Guzmán Ariza imparte charla sobre el lenguaje jurídico

El académico, jurista y escritor francomacorisano Fabio J. Guzmán Ariza dictó una charla sobre el lenguaje jurídico dominicano al personal de la Cámara de Comercio y Producción de Santo Domingo (CCPSD) en la sede de ese organismo.

Dicha actividad se enmarca en los programas de colaboración y asesoría que la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua lleva a las entidades que lo requieran, como parte de una estrategia dirigida a mejorar el lenguaje jurídico y normativo en la República Dominicana.

Guzmán Ariza resaltó el entusiasmo demostrado por los participantes y la acogida por parte de los ejecutivos de la Cámara por incorporar la corrección de las fallas lingüísticas detectadas durante el taller en sus documentos oficiales y papelería. Estas inquietudes idiomáticas, por lo que conlleva en el conocimiento y la práctica de la normativa en la escritura de cualquier documento, va en beneficio de un mejor desempeño de la lengua entre los usuarios dominicanos.

Santo Domingo, 20 de abril de 2016.

Celebran coloquio en homenaje a Rubén Darío

La Academia Dominicana de la Lengua, el grupo literario “Federico García Godoy” y el Ateneo Insular de La Vega organizaron un coloquio literario en homenaje al poeta nicaragüense Rubén Darío con motivo del primer centenario de su paso a la eternidad.

El encuentro, celebrado en el salón de actos del Policlínico La Vega, comenzó con la ponencia del promotor cultural de Miches y miembro correspondiente de la ADL, Sélvido Candelaria, quien se refirió a la estética del Modernismo destacando que el inspirador de este movimiento literario “vino a revolucionar no solo la forma de hacer poesía en la lengua castellana sino el concepto en sí de lo poético”.

El disertante destacó que “en el momento histórico que le correspondió vivir a Rubén Darío se necesitaban nuevas formas de expresión artística que, en consonancia con la dinámica cultural, se amoldaran a larealidad por lo que era necesario salir de la pesadumbre que hasta ese momento se desenvolvía la vida y que fueron reproducidas en las obras literarias escritas bajo la influencia de esta línea de creación”.

El poeta y ensayista dominicano aclara que “el Modernismo es una manifestación hispanoamericana ante una crisis universal desarrollada en un contexto de desazón”, y explicó que este término se aplicaba en el campo de las artes a una serie de tendencias europeas y americanas en los primeros años del siglo XX.

El expositor resaltó que en la época de vigencia del Modernismo, Rubén Darío“logró un extraordinario manejo del idioma, el enriquecimiento del léxico, así como poner de moda palabras como “unicornio”, “azul”, “cisne”, además de la intención de manifestar la preeminencia de lo sensorial en el uso de la sinestesia”.

El acto continuó con la exposición del narrador, lingüista y académico de la lengua, Rafael Peralta Romero, quien habló de los cuentos del escritor nicaragüense destacando que “en su narrativa difícilmente aparezca como telón de fondo un paisaje de Nicaragua, así como no encontrará la crónica amarga de la pobreza”.

Al hablar del insigne escritor, Peralta Romero se refirió a su biografía resaltando las escrituras que le dieron preeminencia, como Azul, una narración en prosa y una parte en versos, aclarando que para Darío la creación de cuentos era una extensión de su arte poética, “exuberante en descripciones y de magistral galanura”.

Peralta Romero puntualizó que en Rubén Darío “se da una igualdad de categoría entre la poesía y los relatos, pues aunque su proyección como poeta supera grandemente a la del narrador, sabemos que se inició simultáneamente en ambas formas de expresión”.

El director de la Academia Dominicana de la Lengua, Bruno Rosario Candelier, expuso sobre la lírica del bardo modernista. Subrayó la alta ponderación que ha merecido Rubén Darío entre los estudiosos de la literatura. Recordó que en todos los periódicos y revistas de la República Dominicana, desde principios del siglo XX, aparecen artículos y estudios sobre el poeta, a quien los grandes escritores de América le han dedicado páginas elogiosas y han ponderado el aporte literario del respetado escritor nicaragüense. De ese modo expresó que “escritores de la talla de Pedro y Max Henríquez Ureña, Federico García Godoy, Joaquín Balaguer, Carlos Federico Pérez y Mariano Lebrón Saviñón, entre otros, publicaron valiosos estudios en los que ponderan la obra de este nicaragüense inmortal”.

Rosario Candelier resaltó el hecho de que Rubén Darío“con su palabra, su estilo y su arte, modificó la forma de escribir poesía y contribuyó a generar una nueva conciencia lírica, estética, metafísica y simbólica”.

El director de la Academia dijo que en un reciente simposio celebrado en Nicaragua, en homenaje al grandioso poeta nicaragüense, junto a los directores de la Real Academia Española y la Academia Nicaragüense de la Lengua, don Darío Villanueva y don Francisco Arellano, estando en León“sintió el impacto de una irradiación metafísica que le hizo comprender la grandeza de Rubén Darío”. Y aprovechó este escenario para explicar que “en virtud del aliento telúrico la tierra produce una huella en la sensibilidad de la persona, y el poeta centroamericano recibió al mismo tiempo el influjo telúrico y el impacto celeste del espacio físico de León, fenómeno que contribuyó a conformar la sensibilidad espiritual y estética del famoso poeta americano”. Reiteró que en León, Nicaragua, tuvo la oportunidad de experimentar “una fuerza que más que fuerza espiritual era una energía divina, y el influjo de esa energía troqueló la personalidad metafísica de Rubén Darío”. Comentó que explicar esa experiencia es difícil porque “se trata de algo que se experimenta interiormente mediante una irradiación metafísica que está en el ambiente” y esa vivencia le permitió entender la categoría del poeta nicaragüense.

A juicio de Rosario Candelier, en León hay una energía latente, y confesó que esa ciudad “tiene un encanto y una magia que caló en Darío, y hay que reconocer, además, que León es tierra de poetas de todos los calibres, por lo que existe allí una confluencia de energías de la tierra y el cielo que insufla la onda de la creatividad trascendente”.

Al testimoniar su vivencia, este director resaltó que “la tierra impregna nuestra sensibilidad, y lo que sentí en León fue una combinación de la energía telúrica y la energía numénica que alumbra la creación poética, la inspiración metafísica, la vocación mística y la obra de alta espiritualidad porque inyecta la vocación creadora”.

En su mensaje literario, el director de la ADL dejó claro que en Rubén Darío se desarrolló a temprana edad la sensibilidad trascendente ya que recibió la impronta de la energía cósmica y la onda espiritual de lo viviente en su sensibilidad estética y espiritual, que lo llevó a concebir la creación poética como la expresión artística ideal para que el lector de  poesía experimente especiales sensaciones en el ámbito interior de su conciencia”.

Para culminar el acto, Rosario Candelier señaló que Darío “buscaba llamar la atención con las palabras, es decir, pretendía sensibilizar al lector a través de un lenguaje depurado, novedoso, profundo, exquisito y elegante en función de la capacidad intelectual que adquirió en los años de su formación escolar”.

La Vega, ADL, 18 de abril de 2016.

Academia presenta el "Diccionario fraseológico del español dominicano"

La Academia Dominicana de la Lengua presentó el Diccionario fraseológico del español dominicanoluego de tres años de ardua labor lexicográfica de Bruno Rosario Candelier, Irene Pérez Guerra y Roberto Guzmán, coautores de este nuevo hito bibliográfico.

La obra lingüística, editada con los auspicios de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua, es otro importante aporte lingüístico que la ADL hace al país para dar a conocer el lenguaje de esta franja caribeña del español en América.

El Diccionario fraseológico del español dominicano fue ponderado por sus autores. Roberto Guzmán leyó su estudio“Una orientación fraseográfica”, y dijo: “Aunque pueda parecer extraño, las frases hechas forman parte de una lengua coherente, en tanto instrumento perfecto para la expresión del pensamiento, que no está desprovista de plasticidad. Además, juegan el papel de archivo donde reposan muchos de los rasgos que diferencian al hablante dominicano de otros hablantes de español”. Resaltó que estas frases constituyen partes de la memoria de la sociedad al reunir elementos de la cultura que las propicia pues son un producto espontáneo de la visión del mundo que los individuos de esa sociedad se forman, y los elementos que se incorporan en estas frases son extraídos de la sociedad por los individuos y se convierten en un testimonio de la sociedad misma”.

El académico también manifestó que las unidades fraseológicas en la lengua popular dominicana constituyen un mosaico de colores variados, en el que los matices de la fraseología contribuyen a imprimirle mayor amenidad a la expresión. Ella se inserta en el estilo coloquial y popular, que es donde se reconoce el pueblo, comentó. “En este diccionario se ha construido un recipiente para dar testimonio de la experiencia lingüística de la comunidad dominicana en lo concerniente a la fraseología. Este repertorio de un modo sutil refleja los sentimientos e intereses de los dominicanos”, dijo.  Resaltó que este diccionario viene a colmar un vacío en este campo de la cultura dominicana. Para ese fin se preparó este inventario fidedigno. Al llevarse a cabo una tarea como esta se consigue contribuir al conocimiento de la cultura dominicana. Agregó que este Diccionario contiene una descripción de una parte importante del léxico de la variedad dominicana del español.

El académico y corredactor del Diccionario fraseológico dijo que este diccionario plasma la fraseología de uso en la lengua de la sociedad dominicana. Al hacer esto, sirve de órgano transmisor a esta generación y a las futuras con el vocabulario de la lengua heredada de nuestros antepasados y hay que aceptar esta obra como un fijador de la lengua.

Por su parte, la académica Irene Pérez Guerra habló sobre “La realidad dominicana en la fraseología”. Agradeció a los presentes y en especial al Dr. Bruno Rosario Candelier por haber confiado en ella para colaborar en esta obra. Expuso recortes de periódicos con frases dominicanas para mostrar el habla viva, como este: “Últimamente la fiscal y jueza se tiran los cajones y, sin embargo, Sobeida estaba con la barba en remojo, ya que la fiscalía quería echarle un cubo, porque nació como la auyama, y es que para la ley, bajo esa sombrilla no hay aguacero que moje. Pero todo no está perdido señores, comemos mucho cajuil, rico en minerales y vitaminas, pero si alguien me dice “Me comí un cajuil”, da a entender que se equivocó a pesar de la riqueza de esta saludable fruta”.

Manifestó que los hechos fraseológicos enriquecen la cultura y la lengua propia de una comunidad. Dijo que muchas de las unidades fraseológicas hacen referencia a determinados hechos y por ello se hizo este diccionario para que no se pierdan con el paso del tiempo.

Pérez Guerra resaltó que este diccionario tiene su organización interna: “No basta tener un diccionario, sino que también debemos saber cómo funcionan esas fraseologías y para qué nos sirven”, dijo, y añadió: “Es de nuestro interés, que tanto el diccionario, como los estudios de fraseologías del español dominicano contribuyan a llenar un vacío bibliográfico existente, con el material reunido en un volumen que permita conocer mejor el mecanismo expresivo fraseológico del habla dominicana”, expresó la académica. En un aparato electrónico presentó muestras del Cifrado. Aclaró que este aporte fraseográfico es el primer diccionario fraseológico rigurosamente académico porque está estructurado según los parámetros científicos de la fraseografía. Dijo que los autores y el equipo de colaboradores se acogieron a las pautas metodológicas explicadas por el director de la Academia. Hizo la salvedad de que otros textos que recopilan muestras del acervo lexicológico del habla de los dominicanos se han hecho sin trillar las pautas científicas que tal empresa requiere. La académica centró su alocución en el aspecto formal de la obra, así como en su carácter didáctico, que lo perfila como un valioso instrumento para los estudiosos interesados en conocer la variante dialectal del español dominicano. Dijo que las variedades fraseológicas de una comunidad de hablantes son una muestra de la creatividad lingüística de sus hablantes, que permiten desentrañar la idiosincrasia y los valores culturales de dicha comunidad con la particular forma de hablar el español.

El directorde la ADL y del equipo de redacción del Diccionario fraseológico en su turno manifestó que esta nueva obra de la Academia Dominicana de la Lengua responde al propósito que tiene la institución, que es dedicarse al estudio del español dominicano, que se inició con el Diccionario del español dominicano, coordinado por la lexicógrafa María José Rincón, y continuó con este Diccionario fraseológico del español dominicano.

Rosario Candelier explicó que para la elaboración de esta obra exploraron las tres fuentes del acarreo fraseológico: la fuente literaria, la oralidad y la fuente periodística, y dijo: “En la fuente literaria, citamos a numerosos escritores dominicanos, e incluso, les participamos a los escritores que estábamos confeccionando un diccionario de frases y queríamos que aportasen frases de su creación para que figurasen en esta obra. Dijo que los autores de este diccionario y los colaboradores leyeron numerosas obras dominicanas con la intención de que hubiese una mayor participación de autores dominicanos.

El ponente proclamó que el escritor más citado en este Diccionario fraseológico del español dominicano es Rafael Peralta Romero. Le siguen los narradores Manuel Salvador Gautier yEmelda Ramos. Dijo que la obra más citada es Guazábara, novela del escritor francomacorisano Alfredo Fernández Simó. También enfatizó las numerosas frases usadas en los artículos publicados por los periodistas Orlando Gil, César Medina, Alfredo Freites, Fabio Herrera-Miniño, Aristófanes Urbáez, Pablo Mckinney y Gina López Núñez, entre otros. Destacó que en cuanto a los escritores y obras, están muy bien representados en este diccionario. Subrayó que recopilaron y definieron cuatro manifestaciones fraseográficas: locuciones, frases, giros y adagios. Y dejaron para un segundo volumen los refranes, proverbios, máximas y sentencias

La intervención del director de la Academia exhibió dos fases: en primer lugar, agradeció a los coautores y colaboradores de la obra; y, en segundo lugar, explicó que la elaboración de este diccionario obedeció a la necesidad de recopilar la variopinta gestación de frases peculiares, con las manifestaciones expresivas y el encanto de las frases del habla criolla. Definió a las unidades fraseológicas como “idiolexías o expresiones idiomáticas que nacen de un hecho real y que se aplican posteriormente a otros contextos, dándole un sentido connotativo y diferente.“El diccionario plasma frases y expresiones de todo tipo, sin importar el nivel socioeconómico, geográfico, cultural o generacional. Ofreció datos precisos sobre el aporte lingüístico y cultural que representa este diccionario, no solo para los hablantes, sino también para los estudiosos del hecho lingüístico, ya que es la primera obra de esta índole escrita en la República Dominicana, pues esta publicación recopila frases usadas por los hablantes dominicanos, que están seleccionadas y trabajadas con rigor científico bajo el criterio de uso al recopilar esas expresiones en las tres fuentes consultadas: la literatura, la prensa escrita y la oralidad.

El director de la ADL observó, a manera de aprendizaje del trabajo fraseográfico, que el uso profuso de expresiones idiomáticas o idiolexías entre los escritores, comunicadores y hablantes revela la huella de la cultura tradicional. Agregó que este conocimiento le ayudó a comprender mejor la razón por la cual el antiguo director del Listín Diario decía que, además de capitaleños, en la ciudad capital había “campitaleños”.

El Diccionario fraseológico del español dominicano recopila centenares de unidades fraseológicas utilizadas habitualmente por los hablantes dominicanos, tanto en la expresión de la oralidad, como en la lengua escrita. Citó “botar el golpe”, “estar en olla”, “guayar la yuca”, “hijo de Machepa” o “el sabio vive del bruto, y el bruto, de su conuco”, expresiones que el usuario encontrará en este volumen de más de quinientas páginas. Este diccionario tiene un formato de fácil manejo, pues cuenta con una guía que orienta la búsqueda de información, así como varias partes explicativas que aclaran los aspectos metodológicos y lingüísticos seguidos por los autores en la confección de esta obra fraseográfica.

“El diccionario plasma frases y expresiones del lenguaje común, sin importar el nivel socioeconómico -lenguaje culto y vulgar, campesino y urbano, pasado y actual- ni el salto generacional”, expresó Rosario Candelier en su presentación. Destacó también que esta publicación recopila modismos y expresiones que habitualmente utilizan los dominicanos, por lo cual el uso fue el criterio que se tomó en cuenta para la recolección de las expresiones idiomáticas oidiolexías del español dominicano.

Al finalizar, el director resaltó que nuestra cultura es hermosa y nuestro lenguaje muy rico. Ponderó este aporte de la ADL al estudio y el cultivo de la variante dominicana de la lengua española en América, y comentó:“Nuestra misión es crear una conciencia de lengua y un amor a nuestra cultura, que nuestro lenguaje encauza y perfila”.

La mesa de honor estuvo presidida por el director de la Academia, Bruno Rosario Candelier; los coautores de la obra, Irene Pérez Guerra y Roberto Guzmán; y los académicos María José Rincón, Rafael González Tirado, Franklin Domínguez, José Enrique García, Dennis R. Simó, Fabio Guzmán Ariza, Manuel Núñez Asencio, Juan José Jimenes Sabater y José Rafael Lantigua. El socio correspondiente Rafael Peralta Romero fungió como maestro de ceremonia.

Santo Domingo, ADL, 14 de abril de 2016.

 

Fundéu explora la apertura en República Dominicana de su primera sede fuera de España

La Fundación del Español Urgente (Fundéu), promovida por la Agencia Efe, explora la apertura de una sede en la República Dominicana, la primera fuera de España, en colaboración con la Fundación Guzmán Ariza pro Academia Dominicana de la Lengua El presidente de esta fundación, que patrocina buena parte de las actividades de la ADL, concibió y gestionó la instalación de Fundéu en República Dominicana.

“Las recomendaciones que emite Fundéu intentan ser una herramienta eficaz para los periodistas que tienen en el español su principal herramienta de trabajo”, dijo a Efe Javier Lascuráin, coordinador de la entidad. “No obstante -añadió- creemos que conseguir que nuestras recomendaciones lingüísticas estén muy pegadas a la actualidad de un determinado país y, por tanto, a las dudas a las que se enfrentan los periodistas en su trabajo diario, aumentará su utilidad y eficacia”. Además, fomenta tareas específicas, coordinadas con la central de Madrid, sin romper la unidad de la lengua, ya que los consejos de Fundéu tienen en cuenta las variedades del español en el mundo. Lascuráin dijo que las recomendaciones podrán tener como referencia no solo obras de la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española, sino también otras obras especializadas, como el Diccionario del español dominicano y el Diccionario fraseológico del español dominicano, confeccionados por la ADL y auspiciados por la Fundación Guzmán Ariza.

El principal objetivo de la Fundéu, promovida también por BBVA, es el buen uso del español en los medios de comunicación. Fundéu ofrece cada día recomendaciones lingüísticas que sean útiles a periodistas y responde a través de correo electrónico, redes sociales y otras vías las dudas sobre el uso del idioma que plantean sus seguidores.

El coordinador general de la Fundación del Español Urgente (Fundéu), Javier Lascuráin, visitó la Academia Dominicana de la Lengua. Fue recibido por el director de la ADL, Bruno Rosario Candelier, y los académicos Fabio Guzmán Ariza, presidente de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua, y el académico responsable de la Fundéu local en nuestro país, Rafael Peralta Romero.

Lascuráin explicó que coordina la Fundéu-BBVA en Madrid, que es una fundación sin fines de lucro, dirigida por la agencia EFE, auspiciada por el banco BBVA y avalada por la Real Academia Española. Esta fundación tiene como objetivo ayudar a los periodistas en el buen uso del idioma. Subrayó que no solo de ellos están dispuestos a recibir consultas, sino también de cualquier usuario de la lengua interesado en hacer un buen uso del lenguaje, aunque aclaró que como parte de la agencia EFE, el foco de su atención son los periodistas, puesto que cuanto mejor sea el idioma que circule por nuestros sistemas de comunicación y cuanto mejor se hable en la televisión o se escriba en los escritos de los periódicos y en las páginas electrónicas, mejor será el idioma de los ciudadanos.

Dijo Lascuráin que el lenguaje más elevado es el que se escucha en la televisión, y hay un 90% que aspiran en su día a día a hablar como tal, y por ese hecho es de mucha importancia conseguir que los usuarios de los medios de comunicación sean hablantes ejemplares y que lo que escriban en los medios escritos esté bien escrito. Javier Lascuráin también destacó que básicamente enfocan su labor en emitir cada día una recomendación lingüística pensada para periodistas. “Revisamos la noticia que escriben los periodistas y vemos las deficiencias y emitimos una recomendación a través de la Agencia EFE, por la página electrónica y luego respondemos consultas”, dijo.  Explicó que del trabajo que se hace en Fundéu, el más exigente es el de responder consultas y, por tal razón, es importante que si se hace una consulta por las redes sociales, el receptor reciba una respuesta lo más rápido y correcta posible; por eso se necesita un personal capacitado para atender a estas consultas.

Destacó que esta es la primera vez que se establece una Fundéu fuera de España y expresó que tienen muchas ilusiones de que este proyecto salga bien. Cuando Rosario Candelier le dijo que hicieron bien en comenzar por República Dominicana, en respuesta a la petición que formulara Fabio Guzmán Ariza en la sede central de Fundéu en Madrid, porque este fue el primer territorio americano conquistado, poblado y habitado por los españoles ,Lascuráin comentó: “Cogimos el mismo camino de Colón, empezamos por donde hay que empezar”.  La instalación de Fundéu, en la sede de nuestra Academia, es una encomiable iniciativa de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua.

Santo Domingo, ADL, 5 de abril de 2016

Presentan "Poética del interiorismo" de Bruno Rosario Candelier

En una reunión de escritores dominicanos se puso a circular el libro Poética del interiorismo, de Bruno Rosario Candelier, colección de estudios literarios donde el autor explaya la doctrina estética de esta corriente literaria que ha renovado el cultivo de las letras mediante el ideal estético de la interiorización trascendente.

Al presentar la obra, Rafael Peralta Romero infiere que la corriente literaria que lleva 25 años promoviendo la renovación de la literatura mediante el cultivo de lo real trascendente, promueve el ideal de una creación mitopoética, metafísica o mística.

En un breve estudio, Peralta Romero destaca que “este libro, junto a las siete antologías interioristas y el volumen El Interiorismo de Bruno Rosario Candelier, constituyen el cuerpo teórico que deja constancia perenne de lo que es, ha sido y será la Poética Interior”.

Esta obra de 436 páginas que rezuma la teoría interiorista está dividido en dos partes: la vertiente teórica con las exposiciones que su autor presenta como sostén doctrinario del Movimiento Interiorista y la que contiene entrevistas y reportajes divulgados por medios nacionales e internacionales a través de los cuales Bruno Rosario Candelier ha venido diseminando durante un cuarto de siglo la estética de una poética trascendente.

De su parte, la poeta, narradora y académica oriunda de Azua, Emilia Pereyra, resaltó el hecho de que “en este libro Bruno Rosario Candelier promueve una nueva sensibilidad estética que potencia el aliento trascendente en la expresión artística; una Poética Interior que asume los valores establecidos de la Clasicidad y la Modernidad desde la mística, la mitopoética o la metafísica con los temas perdurables de las inquietudes humanas”.

La Vega, Centro de Espiritualidad San Juan de la Cruz, 20 de octubre de 2015.

 

Manuel Salvador Gautier pone en circulación "El hechizo en las palabras"

El amor a la palabra convocó a un selecto público a la puesta en circulación del nuevo libro del escritor y académico dominicano, Manuel Salvador Gautier, titulado Hechizo en las palabras. El acto se realizó en el auditorio Osvaldo García de la Concha del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), entidad que auspició la publicación de la obra.

La actividad cultural contó con la participación del doctor Manuel Matos Moquete, académico de la lengua, profesor de INTEC y presentador de la obra; el poeta Fari Rosario, director de Publicaciones, así como el autor de la obra literaria.

La señora Alcántara Zapata ponderó el valor de la obra para la familia inteciana, pues aseguró que el nuevo libro viene a engrosar el catálogo de publicaciones del Instituto Tecnológico de Santo Domingo y constituye un valioso aporte para el estudio de obras señeras de la literatura nacional y universal. Expresó su satisfacción por la calidad de la obra, la destreza escritural demostrada por el autor a lo largo de las cuatrocientas páginas de este volumen, lo cual constituye un prestigio para esta institución de estudios superiores.

De forma similar se expresó el doctor Manuel Matos Moquete al presentar Hechizo en las palabras, en cuya introducción formuló una pregunta retórica sobre la fecha en que Manuel Salvador Gautier fue hechizado por las palabras. Matos Moquete respondió su inquietud inicial a lo largo de una demostración de cómo el autor de este libro de ensayos revela la maestría de un intelectual pulido, con dominio de la lengua y de la redacción de sus ideas. “Obra de un valor didáctico extraordinario”, precisó el destacado escritor y académico de la lengua, pues este libro -dividido en dos partes, una nacional y otra internacional- es una relación enjundiosa de ensayos de las aproximaciones que el autor hace a diversos textos de la literatura local y foránea. Sus juicios certeros y metodológicos, son prueba fehaciente de que Gautier se ha preparado durante el tiempo necesario para acrecentar sus conocimientos, perfeccionar sus dotes como escritor y revelarse desde sus primeras obras literarias como un autor completo, desplegando su ingenio creativo en el hechizo por las palabras que él experimenta y plasma especialmente en este libro de ensayos.

Matos Moquete destacó el equilibrio entre la forma y el contenido, el seguimiento a los cánones clásicos que el lector puede percibir en la obra. Resaltó que utiliza la palabra clásico porque Hechizo en las palabras se ha escrito con la maestría que hace que un texto sea actual para los lectores, aunque se haya escrito en otra época o en otros lares o trate temas tan antiguos como las epopeyas del griego Homero. Es decir, que tenga la misma vigencia que las obras de autores tan actuales como Marcio Veloz Maggiolo, Ángela Hernández, Rafael Peralta Romero y Emilia Pereyra, entre otros.

Al concluir su disertación, el doctor Matos Moquete reiteró su convicción de que Hechizo en las palabras es la obra de un autor experimentado, que no se trata de un neófito en las lides del ensayo literario, así como no lo fue cuando publicó su tetralogía narrativa Tiempo para héroes. Gautier es uno de los grandes narradores dominicanos, cuyo dominio de las claves para escribir con donaire y propiedad se debe a su formación cultural, amén de su formación académica y ejercicio profesional. Esta base sólida y rica le ha permitido erigir una obra que, en cada nuevo volumen se nos revela en su grata y enriquecedora novedad.

Manuel Salvador Gautier agradeció a los presentes el respaldo otorgado, y al director de la Academia de la Lengua y presidente del Ateneo Insular, quien le motivó a cultivar el ensayo literario. Sus textos críticos se han leído y comentado en diferentes encuentros literarios de ambas instituciones culturales, de las cuales ese prestante autor es miembro.

Santo Domingo, 7 de octubre de 2015.

 

 

 

Forman equipo del proyecto del diccionario de símbolos

El director de la Academia Dominicana de la Lengua (ADL) conformó el equipo de trabajo elegido para laborar en la investigación de voces con valor simbólico, con miras a la confección de un Diccionario de términos simbólicos, nuevo proyecto académico de la ADL. En su primera reunión, Bruno Rosario Candelier les explicó a los integrantes de este equipo de investigadores la orientación teórica para llevar a cabo este nuevo proyecto lexicográfico de la Academia.

El director expresó que un Diccionario de términos simbólicos implica un conocimiento del “símbolo”, de la simbología, del simbolismo y de la simbolización, que es un nivel de interpretación de una expresión del lenguaje, dimensión altamente compleja, ya que el símbolo no es algo que figura en la realidad como un libro, una espada o una lámpara, sino que es una connotación metafísica y espiritual de la realidad simbolizada, ya que lo que se llama símbolo no es algo visible sino intangible. No es visible como una cruz o una lanza, aunque esas dos palabras contienen una dimensión simbólica.

También dijo que los escritores usan símbolos, la cultura tiene símbolos y el Universo es un símbolo. Es cuestión de saber interpretar esa dimensión de la cultura y del lenguaje, que es el simbolismo de voces y expresiones, para lo cual conviene el leer algunas obras sobre el tema, porque hemos de entender y valorar el pensamiento intuitivo de los poetas y el pensamiento lógico de las otras manifestaciones del lenguaje no poético, que tienen un valor simbólico.

Además, Rosario Candelier destacó que el símbolo añade un nuevo valor a las cosas significadas. “Todo tiene un valor y todo tiene sentido, pero el símbolo es otro valor que se agrega a la palabra o al objeto asumido como tal, como la copa o la cruz”, dijo.

El expositor fue dando pautas al equipo de trabajo asignándole tareas, como búsqueda y expurgo de las fuentes primarias (obras literarias, textos periodísticos, históricos, religiosos y otros), de las fuentes secundarias (como diccionarios que guarden relación con la identidad y la cultura a través de los símbolos) y las voces de la oralidad en la cultura viva del pueblo. Destacó que en todas las áreas del saber humano hay símbolos. Esos símbolos son creados e interpretados por el hombre. La mitología, la religión, el derecho, la historia, la música, la arquitectura, la mística, el periodismo, la agricultura, la filosofía, la astrología, todas las disciplinas tienen un caudal de símbolos.

Especificó que en todas las ramas del saber y en los diferentes ámbitos de los diversos conocimientos surge su propia simbología, y cada lengua tiene la suya. En la cultura dominicana hay variados símbolos que este diccionario describirá y ejemplificará. Subrayó que el equipo de trabajo abordará el estudio del símbolo en sus principales manifestaciones en la medida de sus capacidades y potencialidades.

El académico estableció que la fuente de documentación para encontrar símbolos será la vertiente oral y literaria. En la literaria está la narrativa, la poesía, el teatro y el ensayo. En la oralidad corresponde identificar la realidad cultural de los hablantes en sus ambientes.

“Hay que inferir que la dimensión simbólica tiene una dimensión metafísica, es decir, que no es algo que van a contactar físicamente, sino que existe a nivel de la representación de esa abstracción, de esa realidad estética, de esa realidad espiritual y metafísica. Es en el ámbito espiritual, en el ámbito metafísico donde funciona el símbolo”, aclaró.

En esta reunión con los colaboradores de la Academia, Rosario Candelier asignó a cada uno de los presentes una tarea en un ámbito específico. Este Diccionario de símbolos contará con la colaboración de un equipo de redactores, entre ellos, José Enrique García, Irene Pérez Guerra y Roberto Guzmán, y los colaboradores Rafael Peralta Romero, Ofelia Berrido, Ruth Ruiz, Lourdes Reyes, Josanny Moni, Guillermo Pérez Castillo, Ramón Antonio Jiménez, Carmen Comprés, Francisco Rosario y Mikenia Vargas.

Santo Domingo, ADL, 29 de septiembre de 2015.

Presentan "El interiorismo de Bruno Rosario Candelier"

En un encuentro literario celebrado en Moca se puso a circular el libro El Interiorismo de Bruno Rosario Candelier, texto con estudios y ensayos de diversos autores dominicanos e hispanoamericanos sobre la estética de esta corriente literaria. La presentación de esta obra estuvo a cargo del narrador y académico Rafael Peralta Romero y del sacerdote y novelista fray Jit Manuel Castillo, quienes resaltaron que la estética interiorista se destaca con muchos aspectos que la diferencia de las escuelas literarias que la precedieron.

Esta obra, a juzgar por la opinión de Rafael Peralta Romero, representa la más acabada expresión de lo que es el sustento filosófico de esta corriente literaria; resalta, además, que no es el primer volumen de la poética interior, ni es una antología, pero este libro es una elocuente manifestación de la repercusión de este movimiento literario en el ámbito de las letras dominicanas, hispanoamericanas y españolas.

La obra El Interiorismo de Bruno Rosario Candelier comprende 73 textos escritos por 48 autores nacionales y extranjeros cuyo contenido está compuesto por ensayos, crónicas y cartas en los que se percibe, como sustancia activa, la Poética Interior.

Peralta Romero enfatizó que “quien no conozca nada del Movimiento Interiorista encontrará en la lectura de este libro información y orientación suficientes para captar las propuestas filosóficas en que este se sustenta”.

En ese tenor aclaró que el poeta mocano José Frank Rosario, miembro fundador del Ateneo Insular y cultor del ideario interiorista, es quien ofrece en este libro las informaciones más abarcadoras para definir el Interiorismo literario como “el conjunto de caracteres que cualifica al grupo o movimiento que sirve, a su vez, para diferenciarlo de todos los demás y constituye el ideario estético del grupo del cual lo define y lo personaliza”.

Entre los autores de este libro aparecen algunos académicos de la lengua que no son adeptos del Interiorismo, como los socios numerarios Manuel Núñez, Manuel Matos Moquete y José Rafael Lantigua. También hay trabajos de académicos afiliados al Interiorismo, como María José Rincón, Emilia Pereyra, Pura Emeterio Rondón, Carmen Pérez Valerio, Pedro José Gris, Fernando Cabrera, Rafael Hernández, Sélvido Candelaria, Miguel Solano y Guillermo Pérez Castillo, así como de periodistas y comunicadores que han entrevistado a Bruno Rosario Candelier sobre este acontecimiento de la poética nacional, como dijera Peralta Romero.

Refiriéndose a este aspecto, Peralta Romero explica que todos ellos han examinado, con mirada estimulante y escrutadora, “la renovación que ha introducido en la literatura dominicana el Movimiento Interiorista”.

Llegado el turno de fray Jit Manuel Castillo de la Cruz, sacerdote, poeta y narrador interiorista, subrayó la importancia que entraña el hecho de que interiorismo figure entre las entradas léxicas de la 23ª. edición del Diccionario de la lengua española, editado por la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española, donde aparece consignado como “movimiento literario fundado en la República Dominicana que expresa el impacto de lo real en la conciencia, la dimensión metafísica de la experiencia y la belleza sutil con belleza trascendente«.

Castillo de la Cruz dijo que esto consagra su permanencia en la historia, a la vez que sitúa a la Poética Interior y a nuestro país en el mapamundi de la literatura universal.

Jit Manuel Castillo considera que “el creador interiorista se aproxima a la realidad desde la otra orilla, que no es hacerlo desde fuera, sino desde su propio interior y del interior de fenómenos y cosas, el del autor y el del ente al que se acerca”.

En el turno que le correspondió a la poeta Mikenia Vargas, la poeta mocana habló de la conciencia a la luz de su experiencia, testimoniando con algunos de sus poemas sus vivencias metafísicas, mientras que Ramón Antonio Jiménez, poeta francomacorisano y académico correspondiente, explicó el tema de la conciencia desde un ámbito místico acaparando la atención con cada detalle de su interpretación.

Por su parte el director de la Academia Dominicana de la Lengua y creador del Interiorismo, Bruno Rosario Candelier, al referirse al Movimiento Interiorista resaltó el hecho de que en América no existe ningún grupo que promueva reuniones literarias periódicas, como las que organiza este movimiento literario, según el testimonio de muchos escritores de América y de España. El ensayista y académico dominicano recordó que los antiguos griegos veneraban a los poetas como seres sagrados porque han recibido ese don directamente de la Divinidad, por lo que la creación poética hay que asumirla con una actitud respetuosa y sagrada, a lo que el Interiorismo contribuye con su orientación estética para crear e interpretar el arte de la creación.

Moca, 26 de septiembre de 2015.

Director de la Academia dicta conferencia sobre filología en la Pucmm

La Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (Pcumm) fue el escenario de la conferencia del director de la Academia Dominicana de la Lengua, titulada “El sentido de la filología”, acto inaugural del “Doctorado en Lingüística y Literatura”, el primer doctorado propio de una universidad dominicana.

Los doctores Enrique Sánchez Costa y Pedro Silverio dieron la bienvenida a los participantes a dicha actividad y agradecieron a quienes hicieron posible este doctorado. Además, comentaron que este proyecto ha tenido una participación muy activa y decisiva de las instancias de dirección de la PUCMM. Ambos funcionarios universitarios expresaron que la universidad se siente honrada porque el Dr. Bruno Rosario Candelier haya aceptado la invitación de impartir la conferencia magistral, ya que es egresado de la PUCMM y además estuvo vinculado por más de 30 años como profesor de lengua y literatura en la universidad santiaguera.

En su condición de coordinador del acto, Sánchez Costa explicó que un doctorado es el título académico más prestigioso en el plano universitario y a nivel internacional, el sello que acredita la capacidad investigadora de un académico y, con ella, su solvencia metodológica y científica.

Al iniciar sus palabras, Rosario Candelier expresó su agradecimiento a las autoridades universitarias por la invitación a dictar la conferencia “El sentido de la filología”. Dijo que el primer dominicano graduado en Filología Románica fue Arturo Jiménez Sabater, lingüista y académico de la lengua, y el primer dominicano en graduarse en Filología Hispánica fue él, carrera que le abrió las puertas de la Academia Dominicana de la Lengua.

Este director habló del origen de la filología, que dio lugar a la primera escuela lingüística en la Grecia antigua, y la persona clave que sentó las bases de esta disciplina académica fue Heráclito de Éfeso, uno de los antiguos pensadores presocráticos del siglo VI A.C., época en la que se desarrolla los conceptos de Logos y de Filología, con las impliaciones para el estudio de la lengua, el cultivo de la literatura y la interpretación de la creación literaria. Manifestó que cuando Heráclito orientaba a los que acudían en busca de su sabiduría, abrió nuevos cauces al pensamiento, la imaginación y la creatividad del arte, la filosofía, la mística y la espiritualidad. Contó que un día uno de los estudiantes le preguntó cuál era el aspecto determinante del ser humano y él se retiró a meditar en torno a esa pregunta; al regreso se apareció con un nuevo concepto, la idea de Logos, fundamental para el desarrollo del pensamiento y la teorización, que calificó como “energía divina” y esa condición era el atributo más importante de los seres humanos en atención a lo que esa dotación implicaba para el desarrollo de la inteligencia y de la sensibilidad. Habló de esa energía divina y de esa potencia de la inteligencia como el principio del quehacer humanístico y fuente de la energía interior de la conciencia. Explicó que con la palabra “Logos”, Heráclito daba a entender la clave de nuestro cerebro para intuir, crear y expresar, que la palabra formaliza en imágenes y conceptos. Agregó que en virtud del Logos, tenemos una conexión íntima con la Divinidad, que es la que otorga el poder intelectual y creativo al hombre.

Por otro lado, resaltó que los estudiantes de la primera escuela filológica deben profundizar en el estudio de la gramática, la ortografía, la semántica y la lexicografía. El primer estudio al que debían entrenarse los estudiantes de filología en la antigua Grecia era el conocimiento de la lengua, porque entendían que el filólogo es el estudioso de la palabra llamado a desentrañar el sentido de un texto. Además, subrayó que los filólogos eran también creadores, de tal manera, que grandes poetas griegos asumieron esa disciplina, y citó a Píndaro y Tirteo, grandes creadores de la literatura griega.

La actividad se efectuó ante la matrícula de profesores y estudiantes del doctorado en Lingüística y Literatura. Ese selecto público experimentó un arrobamiento intelectual y espiritual al saber que en los tiempos antiguos había creadores, pensadores e intérpretes del saber humano que ahondaron en el estudio de la palabra y contribuyeron al conocimiento de las humanidades, según explicara el disertante durante el acto de apertura del doctorado que ofrece la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra en la capital dominicana.

En esta alocución destacó la importancia que reviste estudiar y cultivar la lengua que hablamos, lo que garantiza una cosmovisión amplia, profunda y enriquecedora, tanto de nuestro mundo interior como del que nos circunda. Y a través de la lengua aprehendemos la esencia, el sentido y la trascendencia de fenómenos y cosas, especialmente la dimensión interna y mística de lo viviente.

Para validar la pertinencia de esta exhortación, el disertante evocó la etapa de los pensadores presocráticos de la antigua Grecia, donde el amor al conocimiento y el cultivo del intelecto eran primordiales para sus intelectuales, pensadores y poetas. Refirió que para los poetas, intelectuales y artistas era indispensable conocer y dominar su idioma, tener conciencia de su estructura, así como de las posibilidades lingüísticas y estilísticas que el lenguaje propicia para interpretar, recrear el mundo y plasmar sus intuiciones y vivencias.

Dijo que los estudios filológicos eran una singular ocupación entre la intelectualidad griega, y citó el aporte de los filósofos Aristóteles y Platón, de los grandes dramaturgos como Sófocles y Eurípides, así como de los valiosos poetas, como Homero y Safo. Esos pensadores y poetas cultivaban los saberes de su época -hablamos de los siglos IV al VII A.C.-, estudiosos que pusieron especial atención al lenguaje, al cultivo de la palabra, a la «energía divina» que entrañaba el Logos, según afirmaba Heráclito, quien resaltó esa dotación exclusiva del ser humano. Este sabio reflexionó sobre la capacidad para pensar, ya que el desarrollo del raciocinio está vinculado al lenguaje, por lo cual el dominio cabal de su lengua, así como el conocimiento de la expresión estética del lenguaje, que es la literatura, permite potenciar y profundizar en el maravilloso don de la inteligencia.

Enfatizó que entre las disciplinas cuyo estudio era obligatorio para un escritor, poeta o intérprete de la poesía, figuraban conocimientos de lingüística, cosmología, estética y mística. Esos estudios se requerían porque desarrollaban las habilidades y destrezas cognoscitivas en diferentes vertientes del saber. De ahí que los intelectuales se clasificaban en pensadores, estetas y contemplativos, pero todos debían tener dominio de los diferentes saberes vinculados al conocimiento del mundo. También dijo que los filólogos o intérpretes tenían el mismo don de los poetas, es decir, en razón de que podían desentrañar el sentido de las creaciones artísticas. Esos antiguos filólogos debían cultivar y practicar la mística mediante la contemplación, elevando así su espíritu hasta poder captar el “fuego divino” que recibían, y testimoniar, como intelectuales y poetas, la singular condición de los iluminados, como lo eran Heráclito de Éfeso, Parménides de Elea o Pitágoras de Samos. En consecuencia, el ideal de la Grecia clásica era que sus intelectuales pudiesen articular en forma armoniosa estos cuatro pilares del cultivo de su intelecto, de su sensibilidad estética y de su espíritu, como garantes del mundo interior de la conciencia, en tanto expresión de la esencia del Cosmos, de todo lo viviente, para testimoniar la verdad y la belleza intuidas por la sensibilidad y la conciencia. “Gracias al desarrollo de su intelecto y el cultivo del espíritu esos sabios griegos podían experimentar una emoción estética sublime, fruto de la fruición espiritual sentida ante la verdad o vivida ante la belleza de fenómenos y cosas”. Esta es la más alta y profunda dotación que la Divinidad ha conferido a los hombres, para beneficio de la humanidad.

En aquella época los filólogos tenían que entender el sentido de la creación, porque son los intérpretes de la palabra, ya que el filólogo es un ser llamado a interpretar el sentido de la literatura, que no es simplemente la expresión de la belleza, sino que busca una sabiduría más profunda. Recomendó leer algunas obras de filólogos reconocidos, como Paideia de Werner Jaeger; La incógnita del hombre, de Alexis Carrel; y Carta al Greco, de Nikos Kazantzakis, entre otros.

Al finalizar, Bruno Rosario Candelier exhortó a los doctorandos a que presten su atención al estudio de la palabra, a la forma y al sentido de las palabras, ya que en nuestro país no se le da importancia al fundamento gramatical y ortográfico, y un filólogo no puede darse el lujo de ser un desconocedor del lenguaje. Explicó que todo está sometido al ordenamiento del Universo, incluyendo las creaciones humanas a través de las palabras, y, en virtud de ese ordenamiento con la fuente originaria de la Creación, nace el respeto a la palabra, que es lo que los filólogos deben sentir, ya que es en esencia lo que ilustra el sentido de la filología.

Santo Domingo, PUCMM/ADL, 5 de septiembre de 2015.

 

Banco Central patrocina obra de Bruno Rosario Candelier

El Banco Central de la República Dominicana puso en circulación tres nuevas obras de su colección bibliográfica que enriquecen la bibliografía dominicana, en un acto encabezado por su gobernador Héctor Valdez Albizu.

Las obras publicadas son El aspirar del aire, con temas sociales, literarios y culturales de Bruno Rosario Candelier; Anacaona. La construcción de la cacica taína de Quisqueya, de la investigadora y académica de origen holandés Catherina de Vallejo, profesora en la Universidad de Concordia, en Montreal, Canadá; y Voces de Aída, textos críticos sobre música de Aída Bonnelly de Díaz, antología de trabajos realizada por la crítica de arte Marianne de Tolentino.

El gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, dio la bienvenida a los presentes y expresó el orgullo del Banco Central por llevar a cabo su programa de publicaciones, entendiendo que es una excelente vía para contribuir al desarrollo cultural del país. “Estas nuevas obras son fruto de muchos esfuerzos y desvelos. Primero, de los autores, a quienes queremos manifestar nuestras más cálidas felicitaciones, deseándoles que continúen su fecunda labor intelectual. En segundo término, al departamento cultural y demás dependencias que han hecho posible la plasmación de estas nuevas obras, así como al comité de publicaciones del Banco Central, cuyos integrantes velan por elevar cada año el prestigio de nuestra colección bibliográfica, al incorporar obras importantes de autores de valía”, dijo Valdez Albizu. Las obras fueron presentadas por el narrador, ensayista y académico de la lengua, José Alcántara Almánzar, y por la crítica Marianne de Tolentino.

Al presentar El aspirar del aire, de Bruno Rosario Candelier, el director del departamento cultural, José Alcántara Almánzar, expresó que el hecho de que Bruno Rosario Candelier ingresa a la colección bibliográfica del Banco Central con un nuevo libro es una noticia que debe llenarnos de satisfacción a todos, “porque se trata del crítico literario dominicano de mayor proyección dentro y fuera del país desde hace tiempo, reconocimiento ganado a pulso, día a día, a base de trabajo tesonero, dedicación y entrega al estudio y análisis de la producción literaria local durante décadas, que lo han hecho merecedor, entre otros, de sendos Premios Siboney por La imaginación insular La creación mitopoética, así como del Premio Nacional de Literatura por la obra de toda una vida de consagración a las letras”.

Destacó que Rosario Candelier ha publicado decenas de libros de análisis e interpretación de las letras dominicanas que hoy constituyen obras referenciales indispensables para comprender el alcance de nuestra literatura de cualquier época y el rumbo de las nuevas orientaciones de la creación en poesía, narrativa y ensayo. También explicó que el autor de este libro es modelo de constancia y dedicación a lo largo de varias décadas en su empeño por trazar un perfil de nuestra literatura, poniendo de relieve sus rasgos principales y los hallazgos de las figuras mayores. Confesó que a su entender es en su papel de orientador estético y promotor cultural donde alcanza sus más altos y consistentes logros. “El tomo del autor que hoy ponemos en manos de ustedes -con una sugerente portada que reproduce un cuadro minimalista de la joven pintora Laura Castro-, lleva por título El aspirar del aire, inspirado en un verso del Cántico espiritual de san Juan de la Cruz y es un conjunto de ensayos críticos que el autor ha distribuido en varias partes, ante todo un extenso «ámbito teórico» que le sirve de marco general, y luego otro dedicado a analizar una serie de textos y autores que van de Juan Pablo Duarte a Juan Bosch, de José Martí a Sergio Ramírez, así como una pléyade de hombres y mujeres de letras jóvenes de nuestro país, a través de la explicación de textos puntuales. Aunque es obvio que no puedo detenerme en el comentario pormenorizado de cada uno de los textos críticos del autor”, dijo.

Alcántara Almánzar resaltó que lo primero que llama la atención en los trabajos de Rosario Candelier es la amplitud de miras, que realiza con aproximación microscópica a la que no escapa nada, nombre, circunstancia o detalle. Lo segundo es la capacidad para ordenar el aparente caos de un vasto y complejo cuerpo literario, poniendo cada cosa en su lugar. Lo tercero es la claridad expositiva para encuadrar un aporte o un autor. Además consideró que este libro puede usarse como una introducción a la literatura dominicana, un estudio preliminar que nos invita a leer y a estudiar, escogiendo las estrellas más rutilantes en la galaxia de nuestras letras. “En El aspirar del aire, Bruno Rosario Candelier nos invita a realizar con él una agradable travesía por el mundo de la literatura dominicana y continental. En ese largo periplo es mucho lo que tenemos que aprender y descubrir, con la certeza de que él nos llevará a puerto seguro”, dijo al finalizar.

A su vez, en un acto celebrado en la Academia Dominicana de la Lengua intervino José Enrique García, escritor y crítico literario, para hablar de El aspirar del aire. El académico y secretario de la ADL desgajó un manojo de atinadas ponderaciones en torno a esta obra del director dominicano. Como si se tratase del inicio de una novela, José Enrique García comienza su alocución de la siguiente manera: “Puntual, como si fuera dando cuenta de un propósito de vida, de una promesa hecha a sí mismo, Bruno Rosario Candelier entrega al país un nuevo libro”.

El narrador y académico resaltó que a cincuenta años de labor intelectual y de gestión cultural, la obra de Rosario Candelier permanece fresca, vivificante y bienhechora, como las fuentes en las que ha abrevado, léase san Juan de la Cruz, fray Luis de León o santa Teresa de Jesús, entre otros grandes representantes de la literatura española. Destacó la labor de arqueólogo que realiza el director de la Academia Dominicana de la Lengua, puesto que en su trabajo de recuperación de contextos, de situaciones específicas e impulsadoras de obras, períodos y autores, el escritor logra perfilar orientaciones precisas. Destacó de manera particular el estudio titulado “Tendencias y grupos literarios en las letras dominicanas”, donde Rosario Candelier hace acopio de nombres y obras conocidas junto con otras desconocidas del siglo XX y de los años que lleva el XX1.

José Enrique García cita al propio autor de El aspirar del aire para validar sus apreciaciones en torno a la obra, pues concuerda con la inclusión de estudios y ensayos relativos a autores y obras emblemáticas, tanto las conocidas como de aquellos que no lo son, en virtud de la impronta que han dejado y, por ende, “contribuyen a la conformación de la tradición literaria nacional”. Es decir, que han ayudado a la conformación de acervo lingüístico particular de los dominicanos, el español y las letras de nuestro país.

También ponderó como justa y acertada la labor sincrónica y diacrónica acometida por Rosario Candelier en este libro, puesto que los textos viejos, antiguos y primigenios están ahí, dice García, vivos, remozados, participando de una historicidad que lo hacen protagonistas del presente, espejo y complemento de los que hoy se escriben. En este sentido destacó el ensayo “Movimientos literarios de América y la visión de la independencia” en el cual se pone de manifiesto la conjunción de ideología y creación que, a juicio del académico signa la literatura hispanoamericana, debido quizás a que la literatura se transforma en nuestro Continente en instrumento de lucha independentista, impronta del Romanticismo -el concepto de emancipación y libertad- que se enfatiza en este ensayo. Al finalizar sus palabras, José Enrique García saludó la exactitud con la cual Rosario Candelier ha cumplido la noble tarea de crear y trabajar por y para los demás.

El acto concluyó con emotivas palabras de agradecimiento del director de la Academia Dominicana de la Lengua, quien encomió el trabajo intelectual realizado por los autores y presentadores de las obras, así como al público que respaldó esta actividad cultural con su asistencia, y dijo: “Debo agradecer en primer lugar al Lic. José Alcántara Almánzar por ofrecerme estos minutos para expresar mis sentimientos de gratitud no solo a nombre mío, sino a nombre de Marianne de Tolentino y Catherine de Vallejo, porque ciertamente ver la publicación de estas obras, que constituye sin duda un esfuerzo intelectual que hemos hecho cada uno, encierra la culminación del proceso que tiene todo libro”. También le manifestó al gobernador del Banco Central, Héctor Valdez, el agradecimiento suyo y del país por la labor que realiza para mantener la magia de la estabilidad financiera y, desde luego, el hecho de que por su iniciativa brinda un apoyo económico, moral y espiritual para esta labor artística y literaria bajo la orientación de José Alcántara Almánzar que, naturalmente, debieran imitar las demás instituciones financieras, monetarias y empresariales del país. Expresó que el sector cultural agradece el apoyo que el Banco Central le brinda a la cultura, porque este respaldo contribuye a fortalecer la dimensión cultural y espiritual de los escritores. Además, le expresó a José Alcántara Almánzar su gratitud por las hermosas palabras de estímulo y reconocimiento sobre su trayectoria literaria.

Santo Domingo, 30 de junio de 2015.