¿Cuál es la forma correcta de estas tres para escribir el nombre del Instituto Cultural Dominico Ame

1.     Domínico-Americano

2.     Domínicoamericano

3.     Domínico Americano?

Respuesta:

El español rechaza la yuxtaposición de dos adjetivos relacionales a un mismo sustantivo o grupo nominal. Los adjetivos relacionales son los que se refieren al ámbito al que pertenece o con el que está relacionada la entidad a la que afectan. En el caso concreto de su consulta ambos son adjetivos relacionales, como todos los gentilicios.

Los adjetivos relaciones deben ir, en general, unidos por un guión; así, por ejemplo, literatura infantil-juvenil.

Muchos adjetivos tienen además una forma especial que les permite formar un compuesto univerbal. En el caso del adjetivo dominicano esa forma es domínico-. Por ejemplo, de bucal buco-, o de maxilar maxilo-. En estos casos podemos elegir libremente entre la versión con guion (bucal-dental, maxilar-facial) o univerbal (bucodental, maxilofacial). Si presta atención, notará que suelen preferirse las formas univerbales cuando existe esa forma modificada del adjetivo.

En el caso de los adjetivos gentilicios la elección entre la forma univerbal o la forma con guión no es libre.

Si la denotación independiente de cada uno de ellos se mantiene, debemos utilizar la forma con guión. En este caso no se funden los significados de los dos componentes sino que el guion actúa como indicador de que entre los dos adjetivos existe un vínculo: domínico-americano.

Si, por el contrario, queremos indicar que en las nociones de ambos adjetivos se funden en una sola, debemos elegir la forma univerbal: dominicoamericano.

Si tomamos en cuenta estas y algunas otras indicaciones ortográficas los comentarios a las tres posibilidades que Ud. ofrece serían los siguientes:

1.     Domínico-Americano

Es correcto el uso del guion pero incorrecta la inicial mayúscula del segundo componente: domínico-americano o Domínico-americano en los casos en los que el compuesto debe escribirse con mayúscula inicial.

2.     Domínicoamericano

En este caso es incorrecto el uso de la tilde puesto que estamos ante una palabra llana que termina en vocal: dominicoamericano.

3.    Domínico Americano

Ya hemos visto como los adjetivos relacionales no pueden ir yuxtapuestos en español.

Desde mi punto de vista, y dependiendo de la naturaleza de la institución educativa a la que nos referimos, que usted conocerá en profundidad, la elección estaría entre las formas:

Instituto Cultural Domínico-americano

Instituto Cultural Dominicoamericano

¿Cuál es la forma correcta? “supraindicada” o “supra indicada”

Respuesta

Los prefijos (como supra-) deben escribirse siempre soldados gráficamente a la base léxica. Por lo tanto: supraindacada, como suprarrenal o supranacional.

¿Es correcto o incorrecto creen cambios del CNM "harán" revolución?

¿Es correcto o incorrecto: Creen cambios del CNM  «harán» revolución o Creen cambios del CNM  «hará»  revolución?

Respuesta

La forma correcta es la primera. En ella se cumple la concordancia en número entre el sujeto cambios y el verbo harán.

¿Es correcto gramaticalmente hablando el uso del vocablo "dirigenta" para referirse a una mujer?

¿Es correcto gramaticalmente hablando el uso del vocablo «dirigenta» para referirse a una mujer (en vez de ‘dirigente’) y ‘miembra’ (en vez de  miembro, por ejemplo: ella es miembro de….)?  Y considero que no son correctas estas formas, pero aguardo la aclaración de Uds.

Respuesta

El sustantivo miembro ‘individuo que forma parte de un colectivo’ es un sustantivo epiceno.

Según el Diccionario Panhispánico de Dudas los sustantivos epicenos son los que «designando seres animados, tienen una forma única, a la que corresponde un solo género gramatical, para referirse, indistintamente, a individuos de uno u otro sexo. En este caso, el género gramatical es independiente del sexo del referente. Hay epicenos masculinos (personaje, vástago, tiburón, lince) y epicenos femeninos (persona, víctima, hormiga, perdiz)».
No decimos la miembra, como no decimos el persono o el víctimo.

¿Por qué las palabras “reubicar” y “recolocar” no están en el diccionario de la RAE?

¿Por qué estas dos palabras: “Reubicar” (Volver a ubicar) “Recolocar” (Volver a colocar) no están en el diccionario de la RAE.?

Existen en español?

Veo que otras con el prefijo Re, como Reutilizar, SI APARECEN, en el diccionario de la RAE.

¿A qué se deberá esto?

Respuesta

El hecho de que una palabra no aparezca en el diccionario académico no supone que no exista en español. Los diccionarios son obras finitas e imperfectas por naturaleza.

La Academia, entre las normas para consultar su diccionario, se refiere a las palabras derivadas, como las que menciona, y afirma que «todas las voces derivadas de otras o formadas mediante composición, pueden formar parte del diccionario».

También reconoce que en su diccionario «solo aparecen aquellos términos que, vista la documentación de su empleo real, el Pleno académico ha decidido incluir».

Ya sabe que los hablantes de español podemos proponer al Pleno académico la inclusión de nuevos términos en el diccionario. Le animo a que lo haga. Las Academias cuentan con los hablantes para perfeccionar sus obras, que son de todos.

¿Cómo debe decirse "habemos" muchas personas en este salón" o "hay muchas personas, incluyéndonos"?

Agradecería me aclararan cómo debe decirse, si «habemos muchas personas en este salón» o «hay muchas personas, incluyéndonos».  Esta última opción, aunque me luce la manera sugerida por RAE, resulta un tanto incómoda y poco práctica.

Respuesta

Nuevamente agradezco su interés. Desde luego, la forma habemos es incorrecta. El verbo haber con este sentido de ‘existencia’ es impersonal y solo se conjuga en singular. Tampoco me parece una buena solución la otra opción que propone. Yo, personalmente, lo expresaría: «Somos muchas personas en este salón».

¿Qué oculta el poeta Roberto José Adames en sus escritos?

Leí la ponencia sobre la poesía de Roberto José Adames, que usted tuvo a bien escribir y me parece que en sus versos hay un manto de misterio, pero que él conoce muy bien y, por lo tanto, desea ocultarlo, pues percibo que su realidad es una gran mentira disfrazada de verdad. Hay un manto que no permite mirar más allá de lo que él permite ver en sus poemas y no creo que haya tanta honestidad. Deme su opinión.
Virtudes López Ayala

DE BRC A VIRTUDES LÓPEZ AYALA, 29 DE JUNIO DE 2011

Respuesta

Estimada Virtudes:
Aunque hay un manto que impide ver el real trasfondo de lo que sus versos expresan, su realidad no es una mentira, sino una verdad oculta, que es diferente. No es lo mismo decir una mentira, que disfrazar con los procedimientos poéticos una verdad existencial o un planteamiento conceptual. Decir las cosas con el lenguaje de la poesía, aunque se mantenga oculta la real motivación de su inspiración, como hace el poeta Roberto José Adames, es un procedimiento propio de la poesía, pues para eso están el lenguaje simbólico y las imágenes arquetípicas. Si el poeta canaliza en su creación expresiones que responden a fórmulas expresivas de los arquetipos oral-traumáticos, propios del Protoidioma de la poesía, esa manera de escribir es una ingeniosidad de su talento, indicativo de sus condiciones excepcionales para el arte de la creación poética.
Confío en que alguna vez puedas hacer lo mismo en tu creación poética, dando a conocer lo que concita tu sensibilidad profunda, aunque tengas que verter en fórmulas estéticas con imágenes crípticas, lo que realmente te inspira y eleva.

¿Qué es la esencia de la conciencia creadora?

Respuesta

El Logos, intuido por Heráclito de Éfeso para aludir al pensamiento y la expresión, alienta la ENERGÍA INTERIOR DE LA CONCIENCIA, fenómeno que nos hace una potencia de la Creación en conexión con la Fuerza Superior del Universo cuya sabiduría espiritual han intuido contemplativos, iluminados y poetas. El pensamiento creativo se funda en la energía interior de la conciencia, que el Logos formaliza en la palabra. El cultivo del pensamiento da un inusitado esplendor a la cultura, en cuya virtud pensadores y estetas se dedican a la reflexión teorética mediante la disposición de la inteligencia y la sensibilidad para sentir y valorar el mundo. Desde los antiguos pensadores presocráticos, quien se dedica a la creación espiritual y estética promueve los valores del espíritu mediante el cultivo de la palabra, lo que hace posible pensar el mundo y crear filosofía, religión, arte, literatura y mística.

La impronta intelectual que el poder del Logos imprime en la conciencia, fecunda el pensamiento, la imaginación y la reflexión, cuyo desarrollo es indispensable para pensar, crear y comunicar la reflexión o la creación. Como energía interior de la conciencia, la lengua es fuente de las creaciones intelectuales, estéticas y espirituales, cauce vinculante con la realidad, clave de las grandes intuiciones conceptuales y estéticas que hace de la virtualidad operativa de la palabra la vía para conceptualizar verdades, crear belleza y sentir la emoción estética.

¿Quién escribió “tres bellas que bellas son”?

¿Quién escribió “tres bellas que bellas son”? Desde hace muchos años hemos escuchado los jocosos versos de una estrofa cuyo autor desconocemos. Los versos son los siguientes: “Tres cosas me tienen preso/ de amores el corazón: / la bella Inés, y jamón, / y berenjenas con queso”. ¿Sabe usted quién es el autor?

BRC A FRANCISCO ROSARIO,  17 DE JUNIO DE 2011

Respuesta

Desde hace muchos años yo también había escuchado esos festivos versos, pero desconocía el nombre del autor. Sabía, sin embargo, que algunos profesores usaban esos versos en la escuela para enseñar los signos de puntuación. Aparece en algunos libros de lengua española con el título “Tres bellas, que bellas son”. Tiene ese título ya que se trata de tres hermanas casaderas, Soledad, Julia e Irene, que conocieron a un joven y apuesto caballero, licenciado en letras y las tres se interesaron en él. Pero el caballero no se atrevía a decir de cuál de las tres hermanas estaba enamorado. Como no se declaraba a ninguna, las tres hermanas le rogaron que dijera a cuál de las tres amaba. El caballero escribió en unos versos sus sentimientos, aunque «olvidó» consignar los signos de puntuación, y pidió a las hermanas que cada una añadiese los signos de puntuación que considerase oportunos. La décima era la siguiente:

Tres bellas que bellas son
me han exigido las tres
que diga de ellas cual es
la que ama mi corazón
si obedecer es razón
digo que amo a Soledad
no a Julia cuya bondad
persona humana no tiene
no aspira mi amor a Irene
que no es poca su beldad

Soledad leyó la estrofa y escribió:

Tres bellas, ¡qué bellas son!,
me han exigido las tres
que diga de ellas cuál es
la que ama mi corazón.
Si obedecer es razón,
digo que amo a Soledad;
no a Julia, cuya bondad
persona humana no tiene;
no aspira mi amor a Irene,
que no es poca su beldad.

Julia, en cambio, consignó los signos de puntuación así:

Tres bellas, ¡qué bellas son!,
me han exigido las tres
que diga de ellas cuál es
la que ama mi corazón.
Si obedecer es razón,
¿Digo que amo a Soledad?
No. A Julia, cuya bondad
persona humana no tiene.
No aspira mi amor a Irene,
que no es poca su beldad.

De su parte, Irene puntualizó de la siguiente manera:

Tres bellas, ¡qué bellas son!,
me han exigido las tres
que diga de ellas cuál es
la que ama mi corazón.
Si obedecer es razón,
¿Digo que amo a Soledad?
No. ¿A Julia, cuya bondad
persona humana no tiene?
No. Aspira mi amor a Irene,
que no es poca su beldad.

Como persistía la duda, tuvieron que rogar al joven que les develara quién era la dueña de su corazón. Cuando recibieron de nuevo el poema del caballero con los signos de puntuación las tres se sorprendieron:

Tres bellas, ¡qué bellas son!,
me han exigido las tres
que diga de ellas cuál es
la que ama mi corazón.
Si obedecer es razón,
¿Digo que amo a Soledad?
No. ¿A Julia, cuya bondad
persona humana no tiene?
No. ¿Aspira mi amor a Irene?
¡Qué!… ¡No!… Es poca su beldad.

(Esos versos aparecen citados por Roberto Vilches Acuña en Curiosidades literarias y malabarismos de la lengua. Santiago de Chile, Editorial Nacimiento, 1955).
Ahora bien, Roberto Vilches Acuña no es el autor, sino el recopilador. Confieso que pregunté a muchos versados en letras y nadie conocía el nombre del autor de tan ocurrentes versos.
Justamente, en el mes de mayo del presente año (2011) me hallaba en San Lorenzo de El Escorial, de la comunidad de Madrid, en cuyo escenario celebrábamos el IV Congreso Internacional del Interiorismo. En uno de sus comentarios, el poeta español José Nicás tiró al desgaire los citados versos de “Tres bellas que bellas son”.  Entonces alerté mis orejas, interrumpí al poeta y le pedí que me dijera el nombre del autor en cuestión. Sin titubear dijo el nombre del susodicho poeta: BALTAZAR DEL ALCÁZAR.
Al día siguiente, busqué los datos biográficos de Baltazar del Alcázar y me enteré que era un poeta oriundo de Sevilla (1530-1606), cultor de poesía religiosa y amorosa, pero su fama se debe a sus piezas satíricas y poemas festivos, entre los cuales tiene amplia difusión “Cena jocosa”, poema escrito en redondillas (Cfr. Francisco Rico, Mil años de poesía española, Barcelona, Planeta, 2009, p. 429).
Me complace dar con tan singular nombre y satisfacer esta curiosidad literaria que, durante mucho tiempo, fue también mía.

Si las emociones y los sentimientos tuviesen sustancia física: ¿Cómo sería su estructura interior?

Si las emociones y los sentimientos tuviesen sustancia física: 1. ¿Cómo sería su estructura interior? 2. ¿Tendrían átomos, moléculas, ramificaciones, concatenaciones? 3. ¿Se moverían en el espacio como la brisa, se esparcirían como el polvo? ¿Cómo se mueven dentro de nosotros? 4. ¿Son fenómenos independientes de la conciencia? 5. ¿Qué son el temor, el recuerdo, la soledad o sensación de soledad, el vértigo, la tristeza? 6. ¿Cuándo llegan y se van? 7. ¿Tienen su propio lenguaje, al margen del logos?

Son preguntas que me hago y como no hay respuestas fuera de la representación y las imágenes, a veces lo planteo en la poesía. Obviamente, son preguntas que no hago a los filósofos, prefiero hacerlas a quienes tienen alma de artista, como usted.

Camelia

DE BRC PARA CAMELIA MICHEL, 2 DE JUNIO DE 2011

Respuesta

Camelia querida:
Con gusto procedo a responder a tus preguntas, que te desgloso en el orden en que me las planteas:
Tu primera pregunta no tiene respuesta porque está basada en un condicional inexistente. Sobre lo no existente o sobre lo posible o supuesto, no debemos especular, a menos que busquemos hacer un ejercicio de especulación para activar la imaginación creadora o simplemente para dar rienda suelta a la cavilación.

Todo lo que existe, tiene una naturaleza, un valor y una función. En virtud de esos atributos inherentes a su condición de ser, opera su natural disposición con su singular estructura para ser y proceder como le ha sido pautado ontológicamente.

Lo que pensamos, sentimos y queremos conforma una onda metafísica que el espacio registra en alguna capa del Universo y por eso se puede afirmar que hay una memoria cósmica que todo lo conserva, de cuya cantera fluye la sabiduría del Universo, que el Numen integra y guarda para los siglos venideros.

Somos una energía espiritual. Con el Logos fecundante está a nuestra disposición, subyacente en el centro de cada ser humano, la energía interior de la conciencia, que nos permite pensar, comprender, hablar y crear. Además de la realidad circundante, hay una realidad interior y una realidad trascendente, que perciben nuestros sentidos físicos y metafísicos. La realidad intangible tiene una dimensión interna y esencial que da cuenta del sentido profundo de todo lo viviente.

Manifestaciones como el temor, la angustia, el miedo, son expresiones negativas, que se contraponen a las expresiones positivas, como la fe, el amor, la bondad, etc.  La soledad, la tristeza, el ideal, etc., son manifestaciones metafísicas de nuestra personalidad espiritual.

“Nada sucede por azar, sino por razón o necesidad”, dijo Leucipo de Abdera, uno de los pensadores presocráticos. Quiere decir, entonces, que las cosas acontecen cuando conviene que acontezcan, principio místico de alto alcance para nuestra vida y para la creación.

Todo tiene su propio lenguaje de expresión, pero nosotros los humanos, seres pensantes y dicientes, contamos con la palabra, dimensión elocuente del Logos para decir lo que sentimos, para testimoniar lo que percibimos y para canalizar lo que creamos. Desde luego, los poetas tienen a su alcance el lenguaje de las imágenes y los símbolos para canalizar verdades reveladas o verdades intuidas que captan su inteligencia y su sensibilidad, cuando exploran la vertiente profunda de la realidad interior y la realidad trascendente.

Aprovecha, Camelia, tu potencial creador, que en parte heredaste de Valentín Michel y de Mercedes, tu buena madre de quien recibí, en la edad en que nos preparamos para la vida adulta, la instrucción básica de mi formación intelectual, razón por la cual la recuerdo con afecto y gratitud eterna.