CONFERENCIA VIRTUAL DE MANUEL NÚÑEZ ASENCIO EN LA PUCMM

“Los aportes de Pedro Henríquez Ureña a los estudios de la lengua y la literatura”

Por Manuel Núñez Asencio, miembro de la ADL

6 de julio de 2020, 3:00 pm

   “Bienvenidos a la virtualidad”. Con esas palabras dio inicio a la reunión virtual, organizada por la Escuela de Lengua de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, en Santo Domingo, coordinada por el profesor José Alejandro Rodríguez. Dio la bienvenida a los participantes de la conferencia titulada “Los aportes de Pedro Henríquez Ureña a los estudios de la lengua y la literatura”. Dicha conferencia se realizó en ocasión del 136.º aniversario del natalicio de Pedro Henríquez Ureña. El conferencista invitado es el académico Manuel Núñez Asencio, miembro numerario de la Academia Dominicana de la Lengua, quien compartió con estudiantes de la carrera de Educación y otros invitados sus conocimientos sobre el ilustre escritor dominicano.

José Alejandro Rodríguez, coordinador de la reunión y profesor de dicha universidad, expresó que estas reuniones virtuales son “las tendencias de ahora en adelante y tenemos que acostumbrarnos a esta operatividad”. Luego de reunidos los participantes, el profesor expresó que “cada año la PUCMM realiza en conmemoración al natalicio de Pedro Henríquez Ureña” y que “este año, a pesar de la situación de pandemia que estamos viviendo no quisimos dejar pasar por alto este encuentro. Agradecemos a la Academia Dominicana de la Lengua en la persona de su director, doctor Bruno Rosario Candelier, por habernos permitido tener como invitado a Manuel Núñez, miembro de la ADL, y hoy nos honra con su distinguida presencia”.

El profesor Rodríguez leyó breve semblanza del conferencista invitado en la cual destacaba que “es licenciado en Literaturas Modernas y Lingüística por la Universidad de Paris; completó los cursos del doctorado en Texas; en su ejercicio profesional ha sido director del departamento de Filosofía y Letras en la Universidad Tecnológica de Santiago; es profesor de lingüística y literatura. Ha sido profesor de la Maestría de Lingüística Aplicada, en INTEC y la Universidad Autónoma de Santo Domingo; es miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua y miembro correspondiente de la Real Academia Española; de la Academia de Ciencias y responsable de la Comisión Lingüística; es profesor en la Maestría de Relaciones Internacionales en la Universidad Autónoma”.

Al tomar la palabra el conferencista Manuel Núñez expuso: “Para mí es un gran honor hablar de Pedro Henríquez Ureña porque es la máxima figura intelectual, con una vida singular, porque es un hombre que se forma en el seno de una de las familias más importantes de las letras nacionales, que es la familia de Salomé Ureña y de Francisco Henríquez y Carvajal”. Expresó que “desde su comienzo como intelectual Pedro se destacó como una figura excepcional”. Basado en una crítica literaria que se hiciera sobre la vida de Pedro Henríquez Ureña, Núñez Asencio cuenta que “siendo Pedro un niño de once años se le preguntó en la escuela, delante de unos invitados que estaban ante el director de la clase, que cuál era la capital de Curazao y, desde luego, nadie sabía en el salón de clases, ni siquiera quien hizo la pregunta tenía la claridad de cuál era la capital de Curazao y Pedro dijo que la capital de Curazao era Willemstad. Y esto desde luego despertó la curiosidad, porque desde su infancia es un personaje excepcional”. Otro dato anecdótico que citaba el académico es que “siendo Pedro un niño fue a comprar las obras de Shakespeare y el librero le dijo «llama a tu papá», porque realmente un niño de doce años no suele leer a Shakespeare; sin embargo, cuando el padre fue, Federico Henríquez y Carvajal, le entregó tanto a él como a Max, su hermano, las obras completas de Shakespeare”.

Explicó Manuel Núñez que en “esa familia en la cual surgió, su madre, Salomé Ureña, la gran poeta de la República Dominicana, tenía en su casa un salón literario con sus alumnas”. Dijo que todas esas mujeres que se dedicaron a la educación, que fueron alumnas de Salomé, sirvieron de base a la educación infantil de Pedro, y en ese ambiente intelectual se fue fraguando la personalidad de Pedro Henríquez Ureña al punto de que la propia Salomé le escribió un poema diciendo que su niño era «el soldado», que su niño era «adelantando», que iba a ser parte de una nueva estirpe intelectual en la República Dominicana”.

Dijo Núñez que Pedro Henríquez Ureña “salió joven del país, salió a los dieciséis años en el momento en que Juan Isidro Jimenes, amigo de su padre, tuvo exiliado, durante los últimos años de la dictadura de Ulises Heureaux: Henríquez y Carvajal se tuvo que ir a Cabo Haitiano, y Salomé, que padecía de tuberculosis, estaba en Puerto Plata. Pedro aprendió francés en Cabo Haitiano y aprendió a leer y a escribir el francés perfectamente. Y, entonces, tan pronto Pedro llegó al bachillerato, Francisco Henríquez y Carbajal decidió enviarlo para su educación a los Estados Unidos, cuando Henríquez y Carvajal tenía el cargo de Canciller de la República”. Explicó que “en esa primera estancia Pedro aprendió inglés, asistió a muchas de las conferencias en los Estados Unidos y al año siguiente se fueron a La Habana, y allí continuó sus estudios y posteriormente se fue a México”. Dijo que Pedro publicó su primer libro en La Habana que se llama Ensayos críticos, y en esos ensayos ya se presentaba como un maestro, y cuando llegó a México se convirtió en una especie de Sócrates del grupo”. Explicaba que “a partir de ahí comenzó la carrera de Pedro, un hombre que fue un gran lector, uno de los grandes paradigmas de América. Posteriormente en México hizo la carrera de Derecho y estuvo ligado a todo lo que fue la publicación y la difusión de las letras hispanoamericanas”.

Manuel Núñez explicó que Pedro Henríquez Ureña inició los estudios de nuestra habla con el libro El español en Santo Domingo, que es la primera monografía dialectal sobre una lengua en el Continente americano. Expresó que Pedro Henríquez Ureña “es al mismo tiempo un historiador de la cultura, de las letras, de la escultura, de la pintura, y se propuso hacer la historia de la cultura hispanoamericana”. Dijo que Henríquez Ureña era también “un creador porque escribió volúmenes como Los cuentos de la nana Lupe, que escribió obras de teatro y poemas y crítica literaria, lo cual, indudablemente, lo convierte en un importante literato”.  Señaló que la obra de Pedro Henríquez Ureña tiene un carácter múltiple: también es un gramático, escribió junto con Amado Alonso dos volúmenes de Gramática de la lengua española” y “participó igualmente en todo lo que es el sistema de enseñanza de la lengua española en América”. “Es decir que toda esa multiplicidad en la obra de Henríquez Ureña se da justamente porque él lo vio como una necesidad”, apuntó.

Manuel Núñez destacó de Pedro Henríquez Ureña “que el peso mayor de su obra está en su concepción de la hispanidad.  La concepción de Henríquez Ureña se funda en que la hispanidad es lo que une a las patrias de la América hispánica”. Explicó que “mucha gente piensa que la hispanidad no debe ser considerada como un elemento fundacional; sin embargo, él trabajó profundamente el papel de la hispanidad y dijo «estos territorios, territorios que se hayan unido por la lengua, por la cultura, por la historia, por el comercio, por el mestizaje, forman parte de una comunidad». Expuso que “nosotros formamos parte de una comunidad, una comunidad que nos une con Cuba, Puerto Rico, México, Venezuela, Colombia y con el resto del continente y esa comunidad fue enfocada por Pedro como el mecanismo esencial por el cual él tenía que trabajar”. Explicó que Pedro Henríquez Ureña “entendía que esa comunidad nos obligaba a una Magna Patria, y de hecho tuvo la concepción de que éramos parte de un gran conglomerado y que la hispanidad no es un asunto de raza; o sea que la hispanidad no estaba en el color de la piel, del indio ni del blanco, ni del negro, sino que la hispanidad era lo que se había fraguado como historia cultural entre nosotros porque la cultura no es un asunto biológico”. Explicó que “la cultura es un asunto de historia, de lengua, de costumbre, de hábitos, de creencias”. O sea, todo ese orden en el cual se fragua nuestra libertad constituye nuestra cultura y él entendía que esa hispanidad ya se había desgajado en España al punto de que hoy en día ocho de cada diez hispanohablantes están en el Continente americano”.

Añadió el expositor que “el español es la lengua de este continente, y la hispanidad es lo que nos identifica a todos nosotros como parte de ese conglomerado, como parte de ese conjunto de culturas que en algún punto, por razones históricas, estuvieron unidas porque nosotros éramos parte de una comunidad mayor que era el Virreinato de Santo Domingo, y ese virreinato tenía incidencia en Cuba, Puerto Rico y Venezuela, y luego es parte del Virreinato de la Nueva España en México”. Apuntó que “siempre hemos estado formando parte de ese conjunto y durante tres siglos formó una cultura, y esa cultura es la que se llama Cultura de la Hispanidad”. Explicó que Pedro Henríquez Ureña entendió que “esa cultura era la base de toda su consideración” y por eso trabajó en esa visión para darle contenido a esa visión, para darle concreción a esa visión que él tenía.

Destacó Núñez que Pedro Henríquez Ureña escribió Santo Domingo en las letras coloniales, un libro en el cual escribe la historia de las letras en el Continente. Destacó también la poesía de sor Leonor de Ovando. Expuso que “los primeros antípodas de una cultura de las letras se dan en Santo Domingo. Santo Domingo es el solar de las primeras universidades, la Universidad Santo Tomás de Aquino en 1538 del siglo XVI, también la Universidad Santiago de la Paz. Es aquí donde comienza a enseñarse por vez primera la lengua española y es también el asiento, dice Pedro, de los primeros ayuntamientos, las primeras ciudades, las primeras casas de la confección de la moneda. Los primeros ingenios en La Vega, el ingenio de Gonzalo de Vellosa”. Añade el académico que “Santo Domingo tiene primacía en todas las áreas en lo que es la civilización occidental en América”.

Explicó el conferenciante que “primacía también tiene en lo que es el derecho: es aquí donde surgió la primera rebelión del hombre autóctono en América, la rebelión del cacique Enriquillo de 1519 a 1538, una rebelión que termina con el Tratado de Paz entre Carlos V y el cacique Enriquillo. Firmó con el Rey Carlos V las paces, primeras paces que dan origen al derecho en América”. Dijo que “también Santo Domingo es el lugar de la primera rebelión de los esclavos en América, en el ingenio de don diego Colón: en 1520 se rebeló Lemba y marca la primera reclamación del derecho del hombre africano en América”.

“Es decir que tenemos la primacía que nos dan a nosotros toda una tradición de que por aquí debiera empezar esa restricción de lo que era la ‘Magna Patria’, y por eso él inicia ese libro con las letras coloniales en Santo Domingo, y posteriormente en el año 1938 publica un libro sobre el español en Santo Domingo en el cual descubre por primera vez las características de la lengua española que se habla en Santo Domingo”.  Posteriormente, según Núñez, Pedro Henríquez Ureña “escribió otro libro referente a las zonas dialectales en el Continente”. Explicó que Henríquez Ureña dijo que “el español en América tenía cuatro grandes zonas dialectales: 1. La zona mexicana, que iba desde México hasta Nicaragua (no incluía a Panamá porque Panamá tiene un español del Caribe). 2. La zona de Sudamérica, que está la América andina donde está Perú, Colombia, Ecuador, parte de Venezuela. 3. La zona rioplatense con el español de Río la Plata, el español de Uruguay y Argentina. 4. Y catalogó la zona chilena como una zona exclusiva de Chile”. Expresó Manuel Núñez que “esta descripción del español en la forma en que él habla, conforme a las lenguas indígenas que estén próximas a la lengua española, hace una descripción pormenorizada de lo que es el español en América”.

Comentó el ensayista y académico dominicano que posteriormente Henríquez Ureña “comienza a escribir su magna obra que fue Historia de la cultura en América hispánica”, y que todo esto constituye básicamente el ideario: es decir, El español en Santo domingoSanto Domingo en las letras colonialesEl español en América y luego Historia de la cultura en América, constituyen los libros básicos que definen el recorrido que Pedro Henríquez Ureña hace de lo que es esa ‘Magna Patria’; y luego, pues, además, en la búsqueda de la identidad son los Seis ensayos en busca de nuestra expresión.

Manuel Núñez señaló que Pedro Henríquez Ureña “también habla de lo que es la ‘utopía’ de América y dice que esa ‘utopía’ tiene que venir porque América está cimentada por tres elementos internacionales de la cultura latina en Occidente: 1. En primer lugar, el Descubrimiento de América: el transporte del mundo europeo en América, comienza en esta isla de La Española. 2. En segundo lugar está lo que es el Renacimiento y llega a América justamente de parte de los españoles y queda plasmado, en el caso dominicano, con una catedral gótica, la Catedral de Santo Domingo; y muchos edificios que dan cuenta de esa presencia arquitectónica en todo lo que fue el Renacimiento, en el caso americano grandes obras en este Continente en el siglo XVI y en la antigua ciudad de Santo Domingo que él tenía como patrimonio más importante. 3. Y  está la Revolución Francesa, que es el ideal revolucionario que va a implementarse en toda América, que va a ser parte del sentir de la utopía, de la necesidad que tienen los hispanoamericanos de mejorar el ideario intelectual de todo lo que es la obra peninsular”.

Manuel Núñez destacó otros elementos de la obra de Pedro Henríquez Ureña: su tesis doctoral fue, básicamente, sobre la versificación de la lengua española, una tesis doctoral considerada uno de los hitos más importantes en todo lo que fue la tradición en América, porque Pedro estudió el proceso de la diversificación del español e incluso fue uno de los iniciadores más importantes de los estudios sobre El romancero de España en América, a partir de un pequeño trabajo que publicó en Buenos Aires sobre los romances en Santo Domingo”. Dijo que Emma Garrido de Boggs escribió un volumen sobre los romances de las leyendas que estaban en El español de Santo Domingo y que eran cantados por los habitantes de Santo Domingo: «Mambrú se fue a la guerra», «Mi abuela tenía un pedal». Luego el escritor español Enmanuel Andrade recogió los cuentos de «Juan Bobo y Pedro Animal»”.  Expresó el académico que “fue Pedro Henríquez Ureña quien le dio a estos antropólogos la posibilidad de explorar profundamente lo que sería toda la herencia de la cultura oral dominicana”.

Subrayó Núñez que Henríquez Ureña “también fue quien inició los estudios de valoración de nuestros literatos y el ensayo que escribió sobre Manuel de Jesús Galván y Enriquillo ha sido de las bases de su aporte”. Dijo que esta obra fue traducida al inglés por el gran literato inglés Robert Green y al mismo tiempo la traducción al francés de la obra Enriquillo”. “Es decir que Pedro Henríquez Ureña abrió la República Dominicana al resto del Continente”.  Añadió que Pedro Henríquez Ureña, además, es considerado Maestro de América por lo que fueron sus alumnos, porque la obra de Pedro, además de los 14 volúmenes que ha publicado el Ministerio de Cultura —sobre su obra lingüística, sus ensayos, su obra historiográfica, su obra gramatical—, también hay seis volúmenes de correspondencias que es también muy importante y que muestra gran parte de su labor pedagógica, su labor intelectual, correspondencia con grandes escritores de América; y todos ellos  testimonian la obra de Pedro”. Comentó que Jorge Luis Borges, uno de los grandes poetas y cuentistas de Argentina, en la recopilación que se hizo de las obras de Pedro Henríquez Ureña —prologadas por Borges—, dedica un ensayo a Pedro Henríquez Ureña diciendo que su obra socrática, lo que él hizo como maestro oral, además de su obra escrita, es tan importante en todo el Continente que ha dejado una pléyade de alumnos que hablan de lo que fue la obra de Pedro. Esa “gran cantidad de alumnos propalaron las enseñanzas que han hecho que su obra se mantenga porque es la obra de un gran dominicano y un gran panamericano”, apuntó el académico.

Al finalizar la ponencia, el profesor José Alejandro Rodríguez dio las gracias al expositor Manuel Núñez, expresando que él se siente satisfecho con su compatriota.

—Estudiante (F): Realmente es impresionante lo que escribe Pedro Henríquez Ureña. Son ensayos bien largos, y me sorprende que él fue un ensayista moderno, y más que la estructura del texto es la manera de como plantea lo que tiene que ver con la utopía de América, toda la base que él expone en la mayoría de sus ensayos.

—Manuel Núñez: Sí, él tenía una visión enciclopédica del ensayo. Es decir, esencialmente cuando abordaba un tema él tenía agotado todo lo que él hace en su bibliografía. Cuando uno examina la bibliografía de Pedro Henríquez Ureña se da cuenta de que cuando él abordaba un tema lo hacía con la conciencia de dejar un aporte, aunque después lleguen otros y lleguen más lejos, pero tenía un aporte y por eso su obra se mantiene.

—Estudiante (M): Analizando el hecho de que él no se pudo radicar en Europa yo me planteaba la siguiente pregunta: ¿Hubiese sido el pensamiento de Pedro Henríquez Ureña el mismo, con esa visión utópica de América moderna, o no lo hubiese sido?

—Manuel Núñez: No era posible quedarse en Europa. Pedro Henríquez Ureña nace en 1884 y muere en 1946. Es decir, durante su vida de 62 años hay dos guerras mundiales, la primera de 1914 a 1918 con la Paz de Versalles, y la segunda del 1939 a 1945. Prácticamente la vida de él está signada por dos guerras mundiales que se dieron en Europa.

 

FABIO GUZMÁN ARIZA DA A LA PUBLICIDAD LA TERCERA EDICIÓN DEL PROCEDIMIENTO EN DEFECTO EN MATERIA CIVIL Y COMERCIAL

El jurista, escritor y académico de la lengua Fabio J. Guzmán Ariza, presidente de la firma Guzmán Ariza Abogados Consultores, acaba de publicar la tercera edición de la obra El procedimiento en materia civil y comercial después de las reformas de la Ley 845 de 1978. Ese título, que forma parte de la Colección Monografías de Editora Judicial, fue publicado por primera vez en 1981, reimpreso en 1996 y su segunda edición en el 2010. Es un clásico de la bibliografía jurídica dominicana, cuyo contenido ha sido actualizado y ampliado con la jurisprudencia y doctrina de la última década. Producto de un agudo trabajo de investigación, su contenido examina, de manera crítica e interpretativa, el procedimiento en defecto tal y como quedó modificado por la Ley 845 de 1978 y, de manera especial, aquellos aspectos que se prestan a interpretaciones contradictorias.

El autor parte del criterio de que el procedimiento en defecto constituye una garantía establecida por la ley en beneficio del litigante que no ha sido oído en justicia. Además, profundiza en los modos de protección con que cuenta la parte que no ha acudido al juicio: el procedimiento especial ante el tribunal, los requisitos particulares de las sentencias dictadas en defecto y el recurso de oposición.

Fabio J. Guzmán Ariza es abogado, escritor, editor y miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua. Actualmente preside el bufete Guzmán Ariza. También es editor de la revista Gaceta Judicial y presidente de su consejo editorial. También preside la Fundación Guzmán Ariza pro Academia Dominicana de la Lengua y Fundéu-Guzmán Ariza, que se encarga de las orientaciones léxicas y gramaticales de la lengua española. Es autor o coautor, entre otras, de las obras El lenguaje de la Constitución Dominicana; Modelos para las SRL y EIRL; Repertorio de la jurisprudencia civil, comercial e inmobiliaria de la República Dominicana; Ley No. 108-05 de Registro Inmobiliario, con sus modificaciones, reglamentos y normas complementarias, concordados e indexados y Diccionario del español dominicano.

 

FABIO GUZMÁN ARIZA PARTICIPA EN LA PRESENTACIÓN DEL DPEJ

La Real Academia Española (RAE) presentó, en una actividad telemática, la versión digital del Diccionario panhispánico del español jurídico (DPEJ), con la participación de académicos de la lengua y juristas y funcionarios judiciales de todo el mundo hispánico mediante la aplicación electrónica del Start Zoom.

La edición en línea del DPEJ es una obra lexicográfica sobre la lengua del derecho con el lenguaje jurídico de la comunidad hispanoamericana, vinculado a las legislaciones de los países que la conforman. Ya está disponible para su consulta gratuita en línea electrónica. La obra fue presentada en un encuentro virtual con la participación del director de la RAE y presidente de la ASALE, Santiago Muñoz Machado, y el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), de España,  Carlos Lesmes. En el acto también intervino el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, quien ponderó la admirable labor de la Real Academia Española en una obra que se ha calificado de monumental. El presidente de ASALE subrayó que “no existe justicia sin lengua y que su buen uso es la irrenunciable tarea a la que están abocadas las fuerzas civiles”.

Nuestro jurista y académico numerario, Fabio Guzmán Ariza, representó a la Academia Dominicana de la Lengua en esa actividad virtual, cuyo texto formalizado en su correspondiente video para el acto de presentación fue el siguiente: “Saludos desde la Republica Dominicana. Para la Academia Dominicana de la Lengua y para quien les habla ha sido un gratísimo privilegio colaborar en la preparación del Diccionario panhispánico del español jurídico, cuya versión digital se estrena en esta fausta jornada. Por mucho que se haya dicho, es de justicia repetir que se trata de una obra monumental, fruto del empeño mancomunado de cientos de profesionales del derecho y de la lexicografía de todo el mundo hispanohablante, que han trabajado bajo la sabia y tenaz dirección de don Santiago Muñoz Machado. Los juristas somos una subespecie de la raza humana que vive de las palabras: se podría decir que somos verbíboros, que nuestro quehacer se concretiza en el uso de nuestro idioma y en la discusión, muchas veces vehemente, del significado, alcance y pertinencia de las voces que lo componen. De ahí la capital importancia de que a partir de hoy todos tengamos acceso a este valioso texto de referencia, que recoge el léxico jurídico del castellano universal. ¡Enhorabuena a todo el equipo!”, dijo emocionado Guzmán Ariza.

Durante su intervención, Santiago Muñoz Machado elogió la participación de nuestro académico con las siguientes palabras: “Don Fabio Guzmán Ariza, de la Academia Dominicana de la Lengua, tiene todo mi afecto y admiración por su gran cultura lingüística; él emite todas las tardes de todos los días un comunicado sobre el buen uso del español en el mundo del derecho principalmente, pero también de la lengua en general”.

Al término de la actividad, el director de la Academia Dominicana de la Lengua, Bruno Rosario Candelier, en comunicación al director de la Real Academia Española, lo felicitó por la excelente organización de la video-conferencia y el valioso aporte del DPEJ y, desde luego, por sus presentación desde la Real Academia Española en Madrid. El acto académico fue variado, con la intervención de los representantes de las Academias de la Lengua e instituciones jurídicas del mundo hispánico, estupendamente logrado en todos los aspectos electrónicos.

Madrid/Santiago de los Caballeros, 2 de julio de 2020.

LA DIMENSIÓN ESTÉTICA Y ESPIRITUAL DE LA CREACIÓN POÉTICA

Era una mañana calurosa, pero un domingo florido con el júbilo por la tertulia sobre lírica mística de los poetas mocanos Juan Santos y Rocío Santos, autores de sendos libros de poesía mística, La llama perpetua y Una gota en el mar, respectivamente. Según Juan Santos, autor de La llama perpetua, en su caminar por la vida “nacen mis poemas, resultado de intuiciones y vivencias en un tiempo donde capturamos la realidad poética y plasmamos en palabras el significado profundo que intuimos”.

Destacó el joven poeta que “cuando prestamos atención a nuestra realidad circundante y a lo que con nosotros ocurre, nos damos cuenta de que podemos extraer temas importantes, verdades ocultas, mensajes que no son de nuestra autoría sino que son susurros de la plenitud, de la energía primaria y del más allá”. Leyó tres de sus poemas con los que confirma su valoración intelectual, estética y espiritual.

En su turno, la poeta Rocío Santos hizo un llamado a interiorizar en la conciencia “para hacer un momento de silencio porque de esa manera se descubren muchas cosas que con palabras es difícil expresar. Lo que hacemos los poetas es un intento de pintar con palabras una experiencia espiritual que no se puede describir cabalmente, hay que vivirla”.

Luego de leer dos poemas, la joven Rocío Santos afirmó que “cuando lees una frase que te da dentro, que te llena, es porque te está tocando la verdad, y cuando la verdad toca simplemente, en silencio, resuena dentro de la persona; por eso no es coincidencia que la palabra “libro” sea igual a la palabra “libre”. Libro entraña libertad, así que vamos a tratar de interiorizar y ver que lo que se trata realmente es de estar aquí”.

Ambos poemarios fueron comentados por el director de la Academia Dominicana de la Lengua y presidente del Ateneo Insular, Bruno Rosario Candelier, quien al referirse a la creación de los autores de La llama perpetua y de Una gota en el mar dijo que “Las palabras producen un eco en el corazón humano, la poesía es la expresión estética del lenguaje y la poesía mística es la expresión de la dimensión espiritual de la conciencia que ahonda en las manifestaciones interiores y genera una vivencia estética y una fruición espiritual que el ser humano puede experimentar cuando se pone en contacto con la realidad sensorial, cuando abre su inteligencia y su sensibilidad para vivir y expresar lo que siente y percibe de la realidad que los poetas manifiestan en la creación poética”.

Entonces sugerimos que, como hacen los hermanos Santos, se siga escribiendo “ya que no solo por su edad sino por sus talentos pueden aportar al arte de la creación poética el testimonio de su visión religiosa y mística del mundo”, y les expresé mi satisfacción por el aporte de su palabra y los alenté a que sigan testimoniando lo que experimentan porque con lo que han hecho evidencian la dotación estética y espiritual para plasmar la expresión más genuina de nuestra conciencia”. Y añadí: “A veces la gran poesía resulta indescifrable porque se escribe en un lenguaje diferente al lenguaje ordinario que hablamos, porque el lenguaje de la poesía, que es el lenguaje de las imágenes, es complejo, y hay que estudiarlo para entender las complejidades poéticas de la palabra en su más alto nivel, porque se trata de la expresión de la intuición y de la revelación, y con nuestra intuición nos ponemos en contacto con la dimensión interna y profunda de la realidad, y mediante la revelación recibimos irradiaciones de la trascendencia con las señales y verdades de la sabiduría espiritual del Universo”.

Al finalizar el coloquio, que en su momento celebramos en la Biblioteca Municipal “Gabriel Morillo”, de Moca, algunos de los presentes expresaron su intención de estudiar el arte de la creación poética para potenciar su desarrollo intelectual, estético y espiritual.

 

JOSÉ MIGUEL SOTO JIMÉNEZ PONE A CIRCULAR UN NUEVO LIBRO

El escritor, político, embajador, militar y académico de la lengua, José Miguel Soto Jiménez, presentó su más reciente libro titulado Dominicaneando: Los tres nombres del después de siempre, donde recoge artículos sobre temas sociales, políticos, antropológicos, lingüísticos, literarios y culturales vinculados la realidad nacional.

José Miguel Soto Jiménez, actualmente embajador en Emiratos Árabes, dedica esta obra al pueblo dominicano y en ella destaca que “con la fuerza inadvertida de su propia suerte, ha sobrevivido a sus grandes crisis y derrumbes centenarios para continuar librando, a brazo partido, las batallas tremendas de su mismo destino, entre las calamidades catastróficas de la esperanza, y las consecuencias milagreras de su voluntad”, según reza la dedicatoria.

Este destacado militar y académico nació en Santiago de los Caballeros el 2 de marzo de 1956. Ingresó a las Fuerzas Armadas, en el Ejército Nacional, en 1973, y tras escalar todos los rangos militares, fue Ministro de las Fuerzas Armadas.

Nuestro académico ha publicado las siguientes obras: Evasión (1974), Dualidades (1975), Poemas al abuelo (1977), Cantos de hierro (1978), Testimonios (1977), Areíto del Simú (1979), Mentiras y fundamentos para una historia (1980), Colonialigrama (1981). Semblanza de los adalides militares de la Independencia (1980- 1982), La Revolución de Juan Sánchez Ramírez (1982), Campañas militares de la Independencia, en colaboración con el General E.N. ® Ramiro Matos González. Efemérides militares de la Independencia, en colaboración con el General E.N. ® Ramiro Matos González. El corrido de los taitas (1994). Cronología militar de la Independencia, en colaboración con el General E.N. ® Ramiro Matos González. Los motivos del machete (2001). Memorias de Concho Primo (2006). Memorial de la guazábara (2010). Malfiní. Radiografía de un magnicidio (Estudio forense de la muerte de Trujillo, 2010). Doctrina militar: Seguridad, defensa y democracia (2015) y Dominicaneando (2020).

Entre otros galardones, obtuvo el premio Eduardo León Jimenes, por el libro Los motivos del machete  (2001). Ha recibido varias condecoraciones por su mérito militar y decenas de placas de reconocimiento de organismos militares nacionales y extranjeras, así como de organizaciones e instituciones civiles por su desempeño intelectual y castrense.  Es miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua, de la Academia Dominicana de la Historia y del Instituto San Martiniano.

Santo Domingo, 20 de junio de 2020.

PONDERAN EL USO DE VOCABLOS RELACIONADOS CON LA PANDEMIA

De Fabio J. Guzmán Ariza <fabio@fundeu.do>, Santiago, Rep. Dom.,  27/05/20

¡Saludos, Javier! Espero que tú y tu familia se encuentren tan bien como pueda esperarse en estos tiempos de crisis y peste.

Vi parte del video (¡no vídeo!) de la última junta de la Fundéu BBVA. Me extrañó que nadie comentara que se podría justificar el género masculino del cóvid (¡no la covid!) en razón de que el referente principal del acrónimo COVID es disease, que en español es el mal (al igual que la enfermerdad). La palabra inglesa disease no tiene género –no es ni masculina ni femenina- y su traducción puede ser masculina (si se traduce como el mal) o femenina (si se traduce como la enfermedad).

Creo que en la Rep. Dominicana y en gran parte de Hispanoamérica se usa y se continuará usando “el cóvid”.

Un fuerte abrazo,

Fabio


De Javier Lascurain <jlascurain@fundeu.es>, Madrid, 27/05/20

Muchas gracias, Fabio.

Expondré ese punto de vista. Creo que en el ámbito médico prefieren traducir ese “disease” por “enfermedad” antes que por “mal” y de ahí la preferencia por el femenino. Pero lo estudiaremos.

Un abrazo fuerte

Javier

 

De Fabio J. Guzmán Ariza <fabio.guzman@academia.org.do>

Querido Javier:

No sé si es porque prefiero las palabras cortas a las largas, porque soy viejo o simplemente porque me suena mejor, pero si a mí me dieran a traducir del inglés el término “coronavirus disease” (COVID), preferiría decir “el mal del coronavirus” a “la enfermedad del coronavirus”, siguiendo el patrón de los muchos otros males que registra el Diccionario de la lengua española:  ‘el mal caduco’, ‘el mal de Alzheimer’, ‘el mal de Parkinson ‘, ‘el mal de bubas ‘, ‘el mal de Chagas ‘, ‘el mal de la rosa ‘, ‘el mal de Loanda’, ‘el mal de madre’, ‘el mal de montaña’, ‘el mal de orina’, ‘el mal de piedra’, ‘el mal de san Lázaro’ y ‘el mal francés’. De manera que no creo que se pueda decir, como se ha argumentado, que la COVID-19 sea preferible a el COVID-19 porque la de la sigla equivale a disease, que es ‘la enfermedad’: esa d puede corresponder igualmente (si no mejor) a ‘el mal’, que es de género masculino. Donde sí veo que hay fundamento es en preferir la pronunciación aguda de covid a la llana (cóvid). En español las palabras terminadas en d son generalmente agudas (edad, sociedad, Madrid…), no llanas. Sin embargo, en la República Dominicana por razones que desconozco se ha impuesto rápidamente la pronunciación llana.

Un abrazo, Fabio

 

 De Francisco Javier Pérez<franciscojavierperezh@gmail.com>

 Amigo, Fabio:

Espero que tú y tu familia se encuentren bien en momentos tan difíciles. Como me pones en copia, respondo diciéndote que coincido palabra por palabra sobre lo que señalas en torno al uso en español de “el covid”. Esta mañana, en la siempre magnífica reunión de Fundéu, fui el único que hice reparar en el uso en masculino y casi siempre con pronunciación aguda, no solo en Hispanoamérica, sino también en España. Jorge Busto y Pilar García Mouton también apostaron en algo por esta opción. Me ha resultado curioso que privara el criterio terminológico-médico por sobre el uso de la calle. La discusión es muy interesante y seguirá abriendo alternativas hasta que se instale la forma más natural en nuestra lengua: el covid.

La explicación sobre el “disease” es tan débil que en Chile, reporta el secretario de la Academia Chilena, el lingüista Guillermo Soto, que ya escriben “el covit”.

Decía Lezama, que lo maravilloso de la lengua era el destino afortunado de su uso.

Un fuerte abrazo para ti y para el resto de amigos y colegas que aparecen en copia.

 

Francisco Javier Pérez

Secretario general

Asociación de Academias de la Lengua Española

ASAMBLEA ELECCIONARIA EN LA ACADEMIA DOMINICANA

   El recién pasado 19 de junio de 2020 tuvo lugar en la Academia Dominicana de la Lengua la asamblea eleccionaria de los miembros numerarios de la institución para elegir a las autoridades académicas para el período 12 de octubre de 2020 al 12 de octubre de 2023.

El doctor Manuel Núñez Asencio, miembro numerario y académico encargado de la Asamblea Eleccionaria de la ADL, emitió el siguiente documento que da cuenta del resultado de las votaciones de los miembros de número de la ADL: “A las 11.00 de la mañana del viernes 19 de junio de 2020 tuvo lugar la Asamblea Eleccionaria de la Academia Dominicana de la Lengua, convocada según establecen los Estatutos mediante comunicación firmada el 8 de junio de 2020 por el Dr. Manuel Núñez Asencio en nombre de la corporación para elegir a los integrantes de la Junta Directiva de la ADL correspondiente al período 12 de octubre de 2020-12 de octubre de 2023, cuyos votantes consignaron sus votos a favor del académico Dr. Bruno Rosario Candelier, como director, y como miembros de la Junta Directiva a los académicos Dr. Federico Henríquez Gratereaux, subdirector; Dr. Manuel Núñez Asencio, secretario; Dr. José Enrique García, tesorero; Lic. Juan José Jimenes Sabater, bibliotecario; y vocales, Dr. Franklin Domínguez y Lic. Rafael Peralta Romero. Fueron firmantes de esta votación los académicos numerarios Federico Henríquez Gratereaux, S. E. Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, Marcio Veloz Maggiolo, Manuel Núñez Asencio, Dennis R. Simó, Juan José Jimenes Sabater, José Enrique García, Franklin Domínguez, José Rafael Lantigua, José Miguel Soto Jiménez, María José Rincón, Tony Raful Tejada, Rafael Peralta Romero, Ana Margarita Haché de Yunén, Fabio Guzmán Ariza, Ricardo Miniño Gómez y Bruno Rosario Candelier, conforme los votos emitidos que obran en mi poder. Lo que certifico y doy fe en mi condición de encargado de la Asamblea Eleccionaria de la Academia Dominicana de la Lengua. Dado el 19 de junio de 2020 en el Salón de Actos de la Academia Dominicana de la Lengua, de la calle Mercedes no. 204, Ciudad Colonial, Santo Domingo, República Dominicana”.

Dr. Manuel Núñez Asencio

Académico numerario de la ADL

Encargado de la Asamblea Eleccionaria

FREDDY BRETÓN: ¿CUÁNTAS COSAS CABEN EN UNA NOVELA?

Por Rafael Peralta Romero – Entrevista

Publicado el 16 mayo de 2020 (hoy.com.do)

 

Diálogo con el autor a propósito de su libro Los entresijos del viento

1. Hola, me complace saludarlo. Tengo el pequeño problema de que no sé cómo tratarlo, pues es usted una autoridad eclesiástica, yo soy católico, no quiero parecer irreverente, pero en verdad no vine a conversar con monseñor Freddy Antonio Bretón Martínez, sino con el escritor Freddy Bretón, un colega por cuya obra literaria siento aprecio, lo mismo que por su persona. Bueno…dígame cómo han estado las emociones por la concesión del premio Feria del Libro a su nueva obra.

R.- Sobre el ‘pequeño problema’, contestaré al amigo Peralta con un antiquísimo programa radial: “Dígalo como pueda”…El anuncio fue para mí una sorpresa rotunda. Solo esperaba noticias de cuarentena, de pandemia. Y hasta pensé que de eso me hablaría el Ministro de Cultura, Eduardo Selman, cuando logró localizarme. Celebré por él y su esposa el verse ya libres del Coronavirus que los afectó. Pero la noticia era el Premio de la Feria Nacional del Libro E. León Jimenes. ¡Válgame Dios! Si yo ni siquiera recordaba que estaba participando en el concurso. Pero ha sido, ciertamente, una gran alegría para mí.

2. Vamos a “Los entresijos del viento”, lo que nos ha convocado a este diálogo…mire Freddy, permítame un comentario, se trata el suyo de un magnífico libro, y que conste, esa opinión la tenía antes del 28 de abril que fue cuando se publicó en el periódico Hoy el veredicto mediante el cual se le otorgó el premio Feria del Libro, mi duda está en que sea una novela, “novela eólica”, le llama usted, de esta apreciación, se desprende una pregunta: ¿usted no cree en la ortodoxia de los géneros literarios?

R.- Yo no cultivaría géneros literarios como exquisitas, perennes e impolutas flores, sino como formas de expresión del ser humano. En cuanto a “novela eólica”, se refiere más bien al elemento que atraviesa como un hilo todo el libro. Desde el pájaro encumbrado o el bebé casi asfixiado por un golpe de viento, hasta el anciano que ya apenas empaña el espejo con su aliento, en el final del libro. Pero digamos también que ese subtítulo puede evocar a Miguel de Unamuno llamando “nivola” a su novela Niebla.

3. El jurado, compuesto por tres intelectuales de gran experiencia, denominó su libro como “autoficción”, y de hecho abunda en ficción, pero también relata usted muchos hechos de su vida, los nombres de sus padres, amigos, incluso cuando se refiere a usted como el padre Federico, no queda duda de que se trata del padre Freddy. De manera que su obra tiene mucho de intencionalmente autobiográfica y por otro lado narra usted una serie de relatos, al estilo de los ejemplos del infante Juan Manuel con sus personajes Patronio y el conde Lucanor. Me gustaría que usted explicara cómo se hace para armonizar esa confluencia de realidad y ficción, cada una presentada como tal. ¿No ve usted riesgo en eso?

R.- Discutir lo del género literario se lo dejo a los expertos. Ciertamente, mezclo historia y ficción, autobiografía y ‘heterobiografía’… Por eso digo en el comienzo del libro: “Refiero hechos históricos entretejidos con alguna fantasía, consciente de que a menudo la realidad supera a la ficción”.  En realidad busco que el lector disfrute lo escrito en ese libro; él mismo podrá saber si es histórico algún hecho, y si no, tendrá que averiguarlo. En el caso de Cien años de soledad, de García Márquez, la publicación conmemorativa de la Real Academia y las demás Academias de la lengua lo resolvieron con un glosario y un índice de nombres al final del libro. Ahí dirá que no es ficticia la noticia del asalto a la población de Riohacha (Cartagena de Indias) por parte del corsario Francis Drake en 1596. El mismo García Márquez explicó estas cosas en diversas entrevistas.

4. Si me permite insistir en el concepto “autoficción”, se lo agradezco…pues no es solo un término, ha sido una tendencia narrativa desarrollada en el pasado siglo la cual ha tenido sus cultivadores y hasta sus teóricos. Se atribuye al escritor Serge Doubrovsky, francés pese a su nombre ruso, un determinado liderazgo en esa línea de creación. Bueno…y escritores nuestros, por la lengua, como Unamuno y Azorín, son citados como partícipes de esa corriente antes de que se le denominara autoficción. ¿Qué lo vincula a usted a esa corriente? ¿O lo suyo es puramente espontáneo?

R.- Yo escribí mi libro sin tener en cuenta nada de eso, pero ahora encuentro, además de lo que tú dices, que el norteamericano Kenneth Rexroth, fallecido en el 1982, intituló una obra suya Novela autobiográfica (1966); en ella habla de casi todo el mundo y también de él mismo. Creo que algo así pasa con mi libro Los entresijos del viento.

5. “Los entresijos del viento” cuenta el origen familiar suyo, sus estrecheces de estudiante pobre, sus rebeldías de joven filósofo cuestionador del sistema político, las diferencias con la jerarquía católica del momento, sus estudios y andanzas en Estados Unidos y Europa, pero además incluye un ramillete de poemas, cincuenta y ocho pude contar, recoge en la voz de personajes creados para ese fin (Prisca, Doroteo, Dositeo, Delgadina…) una diversidad de relatos de intención sapiencial y en la última parte, sobre todo, unas lúcidas reflexiones con valor ensayístico. ¿Es que usted ha querido que su libro fuera como la Biblia: histórico, sapiencial, poético, didáctico…?

R.- Llevo bien adelantada la lectura de la novela Tú no matarás, de la española Julia Navarro, publicada el mismo año que mi libro Los Entresijos del viento. La autora ha insertado en ella cartas, poemas de poetas españoles y de alguna latinoamericana… ¿Cuántas cosas caben en un novela? Si se lo preguntas a Cervantes, el Quijote está lleno de cuentos, y de cuantos relatos hay en el mundo. O pregúntaselo al Gabo…Al escribir mi libro de esa manera, no pretendí otra cosa sino expresarme. Lo que haya resultado en su conjunto no tiene segundas intenciones.

6. ¿Usted acepta que su libro sea considerado “multigénero” o “plurigénero” y que no se le considere una novela en sentido estricto? ¿En este juicio ve usted un elogio o un desmérito?

R.- Me sentiría complacido de que se le llamara novela. De no ser así, diré que me complace más que exista y que sea disfrutado. Citando al pobre Pilato tendría yo que volver a decir: “Escrito está”.

7. Freddy, su libro tiene 368 páginas, es extenso e intenso, pero ahora quiero comentar con usted el episodio narrado en la página 278. Usted, en su ejercicio sacerdotal, en cada visita a determinada comunidad rural tomaba café en casa de Magdaleno, líder comunitario y buena persona, quien vivía modestamente con su esposa y una hija de poco hablar. En la última visita, pasado un tiempo sin andar por ahí, se enteró de que la enigmática muchacha, usando precisamente café como medio, había envenenado a su madre y a dos amigas de ésta. ¿Qué le dice su experiencia en torno a la relación realidad y fantasía?

R.- Solo te diré que el caso que refieres es rigurosamente cierto hasta en los detalles. Y como ese hay más, aunque parezcan fantásticos. Así es nuestra realidad cultural.

8. Pienso que ya usted necesita terminar esta conversación, quizá el escritor Freddy crea que sería bueno continuar hurgando en los entresijos de su creación literaria, pero me luce que el arzobispo Bretón tiene compromisos… no obstante le comento que cuando un escritor laico, con familia por supuesto, gana un premio, por lo común recibe el diploma correspondiente, mientras la esposa se apropia del cheque, ahora dígame usted ¿qué hace un sacerdote con el importe en metálico de un premio literario?

R.- ¡Caramba! Pensé que escaparía a esa pregunta…Hace tiempo que estaba arañando unos centavos para la construcción de una obra necesaria para la Arquidiócesis de Santiago. El dinero del premio ya está depositado en el fondo para esa obra.   Gracias, amigo Rafael Peralta.

 

PREMIO NACIONAL DE LITERATURA EDUARDO LEÓN JIMENES 2020

El Ministerio de Cultura y la Fundación Eduardo León Jimenes convocaron a los escritores dominicanos que publicaron libros durante el pasado año a participar en el Premio Nacional Feria del Libro Eduardo León Jimenes 2020.

El galardón, concebido con la finalidad de reconocer y estimular la labor de los autores dominicanos, está dotado de un premio en metálico de un millón de pesos y un diploma de reconocimiento, que fue entregado el 29 de abril pasado, a las 7:00 de la noche en la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña.

Los “Entresijos del viento” tiene prólogo del brillante intelectual mocano Bruno Rosario Candelier. Al conocerse la noticia del premio, su autor consignó: “Ya sé que el hermoso refrán tradicional reza «Año nuevo, vida nueva» y está magníficamente bien.  Pero resulta que muchos amigos entusiastas, entre ellos algunos muy cualificados, me pidieron que escribiera otro libro. Ante tales sugerencias suelo mostrarme remolón. Y así fue. Sólo que esta vez hice como el joven del Evangelio que dijo a su padre que no iría a trabajar, y luego cambió de opinión y obtemperó. Como si fuera poco, me dispuse a darle forma a un relato novelado. Lo titulé «Los entresijos del viento». Me han salido unas trescientas setenta páginas, en formato 8 x 5 pulgadas. Al inicio de este coloqué la siguiente nota introductoria: «En este libro relato las interioridades y peripecias de alguien, quizá las del viento. Creo que está por verse aún quien es el verdadero protagonista de esta historia. Refiero hechos históricos entretejidos con alguna fantasía, consciente de que a menudo la realidad supera a la ficción. El libro contiene mis historias favoritas, algunas de las cuales han ido disfrutando muchas personas a medida que las publica el periódico Camino. No tengo dudas de que ahora gustará más en forma de novela.  Lo he escrito con la intención de que muchos puedan disfrutar de su lectura, y espero que así sea”.

Monseñor Freddy Bretón Martínez,  Noticia del Facebook de Ángel Vladimir Bencosme, 2 de mayo a la 13:22

OTORGAN PREMIO FERIA DEL LIBRO A MONS. FREDDY BRETÓN

Monseñor Freddy Bretón Martínez, poeta, ensayista, narrador y prelado de la Iglesia Católica, fue galardonado con el Premio Feria del Libro “Eduardo León Jimenes”, otorgado a su novela Los entresijos del viento, que la Academia Dominicana de la Lengua y el Ateneo Insular presentaron en el Teatro Don Bosco con ponencias de Luis Quezada Pérez, Kenia Mata Vega y Bruno Rosario Candelier.

Al abordar la dimensión histórica y biográfica de Los entresijos del viento, Luis Quezada dijo que esta novela tiene un sabor campesino salpicado de poesía espiritual. Explicó que en el distrito municipal de Canca la Reina se inició esta “sapiencial novela campesina” del arzobispo de Santiago. Comentó que la familia de apellido Bretón es una de las que tienen firmes raíces ancestrales y espirituales en la Mocanidad y que la destacada figura de Freddy Bretón hilvana una novela “con un tono jocoso y un salero criollo”, ya que la novela se construye desde la estructura centenaria como expresión de plenitud y perfección que deleita. Añadió que el autor inserta poemas suyos en la novela para darle un matiz estético al cuerpo del texto. “Freddy Bretón Martínez respira sanidad familiar”, expresó Quezada, ya que su narrativa revela la bendición que ha sido para él haber nacido en el campo mocano: “Esta novela constituye un verdadero vademécum de la existencia humana que transita movida por el viento superando las adversidades”, dijo el teólogo mocano.

En su análisis socio-psicológico, Kenia Mata Vega  resaltó el término “entresijo” del título. Dijo que constituye una invitación implícita a confirmar su significado pues forma parte del léxico popular campesino. Igualmente señaló que el subtítulo “sacude con un salto al tecnicismo y a la conceptualización del término ‘eólico’: “dejarse llevar constituye una fantasía de nuestra especie”, agregó la psicóloga mocana. Hizo alusión a esta frase de la novela: “Yo pude construir con la ayuda de los chicos mayores de mi vecindario un papalote cuyo objetivo fundamental era unir el cielo con el suelo”.  Dijo la también novelista Mata Vega que  “desde la mitología hasta los superhéroes de las historias  narran figuras humanas con la habilidad de moverse como las aves”, y que esto es un “simbolismo que van de la mano en un concepto de libertad o de poder”. Concluyó expresando la narradora interiorista que “esta novela es una agradable invitación a seguir enredándonos en los entresijos del viento”.

Bruno Rosario Candelier disertó sobre la vertiente estética de Los entresijos del viento. Expuso que con esta obra Freddy Bretón “se suma al conjunto de creadores mocanos que han asumido la palabra para escribir una novela”. En la tradición literaria de Moca  la novelística ocupa un puesto importante con escritores mocanos de novela y ensayos que han escrito sobre temas vinculados a su historia y  el caso de monseñor Freddy Bretón lo confirma, ya que “asume la historia de su familia, la historia de su paraje, el caudal de las vivencias que han nutrido su sensibilidad y su conciencia para escribir una novela”, lo que le da vitalidad, autenticidad y verosimilitud a su historia. Explicó el crítico literario que Freddy Bretón es un autor d una obra de ficción, puesto que la novela forma parte de la ficción: “La ficción implica en su contenido y su forma una invención”. La obra de Freddy Bretón “es una novela autobiográfica, una historia novelada, lo que indica que a los datos históricos que nutrieron su fabulación tuvo que fabular”, y añadió: “Lo que inventa el narrador es el lenguaje porque la sustancia que narra se lo da la realidad y eso lo recoge auxiliándose de la memoria”, lo cual fue imprescindible para escribirla ya que contiene datos autobiográficos. Rosario Candelier resaltó que el autor supo aprovechar lo que vivió y conoció desde su infancia, una trayectoria existencial que comienza con los primeros años de su vida, para lo cual se vale de la memoria y esto le dio el impulso para escribir”.

El director de la Academia Dominicana de la Lengua y presidente del Ateneo Insular destacó el hecho de que el autor procede de una familia que centraba la esencia de su vida en el fundamento moral de una conducta recta, de una vida fundada en valores y principios: “Freddy Bretón vivió ese ejemplo en su casa y cuenta una historia a partir de una disciplina, una religiosidad y una obediencia a un modo de vida ejemplar. Las personas mayores podrán darse cuenta de que lo que ellos vivieron en su infancia no es lo que se está viviendo en la actualidad, ya que hubo un cambio de la plataforma moral y espiritual en la que nuestros mayores fundaban sus vidas y educaban a sus hijos”. Igualmente dijo que el hecho de asumir la cultura campesina ha sido fundamental para el desarrollo intelectual, moral y espiritual de Freddy Bretón: “Y digo más,  la esencia de la cultura dominicana es esencialmente campesina, de tal manera que los genuinos dominicanos son los que han asumido la esencia de la cultura campesina en la que se fundan sus ideales, principios y valores, y ese es el sentido moral y el valor espiritual de la sabiduría ancestral que recrea la novela de Bretón”.

Monseñor Freddy Bretón agradeció a los ponentes sus respectivas disertaciones y de manera especial al autor de esta reseña quien lo motivó a escribir esa novela.  Freddy Bretón Martínez nació en Canca La Reina, Moca, el 15 de octubre de 1947. Nuestro ilustre mitrado de la Iglesia Católica ha publicado libros de poesía, narración, historia, testimonio y ensayo.

 

“Los entresijos del viento” de Freddy Bretón, Premio Nacional del Libro 2020

“Los entresijos del viento” (2019), novela “intencionalmente eólica” del escritor dominicano Freddy Bretón, ha sido galardonada con el “Premio Nacional del Libro Eduardo León Jimenes 2020”, seleccionada por el jurado de manera unánime, “después de leer y deliberar sobre las cincuenta y cinco (55) obras literarias recibidas”.  Una parte del laudo del jurado dice: “Freddy Bretón nos presenta en Los entresijos del viento su autoficción o ficción autobiográfica…Las reminiscencias fantásticas y oníricas se fusionan con sus viajes y el desarrollo de sus tareas profesionales, mientras el autor construye comunidades afectivas, examina y expone con gracia el contexto social y cultural que concurre en cada experiencia, tejiendo lazos de solidaridad espiritual”.  Que sea el mismo autor de la obra, en sus propias palabras escritas a manera de introducción del libro, quien nos guíe hacia la parte medular de su contenido: “En este libro relato las interioridades y peripecias de alguien, quizá las del viento…Refiero hechos históricos entretejidos con alguna fantasía, consciente de que a menudo la realidad supera a la ficción…En cuanto al tiempo conviene saberse que juego con los planos temporales agrupando o disgregando sucesos de acuerdo con las necesidades del relato…”

El Dr. Bruno Rosario Rosario Candelier, profesor, escritor, lingüista y Premio Nacional de Literatura 2008, en su prólogo de esta obra, titulado “Fragua de vivencias entrañables”, en uno de sus párrafos dice: “Al leer esta emotiva evocación de un pasado redivivo en las palabras del narrador, el lector podrá solazarse con las mansas noches de luna llena entre los trillos rurales, los viejos vocablos del tesoro patrimonial del castellano antiguo, las vetustas costumbres de la cultura tradicional en una historia novelesca contada con el lenguaje popular y culto de una narración fluida, ligera y refrescante, impregnada de verosimilitud, el encanto novelesco de la inspiración autobiográfica, el dato criollista de una temática, la entonación empática del lenguaje y el aliento místico de una espiritualidad sagrada”. (Lincoln López, La Información, Santiago, 30.04.2020).