Tener amores mojados – incapacitado (discapacitado) – cibercafé – cocinar

TENER AMORES MOJADOS

No hay duda de que la lengua está en perpetuo cambio. Pero la lengua no se desespera. No lleva prisa en sus cambios. No hay violencia en los cambios perdurables de la lengua.

Todas las frases anteriores son pertinentes en el tratamiento que se le va a dar a la locución del título. Antes de llegar a la definición de esta expresión, se hará un breve recuento de la historia de esta; así como de la desaparición o cuasidesaparición del uso de la locución.

Hubo una época en la historia de los noviazgos dominicanos en la que la expresión se utilizaba para designar un tipo de relación amorosa que se consideraba excepcional. El relajamiento de las costumbres ha dejado fuera el carácter excepcional de este tipo de relación amorosa a la que se refiere la locución “tener amores mojados”.

De manera cierta la locución era o es un eufemismo para denominar un tipo de relación en el que el noviazgo iba más allá de los amores platónicos. En esta suerte de intercambio amoroso los novios mantenían contacto sexual.

Como se dice en la actualidad los novios “hacían el amor” que es otro eufemismo para encubrir la realidad de la fornicación.

No hay motivo para que se pierda o se olvide esta locución, sobre todo si se tiene en cuenta que cada vez es más frecuente esta clase de noviazgo. El prurito no debe evitar que se inventaríe esta expresión en los repertorios de dominicanismos.

INCAPACITADO – DISCAPACITADO

“P. dijo que a unos 350 se les lleva los alimentos a sus viviendas debido a que se trata de personas INCAPACITADAS”.

Existe la posibilidad de que se trate en el caso de la cita de personas realmente incapacitadas; pero existe la posibilidad también de que sean personas solamente discapacitadas.

En el cuerpo de esta sección se harán los esfuerzos para dejar bien claro los límites entre uno y otro de los conceptos, para que no ocurran más confusiones que a veces pueden ofender a las personas que se designan incapacitadas y no lo son. En esta sección solo se tratará la incapacidad que no es jurídica.

La incapacidad es la falta de capacidad o aptitud para algo. Cuando se usa de modo general sin complemento restrictivo, entonces debe entenderse que es total y que la persona que así se designa no puede hacer las cosas (acciones) por sí mismo. Necesita esta persona orientación para hacer las cosas normales de la vida. O precisa que se las haga otra persona.

La discapacidad, calco del inglés disabled, la experimenta la persona ‘que padece una disminución física, sensorial o psíquica que la incapacita total o parcialmente para el trabajo o para otras tareas ordinarias de la vida’. Así consta en el Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española.

Si se examina con cuidado la redacción copiada, hay que resaltar la presencia de la palabra “disminución” en la definición del estado de la persona. Otros vocablos que deben destacarse son, “que la incapacita”. Pero esta incapacidad puede ser total o parcial.

Es lógico que se piense que si la disminución es parcial o la incapacidad es parcial, entonces es cuando puede usarse al vocablo discapacidad. Una vez que se alcanza este grado en las explicaciones se hace necesario señalar que las definiciones del español difieren de las del inglés. Lo que ha hecho el español es calcar el concepto, mas no así la acepción de la discapacidad.

En la realidad de la lengua los límites son fluidos, grises, no se demarcan en blanco y negro y, en la mayoría de los casos, se utiliza el término discapacidad porque suena menos ofensivo para la persona, a pesar de que se indica con este que existe una incapacidad, una falta total de aptitud.

CIBERCAFÉ

“No obstante, se ha abierto una cadena de CIBERCAFÉS. . ., la proveedora de servicios de telecomunicaciones del gobierno. . .”

La palabra del título es de nuevo cuño. Han tomado un elemento compositivo de aceptación reciente y lo han antepuesto al vocablo café.

Ciber como elemento compositivo no existía en el diccionario de la Real Academia de 1992. Lo que aparecía en esa edición era solamente la voz cibernético, ca con una definición muy precisa. En la edición siguiente, la del 2001, ya se consigna ciber– con el valor de cibernético y, ese diccionario trae dos ejemplos, ciberespacio y cibernauta en los que se usa.

La Real Academia reconoce la deuda que tiene con el inglés con respecto de este elemento compositivo, cuando en su diccionario expresa que es tomado del inglés, como un acortamiento de cybernetic, que ‘indica relación con redes informáticas’.

El significado de la voz del título se comprende a la luz de las explicaciones anteriores. En esos cafés existe conexión con redes informáticas. El académico dominicano D. Fabio Guzmán Ariza ya en el año 2009 había anunciado la formación de nuevos términos con el moderno prefijo ciber. Ofreció varios ejemplos de los cuales algunos se reproducen a seguidas: cibercompra, cibercorreo, ciberforo, ciberamigo, ciberpirata, ciberpágina, cibersitio y cibercafé.

Como se nota enseguida las posibilidades de que continúen surgiendo nuevos vocablos así formados parece no tener límite. No puede dejarse pasar la ocasión para recordar que algunos de estos neologismos todavía no figuran ni siquiera en los diccionarios modernos.

No hace falta que los neologismos los reconozca autoridad alguna si son oportunos y sirven para dar nombre a un concepto nuevo. En esto de los “cibers” o de la cibernética hay y habrá muchos conceptos aún por denominar.

COCINAR

“Desde hace cierto tiempo los analistas de asuntos cubanos apreciaban que algo se estaba COCINANDO, pero muy difícilmente consideraron que Washington fuera a tomar. . .”

El verbo cocinar con el sentido con que se emplea en la frase copiada ya está reconocido como del habla común por las autoridades encargadas de velar por la unidad del idioma. Hace años (antes del 2001) se criticó el uso de esta forma de expresarse en español.

Cuando se procedió así en esa época fue porque se consideró un calco del inglés to cook, que en una de sus acepciones equivale a maquinar, tramar, fraguar, urdir.

Ya en la edición del Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española se registró el verbo con la acepción de: ‘Tramar alguien o un grupo reducido de personas algo a espaldas de otras personas’. Ese diccionario enumera nueve países en los cuales se utiliza este verbo con ese sentido en el registro culto y en el popular.

El diccionario oficial de la lengua ya introdujo el verbo con esta acepción desde el año 2001 y, en la actualidad, en esa obra aparece así: ‘Dicho de un grupo reducido de personas: Tramar algo a espaldas de otras’. Ese libro solo reconoce dos países en los cuales se emplea el verbo de este modo, Cuba y Venezuela.

No vale la pena mencionar la disparidad que se nota entre las dos obras citadas porque a simple vista presenta visos de falta de coordinación, por no decir más.

Antes de cerrar esta sección hay que citar que en “el habla” de los norteamericanos el verbo en inglés ha ido perdiendo su connotación negativa y la usan de modo general para denotar “qué está pasando” o “qué hacen”, esto de modo interrogativo.

© 2015 Roberto E. Guzmán

 

 

 

 

 

 

 

 

 

No es un rulo – pinche – instaurar

NO ES UN RULO

Esta frase es una más de las tantas que no tienen explicación en el español dominicano. Sería interesante poder encontrar la razón por la cual implicaron al rulo en esta frase.

Por lo general las frases que expresan algo en el lenguaje coloquial tienen un motivo que da pie a que la frase adquiera sentido por sí misma.

Este rulo es de la familia de las musáceas, primo (¿?) del plátano y el guineo. ¿Por qué eligieron al rulo y no a otro de sus familiares para formar esta frase del español dominicano?

La teoría que puede avanzarse para esto de “no ser un rulo” es que el rulo es más blando que el plátano. Al expresar que una cosa no es fácil (blanda) se hace mediante el nombre de la musácea, el rulo, que se conoce por ser más suave que el plátano.

Esta expresión casi no se oye en la calle como en otros tiempos. Cada vez los hablantes del español dominicano se hacen más cosmopolitas y recurren a otros símiles para dar colorido y sazón a su mensaje oral. Hay que destacar que la frase se utiliza solamente en tercera persona del verbo ser en singular. Casi siempre se refiere a situaciones o circunstancias. Con menos frecuencia se emplea referido a personas.

Con este rulo hay que observar cautela frente a extranjeros, porque para muchas personas que no sean hablantes del español dominicano comenzarán por no entender qué cosa busca un rulo en este contexto.

Para muchos hablantes del español el rulo es el rizador de pelo de forma cilíndrica hueco y perforado que utilizan las mujeres para dar forma a la cabellera.

Se piensa que esta locución es puramente dominicana. Los hablantes de español dominicano deben sentirse orgullosos de usarla con carácter de exclusividad.

 

PINCHE       

“. . .y culparán al embargo de los “PINCHES” yanquis de la aparatosa disfuncionalidad social que ocurre al doblar de la esquina de sus cómodos refugios turísticos”.

Tratar el tema de la palabra pinche trae recuerdos de juventud, de vida de estudiante en París, de los años sesenta del siglo pasado. Allí se entabló buena amistad con un mexicano a quien cariñosamente se llamaba “pinche tíguere”. El sobrenombre duró en público hasta que él pidió que se abandonara. No cabe duda, es un vocablo que trae recuerdos.

Esta voz es polivalente. En su sentido general refiere al ayudante del cocinero. De ahí en adelante el sentido en que se tome la palabra dependerá de la nacionalidad del hablante o, en su defecto, de la intención de este en el contexto.

Conforme con lo que se acaba de exponer, se hace necesario revisar los significados del término en cuestión en sus acepciones americanas e internacionales.

De acuerdo con lo que consigna el DILE, Diccionario de la lengua española, antes conocido por DRAE, en El Salvador, Costa Rica y Nicaragua significa ‘tacaño, miserable’. La otra significación, va precedida en el DILE de las advertencias “despectivo, malsonante”, y asienta ese diccionario que en México equivale a ‘ruin, despreciable’.

Para dilucidar el primer sentido de la voz, se recurre al Diccionario de mexicanismos de la Academia Mexicana de la Lengua. Allí la primera acepción, referida a alguien es “querido, estimado”. En el ámbito internacional esa academia entiende que referido a persona es “despreciable, ruin”, tal y como lo expresa el DILE antes citado.

Como es de esperarse las acepciones no terminan allí, pues más adelante el Diccionario de mexicanismos añade que referido a algo es ‘de mala calidad o en mal estado’. El último significado en ese diccionario, referido a cosa o persona,  es ‘insignificante, baladí’.

Con esta voz sucede lo que ocurre con las voces que se emplean en muchas diferentes situaciones. Por el gran uso que posee, los hablantes la abusan y en consecuencia le imprimen nuevos sentidos. Ese no es un fenómeno raro en las lenguas. De esta práctica se deriva que algunas palabras puedan tener dos significados opuestos.

El Diccionario del español usual en México, de El Colegio de México, tilda la palabra en cuestión de grosera: ‘Que es despreciable, mezquino, de mala calidad, de mal gusto’.

Según el criterio de quien estos comentarios escribe, el término salió al habla común desde México. El Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias cita a México como país en el cual se utiliza el vocablo de cinco maneras diferentes. Esto debe aceptarse como un testimonio de la multiplicidad de empleo en ese país.

 

INSTAURAR

“G. y su esposa, J. INSTAURARON una demanda por. . .”

Resulta extraño que se utilice el verbo instaurar en un caso como el de la frase transcrita, en que lo que se hace es que se “lanza” una demanda. La demanda de la que se comenta en el texto copiado es la que se presenta ante las autoridades competentes o, por lo menos, las que se consideran pertinentes.

Primero se analizará lo que el verbo instaurar significa en la realidad del español general. Más adelante se verán los significados del verbo en América. Luego se propondrán algunos vocablos que se consideran más adecuados en el contexto.

Instaurar vale para expresar crear, establecer, iniciar una institución, una ley o una costumbre, un sentimiento; es decir, régimen o uso. Es volver un uso general o común. En el primer sentido es sinónimo de instituir, fundar, erigir.

En el Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la lengua española, figura el verbo instaurar como ‘llevar a cabo los primeros trámites de un proceso, pleito, expediente o alguna otra actuación oficial’. Los países en los cuales se utiliza este verbo para estos procedimientos son República Dominicana, Colombia, Bolivia y Paraguay.

Para quien escribe estas notas acerca del idioma, encontrar en esta enumeración a la República Dominicana es una sorpresa, pues no recuerda haber oído este uso ni haber leído este verbo en funciones de verbo transitivo en casos similares. Dicho sea de paso, en el Diccionario del español dominicano no se encuentra el verbo con este significado.

No hay que lamentarse de esta inclusión porque es posible que haya una que otra utilización esporádica del verbo con este valor. Si eso sucede es como una extensión por reflejo del sustantivo “instancia”, que es una solicitud escrita o impresa que se hace a una autoridad. Ha de tenerse en cuenta que esta es una explicación que se postula para este uso.

Uno de los verbos que pudo comunicar la intención del redactor es el verbo “iniciar” que es sinónimo de instaurar cuando se comienza una institución, por ejemplo. Otros verbos que desempeñarían muy bien su función serían incoar, emprender, entablar, interponer, formular, plantear, poner, presentar, promover.

No es un fenómeno raro en las lenguas que los verbos que se usaron en un principio para un empleo restringido adquieran mayor campo semántico y extiendan su cobertura a otras situaciones ajenas a las originales.

© 2015 Roberto E. Guzmán

 

Matanismo – tutumposidad – plagado de (plagado *por) – grafitero – inclusividad

MATATANISMO – TUTUMPOSIDAD

Esta sección es una ocasión para celebrar. Las dos voces que constan en el título de esta sección pertenecen por su doble origen al español dominicano.

En el habla dominicana puede decirse que las dos veces antes mencionadas están formadas de acuerdo con las reglas y usos del idioma dominicano.

Las dos palabras se tomaron de un artículo publicado en un periódico digital dominicano. Además de la satisfacción que se experimenta al observar la capacidad de creatividad de algunos escritores dominicanos, hay que advertir enseguida que los lectores ajenos al habla dominicana tendrán dificultad en descifrar el significado de estos vocablos.

El primer vocablo deriva de “matatán”, que conforme con lo que asienta el Diccionario del español dominicano, es ‘persona considerada superior por tener una cualidad en su máximo grado’. Es un sustantivo que tiene un femenino para que se utilice en el caso de que el sujeto sea una mujer.

Al matatán en el término del título le añadieron el sufijo componente de palabra –ismo para formar el resultado “matatanismo”. Esta terminación se utiliza en el español corriente, añadido a los nombres, para indicar doctrina, partido, sistema, característica.

En el escrito del cual se han extractado ambos dominicanismos modificados, se utilizan las dos como “particularidades” de una persona. Estas particularidades hay que tomarlas como rasgos de la personalidad que adornan.

En muchos casos el vocablo matatán se aplica a manera de burla, pues como lleva en sí lo de “persona considerada superior” sucede que a veces únicamente el sujeto del “mote”, pues en este caso se usa de este modo, es quien se cree sujeto de esos atributos de superioridad.

La otra palabra del título “tutumposidad”, deriva del dominicanismo tutumpote, que ya fue incorporado por la Real Academia de la Lengua al nuevo Diccionario de la lengua española (DILE). En ese lexicón tutumpote es nombre que se utiliza de modo despectivo o irónico para significar mandamás en tanto ‘persona que desempeña una función de mando’.

El Diccionario del español dominicano tiene el espacio necesario y la intención de ser más preciso para cubrir todas las cualidades del tutumpote, por eso a lo ya transcrito añade, ‘o que ostenta demasiada autoridad, personaje rico, poderoso, influyente’.

Ahora bien, para volver a la “tutumposidad”, ha de tomárselo como un modo de actuar o conducta que destaca la ostentación de autoridad, de poder, de influencia que corresponde al tutumpote. En esta formación hay que destacar que trae a la memoria del lector la palabra pomposidad con la cual se piensa que ha contraído deuda por partida doble. Tomando la terminación y aprovechando la semejanza de sentido.

PLAGADO DE – PLAGADO *POR

“La normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos es, por supuesto, un proceso complicado y PLAGADO POR peligros que podría en cualquier momento venirse abajo”.

De nuevo hay que lidiar con la ignorancia con respecto de la preposición que debe acompañar un adjetivo. En esta ocasión como puede leerse en el pasaje reproducido más arriba, se trata del participio adjetivo del verbo plagar.

La dificultad que se presenta con las preposiciones es que no existe una regla que indique sin excepciones cuáles son las que deben acompañar los verbos. Por desventura el uso correcto de estas se adquiere con la lectura de textos producidos por plumas respetadas, de buena redacción, con buena construcción.

La buena costumbre de leer las cumbres de la literatura española es la que nutre con buena savia el empleo correcto de las preposiciones en todas las situaciones en que estas se presentan. Después de plagado, a solamente se admite la preposición DE. De acuerdo con el Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española de Manuel Seco, la construcción con el verbo plagar es con esa preposición antes mencionada. El Diccionario combinatorio práctico del español contemporáneo de SM, indica que con el verbo plagarse(se) la preposición que debe seguir es DE. Añade además ese diccionario que ‘se construye generalmente con sustantivos no contables en singular (plagado de basura) o con contables en plural (plagado de insectos)’.

No se citan más fuentes para no alargar inútilmente la sección.

GRAFITERO

“D. R. G., GRAFITERO que era conocido con el sobrenombre de “Demz”, murió el martes por la noche tras ser atropellado por un auto patrullero sin insignias. . .”

Esta voz del título es nueva en el léxico del español, sobre todo cuando se piensa que grafiti acaba de hacer su entrada al lexicón mayor de la lengua reconocida. Consta en el DILE, Diccionario de la lengua española, antes conocido con el nombre de DRAE.

Las academias de la lengua reconocen la deuda que tiene el español con el italiano, con respecto de grafiti, lengua de la cual se ha tomado prestado el vocablo. En la versión española, se asienta que es el plural de graffito, por lo que en italiano tienen ambas voces, singular y plural, dos efes /f/ en su grafía.

Lo que han hecho los académicos de la lengua es consignar una realidad. Según el diccionario recién mencionado, es: ‘Firma, texto o composición pictórica realizados generalmente sin autorización en lugares públicos, sobre una pared u otra superficie resistente’. Como puede observarse, la definición no ha dejado fuera ninguna de las representaciones del grafiti.

En el ejemplo de utilización de la voz del título, lo que se encuentra es “grafitero”, que está reconocido ya, y es la forma como se llama a la persona que hace grafiti. No es raro que el agente que realiza la acción se denomine en español con la terminación -ero añadida al nombre de lo que se hace después de eliminar una vocal, como en este caso.

Ha de mencionarse que existe una diferencia entre lo que se encuentra redactado en los avances en línea del diccionario de las autoridades, y, lo que se mentó antes que se encuentra en la versión publicada sobre papel. En la edición en línea, debajo de grafito, que es el envío de grafiti, se lee: ‘Letrero o dibujo circunstanciales, de estética peculiar, realizados con aerosoles sobre una pared u otra superficie resistente’. Esta acepción de grafito no fue posible encontrarla en el texto en papel.

En italiano además de las dos palabras mencionadas antes, también tienen graffitismo, que es el arte de crear grafitti, y graffitista, que es al autor del graffiti. Ambas palabras se utilizaron en el año 1983 en un famoso periódico italiano.

INCLUSIVIDAD

“Como organizador, he tratado de que la INCLUSIVIDAD y la calidad vayan de la mano. . .”

En el inglés de los Estados Unidos hay muchas palabras que según parece los hablantes y escribientes de español echan de menos en nuestra lengua española.

Algunos inconformes no se contentan con la pasividad, sino que añaden nuevas voces al español que les es conocido. Con la intención, quizá, de poner al día la lengua común.

Un caso como el que se relata en el párrafo anterior es el que ocurre en la cita. Es necesario examinar la creación del neologismo, así como el origen de la necesidad del vocablo.

Como *inclusividad no aparece en ninguno de los diccionarios que se han consultado, se procederá a tratar de encontrar explicación y definición para esto que se presenta con la apariencia de sustantivo.

Para esta voz del título todo indica que se la utiliza con la intención de significar “de amplia orientación o alcance”. En el contexto lo que se ha propuesto como definición no le confiere el mejor sentido a lo copiado. Esta acepción se creó tomando como modelo la del inglés inclusiveness.

En las ocasiones en que se ha oído utilizar vocablos similares a la voz del título, se las ha tomado en el sentido de “amplia aceptación”, con ánimo de “aceptarlos todos”, para señalar que no es exclusivista.

El exclusivista, a su vez, es el que se obstina en una adhesión a una persona, cosa o idea sin prestar atención a las demás que deben ser tenidas en cuenta. Este *inclusivista tendría el carácter de no dejar fuera a personas o ideas.

Mientras la voz no logre el reconocimiento que le otorga el uso, el tiempo y las buenas plumas, lo que se recomienda es no usarla.

© 2015 Roberto E. Guzmán

 

 

 

 

Estar(algo/alguien) piedra – acercamiento – participar

ESTAR (ALGO / ALGUIEN) PIEDRA

En los diccionarios de habla dominicana que se han consultado no se ha encontrado rastro alguno de esta locución. Precisamente por eso se la trae a estos estudios.

Esta combinación se utiliza(ba) en República Dominicana, sobre todo en el ámbito estudiantil. La palabra piedra se la toma como sinónima de “duro, fuerte, difícil, complicado; exigente, inflexible, estricto”.

Algunos ejemplos con sus explicaciones ayudarán a quienes no conocen el uso de esta frase para entender las situaciones en las cuales el hablante del español dominicano se sirve de ella. “El examen está piedra”. Aquí se adopta la frase por difícil. “El profesor está piedra”. Con esto se indica que está exigente, que está inflexible.

El otro aspecto de la frase es cuando el hablante la utiliza para hablar de su habilidad, capacidad u otra cualidad. En hipótesis como estas la frase adquiere otro matiz. Un ejemplo servirá para que se la entienda mejor. “Estoy piedra en literatura”. Con ello resalta el hablante que está bien preparado, que conoce la materia.

No hay que extrañarse de que la locución emplee el vocablo piedra para tipificar lo que resulta duro, difícil, etc. La mayoría de las locuciones provienen de la masa popular de hablantes de las lenguas y es una constante que utilicen términos comunes y conocidos por todos los hablantes. Una palabra como piedra representa muy bien la idea que se transmite por medio de esta locución.

Si la frase no ha trascendido al habla general o no permanece en esta a través del tiempo, esto se debe a que las frases originadas entre los jóvenes se caracterizan por su corta vida. Los jóvenes son muy dados a crear con frecuencia frase nuevas que reemplazan las viejas.

 

ACERCAMIENTO 

“B. tiene un ACERCAMIENTO diferente en Mount Sinai. Luego del cuidado de la herida y de limpiarla, utiliza casi exclusivamente la cirugía de. . .”

Desde hace unos años hasta esta fecha, se ha notado en el español oral y escrito el uso del verbo acercar y su sustantivo correspondiente de un modo abusivo. Abusivo se ha escrito porque quienes lo utilizan lo hacen ensanchando el campo semántico de la palabra.

Este empleo se originó en el español de los Estados Unidos y de allí ha pasado a ser utilizado en otros países. Aparece con frecuencia en trabajos científicos y en artículos literarios. Como ocurre en casos similares al que se indica en esta sección, esta utilización ocasiona un arrinconamiento de otras palabras de solera del rancio español.

Se estudiará más abajo lo que “acercamiento” significa en español general. Se examinará lo que la voz semejante del inglés quiere decir y dice para, al final, concluir con soluciones.

En el español general el verbo acercar significa ‘aproximar, poner una cosa cerca en el tiempo o en el espacio’. Lo que los dominicanos de antaño para el espacio llamaban “arrimar”.

De esa noción señalada a la que se encuentra en la cita media gran distancia. En el español actual se acepta que el verbo tenga una acepción figurada.

En algunas circunstancias el verbo acercar equivale a “poner algo al alcance de alguien”. Puede en algunas ocasiones significar “poner de acuerdo”.

Cabe que uno se pregunte, ¿de dónde sale este acercamiento? No hay que devanarse las meninges. Es una mala interpretación de una voz del inglés que se parece a otra del español.

El infeliz desenlace obedece al parecido que existe entre el acercamiento del español y el approach del inglés. La voz del inglés tiene muchas traducciones afortunadas en español.

Entre las posibilidades de llevar al español la voz del inglés se promueve “enfoque” en un caso como el de la cita. Este enfoque equivale al “método” con que un profesional trata un problema. Esa conducta que el profesional de la medicina observa es el “criterio” con el cual un médico enfrenta un trastorno de salud. Ese modo de tratar la enfermedad es una “solución” que el médico encamina. En otras palabras, forma parte de las “propuestas” que el médico avanza en el tratamiento.

Por las soluciones propuestas al desliz de las traductoras, se deducirá que hay muchas posibilidades de describir el tratamiento que el médico adoptará.

 

PARTICIPAR

“Este mes varios opositores y activistas cubanos estuvieron en Polonia, PARTICIPANDO DE seminarios y reuniones con líderes de la transición. . .”

Antes de entrar en la esencia del asunto, vale la pena que se escriban algunas palabras acerca de las preposiciones para de esa manera crear mayor conciencia con respecto de estas. El propósito con ello es que se las considere con mayor respeto.

Las preposiciones tienen la gracia de ser un instrumento sutil que, a pesar de ser un elemento de relación entre términos, desempeñan funciones traslaticias, así como de posibilidades combinatorias. La preposición puede contribuir a determinar el significado fundamental al enlazar los elementos en un determinado contexto.

En la cita que ilustra el uso abusivo y deficiente de la preposición DE, el error cae en el plano del sentido. Esto es, con el verbo participar la elección de la preposición DE confiere un sentido que no es el que debe primar en un texto como el que se comenta.

Como se destacará por medio de este comentario, la función de la partícula DE no es solo de praepositio, porque de su elección depende que se confiera un sentido diferente a las demás palabras enlazadas gracias a su función. Sin entrar en lucubraciones teóricas puede afirmarse con Saussure que “el indoeuropeo no conocía preposiciones: las relaciones que indican las preposiciones se expresaban por medio de los casos, muy numerosos y dotados de gran fuerza significativa”.

Se traen estas palabras del maestro ginebrino para reforzar lo antes expuesto y para que se entienda la labor que han asumido las preposiciones en lenguas como el español. No se pretende aquí teorizar sobre las preposiciones. Solo se trata de destacar el respeto que merecen estas cortas palabras para que se las trate con mayor cuidado.

Participar EN es ‘ser de los hacen, disfrutan o padecen cierta cosa que se expresa’. Por aquello de ‘ser (alguien) uno de los que realizan (algo compl EN) que se hace entre varios’. Participar DE es ‘recibir una parte de algo que se reparte’.

En lo concerniente a la cita, se limita a estos casos, porque existen otros en los cuales pueden las dos preposiciones traer significaciones muy diferentes, pero sin relación alguna con el sentido de la frase copiada.

Cuando se utiliza el verbo participar ‘referido a una actividad es tener o tomar parte EN ella’. Cuando ese verbo es ‘referido a un todo, es, recibir una parte de él’. Diccionario de uso del español actual, de Clave (2012).

En resumidas cuentas, hay que ocuparse y emplear las preposiciones y las conjunciones con más grande respeto. A pesar de ser partículas pequeñas en la oración, la proporción de su tamaño no guarda relación con su labor en el mensaje.

© 2015 Roberto E. Guzmán

 

 

 

 

 

 

Caracoleado – versionar – pistolero

CARACOLEADO

Se ha investigado en todos los diccionarios al alcance de la mano y de la Internet para dar con documentación pertinente al adjetivo que consta en masculino en el título.

La búsqueda se inició no para dar con el sentido de la voz, sino con la intención de comprobar si se la conoce en otros países, además de la República Dominicana, con un sentido que escapa a su esencia.

En la formación de este adjetivo la primera parte la ofrece el sustantivo caracol. Ha de tenerse en cuenta que en español existe, además, el verbo caracolear. Este verbo intransitivo pertenece al primer grupo de conjugación y su campo de acción se limita a la equitación.

Caracoleado se ha formado sobre el infinitivo del verbo, eliminando la terminación verbal -ar y añadiéndole el sufijo -ado (-ada). Este sufijo es uno adjetival, entre otros, que convierten el verbo en adjetivo para significar, “parecido a, relacionado con, a, al igual que”; eso que a veces se expresa con la ayuda de “como”. Este sufijo, en algunos casos, da lugar a adjetivos que indican el resultado de una acción.

Con la terminación y las funciones del resultante en términos gramaticales hay que tener en cuenta algunas reservas que no se harán en esta sección.

Caracolear tiene que ver con la equitación, se escribió antes. Antes de eso se relacionó el verbo con el caracol, es decir, con la forma del caracol; más que otro asunto, con la forma de este molusco. De allí que el caracolear tenga que ver con las vueltas y tornos que el jinete hacer dar al caballo.

Ha de advertirse que alguien que no tenga experiencia en equitación, que no sea buen jinete o que no haya cabalgado, o por lo menos visto el caracoleo de un caballo, no puede imaginarse lo que esa acción es.

Luego de esa larga introducción es preciso volver al caracoleado dominicano. Ese calificativo se emplea en el español dominicano exclusivamente para referirse al cabello. Las características de este cabello se asemejan en gran medida al término “ondulado” del español general, lo que equivale a decir “que forma ondas pequeñas en su superficie”.

No se ha encontrado rastro de este uso en la literatura dominicana. Las lectoras que trabajaron de modo tan eficiente en los trabajos preparativos del Diccionario del español dominicano tampoco tuvieron encuentro alguno con este término.

No solo se recuerda la voz “caracoliao” en el español dominicano, sino que se tiene certeza de que se utiliza en la letra de un merengue muy famoso que estuvo de moda hace muchos años.

Se deja en suspenso el título del merengue, así como su intérprete para que alguien con mejor memoria o, mayores conocimientos, pueda documentar este uso.

 

VERSIONAR

Tanto Dylan, como otro de los que aparecen en este homenaje, Dion, quien VERSIONA la energética Drive my car, son los únicos cantantes y compositores estadounidenses. . .”

El verbo del título ha encontrado el camino del Diccionario de la lengua española. En la más reciente edición, la vigésima tercera, se le ha hecho un espacio.

La validez o el uso de este verbo venía anunciado ya por varios diccionarios, entre ellos, el Diccionario del español actual (2005), Diccionario de uso del español (2007); y, en el Diccionario de uso del español actual (2012).

De entre las acepciones que ofrecieron estos diccionarios, la que se parece más a la redacción final de la Academia es la del Diccionario del español actual, de Seco, Andrés y Ramos. Conforme con lo asentado en el diccionario oficial de la Real Academia Española, para el verbo versionar, que es transitivo, este es: ‘Hacer una versión nueva de una obra musical, generalmente ligera’. La parte que ninguno de los diccionarios mencionados asentaba era la final, en la que se lee, ‘generalmente ligera’.

Uno de los diccionarios entiende que este verbo puede aplicarse ‘a una obra artística’; de esta forma deja abierta la puerta para ‘obra de creación’, que es el modo en que lo entiende otro de los diccionarios citados.

Hasta ahora, según parece, lo aconsejable es limitarse a utilizar el verbo solo para obras musicales, de tipo ligero.

 

PISTOLERO

“Un PISTOLERO deshizo la calma de una biblioteca llena de gente en la Universidad. . .”

No hace falta elevar el grito al cielo para clamar contra este uso abusivo del vocablo destacado en la frase reproducida.

Como en tantas otras ocasiones examinadas por medio de estos escritos, las confusiones con respecto de los términos son precipitadas por interferencias entre voces de lenguas diferentes.

No se debe ir muy lejos para dejar establecido que el error en la selección de la palabra viene del inglés. Muchos se preguntarán, ¿cómo es eso de que la tipificación del pistolero en la cita pueda provenir del inglés? Esta relación se demostrará más abajo.

En español general un pistolero es la ‘persona que usa de ordinario la pistola. . .’ Así aparece escrito en el Gran diccionario de la Lengua Española de la editorial Larousse.

La parte más importante en esta acepción es la locución adverbial “de ordinario” que se lee en la acepción, porque esta suministra la clave para tipificar al pistolero. Ella significa “con frecuencia, de forma regular”.

De lo expuesto más arriba se desprende que no puede considerarse pistolero a la persona que una vez en su vida empuña un arma de fuego y comete una fechoría; a pesar de lo horrible que la última acción pueda ser.

La confusión llega al español de algunos reporteros a través del inglés. En inglés utilizan la voz gunman que se traduce por pistolero, pero cuya definición no se corresponde en todas sus partes con la del pistolero en español.

En inglés un gunman es un individuo armado con un arma de fuego. Más adelante el diccionario Merriam-Webster en esa lengua añade que es un asesino profesional, un hombre que se destaca por su rapidez y pericia en el manejo del arma de fuego.

Por tenues matices como este que se resalta aquí, resulta que no es posible dejar que las máquinas traduzcan sin revisar el resultado un humano; y claro, que esa persona tenga criterio lingüístico para hacer los ajustes de lugar.

© 2015 Roberto E. Guzmán

 

 

 

 

Elogios del pasado – hincapié – omisión – petropopulista

ELOGIOS DEL PASADO

Hubo una época en la historia dominicana, 31 años en el siglo XX, en los cuales muchas personas en ejercicio de sus dotes intelectuales se dedicaron a enaltecer a una figura de la política del momento para ganar el favor de esta en el seno de esa dictadura.

Mucho de lo que se destiló durante esa Era fue producto de conveniencia de ambas partes. En esta sección no se analizará el tema de dónde se origina, sino de examinar las palabras y combinaciones usadas para sacar provecho de la debilidad del dictador.

Esta sección se escribe sobre todo para que los jóvenes dominicanos tengan noticias de lo que ocurrió en tiempos pasados en la historia de la República Dominicana.

Una de las características de las alabanzas es que iban encadenadas en un sinfín de títulos que ruborizarían a cualquier humano en sus cabales. La creación e invención de nuevos títulos parecía no tener límites y, los acólitos del dictador pugnaban por allegarse nuevos términos.

Fue benemérito de su ciudad natal; perínclito varón. Se dirigían a él llamándole insigne, líder indiscutible, egregio, gran caudillo, adalid, patricio, generalísimo y doctor.

Fue llamado primer magistrado, primer maestro, primer ciudadano. Se referían a su persona tildándole de: eminente, magnífico, insigne, digno.

Sus obras eran magníficas, los acontecimientos para enaltecer sus proezas eran magnos; los actos en bien de la patria eran merecedores de admiración. Era un digno representante de las aspiraciones de sus conciudadanos. Su labor era catalogada de ingente.

En el plano militar era pundonoroso, eximio, inmarcesible, magnífico, supremo guía, líder máximo; era un faro de orientación y sabiduría.

Este distinguido hombre de Estado ocupaba siempre un elevado sitial; fue el jefe, benefactor de la patria y padre de la patria nueva. Esta persona vivió en un período irrepetible de la historia dominicana que ha marcado el quehacer político de ese país.

Todas las palabras empleadas para enaltecer al ilustre forman parte de lo que se conoce en retórica con el nombre de hipérbole, que consiste en aumentar de forma exagerada lo que se expresa, que naturalmente en este caso eran galas de retórica en una competencia sin límites.

No huelga que se añada que estos “títulos” y calificativos estaban reservados para una sola persona en todo el país. Esa era una ley no escrita, respetada por todos.

 

HINCAPIÉ

“Tras ser elegida, C. dijo que en los próximos dos años trabajará con especial HINCAPIÉ en los que a su juicio, son los grandes problemas de la. . .”

La palabra hincapié se explica por sí misma, esto es, el verbo y el sustantivo que se encuentran incluidos en su formación explican el significado de esta.

Este vocablo casi ha perdido validez por sí mismo, olvidándose a veces los hablantes de que este sustantivo masculino significa ‘afianzamiento del pie en un punto para hacer un esfuerzo o para sostenerse’, que es la redacción que inserta el Gran diccionario de la lengua española de la editorial Larousse.

El término hincapié es más conocido por la locución verbal “hacer hincapié” que por sus significación propia. Como sucede con las locuciones verbales, hay algunas de entre ellas que son más rígidas que otras, que no admiten cambios, mientras que otras aceptan diferentes verbos o complementos, estos últimos cuando los hay.

La locución verbal “hacer hincapié” está consagrada por el uso en el español general. Los diccionarios solo consignan esta locución de este modo, sin consignar opciones en cuanto a otros verbos. No obstante eso, en el texto reproducido el empleo termina así: “trabajar con hincapié”.

Hacer hincapié es insistir en lo que se dice o pide. En los casos en que se utiliza la locución verbal, esta se hace seguir de algo, de alguna cosa, vale decir, insistir en ella, en algo. No está de más que se recuerde que la locución verbal estudiada admite que entre el verbo y el nombre se introduzca otro elemento para reforzar la construcción, lo que equivaldría en esta cita a escribir, “hará especial hincapié en”.

Lo que hizo la declarante, según el periodista, fue recalcar que dará prioridad durante su gestión de dos años a los grandes problemas. Hay que tener en cuenta que las locuciones verbales son combinaciones estables que se afirman por el uso constante, la repetición, y que no admiten desglose, son indivisibles, porque si se hace (la división) eso termina por desvirtuar el sentido. En terminología de especialistas estas locuciones constituyen unidades léxicas.

Al final, hay que respetar la combinación como tal y repetirla aun cuando parezca poco creativa y, a veces, se asemeje a los lugares comunes, que son las expresiones triviales y muy repetidas.

 

OMISIÓN

“Y el presidente en un pasmoso acto de OMISIÓN e incapacidad, se ocultó. . .”

El acento en esta sección se colocará sobre la posibilidad o imposibilidad de que se produzca un “acto de omisión”. No se trata de un oxímoron en esta frase, sino de una contradicción flagrante.

El oxímoron es una figura de la retórica que consiste en reunir dos palabras que son en apariencia contradictorias. En el caso de la cita se trata de una equivocación fruto de la falta de reflexión o de descuido. La balanza se inclina hacia el lado del descuido.

La omisión es la falta por haber dejado de hacer. Si es la falta de hacer no puede en ella haber acción alguna, sino la ausencia de esta acción. Alguna persona con deseos de investigación puede encontrar que en la definición de omisión esta se tipifica como la “acción y resultado”. No hay que tomar al pie de la letra el vocablo acción en esta acepción, porque de lo que se trata precisamente es de la “falta de acción”, es el “dejar de”.

Uno de los casos más comunes en que usa la palabra omisión es para referirse al pecado por omisión que consiste en no cumplir con lo mandado. Es la abstención de hacer o de decir algo. En el campo jurídico es el delito o falta consistente en la abstención de una actuación que constituye un deber legal.

 

PETROPOPULISTA

“La crisis, que economistas atribuyen al colapso del modelo PETROPOPULISTA instaurado por el chavismo, se ha visto agravado en las últimas semanas por la gradual caída en los precios. . .”

Las mayoría de las veces cuando los escribientes se aventuran a crear nuevos términos, estos no son muy afortunados. En otras ocasiones -las menos frecuentes- la combinación que nace de la inventiva léxica transmite bien la idea.

En el caso presente en esta sección la voz que resulta de juntar el componente de palabra petro- con el vocablo populista trae con facilidad la idea de utilizar los recursos del petróleo para conseguir apoyo del o de los pueblo(s).

No puede celebrarse a plenitud la creación de la nueva voz porque el prefijo petro- como tal no existe en funciones de prefijo. No es menos cierto también que en el español moderno son muchos los términos de reciente introducción que llevan este petro- como parte inicial.

Como un ejemplo de una palabra acreditada ya en el seno del español internacional, con este petro delante, puede citarse el “petrodólar” que aparece definido en todos los diccionarios modernos. Otra voz que hace largo tiempo que circula en el español corriente es petroquímica, especialmente para la industria que utiliza como materias primas el petróleo y el gas natural.

Ha de tenerse en cuenta que las definiciones del petrodólar en español y el petrodollar del inglés no coinciden en todos sus rasgos. El Diccionario de la Real Academia define el petrodólar desde una perspectiva más europea. El diccionario Merriam-Webster retiene una acepción más lata.

Como se percibe por medio de lo expuesto aquí, a veces no es suficiente en la lengua con el favor de los hablantes, pues si las autoridades que resguardan la unidad de esta no están de acuerdo, pueden desterrarla del diccionario oficial.

© 2015 Roberto E. Guzmán

 

 

 

 

 

 

Rencoroso (rencorista) -narración (narrativa) – emprendimiento

RENCOROSO – RENCORISTA

Hace un par de meses se tuvo contacto en República Dominicana con alguien que hablaba y entre otras palabras vernáculas incluyó a “rencorista”. No hubo espanto de parte del oyente, sino una toma de conciencia con respecto al término para traerlo a estas reflexiones sobre el idioma.

Rencorista, como puede deducirse del título, entra en pugna con rencoroso, que es un vocablo de larga data en el idioma común. El abolengo que pueda mostrar la palabra “rencoroso” no es para amilanar a una voz de llegada reciente al idioma común. Lo último se deja claro porque son muchas las palabras nuevas en el idioma de todos, que cobran vigencia de tal naturaleza que desplazan a las establecidas desde hace largo tiempo.

Con respecto de esta palabra nueva no puede hacerse especulaciones acerca de si su aceptabilidad alcanzará tanta popularidad que terminará por reemplazar a “rencoroso”.

Para entrar en materia en relación con los dos vocablos del título se examinarán las terminaciones que los dos llevan, “-oso” e “-ista”, para evaluar las certezas de sus formaciones y quizá predecir el incierto futuro. Lo de “incierto” se explicará más abajo.

El rencoroso que se oye y lee regularmente tiene funciones de adjetivo, así como de sustantivo. Se usa en ambos sentidos en el habla dominicana y más que nada significa que la persona que tiene este sentimiento lo experimenta con gran intensidad o, tiene propensión a sentirlo.

La terminación -ista que se le añade en el habla al rencor, para hacerlo “rencorista”, en su sentido estricto esta terminación se une a nombres de profesiones o doctrinas para indicar que la persona trabaja en esa profesión, o que es partidario de la doctrina. Los ejemplos son muchos en la política dominicana.

Es posible -explicación que se aventura- que colocarle esta terminación al rencor sea producto de la gran tendencia que existe en República Dominicana a ocuparse de las situaciones y temas políticos.

Varios ejemplos del uso de este sufijo se encuentran en la obra Un estudio de lexicosemántica: el español dominicano (2006) libro en el que abundan los ejemplos. Los dominicanos en sus orientaciones políticas son perredeístas, peledeístas, catorcistas y un largo etcétera. Esos citados se formaron sobre siglas de partidos que se leen como palabras, perredé, peeledé, etc. También hay ejemplos del sufijo añadido a nombres propios, trujillistas, balagueristas, leonelistas y otro largo etcétera.

Como lo que se lee y oye a diario tiene mucha relación con la terminación -ista, el hablante ha concluido que es posible hacerlo para llamar “rencorista” a la persona que siente rencor o que tiene tendencia a sentirlo.

 

NARRACIÓN – NARRATIVA

“Actualmente la familia está en crisis; en Occidente, el colapso de la NARRATIVA cultural del matrimonio significa que menos personas se casan y cada vez más niños nacen en familias que carecen de la estabilidad necesaria”.

La narrativa es un género literario que se compone de la novela, la novela corta y el cuento. Con ese nombre se designa además el conjunto de obras literarias de este género de un país, de una época o, de un escritor. También se denomina con este nombre la habilidad para narrar. La narrativa y la narración son sinónimas cuando se refieren a la acción de narrar.

La narración es literatura en lo relativo a novela, cuento. Como se intuye de lo expuesto ya, es el resultado de narrar. Ahora bien, la parte que interesa para este comentario es el momento o la situación en que narración es una de las partes en que se divide el discurso retórico y, es en esa parte en la que se explican los hechos que aclaran el asunto de que se trata.

Hace largo tiempo que se observa en el español de los Estados Unidos una tendencia a llamar “narrativa” a esta parte del discurso, a esta narración de los hechos que hace más perceptible lo que se argumenta. El ejemplo que se ha insertado a manera de ejemplo es muy bueno, solo que equivocaron la denominación de este.

Esto sucede muy posiblemente porque la retórica no se enseña hoy en los predios del español con la misma intensidad que se hacía antes. Como consecuencia de ello las partes que forman este arte han perdido vigencia en el habla diaria y, de allí surge la confusión.

 

EMPRENDIMIENTO

“. . .prohibiéndoles iniciar nuevos EMPRENDIMIENTOS durante muchos años”.

En la prensa escrita y en la hablada se ha notado últimamente una tendencia a emplear con frecuencia el término del título. En algunas ocasiones utilizan el vocablo sin reparar en que no es sinónimo de empresa.

La vigésima tercera edición del Diccionario de la lengua española, DRAE, de la Real Academia Española, trae un artículo nuevo para definir lo que se comprende por emprendimiento. Ya el Diccionario del español actual (1999) traía de forma introductoria y tímida esta voz. Ese diccionario la definía sencillamente como la ‘acción de emprender’. El diccionario de la Academia de Madrid reprodujo esa como la primera acepción, pero fue más lejos en su segunda acepción.

La segunda acepción, siguiendo el ejemplo de del Diccionario integral del español de Argentina (2008), que asienta en sus páginas para emprendimiento, ‘actividad, en especial comercial o industrial, innovadora o que implica iniciativa, esfuerzo, trabajo o riesgo’; el DRAE le da un giro al asunto al consignar que el emprendimiento es ‘la cualidad de emprendedor’.

Al definir lo que “emprendedor” es en la última edición del DRAE, artículo enmendado, se lee ‘que emprende con resolución acciones o empresas innovadoras’; con anterioridad no figuraban las palabras “empresas innovadoras” en esta caracterización del emprendedor.

Como puede notarse por medio de la lectura cuidadosa de las redacciones de estas acepciones, el colegio madrileño de la lengua no copia lo que otros diccionarios han escrito, pero modifica su definición siguiendo la tendencia señalada por esos diccionarios.

En la noción de empresa del DRAE está ausente el rasgo “innovador” para caracterizarlo. Tampoco aparece en ella el carácter de “iniciativa” que han introducido los redactores argentinos en el diccionario integral.

Al final de las comparaciones y el recuento de la evolución, lo importante es no confundir las dos nociones, la empresa con el emprendimiento; y, el empresario con el emprendedor.

© 2014 Roberto E. Guzmán

 

 

 

 

 

 

Embuchar – operador – chicunguña (chicungunya) – unisex (unisexual)

EMBUCHAR

En el lenguaje dominicano el verbo embuchar ha procreado descendencia. No solo el sustantivo que se conoce para el malestar estomacal, embuche, sino que en funciones de verbo intransitivo pronominal, embucharse, corresponde a ‘enojarse sin motivo aparente y disimularlo’.

La última acepción existe en lenguaje dominicano desde los años en que el académico Patín Maceo se ocupó de recoger los dominicanismos.

En esta sección, como en ocasiones anteriores, se introducirá para el adjetivo una acepción que se ha pasado por alto en los diccionarios de habla dominicana. Se explicarán las características de este significado para que quede claro que es específico del español dominicano y que no entra en lo conocido por el español general.

Embuchado con la significación de tener dinero en gran cantidad es conocida en el habla del dominicano, sobre todo si eso se mantiene en secreto, o por lo menos, no se divulga. Consecuente con este significado recién apuntado el verbo embucharse toma las características de guardar dinero para sí, especialmente de modo disimulado.

Es posible que este valor, el último, para el verbo, derive del significado original de “embuchado” en tanto ‘malestar estomacal, indigestión’, como aparece en el Diccionario del español dominicano (2013).

En el español general el verbo embuchar en tres de sus definiciones implica “meter”, ya sea comida en el buche, hojas o cuadernillos en otros, o carne picada en una tripa. Quien sufre un embuche o está embuchado es por engullir alimentos. Si se realiza un examen de las acepciones generales y las dominicanas se verá que existe relación entre ellas, pues el “embuchado” es posiblemente el resultado de la ingestión de alimentos en grandes cantidades y de prisa.

En el caso de la última acepción introducida en esta sección que corresponde a la acumulación de dinero, puede considerarse que continúa en la misma dirección que las anteriores, porque consiste en “meter” dinero en el bolsillo.

Se recuerda el uso de este embuchado en los casos en que no había necesariamente ocultamiento de la situación, específicamente cuando alguien sacaba un fajo de papeletas (billetes), y otro lo observaba. Quien observaba, a veces comentaba: “Mira, Fulano está embuchado hoy”.

Se espera con estas líneas rescatar del olvido la acepción que se ha mentado como no recogida por los diccionarios.

 

OPERADOR

. . .el ex secretario de Defensa Juan Arévalo Ardoqui, fallecido en el 2000, y un OPERADOR de la CIA en México, el cubano. . .”

Desde hace ya algunos años se utiliza en español la palabra operador para algo que no se compagina con las labores de un operador. La frase que se ha sacado de un periódico de gran tirada confirma el uso que se criticará en esta sección.

La crítica llega porque lo que se entiende por operador en el español común no se compadece con el contexto que acompaña el vocablo en la frase examinada. La estructura de la exposición sobre este asunto es la siguiente. Primero se verán las acepciones del español internacional para el término del epígrafe. Luego se mencionará una de las acepciones en inglés de una voz parecida a la comentada aquí. Más tarde se tratará de explicar de dónde arrastran la mala costumbre en el uso notado en la cita.

Aunque parezca raro, el cirujano es un operador. En el cine operador es aquel que maneja el proyector y el control de sonido. En los mercados financieros es una persona que trabaja allí. En los sistemas de comunicación que no son automáticos, es la persona que se encarga de establecer la comunicación. Por último, es la persona encargada de un sistema informático y de su supervisión. Se han dejado fuera, adrede, las acepciones que no conciernen a personas.

En inglés se destacarán los significados relativos a personas que no constan en español. La persona que opera un negocio. El individuo astuto y habilidoso que sabe como sortear restricciones o dificultades.

En inglés existe la voz operative cuya definición es muy breve, concisa y precisa, valga la redundancia, “agente secreto”. De allí derivan al español este operador en funciones de espía.

Hay que dejarse de eufemismo y llamar las cosas por su nombre aun cuando ello pueda, a veces, causar irritación en epidermis susceptible.

 

CHICUNGUÑA – CHIKUNGUNYA

Muchas palabras extranjeras se cuelan (saltan) en las conversaciones diarias. Las noticias internacionales enfrentan al lector con realidades que se originan en países a veces desconocidos para el común de los lectores.

En otras ocasiones no se trata de países poco conocidos, sino de fenómenos nuevos, de enfermedades menos generalizadas, como en el caso de la chickungunya.

La mayoría de los hablantes de español ante casos de este género se inclinan a aceptar cualquier denominación para fenómenos extraños.

Los entendidos en materia de denominaciones, reflexionan sobre el asunto y ofrecen una grafía más ajustada a la que se ha seguido en el pasado en el español internacional.

Eso que se ha descrito en los párrafos anteriores es lo que ha sucedido en lo concerniente a las dos voces que figuran en el título. Después de un indeterminado tiempo en que los hablantes (y escribientes) de español usaron la voz chikungunya en sus comunicaciones, alguien tuvo que intervenir para poner orden en el asunto.

Es una lástima (vergüenza) que haya necesidad de que una organización con su asiento en Europa tenga que apuntar en el sentido acertado para corregir los desaciertos del periodismo español internacional.

Con respecto de las dos palabras del título, ya en español existe el precedente de producir una grafía en español que somete a la fonética española el sonido expresado en representación gráfica de otra lengua. Lo que se trata de recordar con esa alusión es a la grafía adoptada en español para ese recóndito lugar conocido con el nombre de Tanganyika, que en español común se redujo a Tangañica.

 

UNISEX – UNISEXUAL

“. . .la barbería se convirtió en un salón UNISEXUAL y la comunidad que predominantemente hablaba inglés de ha convertido en más mixta”.

En muchas ocasiones se exagera el deseo de traducir todo lo que se encuentra en lengua extranjera para llevarlo al español común. Esto que acaba de resumirse en la frase anterior parece que es lo que ha ocurrido en la oración citada en cabeza de esta sección.

Es my probable que se haya visto u oído unisex en inglés y, por el prurito de ser más castizo que la Academia, la persona que intervino para españolizarlo lo cambió e introdujo este unisexual que se lee en la cita.

En sentido general, unisex indica que lo que se menciona es para uso de ambos sexos. La Real Academia Española para el adjetivo es más explícita y escribe: ‘Que es adecuado o está destinado tanto para los hombres como para las mujeres’.

Si se consulta el diccionario para entender qué cosa es eso de unisexual se encuentra uno con que es algo muy diferente de lo que se interpreta por unisex; este unisexual, referido a animal o vegetal es: ‘Que tiene un solo sexo’. Esta acepción también es tomada del Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española.

Al traducir y acomodar textos hay que tener cuidado para no exagerar la nota y caer en el ridículo, como ha sucedido en la oración transcrita más arriba.

© 2014 Roberto E. Guzmán

 

 

 

 

 

Cuerpo ñoño – herramienta – candela (candelá) – inteligente

CUERPO ÑOÑO

En el habla de ningún otro país se ha oído que utilicen esta combinación del título. Al autor de estas notas acerca de la lengua le llama la atención la combinación porque la considera muy acertada para expresar las características del cuerpo que así se designa.

Añoñar es mimar o consentir, es decir, tratar con delicadeza el objeto de los mimos. Los mimos van dirigidos al cuerpo del sujeto de quien se dice que tiene el “cuerpo ñoño”. Mimar ese cuerpo consiste en no someterlo a ningún tipo de esfuerzo físico, no exponerlo a fatigas, trabajos o ejercicios.

Como consecuencia del miramiento con que se trata ese cuerpo, este desarrolla rasgos físicos que denotan la falta de ejercicio, que se manifiesta en la acumulación de grasa en algunas partes del cuerpo, así como en la ausencia de músculos.

El desplazamiento de la persona del “cuerpo ñoño” se hace lento y su caminar adquiere un ritmo que lo distingue de los demás. La agilidad, la rapidez y la espontaneidad están ausentes del “cuerpo ñoño” porque son cualidades que se han perdido.

Hay que hacer un espacio para “cuerpo ñoño” en los diccionarios del español dominicano porque no se ha encontrado su uso en ningún otro país.

 

HERRAMIENTA

“Hay HERRAMIENTAS online para aplicar”.

El ejemplo de mal uso que adorna esta sección es un título aparecido en el periódico del cual se extrae la casi totalidad de los desaciertos que se estudian en esta columna semanalmente.

El verbo “aplicar” en este caso debe tomarse por una mala traducción del inglés y, en su lugar debió escribirse “solicitar”. Este es un error que ha adquirido tanta validez que quizá llegue el día en que será reconocido en español con el significado que tiene to apply en inglés.

El objetivo de esta sección se encamina a examinar el nombre herramienta para analizar si es posible utilizarlo del modo en que se hace en esta frase copiada.

Es un hecho que no se somete a discusión que la lengua está en perpetuo cambio. La lengua se la tiene como algo vivo; en consecuencia, debe mantenerse en perenne renovación. Como la cantidad de hablantes es tan vasta, las variantes son muchas debido a la amplitud de la superficie geográfica que cubre el habla hispana.

En la actualidad como en el pasado, son muchas las incorporaciones que se suman al léxico de los hablantes. Más aún debido a las nuevas acepciones que se añaden a las palabras ya existentes. El recurso a algunos diccionarios modernos sugiere que para el sustantivo femenino del título hay nuevos usos en español.

Algunos de estos usos se deben a la influencia del inglés. Otros son producto de la inteligencia hispanohablante que da muestras de creatividad. Es natural que la incorporación a los diccionarios de las nuevas voces y acepciones tome más tiempo que la velocidad a la que se introducen los cambios en el habla y en los escritos. Con respecto a “herramienta” se observan nuevas tendencias a reconocerle por lo menos dos acepciones que no tenía antes.

En informática se reconoce el vocablo herramienta para mencionar el ‘elemento de un programa que realiza una función específica’, así lo registra el Diccionario de uso del español de María Moliner.

A una ‘parte del cuerpo que desempeña una función activa en la realización de una tarea’ se la reconoce también con el nombre “herramienta”; así consta en el Gran diccionario de la Lengua Española, de Larousse.

Antes de cerrar esta sección es bueno que se deje constancia de que en español se está aún muy lejos de enumerar todas las acepciones que adornan la herramienta inglesa, y, más que eso, los detalles que decoran esas acepciones del inglés americano.

 

CANDELA – CANDELÁ

“Hablando de vidas imitadas, una institución que está EN CANDELA es la española”.

La candela de los dominicanos es el fuego o la lumbre de otros países. En el momento en que esta candela cobra fuerza es cuando se le coloca la tilde sobre la última vocal para volverse la candelá. Eso de pronunciar la última palabra con todas sus sílabas le quita énfasis a la intención del interlocutor o del escritor.

Candela tiene muchos usos en el habla de los dominicanos. Si se relaciona una situación con el primer vocablo del título es porque esta es peligrosa y conflictiva. Si se tipifica así un trabajo este es intenso, agobiante. Si se dice que un niño es candela es por lo dado a las travesuras y a la inquietud física que demuestra. La persona vivaz, activa; la que es enamoradiza; así como la descarada serán denominadas candelas; “es candela” dirán en estas circunstancias.

Con candela el dominicano expresa dieciséis locuciones que sirven para comunicar diferentes estados físicos o de ánimo.

El Diccionario del español dominicano indica que “estar en la candelada” es “estar en el candelero” que significa “en posición destacada, de actualidad”. Eso es cierto, pero puede añadirse un matiz a eso. Está en la candelá quien se encuentra en medio de la situación de la que se habla, o es parte de algo que se trata en esa conversación y que así se define.

“Dar candela” a algo en el habla dominicana es iniciar eso que sigue a la locución. Si se desea animar a alguien para que comience una tarea se dirá “dale candela a eso”.

 

INTELIGENTE

“Se necesitarán asimismo sistemas más INTELIGENTES para la restauración de costas, bosques y suelos degradados”.

Hace un tiempo ya que en español venía usándose el adjetivo inteligente para casos en informática y tecnología en que aún no estaba documentada en el español de los diccionarios la acepción correspondiente.

Ya esto que se señaló en el párrafo último anterior a este se subsanó. Primero entraron con las nuevas acepciones los diccionarios actualizados, los de uso, y al final, el de la Real Academia Española que también se ha puesto al día.

Inteligente tiene que ver con las máquinas, sistemas o edificios que mediante computadores, pueden automáticamente adaptar los mecanismos para prestar el servicio adecuado a cada situación; el funcionamiento se determina de acuerdo con las circunstancias. Esto se logra mediante dispositivos electrónicos o informáticos tecnológicamente muy avanzados que regulan su funcionamiento. Esto es, la máquina o el sistema son capaces de variar su funcionamiento automáticamente.

En la edición vigésima tercera del Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española, viene definida en una acepción añadida a las anteriores. Son sistemas, edificios, mecanismos, ‘controlados por ordenador’ para responder a cambios en el entorno y funcionar en condiciones óptimas ‘sin intervención humana’.

Ya era hora de que se oficializaran las acepciones, tanto en los diccionarios de uso como en el catálogo oficial de la lengua de Madrid. No ha habido servilismo en la redacción de estas acepciones y eso merece que se celebre.

© 2014 Roberto E. Guzmán

 

 

 

 

Madurar – *hacer parte – *en ocasión de (con ocasión de) – en ocasiones – ductal

MADURAR  

La intención principal en esta sección es estudiar un significado criollo de la República Dominicana para el verbo del título. Antes de entrar en materia se repasarán las acepciones comunes y, sobre todo, se subrayará una que sirve de pie a la dominicana.

En sentido general, madurar es ‘entrar en sazón un fruto’. De este primer significado se ha ampliado a otras áreas de la actividad humana. Así se dice que el hombre madura una idea, un plan, cuando lo piensa con detenimiento. El humano madura cuando se desarrolla física y moralmente.

En medicina se dice que un tumor madura cuando activa la supuración. De esta significación del español general los dominicanos han derivado otra que es peculiar de su habla.

El catarro madura cuando la flema cambia de color, cuando pasa de incolora a adquirir tonalidades amarillenta o verdosa; cuando se hace más espesa. Aunque no sea agradable hablar de ello, una vez maduro el catarro, la flema, puede ser expulsada por la boca si “ha bajado al pecho”. La creencia popular es que debe tomarse esa maduración de modo que anuncia una mejoría cercana.

La expresión criolla dominicana se sirve de la locución verbal “madurar a alguien a golpes” para denotar que se propinan golpes repetidos a la víctima. Se pretendía expresar con esta locución que la persona objeto del tratamiento de maduración por golpes se ablandaba (al igual que el fruto maduro) y entraba en razones.

El dominicano de la calle empleaba la expresión “madurado con carburo” para aludir a la persona que había pasado por un proceso rápido o violento de maduración de carácter, como consecuencia de los avatares de la vida.

Con estas reflexiones se ha entregado un poco más de lo anunciado al principio, pero todo ello está en consonancia con el tema principal.

 

*HACER PARTE

. . .coincidiendo en no desplegar tropas terrestres, sí parece que HARÁN PARTE en los bombardeos, y en una posible ayuda a las fuerzas militares. . .”

Algunos verbos en español han estado ensanchando su campo de acción. Ese es un fenómeno que sucede en otras lenguas también. El verbo hacer es uno de esos verbos que se presta o se acomoda para desempeñar muchas diferentes funciones dependiendo de a quien acompaña.

Como todo tiene su límite en la vida, así acontece en la lengua. A pesar de lo dicho acerca de la versatilidad del verbo hacer, en algunos casos no es dable que se expanda su radio de acción. Lo último es lo que se ha dado en el caso de “hacer parte”. Esa combinación no pertenece al español legítimo.

“Hacer parte” hace pensar que se traído del francés, lengua en la que faire partie, corresponde al español “formar parte”. Esto resulta así porque el verbo formar en una de sus acepciones es más o menos reunir a varias personas para que hagan un equipo. El diccionario integral del español de Argentina (2008), sostiene que formar es ‘referido a algo o alguien ser parte o elemento de una cosa’. Formar parte [de algo] es una locución verbal que expresa ‘entrar en la composición [de ello]’, así aparece en el Diccionario fraseológico documentado del español actual (2004).

No se enumeran ni siquiera algunas de las acepciones del verbo hacer porque este verbo posee demasiadas funciones y, mencionarlas ocuparía demasiado espacio en estos comentarios.

Una solución para no tener que enfrascarse en una selección de este tipo es recurrir al verbo “participar”, que se acepta para significar que “se toma parte de una cosa”, en un desempeño similar al verbo “colaborar” que en sí puede reemplazar la combinación del título u otra semejante.

 

*EN OCASIÓN DE – CON OCASIÓN DE – EN OCASIONES

“. . .en los jardines vaticanos y del mensaje enviado por el Pontífice EN OCASIÓN DE la fecha”.

Antes de entrar en materia con respecto de estas locuciones del título, el autor de estas reflexiones tiene que confesar que durante largo tiempo confundió las dos primeras y hasta tenía una explicación para ello, explicación que se expondrá más abajo. Como es normal en estos casos, los errores en los cuales se incurre son los que más duelen, y la lección no se olvida.

“En ocasión de” no es una locución prepositiva reconocida en la lengua común. Debe evitarse y, en su lugar, usar “con ocasión de”, que es la que ha adquirido derecho de naturaleza en la lengua.

La idea que tenía el autor de estos comentarios era que “en ocasión de” podía usarse cuando lo que se mentaba después de eso era un acto fortuito, y que, “con ocasión de” se reservaba para los acciones que eran producto del planeamiento humano. Ya sabe quien esto escribe que no hay tal cosa.

La locución prepositiva “con ocasión de” se usa con el valor de “en la circunstancia de”. Se la utiliza para describir ‘en ciertas circunstancias que proporcionan la oportunidad para la cosa de que se trata’. Así la sitúa en el español el Diccionario de uso del español (2007).

La locución adverbial “en ocasiones”, también “en algunas ocasiones”, es equivalente de “a veces; en algunas ocasiones, no siempre”.

El español conoce otras locuciones que utilizan la palabra ocasión, pero este no es el momento propicio para tratarlas, ni es tampoco la intención en esta sección.

 

DUCTAL

“La biopsia reveló un carcinoma DUCTAL invasivo en el seno izquierdo; el derecho no presentaba cáncer”.

Esta voz no es de uso frecuente en español. No obstante lo escrito acerca de esta, en el ámbito médico se la utiliza por influencia del inglés. En español no existe hasta ahora un adjetivo que actúe para significar “de los conductos” y los hispanohablantes se las han arreglado para introducir la voz del título con el propósito de llenar ese vacío.

Junto con esa voz ha penetrado en el español del campo antes mencionado la voz “ducto”, de algún modo aceptada como sinónimo de conducto. Para justificar esta elección se apoyan en el latín ductus.

En algunos casos esta solución está justificada, mas en otros es una mala selección porque en español existen otras formas más apropiadas, o simplemente apropiadas, para aludir a las partes del cuerpo humano de que se trata. En casos como este, aunque sea más largo puede recurrirse a “de los conductos” como se escribió antes.

El recurso a la inventiva se constata en el campo médico cuando se habla o escribe sobre lo que en inglés se conoce por ductal carcinoma o intraductal carcinoma of the breast.

Por más que se critique la solución dada en español para este cáncer, no se piensa que los usuarios de la terminología vayan a abandonarla.

© 2014 Roberto E. Guzmán