Matatán, *más optimas, basamentar, sottovoce/*a soto voice

Por Roberto E. Guzmán

MATATÁN

“. . .son muchos los individuos que interiorizan tanto en su registro mental que son MATATANES…”

Matatán es una voz dominicana. Los dominicanos pueden orgullosamente reclamar la paternidad de esta. Este matatán tiene femenino, matatana.

De acuerdo con lo que el Diccionario del español dominicano (2013:453) recoge, es, “Persona considerada superior por tener una cualidad en su máximo grado”.

Vale la pena que se abunde aquí sobre algunos aspectos de esta voz. Uno de los aspectos es la redacción de la acepción en la parte en que se lee “considerada”. Este verbo utilizado de este modo califica la persona, y, al mismo tiempo da a entender que no es la persona quien se considera a sí mismo de esas cualidades, sino que los demás (terceros), son quienes así lo aprecian.

Otra observación acerca de la voz es la sonoridad. Cuenta con tres aes en tres consecutivas sílabas, algo que destaca como fuerte el sonido y realza el atributo de la superioridad del sujeto o la sujeto. Vale la pena que uno se pregunte si hay algo de onomatopéyico en la creación de la voz matatán.

En otras palabras, en la definición del matatán o matatana entran palabras mayores, “superior” y “grado máximo”. Por estas características la persona que recibe este nombre ha de ser respetada, estimada o quizás temida. No ha de olvidarse, sin embargo, que no tiene que ser una persona admirada o respetada por muchas particularidades, pues la acepción es, “por tener una cualidad”.

La acepción que trae el Diccionario de americanismos (2010) es más exagerada, “Persona que, en una jerarquía, está por encima del resto por tener una serie de cualidades en máximo grado”. Repárese en que aquí es en “una serie de cualidades”. Esto hace del matatán un ser excepcional en un conjunto de cualidades positivas y sobresalientes.

 

*MÁS OPTIMAS

“. . .a fin de colocarlo en las *MÁS ÓPTIMAS condiciones. . .”

Óptima es el femenino de óptimo y los dos son superlativos de buena y bueno respectivamente. Este superlativo procede del latín optimus, que significa “bueno en grado sumo”. A decir del Diccionario panhispánico de dudas (2005), “Se usa casi exclusivamente en lengua escrita”. Por esto puede considerársele de uso en el español culto.

Por su naturaleza de superlativo, óptimo/a no acepta marcas de grado de ningún género, por tanto, es incorrecto colocar el adverbio más para modificarlo. Es “Tan bueno que no puede ser mejor”; así lo define el Diccionario de uso del español (2007:2117).

 

BASAMENTAR

“El criterio utilizado para la redacción fue BASAMENTADO. . .”

Este verbo se ha oído en más de una ocasión. Quizás hasta puede reconocerse que lo haya usado en el pasado el redactor de estas notas. Si el verbo tuviera credenciales podría argüirse que tiene base. Y si no tiene base, tiene basamento. Se piensa que no es solo de empleo en arquitectura, de donde parece proceder su asiento debajo de la columna, junto con el pedestal.

La voz del título quizás salió del deseo de alargar la palabra basar y ayudarse con basamento y de allí llegar hasta basamentar. Este verbo no consta en el Diccionario de la lengua española, ni en el Diccionario de americanismos.

Este basamentar no anda completamente sin base. Se examinarán algunas palabras de la misma familia y las definiciones que estas tienen para apoyar su posible legitimación.

En el primer párrafo se desplegó un poco de humor con respecto de la definición que la corporación madrileña de la lengua tiene para basamento. De ahora en adelante se verán las acepciones de otros diccionarios y la evolución de estas de algo material hacia algo conceptual.

Ya en el año 2000 en el Diccionario del español de Cuba (2000:63) basamento se define así, “Fundamento teórico en el que se basa un plan, proyecto, etc.” El Diccionario del español dominicano (2013:77) trae el verbo basamentar caracterizado del modo siguiente, “Establecer la base o fundamento de una cosa”. Conforme con lo que aparece en ese diccionario pertenece al registro culto, formal.

De la manera en que se ha utilizado el verbo basamentar en el texto citado, se nota que se hace según las definiciones de los dos últimos diccionarios citados. Por la categoría a la que pertenece el uso, quizás es justo calificar el verbo, el adjetivo derivado y el nombre como legítimos en el español dominicano, aunque no sea un producto para exportación. Todos los hablantes tienen derecho a exponer sus criterios, siempre y cuando estos tengan basamento.

 

SOTTOVOCE*A SOTO VOICE

“Ni tampoco aprobará *A SOTO VOICE. . .”

Es una pena que con tanta frecuencia las personas que escriben artículos bien documentados, al utilizar algunas voces extranjeras incurran en errores. Somos conscientes en que no todas las personas tienen que saber o entender lenguas extranjeras. Lo más sano es que si un redactor no está seguro de algo en lengua extranjera recurra a procurar ayuda, de cualquier índole que esta sea. Con el recurso que existe en los tiempos actuales es muy fácil hacerlo por medio del internet. Además, si un escritor no está seguro de algo, no lo use, busque un sinónimo o equivalente.

En la cita nada le salió bien al redactor. Este italianismo no admite que se coloque preposición alguna delante. En italiano es sotto voce y representa la idea de “en voz baja” en español. En italiano es con doble T /t/. NO es voice, pues esa palabra pertenece al francés y, sí en esa lengua es voz; en italiano es voce.

El autor de estos comentarios hace muchos años escribió sotto voce en dos palabras, pero ahora parece que se acostumbra a hacerlo en una sola palabra, de acuerdo con lo que se lee en el Diccionario panhispánico de dudas (2005) están admitidas las dos formas.

En inglés continúan escribiéndolo en dos palabras y tiene el mismo significado que en español y añaden que en el campo de la música es, “de modo apenas (escasamente) audible”. Dioctionary of Borrowed words (1991:278).

© 2019, Roberto E. Guzmán

Bemberria, tez – tés, «knowhow», abocinar

Por Roberto E. Guzmán

BEMBERRIA

“. . . como los demás ciudadanos a la BEMBERRIA adheridos. . .”

Esta bemberria es un dominicanismo por su formación y su significado. Es una voz más que se suma a las muchas que los dominicanos tienen para aludir a celebraciones, fiestas, bebentinas, “bullangería”, y festejar.

La bemberria es una “juerga en la que la diversión principal es el consumo de bebidas alcohólicas”.  Diccionario del español dominicano (2013:85).

En otras obras acerca del español dominicano definen la bemberria como parranda entre amigos. Chercha. No puede negarse que la bemberria es una parranda. Es una fiesta en la que se bebe, se baila y disfruta, pero desordenadamente. Los rasgos que se copiaron en las anteriores definiciones son sacados de varias obras. Se extrajeron con la intención de subrayar algunos rasgos y avanzar una teoría al respecto.

Se cree que la bemberria implica ruido, de allí que tenga ese nombre que se conjetura que tiene relación con bembe, es decir, labios (gruesos) porque en esa fiesta hay mucho ruido. En ellas se bembetea, esto es, se habla mucho.

En Puerto Rico tienen una voz semejante hasta cierto punto con la que se estudia aquí, bembería cuya acepción es “juerga, jolgorio, diversión”.

Para dar a entender que una persona se va de juerga, usando esta palabra los dominicanos lo harán con la expresión, “meterse en bemberria”.

 

TEZ – TÉS

“. . .un Santa obeso y de TÉS blanca. . .”

No se sabe hasta dónde puede llegarse en esto de escribir de modo equivocado palabras que pertenecen al léxico tradicional de la legua española.

Es cierto que como se ha escrito antes, son las palabras que no pertenecen al vocabulario corriente las que provocan la mayor cantidad de problemas con su ortografía.

Las dos palabras que figuran en el título de esta sección pertenecen al idioma español. Té es una palabra cuyo plural es tés, como apareció en la cita. Este té es una bebida, una infusión que se hace sobre todo de hojas. En los casos en que estos tés son medicinales se les conoce con el nombre de tisana.

La tez es otra cosa muy diferente. En sentido restringido esta tez es el cutis de la cara y, casi siempre cuando se utiliza se hace para referirse a la pigmentación de esta. Hay que tener en cuenta que es una palabra terminada en zeta /z/, por lo tanto, su plural es teces.

El té es masculino y la tez es femenina. Las dos palabras del epígrafe tienen orígenes disímiles. Té procede del chino y tez del latín.

 

KNOWHOW

“. . . el KNOWHOW acerca de la infraestructura. . .”

La palabreja del inglés hace largo tiempo que anda en boca de los hispanohablantes y hasta en el léxico de los escribientes. Hace largo tiempo también que los hablantes cuidadosos del idioma común encontraron una palabra del español que representa muy bien la idea. Por tanto, no hace falta persistir en la repetición de la voz del inglés.

Lo primero que debe recordarse es que si una persona desea persistir en escribir la voz del inglés debe hacerlo en letra cursiva y con un guion en medio de los dos elementos, know-how.

Si quiere el escritor escribir en español puede hacerlo con una versión que sustituya la voz del inglés por un equivalente adecuado.

El know-how es: “Conjunto de conocimientos técnico y administrativos que son imprescindibles para llevar a cabo un proceso comercial y que no están protegidos por una patente”. Gran diccionario de la lengua española (2007). Esa es la descripción del concepto en economía.

El Diccionario panhispánico de dudas (2005) explica muy bien el asunto. “Saber hacer” es un locución nominal que significa “habilidad para desenvolverse con tacto en cualquier situación”. Ese es el sentido lato. En el campo artístico, científico o empresarial es: “Conjunto de conocimientos y técnicas acumulados, que permite desarrollar con eficacia una actividad. . .”

Como se acostumbra a decir en el habla popular, con la locución saber hacer “se matan dos pájaros de un tiro”, porque esta locución permite también deshacerse de la francesa savoir faire.

En el lenguaje técnico es el conjunto de detalles prácticos que permiten utilizar un procedimiento, una técnica o una invención. Por extensión es la habilidad adquirida mediante la experiencia, es un conocimiento práctico”.

La expresión nació en el inglés americano en el 1838, que devino de cómo saber hacer algo o alguna cosa. Con la intención de adaptarse a la economía de espacio y a las circunstancias en que se encuentra el sustantivo del inglés, puede traducirse por, “conocimiento, preparación, preparación técnica, técnica, método, método de fabricación, procedimiento industrial”. Diccionario de dificultades del inglés (1976:280).

Quedó demostrado con lo expuesto aquí que no hay necesidad de claudicar ante la locución nominal del inglés y, que existen muchas y muy buenas palabras y expresiones en español para expresar la idea.

 

ABOCINAR

“. . .con crisis reales, simuladas y ‘ABOCINADA’. . .”

Para poder descifrar lo que significa la palabra destacada significa hay que ser dominicano. Esto así porque en español el verbo abocinar es convertir un tubo o cañón en bocina al agrandarlo. Las otras dos significaciones no tienen relación alguna con la palabra bocina.

La bocina dominicana se refiere a una “Persona que transmite las opiniones de otra”. Esta persona por lo general es alguien que trabaja en los medios de comunicación y “repite lo que alguien dice”. No solo lo repite, sino que lo difunde a través del medio en que trabaja, ya sea periódico, radio, televisión o cualquier medio que divulgue lo que ella dice. Diccionario del español dominicano (2013:94).

Hay que hacer notar que en la mayoría de las ocasiones esa “bocina” es pagada, no es una persona (periodista) que repite esas opiniones por convicción, sino porque vende su conciencia.

“Abocinar” termina en tanto verbo que expresa que es algo que se difunde, transmite por medio de esas bocinas, Esas bocinas son las encargadas de contar o decir lo que le conviene a quien paga. Como es de esperarse, casi siempre son los gobiernos los que pagan por estas actividades.

Se hace necesario subrayar que este uso de la palabra bocina es de empleo reciente en el español de los dominicanos y se produce en el ámbito político tal y como era de esperarse. El verbo “abocinar” con esta significación es más reciente todavía y, deriva de la mencionada bocina.

© 2019, Roberto E. Guzmán

 

Ortoescritura

Por Rafael Peralta Romero

 

LICENCIAR, DOCTORAR Y BACHILLERAR

Son tres verbos relacionados con el mundo académico, pero quizá poco empleados porque comúnmente recurrimos a construcciones perifrásticas equivalentes al valor semántico de estos vocablos: cursé una licenciatura en Letras; estoy haciendo un doctorado en Matemática; terminé mi bachillerato en la escuela Juan XXIII, Higüey.

Los tres son verbos regulares de la primera conjugación, todos son transitivos (la acción se ejerce sobre algo o alguien) y a la vez pronominales, lo que en la escuela de antes se decía reflexivo (la acción recae sobre quien habla). Fui licenciado, me licencié; Fue doctorado en…, se doctoró en…; Lo bachilleró el colegio… se bachilleró…

Licenciar. Se conjuga como anunciar (licencio, licencias, licencié…) En su condición de transitivo significa “Dar permiso o licencia”. La segunda acepción se refiere a “Conferir el grado de licenciado”, y es transitivo, es decir que es una institución académica que te inviste de licenciado. En la sexta acepción el Diccionario académico agrega las iniciales  “prnl.”, que significan: pronominal. Las antepone a la definición “Recibir el grado de licenciado”.

El infinitivo pronominal adquiere la terminación –se: investirse, bañarse, acostarse, licenciarse, doctorarse, bachillerarse.

El participio de licenciar es licenciado, que tiene significados fuera de lo académico: 1. adj. Dicho de una persona: Que se precia de entendida. 2. adj. Que ha sido declarado libre.3. m. y f. Persona que ha obtenido una licenciatura. Se ha licenciado en derecho.

Parecido a licenciado es el adjetivo “licencioso, sa”, el cual se aplica a persona muy libre, atrevida o disoluta. Desde luego, hay licenciados muy licenciosos.

Doctorar. Este verbo es más estricto en su contenido semántico que los otros dos: “1. tr. Graduar de doctor a alguien en una universidad”. También se usa en tauromaquia. Como es pronominal, se podrá decir entonces: Me doctoré en la Universidad de París, en lugar de “Hice un doctorado…”.

Doctor o doctora es alguien que ha recibido el más alto grado académico universitario, esa persona ha sido doctorado o doctorada. En la forma pronominal: Me doctoro, te doctoras, se doctora.

Bachillerar. No es verbo de uso frecuente entre nosotros, pero aquí está, disponible para quien lo necesite. Solemos decir: hizo el bachillerato, cursé el bachillerato, cuando terminé el bachillerato…Pero no se nos ocurre expresar: Se bachilleró en el liceo Padre Daniel; Antes de bachillerarme…; Me bachilleré en el liceo Amelia Ricart…

Bachillerar se define: “Dar el grado de bachiller a alguien. 2. prnl. Tomar el grado de bachiller”. El participio es bachillerado: Nos hemos bachillerado en la misma promoción. Quien no se haya bachillerado no puede ingresar a la UASD.

Para gusto de las feministas el vocablo bachiller tiene su forma femenina bachillera. Ella es bachillera. Para no exagerar, se recomienda usa la forma bachiller para referirse al grado, como se indica en la definición de bachillerar.

Otras curiosidades relacionadas con este término es que deriva del francés “bachelier”, y este del latín medieval “baccalarius”.

La persona que ha cursado o está cursando los estudios de enseñanza secundaria está en bachillerato y no en el “bachiller”, como suelen expresar los estudiantes de ahora, incluidos los universitarios.

El vocablo bachillerato es el indicado para nombrar los estudios de enseñanza secundaria. Tiene afinidad con la palabra bachilleramiento, que es la acción y efecto de bachillerar o bachillerarse.

(Publicado en El Nacional, domingo 14-4-19)

 

¿DEBE MARCARSE EL ACENTO A LOS ACRÓNIMOS?

 El joven periodista Neulyn González, recién iniciado, muestra un interés por los asuntos del lenguaje que no es común en otros profesionales de este tiempo, aun entre los que se dedican o quieren dedicarse a una actividad –la comunicación- cuyo instrumento de trabajo es el idioma.

El acucioso redactor del diario Hoy ha preguntado a esta columna si a los acrónimos se les marca o no el acento. El tema resulta muy pertinente. Acrónimo es un vocablo formado por la unión de elementos de dos o más palabras, constituido por el principio de la primera y el final de la última. Ejemplo: motel (motor + hotel); Inespre (Instituto de Estabilización de Precios).

También se forma a partir de siglas, con las que se origina un vocablo que puede pronunciarse como una palabra: sida (síndrome de inmuno deficiencia adquirida).Similar caso es el vocablo Unesco, de la sigla en inglés de Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Tanto “sida” como “Inespre” y “Unesco” son voces llanas terminadas en vocal y de acuerdo a las reglas de nuestro idioma no llevan tilde.

La nomenclatura gremial, caso dominicano, ofrece diversidad de ejemplos de palabras formadas por la fusión de los componentes de un nombre pluriverbal: Sitracode, Sitramiches, Conatra (Confederación Nacional de Organizaciones del Transporte) Fenatrano (Federación Nacional de Transporte Nueva Opción), Asodemu. Todos estos acrónimos han originado una palabra llana terminada en vocal, a la que no le marca el acento. Tampoco se tilda Faprouasd, por ser una voz aguda terminada en la consonante “d”.

Diferente ha de pasar con los acrónimos que terminen en vocal acentuada: Amaprosán (Asociación de Mayoristas de Provisiones de Santiago), Astrapú (Asociación de Transporte Público), Unachosín (Unión Nacional de Choferes Sindicalizados Independientes). Se acentúan como agudas terminadas en –n y en vocal.

De acuerdo a su terminación, y el tono en que se pronuncian, requieren la marca gráfica del acento los acrónimos: bonogás, Tropigás y todos los formados con el vocablo gas al final. Por igual los acrónimos de Industrias Banilejas: Indubán, y de Central Nacional Movimiento Choferil del Transporte, Mochotrán.

 

Ortografía

La Ortografía de la lengua española, publicación oficial de la Rae y las demás academias de la lengua, señala al respecto lo siguiente:

“En los acrónimos, el acento prosódico suele recaer en la sílaba que cumple con el patrón mayoritario en español para palabras con esa misma configuración…; no obstante, en aquellos que se han incorporado desde otra lengua puede influir también la acentuación etimológica, como se ve en láser, voz llana conforme a su pronunciación en inglés, a pesar de que la mayoría de las palabras españolas terminadas en –er son agudas”. (pág. 581).

Del inglés hemos recibido también los acrónimos: cedé (CD, disco compacto), cederrón (CD-ROM, disco para lectura), devedé (DVD, disco con imagen), emepetrés (MP3), elepé (LP, disco de larga duración).

Por pura gramática española llevan tilde los acrónimos: oenegé (ONG, organización no gubernamental), Indocafé (Instituto Dominicano del Café).

Por el contrario, el acrónimo radar (Del inglés radio detecting and ranging, detección y localización por radio) no precisa marca de acento porque en español es palabra aguda terminada en consonante diferente de –n y de –r.

La sigla de Organización del Tratado del Atlántico Norte se acomoda al patrón silábico del español y se pronuncia como una palabra: OTAN, unos la pronuncian Otan (como llana) y otros Otán (como aguda). Los acrónimos escritos en mayúsculas no requieren tilde.

Los acrónimos lexicalizados (funcionan como una palabra) sí llevan tilde, conforme a las reglas del español. Para más información, consulte a Fundéu (Fundación del Español Urgente).

Temas idiomáticos

Por María José Rincón

 

SOLO O ACOMPAÑADO

02 / 04 / 2019

La semana pasada nos propusimos un repaso por algunas «novedades» ortográficas y esta semana nos toca otra supresión de tilde.

Aunque casi todos se quejan, y mucho, de las reglas ortográficas y abogan por suprimirlas (¿?), no hay nada que cueste más esfuerzo cambiar.

Para que nos hagamos una idea, la eliminación de la tilde diacrítica del adverbio solo todavía sigue despertando suspicacias y levantando ampollas. Hay quienes, incluso, han adoptado esta tilde como pendón con cierto regusto a trinchera.

¿Por qué se elimina la tilde del adverbio solo? En primer lugar porque la palabra solo es una palabra llana terminada en vocal que no lleva tilde según las reglas generales en nuestra lengua. Las reglas anteriores, a pesar de esto, imponían el uso de la tilde diacrítica para diferenciar el adverbio solo del adjetivo solo cuando existían dificultades para su interpretación: Los domingos va sólo al cine (‘va solamente al cine’)/ Los domingos va solo al cine (‘sin compañía’).

La actual Ortografía propone aplicar con coherencia las reglas de la tilde diacrítica, que está pensada para distinguir dos palabras idénticas que únicamente se diferencian por su condición de tónicas o átonas. ¿Por qué suprimir la tilde diacrítica en solo? Porque la palabra solo es siempre tónica, independientemente de su función.

Si nos encontramos con alguna ambigüedad, debemos recurrir al contexto; como, por otra parte, hacemos con muchos otros casos comparables. Por ejemplo, no recurrimos a la tilde para aclarar el sentido de bota en El jugador bota la pelota.

Esta novedad ortográfica simplifica la aplicación correcta de la tilde y la hace más coherente. Una excepción menos. Solo hay que pensarlo un poco, solo o acompañado, y empezar a aplicarlo.

 

MENOS TILDES

09 / 04 / 2019

Como hemos recordado en semanas anteriores, la más reciente Ortografía académica suprimió el uso de algunas tildes. Tradicionalmente los llamados pronombres demostrativos masculinos y femeninos (este/a, ese/a, aquel/lla) y sus plurales (estos/as, esos/as, aquellos/as) llevaban tilde diacrítica para diferenciarlos de las mismas formas en función de adjetivos demostrativos. Así escribíamos: Este libro me lo ha regalado ése. Aquél me lo ha regalado esa profesora. En estos ejemplos vemos cómo las formas pronominales ese y aquel llevaban tilde diacrítica y las formas adjetivas (este libro, esa profesora) no.

La razón que ha llevado a la Ortografía académica a proponer la supresión de estas tildes diacríticas es la misma que justificó la supresión de la tilde de solo en función adverbial. Y se trata de una razón bien sencilla: la tilde diacrítica no está concebida para distinguir adjetivos de pronombres o adverbios. Su función es la de distinguir palabras tónicas de átonas, y los demostrativos son siempre tónicos.

Los demostrativos, sean pronombres o adjetivos, son palabras llanas (este/a, ese/a, estos/as, esos/as, aquella/os/as) terminadas en vocal o en consonante –s o palabra aguda terminada en consonante –l (aquel) y, por lo tanto, acomodándose a las reglas generales de la tilde en nuestra lengua no deben llevar acento ortográfico. Como nunca lo han llevado algunas palabras con las que podemos compararlos. El pronombre otro/a (Busca a otra para que resuelva el problema) nunca ha llevado tilde para distinguirlo del adjetivo otro/a (Otra persona más llegó tarde a la reunión).

Las supresiones de tildes que hemos tratado en las últimas Eñes procuran dotar de coherencia a nuestro sistema ortográfico, eliminar excepciones y, en definitiva, facilitar en lo posible su aprendizaje y aplicación cotidiana. La trascendencia de la ortografía para la unidad de nuestra lengua lo merece.

 

DIPTONGOS Y TILDES

16 / 04 / 2019

Uno de los criterios ortográficos que han generado más controversia de la Ortografía académica de 2010 ha sido la supresión de la tilde de, por poner un par de ejemplos, guion o truhan. Este criterio no era nuevo; ya la Ortografía académica de 1999 lo estableció explícitamente. Para analizarlo con detenimiento debemos empezar por saber qué es un diptongo: una secuencia de dos vocales dentro de una misma sílaba (-ie- en cie-lo o -ua- en cuaba).

Las combinaciones de vocal abierta (/a/, /e/, /o/) con vocal cerrada átona (/i/, /u/) o de dos vocales cerradas distintas (/i/, /u/) daban su particular jíbriga. Resulta que, a lo largo y ancho de nuestra inmensa lengua, los hablantes vacilan a la hora de pronunciar estos diptongos; unos los pronuncian como diptongos (guion, truhan) y otros como hiato (gui-ón, tru-hán).

El cocorícamo ortográfico surge aquí. Si las pronunciamos como diptongos, son palabras monosílabas y, según la regla ortográfica general, no llevan tilde: guiontruhan. En cambio, si las pronunciamos como hiato, es decir, separamos las vocales en dos sílabas distintas, son palabras bisílabas y, según la regla ortográfica general, llevan tilde por ser palabras agudas terminadas en vocal: guióntruhán.

La Ortografía académica estableció que estas secuencias de vocales (/a/, /e/, /o/ + /i/, /u/; /i/, /u/ + (/a/, /e/, /o/; /i/ + /u/; /u/ + /i/) siempre se consideraban diptongos a efectos ortográficos, con independencia de que los hablantes concretos las pronunciaran en la misma sílaba o en sílaba distinta. La Ortografía de 1999 lo dejaba a la elección del hablante; la Ortografía vigente establece que esta regla debe aplicarse sin excepciones.

En la próxima Eñe les prometo un repaso por el pequeño grupo de palabras que se han visto afectadas por esta norma. Estar al día evitará que se nos vea el refajo ortográfico.

 

REFAJO ORTOGRÁFICO

23 / 04 / 2019

La Eñe de la semana pasada trataba de la convención ortográfica, ya obligatoria, de considerar como diptongos las secuencias de vocales ai, au, ia, ua, ei, eu, ie, ue, oi, ou, io, uo, iu, ui, siempre que en ellas la vocal cerrada (/i/, /u/) fuera átona. Parece un galimatías, pero no es tan fiero el león como lo pintan: a efectos ortográficos solo afecta a un pequeño grupo de palabras en las que la aplicación de la tilde cambia radicalmente según se consideren bisílabas o monosílabas. Vayamos a la práctica.

Las formas del pasado del verbo criar según la nueva convención ortográfica son monosílabas, puesto que las secuencias -ie- e -io– se consideran diptongos: crie, crio. Se escriben entonces sin tilde precisamente por ser monosílabas; el cambio está en que, hasta 2010, podíamos escribirlas con tilde como bisílabas agudas terminadas en vocal *crié*crió. En este caso están los sustantivos guion y truhan, de uso más común, a los que podemos añadir los más especializados ionpion y prion, y el desusado ruan.

Los pasados de algunos verbos nos traen más ejemplos. Empecemos por el pasado de fiar: El colmadero, que le fio durante semanas, se quejaba así: «Le fie y me quedó mal». Hay ejemplos también en los pasados de huir, freír y reír: Hui antes de que me descubrieran; Frei pastelitos para la picadera; Rio con cada uno de sus cuentos. Más ejemplos, los pasados de guiar, liar piar: Guie a los alumnos por las instalaciones y el profesor los guio a la biblioteca; Lie la ropa en un bulto; Se lio un reperpero en la puerta; Me dio un boche y no pie; La cigüita pio al amanecer.

Ya conocemos la norma, ahora solo nos falta tenerla presente y revisar nuestros escritos para que no se nos vea el refajo ortográfico.

 

Argolla, inobservar, embestida/*envestida, bebedera/bebedero

Por Roberto E. Guzmán

ARGOLLA

Una argolla es un aro y, este es una circunferencia. De acuerdo con el diccionario oficial de la lengua una circunferencia es una “curva plana y cerrada cuyos puntos son equidistantes de otro situado en su interior llamado centro”.

En el argot beisbolero de los dominicanos la palabra “argolla” tiene una significación especial que comparte con Cuba y Nicaragua; es una “anotación de cero en una entrada”. Del modo en que se copió es como aparece en el Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias.

La forma de la argolla se parece mucho o es igual a un cero si esta se hace perfecta en su forma. De allí es de donde los dominicanos y otros hablantes de español americano se han aprovechado para usarlo en los juegos de beisbol, para expresar que una entrada terminó sin anotación.

Se recuerda con claridad que en las narraciones y los comentarios sobre béisbol algunos profesionales decían, cuando un equipo no anotaba ni una carrera durante un partido completo, que a ese equipo perdedor con cero carrera en su haber le “habían colgado nueve argollas”.

Lo que se ha expuesto en esta sección no significa que la palabra argolla no tenga otros significados específicos en el habla de los dominicanos. Se usa también para mencionar el anillo de compromiso o de matrimonio (alianza). Así mismo, es el pendiente (arete) en forma de aro.

No cabe duda de que los aficionados al béisbol en República Dominicana se sentirán muy contentos y conformes si se incluye esta “argolla” en los diccionarios de español dominicano con el significado de cero anotación en una entrada y “nueve argollas” para un partido de ese deporte sin anotación de carrera.

 

INOBSERVAR

“. . .sino que además INOBSERVA el principio de . . .”

A veces el lector se sorprende cuando “se topa” con algún término que resulta familiar y, luego cuando busca confirmar en el diccionario oficial para comprobar si este es reconocido en el español internacional no lo encuentra.

Lo que se describió en el párrafo anterior es casi lo que ocurrió con la utilización del verbo inobservar. Parecía conocido, pero algo advertía que no estaba totalmente acreditado.

Solo los diccionarios de uso registran el verbo inobservar. El Diccionario del español actual, que lo cataloga como verbo transitivo trae, “Faltar a la observancia [de un precepto (cd)]”. (1999-II-2643). Otro diccionario que recoge el verbo es el Diccionario de uso del español, “No observar un precepto, una ley, un reglamento, etc.” (2007-I-1652). Uno puede observar que, en los años transcurridos entre la edición de un diccionario y otro, el ámbito de acción del verbo se ensanchó. En Argentina se utiliza el adjetivo “inobservado -da”, 1 “Que no se observa”. 2 “Que no se cumple o respeta”. Diccionario integral del español de la Argentina (2008:982).

En todos los casos, menos uno, los ejemplos reproducidos en los diccionarios pertenecen al ámbito jurídico, pues se relaciona con el verbo observar en tanto “Guardar y cumplir exactamente lo que se manda y ordena”.

En francés tienen varias voces de la familia de inobservar, inobservable, inobservance, inobservation, inobservé, ée. Algo parecido sucede en inglés, inobservance, inobservant. Otro tanto ocurre en portugués, inobservado, inobserváncia, inobservante, inobservável. Tal y como puede notarse existe bastante material en otras lenguas que hacen pensar que como en latín existían voces de esta familia, no es aventurado predecir hoy que un día el verbo estudiado aquí hará su entrada oficial en el español común, corriente, internacional, aceptado y positivamente sancionado.

 

EMBESTIDA – *ENVESTIDA

“. . .esto no siempre era suficiente para evitar la ENVESTIDA de los servicios de espionaje. . .”

Es una historia antigua el asunto de la pronunciación de la uve /v/ y de la be /b/. Muchos de los lectores de esta columna no tuvieron que pronunciar las dos de modo distinto como sucedía en los años en que el autor de estos comentarios asistió a clases de educación intermedia y secundaria.

Las letras son signos gráficos y también son sonidos. En español por fortuna se tiene una ortografía casi fonológica. El español cuenta con veintisiete signos y los fonemas son veinticuatro. Las razones que explican que haya más signos que sonido son básicamente históricas.

Las letras B y V representan un sonido único. Lo que en realidad orienta para saber cuándo se debe utilizar en la ortografía una u otra de estas letras es algo que llega al escribiente por medio de las lecturas asiduas. La lengua consagró una letra u otra en la grafía de las variadas palabras siguiendo la pauta de la historia de la lengua por orientación etimológica

Algo que ayuda en los casos de dudas es llegar a las demás palabras de la misma familia de la palabra sobre la cual se vacila pero que son mejor conocidas por quien escribe. Eso permitirá que se encuentre la representación correcta.

Las dos letras que son el centro de atención de esta sección persisten en el abecedario español  por tradición que se remonta al latín. Hay que advertir que no siempre se siguió al latín en esto, porque el uso también imprimió su huella. Todavía en las aulas se habla de la B de burro y la V de vaca, No hay que sentirse mal por ello, pues en inglés para evitar confusiones tienen la V de Víctor.  La uniformidad en el sonido de las dos letras mencionadas pone a los hispanohablantes en desventaja cuando se refiere a la pronunciación de lenguas extranjeras en las que sí existe la diferencia.

La embestida es la acción y el resultado de embestir. Esencialmente el verbo embestir es lanzarse contra una persona o cosa con violencia. Extendió su campo semántico para los casos en que una persona se dirige a otra con brusquedad para pedirle algo. Posee acepciones en náutica, en tauromaquia y en el léxico militar. No se puede pedir que todos los articulistas sepan etimología, pero sí que sepan ortografía.

 

BEBEDERA – BEBEDERO

“¿Por qué su BEBEDERA de alcohol?”

Las dos palabras son muy conocidas en el ámbito internacional del español. Las dos se examinarán aquí para que se note el curso histórico que han recorrido y cómo algunas acepciones se impusieron antes que otras.

El orden de las acepciones para bebedero, ra se remonta a la edición del 1956 del Diccionario de la lengua española. Primero el agua potable de buena calidad; luego el recipiente, más adelante el abrevadero para aves, etc.

La vida moderna introdujo el bebedero eléctrico de los parques, escuelas y edificios públicos. El hábito de beber con frecuencia o en exceso bebidas alcohólicas trajo a los diccionarios una acepción para esa rancia costumbre.

En la actualidad diez países americanos de habla hispana entienden y usan la palabra bebedera para mencionar la conducta repetida de ingerir bebidas alcohólicas con ese nombre.

Los bebederos han progresado. Al principio fueron solo los de las aves, luego los del ganado, hasta llegar a los mencionados antes para humanos en parques, escuelas y edificios públicos. Comenzaron como fuentes naturales; luego pasaron a ser los surtidores eléctricos.

En República Dominicana un bebedero es una, “Máquina eléctrica que enfría y dispensa agua potable desde un botellón”. Del mismo modo es el “Lugar donde se reúnen los amigos para tomar bebidas alcohólicas”. La última es una acepción que no consta en el Diccionario de americanismos (2010). Sí consta en el Diccionario del español dominicano (2013:83).

© 2019, Roberto E. Guzmán

Caliesaje, distrital, intrusivo/a, sacar filo

Por Roberto E. Guzmán

CALIESAJE

“. . .cuando, con CALIESAJE, exclusivo y excluyente. . .”

Esta es una voz del habla de los dominicanos por todos los costados. Es así por su formación y su significación. Es dominicana, no obstante que el origen proviene de una voz extraña a la lengua española; ese origen es el que la tradición se ha empeñado en asegurar. Se examinarán todas las voces de esta familia porque como se entenderá más adelante, esta ha procreado una descendencia numerosa.

  1. Emilio Rodríguez Demorizi calificó de “palabra misteriosa” a la voz calié que se encuentra en el origen de caliesaje. Calié es “espía, delator”. La explicación tradicional para la voz calié es que esta proviene del criollo haitiano kaye cuyo acento va sobre la letra E /e/ que corresponde al francés cahier, que es cuaderno en español; porque -continúa la tradición- los espías haitianos andaban con un cuaderno anotando los nombres y direcciones de los desafectos al dominio haitiano sobre la parte este de la isla de La Española.

¿Cuánto de esto puede ser verdad? Se duda de esta explicación, pues en esa época las personas capaces de escribir eran muy pocas; sobre todo si se tiene en cuenta que la tasa de analfabetismo en la isla entre los años de 1822 a 1844 era altísima. Con esta explicación puede descartarse la explicación del origen de la voz calié.

De un modo o de otro a un espía delator o persona del espionaje político en la Era de Trujillo se le conocía con el nombre de calié, el plural es calieses. La gama de calieses iba desde el informador hasta el represor, torturador.

El caliesaje era el espionaje. Puede notarse que las terminaciones de las dos palabras -caliesaje espionaje- es la misma -aje. La voz refiere la actividad a la que se dedicaban los calieses. La formación de la palabra tomando como base la voz calié se ajusta a los cánones de la lengua española.

El caliesaje era el espionaje que existía en esa época que revestía las características de un régimen dictatorial. Estas voces pertenecen al español dominicano de modo exclusivo.

 

DISTRITAL

“. . .por su opinión contraria a la creación de otro ayuntamiento o junta DISTRITAL. . .”

Casi puede escribirse que la voz del título está a punto de entrar en el diccionario oficial de la lengua. La aseveración anterior viene del hecho de que no figura en la nómina oficial de palabras reconocidas, aunque sí se encuentra en el Diccionario de americanismos (2010) donde se asegura que es de uso en diecisiete países de América.

Si se considera la cantidad de personas hablantes de español que viven en esos países, así como la extensión territorial de estos, podría escribirse que la ausencia de esta voz del lexicón oficial es una injusticia.

No es un secreto el origen de la voz distrital, pues por su formación se vincula con toda facilidad con la palabra distrito. El sufijo -al es propio de los adjetivos que indican relación. En el diccionario mencionado aquí por su nombre se asienta que es una voz del ámbito culto; por tanto, hay más razón aún para que se la consagre en el sanctasanctórum de la lengua española.

El Diccionario del español actual (1999-I-1648) califica el uso de raro, pero asienta la voz, “De(l) distrito”. El Diccionario de uso del español (2007-I-1066) también recoge la voz. Es prudente que se recuerde la acepción oficial de la Real Academia para la palabra distrito, “Cada una de las demarcaciones en que se subdivide un territorio o una población para distribuir y ordenar el ejercicio de los derechos civiles y políticos, o de las funciones públicas, o de los servicios administrativos”.

Las herramientas modernas que existen en el mundo actual permitirán evaluar si el uso aún es raro, como se aseguraba en el año 1999, a pesar de que se conoce la voz en tantos países de Hispanoamérica.

 

INTRUSIVO/A

“,  , . una inconsistencia provocó una inspección más INTRUSIVA. . .”

“. . . utilizando sistemas de inspección no INTRUSIVOS. . .”

Este vocablo ha llegado al español de las riberas del inglés. En esa lengua es intrusive. En esa lengua posee varias acepciones. No todas han pasado al español. Una de ellas es, “caracterizado por intrusión. Otra es, introduciéndose donde no es bienvenido o invitado. Este intrusivo del inglés desempeña las funciones de nombre y de adverbio en esa lengua.

Según parece el Diccionario de la lengua española no ha tenido tiempo de ocuparse del vocablo en español. El Diccionario de uso del español (2007-I-1678) reconoce a intrusivo en su función de adjetivo, “Que implica intrusión”. La intrusión es una acción de introducirse indebidamente una persona en un lugar. Con relación a cosas es introducirlas en el seno de otras.

La redacción del Diccionario del español actual (1999-II-2687) se sirve de la noción de intrusión para caracterizar el adjetivo, “Que ha penetrado por intrusión”. En inglés, así como en español, este intrusivo tiene una acepción en geología.

En los ejemplos que se reprodujeron al principio de esta sección la voz se utiliza con respecto a métodos o sistemas que penetran, se entrometen o invaden en el campo de una actividad. El tiempo dirá si llegará el día en que el uso imponga esta nueva voz que no es completamente extraña a la lengua.

 

SACAR FILO

“Las mentes descabelladas que pretenden SACAR FILO político a la situación . . .”

Al principio se pensó que esta locución verbal era exclusiva del habla de los dominicanos. Pero no es así en realidad, pues como muchas otras palabras y locuciones, los dominicanos las comparten con los cubanos.

En el Diccionario fraseológico del español dominicano (2016:204), se define la locución como usada para, “Aprovechar una situación para sacarle provecho a algo”. La locución viene avalada en ese diccionario con un ejemplo tomado de un artículo de la prensa diaria de Santo Domingo.

La documentación de la misma locución, pero en Cuba, aparece en el Diccionario ejemplificado del español de Cuba (2016-I-521), donde consta en tanto, “Aprovechar al máximo una oportunidad que se presenta”.

A pesar de que la redacción en ambos diccionarios no es idéntica, la idea que subyace en ambas es la misma. El verbo que introduce las dos interpretaciones es el mismo, “aprovechar”. Una “situación” es lo que se aprovecha en República Dominicana; en Cuba es una “oportunidad”.

Por medio de la lectura de estas similitudes se comprueba una vez más la coincidencia que se encuentra con mucha frecuencia entre estas dos islas, sus habitantes, su habla y sus costumbres.

© 2019, Roberto E. Guzmán

Asfixie, patana, ara/en aras de, holista, sembrado

Por Roberto E. Guzmán

ASFIXIE

“. . . cuya muerte se debió a ASFIXIE por sumersión. . .”

En esta frase todo iba muy bien con el empleo del adjetivo relativo posesivo “cuya” y “sumersión” que son palabras domingueras. Lo que atrajo la atención fue el “asfixie” que aparece destacado en la cita.

En el español dominicano es común oír que una persona “tiene un asfixie” por otra. Hay quienes quieren ser más correctos y dicen que esa persona está asfixiada (afisiá) por la otra.

El Diccionario del español dominicano (2013:54) al tratar el nombre de género masculino escribe, “Enamoramiento profundo” y atribuye a los jóvenes o a la juventud el uso. Muchas personas pueden pensar que solo los jóvenes son capaces de experimentar este intenso tipo de sentimiento. Es cierto que el nombre nació y se propagó entre los jóvenes de las ciudades, pero el enamoramiento hondo puede llegar a cualquier edad.

Hay que resaltar aquí que esta denominación solo se conoce en República Dominicana, es pues exclusiva de los dominicanos y, a pesar de que se originó en el registro juvenil, la voz no ha desaparecido del léxico de ese segmento poblacional.

Los puertorriqueños tienen su propio “asfixie” que es el del texto copiado al principio de esta sección. Allí se usa en lugar de asfixia.

 

PATANA

“. . .dos PATANAS compiten paralelas. . .”

La patana dominicana es un tipo de vehículo de carga. Es un vehículo de grandes dimensiones para transportar cargas de mucho peso y dimensión. Lo que permite caracterizar la patana es que tiene un cabezote que es la cabina en la que se encuentra el motor y las gomas, llantas o neumáticos de tracción.

Otra característica de este tipo de camión es que no tiene cama. Lo que tiene es un dispositivo especial sobre el que se conecta una plataforma. Esa plataforma sirve para colocar sobre ella los artículos que se transportarán. La plataforma también tiene gomas que soportan la carga y un sistema de frenos que ayudan a detener el vehículo cuando se acciona el pedal del freno.

Esta patana no debe confundirse con el famoso catarey que fue como se llamó al camión de arrastre detrás del cual se articulaban vagones para el transporte de caña. El nombre le vino a este camión porque se usó sobre todo para alimentar de caña un central azucarero (ingenio) situado en Villa Altagracia que llevaba ese nombre, Catarey. Catarei era el nombre de un lugar en la provincia de San Cristóbal. Indigenismos (1977:352).

En la actualidad las patanas son de gran utilidad para transportar los contendores que llegan o se van en buques de carga. La forma de las plataformas facilita que se transporten los contenedores, pues estos son colocados y retirados con la ayuda de grúas gigantescas.

Con estas notas se espera contribuir a que se actualicen las definiciones de cada uno de estos tipos de vehículos.

 

ARA – EN ARAS DE

“. . .situar los intereses grupales y hasta personales EN *ARA DE objetivos. . .”

En sentido general la palabra ara se usa como sinónima de la palabra altar. En otros tiempos fue una piedra o losa colocada sobre el altar sobre la que se expandía el corporal, que es el lienzo sobre el cual se ponen la hostia y el cáliz.

Aparte de las ceremonias que se celebran en las iglesias, la palabra altar se utiliza con mayor frecuencia en sentido figurado.

Puede arriesgarse la opinión de que la locución prepositiva en aras de es muy común en el español culto, y de esa forma es como debió aparecer en el texto que se copió. La locución sirve para expresar, “En honor o en interés de; en beneficio de”. En muchos casos en el habla se usa la locución para llevar el mensaje de que se sacrifica algo para conseguir otra cosa más.

Esto equivale a expresar que cuando se utiliza la locución prepositiva, la palabra ara debe escribirse en plural, vale decir con la ese /s/ al final, aras, en aras de.

 

HOLISTA

“. . .bajo el enfoque HOLISTA. . .”

Este vocablo no se encuentra entre los inventariados en el  diccionario oficial de la lengua española. A pesar de eso otros vocablos parecidos a este, es decir, de la misma familia, sí están. Holismo que es el sustantivo se halla entre los que constan en el diccionario académico.

El holismo es un concepto que pertenece a la Filosofía y lo define el mentado diccionario así, “Doctrina que propugna la concepción de cada realidad como un todo distinto de la suma de las partes que lo componen”. El otro término asentado en ese mismo diccionario es holístico, “perteneciente o relativo al holismo”.

El autor de estos comentarios acerca de la lengua tuvo contacto con las voces equivalentes en inglés en el área de la medicina. En esas ocasiones se trataba de dar un tratamiento que comprendiese tanto el cuerpo como la mente. A ese tipo de tratamiento se les llamaba “tratamiento holístico”.

El Nuevo diccionario de voces de uso actual se ocupa de este aspecto del holismo y lo define como, “Tratamiento médico de la persona en su conjunto y no por síntomas aislados”. (2003:580). Esta es una “doctrina médica alternativa”, que es la forma en que el Diccionario de uso del español (2007:1964) lo define. Es entonces un “sistema médico que considera al ser humano integrado como una unidad funcional”. Spanish-English English-Spanish Medical Dictionary (1996:312).

Holístico es el adjetivo que corresponde a esta familia de palabras y es lo que debió escribir la persona que redactó la frase que se reprodujo al principio de esta sección.

 

SEMBRADO

“. . .todavía SEMBRADA en la guerra fría. . .”

Leído de pronto un hispanohablante promedio no sabe qué pensar acerca del empleo del verbo sembrar en esta compañía. Para poder extraer sentido a una corta frase como la reproducida más arriba hay que dar rienda suelta a la imaginación.

En los diccionarios generales de la lengua el verbo sembrar ha acreditado acepciones que gozan de amplia popularidad y que han disfrutado de amplio uso. Este verbo puede desempeñar funciones de verbo transitivo o intransitivo. Se conoce porque significa esparcir, diseminar semillas. En otra de sus acepciones es derramar cosas. En otra índole de acepciones llega a las ideas y sirve para llevar el mensaje de hacer cosas en un momento para beneficiarse de los resultados más tarde. Puede dejarse ahí lo relativo a las acepciones, aunque no se agoten, para pasar a proyectar luz sobre lo que realmente se piensa que significa en la frase y de dónde sale ese uso.

Este uso del verbo sembrar es una extensión tomada de una significación que posee el verbo en el español dominicano. Esa acepción es, “Sentarse alguien en un lugar por mucho tiempo”. En la acepción que se tomó del Diccionario de americanismos (2010), se destacaron las partes que son salientes y permiten considerar de algún modo a sembrar con el sentido de permanecer.

En Cuba y en El Salvador conocen el verbo sembrar con una significación próxima a la anterior, “Establecerse alguien en un lugar, generalmente por mucho tiempo”. En esta definición también se destacaron las partes que sugieren continuar, quedarse.

La idea que se sostiene aquí es que el verbo sembrar en esta frase equivale a seguir en una posición ideológica, en lugar de un sitio, retenido por sus ideas o su voluntad, a pesar de que las circunstancias hayan cambiado.

© 2019, Roberto E. Guzmán

Ortoescritura

Por Rafael Peralta Romero

CUANDO LO ANÓNIMO SE VUELVE APÓCRIFO

Poemas, cuentos y novelas han  trascendido  fronteras idiomáticas y  temporales sin que se hayan  conocido sus autores. En la historia de la literatura se les conoce como “anónimos”. Quizá sus creadores no se propusieran ese anonimato, pero las circunstancias en que fueron escritas y publicadas determinaron  que esas obras se hayan  divulgado sin el nombre del autor.

El famoso “Soneto a Cristo crucificado” ha sido atribuido a varios autores clásicos inclinados por la poesía mística: San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús y hasta el poco  místico Lope de Vega. Algunos  filólogos, entre ellos el dominicano Pedro Henríquez Ureña, han  dado pruebas documentales de que el célebre soneto fue compuesto por   fray  Miguel de Guevara,  religioso agustino del siglo XVI.

El vocablo /anónimo, ma/  tiene las siguientes definiciones en el Diccionario de la lengua española:  (Del latìn tardío anony̆mus, y este del gr. ἀνώνυμος anṓnymos).  1. adj. Dicho de una obra o de un escrito: Que no lleva el nombre de su autor. U. t. c. s. m. 2. adj. Dicho de una persona, especialmente un autor: De nombre desconocido o que se oculta. U. t. c. s. m. 3. adj. Indiferenciado, que no destaca de la generalidad. Gente anónima.4. m. Carta o papel sin firma en que, por lo común, se dice algo ofensivo o desagradable.

¿Han visto? “Algo ofensivo o desagradable”.

Lo malo del texto anónimo en la literatura es que  no retribuye al autor la gloria o fama que le correspondía por su acierto  creativo.  Obra de proyección universal sin autor  conocido es “Las mil y una noches”, magnífico conjunto de cuentos, fábulas y otros relatos, unidos por un hilo argumental: la amenaza de muerte de la joven Scheherezade, personaje narrador.

Un ícono de la poesía hispánica, el Poema del Mio Cid, es obra anónima, como lo es también la muy leída novela picaresca “Lazarillo de Tormes”.

La anonimia ha afectado, incluso, los libros sagrados. El Corán, de los musulmanes, es de autor desconocido, a diferencia de la Biblia, de judíos y cristianos, cuyos textos tienen autores, aunque  frecuentemente los exégetas y traductores usan la expresión “libro atribuido a …”.

Los Evangelios, que versan sobre la vida y doctrina de Jesucristo, se han visto amenazados por textos no necesariamente legítimos. De ahí que los sabios de la Iglesia católica hayan  separado los considerados verdaderos de los otros.  A unos se les llama canónicos y a otros apócrifos.

El vocablo /apócrifo, fa / es definido por el Diccionario académico del modo siguiente:

“(Del lat. tardío apocry̆phus, y este del gr. ἀπόκρυφος apókryphos ‘oculto’).1. Adj. Falsa o fingido. Un conde apócrifo.2. adj. Dicho de una obra, especialmente literaria: De dudosa autenticidad en cuanto al contenido o a la atribución. U. t. c. s. m.3. adj. Dicho de un libro de la Biblia: Que no está aceptado en el canon de esta. Los evangelios apócrifos. U. t. c. s. m”.

Son varios los evangelios apócrifos,  escritos en los primeros siglos del cristianismo en torno a la figura de Jesús de Nazaret, atribuidos algunos a figuras tan controversiales como Judas Iscariote.

Apócrifo, según su etimología griega,   incluye los conceptos  ‘lejos’,  ‘oculto’. En  latín (apócryphus) originalmente significaba «ocultar lejos», y luego fue derivando en «oculto, obscuro». De ahí que el término haya  sido empleado, en el mundo religioso, para calificar textos de dudosa autenticidad.

En el Derecho, la prueba escrita disfruta de  gran aceptación, pero si se trata de un documento anónimo, se desvanece su capacidad de convencimiento. Es ahí donde lo anónimo se vuelve apócrifo: dudoso, oscuro, no confiable.

(Publicado en El NACIONAL, el 17-3-19)

Temas idiomáticos

Por María José Rincón

 

CREATIVIDAD Y FRESCURA

05 / 03 / 2019

La expresión coloquial está plagada de locuciones curiosas que le dan un sabor especial a nuestra lengua. Las locuciones están formadas por varias palabras que funcionan como una sola. Lo curioso es que el significado de la locución no coincide con la suma de los significados de las palabras que la componen. De la abundancia de locuciones en el español dominicano nos hablan las 4200 registradas en el Diccionario del español dominicano, la mayoría de ellas de uso coloquial.

Si decimos que una persona está tragándose un cable, no nos referimos literalmente a ese extravagante hecho, sino a lo que el DED define como ‘estar pasando una mala situación económica’. Estamos ante un uso metafórico que aporta esencialmente expresividad: basta imaginar en qué mal trago tiene alguien que verse para comerse un cable.

Si decimos que no está el horno para galleticas, no estamos hablando del mal funcionamiento de nuestro horno; nos referimos a que no es el momento oportuno para hacer o decir algo. Si decimos que alguien o algo va como caña para el ingenio, estamos recurriendo a una metáfora, como esas que usan los poetas, para manifestar expresivamente que algo o alguien va muy rápido. Si decimos que alguien va en coche, no nos referimos a un carruaje como medio de transporte, sino a que esa persona ha resultado favorecida por una situación ventajosa.

Párense un momento a pensar en su vida diaria y encontrarán muchas locuciones más. Funcionan como verbos, como nuestros ejemplos de hoy, como adjetivos, como sustantivos, como adverbios. Son útiles y expresivas, y traen a nuestra lengua coloquial un soplo muy valioso de creatividad y frescura.

 

UNA DE HONDAS

12 / 03 / 2019, 12:00

Las locuciones de uso coloquial y popular, precisamente porque no las encontramos habitualmente en forma escrita, plantean dudas ortográficas. Reflejan con frecuencia rasgos de nuestra variedad dialectal que transforman su apariencia fonética hasta llegar a resultar irreconocibles cuando las vemos escritas.

Tal es el caso de la locución adverbial como la honda del diablo. El sustantivo honda, núcleo de esta locución, es el que se refiere, según la definición del Diccionario de lengua española de la RAE, a la ‘tira de cuero o trenza de lana, cáñamo, esparto u otra materia semejante, que se usa para tirar piedras con violencia’. Este instrumento, tradicionalmente útil en las labores ganaderas, ha dejado de ser habitual para nosotros. Es posible que recordemos la honda de David, el pastor que se enfrentó al gigante filisteo Goliat. Muchos menos recuerdan la honda de otro David, el protagonista de un cuento de Augusto Monterroso.

Si volvemos a nuestra locución coloquial como la honda del diablo, imaginen la violencia que le podría imprimir el diablo a su honda y calibren la velocidad que adquiriría. En el español dominicano afirmar que algo o alguien va como la honda del diablo es referirse a que se mueve velozmente. La dificultad ortográfica estriba en la pronunciación dialectal de la expresión. Lo habitual es que pronunciemos honda con aspiración; recordemos que procede del latín funda y que las palabras con f- inicial en latín se pronunciaron durante siglos con esta aspiración en nuestra lengua. Nosotros la seguimos manteniendo en casos como este. También eliminamos la -d- intervocálica. La expresión suena para nosotros algo así como /como la jondel diablo/.

Y ahí está el quid de la cuestión. Cuando queremos ponerla por escrito, debemos recurrir a la ortografía normalizada, que está precisamente para eso, para poner orden y concierto escrito entre todas las variedades fonéticas, y son muchas, de nuestra lengua.

 

HUIR DE UNA COMA

19 / 03 / 2019

La llaman la coma asesina; también la coma criminal. Una coma que se ha granjeado estas denominaciones debe, por lo menos, preocuparnos. Dramas ortográficos aparte, siempre nos viene bien aprender en qué consiste para huir de ella en nuestros textos. La coma es un signo de puntuación cuyo uso esencial es delimitar o separar elementos dentro de un enunciado. El verdadero problema empieza cuando la utilizamos para separar elementos que no deben estar separados.

El sujeto y el verbo de una oración están estrechamente vinculados y la concordancia en número y persona se encarga de que esta relación sea invulnerable: La ciudad crece desordenadamente/Las ciudades crecen desordenadamente. La coma no debe meterse en medio. Cuando el sujeto es corto, como el del ejemplo, no solemos equivocarnos. Los problemas empiezan cuando un sujeto extenso o complejo nos hace perder de vista esta relación gramatical.

Imaginemos una oración en la que el sujeto sea largo: Las ciudades que no prestan atención a las necesidades de sus habitantes crecen desordenadamente. Con independencia de su extensión, no podemos cometer el error de separar sujeto y verbo con una coma: *Las ciudades que no prestan atención a las necesidades de sus habitantes, crecen desordenadamente.

La complejidad del sujeto puede consistir también en estar formado por varios elementos: Las ciudades, los barrios, los asentamientos crecen desordenadamente. Cada uno de estos elementos (ciudades, barrios, asentamientos) tiene el mismo nivel en la oración; su unión no depende de ninguna partícula, sino que está señalada por una coma. La presencia de estas comas exige que prestemos atención y evitemos la coma tras el último sustantivo de la enumeración, la temida coma asesina: *Las ciudades, los barrios, los asentamientos, crecen desordenadamente.

No olviden que hay comas obligatorias, que hay comas opcionales y que hay algunas comas de las que conviene huir como de la peste.

 

EMPECEMOS POR LA O

26 / 03 / 2019

La Real Academia Española y, con ella, todas las academias de la lengua española en el mundo nos brindaron en 2010 una versión actualizada y panhispánica de una de sus obras emblemáticas, la Ortografía de la lengua española. Desde la misma presentación de la obra se destaca que la ortografía representa «el pilar fundamental de la unidad de la lengua en el que todas las variables se diluyen». Casi una década después de su publicación, sigue siendo necesario repasar algunas de las novedades ortográficas que introdujo.

Les propongo un repaso detallado durante las próximas semanas. Una simple consulta a Enclave Rae, la novísima herramienta lingüística de la Real Academia, nos alerta de que la tilde suele provocar muchas dudas y errores, incluso en la consulta del diccionario.

Empecemos entonces por las novedades, ya no tan nuevas, sobre el uso de la tilde; y vamos a hacerlo por la más sencilla: la eliminación de la tilde que se venía utilizando en la conjunción disyuntiva o cuando esta aparecía escrita entre cifras. Este uso de la tilde solo se justificaba gráficamente para que la o no se confundiera con el cero.

Sin embargo, la función de la tilde, como signo diacrítico, es indicar que la sílaba a la que pertenece la vocal que la lleva es una sílaba tónica. Y la conjunción disyuntiva o es átona, es decir, se pronuncia sin acento. Por tanto, la conjunción o nunca lleva tilde, ni entre palabras ni entre cifras: ¿Con tilde o sin tilde? Sigamos con 3 o 4 novedades más, pero habrá que esperar a la próxima semana.

Ampué, bracero/brasero, ilustrador/lustrador, a propósito/apropósito, sendos/*sendo

Por Roberto E. Guzmán

AMPUÉ

No recordaba el autor de estos comentarios haber oído esta palabra que según aseguran algunos textos pertenece al español dominicano.  Luego de obtenidas las noticias acerca de la existencia de la voz del título, se procedió a determinar lo relativo a su vigencia.

Una fuente que utiliza el autor de estos comentarios a modo de verificación de voces del español dominicano, recuerda en la provincia de San Cristóbal, en Cambita para ser más preciso, esa era voz corriente en el seno de su familia. La primera noticia acerca de esta voz llegó de viva voz a oído de quien esto escribe, a través de dos hermanos oriundos de Miches. Por la procedencia de las fuentes, puede asegurarse que la voz no pertenece solo a la región suroeste del país.

Aparte de la relación personal que se ha recogido acerca de la voz, esta se encontraba ya en el Diccionario de criollismos de Ramón Brito editado en 1930 en San Francisco de Macorís. Esta información se obtuvo del Diccionario de dominicanismos (2010:19), obra en la que se la tiene como un cibaeñismo. Esa clasificación sitúa en otra región de la República Dominicana la voz del título.

Conforme con lo que reproduce el último diccionario mencionado, Brito escribió que el significado de la voz era o es, “Así es, Ya usted ve”. A esto la obrita De nuestro lenguaje y costumbres añade, “Significa conformidad con una opinión” (1967:38).

Otra obra que reconoce el dominicanismo es el Real diccionario dominicano, (2017:29), y agrega a lo anterior que vale para expresar “de acuerdo”. La fuente que se mencionó antes, que se usa para verificar las voces dominicanas, recuerda que en su familia se utilizaba “ampué” a manera de enlace entre oraciones, con un valor de conjunción o adverbio. Ella piensa que podía ser un barbarismo o la combinación de dos palabras, quizás de “entonces, pues”. La informante sitúa el uso en su entorno familiar todavía en los años sesenta del siglo XX.

Por lo expuesto más arriba, es necesario hacer un espacio a esta palabra en las ediciones posteriores a esta intervención en los diccionarios de español dominicano que hacen honor a este nombre.

BRACERO – BRASERO

“La vida material elevada de los BRASEROS comprados a Haití. . .”

“Una cosa es con ese y una persona es con ce”. Estas dos palabras del título por su significado son muy diferentes entre ellas. No hay “derecho” a confundirlas. Solo un descuido mayor puede llevar a colocar a una en lugar de la otra. Más adelante se explicará el significado y el uso de cada una de ellas.

El bracero al que se refiere la frase copiada al principio de esta sección es el “jornalero no cualificado que trabaja en el campo”, que es la definición que ofrece el diccionario oficial de la lengua española. Es un trabajador del campo que solo cuenta con su brazo para ganarse la vida. Por costumbre en el habla dominicana esa es la designación con la que se conoce al jornalero de la caña. Cuando en República Dominicana se habla o escribe acerca de la importación de braceros haitianos se sobreentiende que son contratados (¿?) para trabajar en las plantaciones de caña de azúcar que en ese país son cañaverales. Esta persona es el prototipo de bracero. El nombre a estos hombres les viene de brazo.

Un brasero es una cosa muy distinta. Puede ser un medio de calefacción; puede ser también un fogón portátil para cocinar o para mantener calientes algunos alimentos. El nombre de estos les viene de la palabra brasa, que es la leña o el carbón encendidos, reconocido por su color rojo.

No existe explicación alguna para la confusión entre los dos vocablos. Solo la escasa lectura puede relacionarse con este tipo de error. Es lamentable que así sea.

ILUSTRADOR – LUSTRADOR

“. . . estuvo en las calles. . . como ILUSTRADOR de zapatos (limpiabotas)”.

En esta parte de estos comentarios se está de nuevo ante la confusión entre palabras de escritura semejante. Esta clase de errores se producen no solo como consecuencia de las similitudes en las grafías de los vocablos, sino también, y sobre todo, por la falta de cuidado del redactor en los procesos de aprendizaje. En algunas ocasiones se redacta y no se analiza lo redactado.

Con respecto de ilustrador, esa es la persona que ilustra, en la mayoría de los usos corresponde a aquella persona que hace las ilustraciones, es decir, que crea los dibujos, las estampas o grabados en las publicaciones.

En Hispanoamérica el lustrador es la persona que lustra, que da brillo a los muebles o a los zapatos. Por suerte al redactor del ejemplo copiado se le ocurrió incluir entre paréntesis la palabra conocida en otros países de Hispanoamérica, limpiabotas. No hay que extrañarse si algunos países favorecen una manera diferente de llamar a la persona que tiene por profesión el limpiar y hacer brillar los calzados.

Desaciertos de este tipo se evitan con una dosis de cuidado en la redacción. Basta con leer con atención lo escrito para darse cuenta de que hay algo que “cojea” en el texto.

A PROPÓSITO – APROPÓSITO

“APROPÓSITO, como asunto curioso. . .”

El sustantivo apropósito es una curiosidad en el lenguaje de todos los días. Un apropósito es una breve pieza teatral de circunstancias.

“A propósito” es una locución que el Diccionario de uso del español llama “expresión calificativa” (2007-II-2414). Si se la emplea con funciones de adjetivo, locución adjetiva, indica que eso de que se habla es “oportuno o adecuado para lo que se quiere o para el fin a que se dedica”. En los casos en que se desempeña como locución adverbial transmite el mensaje de lo “hecho adrede, de forma deliberada, intencional, voluntaria”. También se usa para comunicar que algo que se ha mencionado, sugerido o recordado, trae la idea de hablar de otra cosa específica.

Cuando se dice o escribe “a propósito de”, la locución prepositiva transmite la idea de “acerca de”. Como puede deducirse de las oraciones anteriores, un descuido en la redacción es capaz de cambiar el sentido del mensaje.

 

SENDOS – *SENDO

“. . .por escribir *SENDO libro. . .”

Sendos se escribe solo en plural como consecuencia de su significado. Es un adjetivo distributivo que significa “uno para cada una de las personas o cosas mencionadas”. Algunos hablantes solo lo usan para personas pensando que es de uso exclusivo para referirse a personas sin incluir cosas, objetos.

El Diccionario de la lengua española entiende que es un adjetivo plural con el sentido de “uno y otro”. En sus funciones de pronombre puede ser femenino o masculino plural.

Otros hablantes lo confunden con “ambos” que no tiene valor distributivo. Ambos-as es un adjetivo cuya significación es “los dos, uno y otro”. En algunos casos funciona como pronombre, y sirve para mencionar “las dos personas o cosas consabidas”.

A propósito de “ambos”, la norma culta actual es que este “no debe ir precedido ni seguido de artículo ni de ningún otro determinante”. Diccionario panhispánico de dudas (2005:44).

De nuevo se repite que estas grafías y funciones no se fijan en la memoria de los hablantes y escribientes porque leen sin prestar la debida atención a lo que leen, pasan la vista sobre el texto pero lo hacen de modo mecánico.

© 2019, Roberto E. Guzmán