Feliz centenario

En agosto de 2013 conmemoramos el tercer centenario de la fundación de la Real Academia Española. En 1713, exactamente un jueves 3 de agosto, un grupo de intelectuales españoles decidió  formar una corporación para la defensa y mantenimiento de la lengua española, al estilo de las que ya existían en Francia e Italia para la defensa del francés y el italiano. Y fíjense que su nombre es ese, Real Academia Española, y que no lleva, aunque a veces se le ponga, el “apellido” de la Lengua. Fue la primera de estas corporaciones en España y, por su condición de primera y única en ese entonces, no necesitaba apellidos para individualizarse. Leer más

Consejos para elegir las palabras

Para hablar y escribir bien contamos con una materia prima fundamental: las palabras. Elegir las correctas dependerá del vocabulario de cada hablante. Los que dispongan de un mayor bagaje léxico tendrán más posibilidades de elección y su expresión será, probablemente, más apropiada y variada. Los hablantes que posean un vocabulario pobre tendrán que esforzarse para que esta pobreza no se vea reflejada en su comunicación. Leer más

Eso es lo que nos hace falta

Los autores de diccionarios tienen dos destinos. El destino más ingrato logra  que sus nombres se pierdan entre las páginas de sus obras. El destino más glorioso convierte sus apellidos en el nombre del propio diccionario.

Así le ocurrió al lexicógrafo italiano del siglo XV Ambrosio Calepino: durante siglos se les ha llamado calepinos a los diccionarios latinos. Al mejor diccionario ideológico del español se le conoce como “el Casares”, en honor al apellido de su autor, Julio Casares. El irrepetible Diccionario de uso del español es conocido por “el María Moliner”.

Los que amamos los diccionarios tenemos una deuda de gratitud con doña María Moliner. Nació con el siglo XX, se atrevió a marcar el  camino en años muy difíciles y, con su valentía, nos dejó el listón muy alto. María Moliner en una carta dirigida a bibliotecarios rurales nos dejó estas frases que hoy comparto con ustedes:

No será buen bibliotecario el individuo que recibe invariablemente al forastero con palabras que tenemos grabadas en el cerebro, a fuerza de oírlas […]: «Mire usted, en este pueblo son muy cerriles; usted hábleles de ir al baile, al fútbol o al cine, pero… ¡a la biblioteca…!».

No, amigos bibliotecarios, no. En vuestro pueblo la gente no es más cerril que en otros pueblos de España ni que en otros pueblos del mundo. Probad a hablarles de cultura y veréis cómo sus ojos se abren y sus cabezas se mueven en un gesto de asentimiento, y cómo invariablemente responden: ¡Eso, eso es lo que nos hace falta: cultura! Ellos presienten, en efecto, que es cultura lo que necesitan, que sin ella no hay posibilidad de liberación efectiva, que solo ella ha de dotarles de impulso suficiente para incorporarse a la marcha fatal del progreso humano sin riesgo de ser revolcados.

Sobre ella y sobre su vida, honesta e impresionante, se ha escrito mucho, incluso protagoniza una obra de teatro. El mejor homenaje que todos podemos hacer, y nos vendrá muy bien además, es conocer su diccionario y aprovechar toda la sabiduría que nos dejó entre sus páginas.

Chiviricas

La mayoría de las palabras en español tiene acento y algunas lo tienen  marcado gráficamente mediante una tilde. La norma es que las palabras solo se acentúen de una manera pero hay un pequeño grupo de “chiviricas” que se ha escapado del redil y puede acentuarse de dos maneras, ambas correctas.

En algunos casos la doble acentuación procede del sufijo, como en las palabras que contienen el sufijo –iaco/íaco. ¿Cómo decimos policíaco o policiaco, cardíaco o cardiaco, afrodisíaco o afrodisiaco? Podemos elegir: ambas posibilidades son correctas. Leer más

¿Seremos capaces?

La preocupación por el manejo del lenguaje por parte de los jóvenes ha existido siempre. Hagamos un pequeño esfuerzo y recordemos que no hace tanto -o quizás sí- nosotros mismos queríamos diferenciarnos a toda costa de los adultos y parecernos lo más posible a nuestros amigos. La jerga juvenil, cuya razón de ser es estar lo más alejada posible del lenguaje de los “viejos” y resultar incomprensible para ellos, es parte de la adolescencia. Cambia con las épocas y las modas y, como ellas, es efímera. Leer más

Este cuento no es corto

Hablábamos en una Eñe anterior del género ambiguo y quedé debiéndoles el género común, el que tienen los sustantivos que se refieren a seres sexuados y que pueden usarse en masculino o femenino sin sufrir variaciones, solo mediante la combinación con determinantes o adjetivos femeninos o masculinos, según el caso. Leer más

Predicciones y pronósticos

Un año más vuelven los ciclones. Los poetas los compararían con las golondrinas en primavera. Los científicos los ven de otra manera y su función, importante y necesaria donde las haya, es la de determinar, mediante la observación de las condiciones atmosféricas, si van a producirse. Leer más

Pueden elegir, o casi

Los nombres en español son masculinos o femeninos. El género es una herramienta fundamental para establecer la concordancia y de su dominio depende un buen manejo de la lengua. Por eso es tan importante saber que, como ya nos tiene acostumbrados, la lengua se guarda un par de excepciones a esta norma gramatical. Leer más

Una ñapa ortográfica

Muchos nos preocupamos por el buen uso de las tildes. La mayoría, sin embargo, tiende a considerar que usar las tildes erróneamente o, incluso, no usarlas en ningún contexto no significa que se escriba mal.

La verdad es que si revisamos las reglas de acentuación en español tampoco nos encontramos con tantas dificultades; lo principal es dominar la separación silábica y aprenderse eso, que siempre nos recuerda a nuestros años escolares, de agudas, graves o llanas, esdrújulas y sobresdrújulas. Leer más

La melodía del lenguaje

Los hablantes suelen quejarse de la dificultad de los verbos. No podemos negarlo. El español disfruta de un sistema verbal complejo y difícil. He elegido el verbo disfrutar conscientemente. Es precisamente esta complejidad la que nos permite expresar infinitos matices -temporales, sentimentales, de actitud personal, de punto de vista- y enriquecer nuestra comunicación. Pero las cosas complejas nos exigen conocimiento y pericia en el uso.    Leer más