“LENGUA Y PENSAMIENTO”, CON JOSÉ ORTEGA Y GASSET
Núñez Asencio, coordinador de esta nueva instancia de promoción cultural, al abrir este nuevo espacio de reflexión explicó que el mismo pretende dar a conocer la visión lingüística, la cosmovisión y el aporte intelectual de destacadas personalidades de las letras hispanas. También el impacto y la influencia que esos pensadores han ejercido en intelectuales de todo el mundo, incluso en aquellos que no proceden del mundo hispánico, como Thomas Mermall o Paulino Garagorri, por ejemplo.
Esta primera sesión sobre lenguaje y pensamiento versó en torno a los aportes del filósofo español José Ortega y Gasset (1883-1955). La lluvia no fue óbice para que un selecto auditorio acudiese al llamado del saber y pudiera aquilatar el caudal de conocimientos adquirido a través de la audición del análisis realizado por el filósofo húngaro, Thomas Mermall. Luego de escuchar dicha grabación, Federico Henríquez Gratereaux sintetizó tanto la alocución de Mermall como la tesis fundamental del pensamiento orteguiano. Los comentarios del ensayista dominicano arrojaron datos ilustrativos tanto de la vida de Ortega como de sus planteamientos más señeros. Refirió que para el filósofo español el ser humano es quien adapta el medio, lo transforma, lo modifica según su conveniencia; el ser humano no se adapta a la realidad, sino que la modela y recrea. «El hombre es el novelista de sí mismo», subrayó. La Academia Dominicana de la Lengua -puntualizó Henríquez Gratereaux- se propone ofrecer una serie de conferencias-talleres acerca de pensadores españoles contemporáneos.
El ciclo de conferencias comenzó con el pensamiento de Ortega y Gasset. Dos conferencias grabadas por la Fundación Juan March fueron utilizadas durante la sesión. La primera, de Thomas Mermall, profesor de la Universidad de Nueva York, nacido en Hungría; la segunda, de Paulino Garagorri, discípulo directo de Ortega. La conferencia de Mermall abarca el conjunto de las obras filosóficas de Ortega; la de Garagorri está centrada en la colección de ensayos “La rebelión de las masas”. Garagorri explica algunos términos técnicos de Ortega, sin los cuales no es posible comprender plenamente ese libro tan difundido. Paulino Garagorri, Fernando Vela, Julián Marías, fueron responsables de la edición de las obras inéditas de Ortega; también de textos preparados para cátedras o cursos; y de trabajos inconclusos, como es el caso de “La idea de principio en Leibniz”.
A juicio del autor de La feria de las ideas, “el pensamiento en lengua española enriquece, sentimental e intelectualmente, a todos los que hablamos y escribimos ese idioma. Rigor mental, disciplina para trabajar, exigencias íntimas, son virtudes capaces de trasformar cualquier comunidad”.
La intervención de Manuel Núñez, quien moderó la participación del público presente y dirigió el taller reflexivo con el cual culminó el debate en torno al pensamiento del filósofo español, contribuyó al dinamismo de la actividad pública al sintetizar el fundamento de la obra de Ortega y Gasset en unos diez conceptos esenciales. En este sentido, se distribuyó una carpeta con un material de apoyo donde el coordinador del acto explicó algunas de las ideas claves del pensamiento de José Ortega y Gasset con el propósito de motivar y orientar la participación del auditorio. Este material propició, además, que los participantes pudiesen seguir las pautas discursivas trazadas durante la intervención de Henríquez Gratereaux.
Núñez Asencio consignó la idea clave para entender al filósofo español: “Las ideas generales que penetran todo el pensamiento de Ortega y Gasset se refieren a la circunstancia española de su existencia. No escribía urbi et orbi, es decir, para una humanidad abstracta, sino que su obra se hallaba inserta en la circunstancia española: Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella, no me salvo yo. Esa circunstancia era la de España, de comienzos del siglo XX”. Citó Núñez Asencio el concepto sobre el cual fundaba su pensamiento: “Esto he procurado en mi labor. He aceptado la circunstancia de mi nación y de mi tiempo. España padecía y padece un déficit de orden intelectual. Había perdido la destreza en el manejo de los conceptos, que son ni más ni menos los instrumentos con que andamos entre las cosas. Era preciso enseñarla a enfrentarse con la realidad y transmutar esta en pensamiento (Historia como sistema)”. Santo Domingo, Casa de las Academias, 22 de julio de 2010.
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