Guaymama, fumarse, bovino / bobino
Por Roberto E. Guzmán
GUAYMAMA
Algunos objetos han ido desapareciendo del ambiente dominicano. Las guaymamas no las conocen los jóvenes. La vida moderna “se ha llevado de encuentro” muchas cosas y la guaymama parece que es una víctima más.
La guaymama es o era una sandalia con la suela hecha de parte de la goma (llanta, neumático). Un dominicano podría decirle que era o es una chancleta, pues en el habla descuidada (pero entendible) chancleta es cualquier tipo de calzado que no es zapato ni bota.
Era un placer ver la destreza con que los artesanos fabricaban este tipo de sandalia. Era casi un arte, aquello de cortar la goma con una filosa chaveta, sin desperdiciar corte alguno. Es posible que este tipo de “soleta” todavía pueda conseguirse como una rareza o recuerdo en alguna tienda para turistas.
La representación escrita del nombre del objeto de esta sección puede variar, guaimama, guaima, guaimimama. En este aparte se ha favorecido guaymama, porque este guay se toma en sentido onomatopéyico para representar el grito de dolor.
La explicación más socorrida para el nombre de la sandalia es que debe su nombre a la expresión de dolor que lanza el hijo o la hija cuando recibe un castigo consistente en golpes propinados con la ayuda de una de estas sandalias.
Se ha procurado sin éxito en los diccionarios de español dominicano esta voz. Como no se ha encontrado, se documenta aquí para que conste documentada para los trabajos de los lexicógrafos en el futuro.
Reconoce el autor de estos comentarios la deuda que ha contraído con Minerva de Guzmán, quien con buena intención mencionó la palabra del título.
FUMARSE
“. . . estaremos nefastamente condenados a FUMARNOS al . . .”
Este verbo del epígrafe no aparece en los catálogos del español común. Parece que no es tan común como lo cree el dominicano que lo usa. No solo lo usa, sino que se hace entender . . . de otros dominicanos.
La frase retropróxima terminó de modo que da la idea de que es un verbo que solo circula en el habla de los dominicanos. Puede escribirse que es un verbo bien conocido hasta cierto punto, pues ha sido documentado desde hace más de sesenta años.
El Diccionario del español dominicano (2013:325) lo define así: “Soportar a alguien o algo que no resulta agradable”. Ya Patín Maceo había recogido el verbo en 1940.
Con esta noción de aguantar una cosa que molesta o duele lleva todos estos años. Cabe aquí que uno se pregunte porqué se hace sobre el verbo fumar. Una explicación puede ser que al fumar lo que se fuma se acaba; es decir, el cigarrillo, cigarro o tabaco se consume, en consecuencia, desaparece o se transforma.
De ahí puede llegarse a la conclusión de que la situación en la que se encuentra el sujeto que se la
fuma, se hace paciente con la esperanza de verla desaparecer. Implícitamente hay en ello una aceptación de la imposibilidad de cambiar las circunstancias. Acepta la molestia, cuyo grado puede variar, como algo inevitable, contra lo cual nada puede.
Con este “fumarse” hay mucho de tolerar con sufrimiento y, en la mayoría de las ocasiones, en silencio; sin posibilidad de expresar el disgusto que ocasionan los hechos.
Hubo hace unos años una canción popular en que se recurría a alusiones, “el tabaco es fuerte, pero hay que fumárselo”. Muchos de los oyentes entendieron que se mentaba, omitiendo decirlo, a la situación política del momento. Como estas hubo muchas expresiones que veladamente expresaban los padecimientos a que se vio sometida la ciudadanía en una época de triste recordación.
BOVINO – BOBINO
“. . . ligado a la Encefalopatía Espongiforme BOBINA . . .”
El sentido común ordena mantener ciertas distancias, no solo con respecto a las actuaciones en sociedad, sino también en la redacción de textos. Lo menos que puede expresarse es que produce tristeza leer la confusión en el empleo de dos palabras patrimoniales del español que se dicen de la misma forma, pero que tienen significados muy distantes.
Bovino, con la uve, V de vaca, V pequeña, V corta, es un adjetivo que refiere a las vacas, con la misma ve y, los toros; es decir, a animales mamíferos, grandes, con cuernos lisos, rumiantes, de cola larga con un mechón en el extremo.
Bobino tiene relación con el verbo bobinar, que en República Dominicana casi siempre se usa en tanto embobinar. La palabra más común de esta familia es bobina que es un cilindro, canuto, carrete o rollo, que es la palabra preferida en el español dominicano. Así podría decirse que el rollo de película, de papel de imprenta o el del componente de circuito eléctrico, todos estos son bobinas de diferentes dimensiones.
Se recuerda que en todas las ciudades dominicanas de alguna importancia existían talleres de rebobinado de motores o componentes eléctricos. Esa labor se anunciaba en letreros visibles para el transeúnte y se recuerda que la ortografía era acertada.
Muchos de estos desaciertos pueden evitarse añadiendo un poco de cuidado en la redacción.