Musa, de Josanny Moni

Por Alfredo Rafael Hernández‎

“Cuando Zeus hubo ordenado el mundo, los dioses vieron con mudo asombro su magnificencia, que se hizo presente a sus ojos. Finalmente el padre de los dioses les preguntó si notaban la ausencia de algo. Sí, respondieron, falta algo: una voz para alabar las grandes obras y la completa creación con palabras y música. Se necesitaba para eso un nuevo espíritu divino, y por consiguiente los dioses pidieron a Zeus que creara las Musas”

Las Musas, Walter F. Otto

“Me apena la frecuencia con que la gente confunde amabilidad con coquetería”.

Poemario Musa, publicado en la biblioteca Pedro Mir de la UASD el 21 de agosto de 2014, es decir, que se trata de una obra reciente y quizás todavía no haya un movimiento literario en el cual ubicarlo con precisión. Es el producto de la espontaneidad de una joven soñadora que fue capaz de plasmar en versos un voraz incendio que la consumía; algo en ella que la forzaba a expresarse y no podía callar lo que sentía, porque cuando estos asuntos llegan a una mente creadora, si no encuentran un canal de expresión idóneo por donde fluir, sus fulgores calcinan y provocan incendios de magnitudes catastróficas…Y este no es un libro fruto de la improvisación, ser espontáneo no significa improvisar, sino que ya ha sido tocada por las musas y habla en poesía. Le fluye la poesía como a una náyade el agua de su fuente. Primero, ella se hizo poeta. Y hay una consustanciación tal entre ella y su obra, que Musa es ella y ella es Musa; así que nadie se extrañe cuando yo cruce de una dimensión a otra, porque eso es solo apariencia: todo es Musa.

Esta jovencita criada dentro de la moral y ética de una congregación evangélica, es considerada una Sierva de Jesucristo. Una vez tocada por los dioses de la Hélade, desde muy temprano en su vida encontró cómo canalizar sus inquietudes en el activismo cultural, ya actuando u organizando veladas con niñas, o desempeñando diferentes roles dramáticos dirigidos a fortalecer su fe en Dios, cantándole hasta a los árboles, en fin, a la madre naturaleza. Pero llegó una edad, un momento en que como en todo cuanto se reseña en los estudios de la psicología evolutiva, las hormonas y otros ingredientes biológicos, culturales, sociales y su interacción en el ámbito universitario se conjugaron y la llevaron a otros mundos, a otros sueños, si bien dentro de lo idealismos más puros; y desde luego, surgieron otros intereses. Pero sin dejar de exhibir una conducta dentro del margen de los principios éticos en que ha sido formada en el seno de su hogar.  Ese fue el momento de la amorosa gestación y el bendito parto de Musa.

Su platonismo sigue vigente y la verdad que al leer MUSA por primera vez, sentí “un goce” profundo y me situé en aquellos tiempos de adolescente, cuando me enamoraba locamente de alguna joven y todo se esfumaba cierto tiempo después, sin que ella se enterara de nada. Otras veces era una pasión con un ser imaginario creado en mi mente. Los versos y las cartas, quedaron guardados hasta que luego en un programa radial por la emisora del pueblo en esos años, fueron leídos en un espacio intitulado “Versos y Canciones para Ti”, y no he vuelto a saber de esos manuscritos. Pero Josanny fue más valiente que yo y realizó esta publicación.

Musa. Léeme esto y volveré a ti. Dedicado: a ti…Aparentemente este sencillo acto de comunicación contenido en estas frases parecen colocados ahí como un llenar espacios, como un decir algo. Pero no, esas dos frasecitas contienen toda la magia[Entre los griegos había dos tipos diferentes de hechizos: uno diseñado para producir eros (“atrapar” eróticamente a la víctima) y el otro para crear filia (“afecto” o “amistad”)] y este segundo es propio de los grandes creadores desde que Prometeo entregó el fuego a los humanos, y a través de ellas nos incita a leer, a profundizar y bucear en el interior de su alma atormentada, de cuyos jugosos labios brotan tantas perlas y diamantes orales que nos hechizan de verdad; y de sus manos, se desprenden signos gráficos de belleza, que emanan desde el interior de esa, su alma, dándonos la dicha de poder disfrutarlos estéticamente.  Ahí se manifiesta con tenacidad su espíritu inquieto, su sagacidad comunicativa, capaz de penetrar la conciencia de quienes la escuchan o leen; y también puede moverlos a la acción, cualidad esta que solo poseen unos pocos escogidos. Esa sed, si insiste, la llevará a trascender, como ya lo viene haciendo, y un día no lejano tendremos una poeta consagrada en un elevado sitial del parnaso nacional e internacional.

Sobresalir y provocar en los demás emociones vivenciales solo lo hace ese ínfimo grupo de escritores cuya capacidad de comunicación tiene cualidades trascendentes e incluso cualidades de tono y timbre que hacen que sus vibraciones, ya sea en ondas concéntricas o longitudinales, calen el interior de las fibras íntimas de los oyentes o lectores. Estas Camenas de Venus, como Josanny, tienen un don muy especial, porque su personalidad misma es, de hecho, impresionante. Hermosa, simpática, educada y tan atractiva, que no cualquiera la puede asumir como su propia MUSA, sino alguien con cualidades similares. A ese Ángel todo le luce, todo le sale bien…es una real Musa. La teogonía no registra el nacimiento de esta nereida-ninfa que vino sobre un delfín, porque nació en secreto, se la robaron a la mitología griega, la depositaron en una playa de Miches ornada de blancos anturios y príncipes negros para forjar su mestizaje, y se la regalaron a este país impregnado con esencia de azahares; tampoco en la lengua española se ha inventado la palabra adecuada para halagarla, porque todo cuanto hay en el diccionario castellano y cuanto puedo decir, le viene quedando pequeño de tantos miles y miles de empalagosos sinónimos que le vienen repitiendo desde que nació.

Peralta Romero hizo la presentación con un lenguaje bastante equilibrado, sin dejarse llevar de muchas emociones. Y la verdad que no sé qué analgésico consumió antes de hacerlo, porque se trata de un inicio embriagador, con ese erotismo natural que le va definiendo una poesía plenamente romántica y apasionada, con una ternura y pasión tal, que estremece. Él concluye diciendo que la de Josanny Moní, es una poesía para ser disfrutada. Musa tiene un comienzo muy simbólico en: Por las noches: Te vas tan rápido/ Dejándome apenas el recuerdo/Llegas en compañía de la Luna,/Entras sin que nadie te invite/ Te metes en mi vida/ Me hundes en la cama/ Apagas la luz en la mesita de noche/Tu tacto ciego examinando/ Me remueves el alma y el cuerpo.

Si todavía algún incrédulo tiene dudas, veamos los demás títulos: Descuido, Sin razones, Quédate, En el Aire, Antes de dormir, Absurdo, La Llave, Estoy aquí, Tiempos, Moscatel, Una Carta de Amor, Ficción, Una mujer como yo, Enloquecida, Te necesito, Halo, La imaginación, Dilema, Ojalá, A lo lejos, Aquel día, No se olvida, Musa, Ambiguo, Te quedas conmigo, Al verte mi alma, ¿Quién sabe?, Irónico, Adiós. Pero necesitaríamos toda la noche para extraer la esencia que emana de cada uno de ellos, por eso escogimos solo el mínimo posible que la identifique.

Se trata de una mixtura entre poemas y prosa poética y una que otra epístola. Pero es un poemario coherente, que sigue una temática desde el comienzo hasta el final. El tema del Amor adolescente se desarrolla en el mismo con un extraordinario lirismo que extasía al lector y lo convierte en participante del mismo, y quién sabe si hasta en protagonista.

En el segundo poema retrata literariamente lo que ella denomina: Descuido Ya casi es media noche. Te inquieta que/termine la magia sin besar sus labios, sin que sus/cuerpos se hagan uno y hagan real lo imaginario./Temes que acabe la noche y quede todo ahí./Te toco la mejilla, te pregunto si estás bien,/Te distraías unos segundos.

Y así, todo va marcando una secuencia, llena de toda clase de imágenes, y cuantas figuras son imaginables, dentro de un incendio voraz  de palabras precisas, que dicen lo que tienen que decir o insinúan lo que deben insinuar, hasta concluir en una especie de paradoja. Imposible que yo pueda seguir desarropando y desnudando estas intimidades tan ardientes, pues me temo que este espacio se llenaría de chispas y humo, o vendría una tormenta eléctrica a fulminarnos. Al final se desinfla todo y termina casi en una paradójica ironía.

A partir de Aquel día, empieza el final del poemario con unos contrastes, casi retruécanos; dice: Mi venganza no será desprecio, odio ni rencor/ Mi venganza será olvido/Aunque pensándolo bien mejor te perdono/Te perdono con mi olvido.

Y así continúa declinando en Te quedas Conmigo: ¿Cómo decirte adiós?/ Si tú nunca te has ido/ ¿Cómo fingir que no me importas?/ Si me muero por tenerte/ ¿Cómo aceptar tu ausencia?/ Si te siento tan adentro.

Hasta que finalmente llega Adiós: Sí, me voy/ Porque es mejor que vivir ausente/ Que estar amarrada a tu vida sin nudo/ Que guardar una esperanza/ donde ya no existe prado./ Me detengo un segundo y pienso/¿Cómo irme de tu vida si nunca he estado?

Señores, para sentir y vivir esta MUSA no bastan estas ligeras infidelidades que acabo de cometer, hay que leerla. La leí y vean lo que pasó:

Acabo de leer Musa, -le escribí a Josanny. ¡Qué encanto! ¡Cuánta valentía de tu parte! Solo me senté y sudé un poco, porque no pude levantarme a encender el aire, hasta no terminar. Sentí mucha poesía, buena poesía, donde la hay. Volví a los ensueños de mi adolescencia. Sentí el fuego de la pasión desbordada devorando las fantasías-realidades de una niña que sabe soñar y expresarse con propiedad. Ese fuego intenso que el inconsciente y el subconsciente nos permiten convertir en hechos vívidos aunque solo exista en nuestro interior. Ese interior que es nuestro otro yo, donde tienen existencia los deseos, los anhelos, las metas y todos los ciclones y tsunamis que nos atormentan y nos deleitan a la vez. Es que allí es donde vivimos esa otra dimensión de nuestra existencia… especialmente las que no nos atrevemos a llevar al mundo consciente por las hipócritas sociedades que son como víboras que nos devoran, nos digieren y nos excretan.

Esa obra te retrata en un momento de tu existencia. Eres totalmente tú, como eres o cómo quisieras o quisiste ser y no te atreves; porque se nota tu timidez, pese a los recodos graciosos que creas, a las evasiones geniales a que recurres, para desviar la atención que el lector pudiera enfocar en esos fuegos recónditos que te calcinan y envolverte en otro yo, que los demás quizás digieran como el real. Te duplicas y triplicas en muchos yo para esconder tu yo real, tras dejar una impresión, que por la sutil espiritualidad de tu erotismo pudiera crear ilusiones falsas en el otro.

Esa indefinición e inseguridad que exhibes, o que yo capto en ti, no es casual, porque puede ser el producto de muchas represiones o por un divorcio entre lo que te han hecho creer que es la vida, los traumas sufridos y no asimilados, o ante las verdades reales que has encontrado, y lo que sueñas ser en tu Mundo de Alicia.

Serás tan grande como quieras ser, sólo tú te puedes poner límites, igual que metas. Los demás son el infierno, como decía J. P. Sartre. Innegablemente Musa fue un buen comienzo, sigue trillando el camino de la poesía.

Quise hacer un discurso con el sentimiento que me provocó su lectura, y a la altura de Su Majestad Musa Moní, pero con su perdón, como humano me quede muy cortito, ya que el origen del canto y del habla es un don de la divinidad.

Muchas gracias.

Miches, 18 de mayo, mes de las flores, de 2019.

‎ Vertiente física y metafísica en la lírica de Dinápoles Soto Bello

Por Bruno Rosario Candelier

 

El vasto misterio de la noche

se confunde con tu semblante pálido.

(Dinápoles Soto Bello)

 

A Rosario Granados y Jorge Rincón,

cultores de la ciencia que edifica y complementa.

 

Me complace participar en la presentación de la primera obra poética de Dinápoles Soto Bello (1) que, para los que no lo conocen, probablemente sea una sorpresa saber que él, como profesional de la física, asume la metafísica para canalizar su poesía como una forma de creación y una vía de testimonio de sus intuiciones y vivencias, como realmente se puede apreciar en este libro de poemas publicados en Hojas del camino.

Dinápoles Soto Bello tiene la singular dotación de que es el único poeta dominicano que es al mismo tiempo físico y metafísico, y esa es una distinción exclusiva del poeta banilejo, pues no conozco ningún poeta dominicano que sea físico y metafísico a la vez, como es nuestro agraciado amigo. Porque como físico, Soto Bello cultiva el estudio de la naturaleza; y como metafísico aborda el arte de la creación poética, de manera que en su creación hay datos indudables de esa doble vocación de nuestro escritor. Y, además, en su categoría de científico creyente cultiva la espiritualidad, de la que su obra lírica da evidencia con alto sentido de la trascendencia.

Decir que Dinápoles Soto Bello es un físico-metafísico indica que ama la naturaleza, ama la poesía y ama la espiritualidad. Cuando ustedes lean los poemas publicados en este libro se van a dar cuenta de que efectivamente esos atributos están armoniosamente combinados en la creación poética del ilustre banilejo aplatanado en Santiago porque esos atributos forman parte de la sensibilidad y la conciencia de este poeta interiorista. Y esa peculiaridad es determinante en la obra de creación, porque todo el que escribe, se manifiesta a sí mismo, expresa lo que mueve su sensibilidad y canaliza lo que hay en su conciencia; y entonces esas dos vertientes del saber, en las que nuestro poeta funda su creación, como son la física y la metafísica, están presentes en la cosmovisión, la espiritualidad y la creación poética de Dinápoles Soto Bello.

Ya este buen hombre tiene 50 años como docente en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, y cuando me jubilé de esta universidad como profesor, creía que yo era uno de los profesores con más tiempo de ejercicio en esta prestigiosa institución docente porque duré 5 años como estudiante y 35 años como profesor; pero al saber que Dinápoles tiene 50 años como profesor, imagínense ustedes lo que eso significa para nuestro querido poeta, ¡50 años de docencia!, signo de una larga vida y de un singular aporte en este centro académico. Fue en los años sesenta del siglo pasado cuando lo conocí en esta universidad. Él había venido desde Baní, donde nació y se crió; y supe luego que a él le gustaba la poesía. Un día el propio Dinápoles me lo manifestó con cierta alegría y también con cierto temor porque él sentía que ejercía el oficio de poeta de manera marginal en su carrera de científico de la física, y la poesía era una actividad estética, metafísica y simbólica en la que él incursionaba con cierto atrevimiento, aunque con indudables condiciones espirituales. Esa sensación suelen tenerla quien entiende que la poesía es algo “muy especializado”, o que esa vocación es para gente muy inteligente o para alguien altamente dotado para el arte de la creación literaria. Pues bien, yo les digo que no es así. La poesía, como cualquier arte, como la espiritualidad o como la creatividad, es para todo el mundo porque es una manifestación del espíritu y del genio creador que todos llevamos dentro, y el espíritu forma parte de nuestra esencia distintiva. Y recuerdo también que un buen día Dinápoles, sabiendo que a mí me gustaba el cultivo de la espiritualidad, sobre todo a partir del momento en que concebí la creación del Interiorismo como movimiento literario que le prestaba atención a la dimensión espiritual de la trascendencia, él tuvo la gentileza de obsequiarme una obra de Henri Bergson, Introducción a la metafísica, donde el pensador francés aborda la metafísica y, desde luego, la intuición como vía de conocimiento y de creación. Es una obra clave para conocer la intuición, concepto que tiene singular presencia en el ideario estético del Movimiento Interiorista, del que nuestro poeta forma parte (2) y, además, tiene una alta presencia y una enorme significación en el acto de la creación, y ese detalle, el aspecto intuitivo de su creatividad, se manifiesta en el talento creador y en la obra poética de Dinápoles Soto Bello.

De los poemas del libro Hojas del camino (3), me llamó poderosamente la atención el titulado “Tiempo muerto”, en el que hay una frase que retrata de cuerpo entero la sensibilidad y la conciencia de Dinápoles Soto Bello. Oigan lo que describió este agraciado autor en ese hermoso y edificante poema de su inspiración: “Paisaje y conciencia:/dos soledades confundidas/en una sola mansedumbre”.

Pues bien, “paisaje y conciencia” son dos palabras claves para la definición de la cosmovisión y la personalidad física y metafísica de Dinápoles Soto Bello: el concepto implicado en el vocablo “paisaje” se vincula a la física, y la idea que entraña la palabra “conciencia” se asocia a la metafísica. La elección de dichos vocablos fue un acierto intuitivo, lexicológico y literario de parte de nuestro poeta al elegir esas dos palabras. ¿Saben por qué? Porque el concepto “paisaje” alude a la sensorialidad, pues refiere lo que un ambiente refleja, dato que capta el sentido de la vista, que es uno de los cinco sentidos corporales con que contamos para captar la dimensión sensorial de lo existente. La sensorialidad de las cosas tiene que ver con la física porque alude a lo material o a la materialidad de lo existente. Entonces, esa palabra tiene esa representación física respecto a la naturaleza de lo viviente. Y la palabra “conciencia”, al referirse al poder interior de la mente, alude a la espiritualidad, es decir, a la dimensión metafísica y trascendente de la interioridad humana y a los fenómenos invisibles de la realidad intangible. Por consiguiente, esas dos palabras (“paisaje y conciencia”) retratan la vocación física y metafísica de Dinápoles Soto Bello: “Paisaje y conciencia: dos soledades confundidas”, ¿confundidas en qué? (“en una sola mansedumbre”). Entonces esas palabras, claves en la poética de Dinápoles, confluyen “unidas en una sola mansedumbre” y, en tal virtud, tienen una connotación de alta espiritualidad; probablemente el autor no tuvo plena conciencia de lo que estaba diciendo, pero sí tuvo una alta intuición para articular lo que su sensibilidad percibía. Al decir “confundidas en una sola mansedumbre” está aludiendo a la orientación espiritual de los antiguos taoístas chinos, que enfatizaban esa disposición del espíritu humano para aceptar el fluir de lo viviente como en señala mística del Tao, que sugiere no ejercer oposición contra nada, tener una actitud abierta y comprensiva para sentir y percibir el fluir de la naturaleza y adaptarse a lo que suceda en la forma como acontezca: “Confundidas en una sola mansedumbre”. Pero al mismo tiempo esa frase hace pensar en la posición cosmológica de los antiguos pensadores presocráticos, que también hablaban de “mansedumbre” como una forma de enseñarle a la gente que hay que acoplarse al dictado de la naturaleza, que era la vocación suprema de esos contemplativos griegos que fueron, casualmente, los primeros en articular una visión del mundo a través de la naturaleza por cuya contemplación descubrieron las leyes de la naturaleza, que la actual ciencia de la física cuántica ha certificado. Entre esos contemplativos descollaba Heráclito de Éfeso, el primero en el mundo occidental en concebir un concepto clave para interpretar lo que esencialmente somos los seres humanos. Ese concepto lo plasmó en la palabra Logos. Ese pensador presocrático decía que el Logos de la conciencia era la mayor dotación que ha recibido el ser humano, y esa dotación viene directamente de la Divinidad, razón por la cual sostenía que con el Logos encarnamos la clave de una energía sagrada. Esa energía sagrada se manifiesta creadoramente a través de la palabra y de un modo especial a través de la palabra poética. Pero al mismo tiempo, esa “mansedumbre” de la que habla Dinápoles evoca la orientación teológica del Cristianismo porque, ¿no recuerdan ustedes lo que decía Jesús cuando enseñaba que había que ser manso (“manso y humilde de corazón”, leemos en el texto bíblico), expresión con la que hace referencia a mansedumbre del espíritu. Por tanto, el poema de Dinápoles Soto Bello, “Tiempo muerto”, es un poema profundo, luminoso y revelador de una concepción del mundo y de la vida humana centrada en un principio espiritual a la luz de una orientación humanística en la que se conjugan ciencia y arte, vida y trascendencia, materia y espíritu, entrelazados y compenetrados desde el fluir de lo viviente hacia los efluvios de lo divino mismo. En “Tiempo muerto”, nuestro poeta revela la concepción física y metafísica de su conciencia espiritual, las dos anclas en las que ha conducido su existencia en el camino de su vida:

 

Presencia vegetal del silencio.

Ceros absolutos.

Infinito total.

Paisaje y conciencia:

dos soledades confundidas

en una sola mansedumbre.

Mismidades holladas en el instante,

apretadas de vacío,

suspendidas

del punto solo de la realidad inmóvil.

El hombre está ahí

quieto en su espacio fijo

de geometría dormida.

Sus ojos abiertos no son más

que dos absortas circunferencias en exilio…

El tiempo no respira ya.

Cadáver cósmico en la tarde.

 

En esas facetas de la realidad cósmica, figura la vertiente de la física, que alude al mundo de la naturaleza, es decir, a la sensorialidad de lo viviente, a todo lo que acontece en el mundo; y figura también la vertiente de la metafísica, que alude a la espiritualidad y la trascendencia, es decir, a la condición excelsa de la inteligencia de los hombres para sentir la dimensión interior y trascendente de fenómenos y cosas. Eso es lo que concibe y expresa Dinápoles Soto Bello cuando crea esa singular expresión con su intuición poética: “Paisaje y conciencia:/dos soledades confundidas/en una sola mansedumbre”.

Naturalmente, hay que tener talento creador para fundar una visión del mundo y una percepción de fenómenos y cosas desde sus propias intuiciones y vivencias, como lo hace el poeta banilejo radicado en la ciudad del Ya que. En todos los poemas que hay en este poemario, que el autor divide en tres partes, se aprecia el recorrido de su vida desde su juventud hasta la madurez. Y en ese recorrido está el mundo, están plasmadas sus vivencias entrañables y las experiencias que nutrieron su sensibilidad, que forjaron su conciencia y que convirtieron a Dinápoles Soto Bello en un autor que siendo físico es al mismo tiempo metafísico, como lo revela esa compenetración material y espiritual de su ser con el ser del mundo. Justamente, cuando nuestro poeta pone su alma en conexión con el alma de lo viviente experimenta esa comunión entrañable con el mundo y a ratos la emoción se extrapola a su conciencia al experimentar un estremecimiento de fulgores. Se vuelca la sensibilidad del físico entrelazada a su conciencia metafísica; su ser se hace uno con el ser del mundo y se compenetra con la espiritualidad del metafísico que convive en Dinápoles Soto Bello, y entonces la potencia creadora que hay en el poeta se manifiesta a través de la palabra, justamente para testimoniar sus percepciones entrañables, su definida visión del mundo y la hermosa faceta espiritual, que es la expresión más profunda y valedera de su sensibilidad interior. Eso es hermoso apreciarlo en un creador como Dinápoles que despliega ante el mundo todo su ser, que anhela compenetrarse con lo viviente y quiere hacernos sentir justamente lo que él siente entrañablemente: esa vivencia espiritual, ese sentimiento de identificación con lo viviente, y esa luz que le llega de lo Alto y que de algún modo lo ilumina y hace que su talento creador se plasme en cada uno de sus poemas, como confiesa en una suerte de oración y testimonio de un corazón enamorado de lo humano y lo divino, como efectivamente lo manifiesta el poeta en su poema “Ruego”, donde se aprecia la huella mística al modo de Amado Nervo, el acento emocional según el talante de Pablo Neruda y la compenetración interior de un Manuel Valerio:

Perdóname, Señor, por haberla amado tanto,

si a veces por mirarla me olvidé de tus ojos;

si mis versos son pena, si mis penas son llanto,

perdóname, Señor, vengo hacia ti de hinojos…

Yo busco entre tus brazos el sueño del olvido,

y busco en tus palabras la luz de mi esperanza.

Señor de los consuelos: recógeme en tu nido,

y no le digas nunca lo que mi voz no alcanza.

Era como una aurora, casta como una flor;

en su espíritu el mío encontró sus esencias;

acunaban sus ojos un profundo fulgor

¡y en su voz candorosa encontré mis cadencias!

Fue su amor de mi cielo rutilante lucero;

me entregó son sus labios la pasión más sentida,

y llagando sus labios con el fuego primero,

en medio del placer me olvidé de tu herida…

Tú que curas enfermos, la tempestad serenas,

al pecador perdonas, ¡inúndame de luz!

Porque ahora que llevo el peso de mis penas

comprendo lo infinito del peso de tu Cruz…

Dormía en sus cabellos la flor de la leyenda;

eran sus manos pálidas huerto de mi llanto;

mas ahora, ¡oh Cristo!, te la doy como ofrenda.

Perdóname, Señor, por haberla amado tanto.

 

En la creación poética de Dinápoles Soto Bello, como en toda genuina creación, el fondo postula una forma, y ya sabemos no hay forma valedera sin sentido. Toda creación postula una forma de expresión afín a la naturaleza de su contenido. Dios creó el mundo bajo el ordenamiento de unas leyes cósmicas que articulan el fluir de lo viviente en su naturaleza peculiar. Y acopló en las cosas materiales una huella del aliento divino. Hojas del camino no es sino una muestra de esa configuración física y espiritual de lo viviente.

El hombre creó el lenguaje con el que plasma su creación científica y artística, que intuyó en la observación de la realidad o le fue revelada a través de imágenes y símbolos que la palabra formaliza en su expresión estética, científica o simbólica mediante el caudal de conocimientos, intuiciones y vivencias a la luz de las percepciones y las valoraciones de fenómenos y cosas, que la sensibilidad atrapa y la conciencia perfila y revela.

Dinápoles Soto Bello canaliza su vocación física y metafísica en una creación estética y simbólica como es su creación poética para dar con el sentido del mundo y la razón de la existencia humana en una suerte de reflexión del discurrir de lo viviente, como se ve en “Poema del hombre”:

 

Mira a tu alrededor. Contempla los viejos muros,

las calles polvorientas, las multitudes tormentosas

arremolinándose en las orillas de tu silencio…

Mira tu rostro envejecido,

tus manos color tiempo,

tus viejas ilusiones vagabundas

resolverse en estatuas de la nada…

¡Oh humano! Tu pecho se encendió

anhelando lejanos hemisferios,

inaccesibles meridianos

imposibles infinitos…

Tus velas conocieron

todos los puertos de la Tierra;

tu corazón voló,

   Quienes cultivan el arte de las humanidades (poesía, filosofía, mística) les conviene nutrirse de alguna disciplina científica (física, biología, antropología) para canalizar su visión del mundo en su creación estética, metafísica y simbólica. La búsqueda del hombre interior forma parte de las indagaciones metafísicas de Dinápoles Soto Bello, según revela en “Vigilia 3”, donde manifiesta la apelación cósmica de la conciencia ante la majestad del Universo y el esplendor de la Creación, tendencia que canaliza en hermosas y sugerentes imágenes poéticas:

 

Medianoche.

Hora cósmica, imponente,

erigida en tranquila llama vertical

cima del tiempo,

el punto más alto de la noche…

Desde la ventana

respiro las cosas plenamente.

El silencio se resuelve en estrellas

sobre la ciudad dormida,

mientras el espacio avanza

sus estalagmitas flotantes…

Desasimiento cósmico,

completa suspensión de la memoria;

fosforescencia onírica de la materia…

 

El mundo está lleno de cosas, conceptos y palabras. Con el lenguaje expresamos nuestra concepción de la realidad, así como cuanto sentimos y vivimos. Y cuando pensamos, lo hacemos en conceptos o en imágenes, que nuestra creación canaliza mediante el lenguaje. Y esa creación tiene un contenido, una forma y un sentido, dimensiones que manifiestan lo que capta la intuición, lo que atrapa la inspiración o lo que dona la revelación. Y cada autor tiene su manera personal de expresión, por lo cual hablamos de la voz personal, la voz de las cosas o la voz universal. En “Poema del hombre” nuestro poeta reflexiona sobre el proceder en la vida, al tiempo que ausculta su conciencia en pos de la verdad que edifica con la belleza que conmueve:

¡Cuántas veces no escuchaste

el torbellino apasionado de tu sangre!

¡Cuántas veces no sentiste

la rebelión incontenible de tus células,

la rabiosa locura de vivir!

Y nada pudo detenerte…

ni los atávicos principios,

ni los tentáculos sociales,

ni lógicas, ni dogmas…

Te entregaste al ardor,

a la inquietud, al deseo…

Tus ojos se llenaron de barro,

te bebiste la noche de tus sueños

se cubrió tu frente de crepúsculos,

y en la inmensidad de tu nostalgia,

de tu desesperación,

de tus lágrimas,

prismas de soledad

dividieron el tiempo…

 

El poemario Hojas del camino representa el camino de la vida y también el camino de la trascendencia en la visión física y metafísica, lírica y simbólica de este valioso creador interiorista cuya obra celebramos y nos congratulamos con el afortunado autor por todo lo que nuestro poeta expresa, canaliza y sugiere en estos versos consentidos y reveladores de su sensibilidad física y su intuición metafísica que su palabra encarna y revela en las imágenes y símbolos de su luminosa vocación poética.

 

Bruno Rosario Candelier

Presentación de Hojas del camino

Santiago, PUCMM, 10 de mayo de 2019.

 

Notas:

  1. Dinápoles Soto Bello nació en Baní en 1941 y reside en Santiago. Cursó estudios de ingeniería civil en la Universidad Autónoma de Santo Domingo; en el Instituto Tecnológico de Monterrey, México (Licenciatura en Ciencias Físico-Matemáticas, 1966) y en Caen, Francia (Maestría en Ciencia Física, 1970-1972). Y asistió a cursos de perfeccionamiento tanto en nuestro país como en Francia y en Alemania. Ha participado en seminarios, paneles y congresos con charlas y conferencias sobre temas de su especialidad. Es autor de textos para la enseñanza universitaria y ha publicado artículos en revistas nacionales e internacionales. Es miembro de la Academia de Ciencias de la República Dominicana, de la que recibió dos distinciones: Premio Nacional de Ciencias (1992) y Laudatio Académica (2007). Es profesor emérito de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). Ha participado en coloquios poéticos, y poemas suyos se han publicado en el Listín Diario. Es miembro del Grupo literario “Domingo Moreno Jimenes”, del Ateneo Insular en Santiago, bajo la dirección de Bruno Rosario Candelier, creador del Movimiento Interiorista, en cuya antología poética aparece antologado. En la PUCMM impulsó la tendencia de poesía físico-matemática, con estudiantes y profesores cuyas contribuciones se publicaban en la revista Magister de física, matemática y sus aplicaciones.
  2. En la antología poética El Interiorismo: Doctrina estética y creación literaria (Moca, Ateneo Insular, 2001), escribí sobre Dinápoles Soto Bello lo siguiente: “Natural de Baní, reside en Santiago de los Caballeros, donde imparte docencia en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. Ingeniero en física, estudió en México y Francia. Articulista de temas científicos, investigador de las ciencias físicas y matemáticas, brillante expositor, participa también en recitales poéticos y actos literarios. Forma parte del Ateneo Insular a través de su integración al Grupo literario Domingo Moreno Jimenes en la ciudad del Yaque. Su vocación metafísica la canaliza en poesía para dar con el sentido del mundo y de la existencia humana. La búsqueda del hombre interior forma parte de sus indagaciones metafísicas, como se puede apreciar en su producción poética. Miembro de la Academia de Ciencias y del Movimiento Interiorista del Ateneo Insular”.

Dinápoles Soto Bello, Hojas del Camino, Santo Domingo, Amigo del Hogar, 2019.

La lectura con énfasis en los determinantes puede conducirnos a errores

Por Tobías Rodríguez Molina

 

Hace unos días visité la residencia de una de mis hijas y me llamó poderosamente la atención lo que está escrito en un pequeño cuadro que le regalaron. Allí leí la siguiente expresión de puro corte poético: “Florece en medio de tú desierto.”  Oralmente, hace tiempo que escucho a lectores de iglesia y a comunicadores en general leyendo con un énfasis que puede llevar a cualquier escribiente a poner tilde en casos parecidos a ese que aparece en el cuadro obsequiado a mi hija. Eso me inquietaba y tenía la intención, que se avivó el día de esa visita. Por eso estoy elaborando este artículo para que, cuando les toque leer, sigan las pautas de nuestro español.

Con el deseo de que estemos orientados en cuanto a la temática aquí planteada, consulté a Google en lo referente a los determinantes y encontré, entre otras informaciones, lo siguiente: “Los determinantes son palabras que van delante del nombre o sustantivos (sic) y sirven para delimitar el significado general de dicho nombre. Los determinantes concuerdan siempre en género y número con los sustantivos que acompañan.”

En esa definición no se nos dice que los determinantes son átonos, es decir, que no tienen fuerza o acento tónico, lo cual es muy importante saberlo porque los mismos se unen en la pronunciación al nombre al que acompañan, formando casi una sola palabra con una sola sílaba tónica. Veamos estos ejemplos: la casa (=lacasa); los niños  (=losniños). Al contrario, cuando la palabra que aparece delante del nombre o sustantivo se parece al determinante por tener las mismas letras (mi-mí, el-él, tu-tú), pero desempeña diferente función gramatical, como la de ser pronombre, esa palabra sí hay que pronunciarla con un énfasis bien marcado tanto en el aspecto tonal o tónico (y tilde en la escritura),  como en cuanto a la pronunciación separada de la palabra que le sigue. Veamos: “A mí, Señor,  acuden los necesitados.”( a- mí-  Señor- acuden- los- necesitados).

Google nos ofrece, sin embargo, una interesante clasificación con ejemplos bien precisos de los diferentes tipos de los mismos; pero como no entraré en ese aspecto de los determinantes, les sería de gran utilidad darle un vistazo a tan ilustrativa clasificación. A pesar de eso, les adelanto que el artículo determinado (el, la, los, las)  y el indeterminado (un, una, unos, unas) son determinantes.

Ahora bien, ¿a cuáles errores puede llevarnos este fenómeno del énfasis en los determinantes? A mi entender, a cuatro errores: de acentuación, de sentido (o del significado general del texto), de uso de la coma y cambio del modo verbal (del modo indicativo al imperativo) en algunos tipos de construcciones sintácticas.

Entraremos en materia con los siguientes casos:

1 a. Tu Señor atiende mis súplicas. -b. Tú, Señor, atiende mis súplicas.

Si leemos enfatizando el “tu” de la oración a, la podemos convertir en la oración b, y con ello le cambiamos totalmente el sentido a la primera: el Señor ya no es “tu señor”, sino “mi Señor”, y habría que ponerle tilde al “Tu” y, además, una coma antes y otra después de “Señor” al convertirlo en un vocativo, al pasar de “el Señor atiende” (modo indicativo) a “Señor, atiende” (modo imperativo).

2 a. Tu hijo obedece siempre. –b. Tú, hijo, obedece siempre. Lo mismo que sucedió con el ejemplo 1, se producirá con este caso 2. En la oración a, el hijo no es de quien está hablando, mientras que en la oración b, el hijo es de quien está hablando.  Y los demás cambios que se dan,  ya ustedes los pueden constatar sin que yo se los explique. Por esa razón continuaré y les presentaré los  ejemplos que aparecerán a seguidas. Excepcionalmente haré algún breve comentario de algunos de los ejemplos.

3 a. Tu marido atiende las súplicas de los necesitados. – b. Tú, marido, atiende las súplicas de los necesitados.

4 a. Tu Señor acoge nuestras súplicas en todo momento. –b. Tú, Señor, acoge nuestras súplicas en todo momento.

5 a. Tu amiga socorre a los necesitados. –b. Tú, amiga, socorre a los necesitados.

6 a. Tu tía dirige  el rezo del rosario. –b. Tú, tía, dirige el rezo del rosario.

7 a.  El doctor atiende el clamor de los que buscan su auxilio. – b. El, doctor, atiende el clamor de los que buscan su auxilio.

8 a. El padre mío oye las peticiones de los más necesitados. –b. El, padre mío, oye las peticiones de los más  necesitados. (¡Ojo! Con la pronunciación enfática del determinante “el” podemos convertir a mi padre en el “Dios Padre” de la Trinidad divina de los cristianos)

9 a. Yo amo y respeto a los que se dirigen  a mi Señor. –b. Yo amo y respeto a los que se dirigen a mí, Señor. (En este caso se puede cambiar a quién se dirigen las personas, que en el caso b se dirigen a mí y no al Señor)

10 a. Si  usted acude a mi Señor logrará lo  que busca. –b. Si usted acude a mí, señor,  logrará lo que busca.

11 a. El siempre acude a mi amigo en sus necesidades. –b. El siempre acude a mí, amigo, en sus necesidades.

Ya vimos lo inconveniente de leer enfatizando los determinantes por las  confusiones que podemos provocar en el  auditorio u oyentes a los  que les llevamos  nuestras lecturas o exposiciones. Es por ese motivo que, cuando nos toque leer  o dirigirnos a un público cualquiera, debemos guiarnos por la pauta propia del español que nos indica que el determinante se pronuncia formando con el sustantivo una especie de nueva palabra, cuya(s) primera(s) sílaba(s) pertenece(n) al determinante, como podemos visualizarlo en estos dos casos: A mi señor (a miseñor); A este señor (a esteseñor).

Algunas sugerencias a lectores de textos

Por Tobías Rodríguez Molina

Todos los que leemos en público debemos saber que tenemos una responsabilidad, la cual está fundamentada en el compromiso, contraído con aquellos para quienes leemos, de leer sin alterar el sentido que nos transmite el texto. ¿Cuál pudiera ser el problema? Pudiera ser que cambiemos el mensaje contenido en el texto sagrado, expresando todo lo contrario de lo expresado en el mismo;  o que se altere  la receta médica, o el mensaje del político que envía  una orden a un subalterno, como sucedió en una ocasión en que un dictador le dictó a su secretario el castigo que él   quería que se le diera a un contrario político. El le dictó: “Muerte no, cárcel.” Pero el secretario copió: “Muerte, no cárcel.” Se envió la orden y ya saben ustedes lo que pasó.  De ahí la conveniencia de tener en cuenta, cuando leemos, las pautas que a continuación les ofrezco.

_Hay  que tener cuidado y pronunciar la “s” del “nos” pronombre en  frases como la siguiente: “Hoy domingo nos vamos al campo como de costumbre.” Si no se pronuncia la “s” de “nos”,  se da a entender lo contrario de lo que se quería expresar; es decir, se afirma que no iremos al campo en vez de decir que iremos al campo.

_También se debe  prestar atención a la coma que le sigue al “no” en algunos casos como el siguiente: “¿Debemos ir a pasar un fin de semana  con mucha ropa? No, vayan con poca ropa cuando pasen un fin de semana en un hotel.” Si no hacemos la pausa que exige la coma, dejamos dicho que hay que llevar mucha ropa cuando vayamos de fin de semana a un hotel.

_Si se lee un texto bíblico y no tenemos en cuenta la coma, y no hacemos la pausa necesaria, podemos poner el texto sagrado a afirmar lo contrario a lo que es un mandato del  cristianismo. El siguiente texto confirmará lo que acabo de afirmar: “No, amen a sus enemigos.” A los seguidores de la fe cristiana se nos manda amar aun a aquellos que nos hacen daño, que se constituyen en nuestros enemigos. Y al no  hacer la pausa después del “no” dejamos  dicho que solo debemos amar a nuestros amigos. Y se destruiría la Iglesia de Cristo, que nos manda amar al prójimo (bueno o malo, amigo o enemigo) como a nosotros mismos.

_Cuando aparecen seguidos los términos “no nos”, como en el Padrenuestro, personas de un nivel sociocultural mediano o bajo deben prestar  atención para no producir una metátesis al pasar la “s” del pronombre “nos” al adverbio “no”. Esa pronunciación la he escuchado  en varias ocasiones en nuestras ceremonias litúrgicas, al decir algunos “nos no dejes caer en tentación”.

_Muchas personas, incluyendo proclamadores de la palabra (lectores) y monitores, tienen dificultad al leer las palabras israelitas, jesuitas, presbíteros, pues pronuncian “israelista”, “jesuista”, “prebístero”. Así que, mucho cuidado con esas palabras cuando les toque leerlas.

_Bastantes lectores, por desconocimiento de algunas palabras o por no haber practicado la lectura del texto que les toca leer, leen una palabra cambiándola por otra, con lo cual cambian el sentido del texto. Un ejemplo pertinente al caso lo constituyen las palabras “prejuicio” y “perjuicio”. Prejuicio significa “juicio previo (=opinión preconcebida y negativa de algo o de alguien)”, que no debe confundirse con perjuicio, que significa “daño causado a algo o a alguien”.

_Para leer bien un texto, es conveniente practicar varias veces su lectura para que se nos haga familiar su estructura, lo cual facilitará darle la entonación debida, poder realizar las pausas necesarias, saber pronunciar las palabras, especialmente las desconocidas o poco conocidas, cuyo significado debemos indagar, para no confundirlo con otro(s), con lo cual se pudiera cambiar el mensaje que el autor del texto quiere transmitir.  Este aspecto debe tenerse muy en cuenta al tratarse de textos legales o sagrados.

_Será  aún una mejor lectura si el texto se practica en alta voz y que otra persona que sepa leer bien escuche nuestra lectura y nos haga algunas sugerencias si fuere necesario.  Lo buenos lectores suelen poner en práctica este procedimiento.

_Hay que prestar atención al vocativo en la sintaxis del español porque, si no lo reconocemos y eso nos lleva a no hacer la pausa y a no dar la entonación debida, se  puede cambiar, también en ese caso, al mensaje que se quiere transmitir. Para una mayor ilustración, véanse los siguientes ejemplos: “Juan, trabaja fuerte para  acabar temprano.”  En este ejemplo se expresa un mandato o deseo y se está hablando con Juan. “Juan trabaja fuerte para acabar temprano.” En este caso se hace una afirmación y se está dialogando o intercambiando  con otra persona diferente a Juan. Otro ejemplo ilustrativo es este: “Pedro, es mi amigo que quedó de venir hoy.” Aquí alguien dialoga con Pedro y le da a entender  que ese que llegó, como estaba planeado, es un amigo suyo. Si  no se hace la pausa después del vocativo Pedro, el que llegó no fue su amigo, sino Pedro.

Como ustedes ven, son múltiples  los problemas de comprensión que podemos crear en quienes escuchan nuestras lecturas. Por eso debemos tener sumo cuidado al leer  para no  inducir a los que  nos escuchan  a errores de interpretación de los mensajes que les queremos llevar.

 

Barro, barullo, iniciar, rilís, contactar/constatar, poetisa/poeta/*poetiza

Por Roberto E. Guzmán

BARRO

He aquí una palabra que se ha escondido de los lexicógrafos dominicanos. No se la encuentra inventariada en los lexicones del español dominicano.

Este barro es diferente del que caracterizan los diccionarios de español corriente. El Diccionario de la lengua española de la Real Academia define el barro por el color rojizo de este. El barro que se conoció en la época de la juventud de quien esto escribe era más bien de color negro; es más, tenía un punto negro visible y era de mayor tamaño y prominencia que la espinilla cuya cabeza era blanca.

El barro que se menciona aquí era más visible, más notorio que las espinillas de los adolescentes. Podían ser dolorosos, por tanto, se recomendaba dejarlos tranquilos para que no dejaran marcas permanentes en la piel de la persona afectada por estos.

 

BARULLO

El habla dominicana conoce un barullo que se asemeja al que se conoce internacionalmente, pero que tiene una peculiaridad que lo distingue del reconocido en los diccionarios de español general.

El barullo que se ha oído usado en el habla de los dominicanos no es una confusión, mezcla y desorden de gentes.

El barullo dominicano se distingue porque es un ruido que sí puede ser producido por las gentes que se mientan en el barullo de los diccionarios generales. El barullo entonces es más ruido, sensación auditiva que mezcla o desorden de gentes. Hay más aún con respecto a esta bulla, es un ruido confuso que no permite discernir lo que se oye, se dice, o de qué se trata.

Se piensa que debe registrarse este barullo en los diccionarios de español dominicano.

 

INICIAR

“Las informaciones preliminares indican que el incendio INICIÓ alrededor de las. . .”

El verbo iniciar(se) es sinónimo de empezar, comenzar algo. También es instruir o proporcionar un conocimiento a una persona. Por ejemplo, iniciar una persona a otra en una ciencia, arte, religión o práctica, con el valor de enseñar; es decir, le aporta los primeros conocimientos sobre lo que se menciona después.

Referido a una persona, sirve iniciar para introducirla en secretos, admitirla en la práctica de algo.

Este verbo puede actuar como transitivo y como intransitivo pronominal. Esto es, no desempeña las funciones de verbo intransitivo si no es pronominal.

Cuando se trata de expresar un sitio, una hora en que un acontecimiento comienza, principia, debe ser “se inició”, sobre todo si no se conocen las causas. Si alguien enciende, prende fuego a algo, entonces, en ese caso puede decirse o escribirse que ese alguien “inició” el incendio.

Si se desea evitar riesgos de incurrir en error, pueden utilizarse verbos como comenzar, principiar, para comunicar la idea.

 

RILÍS

“. . .como para que le DEN RILÍS a menos que. . .”

Esta locución verbal, “dar rilís” es muy dominicana. La locución no se conoce en otras hablas de Hispanoamérica.

Dar rilís es, “Hacer que alguien salga rápidamente de un lugar”, Diccionario del español dominicano (2013:604). Consta allí con una oportuna documentación tomada de un diario de circulación nacional.

Aparejada con esa locución verbal existe otra que se apoya en la voz “rilís”, es “coger rilís”, que es, “Irse, marcharse rápidamente de un lugar”. En ambas locuciones subyace la idea de abandonar un sitio de modo precipitado.

En la primera acción la hace el agente de modo forzoso y, en la segunda por voluntad propia. Desde hace mucho tiempo se ha pensado que este “rilís” dominicano tiene relación con el release del inglés que en algunas de sus acepciones corresponde con el español “liberar, soltar, despedir, destituir”. Es oportuno que en esta ocasión se reconozca la deuda que tiene el autor de estas reflexiones con el diccionario inglés-español-inglés en línea de la Universidad de Granada que es muy completo y ofrece los mejores ejemplos de uso.

Para “dar rilís” el dominicano diría que es “botar”, echar, a alguien de un lugar, de un puesto o función. En la segunda locución, “coger rilís”, es abandonar un sitio o función, antes de que lo saquen o expulsen.

 

CONTACTAR – CONSTATAR

“Hemos CONTACTADO que sus empleados no saben ni tienen conciencia. . .”

Los dos verbos del epígrafe son muy distintos en su pronunciación y en sus significaciones. No debería dudarse de las diferencias que los distinguen.

El verbo contactar es un verbo de entrada reciente en el ámbito del español de solera. Entró en el sanctasanctórum de la Real Academia en la vigésima edición (1984-I-366) y allí aparecía solo como “establecer contacto o comunicación”. Más tarde se registró la acepción añadiéndole al final de esta, “con alguien”, a lo que ya constaba en ese lexicón.

El verbo constatar hace su entrada en el diccionario oficial de la lengua en la misma edición mencionada antes, solo que consta en la página 365 del mismo volumen, con la nota que procedía del francés constater. La acepción consignada fue, “Comprobar un hecho, establecer su veracidad, dar constancia de él”. Su definición ha permanecido sin cambio en ese diccionario. Junto con el verbo entró el sustantivo constatación.

Basta con leer las acepciones vaciadas más arriba para comprobar cuán alejados están los dos verbos; Por tanto, puede decirse que no hay lugar a emplear uno en lugar de otro.

 

POETISA – POETA – *POETIZA

“Te presentamos 40 POETIZAS que. . .”

Es infortunado que alguien que escribe y tiene opción entre dos palabras para expresar una idea, elija la única que no se aviene con lo que quiere manifestar.

La palabra poeta proviene del griego y llega al español por medio del latín. Esta palabra sirve para mencionar los hombres y las mujeres que componen obras poéticas. Además, es adecuada para referirse a las personas dotadas de gracia o sensibilidad poética.

Cuando se escribe que poeta es conveniente para hombres y mujeres, se deja claro que es nombre masculino y femenino.

Poetisa llegó al español proveniente del francés poétisse, Más tarde en esa lengua apareció el nombre femenino poétesse que reemplazó al que se mentó antes.

La palabra poesía ha servido de base para crear otros vocablos derivados de esta que tienen relación con la creación de poesía, poetizar, que sí lleva la letra zeta /z/; poemario, poemático, ca; poetastro, poético, ca; poetización y poetizar, las dos últimas también con letra zeta /z/.

Es probable que las tres palabras derivadas de poesía o poeta con zeta incluidas, hayan confundido a la persona que trató de ser más delicado que el pétalo de la rosa y esa persona escribió poetiza, que es una conjugación del verbo poetizar.

Algo que quizás no sabe la persona que escribió *poetiza es que muchas mujeres poetas no gustan ser llamadas poetisas, sino que se las reconozcan en tanto poetas, del mismo modo que sus iguales masculinos.

© 2019, Roberto E. Guzmán

Conchoprimesco, que/quien, porqué/porqués, dupla

Por Roberto E. Guzmán

CONCHOPRIMESCO

“. . .todavía impera el concepto CONCHOPRIMESCO. . .”

La palabra que consta destacada en el texto reproducido más arriba es una combinación derivada  de dos palabras, concho y primo. Este concho posee varias acepciones en el español dominicano.

Una acepción que se retiene como puramente dominicana es la de llamar “concho” a un “servicio de transporte colectivo y urbano de pasajeros en coches o motocicletas” Diccionario del español dominicano (2013:208). Por este coche debe entenderse el carro del español americano.

Por extensión se llama “concho” también al carro que se destina al transporte público de pasajeros en un área urbana, Lo anteriormente expuesto equivale a entender que es concho el sistema de transporte, así como el carro que se dedica a ese servicio.

Fuera de ese aspecto específico del transporte, concho es una deformación de otra palabra menos elegante que se utiliza para expresar disgusto, sorpresa o incomodidad, que es el famoso coño que se considera impronunciable en público. Es de este modo una deformación suavizante del vocablo malsonante.

Hay que detener el proceso de entrar en las deformaciones de la “mala palabra” que ha producido el “cónchole, cónchale”, porque sería ir demasiado lejos en una sección que debe ceñirse a lo concerniente a “conchoprimo” y sus palabras derivadas.

Conchoprimo es un personaje que los dominicanos crearon a principios del siglo XX. Es un, “Tipo característico del pueblo insurgente, que resume toda la modalidad de nuestro temperamento impulsivo, levantisco, indisciplinado y heroico. . .” Diccionario de cultura y folklore dominicano (2005:108).

Conchoprimo fue objeto de representaciones en la prensa, D. Jacinto Gimbernard lo representó en dibujos calzando alpargatas, pantalón arremangado, cachimbo en la boca y machete al cinto; además, llevaba sombrero y el famoso fular al cuello.

Los vocablos de la familia de conchoprimo son, “conchoprimesco, conchoprimismo y conchoprimista”. Además, existe la locución sustantiva “tiempos de conchoprimo” para aludir a la época de las revoluciones montoneras.

Conchoprimesco no ha encontrado todavía alguien que lo rescate y lo incorpore a los repertorios de voces dominicanas, quizás porque es de poco uso. Esta voz hay que retenerla como adjetivo para mencionar algo del tipo o género de conchoprimo.

El sufijo -esco cuando se une a sustantivos para formar adjetivos lo hace para imprimir el valor de “propio o característico” del significado del sustantivo. Este sufijo -esco, -esca introduce la significación de “de la manera, o, en el estilo de”; que “se parece a, o, se relaciona con”.

El personaje del criollo dominicano que se unía con facilidad a las aventuras de alzamientos armados pasó al plano internacional cuando entró a formar parte del léxico recogido en el Diccionario de la lengua española que publica la Real Academia de la Lengua Española en la edición del año 2001, página 613. De la misma manera que conchoprimo entró en ese lexicón, también lo hicieron algunas de las palabras derivadas de este.

Hay que celebrar que este personaje quedó atrás, que se superó la época de las montoneras y que para las generaciones recientes este personaje es solo un vago recuerdo de la historia dominicana.

 

QUE – QUIEN

“. . .debe connotar lo establecido en el artículo. . .QUIEN establece. . .”

Quien es pronombre relativo que equivale a “el que, lo que”. En la actualidad este se emplea siempre referido a personas o a entes personificados, nunca a cosa.  El plural del pronombre relativo quien, es quienes, y no lleva acento alguno. No tiene variación en cuanto el género.  Este no necesita de antecedente, y puede encabezar oraciones explicativas y especificativas cuando es precedido de preposición.

Que también es pronombre relativo y en esa función es invariable en cuanto al género y  número, esto es, no tiene plural como lo tiene quien.  Que puede referirse a cosas o personas. Este puede desempeñar otras funciones que ni siquiera se mencionarán aquí.

Se piensa que la forma más sencilla y rápida con respecto a cuando debe usarse uno u otro de los dos pronombres relativos es si se tiene bien claro el papel que realiza el pronombre quien y en cuáles casos se utiliza.

 

PORQUÉ – PORQUÉS

“Cuando los mismos medios se niegan a responder los *PORQUÉ del pueblo. . .”

La persona que redactó la frase que se copió a modo de ejemplo del mal uso de porqué se equivocó al ponerlo en singular a pesar de que de acuerdo con el sentido de lo expuesto en esa misma frase indicaba que debía representarse en plural. Quien eso hizo es probable que así lo hiciera porque ignoraba que este porqué tiene un plural que es “porqués”.

Este “porqué” es un sustantivo masculino que significa “causa o motivo”. El plural de este sustantivo se logra añadiendo una letra ese /s/ al singular, como corresponde conforme con la regla que para esto existe en la lengua española.

La clave para distinguir este porqué sustantivo del otro que es interrogativo, pronombre o adjetivo, “por qué”, es reemplazando el primero por “causa” o “motivo”, Si el reemplazo es posible lo que cabe es el sustantivo en una sola palabra, porqué, que acepta el plural como ya se explicó.

 

DUPLA

“Si los trabajamos como DUPLAS. . .”

En el diccionario oficial de la lengua española no existe pista alguna que pueda arrojar luz sobre este uso de dupla. Hay que recurrir al Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española para hallar alguna orientación con respecto a este tipo de uso.

De acuerdo con el último diccionario, en ocho países de América, dupla se emplea para, “conjunto de dos personas que habitualmente trabajan en equipo”. Entre los ocho países los hay de Centroamérica, del norte y centro de América del Sur, así como del sur de esa parte del continente. Con esa mención se busca explicar que el uso es extendido en cuanto al territorio en que se emplea.

Dupla y dupleta se utilizan en deporte para la combinación que forman dos jugadores “que se complementan muy bien”. Este uso se comprueba en ocho países de un extenso territorio americano. Este “dupleta” no es de uso corriente todavía.

El Diccionario integral del español de Argentina (2008:629) consigna que la palabra del título puede utilizarse para dos personas o cosas que “se complementan bien, especialmente en una actividad o trabajo”. El Diccionario del español de Argentina (2000:249) limitaba la dupla al conjunto de dos personas “que realizan una tarea en colaboración y que generalmente se complementan muy bien”.

La extensión a “cosas” además de personas, comenzó a notarse ya en el Diccionario del habla de los argentinos, de la Academia Argentina de Letras (2008:311), donde puede leerse que dupla en el registro coloquial es el “dúo de personas o cosas que se complementan entre sí”.

No debe ser motivo de sorpresa si en un futuro no muy lejano el lexicón oficial de la lengua común recoge en sus páginas la voz sometida a estudio en esta sección.

© 2019, Roberto E. Guzmán

Desaciertos de algunos comentaristas y otros en televisión

Por Tobías Rodríguez Molina

La mayoría de los textos que les voy a presentar en este artículo han sido producidos por veteranos comunicadores de las dos ciudades más grandes y de mayor peso cultural de República Dominicana, como son Santiago y Santo Domingo, la ciudad capital. Por eso se podría deducir que los comentaristas de las demás ciudades y poblaciones de nuestro país  cometerán semejantes o mayores desaciertos que esos santiagueros y capitalinos. Pasemos a observar los variados desaciertos de nuestros afamados trabajadores de nuestra televisión, de los cuales, por razones obvias, me reservo nombres y otros datos, pues no busco más que la mejoría de los  que hablamos y escribimos  nuestro español, especialmente en nuestro país.

Un comentarista de un canal de la capital dijo: “Yo no sabía que me iban a tributar una ovación de pies.”  (Comentarista deportivo de Grandes Ligas, Canal 15). “De pie” es una frase adverbial que nuestra lengua española registra sin “s”. Por esa razón no podemos decir “de pies”.

El director y dueño de un programa televisivo, al finalizar su programa,  se expresó del siguiente modo: “Le deseamos a todos un sueño reparador…” (Canal 9, Santo Domingo). Aquí se registra un desacierto en el empleo de la variante de la  tercera persona gramatical de objeto indirecto (él, ella, usted), que cuando el referente o receptor del daño o provecho es singular,  usamos “le” y  si es plural, tenemos que usar “les”. Por eso ese comunicador debió decir: “Les deseamos a todos un sueño reparador…”, ya que el referente “a todos” es plural.

Ese  comunicador, en ese mismo programa, manifestó que “Uno de los sectores que más le ha impactado ese acontecimiento…” En este texto encontramos un “desalosqueísmo”, ya que usó “que” debiendo haber usado “a los que”.  Además, repitió el desacierto de emplear “le” en vez de “les”. Debemos informarles que ese desacierto es algo ya generalizado en nuestros usuarios del español, como ya he  expresado en otros de mis artículos.

Viendo un programa de televisión en Santiago, escuchamos a un  comunicador del área deportiva y con gran fluidez y capacidad comunicativa, cuando expresó lo siguiente: “Hemos visto con la confianza que él se enfrenta a las situaciones.”  (En un  canal de Santiago, durante un juego de nuestro béisbol.). Estamos en ese caso frente al “traslaconqueísmo” , consistente en  separar el relativo “con que (o “con la que”) que debe aparecer con las palabras que lo componen juntas.  Debió, por lo tanto, haber dicho: “Hemos visto la confianza con que (o “con la que”) él se enfrenta a las situaciones.

Otro veterano comunicador santiaguero, leyendo una promoción, se expresó así: “Berlitz con inscripciones abiertas permanente…” (En un  canal de Santiago). Debió emplear el adverbio  “permanentemente” o la frase adverbial “de forma permanente”.

En un canal de Santiago, escuchamos esta expresión: “El tema es de que concentramos los gastos en cosas que se vean.” (Comunicador en un programa de noticias).  Esa frase “de que” representa el “dequeísmo”, un uso que hace un tiempo era más propio de los venezolanos que de los dominicanos pero ya lo estamos adoptando como nuestro.

Una comunicadora de la capital, de un elevado nivel expresivo, dijo que “Dos hechos se dieron por separados…” (En un canal de Santo Domingo) De nuevo aparece una expresión adverbial  “por separado”, a la que la comunicadora  puso a concordar, aparentemente, con “hechos” y no puede darse esa  concordancia, ya que “por separado” es una frase adverbial que el español registra sin “s” y, por lo tanto, no es un adjetivo.

Un renombrado y veterano comunicador capitaleño se expresó del siguiente modo: “Con la impunidad que ellos actúan es un  peligro para mí…”De nuevo nos encontramos con el “traslaconqueísmo” por la separación de los elementos que constituyen el relativo “con que (o “con la que”) en la  expresión “La impunidad con que (o con la que) ellos actúan es u n peligro para mí…”

Y alguien de la capital dominicana, con un programa de gran audiencia, cometió el desacierto que tiene que ver con el quebrantamiento de la concordancia al emplear en plural el verbo hacer impersonal, al decir “Hacen dos años que mi programa  es rentable.” (Comunicador en una entrevista que le hicieron). Debió expresar “Hace dos años que mi programa es rentable.”

Otra comunicadora, apreciada como  eficiente  y de expresión fluida,  afirmó que “Estamos muy feliz por tu regreso.” (Comunicadora de un canal de Santo Domingo). No se imagina uno la razón por la que esa competente persona no supo expresar en plural el predicativo (o adjetivo) “feliz”, el cual concuerda con el pronombre sobreentendido “nosotros” pues el verbo “Estamos” indica que se trata de la primera persona gramatical plural, por lo que debió expresar “Estamos muy felices por tu regreso.”

Un renombrado comunicador capitaleño expresó lo siguiente: “No le interesa a los miembros del Comité Político del PLD  lo que le suceda a los dominicanos.” (En un canal de la capital).  Dos desaciertos semejantes están presentes en lo que dijo ese comunicador.  Es el empleo de “le” en vez de “les” por la concordancia plural, ya que los referentes “a los miembros  del Comité Político del PLD”  y  “a los dominicanos” son plurales que exigen, por esa razón,  plural para las variantes del pronombre, que deben ser “les” en ambos casos. Ese comunicador debió expresar: “No les interesa a los miembros del Comité Político del PLD lo que les suceda a los dominicanos.”

A un dirigente político, profesional del derecho y comunicador de Santiago se le escuchó decir: “Ojalá y los políticos entiendan la importancia de la honestidad…” (En un canal de Santiago). En ese texto aparece reflejado el “ydesqueísmo  porque, en vez de expresar “Ojalá que los políticos entiendan la importancia de la honestidad…”, él ha empleado una “y”, es decir,  no puso el “que” iniciador de una proposición de objeto directo y en su lugar empleó la “y”que, de acuerdo con la sintaxis del español, no tiene que aparecer en ese tipo de construcción.

Otro veterano comunicador de un canal de la capital reitera  su ultracorrección al expresar que “Esto va ja seguir ventilándose…” (En un programa de noticias y comentarios). La ultracorrección la encontramos  en “Esto va ja seguir…” al aspirar una “s” inexistente en el verbo “va”, que corresponde a la tercera persona del singular del presente de indicativo que no lleva “s” en su terminación, como sí la lleva la segunda persona “vas”.

La anteriormente catalogada por nosotros de eficiente y de fluida expresión,   en otra ocasión faltó a la concordancia al emplear “le” en lugar de “les”. Observemos el desacierto cometido: “Eso le permite a ustedes estar bien informados”.  La variante del pronombre debe concordar con “a ustedes”, que es un plural y por eso debió  decir:   “Eso les permite a ustedes estar bien informados.”

Esa misma comunicadora de la capital elaboró la siguiente expresión: “Si quiere saber por la forma que llegó a Marte…” En esta ocasión cometió el desacierto del “traslaporqueísmo” al variar el orden sintáctico propio del español, pues debió seguir el siguiente orden de colocación: “Si quiere saber la forma por que (o por la cual) llegó a Marte…” Ahora bien, sería una  mejor  construcción sintáctica del español decir: “Si quiere saber la forma como llegó a Marte…”

Un competente y bien preparado comunicador de Santiago dijo  en su programa lo siguiente: “…en su colugna leemos…” A ese trabajador de la prensa televisiva, muy preocupado por usar con corrección su lengua española, se le escapó ese poco frecuente desacierto de decir “colugna” en vez de “columna”.

La mayor parte de los  ejemplos que les he presentado se reiteran una y otra vez en muchos de nuestros comunicadores. Sería deseable que todos los que  tenemos la misión de informar a los demás, pongamos  un mayor empeño en  usar  nuestra lengua española de la forma  más adecuada.

 

 

 

 

 

 

 

 

Temas idiomáticos

Por María José Rincón

MÁS HERRAMIENTAS

30 / 04 / 2019

El Nuevo diccionario histórico del español sigue hacia adelante, y buena falta que nos hace. Estas grandes empresas lexicográficas, por su envergadura y por su duración, sufren muchos avatares en su desarrollo. Justo es reconocer, por tanto, a la Fundación San Millán y a Inditex, quienes con su colaboración y apoyo ayudan a que den sus frutos, de los que después todos disfrutamos.

Este Nuevo diccionario histórico del español aprovecha las nuevas tecnologías puestas al servicio de la labor lexicográfica; también para la difusión de los resultados. El formato electrónico en el que está concebido brinda la oportunidad de ir actualizando sus contenidos conforme avanzan los trabajos y permite que los usuarios podamos consultarlos en línea. La última actualización, que se acaba de anunciar, nos permite la consulta de más de mil nuevos artículos relacionados con las familias de palabras que designan órganos y partes del cuerpo, enfermedades, animales, armas bélicas, indumentaria, instrumentos y máquinas. Esta organización de la redacción del diccionario por grupos de palabras relacionadas tiene también mucho que ver con la superación del diccionario tradicional en formato papel.

No solo hay palabras nuevas; también se modifican y se enriquecen algunas de las ya incluidas (143 exactamente), y es que un diccionario, y aún más si es histórico, debe estar en permanente revisión. Las academias de la lengua española en todo el mundo, también la nuestra, la Academia Dominicana de la Lengua, han contribuido en estas revisiones.

El NDHE es una herramienta imprescindible para los filólogos, pero también para los hablantes interesados en la historia de las palabras, en cómo han evolucionado, han crecido o han menguado, han generado nuevas palabras o han sido olvidadas definitivamente. Bien merece que nos acerquemos a conocerlo.

UNA HISTORIA CON SECRETO

07 / 05 / 2019

Los diccionarios están para usarlos y, puesto que los hablantes de español ya tenemos a nuestra disposición muchas entradas del Nuevo diccionario histórico del español, les aconsejo que prueben a familiarizarse con su uso. Para ejemplificar la forma en que podemos aprovechar toda la información que nos ofrece busquemos una palabra.

En primer lugar, localice con su buscador de Internet preferido la página del Nuevo diccionario histórico de la lengua española (www.web.frl.es). Una vez en la página, escriba en el cuadro de búsquedas la palabra deseada. Yo he elegido añafil y, si la consulta, comprenderá que no ha sido al azar. En cualquier caso, recuerde que, aunque ya está avanzado, todavía no están todas las palabras que nos gustarían.

Una vez localizada la entrada podrá ver en el margen derecho una relación de las palabras ya incluidas que están relacionadas con la que hemos buscado; en nuestro caso, una familia corta: añafil y añafilero. Además encontrará las variantes gráficas de la palabra que se han podido documentar a lo largo de la historia: añafilanafilannafilanyafilañafyl. Así sabrá reconocerla siempre que se la encuentre, con independencia de la antigüedad del texto en el que la lea. En el apartado dedicado a la etimología, encontrará datos sobre su lengua y significado de origen.

El primer párrafo detalla la historia de la palabra, desde su primera documentación en los textos; en ella podemos conocer cómo se ha ampliado su significado y cómo se ha difundido o variado en distintas regiones de habla española. Si se atreve y consulta el diccionario, conocerá la razón de la elección de esta palabra en concreto. No desvelemos el secreto hasta la próxima semana.

 

PECAR DE ORGULLO

14 / 05 / 2019

Los lectores que hayan aceptado mi propuesta y se hayan aventurado a la consulta en línea del Nuevo diccionario histórico del español ya habrán descubierto el porqué de mi elección de la palabra añafil para ejemplificar la consulta. Ya les dije que no era azarosa. Es esta entrada una de las primeras en las que podemos encontrar los frutos de la colaboración de la Academia Dominicana de la Lengua en los trabajos de redacción de esta obra monumental.

Por el resumen de la historia de la palabra sabemos que se documenta por primera vez en uno de los manuscritos del Libro de Alexandre en el año 1250 con la acepción de ‘instrumento musical de viento parecido a la trompeta, pero recto y largo’. Con el andar de los años también se usa para denominar a la ‘persona que toca el añafil’, acepción que está documentada desde 1595 y que supera en aceptación al derivado añafilero hasta el siglo XX.

Y aquí empieza nuestra parte. El NDHE registra cómo en la República Dominicana se documenta con la acepción ‘cosa inútil o de escaso valor’ desde 1930, en el Diccionario de criollismos de Rafael Brito, nuestro primer diccionario dialectal. También da cuenta de que la palabra ha desarrollado la acepción ‘pliegues del ano’, de uso vulgar, popular y coloquial, para la que aporta como fuente nuestro Diccionario del español dominicano.

Y permítanme pecar de orgullo, un orgullo que me gustaría que fuera compartido. No se hacen una idea de lo que significa para una lexicógrafa consultar una obra histórica para nuestra lengua, histórica en varios sentidos, y encontrar su pequeño aporte, pequeño como un granito de arena, para el conocimiento de nuestras palabras, de aquí, de allá, de todos.

 

21/5/2019

NO SE LLEVEN DEL GUSTO

Aunque ya hemos recordado que las normas ortográficas académicas han eliminado algunas tildes diacríticas poco coherentes, como la del adverbio solo o la de los pronombres demostrativos, conviene recordar que la supresión de estas tildes se ha quedado ahí. Los monosílabos que la llevaban la siguen llevando. Y es que en ellos la tilde diacrítica continúa cumpliendo su función: distinguir un monosílabo átono (que no pronunciamos con intensidad en el habla) de uno tónico (al que sí dotamos de relieve en la pronunciación). No está de más repasarlos en un par de Eñes como colofón a esta serie dedicada a unas novedades ortográficas que ya van sumando años, pero que todavía no hemos asumido del todo.

Los pronombres personales él y  son tónicos y por esta condición deben llevar una tilde que los distinga de sus pares átonos: el (artículo determinado), mi y tu (adjetivo posesivo).

El pronombre reflexivo  comparte su forma y su tilde diacrítica con el adverbio de afirmación  en contraste con las formas átonas de si (conjunción condicional o nombre de la séptima nota de la escala musical). Hagamos un inciso necesario para recordar que el pronombre personal ti no lleva tilde. Sin duda es tónico, pero no existe ningún otro ti del que tenga que distinguirse.

En cambio, el pronombre personal te es átono y la ausencia de tilde lo distingue del sustantivo tónico  (infusión cuyo nombre es un préstamo procedente del chino te).

No se deje llevar del gusto, ni por exceso ni por defecto; coloque las tildes donde son necesarias y solo cuando son necesarias.

Ortoescritura

Por Rafael Peralta Romero

 

14-4-19

¿DEBE MARCARSE  EL ACENTO A LOS ACRÓNIMOS?

El joven periodista Neulyn González,  recién iniciado,  muestra un interés por los asuntos del lenguaje que no es común  en otros profesionales de este tiempo, aun entre los que se dedican o quieren dedicarse a una actividad –la comunicación- cuyo instrumento de trabajo es el idioma.

El acucioso redactor del diario Hoy ha preguntado a esta columna si a  los acrónimos se les marca o no el acento. El tema resulta  muy pertinente. Acrónimo  es un vocablo formado por la unión de elementos de dos o más palabras, constituido por el principio de la primera y el final de la última. Ejemplo: motel (motor + hotel); Inespre (Instituto de Estabilización de Precios).

También se forma a partir de siglas, con las que se origina un vocablo que puede pronunciarse como una palabra: sida (síndrome de inmuno deficiencia adquirida).Similar caso es el vocablo Unesco, de la sigla en inglés de Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Tanto “sida” como “Inespre” y “Unesco” son voces llanas  terminadas en vocal y de acuerdo a las reglas de  nuestro idioma no llevan  tilde.

La nomenclatura gremial, caso dominicano,  ofrece diversidad  de ejemplos de palabras formadas  por la fusión de los componentes de un nombre pluriverbal: Sitracode, Sitramiches, Conatra (Confederación Nacional de Organizaciones del Transporte) Fenatrano (Federación Nacional de Transporte Nueva Opción), Asodemu. Todos estos acrónimos  han originado una palabra llana terminada en vocal, a la que no le marca el acento. Tampoco se tilda  Faprouasd, por ser una voz aguda terminada en la consonante “d”.

Diferente ha de pasar con los acrónimos  que terminen en vocal acentuada: Amaprosán (Asociación de Mayoristas de Provisiones de Santiago), Astrapú (Asociación de Transporte Público), Unachosín (Unión Nacional de Choferes Sindicalizados Independientes). Se acentúan como agudas terminadas en –n y en vocal.

De acuerdo a su terminación, y el tono en que se pronuncian, requieren la marca gráfica del acento los acrónimos: bonogás, Tropigás y todos los formados con el vocablo gas al final. Por igual los acrónimos de Industrias Banilejas: Indubán, y de Central Nacional Movimiento Choferil del Transporte,  Mochotrán.

Ortografía

 

La Ortografía de la lengua española, publicación oficial de la Rae y las demás academias de la lengua, señala al respecto lo siguiente:

“En los acrónimos, el acento prosódico  suele recaer en la sílaba que cumple con el patrón mayoritario en español para palabras con esa misma configuración…; no obstante, en aquellos que se han incorporado desde otra lengua puede influir también la acentuación etimológica,  como se ve en láser, voz llana conforme a su pronunciación en inglés, a pesar de que la mayoría de las palabras españolas terminadas en –er son agudas”. (pág. 581).

Del inglés hemos recibido también los acrónimos: cedé (CD, disco compacto), cederrón (CD-ROM, disco para lectura), devedé (DVD, disco con imagen), emepetrés (MP3), elepé (LP, disco de larga duración).

Por  pura gramática española llevan tilde los acrónimos: oenegé (ONG, organización no gubernamental), Indocafé (Instituto Dominicano del Café).

Por el contrario, el  acrónimo  radar (Del inglés radio detecting and ranging,  detección y localización por radio)  no precisa marca de acento porque en español es palabra aguda terminada en consonante diferente de –n y de –r.

La sigla de Organización del Tratado del Atlántico Norte se acomoda al patrón silábico del español y se pronuncia como una palabra: OTAN, unos la pronuncian Otan (como llana)  y otros Otán (como aguda). Los acrónimos escritos en mayúsculas no requieren tilde.

Los acrónimos lexicalizados (funcionan como una palabra) sí llevan tilde, conforme a las reglas del español. Para  más información, consulte a Fundéu (Fundación del Español Urgente).

14-4-19

 

NO DESPERDICIE LAS PALABRAS

La economía verbal  es una condición del buen uso del idioma y no es competencia exclusiva de periodistas y escritores. Es cuestión de todos los hablantes, pero obviamente, a mayor nivel de educación, mayor compromiso  con el empleo adecuado de nuestro idioma.

Vamos a comentar unas locuciones, de uso frecuente, y que la actitud que se tome con éstas  implica hacer buen o mal uso del idioma. Se trata de expresiones que por repetidas no escapan de considerarse viciosas. Tampoco dejan de serlo por el nivel social y cultural del hablante que las emplea. Veamos algunos ejemplos.

  1. De forma y manera. Forma y manera son palabras afines, no es necesario,por tanto, usarlas al mismo tiempo. Algunas personas al hablar en público suelen emplear tal locución adverbial  a modo de conclusión de su discurso: «De forma y manera que en lo adelante hagamos las cosas de este modo». Basta con decir: De  manera que estas son mis recomendaciones. O también: Lo encontré de  forma
  2. b) Nada más y nada menos. No siempre que se usa esta expresión se justifican los adverbios. Quien quiera destacar la presencia de alguien en un lugar o una actividad, está bien que lo anuncie con un «Nada menos que…». (Nos acompaña nada menos que el director) Ahora, si usted quiere ser preciso en cuanto a la valoración de un sujeto, emplee el «Nada más…» (Es nada más que un gacetillero).
  3. c) Vuelvo y lo repito. Es expresión muy empleada en la enseñanza. Pero profesores y profesoras, y quienes los imiten en eso, deberán recordar que con decir «Repito…» ha dicho «lo hago de nuevo». (Repito la explicación) (Repito para los que no estaban atendiendo).
  4. d) Resulta y viene a ser. Es frase cómoda para enlazar elementos en el discurso narrativo, pero ¿para qué usar «viene a ser» si ya empleamos «resulta…»? Ahorre palabras. Pero es lícito emplear “viene a ser” ( Resulta que ahora Roberto es un héroe) (Eso viene a ser un robo).
  5. e) Mas sin embargo. Muchos creen que la conjunción adversativa «mas» (sin tilde) no puede valerse por sí misma y la recuestan de otra conjunción, «sin embargo», pero cada una puede andar sola. Lo mismo que si fuera «pero…» que tampoco requiere de «sin embargo» para expresar «adversidad». (Dice que me quiere, mas no lo demuestra) (Dice que me quiere, sin embargo no lo demuestra).
  6. f) Yo tengo un amigo mío. ¿Lo ha oído? Hay a quien no le basta con decir «Yo tengo un amigo que es escritor» o «Un amigo mío es escritor”.
  7. g) Hace diez años atrás. La usan hasta escritores y líderes políticos. Pero ¿para qué ese «atrás»? Si la forma verbal «hace», en pasado, indica que ya pasó y por tanto ese tiempo está “atrás”.
  8. h) Vuelve y comienza. Para nada es necesario el «vuelve» si como quiera se tomará el comienzo de la actividad que se había intentado, como por ejemplo, cuando un estudiante lee algo en clase, lo hace mal y el profesor le pide que lo haga de nuevo con el «vuelve y comienza». Bastará con «comienza…».
  9. i) Te llamo para atrás. Qué horror, gente considerada estudiada de “llamar para atrás”. Bastará con decir “te llamo”, “dígale que yo lo llamo” (y hasta el yo sobra).

No tema usted a ahorrar palabras, el ahorro es bueno.

Informe lexicográfico a la RAE

(ENVÍO 5, 10 DE MAYO DE 2019)

 

Sobre el Diccionario de la lengua española

 

afro-.elem. compos. Significa ‘africano’. Afroasiático, afroeuropeo.

 

 

aliteración. … f.Ret. Repetición de sonidos en un verso o un enunciado con fines expresivos, como en un no sé qué que queda balbuciendo, del Cántico espiritual de san Juan de la Cruz.

aliteración. … f.[Enmienda de acepción]. Ret.Repetición de sonidos en un verso o un enunciado con fines expresivos, como en un no sé qué que quedan balbuciendo.

 

 

antimarxismo.[Adición de artículo]. m.Actitud y tendencia contraria al marxismo.

afro-. … elem. compos.[Enmienda de acepción]. Significa ‘africano’, en especial ‘del África negra’. Afroamericano.

 

aliteración. … f.[Enmienda de acepción]. Ret.     Repetición de sonidos en un verso o un enunciado con fines expresivos, como en un no sé qué que quedan balbuciendo.

 

antimarxismo.[Adición de artículo]. m.Actitud contraria al marxismo.

 

 

atajada.[Adición de acepción]. 3 bis. Ur.y R. Dom.Acción de atajar (aparar una pelota).

En el español dominicano atajar también se usa referido a ‘parar una pelota’ (especialmente en el beisbol), por eso habría que añadir la marca del país:

 

Adiciones

apartotel,en adición de artículo,en R. Dom. seusa también la forma apartahotel.

brochure.[Adición de artículo]. … m.C. Rica,El Salv.,Hond.,Nic.yVen.Folleto impreso de carácter informativo o propagandístico sobre un determinado tema o producto.Agregar R.Dom.

chenchén. [Adición de artículo]. (Tb. chenchen).m.coloq.Pan. dinero

La palabra chechén se usa en Rep. Dom. con el siguiente significado: chenchén m. Plato elaborado con harina de maíz, aceite, sal y coco (definición en el Diccionario del español dominicano: Santo Domingo, ADL, 2013).

 

cobrar.… tr. 1. Recibir dinero como pago de una deuda. U. t. c. intr.Cobrar en metálico. ‖ 2. Obtener el pago de algo. Por fin cobré mis últimos trabajos. ‖ 3. recobrar (‖ volver a tomar). ‖ 4. Tomar o sentir ciertos afectos o movimientos del ánimo. Cobrar cariño a Juan, afición a las letras.Cobrar espíritu, valor. ‖ 5. Tirar de una cuerda, soga, etc., e irla recogiendo. ‖ 6. adquirir. Cobrar buena fama, crédito, un enemigo. ‖ 7. despect. Recibir dinero a cambio de un favor ilícito. ‖ 8. coloq.Dicho de una persona, especialmente de un niño: Recibir un castigo corporal. Cobró un par de tortas.U. t. c. intr.Siempre acaba cobrando. ‖ 9. Cineg. Obtener o recoger una pieza de caza abatida. ○ intr. 10. desus.Reparar o enmendar algo. ○ prnl. 11. recobrarse (‖ volver en sí). ‖ 12. Indemnizarse, compensarse de un favor hecho o de un daño recibido. U. t. c. tr. ‖ 13. Llevarse víctimas. El terremoto se cobró numerosas vidas humanas.14. R. Dom. Vengar.El hermano de la víctima juró que pronto cobrará su muerte.

 

función.[Adición de forma compleja]. ~ fática. f.Ling.función del lenguaje que tiene como finalidad iniciar, asegurar, mantener o terminar la comunicación entre el emisor y el receptor.

 

parada1. …[Adición de acepción]. ‖ 16 bis. C. Rica,EE. UU.,Pan.,P. Rico y R. Dom.Desfile festivo que suele acompañarse de banda de música, organizado para celebrar un día o un acontecimiento especial.

 

cobrar. …[Adición de acepción]. ‖ 9 bis. Am.Dicho de un árbitro: En el fútbol y otros deportes de equipo, sancionar las faltas cometidas en el juego. El árbitro cobró una falta dudosa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

función.[Adición de forma compleja]. ~ fática.f.Ling.función del lenguaje que tiene como finalidad asegurar o mantener la comunicación entre el emisor y el receptor.

 

 

parada1. …[Adición de acepción]. ‖ 16 bis. C. Rica,EE. UU.,Pan.yP. Rico.Desfile festivo que suele acompañarse de banda de música, organizado para celebrar un día o un acontecimiento especial.

 

 

locación. …[Adición de acepción]. ‖ 1 bis. Chile,Col.,C. Rica,Cuba,Ec.,EE. UU.,El Salv.,Méx.,Nic.,Par.,P. Rico, R. Dom.yVen.En cine y televisión, localización.

Sugerimos agregar la marca R. Dom. en la entrada locación, puesto que aquí se usa también ese vocablo con ese sentido.

Colaboraron con el suscrito las académicas María José Rincón y Ruth Ruiz Pérez.

Reciban mis saludos cordiales.

  

Bruno Rosario Candelier

Director

Academia Dominicana de la Lengua