Dictan conferencia sobre la gastrosofía en la novela de Julio Vega Batlle

Los académicos Manuel Salvador Gautier, Emilia Pereyra y Rafael Peralta Romero abordaron el tema de la gastrosofía en Anadel, novela de Julio Vega Batlle. Ante un público integrado mayormente por estudiantes de secundaria, Gautier expuso sus puntos de vista, de una manera coloquial, sobre la novela gastronómica del escritor dominicano.

Explicó en qué consiste la trama de la novela y luego detalló las incursiones de Vega Batlle en la cocina nacional e internacional. Explicó que “gastrosofía” es una palabra inventada por el novelista dominicano para expresar “la idea de ciencia, estudio profundo, casi filosófico de la necesidad y el placer de comer”. Gautier se extendió en las incursiones que hace Vega Batlle sobre la cocina de los indígenas taínos de Quisqueya y sobre la comida dominicana, temas familiares para el público presente, por lo que leyó y comentó los párrafos que aparecen en la novela sobre esos asuntos culinarios. El resultado fue un coloquio dinámico, edificante y ameno, con una participación activa del público, que hizo preguntas y exposiciones, enriqueciendo la sesión. Al final, se rifó el ejemplar de la novela, y se brindó jugo de naranja y arepitas de yuca, que resultaron bien acogidas, pues durante la conversación se estuvo hablando de las distintas maneras en que los dominicanos comen el demandado tubérculo.

En su turno, le correspondió a Rafael Peralta Romero disertar sobre los nombres dados por los dominicanos a sus alimentos. El escritor y académico enfatizó en los dominicanismos que aluden a los platos fundamentales, como “locrio”, cocido hecho de arroz con carne, pescado o marisco; “moro”, palabra que deriva del griego mauros, que quiere decir ‘oscuro’, por el color de la piel de los africanos, voz que dio lugar a mauritano. En algunos países se menciona este plato como “unión de moros y cristianos”; “sancocho”, un guiso de carne y víveres, símbolo de convivencia y celebración, dijo Peralta Romero. “Mangú”, puré de plátano verde hervido, suavizado con aceite o mantequilla; “chenchén”, plato de maíz chascado que se sirve con carnes y habichuelas, usual en el Sur.

El expositor comentó algunos nombres con que los dominicanos bautizan la comida: chapea, chaúcha, ñampeo, moro, manyé, las habichuelas, el chao, papeo, la bandera (arroz, habichuelas y carne). La “compaña”, elemento fundamental en la comida es similar a lo que en régimen gourmet se llama «guarnición, para el expositor. Si tenemos víveres, pan, casabe o arroz, hemos de completar con un elemento proteínico: carne, pescado, huevo, queso y sus variantes. Peralta Romero aclaró que “comer con grasa” es lo contrario de “comer vacío”. Las intervenciones del público abundaron con interés ya que charlista le puso al coloquio un poco de sal y pimienta.

Santo Domingo, ADL, 18 de junio de 2015.

Tertulia literaria sobre "El libro del buen amor"

La Academia Dominicana de la Lengua presentó el taller de lectura de clásicos españoles, coordinado por la académica de número y lingüista María José Rincón, quien analizó la obra de Juan Ruiz, titulada Libro de buen amor, obra emblemática de las letras españolas.

El Libro de buen amorLibro del Arcipreste o Libro de los cantares, es una obra del mester de clerecía del siglo XIV. Comentó la lingüista que esa obra es una composición extensa, compuesta por más de 1700 estrofas de carácter variado, cuyo hilo conductor lo constituye el relato de la autobiografía ficticia del autor (Juan Ruiz, Arcipreste de Hita). Está considerada una de las cumbres literarias españolas.

María José Rincón explicó que el libro contiene una colección heterogénea de diversos materiales unidos en torno a una pretendida narración autobiográfica de asuntos amorosos del propio autor, quien es representado en una parte del libro por el episódico personaje de don Melón de la Huerta. En él aparecen representadas a través de sus amantes todas las capas de la sociedad bajomedieval española. Además, manifestó que en el Libro de buen amor confluyen las tradiciones literarias medievales, por lo cual muchos dicen que se trata de un ejercicio retórico. Antiguamente en las clases de retórica no se estudiaba como estudiamos ahora la gramática, sino que a los escolares les ponían el ejercicio de hacer una fábula, un ejemplo de distintos géneros retóricos. Contó que en este libro aparecen los géneros retóricos de la época: expone el debate, cuando los personajes se tiran unos a los otros.

Por otra parte, la académica dijo que el Libro de buen amor es una obra abierta. De hecho, no hay más libros parecidos al Libro de buen amor y a la hora de interpretarlo, el Arcipreste dice muy claro cómo quiere que lo interpretemos. Citó el prólogo del libro, donde el Arcipreste dice: “Algunos clasifican esta obra como una obra didáctica, enseñanza para que los pecadores supieran distinguir entre lo que era el buen amor y el mal amor y eligiera el bueno”. También señaló que el Arcipreste insiste en cómo leer la obra y aclara que es una obra didáctica y que tiene dos lecturas: la lectura superficial y la profunda.

“El Libro de buen amor, a pesar de su originalidad, tiene unos antecedentes muy precisos, casi siempre dentro de la tradición occidental que algunos críticos le han negado, o no han querido reconocerla en la medida que lo merecía. La investigación de cada uno de esos antecedentes no es fácil, porque nuestro Arcipreste ha cultivado en su obra todos los géneros posibles, desde la canción mariana a la de escarnio, pasando por la fábula esópica o el episodio amoroso, con un perfil autobiográfico, y cada género exige ya de por sí una dedicación especial, autónoma, anterior a un análisis de conjunto”, dijo.

Al finalizar explicó los episodios del libro y cómo están estructurados y seguidamente leyó, compartiendo con el público, el texto que eligió para exponerles.

Santo Domingo, ADL, 10 de junio de 2015

 

Conversatorio sobre el conocimiento del lenguaje

El Museo Ramón Cáceres, de Moca, fue el escenario de un conversatorio sobre las innovaciones del lenguaje a cargo del director de la Academia Dominicana de la Lengua, donde delineó algunos conceptos relacionados con la lengua y planteó que, al hacer uso del lenguaje, los hablantes tienen una responsabilidad como usuarios de la lengua en cualquier área de trabajo en que se desempeñen, especificando que hay actividades que requieren una mayor atención a la expresión verbal, como las de los escritores, profesores, políticos, sacerdotes y comunicadores, aunque todos los hablantes deben procurar el conocimiento de la lengua, que en todos los países se asume como expresión de su cultura.

Por otro lado, Bruno Rosario Candelier puntualizó que todas las lenguas de cultura tienen tres códigos fundamentales que se plasman en el diccionario, la ortografía y la gramática. Advirtió que en República Dominicana resulta difícil hacer un buen uso del idioma porque heredamos una pobre dotación idiomática y no hemos desarrollado una conciencia de lengua. Subrayó que quien se dedica con conciencia al estudio de la lengua logra un dominio de las normas lingüísticas establecidas por la Academias de la lengua.

El conferenciante aclaró que el gran problema de la educación dominicana radica en el hecho de que los profesores no tienen la preparación académica ni la formación lingüística ni la conciencia de lengua y, por tanto, no pueden transmitirla con rigor y propiedad a sus alumnos. Subrayó que son muchos los factores que hay que rectificar para orientar nuestra formación intelectual.

Se refirió a los dominicanismos al abordar el Diccionario del español dominicano, resaltando algunas palabras que mantuvieron atentos a los presentes. Respondió preguntas que aclaraba con sus respectivos ejemplos. Así explicó que casimente es un dominicanismo ya que en el español dominicano el hablante común le asigna una connotación enfática a esta construcción idiomática. Comentó los años de trabajo que el equipo lexicográfico de la ADL consagró a la confección de este diccionario, así como la labor que realizaron sus redactores (María José Rincón, Fabio Guzmán Ariza, Roberto Guzmán Silverio y Bruno Rosario Candelier), así como los académicos que colaboraron con la renovación del diccionario académico de nuestra lengua. Especificó que laborar en la definición de una palabra conlleva un estudio especializado en la ciencia de la lexicografía. En ese tenor comunicó que en la actualidad varios académicos de la lengua, bajo su orientación, están trabajando en la confección del Diccionario fraseológico dominicano.

Al referirse al diccionario dominicano destacó que hay palabras derivadas de voces del idioma inglés que han adquirido nuestro registro de ciudadanía lingüística por el uso y el significado que les han dado los hablantes del pueblo, pues la lengua se va modificando y adquiriendo nuevos vocablos y nuevos significados en el uso de las palabras. Explicó que de esta forma hay palabras que denotan una faceta expresiva y metafórica del habla criolla, que es parte de nuestra idiosincrasia lingüística, como el diminutivo afectivo expresado en “mi viejita”, que tiene una connotación de cariño. En ese aspecto, el lingüista mocano destacó que uno de los problemas del lenguaje es el uso inapropiado de determinadas formas del lenguaje, como las preposiciones “planta a carbón”, “de gratis”, “a cabalidad”, cuando lo correcto es “planta de carbón”, “gratis” y “cabalmente”.

El público presente se interesó en saber si estaban incluidas en el diccionario de nuestra lengua palabras provenientes del uso de la tecnología moderna, como “chateo”, “escanear”, “twitear”, que efectivamente aparecen en el Diccionario de la lengua española, y en ese aspecto el charlista aclaró que “las palabras que usa el sector juvenil es el más revolucionario en todos los estamentos de la sociedad”, pero al inventar nuevas palabras, algunas desaparecen del uso por lo que la Academia no suele registrar en un libro que va a quedar para la historia todos vocablos inventados en una etapa de la evolución del lenguaje, por lo cual espera unos cinco años de vigencia de esos vocablos para consignarlos en el santuario del código lexicográfico de la lengua.

Por otra parte, calificó de inapropiado el uso del doble género (los/las, todos/todas) para referirse al uso de las formas masculinas y femeninas, pues lo correcto es usar la forma genérica y no el doble género, que “es una moda que han querido implantar las feministas”, calificándola de antiestética, antilingüística, redundante y antieconómica en términos del lenguaje, por lo que no aprueba esa forma del decir pues perjudica el buen uso del lenguaje. Dijo que esa moda está destinada a desaparecer por lo que aseguró que de haber sospechado que iba a tener el impacto que ha tenido los académicos de la lengua la hubiesen enfrentado a tiempo por radio y televisión.

El expositor insistió en resaltar que para lograr el dominio de la lengua hay que leer y estudiar los códigos del idioma, pues con el aprendizaje de nuevos vocablos se ensancha el horizonte de nuestra cultura y el conocimiento del mundo, y con el dominio de la normativa se logra la expresión correcta, por lo que la lectura es fundamental para el desarrollo intelectual de los hablantes.

En otro orden, Rosario Candelier destacó que el don primario de los seres humanos, después de la vida, es el logos de la conciencia, dotación interior que recibimos directamente de la Divinidad, en cuya virtud podemos reflexionar, hablar y hacer uso de la palabra con un propósito creador.

En la sección de preguntas de los presentes, dio respuestas a las inquietudes del público, selecto y acucioso, esclareciendo el uso y el significado de vocablos y frases de nuestro lenguaje, así como planteamientos y orientaciones sobre gramática y ortografía.

En esta actividad académica el escritor dijo que la Academia Dominicana de la Lengua está dispuesta a colaborar para contribuir al conocimiento de nuestra lengua en los diversos sectores de la población. Dijo que a la institución del idioma le interesa el desarrollo de la lengua española en el país y le preocupa el escaso dominio de esta disciplina en los hablantes dominicanos. Por eso encomió a los presentes con la recomendación de que todos se motiven a asumir el estudio de la lengua como parte de su propio desarrollo intelectual.

Moca, ADL/Museo Ramón Cáceres, 5 de junio de 2015.

Radio Nacional de España entrevista a don Bruno Rosario Candelier

Pregunta: Buenas tardes, don Bruno Rosario Candelier y gracias por su atención a esta entrevista. Vamos a comenzar por el origen de la Academia Dominicana de la Lengua.

BRC: Me complace participar en esta entrevista con usted por Radio Nacional de España para hablarle de la Academia Dominicana.

Realmente, la fundación de nuestra institución, establecida en Santo Domingo el 12 de octubre de 1927, fue una iniciativa del entonces Arzobispo de Santo Domingo, Mons. Adolfo Alejandro Nouel, quien convocó en su día a los intelectuales dominicanos más importantes, como suele acontecer en todas las Academias de la Lengua, en la que se han integrado escritores de prestigio, intelectuales consagrados, hombres dedicados al estudio de la lengua o al cultivo de las letras. Entonces, naturalmente, fueron los miembros fundadores los que dieron el impulso fundacional a esta institución de nuestro idioma, que ostenta la representación de la Real Academia Española en la República Dominicana.

La Academia Dominicana de la Lengua tiene una importante trayectoria y, por el prestigio de sus integrantes, goza de una autoridad en nuestro país. Naturalmente, en atención a la labor realizada y por la finalidad de la institución expresada en los propósitos que la anima, la institución ha tenido como norma dedicarse al estudio y el cuidado de la lengua, a defender y preservar la esencia de nuestro idioma, que es la lengua española en la que ustedes difunden su hermoso programa de comunicación, y trabajamos por el mantenimiento y el avance del genio de nuestra lengua, de esa hermosa herencia que recibimos de España, aunque en su historial no siempre ha sido del todo activa, ya que tuvo, como se dice de los cañaverales, períodos de tiempo muerto, pero en los últimos 15 años nuestra Academia ha estado ejecutando una labor de servicio a la comunidad, al tiempo que colaboramos con los proyectos y los programas lingüísticos de la Real Academia Española.

¿En qué consiste esa labor, señor Rosario Candelier?

En ese sentido tenemos una tarea a lo interno y a lo externo de la institución a favor de la sociedad. A lo interno de la institución, colaboramos con la RAE en el estudio y la revisión de los materiales lingüísticos que nos remiten para reportar nuestras observaciones y sugerencias sobre diversos aspectos de la lengua. Y a lo externo, mantenemos un plan de trabajo al servicio de la comunicad. Muchos de los escritores que han pasado por nuestra institución han sentido esa identificación con la corporación y con nuestra propia lengua, que es la razón de ser de esta entidad cultural, y naturalmente han hecho una labor en beneficio de las letras y de la lengua misma, sobre todo, mediante el cultivo de las letras. Actualmente nuestra Academia cuenta con lingüistas, ensayistas, poetas, narradores, novelistas, críticos literarios, investigadores y profesores consagrados a la enseñanza de la lengua cuya defensa forma parte de nuestra misión, que asumimos con orgullo y fervor.

¿Por qué la Academia de la lengua atiende al cultivo literario?

Realmente la literatura es la expresión estética del lenguaje y en tal virtud tiene mucha importancia, además de que es la vertiente creativa que de una manera significativa y directa llega a la población porque a través de la palabra escrita, de la impresión del libro, de la escritura de poesía, narrativa, teatro, ensayo o crítica literaria, se hace un servicio, un servicio de la palabra, para estrechar vínculos con la comunidad. No solo se trabaja en lo que es poner a desarrollar el talento de la imaginación, sino que a través del cultivo de la belleza y la valoración del sentido, como es la creación del lenguaje literario mediante el uso de las palabras, la literatura tiene una misión, no solo complementaria del lenguaje en su dimensión estética, sino que atiza el cultivo de la inteligencia, la imaginación y la sensibilidad, y eso se hace mediante el lenguaje escrito, que es, con la expresión hablada, la otra cara de la lengua. Por eso nosotros le damos mucha importancia a la literatura, sin descuidar la atención a la lengua, eje de nuestra tarea y base de nuestra institución, al tiempo que propicia un vínculo con la comunidad. Tenga presente, señora Castelani, que desde sus inicios la RAE consigna en sus estatutos que su misión está centrada en el estudio de la lengua y el cultivo de las letras, y nosotros, como institución correspondiente de la Real Academia Española en la República Dominicana, le hemos puesto atención a esos dos aspectos, particularmente desde que este servidor fue elegido director de esta corporación.

Usted dijo que su Academia mantiene un contacto con la comunidad. ¿Puede explicarles a los oyentes en qué consiste?

En nuestra Academia hemos creado algunas instancias de trabajo. Para estrechar vínculos con la comunidad realizamos actividades con participación del público: ofrecemos conferencias y coloquios; celebramos tertulias y encuentros; presentamos libros y recitales. Para activar nuestro vínculo con la comunidad, creamos dos grupos adjuntos a la institución: un grupo que se dedica al desarrollo de la narrativa, con el nombre de Mester de Narradores; y otro grupo que le pone atención al cultivo de la poesía, con el nombre de Trovadores de la Academia. Con sus integrantes, pero sobre todo con los miembros de la Academia, tanto numerarios como correspondientes, celebramos actividades abiertas a la comunidad, con los citados coloquios, tertulias, encuentros, jornadas de poesía, publicación de libros, seminarios y talleres en torno a nuestra lengua y nuestras letras, tanto de la literatura española, como la literatura dominicana e hispanoamericana; más aún, le damos singular importancia al estudio de las letras hispánicas desde sus inicios para estudiar la tradición clásica de la literatura española, enfocar en su contexto literario las raíces de nuestra lengua para darla a conocer en nuestro país, y de hecho tiene mucha acogida esta actividad por parte de nuestros ciudadanos, especialmente los de la capital dominicana, que es donde está la sede de la institución; pero, además, sabiendo que el país no está conformado únicamente por los habitantes de la ciudad capital, que es Santo Domingo, a menudo preparamos actividades en las provincias, en pueblos y ciudades distantes del centro capitalino; visitamos poblaciones del interior y organizamos recitales poéticos y presentación de libros, entre ellos los códigos esenciales de nuestra lengua, como el diccionario, la gramática y la ortografía, que promovemos mediante actividades públicas, que realizamos, como ya le dije, en la sede de la institución establecida en la capital dominicana y en comunidades y centros universitarios y culturales del interior de la República, tanto del Norte como del Sur y la región del Cibao de nuestro territorio insular, y siempre que hacemos esas actividades sentimos el respaldo de los pobladores y naturalmente podemos apreciar la necesidad que tienen de que se les lleven estos mensajes y estímulos para motivar la lectura, para dar la orientación lingüística pertinente respecto a la gramática, la ortografía o el vocabulario de nuestra lengua y de nuestras letras, lo que naturalmente implica un trabajo que realizamos con el concurso de los académicos identificados con nuestra corporación.

¿En qué consisten esas tertulias en la Academia?

Esa es una particularidad de nuestra Academia en la República Dominicana. Tenemos dos tipos de tertulias: una lingüística y otra literaria. La tertulia lingüística la coordina la académica y lingüista María José Rincón; la tertulia literaria la dirige la académica y literata Ofelia Berrido. Ambas realizan un inmenso y eficiente servicio a nuestra institución y al país.

Esas tertulias funcionan de la siguiente manera: la coordinadora de la Tertulia Lingüística selecciona un tema vinculado, casi siempre, a lengua, y tanto ella, como otro académico, lo desarrollan y abren un espacio de participación del público presente. La Tertulia Literaria, que se denomina “Letras de la Academia”, como la tertulia lingüística, se realiza una vez al mes, en fechas diferentes, y sus coordinadoras, auxiliadas por nuestra asistente en la Academia, convocan al público que habitualmente asiste a nuestras actividades; en cada jornada presentamos a un escritor o un tema literario o el análisis de una obra poética o narrativa o un planteamiento teórico en torno a los movimientos literarios y buscamos un conferenciante que lo mismo suele ser un académico de la lengua o un escritor o intelectual reconocido (a veces no tan reconocido porque les damos también oportunidad y entrada a todos los niveles, escritores establecidos y escritores en agraz), y entonces ese escritor presenta una conferencia y al término de la conferencia, la charla o la disertación, damos participación al público para que efectivamente se produzca un diálogo o coloquio con los participantes a partir de preguntas, de sugerencias, de comentarios en torno al tema del día y normalmente nos llevamos dos o tres horas en esas actividades literarias.

En cuanto a la lengua, las actividades realizadas hasta la fecha, en sesión que llamamos Tertulia Lingüística de la Academia, se trata  normalmente de enfocar los temas específicos sobre el ámbito del lenguaje vinculado a cualquiera de los códigos fundamentales, como el diccionario, la gramática o la ortografía. En ocasiones presentamos y analizamos la obra de un lingüista, una obra vinculada a la lengua o enfocamos en ocasiones la vertiente lingüística de una obra literaria, de manera que esta tertulia lingüística enfatiza diferentes vertientes del conocimiento del lenguaje justamente para motivar el amor a nuestra lengua, de manera que nuestros hablantes se interesen por seguir estudiando su propia lengua, por profundizar en ese conocimiento, por ahondar en la formación intelectual vinculada a los hechos del habla, a los fenómenos de nuestra lengua, que es compleja.

¿De qué manera, don Bruno, mantenéis el vínculo con la RAE?

Fundamentalmente el enlace se opera directamente con la RAE, mediante correos electrónicos con la dirección o por intermedio de Pilar Llull, jefe del gabinete de dirección, o a través de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) cuya sede ejecutiva está en Madrid, de tal manera que cuando recibimos los textos que nos envía la dirección de la RAE, estudiamos esos textos, que se envían a todas las Academias de América y Filipinas; entonces cada Academia estudia cuidadosamente lo que nos remite el equipo ad hoc de la RAE respecto al planteamiento o la temática que nos ofrecen y, desde luego, hacemos nuestro estudio, presentamos nuestras observaciones y planteamos nuestras sugerencias. A veces hemos establecido relaciones directas con algunas Academias para confrontar pareceres, aunque normalmente las relaciones se establecen fundamentalmente cuando hemos sido convocados por la RAE en reuniones que se han celebrado en España, como también en Argentina, Chile, Colombia, México y Puerto Rico, es decir, en donde nos han convocado y hemos asistido y allí compartimos los académicos los temas vinculados a nuestra lengua.

Tenemos la reciente edición del Diccionario de la lengua española en cuya confección hemos colaborado y tenemos la satisfacción de que en esta edición se ha aumentado la presencia de términos y expresiones de nuestro lenguaje; por ejemplo, la marca R. Dom. aparece en unas 1215 acepciones de diversos vocablos de nuestra lengua, con lo que ha aumentado la presencia de voces dominicanas y de otras nacionalidades americanas en el diccionario académico de nuestra lengua; esa presencia de voces y significados del lenguaje de los países de la América hispana ha aumentado significativamente en el diccionario porque hay una disposición panhispánica en la dirección de la RAE, una actitud panhispánica que compartimos todas las Academias y, entonces, la lengua española tiene una presencia plena en todo el mundo hispánico. La misión es entender que ya el meridiano del idioma no pasa por la Puerta del Sol, como decía Dámaso Alonso, ese prestigioso lingüista y crítico literario que dirigió la RAE, puesto que en cada ámbito del mundo hispánico donde se habla la lengua española existe el modelo adecuado. Eso naturalmente nos compromete a todos los hablantes con la identificación de nuestro idioma, con la ponderación de nuestras Academias y con el rol que desempeñamos los académicos de la lengua a favor de nuestro sistema de expresión de este hermoso legado que hemos recibido de España y de los españoles.

Realmente hay una vinculación entre las Academias ya que por un lado tenemos reuniones cuando nos convoca la dirección de la RAE; esa convocatoria se ha realizado no solamente en Madrid donde se nos invita a los directores, sino en varias poblaciones de América, en varios países donde efectivamente se han realizado encuentros; por ejemplo, en Rosario, Argentina; en Valparaíso y Santiago de Chile; en Medellín y Cartagena de Indias, de Colombia; en San Juan de Puerto Rico; en Puebla de los Ángeles y en Ciudad de México; y en esas poblaciones donde hemos asistido, naturalmente es una ocasión propicia para llevar a cabo ese espíritu solidario que llamamos actitud panhispánica de la lengua, que fue una iniciativa de don Víctor García de la Concha, el anterior director de la RAE, que inyectó a nuestras instituciones ese espíritu de coparticipación, de comunión entre todas las Academias; entonces cuando recibimos un material literario o lingüístico de la RAE, bien sea lexicográfico, vinculado con los diccionarios, o textos de carácter gramatical o vinculados con la ortografía, tratamos de ver qué cosas podrían modificarse o mejorarse. Efectivamente así acontece, ya que hacemos propuestas concretas para dar nuestra opinión o nuestras sugerencias en torno a aspectos específicos de nuestra lengua, y eso a menudo podemos hacerlo directamente con la RAE, como se ha hecho en el pasado, sobre todo cuando se trata de áreas lingüísticas en las que se divide el ámbito hispanoamericano, porque hay aspectos comunes en las diferentes áreas; por ejemplo, en el área del Caribe insular de las Antillas existen 3 países de habla hispana, que son Cuba, República Dominicana y Puerto Rico. Entonces hay voces, por ejemplo, que tienen acepciones compartidas por los hablantes de esos países; pero lo mismo pasa en Suramérica con los países del Cono Sur, y en Centroamérica, y en virtud de esa realidad lingüística, diversa y variada, es muy amplia ya que la lengua española no tiene una sola forma de manifestarse sino que tiene variantes; en cada país hay variantes específicas, variantes en cuanto al vocabulario, variantes en cuanto a la pronunciación o la forma de hablar. Entonces eso hace que la institución de la lengua tome en cuenta esas diferentes modalidades de los hechos de lengua.

¿Qué habéis hecho de manera compartida con las Academias?

Hemos publicado el Diccionario de americanismos y hemos colaborado con la confección del Diccionario de la lengua española. Precisamente el jueves de la próxima semana presentaremos oficialmente en nuestro país el Diccionario de la lengua española, como lo hicimos también con la Gramática de la lengua española y con la ortografía y la fonética de nuestra lengua. En la confección de este Diccionario han participado todas las Academias; desde luego, el trabajo mayor lo ha hecho la RAE con su equipo lexicográfico que presidiera don Pedro Álvarez de Miranda; pero todos hemos colaborado, unos más, otros menos, para que esta edición sea más amplia, más rica, más completa, más actualizada y más precisa en la descripción de los vocablos de nuestra lengua.

En cada país la Academia es la responsable de darlo a conocer. En combinación con la empresa que lo ha editado, lo vamos a presentar con la participación de tres académicos de la lengua para explicar diferentes vertientes lexicográficas. Por ejemplo, la académica María José Rincón va a enfocar el tema de la relación establecida entre las voces dominicanas y las voces de la lengua general que aparecen en el diccionario oficial de nuestra lengua; Manuel Núñez Asencio enfocará el aporte que ha hecho nuestra institución al diccionario dando a conocer los vocablos que tienen particular incidencia en el uso de nuestros hablantes; y quien te habla va a enfocar el aporte de nuestra Academia al caudal de voces y expresiones consignadas en ese código de nuestra lengua. En los tres casos cada uno tratará de ponderar la importancia de este diccionario, que es el tesoro lexicográfico de la lengua española.

¿Por qué el Diccionario es el tesoro lexicográfico del español?

Porque el Diccionario de la lengua española registra, define y ejemplifica el mayor caudal de voces de nuestra lengua y, en tal virtud, se ha constituido en el texto lexicográfico más importante para los hablantes en atención al conjunto de voces consignadas en este magnífico código de nuestra lengua. Las consultas que reciben las Academias de todo el mundo hispánico, tanto sobre el significado de palabras, como sobre asuntos gramaticales y ortográficos, evidencia que los códigos de nuestra lengua tienen una alta ponderación de parte de los usuarios de la lengua en el mundo hispánico; y el Diccionario ha demostrado que es el instrumento fundamental para el conocimiento de nuestra lengua y el conocimiento del mundo.

¿Estáis trabajando ahora en algún proyecto especial?

Efectivamente, con una entrega total, estamos trabajando en la confección de un Diccionario fraseológico dominicano. El año pasado publicamos el Diccionario del español dominicano, sin duda el más importante aporte de nuestra Academia a la cultura dominicana y a la cultura de la lengua. Era una meta que teníamos hace varios años, y en ese volumen recogimos las principales voces del español dominicano. Pues bien, ahora estamos trabajando en la recolección de locuciones, frases, giros y adagios, las expresiones idioléxicas que conforman el habla viva del pueblo dominicano. Ya llevamos 3 años de trabajo y pensamos que este año publicaremos esa obra que forma parte de nuestra misión como Academia. Otra inquietud que tenemos actualmente, la que es un reto para nuestra corporación, es el ofrecimiento de un Doctorado en Filología Hispánica, ¿por qué? Porque en los últimos años nuestros centros de estudios superiores, es decir, las universidades, cerraron las escuelas de filología y las escuelas de letras; ahora están comenzando a reabrirlas porque se han dado cuenta de que fue un error cerrarlas ya que ese cierre contribuyó al atraso en cuanto al conocimiento de nuestra lengua y de nuestras letras; entonces, para nosotros es una meta acariciada llevar a cabo un curso a nivel de doctorado en Filología Hispánica donde tendrá espacio el estudio de nuestra lengua y la literatura.

Podríamos mejorar las actividades que hemos estado haciendo en los últimos años; por ejemplo, publicamos un boletín cada semestre sobre las realizaciones de nuestra Academia. En ese boletín aparecen las actividades que realizamos, artículos vinculados con la lengua o con la literatura, consultas lingüísticas y literarias, crónicas de lo que hace la institución y otros asuntos vinculados con la lengua y la literatura. Publicamos también libros y seguiremos con el plan de publicar obras vinculadas con la lengua y la literatura, y seguiremos impulsando las tareas que vamos ejecutando, con la participación de nuestra Academia en el seno de la comunidad, tanto en la ciudad capital como en poblaciones del interior, con las diferentes áreas del trabajo que esta corporación ha emprendido a favor de nuestro país.

¿Cuál es la motivación para esas labores, don Bruno?

La motivación nace de un ideal al servicio del conocimiento de nuestra lengua para el desarrollo del espíritu. Estamos trabajando siempre, estamos haciendo actividades a favor del conocimiento y la defensa de nuestra lengua y eso es un reto permanente, un reto y un estímulo que nos impulsa a actuar porque es apremiante el conocimiento de nuestra lengua, sobre todo, en un país como el nuestro donde tenemos una pobre tradición en cuanto al dominio del sistema de signos y reglas, que en esencia es el idioma.

¿Cuáles palabras identifica el lenguaje de los dominicanos?

Te puedo decir algunas de las palabras que usamos los dominicanos y que afortunadamente ya están recogidas en el Diccionario de la lengua española. Por ejemplo, decimos “acabar”, en ‘Fulano acabó contigo’, lo que significa ‘hablar mal de alguien’; usamos la palabra “aguaje” con el sinónimo de mentira, y “aguajero”, dicho de una persona presumida; decimos “boche” para aludir a una reprimenda; usamos el vocablo “changüí” para aludir a un hecho que genera envidia; el adjetivo “chiripero” (de “chiripa”), aplicado a un trabajador ocasional; o la palabra “chopa”, para referirnos a la sirvienta de una casa; el adjetivo “colorado” para aludir a quien está tostado por el sol; o la palabra “concho”, que es el coche de servicio público con una ruta fija; la palabra “embullo”, que es un enredo amoroso; “figureo” que es una exhibición; el vocablo “gancho” que significa trampa, o la palabra “machepa” con la expresión “hijos de Machepa”, que en nuestro país significa ‘los hijos de los pobres’, ‘los desheredados de fortuna’; o por ejemplo, la palabra “pariguayo”, que es una construcción derivada del inglés party watch, que significa ‘observador de una fiesta’, pero esa palabra en nuestro lenguaje alude a la persona que hace el ridículo por ser tonto o atrasado. Asimismo, decimos “reperpero” para aludir a un desorden, una confusión y una trifulca, o cuando despectivamente nos queremos referir a alguien decimos “sujeto”, por ejemplo, “ese sujeto me ofendió” para aludir a una persona despreciable; o usamos la palabra “tercio” para referirnos al rezo del rosario o a un compañero de viaje; o la palabra “vale”, que ustedes los españoles la usan mucho para decir que están de acuerdo, aquí se aplica a un campesino. También hay voces que forman parte del lenguaje de la calle, que es muy variado y rico en cada país de América; por ejemplo, nosotros decimos “coger lucha”, que es ‘pasar trabajo’; o hacer un “serrucho”, que es compartir los gastos en una fiesta o una actividad. La palabra “coger corte” significa aceptar presión. Entonces decimos “yo no cojo corte” cuando no aceptamos la presión de otro para forzarte a que cambies de opinión o de actitud frente a un hecho; o “estar en la olla” para indicar que sufre precariedad; “armarse un reperpero” es surgir un lío o enfrentamiento, un problema o un conflicto. Todas estas frases estarán en el Diccionario fraseológico del español dominicano.

El primer Diccionario de dominicanismos, que se publicó en los ’40, era reducido e impreciso en algunas definiciones. En el Diccionario del español dominicano se multiplicó la colección de voces: es un diccionario que se hizo conforme pauta la ciencia de la lexicografía, que es la disciplina que enseña a hacer un diccionario, y lo mismo haremos con el diccionario fraseológico, en el que estamos trabajando ajustados a los principios de la lingüística para darle un carácter científico a dicha obra. Una obra hecha por una institución de la lengua, por profesionales de la lingüística, como somos los dirigentes de esta institución, debe tener rigor metodológico, definición precisa y corrección en la presentación, como lo demostramos en el Diccionario del español dominicano, obra que ha tenido una amplia aceptación en nuestros lectores, aparte de que es una gran obra que hemos realizado en este período bajo la dirección de este servidor.

Don Bruno, ¿hay alguna palabra que sea de su predilección? Hay algunas palabras que me gusta usar, como “efluvio” y “fruición”, sobre todo cuando me reúno con los escritores interioristas. Ignoro si usted sabe que yo he creado una estética literaria que di a conocer con el nombre de Interiorismo, y a los poetas y narradores de este movimiento literario les llamamos interioristas, y entonces con frecuencia empleo las susodichas palabras porque con esas voces doy a entender las señales o manifestaciones que vienen de la cantera del infinito, o del seno del Cosmos, del mundo en el que estamos inmerso y es una manera de dar cuenta de las señales profundas que registra la sabiduría espiritual del Universo, porque todo está registrado, todo tiene un valor y un sentido, de tal manera que podríamos hablar de la energía interior que encarnan las palabras, pues sin duda las palabras encarnan una energía, un poder, y si el hablante tiene conciencia de ese poder, va a hacer uso de las palabras con una mayor convicción y una mejor propiedad; entonces esa es una vertiente que enfatizo para darle un sentido trascendente al lenguaje, virtud o derivación de la connotación profunda que tiene la lengua, porque la lengua nos conecta con la tierra y también con el cielo; entonces la palabra ofrece una doble relación o una doble vinculación, que los seres humanos podemos establecer con la realidad social y la realidad cósmica. La palabra es un vínculo que nos conecta con todo lo existente, lo que se ve y lo que no se ve. Por tanto, estamos llamados a vivir el sentido de las palabras.

(Entrevista hecha por Sonia Castelani a Bruno Rosario Candelier para Radio Nacional de España, vía telefónica, Madrid-Moca, 3 de febrero de 2015).

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Rosario Candelier participa en conversatorio en la Universidad O&M

El director de la Academia Dominicana de la Lengua participó en un intercambio de ideas, que en el español dominicano llamamos “conversatorio”, con los estudiantes de lengua y literatura de la Universidad O&M, de la ciudad de La Romana, a cuyos integrantes les habló del rol de las Academias de la Lengua en el ámbito hispanoamericano.

El director de la Academia Dominicana de la Lengua, Bruno Rosario Candelier, les explicó la naturaleza y la misión de la ADL, sus miembros y su función en el estudio de la lengua y el cultivo de las letras, así como su vinculación con la Asociación de Academias de la Lengua Española. Manifestó que esta institución es una entidad correspondiente a la Real Academia Española, es decir, es la representante de la institución rectora de la lengua en la República Dominicana y, junto a las demás Academias de la Lengua en América, trabajan en armonía y con el mismo propósito, el de mantener la unidad de la lengua española mediante el estudio de los códigos esenciales, como el diccionario, la ortografía y la gramática de nuestra lengua. Resaltó que esta defensa de la lengua española implica el conocimiento y la aplicación de la normativa en su expresión escrita, su correcta pronunciación y el empleo del vocabulario con propiedad, lo que entraña la unidad entre los hablantes de esa hermosa herencia española formalizada en la lengua que hablamos.

El académico intervino dando respuestas a preguntas e inquietudes de los estudiantes y profesores del plantel universitario, los cuales estaban interesados en saber cuáles son los orígenes de nuestra lengua y las actualizaciones de las innovaciones consignadas en la gramática de nuestra lengua.

Rosario Candelier expresó que periódicamente a la Academia Dominicana de la Lengua le envía informes lexicográficos, gramaticales y ortográficos al gabinete de dirección de la Real Academia Española, así como voces y expresiones dominicanas, y desde la instancia de dirección de la RAE a su vez remiten trabajos lingüísticos que estudiamos y devolvemos con nuestras sugerencias idiomáticas. Enfatizó que corresponde a todos los hablantes y no solo a los profesores, académicos y escritores, estudiar los códigos lingüísticos del español, como el diccionario, la gramática y la ortografía de la lengua española. Manifestó que todos los hablantes, desde los niveles iniciales de la escolaridad, estamos en el deber de conocer los fundamentos lingüísticos de esos códigos esenciales de nuestra lengua.

El director fue cuestionado por uno de los estudiantes sobre una palabra muy utilizada entre los dominicanos en la actualidad, como es el vocablo “chapiadora”, que se le aplica a la mujer que se vale de su condición física y sus encantos sexuales para conseguir dinero, y clarificó que la acepción de esa palabra, que no se debe confundir con prostituta, comporta una connotación dominicana, es decir, un dominicanismo, y dijo que en ese aspecto puede ser la creación de una nueva palabra o la adición de un nuevo significado a una palabra de la lengua española, como el caso de “chapiadora”, ya que nace de la palabra “chapear”. Además, informó que la RAE automáticamente no incorpora las nuevas palabras o los nuevos significados al diccionario académico porque no puede darle entrada a todas las nuevas palabras, ya que tendría que hacerlo con los demás países. Dijo también que los redactores del diccionario solo incluyen las voces que han sido sancionadas por el uso durante un período de al menos cinco años. Aprovechó para informar que los dominicanos tenemos nuestro propio diccionario, el Diccionario del español dominicano, en donde figuran todas las palabras que usan los dominicanos en su lenguaje cotidiano.

Por petición de uno de los maestros, también les habló a los estudiantes de letras sobre el Movimiento Interiorista, y al respecto dijo: “Es un movimiento literario que me correspondió crear en el 1990 y que postula el cultivo de la realidad trascendente, el enfoque de la interioridad y la conciencia para ponerle atención a la parte esencial de cosas y fenómenos y a la vertiente metafísica y mística de lo viviente para hacer una literatura trascendente que implique la atención a la dimensión interna, esencial y espiritual del hombre y el mundo”. Además, destacó que este es el primer movimiento literario dominicano que se internacionaliza.

También explicó, a una pregunta del público, cómo se seleccionan los miembros de la Academia Dominicana de la Lengua y cuáles son los requisitos para que un dominicano pueda formar parte de esta institución y mencionó a cada uno de los actuales miembros de esta institución de nuestra lengua.

Santo Domingo, ADL, 25 de abril de 2015.

Rosario Candelier pone en circulación "La intuición transcendente"

En el marco de la XVIII Feria Internacional de Libro, dedicada al escritor Manuel Rueda, Bruno Rosario Candelier puso en circulación su obra titulada La intuición trascendente. La presentación del libro estuvo a cargo de los escritores Sélvido Candelaria y Jennet Tineo.

Al iniciar su intervención, Sélvido Candelaria destacó que el autor de esta obra es un humanista, quien se dedica al cultivo de las letras y, además, es un conocedor de la lengua y la literatura, por lo cual dijo: “Su incansable labor de estudio y difusión de las letras dominicanas y universales, poniendo énfasis en la dimensión estética y espiritual para sostener los orígenes de nuestra cultura y elevar la condición humana de acuerdo con nuestra idiosincrasia y su desprendimiento personal en pos de una integración social alrededor de los más elevados valores humanos, hacen de esta lumbrera mocana uno de los nombres más respetables del humanismo latinoamericano”. Presentó tres definiciones de “humanismo”, agregándole a cada una de ellas un ejemplo sacado de la presente obra. Resaltó que quien se empeña en conocer el contenido de esta obra, encontrará en ella un manantial de informaciones sobre la literatura en sentido general.

Explicó que este libro se compone por 22 ensayos sobre diferentes escritores que van desde nombres establecidos de la literatura universal, como Rubén Darío y Pablo Neruda, hasta figuras emergentes de nuestras letras; y desde consagrados nacionales hasta quienes se abren paso vigorosamente. Subrayó que este volumen es coronado por una síntesis de comentarios referentes a temas relacionados con el contenido, extraídos de los intercambios epistolares a través del correo eléctrico entre el autor y sus lectores.

Además manifestó que en esta obra encontramos una didáctica y bien cuidada prosa que descubre, revela y postula el autor para enriquecer nuestro acervo literario, lo cual demostró citando algunos párrafos. El académico, poeta y crítico literario recordó que el director de la Academia Dominicana de la Lengua y presidente del Ateneo Insular es un abanderado en la defensa y exaltación de nuestras esenciales culturales y que este trabajo lo hace en todos los foros donde le toca participar y se empeña en que quienes lo escuchemos o leamos, entendamos que esos inicios han sido fuertes pilares en que se sustenta nuestra cultura.

Al finalizar su exposición, nuestro colega expresó: “Este trabajo es el producto de ponencias que en diferentes encuentros literarios se exponen a todo lo largo y ancho del territorio nacional, que produce este quijote de la promoción cultural como una forma de edificar a quienes participamos, sobre todo al público de las escuelas y universidades que se acercan con timidez al principio, pero salen ilustrados al final”.

Luego, la poeta Jennet Tineo, al leer su valoración crítica, dijo: “Hojas de un libro-tierra son levantadas por las manos-aire en busca de un pensamiento-fuego tallado en el papel que llegan a la mente-agua, caudal luz, expuesta en la más reciente obra del maestro Bruno Rosario Candelier cuyo título nos convida: La intuición trascendente: Creación metafísica, estética y simbólica”. Comentó que este libro enfoca la creación literaria como una danza de influjos, donde los elementos de la naturaleza en su forma esencial se impulsan dentro de la conciencia provocando un movimiento interno, lo que despierta a nuevos sentidos metafísicos, como la capacidad de intuir y pensar, y clarificó que en La intuición trascendente se habla del impacto que tienen la tierra, el agua, el fuego y el aire en el pensamiento y la sensibilidad del hombre, creando una ola mental en movimiento.

La poeta y analista dominicana manifestó que la intuición es en nuestro interior una llama provocada por el fuego y el aire cuando nos penetran con intencionalidad divina la conciencia ordinaria, la que es capaz de plantar en la nada la semilla del todo y convertirnos en co-creadores del sentido. “Esto que describimos es ampliamente expuesto en las encandiladas páginas de este libro para generar una idea”, agregó. Resaltó que Rosario Candelier logra esto a través del estudio profundo de creaciones poéticas, comenzando con cuatro jinetes de la palabra, cada uno aborda un caballo metafísico singular, Rubén Darío el bardo a quien dedica el primer estudio sobre “La vertiente metafísica y estética en la lírica modernista” con el elemento aire.

La estudiosa dominicana presentó varios planteamientos y ejemplarizó con varios poemas relacionados con los mismos. También comentó que el autor muestra como las musas del fuego perpetúan el ardor del amor, el dolor, los deseos y sus múltiples galerías. “El libro La intuición trascendente, al hablar de la creación, la vivifica en tres grandes apelaciones a las que Rosario Candelier denomina la pasión estética, la pasión erótica y la pasión cósmica”, explicó. Tineo manifestó que la contemplación y el silencio, según el autor de esta obra, son herramientas con las que cuenta el ser humano para dejarse raptar por las musas, para ser tomado por asalto y recibir la embriaguez del néctar genuino de la belleza y el sentido, poderosa fuerza que propulsa la inspiración de una obra literaria.

Al cierre de su intervención, la poeta agregó que el libro La intuición trascendente comprende estudios analíticos de obras poéticas que resaltan y confluyen al amparo de la sensibilidad despierta, donde se asume que la intuición es un incendio y que la poesía metafísica es el producto de los movimientos de los elementos en el interior de la conciencia adentrándose en el fruto mental: el pensamiento.

Por su parte, Rosario Candelier explicó que Sélvido Candelaria y Jennet Tineo cuentan con una alta capacidad teórica para leer una obra e inferir los planteamientos fundamentales que el autor ha plasmado en su escritura. Explicó que la crítica literaria es una interpretación del contenido de un texto y esa interpretación tiene dos facetas: una formal y otra conceptual, que enfocan el contenido y la manera como el autor plasma su obra. Para culminar, el Dr. Bruno Rosario Candelier dejó un espacio abierto para la participación del público, respondiendo inquietudes y preguntas.

El libro es una obra de ensayos críticos con una treintena de análisis sobre la producción literaria de escritores nacionales y extranjeros, entre los cuales citamos “La sensibilidad metafísica de la lírica de Pablo Neruda”, “Visión social y metafísica en la poesía de Manuel del Cabral”, “La conexión telúrica y cósmica en la lírica de Manuel Rueda”, “Intuición cuántica, metafísica y estética en la poesía de José Luis Vega”, entre otros estudios.

En torno al contenido de esta obra, Rosario Candelier consignó: “La experiencia sensorial y la experiencia trascendente, dos niveles diferentes de percepción de la conciencia, se entrecruzan y se complementan en la interioridad del sujeto creador durante el singular estado en que se experimentan la emoción estética y la fruición espiritual, que la imagen poética formaliza en la escritura, como se manifiesta en diferentes textos de poesía metafísica. La poesía se expresa en imágenes y el poeta que escribe con belleza y sentido usa metáforas y símbolos para traducir el contenido de sus vivencias entrañables, que convierten a la poesía profunda y trascendente en una creación metafísica”. Con esas palabras el autor sugiere adentrarse en la dimensión profunda de las obras que analiza a lo largo del libro.

Santo Domingo, 24 de abril de 2015.

 

Celebran seminario sobre la conciencia y la creación

La dirección de la Academia Dominicana de la Lengua y una representación del Movimiento Interiorista de la capital dominicana celebraron en el Santo Cerro, en la Concepción de La Vega Real, un encuentro literario con el tema “La naturaleza de la conciencia en el campo de la creación”.

En dicho encuentro el director de la ADL y fundador del Interiorismo, Bruno Rosario Candelier, destacó el hecho de que “auscultar los estratos profundos de la conciencia ayuda al conocimiento del propio sujeto y al conocimiento del mundo de manera que, pasar de la ponderación de la realidad a la valoración de la conciencia, es un paso que entraña una honda reflexión”.

La actividad se inició en la Biblioteca Municipal de La Vega en donde el poeta de Villa Tapia, Quibian Castillo, compartió sus creaciones poéticas con un grupo de estudiantes y profesores de letras de la Universidad Tecnológica Católica del Cibao. En la noche el encuentro continuó en la Colina Mística del Santo Cerro, con la lectura de una ponencia de Rosario Candelier sobre “La conciencia como fuero de creación”; por su parte, la académica y poeta Carmen Pérez Valerio trató el tema de “La experiencia interior en la realidad de la conciencia” en donde puntualizó que “en la medida que la conciencia acumula intuiciones en esa misma medida la conciencia se expande y da saltos cualitativos y en ese salto estamos revelando nuestro propio modo de ser y de existir, nuestra propia esencialidad que se descubre en nuestra relación con lo otro”.

En su turno, el poeta y lingüista francomacorisano Ramón Antonio Jiménez aseveró que “que estos temas no se debaten en ningún escenario y este ejercicio que hacemos sobre aspectos tan esenciales es importante no solamente para la poesía y el pensamiento, sino para el crecimiento de los creadores y los académicos de la lengua”. Al final de la tanda nocturna la poesía de Carmen Comprés, en la voz de la autora, deleitó a los presentes con el caudal de intuiciones e imágenes de la poeta mocana.

La mañana del domingo los presentes disfrutaron de la lectura de cuentos inspirados en el tema de la conciencia como fuente de creación, a cargo de académicos correspondientes, que al mismo tiempo son creadores interioristas, Manuel Salvador Gautier, Miguel Solano y Rafael Peralta Romero. De la narrativa presentada se comentaron la dimensión idiomática de su composición, los recursos literarios de su forma y la dimensión de los planteamientos filosóficos y estéticos del Interiorismo.

Santo Cerro, 18 de abril de 2015.

Academia celebra tertulia sobre la obra poética de Jorge Manrique

Dentro del ciclo Taller de Lectura de los Clásicos Españoles, la Academia Dominicana de la Lengua organizó una nueva sesión sobre la obra de Jorge Manrique titulada Coplas a la muerte de su padre, actividad coordinada por la académica y lingüista María José Rincón.

La reconocida lexicógrafa y estudiosa de las letras españolas inició el encuentro con una breve reseña de Jorge Manrique, quien nació en Paredes de Nava (Palencia), aunque también cabe la posibilidad de que hubiese nacido en Segura de la Sierra (Jaén), cabeza de la encomienda y principal estancia de los Manrique, que administraba el maestro Rodrigo Manrique, su padre. Se estima que nació entre la segunda mitad de 1439 y la primera de 1440. En 1432 quedó concertado el matrimonio de sus padres, cuando Rodrigo Manrique, muerta doña Mencía de Figueroa, madre de Jorge Manrique y natural de Beas, pidió dispensa para casarse de nuevo. Leer más

Bruno Rosario Candelier presenta "Por las amenas liras"

Bruno Rosario Candelier presentó su más reciente obra literaria, Por las amenas liras: Mística literaria y creación teopoética, en un acto público celebrado en el salón de conferencias de la Academia Dominicana de la Lengua en la capital dominicana.

Esta nueva obra es una recopilación de ensayos sobre mística literaria, en la que el autor plasma sus juicios críticos y su valoración teorética sobre los aportes formales, estéticos y conceptuales que los autores estudiados en este volumen han aportado a la literatura nacional y universal. La presentación de la obra estuvo a cargo de los académicos Manuel Matos Moquete y Ofelia Berrido.

El académico y profesor universitario Manuel Matos Moquete inició la actividad ponderando esta obra de Bruno Rosario Candelier y algunas de sus obras anteriores, su vida y su labor intelectual como profesor, escritor, lingüista, crítico literario y académico de la lengua, subrayando que las dimensiones del escritor mocano encierran un profundo compromiso con el humanismo y las humanidades. Subrayó que a través de las conceptualizaciones y los ejemplos, como se plantea en Por las amenas liras, corresponde a la encrucijada del humanismo actual, el humanismo de la fe, el filosófico, el metafísico, el político, el social, el liberal, el revolucionario, el letrado, el lingüístico, entre otras expresiones de la cultura. Además, Matos Moquete hizo un recorrido por la historia del pensamiento humanista y manifestó que el humanismo es la definición del ser humano por sí mismo, la toma de conciencia acerca de su situación en el Universo. El académico observó en la presentación de esta obra una gran expresión del humanismo y dijo que el autor respeta las sensibilidades artísticas, literarias, ideologías y políticas de cada uno en torno al meollo de una creación del espíritu humano, que es la obra del Dr. Bruno Rosario Candelier. Resaltó que Por las amenas liras es una obra profundamente humanista como lo es el autor. Explicó que los valores que Rosario Candelier expone sobre cada uno de los poetas analizados y los valores que dejan plasmados en sus obras, plasma su visión trascendente, mística, cósmica y metafísica de lo viviente; y por otro lado, los valores artísticos de los autores constituyen una manifestación del humanismo espiritual y literario que se expresa en esta obra y la convierte en una producción intelectual y espiritual de gran importancia para la literatura dominicana. Al penetrar en esta obra pensada y estructurada de una manera admirable, destacó cinco conductores de la intención del autor. Al culminar su intervención, expresó: “Rosario Candelier ha recorrido un trayecto como autor y crítico sistemático de la poesía mística en cultivo de las letras”.

Luego, la poeta y académica, Ofelia Berrido, habló de Por las amenas liras y manifestó que Bruno Rosario Candelier vino a este mundo a pensar sobre la transcendencia del ser, así como a escribir y enseñar, para lo cual fue dotado de un pensamiento crítico analítico prodigioso, con un dominio de la lengua y una sensibilidad estética que le permite comunicar sus ideas de manera clara y convincente. Pero además, le fue otorgada una intuición despierta que le permite ver más allá de las apariencias; incluso logra ver niveles de profundidad inusitados en la obra de los pensadores que le precedieron desde los antiguos griegos hasta nuestra era. Añadió que Rosario Candelier es un estudioso entregado a la literatura mística, metafísica y religiosa universal y dominicana.  “Parece que se trata de un llamado desde la infancia: un dharma, quizás, que en su adultez la apelación se volvió obsesiva y creadora”, dijo.

Agregó que el Movimiento Interiorista le ha permitido a él cautivar a escritores de todas las edades y latitudes atraídos por sus conceptos, escritos y enseñanzas notables, sobre todo por el impacto que ejercen en las obras y vidas de los escritores que a esta escuela de pensamiento pertenecen. “Don Bruno no solo enseña, comparte y aprende como todo gran hombre, sino que sirve de multiplicador y promotor de nuestra cultura; y, sobre todo, la buena literatura que la conforma”, expresó la escritora. Aladió que Por las amenas liras amplifica y suma valor al conjunto de textos que ha escrito el crítico, escritor y pensador dominicano sobre esta temática. Explicó que el texto está dividido en tres secciones: “Mística literaria”, “Creación teopoética” y “Entrevista sobre el Interiorismo”. Ofelia Berrido indicó que a través de este orientador libro podremos conocer a los más destacados escritores místicos, metafísicos y religiosos. Testificó que Bruno Rosario Candelier diserta sobre los escritores antiguos y modernos, como Heráclito de Éfeso, Carl Jung, Jorge Luis Borges,  Fredo Arias de la Canal, así como de poetas de la talla de Wordsworth, Coleridge, Hölderlin, Whitman, Gibran, Mistral, Matos Paoli, Clara Janés, Máximo Avilés Blonda, Freddy Bretón, Tony Raful, Carmen Pérez Valerio, Fausto Leonardo Henríquez, Pedro José Gris, Teodoro Rubio, Tulio Cordero y Jit Manuel Castillo, entre otros escritores.

Por otro lado, la académica destacó que en relación a la  creación teopoética tendremos la oportunidad de conocer a través del estudio analítico de uno de los más consumados críticos dominicanos en torno a las obras religiosas, místicas y metafísicas de los poetas elegidos por Bruno Rosario Candelier, como Karol Woytyla, Luce López Baralt, Gustavo González Villanueva, Tulio Cordero, Fausto Leonardo Henríquez, Teodoro Rubio, Ofelia Berrido y Ramón Antonio Jiménez, entre otros.

Finalmente, Rosario Candelier expresó que en esta obra hay un tema esencial que domina el contenido de este libro, como es la mística. Confesó que cuando se dispone a estudiar la obra de un escritor o cualquier otro tema vinculado con el pensamiento y la imaginación, suele enfocar tres palabras claves a cuyo través trata de entender el contenido de una obra. El director de la Academia explicó que cuando leemos, buscamos entender lo que leemos y, asimismo, todo el que escribe, cuando lo hace, quiere transmitir un determinado mensaje por lo cual, en lo que escribe, suele trabajar con palabras que le permiten entender, captar y expresar la dimensión profunda de una creación, sobre todo, la dirección hacia dónde va esa obra, porque todo escritor, al escribir, algo muy grande lo mueve, de tal manera que se desata su poder creador, se activa su sensibilidad, se potencia su inteligencia y se abre al mundo estableciendo una relación entre su obra y el mundo al que alude.

Aseguró el ensayista que los poetas están dotados en sus neuronas cerebrales de un circuito especial que los vincula con las señales secretas provenientes de la Divinidad, por lo cual se erigen en portavoces de mensajes trascendentes que pueden testimoniar en sus obras mediante la intuición, la inspiración o la revelación, a través de las imágenes y símbolos que actúan como puentes para descifrar y comunicar el entramado misterioso del Cosmos uniendo lo divino con lo humano. En estos ensayos se puede constatar los rasgos esenciales que animan a los creadores al plasmar sus ideas, emociones y experiencias en su contacto con lo viviente, así como su vínculo con lo divino y la apelación a la que responden y registran en los textos de su producción artística.

Además, aludió a los poetas a los cuales estudia en este libro y explicó que habló de poetas, porque los poetas son los creadores dotados del más alto poder de la sensibilidad para plasmar mediante la palabra lo que sienten en la contemplación de lo viviente. “Cada uno despliega su talento creador en función de esa sensibilidad y desde siempre también va a influir la formación intelectual y el desarrollo espiritual”, dijo. Las tres palabras claves son “intuición, “inspiración” y “revelación”. Manifestó que todo esto se puede conseguir a través del cultivo consciente, profundo, reverencial ante la palabra.

En su intervención, Rosario Candelier puntualizó: “Cada uno tiene su propia ruta y sus propias circunstancias, con su singular historia y sus condiciones peculiares. En ese tránsito físico y metafísico, la mente intuye un cauce que la poesía, el arte, la religión, la filosofía, la teología y la espiritualidad ayudan a perfilar mediante la vivencia estética, la experiencia religiosa o la contemplación mística”.

Con la alegría y la emoción que manifiestan las personas al tener una nueva criatura, así celebraron esta actividad literaria los intelectuales, académicos, profesores y estudiantes que respaldaron con su presencia la puesta en circulación de esta nueva obra de Bruno Rosario Candelier, cuyo contenido explora el sentido del placer estético y la fruición espiritual a la luz de la teopoética.

Santo Domingo, 24 de febrero de 2015.

Coloquio sobre la obra poética de Conny Palacios

El grupo de la Academia Dominicana de la Lengua “Trovadores de la Academia” y el Ateneo Insular celebraron un encuentro literario en honor de la académica, poeta y narradora nicaragüense Conny Palacios.

La distinguida poeta destacó el hecho de saberse parte del Interiorismo, grupo que, a su entender, “se ha desparramado por el mundo por el valor estético de la propuesta literaria que tiene su cuna en la República Dominicana”.

Comentó, además, su estimación de que el Movimiento Interiorista, concebido por Bruno Rosario Candelier, presidente de la Academia Dominicana de la Lengua y del Ateneo Insular, “no es un grupo literario solamente sino una filosofía de vida ya que es un movimiento literario que alcanza el corazón y el alma para transformar la sensibilidad y la conciencia”.

Por su parte, el fundador del Interiorismo destacó que “el fenómeno de la creación poética es un excelso don ya que pocos tienen el privilegio de recibirlo, aun cuando la creatividad es un talento potencial que reciben todos los hombres, solo que en la realidad social y cultural acontecen factores adversos que impiden que el don de la creación se desarrolle en todos, por lo que el hecho de contar con artistas, en las diferentes expresiones del arte y la creatividad, es algo que debemos asumir con orgullo y responsabilidad”.

Esta actividad tuvo lugar en la Biblioteca Municipal de La Vega en donde Conny Palacios declamó su poesía y habló de sus vivencias espirituales y estéticas. El encuentro con la poeta y académica nicaragüense continuó en la noche en la localidad del Santo Cerro, donde los poetas Ramón Antonio Jiménez, Mikenia Vargas y Carmen Comprés expusieron sus consideraciones sobre la creación poética de la profesora nicaragüense. Y en la jornada dominical los expositores Rafael Peralta Romero, Sélvido Candelaria, Eduardo Gautreau de Windt y Roxana Amaro presentaron sendos estudios sobre la poética, la narrativa y la ensayística de la escritora y académica nicaragüense Conny Palacios.

Al término de la actividad la poeta se mostró agradecida “al encendérsele la vida con la poesía y encontrar hogar en el Interiorismo”.

Conny Palacios nació en Matagalpa, Nicaragua, en 1953. Hizo sus estudios graduados en la Universidad de Miami, Coral Gables, Florida. Otuvo el doctorado en Literatura Hispanoamericana en 1995. Su tesis doctoral versó sobre la lírica de Pablo Antonio Cuadra. En 2001 ingresó en la Academia Nicaragüense de la Lengua. Incluida en el Diccionario de autores nicaragüenses, ha sido nominada por el Whitworth College como “Teaching Excellence Award”. Ha participado en congresos literarios en diferentes países y publicado artículos y poemas en revistas especializadas y antologías. Es autora del ensayo Pluralidad de máscaras en la lírica de Pablo Antonio Cuadra (1996); los poemarios Exorcismo del absurdo (1999), Percepción fractal (1999) y Radiografía del silencio (2003) y las novelas En carne viva (1994), Naraya (2008) y Silarsuami (2011).

La Vega, ADL/Ateneo Insular, 21 de febrero de 2015.