El estilo llano: la selección de la palabra adecuada

Si lo que quiere el escritor es que se le entienda con facilidad, lo natural es que use palabras llanas y que elimine las innecesarias.  Los vocablos complicados y las expresiones superfluas oscurecen el mensaje y alejan al lector. Compare estas dos oraciones:

Brevísima historia del estilo llano

En mi última columna introduje el tema del estilo llano1  en la escritura y señalé que se había desarrollado un movimiento mundial a su favor, particularmente en lo que concierne a documentos gubernamentales. Se ha entendido que todo ciudadano tiene el derecho de recibir de sus autoridades información clara y objetiva para hacer efectivos sus derechos y cumplir con sus obligaciones2.   Ese ideal sólo puede concretarse con el uso en todos los documentos que emanen de los diversos entes estatales de un estilo llano y accesible, orientado a las necesidades de información de todos los públicos, muy especialmente en países como nuestra República Dominicana, donde la educación del ciudadano promedio no pasa del nivel de la escuela primaria.

El estilo llano

Suprimir toda palabra inútil. Simplicar la frase. Simplificar la idea. Suprimir, suprimir. Esta es la fórmula para escribir bien…” Noel Clarasó.
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El abogado dominicano y el idioma español

En composant la Chartreuse, pour prendre le ton, je lisais chaque matin deux ou trois pages du code civil, afin d’être toujours naturel…1  Carta de Stendhal a Balzac del 30 de octubre de 1840.Se supone que los abogados, por la naturaleza de su oficio, deben hablar y escribir bien el idioma o por lo menos mejor que la generalidad de la población y que otros profesionales cuyo quehacer principal no es la comunicación. Así como no se concibe que un cirujano no maneje el bisturí con destreza ni que un agricultor no sepa utilizar el machete,  parecería absurda la idea de un abogado que no se exprese correctamente y que, por ende, sea incapaz de “abogar” de manera convincente en provecho de su representado.  Con razón al abogado de antaño le llamaban “letrado”. Su conocimiento de la lengua y la habilidad que mostraba en su uso le hacían merecedor del calificativo, así como de prestigio y autoridad en la comunidad en que vivía. Leer más

¿Traidores?

“Si el estado de la lengua permite sospechar cómo anda el pueblo que la habla… entonces estamos jodidos.” Julio Cortázar, El examen.

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Un adjetivo redundante

Un lector corrige, y hace bien, porque tiene razón, la aplicación del adjetivo público al sustantivo funcionario. Acudamos a los diccionarios, en este caso, a los académicos. Se trata, sin lugar a dudas, de un uso redundante puesto que este sustantivo lleva ya en sus distintas acepciones el rasgo de significado del adjetivo público, ‘perteneciente o relativo al Estado’.
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Mujeres que trabajan

La formación correcta del femenino en las palabras que designan profesiones o cargos provoca a menudo dudas. La incorporación de la mujer al mundo laboral en todos los ámbitos hace cada día más necesaria, y ya iba siendo hora, la disponibilidad de estos términos, tanto para hombres como para mujeres. Los casos son innumerables y cada uno, como suele pasar en la lengua, con sus correspondientes excepciones.

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No tan chistoso

Disfruto día a día con las viñetas humorísticas de nuestros diarios. Engarzan palabra e imagen con sutileza y gracia. Seguro que muchos de ustedes hacen lo mismo que yo y saltan páginas para ir directamente a lo que tienen que decirnos estos personajes que nos presentan la realidad, no siempre halagüeña, con un toque especial de ironía, sarcasmo o ternura.

Apodos y Alias

Los raterillos de medio pelo y los ladrones de cuello blanco pueblan las crónicas periodísticas de apodos de lo más pintorescos que, si no fuera por lo que ocultan, podrían incluso resultar divertidos.

Con cuidado, que es gerundio

Si queremos mejorar nuestra redacción, debemos prestar atención al uso del gerundio, una de las tres formas nominales del verbo. El gerundio se construye añadiendo la terminación -ndo a la raíz del verbo y su uso debe limitarse a la expresión de acciones simultáneas, como en Pasó la tarde contestando correos, o que son la consecuencia de lo que se expresa mediante el verbo principal, como en Un accidente obstruyó la autopista, provocando un atasco kilométrico.