Los símbolos

Es muy común en la República Dominicana confundir los símbolos ortográficos con las abreviaturas. A pesar de sus similitudes (escaso cuerpo gráfico, formación con letras tomadas de la palabra o expresión cuyo concepto representan), estas dos formas de representación gráfica difieren bastante en cuanto a su naturaleza y reglas de uso.

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La nueva ortografía de la lengua española

La Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española, de la que forma parte la Academia Dominicana de la Lengua, publicaron a fin del año pasado la nueva Ortografía de la lengua española. Esta actualización de la ortografía del español es el producto de muchos años de trabajo que comenzaron a poco tiempo de publicada la edición anterior del año 1999. Con ella se cierra el último ciclo de publicación de las tres obras emblemáticas de las Academias –Diccionario de la lengua española (2001), Nueva gramática de la lengua española (2009) y Ortografía de la lengua española (2010)–,  destinadas a explicar el buen uso del léxico, las reglas gramaticales y la correcta escritura de nuestro idioma, respectivamente. El rasgo más relevante de estas tres publicaciones es su carácter panhispánico, concebido y realizado (en sus propias palabras) “desde la unidad y para la unidad” por las veintidós Academias que componen el ente normativo del idioma español en el mundo. Leer más

La Constitución desdoblada

Concluimos nuestro análisis de los yerros lingüísticos de la nueva Constitución con este tercer artículo sobre el uso del desdoblamiento en su redacción. Se conoce con el nombre de desdoblamiento al proceso de descomponer un genérico masculino en su equivalente masculino y femenino, como en estos ejemplos:

Más gazapos y desaciertos de la Constitución

Continuamos con el análisis de los yerros lingüísticos de nuestra Constitución que empezamos en la edición anterior. Se utiliza la subraya para indicar la palabra o frase defectuosa. Nuestros comentarios figuran entre paréntesis y en letra redonda.

Los gazapos y desaciertos de la Constitución

En los próximos meses Gaceta Judicial publicará una traducción al inglés de mi autoría de la nueva Constitución de la República Dominicana, proclamada el 26 de enero de 2010. La labor del traductor es fascinante y frustrante a la vez. Lo primero porque nos obliga a zambullirnos en el léxico de dos idiomas al mismo tiempo hasta descubrir para cada palabra o frase del texto original su equivalente ideal en la lengua del texto traducido. Lo segundo porque sabemos de antemano que cada idioma encierra en su vocabulario y sintaxis algo tan propio – lo han llamado el genio o el ADN de la lengua –, que sería quimérico pretender jamás, aun para un traductor con infinita destreza y conocimiento, hacer la traducción perfecta. De ahí el viejo tópico italiano de “traduttore, traditore”, (traductor, traidor) con el que se censura desde hace siglos a todos los traductores.

Y más palabras de moda: problemática, sumatoria, déjame saber

Concluimos esta serie de tres artículos sobre vocablos de moda en el español dominicano con el estudio de las palabras problemática y sumatoria, y de la frase déjame saber.

Otra palabra de moda: transacción

En el artículo anterior examinamos la popularidad de tres palabras –iniciar, apostar y listado– en el habla culta dominicana; en este nos toca estudiar la palabra transacción,  muy de moda hoy en día entre nuestros legisladores, abogados y jueces.

Palabras de moda

Cada época tiene sus gustos que la distinguen de las demás, tanto en la vestimenta como en la música, el corte de pelo, la bebida, etc. Dentro de ese etcétera cabe el idioma. Así, mientras que en mi juventud –en los años sesenta–, vestíamos túnicas hippies,bailábamos merengue con Johnny Ventura o Félix del Rosario, lucíamos el pelo largo y seco o afros,  bebíamos ron con coca-cola y hablábamos de los “anuncios” en la radio y en la televisión; hoy los jóvenes andan todos con jeans (“pantalones de fuerte azul”, se decía antes), bailan reguetón, exhiben el pelo corto y engominado, toman vodka con cranberry (“arándano agrio” o “arándano amargo”, en castellano) y ya no oyen “anuncios” en  los medios, sino “spots publicitarios”. Leer más

Y/O

Durante casi un siglo y medio de vida republicana, jamás se sintió en nuestro país la necesidad de usar la conjunción doble y/o en la redacción.  Así, en los 4915 artículos de nuestros cinco códigos decimonónicos – Código Civil, Código de Procedimiento Civil, Código de Comercio, Código Penal y Código de Procedimiento Penal–, no encontramos ni una sola ocasión en que se utilice la expresión.

La mismiosis

El argot jurídico dominicano se encuentra infestado de múltiples plagas lingüisticas. Ya  hemos descrito varias en artículos anteriores: la alosfinitis  o el abuso de la locución conjuntiva a los fines de;  la gerunditis  o el uso incorrecto del gerundio en función de adjetivo; la apliquiosis  o el empleo indebido del verbo aplicar como intransitivo y como sinónimo de solicitar;  la comiosis  o la sobreutilización de la coma; y la mayusculitis  o el uso excesivo e incorrecto de la letra mayúscula. En esta entrega ampliamos nuestra muestrario lingüístico-epidemiológico con el análisis de una plaga que afecta, enreda y afea el lenguaje jurídico en todo el mundo hispanohablante: la mismiosis.