El camino de Emaús, un relato que consolida la fe

Por Rafael Peralta Romero

  No solo sus discípulos, sino muchas otras personas pudieron ver a Jesús, como hombre de carne y huesos, después que éste superara la muerte e hiciera saber de su Resurrección. Después de esto, Jesús permaneció en el mundo unos cuarenta días, asegura el apóstol Pablo.

Los evangelios canónicos y el relato Hechos de los Apóstoles cuentan las apariciones de Jesús resucitado, y también las documentan otros textos históricos y los llamados evangelios apócrifos.

La vida de Jesús, desde su concepción en una mujer no tocada por varón, está compuesta de hechos excepcionales, revestidos de misterio. Esa cadena de misterios culmina en la Resurrección. Tantos hombres, ilustres unos, poderosos otros, antecedieron a Jesús en la Tierra y de ninguno se ha sabido que haya vuelto a la vida.

Entre los textos bíblicos que dan cuenta de la resurrección de Jesús, ninguno más convincente, para mí, que el relato contenido en el tercer Evangelio (Lucas 24, 13-35). Este pasaje refiere que dos hombres, seguidores de la prédica de Jesús, caminaban desde Jerusalén hasta una aldea llamada Emaús y conversaban sobre lo ocurrido con el nazareno.

Sorprendió a estos señores la aparición repentina de otro caminante, quien fingía no saber nada de lo que hablaban ellos. Era de noche, llegaron a Emaús e invitaron al desconocido a quedarse. Al cenar, ven como parte el pan y se les abren los ojos del entendimiento: era Jesús. Come, habla y se marcha. Los caminantes, uno de ellos llamado Cleofás, a pesar de la hora, regresaron a Jerusalén a comunicar a los once discípulos de Jesús el hecho del que habían sido testigos.

Este capítulo de Lucas narra un hecho histórico, con detalles reales, enmarcados en el tiempo y el espacio. Emaús aparece registrada en los mapas de la época, aunque haya más de una versión respecto de la distancia de Jerusalén.

El relato de Lucas acerca del diálogo por el camino de Emaús encierra profundo significado teológico, por cuanto aporta detalles que robustecen la convicción de la resurrección de Jesús, fenómeno que lo diferencia definitivamente de todos los hombres.

El sentido religioso puro plantea que la fe se basta por sí misma, que no requiere auxilio de la razón. Sin embargo, la resurrección de Jesús da sustento a la fe cristiana. Gente tan grande para el cristianismo como el apóstol Pablo lo ha dicho: “…si Cristo no resucitó vana es nuestra proclamación, es vana nuestra fe”. (I Corintios, 15,13-15).

Cleofás y la otra persona, lamentablemente no identificada, tuvieron la dicha de ser los primeros en contactar a Jesús después de la Resurrección. Antes de eso, se cuenta de la visita al sepulcro de tres mujeres del entorno de Jesús (María Magdalena, Juana y María de Santiago) las cuales encontraron corrida la piedra de la entrada a la cueva. Allí vieron dos seres vestidos de blanco brillante, quienes les dijeron que Jesús había resucitado. Salieron muy extrañadas y confundidas. Luego acudió allí Pedro: “Se asomó y solo vio las sábanas, así que volvió a la casa sorprendido por lo ocurrido”. (Lc. 24, 1-12).

Respecto de las mujeres que fueron a la tumba, apunta el evangelista Mateo que Jesús, en persona, se les apareció y les habló: “Alégrense. Avisen a mis hermanos que vayan a Galilea, donde me verán”. (Mt, 28,9-10).

Galilea era el lugar de procedencia de Jesús, allí se desarrolló como hombre, allí escogió a los doce discípulos, allí pronunció el célebre Sermón de la Montaña. Había muerto en Jerusalén, centro del poder político, donde acudió a sabiendas de lo que le esperaba.

Tras el aviso de las mujeres, los once discípulos se trasladaron a Galilea. No solo se encontraron con el redivivo Maestro, sino que escucharon de Él este mandato:

“Me han concedido plena autoridad en cielo y tierra. Vayan y hagan discípulos entre todos los pueblos, bautícenlos consagrándolos al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Yo estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo”. (Mateo 28,18-20).

El portentoso misterio de la Resurrección impactó a los propios discípulos. El evangelista Marcos (Mc 16) refiere la aparición de Jesús a María Magdalena y que esta se lo comunicó a los discípulos, pero ellos lo pusieron en dudas.

El cuarto Evangelio, escrito por Juan, abunda en detalles sobre las apariciones de Jesús. Los capítulos 20 y 21 son dedicados al tema. Juan cuenta su llegada junto a Simón Pedro al sepulcro y lo encuentran vacío (Jn 20, 1-8).

Agrega Juan que ese mismo día se presentó Jesús a una reunión de los once, donde permanecían a puerta cerrada, y los saludó diciendo: “La paz esté con ustedes”. Como el discípulo Tomás no estuvo en ese encuentro, y dijera que tenía que ver y tocar a Jesús para creer que estuviera vivo, sucedió ocho días después otra visita. (Jn 20,19-30).

Para Juan no basta un capítulo y extiende las acciones de Jesús resucitado al 21 y último de su Evangelio. Es ahí donde se narra la pesca milagrosa: “Tiren la red a la derecha de la barca y encontrarán”. Tantos fueron los peces capturados que no podían levantar la red.

Suficientes testimonios hay en torno a la Resurrección. Para mí, podría bastar con el emocionante relato de Lucas según el cual apareció a dos hombres que caminaban hacia la aldea de Emaús. La comprensión ayuda la fe. El hecho narrado en Lucas 24 consolida la fe en Jesucristo.

 

La personalidad carismática de Marcos Antonio Ramos

Por Bruno Rosario Candelier

 

A Roberto Guzmán,

cultor de la palabra con sentido.

   Si hay una persona que es fuente de irradiación de singulares atributos humanos, ese es el doctor Marcos Antonio Ramos, conocido cariñosamente como Tony Ramos, hombre virtuoso, concitador de afectos entrañables y simpatías compartidas.

Tony Ramos es una persona de un singular carisma, y de su palabra, su obra y su conducta se infiere que él se siente un hijo agraciado entre los predilectos del Altísimo y, en tal virtud, exalta la figura de Jesús como el paradigma de la más alta condición divina encarnada en el Hijo del Hombre, como enseña la Biblia, y canaliza su visión del mundo a la luz del ideal evangélico que su credo religioso le inspira.

¿Cuál son los rasgos de distinción de Marcos Antonio Ramos? Es un escritor cubano-americano residente en la ciudad de Miami, Estados Unidos de América (1). En su condición de intelectual y escritor, posee admirables cualidades y, desde luego, es un hombre extraordinario. ¿Por qué digo que Tony Ramos es extraordinario? Por las excelentes condiciones humanas que lo distinguen y enaltecen: hombre bueno y noble, amable, generoso y abierto, con una vocación de servicio y una voluntad de cooperación a toda prueba. Sus notables cualidades humanas llaman la atención desde que uno entra en contacto con él: es un hombre de una sola pieza, leal y solidario.

Quiero subrayar, en este breve resumen de sus atributos, las cualidades intelectuales, morales, estéticas y espirituales que definen a Tony Ramos. Es un intelectual que se preparó para servir a la humanidad, con una definida vocación religiosa y un claro sentido de la espiritualidad trascendente.

A Tony Ramos lo conocí en Moca, en una actividad cultural organizada por el senador de la República, Dr. José Rafael Vargas, quien me lo presentó en mi pueblo natal durante un acto público celebrado en el Teatro Don Bosco (2).

Un buen día, cuando fui a presentar en la Universidad de Miami una obra sobre el español dominicano, allí estaba el destacado profesional cubano a quien lo había invitado el lexicógrafo dominicano, Roberto Guzmán, que es un gran amigo de Tony Ramos. A partir de ese encuentro en Miami comenzamos a tratarnos. Allí tuvimos enjundiosos coloquios compartidos con Roberto Guzmán y Marcos Antonio Ramos, y en esos fructíferos diálogos comencé a calibrar la grandeza de Tony, la bondad espiritual de ese hombre singular, la sabiduría que adornan sus virtudes y, sobretodo, la expresión generosa, genuina y amable de este caballero del buen trato y la conversación amena. Se trata de un hombre cuya alta erudición y cuyo lenguaje impecable atrapan y fascinan, y esos atributos son poco comunes.

Nunca Tony Ramos se ha sentido dominado por el egoísmo, el afán de notoriedad, el deseo de sobresalir. En este distinguido caballero del trato amable y la palabra cordial se manifiestan la bondad y la generosidad con una actitud abierta y compresiva hacia los demás. Destacado intelectual, sobresaliente orador y valioso historiador, Tony Ramos no pasa desapercibido por la notable personalidad metafísica que lo distingue.

Oriundo de Cuba, adquirió su formación intelectual y su desarrollo cultural en el país antillano, y desde muy temprana edad optó por la vocación religiosa, hasta llegar a ser pastor de su iglesia evangélica. Y cuando se impone la revolución comunista en Cuba, al igual que una gran parte de los cubanos, Tony Ramos abandona la isla caribeña y se establece en Miami, donde hace vida social, profesional, cultural, religiosa y espiritual.

Las condiciones intelectuales, profesionales y culturales de Marcos Antonio Ramos, su identificación con la cultura dominicana y su aporte a la historia y la cultura antillana fueros los atributos que la junta directiva de la Academia Dominicana de la Lengua tomó en cuenta para incorporar a Tony Ramos en la clase de miembro correspondiente de nuestra institución, a la ha servido muy generosamente con su apoyo desde Miami y su participación intelectual en la presentación de los diccionarios de nuestra Academia. De hecho, en la Universidad de Miami hemos presentado, gracias al concurso de Tony Ramos, su gestión y su co-participación, el Diccionario del español dominicano y el Diccionario fraseológico del español dominicano, es decir, tenemos la suerte de contar con el apoyo intelectual, material y espiritual de este buen hombre de Dios.

Además, Tony Ramos es un gran amigo de la República Dominicana porque se siente identificado con nuestro país. Cada vez que nos vemos, me reitera su compenetración y su devoción por la historia y la cultura dominicana, sintiéndose cubano-dominicano. A él le gusta hacer que el otro se sienta bien, fruto de la empatía solidaria que lo caracteriza, expresión de la vocación religiosa y espiritual que lo distingue porque él, como hombre amable, entusiasta y servicial, goza de esa alta condición de los seres elevados, distintivo de los espíritus excelsos de la condición humana.

Tony Ramos es un gran conversador. Y lo es porque tiene dominio de la palabra, sabe de todo y, cuando conversa, despliega su erudición y su talento y lo hace de tal forma que atrapa a los dialogantes, de tal manera que uno tiene la tendencia a callar para escucharlo, pero esa manifestación no sucede porque él sea arrogante, egoísta o quiera adueñarse de la situación, puesto que le sale de forma natural y los demás dejamos que hable por los amplios conocimientos que tiene, porque conoce historia, psicología, religión, literatura, política, teología, es decir, tiene una erudición universal con la virtud de compartir lo que sabe. Pocos tienen la dotación intelectual para ser un gran conversador como Tony Ramos, y, dentro de los conocimientos que lo adornan con el dominio de varias disciplinas que ha cultivado, se puede apreciar su formación ecuménica. Además, Tony Ramos es autor de varios libros de historia, literatura y religión. La teología es su campo dominante, y siente pasión por la palabra de Dios, con una genuina disposición intelectual y emocional por comunicar los valores religiosos y espirituales. Es un apasionado de la espiritualidad transcendente y la comunica con fervoroso entusiasmo, pues se nota la raigambre espiritual en su intelectualidad.

Con esa motivación para exponer los valores de la transcendencia, para comunicar la espiritualidad sagrada y dar conocer los ideales del humanismo, especialmente del humanismo transcendente, Marcos Antonio Ramos se ha convertido en un promotor de la espiritualidad bíblica. Así lo revelan sus libros. Así lo evidencian sus conversaciones. Así lo manifiestan sus cátedras, sermones y cartas, y todo lo que hace en la vida. Naturalmente esa faceta de su personalidad carismática se manifiesta en su escritura, en sus disertaciones y en sus obras literarias porque nuestro distinguido académico desarrolló el don de la creación, el don de la escritura y el don de la palabra en alto grado y con una generosa apertura hacia la humanidad. Se puede afirmar que nuestro admirado hombre de letras en un valioso promotor del saber que edifica la conciencia y de la sabiduría que embellece el espíritu.

Este destacado intelectual americano hace honor al uso ejemplar de la palabra; honra a la vocación altruista y generosa; y al asumir la formación intelectual para contribuir al acenso del espíritu, esos atributos enaltecen la personalidad paradigmática de nuestro grandioso y admirable amigo Marco Antonio Ramos a quien le extiendo, con estas palabras que redacto en su honor, mi reconocimiento y mi valoración a su persona por sus admirables atributos y el valioso aporte que ha hecho a favor de nuestra cultura.

En la cosmovisión espiritual de Marcos Antonio Ramos, todo es cauce sutil de lo divino y fuero entrañable de la voluntad del Altísimo. Para Tony Ramos el sentido de la vida se cifra en el servicio altruista como expresión de empatía y solidaridad de su alma amorosa.  Su trayectoria cultural y educativa, centrada en los altos valores del espíritu, y su obra literaria, caudal de su inspiración humanista y religiosa, retratan el alma de este gigante de la vocación solidaria y la conciencia trascendente.

Teólogo, educador, ensayista, académico y predicador, este brillante hombre de letras, antillano universal con vocación humanista, es un modelo del pensador comprometido con el ideal espiritual, y del intelectual consagrado al desarrollo cultural engarzado a la vocación de la trascendencia.

En suma, este admirable cultor de la palabra que edifica y de los valores que transcienden ha consagrado su vida al servicio intelectual, religioso, estético y espiritual a favor del desarrollo de la conciencia.

Bruno Rosario Candelier

Notas:

  1. Marcos Antonio Ramos, en Victoriano Fidel, consignó: “El pueblo de Cuba, entendido no sólo como los habitantes más permanentes del archipiélago cubano sino también, en gran escala, como los que han escogido o se han visto obligados a tomar los caminos del exilio o de la emigración a través de las décadas o hasta de los siglos. Nuestro pueblo ha producido sabios artistas y escritores cuya obra debe de ser asumida ya que constituye parte del patrimonio de la nación. Muchas páginas escritas en el extranjero serán aceptadas como parte de la literatura nacional de la misma manera que las que han surgido en territorio cubano. Un fenómeno similar es el representado por las influencias recibidas de los eruditos y científicos, a quienes podemos también llamar sabios, músicos, cantantes, actrices, actores, etc.” (Raúl Fidel Pino y Marcos Antonio Ramos, Victoriano Fidel, p. 94).
  2. Marcos Antonio Ramos nació en Colón, Matanzas, Cuba. Ha trabajado como pastor protestante y profesor universitario. Reconocido historiador, ha publicado numerosos libros de historia como Panorama del protestantismo de Cuba e Historia de las religiones. Colaboró en la Historia general de América latina, obra publicada por la UNESCO. Miembro numerario de la Academia Norteamericana de la Lengua Española, académico correspondiente de la Real Academia Española y de la Academia Dominicana de la Lengua.
  3. Los altos atributos intelectuales, religiosos y morales que distinguen a Tony Ramos, enaltecen su condición de académico de la lengua y sus atributos como creador de literatura y promotor de la palabra sagrada.

Posibles nuevos verbos en el español

Por Tobías Rodríguez Molina

Constantemente las lenguas o idiomas sufren alteraciones en su sintaxis, en su morfología, en su léxico, en las normas acentuales. Además, pueden desaparecer palabras que se convierten en obsoletas, pero pueden nacerles nuevas palabras que engrosan su caudal lexical. Pueden aparecer términos que producen un menor uso de palabras. Me quiero referir con ello a verbos que pudieran comenzar a existir en un futuro quizás no muy lejano. Un poco artificialmente,  y  adelantándonos  a procesos que serían lentos, podríamos pensar en la existencia  del  verbo telever, así como también teleoír o disparatear.  Si los conjugamos, nos podemos dar cuenta de que, al emplearlos, podríamos usar  una  cantidad de palabras inferior a las que  usaríamos si no fuera posible emplearlos. Vamos a conjugar algunos  de esos verbos  para que constatemos lo que sucedería si fueran aceptados en la lista de verbos de nuestra lengua española.

Yo televeo= yo veo la televisión (yo estoy viendo la  televisión)

Tú televés= tú ves la televisión   (tú estás viendo la televisión)

El  televé= él  ve la televisión        (él está  viendo la televisión)

Nosotros televemos= nosotros vemos la televisión (nosotros estamos viendo la televisión)

Ellos televén = ellos  ven la televisión  (ellos están viendo la televisión)

Conjuguemos también el verbo disparatear:

Yo disparateo= yo digo disparates (yo estoy diciendo disparates)

Tú disparateas =tú dices disparates

El  disparatea = él  dice disparates

Nosotros disparateamos= nosotros decimos disparates

Ellos disparatean = ellos  dicen disparates

Como podemos ver, en el caso del verbo telever usamos solo 10 palabras al conjugarlo en las cinco personas gramaticales que usamos en República Dominicana, en vez de 20 cuando no usamos ese verbo. Pero sería aún mayor la economía  si lo usáramos con el sentido que aparece entre paréntesis, .que equivaldría a emplear 10 palabras en lugar de 25. Por otro lado, si usamos disparatear también tendríamos economía de palabras en la escritura o en la conversación, ya que usaríamos únicamente 10 palabras en lugar de 15 al no emplear ese novedoso verbo. Y si lo empleáramos en el sentido que tiene en el paréntesis, habría una economía de 10 palabras.

A manera de ensayo, voy a hacer un listado de esos posibles futuros verbos de nuestra lengua  española.

Mecaniquear = ejercer la mecánica, realizar algo en el momento presente relacionado con la mecánica.

Engañifar = engañar con artimañas o de forma engañosa o con engañifas.

Artilugiar = engañar con artilugios

Camear =usar mucho o en exceso la cama

Diarrear = expeler diarrea o defecar diarrea

Wasear = comunicarse por el wasaf

Redear = usar o comunicarse por las redes

Radioescuchar = escuchar la radio

Pulcrear = practicar o producir (la) pulcritud

Timbrear = tocar el timbre

Enchismear = producir o provocar  un chisme, meter a alguien en un chisme

Aguacatear = darle a alguien o servirle aguacates más que otra cosa o en exceso

Buchear = hacer buches de algún líquido

Cibaeñear = desplazarse o pasear por el Cibao

Caribear = recorrer o desplazarse por El Caribe

Dominicanear = hacer  turismo o recorrer o desplazarse por Rep. Dom.

Puertoriquear =  hacer turismo o recorrer o desplazarse por P. Rico

Estear = Desplazarse o pasear por el Este

Surear =Desplazarse o pasear por el Sur

Petromacorisear= Desplazarse o pasear por San Pedro de Macorís

Francomacorisear = Desplazarse o pasear por San Francisco  De Macorís

Encresponar = cubrir con crespones o crespón

Lenguarajear = decir lenguarajes

Mañanear =  Levantarse  temprano o  pasear temprano en la mañana

Muletillear = usar o emplear muletillas

Movilear = usar o emplear el móvil o celular

Celulear = usar o emplear el celular

Computadorear = usar o emplear la computadora

Oear = aplicar las normas de la OEA

Onuear = aplicar las normas de la ONU

Asistenciar = prestar asistencia, ayuda, socorro

Creditear = dar u ofrecer crédito

Balletear = dar pasos o movimientos de ballet

Volteretear = dar o realizar volteretas

Gimnastear = realizar o hacer movimientos de gimnasia o propios de la gimnasia

Veterinear = practicar la veterinaria

Videar = hacer, realizar videos

Apildorar = convertir en píldoras

Empejuelar = ponerle o recetarle espejuelos a alguien

Desempejuelar = quitarle o retirarle los espejuelos a alguien

Adientar = ponerle dientes a alguien

Desabriar = quitarle o eliminarle lo desabrido a algo o a la comida

Dessalar = quitarle la sal  o la  salazón a algo salado

Desliendrar = quitarle las liendres

Dessillar = quitarle la silla a un  animal

Desrelojar = quitarle el reloj a alguien

Empelucar = poner o ponerle peluca a alguien

Desalumbrar = dejar de alumbrar, interrumpir la iluminación

Merenguear = producir el  ritmo  o movimiento del merengue

Mangulinear = producir el  ritmo o movimiento de la mangulina

© 2019, Tobías Rodríguez Molina

No puedes venir “a pies” ni estar “de pies”

Por Tobías Rodríguez Molina

Creemos  conveniente, para los que usamos la lengua española o castellana,  que  ofrezcamos algunas orientaciones o pautas referentes al uso de algunas expresiones adverbiales. Pero antes que nada, creo de rigor que le echemos un vistazo a la definición de  adverbio. Recordemos que el adverbio es  una palabra invariable  que califica o determina la significación de  un verbo (Si vives bien, no morirás mal), de un adjetivo (Ella es muy estudiosa), y de otro adverbio (Llegó demasiado pronto).

El adverbio, tal como  lo vimos en las oraciones dadas anteriormente entre paréntesis (bien, muy, demasiado) está constituido por una sola palabra, mientras que las expresiones o frases adverbiales están formadas por más de una palabra, pero cumplen la misma función que el adverbio.

Y  de algo más debemos estar claros: tanto el adverbio como las frases adverbiales son formas de la lengua que no podemos variar a capricho poniéndoles  “eses”, como sucede con “a pie”,  que muchos convierten en “a pies”;  o “de pie”, a la que algunos  transforman en “de pies”; o quitándoles la “s” que llevan, como “a oscuras”, que la dejan “a oscura”; o “en un abrir y cerrar de ojos”,  a la que “le extraen” la “s” de los  ojos, diciendo “en un abrir y cerrar de ojo”.

A continuación veamos algunas expresiones adverbiales del español con su significado:

  1. al pie de la letra: significa “igual”, “exactamente”, “literalmente”;
  2. en un abrir y cerrar de ojos: significa “rápidamente”;
  3. a oscuras: significa “ sin luz”, “sin iluminación”;
  4. de antemano: significa “con anticipación”, “anteriormente”;
  5. a pie: significa “no montado”, “caminando”.

En general, los usuarios del español en República Dominicana, con excepción de los pertenecientes al nivel sociocultural bajo, normalmente  empleamos con propiedad y corrección los adverbios y frases adverbiales. Sin embargo, hay dos frases adverbiales que un porcentaje muy elevado de hablantes y escribientes nuestros no  saben emplear en  la forma pautada,  pues las pronuncian  y  escriben  “a pies” y “de pies”.

Es por eso  que casi siempre escuchamos a nuestros hablantes corrientes y aun a algunos  profesionales y presentadores decir: “Pónganse de pies para recibir a nuestro invitado de hoy”. También solemos escuchar a muchos dominicanos decir que “a pesar de que  la distancia  es muy larga para llegar hasta aquí, todos vinieron a pies.”

El paso del huracán Irma dejó evidencias del bajo dominio que tiene un alto porcentaje de dominicanos de la concordancia y, en concreto, de algunas  frases adverbiales. Un titular de esos días decía: “Tenemos 32 provincias en alertas.”  El titulador, confundido posiblemente por la cercanía de “provincias”, que está en plural, quiso concordar  “alerta” con provincias, ignorando que “en alerta” es una frase adverbial sin s,  o  que las frases adverbiales no tienen concordancia.

Después de este repasito de gramática castellana, podremos emplear un poco mejor las expresiones adverbiales, pero como estas  son muchas,  lo mejor que podemos hacer es que, cuando estemos escribiendo algún texto,  le  echemos  una ojeada a la lista de adverbios y frases adverbiales para no ponerles ni quitarles ninguna “ese”. Esperamos escuchar cada vez a más dominicanos, especialmente a los de un mayor nivel académico, decir “de pie” y “a pie”,  y no “de pies” ni “a pies”.

© 2019, Tobías Rodríguez Molina

Concordancia dificultosa para muchos

Por Tobías Rodríguez Molina

Existen en nuestra lengua castellana  muchos casos que no todos los que la tienen como propia los dominan fácilmente. Y no solamente en el caso de los verbos haber en su empleo impersonal, sino en varios casos más, como los que vamos a tratar en esta ocasión.

El primero de esos casos es el que encontramos en expresiones como esta: “Yo soy de los que creo que eso es imposible de llevarlo a cabo.” Esa “perla” de concordancia salió de labios de un veterano comunicador de un programa de comentarios y noticias de TELEANTILLAS. Pero, por coincidencia, mientras escribía el anterior ejemplo de error de concordancia, iniciando este párrafo, recibí una llamada telefónica de una profesora que labora en una prestigiosa universidad de Santiago de los Caballeros, para invitarme a una reunión. Al  expresarle los motivos por los cuales yo  no podía complacer su amable invitación, me dijo: “Yo soy de las que creo que hay que hacer un esfuerzo para asistir a ese tipo de reuniones.” En relación con este caso,  es de advertir que, aunque no se conoce un estudio estadístico del mismo, la percepción es que la mayoría de usuarios dominicanos no se atienen a las reglas de la concordancia que exige la pluralización del verbo de ese tipo de oraciones.

Para aclarar cómo debemos expresarnos en ese tipo de construcciones sintácticas, analicemos el ejemplo antes expuesto, que no debe ser “Yo soy de los que creo…, sino “Yo soy de los que creen…” Veamos en detalles el análisis:   Muchos  creen en algo. Yo soy uno de ellos. Por lo tanto, yo estoy entre ellos; yo me cuento entre ellos. Yo estoy entre los que creen en ese algo y somos muchos. Por eso,  “yo estoy entre los que creen…”, que es lo mismo que decir “yo soy de los que creen…”

Además, para poder usarse el verbo “creo” habría que cambiar la expresión que estamos analizando por una parecida a esta: “Hay muchos que creen, y yo lo creo también, que eso es imposible de llevarlo a cabo.”

El siguiente caso lo extraje de un libro que corregí  y que ya  fue publicado. El autor, aunque es un competente  profesional  del derecho y muy preocupado y ocupado en el uso correcto del español, no pudo manejar  como hubiera sido su deseo, el siguiente caso de concordancia y escribió: “La  demanda a breve término es una figura jurídica de la menos tratada por los autores dominicanos.” (Libro de derecho antes de ser publicado). Veamos la frase escrita con toda la corrección sintáctica: ”La demanda a breve término es una figura jurídica de las menos tratadas por los autores dominicanos.” Es decir, que esta figura jurídica y otras muchas son de  las figuras jurídicas menos tratadas por escritores de temas referentes al derecho.

Si ustedes se dan cuenta, este caso de concordancia que les acabo de presentar  es prácticamente el mismo que les presentamos y aclaramos al inicio de este ensayo, como lo verán a continuación. Esa figura está entre las figuras jurídicas que no se tratan mucho por los juristas dominicanos. Por lo tanto, existen otras figuras más aparte de esa. Es decir, son muchas las figuras jurídicas que  son poco tratadas incluyendo la demanda a breve término, la cual, por esa razón,  está entre las menos tratadas, que es lo mismo que decir “es de las menos tratadas por los escritores dominicanos  de temas jurídicos.”

Ante ese panorama  que nos ofrecen algunos dominicanos, me fue satisfactorio encontrar un ejemplo semejante al que estamos presentando y analizando, aparecido en un periódico digital de Venezuela,  expresado con toda la corrección debida. Leamos el ejemplo: “Yo soy de los que piensan que hay que agotar hasta el último recurso para que, mediante un proceso electoral limpio, se consiga un  cambio de gobierno.” (Enrique Capriles, El Nacional Home). Y este otro caso también de un venezolano. Lo tomé de una entrevista realizada por un comunicador de ese país a un exmilitar de alta graduación; aquel dijo: “Yo soy de los que piensan…que estas gentes son  corruptas e incapaces para manejar el problema eléctrico.”

A ese caso de concordancia  que una cantidad considerable de usuarios de nuestra lengua española  no maneja de forma exitosa, deben ustedes  prestarle  atención para acercarse a un mejor manejo de su rico idioma. Eso espero de parte de ustedes, estimados lectores.

Estos casos que  les he presentado podrán borrarles dudas y dificultades que muy probablemente muchos de ustedes arrastran y les perturban cuando se expresan tanto oralmente como por escrito. Una vez más espero contribuir a que muchas personas deseosas de mejorar y usar cada vez mejor su rico idioma de acuerdo con las pautas del castellano del mundo y de nosotros los dominicanos, lo logren rendidamente.

© 2019, Tobías Rodríguez Molina

Argolla, inobservar, embestida/*envestida, bebedera/bebedero

Por Roberto E. Guzmán

ARGOLLA

Una argolla es un aro y, este es una circunferencia. De acuerdo con el diccionario oficial de la lengua una circunferencia es una “curva plana y cerrada cuyos puntos son equidistantes de otro situado en su interior llamado centro”.

En el argot beisbolero de los dominicanos la palabra “argolla” tiene una significación especial que comparte con Cuba y Nicaragua; es una “anotación de cero en una entrada”. Del modo en que se copió es como aparece en el Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias.

La forma de la argolla se parece mucho o es igual a un cero si esta se hace perfecta en su forma. De allí es de donde los dominicanos y otros hablantes de español americano se han aprovechado para usarlo en los juegos de beisbol, para expresar que una entrada terminó sin anotación.

Se recuerda con claridad que en las narraciones y los comentarios sobre béisbol algunos profesionales decían, cuando un equipo no anotaba ni una carrera durante un partido completo, que a ese equipo perdedor con cero carrera en su haber le “habían colgado nueve argollas”.

Lo que se ha expuesto en esta sección no significa que la palabra argolla no tenga otros significados específicos en el habla de los dominicanos. Se usa también para mencionar el anillo de compromiso o de matrimonio (alianza). Así mismo, es el pendiente (arete) en forma de aro.

No cabe duda de que los aficionados al béisbol en República Dominicana se sentirán muy contentos y conformes si se incluye esta “argolla” en los diccionarios de español dominicano con el significado de cero anotación en una entrada y “nueve argollas” para un partido de ese deporte sin anotación de carrera.

 

INOBSERVAR

“. . .sino que además INOBSERVA el principio de . . .”

A veces el lector se sorprende cuando “se topa” con algún término que resulta familiar y, luego cuando busca confirmar en el diccionario oficial para comprobar si este es reconocido en el español internacional no lo encuentra.

Lo que se describió en el párrafo anterior es casi lo que ocurrió con la utilización del verbo inobservar. Parecía conocido, pero algo advertía que no estaba totalmente acreditado.

Solo los diccionarios de uso registran el verbo inobservar. El Diccionario del español actual, que lo cataloga como verbo transitivo trae, “Faltar a la observancia [de un precepto (cd)]”. (1999-II-2643). Otro diccionario que recoge el verbo es el Diccionario de uso del español, “No observar un precepto, una ley, un reglamento, etc.” (2007-I-1652). Uno puede observar que, en los años transcurridos entre la edición de un diccionario y otro, el ámbito de acción del verbo se ensanchó. En Argentina se utiliza el adjetivo “inobservado -da”, 1 “Que no se observa”. 2 “Que no se cumple o respeta”. Diccionario integral del español de la Argentina (2008:982).

En todos los casos, menos uno, los ejemplos reproducidos en los diccionarios pertenecen al ámbito jurídico, pues se relaciona con el verbo observar en tanto “Guardar y cumplir exactamente lo que se manda y ordena”.

En francés tienen varias voces de la familia de inobservar, inobservable, inobservance, inobservation, inobservé, ée. Algo parecido sucede en inglés, inobservance, inobservant. Otro tanto ocurre en portugués, inobservado, inobserváncia, inobservante, inobservável. Tal y como puede notarse existe bastante material en otras lenguas que hacen pensar que como en latín existían voces de esta familia, no es aventurado predecir hoy que un día el verbo estudiado aquí hará su entrada oficial en el español común, corriente, internacional, aceptado y positivamente sancionado.

 

EMBESTIDA – *ENVESTIDA

“. . .esto no siempre era suficiente para evitar la ENVESTIDA de los servicios de espionaje. . .”

Es una historia antigua el asunto de la pronunciación de la uve /v/ y de la be /b/. Muchos de los lectores de esta columna no tuvieron que pronunciar las dos de modo distinto como sucedía en los años en que el autor de estos comentarios asistió a clases de educación intermedia y secundaria.

Las letras son signos gráficos y también son sonidos. En español por fortuna se tiene una ortografía casi fonológica. El español cuenta con veintisiete signos y los fonemas son veinticuatro. Las razones que explican que haya más signos que sonido son básicamente históricas.

Las letras B y V representan un sonido único. Lo que en realidad orienta para saber cuándo se debe utilizar en la ortografía una u otra de estas letras es algo que llega al escribiente por medio de las lecturas asiduas. La lengua consagró una letra u otra en la grafía de las variadas palabras siguiendo la pauta de la historia de la lengua por orientación etimológica

Algo que ayuda en los casos de dudas es llegar a las demás palabras de la misma familia de la palabra sobre la cual se vacila pero que son mejor conocidas por quien escribe. Eso permitirá que se encuentre la representación correcta.

Las dos letras que son el centro de atención de esta sección persisten en el abecedario español  por tradición que se remonta al latín. Hay que advertir que no siempre se siguió al latín en esto, porque el uso también imprimió su huella. Todavía en las aulas se habla de la B de burro y la V de vaca, No hay que sentirse mal por ello, pues en inglés para evitar confusiones tienen la V de Víctor.  La uniformidad en el sonido de las dos letras mencionadas pone a los hispanohablantes en desventaja cuando se refiere a la pronunciación de lenguas extranjeras en las que sí existe la diferencia.

La embestida es la acción y el resultado de embestir. Esencialmente el verbo embestir es lanzarse contra una persona o cosa con violencia. Extendió su campo semántico para los casos en que una persona se dirige a otra con brusquedad para pedirle algo. Posee acepciones en náutica, en tauromaquia y en el léxico militar. No se puede pedir que todos los articulistas sepan etimología, pero sí que sepan ortografía.

 

BEBEDERA – BEBEDERO

“¿Por qué su BEBEDERA de alcohol?”

Las dos palabras son muy conocidas en el ámbito internacional del español. Las dos se examinarán aquí para que se note el curso histórico que han recorrido y cómo algunas acepciones se impusieron antes que otras.

El orden de las acepciones para bebedero, ra se remonta a la edición del 1956 del Diccionario de la lengua española. Primero el agua potable de buena calidad; luego el recipiente, más adelante el abrevadero para aves, etc.

La vida moderna introdujo el bebedero eléctrico de los parques, escuelas y edificios públicos. El hábito de beber con frecuencia o en exceso bebidas alcohólicas trajo a los diccionarios una acepción para esa rancia costumbre.

En la actualidad diez países americanos de habla hispana entienden y usan la palabra bebedera para mencionar la conducta repetida de ingerir bebidas alcohólicas con ese nombre.

Los bebederos han progresado. Al principio fueron solo los de las aves, luego los del ganado, hasta llegar a los mencionados antes para humanos en parques, escuelas y edificios públicos. Comenzaron como fuentes naturales; luego pasaron a ser los surtidores eléctricos.

En República Dominicana un bebedero es una, “Máquina eléctrica que enfría y dispensa agua potable desde un botellón”. Del mismo modo es el “Lugar donde se reúnen los amigos para tomar bebidas alcohólicas”. La última es una acepción que no consta en el Diccionario de americanismos (2010). Sí consta en el Diccionario del español dominicano (2013:83).

© 2019, Roberto E. Guzmán

Caliesaje, distrital, intrusivo/a, sacar filo

Por Roberto E. Guzmán

CALIESAJE

“. . .cuando, con CALIESAJE, exclusivo y excluyente. . .”

Esta es una voz del habla de los dominicanos por todos los costados. Es así por su formación y su significación. Es dominicana, no obstante que el origen proviene de una voz extraña a la lengua española; ese origen es el que la tradición se ha empeñado en asegurar. Se examinarán todas las voces de esta familia porque como se entenderá más adelante, esta ha procreado una descendencia numerosa.

  1. Emilio Rodríguez Demorizi calificó de “palabra misteriosa” a la voz calié que se encuentra en el origen de caliesaje. Calié es “espía, delator”. La explicación tradicional para la voz calié es que esta proviene del criollo haitiano kaye cuyo acento va sobre la letra E /e/ que corresponde al francés cahier, que es cuaderno en español; porque -continúa la tradición- los espías haitianos andaban con un cuaderno anotando los nombres y direcciones de los desafectos al dominio haitiano sobre la parte este de la isla de La Española.

¿Cuánto de esto puede ser verdad? Se duda de esta explicación, pues en esa época las personas capaces de escribir eran muy pocas; sobre todo si se tiene en cuenta que la tasa de analfabetismo en la isla entre los años de 1822 a 1844 era altísima. Con esta explicación puede descartarse la explicación del origen de la voz calié.

De un modo o de otro a un espía delator o persona del espionaje político en la Era de Trujillo se le conocía con el nombre de calié, el plural es calieses. La gama de calieses iba desde el informador hasta el represor, torturador.

El caliesaje era el espionaje. Puede notarse que las terminaciones de las dos palabras -caliesaje espionaje- es la misma -aje. La voz refiere la actividad a la que se dedicaban los calieses. La formación de la palabra tomando como base la voz calié se ajusta a los cánones de la lengua española.

El caliesaje era el espionaje que existía en esa época que revestía las características de un régimen dictatorial. Estas voces pertenecen al español dominicano de modo exclusivo.

 

DISTRITAL

“. . .por su opinión contraria a la creación de otro ayuntamiento o junta DISTRITAL. . .”

Casi puede escribirse que la voz del título está a punto de entrar en el diccionario oficial de la lengua. La aseveración anterior viene del hecho de que no figura en la nómina oficial de palabras reconocidas, aunque sí se encuentra en el Diccionario de americanismos (2010) donde se asegura que es de uso en diecisiete países de América.

Si se considera la cantidad de personas hablantes de español que viven en esos países, así como la extensión territorial de estos, podría escribirse que la ausencia de esta voz del lexicón oficial es una injusticia.

No es un secreto el origen de la voz distrital, pues por su formación se vincula con toda facilidad con la palabra distrito. El sufijo -al es propio de los adjetivos que indican relación. En el diccionario mencionado aquí por su nombre se asienta que es una voz del ámbito culto; por tanto, hay más razón aún para que se la consagre en el sanctasanctórum de la lengua española.

El Diccionario del español actual (1999-I-1648) califica el uso de raro, pero asienta la voz, “De(l) distrito”. El Diccionario de uso del español (2007-I-1066) también recoge la voz. Es prudente que se recuerde la acepción oficial de la Real Academia para la palabra distrito, “Cada una de las demarcaciones en que se subdivide un territorio o una población para distribuir y ordenar el ejercicio de los derechos civiles y políticos, o de las funciones públicas, o de los servicios administrativos”.

Las herramientas modernas que existen en el mundo actual permitirán evaluar si el uso aún es raro, como se aseguraba en el año 1999, a pesar de que se conoce la voz en tantos países de Hispanoamérica.

 

INTRUSIVO/A

“,  , . una inconsistencia provocó una inspección más INTRUSIVA. . .”

“. . . utilizando sistemas de inspección no INTRUSIVOS. . .”

Este vocablo ha llegado al español de las riberas del inglés. En esa lengua es intrusive. En esa lengua posee varias acepciones. No todas han pasado al español. Una de ellas es, “caracterizado por intrusión. Otra es, introduciéndose donde no es bienvenido o invitado. Este intrusivo del inglés desempeña las funciones de nombre y de adverbio en esa lengua.

Según parece el Diccionario de la lengua española no ha tenido tiempo de ocuparse del vocablo en español. El Diccionario de uso del español (2007-I-1678) reconoce a intrusivo en su función de adjetivo, “Que implica intrusión”. La intrusión es una acción de introducirse indebidamente una persona en un lugar. Con relación a cosas es introducirlas en el seno de otras.

La redacción del Diccionario del español actual (1999-II-2687) se sirve de la noción de intrusión para caracterizar el adjetivo, “Que ha penetrado por intrusión”. En inglés, así como en español, este intrusivo tiene una acepción en geología.

En los ejemplos que se reprodujeron al principio de esta sección la voz se utiliza con respecto a métodos o sistemas que penetran, se entrometen o invaden en el campo de una actividad. El tiempo dirá si llegará el día en que el uso imponga esta nueva voz que no es completamente extraña a la lengua.

 

SACAR FILO

“Las mentes descabelladas que pretenden SACAR FILO político a la situación . . .”

Al principio se pensó que esta locución verbal era exclusiva del habla de los dominicanos. Pero no es así en realidad, pues como muchas otras palabras y locuciones, los dominicanos las comparten con los cubanos.

En el Diccionario fraseológico del español dominicano (2016:204), se define la locución como usada para, “Aprovechar una situación para sacarle provecho a algo”. La locución viene avalada en ese diccionario con un ejemplo tomado de un artículo de la prensa diaria de Santo Domingo.

La documentación de la misma locución, pero en Cuba, aparece en el Diccionario ejemplificado del español de Cuba (2016-I-521), donde consta en tanto, “Aprovechar al máximo una oportunidad que se presenta”.

A pesar de que la redacción en ambos diccionarios no es idéntica, la idea que subyace en ambas es la misma. El verbo que introduce las dos interpretaciones es el mismo, “aprovechar”. Una “situación” es lo que se aprovecha en República Dominicana; en Cuba es una “oportunidad”.

Por medio de la lectura de estas similitudes se comprueba una vez más la coincidencia que se encuentra con mucha frecuencia entre estas dos islas, sus habitantes, su habla y sus costumbres.

© 2019, Roberto E. Guzmán

Asfixie, patana, ara/en aras de, holista, sembrado

Por Roberto E. Guzmán

ASFIXIE

“. . . cuya muerte se debió a ASFIXIE por sumersión. . .”

En esta frase todo iba muy bien con el empleo del adjetivo relativo posesivo “cuya” y “sumersión” que son palabras domingueras. Lo que atrajo la atención fue el “asfixie” que aparece destacado en la cita.

En el español dominicano es común oír que una persona “tiene un asfixie” por otra. Hay quienes quieren ser más correctos y dicen que esa persona está asfixiada (afisiá) por la otra.

El Diccionario del español dominicano (2013:54) al tratar el nombre de género masculino escribe, “Enamoramiento profundo” y atribuye a los jóvenes o a la juventud el uso. Muchas personas pueden pensar que solo los jóvenes son capaces de experimentar este intenso tipo de sentimiento. Es cierto que el nombre nació y se propagó entre los jóvenes de las ciudades, pero el enamoramiento hondo puede llegar a cualquier edad.

Hay que resaltar aquí que esta denominación solo se conoce en República Dominicana, es pues exclusiva de los dominicanos y, a pesar de que se originó en el registro juvenil, la voz no ha desaparecido del léxico de ese segmento poblacional.

Los puertorriqueños tienen su propio “asfixie” que es el del texto copiado al principio de esta sección. Allí se usa en lugar de asfixia.

 

PATANA

“. . .dos PATANAS compiten paralelas. . .”

La patana dominicana es un tipo de vehículo de carga. Es un vehículo de grandes dimensiones para transportar cargas de mucho peso y dimensión. Lo que permite caracterizar la patana es que tiene un cabezote que es la cabina en la que se encuentra el motor y las gomas, llantas o neumáticos de tracción.

Otra característica de este tipo de camión es que no tiene cama. Lo que tiene es un dispositivo especial sobre el que se conecta una plataforma. Esa plataforma sirve para colocar sobre ella los artículos que se transportarán. La plataforma también tiene gomas que soportan la carga y un sistema de frenos que ayudan a detener el vehículo cuando se acciona el pedal del freno.

Esta patana no debe confundirse con el famoso catarey que fue como se llamó al camión de arrastre detrás del cual se articulaban vagones para el transporte de caña. El nombre le vino a este camión porque se usó sobre todo para alimentar de caña un central azucarero (ingenio) situado en Villa Altagracia que llevaba ese nombre, Catarey. Catarei era el nombre de un lugar en la provincia de San Cristóbal. Indigenismos (1977:352).

En la actualidad las patanas son de gran utilidad para transportar los contendores que llegan o se van en buques de carga. La forma de las plataformas facilita que se transporten los contenedores, pues estos son colocados y retirados con la ayuda de grúas gigantescas.

Con estas notas se espera contribuir a que se actualicen las definiciones de cada uno de estos tipos de vehículos.

 

ARA – EN ARAS DE

“. . .situar los intereses grupales y hasta personales EN *ARA DE objetivos. . .”

En sentido general la palabra ara se usa como sinónima de la palabra altar. En otros tiempos fue una piedra o losa colocada sobre el altar sobre la que se expandía el corporal, que es el lienzo sobre el cual se ponen la hostia y el cáliz.

Aparte de las ceremonias que se celebran en las iglesias, la palabra altar se utiliza con mayor frecuencia en sentido figurado.

Puede arriesgarse la opinión de que la locución prepositiva en aras de es muy común en el español culto, y de esa forma es como debió aparecer en el texto que se copió. La locución sirve para expresar, “En honor o en interés de; en beneficio de”. En muchos casos en el habla se usa la locución para llevar el mensaje de que se sacrifica algo para conseguir otra cosa más.

Esto equivale a expresar que cuando se utiliza la locución prepositiva, la palabra ara debe escribirse en plural, vale decir con la ese /s/ al final, aras, en aras de.

 

HOLISTA

“. . .bajo el enfoque HOLISTA. . .”

Este vocablo no se encuentra entre los inventariados en el  diccionario oficial de la lengua española. A pesar de eso otros vocablos parecidos a este, es decir, de la misma familia, sí están. Holismo que es el sustantivo se halla entre los que constan en el diccionario académico.

El holismo es un concepto que pertenece a la Filosofía y lo define el mentado diccionario así, “Doctrina que propugna la concepción de cada realidad como un todo distinto de la suma de las partes que lo componen”. El otro término asentado en ese mismo diccionario es holístico, “perteneciente o relativo al holismo”.

El autor de estos comentarios acerca de la lengua tuvo contacto con las voces equivalentes en inglés en el área de la medicina. En esas ocasiones se trataba de dar un tratamiento que comprendiese tanto el cuerpo como la mente. A ese tipo de tratamiento se les llamaba “tratamiento holístico”.

El Nuevo diccionario de voces de uso actual se ocupa de este aspecto del holismo y lo define como, “Tratamiento médico de la persona en su conjunto y no por síntomas aislados”. (2003:580). Esta es una “doctrina médica alternativa”, que es la forma en que el Diccionario de uso del español (2007:1964) lo define. Es entonces un “sistema médico que considera al ser humano integrado como una unidad funcional”. Spanish-English English-Spanish Medical Dictionary (1996:312).

Holístico es el adjetivo que corresponde a esta familia de palabras y es lo que debió escribir la persona que redactó la frase que se reprodujo al principio de esta sección.

 

SEMBRADO

“. . .todavía SEMBRADA en la guerra fría. . .”

Leído de pronto un hispanohablante promedio no sabe qué pensar acerca del empleo del verbo sembrar en esta compañía. Para poder extraer sentido a una corta frase como la reproducida más arriba hay que dar rienda suelta a la imaginación.

En los diccionarios generales de la lengua el verbo sembrar ha acreditado acepciones que gozan de amplia popularidad y que han disfrutado de amplio uso. Este verbo puede desempeñar funciones de verbo transitivo o intransitivo. Se conoce porque significa esparcir, diseminar semillas. En otra de sus acepciones es derramar cosas. En otra índole de acepciones llega a las ideas y sirve para llevar el mensaje de hacer cosas en un momento para beneficiarse de los resultados más tarde. Puede dejarse ahí lo relativo a las acepciones, aunque no se agoten, para pasar a proyectar luz sobre lo que realmente se piensa que significa en la frase y de dónde sale ese uso.

Este uso del verbo sembrar es una extensión tomada de una significación que posee el verbo en el español dominicano. Esa acepción es, “Sentarse alguien en un lugar por mucho tiempo”. En la acepción que se tomó del Diccionario de americanismos (2010), se destacaron las partes que son salientes y permiten considerar de algún modo a sembrar con el sentido de permanecer.

En Cuba y en El Salvador conocen el verbo sembrar con una significación próxima a la anterior, “Establecerse alguien en un lugar, generalmente por mucho tiempo”. En esta definición también se destacaron las partes que sugieren continuar, quedarse.

La idea que se sostiene aquí es que el verbo sembrar en esta frase equivale a seguir en una posición ideológica, en lugar de un sitio, retenido por sus ideas o su voluntad, a pesar de que las circunstancias hayan cambiado.

© 2019, Roberto E. Guzmán

Ortoescritura

Por Rafael Peralta Romero

CUANDO LO ANÓNIMO SE VUELVE APÓCRIFO

Poemas, cuentos y novelas han  trascendido  fronteras idiomáticas y  temporales sin que se hayan  conocido sus autores. En la historia de la literatura se les conoce como “anónimos”. Quizá sus creadores no se propusieran ese anonimato, pero las circunstancias en que fueron escritas y publicadas determinaron  que esas obras se hayan  divulgado sin el nombre del autor.

El famoso “Soneto a Cristo crucificado” ha sido atribuido a varios autores clásicos inclinados por la poesía mística: San Juan de la Cruz, Santa Teresa de Jesús y hasta el poco  místico Lope de Vega. Algunos  filólogos, entre ellos el dominicano Pedro Henríquez Ureña, han  dado pruebas documentales de que el célebre soneto fue compuesto por   fray  Miguel de Guevara,  religioso agustino del siglo XVI.

El vocablo /anónimo, ma/  tiene las siguientes definiciones en el Diccionario de la lengua española:  (Del latìn tardío anony̆mus, y este del gr. ἀνώνυμος anṓnymos).  1. adj. Dicho de una obra o de un escrito: Que no lleva el nombre de su autor. U. t. c. s. m. 2. adj. Dicho de una persona, especialmente un autor: De nombre desconocido o que se oculta. U. t. c. s. m. 3. adj. Indiferenciado, que no destaca de la generalidad. Gente anónima.4. m. Carta o papel sin firma en que, por lo común, se dice algo ofensivo o desagradable.

¿Han visto? “Algo ofensivo o desagradable”.

Lo malo del texto anónimo en la literatura es que  no retribuye al autor la gloria o fama que le correspondía por su acierto  creativo.  Obra de proyección universal sin autor  conocido es “Las mil y una noches”, magnífico conjunto de cuentos, fábulas y otros relatos, unidos por un hilo argumental: la amenaza de muerte de la joven Scheherezade, personaje narrador.

Un ícono de la poesía hispánica, el Poema del Mio Cid, es obra anónima, como lo es también la muy leída novela picaresca “Lazarillo de Tormes”.

La anonimia ha afectado, incluso, los libros sagrados. El Corán, de los musulmanes, es de autor desconocido, a diferencia de la Biblia, de judíos y cristianos, cuyos textos tienen autores, aunque  frecuentemente los exégetas y traductores usan la expresión “libro atribuido a …”.

Los Evangelios, que versan sobre la vida y doctrina de Jesucristo, se han visto amenazados por textos no necesariamente legítimos. De ahí que los sabios de la Iglesia católica hayan  separado los considerados verdaderos de los otros.  A unos se les llama canónicos y a otros apócrifos.

El vocablo /apócrifo, fa / es definido por el Diccionario académico del modo siguiente:

“(Del lat. tardío apocry̆phus, y este del gr. ἀπόκρυφος apókryphos ‘oculto’).1. Adj. Falsa o fingido. Un conde apócrifo.2. adj. Dicho de una obra, especialmente literaria: De dudosa autenticidad en cuanto al contenido o a la atribución. U. t. c. s. m.3. adj. Dicho de un libro de la Biblia: Que no está aceptado en el canon de esta. Los evangelios apócrifos. U. t. c. s. m”.

Son varios los evangelios apócrifos,  escritos en los primeros siglos del cristianismo en torno a la figura de Jesús de Nazaret, atribuidos algunos a figuras tan controversiales como Judas Iscariote.

Apócrifo, según su etimología griega,   incluye los conceptos  ‘lejos’,  ‘oculto’. En  latín (apócryphus) originalmente significaba «ocultar lejos», y luego fue derivando en «oculto, obscuro». De ahí que el término haya  sido empleado, en el mundo religioso, para calificar textos de dudosa autenticidad.

En el Derecho, la prueba escrita disfruta de  gran aceptación, pero si se trata de un documento anónimo, se desvanece su capacidad de convencimiento. Es ahí donde lo anónimo se vuelve apócrifo: dudoso, oscuro, no confiable.

(Publicado en El NACIONAL, el 17-3-19)

Temas idiomáticos

Por María José Rincón

 

CREATIVIDAD Y FRESCURA

05 / 03 / 2019

La expresión coloquial está plagada de locuciones curiosas que le dan un sabor especial a nuestra lengua. Las locuciones están formadas por varias palabras que funcionan como una sola. Lo curioso es que el significado de la locución no coincide con la suma de los significados de las palabras que la componen. De la abundancia de locuciones en el español dominicano nos hablan las 4200 registradas en el Diccionario del español dominicano, la mayoría de ellas de uso coloquial.

Si decimos que una persona está tragándose un cable, no nos referimos literalmente a ese extravagante hecho, sino a lo que el DED define como ‘estar pasando una mala situación económica’. Estamos ante un uso metafórico que aporta esencialmente expresividad: basta imaginar en qué mal trago tiene alguien que verse para comerse un cable.

Si decimos que no está el horno para galleticas, no estamos hablando del mal funcionamiento de nuestro horno; nos referimos a que no es el momento oportuno para hacer o decir algo. Si decimos que alguien o algo va como caña para el ingenio, estamos recurriendo a una metáfora, como esas que usan los poetas, para manifestar expresivamente que algo o alguien va muy rápido. Si decimos que alguien va en coche, no nos referimos a un carruaje como medio de transporte, sino a que esa persona ha resultado favorecida por una situación ventajosa.

Párense un momento a pensar en su vida diaria y encontrarán muchas locuciones más. Funcionan como verbos, como nuestros ejemplos de hoy, como adjetivos, como sustantivos, como adverbios. Son útiles y expresivas, y traen a nuestra lengua coloquial un soplo muy valioso de creatividad y frescura.

 

UNA DE HONDAS

12 / 03 / 2019, 12:00

Las locuciones de uso coloquial y popular, precisamente porque no las encontramos habitualmente en forma escrita, plantean dudas ortográficas. Reflejan con frecuencia rasgos de nuestra variedad dialectal que transforman su apariencia fonética hasta llegar a resultar irreconocibles cuando las vemos escritas.

Tal es el caso de la locución adverbial como la honda del diablo. El sustantivo honda, núcleo de esta locución, es el que se refiere, según la definición del Diccionario de lengua española de la RAE, a la ‘tira de cuero o trenza de lana, cáñamo, esparto u otra materia semejante, que se usa para tirar piedras con violencia’. Este instrumento, tradicionalmente útil en las labores ganaderas, ha dejado de ser habitual para nosotros. Es posible que recordemos la honda de David, el pastor que se enfrentó al gigante filisteo Goliat. Muchos menos recuerdan la honda de otro David, el protagonista de un cuento de Augusto Monterroso.

Si volvemos a nuestra locución coloquial como la honda del diablo, imaginen la violencia que le podría imprimir el diablo a su honda y calibren la velocidad que adquiriría. En el español dominicano afirmar que algo o alguien va como la honda del diablo es referirse a que se mueve velozmente. La dificultad ortográfica estriba en la pronunciación dialectal de la expresión. Lo habitual es que pronunciemos honda con aspiración; recordemos que procede del latín funda y que las palabras con f- inicial en latín se pronunciaron durante siglos con esta aspiración en nuestra lengua. Nosotros la seguimos manteniendo en casos como este. También eliminamos la -d- intervocálica. La expresión suena para nosotros algo así como /como la jondel diablo/.

Y ahí está el quid de la cuestión. Cuando queremos ponerla por escrito, debemos recurrir a la ortografía normalizada, que está precisamente para eso, para poner orden y concierto escrito entre todas las variedades fonéticas, y son muchas, de nuestra lengua.

 

HUIR DE UNA COMA

19 / 03 / 2019

La llaman la coma asesina; también la coma criminal. Una coma que se ha granjeado estas denominaciones debe, por lo menos, preocuparnos. Dramas ortográficos aparte, siempre nos viene bien aprender en qué consiste para huir de ella en nuestros textos. La coma es un signo de puntuación cuyo uso esencial es delimitar o separar elementos dentro de un enunciado. El verdadero problema empieza cuando la utilizamos para separar elementos que no deben estar separados.

El sujeto y el verbo de una oración están estrechamente vinculados y la concordancia en número y persona se encarga de que esta relación sea invulnerable: La ciudad crece desordenadamente/Las ciudades crecen desordenadamente. La coma no debe meterse en medio. Cuando el sujeto es corto, como el del ejemplo, no solemos equivocarnos. Los problemas empiezan cuando un sujeto extenso o complejo nos hace perder de vista esta relación gramatical.

Imaginemos una oración en la que el sujeto sea largo: Las ciudades que no prestan atención a las necesidades de sus habitantes crecen desordenadamente. Con independencia de su extensión, no podemos cometer el error de separar sujeto y verbo con una coma: *Las ciudades que no prestan atención a las necesidades de sus habitantes, crecen desordenadamente.

La complejidad del sujeto puede consistir también en estar formado por varios elementos: Las ciudades, los barrios, los asentamientos crecen desordenadamente. Cada uno de estos elementos (ciudades, barrios, asentamientos) tiene el mismo nivel en la oración; su unión no depende de ninguna partícula, sino que está señalada por una coma. La presencia de estas comas exige que prestemos atención y evitemos la coma tras el último sustantivo de la enumeración, la temida coma asesina: *Las ciudades, los barrios, los asentamientos, crecen desordenadamente.

No olviden que hay comas obligatorias, que hay comas opcionales y que hay algunas comas de las que conviene huir como de la peste.

 

EMPECEMOS POR LA O

26 / 03 / 2019

La Real Academia Española y, con ella, todas las academias de la lengua española en el mundo nos brindaron en 2010 una versión actualizada y panhispánica de una de sus obras emblemáticas, la Ortografía de la lengua española. Desde la misma presentación de la obra se destaca que la ortografía representa «el pilar fundamental de la unidad de la lengua en el que todas las variables se diluyen». Casi una década después de su publicación, sigue siendo necesario repasar algunas de las novedades ortográficas que introdujo.

Les propongo un repaso detallado durante las próximas semanas. Una simple consulta a Enclave Rae, la novísima herramienta lingüística de la Real Academia, nos alerta de que la tilde suele provocar muchas dudas y errores, incluso en la consulta del diccionario.

Empecemos entonces por las novedades, ya no tan nuevas, sobre el uso de la tilde; y vamos a hacerlo por la más sencilla: la eliminación de la tilde que se venía utilizando en la conjunción disyuntiva o cuando esta aparecía escrita entre cifras. Este uso de la tilde solo se justificaba gráficamente para que la o no se confundiera con el cero.

Sin embargo, la función de la tilde, como signo diacrítico, es indicar que la sílaba a la que pertenece la vocal que la lleva es una sílaba tónica. Y la conjunción disyuntiva o es átona, es decir, se pronuncia sin acento. Por tanto, la conjunción o nunca lleva tilde, ni entre palabras ni entre cifras: ¿Con tilde o sin tilde? Sigamos con 3 o 4 novedades más, pero habrá que esperar a la próxima semana.