Cuerpo ñoño – herramienta – candela (candelá) – inteligente

CUERPO ÑOÑO

En el habla de ningún otro país se ha oído que utilicen esta combinación del título. Al autor de estas notas acerca de la lengua le llama la atención la combinación porque la considera muy acertada para expresar las características del cuerpo que así se designa.

Añoñar es mimar o consentir, es decir, tratar con delicadeza el objeto de los mimos. Los mimos van dirigidos al cuerpo del sujeto de quien se dice que tiene el “cuerpo ñoño”. Mimar ese cuerpo consiste en no someterlo a ningún tipo de esfuerzo físico, no exponerlo a fatigas, trabajos o ejercicios.

Como consecuencia del miramiento con que se trata ese cuerpo, este desarrolla rasgos físicos que denotan la falta de ejercicio, que se manifiesta en la acumulación de grasa en algunas partes del cuerpo, así como en la ausencia de músculos.

El desplazamiento de la persona del “cuerpo ñoño” se hace lento y su caminar adquiere un ritmo que lo distingue de los demás. La agilidad, la rapidez y la espontaneidad están ausentes del “cuerpo ñoño” porque son cualidades que se han perdido.

Hay que hacer un espacio para “cuerpo ñoño” en los diccionarios del español dominicano porque no se ha encontrado su uso en ningún otro país.

 

HERRAMIENTA

“Hay HERRAMIENTAS online para aplicar”.

El ejemplo de mal uso que adorna esta sección es un título aparecido en el periódico del cual se extrae la casi totalidad de los desaciertos que se estudian en esta columna semanalmente.

El verbo “aplicar” en este caso debe tomarse por una mala traducción del inglés y, en su lugar debió escribirse “solicitar”. Este es un error que ha adquirido tanta validez que quizá llegue el día en que será reconocido en español con el significado que tiene to apply en inglés.

El objetivo de esta sección se encamina a examinar el nombre herramienta para analizar si es posible utilizarlo del modo en que se hace en esta frase copiada.

Es un hecho que no se somete a discusión que la lengua está en perpetuo cambio. La lengua se la tiene como algo vivo; en consecuencia, debe mantenerse en perenne renovación. Como la cantidad de hablantes es tan vasta, las variantes son muchas debido a la amplitud de la superficie geográfica que cubre el habla hispana.

En la actualidad como en el pasado, son muchas las incorporaciones que se suman al léxico de los hablantes. Más aún debido a las nuevas acepciones que se añaden a las palabras ya existentes. El recurso a algunos diccionarios modernos sugiere que para el sustantivo femenino del título hay nuevos usos en español.

Algunos de estos usos se deben a la influencia del inglés. Otros son producto de la inteligencia hispanohablante que da muestras de creatividad. Es natural que la incorporación a los diccionarios de las nuevas voces y acepciones tome más tiempo que la velocidad a la que se introducen los cambios en el habla y en los escritos. Con respecto a “herramienta” se observan nuevas tendencias a reconocerle por lo menos dos acepciones que no tenía antes.

En informática se reconoce el vocablo herramienta para mencionar el ‘elemento de un programa que realiza una función específica’, así lo registra el Diccionario de uso del español de María Moliner.

A una ‘parte del cuerpo que desempeña una función activa en la realización de una tarea’ se la reconoce también con el nombre “herramienta”; así consta en el Gran diccionario de la Lengua Española, de Larousse.

Antes de cerrar esta sección es bueno que se deje constancia de que en español se está aún muy lejos de enumerar todas las acepciones que adornan la herramienta inglesa, y, más que eso, los detalles que decoran esas acepciones del inglés americano.

 

CANDELA – CANDELÁ

“Hablando de vidas imitadas, una institución que está EN CANDELA es la española”.

La candela de los dominicanos es el fuego o la lumbre de otros países. En el momento en que esta candela cobra fuerza es cuando se le coloca la tilde sobre la última vocal para volverse la candelá. Eso de pronunciar la última palabra con todas sus sílabas le quita énfasis a la intención del interlocutor o del escritor.

Candela tiene muchos usos en el habla de los dominicanos. Si se relaciona una situación con el primer vocablo del título es porque esta es peligrosa y conflictiva. Si se tipifica así un trabajo este es intenso, agobiante. Si se dice que un niño es candela es por lo dado a las travesuras y a la inquietud física que demuestra. La persona vivaz, activa; la que es enamoradiza; así como la descarada serán denominadas candelas; “es candela” dirán en estas circunstancias.

Con candela el dominicano expresa dieciséis locuciones que sirven para comunicar diferentes estados físicos o de ánimo.

El Diccionario del español dominicano indica que “estar en la candelada” es “estar en el candelero” que significa “en posición destacada, de actualidad”. Eso es cierto, pero puede añadirse un matiz a eso. Está en la candelá quien se encuentra en medio de la situación de la que se habla, o es parte de algo que se trata en esa conversación y que así se define.

“Dar candela” a algo en el habla dominicana es iniciar eso que sigue a la locución. Si se desea animar a alguien para que comience una tarea se dirá “dale candela a eso”.

 

INTELIGENTE

“Se necesitarán asimismo sistemas más INTELIGENTES para la restauración de costas, bosques y suelos degradados”.

Hace un tiempo ya que en español venía usándose el adjetivo inteligente para casos en informática y tecnología en que aún no estaba documentada en el español de los diccionarios la acepción correspondiente.

Ya esto que se señaló en el párrafo último anterior a este se subsanó. Primero entraron con las nuevas acepciones los diccionarios actualizados, los de uso, y al final, el de la Real Academia Española que también se ha puesto al día.

Inteligente tiene que ver con las máquinas, sistemas o edificios que mediante computadores, pueden automáticamente adaptar los mecanismos para prestar el servicio adecuado a cada situación; el funcionamiento se determina de acuerdo con las circunstancias. Esto se logra mediante dispositivos electrónicos o informáticos tecnológicamente muy avanzados que regulan su funcionamiento. Esto es, la máquina o el sistema son capaces de variar su funcionamiento automáticamente.

En la edición vigésima tercera del Diccionario de la lengua española de la Real Academia Española, viene definida en una acepción añadida a las anteriores. Son sistemas, edificios, mecanismos, ‘controlados por ordenador’ para responder a cambios en el entorno y funcionar en condiciones óptimas ‘sin intervención humana’.

Ya era hora de que se oficializaran las acepciones, tanto en los diccionarios de uso como en el catálogo oficial de la lengua de Madrid. No ha habido servilismo en la redacción de estas acepciones y eso merece que se celebre.

© 2014 Roberto E. Guzmán