XVI COLOQUIO INTERNACIONAL LITERATURA PANHISPÁNICA

(Actividad virtual coordinada por Bogdan Piotrowski, director de la Red de Investigación Literatura Panhispánica y sus Valores. Universidad de La Sabana, Colombia. 25 y 26 de noviembre de 2020).

   “La lengua nos une, la literatura nos identifica” fue la expresión emblemática del XVI Coloquio Internacional Literatura Panhispánica y Sus Valores. Con su tema central sobre “La identidad”, la actividad virtual de la Universidad de La Sabana de Colombia, fue celebrada los días 25 y 26 de noviembre del presente 2020. Microsoft Teams para aulas remotas fue la plataforma utilizada por los organizadores del evento.

 

PONENCIA INAUGURAL: “LA IDENTIDAD Y LAS IDENTIDADES DEL PANHISPANISMO”, POR BOGDAN PIOTROWSKI   

El doctor Bogdan Piotrowski, profesor de la Universidad de La Sabana y miembro de número de la Academia Colombiana de la Lengua, inició sus palabras ofreciendo la bienvenida a los participantes de manera emotiva y agradecida: “Bienvenidos todos. Me corresponde, nuevamente, organizar el Coloquio de este año. Por las circunstancias de la pandemia teníamos muchas dudas, aplazábamos la decisión porque nos hubiera gustado recibirlos en persona. No se pudo. Sin embargo, me alegra muchísimo la presencia, aunque sea a distancia de todos ustedes, porque eso demuestra que el esfuerzo que estamos organizando por medio de la Universidad de la Sabana, vale la pena. Hubo respuesta magnífica de cada uno de ustedes con los temas, todos, muy llamativos, seguramente nos enriqueceremos mutuamente. Es también importante subrayar, precisamente, esa generosa actitud de ustedes porque ese es, realmente, el gran motivo del panhispanismo: buscar la solidaridad, buscar la hermandad, la compresión y la colaboración multilateral”.       

“Comencemos con las consideraciones generales acerca de la identidad: ¿quién soy?,  ¿quiénes somos? El tema de la identidad, en estos tiempos de la globalización, se vuelve un verdadero dilema. El giro digital lo ahonda aún más. El posmodernismo ya provoca las reacciones con las propuestas”. Señaló que “ante los cambios tan acelerados que presenciamos y vivimos en los últimos años, y no solamente los últimos diez años, hacen aún más angustioso nuestro cuestionamiento, nuestra identidad”. “Las preguntas ¿quién soy?, ¿quiénes somos?, ¿cómo me puedo definir?, ¿con qué valores me identifico?, no tienen respuestas fáciles. Tanto más que en la actualidad parece que no está muy en boga cuestionarnos sobre la finalidad de la vida, sino tratar de pasarla bien, basta disfrutar del día a día”. “Sin embargo –agrego–, desde hace mil años la literatura presta el concurso en ayudar a la humanidad en la reflexión sobre nuestra existencia y aspiramos, también, a encontrar un apoyo en las literaturas panhispánicas”.

Expresó que “la crítica no puede limitarse a los aspectos meramente formales o a su función descriptiva a constar unos hechos literarios”. Dijo que “si bien es válida una posición estremecedora de estética, no menos es, hasta más importante, el análisis del contenido”: “La verdadera misión de la crítica consiste en formar juicios de valor, llevar al lector a la apreciación sobre los personajes literarios y sus actos”. “A los críticos les corresponde promover el diálogo cultural –apuntó–, que responda a las circunstancias históricas y a las expectativas de su comunidad o de su nación”. Dijo que “la asimilación de las reacciones de dos o más culturas, y sus horizontes, ofrecen unos nuevos signos sincréticos, con forma y contenidos nuevos”:  “La riqueza panhispánica del sincretismo invita a adelantar los estudios literarios desde múltiples perspectivas, pero también definen el modo de pensar y de actuar en el mundo panhispánico de hoy en diferentes metodologías compartidas”.

El profesor Piotrowski explicó que “la identidad juega un papel relevante, y no se trata únicamente de constatar cómo es, sino contribuir a su consolidación y su contextualización”: “En la literatura se reflejan claramente los modelos de los personajes que influyen en la consolidación de la identidad de sus lectores, pero, especialmente de los connacionales”. Dijo que “estos efectos pueden resultar afirmativos o causar la oposición, pero siempre motivan para la discusión sobre su valía y contribuyen al afianzamiento del sentido de pertenencia común”. Subrayó que “todo personaje literario –héroe o antihéroe o agonista– representa un «yo axiológico» como persona, forma un relato propio del grupo, queda en la memoria colectiva y transmite sus rasgos en la construcción de la identidad individual y la identidad colectiva, también la identidad nacional”: “Podríamos recordar muchísimos personajes como Don Segundo Sombra, María, Doña Bárbara”. “La identidad es un constructivo cultural –manifestó–, una unidad simbólica que nos ayuda a entender en qué circunstancia vivimos en relación con quienes nos rodean, esto implica que hay uno procesos dinámicos de permanentes ajustes en las relaciones que desarrollamos”. Señaló que “en este sentido es inevitable hablar de negociar los cambios: por un lado, con los elementos heredados de la tradición, y considerarlos como verdaderamente valiosos; y por el otro, las nuevas propuestas que surgen instantáneamente”. Subrayó que “la multiculturalidad representativa en el panhispanismo es un caso muy particular, representa una gran dificultad y al mismo tiempo un llamativo reto en la construcción, también representa una gran ventaja, por los largos procesos de convivencia natural, desde principio de siglo”.

“En el lenguaje literario –explicó Bogdan Piotrowski– podríamos decir que el panhispanismo es una opción. Por la multiplicación de las paradojas se podría suponer, por su mismo nombre, que es una tendencia sesgada de imponer lo de España, cuando, en efecto, se trata de una concepción abierta y abarcante”: “El panhispanismo tiene como objetivo unir a todos los pueblos de habla hispana, también de los que usan el español como segunda lengua”. “En el mundo moderno cada uno de nosotros es un recién llegado y su causa se debe a los acelerados cambios que nos sorprenden a cada rato, que presenciamos y no alcanzamos a comprenderlos y que, permanentemente, nos vuelven a chochar o a asombrar”, expresó. “El contexto tan dinámico hace que cada uno de nosotros pueda tener la sensación de pertenecer a otros mundos”.

  “La esencia de la humanidad de cada persona es su identidad –resaltó–, por esta razón no basta pensar en el panhispanismo como una tendencia social, es preciso reflexionar sobre cómo es el hombre panhispánico y el sentido simbólico. La profundidad de la conciencia humana se refleja en la identidad, por ende, conviene esclarecer los valores y los ideales en el panhispanismo”. “Es necesario hablar de ideologización de la cultura que presenciamos hoy”, dijo. “Entre otros ejemplos: 1. El neolenguaje o neohabla globalista juega de múltiples modos para conseguir sus objetivos y maneja con frecuencia niveles subliminales las noticias de interpretación de la realidad. 2. En el caso de panhispanismo se percibe que tampoco está muy bien visto. Aunque el término fue acuñado hace decenios, se sigue promoviendo activamente por las Academias de la Lengua Española, circula poco en los medios de comunicación y es poco conocido en los medios universitarios”, consignó Piotrowski.  Para ilustrar “cuántas dificultades tenemos en la investigación hasta niveles nacionales”, el profesor Piotrowski refirió que “Octavio Paz nos dejó estas consideraciones sobre la sociedad mexicana de hoy”:

“Don Nadie, padre español de Ninguno, posee don, vientre, honra, cuenta en el banco y habla con voz fuerte y segura. Don Nadie llena al mundo con su vacía y vocinglera presencia. Está en todas partes y en los sitios tiene amigos. Es banquero, embajador, hombre de empresa. Se pasea por todos los salones, lo condecoran en Jamaica, en Estocolmo y en Londres.  Don Nadie crea con su vozarrón. Ninguno no se atreve a no ser: oscila, intenta una vez y otra vez ser Alguien. Al fin, entre vanos gestos, se pierde en el limbo de donde surgió. Sería un error pensar que los demás le impiden existir. Simplemente disimulan su existencia, obran como si no existiera. Lo nulifican, lo anulan, lo ningunean. Es inútil que Ninguno hable, publique libros, pinte cuadros, se ponga de cabeza. Ninguno es la ausencia de nuestras miradas, la pausa de nuestra conversación, la reticencia de nuestro silencio”.

“Yo creo que, precisamente, esta cita –«fragmentada, por cierto»– refleja la complejidad del panhispanismo y, de cierto modo, de todas las dificultades que encontramos en la construcción de la identidad nacional, en la creación de los criterios del panhispanismo literario, que son múltiples”, expresó. “Acá podríamos, precisamente, recordar cómo construir el canon literario, tan necesario, para conocernos mejor, desde diferentes ópticas porque no podemos negar que el panhispanismo tiene que incluir las creaciones precolombinas, también, hasta las lenguas nativas de hoy. Esa es la verdadera inclusión del panhispanismo”: “Si el español es el vehículo y el elemento aglutinador en el panhispanismo, también participan las lenguas”.  

  “¿Cómo podemos aprovechar los trabajos realizados?”, pregunta el Piotroswiki. Y responde que, “a través de las colecciones en cada uno de los países, a través de las investigaciones y publicaciones de las casas de estudios, tan importantes, como el Instituto Caro y Cuervo, El Colegio de México, La Maison de l’Amérique Latin, en París, Iberoamericano en Berlín”. “La identidad y su ordenamiento evita el caos social y la peligrosa uniformidad que puede conducir al totalitarismo. Tenemos que preguntarnos ¿cómo será la literatura panhispánica del futuro y cuáles serán sus alcances y su expansión? Tenemos que tener en cuenta el giro digital que vivimos, esa realidad, por un lado, de apropiarnos del ciberespacio, pero también de divulgar el pensamiento panhispánico”.

 

IDENTIDAD Y ESPIRITUALIDAD EN LA LITERATURA”, POR BRUNO ROSARIO CANDELIER, DIRECTOR DE LA ACADEMIA DOMINICANA DE LA LENGUA, DESDE REPÚBLICA DOMINICANA 

El doctor Bruno Rosario Candelier, director de la Academia Dominicana de la Lengua, inició agradeciendo al doctor Bogdan Piotrowski la amable invitación para participar en este congreso”: “Me satisface hacerlo por el tema que elegí, adaptado a la temática general de la convocatoria «La literatura y la identidad» y específicamente me refiero a la identidad y a la espiritualidad hispanoamericana, que la voy a abordar desde la creación poética”.

Y explicó que “la creación teopoética, la inspirada en la búsqueda de lo divino, forma parte de una tradición muy hispánica, muy panhispánica. De tal manera, que el primer vagido de la lengua, como le llamó Dámaso Alonso, surgió en el Monasterio de San Millán de la Cogolla y el hecho de que la primera expresión lingüística del castellano primitivo naciera en un convento, de alguna manera influyó para endosarle a nuestra lengua ese sentimiento, esa vocación espiritual que se ha mantenido a lo largo de la historia”. Explicó que “la literatura española, y todas las literaturas hispánicas, tienen esa dimensión espiritual, esa vocación mística que forma parte de nuestra sensibilidad”. Señaló que “ese rasgo primordial de la lengua española se manifiesta en esa tendencia mística como también la lengua española conforma el vínculo panhispánico de los hispanohablantes en todo el mundo, no solo en América, sino en todo el orbe panhispánico donde se habla la lengua española”.

Rosario Candelier explicó que “si observamos con cuidado el desarrollo y el proceso de cada uno de nuestros países en Hispanoamérica, hay una tradición mística en la creación, sobre todo, en la creación poética, de tal manera que cada país podría mostrar decenas de creadores que se han inspirado en la literatura mística, que se han inspirado en el sentimiento místico que, en esencia, es la búsqueda de lo divino”: “La mística no es más que la búsqueda de lo divino, el cultivo de lo divino a la luz de la espiritualidad sagrada y eso forma parte de una tendencia que va a la raíz misma de la lengua, porque cuando Heráclito de Éfeso concibió la idea del Logos, lo intuyó como una dotación sagrada de la conciencia. Entonces, esa tendencia espiritual forma parte de nuestra idiosincrasia”.

“En ese sentido –señaló– vamos a restringirnos al presente siglo en el ámbito poético: he elegido un poeta por unos siete países para dar una idea global de lo que entraña esa vocación espiritual que la lírica encarna y proyecta a través del arte y la creación estética”-.

Inició con “un escritor emblemático de América que es Jorge Luis Borges”. Dijo que “Jorge Luis Borges no era totalmente un místico («aun cuando él confiesa que tuvo experiencias místicas»), hay tres o cuatro de sus poemas que revelan el testimonio de su sensibilidad espiritual. Él tenía una profunda sensibilidad intelectual estética y espiritual como pensador, como poeta, como ensayista dio testimonio de la inmensa sabiduría que lo distinguió en vida”. Rosario Candelier compartió el poema “Mateo 25:30”, de Borges, donde “refleja esa vocación espiritual suya”:

 

Desde el invisible horizonte 

y desde el centro de mi ser, una voz infinita 

dijo estas cosas (estas cosas, no estas palabras, 

que son mi pobre traducción temporal de una sola palabra): 

—estrellas, pan, bibliotecas orientales y occidentales, 

naipes, tableros de ajedrez, galerías, claraboyas y sótanos, 

un cuerpo humano para andar por la tierra, 

uñas que crecen en la noche, en la muerte, 

sombra que olvida, atareados espejos que multiplican, 

declives de la música, la más dócil de las formas del tiempo, 

fronteras de Brasil y del Uruguay, caballos y mañanas, 

una pesa de bronce y un ejemplar de la Saga de Grettir, 

álgebra y fuego, la carga de Junín en tu sangre, 

días más populosos que Balzac, el olor de la madreselva, 

amor y víspera de amor y recuerdos intolerables, 

el sueño como un tesoro enterrado, el dadivoso azar 

y la memoria, que el hombre no mira sin vértigo, 

todo eso te fue dado, y también 

el antiguo alimento de los héroes: 

la falsía, la derrota, la humillación… 

 

Al hablar de la poeta Dulce María Loynaz, que fue Premio Cervantes, igual que Borges, explicó Rosario Candelier. “Dulce María tuvo una alta sensibilidad con una alta empatía por la naturaleza y desde su visión de las cosas, desde su conexión con la realidad sensorial plasmó su devoción por lo divino”:

 

Bien sé que todo tiene su objeto y su motivo: 

que he venido por algo y que por algo vivo. 

que hasta el más vil gusano su destino ya tiene, 

que tu impulso palpita en todo lo que viene 

y que si lo mandaste fue también con la idea 

de llenar un vacío por pequeño que sea… 

Que hay un sentido oculto en la entraña de todo: 

en la pluma, en la garra, en la fuente, en el lodo 

Que tu obra es perfecta: ¡Oh Todopoderoso, 

Dios Justiciero, Dios Santo, Dios Amoroso!… 

 

México tiene, según nuestro ponente, una larga y profunda y hermosa creación literaria, y en la poesía elogió a la poeta Concha Urquiza, que vivió intensamente la pasión divina de la gracia espiritual, la canalizó en su poesía con un fervor entrañable a la luz de su sensibilidad espiritual. Y en “Romance de la lluvia” escribió:

 

Corazón, bajo la lluvia 

herido de amor te llevo; 

te cerca el campo mojado, 

la lluvia te dice versos, 

el agua gime al caer 

en tus abismos de fuego. 

La roja tierra del monte 

entreabre el húmedo seno; 

en el regazo del valle 

ríen los pétalos tersos, 

y hacen blancos en el río 

las flechas de los luceros. 

Bajo la lluvia liviana 

herido de amor te llevo; 

muchas aguas han llovido 

sobre tu herida de fuego; 

muchas noches te han cegado, 

muchas albas te han envuelto, 

¡tengámonos a gustar 

el dulce llanto del cielo! 

 

Con evidente entusiasmo Rosario Candelier desplegó las poesías místicas de su disertación: “Vamos, entonces, a Colombia, que tiene una hermosa tradición literaria y una fecunda obra en todos sus géneros y, por supuesto, creadores de poesía mística, como la que escribió David Mejía Velilla, cuyo poemario Canto continuo da testimonio de esa luminosa vocación espiritual”:

 

Debe de haber un ángel rondando, 

está más en silencio la soledad y el vacío. 

Debe de haber un ángel junto al árbol 

fluye la Eternidad por estas horas humildes 

fluye Cosa eterna por tan pocas palabras. 

Fe, mi Señor, para creer que he alcanzado 

fe para mi pobre tiempo 

fe para no renunciar de nuevo. 

Un río de Eternidad arrastra 

mis pobres palabras. 

 

En Honduras está el poeta Segisfredo Infante, un pensador, un poeta que ha dado testimonio de su visión lírica, de su capacidad de reflexión, porque él es, fundamentalmente, un pensador y, como otros pensadores del mundo occidental, dio el salto a la poesía. Desde la creación poética, canaliza las apelaciones profundas que experimentó en su sensibilidad”:

 

Torre en ceniza que no escribe 

lirio de mi arena pura 

pirámide poética invertida 

flor de asalto, betún, azufre y de basalto 

que el alfabeto sin hacerse, solo intuye 

entre el signo interrogante 

del Patriarca sublime, indefinible 

íngrimo, insólito y errante 

que supo adivinar a Yahveh 

y su geometría. 

Fue en Eridú, quizás, 

o en Ur de los sumerios, arcadios y caldeos 

como el Patriarca de los sueños leves 

que hacia Beerseba por el sur lejano 

buscaba el Verbo entre la arena asfáltica. 

Yo vengo hacia mí mismo, mansamente, 

en pos de algún fragmento, una Verdad. 

 

“Esa Verdad profunda que buscan los místicos, que buscan los pensadores, que atisban quienes sienten una honda vocación espiritual para plasmarla estéticamente”.  “Elegí de mi país, República Dominicana, al poeta Freddy Bretón, obispo de nuestra Iglesia Católica, que ha hecho de la lírica un medio de expresión, del testimonio espiritual que él da como consagrado barón de nuestra Iglesia, y que asume la palabra, tanto como ensayista, como novelista, pero, sobre todo, como poeta. Se trata de un místico que hace de la palabra el testimonio, la dotación que nos distingue a los seres humanos, que podemos hacer uso de la intuición y de la sensibilidad y la conciencia para canalizar lo que pensamos y lo que intuimos a través de imágenes y símbolos. “Hacia la fiesta”:

 

Padre de la armonía: 

yo sé bien que tu voz  divaga por el mundo. 

Te canta suavemente la brisa en los pinares, 

o en los vientos que rozan  las rocas de la altura. 

Padre del universo,  del que soy parte mínima: 

preste yo mi voz a tus cantares, 

como lo hace la fuente  o el arroyo en las piedras; 

que no solo a las aves les fue encomendado 

cantar tus maravillas. 

Sea todo mi ser  el instrumento 

en que hagas resonar  tus melodías. 

Viva yo de tu amor,  tu armonía perfecta, 

mientras voy, peregrino 

hacia tu fiesta.

 

“La séptima poeta que elegí como muestra del talento creador a la luz de la mística, es la poeta de Puerto Rico, la escritora Luce López Baralt, que hace poco publicó un libro titulado Luz sobre luz, en el que da el testimonio de su sensibilidad espiritual y, naturalmente, de su experiencia mística”:

 

La fragancia del sol, 

el águila sideral, 

la rosa infinita, 

el claro lirio de la aurora, 

la danza de los astros, 

el séptimo castillo de la luz: 

la belleza Te evoca 

pero no te contiene. 

Doy fe 

porque Te he visto. 

 

“Quiero resumir mi intervención comentando que, los creadores que han hecho uso de la palabra espiritual, de la palabra poética, que lo han testimoniado justamente porque tienen una alta valoración de la palabra, en primer lugar. En segundo lugar, porque sienten una verdad mística, como expresión de la Divinidad. Y, en tercer lugar, proclaman una exaltación de la naturaleza como expresión divina. ¿Para qué? Para expresar una devoción por el Padre de la Creación”, hacia el cual se inclinan todos los místicos”.

Rosario Candelier puntualizó que “los poetas, narradores y dramaturgos, como están dotados por el don de la palabra y como sienten la vocación creadora, la plasman con esa intensa compenetración intelectual, estética, moral y espiritual, y hacen arte y literatura canalizando esta herencia sagrada que hemos recibido los hispanohablantes, este sentimiento panhispánico, que tanto nos identifica en atención a esa sagrada herencia que recibimos a través de la palabra, que recibimos de España, a través de la lengua, la literatura y la creación estética y, sobre todo, a través de la alta valoración que sentimos por lo que nos hermana a todos como usuarios de este hermoso don divino que nos enaltece.

 

“LA TRANSICIÓN ESPAÑOLA COMO ÉPOCA CLAVE EN LA REFORMULACIÓN DE LA IDENTIDAD ESPAÑOLA ACTUAL”, JAN MICŎCH, DESDE ESPAÑA  

(A) “Voy a empezar diciendo que cuando Francis Fukuyama en 1992 publicó su hoy clásico ensayo El fin de la historia y el último hombre, suscitó una gran polémica en torno a sus postulados”, expresó. “Muchos de los que refutaron la argumentación del politólogo estadounidense actuaron como si se hubieran olvidado de leer toda la obra, entera, o leerla de una manera detenida porque, si bien la fecha de la publicación en el ensayo propiciaba la lectura como un canto de victoria, ya en él Fukuyama advertía de los peligros que pudieran poner en entredicho la convivencia democrática que tanto celebraba en aquel texto”.

Señaló que “una de las amenazas que problematizaba Fukuyama consistía en una agresiva lucha por la igualdad que, según él, supondrá el mayor peligro para la democracia. Como dice «una civilización a la que gusta una arritmia irrefrenable y zootómica, que intenta eliminar cualquier manifestación de la desigualdad, pronto se topará con los límites de la naturaleza»”. Señaló el doctor Micŏch que “con esta afirmación enlaza su siguiente investigación recogido en el ensayo, titulado Identidad. En él Fukuyama continúa con la argumentación hegeliana afirmando que la lucha por la dignidad es la fuerza motriz de la historia, y reflexiona sobre el comienzo de las actuales políticas del populismo en la civilización occidental”. El profesor explicó que “para tal estudio opera con los conceptos de «identidad» y del «resentimiento»”. Subrayó que “si bien para Fukuyama el populismo se relaciona más con los fenómenos como «El populismo de Donald Trump» o el del «Referendum del Brexit», no es necesario, en mi opinión, limitarse al ala derecha del espectro político. Al contrario, hay que ampliar y estudiar con la misma argumentación la parte tradicionalmente relacionada con la izquierda porque, al fin y al cabo, es ahí donde asistimos al auge de las nuevas ideologías que han logrado mirar el consenso democrático, mucho más que el propio presidente americano”.

“Dice Fukuyama que «el crecimiento de las opiniones políticas basadas en la identidad es uno de los mayores peligros para la democracia liberal actual»”: “El término «identidad» y las «políticas de identidad» son relativamente recientes, fue Erik Erikson quien popularizó el término de la «sicología» en los años 50 y la colocación «políticas de identidad» debe su notorialidad a las Culture Studies de los años 80 y 90 que empezaron, digamos, a ser populares, y el concepto empezó en los años 80 y 90, primero en Estados Unidos y luego en Europa”.  Expuso que “la identidad, como bien dice Fukuyama, parte de la diferencia de valores que, por un lado, una persona se otorga a sí misma y, por otro, le son otorgados por su entorno”. “Dicho de otra manera: estamos ante un conflicto originariamente sicológico que opone la autoestima del hombre a la posición social, cultural o política que le concede la sociedad”. Dijo que “la frustración que puede surgir de esta oposición es luego el motivo de actividades de diferente índole, entre ellas, también, de actividades de carácter político”. Y agregó: “Parece comprensible, porque la convivencia democrática siempre ha supuesto una lucha política de distintas opiniones, estilos de vidas o distintas identidades. Pero en la actualidad el resentimiento que surge de la falta de estima personal frente al resto de la sociedad supera, por ejemplo, las pugnas económicas que vivimos en los siglos pasados”. Apunto que “la economía, que jugó un rol decisivo en las pasadas centurias de nuestra historia, ha dado paso a los sentimientos”.

“Si queremos remontarnos al origen de los cambios mencionados –expresó–, debemos remontarnos, como mínimo, a los años 60, cuando, en las Humanidades en Occidente se asciende al concepto de «posmodernismo», este, entre otras cosas puso mucho énfasis en la «subjetividad» y el honor del «yo»; sus promotores rechazaban, además, cualquier «metafísica», lo que llevó a la desaparición del concepto de «la verdad», que se empezó a ver cómo una simple versión particular de los hechos”.

El profesor señaló que “a partir de ahí, prácticamente, toda la realidad, incluso la que concierne a la naturaleza, se ve como una construcción arbitraria y subjetiva que es posible y, muchas veces necesario, deconstruir”. La desaparición de «la verdad» ha debido de suponer, en teoría, un pluralismo de opiniones, estilos de vida o identidades que se empezaban a percibir como iguales, pero, en realidad, ha generado en un vacío que había que rellenar”. Expuso que “la natural propensión del hombre de superar a los demás y el conflicto entre la autoestima y los valores otorgados por la sociedad han creado una lucha entre opiniones identitarias, ayudados por la oicofobia, explayada en el mundo occidental, corrección política y un resentismo absoluto. Los promotores del posmodernismo iniciaron una guerra cultural en la cual el papel clave lo juega, precisamente, la identidad, pero ya no una identidad individual, sino una identidad colectiva, que ha llegado a ser propiedad de grupos comprendidos como colectivos, con una cultura propia, muchas veces antimarginal”. Explicó que “estos grupos sociales, movidos por el resentimiento, luchan por su posición social, política y cultural; de acuerdo con su propia autoestima han empezado a ver su versión subjetiva originaria como la única verdad posible”.

Jan Micŏch explicó que “como la corrección política impedía tener un debate abierto –«o impide tener un debate abierto porque, no lo olvidemos, son los sentimientos los que importan»– la política izquierdista ha logrado legitimar solo algunas de las identidades mientras que otras las han ignorado por completo”.  Manifestó que “otro factor clave en el debate actual es el victimismo”. Dijo que “según Castillos Cebalos se trata de «una tendencia de una persona, o de un colectivo, a hacerse pasar por una víctima, de forma más o menos consciente. Se queja de una supuesta agresión o menosprecio y responsabiliza de ello a un determinado entorno social, del que espera compasión y reparación»”. Igualmente señaló que “también el victimismo tiene su origen en la lucha imaginaria, o real, entre el «yo individual» y su entorno respecto al valor que se le otorga a este «yo»”.

“El sentimiento de infravaloración se traduce en una posición de la víctima de la sociedad o víctima del sistema”: “Si bien una víctima presupone, en su origen, algún perjuicio, desde el punto de vista moral se trata de una posición privilegiada e incuestionable como se muestra en la cita de Daniel Giglioli (Giglioli, 2017: 6): «La víctima es héroe, es prácticamente, como dice el investigador italiano, el sueño de cualquier tipo de poder porque es una posición irresponsable»”, expuso el profesor.

Jan Micŏch explicó que “España, en la actualidad, es uno de los países occidentales más liberales y libres de Europa. Las guerras culturales entre grupos sociales y políticos están presentes también allí, por lo cual, España no supone ninguna excepción respecto a sus vecinos o a Estados Unidos”. “Sin embargo –dijo–, para poder hablar de la identidad española hay que tener en cuenta una larga tradición de la ensayística, y también de la política española, que discutía los conceptos de la «identidad nacional», por un lado, y un debate acerca del propio término de la «nación», por otro”.  Apuntó que “si nos adherimos a una definición clásica de «nación» –«que según la RAE es ‘un conjunto de personas de un mismo origen y que generalmente hablan un mismo idioma y tiene una tradición común’»–, estamos ante dos puntos problemáticos, en caso español: el idioma y la tradición”: “No voy a hablar ahora del idioma, aunque también es muy interesante y muy importante en la identidad española («Recordemos solo que esta semana, o la semana pasada, se aprobó en el congreso la ‘ley Celaá’, la ley de la educación, que cambia bastante la posición del castellano»), pero lo que me interesa es la tradición”. “Según Scruton, Roger Scruton, la «tradición» es un término emocionalmente expuesto, y positivamente aceptado, utilizado dentro de ciertas formas de conservadurismo para continuar su respeto hacia al pasado. Los conservadores son consiguientes de que el presente es una continuación, no un comienzo de la identidad política y social, y destacan el carácter colectivo del término”: “Y como la televisión implica el pasado no es de extrañar que es, precisamente, la historia la que ha terminado en el punto de mira de grupos sociales y políticos que pretenden redefinir España en virtud de sus políticas de identidad”, agregó.

Los problemas teóricos hasta ahora expuestos han empezado a cobrar importancia en España a partir de los años 90 y este hecho se debe a varios factores: 1. Primero, es en esta década cuando se produce un viraje muy específico en la realidad política española, y el enfoque victimista de la izquierda ocupó una posición dominante en los postulados de la corrección política, como dice Stanley G. Payne (Payne, 2017:284). 2. Segundo, ocurre un importante cambio generacional en el cual entra, en la política, la generación nacida después de la dictadura de Franco y educada en plena democracia. Los miembros de esta generación ya no tienen experiencia propia ni con la guerra ni con ninguna de las fases del franquismo, lo que se traducirá en el quehacer cotidiano de la política”: “Los dos factores supone una nueva mirada hacia el pasado español”, subrayó.

Destacó, además, que “siguiendo los modelos de otros países, también en España empieza a estudiarse la historia en virtud del concepto de la «memoria histórica»” […]. Dijo que “en 2000 se funda la Fundación para la Recuperación de la Memoria Histórica, que junto con otros colectivos de individuos ejerce una presión social y reivindicando el reconocimiento oficial de los perdedores de la guerra”: “Ismael Saz habla del año 2000 como del Momento Memoria porque es precisamente por estas fechas cuando se inicia una fuerte reinterpretación del pasado y se complace la demanda social de ciertos sectores izquierdistas que han impuesto su visión particular sobre el pasado español, que luego se traducirá en la ley de la Memoria Histórica aprobada en 2007” […]. Añadió que “en virtud de la ley de la Memoria Histórica, la Guerra Civil española es la única guerra, al menos europea, donde los vencidos se han convertido en vencedores”.

Micŏch. expresó que “debido a que el debate sobre la Guerra Civil parece estar cerrado, cuyo franquismo parece estar cerrado, los activistas y políticos izquierdistas se han entrado en otra época de la historia española: la Transición”. “Este período cuyos inicio y fin son difíciles de delimitar supuso en la historia de España un fenómeno singular: ni las transiciones portuguesa y griega, acaecidas por las mismas fechas, ni las transformaciones relacionadas al final del Comunismo en la Europa Central y Oriental ocurrieron tan fácilmente como la española”: “El éxito incuestionable del paso de la dictadura a la democracia, capitaneado por el Rey Juan Carlos I, supuso al lado de las reformas hechas en el interior del país un cambio de percepción de España en el extranjero”. Consignó que “la Transición se veía como un modelo a seguir, y se recomendaba tanto a los regímenes autoritarios latinoamericanos como, luego, a nosotros los países poscomunistas”.  Subrayó que “la rápida entrada de España en la OTAN y en la Unión Europea fue una experiencia nueva que hasta hoy juega un papel clave en la política”.

Vista desde hoy, la transición española está rodeada de mitos y leyendas” – expreso–, uno de ellos es el afamado Pacto del Olvido”. Agregó que “como han escrito muchos, en la Transición no se olvidó nada, más bien, todo lo contrario: debido a los recuerdos relativamente recientes de la Guerra, los protagonistas de los cambios políticos andaban con cautela a la hora de utilizar el pasado como un arma política. La Guerra Civil y la Dictadura estaban presentes y en ningún momento, ni antes ni después, se les prestó tanta atención, y nunca antes habían sido tan asequibles: se publicaron decenas de ensayos históricos, testimonios, comunicaciones, se organizaron congresos, ciclos de conferencias, cátedras en las universidades, etcétera”.

“En general, podemos encontrar tres principales ejes temáticos acerca de los cuales versan los novelistas: Deficiencia política, violencia y problemas sociales. Los que más directamente intentaron descalificar, correr, significar la Transición, fueron los autores que se centraron en la vida política tanto actual como la de la Transición”.

Estudiantes del profesor Piotrowski, de su cátedra «Literatura de la violencia», presentaron un «video sobre poetas, novelistas y ensayistas de Colombia» –como explicara la profesora Mónica Montes– titulado: «Darío Jaramillo, una reforma al corazón».

El doctor Carlos Vásquez Zawadsky, profesor de la Universidad del Valle, disertó con su ponencia «Relatos de etnia y constitución de 1991, Sangre, de Arturo Alape»”.

  “La profesora Cecilia Caicedo, de la Universidad de Pereira, expuso el tema «La pannovela hispanoamericana, en la propuesta de Gabriel García Márquez», «una lectura del mundo novelístico de América Latina a partir del concepto Pannovela»”.

(Reportó Miguelina Medina).

 

CARTAS Y CORREOS ELECTRÓNICOS DE ESCRITORES Y ACADÉMICOS

 

DE BRC AL P. JORGE JUAN FERNÁNDEZ SANGRADOR,  25 DE NOV. DE 2020

 

Admirado reverendo padre Jorge Juan:

En adjunto va un breve estudio sobre algunos de sus artículos publicados en La Nueva España, que le remito con mi cordial salutación.

Bendiciones del Altísimo.

¡Salud y vida!

Bruno

 

DEL P. JORGE JUAN FERNÁNDEZ SANGRADOR, OVIEDO, ESPAÑA, 26/11/2020

<jjfernandezsa@upsa.es>

 

Apreciado Bruno:

No sabe cuánto representa para mí el que la primera autoridad en lengua española de la República Dominicana haya dedicado tiempo a mis modestas colaboraciones periodísticas y lo orgulloso que me siento de que Usted me haya regalado esas páginas que me envía. Hoy le recordaré en la Santa Misa y rezaré por sus intenciones y las de las personas que le son queridas.

Con todo afecto

Jorge Juan Fernández Sangrador

 

DE BRC AL PADRE PEDRO ALEJANDRO BATISTA, MOCA, 28 DE NOV. DE 2020

 

Querido padre Batista:

En adjunto va el archivo con mi estudio sobre su obra genealógica de nuestro cardenal López Rodríguez, que usted tiene en su poder y al que le añado un estudio a su libro de genealogía de los presbíteros Espinosa y Moscoso, que le remito con mi reconocimiento y mi cordial salutación.

 

Bruno Rosario Candelier

 

DEL PADRE PEDRO ALEJANDRO BATISTA A BRC, SANTIAGO, 29 DE NOV. DE 2020 <pedrochanky@hotmail.com>

 

Dr. Bruno Rosario Candelier

Estimado y apreciado Dr. Rosario Candelier:

Realmente usted me ha elevado tanto, que tendré que irme bajando poco a poco. Gracias por esa maravillosa valoración que ha hecho de esa primera investigación que realicé de esos dos grandes hombres de la Iglesia dominicana, surgidos después de los tres primeros siglos de colonización, y que sirvieron a mi pueblo de Sajoma.

Le escribí a Mons. Bretón y le envié su escrito y le decía de la fineza que tiene usted para observar los detalles del tiempo y olfatear el lenguaje en el tiempo. Realmente estoy agradecido de Dios por contar con una persona de su preparación académica, pues le confieso que hasta ahora me percaté del uso del lenguaje castizo del momento. Por supuesto, respeté lo sincrónico, que en historia es sumamente importante para no divagar en el tiempo.

Mi investigación sobre las familias fundantes de Moca va muy avanzada, pido a Dios me dé la salud y el deseo de continuar, lo cual será una gran contribución a la genealogía, antropología, sociología y cultura de ese querido pueblo que también le vio nacer a usted.

 

Le estoy enviando el acta del que pudo ser su abuelo paterno. José Dolores Rosario. También las cartas del P. Mínguez al arzobispo Meriño.

 

Quedo de usted grandemente agradecido.

 

  1. Pedro Alejandro Batista

 

DE CARLOS J. GUZMÁN A BRC, SANTO DOMINGO, 29 DE NOV. DE 2020

 

Señor Bruno Rosario Candelier

Director de la Academia Dominicana de la Lengua

Su despacho.-

 

Distinguido Señor Director:

 

Me complace saludarle en ocasión de dar cumplimiento a las elevadas instrucciones del Excmo. Señor Presidente de la República, quien desea hacerle saber que ha recibido con mucho agrado la copia impresa del Boletín Electrónico de la Academia Dominicana de la Lengua, que usted tan atentamente ha remitido.

 

El señor presidente desea hacerle saber, asimismo, que al contactar la calidad del trabajo que realiza, bajo su atinada dirección, nuestra Academia Dominicana de la lengua, les felicita y les anima a seguir aportando su valiosa contribución para beneficio de las generaciones presentes y venideras, tarea para la que se suscribe su colaborador diligente.

 

En lo particular, hago provecho de la oportunidad para reiterar al señor director y amigo las muestras de mi consideración distinguida.

Atentamente,

 

Carlos J. Guzmán

Asesor Diplomático

 

DE MIGUEL COLLADO A BRC, SANTO DOMINGO, 1 DE DIC. DE 2020

<janico_adorado@hotmail.com>

 

Gracias, apreciado maestro y amigo don Bruno. Ya lo he dicho: no ha pasado otro director de la Academia Dominicana de la Lengua con el nivel gerencial suyo. Lo felicito de todo corazón.

Con afecto y admiración, su amigo y discípulo

 

Miguel Collado

DE LEIDY ARACENA A BRC, SANTO DOMINGO, 7 DE DICIEMBRE DE 2020

<leidy.aracena@gmail.com>

 

Estimado Bruno Rosario Candelier:

¡Muy buenos días! Espero que se encuentre muy bien y le deseo feliz inicio de semana.

El sábado sostuve una reunión con el directivo que requiere los servicios para terminar de pulir algunos aspectos con los colaboradores que facilitarán el contenido relativo a la primera parte del proyecto. En el enlace que coloco a continuación podrán ver mi propuesta preliminar sobre la segunda parte del proyecto. Por favor, siéntase en la libertad de colocar cualquier comentario u observación al respecto. Como usted sabe y hemos comentado con anterioridad, debemos auxiliarnos de una bibliografía digerible.

Propuesta de contenido – programa de redacción estratégica.

La primera parte consta de 24 horas de capacitación, las cuales serán impartidas en bloques de 4 horas semanales (6 semanas). Tenemos pensado dar inicio en la primera semana de febrero de 2021, por lo que la segunda parte con ustedes iniciaría a mediados de marzo de ese año. La modalidad debe ser presencial y sería impartido en las instalaciones que facilite la institución con todas las medidas de prevención y comodidades tecnológicas que están disponibles. En la medida de lo posible, nos encantaría que esta parte del proyecto esté avalado y respaldado por la Academia Dominicana de la Lengua y la FUNDÉU Guzmán Ariza. Tenemos buenas expectativas.

Espero sus comentarios con ansias. Afectos siempre,

Leidy

 

DE BRC A LEIDY ARACENA, MOCA, 7 DE DICIEMBRE DE 2020

 

Querida Leidy:

Leí la propuesta del “Proyecto de formación sobre redacción estratégica”, que tuviste a bien remitirme, y estoy de acuerdo en todos los aspectos que contemplas en su concepción y formalización. Solo una sugerencia en atención al resultado de los planteamientos teóricos: hace falta que consignes prácticas de redacción para verificar el aprendizaje y la aplicación de la orientación teorética en términos operativos, es decir, en los aspectos de la normativa ortográfica y gramatical.

Como te comenté por la vía virtual, tienes el aval de la Academia Dominicana de la Lengua. Quedo, como sabes, a tu disposición en lo que te pueda servir.

Bendiciones del Altísimo. ¡Salud y vida!

 

Bruno Rosario Candelier

 

DE LEIDY ARACENA, SANTO DOMINGO, 7 DE DICIEMBRE DE 2020

Apreciado Dr. Bruno:

Como siempre, es para mí un placer conversar con usted. Gracias por sus observaciones. Son bien recibidas y, como le comenté, estoy absolutamente de acuerdo con usted. Quisiera trabajar esa parte con las señoras María José Rincón y Ruth Ruiz cuando coordinemos para pulir los detalles. Opino que lo ideal sería que ellas determinen qué actividades vendrían mejor para los oficiales que asistirán a las capacitaciones. Creo que la parte práctica es la más importante de todo el programa. Le compartiremos el proyecto final cuando todo esté listo y coordinado. Espero con ansias los comentarios de don Fabio, por igual. ¡Muchísimas gracias por el respaldo!

Con afecto creciente,

Leidy

 

DE MARÍA JOSÉ RINCÓN A BRC, SANTO DOMINGO, 16 DE DICIEMBRE DE 2020

<maria.rincon@academia.org.do>

Don Bruno Rosario Candelier

Director

Academia Dominicana de la Lengua

 

Estimado Bruno:

Como no tuve ocasión de hacerlo en la sesión plenaria virtual de nuestra Academia, aprovecho para desearte unas fiestas navideñas saludables y en paz, y que la salud y la paz se prolonguen en el nuevo año.

Echando la vista atrás, creo que ha sido un año intenso y fructífero para la Academia Dominicana de la Lengua, que nos permitió recibir la visita de don Santiago Muñoz Machado, la primera de un director de la Real Academia Española. La Academia está también de enhorabuena con la puesta en marcha del Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía, que nos permitirá seguir ampliando y mejorando la bibliografía lexicográfica académica dominicana. A pesar de la especial situación sanitaria ha sido un acierto la organización de las sesiones académicas virtuales en los tres últimos meses. Me ha parecido especialmente refrescante la posibilidad de recibir como invitados a académicos de otras corporaciones americanas.

En relación con estas sesiones académicas, me permito compartir contigo unas reflexiones a modo de propuestas que, en mi opinión, podrían mejorarlas. Creo que las sesiones académicas propiamente dichas podrían convocarse bimestral o trimestralmente. Participarían solo los miembros de número y podrían ser sesiones estrictamente dedicadas al trabajo académico: trabajos realizados, trabajos pendientes, seguimiento de tareas, organización, etc. Desde mi humilde punto de vista, no es productivo que estas sesiones se dediquen a intervenciones de los miembros con temas teóricos concretos, puesto que el esfuerzo se diluye. En cambio, en algunos de los meses en los que no haya asamblea académica propiamente dicha, podría organizarse una sesión abierta virtual en la que un académico exponga un tema breve y se dé lugar a un coloquio  con los asistentes. De esta manera, las sesiones académicas serían más breves y concisas, centradas solo en el trabajo académico; y las sesiones abiertas cumplirían con la misión de divulgación del conocimiento lingüístico y literario que tanto necesitamos. Tomas estas reflexiones como lo que son, sugerencias que bien puedes desechar si no las crees oportunas.

Aprovecho para darte la enhorabuena por esta recta final de 2020 y compartir mis mejores deseos de paz y bienestar contigo y los tuyos,

 

María José Rincón González

Directora del Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía

Académica de número de la Academia Dominicana de la Lengua

 

DE BRC A MARÍA JOSÉ RINCÓN, MOCA, 19 DE DICIEMBRE DE 2020

 

Dra. María José Rincón González

Directora del Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía

Académica numeraria de la Academia Dominicana de la Lengua

 

Querida María José:

Sin duda que para la Academia Dominicana de la Lengua ha sido un año fructífero, a pesar de la circunstancia adversa de una tremenda pandemia. Y ha sido provechoso, entre otras cosas, por el efectivo apoyo de varios académicos que ponen su intelecto y saber al servicio de la institución, como lo haces tú mediante tu labor lexicográfica, tus escritos y ponencias, y tu presencia edificadora y entusiasta.

Me parece que las sesiones ordinarias de la ADL pueden hacerse con la presencia de académicos numerarios y correspondientes, como las celebra la Real Academia Española, excepto las reuniones de estricto régimen interno. Entiendo que dichas sesiones podrían hacerse cada dos meses y, alternadamente, celebrar bimensualmente una sesión pública con participación abierta para dictar charlas, conferencias o seminarios. Es decir, acojo tu sugerencia de que “podría organizarse una sesión abierta virtual en la que un académico exponga un tema breve y se dé lugar a un coloquio con los asistentes”.

Tu sugerencia, como la de cada académico, es bienvenida, como ha sido el valioso aporte que has dado a nuestra Academia y al país, y como lo será, sin duda, la obra que ahora, en nombre de nuestra Academia, seguirás ofreciendo en tu condición de directora del Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía.

Agradecido por tu generosa dedicación a nuestra Academia, ruego al Altísimo que te siga bendiciendo junto a los tuyos. Que el año cierre con los parabienes benditos y el nuevo año te siga fecundando con la gracia divina.

 

Bruno Rosario Candelier

Director

Academia Dominicana de la Lengua

 

DE AURORA EGIDO, MADRID, 22 DE DICIEMBRE DE 2020 <srae@rae.es>

A don Bruno Rosario Candelier

Director de la Academia Dominicana de la Lengua

 

La Secretaria 

de la Real Academia Española 

 

Saluda

a todos los miembros de la ASALE y,

con motivo de las fiestas navideñas y del año nuevo,

les desea mucha salud y felicidad

con una pequeña aportación sobre Miguel Delibes,

que, en su ingreso en la Real Academia Española,

buscaba un mundo mejor.

 

Aurora Egido 

aprovecha gustosa esta ocasión para expresarle 

la seguridad de su más distinguida consideración 

 

Madrid, a 22 de diciembre de 2020

 

DE BRC A AURORA EGIDO, SANTO DOMINGO, 23 DE DICIEMBRE DE 2020

 

Sra. Da. Aurora Egido

Secretaria Real Academia Española

 

Querida y admirada Aurora:

Muchísimas gracias por sus buenos deseos a favor del bienestar de nuestros académicos. Pertinente es la ocasión para felicitarla por su grandiosa obra literaria y su eficiente labor como académica de la lengua y como secretaria de la Real Academia Española.

Bendiciones del Altísimo. ¡Salud y vida!

 

Bruno Rosario Candelier

Director

Academia Dominicana de la Lengua

 

DE JUAN CARLOS VERGARA A BRC, BOGOTÁ, 24 DE DICIEMBRE DE 2020

<jucavesi@gmail.com>

Don Bruno Rosario Candelier

Director
Academia Dominicana de la Lengua

Estimado Bruno:

Te envío un mensaje muy especial de Navidad y de año nuevo. Aprovecho la ocasión para reiterar nuestra voluntad para continuar colaborando con los magníficos proyectos de tu Corporación y apoyar cada día más el espíritu panhispánico de integración que ha caracterizado históricamente a nuestras Academias hermanas.

Un gran abrazo,

 

Juan Carlos Vergara

Director
Academia Colombiana de la Lengua

 

DE BRC A JUAN CARLOS VERGARA, MOCA, 25 DE DICIEMBRE DE 2020

 

Don Juan Carlos Vergara

Director
Academia Colombiana de la Lengua

Querido director, admirado colega y entrañable amigo:

Grato es recibir tan estimada misiva con tan cálida identificación de tu parte para con nuestra Academia, que es la tuya. Estimulante es tu grata colaboración, así como tu mensaje de salutación con motivo de estas fiestas pascuales que te reciproco con mi admiración, mi distinción y mi cariño. Bendiciones del Altísimo para ti y los tuyos. Y que el año venidero te sea fecundo, edificante y luminoso.

¡Abrazos agradecidos! ¡Salud y vida!

Bruno Rosario Candelier

Director

Academia Dominicana de la Lengua

PUBLICARÁN DICCIONARIO JURÍDICO DOMINICANO Y MANUAL DE ESTILO DEL PODER JUDICIAL

La finalidad del proyecto editorial, que será dirigido por el licenciado Guzmán Ariza, es contribuir a mejorar el uso del español jurídico en el Poder Judicial dominicano

 

La Escuela Nacional de la Judicatura (ENJ), la Academia Dominicana de la Lengua (ADL) y la Fundación Guzmán Ariza pro Academia Dominicana de la Lengua (FGA) elaborarán dos obras fundamentales para mejorar el uso del español en los órganos judiciales de la República Dominicana: el Manual de estilo del Poder judicial dominicano y el Diccionario del español jurídico dominicano.

Estas publicaciones surgen de un acuerdo firmado por las tres entidades, representadas por el doctor Dariel Suárez, director de la ENJ, y por el abogado y académico de la lengua Fabio J. Guzmán Ariza, en representación de la ADL y como presidente de la FGA, dentro del marco del acuerdo de colaboración interinstitucional, de fecha 4 de abril de 2013, suscrito por el Consejo del Poder Judicial con la ADL y la FGA.

La finalidad del proyecto editorial, que será dirigido por el licenciado Guzmán Ariza, es contribuir a mejorar el uso del español jurídico en el Poder Judicial dominicano, ofreciendo a los jueces y al personal judicial herramientas adecuadas para redactar textos jurídicos claros, precisos, concisos, coherentes y correctos, de manera que puedan ser más comprensibles para el ciudadano común, quien es el destinatario final del servicio judicial.

Ambas obras estarán enfocadas en el lenguaje jurídico de uso en la República Dominicana y, en principio, se contempla publicarlas en formato digital y para libre distribución entre la comunidad judicial.

Se trata de un esfuerzo que va en sintonía con la labor que han venido realizando la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española en los últimos años, en colaboración con el Consejo General del Poder Judicial de España, con la publicación del Libro de estilo de la Justicia y el Diccionario del español jurídico.

REUNIÓN VIRTUAL DE LA ACADEMIA DOMINICANA DE LA LENGUA

Reseña

Miguelina Medina

La Academia Dominicana de la Lengua celebró su reunión virtual de diciembre con varias exposiciones de sus miembros. Con emotivas palabras iniciaron la sesión en esta modalidad telemática de académicos dominicanos e hispanoamericanos. En esta reunión participaron el doctor Bruno Rosario Candelier, director de la Academia Dominicana de la Lengua; la doctora María José Rincón, académica numeraria y lexicógrafa de la institución; don Juan Carlos Vergara, director de la Academia Colombiana de la Lengua; don Francisco Arellano Oviedo, director de la Academia Nicaragüense de la Lengua; y varios académicos correspondientes, entre ellos Roberto Guzmán, desde Miami; la escritora argentina, conectada desde Kingston, doctora Nina Bruni, y varios académicos dominicanos.

 

Ana Margarita Hache: Informe del Congreso del Español del Caribe 

El desarrollo del programa fue iniciado por la académica Ana Margarita Haché, miembro de número de la ADL, quien presentó una panorámica o resumen de tan exitosa organización. Expuso la profesora Haché que el Congreso Retorno al Español del Caribe, Realec 2020, fue una iniciativa de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra y de la Universidad de Indiana para reactivar y darle seguimiento a una tradición de congresos celebrados a nivel internacional.

Destacó que en los años 70 y 80 hubo una serie de simposios sobre la dialectología del Caribe, celebrándose el primero en Puerto Rico, en 1976, organizado por Humberto López Morales. Dijo que la sexta versión de estos congresos fue celebrada en la Pontificia Universidad Madre y Maestra organizada por Orlando Alba: “Para este congreso el término español “caribeño” comprendió cualquier variedad del español que se base en el contacto geográfico con el Caribe o que se derive de esta región, como el español puertorriqueño en Ohio, el español dominicano de Nueva York o el español hablado en Miami por cubanos”.

Señaló que la celebración de este evento académico en República Dominicana se acoge también a los estudios iniciados por Pedro Henríquez Ureña, quien, en palabras de Amado Alonso «le cabe el honor de haber sido el primero en plantear la interpretación genética de los principales caracteres del español americano sobre bases realistas y críticas, sin los prejuicios impresionistas que lo daban como una mera prolongación del lenguaje de los andaluces, y también fue el primero en describir y ordenar su complejidad regional anulando la idea simplificadora que de él hacían, hasta entonces, los lingüistas”.

Expresó que Pedro Henríquez Ureña, fue también el primer lingüista dominicano en caracterizar el habla de nuestro país con su obra El español en Santo Domingo publicada, en 1940, en la Biblioteca de Dialectología Hispanoamericana. Dijo que “más tarde las informaciones de Henríquez Ureña fueron precisadas y superadas por el trabajo científico de Arturo Jimenes Sabater y publicadas en Más datos sobre el español dominicano”. Señaló que “desde su puesta en circulación esta obra fue valorada por José Joaquín Montes, del Instituto Caro y Cuervo, como un aporte útil a la dialectología hispanoamericana, considerando que sus informaciones mejoran notablemente nuestros conocimientos sobre el español de uno de los países claves del Caribe”: “A estos dos grandes intelectuales dominicanos se les rindió homenaje en Realec 2020 –consignó Ana Margarita–, dando a conocer nuevos estudios sobre el habla nacional de parte de investigadores como Orlando Alba, Luis Ortiz, Jacqueline Toribio, Junice Acosta, Bruno Rosario Candelier, María José Rincón, Yrene Pérez Guerra, José Alejandro Rodríguez, Ibeth Guzmán, Pedro Antonio Valdez, Merlyn de la Cruz, Silvina Bongiovanni, Erik Willis y Timothy Gupton”. Haché expuso que “durante cuatro días los participantes pudieron escuchar 25 ponencias que abordaron fenómenos lingüísticos en las áreas de fonética, fonología, morfología y sintaxis desde la perspectiva de la sociolingüística”. Señaló que “se prestó especial atención a aquellos estudios que se basaron en datos originales, ya sea porque se hubiesen recopilado recientemente o que hubieran vuelto a ser analizados desde otras perspectivas”.

La académica santiaguera hizo una descripción sintetizada de los trabajos presentados. «En los estudios en lexicografía: “Variantes léxicas y semánticas del español dominicano” a cargo de Bruno Rosario Candelier; “Un nuevo proyecto lexicográfico, el tesoro léxico dominicano”, a cargo de María José Rincón; “El uso de zoonismos en el español dominicano”, a cargo de Yrene Pérez Guerra y José Alejandro Rodríguez. En fonética y fonología: “Nasalización vocálica en el español de la Habana”, por Elizabeth Santana; “Comparación dialectal de consonantes nasales y vocales nasalizadas en Santo Domingo y Buenos Aires”, por Silvina Bongiovanni; “Un estudio acústico y sociolingüístico del proceso de desafricación de la africada ch en el español dominicano”, por Erik Willis y sus estudiantes de Indiana; “Variación de la variante múltiples en Puerto Rico”, por Iraida Galarza y Gibrán Delgado Díaz. Y en morfología: “La expresión y distribución del sujeto expletivo ello en el habla dominicana”, por Jacqueline Toribio y Bárbara Bulo; “Gramaticalización de los progresivos pasados en el español de Puerto Rico”, por Gibrán Delgado; “La expresión de futuridad en el español caribeño, su presente y su futuro”, por Rafael Orozco; “Respeto y familiaridad de las formas de tratamiento del español dominicano”, por Junice Acosta; “El verbo haber existencial en el Atlas lingüístico de Cuba”, a cargo de Elisa García. En sintaxis: “La posición del sujeto en construcciones intransitivas, orden de palabras en hablantes de herencias puertorriqueñas”, por Ángel Jiménez Fernández y Dahian Hiles; “La inversión del sujeto en el español caribeño, el caso de las oraciones exclamativas”, por Melvin González Rivera; y Merlyn de la Cruz: “Aspectos diacrónicos del español dominicano”. En estudios históricos y de valoración y actitudes: “El origen del español afrocaribeño, un caso de decriolización”, por Piero Visconte; el trabajo de Alba Arias: “El que es boricua que grite uepa, identidades de una comunidad puertorriqueña en la diáspora”».

Ana Margarita Haché dijo que dos temas centrales a nivel de plenarias abordaron grandes cuestionantes que formaron parte de la temática de este Congreso: «El Caribe hispánico: cómo nos percibimos en el Caribe Insular y en el Caribe Continental», por el doctor Luis Ortiz, de la Universidad de Puerto Rico; y «¿Existe un español antillano?», por Orlando Alba, de la Universidad de Brigham Young”. Subrayó que “el propósito de este evento académico fue darles visibilidad a estos trabajos entre especialistas y estudiantes de lingüística”.

 

Rita Evelin Díaz: “La lengua en la creación literaria”

Bajo el título “La lengua y el texto literario” abordó u vinculación con el desarrollo del lenguaje y el pensamiento. Explicó que “desde el momento en que el hombre quiere comunicarse, codificar y decodificar el mensaje, la lengua se socializa”. Dijo que “la socialización se vincula con la escuela, el grupo familiar, el poder entenderse y asumir hábitos diferentes a los que ya tiene establecidos, es decir, poder abandonar el código restringido”. Expuso que “en todo sistema de lengua encontramos la norma que posibilita que dicho sistema de lengua permanezca pese a los usos individuales del habla”. Agregó que “la lengua es la materia prima de la que se vale el creador –‘en nuestro caso el escritor’– y este utiliza la lengua de su entorno, la lengua de la que se vale para su comunicación, la lengua que le es propia para expresar sus circunstancias, el mundo que le ha tocado vivir: en fin, se vale de su lengua socializada, y de lo que representa para sus creaciones, para que estas tengan vida en la órbita dispuesta”.

Díaz Blanco señaló que “mucho antes de la aparición de la lingüística como ciencia, la filosofía había tratado el problema de la relación entre la palabra con la realidad objetiva, es decir, aquel problema de la referencia o la denotación y la discusión polémica de si las palabras traen consigo misma un significado arbitrario o si lo traen de manera ontológica, que a través de la historia lo que ha hecho es dividir grupos y teorías a favor o en contra de dichas realizaciones de la palabra”. Expresó que “esta sería la discusión más o menos básica que se mantenía hasta la llegada de Ferdinand de Saussure para quien la palabra es un signo que consta de expresión y contenido, ese concepto mental que tenemos de una realidad concreta o abstracta”: “Más adelante el significado del texto viene a convenir en contenido lingüístico actualizado por el habla, lo que llamamos la designación, parte de la referencia de los significados, actualizados en el texto a las realidades extralingüísticas”.

Rita Díaz subrayó que la designación o denotación es el valor informativo y referencial que tiene un texto  y constituye un primer nivel de significación. Si pasamos al terreno de la literatura diremos que las obras literarias están hechas de palabras –‘como todos los textos: científicos, cotidianos’–, y que estas palabras tienen para los literatos un significado determinado”. Expresó que “las palabras que utiliza el literato llevan al lector al terreno que él quiere. ¿Por qué? Porque utiliza las palabras con un propósito específico, con un propósito particular que no es el de la referencia normal, no es simplemente dar las informaciones que obedecen a una realidad objetiva”. Explicó que “la realidad que construye el literato es una realidad que es superior, está más allá de los límites de la cotidianidad y de la costumbre”. Destacó que los textos literarios operan, desde el pensamiento, en imagen que deriva en la creación de una realidad estética. La lengua aparece aquí ya no al servicio del significado per se, sino de la expresión de lo sensible, lo sublime, lo intuitivo, a través de la prosa creativa y fabulada, pero, también, del lenguaje poético.    Citó el decálogo de la creación que plantea Bruno Rosario Candelier en su obra El ánfora del lenguaje: «Pensar en imágenes, crear una realidad estética, vincular el contenido a elementos de la naturaleza, asociar las percepciones de lo real a varios sentidos, testimoniar la voz personal de la intuición estética, asignar un carácter simbólico a referentes comunes, crear una realidad verbal y estética y autónoma, canalizar el torrente irracional de lo imaginario y articular la estructura organizativa»”. “Estos elementos del texto literario –dijo– son básicos porque la palabra ya no está al servicio del significado sino al servicio de la expresión de otros elementos como a sensibilidad y la intuición creativa”. “Es indiscutible que el literato es un ser con altos dotes de sensibilidad, con un estado alterado de la conciencia y gran capacidad creativa”.

 

Luis Quezada Pérez: “La palabra en la valoración de las cosas”

“Quiero, de entrada, aclarar que no voy a hablar como filólogo –dijo Luis Quezada–, porque no lo soy. Soy, más bien, filósofo. El filólogo es un amante de la palabra, el filósofo es un amante del saber, o, en el mejor de los casos, un amante de la sabiduría. Por eso mi texto va en ese sentido”.  Con un “primer epiten” que ha llamado “el poder de la palabra”, inició Luis Quezada su disertación: “Quiero iniciar mi exposición con un párrafo clarificador y muy penetrante del doctor Bruno Rosario Candelier en un ensayo titulado “El estudio de la lengua y el cultivo de las letras”, recogido en su libro El lenguaje de la creación: «La palabra confiere un singular poder al hablante con conciencia de la lengua: un don para nombrar las cosas, un poder para conceptualizar ideas, una convicción para edificar con la verdad nuestra conciencia, un vehículo para diseñar la visión del mundo y una dotación para testimoniar nuestra valoración de las cosas y crear una nueva realidad verbal con belleza y sentido»”.

“Como filósofo me atrevo a decir que las primeras cuatro manifestaciones del poder de la palabra, que expresa don Bruno, entran dentro de la categoría del Logos, que solamente incluye la episteme, es decir la verdad. Solamente la quinta, la última que él menciona, entra dentro de la categoría del Ágape, que incluye la ética y la estética. Esta última categoría –la axiología de las cosas por la palabra– solamente es alcanzable si superamos el Logos como finalidad del Ser y lo convertimos en mediación para llegar al Ágape, esa es mi preocupación desde hace más de treinta años en la filosofía que yo creo que este espacio me ha permitido expresar”.

El segundo punto de su disertación, Luis Quezada lo llamó “El ser como fuente de la palabra”: “Los filósofos cuando reflexionamos sobre algo siempre vamos al principio”. Dijo que “el tema fontanar de la filosofía es el tema del ser”. Explicó que “en toda la tradición filosófica griega, desde el siglo VI a. C., el Ser es Logos, es decir comunicación. El Logos es palabra, es decir expresión, la palabra es la expresión del ser; el Logos existe por el Nous, el Nous es el pensamiento, el hombre es el ser que piensa. Como decía Heidegger, el hombre es el ser que se pregunta por el Ser: porque piensa, piensa el ser; el Nous no solamente piensa, sino que nos piensa y porque piensa todo Es”: “Como filósofo me atrevo a decir que este es el horizonte filosófico planteado por la Modernidad y la Posmodernidad, todo esto que acabo de enumerar. La filosofía del siglo XXI si quiere liberarse de lo que yo llamo ‘la cárcel de Hegel’ –es el mayor sistematizador de la Modernidad– debe dar el salto a la transmodernidad, que nos lleva a superar el Logos, como finalidad del ser, y convertirlo en mediación del ser para alcanzar el Ágape. Aquí me inscribo en la tradición levinasiana –de Manuel Levinas– y de la filosofía latinoamericana de la Liberación («Dussel […], todos los filósofos latinoamericanos»)”.

“Tercer punto: el Logos desarrolla la conciencia y esta se formaliza a través del lenguaje. Bruno Rosario Candelier, en su obra El lenguaje de la creación, reflexiona con gran clarividencia lo siguiente: «Debemos al Logos el desarrollo de la conciencia. Las expresiones de la conciencia, el Logos las formaliza a través del lenguaje. El Logos funda la energía interior de la conciencia. Y esa energía interior de la conciencia canaliza la palabra, atributo exclusivo de la condición humana»”. Como filósofo puede decir que todo lo anterior es verdadero, pero sigue siendo una verdad a medias: el gran problema de envergadura del pensar filosófico lo constituyen los trascendentales del ser: la verdad, la bondad y la belleza, o, para decirlo de otra manera: la episteme, la ética y la estética. Son tres hermanas que troquelan el ser. El gran problema de la filosofía, desde los presocráticos hasta hoy, es que las tres hermanas, que deberían ser iguales, se deshermanaron y la episteme se convirtió en la hermanastra, en la hermana mayor, y con derecho al vasallaje a la ética y a la estética: el vasallaje de los trascendentales en favor de la episteme, trajo la dictadura del Logos. Desde los presocráticos hasta hoy, hasta Heidegger hemos tenido lo que yo llamo «la dictadura del Logos en el pensar filosófico»”: El Logos se convirtió en la finalidad del ser y no en la mediación del ser para llegar al Ágape, esa es la gran deconstrucción que tiene que realizar la filosofía del siglo XXI, con relación a 2500 años del pensamiento filosófico centrado en el Logos”.

“El cuarto puntito lo intitulo ‘El problema no resuelto entre la filosofía del siglo XX y del siglo XXI’. Pienso que el siglo XX fue la última expresión y la crisis de la Modernidad iniciada en el siglo XVI por Descartes […]. La Modernidad llegó sencillamente a esto, a esto llegó la Modernidad, no pasó de ahí: El ser es Logos («y eso es verdad, pero no toda la verdad»). La transmodernidad llega a la conclusión de que el Logos no es el fin del ser, sino medio para llega a algo; el Logos es mediación no finalidad. Entonces ¿cuál es la finalidad? Si lograra centrarlo en una sola frase diría así: «El ser es Logos para llegar al Ágape»: si el ser es Logos como finalidad nos quedamos en el saber. Si el ser es Logos para llegar al ágape, alcanzamos, entonces, la sabiduría”. «La filosofía desde siempre no ha sido, curiosamente, amor al saber –explicó–, sino amor a la sabiduría, pero no ha llegado a esta porque se quedó estancada en el Logos y no alcanzó el Ágape. De ahí que Levinas le da una vuelta al planteamiento etimológico de la palabra ‘filosofía’ y la visualiza no como amor a la sabiduría sino como ‘sabiduría del amor’».

 

Bruno Rosario Candelier: “La sensibilidad en el arte de la creación verbal”

“Desde el punto de vista teorético, la palabra, o la creación que se hace con la palabra o el Logos y sus manifestaciones intelectuales, pueden ser asumidas desde cualquier perspectiva teorética: desde la filosofía, la filología, la teología, la literatura, la lexicografía. Es decir, cada saber puede dar una explicación («y normalmente esa explicación es válida») y, desde luego, a veces contradicen otras explicaciones. Por ejemplo: cuando Luis Quezada hablaba del Logos y que la orientación mística se aparta del Logos, yo no creo del todo en eso. ¿Saben por qué? Porque quien concibió la idea del Logos –«que fue Heráclito de Éfeso»–, al intuir esa genial idea la entendió como una dotación sagrada de la conciencia, y si es una dotación sagrada, tiene una vertiente mística porque todas las manifestaciones humanas –«físicas, morales, estéticas, espirituales, científicas, artísticas»–, pueden empatarse con el Logos porque el Logos es la energía, el camino, el medio de realización”.

“Este tema tiene que ver con la sensibilidad, la lengua y la creación, desde ese punto de vista, tenemos un cuerpo, un alma y un espíritu. Entonces, el cuerpo nos conecta, sensorialmente, con la realidad, y en función de esa conexión de nuestro cuerpo –porque entra en contacto con los datos sensoriales de las cosas–, la sensibilidad conforma un caudal de conocimientos que se llama sensorio”. Explicó que “del sensorio hace acopio el intelecto, es decir, el Logos, para crear. De manera que interviene el cerebro humano en la creación –o, si ustedes quieren, la conciencia–, mediante el conocimiento de las cosas, y mediante el uso de las palabras hace uso de eso que acumula nuestra sensibilidad y produce un saber especial”: “Todos los seres humanos producimos un saber especial. A ese “saber especial” yo le llamo «saperemia», porque es un ‘producto intelectual y estético, conceptual y sensorial, nacido de la experiencia que elaboramos de la realidad’”.

Rosario Candelier agregó que “permanentemente estamos experimentando nuevas sensaciones de las cosas, nuevas percepciones de los efluvios del Universo”. Explicó que “el ser humano es como un centro de acopio de esos efluvios supraestelares y de esas sensaciones materiales de lo viviente”: “De ahí la capacidad de creación, que se formaliza en el lenguaje, y cuando se trata de una creación literaria, naturalmente, tiene esa dimensión más allá de lo referencial y que tiene que ver con la parte connotativa del lenguaje, mediante las aplicaciones comparativas y simbólicas que hacemos en el arte de la creación verbal”. La palabra es nuestro instrumento de comunicación y de creación, pero la palabra al mismo tiempo, canaliza lo que intuye nuestro ser. Todo ese caudal de conocimientos, de sensaciones, de vivencias e intuiciones, y en esa formalización de lo que conocemos, pensamos y sentimos, intervienen la conciencia y la sensibilidad en una coparticipación de la energía humana, de la energía creadora que el Logos se encarga de materializar en la palabra”: “De ahí que una institución como la Academia Dominicana de la Lengua, y todas las Academias, que tienen como objetivo velar por el conocimiento de la lengua, potenciar su estudio, insuflar en los hablantes un amor por este instrumento de conocimiento y de creación que henos heredado, y, desde luego, de contribuir al crecimiento de la conciencia y de todos los saberes posibles, mediante la palabra, que es el centro de nuestra atención y de nuestro interés, desde el punto de vista lexicográfico semántico, cultural, filosófico, estético y espiritual”.

 

Ofelia Berrido: María José, ¿me puedes dar un turno?

María José Rincón: Claro, por supuesto. Adelante, Ofelia.

Ofelia Berrido: Voy a decir dos o tres cosas para que me respondan don Bruno o don Luis, si es que hay algo que responder. En realidad no es una pregunta, pero yo tengo muy arraizado en mí la cuestión del verbo como misterio. Lo tengo muy enraizado eso de que nosotros, como seres humanos, no somos capaces de revelar con el lenguaje ordinario que usamos el verbo. Sí vamos a las tradiciones, por ejemplo, por escoger una, una de las primeras en Occidente, no la griega, sino la hebrea. Para ellos cada letra presente en ese signo, es un símbolo y representan mundos. Una sola letra es un mundo y cuando uno une esas letras en una palabra, uno ha creado mundos. Y según ellos la creación del mundo, eso hace la palabra. Entonces, cuando hablamos del Logos, no estamos hablando solamente de una palabra, de un pensamiento; estamos hablando de la creación de mundos. Entonces, me interesa mucho la opinión de don Bruno porque ese es uno de los temas preferidos de él: el Logos  y todas estas cosas. Y yo quisiera que él me dijera qué le interesa a él de eso que yo estoy hablando, porque dentro de las tradiciones de los griegos está la palabra como ley universal. Aquí estamos hablando que a través de la palabra se creó el mundo y se crearon las leyes que rigen el Universo. Entonces, si estamos hablando de eso, cuando utilizamos el Logos para referirnos nada más a lo lingüístico, a lo no sé qué, estamos limitando lo que sería ese misterio del Logos, ese misterio de la palabra.

 

BRC: Gracias, Ofelia. Todo lo que tú has planteado de alguna manera empalma con las diversas corrientes místicas en todas las culturas del mundo y coincide en lo que tú señalaste al principio, no solamente con lo que plantean los hebreos, sino también lo que plantean los taoístas, los budistas y los sufistas,  los chamanes. El concepto del Logos como misterio de alguna manera hay que entenderlo como una dimensión diferente de la misma realidad léxica y semántica. De tal manera, que podemos hablar de la palabra que interpreta la realidad, y de las creaciones verbales que hacemos los humanos, y de las palabras que abordan y perfilan la realidad. Es decir, son tres niveles diferentes (la realidad verbal, la realidad real y la realidad creada por la palabra, es decir, son tres vertientes diferentes y todas son válidas, profundas, iluminadoras. Claro que siempre hay un misterio que no comprendemos, porque no tenemos la capacidad para comprenderlo todo, ni para intuirlo todo, ni para recibir la revelación plena del más allá. Tenemos la capacidad para intentar la comprensión de lo viviente, para intentar la comprensión de la palabra y profundizar en su sentido profundo, que siempre ilumina y ahí la grandeza de los creadores que hacen uso de la palabra para testimoniar su visión del mundo, para testimoniar sus intuiciones y vivencias y canalizar las revelaciones que reciben de los mundos sutiles. Entonces aquí la incógnita que plantea el Verbo como misterio, que siempre tendrá una dimensión mistérica, siempre habrá una connotación profunda y secreta y entrañable dentro de la hondura de la palabra para comprenderla, sentirla y disfrutarla, porque no hay mayor placer que entender las manifestaciones complejas de la realidad, aunque también habrá siempre una vertiente a la que nunca llegaríamos en atención a la limitación que sensorial e intelectualmente tenemos. Vamos a escuchar la interpretación teológica de Luis Quezada.

 

   Luis Quezada: Gracias, don Bruno. Yo les dije a ustedes que este planteamiento así como tan breve sobre cuestiones tan centrada en el mundo filosófico y teológico podría crear una lucha conceptual. Yo lo dije desde el principio. Yo le voy a plantear bien, es decir, no hay una fuerte contradicción. Yo les voy a decir cuál es el problema. El problema está en que en la tradición griega se hizo un reduccionismo del Logos. Es decir, en la tradición semita se habla del Logos, del Tamar, pero lo habla en un sentido del verbo –don Bruno lo dijo muy claro-, del Logos como misterio, pero en la tradición semita ese misterio es relación, no razón. Ahí está la gran diferencia entre la antropología semita y la antropología griega. El Logos para el griego es razón. El Logos para el semita es relación. Entonces, por eso les digo que hay un reduccionismo del Logos en la tradición griega, que es la tradición que ha marcado desde los presocráticos hasta el día de hoy y se ha omitido la relacionalidad, que es precisamente la connotación fundamental del mundo semita y por eso el pensamiento cartesiano, el pensamiento de la modernidad, termina en lo que llaman hoy los filósofos la mismidad, o sea, el pienso y luego existo, que es la confirmación de la mismidad, no de la otredad. De manera que la gran discusión que hoy tenemos los filósofos sobre el concepto del Logos estriba en todo lo que la antropología entiende. La antropología filosófica semita entiende relacionalidad, relación; y la antropología griega entiende la razón, sencillamente. Fíjense, yo acabo de leer el último libro de don Bruno, que es La sabiduría sagrada. A mi modo de ver, yo he leído todos los libros de don Bruno. Y creo que este libro trasciende muchas de las cosas que él había dicho en libros anteriores a este donde están los planteamientos que él hace. Y yo creo que aquí ya, en el fondo, Bruno está planteando precisamente el Logos, que es una de las cosas que yo voy a demostrar, el Logos como relacionalidad, más que el Logos como razón. Esa es mi teoría.

 

   BRC: Muy hermosa tu interpretación, Luis. En todo lo que tú has dicho, en lo que planteó Ofelia y en parte de lo que he dicho hay tres vertientes del Logos:

  1. El Logos como signo, que estudian los filólogos, los lexicógrafos, los gramáticos. Estudio que es necesario que lexicógrafos y gramáticos lo hagan para darnos a comprender el sentido formal de la palabra. Ese trabajo es indispensable, que hacen lingüistas, lexicógrafos y filólogos.
  1. El Logos como vinculación. Es lo mismo que decía Luis, “Relación”. El Logos nos vincula con todo. Nos vincula con la Divinidad, que es nuestro origen, y nos vincula con la humanidad y con la realidad sensorial, que es nuestra conexión inevitable y, además, necesaria. Y con nuestra conciencia y cuanto nos rodea.
  2. El Logos como creación, porque es mediante el Logos como canalizamos lo que concebimos, intuimos y sentimos. Y entonces, estas tres dimensiones son fundamentales para el estudio y la comprensión del Logos en cualquier teoría filosófica, científica, cuántica o de la índole que fuere. Es importante profundizar en la palabra, porque la palabra es lo que nos justifica. No me refiero solo como académicos, sino como humanos, como hablantes. Es lo que nos distingue de los animales y las plantas.

 

Bruno Rosario Candelier agradeció con regocijo cada ponencia de los disertantes. A Ana Margarita Haché le expresó su reconocimiento de esta manera: “Muchísimas gracias, a ti, Ana Margarita. Como siempre, todo lo que tú haces, es maravilloso”.

Por mi parte, expreso que el rubor es la expresión sublime que no podré transcribir de este encuentro, pero que sirvan estas palabras testimoniales que transcribo de los académicos como la esencia pura de sus sentimientos en esta tarde literaria, cuya virtualidad, a veces, parecía solo de nombre, pues la cercanía era tan cierta que anulaba las distancias.

La primera parte de esta sesión concluyó con un poema de don Francisco Arellano: “Corazón borón bombón”:

 

Bombón, borón bon bon, borón bombón

mi estéreo corazón toca al amor.

Bombón, borón bon bon, borón bon bon.

 

Amor, ¿vas a escuchar mi corazón, inquieto,

ultracampeón del dulce amor?

Bon, borón bon bon, borón bon bon

 

No olvides nunca amar, Amor-Amor

que ya tu corazón debe danzar igual que el mar

el mar lleno de amor.

Bon bon, borón bon bon, borón bon bon

 

Amor, pon a bailar tu corazón

al ritmo del trombón y diapasón.

Bombón, borón bon bon, borón bon bon

Amor, amar, el mar…

 

Francisco Arellano tomó la palabra para enviar su bendición a los pueblos con motivo de Navidad: “Me alegra haber participado en esta sesión de trabajo tan maravillosa y tan bien organizada por la Academia Dominicana, tan sustantiva por la expresión de los expositores. Yo los felicito, realmente, por esta sesión y por esta altura del pensamiento. Quiero aprovechar para saludarlos en nombre de la Academia Nicaragüense en este contexto de final de año, de Navidad y próximo Año Nuevo, aunque estamos cerrando un año con muchas dificultades aquí en el Caribe, con huracanes, pandemia y otros fenómenos. Pero, pues, nosotros elevamos nuestras oraciones para bien de la humanidad, de nuestros pueblos vecinos, de nuestros colegas académicos que este mensaje de paz y hermandad y que el cariño llegue a la Academia en República Dominicana. Muchas gracias.

—BRC: Muchísimas gracias, querido Francisco Arellano, por tu conexión y tu aporte.

Juan Carlos Vergara desde Colombia, Francisco Arellano desde Nicaragua, Nina Bruni desde Jamaica, Roberto Guzmán desde Miami, y desde sus respectivos hogares dominicanos expresaron su complacencia los académicos Juan Freddy Armando, Emilia Pereyra, fray Jit Manuel Castillo, Ofelia Berrido, Rafael Hernández, Miguel Solano, Eduardo Gautreaux, Ruth Ruiz, Rita Díaz, Luis Quezada Pérez, María José Rincón, Ana Margarita Haché y Bruno Rosario Candelier, quienes reiteraron su agradecimiento al cierre.

Los participantes expusieron sus criterios libremente, con la libertad que da la dirección de un líder que ha demostrado aceptación a la diversidad de los conceptos. Así lo ha evidenciado el doctor Rosario Candelier. Repito sus palabras: “Desde el punto de vista teorético, la palabra o la creación que se hace con la palabra o el Logos, y todas las manifestaciones intelectuales, pueden ser asumidas desde cualquier perspectiva: desde la filosofía, la filología, la teología, la literatura. Es, decir, cada saber puede dar una explicación del mundo con eficacia y validez”.

Finalmente, el académico, sacerdote y poeta místico, fray Jit Manuel Castillo, leyó su poema “En la voz del silencio”, último texto de su poemario místico, publicado en 2017:

 

Un artículo

delante del verbo

anticipa un adjetivo:

símil de las sombras

donde afloran los versos.

Anatomía del lenguaje,

las letras sin contorno

en mi mente callada:

el iris de Tus ojos

oculta las imágenes.

Augurio

de una Palabra

que se resiste al silencio:

metáfora de la Luz

donde muere El poema.

 

Y con las siguientes palabras, llenas de mística emoción, don Bruno Rosario Candelier dio cierre formal a la sesión académica: “¡Precioso!”, calificó el poema de Jit Manuel Castillo que parece pensando en todo lo que se ha dicho esta noche y subrayó: “Una interpretación poética del lenguaje como misterio, del lenguaje como vínculo y del lenguaje como inspiración divina. Así que enhorabuena, querido Jit Manuel, por tu hermosa creación. Y gracias a todos ustedes por su presencia virtual. Que Dios nos siga iluminando a todos con salud, entusiasmo y vida”.

Emilia Pereyra gana Premio Enriquillo de novela histórica

 

Emilia Pereyra gana el premio “Enriquillo” de novela histórica

Emilia Pereyra es una investigadora, escritora y trabajadora infatigable. Es autora de las novelas “El grito del tambor”, sobre la invasión del corsario Francis Drake a la Española (Alfaguara, 2012), “El crimen verde” (Mograf 1994), “Cenizas del querer” (Laguna Negra, 1998), “El faldón de la pólvora” (Santillana, 2015), “¡Oh, Dios!” (Santuario, 2016), del libro …

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La escritora y periodista integrante del staff de Diario Libre Emilia Pereyra fue galardonada en esta edición por una novela que recrea la primera revuelta de esclavos en La Hispaniola.  El evento estuvo dedicado a las historiadoras Mu-Kien Adriana Sang Ben, Carmen Durán y Lusitania Martínez, quienes presentaron una conferencia cada una.  En la Feria fue ofrecida una amplia propuesta de actividades dirigidas a todos los públicos, con la disertación de maestros, investigadores y especialistas en los 30 temas tratados; se pusieron en circulación 7 nuevos libros, entre ellos la novela histórica La Independencia efímera, de Max Henríquez Ureña, y la obra Hechos relevantes de la historia dominicana, de Daniel Ariza. Además del AGN, participaron en la venta de libros: Editorial FUNGLODE, Fundación Joaquín Balaguer, Letragráfica, Soluciones Educativas, Sociedad Dominicana de Bibliófilos, Sergio Espinal, Fundación Juan Bosch, Euclides Gutiérrez Féliz, Tribunal Constitucional de la República Dominicana.

En el acto de clausura fueron anunciados los ganadores del Premio de Historia Vetilio Alfau: en la categoría “Premio de ensayo”, fue galardonado el trabajo, La educación artística en el paradigma educativo hostosiano, de Feliz Valoy Rodríguez Suero. En el “Premio Especial de Ensayo para Jóvenes Investigadores”, fue premiado el trabajo La mancha del ingenioso Hidalgo, don Juan de Villora, de la joven Emelin Quevedo Márquez y el “Premio Enriquillo”, para novela histórica o colección de relatos históricos, fue otorgado a Emilia Pereyra, por su obra El corazón de la revuelta. La categoría de compilación documental quedó desierta.  Emilia Pereyra es una investigadora, escritora y trabajadora infatigable. Es autora de las novelas El grito del tambor, sobre la invasión del corsario Francis Drake a la Española (Alfaguara, 2012), El crimen verde (Mograf 1994), Cenizas del querer (Laguna Negra, 1998), El faldón de la pólvora (Santillana, 2015), ¡Oh, Dios! (Santuario, 2016), del libro Rasgos y figuras, perfiles biográficos, y de la colección de cuentos El inapelable designio de Dios (Cedibil, 2008). Su novela Cóctel con frenesí (Cole, 2003) ha sido traducida al noruego y publicada en Noruega.

Emilia Pereyra se licenció en Comunicación Social en la Universidad Autónoma de Santo Domingo y cursó una maestría en Periodismo Multimedia en la Universidad de País Vasco, en España. Además, tiene una especialización en Investigación Histórica e Historia del Caribe por el Archivo General de la Nación y la Facultad de Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso). Es miembro correspondiente de la Academia Dominicana de la Lengua e integrante del Grupo Mester de Narradores de la misma institución, del Ateneo Insular, del Movimiento Interiorista y de la Asociación de Escritores del Caribe.

REUNIÓN VIRTUAL DE ACADÉMICOS DE LA ACADEMIA DOMINICANA DE LA LENGUA

Con un cuórum concurrido de académicos de la lengua tuvo lugar la reunión virtual de la Academia Dominicana de la Lengua correspondiente al mes de noviembre de este año 2020. La sesión fue moderada por María José Rincón y contó con invitados nacionales e internacionales los cuales expresaron su gratitud por haber sido convocados a compartir en dicha reunión. En su “salutación a los académicos”, don Bruno Rosario Candelier, director de dicha institución, agradeció a cada uno su presencia telemática, iniciando así “formalmente este encuentro virtual en nombre de la Academia”.   

Bruno Rosario Candelier: Presencia social de la Academia    

En sus palabras iniciales, el doctor Bruno Rosario Candelier destacó las participaciones  constantes de los académicos en reuniones virtuales, frecuentes en los actuales momentos por la pandemia del coronavirus: “En primer lugar, quiero enfatizar que varios académicos, entre los cuales me encuentro, estamos participando en numerosas actividades virtuales mediante conferencias, cuestionarios, entrevistas o simplemente como asistentes a reuniones donde nos invitan a que estemos presentes y eso, naturalmente, tiene cierta importancia social y cultural por el hecho de la presencia académica”. Señaló que María José Rincón –coordinadora lexicográfica de nuestra Academia, doctora en Lexicografía y una experta en ese tema– la invitan con frecuencia a dictar conferencias en diferentes escenarios, porque es brillante, desde luego, fruto de su sólida formación intelectual. En ese sentido, Rosario Candelier exhortó a que cuando los académicos “participen en alguna actividad intelectual, mediante una conferencia, presentación de un libro, o en una charla, que escriban un resumen de lo que han presentado para incorporarlo al Boletín de la Academia. Destacó que ese boletín electrónico bastante amplio porque estoy solicitando material para su publicación, y eso virtualmente queda ahí en algún lugar reservado para la historia. Resaltó que, “al mismo tiempo todo el que recibe, y lee, el Boletín, está leyendo documentos, informaciones, conferencias, crónicas, cartas, estudios literarios, estudios lingüísticos, que son trabajos que contribuyen a la formación lingüística y literaria y en general a la formación intelectual de nuestros académicos y de los que, de alguna manera, están vinculados a nuestra institución porque todo va dejando una huella”. Subrayó que “el trabajo intelectual es una tarea que, a veces, de inmediato, no se ve el beneficio, o el resultado, pero a la larga siempre deja su huella positiva”.

Rosario Candelier puntualizó que “el Boletín de la Academia ha merecido, de parte de quienes lo leen, un reconocimiento: “A sus lectores les gusta el Boletín, lo valoran, y ponderan los trabajos que reproduzco en ese boletín por la formación intelectual que genera en quien lo lee, pues son trabajos de calidad”. Propuso que “los que se animen a presentar algún trabajo sobre la lengua o literatura”, tendrán la oportunidad de hacerlo en estas reuniones virtuales mensuales que seguirá teniendo la Academia”.

Una de las propuestas la hizo la académica María José Rincón, y es “abrir esas reuniones a las personas fuera de la Academia: hacerlo en abierto en el sentido de que mantengamos, por supuesto, la reunión académica como sesión de trabajo como tal, como la que estamos haciendo hoy”. “Me encanta, Bruno, saludo que tengamos invitados de este nivel, colegas académicos, porque muchas veces no nos conocemos, o nos conocemos de oídas, de nombre, y es interesante que estemos cerca, que sepamos lo que se está haciendo, y después aprovechar ese material para tener presencia fuera de la Academia”.

Sobre el Tesoro del español dominicano, por María José Rincón  

La Academia Dominicana de la Lengua ha iniciado “el proyecto lexicográfico coordinado por María José Rincón, el Tesoro del español dominicano, de mucha motivación y de mucha inspiración, que ha generado una expectativa en los que estudian y conocen la naturaleza del español dominicano”, explicó don Bruno Rosario Candelier.

“Entre nosotros están también –expresó Rincón– Roberto Guzmán y Rita Díaz que son miembros del equipo que forman parte esencial de lo que yo les voy a hablar hoy aquí”: “La Academia Dominicana de la Lengua, desde que yo me acerqué a ella como simple amante del idioma, tenía como un objetivo esencial la creación del Diccionario del español dominicano, que veníamos echando de menos”. Dijo que “nuestra lexicografía dominicana es breve, es corta, tardía, muy de aficionado (y no se lea esto como una crítica, porque todo el que se ha enfrentado a realizar un diccionario sabe lo difícil que es, desde cualquier punto de vista que se tome), de aficionado en el sentido de personas que no disponían de las técnicas adecuadas, o quizás acompasadas con sus tiempos, pero que hicieron el esfuerzo y que, sin dudas, merece todo nuestro reconocimiento porque gracias a ellos tenemos algo, tenemos aunque sea un aporte bibliográfico”.

Señaló que “a raíz de esa preocupación de la Academia Dominicana de la Lengua, y especialmente de Bruno Rosario Candelier, por la creación de ese diccionario moderno del español dominicano, él me encargó de la coordinación de esa tarea lexicográfica, que ya ustedes saben, colegas académicos, que no son solo las voces locales propias de nuestra academia, sino también la participación en todas esas que nos van llegando de la Asociación de Academias, de la ASALE, o de la Real Academia”.  Expuso que “con la creación, con el diseño de ese diccionario nació la idea de formar un pequeño núcleo de especialistas”: “La lexicografía es cada vez más especializada, cada vez es más técnica, por lo cual se pensó crear un pequeño grupo de especialistas, porque la labor lexicográfica hace mucho tiempo que dejó de hacerse individualmente o personalizadamente, necesita siempre de un equipo que lo respalde”.

Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía

Rincón manifestó que “en ese camino de buscar la forma de hacer un equipo que se dedicara a eso, contamos con el apoyo de la Fundación Guzmán Ariza pro Academia Dominicana de la Lengua, que hizo suya esa propuesta que yo le hice de crear un instituto  de lexicografía adscrito a la Academia Dominicana de la Lengua, que sirviera para crear proyectos, para darle seguimiento a los proyectos y, por supuesto, para asistir a la Academia en todas las tareas que tuviera a bien aceptar por parte de esos proyectos académicos generales”: “Ese instituto se llama Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía, que tiene como objetivo fundamental, por supuesto, la investigación lexicográfica, pero también el aprovechar los resultados teóricos y los resultados prácticos de esa labor investigadora, precisamente para aplicarlos en la práctica, a crear diccionarios y, por supuesto, si en algo ayuda el diccionario, a conocer mejor el español dominicano, el español del Caribe, la lengua española en general”. Señaló que el “punto de partida en el Instituto ha sido la creación de un equipo que se especialice en técnicas lexicográficas, porque esa especialización nos va a permitir acometer con cierta garantía de todas las actividades académicas de las que les he hablado”: “El equipo está compuesto por Roberto Guzmán, Rita Díaz y Ruth Ruiz”.

Puntualizó la importancia de este equipo lexicográfico: “Creo que, incluso, para nuestros colegas académicos que están aquí hoy, es interesante analizar qué hace falta para ser un buen lexicógrafo, que no es una tarea fácil: 1. Para ser un buen lexicógrafo hay que tener unos conocimientos generales, lo que llamamos antiguamente, esa cultura general, porque el lexicógrafo se va a acercar al universo de la lengua, es decir, a todo el universo. 2. Hace falta también tener experiencia vital, porque una persona de una experiencia vital reducida es difícil que se acerque a su lengua con toda la potencia que necesita. 3. Un gran dominio en el uso correcto de la lengua porque el diccionario es un diccionario de uso –como es el nuestro–, impone una determinada norma y más cuando es un diccionario académico. La información que se ponga ahí tiene que estar muy contrastada y tiene que tener un conocimiento profundo del lenguaje. 4. Además de ese conocimiento lingüístico, tiene que tener un conocimiento más amplio que podíamos llamar filológico. 5. Con un conocimiento informático mínimo, porque para la tarea lexicográfica cada día es más imprescindible ese manejo informático básico”. Dijo que “ya el trabajo técnico se hace todo a través de la computadora, a través de redes virtuales”. “Lo que yo creo que es lo más importante –añadió– para ser un buen lexicógrafo, son dos cosas esenciales: el sentido común y el carácter, porque un lexicógrafo tiene que enfrentarse constantemente con muchas toma de decisiones”: “Todo el trabajo lexicográfico se funda en tomar decisiones basadas en unos criterios, siguiendo una planta, una coordinación, pero la decisión es constante, por lo tanto eso necesita del carácter que haga que el trabajo siga adelante, que no se embarranque a la primera dificultad que se encuentre”.

María José Rincón explicó que la agenda de trabajo que tiene el equipo, parte de esa edición de 2013 del Diccionario del español dominicano que, aunque es una obra que ha envejecido bastante bien –no tiene 10 años–, ya necesita una segunda edición porque nos hemos dado cuenta de que nuestro español cambia, se enriquece, aceleradamente”. Añadió que “si algo tienen los diccionarios es que te dan una segunda oportunidad siempre”: “Un segundo objetivo es, una vez remontado el diccionario, convertirlo en un diccionario que no sea estático, y ponerlo en una versión digital, ponerlo en línea y ofrecérselos a los usuarios gratuitamente”.

María José Rincón consignó que la Academia Dominicana de la Lengua, la Fundación Guzmán Ariza y el Instituto de Lexicografía han firmado un acuerdo para empezar a trabajar en el Diccionario jurídico dominicano, que es muy perseguido por los juristas de la Academia porque todavía nuestro universo jurídico está usando códigos, diccionarios, nacidos del francés, entonces tenemos muchas ganas de poner también a disposición de los usuarios ese diccionario especializado para la comunidad jurídica dominicana”.

“El Tesoro léxico del español dominicano es un proyecto lexicográfico que está en fase de nacimiento”, explicó la académica. Dijo que “el proyecto nace con la intención de completar la bibliografía del español dominicano, una bibliografía lexicográfica con una obra que aborde el léxico desde una perspectiva abarcadora, que sume la historia léxica y lexicográfica del español dominicano, tomando como punto de partida el Diccionario del español dominicano y el Diccionario fraseológico del español dominicano”: “Esas dos obras constituyen un aporte esencial para nuestra lexicografía sincrónica, y completarlo con el aporte desde el punto de vista diacrónico”: “Este proyecto se enmarca entre los objetivos esenciales del Instituto de Lexicografía, que dirijo, y de la Academia Dominicana de la Lengua”.

“El Tesoro léxico del español dominicano tiene como objetivo fundamental el registro lexicográfico, a lo largo del tiempo, del vocabulario diferencial dominicano: voces, locuciones y acepciones actuales del español dominicano y que no pueden ser consideradas como pertenecientes al español general”. Subrayó que “la memoria lexicográfica del Tesoro es un registro abarcador y cronológico de toda la información que se contiene en los diccionarios de la lengua, una de las fuentes esenciales para el estudio histórico del léxico y también para la reconstrucción de la evolución de la lexicografía regional”.

En cuanto al “corpus de la documentación de este Tesoro léxico del español dominicano, estará formado por un conjunto de fuentes que van a estar debidamente justificadas y que podrán clasificarse según la siguiente tipología: Diccionarios diferenciales y también diccionarios integrales dominicanos en sus diferentes ediciones a lo largo del tiempo; glosarios independientes o que estén incluidos como apéndices en otras obras; diccionarios restringidos de la lengua española y también del español de América, que incluyan marcas diatópicas que puedan estar relacionadas con los usos en la República Dominicana; los diccionarios generales y las bases de datos de referencia, especialmente aquellas que elaboramos las academias en el mundo; el Nuevo tesoro lexicográfico de la lengua española o el Tesoro lexicográfico de las hablas andaluzas, el Tesoro léxico canario-americano o el Tesoro lexicográfico del español de Puerto Rico”.  “Tenemos idea de todos los corpus que pueden lograr un gran tesoro caribeño y canario para el español de América y Continental: sabemos que el Tesoro de Cuba está hecho”, agregó la académica María José Rincón.

Reacciones de los académicos  

Lejos de ser una reunión rígida, la reunión de los académicos ha sido, desde el inicio, una escuela amena, llena de honestidades y reconocimientos de los trabajos realizados, que cada cual lleva a su mundo circundante, a la humanidad necesitada. En esta parte de la reunión virtual de la Academia Dominicana de la Lengua, y con el permiso de los académicos, he titulado esta sección “Requiebros de la tarde”, pues la integración y el afecto evidenciados en las reacciones de los distinguidos intelectuales, junto al éxito de las redes electrónicas que lo hicieron posible, ha elevado el espíritu y afianzado su misión en el mundo.

—BRC: Todo eso que tú nos has contado, María José, a mí me ha parecido fascinante, y esto se debe, fundamentalmente, a tu pasión por la lengua española, que es inmensa. Quien hace un trabajo motivado por una ardorosa pasión, por el ideal tan hondo, tan consentido, tan vivido, como se da en ti, pues, naturalmente lo que produce tiene que ser bueno. Eso es así. Cuando María José toma la palabra embruja con su decir.                                                               

—MARÍA JOSÉ RINCÓN: Te lo voy a decir en el español dominicano. “Bájale algo”. Bruno. Como dice un dicho militar por ahí, “la pasión se le supone”. ¡Mira cómo Rita y Roberto me dicen que sí! Y me faltó decir eso en el decálogo del lexicógrafo: Sin pasión es imposible. Imagina que en el Diccionario del español dominicano hay 10996 entradas, ya pueden imaginarse.

—BRC: Y tú eres una experta en la tecnología electrónica. Los que nos hemos criado en el campo sabemos lo que significa la palabra “corcovear” ya que la mula y los caballos corcovean. A la tecnología moderna le gusta “corcovear”, ‘patearnos’ y ‘destruir lo que pretendemos’, a veces. ¿No es cierto Juan Carlos Vergara?

—JUAN CARLOS VERGARA (Director de la Academia Colombiana de la Lengua): Totalmente, pero no hay que dejarse vencer.

—BRC: Muy bien.

—SEGISFREDO INFANTE (de la Academia Hondureña de la Lengua): No sé, María José si usted conoce a Atanasio Herranz, que coordinó el Diccionario de americanismos, él es hondureño, o español-hondureño, porque, aunque nació en España se nacionalizó en Honduras y ha vivido casi toda su existencia en Honduras. Le pregunto porque, aunque yo no soy parte de esos equipos lexicográficos, sí conozco de cerca el trabajo de Atanasio Herranz aquí en Honduras y luego me ha contado sus experiencias en la RAE cuando estuvieron trabajando en el Diccionario de americanismos. Incluso él tiene algunos libros pendientes de publicación porque no solo le interesa el español, sino también el trabajo lingüístico de algunas comunidades sobrevivientes y algunas que han desaparecido. Por ejemplo, él publicó el libro Proceso de nahuatlización y nahuatlismos de uso en Honduras y es sorprendente que él encontró más nahuatlismos que en México, a pesar de que México es la madre.

—BRC: La Asociación de Academias de la Lengua Española tiene un plan de trabajo para hacer una segunda edición del Diccionario de americanismos y, de hecho, yo pienso que se va a hacer real el proyecto porque, en primer lugar, ya se ha agotado en muchos países y, en segundo lugar, como tú dices, es digna de mejorarse, siempre hay nuevas voces que adquirir o que limpiar o que modificar.

—JUAN CARLOS VERGARA: María José, quería felicitarte porque don Bruno tuvo la gentileza, cuando nos visitó en la Universidad de La Sabana, en Bogotá, donde teníamos una Maestría en Lingüística Panhispánica, nos dio el regalo más hermoso que fue las publicaciones, no solo de él, sino de la Academia que son una. Es decir que estoy hablando de una ecuación total, es decir, miramos a Bruno y miramos la República Dominicana y es lo mismo. Así que solo por razón de autoría no las menciono, pero fue un regalo magnífico. Y entre ellos, pues, estaba el Diccionario del español dominicano y otros magníficos glosarios de Bruno Rosario Candelier, como son el Diccionario de símbolos y el Diccionario de mística. que nos han ayudado mucho a comprender toda esta complejidad. Comparto la preocupación y el decálogo del lexicógrafo porque en el 92 tuve que participar en esta obra que me acompaña siempre, la de don Rufino José Cuervo, toda la edición del Diccionario, y ser parte del equipo de lexicografía del Diccionario de Cuervo…

—MARÍA JOSÉ RINCÓN: ¡Qué maravilla!

—JUAN CARLOS VERGARA: … y comprendo, completamente, esa situación. Y en el 93 tuve la oportunidad de trabajar con don Manuel Seco y José Antonio Pascual…

—MARÍA JOSÉ RINCÓN: ¡Te envidio!

—JUAN CARLOS VERGARA:… y la reestructuración del Diccionario histórico. Entonces, comparto, ¡plenamente!, la preocupación. Y quisiera centrarme en un punto que hablamos cuando se presentó el Diccionario de la lengua española en el 2014 y que preguntamos en una sección que tuvimos después de la presentación del Diccionario: la armonización entre las entradas del Diccionario y La nueva gramática de la lengua española que no ha sido nada fácil porque La nueva gramática, en la estructura de confección –participé en ella todo el tiempo– es un cambio, no solamente de tamaño –que es lo que enfatiza Ignacio Bosque–, sino de enfoque de categoría gramatical que modifica y debe modificar la mente del lexicógrafo. Y eso ¿qué implica? Implica cambiar la cartografía de inserción del ítem léxico y es –y lo he vivido con lexicógrafos en Colombia– la dificultad para cambiar ese mapa. Incluso, cuando la buena voluntad está, después o cuatro jornadas vuelven atrás y recuerdan unos adjetivos que ya no existen, una función adverbial que ya no existe, unas subordinadas que ya no existen y unas condiciones que dificultan la labor. Porque no es solamente dar una etiqueta a una entrada, es entender que, si decimos, por decir algo: eso es un determinante o que eso es parte de un cuantificador, modificamos todo, no solamente el contenido. Y estábamos acostumbrados –lo digo porque pertenezco a las dos generaciones–, estábamos acostumbrados a que la etiqueta estaba prefabricada. Y no. La nueva gramática cambia todas las etiquetas. Y modificar, incluso en mis estudiantes jóvenes, esta concepción ha sido muy difícil. Y quería preguntarte ¿cómo ha sido esta tarea, pues está ahí, como en el subsuelo, escondida, porque afecta enormemente, incluso en la lectura del Diccionario? Es leerla desde las categorías gramaticales. Yo a mis estudiantes les pido que no lean las entradas ni lean nada del léxico, pero que miren cómo está categorialmente y me digan si es del siglo pasado o del siglo actual. Y con el Diccionario de la lengua española nos ha ido mal… Gracias.

—MARÍA JOSÉ RINCÓN: Gracias, Juan Carlos. Sin duda la información gramatical en el Diccionario, vamos a decirlo de una forma hermosa, es ‘teleaguda’, es ‘resbalosa’, diríamos en República Dominicana. ¿Por qué? Porque nos formamos, todos, en una determinada gramática X, la que le tocó a cada uno en su escuela, y eso, increíble, pero estructura tu mente de una manera que borrar eso y pasar a otra cosa es extraordinariamente difícil. Aunque, probablemente, a cualquiera que no domine eso, si le enseñan esa estructura ahora es capaz de dominarlo mejor que tú o cualquiera que no domine eso. ¿Por qué? Pues, porque estructura su mente gramatical, vamos a decir, basada en otra categoría. Yo tengo una anécdota y la voy a contar: en el Master de Lexicografía que hice, me ponen uno de los primeros trabajos sobre categorías gramaticales y yo digo “bueno, dominado”. Empiezo con el libro y digo “pero Dios mío, pero ¿de qué me están hablando?, estoy viejísima, pero ¿cuántos años hace que yo estudié, pero ¿tanto ha cambiado el mundo que no entiendo absolutamente nada? Le digo a mi hijo –un adolescente en esa época–: “Lee aquí, por favor, ¿qué entiendes ahí?”. Y me dice “Ah, sí. Esto es…” Y me lo dijo de una vez. Y yo digo “pero es que no puede ser”. O sea, se supone que yo soy filóloga, ¿verdad?, de la vieja escuela, una filóloga que ha hecho latín, griego… O sea, cambiar esa estructura, es lo que tú dices, uno lo cambia y de repente un día se descubre que volvió atrás sin darse cuenta.

—JUAN CARLOS VERGARA. Exacto.

—MARÍA JOSÉ RINCÓN: Entonces, es una vigilancia perpetua. Quizás eso, sin duda, es una de las grandes actualizaciones que hay que hacerle al Diccionario del español dominicano. Sin duda. Claro, en los casos de los diccionarios restringidos, como es el nuestro, tenemos unas categorías. Las categorías léxicas fundamentales son sustantivo, verbo… nos eliminamos una serie de cosas ahí. Eso pasa con los diccionarios restringidos, ¿verdad? Estoy quedando mal, pero es así, una de problemas que dejamos de lado, ¿no? Pero tenemos otros serios y, sin duda, creo que el equipo lexicográfico, y no lo he dicho, pero es esencial para eso también.

En ese mismo orden de los aportes de los académicos de la lengua, don Bruno Rosario Candelier extendió especial felicitación a la académica de número, Ana Margarita Haché, en nombre de la Academia Dominicana de la Lengua, en nombre de los lingüistas dominicanos, en nombre de los profesores de lengua española de nuestro país, por el hermoso congreso que ella acaba de coordinar desde la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra de Santiago de los Caballeros donde hubo una participación de importantes lingüistas de República Dominicana, de América y de Europa con ponencias magistrales y, realmente, es un gran aporte la labor que ha hecho Ana Margarita y Erik Willis”.  Expresó que por experiencia sabe “que da una gran satisfacción, a pesar del esfuerzo intelectual que hay que realizar, produce una gran satisfacción cuando uno se ha dado cuenta de que lo que ha hecho ha sido hermoso, positivo y edificante, como ese congreso titulado «Retorno al español del Caribe»”: “Mi enhorabuena, Ana Margarita, por ese hermoso aporte, por esa gran labor que tú hiciste y que, naturalmente, te enaltece a ti como académica de la lengua, como lingüista, como profesora de lengua española, como dominicana y como estudiosa de la palabra”.

Ana Margarita Haché, por su parte,  agradeció la valoración y el reconocimiento del director de la Academia Dominicana de la Lengua, y expresó que “no es más que el interés desde la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, y desde la Universidad de Indiana, de revivir la tradición que en los años 70 y 80  se llevó a cabo con personas como Humberto López Morales, María Vaquero, Amparo Morales, y desde República Dominicana, con Orlando Alba, que se propusieron destacar el español del Caribe, las investigaciones sobre el español del Caribe que en esos momentos se estaban realizando”. Ana Margarita destacó la participación de María José Rincón “en el recién finalizado Congreso y esa presentación versó, justamente, sobre el Tesoro lexicográfico, y dio a conocer a participantes tanto de Europa, desde la Universidad de Sevilla; desde la Universidad de Lausana, en Suiza; de Venezuela, de República Dominicana, Cuba, Puerto Rico y diferentes Estados de los Estados Unidos”.

Haché puntualizó que “es dar a conocer este proyecto para que cada vez sea más visible y pueda concitar también el amor hacia la lexicografía y el interés de seguir estudiando el léxico dominicano y quizás lograr, que sería uno de los objetivos a largo plazo en el congreso, proyectos comunes y relacionando el español del Caribe con el español de Canarias”. Mencionó a los demás participantes dominicanos en REALEC 2020, que fueron: Bruno Rosario Candelier, con “Variantes léxicas y semánticas del español dominicano”; Merlyn de la Cruz, con “Aspectos diacrónicos del español dominicano”; Orlando Alba, con “¿Existe un español antillano?”; Irene Pérez Guerra y José Alejandro Rodríguez, con “El uso de zoónimos en el español dominicano”; la dominicana Jacqueline Toribio, de la Universidad de Texas en Austin, con “La expresión y distribución del sujeto ‘ello’ en el habla dominicana”; Junice Acosta “Respeto y familiaridad en las normas de tratamiento del español dominicano”; Ibeth Guzmán, “La utopía de Romeo Santos en los territorios de Austin, el dialogismo de la bachata dominicana a la luz de los actos de habla”; y un tema ligado a la lexicografía, de parte de Pedro Valdez, “La seudolexicografía cibernética, una respuesta informal”.

    Otras frases hermosas de los académicos fueron“La joya de la corona es el Diccionario digital, de manera gratuita, de primera mano, y despertaremos el interés de aquellos que no saben que estamos trabajando por la preservación de nuestro idioma”, de María José Rincón. “En algunas conversaciones entre amigos en Tegucigalpa a veces les insinúo que soy dominicano y eso se lo debo, precisamente a la apertura de don Bruno a la Academia Dominicana y al Ateneo Insular y al grupo de escritores interioristas”, de Segisfredo Infante. “Lo que usted es, María José, es ‘utiliti’, aquí en Nicaragua decimos utiliti”, de Francisco Arellano.  “Aquí hasta decimos ‘utílity’, de María José Rincón. “En el Cibao la decimos las dos: ‘utiliti’ y ‘utílity’, dice Rosario Candelier. Cuando don Bruno le pidió a Ana Margarita que contara su experiencia para la próxima reunión, la lingüista santiagués le dijo “con mucho gusto, don Bruno”, y cuando el director le pidió a Rita Díaz que hablara de “La lengua en la literatura” ella le dijo: “Su palabra es ley, usted solamente dicte y nosotros seguimos”.

BRC: “La poesía es la expresión estética del lenguaje”  

Para finalizar, transcribo una poesía de don Francisco Arellano, director de la Academia Nicaragüense de la Lengua, don Bruno Rosario Candelier hizo la presentación del poeta: “La poesía es la expresión estética del lenguaje, que nosotros la amamos entrañablemente. De manera que, distinguido poeta, apreciado amigo y colega, tome la palabra”:

 

Reina asunta al cielo” 

 

Te mirábamos desde tierra 

materna tu sonrisa en señal de adiós 

ahogada las miradas tenían las mujeres 

los apóstoles calmos se paseaban sin mirarte 

presintiendo ya tu ausencia. 

Yo vi ángeles, tronos, querubines, 

agitando muy rápido sus alas 

como colibrí que en un punto se detiene 

no avanza y está en vuelo. 

Al remontar los cielos 

melodiosos cantos iban llenando los espacios 

cenzontles y gorriones reforzaron 

el concierto del coro de los ángeles, 

cien palomas del campo y de Castilla 

se sumó al cortejo celestial. 

Mientras palmas y paños 

se mezclaban con la vuelta de las aves 

fue tan difícil distinguir diferencias 

de columbas y palumbas 

palomas y palomas. 

 

“No solo hay que saber de poesía, sino también hay que tener fe, como la que tú tienes, Francisco Arellano, para escribir con esa devoción mariana tan sentida. Te felicito por ese talento poético y por el fervor con que asumes la palabra y la espiritualidad para convertirla en arte”. Fueron las palabras de Bruno Rosario Candelier al poeta nicaragüense.

Cierre formal de la sesión

“Académicos, les agradezco su presencia. Muchísimas gracias, María José, por tu magnífica coordinación. A todos los que se han conectado y han opinado les agradezco su presencia y sus palabras. Y seguiremos en esto, haciendo algo por la lengua y la Academia, algo por la literatura y la creación, algo por el desarrollo intelectual, estético y espiritual de nuestro pueblo. Esa es la misión de las academias de la lengua: al tiempo que estudiamos nuestro sistema de comunicación que nos hermana a todos, también estamos llamados a contribuir al crecimiento del espíritu, al desarrollo intelectual y al desarrollo humanístico para ser algo bueno a favor de la vida que nos ha tocado vivir, como una gracia del cielo”, concluyó  Bruno Rosario Candelier. Plataforma Zoom, 12 de noviembre de 2020 (Crónica de Miguelina Medina).

SALUTACIÓN DEL DIRECTOR DE LA ACADEMIA DOMINICANA AL PRESIDENTE DE LA ACADEMIA BRASILEÑA DE LETRAS

Me complace expresar una especial salutación al don Marco Luchessi, presidente de la Academia Brasileña de Letras, por la convocatoria, no solo para este video, sino para otras actividades que van en beneficio de la comunicación internacional y la revalorización de la cultura en el mundo latinoamericano.  Pues bien, en esta circunstancia particular que estamos viviendo y sufriendo los efectos de la pandemia del coronavirus, esa realidad ha modificado, hasta cierto punto, el estilo de vida, no solo de la persona como individuo, sino de los pueblos, de las naciones y de las culturas. De tal manera, que uno de los efectos de esta nueva circunstancia ha tenido o está generando efectos positivos.

Por ejemplo: Se está revalorizando la lectura y, por consiguiente, el libro. Justamente hoy me entero de que en Barcelona están reabriendo nuevas librerías porque los lectores se han dado cuenta de que es menos cansón y es más provechoso leer un libro en físico que leer un libro por la vía electrónica, porque la pantalla del computador está causando estragos en cuanto al cansancio que genera estar todo el tiempo fijo en ese espacio reducido de la computadora por efecto de la irradiación fotoeléctrica o electrónica que producen las señales audiovisuales y, sobre todo, las manifestaciones electrónicas, que el cerebro tiene que hacer un esfuerzo mayor para concentrarse y percibirlo, y entonces eso genera un cansancio en función de la activación de determinadas neuronas cerebrales que producen ese cansancio. La explicación psicolingüística que doy a esa manifestación es la siguiente: La pantalla de la computadora emite una fotoirradiación o una onda de luz electrónica, cuya emisión electromagnética procesa la mente generando el consumo de energía de las células cerebrales cuya operación genera un gran cansancio de las neuronas de la mente. Entonces, un efecto positivo, en primer lugar, es la revaloración del libro y la lectura, ya que podemos comprobar que leer, al tiempo que nos enseña y nos divierte, el cansancio es menor si la lectura es de un texto en físico, en papel.

En segundo lugar, un efecto positivo ha sido también el hecho de que la gente está valorando lo que es la relación humana, la cordialidad, el hecho de relacionarse una persona con otras, lo cual es indispensable porque somos seres sociales. Y entonces, esto ha hecho que echemos de menos la relación social normal de amistades que antes teníamos y que ahora hemos tenido que reducir por efecto de la restricción de la comunicación. Y en tercer lugar, también es significativo el hecho de que esta pandemia, la restricción que ha impuesto esta pandemia, ha fomentado, o mejor dicho, ha permitido revalorar el impacto de la espiritualidad en la conciencia en razón de que nosotros, como seres humanos, tenemos una dimensión espiritual altamente significativa y esta circunstancia de restricción en tiempo de pandemia, pues, ha hecho que tomemos en cuenta esa dimensión estética y espiritual de la condición humana, lo que de alguna manera produce un enorme beneficio a nuestra esencia como seres humanos que usamos la palabra, que usamos la cultura  y que usamos los medios de comunicación, razón por la cual las academias de la lengua y de las letras tienen la oportunidad de hacer un trabajo positivo en beneficio de su comunidad, lo que, además, es, también,  uno de los beneficios que ha propiciado esta circunstancia negativa de la pandemia por el infausto coronavirus que nos ha afectado a todos en el mundo. Me alegro darle una singular salutación a don Marco Luchessi y a Jussara Campos, que es el enlace para esta comunicación, y a los brasileños que nos honran con escuchar esta intervención, aunque la estamos haciendo en español.

RETORNO AL ESPAÑOL DEL CARIBE, REALEC 2020: CONGRESO VIRTUAL LINGÜÍSTICO CELEBRADO DEL 4 AL 7 DE NOVIEMBRE DE 2020

ANFITRIONES: ANA MARGARITA HACHÉ ÁLVAREZ Y ERIK WILLIS

Con la participación de académicos de la Academia Dominicana de la Lengua y otros importantes ponentes de varias universidades americanas y europeas, bajo la coordinación de Ana Margarita Haché y Erik Willis, presentaron ponencias en el Congreso Retorno al español del Caribe varios académicos de la lengua y lingüistas dominicanos.

Este congreso lingüístico virtual titulado “Retorno al español del Caribe”, cuyos organizadores y anfitriones fueron los destacados lingüistas Ana Margarita Haché, dominicana y Erik Willis, norteamericano. Este congreso se había pautado, primeramente, para marzo de este 2020¹ de una manera presencial. Sin embargo, debido a las medidas sanitaras a causa de la pandemia del COVID-19, no pudo ser posible realizarlo de esa manera. No obstante, dicha actividad fue efectuada gracias a los avances de la tecnología digital, mediante aplicaciones y plataformas virtuales.

 

Palabras inaugurales de Ana Margarita Haché 

Así se expresó la profesora Ana Margarita Haché en la inauguración virtual, por la plataforma YouTube Live²: “Muchas gracias por acompañarnos en este día. La Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra les da la más cordial bienvenida a este congreso, “Retorno al español del Caribe, nuevos datos empíricos, Realec 2020”, una iniciativa de esta Universidad y de la Universidad de Indiana”. “Se trata de reactivar y darle seguimiento a una fecunda tradición de congresos de este tipo celebrados periódicamente a nivel internacional. El actual congreso pretende facilitar justamente un retorno al Caribe para centrarse en las variedades, lingüísticamente ricas e innovadoras, que comprenden su habla”. Dijo que “en los años 70 y 80 hubo una serie de simposios sobre la dialectología del Caribe hispánico, celebrándose el primero en Puerto Rico, en 1976. La sexta versión de estos simposios fue celebrada aquí, en la Madre y Maestra, organizada por Orlando Alba, uno de los plenaristas de este congreso”.

Ana Margarita Haché, profesora de la PUCMM y académica numeraria de la Academia Dominicana de la Lengua, hizo un esbozo global de la actividad, y señaló: “Cabe destacar que para este congreso el término español “caribeño” abarca cualquier variedad del español que se base en el contacto geográfico con el Caribe o que se derive de esta región, como sería el español puertorriqueño en Ohio, el español dominicano en Nueva York o el español cubano hablado en Miami”. Puntualizó que “entre el 4 hasta el 7 de noviembre los participantes podrán escuchar 25 ponencias que abordan fenómenos lingüísticos en las áreas de la fonética, la morfología, la sintaxis y el análisis del discurso, desde la perspectiva científica de la sociolingüística”.  Explicó que “estas investigaciones se enfocan de manera general en el español caribeño y en otras ocasiones de manera particular en las variantes de Cuba, Puerto Rico, República Dominicana y la Costa Caribe de Venezuela”.

Dos temas centrales abordan grandes cuestionantes que forman parte de la temática de este congreso: «El Caribe hispánico: cómo nos percibimos en el Caribe Insular y en el Caribe continental», por el doctor Luis Ortiz, de la Universidad de Puerto Rico en el recinto Río Piedra; y Orlando Alba tendrá su plenaria titulada: «¿Existe un español antillano?». Añadió que “durante estos días podremos conocer los estudios que los 38 investigadores participantes, como ponentes y plenaristas, sobre el español caribeño en lugares como Sevilla, Lausana, Suiza, México, Venezuela, Cuba, Puerto Rico, República Dominicana y diversos Estados de los Estados Unidos”.  “Es un propósito de este evento académico darles visibilidad a estos trabajos entre especialistas y estudiantes de lingüística y esperamos que los contactos que surjan de este evento permitan la realización de proyectos comunes sobre la tremendamente rica e innovadora variedad lingüística del Caribe hispánico”, apuntó Ana Margarita Haché.

 

Participación del director de la Academia Dominicana de la Lengua, Bruno Rosario Candelier: “Variantes léxicas y semánticas del español dominicano” 

En el segundo día de Realec 2020, el doctor Bruno Rosario Candelier, director de la Academia Dominicana de la Lengua, tuvo una intervención titulada Variantes léxicas y semánticas del español dominicano. Su ponencia fue proyectada desde una grabación de video. No obstante, el doctor Rosario Candelier tuvo presencia telemática en el evento.

En su ponencia agradeció la invitación a participar en el congreso y felicitó a los organizadores. Esta breve ponencia, en este Congreso Retorno al español del Caribe que Ana Margarita Haché tituló “Retorno del español del Caribe” y que, naturalmente,  quiero agradecerle a la licenciada, profesora y lingüista, Ana Margarita Haché, por esta honrosa invitación, y también felicitarla por la organización de este congreso de lingüística tan importante porque contribuye al conocimiento y la difusión de la lengua y la valoración de  nuestro sistema de expresión, lo que, naturalmente, siempre hace bien por el impulso que conlleva para el estudio y el cultivo de la lengua.

En su discurso destacó que “cada variante del español, en todo el mundo hispánico, tanto en América como en Europa, África o en Asia, tienen variantes propias de esa comunidad: variantes léxicas y semánticas que los propios hablantes inspiran, promueven y crean en su cultivo de la lengua, en el uso de su lengua, en el uso del español en su comunidad”. “Lo que quiere decir que las variantes del español dominicano constituyen una expresión de esa naturaleza de la lengua, de esa dinámica de la lengua, lo que, naturalmente, siempre enriquece el caudal de voces de la lengua española porque en todo el mundo hispánico esas variantes constituyen centenares de vocablos”: “Cuando digo variante, me refiero a variantes léxicas y variantes semánticas”. Dijo que “por ejemplo, el español dominicano tiene la particularidad de que tiene un rasgo arcaico –advertido originalmente por Pedro Henríquez Ureña–, que hace posible que se conserven muchas voces del caudal patrimonial del castellano antiguo”.

Rosario Candelier explicó que “cuando se habla de la variante léxica es, justamente, pensar en aquellas manifestaciones del habla expresadas en las voces que son creaciones propias, que constituyen una creación original de nuestros hablantes, como las palabras “chin”, “mangú”, “pariguayo” o “tíguere”, que son voces creadas por el hablante dominicano, y que forman parte del léxico dominicano”. “De la misma manera, podríamos decir que, así como hay creaciones léxicas, hay también creaciones semánticas, es decir, palabras de la lengua española a las cuales les endosamos un nuevo significado. Por ejemplo, la palabra «lámina» en la lengua española alude a ‘un retrato, un cuadro, que se cuelga en la pared porque tiene un paisaje hermoso, un rostro agradable’; entonces, de ahí, por vía comparativa, se aplica la palabra «lámina» a ‘una mujer hermosa’, en el español dominicano, lo que, naturalmente, la hace peculiar desde el punto de vista semántico”.

Subrayó que “tanto en Santo Domingo como en Puerto Rico y en Cuba, es decir, el área del Caribe, tenemos voces originales de la lengua taína, que era el idioma de los habitantes originales de esta tierra. Y muchas de esas voces, no solo se usan en nuestro país, sino que han pasado al conjunto de voces de la lengua española, como “bohío”, “cacique”, “canoa”, “cazabe”, “huracán”, “hamaca”. Y otras palabras como “areíto”, “buhitío” o “ciguapa”. Es decir, ese tipo de palabras procedentes de la lengua taína ha generado lo que se puede llamar el «tainismo del español dominicano», en función de las tantas voces heredadas de la lengua de nuestros aborígenes”, como advirtiera originalmente Emiliano Tejera.

 

Intervención de Bruno Rosario Candelier

Me tocó hablar de las variantes léxicas y semánticas del español dominicano. Cada variante del español, en todo el mundo hispánico, tanto en América como en Europa, en África o en Asia, tienen variantes propias, variantes léxicas y semánticas que los propios hablantes inspiran, promueven y crean, en su cultivo de la lengua, en el uso del español en su comunidad. Lo que quiere decir que la variante del español dominicano constituye una expresión de la naturaleza de la lengua, de esa dinámica de la lengua, lo que, naturalmente, siempre enriquece el caudal de voces de la lengua española porque en todo el mundo hispánico esas variantes constituyen centenares de vocablos.

Cuando digo variante me refiero a las diferencias léxicas y semánticas. Y esos vocablos enriquecen la lengua, aunque, naturalmente, cuando se trata de la comunicación, del entendimiento y de la comprensión, a menudo las variantes locales, pues, dificultan el mejor entendimiento en razón de que hay usos peculiares, con voces con significados exclusivos. Por ejemplo, en el español dominicano, que tiene la particularidad de que tiene un rasgo arcaico —como señaló, originalmente, Pedro Henríquez Ureña—, rasgo que hace posible que se conserven muchas voces del caudal patrimonial del castellano antiguo y, entonces, eso es parte de nuestra peculiaridad idiomática. Pero, lo más importante cuando se habla de la variante léxica es, justamente, pensar en aquellas manifestaciones del habla expresadas en las voces que son creaciones propias, que constituyen una creación original de nuestros hablantes. Como, por ejemplo, la palabra “chin” o “mangú” o “pariguayo” o “tíguere”, voces creadas por el hablante dominicano, son parte de su léxico, del conjunto de vocablos que forman parte del léxico dominicano.

Y, entonces, de la misma manera, podríamos decir que, así como hay creaciones léxicas, hay también creaciones semánticas, es decir, palabras de la lengua española a las cuales les endosamos un nuevo significado. Como, por ejemplo, la palabra “lámina”: “lamina” en la lengua española alude a ‘un retrato, un cuadro, que se cuelga en la pared porque tiene un paisaje hermoso, un rostro agradable’. Y, entonces, de ahí, por vía comparativa se aplica la palabra “lámina” a ‘una mujer hermosa’ en el español dominicano, lo que, naturalmente, la hace peculiar desde el punto de vista semántico.

Pues bien, en ese sentido, es importante señalar lo siguiente: la gestación de voces propias como la creación de nuevos significados a vocablos establecidos de la lengua española forman parte de esa riqueza idiomática que distingue a cada una de las variantes de la lengua española en el mundo hispánico. Y eso, naturalmente, de alguna manera nos distingue y enaltece a cada comunidad como es la comunidad de hablantes dominicanos en lo que llamamos ‘español dominicano’. Conviene, entonces, enfatizar, en primer lugar, el carácter de creación léxica: la creación léxica supone el concepto de que en una comunidad de hablantes -como el pueblo dominicano- hay voces creadas por nuestros hablantes, voces que enriquecen el caudal de las palabras de la lengua española.

 

Intervención de María José Rincón: “El tesoro léxico dominicano” 

Con su ponencia sobre “El tesoro léxico dominicano” tuvo participación la doctora María José Rincón, también de la Academia Dominicana de la Lengua. Agradeció la invitación a sus “colegas Erik Willis y Ana Margarita, por esta oportunidad de regresar a esta tradición tan interesante de que nos centremos un poco en el conocimiento y la investigación de todos los aspectos relacionados con esta variedad extraordinaria trascendente para el futuro de la lengua española que es la variedad del español en el Caribe y, especialmente, la que nos ocupa a nosotros como la variedad del español dominicano”. De inmediato María José Rincón compartió su pantalla con la presentación de su ponencia: “Un nuevo proyecto lexicográfico: el Tesoro léxico del español dominicano”.

Explicó que el Tesoro léxico del español dominicano es precisamente eso, “un proyecto lexicográfico que está en fase de nacimiento, en ese germen interesante para todos los que empezamos a trabajar en diccionarios”. Dijo que “ese proyecto nace con la intención de completar una bibliografía sobre el español dominicano, una bibliografía lexicográfica con una obra que aborde el léxico desde una perspectiva abarcadora, es decir, una perspectiva que sume la historia léxica y lexicográfica del español dominicano, tomando, por supuesto, como punto de partida el Diccionario del español dominicano, del 2013, y el Diccionario fraseológico del español dominicano, del 2016, ambos publicados por la Academia Dominicana de la Lengua.  Subrayó que “estas dos obras constituyen, sin duda, un aporte fundamental para nuestra lexicografía sincrónica, y también nuestra idea es completarlo con el aporte desde el punto de vista diacrónico”: “Sin duda este proyecto se enmarca entre los objetivos esenciales del recién nacido Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía, que dirijo y, por supuesto, también de la Academia Dominicana de la Lengua”.  Señaló la académica que “el Tesoro léxico del español dominicano, tiene como objetivo fundamental el registro lexicográfico a lo largo del tiempo del vocabulario diferencial dominicano: es decir, todas esas voces y locuciones, así como las acepciones actuales del español dominicano y que no pueden ser consideradas como pertenecientes al español general”.

En cuanto a “la memoria lexicográfica del Tesoro”, Rincón explicó que “es un registro abarcador y cronológico de toda la información que se contiene en los diccionarios de la lengua, una de las fuentes esenciales para el estudio histórico del léxico y también para la reconstrucción de la evolución de la lexicografía regional”.  Igualmente explicó que “el corpus de la documentación de este Tesoro léxico del español dominicano, estará formado por un conjunto de fuentes que van a estar debidamente justificadas y que pueden clasificarse según la siguiente tipología: a. Diccionarios diferenciales y también diccionarios integrales dominicanos en sus diferentes ediciones a lo largo del tiempo. b. Glosarios independientes o que estén incluidos como apéndices en otras obras, lo que A. Guerra denomina ‘lexicografía oculta’. c. Diccionarios restringidos de la lengua española y también del español de América, que incluyan marcas diatópicas que puedan estar relacionadas con los usos de la República Dominicana. Por ejemplo, esas marcas que señalan como usos americanos o antillanos o, incluso, específicamente nacionales como República Dominicana. d. Los diccionarios generales y las bases de datos de referencia, especialmente aquellas que elaboramos las academias, la Asociación de Academias de la Lengua Española en el mundo. e. El nuevo tesoro lexicográfico de la lengua española o el Tesoro lexicográfico de las hablas andaluzas, el Tesoro léxico canario-americano o el Tesoro lexicográfico del español de Puerto Rico, por ejemplo”. f. Por último, aquellos estudios lingüísticos que están dedicados al español americano en general y al español dominicano en particular, cuyos materiales dialectales constituyen, sin duda, una fuente indispensable para el registro del léxico local”.

María José Rincón expresó que este Tesoro es un “Diccionario de diccionarios”. Explicó que “puesto que la materia del Tesoro léxico dominicano es, fundamentalmente léxica, la forma normalizada ortográficamente será la que encabezará el artículo desarrollado y en él, en ese mismo artículo, habrá un apartado dedicado a registrar todas esas variantes gráficas documentadas”: “Esto va a permitir que el usuario del Tesoro relacione estas variantes gráficas y las compare a lo largo del tiempo. Cada forma documentada encabezará a su vez, pues, una entrada de remisión a esa entrada desarrollada”.

 

Palabras de Erik Willis y Orlando Alba    

Este recuento no abarca todo lo expuesto en los días de las maravillosas ponencias de los participantes, dolorosamente, pero es una muestra de la grandiosa labor realizada y de su inmenso aporte, que nos asombra. He aquí algunas de las emotivas palabras del profesor Erik Willis, al cierre de este congreso “Retorno al Español del Caribe, Realec 2020”:“La gente me pregunta: ¿Por qué estudias tú, el español dominicano? Y la respuesta es aquí, en frente de todos: tanto por este congreso, por la gente, por su forma de expresarse, por su forma de compartir y querer. Y es una bendición, es un don poder compartir y estudiar las identidades y la forma de expresar y compartir con los caribeños dominicanos, puertorriqueños, venezolanos, etcétera, en la investigación. Y esto cuenta como mi trabajo. Me siento muy afortunado”.

Al cierre del evento académico también estuvieron presentes el rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, reverendo padre Alfredo de la Cruz Baldera, y el vicerrector de investigaciones, doctor Kiero Guerra, entre otros.

No quiero terminar sin antes compartir el tierno y sensible detalle del profesor Orlando Alba, sobresaliente lingüista y académico correspondiente de la ADL, al finalizar su plenaria: colocó un video con la canción dominicana, “Que Dios bendiga al Cibao” (https://www.youtube.com/watch?v=qnVlpYLx3Jo), interpretada por el cantautor puertoplateño Juan Lockwad, quien “nació en la provincia de Puerto Plata, el 24 de junio del año 1914³”.  Al pie de esta página comparto todos los enlaces de Internet de este grandioso congreso, Realec 2020. 1314 fue el total de visitas al congreso durante los tres días de su realización.

¹ (https://humanidades.pucmm.edu.do/estudios-

generales/blog/Lists/EntradasDeBlog/Post.aspx?List=568d77da%2De722%2D4d97%2D8ecc%2D23ac39e70d88&ID=35&Web=8bcef8f2%2Da94b%2D493d%2Dbf14%2D828c6adcfc8e)

² Enlaces de la plataforma YouTube de los 4 días del congreso virtual Realec 2020:

(https://www.youtube.com/watch?v=dYvedobH3lU); (https://www.youtube.com/watch?v=z5a4l782uiU)

(https://www.youtube.com/watch?v=gYUYh53ZWHI); (https://www.youtube.com/watch?v=Vy5IbhLp-8s)

³ (https://acento.com.do/sociales/juan-lockward-homenaje-en-puerto-plata-por-sus-cien-anos-8270123.html)

 

 Jacqueline Toribio, de la Universidad de Texas en Austin, “La expresión y distribución del sujeto expletivo ‘ello’ en el habla dominicana” 

Almeida Jacqueline Toribio disertó sobre las aportaciones del pueblo dominicano a los avances en el campo de la lingüística general. Bajo el subtítulo “la singularidad del español dominicano y su importancia para la investigación lingüística”, señaló que “el español de la República Dominicana ha atraído la atención de los lingüistas comenzando por la obra fundamental de Pedro Henríquez Ureña, y a lo largo de los años la investigación sobre esta variedad se ha mantenido al tanto de la dirección de la investigación en la lingüística general y ha contribuido a un mayor desarrollo de modelos teóricos”. Dijo que “cuando miramos el español dominicano podemos ver la singularidad en relación con otras variedades del español y también en relación con otras variedades del Caribe, en todo nivel lingüístico”. Explicó que “en el léxico, por ejemplo, el hecho de que en el español dominicano se usa la palabra “bonamé”, esto nos señala algo del contacto socio-histórico con el creol haitiano”. Mencionó que “en la fonología, la variación en la pronunciación de las líquidas al final de sílaba nos dice algo de la variación geográfica en el país”: “Lo que vemos es que existe una multitud de factores que contribuyen a esos rasgos innovadores, a veces decimos que son no normativos”.

En cuanto al pronombre expletivo ello expuso que “como nos dice Jimenes Sabater, «esas expresiones más o menos redundantes coinciden curiosamente con la utilización del pronombre fósil ‘ello’» y González Tapia sigue que «se trata del empleo de ese pronombre arcaico, pero que está vivito y coleando con una amplia extensión»”. Explicó que “expletivo quiere decir que no contribuye al significado de la oración, lo vemos en los ejemplos: ‘Ello hay personas que lo aprenden bien’, ‘Ello no está lloviendo’, ‘Ello se hace bollo con coco’[…] Ese ‘ello’ es muy importante en la gramática del español dominicano”. Dijo que “las aproximaciones que hay sobre este ‘ello’ son de la Lingüística, de la Sintaxis teórica, donde se propone que este ‘ello’ es un elemento nominal, normal, que se encuentra en la proyección canónica de sujeto”. Señaló que “también hay varias investigaciones sociolingüísticas donde se estudia cuáles son los factores que van implicados en la realización del pronombre o no, y también hay estudios que tratan este ‘ello’ y los pronombres referenciales dentro del marco del cambio lingüístico”. Destacó el “otro ‘ello’ que se ha estudiado también, pero que sí tiene un significado, tiene un significado afectivo, es un elemento sintáctico que se realiza en la proyección complementante en la oración. “Un sentimiento bastante vago:  – ¿Pero tú no estuviste? –Ello sí. O –Ello no. Donde ese ‘ello’ no es un ‘ello’ expletivo”.

 

   Junice Acosta, Southern Utah University, “Respeto y familiaridad en las normas de tratamiento del español dominicano”

Por su parte, Junice Acosta presentó las “preguntas de su investigación” que fueron las siguientes: 1. ¿Cómo se expresan las relaciones de respeto y familiaridad en las formas de tratamiento del español dominicano? 2. ¿Ha cambiado el uso de las formas de tratamiento?. Expresó que «había notado que los jóvenes parecen haber cambiado completamente de usar ‘usted’, con muchas personas, a casi nunca utilizar ‘usted’». Añadió que ella también “quería saber si la gente percibe que ha cambiado, la gente en la actualidad”. Dijo que “para este estudio recolectó datos de 132 participantes, hablantes de varios subdialectos del español dominicano, diferentes regiones; hizo un cuestionario en línea y recabó información demográfica sobre sus relaciones familiares, el cuestionario incluyó 92 contextos o preguntas de tratamientos diferentes”. La lingüista mostró los datos en la pantalla: “sexo femenino entre 15 y 18 años, nivel primario; sexo masculino entre 19 y 30 años, nivel secundario; sexo desconocido entre 31 y 50 años, nivel universitario”. Dijo que “estos resultados se limitan a esta población muy específica y hay que ver esos resultados desde esa perspectiva. Las regiones son del Cibao, Este y Santo Domingo y desconocido, no hay participantes del Sur”.

“¿Cuáles fueron los resultados para la primera pregunta? –explicó–: Familiaridad:  más común para algunos familiares jóvenes y algunos familiares mayores; con hermanos, sobrinos, primos, cuñados, parejas; compañeros de estudio, más o menos de la misma edad y con amigos de infancia”. “Con relación al respetoUsted es más común para familiares mayores, regularmente; para los padres, los abuelos, tíos mayores; personas en contexto laboral, jóvenes y mayores, por ejemplo, con los jefes, empleados; para dirigirse a personas del gobierno o personas que prestan servicio profesional como funcionarios públicos o abogados o doctores, sacerdotes, hombres y mujeres policías; profesores de cualquier edad, con desconocidos, meseros, dependientes en tiendas, clientes”. “¿Cuáles fueron los resultados para la segunda pregunta? Hay un cambio, aparentemente percibido por los participantes, porque el 76.5% de la muestra reportó que percibe que ha cambiado el uso de las formas de tratamiento”. “Usando la técnica de Goldberg”, encontró que “hay tres grupos de factores que son estadísticamente significativos para la percepción del cambio y fueron: el salario que gana el participante, si el participante considera que hay más o menos respeto ahora, y el otro factor es el sexo”. Dijo que “no fue significativo la edad, el nivel educativo y la región de donde provienen los hablantes”.

 

   Merlyn de la Cruz: “Aspectos diacrónicos del español en la República Dominicana” 

Al iniciar su estudio sociolingüístico Merlyn de la Cruz expresó que “esta es una investigación que está en proceso, donde pretende recoger la evidencia de la escritura en el español de la República Dominicana”. Explicó que “no podemos confundir la variación diacrónica con otras variaciones lingüísticas: cuando hablamos de la variación diacrónica hablamos de cómo ha evolucionado una lengua a través del tiempocómo se han gestado diversos cambios en la misma”. La profesora ejemplificó con “una de las palabras más famosas del español en la República Dominicana que es la palabra «vaina» y la interesante historia que trae la misma”. Presentó las “varias acepciones semánticas –o sea significado de esta palabra– de la Real Academia Española”.  Señaló que “hay aspectos de estos significados que lo toman como analogía, nada más y nada menos que, de la palabra «vagina», por lo que ‘vaina’ es una evolución del latín «vagina», y en ese entonces pasó que la g en posición intervocálica se eliminó en la pronunciación y luego en ese campo se registra también en la escritura”. Mencionó que “en este caso también se registra como en ‘Reina’ en vez de «Regina» y otras más”.  Presentó “algunas evidencias de la escritura antigua en la República Dominicana que datan desde el siglo XVI y XVII y cómo estas han evolucionado”. Sobre los ejemplos que mostró en la pantalla apuntó que “estos documentos fueron extraídos del Archivo General de Indias y Archivo General de Simancas”: “En las escrituras sombreadas –desde 1509 a 1510–, las grafías «hiϬjese» la representación fonética es ‘hiciese’; «ReϬjdido» ‘residido’, «diϬjendo» ‘diciendo’, «haϬjenda» hacienda”. Dijo, que en la actualidad no tenemos esa escritura con ese valor fonético”.  Explicó que “el caso de ‘diciendo’ la grafía Ϭ, que se alterna fonéticamente con la pronunciación de la z, o la c con valor de z, (zezeo, siglo XVI en Castilla), es una de las representaciones gráficas de este fonema”. Explicó, además, que «la palabra ‘diciendo’ y la representación gráfica j, que conocemos como jota, la vemos con el valor de i: la j proviene del griego ‘jota’ (iota) porque antes en el griego la i era una i larga (j), que no es como actualmente la tenemos en español, y en el siglo XVI empieza a tener otra reproducción fonética y comienza a diferenciarse entre la i larga y la pronunciación aspirada que tenemos ahora de la j». Dijo que “después adquirido ese otro ribete fonológico se convierte en otro fonema y el español no tiene más remedio que alterarlo como una nueva letra”. Merlyn ejemplificó “otros casos con los verbos poder (puedo-podo) y forzar (fuerza-forza), ver (vi-vide), acudiendo los hablantes, consciente o inconscientemente, a la raíz latina”. “El español dominicano es una ‘marca de fábrica’ –expresó–, con características propias y peculiaridades individuales, salpicadas de sazones y expresiones, ritmos, alegrías, actitudes, algarabías y músicas propia. Pero, sobre todo, muchísima creatividad”: “Debemos amar nuestra lengua sin denigrar a aquellos que utilicen una variación lingüística, tal vez, con menos cuidado, porque todo esto forma parte de las riquezas lingüísticas de nuestra nación”, puntualizó la profesora Merlyn de la Cruz.

 

    Yrene Pérez Guerra y José Alejandro Rodríguez: “El uso de zoónimos en el español dominicano” 

Presentaron «una muestra de la diversidad de uso que tiene el tema en varios registros. En el periódico: “Poner al gato a cuidar la carne”, quiere decir ‘cauteloso’; “El salto de la pulga”, “Tortuga forense”; “El bacá y el caballo” en las elecciones; “Dar cotorra”». Mostrarpm “otros registros” que avalan su “hipótesis”: “Tábanos paraos en una esquina, ¡caballo!, y pasó un palomo con el tíguere este camellando, y vi, que algo taba chivo, por eso fue que le dieron el palo e la gata al palomito metio a na”. “También tenemos ejemplos de zoónimos en la fraseología dominicana en la televisión –señaló–, por periodistas, intelectuales, profesionales, diputados: ‘Dentro del bestiario político dominicano somos un país mosca, un país culebro, un país chivo’; ‘Estamos ante la proliferación exagerada de partidos garrapatas’, ‘Alianza de macos y cacatas’”. Señaló que “como estamos en pandemia, el uso del ‘chivo’, nos ha indicado que hay preferencias entre un animal y otro”.

   “¿De qué se trata toda esta ejemplificación que estamos mostrando? Se trata de expresiones zoonímicas que hacen referencia a personas, situaciones, acciones y otros campos semánticos con alto grado de rendimiento en el uso lingüístico de una lengua, en nuestro caso el español dominicano, con utilización de recursos tropológicos –metáforas, metonimias, comparaciones, paráfrasis léxicas, imágenes, pero también se convierten en unidades fraseológicas lexicalizadas en el español dominicano cuando es utilizada por la mayoría de los hablantes”: Presentaron una muestra de unidades lingüísticas y fraseológicas (lexemas simples o complejas pluriverbales) de uso en el español dominicano para expresar emociones positivas, negativas, con la estrategia del uso de zoónimos en la expresión humorística, el insulto, menosprecio, ironía, tabú social, picardía, etc. Y una amplia productividad semántica que llega, incluso, a la duplicidad de zoónimos en una misma unidad fraseológica: “Este tíguere es un león”, “Esa lechuza es una gata barcina”.

Una de las hipótesis que hemos comprobado es la sustitución del caudal léxico del español dominicano –adjetivos, sustantivos, verbos–, por zoónimos, cosa que debe inquietar a la educación dominicana”, dijo Yrene Pérez Guerra.

José Alejandro Rodríguez mostró la tipología estructural en el análisis lingüístico. Explicó que “estas estructuras sintagmáticas y pragmáticas, de manera espontánea o planificada, surgen en el habla, no solamente popular y coloquial, sino también en el habla formal como lo vemos en algunos medios de comunicación”: “Estas estructuras inciden, no solamente en el aspecto lingüístico, sino que también tienen un impacto pragmático, sociocultural, contextual y semántico”. Colocó en pantalla una primera tabla clasificada de enunciados con “Sintagmas, formas nominales, complementos, estructuras comparativas y estructuras oracionales”: “Más vale la sal que el chivo”, “Más terco que una mula”, “expresiones muy usadas en el español y en el registro dominicano”. Una segunda tabla contenía ejemplos de “vocativos”: “Mujeres”, “Amarren a su gallina que mi gallo anda suelto” y agregó que “podría decirse que es un vocativo que tiene una contextualización machista”. Una tercera tabla, mostró el analista, “con formación de palabras desde tres mecanismos: la composición, derivación y afijación discontinua”: “Este hombre es un simple pelagatos”. En otros ejemplos mostró “lexicogénesis mediante diminutivos y aumentativos”.

 

  Ibeth Guzmán, “La Utopía de Romeo Santos en los territorios de John Austin, el dialogismo de la bachata dominicana a la luz de los actos de habla” 

Ibeth Guzmán expuso que “este trabajo tiene como objetivo analizar el último álbum de Romeo Santos, Utopia, bajo la luz teórica de los actos de habla que plantea el filósofo y lingüista inglés, John Austin, en su libro Cómo hacer cosas con palabras: para ello usaremos un esquema analítico de los actos locucionarios, ilocucionarios y perlocucionarios desde los cuales se realiza la enunciación como soporte metodológico para aplicarlo a las doce bachatas que están incluidas en el álbum más reciente del bachatero dominicano o de origen dominicano”.

Explico que “un acto de habla, o enunciado, es una instancia de habla por medio de la cual uno realiza un acto locucionario, ilocucionario y perlocucionario, todas las veces y a la misma vez”: “Cada vez que emito, cada vez que hablo, hago estos tres actos con la lengua”. Detalló un poco más estos significados: “1. Un acto locucionario es aquello que digo. 2. Lo ilocucionario, la intención que subyace en mi postura frente a ese enunciado y lo que quiero conseguir. 3. Y el acto perlocucionario, ese puente que hay entre la intención del enunciador y el efecto que provoca en el enunciatario”. La profesora también definió lo que es una ‘canción’ y plantea la pregunta: “¿Una canción es un enunciado o una cadena de enunciado?”: “En Austin ya hemos visto qué es un enunciado –dijo–, pero, ¿cuánto se prolonga esto que se dice?”. Para responder basó su respuesta en “María Isabel Filinich (Enunciación, p. 20): Vamos a decir que la naturaleza de los enunciados en este estudio será de naturaleza oral y su extensión será la de una canción. Y, ¿qué es una canción? Según el Diccionario de la lengua española es una composición en verso que se canta y es hecha a propósito para poner en música; por lo regular tienen entre 100 y 500 palabras y una duración entre uno y diez minutos”.

La profesora también definió lo que es ‘bachata’. Comparto su definición personal, pero se pueden verificar, como ella lo mostró, otras definiciones en el DLE y Wikipedia. “Aquí la justificación de esta investigación que es muy particular: Bachata para mí es esa guitarra donde las cuerdas tocan toda la fibra de mi memoria, una nota acompasada que me lleva al centro de mi infancia, a ese lugar donde guardo la felicidad. Y este álbum de Romeo Santos tiene doce canciones: Canalla, Payasos, Millonario, El beso que no le di, Ileso, Amor enterrado… Los últimos, Años luz, Bella, Inmortal”.

En aquellas canciones cuyo acto locucionario es la presentación de un amor sostenido en la base de la idealización (Payasos, Millonario, El beso que no le di), la ilocucionaridad, lo que persigue, radica en que la anunciataria perciba, más bien, la postura de extremo dolor y alto sacrificio, al que están dispuestos los enunciadores con tal de conseguir unos segundos de atención de Ella”. “A nivel perlocucionario, a nivel de lo que busca, a quien va dirigido, al enunciatario, cuál es la reacción que causa en el enunciatario, hubo que hacer una redistribución porque a nivel locucionario y a nivel ilocucionario algunas canciones sí mantenían la unidad de intencionalidad y de enunciado, había una relación”.

 

   Pedro Antonio Valdez: “La pseudolexicografía cibernética, una respuesta al conocimiento de los nuevos vocablos del español dominicano”

El escritor Pedro Antonio Valdez señaló: “En el ámbito cibernético abundan las listas de lexicografía sobre el español dominicano. Algunas son el resultado de análisis lexicológicos, como los artículos de Fundéu Guzmán Ariza”. Agregó que “la gran mayoría de vocabularios en línea de dominicanismos pertenecen al campo de la pseudolexicografía cibernética”. Dijo que “ante la notoria presencia de esta clase de catalogaciones cabe una pregunta general: ¿De qué manera aporta la pseudolexicografía cibernética respuestas al conocimiento de los vocablos del español dominicano? ¿Cómo se origina el interés del hablante en catalogar las palabras? ¿Cuáles son las experiencias de pseudolexicografía cibernética del español dominicano? ¿Cómo se estructuran estas experiencias pseudolexicográficas? ¿Cuál debe ser la actitud de la lexicografía ante estas experiencias pseudolexicográficas?”. “En la búsqueda de esas respuestas nos basaremos en tres casos: a. En cuanto a lo metodológico se procederá a confirmar su carácter pseudolexicográfico contrastando la muestra con los requisitos universales de la Lexicografía. b. Se observará hasta qué punto utilizan los recursos cibernéticos. c. Se analizarán los componentes microestructurales para así señalar sus fortalezas y debilidades”.

Explicó que “para realizar la comunicación lingüística el hablante requiere de una memoria lexical de carácter interno que permita utilizar los patrones requeridos para establecer las comparaciones normativas y también para organizar las lexías en una situación concreta, practicando una facultad que, podríamos llamar, ‘diccionariolidad’. “Dicha facultad –añadió– consiste en el manejo del sistema semiótico (que, según investigaciones del 2016, ocupa, con fines de almacenamiento de signos lingüísticos, unas cien áreas distintas de los hemisferios cerebrales): en suma, esta operación, convierte al hablante en una especie de lexicógrafo natural”. Dijo que “la diccionariolidad transferida a la experiencia escrita da origen al Diccionario de la lengua española. “Digamos que en los albores del castellano surge su diccionario, así como la primera experiencia del hablante se inaugura con el sistema semiótico”.  Explicó que “bajo la etiqueta de ‘diccionarios en línea’ se encuentran varias páginas webs que pueden clasificarse dentro de pseudolexicografía cibernética…”.

“Resumiendo estos hallazgos –expresó– se pueden observar diversos aspectos de la Pseudolexicografía Cibernética del español dominicano: 1. Se considera como tal porque los vocabularios resultantes de esos ejercicios adolecen de un diseño estructural acorde con la lexicografía. Generalmente son vocabularios monolingües aunque aparecen del tipo bilingüe, también son de carácter semasiológicos y descriptivos: en muy raras ocasiones incorporan oraciones normativas, al punto de que por lo regular no incluyen ejemplos de uso. 2. En cuanto a la aplicación de recursos cibernéticos estos vocabularios lucen poco amigables desde el punto de vista del diseño, utilizan muy poco o nada el hipertexto. 3. Desde el punto de visa de la macroestructura, aunque en todos los casos de la muestra se observa una intención comunicativa –lo cual es algo favorable–, esta no es el resultado de una planificación de macroestructura. Aunque en dos de los casos se incluyen un instructivo en que, incluso, se mencionan las fuentes y la intención particular, no se presenta una idea acabada de las estructuras que le servirán de base: la calidad del diseño y de las entradas lucen muy poco satisfactorias. 4. En relación a los elementos de la microestructura resalta la exclusión de datos etimológicos y gramaticales: en los pocos casos en que aparecen son pseudoetimológicas y de etimología popular”. Dentro de sus recomendaciones Valdez expuso que, en el caso de la pseudolexicografía aplicada al español dominicano, se realice un acercamiento desde el terreno de la lexicografía. En este sentido dijo que los interlocutores ideales serían las escuelas universitarias de letras e instituciones especializadas, como la Academia Dominicana de la Lengua o Fundéu Guzmán Ariza que, de hecho, cuentan con investigadores del español dominicano.

 

 Orlando Alba: “¿Existe un español antillano?” 

   El profesor Orlando Alba inició agradeciendo la invitación a participar en este congreso y felicitó a los organizadores: “Yo creo que deben estar muy satisfechos y orgullosos porque una de las metas ya se ha conseguido, la de promover una especie de revitalización o renacimiento de los estudios en el Caribe”: “También quería dar constancia de que yo, aunque aparezco como profesor de BYU, aquí en Utah, me sigo sintiendo de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. Por eso, debajo del nombre, he señalado los diecisiete años que estuve allá como profesor, y agradezco al Rector, el padre Alfredo de la Cruz, el que esté presente escuchando estas conversaciones”.

El doctor Orlando Alba consignó que “una aclaración importante es que –como ya se ha señalado en otras ocasiones–, la región del Caribe no solo incluye a las Antillas, sino también a otra zona como la costa de Venezuela, la de Colombia y de Panamá”. “Sin embargo –agregó–, como lo dice el título, en esta presentación yo me limito a una descripción de las islas del Caribe”. Dijo que “el objetivo de esta ponencia es mostrar que no solo existe un español ‘antillano’ y, por supuesto, mucho menos, un español ‘del Caribe’: en otras palabras, que Cuba, Puerto Rico y la República Dominicana mantienen su peculiar identidad”.

En su ponencia, nuestro lingüista, que es miembro correspondiente de la Academia Dominicana de la Lengua, mostró en pantalla el mapa del “archipiélago de las islas del Caribe y luego dentro de ese amplio archipiélago los tres territorios hispánicos”. “A manera de preámbulo”, el profesor presentó seis muestras del habla antillana con el objetivo de mostrar muchos ejemplos de audio “para que ustedes mismos lleguen a la conclusión o a la respuesta a la pregunta inicial de si existe un español antillano”.   En el análisis de los datos puntualizó que “existen razones para defender la idea de la INDIVIDUALIDAD dialectal de cada isla hispánica del Caribe, desde dos puntos de vista: 1. Por medio de la percepción subjetiva de los hablantes. 2. A través de la actuación de los hablantes (percepción objetiva)”. Explicó que “al interés de la Sociolingüística también hay que sumar la Dialectología Perceptiva, que analiza la percepción de los hablantes de las variedades lingüísticas, y en el mundo hispánico varios investigadores han incursionado, como Moreno Fernández (2004) t Díaz Campos (2009)”. Me parece que hay evidencia de que los antillanos tienen conciencia de su identidad lingüística , de manera que la impresión de unidad o de uniformidad del español antillano, que tienen algunos investigadores, contrasta con la PERCEPCIÓN de los hablantes de la región: para los hablantes, sus respectivos dialectos son distintos, inconfundiblemente distintos”: “De hecho, se sabe, por lo menos anecdóticamente, que muchos dominicanos, no solo reconocen por su manera de hablar a un puertorriqueño o a un cubano, sino que, a veces, los caricaturizan, se burlan, y cuando no logran identificarlos de forma positiva, por lo menos lo hacen de manera negativa. Pueden decir: “Ese no habla como dominicano”.  El profesor mostró en audio, y en pantalla escritas las palabras, un ejemplo de la “«percepción de la diferencia» (un humorista muy conocido en la República Dominicana, de apodo Boruga”:  «Los dominicanos vamos a Puerto Rico, y hablamos como puertorriqueños. Cruzamos para Miami y hablamos una mezcla de puertorriqueño con cubano. Y ponemos vainas de aquí. Y te dicen, “pueh nene, epérate un momento, que tengo que ir a chequear esa vaina, chico. Que eso es “eta del carajo”. Porque se te mezclan todas la… El caso es no quedar mal».

En su análisis explicó que el humorista “cuando dice ‘y hablamo como puertorriqueño”, y luego “una mehcla de puertorriqueño con cubano”, él está denunciando su percepción de que la forma de hablar del dominicano es distinta a la de los cubanos y puertorriqueños”. El profesor destacó también que en este ejemplo el dominicano “destaca el factor de la entonación y un elemento léxico propio de cada isla: nene para Puerto Rico y chico para Cuba”. Presentó audios de entrevistas, como, por ejemplo: “¿Cómo usted identifica a los cubanos cuando ve uno?”. “¿A un cubano? Bueno, por su forma la hablar. Es fácil, los cubanos hablan distinto a todos los otros centroamericanos” (el entrevistado era “de Placeta, Santa Clara”).

El profesor Alba expresó que “es el mismo problema que plantea la división de América en zonas dialectales”: “Hace ya casi treinta años me correspondió a mí escribir un artículo para esa obra, Historia y presente del español de América, y ahí analizo el tema. Por ejemplo, reviso la posición de P. J. Rona: Rona propuso una división de América en 16 zonas usando 4 rasgos:  uno fonético, el žeísmouno fonológico, el yeísmouno sintáctico, el voseo; y uno morfológico, las formas verbales utilizadas con vos”. Explicó que “de acuerdo con esa clasificación, basada en esos cuatro rasgos, la zona número uno de la división de Rona, comprende la mayor parte de México, las Antillas, la costa Atlántica de Venezuela y de Colombia”. Dijo que “con respecto a esa región, una región inmensa, lo que dice el trabajo de Rona es que hay yeísmo y que no hay žeismo ni voseo”. “Sin embargo –aclaró–, ese trabajo no dice de nada de las muchísimas diferencias que permiten, a cualquiera, identificar y distinguir a un mexicano de un dominicano, por ejemplo (presentó muestra en audio de una mexicana, con su escritura en la pantalla: ‘Estoy leyendo ahorita una novela, es Rayuela. Y me gusta, porque como que me hace darme cuenta de algunas cosas que de repente, ahorita, ya no la tomamos tanto en cuenta’). Igualmente presentó ejemplo de una hablante dominicana: (‘Y aquí tenemos una modalidad, que cuando tú entras a la universidad y tú eres prepa, te pintan, te echan espuma de afeitar, te ponen a pasar un trencito, te compran por un peso y tú tienes que ser esclavo de una gente durante un día’). “No se justifica considerarlas a las dos de una misma zona dialectal, que es lo que habría que hacer de acuerdo con las propuestas de Rona”, puntualizó Alba.

En conclusión, se podría argüir que las distinciones que yo acabo de señalar son escasas, con relación con los tantos y tantos fenómenos comunes a las tres islas; pero, lógicamente es que así tiene que ser, es decir, las semejanzas tienen que ser mayores porque en las tres islas hablamos en español, las diferencias son diferencias, lógicamente, menores en comparación de las semejanzas. También se podría decir que muchos fenómenos son propios de una zona geográfica específica o de un grupo social determinado y no de toda la isla en cuestión, y me parece que ese hecho demuestra, precisamente, que ni siquiera dentro de un mismo país existe una completa homogeneidad lingüística, y esto refuerza la idea que yo estoy tratando de defender que es la diversidad dialectal antillana.

De manera que, volviendo a la pregunta del título: ¿Existe un español antillano? La respuesta podría ser afirmativa si también se acepta que existe un ‘español de España’, un ‘español del Cono Sur’.  Pero, ¿es igual el modo de hablar de Valladolid al de Sevilla? ¿Es igual el modo de hablar de Argentina o el de Chile, México y Colombia? 

Por supuesto que las tres islas comparten muchos rasgos, pero no manifiestan la homogeneidad lingüística que algunos le atribuyen. En lo que toca a la República Dominicana, que es lo que más conozco, obviamente, estos hechos perfilan, claramente, la identidad dominicana: 1. (Fonético) la vocalización de /r, l/, y el avanzadísimo proceso de la reducción de la /s/. 2. En el nivel sintáctico la doble negación y el ello. 3. Y en el nivel léxico, palabras como cajuil, chichigua, chinola, concón, lechosa, yipeta.  Y en último lugar está la perspectiva SUBJETIVA: en cada una de las Antillas, los juicios evaluativos, y la percepción que tenemos de ciertos hechos, es distinta. Un reflejo de que esto es así, es que algunos, incluso, menosprecian y se burlan de la variedad de su lingüística.

Aunque se acepten que las coincidencias lingüísticas objetivas son predominantes, se puede afirmar que: 1. Las tres islas pertenecen a la misma comunidad lingüística. 2. Pero no constituyen una misma comunicad de habla, lo que en el fondo equivale a decir que NO COMPARTEN EL MISMO DIALECTO”, subrayó nuestro lingüista Orlando Alba.

 

Bruno Rosario Candelier: “Variantes léxicas y semánticas del español dominicano” 

Me complace participar con esta breve ponencia, en este congreso sobre el español del Caribe, que Ana Margarita Haché tituló “Retorno al español del Caribe” y que, naturalmente, en primer lugar, quiero agradecerle a la licenciada y profesora y lingüista, Ana Margarita Haché, por esta honrosa invitación, y también felicitarla por la organización de este congreso de lingüística tan importante siempre, porque contribuye al conocimiento, a la difusión de la lengua y a la valoración de  nuestro sistema de expresión, lo que, naturalmente, siempre hace bien, por el impulso que conlleva para el estudio y el cultivo de la lengua.

Quiero decir lo siguiente: cada variante del español, en todo el mundo hispánico – tanto en América como en Europa, en África o en Asia –, tienen variantes, variantes propias de esa comunidad, variantes léxicas y semánticas que los propios hablantes inspiran, promueven, crean, en su cultivo de la lengua, en el uso de su lengua, en el uso del español en su misma comunidad. Lo que quiere decir que las variantes del español dominicano constituyen una expresión de esa naturaleza de la lengua, de esa dinámica de la lengua, lo que, naturalmente, siempre enriquece el caudal de voces de la lengua española porque en todo el mundo hispánico esas variantes constituyen centenares de vocablos.

Cuando digo variante, me refiero siempre a variantes léxicas y variantes semánticas. Y esos vocablos enriquecen la lengua. Aunque, naturalmente, cuando se trata de la comunicación, del entendimiento y de la comprensión, a menudo las variantes locales, pues, dificultan el mejor entendimiento en razón de que hay usos peculiares, con voces, con significados exclusivos. Por ejemplo, en el español dominicano, que tiene la particularidad de que tiene un rasgo arcaico – como señaló, originalmente, Pedro Henríquez Ureña –, rasgo que hace posible que se conserven muchas voces del caudal patrimonial del castellano antiguo y, entonces, eso es parte de nuestra peculiaridad idiomática.

Pero, lo más importante, cuando se habla de la variante léxica es, justamente, pensar en aquellas manifestaciones del habla expresadas en las voces que son creaciones propias, que constituyen una creación original de nuestros hablantes. Como, por ejemplo, la palabra “chin” o “mangú” o “pariguayo” o “tíguere”, que son voces creadas por el hablante dominicano, son parte de las voces, del conjunto de voces que forman parte del léxico dominicano.  Y, entonces, de la misma manera, podríamos decir que, así como hay creaciones léxicas, hay también creaciones semánticas, es decir, palabras de la lengua española a las cuales les endosamos un nuevo significado. Como, por ejemplo, la palabra “lámina”: “lamina” en la lengua española alude a ‘un retrato, un cuadro, que se cuelga en la pared porque tiene un paisaje hermoso, un rostro agradable’. Y, entonces, de ahí, por vía comparativa se aplica la palabra “lámina” a ‘una mujer hermosa’, en el español dominicano, lo que, naturalmente, la hace peculiar desde el punto de vista semántico.

Pues bien, en ese sentido, es importante señalar: la gestación de voces propias como la creación de nuevos significados a vocablos establecidos de la lengua española forman parte de esa riqueza idiomática que distingue cada una de las variantes de la lengua española en todo el mundo hispánico. Y eso, naturalmente, de alguna manera, nos distingue y nos enaltece a cada comunidad como es la comunidad de hablantes dominicanos en esto que llamamos “el español dominicano”. Conviene, entonces, enfatizar, en primer lugar, el carácter de creación léxica: creación léxica supone el concepto de que en una comunidad de hablantes, como el pueblo dominicano, hay voces creadas por nuestros hablantes, voces que enriquecen el caudal de las palabras de la lengua española.

Muy bien. Quiero enfatizar algunos aspectos de la creación léxico-semántica del español dominicano. En primer lugar, nuestra habla tiene una peculiaridad ya que ha acentuado la dimensión arcaica de la lengua española. Por ejemplo, aún usamos voces como “agora”, “aguaitar”, “curcutear”, “disque”, tutumpote”, “samuro”, “aguinaldo”, son palabras del lenguaje patrimonial del castellano antiguo. Y como esas que he mencionado, hay decenas de voces, que forman parte de ese arsenal tradicional de nuestra lengua, por lo cual, tiene un rasgo arcaico, en cierto aspecto, la dimensión léxica de nuestro español.

Asimismo, es importante subrayar que, tanto en Santo Domingo como en Puerto Rico y en Cuba, es decir, el área del Caribe, tenemos voces originales de la lengua taína, que era el idioma de los habitantes originales de esta tierra. Y muchas de esas voces, no solo se usan en nuestro país, sino que han pasado al conjunto de voces de la lengua española. Como, por ejemplo: “bohío”, “cacique”, “canoa”, “cazabe”, “huracán”, “hamaca”. Y otras palabras como, por ejemplo: “areíto”, “buitío” o “ciguapa”. Es decir, ese tipo de palabras procedentes de la lengua taína ha generado lo que se puede llamar el “tainismo del español dominicano”, en función de las tantas voces heredadas de la lengua de nuestros aborígenes.

Con relación a la creación léxico-semántica quiero, también, subrayar otro aspecto. En primer lugar, las decenas de voces propias que distinguen nuestro vocabulario. Como, por ejemplo: “calié”, “calambrina”, “chepa”, “chopa”, “chivirica”, “fucú”, “guachimán”, “ñoño”, “pana” (bueno, quizá, “pana” la compartan también en Puerto Rico porque viene de inglés “partner”, que significa ‘compañero) y “tíguere”, con la familia de palabras que genera esa voz criolla como “tiguerazo”, “tigueraje”, “tiguerón”, voces que tienen un significado particular en el vocabulario dominicano.

Asimismo, quiero subrayar un dato importante en la forma de hablar del español dominicano, y es la creación de voces compuestas con derivación. Por ejemplo: de “medalagana” formamos “medalaganario” y “medalaganariamente” – voces registradas en la Gramática de la lengua española – o de “conchoprimo”  formamos “conchoprimismo”, o de “agua” y “fiesta” formamos “aguafiestero”. Es decir, se trata de composiciones de palabras que enriquecen el vocabulario.

Y con relación al significado, es decir, a la dimensión semántica de nuestras voces, también tenemos un aporte en el español dominicano. Por ejemplo: “acelere”, que significa ‘nerviosismo’ o ‘prisa’; o la palabra “afrentoso”, con el significado de ‘presumido’ o “agallú”, que significa ‘ambicioso’; “aguaje”, que es ‘ostentación’, ‘parejería’; “chivateo”, que es ‘delación’. O voces como “lírico”, con el significado de ’único’. Me llamó la atención cuando escuché a una campesina de Salcedo decir: “Tengo un lírico peso”, es decir, ‘un solo peso’. Y así hay otras voces como “maña” ‘costumbre’, “figurero” ‘exhibicionista’, o “sangrú” ‘odioso’.

Es decir, en nuestro vocabulario, el español dominicano, tiene la particularidad de que genera, permanentemente, voces nuevas, y nuevos significados a las voces establecidas de la lengua española, lo que enriquece nuestra forma de hablar, lo que enriquece la variante del español en América.

Benito Pérez Galdós: «La red del vivir»

Con motivo de la conmemoración del primer centenario del fallecimiento de Benito Pérez Galdós, María José Rincón, académica de número, y Emilia Pereyra, académica correspondiente de la Academia Dominicana de la Lengua, participaron en un coloquio virtual sobre su obra y su trascendencia literaria celebrado el 15 de octubre de 2020 en Santo Domingo. La actividad fue programada por el Centro Cultural de España y la Embajada de España en Santo Domingo en el marco de la celebración de las Semanas de España 2020. La transmisión se realizó en directo a través del canal de You Tube del Centro Cultural de España en Santo Domingo y ha quedado grabada a disposición del público en la página de Facebook de esta institución. Las académicas realizaron un recorrido por la vida y obra del autor canario y destacaron el papel extraordinario de sus creaciones literarias en la historia de la literatura en español y en el desarrollo de la lengua española. Tomando como punto de partida la lectura de fragmentos del poema Díptico español de Luis Cernuda, analizaron la capacidad creativa de Galdós para los entornos y para los entramados sociales, el amplio universo de sus personajes y su construcción detallada tanto en los aspectos externos como en el desarrollo de su conciencia y de su personalidad.

Emilia Pereyra destacó la repercusión que la labor periodística de Galdós tuvo en su concepción de la novela realista y, sobre todo, la excepcionalidad de su entramado de historia y novela en los Episodios nacionales. María José Rincón, por su parte, destacó la capacidad extraordinaria de la novelística de Galdós para la comprensión y la expresión de la personalidad y la conciencia humana y señaló la trascendencia de sus personajes femeninos. Las académicas contestaron preguntas que los asistentes realizaron a través de las redes y los invitaron a leer a Galdós con la seguridad de que sus novelas pervivirán como clásicos de la literatura en lengua española.

PARTICIPACIÓN DE LA ACADEMIA DOMINICANA EN EL CORDIAM

Por María José Rincón

En el Congreso de Academias de la Lengua Española celebrado en Sevilla en noviembre de 2019 se acordó que los trabajos relacionados con el Corpus diacrónico y diatópico del español de América (CORDIAM) serían responsabilidad de la Asociación de Academias de la Lengua Española.

Como destacó el director de la Academia Mexicana de la Lengua «el CORDIAM tiene como objetivo crear una infraestructura unificada, cómoda y rápidamente accesible que permita desarrollar investigaciones sobre la historia del español en América, así como sobre múltiples aspectos de las culturas soportadas en lengua española en este continente».

El Corpus diacrónico y diatópico del español de América abarca cuatrocientos años de historia documental americana (1494-1905) a través de textos de los países de América donde se habla o se habló español en ese periodo histórico.

En cumplimiento de lo acordado en la la reunión telemática de directores y presidentes, celebrada el 30 de septiembre de 2020, la Academia Dominicana ha nombrado como enlace con el CORDIAM a la doctora María José Rincón, en su condición de miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua, como primer paso para conformar el equipo panhispánico de colaboradores.