TALLER SOBRE LOS CLÁSICOS ESPAÑOLES: LUIS DE GÓNGORA (II)

Bajo la coordinación de la destacada filóloga y académica domínico-española María José Rincón, la Academia Dominicana de la Lengua impartió la segunda partedel Taller de Lectura sobre Clásicos Españoles, dedicado esta vez a la obra de Luis de Góngora.

Nuestra versada lexicógrafa inició la sesión literaria explicando el estilo de Luis de Góngora: “La lectura de su obra entraña un ejercicio intelectual, estético y creativo a la luz de la lengua y la literatura”, dijo María José Rincón.

Comentó nuestra académica que, como método para la lectura poética de este autor, una vez que se disfrutadel ritmo, de la intuición que conlleva la lectura y tras desentrañar y descubrir su misterio, en una tercera lectura, “esclarecida la comprensión,  la poesía de Góngora brilla en su máximo esplendor”.

Citó a Dámaso Alonso al decir que el objetivo de Góngora era crear pequeños cosmos de color en la mente del lector: “Si cuando terminemos la sesión de hoy a ustedes se les han formado uno, dos o tres cosmos de colores en su mente, pues habremos conseguido lo que hemos venido a hacer aquí hoy”, dijo la disertante.

Mencionó en su explicación que una de los rasgos del estilo de Góngora que más se le ha criticado es la dificultad en entendérsele cuando no se tiene la preparación suficiente para entenderlo. Tuvo ese ilustre poeta tantos imitadores de tan poca calidad que lo que gente le critica realmente no es lo que él no hacía bien, sino lo que sus imitadores no sabían imitar: “Esa es la fama que ha dejado la lectura gongorina, gracias a todos esos malos imitadores del gran poeta español”.

Góngora se ha destacado porque usaba muchos cultismos y es un rasgo de su poesía: “Góngora era un visionario de la lengua, en su época eso era hablar en chino, porque eran cultismos que no estaban incorporados a la lengua española; sin embargo, de Góngora a esta parte, esos cultismos han dejado de ser de uso de unos pocos y se han convertido en moneda de cambio, en palabras usuales para los lectores”.

María José Rincón ilustró con ejemplos pertinentes los cultismos de Góngora por los que fue muy criticado en su época: “adolescente”, “adusto”, “alterno”, “anhelante”, “aplauso”, “argentar”, “cálamo”, “cándido”, etc. Y en ese tenor calificó a Góngora como un “genio de la lengua”, que era capaz de ver el potencial de las palabras que después han seguido usándose a lo largo de los siglos en nuestro idioma hasta dejar de ser cultismos, ya que luego pasaron a ser parte de la lengua general, y consignó: “Eso solo es un ejemplo para que ustedes vean que lo que en un momento se critica, en otro momento puede llegar a ser la chispa indicadora del genio”.

Manifestó la coordinadora de la Tertulia Lingüística de la Academia que otros aspectos que dificultan la lectura de Góngora son las referencias mitológicas. Subrayó que la cultura de la mitología es básica entre la gente formada en su época: “En cualquier referencia mitológica, un lector de Góngora sabía a qué referían esos guiños mitológicos. A nosotros ya dejó de enseñarnos la cultura mitológica, cada vez leemos menos, tenemos menos formación mitológica y por lo tanto nos perdemos en esas referencias muy abundantes en la literatura gongorina”, explicó. Ilustró nuestra gran estudiosa de la lengua y la literatura para qué se utilizaba ese aderezo mitológico. Agregó que el autor no solo usaba la mitología, sino también muchos conocimientos que tenían que ver con las fábulas, los adagios, los refranes y la cultura tradicional o popular, lo que enriquecía la labor exegética de nuestra versada filóloga.

Nuestra valiosa lingüista repartió entre los asistentes el material de la segunda parte de este clásico del siglo XVII. Finalmente, María José Rincón interactuó con los participantes y proyectó una visión panorámica con los versos del célebre poeta español.

Santo Domingo, ADL, 5 de abril de 2018.

ADL ELIGE A CAYO CLAUDIO ESPINAL NUEVO MIEMBRO DE NÚMERO

Cayo Claudio Espinal, el celebrado autor del poema “Acontecen neblinas”, fue elegido miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua para ocupar el sillón LL que dejara vacante el poeta Lupo Hernández Rueda.

En sesión académica celebrada en la sede de la ADL, con una votación mayoritaria de los miembros de número, el nuevo académico de la lengua tiene un alto prestigio como laureado poeta y creador del Contextualismo, movimiento literario de vanguardia, amén de su trayectoria como promotor y dirigente cultural. El nuevo miembro numerario de la ADL ha servido como representante cultural y ha sobresalido por su fecunda trayectoria en las instituciones culturales y académicas del país. Para honrar la tradición académica, el letrado debe elegir un tema para ser leído como discurso de ingreso, en la fecha designada por el director de la Academia Dominicana de la Lengua. En su nueva categoría como miembro numerario de la ADL, tras pronunciar su discurso de ingreso, quedará investido como miembro correspondiente de la Real Academia Española.

Cayo Claudio Espinal nació en San Francisco de Macorís el 8 de enero de 1955. Cursó su educación elemental y secundaria en su pueblo natal, se licenció en Derecho en la Universidad Católica Madre y Maestra y tiene una maestría en Educación Superior por la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Ha ejercido la abogacía en San Francisco de Macorís, presidió el Consejo Presidencial de Cultura (1999-2000), fue Viceministro del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología, MESCyT, Viceministro del Ministerio de Relaciones Exteriores y actualmente es Viceministro de Creatividad y Participación Popular del Ministerio de Cultura. Desde muy joven, Cayo Claudio Espinal ejercía un liderazgo literario en su comunidad nordestana; formó parte del Grupo de Escritores del Cibao, que en la década de los 70 del siglo XX orientaban Manuel Mora Serrano y Bruno Rosario Candelier. Desde hace varios años el liderazgo cultural de Cayo Claudio tiene alcance nacional.

Su poesía ha sido ampliamente divulgada en los diferentes suplementos literarios nacionales y comentada por los principales críticos literarios dominicanos. En 1979 obtuvo el Premio Siboney de Poesía con su libro Banquetes de aflicción. Su tendencia renovadora lo alentó a seguir los postulados del Pluralismo, movimiento poético dirigido por Manuel Rueda, del que se desprendió para crear el Contextualismo, estética literaria que promueve el cultivo de la creación poética mediante la confluencia de variadas instancias lingüísticas, artísticas y científicas en procura de una obra de corte renovador.

   Cayo Claudio Espinal es el autor de los poemarios Banquetes de aflicción, 1979; Utopía de los vínculos, 1982; Comedio, 1993; La mampara, 2002; Clave de estambre, 2007; Ápices cortados, 2008. También escribió el ensayo Las políticas culturales en la República Dominicana, 2000, y ha dirigido varias ediciones en el Ministerio de Cultura.

   Sobre su creación poética se han publicado estudios y comentarios los escritores Alberto Baeza Flores, en Los poetas dominicanos del 1965; Basilio Belliard, en Puente de palabras: Miguel Collado, en Apuntes bibliográficos sobre la literatura dominicana;  Cándido Gerón, en Diccionario de autores dominicanos; Franklin Gutiérrez, en Antología histórica de la poesía dominicana del siglo XX; Diógenes Céspedes, en Estudios de poesía dominicana; Andrés L. Mateo, en Poesía de postguerra/joven poesía dominicana; Miguel de Mena, en Diccionario de las letras dominicanas; Rafael Molina Morillo, en Personalidades dominicanas; Frank Moya Pons, en Bibliografía de la literatura dominicana; Manuel Mora Serrano, en Historia de la literatura dominicana; Bruno Rosario Candelier, en Valores de las letras dominicanas; Manuel Rueda, en Dos siglos de literatura dominicana; y Franklin Gutiérrez, en Diccionario de literatura dominicana, bibliográfico y terminológico.

Santo Domingo, ADL, 20 de marzo de 2018.

COLOQUIO SOBRE «ELITO», NOVELA DE OSIRIS MADERA

Una novela con tema biográfico, tono dramático y lenguaje coloquial como sustancia de una ficción engarzada a la realidad histórica es el contenido de la obra de Osiris Madera, Elito, que la Academia Dominicana de la Lengua asumió como base del conversatorio con el autor de la novela.

A través de 44 capítulos el narrador esboza una perspectiva psicológica y conductual de Joaquín Balaguer, prestante ciudadano dominicano que fuera presidente de la República y figura señera de las letras dominicanas, quien inspira la historia de una mujer obsesionada por tener un hijo con el presidente, que también fuera miembro de número de la ADL.

El escritor Rafael Peralta Romero intervino con su valoración sobre la obra literaria señalando que Osiris Madera, autor de Elito, escogió un personaje muy importante que resulta fácil de llevar a la literatura.  El lingüista manifestó que esta novela tiene personajes, hechos y ambientes, dignos de una novela; sin embargo, le sugirió al autor algunos detalles normativos: “La obra literaria se escribe para que guste, para que perdure y funcione; pero también hay que darle ese trabajo que se llama terminación”. Peralta Romero abordó los aspectos gramaticales y técnicos de la escritura como disciplina literaria; y Miguel Solano subrayó y comentó la narración de fragmentos extraídos de la obra sobre los cuales destacó la destreza narrativa del autor al encarnar un personaje histórico de manera fidedigna y funcional al estilo de la obra, calificando al autor de un alto nivel intuitivo.

Miguel Solano explicó que Elito es un hombre con experiencia en el poder: Había sido presidente varias veces, pero cuando se trataba de embarazar a Glenna todo cuanto hacía era cerrar los ojos y mirarla mortificada. Reconoció que llevar el tema a una novela donde el personaje es un político que ha manejado por tanto tiempo el poder, es algo que conlleva una fina intuición, pues los maridajes del poder suelen, fácilmente, llamar la atención del lector sobre otras cosas. Después de relatar algunas escenas del personaje principal, el escritor reconoció el trabajo que el autor, en 164 páginas divididas en 44 capítulos, lucha contra la incertidumbre de arruinar el tema: “Aunque en la novela el tema parece ser la lucha de Glenna por darle un heredero al poder, el verdadero tema y el que adquiere valor en el estado emocional del lector, es la lucha del poder contra esas cosas que parecen ser insignificantes, como aquel bendito fibroma, que está allí para decirles, para confírmales a los palaciegos que los poderes humanos son simples nubes vacías”, agregó.

El Dr. Bruno Rosario Candelier, en su calidad de director de la ADL, dio su opinión sobre la obra, y comentó que le llama la atención la capacidad con que Osiris Madera asume al protagonista de su novela para abordar su pensamiento: “Si ustedes leen con atención esta obra, pueden deducir cuál era el pensamiento del protagonista, es decir, cuál era la cosmovisión que orientaba su proceder, qué pensaba, qué creía, qué hacía en función de lo pensaba y de lo que creía; qué sentía en función de su sensibilidad espiritual y estética; y ese aspecto quizás sea el más sobresaliente en esta novela”.

El crítico literario agregó que en Elito hay una auscultación del narrador en la personalidad del protagonista y él lo hace justamente para mostrar un retrato de quien era el personaje principal de su obra. Reconoció que eso supone una capacidad intelectual muy definida en una obra, porque es la manera como él entiende que puede plasmar su visión del mundo y caracterizar al personaje: “Es importante subrayar el hecho de que él supo asumir el personaje y configurar estética y narrativamente lo que debe hacer el narrador que persigue la estructuración de un mundo narrativo donde deben coparticipar, con la misma categoría, personajes, ambientes y situaciones en la composición de la narración”.

Consideró que es auspicioso alentar esta producción y decirle a su autor que siga haciendo uso de su talento narrativo, plasmando historias mediante la concreción de intuiciones y vivencias, lo que naturalmente tiene importancia en función del uso del lenguaje, la aplicación de las técnicas narrativas, la identificación de una cosmovisión y, sobre todo, la articulación de un mensaje a partir de historias concretas y específicas.

El Dr. Bruno Rosario Candelier subrayó el impacto que ejerce la creación literaria en la comunidad lectora, manifestando su valoración de la labor creadora del Sr. Madera, así como la capacidad del autor en perfilar la dimensión histórica y sociocultural del contenido y, sobre todo, la realidad estética de un mundo narrativo articulado con coherencia y verosimilitud, lo que genera la creación de una atmósfera literaria en la ficción.

El doctor Madera tuvo la oportunidad de expresar a la dirección de la Academia su gratitud por la ponderación de su novela, seguido de un espacio destinado al público para que los presentes pudieron canalizar sus opiniones y preguntas relacionadas con la obra, entre los cuales se destacó la participación de Manuel Salvador Gautier, novelista y Premio Nacional de Literatura, quien expresó su elogio al autor por darle vida en un rol protagónico en la figura del Dr. Joaquín Balaguer. El conversatorio tuvo una envergadura en el plano de la crítica constructiva mediante observaciones y sugerencias al autor.

Osiris Madera es egresado de la Escuela de Medicina de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU) y ha desempeñado funciones administrativas propias de su carrera médica. Autor de varias obras de poesía y ficción, como Maura (2009), Lía (2013) y Elito (2018), el autor reside en Santo Domingo, donde hace vida social, profesional y cultural.

Santo Domingo, ADL, 20 de marzo de 2018.

ACTO DE RECONOCIMIENTO AL DIRECTOR DE LA ADL

 

Con motivo de la celebración de día internacional de la lengua materna, el director de la Academia Dominicana de la Lengua, Bruno Rosario Candelier, fue reconocido por la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra de Santiago por sus aportes humanísticos, lingüísticos y literarios al servicio de la formación intelectual dominicana.

El acto de reconocimiento fue presidido por el director del departamento de español de la PUCMM, José Alejandro Rodríguez; la coordinadora de lengua española, Ydeana Ramírez; los profesores Jesús Losada, Alexandra Borbón y el académico Rafael Peralta Romero.

Luego de rendir honor al himno nacional y al himno de la PUCMM, la profesora Ydeana Ramírez dio inicio a la actividad y expresó que es un privilegio para ella abrir el acto donde se honra en nombre de la PUCMM y los departamentos de español de Santo Domingo y Santiago  a un profesor suyo, el Dr. Bruno Rosario Candelier.

La coordinadora calificó la actividad como una fiesta humanística donde se confabulan la ciencia y el arte en un hibrido perfecto para homenajear a un dominicano ejemplar, digno representante de nuestra lengua, que ha sabido enarbolar la bandera de la dominicanidad allende los mares, defendiendo a capa y espala el vehículo que nos une: la lengua española, que aprendimos en el hogar y nos durará para toda la vida.

El Dr. Jesús Losada presentó una reseña sobre el Dr. Rosario Candelier, de quien resaltó que es un hombre amante de la palabra, filólogo, ensayista, crítico literario, narrador, educador y promotor literario. Losada informó que don Bruno es un egresado en educación de la PUCMM y doctor en filología hispánica por la Universidad Complutense de Madrid. Señaló que el reconocido escritor preside la Academia Dominicana de la Lengua y es miembro correspondiente de la Real Academia Española y las Academias Norteamericana, Filipinas y Puertorriqueña de la Lengua Española. Comentó que Rosario Candelier también es fundador del Ateneo Insular y creador del Movimiento Interiorista, tendencia estética que impulsa el cultivo de la realidad trascendente mediante la mitopoética, la metafísica y la mística, corriente que ha impulsado el cultivo literario en su dimensión espiritual: “Es un incansable trabajador de las palabras y amante de ellas como filólogo que es. Ha recibido galardones como el Premio Nacional de Literatura en el año 2008 y ha ostentado importantes cargos en el ámbito de la educación y la cultura, como la conducción del suplemento cultural “Coloquio”, de El Siglo, y la Dirección General de Bellas Artes”.

En su condición de exalumna del profesor Rosario Candelier, la profesora Alexandra Borbón, del Recinto Santo Tomás de Aquino de la capital dominicana, intervino ponderando que la presencia del doctor Rosario Candelier en su formación académica y su desarrollo profesional, al igual que otros grandes sabios maestros que tuvo, fue crucial en su vida. Parafraseó algunos conceptos que aparecen en su obra El genio de la lengua, donde Rosario Candelier señala que la enseñanza de la lengua es fundamental para la formación intelectual, donde recomienda obviar los conocimientos teóricos que debe tener el profesor, pero no para transmitirlos a los alumnos en la enseñanza sino para tener un dominio conceptual del lenguaje, porque lo importante es concitar una operatividad funcional en el uso de la lengua y el desarrollo de la creatividad: “Entiendo que el uso del lenguaje en mi carrera ha tenido esa dimensión operativa a la que hace referencia el doctor Rosario Candelier, habiendo sido para mí el recurso más fuerte en mi desempeño profesional, que lo he tenido como aliado durante más de 40 años que llevo trabajando en esta institución y que ha sido la herramienta más valiosa en los logros que he tenido durante estos años de labores en la PUCMM”, comentó la profesora Borbón.

La profesora de biología, que es también cultora de las letras, expresó una alta estima y respeto por el profesor que la universidad católica reconocía, al tiempo que felicitó a su querido maestro y le expresó que él fue uno de los grandes artífices en su formación intelectual, estética y espiritual, por lo que participaba jubilosa en este reconocimiento.

El académico de número Rafael Peralta Romero, en representación de la ADL, intervino con un discurso en el que ponderó la diferencia de profesorado y magisterio, en cuya disertación  sostuvo que Bruno Rosario Candelier estudió la carrera de educación y durante décadas se ha dedicado a la enseñanza de la lengua española y la literatura, dando ejemplo de talento y brillantez en una labor de creación, estudio y promoción con un gran compromiso y una singular trascendencia, porque “se trata de un magisterio que el director de la ADL ejerce cada día con pasión”, enfatizó.

Comentó Peralta Romero que a través del Ateneo Insular, que Rosario Candelier fundara en 1990, ha establecido una filosofía de la creación literaria cuyos frutos están expresados en decenas de libros de poesía y narrativa, además de enjundiosos tratados escritos tanto por el maestro como por los adherentes del Interiorismo: “Desde  ese baluarte de las letras, como desde la Academia Dominicana de la Lengua, Rosario Candelier ha ejercido un auténtico apostolado por la lengua y la literatura. Toda su práctica identifica en él la veneración sagrada por las palabras”, consignó Peralta Romero.

El escritor manifestó que a este servidor de la palabra y el pensamiento, le indigna la despreocupación por el estudio del idioma y lamenta que en nuestro país cualquiera ejerce una función magisterial, de comunicación o de autoría de un libro sin tener el conocimiento idiomático indispensable: “En las aulas, en los medios de comunicación, en los libros publicados y en su gestión como director de la Academia Dominicana de la Lengua, Rosario Candelier se ha propuesto activar el genio del idioma. Ha repetido que la lengua amerita estudiarse en sus diferentes niveles lexicológico, gramatical y ortográfico para conseguir el uso adecuado y correcto, como se puede apreciar en las decenas de libros sobre lingüística y literatura publicados por el escritor mocano”, expresó el disertante.

Al concluir, Peralta Romero le expresó el deseo que la llama divina siga iluminando a Bruno Rosario Candelier para que continúe su fructífero magisterio en pro de la elevación cultural, la riqueza conceptual y la conciencia de la lengua: “Es así como él demuestra que ha escalado del profesorado al magisterio”, subrayó el académico.

El homenajeado expresó su inmenso agradecimiento por la honra que le rinde la institución que tanto ama: “Soy producto de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra. Estuve vinculado cuarenta años a este universidad, 5 como estudiante y 35 como profesor, y se puede deducir el vínculo que se establece desde el más entrañable fondo de la conciencia con la institución”, dijo.

Agradeció a los profesores y estudiantes presentes, así como a los organizadores del acto en su honor, y contó que en alguna etapa de la vida uno aprende a valorar la misión o la vocación que se convierte en una profunda apelación de la sensibilidad y la conciencia, para hacer y plasmar lo que esa voz interior, secreta y entrañable, dicta o sugiere lo que tiene que hacer.  El autor de esta crónica manifestó que todos recibimos en algún momento de nuestra vida esa llamada: “Cada uno la recibe para diferentes vertientes de la realidad o diferentes manifestaciones de la creatividad, porque la creatividad es parte del Logos de la conciencia, dotación que distingue y enaltece la condición humana”, comentó. Y agregó que tuvo la fortuna de tener profesores que ponderaban el saber, valoraban la palabra y exaltaban la espiritualidad, y entre otras condiciones favorables contó con un padre que siendo un obrero, le dedicaba tiempo a la lectura de periódicos, revistas y libros: “Me crie viendo a un padre que leía y de alguna manera eso influyó para que yo me inclinara por la lectura y el cultivo de la palabra. La vocación literaria, la conciencia lingüística y el deseo de superación intelectual fueron actitudes asumidas desde muy joven por este servidor”, manifesté a la audiencia universitaria.

Santiago, PUCMM, 16 de marzo de 2018.

CONVERSATORIO DE LITERATURA CON LA POETA PATRICIA MINALLA

El Taller de Creación Literaria “Pedro Mir” fue el escenario del conversatorio con la poeta Patricia Minalla Cruz, a quien presenté como comunicadora, poeta y narradora de Santiago de los Caballeros. Y le pedí que nos hablara de su origen, su inicio en su formación intelectual, su conciencia del mundo y su incursión en la carrera literaria.

Patricia Minalla contó que empezó a tener conciencia del mundo en Santiago, porque en ella influye mucho la naturaleza y para ella es una necesidad estar en un ambiente natural, rodeada de lo viviente para complementar su interior: “Yo no sé si efectivamente fue porque nací y crecí en Santiago ya que me metía a matorrales y montes y eso, por supuesto, hace que uno haga la costumbre”, compartió la joven. Manifestó que se considera un producto de la naturaleza: “Yo empecé a sentir este vínculo con la naturaleza desde mi niñez. Yo vivía la naturaleza desde niña como una niña, o sea, jugando, disfrutando, apreciando la parte visual, que siempre me ha impresionado mucho, y luego en la adolescencia, porque lo primero que escribí fueron cuentecitos para mi hermana pequeña. Entonces, cuando me conecto con la poesía, logro esa conexión con la naturaleza, donde uno cree que su espíritu está fundido como con un todo”, expresó.

Habló de la dificultad verbal que ha experimentado cuando escribe, y un problema es el querer autoeditarse. Explicó que cuando está escribiendo fluidamente sobre algo, quiere devolverse a arreglar lo que ha escrito o a editarlo: “Hay cosas que las dejo reposar y cuando las retomo, encuentro un valor y hay otras veces simplemente las desecho. Yo pienso que eso puede ser un punto a favor y también en contra, porque es como una autoexigencia”, subrayó la poeta.

Bruno Rosario Candelier le explicó a Minalla Cruz que a veces una exigencia muy intensa o muy exagerada no es buena porque hay sujetos que se exigen a sí mismos más de la cuenta. Entonces, no hacen nada, porque rayan en el perfeccionismo, y eso no es bueno, porque lo perfecto es enemigo de lo bueno. La joven poeta habló de los autores que han influido en ella como literata, y citó a los escritores de la novelística hispanoamericana del siglo XX con cuya obra ha tenido mayor contacto, porque sus libros eran parte de la biblioteca familiar, y ponderó las novelas y cuentos de Juan Rulfo y Julio Cortázar.

Confesó que siempre quiso estudiar literatura, pero lo más cercano que se podía asociar era la educación, porque en Santiago había una limitante, ya que no existía esa carrera. Contó que por encima de los consentimientos de su madre estudió comunicación social, ya que es lo que más se parece a la carrera de “letras” y, además, tiene mucha relación con el periodismo y la sociedad. En respuesta al redactor de esta crónica confesó que aspira a convertirse en una buena narradora y reveló que está escribiendo una novela, aunque a veces la deja a un lado y se involucra en la poesía, que es también su vocación. Señaló que le han gustado muchas novelas latinoamericanas y dominicanas, tales como Pedro Páramo, de Juan Rulfo;  Rayuela, de Julio Cortázar; La pasión está en el último piso, de Pedro Peix; y El sueño era Cipango, de Bruno Rosario Candelier.

La joven escritora abordó uno de los aspectos negativos que percibe en su generación y señaló que los jóvenes de la actualidad están muy segmentados, y tienen poco interés por las cosas que valen, ya sea por la pintura, la moda, la literatura, la música, y se queda con lo que está ocurriendo en el aquí y el ahora. Expresó que esa situación se debe a que no hay un verdadero interés para la formación intelectual y estética: “Porque cuando me interesa algo yo busco y comparo; por ejemplo, a mí me gusta mucho Cortázar, pero a mí me interesaba saber por qué a Cortázar le gustaba mucho la obra de Thomas Mann”.

Luego de las felicitaciones del público y las palabras del director de la ADL, quien la felicitó por el magnífico dialogo que protagonizó, cuyo coloquio confirmó que es una joven con una mente brillante. La poeta Patricia Minalla agradeció el apoyo que siempre le ha brindado este escritor y crítico literario, quien desde sus inicios la motivó e impulsó en su creación literaria en su natal Santiago: “Don Bruno era como un oasis. Don Bruno, usted está en mí para siempre y por mucho, en todo lo que escribo”, expresó con emoción la joven escritora. Rosario Candelier acogió con beneplácito las piadosas palabras de la escritora y agradeció su presencia y todo lo que ha hecho a favor de nuestras letras.

Santo Domingo, Biblioteca Juan Bosch, 13 de marzo de 2018.

 

ADL RENUEVA CONVENIO CON LA UNIVERSIDAD DE TRIER

La Academia Dominicana de la Lengua renovó el acuerdo interinstitucional con la facultad América Romana Centrum (ARC) de la Universität de Trier, Alemania. Bajo esta nueva firma de convenio, las dos instituciones acordaron ratificar y promover la cooperación en ámbitos de mutuo interés que redunden en beneficio de ambas instituciones, por lo cual las partes representativas se comprometieron, mediante la firma de este documento, a promover la cooperación interinstitucional y los intercambios académicos.

El convenio fue firmado y sellado por el profesor Dr. Michael Jäckel, presidente de la Universidad de Trier, y el Dr. Bruno Rosario Candelier, director de la Academia Dominicana de la Lengua, quienes resaltaron la conveniencia de institucionalizar y potenciar la vinculación de ambas entidades a favor del estudio de la lengua española y la cultura dominicana e hispanoamericana.

De una parte, el Dr. Michael Jäckel, presidente de la Universidad de Trier, actuó en nombre y en representación del América Romana Centrum, centro adscrito a la universidad alemana. En lo acordado en el documento se señalaron los deberes de intercambio de profesores, estudiantes e investigadores; cooperación de actividades, tales como investigaciones, seminarios y simposios; intercambio de datos, documentación y material de investigaciones en los ámbitos de mutuo interés.

Se aclaró que los detalles de la realización de cualquier iniciativa derivada de este acuerdo deberían ser negociados entre las partes, cuando la ocasión requiera. Ambas partes entienden que cualquier convenio financiero debe ser negociado explícitamente y depende de la disponibilidad de fondos. Finalmente, se estableció este convenio para promover la colaboración académica con el acuerdo de su validez durante un período de cinco años. Además, está sujeto a revisiones, renovaciones o anulación por acuerdo mutuo y en forma escrita; y entrará en vigor en el momento de firmar.

En la reunión estuvieron presentes, además del citado presidente de la Universidad de Trier, el profesor Dr. Andre Klump, director del América Romana Centrum, quien es también miembro correspondiente de la ADL y que estuvo acompañado de tres ilustres profesores alemanes de la Universidad de Trier. Y, desde luego, el director de la ADL, firmante del documento.

Fruto de este convenio, en varias ocasiones una delegación de profesores y estudiantes de lengua española en la Universidad de Trier ha participado en actividades lingüísticas de nuestra Academia. Asimismo, nuestra académica María José Rincón presentó en Trier el Diccionario del español dominicano ante la matrícula de estudiantes y profesores de lengua española en la Universidad de Trier; y los profesores alemanes Andre Klump y Christine Felbeck prepararon y publicaron una edición con trabajos de varias autores internacionales con el título Dominicanidad, en el que colaboraron varios académicos dominicanos.

El director de la ADL les expresó a los delegados del América Romana Centrum de la Universidad de Trier satisfacción y agradecimiento por su interés en la lengua española y la cultura dominicana en América.

Santo Domingo, ADL, 7 de marzo de 2018.

TALLER DE LECTURA DE LOS CLÁSICOS ESPAÑOLES

La Academia Dominicana de la Lengua presentó el Taller de Lectura de los Clásicos Españoles del siglo XVII bajo la orientación de la académica de número, ensayista y lingüista María José Rincón González, quien en esta ocasión habló de Luis de Góngora.

La disertante señaló que Góngora fue un ilustre escritor del Siglo de Oro de la literatura española, poeta barroco y destacado dramaturgo. Es el gran clásico en la aplicación de la métrica, la rima y la selección de léxico y, al mismo tiempo, es el gran experimentador de la técnica teatral y dramática.

Rincón González explicó que Góngora encarna una historia compleja, desarrollada en una época de mucho pesimismo al contrario de la época esplendorosa del imperio español. Se desarrolla cuando empieza la preocupación filosófica y pictórica: “En pintura ustedes van a reconocer esos colores tan oscuros del barroco, esas luces y esas obras tan intensas. En literatura también se refleja esa pérdida de equilibrio; por eso los autores barrocos pueden llegar desde la más sublime poesía hasta la expresión más vulgar y ahí comienza esa dialéctica o conflicto que había entre Góngora y Quevedo, donde podían llegar a los niveles más vulgares a la hora de insultarse, pero lo hacían con estilo literario y eso es muy barroco”, explicó la distinguida estudiosa de las letras hispanas.

La filóloga de la ADL ilustró vía diapositiva los aspectos formales del barroco con un cuadro de Valdés Leal sobre Luis de Góngora, y dijo que las descripciones tenían un lenguaje oscuro, aunque para nosotros es oscuro porque cada vez tenemos menos conocimiento del vocabulario de la época. Aclaró que lenguaje oscuro para la época de Góngora eran neologismos o palabras inventadas que entonces eran dificilísimas. Además refirió que Góngora hizo mucho uso del cultismo, pues Góngora cultiva el culteranismo.

María José Rincón resaltó que en esta época figura literaria privilegiada por Góngora era la metáfora: “Era la época o el florecimiento de las figuras literarias. La metáfora fue fundamental, y hay que tener bien claro qué era la metáfora”, dijo. Luego explicó cuál es el tratamiento de la metáfora en Góngora.

Antes de leer el material programado para ilustrar el estudio de los romances, letrillas y sonetos del poeta español, Rincón hizo una reseña sobre la vida de Luis de Góngora, quien naciera en 1561: “En1588 acusan a Góngora de que barajaba demasiado y hablaba durante el oficio, o sea, él no estaba en lo que tenía que estar; además murmuraba vidas ajenas. Luego nace Calderón de la Barca y en ese año se publican los romances y las letrillas. Los 23 romances es lo primero que se publica en papel, porque antes circulaba en manuscritos y en cuartillas entre los aficionados a la lectura”, relató la académica.

Contó que cuando se publica Don Quijote en el 1605 aparecen 37 poemas de Góngora, que vivió hasta el 1627: “Góngora tuvo un éxito arrollador en vida y murió de éxito. La grandeza de Góngora era tan grande que nadie fue capaz de llegar a lo que hacía, como lectores probablemente muchos, pero como imitadores muy pocos. Los imitadores de Góngora eran tan malos que se acabaron, porque era extraordinario y cuando se imita un genio se debe saber a lo que se está arriesgando. Góngora era inimitable”, expresó la amante a las letras. Destacó que en este taller se ha de tratar un clásico en pugna con el Clasicismo por su gran dominio, que es lo que mucha gente olvida en el arte, en la lectura y en los oficios: “Si no dominas las técnicas clásicas, tú no puedes ponerte a inventar. Luis de Góngora era un gran clásico y dominaba la técnica pero, al mismo tiempo, estaba constantemente en pugna con eso”, explicó la disertante.

Al concluir, la lexicógrafa conjuntamente con las persona presentes en la actividad cultural se sumergieron en el estudio de los romances, las letrillas y los sonetos del gran poeta español Luis de Góngora.

Santo Domingo, ADL, 2 de marzo de 2018.

FUNDACIÓN CORRIPIO ENTREGA PREMIO NACIONAL DE LITERATURA

El académico de la lengua y coordinador del grupo Mester de la Academia, Manuel Salvador Gautier Castellón, recibió el Premio Nacional de Literatura 2018 otorgado por el Ministerio de Cultura y la Fundación Corripio en reconocimiento al aporte literario del destacado escritor e intelectual dominicano: “Nuestro galardonado de este año es un hombre de una cultura vasta con una formación de la que pocos podrían ufanarse”, dijo el también académico de la lengua José Alcántara Almánzar.

El ministro de Cultura, Pedro Vergés, quien también es miembro de número de la ADL, resaltó las cualidades literarias y la dedicación al trabajo de Gautier. Refirió además que la convocatoria anual de este prestigioso galardón, que se otorga a la obra literaria de toda una vida, contó desde el año pasado con un par de novedades, como son la incorporación de la Academia Dominicana de la Lengua como jurado y la creación de un comité de preselección para facilitar la labor de premiación.

La académica correspondiente Emilia Pereyra habló sobre la vida y la obra de Gautier Castellón, de quien dijo que el narrador galardonado comenzó a escribir su obra con gran disciplina, al punto de que ya cuenta con 16 títulos publicados, muchos reconocidos en concursos nacionales y extranjeros: “Su entrega al ideal de la creación, como medio de realización personal y desarrollo intelectual, aporta a la sociedad un valioso ejemplo y es para la comunidad literaria aleccionadora, ya que contrario a lo que suele pensarse se pueden obtener muchos beneficios en la tercera edad, en el campo del pensamiento y la escritura, que requieren madurez y perseverancia”, subrayó.

Gautier agradeció la distinción, que la dedicó a sus padres, y resaltó el influjo orientador de tres escritores que contribuyeron en su formación literaria, como con Virgilio Díaz Grullón, Manuel Rueda y Bruno Rosario Candelier, de cuyo movimiento literario, el Interiorismo, es un activo militante y un fecundo cultor literario. José Luis Corripio, presidente de la Fundación Corripio y mecenas de las ciencias y las artes, y Pedro Vergés, ministro de Cultura, académico de la lengua y prestigioso novelista, encabezaron el acto que también presidieron los intelectuales José Alcántara Almánzar, Emilia Pereyra, Niní Cáfaro y Jorge Tena Reyes.

Manuel Salvador Gautier, miembro correspondiente de la ADL, coordinador del grupo Mester de la Academia, integrante del Ateneo Insular y cultor del Movimiento Interiorista, recibió el Premio Nacional de Literatura 2018 por la valía de sus obras, entre las que figuran las novelas Tiempo para héroes (1993), Toda la vida (1995), Serenata (1999), Balance de tres (2001), Historias para un buen día (2005), El asesino de las lluvias (2007), Un árbol para esconder mariposas (2009), Dimensionando a Dios (2010), La fascinación de la rosa (2011), Tres cosas te ofrezco (2012), La mala maña (2013), Gregorio y su mundo perfecto (2016) y El pacto de los generales (2017), entre otros textos narrativos y ensayísticos.

Para el director de la ADL la novelística de Gautier retoma la supervivencia del pasado en el presente con una coherencia de hechos y personajes, una correcta aplicación de las técnicas narrativas y un uso ejemplar de la lengua, méritos potenciados por un encomiable cultivo creador con admirable ejemplo de consagración al trabajo literario.

Santo Domingo, Teatro Nacional, 20 de febrero de 2018.

RECEPCIÓN DE PERALTA ROMERO COMO MIEMBRO DE NÚMERO

La Academia Dominicana de la Lengua oficializó la incorporación de Rafael Peralta Romero como nuevo miembro de número de esta corporación durante un solemne acto con la presencia de académicos de la lengua y de la junta directiva. La ceremonia protocolar contó con la asistencia de escritores, intelectuales, políticos, periodistas, profesores, estudiantes de letras y personas interesadas en el lenguaje del buen decir.

Conforme al protocolo pautado por las academias para recibir al nuevo recipiendario de la lengua, el escritor, periodista y catedrático Rafael Peralta Romero leyó su discurso de ingreso, “Concurrencia de libertades y restricciones en el uso de la lengua española”, disertación comentada en el discurso de recepción a cargo del académico numerario Tony Raful Tejada. La maestría de ceremonias contó con la guía del Dr. Manuel Núñez Asencio, miembro numerario y de la junta directiva de la ADL.

Manuel Núñez Asencio leyó la semblanza de Rafael Peralta Romero, de quien resaltó su condición de narrador, periodista y profesor, subrayando su amplia experiencia en esas disciplinas del saber. Resaltó que Peralta Romero es un gran colaborador de esta institución y forma parte del equipo gramatical de Fundéu-Guzmán Ariza para las recomendaciones gramaticales y ortográficas que la Academia ofrece al país.

Al iniciar sus palabras y luego de agradecer a los académicos su elección como miembro de número, Rafael Peralta Romero rindió homenaje a Ramón Emilio Reyes, a quien reemplaza en el sillón C de esta institución. Ponderó la obra de Reyes al resaltar su obra literaria y su aporte lingüístico y literario a la ADL y a las letras dominicanas.

En su discurso de ingreso el escritor abogó por el enriquecimiento léxico del español mediante la derivación, la composición y la parasíntesis, y expresó que se propuso hablar de las restricciones y la libertad que tienen los hablantes para crear las palabras que resulten útiles con el fin de nombrar seres y cosas, denominar acciones o expresar las cualidades de los elementos. También se refirió a las limitaciones de esa libertad léxica, ya que hay que ponderar el genio de nuestro idioma y el sentido de la unidad idiomática en quienes usamos este importante medio de comunicación.

Peralta Romero explicó que la responsabilidad implica la oportunidad de escoger entre dos o más opciones ya que la decisión adoptada conlleva alguna restricción, pues hay una correspondencia entre el albedrío y las limitaciones: “Nada hay más parecido a las reglas de tránsito que las pautas gramaticales. ¿Quién disfruta conducir un automóvil en una ciudad carente de señales, semáforos o agentes de tráfico? Me parece que en esto solo encontrarán placer quienes gozan andar en el desarreglo.  Quizá no sea aventurado afirmar que quien se solaza en el desorden lleva la conciencia atropellada, y es lícito  intuir que ha de ser un sujeto patológico”, subrayó. Entonces manifestó que los dominicanos somos concesivos y respetuosos frente a las lenguas extranjeras de las que tomamos palabras prestadas. Justamente la consonante J es la víctima más propicia cuando se cuela cierto complejo de inferioridad lingüística que llevamos dentro.

Respecto al uso de la lengua, Peralta Romero señaló que los conservadores se apegan a la pureza del caudal idiomático y se oponen a neologismos y adaptaciones de vocablos procedentes de otras lenguas, pero si alguien reclama la abolición de los controles académicos en el uso de la lengua o reclama la anulación de las normas ortográficas para prescindir de los signos de puntuación o colocarlos a su antojo es un individuo que encarna la anarquía o alberga una vocación para actitudes viciadas. Aclaró que toda realidad, acción, cosa o cualificación requiere de las palabras que las designe, y si faltara ese vocablo, hay que crearlo o tomarlo prestado, dijo.

En la parte central de su discurso, Peralta Romero consignó: “En los debates acerca del tema lingüístico afloran con la frecuencia y el fervor que caracterizan a las discusiones políticas puntos de vistas tan diferenciados que permiten clasificar a los intervinientes en conservadores, revolucionarios y anarquistas. En lo relativo a la lengua, a los conservadores se les llama puristas. Estos se apegan al caudal lexicográfico del español y se oponen a dar cabida a neologismos y adaptaciones de vocablos procedentes de otras lenguas. Alguien que reclama ausencia de controles académicos en el uso de la lengua, que proclama necesaria la anulación de las normas ortográficas, que prescinde de los signos de puntuación o en vez de colocarlos los tira al desgaire, es un individuo que encarna la anarquía o al menos alberga en sus genes  vocación para actitudes viciadas. La posición intermedia, como las acciones democráticas y progresistas en la política, propenden a aceptar la adaptación de neologismos, sobre todo si no tienen equivalentes en nuestra lengua (baipás, estrés, escáner), aceptan acepciones aplicadas en el habla local a voces existentes en el español (“cuero”, ‘prostituta’; “china”, ‘naranja’; “lechosa”, ‘papaya’). La máxima elevación de ese grupo -en el cual quisiera contarme- es poder ver y propiciar la capacidad del enriquecimiento léxico mediante la derivación, la composición y la parasíntesis”.

Entonces explicó que los verbos son elementos indispensables en el idioma. Es la única categoría gramatical capaz de expresar una idea por sí sola. Destacó que en nuestra lengua hay dos procedimientos morfológicos para derivar verbos a partir de adjetivos, adverbios, sustantivos o de otros verbos. El primer procedimiento es la sufijación. El catedrático ilustró con ejemplos los verbos formados por sufijos y prefijos, la derivación de sustantivos, entre otras explicaciones.  Precisó que el ideal del crecimiento de la lengua española, sin menoscabo de su genio, queda expresado en este párrafo de los Estatutos de la Academia Dominicana de la Lengua: “Tiene por primordial objetivo la defensa y el cultivo del idioma español, común de los dominicanos. Debe velar, por ello, porque su natural crecimiento no menoscabe su unidad y que sea conforme a su propia índole y su desarrollo histórico”.

Rafael Peralta Romero subrayó que en el uso de la lengua castellana, las libertades vienen complementadas por las restricciones. Hay una sana correspondencia entre ellas, que permite considerar que el hablante del español disfruta de libertad para crear y adaptar términos, erosionar el orden gramatical, rebautizar los seres y las cosas o dotar de un valor semántico particular a los vocablos existentes, siempre para satisfacer necesidades de comunicación, aunque esa libertad es condicional.

Para recibir al nuevo numerario, intervino Tony Raful Tejada, quien recibió a Rafael Peralta Romero en nombre de la ADL. Ponderó la buena elección de Peralta Romero como uno de los destacados escritores de la literatura dominicana, además de ocuparse del aspecto teórico de nuestra lengua mediante conferencias, estudios y artículos.

Manifestó que su discurso de ingreso para la incorporación como miembro de número  de la ADL es un formidable alegato para el abordaje de la libertad de los hablantes, en el sentido de crear nuevos términos y vocablos requeridos por la necesidad léxica comunicacional para nombrar seres y cosas, denominar cualidades de los elementos y resaltar el uso del buen decir. Raful Tejada refirió que Peralta Romero ha ofrecido numerosas exposiciones sobre temas vinculados a la cultura, el lenguaje, la historia, la literatura infantil, la ortografía, la narrativa y la poesía: “Peralta Romero propone priorizar la necesidad de comunicarnos enriqueciendo la lengua en la creación de palabras que nos resulten necesarias. Es el elemento referencial de las restricciones en enfoque de la necesidad cuando habla de generar voces nuevas a partir de otras ya existentes en nuestra lengua, y en algunos casos la adopción y la castellanización de vocablos procedentes de otra lengua y que carecen de equivalente en la nuestra”, dijo el ilustre poeta y escritor. Comentó que el nuevo académico numerario hace hincapié en el problema que se crea al cambiar el sonido de la “j” por la de la consonante “y”, lo cual se muestra de manera sistemática en generaciones anteriores: “Habla de un complejo de inferioridad lingüística que llevamos dentro. Me parece interesante su criterio para una discusión más profunda, pero los ejemplos son reveladores”, dijo Raful Tejada.

Para finalizar su discurso, el poeta Raful expresó: “Recibimos en este augusto recinto de la lengua, de la palabra reluciente en proceso magno de renovación perenne, al nuevo miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua, Rafael Peralta Romero. Bienvenido al recinto sagrado del idioma, a la defensa de su ausencia primigenia de comunicación y su evolución en el desarrollo cultural y social de los pueblos”.

El Dr. Bruno Rosario Candelir, director de la ADL, cerró la actividad oficializando la incorporación de Rafael Peralta Romero como nuevo miembro de número de la ADL y consignó que a partir de esta incorporación es también miembro correspondiente de la Real Academia Española, al tiempo que le impuso la medalla académica y le entregó el diploma que acredita su nueva categoría académica con su rango de titular de la ADL.

El nuevo académico de número es miembro de la comisión lingüística de la ADL y, en su calidad de ensayista y estudioso de la lengua, tiene en su haber una fecunda colaboración intelectual a nuestra corporación. Prestante miembro del grupo Mester de la Academia, ha presentado varias ponencias en los actos de la institución y forma parte del equipo colaborador de Fundéu-Guzmán Ariza para la preparación de recomendaciones gramaticales; ha dictado cursillos sobre temas ortográficos y ha presentado obras literarias en nuestra corporación y en diversos escenarios nacionales.

Rafael Peralta Romero nació en Miches el 3 de diciembre de 1948. Ha colaborado como maestro de ceremonias en las actividades académicas de la ADL y publica artículos y ensayos para el Boletín de la Academia. Autor de una columna periodística semanal en El Nacional sobre asuntos idiomáticos, mantiene una ejemplar militancia en las actividades culturales de nuestra institución y en los encuentros literarios del Movimiento Interiorista del Ateneo Insular, del cual es miembro activo y un asiduo participante en sus labores literarias. Ha publicado las siguientes obras literarias: Diablo azul, 1992; Residuos de sombra, 1997; Los tres entierros de Dino Bidal, 2000; Cuentos de visiones y delirios, 2001; Memorias de Enárboles Cuentes, 2004; El conejo en el espejo, 2006; Cuentos de niños y animales, 2007; Punto por punto, 2008; De cómo Uto Pía encontró a Tarzán, 2009; A la orilla de la mar, 2011; Círculo de espera, 2012; Pedro el cruel, 2013; Ella y tú, 2016; y La paloma dálmata, 2017.

Compartimos nuestro regocijo por la incorporación de este valioso escritor como miembro de número de la ADL, al tiempo que encomiamos su brillante hoja de servicios a esta institución con su aporte a nuestra lengua, su labor cultural y su creación en beneficio de las letras dominicanas.

Santo Domingo, ADL, 13 de febrero de 2018.

ACTO EN MEMORIA DEL ACADÉMICO RAMÓN EMILIO REYES

La Academia Dominicana de la Lengua organizó un acto académico en memoria de Ramón Emilio Reyes, cuya ejemplar trayectoria al servicio de la institución se cifró en el estudio y el cultivo de la palabra. La actividad fue protagonizada por Rafael Peralta Romero, Miguel Solano, Jacqueline Pimentel y Bruno Rosario Candelier.

Miguel Solano manifestó que la ADL hace este acto para darle a Ramón Emilio Reyes el honor por sus sacrificios a favor de la lengua española y la ADL. Y Rafael Peralta Romero leyó un estudio del sacerdote y escritor dominicano Fausto Leonardo Henríquez, escrito y pronunciado en España en honor del académico fallecido.

En su estudio de Leonardo Henríquez se consignó: “La obra de Ramón Emilio Reyes, La luz se ha refugiado en el sendero, está considerada como una de las novelas imprescindibles para comprender la novelística de la época de la dictadura trujillista en la República Dominicana”. Subrayó que su autor hace uso de un lenguaje depurado, con una prosa engarzada de imágenes poéticas para la comprensión de sentimientos, personajes y paisajes. El tono poético, junto a la trama y la técnica, resaltan la obra. El narrador recurre al mundo de sueños, visiones y profecías para armar su novela. Tras cerrar su intervención, manifestó que Reyes deja un valioso legado literario.

Jacqueline Pimentel, colaboradora de la ADL, leyó un estudio de Ramón Emilio Reyes sobre Las lágrimas de mi papá, de Miguel Solano. El fenecido académico y minucioso crítico refirió que Solano escribe una novela vivencial: “No son iguales, sin embargo, la técnica de la narración de vivencia que la narración vivaz. La vivacidad se logra mediante diferentes formas, la vivencia es una sola. Pimentel dijo que la obra de Miguel Solano muestra un talante sincero, llano, viviente, sensible a la vida humana.

El director de la Academia Dominicana de la Lengua contó que la novela de Ramón Emilio Reyes, El testimonio, llamó la atención por la hondura, la belleza y la capacidad descriptiva de este escritor en torno a la figura del apóstol Pedro. Rosario Candelier contó que con la llegada de Reyes a la ADL fue notable su aporte en el estudio de la lengua. Reconoció la colaboración de Ramón Emilio al fortalecer la colaboración de la ADL en la labor de coparticipación panhispánica que las Academias del mundo hispánico presentaban a la Real Academia Española. Dijo que Ramón Emilio no solo se distinguió en el ámbito del lenguaje, sino también en la creación y la crítica literaria, con gran capacidad para la interpretación.  Consideró que el trabajo callado, silencioso y humilde que realizaba Reyes dio hermosos frutos a la ADL, a la RAE y al país: “El aporte de Ramón Emilio Reyes queda consagrado en la literatura dominicana y en la historia de nuestra lengua”, expresó el director al valorar su entrega y su vocación.

Ramón Emilio Reyes (Santo Domingo, 1935-2017) se graduó de doctor en derecho por la Universidad Autónoma de Santo Domingo y realizó postgrados en lingüística en el Instituto Caro y Cuervo, de Bogotá, Colombia, y en literatura hispanoamericana en Indiana University, de Estados Unidos de América. Miembro numerario de la ADL, fue profesor de literatura y español en la UASD, UNPHU y NYSU, de New York. Entre sus obras figuran las novelas El Testimonio, El Cerco, Los amantes libres, La estafa de seda, Después del amor y La luz se ha refugiado en el sendero. Escribió estudios críticos sobre diversos autores dominicanos, hispanoamericanos y europeos. Y en poesía publicó los poemarios Invitación y Crucero místico.

   El destacado intelectual escribió una obra literaria de gran significación por la calidad de su estilo, su contenido edificador y su sólido fundamento intelectual. Junto con los académicos numerarios Marcio Veloz Maggiolo y Carlos Esteban Deive, Ramón Emilio Reyes formó la tríada de narradores dominicanos que dieron esplendor a la tendencia bíblica en la novelística nacional. Santo Domingo, ADL, 9 de febrero de 2018.