Temas idiomáticos

Por María José Rincón

MÁS HERRAMIENTAS

30 / 04 / 2019

El Nuevo diccionario histórico del español sigue hacia adelante, y buena falta que nos hace. Estas grandes empresas lexicográficas, por su envergadura y por su duración, sufren muchos avatares en su desarrollo. Justo es reconocer, por tanto, a la Fundación San Millán y a Inditex, quienes con su colaboración y apoyo ayudan a que den sus frutos, de los que después todos disfrutamos.

Este Nuevo diccionario histórico del español aprovecha las nuevas tecnologías puestas al servicio de la labor lexicográfica; también para la difusión de los resultados. El formato electrónico en el que está concebido brinda la oportunidad de ir actualizando sus contenidos conforme avanzan los trabajos y permite que los usuarios podamos consultarlos en línea. La última actualización, que se acaba de anunciar, nos permite la consulta de más de mil nuevos artículos relacionados con las familias de palabras que designan órganos y partes del cuerpo, enfermedades, animales, armas bélicas, indumentaria, instrumentos y máquinas. Esta organización de la redacción del diccionario por grupos de palabras relacionadas tiene también mucho que ver con la superación del diccionario tradicional en formato papel.

No solo hay palabras nuevas; también se modifican y se enriquecen algunas de las ya incluidas (143 exactamente), y es que un diccionario, y aún más si es histórico, debe estar en permanente revisión. Las academias de la lengua española en todo el mundo, también la nuestra, la Academia Dominicana de la Lengua, han contribuido en estas revisiones.

El NDHE es una herramienta imprescindible para los filólogos, pero también para los hablantes interesados en la historia de las palabras, en cómo han evolucionado, han crecido o han menguado, han generado nuevas palabras o han sido olvidadas definitivamente. Bien merece que nos acerquemos a conocerlo.

UNA HISTORIA CON SECRETO

07 / 05 / 2019

Los diccionarios están para usarlos y, puesto que los hablantes de español ya tenemos a nuestra disposición muchas entradas del Nuevo diccionario histórico del español, les aconsejo que prueben a familiarizarse con su uso. Para ejemplificar la forma en que podemos aprovechar toda la información que nos ofrece busquemos una palabra.

En primer lugar, localice con su buscador de Internet preferido la página del Nuevo diccionario histórico de la lengua española (www.web.frl.es). Una vez en la página, escriba en el cuadro de búsquedas la palabra deseada. Yo he elegido añafil y, si la consulta, comprenderá que no ha sido al azar. En cualquier caso, recuerde que, aunque ya está avanzado, todavía no están todas las palabras que nos gustarían.

Una vez localizada la entrada podrá ver en el margen derecho una relación de las palabras ya incluidas que están relacionadas con la que hemos buscado; en nuestro caso, una familia corta: añafil y añafilero. Además encontrará las variantes gráficas de la palabra que se han podido documentar a lo largo de la historia: añafilanafilannafilanyafilañafyl. Así sabrá reconocerla siempre que se la encuentre, con independencia de la antigüedad del texto en el que la lea. En el apartado dedicado a la etimología, encontrará datos sobre su lengua y significado de origen.

El primer párrafo detalla la historia de la palabra, desde su primera documentación en los textos; en ella podemos conocer cómo se ha ampliado su significado y cómo se ha difundido o variado en distintas regiones de habla española. Si se atreve y consulta el diccionario, conocerá la razón de la elección de esta palabra en concreto. No desvelemos el secreto hasta la próxima semana.

 

PECAR DE ORGULLO

14 / 05 / 2019

Los lectores que hayan aceptado mi propuesta y se hayan aventurado a la consulta en línea del Nuevo diccionario histórico del español ya habrán descubierto el porqué de mi elección de la palabra añafil para ejemplificar la consulta. Ya les dije que no era azarosa. Es esta entrada una de las primeras en las que podemos encontrar los frutos de la colaboración de la Academia Dominicana de la Lengua en los trabajos de redacción de esta obra monumental.

Por el resumen de la historia de la palabra sabemos que se documenta por primera vez en uno de los manuscritos del Libro de Alexandre en el año 1250 con la acepción de ‘instrumento musical de viento parecido a la trompeta, pero recto y largo’. Con el andar de los años también se usa para denominar a la ‘persona que toca el añafil’, acepción que está documentada desde 1595 y que supera en aceptación al derivado añafilero hasta el siglo XX.

Y aquí empieza nuestra parte. El NDHE registra cómo en la República Dominicana se documenta con la acepción ‘cosa inútil o de escaso valor’ desde 1930, en el Diccionario de criollismos de Rafael Brito, nuestro primer diccionario dialectal. También da cuenta de que la palabra ha desarrollado la acepción ‘pliegues del ano’, de uso vulgar, popular y coloquial, para la que aporta como fuente nuestro Diccionario del español dominicano.

Y permítanme pecar de orgullo, un orgullo que me gustaría que fuera compartido. No se hacen una idea de lo que significa para una lexicógrafa consultar una obra histórica para nuestra lengua, histórica en varios sentidos, y encontrar su pequeño aporte, pequeño como un granito de arena, para el conocimiento de nuestras palabras, de aquí, de allá, de todos.

 

21/5/2019

NO SE LLEVEN DEL GUSTO

Aunque ya hemos recordado que las normas ortográficas académicas han eliminado algunas tildes diacríticas poco coherentes, como la del adverbio solo o la de los pronombres demostrativos, conviene recordar que la supresión de estas tildes se ha quedado ahí. Los monosílabos que la llevaban la siguen llevando. Y es que en ellos la tilde diacrítica continúa cumpliendo su función: distinguir un monosílabo átono (que no pronunciamos con intensidad en el habla) de uno tónico (al que sí dotamos de relieve en la pronunciación). No está de más repasarlos en un par de Eñes como colofón a esta serie dedicada a unas novedades ortográficas que ya van sumando años, pero que todavía no hemos asumido del todo.

Los pronombres personales él y  son tónicos y por esta condición deben llevar una tilde que los distinga de sus pares átonos: el (artículo determinado), mi y tu (adjetivo posesivo).

El pronombre reflexivo  comparte su forma y su tilde diacrítica con el adverbio de afirmación  en contraste con las formas átonas de si (conjunción condicional o nombre de la séptima nota de la escala musical). Hagamos un inciso necesario para recordar que el pronombre personal ti no lleva tilde. Sin duda es tónico, pero no existe ningún otro ti del que tenga que distinguirse.

En cambio, el pronombre personal te es átono y la ausencia de tilde lo distingue del sustantivo tónico  (infusión cuyo nombre es un préstamo procedente del chino te).

No se deje llevar del gusto, ni por exceso ni por defecto; coloque las tildes donde son necesarias y solo cuando son necesarias.

Ortoescritura

Por Rafael Peralta Romero

 

14-4-19

¿DEBE MARCARSE  EL ACENTO A LOS ACRÓNIMOS?

El joven periodista Neulyn González,  recién iniciado,  muestra un interés por los asuntos del lenguaje que no es común  en otros profesionales de este tiempo, aun entre los que se dedican o quieren dedicarse a una actividad –la comunicación- cuyo instrumento de trabajo es el idioma.

El acucioso redactor del diario Hoy ha preguntado a esta columna si a  los acrónimos se les marca o no el acento. El tema resulta  muy pertinente. Acrónimo  es un vocablo formado por la unión de elementos de dos o más palabras, constituido por el principio de la primera y el final de la última. Ejemplo: motel (motor + hotel); Inespre (Instituto de Estabilización de Precios).

También se forma a partir de siglas, con las que se origina un vocablo que puede pronunciarse como una palabra: sida (síndrome de inmuno deficiencia adquirida).Similar caso es el vocablo Unesco, de la sigla en inglés de Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Tanto “sida” como “Inespre” y “Unesco” son voces llanas  terminadas en vocal y de acuerdo a las reglas de  nuestro idioma no llevan  tilde.

La nomenclatura gremial, caso dominicano,  ofrece diversidad  de ejemplos de palabras formadas  por la fusión de los componentes de un nombre pluriverbal: Sitracode, Sitramiches, Conatra (Confederación Nacional de Organizaciones del Transporte) Fenatrano (Federación Nacional de Transporte Nueva Opción), Asodemu. Todos estos acrónimos  han originado una palabra llana terminada en vocal, a la que no le marca el acento. Tampoco se tilda  Faprouasd, por ser una voz aguda terminada en la consonante “d”.

Diferente ha de pasar con los acrónimos  que terminen en vocal acentuada: Amaprosán (Asociación de Mayoristas de Provisiones de Santiago), Astrapú (Asociación de Transporte Público), Unachosín (Unión Nacional de Choferes Sindicalizados Independientes). Se acentúan como agudas terminadas en –n y en vocal.

De acuerdo a su terminación, y el tono en que se pronuncian, requieren la marca gráfica del acento los acrónimos: bonogás, Tropigás y todos los formados con el vocablo gas al final. Por igual los acrónimos de Industrias Banilejas: Indubán, y de Central Nacional Movimiento Choferil del Transporte,  Mochotrán.

Ortografía

 

La Ortografía de la lengua española, publicación oficial de la Rae y las demás academias de la lengua, señala al respecto lo siguiente:

“En los acrónimos, el acento prosódico  suele recaer en la sílaba que cumple con el patrón mayoritario en español para palabras con esa misma configuración…; no obstante, en aquellos que se han incorporado desde otra lengua puede influir también la acentuación etimológica,  como se ve en láser, voz llana conforme a su pronunciación en inglés, a pesar de que la mayoría de las palabras españolas terminadas en –er son agudas”. (pág. 581).

Del inglés hemos recibido también los acrónimos: cedé (CD, disco compacto), cederrón (CD-ROM, disco para lectura), devedé (DVD, disco con imagen), emepetrés (MP3), elepé (LP, disco de larga duración).

Por  pura gramática española llevan tilde los acrónimos: oenegé (ONG, organización no gubernamental), Indocafé (Instituto Dominicano del Café).

Por el contrario, el  acrónimo  radar (Del inglés radio detecting and ranging,  detección y localización por radio)  no precisa marca de acento porque en español es palabra aguda terminada en consonante diferente de –n y de –r.

La sigla de Organización del Tratado del Atlántico Norte se acomoda al patrón silábico del español y se pronuncia como una palabra: OTAN, unos la pronuncian Otan (como llana)  y otros Otán (como aguda). Los acrónimos escritos en mayúsculas no requieren tilde.

Los acrónimos lexicalizados (funcionan como una palabra) sí llevan tilde, conforme a las reglas del español. Para  más información, consulte a Fundéu (Fundación del Español Urgente).

14-4-19

 

NO DESPERDICIE LAS PALABRAS

La economía verbal  es una condición del buen uso del idioma y no es competencia exclusiva de periodistas y escritores. Es cuestión de todos los hablantes, pero obviamente, a mayor nivel de educación, mayor compromiso  con el empleo adecuado de nuestro idioma.

Vamos a comentar unas locuciones, de uso frecuente, y que la actitud que se tome con éstas  implica hacer buen o mal uso del idioma. Se trata de expresiones que por repetidas no escapan de considerarse viciosas. Tampoco dejan de serlo por el nivel social y cultural del hablante que las emplea. Veamos algunos ejemplos.

  1. De forma y manera. Forma y manera son palabras afines, no es necesario,por tanto, usarlas al mismo tiempo. Algunas personas al hablar en público suelen emplear tal locución adverbial  a modo de conclusión de su discurso: «De forma y manera que en lo adelante hagamos las cosas de este modo». Basta con decir: De  manera que estas son mis recomendaciones. O también: Lo encontré de  forma
  2. b) Nada más y nada menos. No siempre que se usa esta expresión se justifican los adverbios. Quien quiera destacar la presencia de alguien en un lugar o una actividad, está bien que lo anuncie con un «Nada menos que…». (Nos acompaña nada menos que el director) Ahora, si usted quiere ser preciso en cuanto a la valoración de un sujeto, emplee el «Nada más…» (Es nada más que un gacetillero).
  3. c) Vuelvo y lo repito. Es expresión muy empleada en la enseñanza. Pero profesores y profesoras, y quienes los imiten en eso, deberán recordar que con decir «Repito…» ha dicho «lo hago de nuevo». (Repito la explicación) (Repito para los que no estaban atendiendo).
  4. d) Resulta y viene a ser. Es frase cómoda para enlazar elementos en el discurso narrativo, pero ¿para qué usar «viene a ser» si ya empleamos «resulta…»? Ahorre palabras. Pero es lícito emplear “viene a ser” ( Resulta que ahora Roberto es un héroe) (Eso viene a ser un robo).
  5. e) Mas sin embargo. Muchos creen que la conjunción adversativa «mas» (sin tilde) no puede valerse por sí misma y la recuestan de otra conjunción, «sin embargo», pero cada una puede andar sola. Lo mismo que si fuera «pero…» que tampoco requiere de «sin embargo» para expresar «adversidad». (Dice que me quiere, mas no lo demuestra) (Dice que me quiere, sin embargo no lo demuestra).
  6. f) Yo tengo un amigo mío. ¿Lo ha oído? Hay a quien no le basta con decir «Yo tengo un amigo que es escritor» o «Un amigo mío es escritor”.
  7. g) Hace diez años atrás. La usan hasta escritores y líderes políticos. Pero ¿para qué ese «atrás»? Si la forma verbal «hace», en pasado, indica que ya pasó y por tanto ese tiempo está “atrás”.
  8. h) Vuelve y comienza. Para nada es necesario el «vuelve» si como quiera se tomará el comienzo de la actividad que se había intentado, como por ejemplo, cuando un estudiante lee algo en clase, lo hace mal y el profesor le pide que lo haga de nuevo con el «vuelve y comienza». Bastará con «comienza…».
  9. i) Te llamo para atrás. Qué horror, gente considerada estudiada de “llamar para atrás”. Bastará con decir “te llamo”, “dígale que yo lo llamo” (y hasta el yo sobra).

No tema usted a ahorrar palabras, el ahorro es bueno.

Informe lexicográfico a la RAE

(ENVÍO 5, 10 DE MAYO DE 2019)

 

Sobre el Diccionario de la lengua española

 

afro-.elem. compos. Significa ‘africano’. Afroasiático, afroeuropeo.

 

 

aliteración. … f.Ret. Repetición de sonidos en un verso o un enunciado con fines expresivos, como en un no sé qué que queda balbuciendo, del Cántico espiritual de san Juan de la Cruz.

aliteración. … f.[Enmienda de acepción]. Ret.Repetición de sonidos en un verso o un enunciado con fines expresivos, como en un no sé qué que quedan balbuciendo.

 

 

antimarxismo.[Adición de artículo]. m.Actitud y tendencia contraria al marxismo.

afro-. … elem. compos.[Enmienda de acepción]. Significa ‘africano’, en especial ‘del África negra’. Afroamericano.

 

aliteración. … f.[Enmienda de acepción]. Ret.     Repetición de sonidos en un verso o un enunciado con fines expresivos, como en un no sé qué que quedan balbuciendo.

 

antimarxismo.[Adición de artículo]. m.Actitud contraria al marxismo.

 

 

atajada.[Adición de acepción]. 3 bis. Ur.y R. Dom.Acción de atajar (aparar una pelota).

En el español dominicano atajar también se usa referido a ‘parar una pelota’ (especialmente en el beisbol), por eso habría que añadir la marca del país:

 

Adiciones

apartotel,en adición de artículo,en R. Dom. seusa también la forma apartahotel.

brochure.[Adición de artículo]. … m.C. Rica,El Salv.,Hond.,Nic.yVen.Folleto impreso de carácter informativo o propagandístico sobre un determinado tema o producto.Agregar R.Dom.

chenchén. [Adición de artículo]. (Tb. chenchen).m.coloq.Pan. dinero

La palabra chechén se usa en Rep. Dom. con el siguiente significado: chenchén m. Plato elaborado con harina de maíz, aceite, sal y coco (definición en el Diccionario del español dominicano: Santo Domingo, ADL, 2013).

 

cobrar.… tr. 1. Recibir dinero como pago de una deuda. U. t. c. intr.Cobrar en metálico. ‖ 2. Obtener el pago de algo. Por fin cobré mis últimos trabajos. ‖ 3. recobrar (‖ volver a tomar). ‖ 4. Tomar o sentir ciertos afectos o movimientos del ánimo. Cobrar cariño a Juan, afición a las letras.Cobrar espíritu, valor. ‖ 5. Tirar de una cuerda, soga, etc., e irla recogiendo. ‖ 6. adquirir. Cobrar buena fama, crédito, un enemigo. ‖ 7. despect. Recibir dinero a cambio de un favor ilícito. ‖ 8. coloq.Dicho de una persona, especialmente de un niño: Recibir un castigo corporal. Cobró un par de tortas.U. t. c. intr.Siempre acaba cobrando. ‖ 9. Cineg. Obtener o recoger una pieza de caza abatida. ○ intr. 10. desus.Reparar o enmendar algo. ○ prnl. 11. recobrarse (‖ volver en sí). ‖ 12. Indemnizarse, compensarse de un favor hecho o de un daño recibido. U. t. c. tr. ‖ 13. Llevarse víctimas. El terremoto se cobró numerosas vidas humanas.14. R. Dom. Vengar.El hermano de la víctima juró que pronto cobrará su muerte.

 

función.[Adición de forma compleja]. ~ fática. f.Ling.función del lenguaje que tiene como finalidad iniciar, asegurar, mantener o terminar la comunicación entre el emisor y el receptor.

 

parada1. …[Adición de acepción]. ‖ 16 bis. C. Rica,EE. UU.,Pan.,P. Rico y R. Dom.Desfile festivo que suele acompañarse de banda de música, organizado para celebrar un día o un acontecimiento especial.

 

cobrar. …[Adición de acepción]. ‖ 9 bis. Am.Dicho de un árbitro: En el fútbol y otros deportes de equipo, sancionar las faltas cometidas en el juego. El árbitro cobró una falta dudosa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

función.[Adición de forma compleja]. ~ fática.f.Ling.función del lenguaje que tiene como finalidad asegurar o mantener la comunicación entre el emisor y el receptor.

 

 

parada1. …[Adición de acepción]. ‖ 16 bis. C. Rica,EE. UU.,Pan.yP. Rico.Desfile festivo que suele acompañarse de banda de música, organizado para celebrar un día o un acontecimiento especial.

 

 

locación. …[Adición de acepción]. ‖ 1 bis. Chile,Col.,C. Rica,Cuba,Ec.,EE. UU.,El Salv.,Méx.,Nic.,Par.,P. Rico, R. Dom.yVen.En cine y televisión, localización.

Sugerimos agregar la marca R. Dom. en la entrada locación, puesto que aquí se usa también ese vocablo con ese sentido.

Colaboraron con el suscrito las académicas María José Rincón y Ruth Ruiz Pérez.

Reciban mis saludos cordiales.

  

Bruno Rosario Candelier

Director

Academia Dominicana de la Lengua

Palabras de Guillermo Piña-Contreras al recibir Premio Eduardo León Jimenes de la Feria del Libro 2019

Por Guillermo-Piña-Contreras

Periódico hoy, 4 de mayo de 2019

Al enterarme de que mi novela, La reina de Santomé (historias de la vida de provincia), había obtenido el Premio Eduardo León Jimenes de la Feria Internacional del Libro de Santo Domingo en su edición de 2019 no pude evitar el recuerdo de mi padre, de mi abuelo materno y de mi hermano menor; de mi padre, porque sus historias a propósito de las redes familiares de San Juan de la Maguana me proporcionaron la estructura de la novela; de mi abuelo, porque sus historias a la hora de su siesta crearon en mí ese mundo maravilloso en el que, sin saberlo, la dictadura de Trujillo lo había confinado; de mi hermano, porque fue quien me acompañó en ese paso de la infancia a la adolescencia. Y finalmente a San Juan y su mundo maravilloso.

A pesar de las tantas referencias reales que hay en La reina de Santomé todo es invención. Quise, simplemente, contar lo que me imaginada debía ser la Provincia Benefactor durante el año en que Trujillo festejaba sus 25 años ininterrumpidos de “paz y confraternidad”.
Así como quiso hacer de su hija Angelita la reina de la Feria de la Paz y confraternidad del Mundo Libre no me pareció absurdo imaginarme que la provincia que llevaba el pomposo nombre de “Benefactor” festejara también con un reinado el centenario de la batalla de Santomé, la penúltima guerra con Haití y que a la postre reforzaría la Independencia dominicana.
A todo esto se me ocurrió contar el desarrollo urbano de la capital de la provincia Benefactor y lo que debió haber representado la llegada de sacerdotes y monjas norteamericanos en una región en la que aún estaba fresca la muerte del mesiánico Liborio Mateo en los contrafuertes de la Cordillera Central e igualmente lo que significaba para el obispo norteamericano con mentalidad de cruzado la presencia de un cristianismo diferente al que le habían enseñado en el seminario de Boston.

Es en ese contexto que inician su adolescencia el narrador y sus amigos. Se trata de una novela de iniciación con Trujillo y el terror de su dictadura y el miedo como de telón de fondo. Sólo dos episodios reales hacen referencia al terror imperante durante la dictadura: el asesinato en el puente de Nizao, en las cercanías de Baní, de Porfirio Ramírez en 1950, y la desaparición de Claudio de los Santos al tratar de validar la tesis de que el río Yaque del Sur era un afluente del San Juan o Neyba y no lo contrario. La desaparición de Claudio de los Santos sucedió pero no en 1955 ni tratando de demostrar la supremacía del río San Juan sobre el Yaque del Sur si no en 1960, en el ocaso de la dictadura. Lo demás es pura invención adornada con datos de falsa erudición para lograr el conocido efecto de lo real en la obra de ficción.

Me alegra sobremanera recibir este premio porque novelas como La reina de Santomé pueden despertar el espíritu creativo de jóvenes escritores del interior de República Dominicana. Aprovecho la ocasión para excusarme por no poder estar presente en tan importante acto e igualmente agradecer a la Fundación Eduardo León Jimenes y al Ministerio de Cultura por tan significativo reconocimiento al libro y naturalmente a los escritores.

En síntesis

Datos biográficos

Guillermo Piña-Contreras (Santo Domingo, 1952). Escritor y diplomático. Embajador extraordinario y plenipotenciario de la República Dominicana en Argentina (2009), en Francia (1996-2000 y 2004-2009), en el Reino de Marruecos (con residencia en París, 2006-2009), en el Principado de Mónaco (con residencia en París, 2008-2009). Representante de República Dominicana ante la Unión Latina (1996-2000), ante el Buró Internacional de Exposiciones (BIE, 2007-2009). Comendador de la Legión de Honor (Francia), Miembro de Número de la Academia Dominicana de la Lengua, correspondiente de la Real Academia Española.

Profesor, editor, investigador, traductor y crítico literario. Tiene Licenciatura en Sociología de la Educación por el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) y Maestría por la Universidad de Besançon, Francia. Actualmente es Embajador de República Dominicana en Argentina. Dirigió el Departamento de Español de la Universidad APEC. Ha publicado los siguientes libros: Doce en la literatura dominicana (1982), Enriquillo: el texto y la historia (ensayo, 1985), Juan Bosch: un hombre de su tiempo (documental, 1986), Fantasma de una lejana fantasía (novela, Paris,1995, traducido al francés: Le Revenant Paris, 1995),), Juan Bosch: el camino de la historia (documental, 1999, reeditado en 2007), Juan Bosch: imagen, trayectoria y escritura (2000, reeditado en 2007), En primera persona, entrevistas con Juan Bosch (2000), El naufragio de la Esperanza(documental, 2001), Asalto a la paz de Trujillo (documental, 2001), Huellas de amor (relatos, dibujos de Félix Gontier, 2003),Los intelectuales y el poder (2005), La Casa de Leonor (novela, dibujos de Inés Tolentino, 2007), Arqueología de un mundo imaginario (ensayo, 2007). (Fuente: Portal de la Academia Dominicana de la Lengua, https://academia.org.do/institucional/miembros-de-numero/sr-d-guillermo-pina-contreras/).

Periódico hoy, 4 de mayo de 2019

Escritor puertorriqueño considera redes ayudan a que la gente escriba más

Listín Diario, 19 de mayo, de 2019

 

El director de la Academia Puertorriqueña de la Lengua Española, José Luis Vega, defendió el uso de las redes sociales en la comunicación y afirmó que estas han provocado que la gente escriba y lea más.

Sostuvo que las características de lo que se escribe y la profundidad de lo que se lee, dependen del nivel cultural del usuario de las redes.

El escritor y poeta puertorriqueño, invitado de la 22™ Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2019, dedicada a Puerto Rico, reconoció que hay un estilo de las redes sociales caracterizado por su libertad, prisa y descuido en el uso del idioma, pero que eso es impuesto por la naturaleza del medio mismo.

“Nadie espera que la lista de compras que llevamos al mercado sea un texto pulido. Nadie espera mucho pulimento en un texto de correo electrónico, de WhatsApp o de un tuit”, comentó el escritor.

Vega informó que la Real Academia de la Lengua, tomando en cuenta esas influencias que desvirtúan el español, preparó recientemente el “Libro de estilo de la lengua española”, en colaboración con todas las academias de la lengua, con valiosas recomendaciones sobre el uso del español en las redes sociales.

Indicó que explicar la conveniencia de las recomendaciones para el mejor uso del español en las redes sociales es tarea de todos, especialmente de las escuelas.

Vega destacó que la lengua española ha estado expuesta a múltiples contactos, préstamos e influencias, porque se trata de “una lengua híbrida en constante transformación”, pero con una base firme, que es su estructura gramatical.

Explicó que a través de los siglos la lengua ha incorporado vocablos y otras formas lingüísticas del griego, del latín, del árabe, del francés, de las lenguas originarias de América y África, del inglés.

El escritor puertorriqueño lleva la poesía impregnada en su sangre. Su padre fue compositor de canciones aunque dice que la inclinación sola no basta, sino que requiere de vocación, de mucha práctica, lectura y dedicación.

Su primer poemario lo escribió a la edad de 17 años.

Saulo Mota

 

La primera michera del interiorismo

Por Miguel Solano

En un camión perdido que logró estacionarse en los alrededores del parque de Miches, mi madre lanzó su último grito y yo salí de su vientre, cantando más que llorando. Yo había sido engendrado en Moca, en un extraño viaje que mis padres realizaron para negociar un conflicto de familia. Una década después de aquel salto a la vida, regresaría a Miches para que una mulata de sangre de fuego y pechos de piedras me pusiese a experimentar con el amor y en las sopladas arenas de su playa vivir el encuentro con lo ignorado. Fue lo salvaje hecho sublime, fue mi primer encuentro con el amor y fue la pérdida definitiva de mi virginidad. Durante el fin de semana, las redes sociales se llenaron de informaciones y fotos sobre un acto de reconocimiento que a importantes escritores soldeños realizó, en su condición de director de la Academia Dominicana de la Lengua, don Bruno Rosario Candelier.

El acto se realizó en el único lugar del mundo donde a los camarones no se los lleva la corriente: ¡Miches! Las fotos muestran que el salón de actos del ayuntamiento estuvo lleno. Miches, cuando se trata de actos culturales organizados por Selvido Candelaria, llena los salones. Y de los soldeños portadores de prestigiosas plumas estuvieron presentes, Robert Berroa, Aurelia Castillo, Rafael Peralta Romero, Josanny Moní, Isael Pérez, Mónica Galleano, Juan Hernández Inirio, Natacha Batle, Juana Escorbort, Emenegilda Encarnación y Miguel SOLANO, entre otros.

En el acto, dirigido por Luis Quezada y dedicado a Selvido Candelaria, se inició con las palabras de Rafael Peralta Romero, miembro de número de la ADL y correspondiente de la Real Española, quien explicó al público las razones por la cual la Academia Dominicana de la Lengua está realizando estos actos y reconociendo a los escritores que dedican su talento al buen cultivo de la lengua y a la expansión de su conciencia.

Como incentivo a los jóvenes, la lectura poética comenzó con un estremecedor poema de Sandra Berroa, que tuvo como testigo a los interioristas cibaeños Andrés Ulloa y Carmen Pérez Valerio. Luego, Cada poeta soldeño leyó un poema y recibió su certificado de las manos del director de la ADL, don Bruno Rosario Candelier.

Finalizado el acto académico, los soldeños integrantes del movimiento interiorista, nos trasladamos a la residencia de Selvido Candelaria, donde se celebró el EMEI: Encuentro Mensual de Escritores Interioristas.

En la sesión poética dedicada a Josanny Moní participaron Bruno Rosario Candelier con, “Las irradiaciones estelares en Musa de Josanny Moní.

Y Rosario Candelier expondría “su fina expresión estética y su entrañable conexión con el fluir de lo viviente”, a lo que la voz de Josanny Moní respondería:

“Te miro y el fuego de tus ojos me consume.

El viento recio de tu aliento se lleva mis palabras”.

Rafael Hernández habló sobre la “Valoración estética de la Musa de Josanny Moní”. Rafael, como si al leer el poemario Musa estuviese sintiendo “lavas volcánicas que arden en mis silencios cerró los ojos y pudo ver la luz”.

Luis Quezada, cuando poetizo sobre “La palabra que inspira a la luz de la Musa de Josanny Moní”, fue “una brizna de luz en la frontera de la risa y el llanto”.

La poeta de las Mina, Josanny Moní dio el “Testimonio de mi musa poética” y probo vivir “Tejida entre frialdad y espanto para luego renacer a una nueva conciencia”.

Entonces, don Bruno Rosario Candelier, consagró el final de la noche a 10 puntos sobre la «Valoración de Sérvido Candelaria», quien recibió su certificado que lo acredita ante el mundo como miembro correspondiente de la Academia Dominicana de la Lengua y vimos como “En el abismo de transparente corteza flotará mi hamaca en llamas sobre el risco”.

La luna continúa su brillantez con los poemas de Claudio Bermúdez Peralta, Pascuala Flores y Abril Troncoso…

Fue una noche donde la luz de las estrellas y las olas de la mar vieron vivir el «desarrollo intelectual, estético y espiritual del interiorismo, donde el espíritu fue motivado con el estudio de la lengua y el cultivo de las letras, donde el arte de las palabras alcanzó, mediante el ideario interiorista que procura de una obra inspirada en intuiciones y vivencias a la luz del sentido trascendente y la belleza sutil, una primavera michera».

 

 

Valoración de El Sorato de Magdala de Bruno Rosario Candelier

Por Laura Gil Fiallo

Lo primero que he podido notar, leyendo la novela El Sorato de Magdala, de Bruno Rosario Candelier, es el punto de vista de la narración, es decir, el tipo de contenido es intelectual, es una novela en donde no solo vemos la interacción de algunos personajes, sino que a través de la interacción entre los personajes se evidencia una serie de ideas donde encontramos referencias desde los postulados estéticos del Movimiento Interiorista, liderado precisamente por el autor de la novela, hasta todo lo que es la tradición de la estilización del amor en la cultura occidental, con alusiones a las características del amor del Platonismo y el Neoplatonismo, y también hay que relacionarla con el contexto contemporáneo y la importancia que ha cobrado la mujer en el siglo XX a través del feminismo; y la reivindicación de la feminidad, de la espiritualidad y la Divinidad de lo femenino. Entonces todo esto narrado en una estructura con las características de una novela epistolar y también una serie de capítulos organizados en varias partes que, si ustedes ven los títulos desde el primero, “Encuentro”, hasta los últimos como “Transformación”, “Destino” y “Determinación”. También esa misma estructura nos va mostrando que es un proceso de evolución y crecimiento espiritual.

Con respecto al contexto sociológico tenemos que decir que, a nivel de la literatura de masas, hemos asistido recientemente al fenómeno del Código da Vinci, síntoma cultural de que hay una reivindicación de lo femenino como un componente de lo sagrado que el autor ha abordado desde el punto de una reivindicación de la figura de María Magdalena. Sabemos que María Magdalena aparece en los Evangelios como una figura importante porque es a la primera que se le aparece Jesús después de la resurrección, por lo que me vienen a la mente un montón de imágenes del “No me toques, porque todavía no he subido a mi Padre”, que precisamente se está obrando en una transformación en Jesús por lo que no puede ser tocado por el mundo físico porque está trascendiendo a una forma de existencia puramente espiritual. La primera testigo de esto va a ser precisamente María Magdalena.

Nos encontramos en la cultura occidental donde, incluso las personas que no son creyentes. forman parte de la cristiandad. Estamos inmersos en una cultura donde el primer libro impreso fue la Biblia de Gutenberg y donde el Cristianismo le ha dado forma a una serie de características y de valores que, incluso en la ética de muchos no creyentes en la ética cristiana, tienen presencia. Entonces, en ese contexto se ha puesto el énfasis de algunos símbolos bíblicos, aunque también hay otros que están ahí, que no se les ha dado tanta importancia; una es la representación de Dios a través de tres figuras masculinas de la Santísima Trinidad, y hay algunas corrientes esotéricas y místicas que han hablado de que el Espíritu Santo (y aquí tenemos desde teólogos bizantinos como Leonardo Böf, por ejemplo) sería una figura femenina. Entonces se ha tratado de integrar una figura femenina a una simbología que parece que es básicamente patriarcal. Sin embargo, recuerden ustedes que aun en el génesis bíblico el tema de la androginia divina está presente porque Dios crea al hombre a su imagen y semejanza, e inmediatamente dice: “Macho y hembra los creó”, o sea que, lo que es a imagen y semejanza de Dios es la pareja. Este pensamiento se desarrolla en el renacimiento con Nicolás de Cusa que defiende una concepción de lo divino que es la coincidencia de los opuestos, coincidentiaoppositorum; entonces, hay un simbolismo básicamente patriarcal, pero también hay algunos elementos de integración de lo femenino. En el Antiguo Testamento, por ejemplo en Oseas, Dios se autodefine como una madre Israel; no habla de padre sino que emplea una metáfora del amor materno. Entonces, esta incorporación de la vivencia de lo sagrado femenino va a ser muy importante en nuestra época. También llegamos a tener la convicción de que nadie es totalmente masculino o totalmente femenino, sino que se trata de algo de que todos los elementos humanos están en el hombre y en la mujer, pero en un orden y en una proporción diferente en su estructura, pero todos están ahí. La representación del Yin y Yang (el Yin se representa con un puntito blanco), pero el Yang tiene un puntito negro, es decir, cada uno tiene algo del otro. Carl Gustav Jung ha llegado más lejos diciendo que el inconsciente de la mujer es masculino y el inconsciente del hombre es femenino, el ánima; por dentro, el hombre tiene todos estos componentes femeninos.

Yo he notado en los personajes de la novela de Bruno Rosario Candelier que a veces se da un mecanismo de proyección, donde lo que se está viendo no es a la mujer como tal, y ella misma se queja, le agradece al personaje masculino; le agradece que la idealice, pero le da hasta miedo porque esa no es ella, sino que se está refiriendo al arquetipo. También me llamó la atención aquel momento en que ella le dice con tanta humildad que las mujeres, a veces auto compensan la falta de lectura con la intuición, cuando en realidad estamos en un mundo donde todos los estudios arrojan que las mujeres leen más que los hombres. Los hombres leen más libros técnicos, pero hay más consumo de literatura por parte de las mujeres, y las carreras profesionales como la enseñanza, el derecho y la medicina están siendo monopolizadas por las mujeres. Sin embargo, el arquetipo que encontramos en el Libro de la Sabiduría del Antiguo Testamento, lo femenino es la sabiduría que trasciende el entendimiento, es la que trasciende al intelecto, la que trasciende al lenguaje; entonces, no se identifica a la mujer concreta, sino al arquetipo femenino con ese conocimiento. Probablemente tenga que ver con la amabilidad que desarrollan las madres para leer el lenguaje corporal porque tienen que saber lo que siente un niño que no sabe hablar y que, por lo tanto, es prerracional. Sin embargo, también hay que recordar que la que enseña a hablar es la madre. Hay un poema de Rainer María Rilke, bellísimo, que dice que la madre es la que sabe el nombre de las cosas y la que puede tranquilizar al niño porque es la que sabe por qué crujen los pasillos y que no es nada temible lo que está ocurriendo; entonces el inicio de la racionalidad y el lenguaje pero también la trascendencia del más allá de ese lenguaje, los límites de tu lenguaje, que son también los límites de tu mundo; pero también ese pensamiento racional hay que seguirlo subiendo, hay que trascenderlo; hay que seguir subiendo por esa escalera porque ese es el momento mítico del conocimiento. Todos estos elementos son interesantes para comprender en profundidad esta novela, El Sorato de Magdala, una novela como tal, estructurada con todas las características que requiere el género novelístico, pero al mismo tiempo creo que es una especie de manifiesto de los valores que defiende y que cultiva el Interiorismo, y una reflexión sobre lo que es el amor en Occidente, y el juego de lo masculino y lo femenino en la cultura occidental.

Son muy significativos los nombres en esta novela epistolar. No sé si ha sido de una forma deliberada o inconsciente… En nombre de Barranco nos evoca algo profundo pero también terrestre, y Aurora (fíjense que se ha puesto de moda ponerles a las niñas el nombre de Génesis, haciendo relación de la mujer con el origen y la relación con la maternidad) alude al nacimiento del Sol. A lo largo de la novela he notado también que en el comienzo de los capítulos también hay una alusión a la naturaleza y al momento del día; hay mucho vocabulario que tiene que ver mucho con el tiempo, y entonces estamos viendo una novela en la que los arquetipos platónicos que existen más allá del tiempo se encarnan en estos personajes. Entonces, siempre al principio el narrador habla del crepúsculo o de la aurora. Es el crepúsculo o el comienzo del día, y también la naturaleza aparece, no en el sentido de que traen los textos del Romanticismo, sino con el tiempo, ya que tiene que ver con la mujer, las religiones antropológicas con las diosas madre, que siempre son cultos de la fertilidad y la naturaleza. Entonces hay un momento en que la joven se retira al campo a recuperar sus fuerzas y a nutrirse; entonces hay esta oposición dicotómica entre lo femenino y lo masculino, entre lo temporal y lo atemporal, entre la cultura y la naturaleza, los cuales son hilos conductores que están a lo largo de la novela. También es interesante ver que la relación entre los personajes es de discípula y maestro, que es como retomar la relación de Cristo con Magdalena; pero también, como decía Jung que hay cuatro estadios en la evolución espiritual, tanto del hombre como de la mujer que tiene que ver con cómo se relaciona con su inconsciente. El alma masculina es lo primero que se puede personificar en la figura de Eva, que es la madre de la humanidad, pero es la feminidad más instintiva. Sigue personificándose en figuras como Helena de Troya y simboliza el erotismo en que la sexualidad está mediatizada por la cultura. Luego está la Virgen María, la cual la vemos como una guía del paso a la trascendencia, pero al final de cuentas es el eterno femenino que nos atrae a lo Alto, y ya es el logro absoluto del conocimiento espiritual, el conocimiento superior ligado a la trascendencia. Lo mismo pasaría con el hombre, que comienza siendo la masculinidad más animalizada y luego pasa a ser la figura del héroe que ya tiene unas características de valentía, arrojo, abnegación, sigue con el maestro y termina cuando ya no puede tener una personificación, en el sentido estricto, porque trasciende y es el sentido de la vida. Hay un fragmento de la novela donde habla precisamente de que el amor nos lleva al sentido, es decir, a través del amor llegamos al sentido de la vida, es decir que, al igual como pasa en el banquete de Platón, nos encontramos con un amor que tiene una dimensión gnoseológica. Hay un refrán que dice “amor no quita conocimiento”, y aquí es todo lo contrario; el verdadero conocimiento profundo llega a través de la purificación espiritual por el amor.

En esta novela de Bruno Rosario Candelier vemos un lenguaje bastante refinado. Veo que hay ciertos resabios de lo que es el amor cortés; al final de la Edad Media comienza esa estilización por el amor y esa vinculación en la corte de Leonor Aquitania, la reina de los trovadores, en donde el amor propiamente se confunde con la poesía. En el amor cortés siempre hay un obstáculo; hay incluso ese mito de los amantes que duermen sin tocarse con una espada en el medio, y entonces aquí hay un retraso de la consumación física prácticamente hasta el final que, precisamente permite que se vaya produciendo esa ascensión, que si lo físico hubiere estado satisfecho desde el principio, pero en realidad no se llega a movilizar esa energía para lograr incluso integrarla finalmente.

En el amor neoplatónico, cuando hay esa recuperación de los textos de Platón en el Renacimiento, nos vamos a encontrar con algo que presenta una oposición: el amor sacro y el amor profano. La joven está pensando en consagrarse a una institución o movimiento, es que el Sorato de Magdala, que me recuerda el Priorato de Sion, pero “Sorato” viene de soror, que significa ‘hermana’: entonces es una hermandad femenina, y ella está oscilando entre darle cumplimiento al amor humano o consagrarse absolutamente a este Sorato que, exige de ella, primero, servir a través del amor, después de un servicio social y también de tratar de alcanzar la santidad.

Les recomiendo que busquen datos sobre un cuadro que se llama “El amor sacro y el amor profano”, las dos imágenes de Venus que conciben los poetas del Renacimiento argüidos del Neoplatonismo. Siempre hay una confusión entre los espectadores; yo siempre me divierto mucho con mis alumnos cuando les digo que adivinen cuál es el amor sacro y cuál el amor profano, entre una que está muy bien vestida y otra desnuda que está con una lámpara señalando hacia el cielo y mirando persuasivamente a la otra, y todo el mundo dice que, naturalmente, el desnudo es el amor profano. Pues no; es todo lo contrario. El que está despojado de cosas mundanales, que está tratando de atraer hacia sí al profano, pero recordando que el amor profano también es santo, y esto es algo característico, más que del Platonismo, del Cristianismo. En el Cristianismo el matrimonio es un sacramento, y el cuerpo es un templo; entonces, por eso mismo no se puede profanar. Entonces ese juego entre el amor sacro y el amor profano va a tener un desenlace; al final hay una consumación del amor profano, pero después hay un retiro y una consagración plena al amor sacro.

Esta novela de Bruno Rosario Candelier, El Sorato de Magdala, un libro lleno de referencias literarias; es un libro donde aparece la alusión a la sensibilidad y a la belleza. La belleza es una esencia, y la belleza también es mencionada por un mecenas poeta, Lorenzo Médici, cuando trata de hacer una definición renacentista sobre el amor, y lo define como un apetito, un deseo de belleza, pero no de una belleza meramente física, sino de una belleza física que encarna la belleza espiritual y la simboliza, y también es un deseo de fertilidad, un deseo de engendrar en la belleza.

Entre las referencias literarias naturalmente veo que el autor conoce desde hace mucho tiempo la poesía de Rainer María Rilke; la consumación de la vida humana está en el lenguaje, porque al ser invisible las cosas y convertirlas en poesía, llevándolas a su esencia, es cuando captamos su carácter profundo que es perdurable: entonces la transición del tiempo a la eternidad es posible a través del lenguaje y sobre todo del lenguaje poético que no es más que una expresión de ese soplo del espíritu que toma la forma del amor. Entonces aquí todos los contrarios se trascienden, se hermanan, y la dicotomía inicial, que le da carácter en un mundo encarnado, se trasciende y en la eternidad se hace uno.

 

Laura Gil Fiallo

Presentación de El Sorato de Magdala

Santo Domingo, Feria del Libro, 27 de abril de 2019.

 

Luis Quezada: El mayor símbolo que tiene el Apocalipsis es la mujer. Los dos grandes antagonistas del Apocalipsis, en el capítulo 12, que está la mujer embarazada y parturienta, esa no es María, es el pueblo de Dios. En la expresión bíblica, el pueblo de Dios se simboliza con una mujer embarazada y parturienta que va a traer el parto de la nueva tierra y el cielo nuevo. En el capítulo 17 aparece la mujer embriagada y perversa, que chorrea sangre por la boca y que se ha bebido la sangre de los mártires, y esa mujer es la que representa al Imperio Romano. Es decir, los dos grandes símbolos del Apocalipsis son femeninos, pero digo más: para un teólogo, el mayor símbolo del Apocalipsis es la ruah, es decir, el espíritu, que es femenino. Solamente en español ruah es masculino, porque en hebreo es femenino. Los italianos tienen un adagio que dice “el que traduce traiciona”, y ese es un gran problema que tenemos con las traducciones bíblicas. Todas las traducciones traicionan; entonces, por ejemplo, ruah es femenino en hebreo, al pasar al griego se convierte en pneuma, que es neutro: al pasar al latín se convierte en spíritus, que es masculino, y de spíritus para a espíritu en español, que sigue siendo masculino.

Lo que ha dicho Bruno, de que un artista, un escritor cuando escribe, lo hace de una manera inconsciente, y es la verdad porque es del inconsciente que se expresan cosas que su talante estético concibe y expresa, y la persona no se da cuenta que lo está expresando. Yo descubrí que si uno lee con atención los siete apartados en que el autor estructura la novela, puede apreciar su grandioso significado. La novela está dividida en 7 apartados, los cuales llama: 1. Encuentro, 2. Revelación, 3. Derrotero, 4. Propósito, 5. Transformación, 6. Destino y 7. Determinación. Yo me dije -no sé si Bruno se ha dado cuenta, pero él ha diseñado en esas siete palabras un camino existencial que yo lo expresé en una frase utilizando las siete palabras: la vida es un encuentro donde se produce una revelación entre dos o más personas y deciden transitar juntos un derrotero, fraguando para ello un propósito que les permitirá realizar una transformación que marcará su destino si lo viven con verdadera determinación. Bruno Rosario Candelier ha diseñado con esas siete palabras un verdadero camino existencial.

 

En la contraportada de El Sorato de Magdala doy una explicación de su contenido:   La historia narrada en esta novela epistolar, vinculada con María Magdalena, fusiona realidad y ficción a través de una relación amorosa con implicaciones morales, estéticas y espirituales. La dramática experiencia de una mujer de nuestro tiempo, por la circunstancia espiritual que la iluminó, fue redimida de un oscuro pasado cuya culpa expió transformando su conciencia y consagrando su vida a un ideal de servicio a la iglesia que el divino galileo fundó para la redención de la humanidad. La experiencia que marcó la vida de la heroína bíblica la vivió la protagonista criolla de esta novela, que el narrador recrea en cartas compartidas en las cuales aflora una visión espiritual y el sentimiento del amor tras el impacto de una experiencia cardinal y la determinación de una mujer que se enroló al movimiento religioso del Sorato de Magdala como entrega de una transformación.

Entre disquisiciones intelectuales, estéticas y espirituales fluye una onda mística que atraviesa la narración del novelista dominicano, que se suma a la novelística dominicana de corte bíblico, en la que se alternan el amor, la filosofía, la historia, la estética y la espiritualidad, que el arte del novelar fecunda y potencia, abriendo un nuevo cauce a la novela histórica, mística y bíblica. En El Sorato de Magdala se entrecruzan una historia de amor, el singular personaje bíblico de María Magdalena y una visión mística del mundo bajo la inspiración del ideario estético del Interiorismo.

Esta obra fictiva, que se remonta a los orígenes del Cristianismo, contrasta el sentimiento que desmaya los sentidos a favor del crecimiento de la conciencia trascendente. Al expresar la protagonista su reacción ante la demanda del amor humano (“Cuando nos besamos, yo te besé con el sentimiento del amor sagrado, mientras tú me besabas con el fuego de la pasión carnal”), enfatiza su ternura en un lenguaje diáfano, que el narrador comparte a la luz de sus intuiciones y vivencias, alternándose el amor erótico y el amor sagrado, que el autor formaliza a través del género epistolar en esta novela histórica de inspiración mística, interiorista y bíblica.

Bruno Rosario Candelier

Valoración de El Sorato de Magdala de Bruno Rosario Candelier

Por Luis Quezada Pérez

 

BRUNO ROSARIO CANDELIER: La historia que se cuenta en El Sorato de Magdala está vinculada con dos parejas de épocas diferentes: una pareja cibaeña de nuestro tiempo y la pareja clásica de la etapa inicial del Cristianismo, Jesús de Nazaret y María de Magdala. La relación espiritual que hubo entre Jesús y María Magdalena, como la que hubo en la pareja cibaeña, es el tema que el autor plasma esta novela epistolar, primera novela que se publica en nuestro país con esa modalidad escritural. Y los dos narradores, Aurora y Barranco, desarrollan mediante intercambio de cartas el núcleo de la trama narrativa. Vamos ahora a cederles la palabra a dos notables intelectuales dominicanos, el teólogo Luis Quezada y la historiadora de arte Laura Gil, para que nos den la valoración que ambos tienen de esta novela.

LUIS QUEZADA: Los escritores tienen un problema debido a que sus creaciones literarias no las producen en el momento preciso y oportuno porque no lo andan buscando tampoco. Entonces, la pertinencia y la relevancia de una obra salen en el momento en que ni es pertinente ni es relevante, pero ese no es el caso de El Sorato de Magdala. No sé si Bruno Rosario Candelier lo hizo, como dicen los abogados, con premeditación y alevosía, sacar esta novela en este momento porque la iglesia está reivindicando, después de 2000 años de mantenerla invisible, a una mujer que es la mujer por antonomasia del primer siglo de la Cristiandad, María Magdalena. Ninguna mujer es más citada en los textos canónicos que María Magdalena. Quizás la madre de Jesús podría tener más citas, pero María Magdalena era una gran seguidora de Jesús. Entonces, me parece que en este momento, hace 30 años, el primero que la comenzó a reivindicar fue el Papa Juan Pablo II en una exhortación apostólica que se llama Mulierisdignitatem (A la dignidad de la mujer), y ahí nombra con un título clásico que viene de la antigüedad, María Magdalena: la apóstol de los apóstoles, porque eso fue María Magdalena. No es una coincidencia el hecho de que los cuatro evangelios canónicos la ponen como la primera testigo de la resurrección. En una sociedad judía en donde la opinión de la mujer valía menos que nada, pues la mujer no tenía calidad, la mujer siempre era infantil; no tenía calidad para ser testigo en un juicio. Su testimonio no valía. Entonces, hace 30 años Juan Pablo II la reivindica que, por cierto, no sé si con premeditación y alevosía, Bruno incluye a Juan Pablo II en un pasaje de esta novela. Y, en segundo lugar, hace 3 años, el papa Francisco acaba de dar un palo exigiéndole a la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, que litúrgicamente el recuerdo de María Magdalena deje de ser memoria y se convierta en fiesta con el mismo rigor con que se celebra la fiesta de los demás apóstoles. El 22 de julio celebramos a María Magdalena, ya no como memoria, sino como fiesta. Hago toda esta perorata inicial porque la novela de Bruno ha salido en el momento más preciso y oportuno, como ha sido la publicación de El Sorato de Magdala.

Lo primero que voy a resaltar es el hecho de que es un invento de la creatividad literaria de Bruno. Yo he buscado en los diccionarios de la Real Academia Española a ver si existe la palabra sorato. No existe. Es un invento de la imaginación fecunda de Bruno Rosario Candelier. Segundo, la novela es una extrapolación del siglo primero y el siglo XXI. El narrador juega con dos parejas: una pareja que es del siglo primero, que es María Magdalena y Jesús de Nazaret; y, en el siglo XXI, Aurora y Barranco. Precisamente la novela va a cifrar en dos mocanos el protagonismo; dos mocanos campesinos de una región de Moca llamada Villa Trina, en una sección llamada Los Bueyes; de ahí es la muchacha protagonista de la novela, que se llama Aurora. Un nombre que no es el nombre, según la novela no es su nombre de acta, sino que es el nombre que ella a sí misma se dio el día que radicalmente cambió su vida, y les voy a decir cómo Bruno presenta ese momento: Entonces, él escoge a una muchacha, Aurora, el nombre es extremadamente importante… Bruno tiene una obsesión con el nombre de Aurora que, no sé si eso brota de su inconsciente, porque ya en El sueño era Cipango aparece Aurora. Bruno es un novelista de los orígenes; es un novelista genesíaco. Las tres novelas que nos ha regalado son novelas genesíacas. Por ejemplo, El sueño era Cipango es una relación genesíaca de nuestra Dominicanidad, con las raíces hispánicas. Después publicó, una novela que habla sobre los orígenes de la Mocanidad: El degüello de Moca, aquel hecho trágico que ocurrió el 3 de abril de 1805, cuando pasaron las tropas de Cristóbal y Dessalines, y asolaron la villa de Moca en el templo de Nuestra Señora del Rosario, donde hicieron una masacre dentro del templo, y Bruno lo narra con una narrativa sumamente ágil. Esa faceta de su talento creador es una de las cosas buenas que tiene la narrativa de Bruno, que se lee con seguidilla. Ahora se va más lejos: a los orígenes del Cristianismo; y se va a la pareja bíblica del Cristianismo del siglo primero, que son María Magdalena y Jesús de Nazaret, y la hace cruzar con una pareja de campesinos mocanos: Aurora y Barranco, que son de Los Bueyes, Villa Trina. Ella de Palo Seco y él de Pedregal. Es una novela epistolar, es decir es un texto cuya estructura son 82 cartas que se mandan dos personas. La estructura epistolar para una novela, pienso que pudiera ser aburrida, pero, ¿cuál es la magia? Son cartas que empiezan desde el 3 de enero del 2001 hasta diciembre de ese mismo año (lo cual no sé si es una coincidencia o diosidencia el hecho de que las cartas estén escritas en el 2001, ya que en esta fecha hubo un corte dramático de la historia de la contemporaneidad nuestra por lo ocurrido en las torres gemelas). La cuestión es que la magia está en hacer la primera novela epistolar y, en segundo lugar, hacerlo con una técnica, una agilidad y creatividad literaria que yo les pago a ustedes si comienzan y leen la primera carta y ver si no les da seguidilla…

Entonces, ¿cuál es la diferencia entre las dos parejas que se cruzan, hecha con una maestría, la del siglo I y el siglo XXI? Que en la pareja del siglo I hay una relación tan cercana, tan íntima, que difícilmente dos seres humanos de ambos sexos hayan tenido una relación tan cercana, con la que Bruno juega magistralmente, y lo puedo decir como teólogo, juega magistralmente con dos cosas fundamentales que son una delicia de la novela: el amor humano y el amor sagrado. Cuando digo amor humano, digo el amor carnal, instintivo, pasional de todo hombre por una mujer y de toda mujer por un hombre; y ese amor carnal difiere del amor sagrado. Entonces, en esa primera pareja del siglo I, quién convence a quién de qué tipo de amor elegir es Jesús. Magdalena y Jesús se miraron a los ojos, y es esa mirada cautivante (porque María Magdalena se acercó a Jesús como un hombre galante, un hombre apuesto, un moreno barbudo, melenudo, tostado por el sol, un gigante, un galileo con su nariz torcida como son los galileos), y, María Magdalena se acerca en pos del amor humano y, es la mirada cautivante de Jesús de Nazaret la que le transforma ese amor humano en amor sagrado. Pero en el otro caso de la pareja del siglo XXI, entre Aurora y Barranco, que son los protagonistas de la novela, ¿quién creen ustedes que transforma a quién? Aurora transforma a Barranco. Barranco se enamora entre las tripas de Aurora. Cuando Barranco la ve en una librería por primera vez, nace una relación en ese carteo que tiene un juego exquisito (a veces tienes que hacer un discernimiento, y Bruno tiene la magia de tirar una línea casi invisible entre el amor humano y el amor sagrado), porque él juega mucho en la novela con El cantar de los cantares. El texto bíblico dedicado al amor tiene la magia de no saber en dónde comienza el amor humano y dónde comienza el amor sagrado; es el único libro de la Biblia que no menciona por ninguna parte a Dios y está hablando de Dios desde el principio hasta el final, pero no lo menciona. Entonces, E lCantar bíblico hace una simbiosis entre el amor humano y el amor sagrado. El Cantar de los cantares es la magia de todas las publicaciones de la Biblia. Jorge Luis Borges dijo una vez que él con gusto sacrificaría toda su producción literaria por haber sido el autor de El cantar de los cantares. ¿Cuál es la relevancia y pertinencia que tiene la producción de Bruno, hoy? Está en que María Magdalena es la mujer que hoy, los que somos creyentes, estamos reivindicando para reivindicar una muchedumbre invisible durante 2000 años que existe en la Santa Madre Iglesia Apostólica: las mujeres. Tan invisible que hoy los exégetas han descubierto algo insólito. En su último libro, antes de morir, Raymond Brown, exégeta de primera magnitud mundial, acaba de decir lo siguiente (resumo en tres palabras una obra de 900 páginas). Primero: “Hoy tengo muchas dudas de que el evangelio de Juan lo haya escrito Juan”. Pero esa duda le llegó tarde porque los exégetas sabemos que Juan era semianalfabeto; entonces el griego y el texto literario que tiene el evangelio de Juan es demasiado exquisito para que lo escriba un semianalfabeto: así que queda descartado que el evangelio de Juan lo haya escrito Juan. Segundo: “Cada vez sospecho más que el evangelio de Juan, el discípulo amado no era un hombre, sino una mujer”. Siempre se ha dicho que el discípulo amado era Juan, el que recostó en la Última Cena su oído en el pecho de Jesús, diciendo “Dime quién es el barbarazo que te va a traicionar”. Y Él le dijo: “A quien yo le moje el pan, ese es”, y le mojó el pan a Judas que, por cierto, las dos figuras más desacreditadas en dos milenios, y que tenemos que reivindicar son Judas Iscariote y María Magdalena. Estamos hablando de María Magdalena, pero hay que destacar que Judas no es traidor. Es decir, si hay algo claro entre nosotros los biblistas es que Judas no traicionó a Jesús. La prueba de que no lo traicionó fue que se suicidó, y nadie que traiciona se suicida. Entonces, María Magdalena era la discípula amada. Leonardo da Vinci, que era un genio y no era ningún pendejo, a quien pone al lado del Maestro, recostándose de Jesús, es un rostro femenino. Todos los cuadros de la Última Cena están mal pintados, porque Jesús la celebró en la casa de Marcos, en el aposento alto como dicen los evangélicos, con los 12, los discípulos y las discípulas, porque Jesús, algo grande que hizo fue no hacer diferencia entre hombres y mujeres. Era el único caso de un rabí que no hizo diferencias entre discípulos y discípulas; de hecho, los rabinos no tenían discípulas, sino solo discípulos. Juan el Bautista, que fue quién introdujo en el profetismo a Jesús, tuvo discípulos, no tuvo discípulas; sin embargo, Jesús nunca se separó de las mujeres, y esa es una reivindicación que hay que hacer hoy. Pero además, a María Magdalena, a pesar de haberla hecho invisible, la hemos desacreditado diciendo que era el “cuero” más grande del siglo primero, porque en ninguna parte de la Biblia dice que María Magdalena era prostituta. María Magdalena vivía en un pueblecito que se llama Magdala, que queda en la parte occidental del lago de Galilea, y es verdad que en Magdala, donde había mucho tráfico comercial y de negociantes porque es una zona pesquera, los biblistas y los historiadores del siglo I, que yo creo mucho en ellos, coinciden en que María Magdalena vivía de salar pescado. En Magdala las mujeres vivían de salar pescado porque no existían refrigeradores. Es posible que en algún momento María Magdalena haya sido cortesana de personas de la alta clase. Hay una tradición apócrifa que dice que María Magdalena tenía un negocito de prostitución ahí en Magdala, y de Magdala se mudó a Cafarnaúm, lugar de mayor tráfico masculino para levantar el negocio, y se mudó a una zona de tolerancia en el pueblo de Cafarnaúm que se llamaba “La calle de los jazmines”. Se llamaba así porque en Israel se obligaba a que las mujeres de vida alegre llevaran un frasco colgado al cuello con fragancia de jazmín, y olían a jazmín, es decir, que si usted sentía el olor a jazmín en una mujer, es porque era prostituta, así como en la Edad Media a la mujer de la profesión más antigua del mundo se le obligaba a poner una rama en la puerta de su casa, y es de ahí de donde proviene la palabra “ramera”. Entonces, aunque esa tradición de que ella ejerció en la calle de los jazmines la prostitución, dicen los apócrifos, y lo dice Gerald Tasan, que Magdalena vivía de salar pescado. Lo único que dicen los canónicos es que Jesús le sacó 7 demonios, 7 espíritus impuros, según dice el Evangelio de Lucas. José Saramago que era ateo de pura cepa, o como dice Buñuel, “ateo por la gracia de Dios”, porque desde el punto de vista epistemológico el ateísmo no es más que un cortocircuito con la roca del ateísmo, que es la roca del mal. Si existe Dios y existe el mal, si existe el bien y existe el mal, entonces uno de los dos no existe, y sabemos que el mal existe; entonces Dios no existe. Ese es el argumento, es decir, el que no ha sabido integrar la roca del mal y saber que Dios es el anti-mal, como dice muy bien Andrés Torres, que me parece que es el que mejor ha trabajado la teología del mal en Repensar el mal, una de sus obras de hace unos pocos años. Saramago, que no era ningún pariguayo y era ateo por la gracia de Dios, dijo: “¿Por qué siempre dicen que Jesús nada más le sacó siete espíritus impuros a María de Magdala, pero no dicen que también le despertó a la Magdalena siete ángeles? Siete ángeles que yacían en la estructura inconsciente de su personalidad. Entonces, yo hice un trabajo del que ahora solo quiero mostrar el esquema, y lo llamé “El Sorato de Magdala: un acercamiento en siete aproximaciones”. En lo personal, entre las novelas de Bruno Rosario Candelier, he llegado a la conclusión de que la mejor es El Sorato de Magdala. Una novela epistolar de inspiración bíblica y ha sido un gran acierto suyo escribir esta novela entre dos protagonistas que se comunican a través del género epistolar.

Para mí, humildemente me atrevo a decir, y no lo digo porque él está aquí, tres cosas: en primer lugar, que hasta el sol de hoy, no creo que haya un cauce literal más profundo en la literatura dominicana que el Interiorismo, movimiento literario creado precisamente por Bruno Rosario Candelier. El Interiorismo ha trascendido las fronteras de la Dominicanidad y la Mocanidad, y ha llegado a otro plano. En segundo lugar, Bruno ha rescatado a través del Interiorismo tres cosas que para mí son vitales, como son: la dimensión mítica, la dimensión metafísica y la dimensión mística, que son las tres aproximaciones que hice a esta novela. Hoy muchos estamos rescatando la dimensión mítica de la humanidad porque hoy, con nuestros aires de modernidad, crearon nuestros complejos de superioridad poniendo en el pedestal a la diosa razón. Todos los que estamos aquí somos hijos de la modernidad. Hemos puesto en el pedestal a la diosa razón. Pues déjeme decirles que la diosa razón fue destronada por los mismos modernistas. La mayor escuela de la modernidad del siglo XX, en 1930 sacó el manifiesto de la modernidad, y en esa época destronaron a la diosa razón con este planteamiento: “Todo exceso de racionalidad es un déficit de racionalidad”. Entonces, el rescate del Interiorismo que está haciendo Bruno desde el pensamiento mítico universal de la mitología griega a la mitología hindú, la mitología azteca, maya, etc.,(abran los ojos porque el mito no era de cuando teníamos los pantalones cortos; el mito es parte de la estructura seral de nosotros como seres humanos). Nosotros somos seres mitómanos. Segundo, el rescate que hace el Interiorismo de la metafísica. Bruno es un apasionado de los pensadores presocráticos; él está rescatando a los presocráticos y quién rescata a los presocráticos está rescatando lo mejor del pensamiento de la humanidad. Tercero, en esta novela ustedes van a disfrutar del rescate místico del Interiorismo. Bruno no solo se agarra de los grandes místicos, san Juan de la Cruz, santa Teresa de Jesús y otros. Bruno, con mucha premeditación y alevosía, pone al inicio de la novela una frase de Tagore que resume la esencia del libro. Dice Rabindranah Tagore: “Un día vendrá cuando te cantaré en la aurora de otro mundo. Te vi una vez en la aurora de la tierra y te amé siendo hombre”. Es decir, ahí está rescatando a Barranco, que se enamora entre los huesos de Aurora, y Bruno, que no es ningún tonto y todo lo que hace es con premeditación y alevosía, en la solapa del libro consigna esa frase de Tagore. Yo digo que el que lee esto ya sabe por dónde va la novela. Pone un párrafo que aparece en la carta 60 entre las 81 cartas que configuran esta novela, que empiezan el 3 de enero del 2001 hasta diciembre del mismo año. En la carta número 60 del 2 de septiembre del 2001, Bruno Rosario Candelier consigna en la solapa del libro la esencia de su novela en las siguientes palabras:“Según la tradición conservada en nuestro Sorato, María Magdalena se sintió espiritualmente desnuda ante el resplandor de aquella purísima Llama que descubría el interior de su alma como un rapto indescriptible, y aseguraba la hebrea que Jesús la tomó por sus brazos, y al erguirse, emergió otra María ante la mirada sutil y transformante del mismísimo Jesús. Jamás hombre alguno la había mirado con una mirada de amor sagrado, como la miró Jesús”  (Bruno Rosario Candelier, El Sorato de Magdala, carta 60, 2 de septiembre de 2001)”.

En la aproximación bíblica que hago desde el punto de vista de la exégesis, que la reivindicación que está haciendo la Iglesia Católica por María Magdalena va a pasos acelerados y, quienes más hemos contribuido a eso somos los biblistas. En el capítulo 2 de Génesis, cuando Dios habla que va a crear a Eva, dice: “Hagamos a un igual frente a él”. Entonces ¿qué es la mujer? El igual frente a él. Eso es una “galleta” a los 2000 años de masculinismo o de machismo de la iglesia; porque nosotros tenemos una Santa Madre Iglesia Católica, Apostólica y Romana que se llama la Santa Madre Iglesia. “Madre”, pero dirigida por hombres, y donde toda la tradición de los profetas bíblicos desde Isaías desde el siglo Vlll antes de Cristo, Yahveh se compara más con una mamá que con un papá: “Aunque una madre se olvide de sus hijos, yo no me olvido de ti, Israel”, dice Yahveh en el capítulo 52 de Isaías. Pablo, que es una gran figura, dice: “Ya no hay esclavos, no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, porque todos somos uno en Cristo Jesús”.

En fin, esta magnífica novela de Bruno Rosario Candelier ha salido en el momento preciso y oportuno para reivindicar a María Magdalena, que la hicimos a propósito invisible, igual que como hemos hecho a más de la mitad de la humanidad, que son también las madres de la otra mitad.

 

Luis Quezada Pérez

Presentación de El Sorato de Magdala

Santo Domingo, Feria del Libro, 27 de abril de 2019.

Valoración de Sérvido Candelaria

Por Bruno Rosario Candelier

 

En abismo de transparente corteza

flotará mi hamaca en llamas sobre el risco.

Y aunque ciego, atraparé el rocío con qué apagar

la sed que el agua no sacia”.

(Sérvido Candelaria)

 

Venir a vivir en cualquier ámbito de esta tierra, entender lo que la vida implica y asumir una misión consciente y responsable, signo es de una clara dotación intuitiva, de una recia cosmovisión existencial y también de inequívocas y esclarecedoras interrogantes. Eso lo sintió y entendió Sérvido Candelaria cuando advirtió que él estaba inmerso en acciones que descarrían la vida hacia rutas sinuosas y terribles. Al darse cuenta del abismo en que había caído, desató las amarras entorpecedoras, asumió las riendas de un nuevo destino con un rumbo auspicioso y reencauzó su andar hacia un sendero luminoso y trascendente.

Sérvido Candelaria, el escritor nacido, criado y radicado en Miches (1), emergió al mundo de las letras con voz propia, firme criterio conceptual y claros conceptos desde su peculiar perspectiva estética y espiritual.

Para valorar y justipreciar la trayectoria literaria de Sérvido Candelaria veamos las siguientes consideraciones sobre la personalidad metafísica del intelectual michero:

  1. Dotado de una firme vocación de servicio. Según la locución latina nomen, omen (‘El nombre entraña un augurio’), Sérvido Candelaria vino al mundo para servir. El vocablo sérvido (del latín servidus, significa ‘servidor’, derivado de siervo, el lanudo y dócil corderillo que se acopla a la manada en el ámbito pastoril. Sérvido disfruta su vocación de servicio y siente que vino al mundo para hacer algo en bien de los demás, noble tarea que lo distingue y enaltece.
  2. Consolidado con una vestimenta de una sola pieza. No tiene nuestro poeta una conducta solapada, como la del que se presenta amable y cortés, pero por detrás disfruta la maledicencia, señal de quien tiene “doble cara”, es decir, que dice una cosa y hace otra. Sérvido Candelaria es sincero y veraz, sin dejar de ser exigente, pero siempre respetuoso, leal y consecuente.
  3. Dedicado a la labor cultural en su pueblo y su región. En el año 2011 el Ministerio de Cultura lo reconoció con la alta distinción de “Activo cultural de la Nación”, presea con la que ponderaron su valioso servicio de gestión cultural a favor de Miches y la región oriental de nuestro país.
  4. Puntual como la salida del sol naciente. Oriundo de este terruño soldeño, cuando se le convoca a un encuentro, una conferencia o una jornada intelectual llega antes de la hora pautada, aunque la actividad sea en San Fernando de Montecristi, en Fushimaña de Lajas de Yaroa, en la galana tierra de Moca o en cualquier escenario de Santo Domingo, a pesar de tener su residencia en el lejano y casi mítico Miches.
  5. Integrante de la cuadrilla interiorista de escritores michenses (con Rafael Peralta Romero, Miguel Solano, Sérvido Candelaria, Josanny Moní, sin olvidara Rosalina Benjamín, aunque ahora esté residiendo en “los países”), este cultor literario le da prestancia a la valiosa representación de creadores soldeños.
  6. Coauspiciador del polo literario de Miches. Este pueblo oriental de la República Dominicana llamado Miches es un semillero de poetas. Eso indica que este singular pueblo de nuestro país tiene singulares condiciones telúricas y celestes para gestar en su seno a cultores intelectuales, escritores y poetas que asumen el arte de la creación mediante el cultivo de la palabra.
  7. Poseedor de apreciables virtudes personales. A Sérvido Candelaria se le conoce por su incuestionable vocación para la puntualidad, responsabilidad y coherencia, rasgos que denotan el respeto de una persona hacia los demás, lo que es parte de una vocación civilista, generosa y altruista, cuando se vive en comunidad.
  8. Poseedor de una inteligencia emocional, interpretativa y visionaria. La intuición y la sensibilidad de este valioso cultor de la palabra se manifiesta en su creación poética, narrativa, crítica y ensayística, según podemos comprobar en sus ponencias y textos de poesía y ficción.
  9. Entusiasta promotor del arte de la palabra y el lenguaje del buen decir. Sérvido Candelaria es un intelectual amante de su pueblo y forjador de su destino con su labor de promoción cultural y su tarea de creación literaria.
  10. Cultor de la literatura como logoterapia y cauce del talento creador. En un conversatorio celebrado recientemente en la sede de la Academia Dominicana de la Lengua, Sérvido Candelaria expresó que desde joven comprendió que la literatura sería el fuero y el signo de su desarrollo intelectual, y reveló que haberse consagrado a la creación literaria fue el medio estético y espiritual que lo rescató de una ruta equivocada, encauzándolo hacia el crecimiento interior de su conciencia, al tiempo que expresaba mediante el arte de la palabra el testimonio de sus intuiciones y vivencias a favor de los altos ideales que el credo estético del Interiorismo le ayudó a forjar para su propio cultivo y a favor de los principios que edifican la inteligencia y enaltecen la expresión.

 

En su contacto con lo viviente (2), Sérvido Candelaria anhela la conexión del aura mágica que impregna y transfigura la sensibilidad y la conciencia porque quiere sentir, vivir y crear bajo la pauta del ordenamiento cósmico, según la aspiración de los creadores que experimentan la más honda apelación de la vida, como lo expresa nuestro poeta en “Torrente”:

Una cañada de luz despeña al monte

y sus chorros cortan

la cantera negra del lecho.

Y yo en el espejo mis deseos palpo

ansiando la estela que toque mi frente,

que me transfigure, que se haga asequible,

que tiemble en mis manos,

que se posesione de todo mi ser.

Quizás así pueda abrir un camino

entre la espesura que orilla el Sendero.

 

Al igual que todos los mortales, Sérvido Candelaria escucha la voz de las fuerzas que lo apelan-y ya sabemos que hay voces de la conciencia universal de la cantera cósmica en su expresión angelical de lo sublime, y voces del Averno con su connotación diabólica de lo perverso, según inferimos de la creación de nuestro poeta cuando percibe la onda irradiadora que reclama su participación o su realización, como podemos apreciar en la cogitación de su conciencia sutil plasmada en “Reflexión”:

A veces,

cuando las tinieblas

me llaman

hacia sus claros abismos,

asciendo a Ti para encontrarme.

 

Con la capacidad de percepción de la dimensión visible de la realidad física y de la dimensión invisible de la realidad metafísica, nuestro poeta ausculta el alma de lo viviente, y su intuición la expresa en términos antitéticos altamente expresivos(“el estruendoso silencio de una partitura etérea”), y tras su búsqueda visualizada en pos de la esperanza, que es el aliento promisorio de lo Eterno, Sérvido Candelaria testimonia lo que concita el corazón de quien ama, indaga y sueña, al tiempo que revela la singular condición de su honda apelación estética y espiritual, afín al ideario trascendente del Interiorismo (3), según manifiesta en “Retorno”:

 

Escucho el estruendoso silencio

de una partitura etérea.

La vida se ha ido con pausada prisa

a diluirse en una cruz que se agiganta.

Y en la gruta barrida por el viento,

la esperanza alienta

el regreso cada vez más lejano(5).

 

Sérvido Candelaria asume su vocación literaria y hace uso de la palabra para testimoniar su visión del mundo (4), canalizar su poder de creación y enseñar que la vida tiene un alto sentido si la impregnamos de amor y sabiduría con el lábaro del ideal que concita la sensibilidad y edifica la conciencia. En fin, Sérvido Candelaria es un ejemplo vivo y elocuente de que el hombre bueno y noble vive para servir.

 

Bruno Rosario Candelier

Encuentro del Ateneo Insular

Miches, Seybo, 18 de mayo de 2019.

 

Notas:

  1. Natural de Miches, Provincia de El Seybo, República Dominicana, nació el 28 de marzo de 1956. Licenciado en Educación, Mención Letras, por la Universidad Central del Este, profesor y cultor de la palabra. Poeta, narrador, crítico literario y animador cultural. Ejecuta proyectos de desarrollo socioculturales en su pueblo natal para impulsar las bases de la tradición literaria en ese poblado de la región oriental de nuestro país. Miembro correspondiente de la Academia Dominicana de la Lengua, dirigente del Ateneo Insular y cultor del Movimiento Interiorista, asume la palabra como un don espiritual mediante el cual da cuenta de su percepción de lo viviente como testimonio de su talento creador. El esplendor de lo viviente concita su lira y su entusiasmo, que su palabra formaliza en poesía y ficción.
  2. Autor de obras de poesía, ficción y ensayo, Sérvido Candelaria se ha destacado como un incansable promotor cultural en la región oriental de nuestro país, con la creación de la entidad denominada ArteMiches.
  3. Selvido Candelaria tiene 10 obras publicadas. Labora en el Ministerio de Cultura como director general de Promoción de Mercados Culturales; preside Artemiches, con la “Semana Cultural de Artemiches”; es miembro activo del Ateneo Insular y del Movimiento Interiorista; asesora talleres literarios en su comunidad y es miembro correspondiente de la Academia Dominicana de la Lengua; fue declarado en el 2010 como Activo Cultural de la Nación por el Consejo Nacional de Cultura.
  4. Entusiasta militante en los actos lingüísticos de la Academia Dominicana de la Lengua y en los encuentros literarios del Ateneo Insular, Sérvido Candelaria da un ejemplo con su fervorosa participación en las jornadas intelectuales de las citadas instituciones.
  5. Los poemas de Sérvido Candelaria, citados en esta breve semblanza sobre el escritor michero, fueron publicados en la antología de Bruno Rosario Candelier, Poesía mística del Interiorismo, Santo Domingo, Ateneo Insular, 2011.

Valoración poética de Josanny Moní

Por Bruno Rosario Candelier

 

Te miro y el fuego de tus ojos me consume.

El viento recio de tu aliento se lleva mis palabras”.

(Josanny Moní Mota)

 

El primer encuentro literario del Ateneo Insular al que asistió Josanny Moní (1) fue el que celebramos en la Colina Mística de Santo Cerro hacia finales de 2014.

-Aquí le traigo a esta bella poeta -me dijo Rafael Peralta Romero al presentármela.

Y yo advertí en la sonrisa luminosa de Moní, en su mirada escrutadora y en su actitud abierta y empática, un singular talante que luego confirmé en su caudalosa sensibilidad espiritual, su fina expresión estética y su entrañable conexión con el fluir de lo viviente, según el testimonio poético consignado en el poemario Musa (2).

Esta agraciada poeta oriunda de Miches, llamada  Josanny Moní Mota (1), vino al mundo con una vigorosa dotación perceptiva de su sensibilidad estética para sintonizar los fluidos telúricos de su terruño natal y las emanaciones estelares del cielo soldeño, lo que atizara su conciencia espiritual de lo viviente con un sentido de coparticipación de su ser con el alma del mundo, como se aprecia en el siguiente texto (3):

 

Soy un grano de arena

que late en las aguas profundas del Universo

volcada por sus olas telúricas hacia la superficie

Soy una brizna de luz

en la frontera de la risa y el llanto.

Tengo todo porque primero fui nada

sumergida, arrastrada, sacudida…

Tejida entre frialdad y espanto

para luego renacer a una nueva conciencia

más ligera para caminar por nuevas realidades.

Ajena al prurito de lavas volcánicas

que arden en mis silencios

cerré los ojos y pude ver la luz.

   El poemario Musa irradia una onda sugerente de la gema estética y espiritual de la sensibilidad de Josanny Moní como un crisol de luz y sabiduría. “Bañada de luna” en el fuero de su interioridad, según revela en uno de sus poemas, nuestra autora se siente impregnada de “amapolas de estrellas”, como expresa en “Al verde mi alma”.

La agraciada poeta interiorista de Miches tiene una alta ponderación del espíritu que acompaña a lo viviente, dimensión esencial para entender el sentido de la vida desde lo material hasta lo trascendente. De cuanto fluye de su ser, límpido y genuino, puedo inferir algunos rasgos indicativos de su genio interior, como la singular condición de su alma en sintonía con la esencia cósmica. La connotación física y espiritual de la gracia inmersa en la luz afloran en sus versos. Con una alta valoración de la belleza sutil, que fecunda su sensibilidad estremecida, eleva el alma que su espíritu consiente, tras asumir el fluir de lo viviente en una relación sensorial, erótica y espiritual de su ser interior con el ser de las cosas. En esa compenetración profunda, esa mujer con esos singulares atributos se empalma a la urdimbre cósmica como medio de conexión para ascender, a través de las ondas telúricas y estelares, a la belleza inmarcesible y al sentido que no perece, concitado por la pasión subterránea de esta Eva tropical y antillana.

La doctrina de la contemplación estética enseña el concepto de que hemos de sentir lo contemplado para captar su esencia. Ese planteamiento se corresponde, en la vivencia erótica y mística, con la experiencia de fusión, que consiste en sentirse integrado a la esencia de lo viviente, en la que el alma de nuestra poeta tiene la sensación de confundirse con la cosa. Contemplando la flor, percibe y pondera la flor, siente como la flor y finalmente encarna la flor en su ánfora interior, sintiendo que ella es el objeto contemplado. Es una manera de sentir, disfrutar y compartir el esplendor de la Creación.

Cuando le envié el texto del párrafo anterior por correo electrónico a Josanny Moní, ella me escribió el 26 de agosto de 2015 esta perla: “Cuánto agradezco el gesto de sus palabras, en las cuales me deleito una y otra vez como el agua que cae de una fuente inagotable en las profundidades de las montañas. Quiero tatuar estas palabras en mi memoria, que se disuelvan en mi sangre, que formen parte de mi ADN; por eso tomé el texto y lo imprimí, con la intención de colocarlo cerca de mi almohada para que sea el último bocado que pruebe mi ser antes de dormir y el primero al despertar. ¡Gracias!”.

Al día siguiente le escribí a la agraciada poeta michense lo que sigue: “Un singular atributo que pude apreciar en tu alma es el poder interior de tu conexión cósmica, vale decir, el potencial de tu conciencia trascendente. Viniste al mundo con la capacidad para sentir y entender el sentido de fenómenos y cosas, captar verdades profundas y recrear cuanto ves, imaginas o intuyes. En virtud del Logos que nos identifica, tenemos el instrumental para pensar, sentir y expresar nuestras percepciones entrañables. Desde que fuimos creados e instalados en algún ámbito de este mundo contamos con poderes que nos fueron otorgados por Quien nos hizo a su imagen y semejanza para que hagamos de nuestra vida una estancia luminosa en la tierra mediante la vivencia de la belleza y el sentido que capta la esencia y el fulgor de lo viviente. Por eso la belleza, la gracia y la intuición te fueron dadas para que tengas una vida más hermosa y una existencia más grata. Fuiste agraciada con una dotación física y espiritual para sentir el esplendor del mundo mediante los sentidos físicos y espirituales, con el poder de la sensibilidad para sentir, la dotación del intelecto para comprender y el don del lenguaje para crear y expresar el encanto del mundo, como lo haces en tu poesía y ficción, y esos poderes alcanzan tantas posibilidades en la reflexión, la creación y la interpretación. En tu lírica se atisban tus dones, una vía excelsa para trascender, y un medio para experimentar, con armonía y esplendor, las vivencias del espíritu en su triple dimensión estética, erótica y mística, viviendo el más auténtico sentido de la vida. Cuando vencemos los factores que coartan la sensibilidad, nos sobreponemos a las fuerzas negativas y activamos la energía creadora en armonía con la Fuerza Espiritual del Cosmos, haciendo el aporte de nuestra intuición al cauce infinito de la conciencia trascendente”.

Entonces Moní Mota de nuevo se sintió motivada para escribirme, como en efecto lo hizo el 30 de agosto de 2015, remiéndome el siguiente mensaje: “Una vez más gracias por sus palabras, aunque no sé si alegrarme  o asustarme: en realidad es mucho lo que dice, que no sé si esté en la capacidad de encarnar lo que expresa. Nunca me había percibido nadie así, ni siquiera yo misma, tal como lo hace usted. Vayan estas palabras como agradecimiento. Quisiera ser más prolífera en la pluma como lo es usted. A veces se me ocurren buenas ideas, pero a la hora de plasmarlas se esfuman parcialmente o lo que logro escribir es un triste reflejo de lo que siento y pienso, por lo cual he deseado muchas veces que existiese una máquina que pueda ir escribiendo mis pensamientos, al tiempo que van surgiendo nuevas ideas. Con toda honestidad le digo que no sé si es verdad todo lo que externa de mi persona, pero he decidido creerlo y asumirlo. La vida viene de la Vida, los pensamientos y análisis también surgen de algún lugar que bien pueden ser sobre de la base de ciertos planteamientos ya existentes o simplemente de una idea que el viento pone en nuestras cabezas con la misma normalidad que da vida a los columpios del parque o a las mecedoras de cualquier balcón dando la impresión de tener vida propia aun cuando nadie les ocupe. Del mismo modo puede recibir un alma datos del día, de la noche o de una aparente nada que está cargada de vida y significado, y  que podemos sintonizar con lo que constantemente tañen los vientos. La experiencia de entrar en contacto con otras experiencias puede resultar una ventana para acercarnos al mundo de otros, contemplar su interior y beber de las gotas que emanan de su ser hasta sentir (aun sea por breves instantes) como la fuente que destila. Esta es quizás la única forma de permanecer vivos… Gracias, Moní”.

El mensaje de Josanny Moní confirma que nuestra poeta participa del “dolorido sentir” de Garcilaso de la Vega. Posee la dotación de la sensibilidad para “sentir en la materia”, y la dotación de la conciencia para “sentir en el espíritu”. Esa doble condición de la interioridad humana indica que el mundo de sus vivencias va más allá de las manifestaciones aparentes ya que es amplia, abierta y empática su antena espiritual, lo que confirma que ella tiene desarrollada la sensibilidad trascendente (que es la dimensión espiritual de la interioridad), pues en ella hay signos de una alta dotación interior. Mediante la conexión de su alma con el alma del mundo fluyen irradiaciones estelares, una manera de decir, que tiene las condiciones estéticas y espirituales para percibir y canalizar las altas vivencias del espíritu y, desde luego, para canalizar la creatividad estética y espiritual de su inteligencia en virtud de la conexión cósmica de su sensibilidad, condición que le permite crear poesía y ficción, al tiempo que capta, entiende y recrea mensajes profundos de la cantera infinita.

Edificante y hermosa es la disposición de la conciencia para desarrollar el talento creador a la luz de nuestras intuiciones y vivencias. Desde el asombro que producen las hermosas sensaciones y los fenómenos sutiles, encauzamos las inquietudes que nos llevan al silencio, la contemplación, la meditación, la oración o la creación. Moní Mota experimenta una especial inclinación hacia la naturaleza, en un todo armónico; ese ‘fundirse’ con el alma de lo viviente para encontrarse con la trascendencia, implica sentirse parte de un todo con ‘alma’, con cabal conciencia luminosa.

Josanny Moní tiene un alma “bañada de luna” y un corazón impregnado de “amapolas de estrellas”. Fluye el aliento de su espíritu en sus cantos y la energía de lo viviente en sus palabras, vale decir, todo su ser se manifiesta en una onda de luz desde su alma tocada por el alma del mundo. Una honda vibración procedente de su conciencia concita la dimensión de lo viviente desde la fragua de su sensibilidad y su espíritu.

En otra parte he dicho que bajo la perspectiva de la trayectoria existencial, la vida se puede vislumbrar como un viaje desde uno mismo hacia la Eternidad, desde la conciencia interior hacia la Conciencia Cósmica. Cada uno tiene su propia ruta y su propia circunstancia, con su historia y sus peculiares condiciones materiales y espirituales. En ese tránsito físico y espiritual, la mente intuye un cauce que la poesía, el arte, la religión, la filosofía y la mística ayudan a perfilar como se aprecia en la creación poética, la experiencia religiosa o la vivencia mística. Cada uno tiene un lugar y un punto de contacto en el Universo, mediante una conexión con la Energía Suprema de la Creación. Y cada uno experimenta apelaciones entrañables y descubre su vocación y la vía para su materialización. Se trata de una singular conexión que pauta la vía de una apelación y la ruta de un destino. Quien tiene conciencia de sí mismo, conciencia de la realidad y conciencia de la relación de todo con el Todo, vive una vida con hondura y sentido, y logra altos niveles en el ascenso del espíritu. Quien se ausculta a sí mismo y procura el sentido de fenómenos y cosas, con su intuición descubre que hay verdades poéticas y verdades interiores que la palabra formaliza en imágenes y conceptos. A la voz interior de la conciencia individual se suma la voz universal de la sabiduría cósmica, que el Numen registra con su estirpe espiritual de resonancias cósmicas, como la plasma la gran poesía cuando asume, perfila y recrea las señales secretas de lo arcano. Desde luego, los elegidos para canalizar la voz interior de la conciencia o la voz profunda del Cosmos, han de saber la alta misión para la que han sido convocados.

La anterior reflexión nos podría ayudar a apreciar la imbricación erótico-cósmica en la escritura de Josanny Moní, en la que entrelaza el cuerpo humano con el cuerpo celeste visualizado en los astros, índice de la compenetración de la sensibilidad estética y espiritual de nuestra joven poeta interiorista:

Un pensamiento se derrite en tus labios

recién sacados del horno

que crece y fortalece como roble silvestre

Sus ramas tocando el firmamento de sus lunas

acariciando las estrellas detrás del cuello

Tus ojos han quedado enganchados en el astro

que cuelga de su oreja.

 

La persona lírica de estos consentidos versos sabe jugar con las palabras que dejan escabullir las emociones entrañables con la personificación de las partes de la oración:

Corrientes encontradas levantando muros de frío

que paralizan a los verbos más inquietos

callando al sujeto que carece de predicado

fino, voluble y trasparente

Y ahora no dejo de respirarte

Te place cortarme la respiración

con cada suspiro atravesado.

   La emisora de estos dolientes versos, índice del “dolorido sentir”, confirma su identificación con la naturaleza. Nuestra poeta se siente parte de todo en comunión con el Todo. Y con orgullo se visualiza a sí misma como una de las criaturas de la Creación:

 

El aire está lleno de mi voz

Los ojos de las que me miran

son iguales a los míos

Cómo un sinfín de espejos

reflejan mi imagen

Rodeada estoy de mí

Soy un pájaro mirándose en un lago

Mi imagen distorsionada por la corriente

es una hoja que bate el viento

Un canto como el trinar de muchos pájaros

se escucha de mis entrañas

Y algunas plumas salen de mi cuerpo

sin que pueda evitarlo

Hay una voz que habla diferente

pero se escucha tan mía

que no sé si soy la que habla

o yo quien escucha.

 

En su doliente poetizar, expresión del caudal emotivo de su ánfora sagrada, Josanny Moní afirma su ser, certifica su voz y confirma su reclamo como una forma de sentirse a sí misma, revelar lo que su corazón anhela y canalizar el grito incontenible que mana del fuero secreto de su sensibilidad profunda, cauce y crisol de su conciencia sutil, que nuestra poeta expresa con la potencia de una sensibilidad crispada al modo lírico y volcánico de un Pablo Neruda en la estremecedora voz de Jorge Raúl Guerrero:

Yo soy la que grita

soy la que siente

la que gime

la que no duerme la que sufre

soy el llanto sin voz

La  que corre por las noches desnuda

Soy la invisible la que toca la puerta

la que rasguña la puerta

la que llamala que grita

Si, la que grita

Yo soy la que espera

Tú eres la otra

Yo soy la que llama,

la que toca, la que toca.

Soy la que vibra

Yo soy la que arde.

 

Encuentro del Ateneo Insular

Miches, Seybo, 18 de mayo de 2019.

Notas:

  1. Natural de Miches, provincia de El Seybo, República Dominicana, Josanny Moní Mota nació el 29 de diciembre de xxxx. Comunicadora social de profesión y oficio, se graduó en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Es miembro del Ateneo Insular y cultora del Movimiento Interiorista. Ha realizado varios cursos en diferentes disciplinas humanísticas. Y publicó su primera obra poética Musa, en 2014, con un prólogo de Rafael Peralta Romero.
  2. Josanny Moní Mota, Musa, Santo Domingo, Impresora Color Plas, 2014.

“Una brizna de luz”. Poema inédito de Josanny Moní, al igual que otros textos suyos citados en este estudio sobre su creación poética.