INCORPORACIÓN DE J. M. SOTO JIMÉNEZ A LA ACADEMIA
En su disertación, el recipiendario enfocó numerosas frases y expresiones del español dominicano, a través de las cuales ponderó la condición heroica del pueblo dominicano y la idiosincrasia de su cultura, que la lengua registra y subraya en abundantes y llamativas fórmulas expresivas del decir criollo.
Durante el acto protocolar, en su Discurso de Ingreso titulado “Heroísmo nacional entre refranes, palabrotas y dichos”, Soto Jiménez abordó el sentimiento patriótico del pueblo dominicano expresado en la cantera fraseológica del español dominicano, mediante el uso de refranes, palabrotas, expresiones vulgares y dichos populares que reflejan la idiosincrasia cultural dominicana, especialmente la de los hombres de armas y de los héroes cuya escasa formación académica determina que se expresen por medio de las consabidas frases hechas que abundan en la expresión del habla criolla.
El discurso de Soto Jiménez, dividido en cinco acápites, abarcó aspectos como la noción de héroe en la historia dominicana, el propósito y la naturaleza del héroe, entre otros. En uno de estos apartados cuestiona la validez de tantos héroes que no son ejemplos de desinterés y sacrificio, sino que “ni tontos ni perezosos pasan factura a la nación sin haber hecho un aporte a la patria”. Con la utilización de la fraseología típica del héroe o macho dominicano el nuevo Miembro de la Academia abordó la idiosincrasia y la audacia del dominicano, el heroísmo latente en su amor por la patria y sus costumbres acendradas.
Con la figura del héroe popular, con vocablos fuertes, frases hechas y refranes tradicionales que fabrica o recrea el imaginario popular, los héroes forman parte de nuestro pueblo y de una tradición que nos enorgullece. El heroísmo, como receta que nos salva y el machete como arquetipo, engrandece las cosas pequeñas y empequeñece las grandes, en un país que tiene más héroes que gestas, que reproducen los refranes del tiempo de Concho Primo.
La ceremonia protocolar incluyó la intervención de Manuel Núñez Asencio, quien pronunció el Discurso de Recepción del nuevo integrante, en nombre de la Academia. Al exaltar los valores intelectuales del recipiendario, Núñez destacó el cultivo de la lengua patente en su obra, así como su amor por las letras que le distinguen como creador en narrativa, poesía y ensayo. Núñez destacó también las glorias militares del nuevo académico, que cultivó sin desmedro de su pasión por las letras. Recalcó su rol como maestro y escritor, actividades donde se percibe el patriotismo que le anima, como se manifiesta en Memorias de Concho Primo o en Los motivos del machete, obras que analizan la lucha de los dominicanos. Justamente este amor por la patria y la defensa de los valores nacionales lo impulsó a formar el movimiento “V República”, mediante el cual rescata y promueve los principios identitarios del dominicano, amenazados por la desesperanza, el abandono o la penetración cultural, aseguró el académico. Núñez Asencio saludó el ingreso de Soto Jiménez a la Academia de la Lengua como un signo de reconocimiento a sus aportes literarios, históricos y patrióticos, al tiempo que reiteró los méritos del nuevo académico, expresado en el cultivo de la lengua y su amor a las letras. Ponderó el hecho de que él y otros intelectuales dominicanos en su juventud compartían con el entonces guardia del Ejército Nacional ya que la poesía era el vínculo que los unía por encima de las diferencias ideológicas y políticas.
Al entregar el pergamino acreditativo de su nueva categoría, Rosario Candelier afirmó que Soto Jiménez acude a la fraseología para ponderar la idiosincrasia nacional, uso que revive el acervo lingüístico y cultural de las letras dominicanas. Significó que Soto Jiménez descubrió en la expresión fraseológica del español dominicano un valioso caudal de dichos y giros idiomáticos que revelan un estilo de vida y una singular significación antropológica del talante cultural de nuestro país. En virtud de sus méritos intelectuales y estéticos, la Academia lo acoge como individuo suyo e inaugura un asiento -el sillón x- en esta Corporación de Académicos.
Al formalizar su incorporación en la Academia Dominicana de la Lengua, este director subrayó que el General ® José Miguel Soto Jiménez había encontrado su grandeza en la palabra y con ella, la vía para formalizar el aporte intelectual y estético que su talento y su sensibilidad han prohijado a favor de nuestras letras. Ponderó de un modo especial el acopio de refranes, frases típicas, giros y modismos con los que el ensayista y académico de la lengua matiza sus escritos para aderezar su pensamiento con el lenguaje de la calle o la expresión tradicional del español dominicano. Significó Rosario Candelier que Soto Jiménez es un hablante de la palabra que enaltece la condición humana en su genuina expresión popular.
El Director de la Academia, doctor Bruno Rosario Candelier, procedió a leer el pergamino que acredita a José Miguel Soto Jiménez como Miembro de Número de esta Corporación, ante la presencia de los académicos numerarios Federico Henríquez Gratereaux, José Rafael Lantigua, Manuel Núñez Asencio, Irene Pérez Guerra, Manuel Matos Moquete, Andrés L. Mateo, José Enrique García y Ramón Emilio Reyes, secretario de la institución.
José Miguel Soto Jiménez nació en Santiago de los Caballeros, el 2 de marzo de 1956. Preside la Fundación V República, organización que asume la Historia con un proyecto de Nación. Además de desempeñarse como Ministro de las Fuerzas Armadas Dominicanas en el período 2000-2004, Soto Jiménez realizó varias funciones dentro de los institutos castrenses, que le merecieron altos reconocimientos durante su brillante carrera militar. Paralelamente, ha desarrollado una sólida carrera intelectual, con tanto acierto que le mereció el ingreso a la Academia Dominicana de la Historia y, ahora, a la Academia Dominicana de la Lengua.
El nuevo académico de la lengua ha publicado Evasión, en 1974; Dualidades, en 1975; Otras muertes, en 1976; Poemas al abuelo, en 1977; Areíto de Simú, en 1979; Mentiras y fundamentos para una Historia, en 1981; y Colonialigrama, en 1982. En el ámbito histórico ha escrito Semblanza de los adalides militares de la Independencia, en 1979; La Reconquista, en 1984; Efemérides militares de la Independencia; La fuerza militar en la República Dominicana; Defensa, seguridad y democracia y Los motivos del machete, son sus publicaciones más recientes. Premio Nacional Feria del Libro «Don Eduardo León Jimenes”, en 2001. Memorias de Concho Primo, del 2006. Otros galardones son el de poesía «Joaquín Balaguer», en 1983; el de poesía, por el Royal Bank of Canadá, en 1979; y el Reconocimiento al Mérito Cultural «Manuel de Jesús Peña y Reynoso», del Ateneo “Amantes de la Luz”, de Santiago, en 1999. Santo Domingo, ADL, 25 de enero de 2011.
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