Irene Pérez Guerra dicta conferencia sobre la fraseología en el español dominicano

En el  marco de las Conferencias Magistrales que coordina el doctor Manuel Matos Moquete en nombre  de la Junta Directiva de la Academia Dominicana de la Lengua, la académica numeraria doctora Irene Pérez Guerra presentó los primeros resultados de las investigaciones para confeccionar el Diccionario fraseológico del español dominicano.

Con el tema “La fraseología en el español dominicano”, esta Academia presentó la conferencia de Irene Pérez Guerra en un acto presidido por Manuel Matos Moquete, coordinador de la actividad intelectual. El Dr. Matos Moquete presentó a la académica Irene Pérez Guerra, lingüista y educadora dominicana.

Al comenzar su conferencia, la disertante expresó: “Para mí es una verdadera pasión lo que hago, pues yo amo la lingüística. Desde pequeña siempre me interesaron los temas del lenguaje, que son apasionantes, y, cuando son inéditos, que nadie los ha estudiado, me gustan más”. La académica manifestó que esta actividad se hacía con el propósito de dar a conocer el proceso de elaboración del diccionario fraseológico dominicano, que bajo la dirección de Bruno Rosario Candelier, se está trabajando en la confección de este diccionario cuya coordinación agradece al director de la ADL.

La lingüista dominicana señaló que el objetivo de su conferencia era mostrar una breve reseña general de los estudios fraseológicos y análisis con detalles centrados en el español dominicano en diferentes ámbitos. Resaltó que es un trabajo inmensamente interesante, porque recoge la sabiduría popular de los dominicanos y de inmigrantes que han enriquecido el lenguaje de nuestro país.

La académica destacó que la fraseología es una ciencia reciente, apasionante, que hay que meterse en ella. Al subrayar que es una disciplina interesante, dijo: “Cuando se nos da todo, uno tiene todo resuelto, pero cuando se nos da poco y nos metemos en los datos, entonces somos los importadores de las informaciones desmenuzadas para que conozcamos el quehacer”. Señaló que esta disciplina está de moda en todas partes.

Pérez Guerra enfocó los inicios del tema y luego llegó a la parte nuestra del español dominicano. Habló sobre la “sabiduría popular”, plasmada muchas veces en textos literarios representativos de una determinada lengua y su cultura. Resaltó que las diversidades de unidades lingüísticas expresivas son exponentes culturales de la idiosincrasia de un pueblo, es decir, portan la pauta de como un hablante piensa, no importa que sea barrendero o reconocido profesional, esa es su idiosincrasia y su sabiduría popular, que la expresa a través de la fraseología. Señaló que todo hecho fraseológico enriquece indudablemente a la cultura y la lengua de una comunidad lingüística. “No estudiarla, no conocerla, es desconocerse a sí mismo”, dijo. Alegó que las características propias de los fraseologismos permiten hablar de unos sistemas fraseológicos de la lengua, los cuales poseen rasgos propios y características internas, muchas veces difíciles de delimitar y en ese reto que está la pasión. La académica agregó: “Casi todo el caudal léxico, es decir, el vocabulario que reposa en los diferentes tipos de diccionarios para su conservación, igual tratamiento deberían tener las unidades fraseológicas, los modismos, las frases, los refranes, los proverbios, etc. Con el objetivo de preservar su importante legado expresivo y cultural idiomático de un país, mostró algunos ejemplos, como los siguientes: “Pasar la de Caín”, “Meterse en camisa de once varas”, que son frases proverbiales; expresiones o refranes comunes en los dominicanos: “Me caí pa´ trá”, “Le dio un yeyo” y otros ejemplos con sentido figurado, como “Te subí los vidrios”, “Armar bulto”, “Meter la pata”, “Darle con to´el pie”, etc.

La doctora Pérez Guerra señaló que a través del uso de las unidades fraseológicas los hablantes vierten en ellas sus sentimientos, fantasías, creatividad, su sentido trágico y su sentido jocoso. Subrayó que generalmente los elementos fraseológicos son motivados por algún rasgo léxico, es decir, por algún vocabulario con su presupuesto socio- histórico, cultural o económico. La lingüista refirió que es nuestro interés que tanto el diccionario como los estudios de fraseología del español dominicano se realicen y se sigan realizando para llenar un vacío bibliográfico y que se reúnan los datos que permitan conocer mejor el mecanismo expresivo fraseológico del habla dominicana en sus diversas facetas de creación.

Este es el primer proyecto científico que pretende abordar el tema de la fraseología  dominicana, dijo la académica, pues «hasta  donde hemos investigado, es la primera vez que en nuestro país se utiliza una metodología rigurosa para estudiar este hecho lingüístico de uso tan frecuente en nuestro país». En este punto, Pérez Guerra aprovechó para alertar a los hablantes, especialmente a los jóvenes, advirtiéndoles que el uso de la fraseología forma parte de la lengua de cualquier hablante, pero esta no debe sustituir el dominio ni el uso apropiado y adecuado de la lengua, pues el uso desproporcionado de la fraseología puede empobrecer el discurso de los hablantes, en lugar de enriquecerlo y conferirle dinamismo o jovialidad creativa a la expresión. «El estudio de la fraseología de una lengua permite delimitar los valores identificadores de un pueblo, palpables en la creatividad lingüística que los hablantes manifiestan en estos hechos de  lengua. Además, tiene una  utilidad pedagógica, didáctica, porque está vinculada con la recreación de la memoria colectiva de una nación, de sus hablantes. En tal virtud, muchos investigadores se han abocado a estudiar este hecho lingüístico como son Charles Bally o Julio Casares, por ejemplo».

Durante su conferencia, la académica estableció la distinción entre la paremiología,  estudio  de los refranes -unidades establecidas en la lengua que pueden tener más de un verbo conjugado-, mientras que la fraseología estudia unidades lingüísticas fijas que funcionan como una sola palabra, ya que si se optara por descomponerla en sus partes constitutivas se perdería el sentido único que vehiculizan.

La profesora explicó que el estudio que se lleva a cabo para la elaboración de este diccionario de frases dominicanas se ha hecho siguiendo pautas metodológicas rigurosas, como la aplicación de cuestionarios confeccionados especialmente para este proyecto. Recoge varios campos del saber propio del quehacer humano, como la comida o bebida (“meter el diente”, “ir a la chau-chau”, “tener un jumo”, “me colé en la fiesta”, etc.). Expresa sentimientos (“dar muela”, “dar hebilla”), la realidad social (“vestir santos”, “parecer un andullo”), la milicia o la política (“la guardia lee como quiera”, “estar  como un cañón”, “apretar el pichirrí”),  entre otros.

Destacó algunos hallazgos interesantes obtenidos en la pesquisa que se ha hecho, tanto en obras literarias de autores dominicanos, como en periódicos o el habla cotidiana de la gente. Entre otros detalles, puntualizó que se aprecia una disparidad de sentido en el uso expresivo de las frases dominicanas, es decir, son negativas, peyorativas o positivas; también resaltó el carácter verbal de la mayoría de las frases dominicanas, ejemplo, «te subí lo vidrio», «ir en bola de humo», «meter la pata», «le dio un yeyo», «guindó los tenis», entre otros casos que fueron corroborados por la audiencia.

Al cierre de la conferencia, el público intervino con preguntas y comentarios sobre frases dominicanas. Cabe destacar que este proyecto de Diccionario fraseológico dominicano lo dirige el doctor Bruno Rosario Candelier, director de esta Corporación de Académicos, y lo coordina la académica Irene Pérez Guerra.

Santo Domingo, ADL, 4 de julio de 2013.

 

 

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