Ortoescritura

Por Rafael Peralta Romero

 

LICENCIAR, DOCTORAR Y BACHILLERAR

Son tres verbos relacionados con el mundo académico, pero quizá poco empleados porque comúnmente recurrimos a construcciones perifrásticas equivalentes al valor semántico de estos vocablos: cursé una licenciatura en Letras; estoy haciendo un doctorado en Matemática; terminé mi bachillerato en la escuela Juan XXIII, Higüey.

Los tres son verbos regulares de la primera conjugación, todos son transitivos (la acción se ejerce sobre algo o alguien) y a la vez pronominales, lo que en la escuela de antes se decía reflexivo (la acción recae sobre quien habla). Fui licenciado, me licencié; Fue doctorado en…, se doctoró en…; Lo bachilleró el colegio… se bachilleró…

Licenciar. Se conjuga como anunciar (licencio, licencias, licencié…) En su condición de transitivo significa “Dar permiso o licencia”. La segunda acepción se refiere a “Conferir el grado de licenciado”, y es transitivo, es decir que es una institución académica que te inviste de licenciado. En la sexta acepción el Diccionario académico agrega las iniciales  “prnl.”, que significan: pronominal. Las antepone a la definición “Recibir el grado de licenciado”.

El infinitivo pronominal adquiere la terminación –se: investirse, bañarse, acostarse, licenciarse, doctorarse, bachillerarse.

El participio de licenciar es licenciado, que tiene significados fuera de lo académico: 1. adj. Dicho de una persona: Que se precia de entendida. 2. adj. Que ha sido declarado libre.3. m. y f. Persona que ha obtenido una licenciatura. Se ha licenciado en derecho.

Parecido a licenciado es el adjetivo “licencioso, sa”, el cual se aplica a persona muy libre, atrevida o disoluta. Desde luego, hay licenciados muy licenciosos.

Doctorar. Este verbo es más estricto en su contenido semántico que los otros dos: “1. tr. Graduar de doctor a alguien en una universidad”. También se usa en tauromaquia. Como es pronominal, se podrá decir entonces: Me doctoré en la Universidad de París, en lugar de “Hice un doctorado…”.

Doctor o doctora es alguien que ha recibido el más alto grado académico universitario, esa persona ha sido doctorado o doctorada. En la forma pronominal: Me doctoro, te doctoras, se doctora.

Bachillerar. No es verbo de uso frecuente entre nosotros, pero aquí está, disponible para quien lo necesite. Solemos decir: hizo el bachillerato, cursé el bachillerato, cuando terminé el bachillerato…Pero no se nos ocurre expresar: Se bachilleró en el liceo Padre Daniel; Antes de bachillerarme…; Me bachilleré en el liceo Amelia Ricart…

Bachillerar se define: “Dar el grado de bachiller a alguien. 2. prnl. Tomar el grado de bachiller”. El participio es bachillerado: Nos hemos bachillerado en la misma promoción. Quien no se haya bachillerado no puede ingresar a la UASD.

Para gusto de las feministas el vocablo bachiller tiene su forma femenina bachillera. Ella es bachillera. Para no exagerar, se recomienda usa la forma bachiller para referirse al grado, como se indica en la definición de bachillerar.

Otras curiosidades relacionadas con este término es que deriva del francés “bachelier”, y este del latín medieval “baccalarius”.

La persona que ha cursado o está cursando los estudios de enseñanza secundaria está en bachillerato y no en el “bachiller”, como suelen expresar los estudiantes de ahora, incluidos los universitarios.

El vocablo bachillerato es el indicado para nombrar los estudios de enseñanza secundaria. Tiene afinidad con la palabra bachilleramiento, que es la acción y efecto de bachillerar o bachillerarse.

(Publicado en El Nacional, domingo 14-4-19)

 

¿DEBE MARCARSE EL ACENTO A LOS ACRÓNIMOS?

 El joven periodista Neulyn González, recién iniciado, muestra un interés por los asuntos del lenguaje que no es común en otros profesionales de este tiempo, aun entre los que se dedican o quieren dedicarse a una actividad –la comunicación- cuyo instrumento de trabajo es el idioma.

El acucioso redactor del diario Hoy ha preguntado a esta columna si a los acrónimos se les marca o no el acento. El tema resulta muy pertinente. Acrónimo es un vocablo formado por la unión de elementos de dos o más palabras, constituido por el principio de la primera y el final de la última. Ejemplo: motel (motor + hotel); Inespre (Instituto de Estabilización de Precios).

También se forma a partir de siglas, con las que se origina un vocablo que puede pronunciarse como una palabra: sida (síndrome de inmuno deficiencia adquirida).Similar caso es el vocablo Unesco, de la sigla en inglés de Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Tanto “sida” como “Inespre” y “Unesco” son voces llanas terminadas en vocal y de acuerdo a las reglas de nuestro idioma no llevan tilde.

La nomenclatura gremial, caso dominicano, ofrece diversidad de ejemplos de palabras formadas por la fusión de los componentes de un nombre pluriverbal: Sitracode, Sitramiches, Conatra (Confederación Nacional de Organizaciones del Transporte) Fenatrano (Federación Nacional de Transporte Nueva Opción), Asodemu. Todos estos acrónimos han originado una palabra llana terminada en vocal, a la que no le marca el acento. Tampoco se tilda Faprouasd, por ser una voz aguda terminada en la consonante “d”.

Diferente ha de pasar con los acrónimos que terminen en vocal acentuada: Amaprosán (Asociación de Mayoristas de Provisiones de Santiago), Astrapú (Asociación de Transporte Público), Unachosín (Unión Nacional de Choferes Sindicalizados Independientes). Se acentúan como agudas terminadas en –n y en vocal.

De acuerdo a su terminación, y el tono en que se pronuncian, requieren la marca gráfica del acento los acrónimos: bonogás, Tropigás y todos los formados con el vocablo gas al final. Por igual los acrónimos de Industrias Banilejas: Indubán, y de Central Nacional Movimiento Choferil del Transporte, Mochotrán.

 

Ortografía

La Ortografía de la lengua española, publicación oficial de la Rae y las demás academias de la lengua, señala al respecto lo siguiente:

“En los acrónimos, el acento prosódico suele recaer en la sílaba que cumple con el patrón mayoritario en español para palabras con esa misma configuración…; no obstante, en aquellos que se han incorporado desde otra lengua puede influir también la acentuación etimológica, como se ve en láser, voz llana conforme a su pronunciación en inglés, a pesar de que la mayoría de las palabras españolas terminadas en –er son agudas”. (pág. 581).

Del inglés hemos recibido también los acrónimos: cedé (CD, disco compacto), cederrón (CD-ROM, disco para lectura), devedé (DVD, disco con imagen), emepetrés (MP3), elepé (LP, disco de larga duración).

Por pura gramática española llevan tilde los acrónimos: oenegé (ONG, organización no gubernamental), Indocafé (Instituto Dominicano del Café).

Por el contrario, el acrónimo radar (Del inglés radio detecting and ranging, detección y localización por radio) no precisa marca de acento porque en español es palabra aguda terminada en consonante diferente de –n y de –r.

La sigla de Organización del Tratado del Atlántico Norte se acomoda al patrón silábico del español y se pronuncia como una palabra: OTAN, unos la pronuncian Otan (como llana) y otros Otán (como aguda). Los acrónimos escritos en mayúsculas no requieren tilde.

Los acrónimos lexicalizados (funcionan como una palabra) sí llevan tilde, conforme a las reglas del español. Para más información, consulte a Fundéu (Fundación del Español Urgente).

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