Estiba, aura/áurea, predictibilidad/*predictividad

Por Roberto E. Guzmán

ESTIBA

“. . . como se almacena el azúcar en sacos de henequén que organizan en ESTIBAS en los depósitos. . .”

Algunos autores de lexicones de español dominicano han sobreseído la consignación de la voz del título en esos repertorios. Es probable que eso haya ocurrido porque esa voz era, y quizás es, de circulación en estratos humildes de la sociedad dominicana que tienen escasa educación formal.

Esta voz del título cuenta con dos rasgos que la hacen distinguirse por encima de muchas otras.

El primer rasgo es que solo pertenece al habla dominicana y no se conoce en ninguna otra habla. La segunda característica es que una palabra de esta familia trascendió al inglés. Esos dos puntos se ampliarán en el cuerpo de esta sección.

La palabra conocida de esta familia es el verbo estibar, cuyo aspecto más conocido en el español dominicano es el concerniente a “cargar o descargar un buque”. La palabra estibador cobró vigencia en República Dominicana en los años posteriores a la caída del régimen de Trujillo, pues uno de los más progresistas y poderosos sindicatos fue el de estibadores del puerto de Santo Domingo.

El verbo tiene otras significaciones que son de escaso uso en el español dominicano. La acepción conocida y usada es el ensanchamiento de la que se mencionó más arriba. Se escribe ensanchamiento porque estibar es colocar de modo organizado en almacenes los sacos llenos de productos.

Las hileras de sacos colocados unos encima de otros y unos al lado de otros acomodan los productos para el mejor aprovechamiento del espacio con la mayor estabilidad de lo acomodado. De este modo en los almacenes los sacos ocupan menor espacio; cuando se estiba en los vehículos de motor, mediante esta operación se distribuye convenientemente la carga para evitar desbalances y consecuencias lamentables.

Después de esta introducción llega el momento de colocar la estiba en la exposición. Esta es el conjunto organizado que resulta de las hileras, filas y pilas de sacos. En algunas ocasiones se oyó llamar estiba también a una sola fila o pila de cosas. La distribución racional impide en los almacenes que los sacos se muevan o pierdan su equilibrio cuando se retira de su sitio alguno de los sacos. Con esta colocación compacta la estiba cumple con el significado de origen del latín stipare que significaba apretar, compactar.

El origen del estibar dominicano vino de la acepción náutica del siglo XV “distribuir convenientemente todos los pesos del buque”. De los buques pasó a los almacenes dominicanos y de allí a los camiones de productos agrícolas. Es digno de admiración la organización de las manos de plátanos o de los repollos en las camas de los camiones para entender el verbo.

El vocablo estibador del español pasó al inglés en tanto persona que se ocupa de cargar y descargar los buques, pasó al inglés, stevedore. No hay que extrañarse de la uve /v/ del inglés que apareció en 1828, si se piensa que ya la tenía la voz en el latín. El portugués ha conservado esa letra en su lengua. Esta lengua conoce la palabra estiva, pero solo para la primera parte de la carga del navío.

Las modernas maquinarias de carga y descarga de mercancías en los barcos ha desplazado en gran medida la mano de obra del arrimo de las mercancías en los puertos. Esta puede ser la razón que explique la caída en el uso de las palabras relacionadas con estibar, estibamiento y estibador. No obstante, los dominicanos seguirán con sus estibas en almacenes, camiones y camionetas.

Por último, en las estibas que llegó a ver el autor de estos comentarios de los sacos de azúcar eran del Central Río Haina de 220 lbs. y fabricados de yute.

 

AURA – ÁUREA

“. . .porque su recuerdo y su ÁUREA de sabiduría. . .”

Algunas palabras transitan con mayor frecuencia en las conversaciones entre hablantes; otras, en cambio, son de uso más restringido y se orientan más bien hacia la lengua escrita. Eso que acaba de esbozarse es el fenómeno que ocurre entre las dos palabras objeto de este examen.

No es tarea fácil deducir cuál de las dos palabras es de menor frecuencia que la otra, pues en realidad ambas en el uso no gozan de alta frecuencia. Este último rasgo destacado hace presumir que son dos palabras que circulan entre un grupo selecto de hablantes y escribientes.

En un grupo de esta característica no debería producirse confusión entre los significados de las dos palabras porque los hablantes que las emplean son de alta educación formal. Desafortunadamente el ejemplo de uso copiado habla de la confusión por sí mismo.

Más abajo se verán las acepciones correspondientes a las palabras examinadas y así se despejará cualquier duda que permanezca en la mente de algunos lectores. En el desarrollo de la exposición se señalará otra palabra que se presta a alimentar esta confusión.

Hay que tomar la voz áurea de la cita en tanto femenino de áureo. En esa vía hay que dejar muy claro desde el principio que todo lo relativo a áureo tiene relación directa o indirecta con oro. En arquitectura posee significados que no tienen relación con la “sabiduría” de la cita.

La palabra que podría caber en la frase citada es aura que en dos de sus acepciones termina perfilando el sentido de la frase. Aura en una de sus acepciones es “aplauso, aceptación general”. Otra acepción que se usa en poesía y en sentido metafórico es “halo”. Este es el “brillo que da la fama o el prestigio”.

Este halo es la palabra que pudo causar parte de esta confusión en la mente del redactor, pues es el resplandor que se representa detrás de las cabezas de las imágenes consideradas sagradas.

La palabra que desempeñaría mejor papel en una frase como la copiada más arriba a modo de ejemplo es aura. La definición que se ajusta mejor al caso es la que incluye el Diccionario de uso del español actual (2012:228) que trae, “Sensación o impresión que algo produce”.

 

PREDICTIBILIDAD – *PREDICTIVIDAD

“. . .provocaría consecuencias en el futuro porque no hay *PREDICTIVIDAD en las reglas. . .”

Los vocablos largos que aquí se han denominado antes polisilábicos tienen marcada tendencia a causar problemas entre los escribientes. En el caso concreto de la cita el redactor omitió una sílaba, así también metió una uve /v/ en lugar de una be /b/.

El vocablo que conoce el español tiene seis sílabas y es posible que el escribiente de la frase haya oído ese vocablo sin haberlo leído nunca antes. Esto provocó quizás que fallara al llevarlo a la escritura. No lo había leído antes en su vida tal vez porque es de poco uso en el español cotidiano.

La predictibilidad es la cualidad de predictible. Este predictible es “que puede predecirse”. Predecir, a su vez, es anunciar o decir lo que ha de ocurrir valiéndose quien lo hace de algún indicio o suposición. Cuando el o los hechos se anuncian con anticipación, fundamentándose en indicios, es entonces una predicción.

Cuando se anticipa algo que habrá de suceder, o que sucederá a ciencia cierta, o que sucedió y se anunció con antelación, entonces puede decirse o escribirse que se predijo. Los grados de diferencia entre estos sustantivos son tenues y se ajustan a las circunstancias.

Temas idiomáticos

Por María José Rincón

 

03 / 09 / 2019

DE LA EÑE A LA ZETA

Escribió una vez en 1906 nuestro Max Henríquez Ureña que «nada hay que predisponga tanto a favor de un buen libro como una primorosa edición». Perdonen la inmodestia, pero mi último libro, De la eñe a la zeta, ha quedado precioso, más allá de su contenido, y queremos celebrarlo y compartirlo con los lectores. Como el conocimiento y el buen uso del español suelen despertar interés, e incluso pasiones, se nos ha ocurrido que, para presentar el libro, no hay nada mejor que dejar por una vez, y sin que sirva de precedente, la escritura y darle protagonismo a la palabra hablada.

La familia Logomarca nos acogerá en su sede de la avenida Rómulo Betancourt el jueves 5 de septiembre a las 6 de la tarde para la presentación de De la eñe a la zeta. Y lo vamos a hacer en forma de charla informal a la que hemos puesto el siguiente subtítulo: «Venga con su duda ortográfica y llévesela resuelta». Una excusa como otra cualquiera para que esta servidora conozca a sus lectores y les devuelva aunque sea un chin del aprecio que siempre le demuestran.

El estudio de la lengua española y su defensa forman parte esencial de mi trabajo en la Academia, donde, como miembro de número, tengo asignada la letra zeta. La divulgación del conocimiento y buen uso del español, en la medida de mi formación y mi capacidad, son para mí un deber de agradecimiento a mi lengua materna y a los que la han hablado antes que yo. En lengua española, de la que soy una apasionada como filóloga y lexicógrafa, mi tarea va, sin duda, De la eñe a la zeta.

 

10 / 09 / 2019

PALABRAS Y PALABROTAS

Aquí está la Eñe malapalabrosa que les había prometido. Lamento si a algunos les incomoda ver escrita en un diario una palabra que los hablantes suelen considerar ofensiva, indecente, inconveniente, soez o grosera. Todos estos adjetivos se aplican a esas palabras que proferimos como exclamación o imprecación, insulto, arma arrojadiza, picardía o, incluso, como demostración de rebeldía. Algunos las llamamos palabrotas, con un curioso aumentativo que también se aprecia en la locución palabras gruesas. Por estas tierras americanas les decimos malas palabras, cambiando la apreciación del «tamaño» por una más que evidente valoración moral.

Para los estudiosos del lenguaje no hay buenas ni malas palabras. Las analizamos todas como parte esencial de nuestra lengua, imprescindibles para expresar todo lo que tenemos que expresar, lo bueno y lo malo, lo adecuado y lo vulgar. Por eso palabras y palabrotas tienen el mismo derecho a aparecer en los diccionarios, aunque, eso sí, deben ir señaladas con alguna indicación de la valoración que los hablantes hacen de su uso, por aquello de evitar males mayores.

¿Y saben cuál es la palabra que no está en el Diccionario de la lengua española que más han buscado los dominicanos a lo largo de 2019? No se equivocan; la más buscada fue una mala palabra, tabú donde las haya: mamagüevo. Hasta 1248 consultas, favorecidas por sus muchos escollos ortográficos: g/h, u/ü/, v/b. Y no está en el DLE no por su condición de palabrota, sino porque su uso es americano. Prueben a buscarla en el Diccionario del español dominicano y en el Diccionario de americanismos: está documentada en Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Cuba, Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Panamá, Ecuador, Perú, Paraguay y Uruguay.

La lengua debe servirnos para todo, y a veces lo que queremos decir necesita de ciertas palabras teñidas de cotidianeidad que también (¿por qué no?) podemos consultar en los diccionarios.

 

16 / 09 / 2019,

CALIMETES

Este verano la plaza comercial Ágora promueve una campaña de eliminación de los calimetes plásticos. Un calimete parece cosa de poca monta, pero la campaña evitará que más de un millón y medio de calimetes plásticos se sume a la basura que cubre el planeta. Cuenta además la campaña con mi reconocimiento por el cuidado en la ortografía, al que, lamentablemente, no estamos acostumbrados: las tildes y las mayúsculas justas: los signos de admiración, todos, en su sitio; y las comas bien usadas.

Pero, como nunca falta una voz discordante, alguien en las redes me «indicó» que la palabra calimete «no existe, porque no está registrada en el Diccionario de la lengua española». Yo, que soy lexicógrafa, es decir, autora de diccionarios, aprecio la autoridad que algunos lectores les atribuyen y aconsejo que se dejen guiar por la autoridad de los buenos diccionarios, que la ejercen en muchos aspectos: ortografía, etimología, información gramatical, definiciones, registros y ejemplos de uso.

Sin embargo, debemos tener siempre presente que los diccionarios no son los que deciden si una palabra existe o no. Suele suceder que no la estamos buscando en el diccionario adecuado; por ejemplo, calimete podemos encontrarla en el Diccionario del español dominicano o en el Diccionario de americanismos de la ASALE. Mi apreciado Roberto Guzmán nos habló en su columna de Acento de su origen haitiano (kalimet) a partir del francés (chalumeau/calumet).

 

24/09/2019

MERCED A LAS PALABRAS

El 24 de septiembre celebramos el Día de la Virgen de las Mercedes, una festividad que viene acompañada de su correspondiente día no laborable, merced al cual se extiende la celebración, por razones obvias, a católicos y no católicos. Basta acercarse a esta advocación mariana para descubrir un encanto especial. Por cierto, una advocación, si consultamos el Diccionario de la lengua española, que es lo que debemos hacer cuando dudamos sobre el significado de una palabra, es la denominación que se aplica al nombre de divinidades o santos para referirse a un atributo, un lugar o una característica con la que se los vincula.

El sustantivo de origen latino merced tiene entre las acepciones que registra el DLE aquellas que se refieren al ‘premio o galardón que se da por el trabajo’ y a la ‘dádiva o gracia que se hace a alguien’, significado con el que está relacionada la advocación. Con esta acepción se usa también como parte de la locución preposicional merced a, con el significado de ‘gracias a’: Su carrera se desarrolló merced a su conocimiento de la disciplina.

El sustantivo merced puede significar además ‘voluntad o arbitrio’; con esta acepción forma parte de la locución preposicional a merced de, ‘dependiendo de una voluntad o fuerza ajenas’: Nuestra ubicación geográfica nos deja a merced de los huracanes. El sustantivo merced se usaba además como título de cortesía (su merced, vuestra merced) y está en el origen del usted, nuestra fórmula de tratamiento por antonomasia.

Enriquecer nuestro vocabulario no solo consiste en aprender más palabras, sino en conocer y usar adecuadamente las variadas acepciones que estas tienen. Cualquier excusa es buena para acercar la lupa a nuestras palabras y seguir aprendiendo sobre ellas. Recuerden que estamos a merced de las palabras.

 

Entrevista a María José Rincón

Por Emilia Pereyra 

 

María José Rincón: “A los académicos se nos critica que seamos cascarrabias y regañones”

La lingüista, que acaba de publicar el libro “De la eñe a la zeta”, también defiende el español dominicano.

La conocida lingüista María José Rincón defiende el español dominicano y sostiene que se trata de un idioma heredado desde hace muchísimos siglos que se debe aprender a valorar.

Ella, miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua, es una ardorosa defensora de la lengua española y acaba de publicar el libro “De la eñe a la zeta”, que compila columnas que ha divulgado en Diario Libre durante varios años.

En ese contexto se realiza esta entrevista en la que Rincón da cuenta de su pasión por la investigación lingüística, de su interés por compartir los conocimientos sobre el tema y llama la atención acerca del respeto que debe prevalecer en el uso  del español dominicano. “Siempre con la idea de que aprendamos a valorarlo, porque siempre lo que oímos es la crítica, pues también me gusta poner mi granito de arena para que tengamos ese poquito de autoestima lingüística y siempre lucho por la vigencia de la lengua española”, dijo.

 — ¿Qué significa la publicación de este libro para usted?

 Significa reivindicar el papel que tenemos los investigadores y la responsabilidad que tenemos en la divulgación de la lengua. Cuando uno es investigador y se dedica a investigar se encierra en su mundo porque la labor es incompatible con el ruido, con el tumulto, con la conversación. La labor de investigación es generalmente individual o en equipo, pero muy cerrada. Pero todo los que hemos tenido la suerte de dedicarnos a investigar le debemos un poco a la sociedad que nos ha permitido divulgar esas cosas que estudiamos, que investigamos, que descubrimos.

Entonces, publicar columnas que se han leído a través de un montón de años semanalmente en las columnas de un periódico gratuito, de muchísima difusión, significa que me siento orgullosa de haber mantenido esa esfera de la divulgación… Es decir, no te quedes encerrada, transmite un poco de los conocimientos que has conseguido con esa investigación.

 — Es una lingüista muy vinculada a la época también, que divulga a través de las redes sociales y todo eso. ¿Qué reacción tiene la gente cuando entra en contacto a través esos medios?

 Lo primero que sientes, sobre todo cuando dices que eres académica, es que la gente tiene la imagen del académico varón y viejo. Entonces, ‘pero ¿usted es académica? ¿Usted escribe en Twitter?’. La primera reacción es como de incredulidad. Creo que descoloco un poco al público, pero una vez que uno entra en contacto y la gente pierde ese sentimiento de lejanía que la gente tiene con la academia se recibe muy bien y a veces se nos exige que seamos lo que también se nos critica. A los académicos se nos critica que seamos refunfuñones, cascarrabias, regañones, que damos muchísimos boches y que estamos siempre corrigiendo. Pero al mismo tiempo, cuando no lo hacemos así, porque yo no soy mucho de eso (si doy un boche la ironía está más que el boche) nos exigen que corrijamos, que nuestro papel es corregir y que necesariamente tiene que ser eso: corregir, regañar y dar ese boche de lo que tú estás haciendo mal, porque ese es el papel que se le asigna a la academia. Ya la academia, desde hace muchos años, no se dedica a corregir. Ya la academia se dedica a aconsejar lo que se considera más propio de los buenos hablantes, y también eso tiene que ver con la divulgación y las redes sociales ayudan porque acercan a los lectores y a los usuarios de las redes al contenido, que a veces se cree que está en un libro serio, en un libro gordísimo que da mucho trabajo leer y que no entendemos.

¿Qué se le puede aconsejar a los hablantes cibernautas en la actual coyuntura?

 Se le puede aconsejar que cuando uno habla o escribe, independientemente del medio que utilice, la corrección es esencial. Hay que tener, primero, respeto por la lengua y después (no sé si en ese orden) respeto por el lector o por el oyente. Tú tienes que considerar a la persona que te va a leer. La corrección lingüística es un tema de respeto de tu propia herramienta lingüística, de respeto por tus lectores y de respeto por el contenido que estás transmitiendo. Si tú no valoras tu contenido como para transmitirlo correctamente le pierdes el respeto a lo que estás haciendo como profesional. El primer consejo que se debe dar es: respeta la herramienta que estás usando y si te vas a comunicar con el lenguaje, y no tienes otra vía de comunicación, tienes que respetar y conocer el lenguaje, y lo primero es respetar la herramienta lingüística.

¿Y todas esas palabras que se están creando en redes sociales o que se está deformando?

 Esto está bien. El lenguaje está vivo y tiene que ser así. En lenguaje, además, no se analiza simultáneamente a lo que está pasando porque es un organismo vivo. El lenguaje se comienza a analizar después de que pasó. ¿Cuántas de esas palabras van a perdurar dentro de diez años? Probablemente muy pocas. Pero eso ha pasado en todas las épocas del lenguaje. Los hablantes crean y desechan, crean y desechan y solamente muy poco de eso que se crea permanece a lo largo del tiempo. Entonces hay que dejar pasar el tiempo, dejar que se asiente y ver cuánto de eso va a permanecer.

No hay que desgarrarse las vestiduras por nada de la lengua porque la lengua es la vida y si deja de adaptarse a lo que los hablantes necesitan pierde sentido. La lengua no es de nadie. Es de todos al mismo tiempo. Claro, hay mucha responsabilidad de los que somos buenos hablantes y de los que hemos tenido la ventaja, la suerte en la vida, de habernos podido dar una formación correcta. Tenemos la responsabilidad de defender lo que es correcto y defender los buenos hablantes porque servimos como modelo. Pero fuera de eso hay que dejar que la lengua fluya. Hay que dar cuenta de lo que está pasando. La parte de la investigación registra lo que pasa sin meterse en si eso es correcto o incorrecto. La academia aconseja por dónde va el camino de los buenos hablantes, pero a la lengua hay que dejarla vivir y sobre todo dejarla que repose y analizarla después del reposo, y ya después, cuando los hablantes te pidan consejos de qué es lo correcto o lo incorrecto, entonces sí dar tu opinión.

 —Como conoce el español dominicano y ha trabajado en el “Diccionario del Español Dominicano”, ¿puede evaluar un poco la manera en que nos comunicamos?

 Lo primero es que hay, con nuestra forma de hablar, mucho desconocimiento. A veces valoramos negativamente rasgos que compartimos con muchísimos millones de hablantes y decimos los dominicanos si hablan mal porque los dominicanos nos comemos las eses. Nosotros decimos la erre por la l y masticamos… Eso mismo lo hacen casi 400 millones de hispanohablantes. Eso no tiene que ver con ser dominicano, con ser colombiano, con ser español. No tiene que ver.

Hablantes buenos los hay en todos los países y malos hablantes, desgraciadamente muchos, los hay en todos los países.

Ahora, nuestra forma peculiar de hablar el español, nuestra variedad dialectal, es igual de válida como cualquier otra y tiene unos rasgos, muy pocos rasgos propios, exclusivos, y muchos rasgos compartidos con otras variedades. Por ejemplo, el ceceo; por ejemplo, el yeísmo; por ejemplo, esa neutralización que llamamos de la err y la ele en la posición final de sílaba y final de palabra; la aspiración de la ese al final de palabras, incluso llegando a cero fonético. Es decir, llegamos a eliminar la ese en determinados contextos. Eso existe en el español desde que el español se trasplantó de España a América. De hecho, nosotros lo hacemos así porque los hablantes que vinieron en esos barcos, en las primeras etapas, venían de una determinada variedad dialectal que ya tenía esos rasgos. Es decir, no lo hemos hecho aquí; no son errores; no es mala forma de hablar. Es un idioma heredado desde hace muchísimos siglos que debemos aprender a valorar. Ahora otra cosa diferente es usar mal la gramática; eso no forma parte de la variedad dominicana, la pobreza léxica, eso no forma parte de la variedad dominicana. Eso no se lo podemos achacar a que los dominicanos hablamos así. Eso tenemos que asumirlo como responsabilidad propia de cada uno de nosotros. Si uno tiene pobreza léxica no es porque en el país hay pobreza léxica. Es porque uno no cultiva su léxico.

¿No hay que echarle la culpa, por ejemplo, al Ministerio de Educación, por ejemplo?

 Sí. Sin dudas. No solo es la culpa de Educación, pero la formación es fundamental, no solo aquí sino en muchos sitios. La formación en lengua española está perdiendo muchísima calidad, no solo porque los que forman son los profesores y a los profesores no los han formado con calidad y por lo tanto son cada vez más contado los profesores que son buenos hablantes. El profesor es modelo de muchísimas cosas, pero sobre todo es modelo de hablante. Si el profesor no demuestra cómo se habla bien, el niño no tiene oportunidad, saliendo de su entorno vital, de oír a alguien hablando bien. Y el lenguaje se aprende oyendo y se aprende por mímesis, se aprende por imitación. Uno imita los buenos hablantes. Te tienen que enseñar a respetar el lenguaje correcto, para que tú aspires a imitarlo. Además de eso, la lectura. Las carencias de lectura son extraordinarias. Pero las carencias de lectura de nuestros niños son las carencias de lectura de nosotros mismos. ¿Por qué unos hijos leen y otros no? Porque los padres no leen. Si los hijos no ven leyendo a los padres, los hijos no van a leer. Si los niños no ven leyendo a sus profesores los niños no van a leer, porque la lectura es un hábito y no hay nada mejor para una buena dicción, para una buena escritura, para una buena ortografía, para una buena forma de hablar en público que leer. Leer cosas correctamente escrita, correctamente editadas.

La formación tiene una responsabilidad grandísima, pero no es la formación de ahora. Es la formación de los profesores que están formando ahora y por ahí es que creo que hay que empezar, por mejorar la formación de los docentes.

¿Cómo se logra ser un buen hablante?

 Es complicado. Primero, ¿se llega a considerar ser un buen hablante? Bueno, yo me considero aspirante a buen hablante, porque siempre uno está aprendiendo. Pero, trucos, trucos para mejorar nuestra forma de hablar. Sin dudas, la lectura. Si el hablante es oral, si quieres mejorar tu forma de hablar, de expresarte oralmente, leer y leer en voz alta es una de las mejores recetas. ¿Por qué? Porque leyendo en voz alta mejoras tu dicción. Te tienen que entender lo que estás leyendo. Entonces, tratas de cambiar tu ritmo de lectura. Nosotros siempre hablamos muy rápido. Leemos un poco más lento. Entonces la lectura nos acompasa la forma de hablar.

En cuanto a la calidad del hablante, bueno, eso va un poco con el estilo, también con la escritura, pero fundamentalmente debemos conocer las reglas gramaticales básicas, que no las conocemos y eso sí tiene que ver con la formación y sobre todo el volumen del léxico. Cada vez empobrecemos más nuestro léxico y a veces no es tan complicado. A veces es poner una meta. A veces es a aprender a consultar el diccionario, a sacarle partido. A veces, es diversificar nuestras lecturas. A veces es simplemente demostrar un poco de interés por decir lo que exactamente queremos decir porque ahí está lo que nosotros defendemos tanto que es la propiedad en el habla, y la propiedad en el habla tiene que ver con usar la palabra adecuada para lo que quieres expresar, porque al fin y al cabo la idea de hablar es que el otro te entienda y la idea hablar es que el otro entienda exactamente lo que tú quieres decir, pero es que a veces no estás diciendo lo que crees que estás diciendo porque no sabes elegir la palabra correcta. Lo mejor para un hablante es ampliar el vocabulario y todo eso no tiene una receta mágica. Eso es lectura, lectura y muchísima lectura.

Volviendo al libro, ¿cómo hizo la selección de los textos?

 Sí, se han publicado desde el 2010. Son columnas semanales. Hay una parte de consulta de los hablantes. Hay hablantes que se preocupan y preguntan. Hay temas que de repente se ponen en el candelero, cuando hablamos de formación o de determinado personaje público que dijo determinada palabra que se considera errónea o no. Las decisiones que toma la academia tienen mucha repercusión sobre todo cuando no hay otras noticias, porque a veces las noticias sobre la lengua son como de relleno, (se publican) cuando no tenemos otra cosa de qué hablar, y de repente surge: ‘La academia hizo una actualización y eliminó del idioma español 2,000 palabras’, y todo el mundo con las manos en la cabeza. Dos mil palabras que nunca nadie usó. Ninguno de esos que se puso las manos en la cabeza las usó ni sabe lo que significan, pero la culpable es la academia que ha eliminado del lenguaje dos mil palabras cuando no es verdad, evidentemente. Todos esos saltos sobre la actualidad dan muchas ideas para la columna. Pero también me gusta que todo tenga un equilibrio. Yo también me precio de que no he repetido nunca tema. Claro, evidentemente sobre las comas he hablado muchas veces porque surgen muchas dudas cuando uno escribe, y entonces hablo muchas veces de las comas en distintos contextos. Trato de equilibrar léxico con ortografía, ortografía con obras nuevas que nos pueden ayudar a consultar. (Escribo) muy poquito de literatura porque respeto mucho que el tema sea siempre ortográfico o gramatical.

Hablo del español dominicano siempre con la idea de que aprendamos a valorarlo, porque siempre lo que oímos es la crítica, pues también me gusta poner mi granito de arena para que tengamos ese poquito de autoestima lingüística y siempre lucho por la vigencia de la lengua española.

¿Qué uso quisiera que hicieran los lectores de su libro?

 Que lo pongan en la mesita de noche, para que lo consulten. Yo siempre digo: ortografía y diccionario en la mesita de noche o en la mesa de trabajo. ¿Por qué? Porque al fin y al cabo todos trabajamos y vivimos con la lengua. Entonces, si la usamos mejor le sacamos mejor partido. Entonces, solo se mejora con la consulta y la consulta es la del diccionario y la de la ortografía para empezar. Eso debería estar a la mano de todos los profesionales que trabajamos con el lenguaje que somos casi todos y este libro ayuda porque tiene un tono que no es académico, es un tono más irónico, más de humor. Porque así nació realmente cuando Inés Aizpún me propuso que escribiera la columna (en Diario Libre). Yo di un discurso de ingreso a la Academia Dominicana de la Lengua como miembro correspondiente precisamente en el 2010, y en ese discurso nos reímos tanto, y al fin y al cabo estábamos hablando de diccionarios. Y cuando salimos Inés me dijo: ‘Hacía tanto tiempo que yo no me reía tanto en una actividad académica’. Fue muy divertido. Yo creo que los diccionarios nada más me resultan divertidos a mí, pero soy capaz de transmitírselo a los demás. Y todo el mundo se río muchísimo. Entonces Inés me dijo: ‘¿Serías capaz de escribir una columna de ortografía, pero con ese tono de humor, de diversión, con ese tono de ironía?’. Yo le dije: ‘Bueno, vamos a intentarlo’, y creo que salió. Me ayuda mucho mantener el tono. Si uno lo va leyendo (el libro), releyendo en pequeñas dosis, uno va a aprendiendo, resolviendo dudas, reforzando conocimientos y divirtiéndose un poco, porque algunas (columnas) sí que dan un poquito de risa.

Movimiento Interiorista debate temas literarios en Constanza

Por Emilia Pereyra

 Escritores leyeron textos y hablaron sobre el impacto tecnológico, la metafísica y San Agustín

El Movimiento Interiorista del Ateneo Insular realizó su acostumbrado encuentro mensual en Constanza, a donde se leyeron creaciones literarias y se abordaron temas como la metafísica en la creación, el impacto tecnológico y San Agustín de Hipona, pensador del cristianismo.

En la reunión, efectuada en el hotel La Posada Divina, Bruno Rosario Candelier, director de la Academia Dominicana de la Lengua y creador del Movimiento interiorista, expuso sobre la “Metafísica de la creación en la lírica de William Wordsworth”, notable poeta que se distinguió “por la intensidad lírica de su expresión” y su voz personal, original y auténtica, “dotada de un aliento emotivo y una hondura reflexiva en forma densas y profunda”.

“Creía Wordsworth que el poeta estaba llamado a despertar pasiones con su poesía. El poeta inglés hacía esta afirmación pesando en las connotaciones positivas que la pasión entraña, identificación afectiva y espiritual de elevados ideales y propósitos, y no dudo que este poeta metafísico eludía a la pasión del espíritu en su dimensión teopática por las intensas apelaciones intelectuales, estéticas y místicas que la dolencia divina provoca en las personas con alta sensibilidad espiritual y, en casos excepcionales, el don de la iluminación mística, que disfrutan los grandes iluminados de la sabiduría, el amor y la gracia”, expresó Rosario Candelier.

En su extensa disertación, el escritor mocano dijo que con Wordsworth cobró prestancia en la creación poética el amor a la naturaleza, la ponderación de lo viviente y la expresión de la ternura cósmica, valores espirituales que los poetas metafísicos ingleses potenciaron para contrarrestar los peligros que la prioridad al desarrollo material infligía al crecimiento del espíritu”.

En tanto, Luis Quezada disertó acerca de “San Agustín y la interioridad” y dijo que este pensador ha pasado a la historia como un paradigma de la búsqueda y la inquietud existencial.

“Tocó todas las puertas del saber de su tiempo, buscando la verdad y quedó siempre insatisfecho. Pasó por el platonismo, el neoplatonismo, estoicismo, epicureísmo, escepticismo, maniqueísmo, racionalismo fideísmo y muchas más”, dijo.

Agregó que, para San Agustín, el ser humano es un barril sin fondo y “es insaciable porque tiene hambre de trascendencia”.

Igualmente, el escritor León David leyó una profunda reflexión sobre el impacto del desarrollo tecnológico en la sociedad contemporánea.

Lecturas de textos literarios

Leyeron cuentos Emilia Pereyra, Rosbelisa Berroa, Miguel Solano y Andrés Ulloa. Además, hubo una lectura de poemas a cargo de Sandra Berroa, Miguelina Medina y Josanny Moní.

Los encuentros del Ateneo Insular procuran el desarrollo intelectual, estético y espiritual de los participantes de manera que puedan plasmar, mediante el estudio de la lengua y el cultivo de las letras, el arte de la creación literaria con la poética del Interiorismo para aderezar sus intuiciones y vivencias con la belleza sutil y el sentido trascendente.

Diario Libre – 02/09/2019

Anthonela

Una historia de amor que podría ser la tuya

Antonio Francisco Rojas Collado

Por Luis Quezada Pérez

 

Breves comentarios sobre la novela

Hace 50 años (1968), un servidor comenzó a dar clases en el Colegio “Santo Domingo Savio”, que presidía la Srta. Ana Virginia Ferreiras Guzmán.

Cincuenta años después (2018), un ex – alumno de la Srta. Virginia y de un servidor, el dinámico, creativo e inquieto joven Antonio Francisco Rojas Collado, produce su primera cosecha literaria: “ANTHONELA”.

Antonio Francisco es hijo de una pareja muy querida por quien suscribe, ya que Guigue Rojas fue uno de los primeros alumnos de la Srta. Virginia, que tengo entendido, si mal no recuerdo, que ella lo alfabetizó, a petición de doña Cheíta, una mujer muy dulce y encantadora. La madre de Antonio Francisco es Melenny Collado, que fue mi profesora de español en Bachillerato, y quien descubrió mis condiciones personales ante la Srta. Virginia. Ella es hermana de Fabio Collado, a quien siempre he estimado como un hermano.

Me ha sorprendido Antonio Francisco por dos razones: en primer lugar, por atreverse a incursionar en la narrativa literaria, a través de una novela muy insinuante, evocadora y provocadora. En segundo lugar, me ha prestigiado queriendo dedicarme en parte su trabajo a una persona que tuvo la dicha de ser su profesor en la etapa primaria de su vida. Agradezco tal distinción.

A través de una amiga común, la Lic. Keila González, que es la prologuista de la obra, supe de este proyecto hermoso de Antonio Francisco. Creo que su abuelo, don Antonio Rojas Badía, debe sentirse orgulloso de que en su prole familiar, uno de sus nietos incursione en el quehacer literario.

Me llenó de mucha satisfacción que Antonio Francisco dedique su novela de un modo especial a Ligia Minaya Belliard, que ya vive en la casa de los bienaventurados. Desde allá, Ligia, escritora de fuste, te seguirá inspirando, incentivando y alentando, pues supo ver sus condiciones “cuando Anthonela recién nacía”.

El prólogo de Keila recoge hermosamente el latir de la novela: “Anthonela es la historia que todos hemos vivido alguna vez, ese amor de secundaria que casi todos hemos tenido, salvo aquellos que no se atrevieron a rebelarse contra los típicos mandatos de la mayoría de progenitores. También -continúa diciendo Keila González – es la historia de amor prohibido que muchos conocemos, cargada con el ingrediente chispeante de los celos y con la rabia inevitable que se siente por no poder gritar a los cuatro vientos que se ama visceralmente a alguien”.

Es de mucha carga emotiva el testimonio que recoge el autor de Juan Santos, quien se considera “testigo del nacimiento de Anthonela, cuando aún rondaba entre la cien y el corazón del artista”.

Después de una brevísima introducción del autor, estilo poco común en la narrativa pero no descartable, nos introduce en lo que será la dinámica afectiva de la novela en cuestión. Nos presenta los SUJETOS de la novela (Frank–Anthonela); el LUGAR donde se da la trama narrativa (El Colegio); el OBJETO de la misma (encontrar el amor verdadero).El índice nos presenta el marco estructural de la novela, diseñada en 18 ligeros capítulos o apartados. El número 18 deja entrever inconscientemente que estamos ante una construcción “mayor de edad”.

La novela culmina con un corto epílogo de tres párrafos, que traduce en nostalgia espacial y temporal una ilusión que todavía pervive en los fueros internos del corazón de ambos, pero que alberga la esperanza de que “el destino…nos haría reencontrarnos de la forma menos esperada, para darnos una nueva oportunidad de ser felices”. El autor define para cerrar el drama de Frank y Anthonela como algo “que solo puede existir entre dos almas gemelas”.

Quiero, pues, reaccionar ante esta obra, que me parece una bella ilusión literaria de alguien que balbucea en las lides de la narrativa.Lo primero que quiero resaltar es que su autor no es un escritor consumado y dedicado. Es un joven brillante en su quehacer profesional, moviéndose “en altos puestos gerenciales”, presidiendo varias organizaciones, donde ha sido exitoso su trabajo como gerente ejecutivo; él mismo se considera un promotor de alianzas y sobre todo, un mecenas educativo. Se percibe como un hombre de alta vocación de servicio social.

Incluso este primer libro que nos entrega, él lo percibe como “una responsabilidad social”. Esta novela intenta ser un reto para “despertar todos los sentidos” e incluso, el autor desea que su puesta en circulación sea algo poco común, no por puro esoterismo, sino que sea capaz de simultáneamente armonizar la sensibilidad humana y la responsabilidad social. Me parece un gesto y un proyecto de su parte poco común en jóvenes tan tiernos como él.

Yo sé de dónde le viene esa sensibilidad humana, acompañada de tan acrisolada responsabilidad social. En primer lugar, de sus padres, de la familia Rojas-Collado; ambas familias han tenido un norte claro en este sentido, con respecto a los ascendientes de Antonio Francisco; en segundo lugar, por el Colegio “Santo Domingo Savio”, donde se echó la zapata educativa de su personalidad. El mismo me ha confesado que lo marcó para siempre cuando lo escogieron para dar clases en la escuela nocturna que tenía el Colegio. Fue un año que sembró valores que no se borran con los años; al contrario, se van acrecentando, a medida que uno asume compromisos personales y profesionales con la sociedad donde le ha tocado vivir.

Pienso que en gran parte, Anthonela es una experiencia autobiográfica del autor, en los tiempos que se fue a hacer el bachillerato en el Colegio “Las Américas” de Santiago.Creo que una presentación formal de esta novela implicaría muchas cosas para sintonizar con ella: música, baile, una pareja expresando rítmicamente su corporalidad; en una palabra, debe ser una verdadera fiesta de los sentidos, un derroche de sensibilidad humana y responsabilidad social.

No me atrevo a usar el bisturí de la crítica literaria que generalmente utilizo en el quehacer literario del Ateneo, al cual pertenezco, como miembro del Movimiento Interiorista, creado por ese gran maestro de la lengua, el insigne mocano Dr. Bruno Rosario Candelier, quien fue exaltado hace pocos años como inmortal del Templo de la Fama de la Provincia Espaillat.No. Me limitaré a degustar el tejido textual que fue hilando Antonio Francisco en su construcción narrativa. Si se me permite, quiero hacer de mi auscultación literaria, una noveleta dentro de la novela de Antonio Francisco.

En su primer apartado narrativo, que por la brevedad no se si llamarlo capítulo, todo transcurre como un “PRIMER DÍA”, comenzando con el “bus escolar” y culminando con “esa silla al lado de Anthonela”. La construcción de este primer apartado es ligera y ubicante. Aparecen los dos protagonistas (Frank–Anthonela); aparecen sus acompañantes (Ernesto, que protege a su hermana Anthonela; y Augusto, hermano de Frank, que presenta a su hermano con Ernesto). Y también aparece Laura, amiga y confidente de Anthonela. “Primer día” llena su cometido: el encuentro.

El segundo apartado lleva un nombre muy feliz: “MI RELIGIÓN”. Al iniciarlo, cualquiera se imagina que ambos protagonistas se van a conocer en sus niveles confesionales. Nada de eso. Se trata solamente de la religión de Frank. Se llama: “Anthonela”. Dice el autor: “Conocerla cada vez más se volvió una necesidad para mí, de manera que observar y reconocer su mirada, su dulzura y su belleza era mi trabajo de cada día, el cual hacía con una devoción casi religiosa”. La descripción que hace de los tres grandes grupos en que estaba dividido su curso, es muy gráfica y chispeante. Su Anthonela pertenece al segundo grupo, a cuyos miembros le llamaban “jevitos o plásticos” y parecían ser “hijos de papi y mami”.

Su tercer apartado “EL PRETEXTO”, es extremadamente corto, pero preciso en su objetivo: tener una excusa perfecta para acercarse a Anthonela. La “paletera de Alex” le facilitó “el encuentro casual diario y amistoso con Anthonela”. El pretexto era sencillamente “darle una menta”. Del pretexto pasamos a “LA SORPRESA”, nombre del cuarto apartado, donde suceden “las primeras ráfagas de celos” y su “primer sufrimiento por amor”. Si en el apartado anterior, el sentimiento “era como el aire, no importa la cantidad que inhales, siempre necesitas más para vivir”; en el apartado siguiente, Frank exclama: “¿Por qué siento que me falta el aire?” No se si el autor lo hizo conscientemente, pero con ambas frases juega hermosamente a expresar explosiones afectivas opuestas que bullen en su interior. Su antagonista -que él no llama por su nombre- y que se llevó a su Anthonela en una “Ford 350”, le hizo pensar si no se “había enamorado de la persona equivocada” o que se trataba de “un amor imposible”. El autor, a través de su personaje protagónico, lo expresa así: “Mientras yo le regalo mentas, este joven la recoge en su camioneta del año y puede ofrecerle cosas que obviamente yo no puedo”.

‘RENDICIÓN”, su quinta entrega, es el autoconvencimiento de que él (Frank) había perdido el control de su propia vida y cayó en la cuenta de que ella (Anthonela) tenía el control de su vida “y la capacidad de convertir mis días en dolor o felicidad”. Creo que desde el punto de vista psicológico, este apartado es uno de los mejor trabajados por el autor, a pesar de su excesiva cortedad.

“LA OPORTUNIDAD” es la antípoda de las dos entregas anteriores. Un nombre simboliza la nueva oportunidad que se le presenta a Frank en su vida: se llama Griselda, una maestra que le daría clases particulares, para rellenar sus lagunas académicas, ocasionadas por sus delirios afectivos. Pero, ¿por qué la maestra Griselda se convierte en “la oportunidad”? Porque también Anthonela había decidido tomar clases con ella “y que ella al enterarse de que yo iría allí, promovió que fuera con la misma maestra”. Ahora tendría la oportunidad de verse no solamente en el colegio sino en la casa de la maestra-refuerzo. Sin querer, Griselda se convirtió de un refuerzo académico en un refuerzo afectivo. Desde el punto de vista de la trama literaria, este apartado está bien logrado.

 “CONTRAGOLPE” es la antítesis del apartado anterior. Después que Rodríguez, su amigo, lo lleva a la casa de la maestra, un vehículo de lujo se adelanta a ellos y los llena de polvo. Es su contrincante, que trae en su hermoso carro a su hermosa Anthonela. El nombre de su opositor no puede ser más certero: Adonis. El se interponía de nuevo entre Frank y Anthonela. El autor cierra este contragolpe de esta manera: “Así fue como empezó esa tarde, en la cual nació un nuevo sentimiento, ya no solo eran celos, dolor, desilusión y rabia; ahora sentía impotencia y sobre todo, cansancio de luchar”. Definitivamente, la caracterización psicológica de los personajes que hace el autor, nos hace pensar si el que escribe es un novelista o un psicólogo, pues juega magistralmente con los sentimientos que afloran en aquel drama afectivo.

En “LA DECISIÓN”, “un Volkswagen del 1977” en malas condiciones que pertenecía a la maestra Griselda, fue el detonante que le hizo entrar a Frank dentro de sí mismo y comenzar a valorar su identidad, que hasta el momento, estaba alienada por el fetichismo afectivo en que lo envolvió Anthonela. Fue la frase de la maestra al responderle cuando le preguntó “por qué permitió que se deteriora tanto” aquel “cepillo” amarillo que ella utilizaba para trasladarse años atrás al colegio donde ellos recibían docencia, lo que le hizo despertar: “Aquello que no valoras, ni le das mantenimiento, llegará el día en que se convertirá en un estorbo, su reparación costará tanto que no valdrá la pena”. Intuyo que aquí se da el paso de la exterioridad afectiva a la interioridad que nos identifica como un ser único e irrepetible. De nuevo, un gran logro literario y hasta filosófico del autor.

“LA ESCALERA” da nombre al lugar en una discoteca donde Frank ve descender sola a su Anthonela. “Hoy o nunca” fue su consigna interior, “es mi oportunidad de poder bailar con ella”. Frank “dio la bienvenida a esta bella mujer que se había llevado consigo mi aliento”. Note el lector que el autor no habla en tercera persona y cuando se refiere a Frank está hablando de sí mismo. Por eso, la condición autobiográfica de esta narrativa salta a la vista.

Continuando en el ambiente de la discoteca, “EL BAILE” nos lleva a la experiencia más erótica hasta ahora narrada en la novela. Todo se inició al ritmo de la canción de Fernando Villalona, “Me muero por ti”. El autor dice: “Estábamos haciendo el amor bailando”. Lo que sucedió en los bailes continuos de aquella discoteca, trazó la línea de Pizarro afectiva. Ni el arrebato de Adonis, su contrincante, “quien de manera poco gentil me arrancó a Anthonela de los brazos y la sacó de la pista alejándola de mí, sin entender que el destino había hablado, que ya no existía fuerza humana que alejara estas dos almas y que era solo cuestión de tiempo para que se consumara el noviazgo”. Estamos en el corazón de la novela, en su epicentro literario.

A partir de la experiencia de “el baile”, comenzó una prolongada y profunda “COMPLICIDAD” afectiva entre Frank y Anthonela.  “Romance anónimo, de Narciso Yepes” henchía de vibrante amor las entrañas de Frank. El protagonista era consciente de que “me había llegado el momento”. Sigue el autor hablando en primera persona, refiriéndose a Frank.

Debajo de un árbol se vivió míticamente la experiencia parejal de Adán y Eva. Debajo de un árbol, Anthonela le expresa “la decisión de terminar su relación con Adonis”. Surgen en Frank “mis primeras lágrimas de amor” ante aquella confesión esperanzadora. Todo se vuelve canciones, cartas, poesías, mirarse al espejo. Está viviendo la magia del amor. Ya el contrincante está fuera del camino y no se interpone entre ellos. La felicidad adquiere una connotación eufórica, “por fin mis sueños se hacían realidad”.

Con el apartado titulado “EL BESO”, dice Frank (y el autor) “así empezó mi noche, la noche que no olvidaré jamás”. La canción de Juan Luis Guerra “25 horas” “que plantea que ese tiempo no es suficiente para amarse”, se convirtió en su himno de amor. Los cuatro párrafos finales de este apartado son una hermosa descripción del beso que experimentaron Frank y Anthonela. Como una nueva Eva, ella fue la de la iniciativa: “Bésame”. El entresijo de labios, lenguas y fluidos es tan intenso y tan real, que todo parecía “un sueño del que no se quiere despertar”.

Después del éxtasis del beso, viene casi por inercia “EL RITUAL”. Lo empezó Frank con su madre, tomados de la mano, girando y saltando. Luego continuó donde Oliva, su querida amiga. Allí esperaría a su Anthonela. Allí se juntaron Oliva y Rodríguez, “las dos personas más importantes en mi lucha por este amor” y allí “tendría la oportunidad de darles la noticia”. Allí se repitió de nuevo el éxtasis labial “y la besé como si no hubiera mañana”. En un momento, ella le dijo “las palabras mágicas que hasta ahora no había escuchado de sus labios. Te amo”. El apartado termina con un párrafo cargado de extrañezas: “Llegué a la casa y la llamé enseguida, le confesé que era muy feliz y que también la amaba. En medio de esa conversación apareció una solicitud de mi amada, y una promesa hecha por mí que cambiaría esta historia para siempre, y que he cumplido por más de veinticinco años? Si esto no es un nudo literario, ignoro lo que es el segundo criterio de toda novela, que inicia con una presentación, pasa por el nudo y termina en un desenlace.

Por eso, considero muy acertado que el apartado siguiente lo titule “EL SECRETO”. Una larga llamada telefónica, interrumpida por una breve pausa, destapó una solicitud por parte de ella que él no comprendía en aquel momento: “me pidió mantener en secreto nuestro noviazgo hasta que fuera el momento oportuno para hablar sobre ello con otros”. Aquel amor “que había puesto mi vida de cabeza, y que para colmo, ahora que finalmente lo había logrado, no podía compartirlo con nadie”. Sin dudas, aquí está el gran acertijo de toda la novela.

El secreto comienza a develarse lentamente al llegar a “EL PALACIO”, aquella tarde que ella me invitó ir a su casa. Anthonela le sugirió a Frank que pasara a buscar a Rodríguez “para que no llegara solo”. Primer velo que se cae del misterio. Cuando se comunicó para decirle que salía para su casa, “ella me informó que tendría que dejar el carro fuera y lejos para que si alguien llegara, no se percatara de mi presencia”. Segundo velo que se cae. Cuando entró, pensó que no llegaba a la casa de su amada, sino “al palacio de una reina”. Tercer velo que se cae. Cuando ella salió a recibirlos, “nos susurró que habían llegado unos amigos de su hermana y nos pidió que entráramos por la parte trasera para no ser vistos por ellos”. Cuarto velo que se cae. ¿En qué terminará todo esto? Hasta aquí, el autor deja embriagado al lector de una espera desesperante, de una intriga contagiosa y de una incertidumbre misteriosa. Esa es pues, una buena cualidad del bien narrar, lo cual le apunta en su haber un tanto al autor.

Algo grande se interpone entre Frank y Anthonela. Y no es Adonis. Es algo más grande, al parecer. Por eso, el apartado siguiente lo titula magistralmente “ELLA, EL MAR Y YO”. ¿Acaso existe algo más grande e inmenso que el mar en nuestro planeta? Tengo que confesar que todo lector avieso como yo, se adelanta a la narrativa, para imaginar su desenlace. He quedado frustrado en mis pretensiones. Supuse que este apartado abriría la brecha inconmensurable entre Frank y Anthonela. Fracasé en mi pretensión, porque no era la intención del autor. Me sentí despistado. Lo que yo imaginé como el fracaso de un amor, el autor lo llama “el bautizo de nuestro amor”. Me sentí más perdido que “el hijo de Lindbergh”. A pesar de que Adonis en cierta manera les persigue, allí no reside ya el problema. Tengo que confesar que al leerlo pensé que era un capítulo brillante desperdiciado. Me hice muchas elucubraciones, pensando que la metáfora del mar era la dimensión adecuada de aquel nudo. Pero en este capítulo, el mar no era una metáfora, sino que estaban en la casa de verano de la familia de Anthonela, donde se vislumbra el mar por todas partes. Confieso que este capítulo me rompió el esquema preconcebido que todo lector se va haciendo cuando está llegando al final de una novela. Me dije: “carajo, aquí no pasó nada; que desperdicio de oportunidad literaria”. Sin embargo, las entregas siguientes disiparán totalmente mi sabor amargo.

De entrada, me confunde más el título del apartado: “LADRÓN DE AMOR”. Pienso automáticamente: alguien le arrebata a Frank el amor de Anthonela. Y me equivoco medio a medio. Su lógica literaria sigue divorciada de la mía. En este apartado encontramos una Anthonela decidida a todo. Se fue a dormir a casa de Gina, “para que nada ni nadie pudiera empañar esa noche tan esperada”. Dice Frank: “Me parecía increíble y me daba muchas fuerzas ver cómo Anthonela estaba dispuesta a fugarse”. Y añade: “Por primera vez me sentí como un verdadero ladrón de amor”. Frank pudo aquilatar la firme decisión de Anthonela: “Dejó de temblar y me pidió que le prometiera que pasara lo que pasara, nunca dejaría de cuidarla, de luchar por ella y de protegerla”. En aquel momento “nos besamos y tomados de la mano decidimos iniciar la noche dispuestos a dejarnos llevar por el destino”. Llegan a “un lugar hecho para los enamorados” y “cuando menos lo esperábamos y más nos divertíamos, vimos que hacían su entrada Ernesto y Adonis, como dos personas más que buscaban entretenerse”. Lograron esconderse y escabullirse de aquella no grata presencia y llegando a un lugar paradisíaco, “Anthonela se lanzó a mis brazos repitiéndome varias veces: Nunca dejes de luchar por mí”. El párrafo final es elocuente: “En ese momento tomé su rostro entre mis dos manos, acerqué su boca a la mía y allí mismo bajo aquella luna rodeada de mil estrellas, se produjo aquel beso cargado más que todo de un deseo inmenso por hacerla mía, y como si ella hubiese sentido lo mismo, me miró fijamente y me invitó a un lugar secreto, diciéndome con la mirada que estaba preparada y decidida a todo”.

Así llegamos al apartado final, titulado “LA REVELACIÓN”, donde tampoco nuestros adelantos imaginativos acerca del desenlace fueron acertados. Esto cualifica más la calidad del trabajo narrativo del autor. Dicen que la luna es cómplice de nuestros sentimientos y afectos más hermosos. Por eso, este apartado final comienza con ella, en un rincón secreto de la playa. Como muy bien señala el autor, hablan más los cuerpos que las palabras. Hemos llegado al clímax de una verdadera “historia de amor”. Anthonela hace una advertencia premonitora: “Si algún día la distancia nos separa Frank, solo tendremos que mirar la luna en cualquier parte que estemos y nuestros corazones se unirán en aquel mismo instante”.

El lenguaje de las miradas es el más elocuente: “Mírame a los ojos, no quiero olvidar este momento jamás”, suplicó Anthonela. El amor intenso hace que el tiempo se detenga. Los griegos tenían dos palabras para hablar del tiempo: Cronos y Kairós. El primero es el tiempo cuantitativo, el del reloj; el segundo es el tiempo cualitativo, donde suceden las grandes cosas de la vida. Es el tiempo oportuno. En aquel lugar de la playa, bajo la luz de la luna, Frank y Anthonela viven plenamente su Kairós: “La miré y sentí cómo se paralizó el tiempo”, dice Frank. Insiste en que el tiempo no pase; Anthonela enfatiza que no cierre los ojos: “Mírame, no los cierres. Yo nunca los cerraré al besarte, pues adivino en el brillo de tu mirada lo grande y fuerte que es tu amor por mí”. El autor se vale de un augurio para cifrar el destino que espera a estas almas gemelas: “se levantaron desde el horizonte cuatro aves blancas de gran tamaño, agitando sus alas a gran velocidad y dirigiéndose hacia nosotros…llegamos jadeantes al lobby del hotel, sin percatarnos de que esto había sido una señal de que nuestro amor estaría sometido al mayor reto que pudieran enfrentarse dos almas gemelas, el tiempo y la distancia. Cada ave significaría tres años de distancia sin vernos y sin saber uno del otro, pero eso lo sabríamos algún tiempo después”. Y sorpresivamente, el autor no nos da explicaciones del desenlace que obligó a separarse a dos personas que nacieron para amarse.

El “EPILOGO” es abrupto en su cierre: el tiempo y la distancia separaron aquella pareja: “doce años sin verla y una distancia de 170 kilómetros de separación; mundos totalmente construidos, sin haber tenido la oportunidad de vernos, ni saber de cada uno durante todo ese tiempo”. La narrativa termina con un sabor esperanzador, que no describe, sino que juega con “la loca de la casa”, la imaginación, aquella que es mayor que la inteligencia y sobre todo más adecuada tenerla a nuestro lado en momentos difíciles. Como dijo una vez el genio de Einstein: “En tiempos de crisis, la imaginación es más importante que la inteligencia”. Un hálito lleno de una brisa suave cargada de esperanza sale al final de la pluma del autor en su penúltima frase: “Pero una vez más, el destino jugaría una ficha impensable y nos haría reencontrarnos de la forma menos esperada, para darnos una nueva oportunidad de ser felices”. Y la frase final nos transforma los sentidos, dejando los ojos luminosos, la piel erizada, el olfato perfumado el oído aguzado y el tacto ansioso: “Porque a pesar de todo lo que habíamos construido, siempre existió un vacío y una búsqueda inconsciente que solo puede existir entre dos almas gemelas”.

Concluyo mis ponderaciones sobre esta hermosa narrativa de Antonio Francisco Rojas Collado, catalogando esta novela como un velero suave, frágil, ágil, de ameno discurrir, intrigante, evocadora de sentimientos encontrados, provocadora de vivencias íntimas, de un candor exquisito, facilitada por una pluma que parece volar más que escribir, sentir más que razonar, imaginar más que pensar. Y lo más importante: es contagiosa. Nada mejor se puede decir de ANTHONELA que es “una historia de amor que podría ser la tuya”.

 

Luis Quezada Pérez

Anthonela, de Antonio Rojas Collado

Moca, Teatro Don Bosco, 7 de julio de 2019.

El castellano inicial americano

Por Marcio Veloz Maggiolo

No es un secreto que en la isla de Santo Domingo se inician los primeros usos del español o castellano en América. Son las fundaciones colombinas las que asientan en documentos considerados básicos, esos primeros usos, y es Cristóbal Colon el primero que trata de utilizar la lengua española en las páginas de su Diario recuperadas por el Bartolomé de las Casas. Digo que “trata” porque no era el castellano o español utilizado por el Almirante el mejor modelo del mismo en su tiempo, y porque a pesar de los afeites con que Fray Bartolomé de Las Casas lo acomodara para mejorar su acercamiento al castellano, don Marcelino Menéndez Pidal, en su estudio sobre la lengua de Colon, hace hincapié en el “portuguesismo” de la misma, sin dudas producto de sus ocho años de vida familiar en Portugal, y de su conocimiento del ámbito.

Las lenguas son, desde el punto de vista de los conquistadores, casi siempre una imposición, y quienes dejaron la huella inicial del español en América, no fueron tanto los cronistas ni los documentalistas, sino los que convivieron y estuvieron en contacto con las sociedades llamadas “originarias” y los que masivamente iniciaron el mestizaje. La documentalidad naciente no era para los millones de analfabetos americanos, sino para los mínimos lectores del reino, algunos de los cuales eran analfabetos a medias.

Un castellano popularizado se convirtió rápidamente en modo de hablar que consolidó su presencia desde la conquista, y que, en el caso nuestro, se enraizó en el uso conversatorio al punto de que no generó un creole o lengua criolla, sino que siguió siendo lengua castiza, cuyos arcaísmos se perciben en el habla dominicana actual.

Las ocupaciones producidas durante el segundo viaje de Colon con 1500 hombres y mujeres dispuestos a fundar y sembrar la cultura europea entre los aborígenes durante el establecimiento de la villa de La Isabela, en la costa norte de la isla de Santo Domingo, (cerca del lugar que el Almirante había denominado en su primer viaje como Monte de la Plata), obligaba a una relación cultural en la cual se detalla el aporte del indio y su aprendizaje, lo mismo que la necesidad de intercambio idiomático, iniciado por Colon durante su primer viaje al escoger al indio que llamó Diego, para convertirlo en “Lengua”, y el cual resulto de gran utilidad cuando Colon regresara a la isla con el grupo de indios que llevó a la Corte y que pidió bautizar para sorpresa de Fernando e Isabel. Esta actitud del Almirante, aunque respondiese al interés de conocer al través de este primer “lengua” los secretos de la sociedad taina, para lo cual deposito luego el encargo de aprender el lenguaje de los taínos en Fray Ramon Pané, puede considerarse como uno de los primeros asomos o intentos de la enseñanza del español en tierras americanas así como el primer intento de una manera de pedagogía en tierras de América, por cuanto los indios bajo el mando de Guarionex, recibieron en parte la inicial cristianización aprendiendo nombres y maneras del idioma de Castilla con el mismo Pané quien lo hubo de usar para su contacto con el aborigen y para la recolección de sus datos etnológicos.

La lengua es poder

En el segundo viaje de Colon, el Indio Diego, originario de las islas Bahamas, viene convertido casi en súbdito español, en traductor de la lengua taina, ramo de la arawaca continental, y más tarde, según el propio Las Casas en un hombre de cierto poder por su conocimiento del español y sus relaciones personales, al punto de que el Adelantado Bartolomé Colon, a quien terminó sirviendo, quiso proponerlo para hacer el “guatiao”, acuerdo matrimonial, con una de las indias del cacique Guarionex. No hay que dudar que el castellano hablado por el indio Diego, fuera modelo para los indios de su entorno. Figura fundamental por su conocimiento rudimentario y funcional, de la lengua de los conquistadores, sería el primer indio en hablar el castellano de manera entendible, aunque hay otros modelos sobre españoles que hablaron la lengua indígena o que desde el principio de la conquista asimilaron palabras y frases capaces de que lograsen un entendimiento con los pobladores isleños.

Sabemos que ante la necesidad de un contacto que permitiera a Colon entenderse con la población indígena, antes de finalizar el siglo XV ya Colon había planeado extender sus planes de hacerse entender y de hacer que la población india entendiera la lengua de España. Para eso había designado al cura Fray Ramón Pané, quien entrenaría indios de la zona donde habitaban los llamados macurijes, entre los que moraban los llamados “niurici”, sabedores de la lengua taina, general de la isla, y de la suya propia, destacándose por su facilidad para el aprendizaje.

Colón, que había asistido muy posiblemente al uso de “lenguas” en sus viajes africanos, poseía una experiencia sobre este aspecto usado por los portugueses y común a la trata de esclavos en las costas de África, las que visitó como marino durante su época portuguesa.

Listín Diario, 27 de abril de 2018

El correr de los días

El servicio de Fundéu dominicana

Por Bruno Rosario Candelier

 

A

Ruth Ruiz Pérez,

apasionada estudiosa de la palabra.

 Fundéu abre en R. D. su primera sede fuera de España

 La Fundación del Español Urgente (Fundéu), promovida por la Agencia Efe en Madrid, abrió una sede en República Dominicana, la primera fuera de España, por iniciativa de la Fundación Guzmán Ariza pro Academia Dominicana de la Lengua. El presidente de esta fundación, Fabio Guzmán Ariza, concibió y gestionó la instalación de Fundéu en nuestro país como un servicio de la Academia Dominicana y la Fundación Guzmán Ariza para propiciar el mejor desempeño idiomático de los periodistas dominicanos: “Las recomendaciones que emite Fundéu intentan ser una herramienta eficaz para los periodistas que tienen en el español su principal herramienta de trabajo”-dijo a Efe Javier Lascuráin, coordinador de la entidad-. Además, fomenta tareas específicas, coordinadas con la central de Madrid, sin romper la unidad de la lengua, ya que los consejos de Fundéu tienen en cuenta las variedades del español en el mundo. Lascuráin dijo que las recomendaciones podrán tener como referencia no solo obras de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española, sino también obras especializadas, como el Diccionario del español dominicano y el Diccionario fraseológico del español dominicano, confeccionados por la ADL y auspiciados por la Fundación Guzmán Ariza.

El objetivo principal de Fundéu es el buen uso del español en los medios de comunicación. Fundéu ofrece recomendaciones lingüísticas que sean útiles a periodistas y responde a través del correo electrónico, redes sociales y otras vías las dudas sobre el uso del idioma que plantean sus usuarios. El coordinador general de la Fundación del Español Urgente (Fundéu), Javier Lascuráin, visitó la Academia Dominicana de la Lengua. Fue recibido por su director, Bruno Rosario Candelier, y los académicos Fabio Guzmán Ariza, y dos académicos de la Fundéu local, Rafael Peralta Romero y Ruth Ruiz.

Lascuráin explicó que coordina Fundéu-BBVA en Madrid, dirigida por la agencia EFE, auspiciada por el banco BBVA y avalada por la Real Academia Española. Esta fundación procura auxiliar a los periodistas en el buen uso del idioma. Subrayó que no solo los periodistas están dispuestos a recibir y dar consultas, sino también a cualquier usuario de la lengua interesado en hacer un buen uso del español, aunque aclaró que como parte de la agencia EFE, el foco de su atención son los periodistas, puesto que cuanto mejor sea el idioma que circule por nuestro sistema de comunicación y cuanto mejor se hable en la radio y la televisión o se escriba en los periódicos y en las páginas electrónicas, mejor será el idioma de los ciudadanos.

Para Lascuráin es de mucha importancia conseguir que se escriba bien en los medios. Dijo que enfocan su labor en emitir cada día una recomendación lingüística pensada para periodistas: “Revisamos las noticias que escriben los periodistas y vemos las deficiencias y emitimos una recomendación a través de la Agencia EFE por la página electrónica, y luego respondemos consultas”. Explicó que del trabajo que hace Fundéu, el más exigente es el de responder consultas y, por tal razón, es importante que si se hace una consulta por las redes sociales, el receptor reciba una respuesta rápida y correcta.

Destacó que es la primera vez que se establece una Fundéu fuera de España y expresó que tiene mucha ilusión de que este proyecto salga bien. Cuando el director de la ADL le dijo que hicieron bien en comenzar por la República Dominicana, en respuesta a la petición que formulara Guzmán Ariza, le comentó que este fue el primer territorio americano conquistado, habitado y poblado por españoles, Lascuráin comentó: “Cogimos el mismo camino de Colón, empezamos por donde hay que empezar”.

Fundación del Español Urgente abre sede en República Dominicana

La República Dominicana contará a partir de julio con una Fundación del Español Urgente gracias al acuerdo firmado en Madrid por Fundéu BBVA y la Fundación Guzmán Ariza pro Academia Dominicana de la Lengua.

La Fundación del Español Urgente tiene como principal objetivo promover el buen uso del español en los medios de comunicación de todo el ámbito hispano hablante. Además de responder cada día a cientos de consultas de los profesionales de los medios y de personas interesadas en la corrección del idioma, emite recomendaciones que ayudan a los periodistas a resolver las dudas lingüísticas que surgen en el ejercicio de su trabajo: “Tratamos de que nuestra recomendación del día esté relacionada con alguno de los asuntos que están en la primera línea de la actualidad global: los papeles de Panamá, la moda internacional, los grandes acontecimientos deportivos, etcétera”, explica el director general de la Fundéu BBVA, Joaquín Muller-Thyssen. Y agregó: “Por eso nos ilusiona este acuerdo con la Fundación Guzmán Ariza: porque estamos convencidos de que puede ser el germen de iniciativas similares en otros países de habla hispana, de acuerdos con otras instituciones que nos ayuden a acercar cada vez más nuestro trabajo a los profesionales de cada país”, concluye el director de Fundéu.

Fabio Guzmán Ariza aseguró que este acuerdo “constituye la realización de un sueño” que nació con la Fundación misma, creada para dar apoyo a las actividades y publicaciones de la Academia Dominicana de la Lengua, como el Diccionario del español dominicano (2013) y el Diccionario fraseológico del español dominicano (2016), entre otras publicaciones: “En julio de 2008, meses antes de que existiera jurídicamente esta Fundación, Fabio Guzmán le envió un correo electrónico al director de la Fundéu, Joaquín Müller, haciéndole dos preguntas: ¿Cuáles serían las condiciones de una probable colaboración de Guzmán Ariza con Fundéu? ¿Hay posibilidad de establecer una Fundéu en República Dominicana?”. Guzmán Ariza, miembro numerario de la ADL, dijo que “no hay mejor manera para que la Fundación Guzmán Ariza cumpla su objetivo estatutario de elaborar programas de calidad idiomática que sirvan para asesorar a los medios de comunicación en el buen uso del idioma español, que aunando esfuerzos con la Fundéu BBVA, cuya trayectoria en este campo es inigualable”, dijo enMadrid el 7 de mayo de 2016.

Lanzamiento de Fundéu en la República Dominicana

  La Fundación del Español Urgente abrió un capítulo en la República Dominicana y celebró su acto de lanzamiento en Santo Domingo como Fundéu Guzmán Ariza con el patrocinio de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua y la asesoría de la Academia Dominicana de la Lengua.

El acto se realizó en el Hotel Marriott de la capital dominicana, donde se destacó que la creación de Fundé-GA tiene como objetivo el buen uso del español en los medios de comunicación. El maestro de ceremonias, Manuel Luna, explicó que el idioma español se ha convertido en el segundo idioma más hablado del mundo y, a través de los medios de comunicación es precisamente donde más se propaga y donde más se estimula el uso de la lengua española: “Por ese motivo nace la Fundéu Guzmán Ariza, para dar un servicio a los usuarios de la lengua, que somos los comunicadores, resolver inquietudes, dar una solución rápida a cualquier duda que tengamos sobre el uso correcto de nuestra lengua”, dijo.

Müller-Thyssen contó que hace poco Fabio Guzmán Ariza visitó la oficina de Fundéu-BBVA en España y expuso que quería hacer una Fundéu en Santo Domingo, de tal manera, que ya creada la Fundéu dominicana con la participación del filólogo y director de la ADL, Bruno Rosario Candelier, y las lingüistas María José Rincón y Ruth Ruiz Pérez.

“Yo no sé si la Fundéu-GA sea hija, prima o hermana, pero lo que sí sé es que es la Fundéu de América, la única institución que en estos momentos existe en este lado del Atlántico y, por lo tanto, esperamos que sea matriz, modelo y ejemplo para otros países hermanos”, comentó Müller-Thyssen. Resaltó que la creación de la Fundéu es el servicio a los periodistas que tienen el español como su principal instrumento de trabajo.   El director de la Fundación del Español Urgente señaló que la República Dominicana se convierte en el primer país fuera de España que cuenta con su propia Fundéu, y con firme certidumbre dijo: “Espero que esta Fundéu sirva de ejemplo y de estímulo al resto de los países de América Latina para que así, entre todos, contribuyan a mejorar el uso del español en los medios de comunicación”.

Luego fue presentado el consejo asesor de la Fundéu-GA, encabezado por Bruno Rosario Candelier, director de la Academia Dominicana; Fabio J. Guzmán Ariza, presidente de la Fundéu-GA y Ruth Ruiz, coordinadora.   Finalmente, Fabio Guzmán Ariza agradeció a los miembros y colegas de la Fundación Guzmán Ariza y, desde luego, a la Academia Dominicana de la Lengua, asesora oficial de Fundéu. Guzmán Ariza reconoció públicamente al actual director de la ADL como el más activo presidente que ha tenido la corporación dominicana en sus años de existencia. Explicó que la entidad dará recomendaciones tres veces a la semana sobre el mejor uso del idioma y serán dirigidas a los medios de comunicación dominicanos: “Esas recomendaciones se harán sobre la base de lo que se está viviendo en la República Dominicana o sobre la base de lo que está pasando en el mundo y, además de aparecer en nuestra página de internet, lo vamos a mandar a los periodistas y personas que tienen interés en la lengua”, dijo.

Tras recordar que “Los límites de mi lenguaje son los límites de mi mundo”, resaltó el lema de la Academia Dominicana de la Lengua, que reza “La Lengua es la Patria”, en la reunión efectuada en Santo Domingo, en el Marriott Hotel, el 19 de julio de 2016.

El rol de Fundéu Guzmán Ariza

La Fundación Guzmán Ariza ha auspiciado la publicación las obras emblemáticas de la Academia de la Lengua y ha incursionado en el área del español jurídico de la República Dominicana para mejorar el uso del idioma de modo que sea más sencillo, más preciso y más comprensible para los dominicanos.  La publicación deEl lenguaje de la Constitución dominicana en 2013, obra de Fabio Guzmán Ariza, en cuya presentación dijo que no le da vergüenza decir en público que nuestra Carta magna contiene errores de ortografía en el 80% de sus artículos: “Por más que me duela admitirlo, por académico y dominicano que soy, la influencia del lenguaje jurídico y del lenguaje general aun en el lenguaje culto es ínfima, en comparación al que tienen los comunicadores y los periodistas en general. No siempre ha sido así. Hace poco, en la presentación del Diccionario del español jurídico en España, en un acto revelador que don Bruno Rosario Candelier conocía, y es el dato de que en el Diccionario de autoridades, el primer diccionario elaborado por la Real Academia Española en el siglo XVIII, casi la mitad de los vocablos en ese diccionario tenían citas de fuentes jurídicas. Ese protagonismo lingüístico que compartían los abogados ha pasado a ustedes, los periodistas y comunicadores que tenemos aquí presentes. Son ustedes por definición, los hablantes de calidad y los modelos del buen decir. Cualquier presentador de un programa de televisión tiene más influencia en el habla general de los dominicanos que todos los académicos de la lengua.  No hay manera más eficiente y recta de moldear el buen uso del español en la sociedad dominicana que haciendo lo propio en los medios de comunicaciones.  ¿Puede la Fundéu Guzmán Ariza duplicar en nuestro país lo que ha hecho la Fundéu BBVA en España?  Creo que sí, aunque reconozco que hay un obstáculo: primero la falta de interés y el conformismo de muchos de nuestros comunicadores. Otro obstáculo es el complejo de inferioridad lingüística que padecemos los dominicanos. Ese fenómeno se manifiesta con particular gravedad en nuestro medio. Por ejemplo, nombramos los establecimientos comerciales en inglés, rechazamos las palabras del español patrimonial. En la República Dominicana se pasa de “hola” a decir “hello”. Redactando las cartas en los restaurantes escogimos una especie de cargamento, hay francés, italiano y el español abajo. Y recordando una frase favorita que la encontré en el Boletín no. 1 de la Academia, que don Bruno me dio hace tiempo y que un viejo académico dijo: “No hay necesidad de buscar en un idioma extranjero lo que en el propio se consigue mejor”, y eso es lo que tenemos que aprender. Como hablantes tenemos que tomar conciencia en algún momento de que una lengua no es mejor que otra, el inglés y el español son idiomas estupendos. Si el inglés entre nosotros es la lengua de prestigio, o es superior léxica o sintácticamente, es simplemente porque los habitantes de los países que lo hablan son más ricos. Ya lo dijo el académico español en Cartagena de Indias en el IV Congreso de la Lengua Española: “El enemigo del español no es el inglés, es la pobreza”. En 1942 el castellano fue el idioma de prestigio en Europa, y para probarle la certeza de esa aprobación, solamente quiero expresarle una frase que se le atribuye a Carlos I, pues dicen que él decía: “Hablo en italiano con los embajadores, en francés con las mujeres, en alemán con los soldados, en inglés con los caballos y en español con Dios”. A pesar de estos obstáculos confié plenamente que los comunicadores y académicos de la ADL, en unión con Fundéu Guzmán Ariza, tendremos el mismo éxito que la Fundéu en España”, dijo.

La primera recomendación de Fundéu Guzmán Ariza fue sobre “yipeta”. República Dominicana es el único país que creó una palabra para identificar este vehículo y en esa recomendación decimos que es una palabra dominicana y por lo tanto debemos adecuarla a la ortografía de la lengua española y escribirla con “y” y con “i”, “yipeta”; no hay necesidad de escribirlo en inglés y si se escribe en inglés, ponerlo en cursiva. Toda palabra extranjera consignada en un texto en español debe ponerse en cursiva para que se vea que es algo extraño a nuestro idioma. Fabio Guzmán exhorto a todos a que juntos ensanchemos nuestro horizonte y mejoremos nuestra lengua a través del estudio constante y el uso culto del español, que es nuestro idioma.

Fabio Guzmán hizo un recuento de lo que ha hecho Fundéu, uno de cuyos grandes logros son las recomendaciones gramaticales y ortográficas enviadas a los usuarios de nuestra lengua a través de sus correos electrónicos. La dirección de la ADL prepara un informe mensual sobre las actividades académicas con la crónica de nuestros actos y las ponencias que se presentan, que se envían a los miembros de nuestra corporación. En la comunicación académica se detallan los trabajos de la Academia y se envían también a los directores de las academias de nuestra lengua en todo el mundo hispánico, y, desde luego, a la presidencia de la Real Academia Española (RAE) y a la secretaría general de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE).

Guzmán Ariza comentó: “Con las publicaciones de las sugerencias ortográficas y gramaticales hemos llegado a unas 12.000 personas que reciben nuestras recomendaciones. Estamos trabajando para que llegue a más usuarios en sus correos. María José Rincón contó esta anécdota: “Hace unos años yo hice un artículo dedicado a la palabra “Gascue” porque ciertamente se escribe con “s” y no con “z”. Tengo dos compañeras que trabajan digitando direcciones, y las dos la escriben con “z”, a pesar de ese artículo y de que yo lo escribo con “s”. Para mí es batalla perdida, yo las dejo que cada una lo haga como le parezca. Pero, entonces, en estos días, me pregunta una de mis compañeras: ¿Gascue es con “s”, verdad? Digo: -Sí. Pero me sorprendió y me dijo: -Ah, es que lo he leído en Fundéu”.

El presidente de Fundéu GA aclaró que la recomendación que sale por la vía electrónica se organiza de dos formas. Se hace una lista de las correcciones y aclaraciones con relación a un tema. Y se aprovechan las coyunturas oportunas de sucesos actuales y se redacta con carácter de emergencia para publicar las recomendaciones.

Fundéu GA ha publicado en su página electrónica unas 300 recomendaciones sobre la escritura correcta de términos que aparecen en la prensa nacional o que se usan en programas noticiosos de radio y televisión, así como en medios digitales y redes sociales.

Con el asesoramiento de la ADL y la participación directa de Fabio Guzmán Ariza y Ruth Ruiz, cada semana los suscriptores de las recomendaciones gramaticales reciben la oportuna recomendación sobre el uso correcto de voces y expresiones usuales en la prensa escrita y en los medios de comunicación electrónica.Fundéu dominicana ofrece  recomendaciones idiomáticas en las cuales enfoca aspectos lingüísticos entemas de actualidad e interés general, y en tal virtud son numerosas las publicaciones en su página, así como el envío por correo electrónico a sus suscriptores, que en forma personalizada reciben este valioso servicio para su conocimiento y su correcta aplicación del español. Es una valiosa ayuda sobre la escritura correcta de términos y locuciones que aparecen en la prensa nacional, así como en los medios digitales y las redes sociales. La labor realizada por Fundéu GA trasciende el objetivo que se trazaron de impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación, puesto que puede utilizarse como material de apoyo a la docencia e involucrar a los estudiantes, nativos digitales, al uso de estas publicaciones, con lo cual aumentará el aprecio -especialmente entre los jóvenes-por el cultivo de nuestro idioma, que fomentará una conciencia lingüística con la determinación de comunicarse con más precisión, corrección y claridad en el uso de la lengua.

Las recomendaciones tocan temas variados, entre ellos la escritura de algunos topónimos nacionales, como Bahoruco, Bayahíbe o Los Minas; el uso apropiado de la tilde, de mayúsculas y minúsculas, así como propuestas alternativas a los anglicismos y otras voces extranjeras, por ejemplo, la polémica moneda virtual, bitcóin, válido en español con la tilde en la o. Aclaraciones del significado de palabras con escritura o pronunciaciones con cierto parecido como apóstrofo y apóstrofe. El primer vocablo es “signo ortográfico en forma de coma alta (‘) que, en los textos en español tiene varios usos, mientras que apóstrofe es una ‘interpelación vehemente en segunda persona’, figura retórica que consiste en dirigir la palabra con vehemencia a una o varias personas, presentes o ausentes, vivas o muertas, a seres abstractos o a cosas inanimadas, o dirigirse a sí mismo en iguales términos. Según el contexto, este vocablo puede ser sinónimo de “imprecación, denuncia, acusación, insulto, increpación, invectiva, catilinaria, dicterio, injuria agravio…».

En los citados ejemplos se puede constatar el invaluable aporte que hace Fundéu a los hablantes dominicanos interesados en mejorar sus competencias lingüísticas; de ahí que su beneficio puede ir más allá de los medios de comunicación. “El uso de este recurso serviría como un reforzador de buenos hábitos lingüísticos, si los dominicanos consultaran con frecuencia estas recomendaciones gramaticales”, precisó Ruth Ruiz.

Las recomendaciones sobre cuestiones ortográficas y estilísticas, con claves de redacción para actividades como premiaciones, el deporte, el carnaval o las ferias de libros. La página electrónica de Fundéu mantiene un servicio de respuestas a las preguntas con dudas lingüísticas que plantean los usuarios.

Aporte de Fundéu al mejor uso de la lengua

 La Fundéu Guzmán Ariza se ha consolidado como un referente importante para dilucidar dudas sobre vocablos y usos del español. La afirmación anterior se fundamenta en el hecho de que esta entidad de servicio atrae el interés de los hablantes nativos o extranjeros que interactúan en la nación dominicana. He aquí una muestra:

“A propósito de que la tormenta tropical Dorian podría afectar parte del territorio dominicano, se ofrecen algunas claves para una redacción precisa de las noticias sobre este y otros fenómenos propios de la temporada ciclónica.

Dorian, sin cursiva ni comillas

De acuerdo con la Ortografía de la lengua española, los nombres con los que se conocen los huracanes, tormentas, ciclones y tifones se escriben en redonda y sin comillas ni ningún otro resalte,

  Estado de emergencia, en minùscula 

La fórmula estado de emergencia (‘una situación oficialmente declarada de grave peligro por

conflictos sociales, catástrofes naturales u otras razones’) se escribe en minúscula puesto que en este caso «estado» equivale a «situación», no a la forma de organización política del país.

 Mejor el Caribe y las Antillas que El Caribe o Las Antillas

Los sustantivos el Caribe y las Antillas, así como las Antillas Menores y las Antillas Mayores, se escriben con el artículo en minúscula, tal como indica la ortografía académica.

El artículo se contrae con las preposiciones a y de: «La tormenta Dorian ya se mueve en aguas cálidas al este del mar Caribe y sus bandas todavía continúan al este de las Antillas Menores».

 Prever, no preveer

El verbo prever está formado por el verbo ver y el prefijo pre, es decir ‘ver antes’, y debe conjugarse igual que ver. Debe evitarse la forma preveer debido a su semejanza con el verbo proveer: «Se prevé que Dorian afecte a Puerto Rico y la República Dominicana el jueves», no «Se prevee que Dorian afecte a Puerto Rico y la República Dominicana el jueves».

 Tiempo no es lo mismo que meteorología ni climatología

Las expresiones condiciones atmosféricasestado del tiempo o, simplemente, tiempo son las adecuadas para hablar del estado atmosférico en un lugar y un momento dados, y no los términos meteorología (‘ciencia que estudia los fenómenos atmosféricos’) ni climatología(‘estudio del clima’ y ‘conjunto de las características propias del clima de una región determinada’), de modo que en frases como «La Onamet señala en su último boletín que la meteorología sigue bajo los efectos asociados a los campos nubosos del sistema de baja presión» lo apropiado sería decir «La Onamet señala en su último boletín que el tiempo sigue bajo los efectos asociados a los campos nubosos del sistema de baja presión».

Desde que inició sus operaciones en el país, FundéuGA hace tres recomendaciones cada semana en las cuales enfoca aspectos ortográficos y gramaticales de temas de actualidad e interés general, por lo cual ya se han publicado más de doscientos artículos en su página electrónica, así como también el envío por correo electrónico a más de doce mil suscriptores, quienes reciben en forma personalizada este valioso servicio concebido y realizado para lograr un mejor desempeño de la lengua. Estas recomendaciones lingüísticas también las publican varios medios de comunicación impreso y digital en República Dominicana”.

La labor realizada por Fundéu GA fomenta el buen uso del español en los medios de comunicación, recomendación que algunos profesores utilizan como material de apoyo a la docencia e involucran a los estudiantes en el uso correcto del idioma, con lo cual se incentiva un mejor cultivo de nuestra lengua, fomentando una conciencia lingüística para comunicarse con precisión, corrección y claridad.

Las recomendaciones ortográficas enfocan temas variados, como la forma adecuada de la escritura de expresiones de uso frecuente en ambientes académicos, como el latinismo honoris causa, que recomienda usar en cursiva y en minúscula, contrario al uso habitual. Con relación a términos y expresiones provenientes de una lengua extranjera, se dan sugerencias, como las de escribir ciberlunes, por cybermonday; día de acción de gracias, en lugar de thanksgiving; viernes negro, en vez de blackfriday; yogur por yogurt; o polocher en lugar del anglófono poloshirt.

Algunas aclaraciones sobre el significado de palabras con escritura o pronunciaciones con cierto parecido, como el verbo arrogar, que significa ‘atribuir, adjudicar’, sobre todo cosas inmateriales como facultades, derechos u honores, que no debe confundirse con abrogar, que significa ‘abolir, derogar’ (una ley, un código). Aplicadas las normas pertinentes a los ejemplos citados, habría de escribirlos así: “Y me arrogo el derecho de expulsar a quien no se adapte…”, “El alcalde no se puede arrogar atribuciones como esa” o “Quien mandó a cortar esos árboles se arrogó funciones que no le corresponden”.

Podemos constatar en estos y otros ejemplos el valioso servicio de Fundéu a los hablantes dominicanos interesados en mejorar sus competencias comunicativas orales o escritas.

La página electrónica de Fundéu, un servicio de la Fundación Guzmán Ariza y la Academia Dominicana de la Lengua, mantiene una comunicación constante con respuestas a consultas y dudas lingüísticas que plantean los hablantes. Cualquier usuario de la lengua puede consultar sus inquietudes y sus dudas, que Fundéu, presidida por Fabio Guzmán Ariza, redacta las recomendaciones y responde las consultas.

 El servicio de Fundéu a favor de los hablantes dominicanos

  Durante la celebración del VIII Congreso Internacional de la Lengua Española, celebrado en la ciudad de Córdoba, Argentina, en la última semana de marzo de 2019, quien escribe recibió el testimonio de varios académicos y directores de academias del mundo hispánico sobre el servicio que la Academia Dominicana de la Lengua ofrece, a través de Fundéu Guzmán Ariza en su plataforma electrónica para dar a conocer el uso correcto de determinados vocablos del español a la luz de la normativa ortográfica y gramatical de nuestra lengua. Fue un testimonio espontáneo, expresado por intelectuales y académicos hispanoamericanos, asiáticos y europeos, y todos ponderaron el valioso servicio de Fundéu dominicana a favor del uso correcto de voces y expresiones idiomáticas del español.

En diversos escenarios he ponderado, y así lo reiteré en el Congreso de Córdoba, el aporte de Fabio Guzmán Ariza, María José Rincón, Ruth Ruiz Pérez, Rafael Peralta Romero y Roberto Guzmán, valiosos académicos dominicanos, al estudio de nuestra lengua a través de una fecunda labor de promoción lexicográfica, servicio que publican cada semana, con oportunas recomendaciones ortográficas y gramaticales para mejorar el uso del español que presentan desde esa instancia de servicio a nuestra lengua, cuyos beneficiarios aumentan mediante la vía del correo electrónico: “El servicio que hace la Academia Dominicana de la Lengua a través de Fundéu es altamente encomiable”, me expresó don Wilfredo Penco, director de la Academia Nacional de Letras, de Uruguay. Otros escritores presentes en el citado cónclave académico me dijeron que con la Fundéu dominicana estaban aprendiendo la gramática de nuestra lengua con las observaciones y sugerencias que cada semana leen en los informes de la Academia Dominicana de la Lengua. Y uno de los académicos chinos, presentes en ese memorable congreso de la lengua española en la hermosa ciudad de Córdoba, me dijo que leía con suma atención las recomendaciones ortográficas y gramaticales de nuestra Fundéu, lo que valoraba con énfasis por el aprendizaje que adquiría para hablar y escribir mejor nuestro idioma con las pautas establecidas por el organismo rector de nuestra lengua.

En efecto, las recomendaciones gramaticales del español urgente, pautadas por Fundéu, constituyen un singular aporte lexicográfico para motivar el uso ejemplar del español. Este servicio idiomático fue una hermosa iniciativa cuyo principal objetivo es impulsar el buen uso del español en la República Dominicana y entre los hablantes de nuestra lengua de cualquier parte del mundo, beneficio que se publica en la red informática del correo electrónico.

   Finalmente, va este ejemplo: Términos como linaje, estirpe, abolengo, prosapia, alcurnia, ascendencia u origen son preferibles a pedigrí cuando se alude a una persona y no a un animal. En los medios de comunicación dominicanos es muy frecuente el uso de pedigrí para referirse a personas, en especial respecto de las cualidades de deportistas o artistas, como en los siguientes ejemplos: «No hay dudas del pedigrí de Fernando Tatis Jr. para jugar en las Grandes Ligas», «Cuando se ve el pedigrí del joven torpedero, uno puede pensar que el destino del dominicano fue ser pelotero» y «El doctor confiesa que no reconoció a la atleta [Brenda Castillo, estrella de la selección dominicana de voleibol, equipo ganador de la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Lima]… Ayer lunes fue que se enteró del pedigrí de su paciente».

El Diccionario de la lengua española define la palabra pedigrí, derivada de la voz inglesa pedigree, como ‘genealogía de un animal’ o ‘documento en que consta el pedigrí’, sin referencia alguna a los seres humanos. Aunque en inglés pedigree sí denota la ascendencia tanto de animales como de personas, no ocurre lo mismo en español con pedigrí. Lo apropiado en nuestro idioma para referirse a personas es usar palabras como linajeabolengo, prosapia,alcurniaascendencia, estirpe, genealogíaorigen e incluso importanciarelevancia cualidades, según el contexto. Por ello, en los ejemplos citados habría sido más adecuado escribir: «Cuando se ve el linaje del joven torpedero, uno puede pensar que el destino del dominicano fue ser pelotero», «No hay dudas de la estirpe de Fernando Tatis Jr. para jugar en las Grandes Ligas» y «El doctor confiesa que no reconoció a la atleta… Ayer lunes fue cuando se enteró de la relevancia de su paciente».

Fabio Guzmán Ariza, Ruth Ruiz y este director han organizado talleres de ortografía y redacción, así como cursillos de temas lingüísticos para motivar el estudio de la lengua. También aclaramos las dudas que plantean los hablantes dominicanos, lo mismo en periódicos impresos o a través de las redes sociales, como lo hacen el departamento de “Español al día”, de la Real Academia Española, la Fundación del Español Urgente (Fundéu española), la Fundéu GAy la Academia Dominicana de la Lengua, promotoras del servicio idiomático a favor del español dominicano.

 

Bruno Rosario Candelier

Academia Dominicana de la Lengua

Santo Domingo, Ciudad Colonial, 7 de sept.de 2019.

 

Manejemos mejor «dar al traste»

 Por Tobías Rodríguez Molina

Con frecuencia no acertamos  al  emplear grupos sintácticos, expresiones adverbiales, frases hechas, etc.  Un caso de frase hecha que muchos  usuarios  no suelen emplear con el sentido que la lengua le ha asignado es el de la expresión “dar al traste”. Esta frase significa “destruir, romper, echar a perder, eliminar…” (Dar al traste, El Español Nuestro, Granma). Sin embargo, se viene utilizando con frecuencia, en los medios de comunicación y en el habla de muchas personas, sin importar su nivel  cultural, como sinónimo de “conseguir, lograr, obtener un resultado positivo…” Un ejemplo de esta última acepción de lograr algo positivo, sería “Dio al traste con la victoria del equipo X”. Se quiere expresar que el equipo  obtuvo la victoria, aunque realmente se dice lo contrario; es decir, de acuerdo con el significado original de la expresión “dar al traste”, se ha expresado en esa expresión noticiosa que el equipo no logró la victoria, que “echó a perder la victoria”.

Hace poco, en un programa de televisión originado en la capital dominicana,  se le escuchó  a un  prominente político nacional decir que su partido se  está preparando y fortaleciendo para “dar al traste con la elección de muchos y buenos legisladores en el próximo certamen electoral.” Ese político, lleno de optimismo, quiso decir que su agrupación política lograría un resultado positivo en el venidero certamen electoral de nuestro país, pues serían elegidos muchos senadores y diputados de su partido. Un hablante del español  que empleara “dar al traste”  con su sentido propio y que   hubiera escuchado a ese político, pensaría que el mismo está anunciando el fracaso de su partido en esas elecciones, que harían un mal papel en la misma, que es todo lo contrario a lo que él quiere expresar.

Hay que reconocer, sin embargo, que en  muchas ocasiones, en República Dominicana también se escucha, y se reproduce en nuestros medios de comunicación,  “dar al traste” con su valor semántico de destruir, acabar, eliminar. Es así como escuchamos a voceros de grupos en protesta afirmar que “Los habitantes de estas comunidades estarán luchando hasta  dar al traste con los problemas que los aquejan.”  Ese sí es el verdadero sentido de la  aludida y comentada frase.

Ahora bien, parece que los dominicanos, que somos muy creativos, le hemos añadido a esa expresión el sentido positivo con el que la está  empleando un porcentaje elevado de dominicanos, aunque, hasta donde tengo conocimiento,  todavía ese fenómeno no se ha  medido estadísticamente  ni  en el país ni en otras latitudes.

A pesar de eso, me parece  conveniente que, especialmente las personas de un elevado nivel académico, caigan en la cuenta del mal uso que le dan a “dar al traste” y que, por lo tanto,  es de desear que la empleen con el sentido que le asigna  la semántica del castellano, que es el de “lograr eliminar algo negativo” y no el de “conseguir o lograr algo positivo”.  Una forma de  evitar el empleo de esa frase en sentido positivo  puede ser no usar   “dar al traste”, sino el significado sinónimo que le atribuyen los que la emplean en sentido positivo. Por ejemplo, el político que afirmó que su partido  “se  está preparando y fortaleciendo para dar al traste con la elección de muchos y buenos legisladores en el próximo torneo electoral”, pudo haber dicho que su partido “se está preparando y fortaleciendo para lograr la elección de muchos y buenos legisladores en el próximo torneo electoral.”  Y eso no parece algo muy difícil de conseguir. Basta con hacer un mínimo esfuerzo. ¡Manos a la obra! Un empleo de nuestra lengua española más apegado a lo que se nos pauta, nos ayudará a lograr una mejor comunicación de ideas y mensajes en nuestro compartir con los demás.

Salido, nutriólogo/nutricionista, desabastecimiento, culpatorio

Por Roberto E. Guzmán

SALIDO

Este vocablo posee reconocimiento merecido en los diccionarios generales de lengua española.

En el habla de los dominicanos se ha oído esta voz desempeñando funciones de adjetivo o de sustantivo. Lo más interesante es que la acepción que se le asigna en las conversaciones no se ciñe a lo acostumbrado que los diccionarios antes mencionados le asignan al vocablo.

Salido equivale a imprudente. Se aplica a la persona que acostumbra a emitir su opinión sin que se le pida. Da su parecer acerca de temas sobre los cuales no se le reconoce atribución alguna, pues no se le reconoce facultad sobre el o los temas sobre los cuales opina.

Se ha oído usado también con respecto de niños o jóvenes que incursionan sin ser invitados en las conversaciones de los mayores. En algunos de estos casos se considera este proceder como un entremetimiento, un atrevimiento.

La espontánea intervención en que se incurre con su conducta el “salido” hace que se le designe con la voz, pues “sale” de lo normal, se destaca, sin que ello merezca la calificación de sobresalir, pues a veces se reserva el último verbo en el habla para acciones que se califican como positivas.

Si se logra demostrar el uso o, si se encuentra algún texto con el uso de la voz estudiada aquí en el habla de los dominicanos, habrá que consignarla en los lexicones de voces propias dominicanas.

 

NUTRIÓLOGO – NUTRICIONISTA

“La pediatra NUTRIÓLOGA. . .”

Las dos voces del epígrafe hace tiempo que circulan en los medios de comunicación masiva. En algunas ocasiones los redactores usan una u otra de las dos voces de manera indistinta. Esta utilización indiscriminada va en perjuicio de la claridad con respecto de la diferencia que se perfila entre las dos voces. En el cuerpo de esta sección se vaciará lo pertinente a ambas voces para aclarar lo relativo a ellas.

No hay que mostrar sorpresa si algunas voces cobran notoriedad, si su uso aumenta. Ese auge en el uso obedece, antes que a alguna otra circunstancia, a la realidad misma de la lengua que es el medio de comunicación entre los humanos y sufre modificaciones propias de un órgano vivo.

El diccionario oficial de la lengua solo reconoce la voz nutricionista y para esta consigna que es especialista en nutrición.

El Nuevo diccionario de voces de uso actual (2003:850) recoge la voz nutrólogo en tanto “especialista en nutrición” y trae ejemplos sacados de publicaciones periódicas que van hasta el año 1993 y 1995. El Diccionario de uso del español (2007-II-2079) también registra esta voz. Esta voz parece que no tuvo buena fortuna, pues el diccionario oficial de la lengua española no la asienta. El Diccionario del español actual (1999-II-2252) trae la voz nutrólogo; además, consigna la voz nutrología definida como, “Parte de la medicina que trata de la nutrición”.

La diferencia que algunas personas establecen entre las dos voces del título es que el nutricionista es un especialista en nutrición, al tiempo que el nutrólogo o nutriólogo es un médico especializado en nutrición. En México usan la voz nutriólogo que asignan a la persona que cursa una carrera educativa más larga.

Es posible que en un futuro no muy lejano entren las voces nutriólogo y nutrólogo a la lista oficial de la lengua común para satisfacer así las demandas del uso.

 

DESABASTECIMIENTO

“. . .quedando evidenciado el DESABASTECIMIENTO que tenemos en nuestro Código Penal. . .”

Leer la frase copiada trae sorpresa por no decir desazón. La palabra destacada en el texto copiado sobresale de entre las demás porque no parece que tenga cabida en ese contexto. Eso que acaba de enunciarse se demostrará en el curso de esta sección.

Este desabastecimiento tan fuera de lugar en este entorno en el español esmerado y en el corriente se acepta con la acepción, “falta de determinados productos en un establecimiento comercial o en una población”. Así consta en el diccionario respetado oficialmente de la lengua general.

Tan pronto se leen en la acepción algunas palabras que llaman la atención se descalifica el sustantivo para utilizarlo acerca de un código. Esos conceptos son, productos, establecimiento comercial y población.

Las tres palabras tomadas de la acepción colocan a desabastecimiento lejos de un código penal. Muchas palabras más cortas habrían desempeñado mejor el papel en lugar de ese “multisílabo”. Piénsese en carencia, falta, ausencia, defecto, imperfección, falla, error. Cada uno de estos vocablos hará necesario que se introduzcan ajustes en la redacción; pero en cada caso la exactitud y la claridad de lo expresado saldrá ganando.

Menos palabras rebuscadas aseguran en la mayoría de los casos una mejor comprensión de parte de la mayoría de los lectores.

 

CULPATORIO

“. . .consideró que el expediente no contenía pruebas CULPATORIAS. . .”

Mediante la redacción de la frase copiada más arriba puede uno darse cuenta de que el asunto a que esta pertenece es de índole legal o jurídico. Esa constatación hace que se encaminen los pasos indagatorios en esa dirección.

La voz del epígrafe no ha dejado rastro perceptible en el español usual y, eso es algo que hace más difícil el estudio de esta. Lo que significa la oración anterior es que los diccionarios usuales no registran la voz en cuestión. No existe reconocimiento oficial de esta en el seno de la lengua común.

No hay duda algunas con respecto a que en el seno de la nueva voz se encuentra una conocida, culpa. Con un tipo de construcción semejante a la voz estudiada aquí puede citarse en el español tradicional la voz exculpatorio, que como era de esperarse es “que exculpa”. Exculpar a su vez es que declara inocente a la persona de que se trata.

La otra palabra patrimonial del español es inculpatorio; que dicho de una cosa: “Que inculpa o sirve para inculpar”. Inculpar es culpar o acusar a alguien de algo. Inculpar puede aceptarse por atribuir una culpa o delito a una persona.

Una vez expuesto lo que consta más arriba, vale que uno se plantee la pregunta, ¿de dónde sacan este culpatorio?  Es una traducción o adaptación libérrima del inglés culpatory. Esta voz del inglés es calificada de rara en el Webster´s New Twentieth Century Dictionary (1975:4439). Allí la definen como culpabilización, condena de un delito o falta; acusación o atribución de la culpa.

Después de este estudio cabe que se pregunte si se ha ganado algo con la voz creada. No parece que haya introducido un elemento nuevo en el español jurídico.

Mar adentro, inminente/eminente, contrarrestar/contra restar, medioevo/medievo/*medio evo, enfilar los cañones/*afilar los cañones

Por Roberto E. Guzmán

MAR ADENTRO

“. . .sin aventurarse MAR ADENTRO debido a viento. . .”

En el español general “mar adentro” es una locución adverbial que da a entender que quien ejecuta la acción se dirige “hacia alta mar, alejándose de la costa” que es la forma en que el Gran diccionario de la lengua española de Larousse la define.

La razón por la que se trae a estos comentarios acerca de la lengua y del español dominicano es porque para significar esa misma acción los dominicanos utilizan otra locución.

Mar afuera” es la locución sustantiva con que los dominicanos señalan el “lugar del mar más alejado de la costa”. Esta locución es compartida con otros países de Hispanoamérica; entre esos países están Panamá, Cuba, Uruguay.

Lo que llama la atención en estas dos locuciones es que usan palabras que son opuestas en sus acepciones individuales para transmitir el mismo mensaje. No es extraño en las lenguas que fenómenos como este sucedan, no hay que olvidar que las lenguas no son creaciones lógicas en todos sus elementos.

 

INMINENTE – EMINENTE

“. . .y la más EMINENTE amenaza de destrucción de . . .”

He aquí dos palabras que tienen bastante parecido. Con ellas sucede algo que no es extraño en las lenguas; como consecuencia de las semejanzas algunas personas las confunden. No es menos cierto que a pesar del parecido fonético entre ambas, existe mucha distancia entre las dos en lo referente a las significaciones. Se examinarán más abajo las principales acepciones de estas dos palabras.

Se examina primero el adjetivo inminente porque es el que debió aparecer en la frase que se copió al principio de esta sección a manera de ejemplo del uso equivocado. Conforme con lo que el diccionario oficial de la lengua española entiende, el adjetivo en cuestión se usa para referirse a lo que amenaza o está para suceder prontamente.

La otra palabra, eminente, no se considera que “quepa, encaje” en la frase por las características que se destacarán más adelante. Eminente es alto, elevado, pero es algo o alguien que descuella entre lo que lo rodea. Es algo o alguien que sobresale en mérito u otra cualidad.

Su subrayaron los rasgos que impiden que se utilice eminente en casos relacionados con amenazas, pues eminente solo tiene relación con atributos de mérito o cualidad superior a las demás cosas o personas.

 

CONTRARRESTAR – CONTRA RESTAR

“. . .otorgar numerosas patentes de corso para CONTRA RESTAR y combatir. . .”

No acaba de entenderse como es que con tanta frecuencia haya personas educadas que no entiendan que algunas palabras deben su sentido a que en su seno llevan otras dos conocidas; pero ese nuevo sentido solo se produce cuando las dos palabras van unidas en un solo vocablo.

Lo que se explica en las oraciones anteriores es lo que se constata en la frase que se reproduce a modo de ejemplo de la errónea representación gráfica.

Las palabras contra y restar tienen su propio significado muy bien ganado a través de la historia de la lengua; eso así cuando se usan separadas, cuando se utilizan de manera independiente.

Otra cosa muy diferente sucede en los casos en que se emplea el verbo contrarrestar, así. en una sola palabra, pues el sentido que transmite es distinto. Todo lo enunciado aquí se detallará en la exposición siguiente.

Contra por sí solo puede desempeñar distintas funciones; esto es, es preposición para denotar oposición, contrariedad. Puede significar “enfrente, apoyado en, mirando hacia”, también “a cambio de”. Desempeñando funciones de sustantivo masculino significa “concepto opuesto a otro”.

Tomado aisladamente restar en matemática es quitar una cantidad a otra. Sirve también para indicar “hacer que una cosa disminuya”. Transmite el mensaje acerca de la parte que queda de una cosa.

Una vez terminadas las operaciones anteriores, puede examinarse lo referente al verbo contrarrestar. Una significación es, “hacer frente y oposición a algo”. Otra es, “paliar o neutralizar el efecto de algo”. La tercera acepción se relaciona con el deporte.

Por el tipo de redacción de la frase citada, el verbo contrarrestar debió emplearse para llevar al lector ya sea la idea de hacer frente y oposición, o, neutralizar el efecto.

Tan pronto como se lee la frase al amparo de lo explicado queda demostrado que no conduce a buena comprensión escrito en dos palabras separadas porque no le confiere sentido a lo escrito.

 

MEDIOEVO – MEDIEVO – *MEDIO EVO

“. . .que evoca a las tragicomedias del MEDIO EVO, donde la feudalidad. . .”

La Edad Media se conoce también por medio de otras dos maneras de representarla en la escritura; esto es, en una sola palabra que ahorra esfuerzo y espacio. Esas dos otras formas antes mencionadas constan en el título de esta sección.

En la historia se conoce este período situándolo entre dos acontecimientos históricos que son, la caída del imperio romano de Occidente y el descubrimiento de América. La Edad Media la dividen algunos historiadores en períodos más cortos.

Medieval y medioeval son derivados cultos del bajo latín médium aevum “Edad Media”. Conforme con lo que escriben Corominas y Pascual parece que fue en Italia donde se documentó por primera vez la voz medieval. En inglés se registra desde el año 1827. Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico (1980-II-545).

Las palabras, medievalidad, medievalista, medievo, medioevo entraron en el Diccionario de la Real Academia en la decimoctava edición, en el año 1958 (1958:861-2). En español se conoció de la palabra medioevo desde el año 1884, aunque su entrada oficial tardó mucho tiempo.

 

ENFILAR LOS CAÑONES – *AFILAR LOS CAÑONES

“. . . AFILAR LOS CAÑONES al gobierno de turno y sus dirigentes. . .”

En la expresión destacada en la cita hay que señalar dos asuntos. El primer reparo que hay que hacerle es con relación al error en la selección del verbo, pues el verbo afilar no tiene cabida en este lugar común. El segundo asunto es en lo referente al estereotipo mismo, pues es una práctica que debe evitarse en buena redacción. Los dos asuntos se verán por separado en el cuerpo de esta sección.

Los estereotipos son tolerados sobre todo en los casos en que el escritor los destaca colocándoles unas comillas para que se sepa que lo hace de propósito. La expresión estereotipada recibe otros nombres, entre ellos el de cliché, clisé, y D. Fernando Lázaro Carreter la tipifica en tanto “banal y escasamente significativa”. Diccionario de términos filológicos (1962:94). Por tanto, se considera trivial porque los hablantes la repiten a menudo.

Algunos autores distinguen el cliché del lugar común o tópico porque este se refiere solo al sentido y no a la expresión. En otras palabras, es un sintagma fosilizado que el hablante selecciona entre lo que ya está disponible y en consecuencia pierde eficacia por ser banalmente repetitivo.

El Diccionario de uso del español (2007-I-528) trae que “enfilar los cañones” a alguien es de uso en Cuba y se utiliza para expresar, “Observarle con atención para sorprenderle haciendo algo que no desea que se sepa”.

En el habla cotidiana se ha advertido que se usa la expresión para denotar que la acción se encamina en dirección o contra alguien o algo. En algunos casos equivale a una amenaza velada, o por lo menos, a una fuerte advertencia.