PRESENTACIÓN EN SANTIAGO DE EL LOGOS EN LA CONCIENCIA

Con la participación de profesores, intelectuales y escritores de Santiago, la Academia Dominicana de la Lengua puso a circular en la Alianza Cultural de Santiago de los Caballeros el libro El Logos en la conciencia, de Bruno Rosario Candelier, cuya presentación estuvo a cargo del académico, escritor y crítico literario Manuel Matos Moquete.
En su disertación, el profesor y novelista dijo que a la manera de un griego antiguo, durante largos años, en Moca, su pueblo natal, “Bruno Rosario Candelier ha vivido un retiro admirable y ejemplar fascinado con la lectura, la creación y la promoción de los valores más genuinos de la cultura, los cuales no son otros que los esenciales y permanentes legados de la humanidad universal”. Ponderó que El logos en la conciencia es un ejemplo de la inclinación hacia el estudio del cuerpo de categorías de la civilización occidental, entre las cuales tienen valor paradigmático dos nociones muy caras a nuestro autor: el logos y la mística. Pero mucho antes de que centrara su obra en torno a esos tópicos, desde la década del setenta Rosario Candelier ha sido en nuestro país el orfebre de los temas clásicos en la reflexión humanística en general y en particular en el estudio de la literatura dominicana.

Al ponderar la labor lingüística, literaria y de promoción cultural del Director de la Academia Dominicana de la Lengua, el distinguido académico consignó que la orientación estética promovida por Bruno Rosario Candelier “constituye la visión desde la cual se construye una nueva poética en República Dominicana, la Poética Interior, que se distingue de otras dos opciones fundamentales en nuestras letras: el Postumismo, o más bien los Postumistas, los cuales parten de la realidad material y es literatura mimética y testimonial preocupada por la recreación de lo social; la Poesía Sorprendida y sus filiaciones, cuyo punto de arranque es la realidad onírica, dando cabida a la reproducción del universo mítico y al mundo de la imaginación. Sin embargo, el Interiorismo parte de las búsqueda de la espiritualidad en todas sus manifestaciones y tendencias, tanto de índole filosófica, propiamente metafísica, como de carácter religioso, básicamente mística sin excluir ningún pálpito, afirma Rosario Candelier, de la “interioridad humana y la interioridad de los acontecimientos y fenómenos”.

En su enfoque de la lengua, “nuestro autor cambia de orientación epistemológica siguiendo el curso de la construcción del pensamiento occidental, pero dando cuenta de una inflexión acarreada por el Cristianismo. El logos griego ha sido interpretado en el pensamiento laico, sobre todo en la lectura de los romanos, como ratio, razón, ciencia. Siendo panteístas, para lo griegos logos era algo así como la energía primera y fundamental de todas las cosas. Pero en la orientación cristiana, monoteísta, logos es verbo, desde san Juan. Entonces, logos, siendo lenguaje, está ligado a la divinidad y a Dios y es por tanto, como afirma Rosario Candelier: “La energía del logos, en tanto aliento espiritual de la conciencia, procede de la Divinidad. Dice la Biblia que fuimos hechos a imagen y semejanza de Dios y fue a partir del soplo divino cuando se nos insuflo la esencia fecundante del Logos. Es decir, la energía interior que se expresa en la palabra nos distingue a los humanos de las demás criaturas del universo ya que es una energía esencialmente divina”.

El analista literario y orientador magisterial significó que “Hay que leer la tercera parte de Logos en la conciencia como un género discursivo nada extraño a la naturaleza de la Poética Interior y de la producción de Bruno Rosario Candelier. La relación dialógica y la intertextualidad son características propias de ese movimiento literario y de la manera de comunicar los conceptos y orientaciones que el creador y  promotor principal, ha venido empleando a través de encuentros, tertulias, talleres, conferencias, intercambios epistolares y de correos electrónicos, como esto último se presenta en esta obra. Parecería que la búsqueda del mundo interno necesita de intercambios externos, expresivos, canalizados a través de múltiples manifestaciones, y que esa sería una manera, una modalidad esencial del ser del Interiorismo, como lo son también la exposición técnica de los conceptos y la crítica literaria. El lenguaje tiene esto de paradójico, a mayor profundidad y  fuerza interior de lo inefable, mayor necesidad de comunicación por medios sensoriales, orales y escritos. El diálogo y el intertexto, en forma de cartas, correos electrónicos y referencias a otros autores y a otras obras de la autoría del mismo Bruno Rosario Candelier son recursos no solo novedosos y motivadores, sino también eficaces, de comunicar el mundo conceptual y vivencial del Interiorismo”. Santiago, Academia Dominicana de la Lengua /Alianza Cibaeña, 15 de julio de 2010.

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