo hispanohablante. No hace muchos años aprendió que en España utilizan esa palabra extraña, tebeo, que deriva de TBO nombre de una revista española.

En el habla de los dominicanos existió otra voz para nombrar los dibujos con textos que narraban una historia o un cuento, paquito.

En el español internacional entró la voz cómic del inglés en la edición del Diccionario de la Real Academia en el edición del año 1992. En inglés se había documentado la tira cómica, comics, desde el año 1910. La combinación comic strip apareció en el año 1920 en esa lengua. El anglicismo comics penetró en francés en el año 1948, a pesar de que existe en esa lengua bande dessinée.

Las películas de dibujos animados también se conocen con el nombre muñequitos en República Dominicana, así como en cinco otros países de América. Del mismo modo, los dibujos en una sección de un periódico reciben este nombre.

En algunas situaciones el hablante de español dominicano no se siente conforme con lo que expresa una palabra del español general y exagera el significado de esta usándola en diminutivo, de donde muñequito se usa también para aumentar la falta de carácter de una persona.

 

CABEZOTE

“. . . la institución procedió a presentar querella formal en contra de la empresa propietaria del camión CABEZOTE. . .”

Hay varios cabezotes. Algunos son más conocidos que otros. La intención en esta sección es llegar a la cabezote del español dominicano después de pasar revisión a los otros cabezotes.

El vocablo cabezote que registra el diccionario paradigmático del español internacional es el que se conoce en Cuba, Canarias y Andalucía. La acepción es muy clara, “Piedra sin labrar y de buen tamaño empleada en mampostería”.

Si bien este vocablo no se originó en Cuba, hasta la edición del Diccionario de la Real Academia del año 1970 se reconocía como voz de Cuba y Andalucía. Esto, no obstante que algunos tratadistas de la lengua lo habían recogido con anterioridad a esos años en el habla peninsular.

Ese cabezote llegó muy temprano al habla cubana, pues consta ya en el diccionario de Pichardo de 1836 y en el Diccionario cubano de José Miguel Macías (1885-I-211).

En República Dominicano hay otro cabezote. El cabezote dominicano deriva su nombre del hecho de colocarse a la cabeza. Es un vehículo automotor sobre gomas, con gran capacidad de tracción que se emplea para tirar o arrastrar remolques sobre gomas. Solo en el habla de los dominicanos se llama a esta máquina cabezote.

En otros países de América llaman “cabezal” a este vehículo. Esta denominación también alude al vocablo cabeza.

A pesar de que el cabezote corresponde a la cabina con el motor y los dispositivos de mando, en el habla dominicana denomina también al todo, es decir, esta parte que tira de la plataforma o elemento de carga, así como al conjunto.

Chirola, calabazo, cuchucientos

Por Roberto E. Guzmán

CHIROLA

“… se pasará tres años sin salir de la CHIROLA…”.

Hace muchos años ya que la voz chirola pasó a formar parte del léxico de los dominicanos. Se recuerda que al principio se utilizaba la voz con un matiz de picardía, para sonreír ante la posibilidad de acabar encerrado. Más tarde se la tomó más en serio y dejó de ser una voz para referirse con burla al encierro forzoso.

La secuencia de apariciones en la literatura y en los medios escritos sugieren que la voz chirola hizo su aparición en Puerto Rico. La primera documentación encontrada a este respecto es de 1936; así consta en el Tesoro lexicográfico del español de Puerto Rico.

Al habla de los dominicanos esta voz se sumó bastante temprano, pues ya en el año 1940 M. Patín Maceo la consigna en Americanismos en el lenguaje dominicano. Reconoce este autor en esa obra que chirola es voz vigente en Puerto Rico y en Santo Domingo. Ofrece Patín los sinónimos “chirona, cárcel” para la referida voz.

La velocidad con que se propagó la voz queda confirmada cuando ya en el año 1945 F. Santamaría la recoge en su Diccionario general de americanismos (1942-I-518), para Tabasco, México. La secuencia de los años de estas publicaciones hace pensar que la voz pasó de las Antillas hispanohablantes al continente.

Una vez que penetró en el habla de los centroamericanos era de esperarse que pasara a otras hablas de países adyacentes. En el año 1947 aparece documentada en Panamá El panameño visto a través de su lenguaje (1947:196). En Costa Rica apareció la voz inventariada en el año 2011 en A lo tico costarriqueñismos y otras vainas (2011:94).

Aunque no se ha establecido la posible relación en el origen entre la voz americana chirola y la más antigua chirona, ambas para cárcel, es probable que la americana tenga deuda con la patrimonial que consta en el edición del Diccionario de la lengua española desde el año 1884.

 

CALABAZO

“El higüero es un vegetal de forma ovalada y los campesinos los usan para hacer . . . cucharas y CALABAZOS para cargar agua”.

El progreso económico, unido a los avances industriales determinan la desaparición de algunos objetos y así mismo, eso hacen con algunas palabras que las designan al convertir unos y otras en obsoletos. Con la lectura de la frase anterior puede colegirse lo que se piensa acerca de la palabra del título.

La palabra calabazo casi ha desaparecido del vocabulario activo del hablante dominicano. Un calabazo, el objeto de este nombre, es una rareza en la vida moderna. Subsiste más en la actualidad como artículo de artesanía.

En el español americano hay varios tipos de calabazos. En varios países americanos el calabazo es un tipo de vasija o recipiente.

La palabra calabaza es de origen desconocido; a pesar de esto, existe en los tres romances hispánicos. A través de su historia pasó por diferentes representaciones gráficas, con pequeñas diferencias en su ortografía, algo normal en la evolución de las lenguas.

No puede pretenderse que el calabazo recipiente para líquidos haya tenido su origen en América. Con esta función lo usaban ya los canarios y es probable que de allí pasara a América. La primera documentación americana es de Pichardo quien reconoce el calabazo como instrumento musical conocido también con el nombre de güiro.

El calabazo dominicano, la vasija, se hace de la fruta de la higüera. Se confecciona con el casco seco del fruto de la higuera. Oviedo y Pedro Mártir utilizan el nombre higüero para designar el árbol productor del fruto llamado higüera y advertían estos escritores que no debía de confundirse con higuero o higuera. Lexicografía antillana (1914:305).

El vecino país, Haití, reconoce el recipiente con el nombre kalbas. En esa lengua toman el nombre en tanto sinónimo de recipiente. Es muy probable que a Haití llegara a través del francés calebasse. Los franceses llevaron la voz a África donde una derivación de esta calebassée designa la medida del contenido de una calabaza.

El calabazo americano llegó lejos como puede comprobarse, además de estar presente en ocho países americanos.

 

CUCHUCIENTOS

“Al siguiente recibe en el Palacio a CUCHUCIENTAS gentes”.

El adjetivo cuchucientos, con su correspondiente femenino cuchucientas hace largo tiempo que circula en el habla dominicana. Pero no alcanza a cuchucientos años.

Este adjetivo se utiliza en el habla para mencionar una gran cantidad del sustantivo al que acompaña. Es una cantidad indeterminada que se considera mucha.

Por la forma de expresar la cantidad se colige que siempre viene expresada en plural, será cuchucientos y cuchucientas.

Es oportuno en este lugar introducir otro adjetivo, cuchumil que puede tomarse como una cantidad mayor que cuchucientos, aunque también es indeterminada. Cuchumil se conoce solamente en República Dominicana.

Llama la atención que delante de los dos adjetivos, ciento y mil, se antepone este cuchu- que solo aparece en ellos para adjetivos. Este cuchu- también consta en cuchufleta que se emplea para “cosa insignificante; zapato viejo o deteriorado; persona cuyo nombre no se recuerda”.

Más arriba se consignó que este principio de palabra cuchu- solo se produce delante de estas voces antes enumeradas. La intuición sugiere que este principio de voces imprime un aire festivo a las voces, sobre todo en el de la cuchufleta. En el de las cantidades sugiere un número indeterminado.

Las tres voces que se han mencionado aparecen en otras hablas americanas, no son privativas de los dominicanos.

Número / numerito, enfogonarse, pavita

Por Roberto E. Guzmán

NÚMERO – NUMERITO

“… pero después de un tiempo los participantes vuelven a una rutina y uno se cansa de siempre los mismos NUMERITOS…”.

Hay números y numeritos. Los hay que no llevan cifras en sí. Algunos números aluden a

parecidos con el signo al mencionarlo. Más abajo se escribirá sobre algunos de ellos. Algunos números son internacionales; otros son conocidos en áreas más restringidas.

Hay números dominicanos que no se conocen en otras hablas, ni siquiera en hablas americanas.

Ejemplo de un número dominicano con apellido es el famoso “número quebrado” conocido en lotería. Es el número cuya cifra o cifras centrales son ceros. Esto es, si tiene tres cifras, el cero ocupa el lugar de las decenas, si tiene cuatro, el cero ocupa el lugar de las decenas o las centenas, o ambos a la vez.

El número que se anunció al principio y del cual se adelantó que no es signo es el que significa o puede sustituirse por “posición”. Este número dominicano no se refiere al lugar ordinal en una serie.

El número a que se ha aludido más arriba es el que se hace, ejecuta o efectúa durante el sexo o los instantes que preceden el coito u otras actividades a que se entregan los participantes a este tipo de actividad.

En otras oportunidades se ha resaltado la fecundidad y dinámica de la creación del hablante en materia de sexualidad. Esto es natural si se piensa que la sexualidad ocupa un lugar preponderante en el disfrute de la vida. De la importancia de esta actividad en la vida social puede deducirse que en este aspecto el lenguaje está al servicio del hecho social.

Algo que corre parejo con la práctica sexual es el disfraz con que se arropan los nombres de las posiciones que se adoptan o los nombres que se asignan a las prácticas sexuales. Esta conducta obedece a las normas morales (¿?) que impone un segmento de la sociedad.

Estos “números” o “numeritos” del español dominicano son los nombres que se destinan a enmascarar las actividades sexuales que se practican en la intimidad, casi siempre en pareja.

Algunas de estas voces tienen una connotación festiva, pero otras son para tomarlas muy en serio. Una de que ya casi no se oye mencionar es el otrora famoso salto del tigre. Otra que tuvo su apogeo en fecha más reciente que la anterior es la del gaveteo. De la misma época de la última fue la de la carretilla. Una forma de excitar un hombre a una mujer es dando brocha. Esta locución verbal consta en el Diccionario del español dominicano (2013:107), “Frotar el pene contra los genitales de una persona”.

Hay posiciones internacionales que se reconocen por la referencia al número elegido para mentarla, que tiene relación con la postura que adoptan los involucrados, ejemplo de esto es el famoso sesenta y nueve. Este número denomina el contacto buco genital simultáneo en una pareja. Cuando el hablante pone en palabras las situaciones, hace lo que Julio Cortázar llamaba nombrar para apresar; esto es, aprehender la idea en el acto.

La voz número generalmente refiere a la actividad de lo que se presume de conocimiento general; numerito, a su vez, es aquella que se sale de la rutina a la que se entregan las personas con una buena dosis de creatividad y variedad.

 

ENFOGONARSE

“Más allá de los apagones que han ENFOGONADO a la población pobre. . .”

Con respecto del verbo enfogonarse es fácil deducir que se relaciona estrechamente con la palabra fogón. El fogón es el lugar del calor, de la candela. Los recursos modernos han desplazado el fogón de algunas cocinas, pero la imagen sobrevive con nostalgia en la mente del dominicano.

El verbo enfogonarse tiene relación indirecta con el verbo dominicano descalentarse. Ese verbo dominicano aparece escrito con esa letra ese /s/ trabada entre la primera vocal y la consonante siguiente, pero en el habla cotidiana no se pronuncia, sino que se dice y oye decalentarse. La acepción más socorrida para este verbo es “enojarse mucho”. Como puede observarse por la composición de este verbo dominicano, aquí aparece el calor -calentarse- del fogón.

El verbo del título -enfogonarse- es ponerse como un fogón. Subirle al sujeto la temperatura corporal producto del enojo.

Conforme con los resultados de la búsqueda con relación a este verbo del título este apareció en Puerto Rico antes que en República Dominicana. El Tesoro del español de Puerto Rico documenta el uso en el año 1936. Después de ese año permaneció en el uso y fue recogido en los repertorios de lexicografía puertorriqueña.

Quien escribe estas reflexiones se atreve a expresar que el verbo llegó a conocimiento del hablante de español dominicano con posterioridad al año 1961.  Con anterioridad a esa fecha no se usaba en el habla de los dominicanos el verbo en cuestión. Al caer la dictadura de Trujillo, los viajes de los dominicanos se incrementaron al levantarse las restricciones para conseguir pasaportes. Esto avivó el intercambio entre los dos pueblos antillanos, puertorriqueños y dominicanos. Al calor de ese trato, entre otras cosas, se adoptó esa voz en el léxico dominicano.

La documentación que trae el Diccionario del español dominicano (2013:286) en la literatura dominicana para enfogonarse data del año 2011. Antes de ese año la única mención que se ha encontrado en los diccionarios diferenciales de español dominicano corresponde al Diccionario de dominicanismos (2002:85), donde se asienta que es de uso en Puerto Rico y la acepción asignada es, “Encolerizarse, enfurecerse, enojarse”.

En la hora presente el verbo del título pertenece a las dos hablas mencionadas, pues los dominicanos lo han adoptado como suyo.

 

PAVITA

“… muchos se echan una PAVITA al medio día…”.

El pavo se presume que no debe faltar en la mesa de Navidad de una familia pudiente. Aunque parezca raro, en el pasado en Europa los pobres en la época navideña comían ganso. Luego de la producción industrial del pavo y la congelación de este, el pavo se ha hecho asequible a los presupuestos de muchas familias.

El pavo, el animal, es oriundo de México, por lo que en tiempo pasado se conoció con el nombre de “pavo de Indias”. Estas Indias se refiere adonde llegó Colón en el año 1492. Los españoles llevaron el pavo a Europa en el siglo XVI.

En México se le conoce este animal con el nombre guajolote, nombre que alude a su tamaño y forma. Hay que tener en cuenta que la palabra ha pasado a la lengua moderna para comunicar el mensaje de “tonto, bobo”. Guajolote proviene de huey-xololt. La última palabra significa también “bufón, chistoso”. Diccionario de aztequismos (1978:80).

En inglés se nombró este animal turkey, pues el pavo llegó a Inglaterra en el año 1540 desde Madagascar, vía Turquía. Cincuenta años después de su introducción en Europa ya el pavo formaba parte de las festividades navideñas.

La hembra del pavo es la pava y al animal juvenil se designa pavito, pavita, según su sexo. Hay quienes aseguran que en Cuba y República Dominicana se conoce esta gallinácea con el nombre guanajo. La última palabra en el español de esos dos países significa, dicho de una persona, “tonta, boba”. Al pavo se atribuye ser un animal poco inteligente por la tendencia que manifiesta a huir en pánico cuando se le inquieta.

En el español dominicano el nombre pavo, va, transmite la idea de “adolescente”. El femenino pava se usa también para un sombrero de ala ancha y copa baja hecho de fibra vegetal. La pavita de la cita al principio de esta sección corresponde a “siesta breve”. La pava menciona en el habla dominicana la siesta o sueño breve. “Echar una pavita” es dar una dormidita, echarse a descansar.

El nombre pava ha dado origen a varias locuciones en el español dominicano, “ya la pava no pone donde ponía”, que indica que las cosas han cambiado. “Fuñir la pava”, es molestar o importunar con insistencia. “Echar una pava” es dormitar.

Problemas para usar bien la puntuación en un artículo aparecido en Diario Libre

Por Tobías Rodríguez Molina

 

Emplear acertadamente la coma, el punto, el punto y coma y otros signos de puntuación es algo difícil para escritores de tesis, novelas, cuentos, noticias, artículos y otros escritos. Eso lo constaté en el transcurso del tiempo en que ejercí  mi labor de docente universitario y de corrector de estilo de diferentes tipos de obras.

Y  los desaciertos los he encontrado en textos ya publicados y en otros que he corregido antes de pasar a la imprenta o al computador.

Leyendo un artículo aparecido el 30 de diciembre de 2021 en Diario Libre (página 18), me llamó la atención las veces en  que la autora del mismo debió emplear punto y coma o punto y no lo hizo, al igual que algunas comas que se le escaparon.

Como la mayor parte de los casos problemáticos corresponden a las proposiciones yuxtapuestas, veamos lo que expone WIKIPEDIA sobre ese tipo de oraciones:

“Las oraciones yuxtapuestas son aquellas que están unidas sin nexos, solo por signos de puntuación, como en “Era tarde; nos fuimos.” “Rigoberto lee el periódico. Sigfredo ve la tele.” WIKIPEDIA añade que “Las oraciones yuxtapuestas se distinguen por una entonación descendente que logra un mejor entendimiento.”

Según los teóricos de este tipo de oraciones, son variados los signos de puntuación, los cuales normalmente llevan el punto y coma, los dos puntos y el punto, y a veces la coma, como se puede visualizar en el siguiente ejemplo: “No te detengas por el camino”, le dijo el padre a su hijo.

En mi opinión, la mayor parte de las yuxtapuestas pueden llevar como signos de puntuación o el punto y coma o el punto, tal como lo vimos con los ejemplos anteriores: (“Era tarde; nos fuimos.” “Rigoberto lee el periódico. Sigfredo ve la tele.”

Pasemos a continuación a analizar el artículo de Diario Libre. Para fundamentar mi apreciación con relación a los problemas que se reflejan en el artículo de la autora, iré copiando fragmentos en los que aparecen los desaciertos,  al mismo tiempo que indico la corrección correspondiente a cada fragmento. A continuación pasemos a los fragmentos.

  1. “Las listas de espera se hacen eternas y más largas, esto es un tema del que no se habla mucho en nuestro país.” Fijémonos que entre “largas” y “esto” aparece una coma en vez de un punto y coma -o un punto- por tratarse de dos proposiciones  yuxtapuestas, es decir, que son proposiciones a las que se les ha eliminado un elemento de enlace, que puede ser la “y” coordinante, el “porque” causal, etc. En este primer fragmento, si ponemos “y” antes de esto, palabra que inicia la segunda yuxtapuesta, convertimos las dos proposiciones en coordinadas y no se puede poner ni punto y coma ni punto entre “largas” y “esto”. Permítanme poner un ejemplo de dos proposiciones causales: “Ha faltado varios días a sus clases de piano porque ha estado muy enferma últimamente.” Si  eliminamos la palabra causal “porque”, convertimos las dos proposiciones causales en yuxtapuestas, por lo cual  se escribirá un punto y coma donde estaba “porque”.  Veamos: “Ha faltado varios días a sus clases de piano; ha estado muy enferma últimamente.”
  1. “Los religiosos tienen opiniones encontradas cuando a la hora de hablar sobre trasplantes y donaciones se trata, es por eso que los doctores Fernando Morales Billini, Esther Luna Trinidad, Celia Pérez Minyeti y la licenciada Yulissa Ureña Cabrera prepararon una guía…sobre los puntos de vista de las diferentes religiones acerca del tema.” La autora del artículo (Génesis Mencía) escribió una coma entre “se trata” y “es por eso”. Ella debió haber escrito allí un punto y coma- o un punto como segunda opción- ya que se trata de una relación de yuxtaposición.
  1. Llevar la adecuada orientación a la feligresía, despejando dudas y tabúes, nos permitirá reducir las causas que impactan negativamente al tomar una decisión tan delicada y contribuirá a que muchos  pacientes puedan acceder al trasplante gracias a la solidaridad y altruismo de nuestros ciudadanos” explica del director del Incort, doctor Fernando Morales Billini a través de la guía ya mencionada.” Al terminar la cita textual con la palabra “ciudadanos” hay que escribir una coma antes de “explica”, que inicia la segunda yuxtapuesta,  y otra coma después de “Billini”  por tratarse del final de un inciso o expresión aclaratoria.
  1. “Para los creyentes su fuente consejera para las decisiones que tomen en la vida (dependerá de la religión) es la biblia, el Corán y demás libros religiosos, a pesar del tiempo que tienen, estos manuscritos no tienen pasajes que hablen sobre las donaciones de órganos.” Como se puede observar, entre “libros religiosos” y “a pesar del tiempo” aparece la frontera de dos proposiciones yuxtapuestas, por lo que lo que indican las normas no es el empleo de una coma, sino un punto y coma- o un punto-. Aunque en este escrito que les estoy presentando estoy tratando de los signos de puntuación, no debe pasarse por alto que, así como escribió “Corán” con mayúscula inicial, también debe escribir “Biblia” iniciándola con mayúscula.
  1. “Citan al papa Juan Pablo II en la encíclica Evangelium Vitae quien señala: “La donación de órganos y tejidos se considera un acto de caridad y amor…” Entre “Vitae” y “quien” debe escribirse una coma. Ese “quien” equivale a “el cual” y es un referente de “Juan Pablo II”.
  1. “La Iglesia episcopal en su 70 Convención General recomienda à todos los miembros de esta iglesia a que consideren seriamente la oportunidad de donar órganos después de la muerte…” La expresión “en su 70 Convención General” debe considerarse como un inciso, por lo cual debe escribirse entre dos comas, una de las cuales ira después de “episcopal” y la otra después de “General”.
  1. “En tanto que la iglesia Adventista del Séptimo Día indica que la donación y el trasplante son firmemente fomentados, de acuerdo con los médicos existen hospitales de la religión donde se llevan a cabo trasplantes.” Si nos fijamos bien en este fragmento, constataremos que después de “fomentados” y antes de “de acuerdo con” no debe haber una coma, sino un punto y coma -o un punto como segunda opción-por tratarse, en ese fragmento, de dos proposiciones yuxtapuestas.
  1. “Al contrario, los Testigos de Jehová están en contra de recibir trasplantes de sangre, aunque no tienen oposición a donar órganos o recibirlos, es importante para ellos saber que durante alguna operación no recibirán alguna transfusión o que cuando estén recibiendo algún órgano no tenga sangre de otra persona.” Fijémonos que en medio de “recibirlos” y “es importante” no debe aparecer una coma, sino un punto y coma-o un punto-pues con uno de esos dos signos es con los que se indica que se trata de proposiciones yuxtapuestas. Soy de opinión que debería ponerse una coma  antes de “cuando” y otra después de “órgano” por el valor incidental que envuelve la frase “cuando estén recibiendo algún órgano”.

Es posible que muchos de los que son adictos al uso de la coma en lugar del punto y coma lo hacen así al percibir la estrecha relación existente entre ambas partes yuxtapuestas como si fueran enumeraciones. Pero no se trata de simples enumeraciones, sino de presencia o ausencia de términos o palabras relacionantes. Debe quedar claro que, si hay entre las dos proposiciones términos relacionantes (y, porque…), no  se escribe punto y coma ni punto. Pero, si hay ausencia de algún relacionante, se escribirá punto y coma,  o punto  en forma opcional.

Carajo, tropezón / trompezón, buchú

Por Roberto E. Guzmán

CARAJO

“El muchachito que cuida los autos y la niña que es Julia (o es Luisa) y dice gustar de las canciones de una CARAJA llamada Yuri”.

El vocablo carajo tiene larga historia en la lengua española. Es un vocablo que ha provocado controversias con respecto de su origen; al punto que la conclusión ha terminado con una declaración de “origen incierto”.

Como consecuencia de que el carajo peninsular se perfiló para sostener el sentido de pene, durante largo tiempo los diccionarios evitaron registrar el vocablo. D. Martín alonso recoge el uso en español de esta palabra desde el principios del siglo XV. Cuando entró en la lengua no se escribía con la ortografía actual. Diccionario medieval español (1986-I-621).

El carajo dominicano no coincide con el peninsular en su proyección. Las probabilidades apuntan hacia una introducción en época de la colonia por medio del lenguaje de la marinería en el momento del encuentro de civilizaciones en el siglo XV.

El carajo dominicano se desmarcó del peninsular, pues no se retuvo en el habla de los dominicanos para mencionar el pene. De lo que se supone que fue su origen retuvo algunos rasgos como se verá más adelante en las locuciones que se mencionarán.

En sus funciones de sustantivo carajo sirve para referirse a una persona insignificante, inútil; alguien de quien se evita usar su nombre para rebajarlo aún más. Algo que llama la atención es que tiene un femenino, caraja.

Una locución que llama poderosamente la atención es la sustantiva “carajo a la vela”. Lo destacable en esta locución es que aparece la vela que se presume que alude a la de las embarcaciones. Puede decirse que así se llama a la persona insignificante, inútil; al añadir el “apellido” a la vela se acentúa su futilidad. La persona así llamada era generalmente un “sin oficio”.

Otro aspecto desarrollado por el carajo dominicano es el de la distancia. La locución adjetiva “casa del carajo” indica que se trata de un lugar muy lejano o de difícil acceso.

Otra vertiente por la que se derivó el carajo dominicano es el de la ponderación de una situación o de las cualidades de una persona. Armarse la del carajo es locución que pondera el grado que alcanza una situación que degenera cuando llega al desorden.

No todo lo que toca el carajo dominicano es negativo, pues referido a una persona del carajo destaca que es “muy buena, extraordinaria”. En ese sentido más… que el carajo, referido a una persona o cosa, significa que tiene una cualidad en grado sumo.

Con la enumeración anterior no se agotó la fraseología derivada de carajo. Se presentó una muestra que permite evaluar su importancia en el habla de los dominicanos.

Las vertientes por la que derivaron las locuciones mencionadas con sentidos disímiles son testimonios de la vigencia del carajo. Como ha de suponerse, no todas aparecieron al mismo tiempo, sino que se desarrollaron con el uso.

Naturalmente, carajo, por sí solo se utiliza para reaccionar ante “accidente, contrariedad, contratiempo, disgusto, percance, sorpresa”. En esos casos funciona en tanto exclamación.

 

TROPEZÓNTROMPEZÓN

Cuando no es el fin de la carrera administrativa o la edad de retiro es algún TROPEZÓN político. . .”

En el título se encuentra la muy conocida palabra tropezón que posee sentido propio y figurado. Al lado está la voz trompezón que no es reconocida como descendiente legítima del castellano primigenio. Más abajo se verá porqué existe el trompezón y la razón del apoyo que encontró entre los hablantes.

Hay muchos tropezones. El más conocido es el que da una persona en un obstáculo, andando. Una cosa es impedida porque tropieza en un estorbo. Hay tropezón si se advierte defecto o dificultad en la ejecución de algo. Dos personas tropiezan una con otra cuando se encuentran casualmente. Estos son los más usuales, aunque no son todos.

En un pasado no muy lejano en los predios rurales y entre las personas de menor educación de las ciudades dominicanas se acostumbraba a decir trompezón.

Para que el hablante incurriera en este tipo de error es muy probable que dos motivos influyeran. El primero es el que en español hay otras palabras que comienzan son la sílaba trom-. Ejemplo de esto es trompada, que se usa con mucha frecuencia.

Existe otra razón, esta de índole histórica. El Diccionario de Autoridades (1732) registra en sus páginas, entropezar, entropezado. La variante entropezón la usó Quevedo. La forma trompezar la usó también P. Bartolomé de Las Casas. Existió además el verbo tronpeçar. Diccionario de castellano antiguo (2002:284).

Hay otro tropezón -trompezón- que existió en el habla rústica de los dominicanos. Se aplicaba al embarazo de una mujer fuera del matrimonio o antes de tener pareja conocida y aceptada. Ha de tomarse aquí la prominencia del vientre como el resultado del tropezón. Como el resultado del golpe del tropiezo.

En el habla de los dominicanos hay otro tropezón. Se ha oído de boca de algunos hablantes de esta variedad de español. Con la palabra tropezón se refieren a un escalón, uno solo; que a veces no forma parte de una escalera, generalmente a la entra o acceso de un lugar.

Quizás no haga falta recordarlo, pero se hace. Los cambios y actualizaciones en las lenguas toman más tiempo en llegar a conocimiento de los habitantes del campo; de allí que no debe causar sorpresa que el trompezón haya subsistido más largo tiempo en ese medio que en los centros urbanos.

 

BUCHÚ

“Debemos parar la práctica que cuando un partido pasa por el gobierno se queda BUCHÚ…”

El que está buchú no lo muestra en las mejillas. Aunque tenga grandes cachetes puede que no esté buchú. Para entender qué cosa llaman los dominicanos buchú hay que buscar la explicación en otro sitio y no en la cara.

La voz dominicana tiene una explicación lógica y sencilla. Guarda estrecha relación la voz buchú con la palabra buche del español general. En la lengua española de conocimiento internacional el buche tiene varios significados. La frecuencia del uso ha reducido esta palabra a la de los animales y de las personas. Se soslayarán algunos aspectos del estudio de buche reduciéndolo solo a lo esencial en el habla dominicana para los fines de esta exposición.

El hablante de español dominicano presume que la persona que es buchú tiene las mejillas grandes o las tiene infladas, abultadas. Cuando lleva esta consideración más allá de su terreno propio y se la aplica a una cosa, entiende por ello que es porque ha aumentado el volumen, la cantidad, el contenido.

Si al hablar se aplica a una persona el adjetivo de buchú, al hablarse de su condición financiera, entonces la interpretación obligada es que esa persona es adinerada. No hay que sorprenderse de que se extienda el uso para aplicar el adjetivo a una organización, institución o grupo; en ese caso hay que tomarlo por enriquecida, acaudalada, opulenta.

Como buchú, buchudo, da, desempeña funciones de adjetivo; en el habla descuidada termina siendo en femenino, buchúa.

Se presume que este adjetivo fue incorporado al habla en el habla de los campesinos, pues ellos son quienes “tientan” el buche de las aves al comprarlas para saber si el peso se debe a una sobrealimentación repentina y son solo “buche y plumas”.

El uso de las letras «e» y «x» como marcas de género inclusivo

Por Domingo Caba Ramos

 

«El género masculino, por no ser el marcado, puede abarcar el femenino en ciertos contextos, por lo que puede emplearse para referirse a seres de ambos sexos. Desde un punto de vista lingüístico, no hay razón para pensar que este género gramatical excluye a las mujeres en tales situaciones. SonInnecesarias, pues, las variables de inclusión del doble género como “todos y todas”, “todxs”,“todes” o “tod@s”». (Real Academia Española)

Últimamente se ha puesto de moda el uso de la letra “e” como marca de género inclusivo, lo que ha dado lugar a la creación de nuevas y extrañas variantes morfológicas en  la lengua española que afectan la estructura interna de algunos pronombres  : “elles», “aquelles”,  “nosotres” ,  “todes”,  “míes”, “vosotres”.

Se trata de un recurso creado y promovido en determinados ámbitos (grupos minoritarios pertenecientes a la comunidad LGTB) para aludir a quienes puedan no sentirse identificados con ninguno los dos géneros gramaticales tradicionales (masculino y femenino), es decir, para referirse a personas de género no binario. Con igual propósito se utiliza la letra “x”. Conforme a tales formas de expresión, en lengua no binaria habría que decir:

  1. «Todes nosotres llegamos muy bien. Espero que elles también no hayan tenido problemas»
  1. «Todxsnosotrxs llegamos muy bien. Espero que ellxs también no hayan tenido problemas»

Pero estas construcciones expresivas no solo introducen variaciones formales en los los pronombres, sino también en otras categorías gramaticales, tales como los sustantivos (“hije”, “niñe”, “hermane”, “abuele”), adjetivos (“Bienvenides”, “hermoses”, “buenes”,“contentes”, etc. y artículos o determinantes(“les”, “unes”). Tales variantes originarían, pues, enunciados del tipo: «Les hijes  de mis hermanes son unes muchaches muy estudioses».

El empleo las letras “e” y “x” tiene como finalidad fundamental “visibilizar” a los miembros de esa minoría LGTB), así como los dobletes genéricos del tipo “todos y todas”, promovidos por las líderes feministas, pretenden “visibilizar” o sacar a la mujer del supuesto anonimato en que históricamente la ha mantenido sumida, según el feminismo, la llamada lengua sexista o no inclusiva.

Al respecto, la RAE ha establecido que «El uso de de la letra “e” como supuesta marca de género inclusivo es ajeno a la morfología del español, además de innecesario, pues el masculino gramatical ya cumple esa función como término no marcado…». De igual forma se ha pronunciado acerca de la letra “X”, la que aparte de innecesaria, agrega que es impronunciables.

Como podrá apreciarse, el uso de las letras “e” y “x” como presunta marcas de género inclusivo, impulsado durante los últimos años  por la comunidad LGTB, se constituyeen uno  más de esos inventos léxicos que cual moda lingüística , y  en nombre de la diversidad, tratan de imponer a toda costa determinadas corrientes  o grupos minoritarios.

Novedades o formas expresivas que como el uso del símbolo de la arroba (@)y de los desdoblamientos genéricos(los maestros y las maestras; bienvenidos y bienvenidas; es@sdominican@s; l@s dominican@s, etc.) estimulados por el ala ortodoxa o radical del movimiento feminista hacen que la expresión lingüística se torne confusa, dudosa, pesada, ambigua, redundante, antieconómica, cursi, ridícula y, sobre todo, carente por completo de fluidez y elegancia sintáctica.

Lo que es, lo que fue, lo que son y otros “loqueísmos”

(a los locutores, periodistas y comentaristas dominicanos)

SIEMPRE ES BUENO, AL ESCRIBIR O AL HABLAR, PRESCINDIR DE MULETILLAS, DE PUNTOS DE APOYO INNECESARIOS O SUPERFLUOS (Martín Vivaldi).

Indudablemente tenemos que admitirlo: en el habla dominicana la expresión está de moda.

Con asombrosa frecuencia aparece en boca de locutores, periodistas, comentaristas y hablantes en general.

La expresión, en tanto muletilla, nada significa, nada aclara y nada   agrega al sentido del mensaje que se desea transmitir. En tal virtud, su empleo, por innecesario, hace que la comunicación se torne pesada, machacona, inarmónica o carente de fluidez y elegancia sintáctica.  Su empleo, sin embargo, está muy, pero muy de moda. Y como toda moda, los dominicanos la hemos asumido e incorporado de manera irreflexiva a nuestro léxico activo.

Nuestros comunicadores sociales, a través de la radio y la televisión, se han encargado de canonizarla y multiplicarla, logrando así que a una cantidad bastante representativa de hablantes le resulte casi imposible desprenderse de ella en su cotidiana práctica lingüística. A dicha locución, por carecer de registro y definición académicos, bien podría denominarse “loqueísmo”, asociándola, por analogía, al “queísmo” y “dequeísmo” de que nos hablan los manuales de redacción.

¿Qué se entendería entonces por loqueísmo? 

Llamaríamos así, al uso innecesario, vicioso y repetido de la construcción gramatical “lo que” delante del verbo ser. (“lo que es”, “lo que fue”, “lo que son”…)

Veamos sólo algunos ejemplos, la mayoría de ellos extraídos de programas transmitidos a través de la llamada pantalla chica:

1.- « La policía sigue trabajando arduamente para reducir lo que es el consumo y tráfico de drogas…»

2.- «Ellos solicitaron que se mejore lo que es el servicio energético…»

3.- «Nos estamos quedando muy por debajo de lo que fue la meta establecida…»

4.- «Aquí estamos observando lo que son las diferentes comparsas…»

5.- «Y a continuación pasaremos algunas imágenes de lo que fue el desfile del carnaval de Santiago…»

6.-«Eso afecta mucho lo que es mi dieta balanceada…»


Tache o borre en cada caso la susodicha locución conjuntiva (“lo que es”, “lo que fue”, “lo que son”),y además de convencerse de que allí tal construcción ninguna función gramatical desempeña, apreciará que sin ella la frase se tornará más ágil, fluida y elegante.

¿No será ese archimanoseado “lo que”, una de esas “expresiones chatarra” a las que se refiere la profesora y lingüista mexicana, doña Beatriz Escalante?:

“Un día, sin darnos cuenta– afirma la citada investigadora -, tenemos el cerebro repleto de expresiones chatarra: carentes de lógica, falta de idea, de significado y de intencionalidad, es decir, expresiones poco o nada inteligentes. En un sentido ideal, los comunicadores deberían conocer su idioma y la materia de que hablan; no olvidar su responsabilidad social, pues cada error que comete se repite al infinito»(Curso de Redacción, 2000, Pág. XXIII). 

A propósito del “chatarrismo” expresivo, el principio de economía lingüística recomienda evitar la pesadez, cacofonía o monotonía que se produce cuando se incurre en repeticiones de ideas o palabras tanto al hablar como al escribir. Tales repeticiones, vale recordarlo, sólo tienen validez cuando se persigue imprimirle ritmo o musicalidad al texto poético, o cuando se tiene como propósito enfatizar o aclarar el sentido de lo expresado. De lo contrario, esa idea o esa palabra que se repite, sobra… Y en el uso de la lengua, todo lo que sobra le resta elegancia, belleza, pertinencia y valor semántico al acto comunicativo.

Ortoescritura

Por Rafael Peralta Romero

 

GÜIRO O HIGÜERO, PERO NO CALABAZA

27/11/2021

Similar a como ocurre con la castaña (nuez de cáscara dura, fruto del castaño) y el buempán o pan de fruta (fruto voluminoso, parido por el árbol del pan) se presentan vacilaciones para nombrar el producto del güiro o higüero.

La última palabra es la más empleada en el habla dominicana, seguida de güiro, sin olvidar que algunos hablantes usan el vocablo calabaza para nombrar el mismo elemento.

Veamos lo que sobre /calabaza/ dice el Diccionario de la lengua española: 1. f. calabacera (? planta). 2. f. Fruto de la calabaza, muy vario en su forma, tamaño y color, por lo común grande,   redondo y con multitud de pipas o semillas. 3. f. calabacino. Calabacero, ra. 1. m. y f. Persona que vende calabazas. 2. f. Planta anual de la familia de las cucurbitáceas, con tallos rastreros muy largos y cubiertos de pelo áspero, hojas anchas y lobuladas y flores amarillas. Su fruto es la calabaza.

Calabacino. Tallo rastrero y flores amarillas son dos detalles significativos para no llamar calabaza al higüero. Calabaza es ahuyama.

De Wikipedia, he tomado la siguiente nota: “El término «calabaza» es de origen hispánico y se usa de manera genérica para definir a una gran variedad de frutos de las cucurbitáceas, como los calabacines, los zapallos, los zucchinis, los zapallitos, el ayote, el pipián, la auyama y el butternut”.

Se llama /calabacero/ a la planta que produce calabazas como a la persona que la vende. Pero eso no ocurre en el español dominicano, a no ser los que celebran el “jalogüin”.

 

Al definir la palabra /higüero/, el Diccionario académico solo dice “en República Dominicana: güira (? árbol)”.

En cambio, /güira/ es clasificada como “Voz antillana, forma ant. hibuera, higüera”. Y la define así: “1. f. Ant. Árbol tropical de la familia de las bignoniáceas, de cuatro a cinco metros de altura, con tronco torcido y copa clara. Tiene hojas sentadas, opuestas, grandes y acorazonadas, flores axilares, blanquecinas, de mal olor, fruto globoso o alargado y de diversos tamaños según las subespecies, de corteza dura y blanquecina, llena de pulpa blanca con semillas negras, del cual, serrado en dos partes iguales, hacen los campesinos de América tazas, platos, jofainas, etc”. Es evidente que esta definición corresponde al higüero.

Es importante notar la similitud entre esa definición y la que ofrece el Diccionario del español dominicano para el sustantivo /higüero/.

Hela aquí: “árbol perenne de hasta 5 m de altura con largas ramas extendidas hojas aovadas con el ápice agudo, flores amarillas grandes y fruto de corteza dura”. Lo extraño es que así también define la /higüera/.

Me parece que esta definición debería corresponder a la forma masculina, es decir a higüero, nombre del árbol. En la acepción dos define /higüera/ como una vasija hecha con la cáscara seca del fruto del higüero. Higüeral es un lugar poblado de higüeros.

Calabazo. Recipiente hecho con la fruta del higüero, generalmente para transportar agua. En algunas regiones se llama morro.

El Diccionario del español dominicano llama /güira/, así en femenino, al “Árbol perenne de hasta 5 metros de altura, con largas ramas extendidas, hojas aovadas con ápice agudo, flores amarillas con fruto de corteza dura; se usa en medicina tradicional y su fruto se utiliza para hacer vasijas”. Lo mismo que higüero.

Güiro. En lo que respecta al instrumento musical, distan mucho las definiciones del Diccionario oficial de la lengua (Instrumento musical popular que tiene como caja una calabaza de güiro) y la que se tiene en el español dominicano (instrumento con una serie de ranuras sobre las que se frota un objeto). Aquí esa voz es femenina: güira.

 

14/12/2021

INCONGRUENCIAS APARENTES

Determinada relación entre dos palabras, tanto por el sentido que expresan como por coincidencias gráficas o fónicas, estimula en algunos hablantes la tendencia a buscar orígenes comunes entre esos vocablos. Otros usuarios del idioma, en cambio, consideran que es incongruente que vocablos para ellos con afinidad semántica, no observen esa semejanza en la escritura.

A continuación, les presento cinco pares de palabras que guardan entre sí relaciones de algún tipo y que algunos hablantes les encuentran a una de ellas falsas etimologías: 1-Vaca/becerro, 2-voz/bocina, 3-bandido/vándalo,  4-vocalizar/boca, 5 vasto/bastante, basta.

1-La palabra /vaca/ deriva del latín “vacca”. Es la hembra del toro. En cambio, /becerro, becerra/ se considera de origen desconocido. Se define como “Cría de la vaca hasta que cumple uno o dos años o poco más”.

2-Tengo un amigo que defiende ardorosamente la similitud etimológica entre los términos /voz/ y /bocina/. Mi amigo cree que una palabra deriva de la otra, pero no es así. Veamos: /voz/ procede del latín vox, vocis. Se define: Sonido producido por la vibración de las cuerdas vocales.

Aunque /bocina/ también viene del latín “bucina”, ‘trompeta’, nada la vincula a /voz/, a no ser que la voz se amplifique por medio de la bocina. Tiene ocho acepciones, les presento algunas:

  1. f. Instrumento de forma cónica con el que se refuerza el sonido emitido, muy útil para hablar desde lejos.2. f. En un automóvil y otros vehículos, dispositivo mecánico o electrónico que emite señales acústicas.3. f. cuerno (? instrumento musical).4. f. caracola (? concha que produce un sonido como de trompa). 5. f. En los aparatos telefónicos, parte a la que se aplica la boca al hablar, para recoger la voz.6. f. Pabellón con que se reforzaba el sonido en los gramófonos.8. f. Cuba, Méx. y R. Dom. altavoz.

3-Cándido Martínez, infaltable lector de esta columna, ve, como muchos, que bandido y vándalo son voces sinónimas. Se extraña de que una se escriba con be (b) y la otra con uve (v). La voz /bandido/ es definida en el Diccionario de la lengua española del modo siguiente: 1. m. y f. Malhechor, delincuente.2. m. y f. Persona sin escrúpulos, que engaña o estafa. 3. m. y f. Persona que roba en los despoblados, salteador de caminos. 4. adj. Fugitivo de la justicia proclamado por bando. Se trata del participio del verbo bandir, el cual deriva del italiano “bandire”, ‘proscribir’, ‘desterrar’.

La palabra /vándalo/ procede del latín tardío Vandalus ‘vándalo, persona de un pueblo procedente de Escandinavia’. 1. adj. Dicho de una persona: Que comete acciones propias de gente salvaje y destructiva. U. t. c. s.2. adj. Dicho de una persona: De un pueblo bárbaro de origen germánico oriental procedente de Escandinavia. U. t. c. s.3.adj. Perteneciente o relativo a los vándalos. 4. adj. Perteneciente o relativo al vándalo (? lengua). Léxico vándalo.5. m. Lengua germánica oriental que hablaban los vándalos.

4- La palabra /vocal/ sí que se relaciona con /voz/, pero, aunque la voz salga por la boca, nada tiene que ver una con la otra.  Vocal procede del latín  “vocalis” y significa perteneciente o relativo a la voz. 2. adj. Que se expresa materialmente con la voz, hablando o cantando. De voz deriva el verbo /vocalizar/: Articular con precisión las vocales, consonantes y sílabas de las palabras para hacer plenamente inteligible lo que se habla o se canta. 2. intr. En cuanto a /boca/, del latín “bucca”. 1. f. En una persona o en un animal, abertura anterior del tubo digestivo, situada en la cabeza y que da entrada a la cavidad por donde conecta con el aparato respiratorio.

5- Porque /vasto/ signifique “Dilatado, muy extendido o muy grande”, no hay que esperar que /bastante/ sea de la misma familia de palabras y por tanto deba escribirse con uve (v). ¡Basta con eso! Vasto viene del latín “vastus”. A su vez, del griego, por vía del latín vulgar, llegó al castellano el verbo “bastare”, ‘llevar, sostener un peso’. Bastar es ser suficiente y proporcionado para algo. Abundar.