La sintaxis orienta la correcta información y también la normativa

Por Rafael Tobías Rodríguez Molina

 

La correcta redacción de un texto depende  de varios factores, dos de los cuales son la sintaxis o buena relación o estructuración de las palabras en la formación de las frases o grupos oracionales, y el sentido o mensaje que se quiere transmitir mediante el texto.

Hace varios meses apareció publicado en la ciberpágina de la Academia Dominicana de la Lengua uno de mis artículos, al que  titulé  “El orden sintáctico de los componentes oracionales”. Allí se insinuó que “atendiendo al origen del término sintaxis, nos damos cuenta de que el orden en la oración desempeña un papel de suma importancia. Pero el ordenamiento de las partes que integran la oración de nuestra lengua española no se  impone de manera absoluta, sino que permite algunos cambios de ubicación de esas partes oracionales básicas,  que son “sujeto, verbo, objeto directo, objeto indirecto y circunstancial, tal como aparecen en el siguiente ejemplo: “Juan envió un libro a su hermano el día en que este cumplió 17 años de edad.”

Al no ser ese orden obligatorio, como ya se dijo, esa oración puede ordenarse, entre otras formas, de la siguiente manera: “El día en que su hermano cumplió 17 años, Juan le envió un libro.” Un requisito para los cambios de ubicación, mediante la licencia del hipérbaton, es que no se altere el sentido o significado expresado en la oración, como se puede verificar en el  cambio sintáctico que se ha realizado en ese caso, en que no habido cambio de significado.

Pero no fue  eso lo que pasó en un programa que se transmite en el canal español Antena 3, donde se transmite el interesante y educativo programa Pasapalabra, que se presenta  todos los días de lunes a viernes. Ese programa lo vemos en casa todos los días. En él participan dos competidores. Como  lo seguimos  sin perder un solo Pasalabra, estamos enterados de la marcha del mismo en cuanto al que gana el programa del día, o si hay empate, o quien pierde la competencia del día. Y  sabemos que el que pierde la competencia , unos minutos  antes del Pasapalabra del día  siguiente, va a la llamada silla azul; y si no es eliminado en la silla azul, ese mismo día continúa  en Pasapalabra. Si pierde en la silla azul, queda eliminado  y no continúa en la competencia y ocupa su lugar el que ganó en la silla azul.

Eso le pasó a una  competidora llamada Marta: perdió en la silla azul. Debo informar que el día en que Marta fue eliminada de Pasapalabra, ya había participado en 30 programas,  de los cuales ella ganó 16, empató en 8 y perdió en 6. Como el que pierde la competencia va a la silla azul, ella fue 6 veces a la silla azul antes de su posible Pasapalabra 31, en el cual no participó al perder en la silla azul de ese día. Pero, al ofrecer la noticia de su derrota y abandono obligatorio de Pasapalabra, se informó, con una mala ubicación de los grupos oracionales, lo siguiente: “Marta  queda eliminada de Pasapalabra tras 30 programas en la silla azul.” Ese texto contiene varias desinformaciones que subyacen a causa de la desubicación o mala ubicación de los grupos sintácticos. Para evitar las desinformaciones, la noticia debe redactarse del siguiente modo: “Marta queda eliminada en la silla azul tras 30 programas en Pasapalabra.”

En la noticia ofrecida por los responsables de Pasapalabra,  se ofrecen en forma indirecta, y sin que esa fuera la intención de los informantes, las siguientes falsedades:

  1. Que Marta estuvo 30 veces en la silla azul. (Para que eso fuera verdad, ella no pudo ganar ninguna competencia, ni tampoco empatar ninguna, sino que las perdió todas, lo cual no es verdad, pues ella estuvo en la silla azul, antes de ser eliminada, solo 6 veces.)
  2. No es verdad que la  silla azul es un programa. (La verdad es que la silla azul es un segmento que se realiza antes de Pasapalabra si un competidor pierde en  el Pasapalabra del día anterior, para determinar si puede seguir compitiendo en el programa de ese día, lo cual sucede si gana en la silla azul.)
  3. Dejan dicho que Marta no ganó ninguna competencia de las 30 en que participó, pues se afirma que ella estuvo 30 veces en la silla azul. (La verdad es que ella ganó 16 de los 30 Pasapalabra en que participó, por lo cual no pudo haber participado en 30 “silla azul”.)
  4. También dejan dicho que Marta no empató en ningún programa de los 30. (Informamos más arriba que ella empató en 8 de los programas.)

En conclusión, la mala ubicación de un grupo sintáctico trastorna el sentido o conduce a falsear la verdad de algo que se afirma o informa.

Es evidente que los datos sobre la participación de Marta y su competidora los conocen más que nosotros los televidentes, los organizadores y administradores de ese divertido e interesante programa. Pero dan a entender que se les escapó ordenar adecuadamente las partes oracionales de la  nota que hubiera informado a los interesados lo que realmente le sucedió a Marta en su excelente participación en Pasapalabra.

En la continuación del tema, se  presentarán varios casos en los que la sintaxis y el sentido o significado de lo que se quiere expresar orientan o influyen en la normativa. Esos casos serán  presentados mediante  pares  de oraciones que contienen prácticamente los mismos componentes oracionales o palabras, pero el orden o ubicación de los cuales no es el mismo. Es decir, su ubicación sintáctica no es la misma. Eso dará origen a diferente  aplicación de las normas para mantener la corrección y al mismo tiempo puede haber algunos cambios de sentido. Véanse esos casos.

  1. En este primer caso se dan dos posibilidades:

A) El vocativo con un antecedente pronombre. Ejemplo: ”Él, hijo mío, es primo tuyo.” En esta oración la madre (o el padre) está hablando con su hijo, haciendo referencia a alguien que es primo de él. Aparece “hijo mío” entre dos comas por ser vocativo intercalado, y va antecedido por el pronombre personal “Él”, que lleva tilde diacrítica para diferenciarlo del artículo determinado “El”, el cual no lleva tilde.

B) En la  siguiente  redacción desaparece el vocativo y las comas, y se cambia el pronombre “Él” por el  artículo determinado “El”.  Ejemplo: “El hijo mío es primo tuyo”,  al eliminarse el vocativo y cambiarse el pronombre “Él” por el artículo “El”, se cambia la significación de la oración que tenía  pronombre y vocativo. En esta oración uno de los  padres no  habla con su hijo, sino con el primo de su hijo. Hay, además, variación de la normativa, pues al no ser “hijo mío” vocativo, desaparecen las dos comas, y al cambiarse el pronombre por el artículo, desaparece la tilde de la E de  “Él”.

2. Este caso tiene que ver con oraciones iniciadas por “No”. Aquí existen dos posibilidades sintácticas, que son:

A) Con el “No” seguido por una coma. Ejemplo: “No, amen siempre a sus hijos.” Aquí se indica a los padres que el amor hacia sus hijos no debe tener pausas o circunstancias en que ellos dejen de amarlos; es decir, ese amor no debe ni interrumpirse ni reducirse, y ese amor debe ofrecerse a cada uno de los hijos, por lo que no deben dejar de amar a ninguno.

B) Con el “No” sin coma después. Ejemplo: “No amen siempre a sus hijos.” Esta vez se afirma que no siempre hay que amar a los hijos; es decir, puede haber ocasiones o circunstancias  que provoquen que se le(s)  retire o disminuya el amor a alguno(s) de ellos.

3. El siguiente caso tiene que ver con oraciones iniciadas por “Sí” o “Si”.

A) Oraciones iniciadas por “Sí” seguida de una coma. Ejemplo: “Sí, eso es verdad; ella obtendrá la beca.” En este ejemplo se hace una afirmación de que con toda seguridad la persona de quien se habla conseguirá la Para que esa oración transmita esa certeza, el “Sí” debe llevar esa tilde y estar seguido por la coma.

B) Iniciadas por “Si” sin que le siga una coma. Ejemplo: “Si eso es verdad, ella obtendrá la beca.” En este caso la oración se inicia con el “si” condicional y sin que le siga una coma, lo cual da a entender que  no hay seguridad  de que ella consiga la beca; todo dependerá de “eso”, que no se especifica lo que es, se cumpla o sea cierto.

  1. Esta vez se presentan oraciones interrogativas directas iniciadas por “¿Qué” o “¿Que”.

A) Las iniciadas por ¿Qué… Ejemplo: “¿Qué fue lo que te preguntaron?” En este caso el “¿Qué” tiene valor interrogativo, por lo cual debe escribirse con tilde, como lo determina el “acento diacrítico”. En cuanto al significado, se pregunta sobre algo que se ignora, y ni siquiera se sugiere lo que fue preguntado a la persona con quien se habla.

B) Las iniciadas por “¿Que…”. Ejemplo: “¿Que si vas a llegar temprano fue lo que lo que te preguntaron? En cuanto al significado, aquí se sugiere una posible pregunta de las varias posibles que le hicieron al que cuestionaron. Además, ese “¿Que” no es interrogativo y por eso no lleva tilde aunque le anteceda el signo de interrogación; es un “que” que inicia una proposición con valor de objeto directo y que es parte de la siguiente oración compuesta: “¿Lo que te preguntaron fue que si vas a llegar temprano? Ese “que”, sin ser interrogativo, por lo cual no se le marca la tilde, y puede colocarse al inicio de una oración interrogativa por el llamado “hipérbaton”, que es una posibilidad que permite el español, de trasladar de lugar algunos grupos sintácticos. La condición exigida es que el traslado no altere el sentido básico de la oración.

 Con las oraciones semejantes a las de ese caso B), hay que tener cuidado, pues el sistema, al aparecer el signo de interrogación seguido por un Que, copia la “e” con tilde; para que no aparezca el que escribe como autor de un error de acentuación, debe borrar la tilde de esa “e”.

Como se ha  podido visualizar en la presente  exposición,  son muchos los detalles que hay saber manejar y dominar para producir textos enmarcados dentro de la normativa del español, que con ello  contribuyan a transmitir, sin confusión o distorsiones, lo que realmente  queremos informar a nuestros lectores.

 

 

Desaciertos en diferentes fuentes

Por Rafael Tobías  Rodríguez Molina

 

Si prestamos atención al escuchar a usuarios de nuestra lengua española al exponer sus ideas o mensajes por la radio, la televisión, las redes sociales, los periódicos, las revistas, los libros y otros medios de comunicación, nos daremos cuenta, por lo menos los que manejamos nuestra lengua con un dominio de la misma que pudiéramos llamar correcto o muy cercano a la perfección, caeremos en la cuenta de que la mayoría de ellos presentan serias deficiencias normativas, especialmente en el empleo de la puntuación y de la concordancia. Eso lo podemos constatar al examinar lo expuesto por usuarios de un elevado nivel educativo y social. En cada caso se presentará primero el fragmento y luego el análisis con sus correspondientes  comentarios.

  1. “Monseñor Francisco Osoria presidió ayer la misa solemne por la Natividad del Señor en la Catedral de Santo Domingo y durante la homilía dijo que la sociedad cada vez más se aleja de Dios.” Ese fragmento está constituido por una oración compuesta de dos proposiciones unidas por la “y”. Si no tuviera ese nexo (la y), cada proposición se convierte en una yuxtapuesta, con lo cual la relación entre ambas se hace  mediante un punto y coma. También, en vez del punto y coma, hoy en día es muy común del punto, dejando,  en este último caso,  de ser yuxtapuestas y pasando a ser dos oraciones simples. Redactemos el fragmento sin la “y” poniendo en su lugar el punto y coma: “Monseñor Osoria presidió ayer la misa solemne por la Natividad del Señor en la Catedral de Santo Domingo; durante la homilía dijo que la sociedad cada vez más se aleja de Dios.”

He querido poner la redacción con la “y”, como muy bien lo hizo el arzobispo Ozoria, y sin ella para que sirvan  de modelo.

  1. “Todos sabemos cómo lo logró, no hay que ser una lumbrera…” (Diario Libre: ¿Narco olvidado?, 2, 15 de diciembre, 2022). En este fragmento, el desacierto consiste en el empleo de una coma en lugar del punto y coma entre “logró” y “no hay”, pues esa es la frontera de dos proposiciones yuxtapuestas, que tradicionalmente se han relacionado mediante el punto y coma. Entre esas dos yuxtapuestas también puede ponerse el punto, pues ambas tienen un verbo conjugado en forma personal; con el punto se convierten en oraciones simples.  También pueden relacionarse con  una “y” coordinante, o con varios nexos más.
  1. Disfruta juntos a los tuyos en esta época especial (Portada de Brochure  de promoción navideña de Supermercado El Nacional, 15 de diciembre ,2022). El desacierto aquí presente es un error de concordancia; aparentemente se hizo una concordancia de “junto” con “los tuyos”, lo cual no puede ser, pues “junto” funciona en ese contexto como adverbio. Funcionaría como adjetivo en el siguiente contexto: “Los tuyos juntos disfrutan en esta época especial.”
  1. “Ese joven y su novia lucían muy feliz al llegar a la playa ese día del cumpleaños de ella.” Esta expresión se escucha con frecuencia en hablantes dominicanos, incluyendo comunicadores y lectores de noticias. Observemos que “feliz” es un adjetivo que debe concordar con el sujeto doble, el cual demanda la concordancia plural del verbo y del adjetivo que se refiere a ambos, por lo cual  debe escribirse “felices”. Este empleo del adjetivo en singular es un reflejo de la confusión de muchas personas creyendo ellas que es un adverbio al parecerse esa construcción sintáctica a la siguiente, que tiene un adverbio después del verbo: “Ese joven y su novia lucían muy “bien” cuando llegaron  a la playa…”  Y esta otra oración: “Ese joven y su esposa llegaron “ayer” al hotel.” Tanto “bien” como “ayer” no varían, es decir, no adquieren las  marcas “o” y “a” del género masculino o femenino, ni la “s” del plural propia de la concordancia.
  1. “Dos de los fallecidos pertenecían a la institución del orden, sin embargo, supuestamente estaban involucrados en la banda delictiva…” (Diario Libre: Seis presuntos delincuentes muertos…, 15 de diciembre, 2022, p. 4). Se ha colocado una coma antes de “sin embargo”, pero lo que debe escribirse es un punto y coma, ya que allí se inicia una yuxtapuesta; puede usarse, además, el punto si la convertimos en dos oraciones independientes.
  1. “Lo que ha cambiado es la metodología, ya no tenemos esa visión de manicomio…” (Diario Libre: Salud Pública aclara antiguo “28” nunca ha estado cerrado, p. 14, 15 de diciembre, 2022). En este ejemplo también estamos frente al caso de dos yuxtapuestas y ya se ha repetido que el signo de puntuación indicado es el punto y coma y no la coma, pudiendo emplearse también el punto, como ya se ha dicho anteriormente.
  1. “El Embrujo II, Santiago de los Caballero” (Factura de EDENORTE, 17 de diciembre, 2022, y desde hace muchos años). Es muy extraño que esa entidad, al copiar el nombre tan conocido de Santiago de los Caballeros, mantenga a Caballeros sin la “s”.
  1. “Por ejemplo Santiago que es donde vivo se está transformando la ciudad con mágníficas obras…” (Persona perteneciente a un grupo de opinadores sobre política y otros temas, 16 de diciembre, 2022). Lo primero que salta a la vista es la ausencia de dos comas entre Santiago y vivo, pues “que es donde vivo” es una proposición relativa explicativa, la cual debe escribirse entre dos comas. Pero el peor desacierto cometido por ese opinador es el disparate sintáctico y semántico contenido en la expresión “se está transformando la ciudad con magníficas obras…” Posiblemente quiso decir: “Santiago, que es la ciudad donde vivo, se está transformando por las magníficas obras que en ella  se están construyendo en la actualidad.”
  1. “El historiador y comentarista de la música cubana Cristóbal Díaz Ayala afirma que no hay ningún otro cantante de la Sonora que, con tan pocas grabaciones… haya hecho un impacto tan grande.” (Diario Libre: Mi amigo Beltrán, 16 de diciembre, 2022, p.32). En este caso, Cristóbal Díaz Ayala constituye lo que en sintaxis recibe el nombre de aposición, la cual debe llevar una coma antes y otra después, en este caso después de “cubana” y antes de afirma”. Antes de “haya” hace falta una coma para indicar la expresión incidental constituida por “con tan pocas grabaciones…”, que ya tiene una de las dos comas que lleva el incidental.
  1. “El amor tiene variantes insondables, el reto es descubrirlas sin contar con alguien o postergando al sujeto de ese amor” (Distinguida Señora, p. 10, novela de Carmen Imbert  Brugal). Entre “insondables” y “el reto” no debe escribirse coma, sino punto y coma, ya que entre esas dos palabras está la frontera de dos yuxtapuestas. También ya se ha indicado que se puede emplear el punto.
  1. “Después me acerqué a preguntarle dónde había una pala para ver de cortar la galería antes que llegara al jazmín…” (Julio Cortázar: Final del juego, p. 46). El desacierto que aparece en ese texto es el llamado “queísmo”, el cual consiste en la supresión de “de” de la frase “de que”, y que hoy en día se ha convertido en algo común entre los usuarios del español.
  1. “Una de las ventajas de este libro, es que ha sido escrito por un exsíndico que ha dedicado su experiencia profesional y su formación a contribuir al avance de nuestros ayuntamientos y municipios.” (Hendrik  Kelner en el Prólogo del libro Desarrollo Económico Local, de Víctor D”Aza, p. 10). Esa coma no tiene sustentación en la normativa que rige el empleo de la coma, pues lo que aparece después de “libro” no es un incidental, ni una aposición, ni una enumeración, ni  una subordinación antepuesta, ni un vocativo…Solamente en esos casos se exige el uso de la coma entre el sujeto (que en este ejemplo termina en “libro”) y el predicado (que  se inicia en “es”).
  1. “Llegó un momento en la que Argentina se volvió vulnerable…” (Narrador del juego por la copa del Mundial de Fútbol sostenido entre Argentina y Francia, 18 de diciembre, 2022). El narrador hizo la concordancia del artículo determinado con Argentina debiendo hacerla con “momento”; por eso debió expresar: “Llegó un momento en el que Argentina…”.
  1. “Yo le he dado a ellos lo que mis padres me enseñaron a mí.” (Tony Peña hablando de sus hijos beisbolistas en una entrevista en CDN, 18 de diciembre, 2022). Hay que saber que la variante de objeto indirecto (le-les), que indica daño o provecho para el referente, sufre las variaciones de número; por eso, si el referente es singular, la variante será “le”, pero si es plural, la variante será plural. Por esa razón, Tony Peña debió decir: “Yo les he dado a ellos lo que mis padres me ensañaron a mí.” Fíjese que los que reciben el provecho o beneficio de la enseñanza son “ellos” (sus hijos). Por eso se escribe o se expresa “les” y no “le”.
  1. “EQS, el auto eléctrico que le dió un propósito a tu sostenibilidad” (Anuncio en Antena 3 TV). Ese anuncio lo leí en el canal televisivo español Antena 3. El desacierto consiste en haberle puesto tilde a “dio”, que antiguamente, al igual que “fue”, “fui”, “vio”, “guio”, “rio”, etc., hoy en día, por disposición de la RAE (Real Academia Española de la Lengua), ya no llevan tilde.
  1. “Vamos a ver que ellos dicen, ellos van a hablar también con el Consejo, ahí sabremos más detalles sobre por dónde andan.” (Diario Libre: Canadá daría detalles sobre posible envío de tropas a Haití, p.8, 21 de diciembre, 2022). En este breve fragmento de noticia, podemos constatar varios desaciertos;  el primero es el de la falta de la tilde al interrogativo indirecto “qué”; los siguientes son una coma que falta  después de “dicen”,  y otra coma después de “Consejo”, debiendo escribirse preferentemente  un punto en esos lugares, ya que tienen la estructura de oraciones completas. Pudiera escribirse también el punto y coma, pues pueden aceptarse como yuxtapuestas.

Como se ha podido ver en esos 16 fragmentos o textos breves, elaborados por  personalidades en su mayoría poseedores de un nivel cultural considerado elevado, dejan traslucir  deficiencias o desaciertos que se esperaría  ausentes   de ellos al emplear el español. Es de esperarse un mayor cuidado en el empleo de su medio de comunicación, el castellano o idioma español.

 

¿Ignorancia, descuido o novedad?

Por Rafael T. Rodríguez Molina

 

Con el discurrir del tiempo, los que empleamos una lengua  no la usamos siempre siguiendo al pie de la letra las normas o pautas que rigen su marcha. Eso le ha acontecido a nuestra lengua española tanto en España, lugar de nacimiento de la misma, como también en las regiones adonde extendió su reinado. Por esa razón, un texto escrito en los albores de nuestro idioma, hará unos quinientos años, difícilmente lo podamos entender hoy en día en vista de los muchos y variados cambios que  ha experimentado con el paso del tiempo.

Y ya que  el ser cambiante es propio de las lenguas, los cambios no dejan de alojarse en los elementos constitutivos de su estructura, y por eso en los últimos años se pueden registrar una gran diversidad de usos que se apartan de las normas tanto en la escritura como en el habla. Algunos de esos usos pueden ser catalogados  de fallos o desaciertos, y otros de novedades o cambios que se vienen generando en nuestro país, y seguro en otras partes donde el español tiene su asiento como lengua propia o donde comparte con otras lenguas. Algunos de esos usos, evidencias de fallos o cambios lingüísticos, se presentan  a continuación.

  1. “Nunca permitió intervenciones en su trabajo médico, aunque se vió obligado a dejar el puesto…; pero a pesar de todo ésto, su fama siguió en ascenso.” (Francisco Ángeles, Vida y obra del doctor Heriberto Pieter, p. 61). En este fragmento aparecen dos errores de acentuación al tildar vio, que evidencia la  ignorancia de que a partir del año 1959, esa palabra monosílaba, al igual que fue, fui y dio,  ya no se tilda. El otro error consiste en la acentuación de esto, que al igual que eso, esto y aquello, nunca se han tildado por la regla de las graves que terminan en vocal. Solamente por una inmensa ignorancia todavía existen quienes las tildan. Es conveniente advertir que antes del 2010, este, esta, aquel, aquella, y sus plurales, cuando desempeñaban la función de pronombre, pero luego  del año 2010, ya no se prescribe su acentuación  ortográfica.
  2. “Parecía un viejo calléndose” (Avelino Stanley, Equis, p. 7). Quien ignore que hay que escribir cayéndose es porque se confunde con el verbo callar(se) que en su conjugación deberá escribirse su gerundio “callándo(se)” con la ll que tiene en su raíz o base. Si el verbo no tiene en su base ese elemento, como caer, oír, y otros verbos, cuando aparezca el sonido “y”, como en el gerundio, habrá que escribir o decir “cayendo” y “oyendo”, al igual que en “cayó” y “oyó”, y en muchas formas más de su conjugación.
  3. “Yo no sabía que me iban a tributar una ovación de pies.” (Comentarista deportivo, Canal 15, Santo Domingo). “De pie”, en este contexto, es una expresión adverbial instaurada en la lengua española sin la “s”. En otros contextos puede aparecer “de pies”, como en “Es una persona de pies largos y gruesos.” Es de notar que muchas personas, incluyendo a presentadores de ambos sexos, cometen ese desliz sintáctico por ignorancia y se está perfilando como una novedad de nuestro español, por la frecuencia con que se escucha esta expresión.
  4. “Se lo introducía en la boca y comenzaba a solver mientras simulaba acercarle un fósforo.”(Avelino Stanley, ídem, p.10). Por ignorancia, por descuido o por la influencia que ejerce el cambio de “r” por “l”, que se da en el habla de La Romana, San Pedro de Macorís, la Capital y de otras zonas del país, ese escritor escribió esa palabra con “l”. Pero solo por desconocimiento o ignorancia escribió “sorber” con “v”.
  5. “Le deseamos a todos un sueño reparador.” (Director de un programa de televisión, Canal 9, Santo Domingo). Esa variante de objeto indirecto concuerda con su referente “a todos” en plural, por lo que debió escribir “les”. Ese es un error de concordancia que a la vez se ha ido convirtiendo en una novedad o cambio  lingüístico, pues son muy pocos los dominicanos que  tienen en sus hábitos ese empleo sintáctico, por lo cual el afamado político y escritor Juan Bosch afirmó que “el dominicano no conoce el “les”.
  6. “Ese es uno de los sectores que más le ha impactado ese acontecimiento…” (Comunicador del canal 15, Santo Domingo). Este comunicador parece que ignora las diferentes estructuras que toma el relativo y, además, por novedad lingüística, pues los dominicanos cada vez más le eliminamos las preposiciones al relativo. Es lo que se ha hecho en este caso en el que debió decir: “Ese es uno de los sectores al que más le ha impactado ese acontecimiento.”
  7. En un comentario aparecido en las redes, alguien haciendo referencia a una interpretación de la canción Malagueña Salerosa de parte de la mexicana Estela Núñez, escribió: “Una magistral interpretación de Estela Núñez que decolla siempre en su registro vocal singular.” Parece que por ignorancia o quizás por descuido no se dio cuenta el comentarista de que esa conjugación procede el verbo “descollar”, que lleva en su estructura esa “s” y que diptonga la “o” en “ue” cuando, en su conjugación, la fuerza tónica recaería en la “o”, como en “recordar”, que se conjuga en presente de  indicativo: yo recuerdo, tú recuerdas, él recuerda, etc.
  8. Examinemos el siguiente fragmento: “…todo comenzó en el muelle de San Pedro de Macorís el día que llegamos.” (Avelino Stanley, novela Tiempo Muerto, ganadora del Premio Nacional de Literatura, año 1997, p.9). En el apartado 6, vimos un caso de la eliminación de la preposición en el relativo; eso mismo aparece en el fragmento “el día que llegamos”, al cual se le eliminó “en” a “el día en que llegamos.” Esta deficiencia es producto de un cambio en la estructura del relativo, evidenciando una novedad en nuestro español.
  9. En un artículo titulado Hablemos de Pelótica, aparecido en las ciberpáginas de un grupo de opinantes, leímos la siguiente expresión: “…los arbitros tendrán la oportunidad de enarbolar su gran medianía…” El que escribió el texto denota una gran ignorancia, al no acentuar la esdrújula “árbitros”. Además, en esa oración, se incurre en un desacierto de pobreza léxica y de ignorancia semántica, ya que “medianía” significa “cualidad de mediano”, además de “persona mediocre o de escasas dotes intelectuales”. La palabra que debió emplear es “mediación”, cuyo significado es “acción y efecto de mediar o intervenir en algo para buscarle solución”.
  10. En ese mismo artículo aparece lo siguiente: “Los desvaríos propios de esas actividades estarán controladas por la insistencia de un mejoramiento del arbitraje.” Por ignorancia o desconocimiento del buen manejo de la concordancia, o quizás por descuido o inadvertencia, no se cayó en la cuenta de que la palabra que le impone la concordancia de género a “controladas” es “desvaríos”, palabra masculina, por lo que debió escribirse “controlados”.
  11. Fijémonos en la siguiente construcción sintáctica: “…el padre de Heriberto Pieter tenía una personalidad psicopática, como se puede apreciar por su conducta antisocial, como consecuencia de la marginalidad a la que se entregó; viviendo acomplejado por su condición de pobre y hombre de color.” (Francisco Ángeles, ídem, p. 19). Ángeles falla, con una frecuencia fuera de lo común, al emplear punto y coma delante de un gerundio como este (viviendo) que debe llevar “coma”  y no “punto y coma”, pues no representa una proposición “yuxtapuesta” con verbo conjugado, la cual pudiera indicar cierta independencia sintáctica, que permitiría el empleo del “punto y coma”.
  12. Veamos la frase siguiente: “Con motivo al mes de la patria, en nuestro país se van a celebrar varias actividades…” (Lectora de noticias en un canal televisivo dominicano). Esa lectora de noticias, o el que redactó la noticia, refleja que ignora que esa construcción sintáctica, en un “buen” español, debe expresarse “con motivo del mes de la patria”, al igual que “en ocasión del mes de la patria”.
  13. Observemos las siguientes afirmaciones: “Con la entrega de esos tinacos, se está paleando la situación de escasez de agua en esa comunidad.” (Comunicadora de un canal de la capital dominicana). “Hay que apalear la situación de sequía que están padeciendo los ganaderos.” (Directivo de una asociación de ganaderos). Se está convirtiendo en algo nuevo, y bastante frecuente, tanto en redactores de noticias así como también en otros usuarios de nuestra lengua, emplear el verbo “palear” y, a veces, “apalear” y sus gerundios “paleando” y “apaleando” en lugar de “paliar” y “paliando”, que es el verbo propio de ese contexto, que indica que ha habido cierta mejoría de la escasez de agua que sufre la comunidad aludida en esa noticia.
  14. Una comunicadora de CDN expresó hace unos días que: “Hay doces países relacionados con el caso Odebrecht.” Parece que esa comunicadora, queriendo aplicar la norma de la concordancia en forma parecida a como se haría con “muchos países”, en su ignorancia pensó que había que poner a concordar  “doce” con “países” y expresar “doces países”. Hay que recordarles a quienes quieren poner a concordar los números con los nombres o sustantivos, que, a partir del uno, todos los números expresan pluralidad y la “s” que tienen “dos”, “tres”, “seis”, no es una “s” que tenga que ver con su  pluralidad; si fuera así también a “cuatro”, “cinco”, “siete”, habría que ponerles su “s”.
  15. En el habla dominicana se escucha con frecuencia que alguien dice “Por la razón que no vino fue que se le dañó su vehículo.” Hace unos meses apareció un artículo de mi autoría titulado “Nombres que deberían asignarse a algunos cambios y/o fallos recientes en el uso del español; allí aparecen registrados 80 cambios sintácticos para los cuales se sugieren los nombres que deberían dárseles a los mismos. Al que corresponde a “Por la razón que no vino fue que se le dañó su vehículo”, yo he sugerido que se le asigne el nombre de “traslaporqueísmo” o “separaporqueísmo”, por la razón de que se rompe el orden de los componentes del relativo trasladando o separando las partes que lo integran. Por eso, ese  caso debería expresarse: “La razón por la que (=la cual) no vino fue que se le dañó su vehículo”, iniciando la oración con el  referente  “la razón” antes del relativo   “por la que”.
  16. También tenemos como una novedad la siguiente expresión: “A la muchacha que le di el regalo es amiga de mi nieto Xavier.” A esta estructura cambiante, yo he sugerido, en mi artículo antes mencionado, que se le nomine “traslaalaqueísmo o “separaalaqueísmo” por el cambio de lugar o por la separación de los componentes del relativo “a la que”. Esa oración debe expresarse, en buen español: “La muchacha a la que le di el regalo es amiga de mi nieto Xavier.”
  17. “Ojalá y que nos vaya bien en el Clásico Mundial de Béisbol…” (Comentarista deportivo). Ese “ojalá y que…” se ha convertido en algo frecuente en el habla dominicana, incluyendo a comunicadores de ambos sexos y lo he oído también en algunos españoles en el canal Antena 3. Este uso se ha ido convirtiendo en un cambio de la estructura de  la sintaxis del español, que pauta que después de “ojalá”, la palabra que le debe seguir inmediatamente es “que”, palabra que inicia una proposición de objeto directo. Por esa razón, el comentarista debió afirmar: “Ojalá que nos vaya bien en el Clásico Mundial de Béisbol…”
  18. “Estamos seguros que nuestro país ganará el Clásico Mundial de Béisbol”, se le escuchó decir a un comentarista deportivo en un canal dominicano. Y una sicóloga clínica, haciendo referencia a un proyecto de educación  integral en los centros educativos, afirmó: “Personalmente tengo la esperanza que este sea un proyecto que siga mejorando con los años.”(Diario Libre, 13 de marzo, 2023, p. 8). Esa eliminación  de  “de” al “de que” que sigue a algunas frases verbales como “estar consciente, estar seguro, darse cuenta, etc.”, es el uso lingüístico al que los académicos le han dado el nombre de “queísmo”. Hay evidencias muy marcadas de que el queísmo se registra como un cambio propio del español en nuestro país, República Dominicana,  y en Argentina, México, Venezuela y otros países americanos.

He ahí algunos de los usos que se han aposentado en la oralidad y en la escritura de muchos empleadores del español pertenecientes a los diferentes estratos socioculturales, muchos de los cuales han nacido, han crecido y estudiado sus carreras y desarrollan sus actividades en sus respectivos  países. Ojalá que muchos usuarios del español, en estos casos y en otros que han sido publicados, y otros que aparecerán publicados en las ciberpáginas  de la Academia Dominicana de la Lengua, en el momento de emplear su lengua, traten de enmendarlos, especialmente los casos que representen ignorancia o descuido. Si hacen ese esfuerzo, se acercarán a un mejor empleo de su español y, como  consecuencia, la imagen de mejor usuario de la lengua hará crecer su prestigio en el área donde desarrollan su vida profesional.

 

¿Descuido o deficiencias normativas al emplear su español?

Por Rafael T. Rodríguez Molina

 

Muchas de las personas que escriben, entre ellos autores de artículos de opinión, manejan con variados desaciertos  nuestra lengua española o castellana. Eso fue lo que encontré en un artículo que leí, titulado “Hablemos de Pelótica”, aparecido en las ciberpáginas  de un grupo de opinantes de diversos temas.

En ese artículo  de reducida extensión, ya que es de solo unas 252 palabras, aparecen desaciertos de varios   tipos, que  aparecerán  a continuación. Veamos.

  1. El primer fallo o desacierto aparece desde el inicio del texto (primera línea); consiste el mismo  en el empleo del verbo “prever”, que el autor del artículo, al conjugarlo, posiblemente  confundiéndolo  con el verbo “proveer”, del cual se deriva “provee”, escribió “prevee”, con dos “e” en vez de una sola (prevé) como debió escribirse  ese verbo.
  2. Más adelante, el autor escribió: “El sabado comenzará la temporada de Béisbol invernal…” Hay que notar que la palabra escrita por él, “sabado” sin tilde, debe acentuarse en la primera “a”, pues es esdrújula; además, él escribió “Béisbol”, que no puede escribirse con “b” mayúscula, sino con minúscula, pues no es un nombre propio, ni con esa palabra se inicia una oración. Soy de opinión que para se pueda iniciar con mayúscula habría que iniciar con mayúscula las tres palabras Temporada de Béisbol Invernal, como titular de una noticia.
  3. Continuando, escribió también: “…los arbitros tendrán la oportunidad de enarbolar su gran medianía…”. Esta vez cometió un error de acentuación, al no ponerle la tilde a la esdrújula “arbitros” en la “a”. En esa misma oración empleó la palabra “medianía”, que parece el articulista confundió con la palabra “mediación”, cometiendo un desacierto de pobreza léxica y de ignorancia semántica, ya que “medianía” significa “cualidad de mediano” además de “persona mediocre o de escasas dotes intelectuales”. Debió emplear “mediación”, cuyo significado es “acción y efecto de mediar o intervenir en algo para buscarle solución.”
  4. Además aparece lo siguiente: “…estarán deleitándose que sus respectivos equipos ganaron o perdieron…”En este fragmento aparece el nominado “queísmo” en la expresión “estarán deleitándose que”, deficiencia sintáctica consistente en la eliminación de “de”, al no escribir “estarán deleitándose de que”, como lo pauta la sintaxis de nuestra lengua española.
  5. Continuando con los desaciertos aparecidos en el presente artículo, leemos: “Los desvarios propios de esas actividades estarán controladas por la insistencia de un mejoramiento del arbitraje.” Esta vez aparecen en esa oración, dos desaciertos, el primero de los cuales es el de la no acentuación de “desvaríos”, palabra que, por la existencia del hiato “ío”, debe acentuarse en la “i”.

También en la presente oración aparece un error de concordancia, ya que escribió “controladas” con marca de género femenino, como si esa palabra concordara con “actividades”, pero la concordancia debe darse entre “desvaríos” y “controlados.

  1. Además escribió el articulista: “…tanto en el beisbol como en la politica se observa la participación de juventud y nuevos rostros.” En esta oración escribió sin la tilde palabras como “béisbol” y “política” que la demandan de acuerdo con las reglas del español. Empleó también muy pobremente, la frase “la participación de juventud….” Debió haber escrito de una forma estilística más precisa “la participación de la juventud” o “de personas jóvenes”.
  2. Y ya bien avanzado el escrito, encontramos lo siguiente: “….en la epoca actual se  le asocia….a los relatos con estados de animos que luego se convierten en discursos de esperanzas y expectativas.” En ese fragmento no tildó una palabra, en la frase “estados de ánimos”, que lleva tilde por ser esdrújula. Otro desacierto consiste en cometer un error de concordancia, ya que pluralizó la palabra “ánimos” como si concordara con “estados”. Parece que el articulista no sabe que el complemento nunca  concuerda con su núcleo, que en ese caso es “estados”. Véanse los siguientes ejemplos: “un libro de muchas personas; “varios libros de un mismo autor”, donde constatamos que “libro” es singular y “personas” es plural; y que en el segundo ejemplo, “libros” es plural y “autor” es singular; de ahí que el núcleo (libro, libros, para ambos ejemplos) no concuerdan  con los complementos (personas,  autor).
  3. Casi finalizando el artículo, el autor escribió: “final, el deleite de los que estamos observando el juego por televisión concentrado en quienes comenzarán la temporada en primer, segundo y/o tercero”. Este pedazo del texto general se inicia con “final” con esa f minúscula y mutilada, pues debió haber escrito “Finalmente”. Además, el final de esa frase está incompleto y podría ser completado añadiéndole “será grande”. Y al adjetivo “concentrado” le falta la “s” de la concordancia de plural, pues concuerda con “los que estamos observando, por lo que lo indicado es escribir “los que estamos observando… concentrados….”.

Es de utilidad advertir que todo texto, sea breve o extenso, debe ser chequeado siempre, por más que creamos que somos muy buenos en los aspectos normativos y lexicales. Al escribir un texto, estamos elaborando algo que es provisional, es decir, eso constituye un borrador y no un escrito definitivo. Si no revisamos, a todos se nos escapan errores o desaciertos.

Aciertos y desaciertos en «Final del juego»

Por Rafael T. Rodríguez Molina

 

Hace varios meses aparecieron en las ciberpáginas de la Academia Dominicana de la Lengua dos artículos de mi autoría basados en Final del juego, de Julio Cortázar. El primero de ellos lo titulé “Incongruencias y desaciertos al emplear grupos sintácticos y palabras en Final del juego.” Al segundo le di el título de “Las figuras literarias en Final del juego.”

Para el que elaboré esta vez tomé como material de análisis y referencias, los relatos “No se culpe a nadie” (págs. 12-19); “El río” (págs. 20-24) y “Los venenos” (págs. 25-479).

Son muchos los aciertos presentes en esas tres partes de esa interesante obra, aunque también se encuentran bastantes desaciertos. Iniciaremos  con “No se culpe a nadie”, presentando en primer lugar los aciertos y luego los desaciertos.

A. Aciertos en “No se culpe a nadie”:

  1. Buen empleo del “de que”. En nuestro país, República Dominicana, es común el no empleo del “de que”, ya que a esa frase se le elimina “de”, cayendo de ese modo en el “queísmo”. Así, es muy frecuente que el dominicano diga “Me di cuenta que ellos llegaron tarde.” Por lo tanto, es un acierto de Cortázar el empleo de “de que”, como lo hizo en los siguientes casos: a. “…ya es tarde y se da cuenta de que hace fresco…” (p. 12); “…está seguro de que el azul le va envolviendo la boca mojada…” (p. 159; c. “…es como el anuncio de que ya falta poco y además puede ayudarlo…” (p. 15).
  2. Excelente empleo de algunas figuras literarias: a. Comparaciones: “En la repentina penumbra azul que lo envuelve…empieza a sentir como un calor en la cara…” (p.13); “…es casi imposible coordinar los movimientos de las dos manos, como si la mano izquierda fuera una rata metida en una jaula.” (p.179); Epítetos: “gimnasia eufórica” (p.16); “aire libre” (p.18); “baile disimulado” (p.16); c. Sinestesia: “gusto azul” (p.14); “baba azul” (p.19).

B. Desaciertos en “No se culpe a nadie”:

  1. Empleo de “la coma” en lugar del “punto y coma”: “…su mujer lo espera en una tienda para elegir un regalo de casamiento, ya es tarde y se da cuenta de que hace fresco…” (p. 12). Esa coma después de “casamiento” hay que sustituirla por un punto y coma.; “En la repentina penumbra azul que lo envuelve parece absurdo seguir silbando, empieza a sentir como un calor en la cara…” (p. 13). La coma que aparece antes de “empieza” hay que sustituirla por un punto coma para iniciar la segunda yuxtapuesta. ; “Por suerte en ese mismo momento su mano derecha asoma al aire, al frío de afuera, por lo menos ya hay una fuera aunque la otra siga apresada en la manga…” (p. 14). De nuevo se usó una coma donde hay que emplear un punto y coma después de “afuera”; “…quizá ha caído de rodillas y se siente como colgado de la mano izquierda…, absurdamente no quiere abrir los ojos pero sabe que ha salido fuera, esa materia fría…” (p.18).

A continuación  ofreceremos  los aciertos y desaciertos del relato “El río” (págs. 12-19):

A. Aciertos encontrados en este relato:

  1. Un buen empleo de “de que”: “…no te has ido cuando te fuiste en algún momento de la noche antes de que yo me perdiera en el sueño…” (p. 20).
  2. Excelente empleo de figuras literarias: a. Comparación: “…esa manera de andar golpeando las puertas como una actriz de tournées de provincia…” (p.21); b. Epíteto: “llanto estúpido” (p.21); c. Adjetivación: “terreno baldío” (p.219); “labios lívidos” (p. 22); d. Sinestesia: “”cansancio amargo” (p.22); e. Metáfora: “…es casi dulce pasar una mano por ese hombro que se estremece y me rechaza.” (p. 23); “…inclinándome respiro tu aliento que huele a noche y a jarabe…” (p.23).

B. Desaciertos presentes en este relato:

  1. En las tres oraciones (a, b, c), se ha empleado la coma cuando lo indicado es el empleo del punto y coma.

Le toca el turno al relato de “Los venenos (págs. 25-47).

A. Aciertos en este relato:

  1. Un caso de “de que” bien empleado: “…porque ayudando a tío Carlos me di cuenta “de que” la máquina pesaba mucho…” (p. 27).
  2. Buen empleo de figuras literarias: a. Comparaciones: “Cansaba poco y era como un vuelo…” (p.26); “…entre ese humo las hormigas estaban rabiando y retorciéndose como los tres niños de Flores.” (p.31); “…el veneno andaba por las venas del cuerpo igual que el humo en la tierra…” (p.37); b. Metáfora: “…me pareció tan chica que se me vino el alma a los pies.” (p.27) c. Adjetivación: “semillas negras” (p.28).

B Desaciertos en este relato:

  1. Abundancia de “queísmo” (=empleo de “que” en lugar de “de que”): “Me acuerdo “que” mi hermana vio venir a tío Carlos por la calle Rodríguez Peña…”(p.25); “…subiendo a veces un poco y otra vez a ras del suelo, con una sensación tan clara de estar despierto, aparte “que” en ese sueño la contra era que yo siempre soñaba que estaba despierto…” (p. 26); “Yo me daba cuenta “que” lo buscaba para novio…” (p.33); “…me di cuenta “que” tenía miedo…” (p.36); “…un rato antes “que” abuelita saliera…” (p.36).
  2. Varios “desqueísmo” (=ausencia de “que”): “…a mi hermana le mandaron a preguntar ( ) si en las casas de otros vecinos salía humo.” (p.31); “Le pregunté (   ) si podía llevar las cosas al cuarto…” (p.31); “A la noche tía Rosa le dijo a mamá (  ) si mi primo Hugo podía quedarse toda la semana…”(p.32). Donde están los paréntesis vacíos debe ir escrito “que”.
  3. Un caso de “laísmo(=empleo de la variante “la” en vez de la variante “le”): “La máquina parecía más grande por lo negra que se “la” veía.” (p. 29).
  4. Empleo de “coma” en lugar del “punto y coma”: “…los pedacitos de hojas eran las plantas del jardín, por eso mamá y tío Carlos se habían decidido a comprar la máquina para acabar con las hormigas.” (p. 25). La “coma” que se colocó después de “jardín” debe ser sustituida por un “punto y coma”.

En este relato hay menor cantidad de deficiencias en el empleo del punto y coma que las aparecidas en “No se culpe a nadie” y en “El río), a pesar de que “Los venenos” tiene una mayor extensión que los otros dos. Esa diferencia denota una cierta incongruencia de parte de Julio Cortázar en su obra Final del juego, en lo que respecta al uso del punto y coma.

Boletín digital de la Academia Dominicana de la Lengua núm. 197 (enero de 2023)

Este boletín contiene estudios, crónicas, reseñas, cartas y temas lingüísticos y literarios.

Pulse sobre la imagen para acceder  a su contenido.

 

Algunas semejanzas entre el español de Cuba y el de República Dominicana

Por Rafael T. Rodríguez Molina

 

Cuba y República Dominicana pertenecen a la llamadas Antillas Mayores en atención a su tamaño superior a las demás pequeñas islas ubicadas en el Mar Caribe; y son ellas las de mayor tamaño y de una cantidad de habitantes superior a las otras, con   unos 11,000,000 cada una.

En ambos países la lengua hablada es el castellano o español y, como es natural, cada uno de los cuales tiene, podríamos decir, “su  español” por las   peculiares  características  propias que distinguen a cada conglomerado de usuarios de la lengua de cada uno de ellos.

Ahora bien, a pesar de las diferencias del idioma español de uno y otro país, existen bastantes semejanzas en el uso del  español de  ellos, las cuales vamos a detallar en el presente artículo.

Permítaseme que ofrezca una sencilla definición del español de uno y  otro país.

-“El español cubano es la variedad del idioma español empleado en Cuba. Es un subdialecto  del español  caribeño con pequeñas diferencias regionales.” (Wikipedia, Internet)

-“El español dominicano es la variedad del idioma castellano hablado en República Dominicana…” (Wikipedia, Internet). Tiene sus diferencias y sus semejanzas con el español de Cuba  (y  el de Puerto Rico).

Pasemos a revisar las características o aspectos en los que se asemejan los usuarios de esos dos importantes países de América. Las semejanzas acontecen básicamente en tres planos o aspectos del español: el fónico, el gramatical y el léxico, que se detallarán por separado.

PLANO FÓNICO:

  1. Tendencia a la nasalización de vocales en contacto con nasal final, y con pérdida de la nasal “pa” (pan)
  2. Presencia del seseo en todos los estratos: “cansión” (canción), “calsado” (calzado), “sapato”
  3. El yeísmo generalizado: ”cabayo” (caballo), “yegaron”(llegaron)
  4. Aspiración faríngea de la j= /x/ “ca.ha” (caja)
  5. Suele eliminarse la d final de palabra: “verda” (verdad)
  6. Fuerte tendencia (especialmente en la parte occidental) a asimilar la consonante final de sílaba a la consonante que le sigue: “atto” (alto), “vedda” (verdad), “accadde” (alcalde). En República Dominicana, la asimilación se encuentra casi exclusivamente en la zona este (Higüey).
  7. Aspiración de s al final de sílaba: /j/ “mijamigoj” (mis amigos), “ajpirar” (aspirar)
  8. Elisión de s final de palabra: “lojdomingo” (los domingos)
  9. Alternancia o intercambio de l y r final de sílaba o de palabra: “alma” (arma), “generar” (general)

PLANO GRAMATICAL:

–1.  Tuteo y tratamiento de ustedes para la segunda persona del plural: “Tú irás con ella”; “Ustedes irán con  él”.

  1. Tendencia al orden “sujeto-verbo-objeto”: Tomás cantó la canción anoche.
  2. Anteposición del sujeto en las interrogativas y ante infinitivos: ¿Qué tú quieres?; Sonreí al tú decirme eso.
  3. Tendencia al uso expreso del pronombre personal sujeto: ¿Tú te quedas o tú te vas?
  4. Queísmo (ausencia de la preposición “de”): Me di cuenta que ellos no sabían leer.
  5. Es frecuente el uso de los diminutivos en “ic”: gatico, chiquitica; también diminutivos en “it”: mesita, palito.

PLANO LÉXICO:

-1.  “Prieto” (negro), “guagua” (autobús); (se dan muy pocas coincidencias)

-2.  Presencia  de abundantes indigenismos: ají, batey, bohío, cacique, jaiba, guanábana, caoba, hamaca, yuca, maíz, maní, iguana… (El español cubano: características y recomendaciones, Instituto Cervantes, Internet)

  1. Presencia de afronegrismos: bemba (o bembe) (labio grueso), cachimbo (pipa), fucú (mala suerte), guineo (banana)…
  2. Uso de arcaísmos peninsulares: bravo (enojado, valiente), bregar (trabajar), dilatarse (demorarse)…
  3. Empleo de marinerismos: amarrar (atar), botar (echar, tirar), zafar (soltar), guindar (colgar)…
  4. Abundancia de anglicismos, como suéter, closet, zipper, freezer, cátchup, pitcher, béisbol, rally, rolin, jonrón, pley…
  5. Preferencia por el posesivo pospuesto: “En el cuarto de nosotros” (En nuestro cuarto)
  6. La difusión paulatina del leísmo, especialmente en estilos formales, como las despedidas de las cartas, presentaciones… (Le saluda muy atentamente… Tengo el gusto de invitarle…)

Ante tantas coincidencias en el empleo del español de parte  de los cubanos  y de  los dominicanos, me parece apropiado para coronar este artículo, ofrecerles lo externado por el eminente lingüista dominicano, Dr. Orlando Alba, el cual, en uno de sus libros, afirma que:

“No resulta extraño que prácticamente todos los investigadores que estudian estos temas consideran que las tres Antillas hispánicas exhiben un alto grado de homogeneidad y unidad lingüística que hace posible y apropiado hablar del español antillano como una unidad dialectal única.” (Orlando Alba, Una mirada panorámica al español antillano, Editora Nacional, Santo Domingo, 2016, p. 103).

 

Boletín digital de la Academia Dominicana de la Lengua núm. 196 (diciembre de 2022)

Este boletín contiene estudios, crónicas, reseñas, cartas y temas lingüísticos y literarios.

Pulse sobre la imagen para acceder  a su contenido.

 

Boletín digital de la Academia Dominicana de la Lengua núm. 195 (noviembre de 2022)

Este boletín contiene estudios, crónicas, reseñas, cartas y temas lingüísticos y literarios.

Pulse sobre la imagen para ir al contenido.

Son lo mismo y no son iguales (2)

Por Rafael T. Rodríguez Molina

 

Continuando con el artículo titulado “Son lo mismo y no son iguales”, en esta ocasión se añadirán 30 casos más en lo que será la parte 2 del artículo.

En la parte 1 se plantaron los aspectos teóricos del tema, que conviene que usted consulte. Pero digamos, expresado brevemente, que se trata de la homonimia y de la homofonía, tomando como base lo que plantea la Real Academia Española de la Lengua (RAE). Véanse los 30 casos cada uno  en su contexto.

  1. El río (corriente de agua) se desliza de forma impetuosa en ese declive del terreno. ; b. Yo me río (celebro con risa) con tus chistes tan graciosos.
  2. Es conveniente que ella “aparte” (separe) algunos limones grandes de los pequeños. ; b. Les brindaron dulces solamente “a parte” (a algunos) de los asistentes.
  3. “Habría” (estarían presentes) más personas si las hubieras invitado antes. ; b. Lucía “abría” la ventana cuando pasaba la lluvia.
  4. Debes prestarle más atención a tu niño, pues lo veo muy “flaco” (delgado). ; b. Perdió la discusión por haber empleado un “flaco” (débil, sin fuerza) argumento. ;
  5. Ellos pertenecen a “clases” (categorías) sociales diferentes. ; b. Ellos asisten a “clases” (lecciones) de matemáticas con inusual entusiasmo.
  6. Ellos disfrutan con agrado las anécdotas que ella les “cuenta” (relata). ; b. Samuel todavía no ha pagado la “cuenta” (deuda) del colmado.
  7. La “hinchada” (fanaticada, los fanáticos) aplaudió delirantemente la jugada del portero. ; b. Aurelia todavía tiene una pierna “hinchada” (alterada) por el golpe que sufrió ayer en la competencia de salto largo.
  8. Si la comida está caliente, yo “como” (ingiero) con rapidez. ; b. Sofía es tan alta “como” (igual que) su hermana. ; c. Dime “cómo” (qué tal) sigues de tu quebranto.
  9. Señora, “coma” (mastique e ingiera la comida) más despacio. ; b. Esa “coma” (signo de puntuación) está bien empleada, pues la oración se inició con un vocativo antepuesto.
  10. El “aire” (Mezcla gaseosa constituida principalmente por oxígeno y nitrógeno)  es imprescindible para mantenerte vivo. ; b. Ese individuo tiene un “aire” (porte, actitud) de grandeza. ; c. El “aire” (la melodía) de esa canción es muy agradable.
  11. Ella “toma” (agarra) el jarro por la parte menos caliente. ; b. Él “toma” (bebe) el agua si no está muy fría. ; c. La “toma” (bebida) que le indicaron le hizo mucho bien.
  12. Su “cara” (rostro) luce angelical. ; b. Esa miel me costó “cara” (a un alto precio). ; c. Déjame ver la otra “cara” (el otro lado) de esa moneda.
  13. Raúl ha “puesto” (colocado) la taza sobre la mesa. ; b. Ese joven, aun siendo tan joven, ocupa un alto “puesto” (empleo, cargo) en el Gobierno de ese país.
  14. Amantina está “parada” (de pie) junto a la columna de la izquierda. ; b. Arnulfo presenció la “parada” (marcha) militar del domingo pasado.
  15. Yo solo “cuento” (comunico, informo) lo que realmente sucedió en esa ocasión. ; b. Con un “cuento” (relato) de su autoría, su hijo ganó un premio en el concurso de Radio Santamaría. ; c. Ese pícaro me hizo un “cuento” (una historia falsa,  embuste) para diferir el pago de la deuda que tiene con nosotros.
  16. El “calló” (no dio a conocer) lo que sabía de aquel suceso en la piscina. ; b. Yo presencié cuando la malabarista se “cayó” (desplomó) desde muy alto.
  17. Cuando “callo” (no comunico, no hago referencia de) ese hecho que te sucedió, lo hago por tu bien. ; b. Ese “callo” (lesión cutánea) deberías eliminártelo(a) cuanto antes. ; c. Tú eres un “callo” (molestoso) insoportable, muchachito.
  18. Necesitamos que usted “detalle” (refiera, cuente) todo lo sucedido después que usted llegó aquí. ; b. En este negocito solo vendemos al “detalle” (al  pormenor). ; c. Esa joven es de “talle” (de cintura) alto (a).
  19. Yo “paso” (circulo) por allí varias veces al día. ; b. Ese es un caballo de
    “paso” (caminar, movimiento) fino, por lo cual cuesta muy caro. ; c. Si “paso” (no coloco una pieza esta vez) no continuaré jugando.
  20. Miguel “estuvo” (pasó) por aquí hace una semana. ,b. Eso que el albañil lleva ahí es “tubo” (pieza redonda y cerrada para conducir líquidos) y no  canaleta.
  21. El “hecho” (suceso, acontecimiento) que presenciamos ayer es muy lamentable. ; b. Si “echo” (introduzco, meto) eso aquí, no va a caber todo.
  22. Él “parte” (sale) mañana por la tarde hacia Canadá. ; b. La “parte” (porción, el pedazo) que le tocó a Ana es mayor que la de su hija.
  23. Es conveniente que Samuel “enfrente” (afronte, le ponga atención a) su problema rápidamente. ; b. Ese señor que acaba de pasar vive “en frente” (en la acera contraria) de mi casa.
  24. Ellos “todavía” (aún) no han renovado la licencia de conducir. ; b. Sabemos que  a  “toda vía” (carretera, camino) hay que darle mantenimiento con  cierta  frecuencia.
  25. Si no me “abajo” (me inclino) al pasar por ahí chocaré con el tronco de ese árbol. ; b. Ellos compraron “a bajo” (a  reducido) precio esas berenjenas.
  26. Esa muchacha baila “tango” (ritmo musical argentino) magistralmente aun siendo dominicana. ; b. Un agricultor llegó al consultorio con un pie hinchado, pues le picó un “tango” (insecto venenoso).
  27. Esperamos que hoy limpies bien tu “cuarto” (habitación de dormir, dormitorio). ; b. Llegó a la fiesta con poco “cuarto” (dinero). ; c. Mi nieto Saúl llegó en el  “cuarto” lugar (cuarta posición) en la competencia de velocidad.
  28. Si veo a alguien en peligro yo lo “salvo” (libro, rescato). ; b. Todos llegaron alegres “salvo” (menos, excepto) Joaquín.
  29. Me “amargo” (me pongo triste) si solo bateo de 4-1. ; b. A ella no le gusta el café “amargo” (sin endulzar).
  30. El “medio” (la vía, la forma) que empleas para convencerla no es el correcto (la correcta). ; b. Medio (la mitad de un) mango grande es demasiado para un niño de 1 año.

Espero que tanto la parte 1 del artículo, que hace varias semanas apareció en las ciberpáginas de la Academia Dominicana de la Lengua, como esta segunda parte, le ayuden a comprender y asimilar la realidad del fenómeno de la homonimia y la homofonía, que tanto ayudan a  la llamada “economía lingüística”,  pues con una misma palabra o sonido expresamos varios significados, sin tener que crear nuevas palabras para expresar tan abundante variedad significativa.