Ampué, bracero/brasero, ilustrador/lustrador, a propósito/apropósito, sendos/*sendo

Por Roberto E. Guzmán

AMPUÉ

No recordaba el autor de estos comentarios haber oído esta palabra que según aseguran algunos textos pertenece al español dominicano.  Luego de obtenidas las noticias acerca de la existencia de la voz del título, se procedió a determinar lo relativo a su vigencia.

Una fuente que utiliza el autor de estos comentarios a modo de verificación de voces del español dominicano, recuerda en la provincia de San Cristóbal, en Cambita para ser más preciso, esa era voz corriente en el seno de su familia. La primera noticia acerca de esta voz llegó de viva voz a oído de quien esto escribe, a través de dos hermanos oriundos de Miches. Por la procedencia de las fuentes, puede asegurarse que la voz no pertenece solo a la región suroeste del país.

Aparte de la relación personal que se ha recogido acerca de la voz, esta se encontraba ya en el Diccionario de criollismos de Ramón Brito editado en 1930 en San Francisco de Macorís. Esta información se obtuvo del Diccionario de dominicanismos (2010:19), obra en la que se la tiene como un cibaeñismo. Esa clasificación sitúa en otra región de la República Dominicana la voz del título.

Conforme con lo que reproduce el último diccionario mencionado, Brito escribió que el significado de la voz era o es, “Así es, Ya usted ve”. A esto la obrita De nuestro lenguaje y costumbres añade, “Significa conformidad con una opinión” (1967:38).

Otra obra que reconoce el dominicanismo es el Real diccionario dominicano, (2017:29), y agrega a lo anterior que vale para expresar “de acuerdo”. La fuente que se mencionó antes, que se usa para verificar las voces dominicanas, recuerda que en su familia se utilizaba “ampué” a manera de enlace entre oraciones, con un valor de conjunción o adverbio. Ella piensa que podía ser un barbarismo o la combinación de dos palabras, quizás de “entonces, pues”. La informante sitúa el uso en su entorno familiar todavía en los años sesenta del siglo XX.

Por lo expuesto más arriba, es necesario hacer un espacio a esta palabra en las ediciones posteriores a esta intervención en los diccionarios de español dominicano que hacen honor a este nombre.

BRACERO – BRASERO

“La vida material elevada de los BRASEROS comprados a Haití. . .”

“Una cosa es con ese y una persona es con ce”. Estas dos palabras del título por su significado son muy diferentes entre ellas. No hay “derecho” a confundirlas. Solo un descuido mayor puede llevar a colocar a una en lugar de la otra. Más adelante se explicará el significado y el uso de cada una de ellas.

El bracero al que se refiere la frase copiada al principio de esta sección es el “jornalero no cualificado que trabaja en el campo”, que es la definición que ofrece el diccionario oficial de la lengua española. Es un trabajador del campo que solo cuenta con su brazo para ganarse la vida. Por costumbre en el habla dominicana esa es la designación con la que se conoce al jornalero de la caña. Cuando en República Dominicana se habla o escribe acerca de la importación de braceros haitianos se sobreentiende que son contratados (¿?) para trabajar en las plantaciones de caña de azúcar que en ese país son cañaverales. Esta persona es el prototipo de bracero. El nombre a estos hombres les viene de brazo.

Un brasero es una cosa muy distinta. Puede ser un medio de calefacción; puede ser también un fogón portátil para cocinar o para mantener calientes algunos alimentos. El nombre de estos les viene de la palabra brasa, que es la leña o el carbón encendidos, reconocido por su color rojo.

No existe explicación alguna para la confusión entre los dos vocablos. Solo la escasa lectura puede relacionarse con este tipo de error. Es lamentable que así sea.

ILUSTRADOR – LUSTRADOR

“. . . estuvo en las calles. . . como ILUSTRADOR de zapatos (limpiabotas)”.

En esta parte de estos comentarios se está de nuevo ante la confusión entre palabras de escritura semejante. Esta clase de errores se producen no solo como consecuencia de las similitudes en las grafías de los vocablos, sino también, y sobre todo, por la falta de cuidado del redactor en los procesos de aprendizaje. En algunas ocasiones se redacta y no se analiza lo redactado.

Con respecto de ilustrador, esa es la persona que ilustra, en la mayoría de los usos corresponde a aquella persona que hace las ilustraciones, es decir, que crea los dibujos, las estampas o grabados en las publicaciones.

En Hispanoamérica el lustrador es la persona que lustra, que da brillo a los muebles o a los zapatos. Por suerte al redactor del ejemplo copiado se le ocurrió incluir entre paréntesis la palabra conocida en otros países de Hispanoamérica, limpiabotas. No hay que extrañarse si algunos países favorecen una manera diferente de llamar a la persona que tiene por profesión el limpiar y hacer brillar los calzados.

Desaciertos de este tipo se evitan con una dosis de cuidado en la redacción. Basta con leer con atención lo escrito para darse cuenta de que hay algo que “cojea” en el texto.

A PROPÓSITO – APROPÓSITO

“APROPÓSITO, como asunto curioso. . .”

El sustantivo apropósito es una curiosidad en el lenguaje de todos los días. Un apropósito es una breve pieza teatral de circunstancias.

“A propósito” es una locución que el Diccionario de uso del español llama “expresión calificativa” (2007-II-2414). Si se la emplea con funciones de adjetivo, locución adjetiva, indica que eso de que se habla es “oportuno o adecuado para lo que se quiere o para el fin a que se dedica”. En los casos en que se desempeña como locución adverbial transmite el mensaje de lo “hecho adrede, de forma deliberada, intencional, voluntaria”. También se usa para comunicar que algo que se ha mencionado, sugerido o recordado, trae la idea de hablar de otra cosa específica.

Cuando se dice o escribe “a propósito de”, la locución prepositiva transmite la idea de “acerca de”. Como puede deducirse de las oraciones anteriores, un descuido en la redacción es capaz de cambiar el sentido del mensaje.

 

SENDOS – *SENDO

“. . .por escribir *SENDO libro. . .”

Sendos se escribe solo en plural como consecuencia de su significado. Es un adjetivo distributivo que significa “uno para cada una de las personas o cosas mencionadas”. Algunos hablantes solo lo usan para personas pensando que es de uso exclusivo para referirse a personas sin incluir cosas, objetos.

El Diccionario de la lengua española entiende que es un adjetivo plural con el sentido de “uno y otro”. En sus funciones de pronombre puede ser femenino o masculino plural.

Otros hablantes lo confunden con “ambos” que no tiene valor distributivo. Ambos-as es un adjetivo cuya significación es “los dos, uno y otro”. En algunos casos funciona como pronombre, y sirve para mencionar “las dos personas o cosas consabidas”.

A propósito de “ambos”, la norma culta actual es que este “no debe ir precedido ni seguido de artículo ni de ningún otro determinante”. Diccionario panhispánico de dudas (2005:44).

De nuevo se repite que estas grafías y funciones no se fijan en la memoria de los hablantes y escribientes porque leen sin prestar la debida atención a lo que leen, pasan la vista sobre el texto pero lo hacen de modo mecánico.

© 2019, Roberto E. Guzmán

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