Planchar, challenge

Por Roberto E. Guzmán

 

PLANCHAR

” Los han PLANCHADO”. [Los habitantes de un lugar esperaban la construcción de obras].

El verbo planchar se encuentra en esta frase utilizado de una manera que no refleja su significado de origen. El modo en que se usa aquí comenzó en México y entró en el Diccionario de la lengua española en la edición correspondiente al año 2001.

En México se acepta este verbo con el sentido de, “Dejar a alguien esperando”. Antes de lograr su entrada en el lexicón mayor de la lengua, este tipo de uso ya había logrado llegar a otras variantes del español americano.

En el habla de los dominicanos D. Emilio Rodríguez Demorizi recoge la palabra plancha para expresar “desplante”. Así consta en la obra Del vocabulario dominicano (1983:206).

El autor de estas notas puede dar testimonio de que en el habla de los jóvenes se usaba desde los años sesenta del siglo XX la locución verbal “hacer plancha” para significar, “Dejar a alguien plantado, darle un plantón”. Esta locución da a entender, “no cumplir con lo convenido”. Diccionario fraseológico del español dominicano (2016:407).

La locución era de uso en República Dominicana para “dejar esperando” desde los años sesenta del siglo XX. Ser usaba sobre todo en los casos en que una persona no asistía a una cita convenida con anterioridad. En México la recoge D. Francisco Santamaría en su Diccionario general de americanismos (1942-II-499). Esta fecha de edición del mencionado diccionario da a entender que en ese país se conocía desde antes de ese año.

En la actualidad el verbo planchar tiene otras acepciones en el español reconocido por las Academias. El verbo y el sustantivo plancha han formado locuciones en los diferentes países de habla hispana.

Algunas de estas significaciones junto con las locuciones se han incorporado a los diccionarios académicos de acuerdo con la categoría y sentido correspondientes. En Cuba, por ejemplo, el verbo planchar es, “romper la relación amorosa con alguien”. En el registro coloquial en ese país expresa, “excluir a alguien de una tarea en equipo”; “rechazar una idea o una propuesta por considerarla inadecuada”. En El Salvador sirve para decir, tener un hombre relaciones sexuales con una mujer.

Tengo un amigo soltero de edad avanzada que presume de llevar a la cama a señoras añosas que fueron reinas y concursantes en certámenes de belleza. En tono jocoso le he dicho que “está planchando arrugas”. Mediante la lectura de lo expuesto más arriba puede comprobarse que la acción primitiva de pasar la plancha caliente sobre la ropa llegó lejos.

 

CHALLENGE

“. . . no escriben, ni hacen CHALLENGE, ni publican fotografía al respecto”.

“. . . prefieren el reality show, la comedia, hacer de un CHALLENGE un festival de ridiculez”.

La introducción de una voz extranjera es una claudicación en la redacción en español en las frases transcritas más arriba. Sin necesidad de llegar a extremos en esta sección se repasarán los diferentes casos en los que en inglés se utiliza challenge y la palabra española que debe usarse en esos casos, que no es una sola, para así servir el propósito de transmitir con exactitud el mensaje.

Hasta el presente los traductores y autores de noticias refritas del inglés han interpretado la palabra del inglés con el uso exclusivo de dos vocablos del español, “desafío, reto”. Esa limitación denota falta de imaginación y de análisis.

Como la voz es extranjera, extraña al español tradicional, hay que comenzar despejando sus orígenes en esas lenguas de las cuales procede, pasando por la que la ha popularizado en el mundo, para llegar a su intromisión al español.

En inglés la voz challenge existe desde el siglo XIV. Provino del antiguo francés, del siglo XI, con el sentido de défi, que corresponde al español desafío. Al francés regresó transformada en el siglo XVI, en el campo deportivo. Es con el sentido figurado como se la encuentra con mayor frecuencia en las lenguas modernas. En el español se ha traducido casi siempre por dos palabras, desafío y reto. Ese desafío perteneció a la Edad Media y luego revivió en las competencias deportivas en el siglo XIX, cuando se entregaban trofeos a los vencedores. Como un dato curioso puede mencionarse que el verbo retar pasó por un período en que se consideró arcaísmo léxico en el español peninsular. El español americano lo trajo al uso actual.

En el mundo moderno en español deben evaluarse las situaciones en las que se presenta la voz del inglés para no permanecer traduciendo siempre por las dos palabras antes mencionadas, cuando en realidad esas no transmiten exactamente el mensaje.

Al evaluar los “desafíos” de la naturaleza, por ejemplo, puede constatarse que no se trata en puridad de “desafíos”, sino de pruebas, obstáculos, dificultades que el ser humano tiene que vencer o a los que tiene que sobreponerse.

Si se trata de algo como una tarea que debe cumplirse o realizarse y esta presenta problemas, no hay necesidad de decir que es un reto o desafío, sino simplemente que es un problema que hay que resolver.

En algunos casos sencillos, puede representarse el famoso challenge simplemente como tarea, si se considera que es complicada la tarea, puede usarse tarea difícil. Si no es una tarea, es posible que se use un término más general, cosa difícil, algo que hay que resolver.

Otra opción que se presenta en español es utilizar la palabra empresa, si se tiene en cuenta que una empresa, según el Diccionario de la lengua española es, “Acción o tarea que entraña dificultad . . .” Al definir el término empresa la Real Academia al final escribe, “. . . cuya ejecución requiere decisión y esfuerzo”.

En otros casos lo que en inglés denominan un challenge no es más que una prueba, que puede ser adornada con algunos calificativos, como prueba difícil, porque es algo que expone al sujeto a prueba ante una situación en que debe demostrar su suficiencia.

Si requiere decisión puede considerarse que el actor está en un trance.

A veces se trata simplemente de oportunidades que presenta el destino o la vida y no hay lugar a escandalizar con respecto a eso.  Esas oportunidades ofrecen la ocasión de demostrar aptitudes o de mostrar creatividad, ingenio, inteligencia, sin que haya necesidad de recurrir a más de lo mismo.

En el ámbito tecnológico muchas veces se trata de hacer frente a exigencias, apremios que surgen como consecuencia de los adelantos y expectativas de los consumidores.

En política internacional se recurre en inglés a la voz en cuestión cuando en español puede traducirse el panorama de la acción, algo que puede definirse como una amenaza, o, un peligro. Esto claro, dependerá de la gravedad de las acciones o de la terminología empleada al describirla.

Si las acciones son más serias, hay que describirlas o evaluarlas en su real dimensión y escribir que se trata de un ataque u ofensiva. Entre personas es muy posible que lo que afronta una persona sea una simple oposición que puede obedecer a una rivalidad o competencia que se ha de encarar.

Se recuerda en este lugar que se mencionó antes que la voz inglesa entró desde temprano en el mundo de los deportes, allí se habla de competición, sin necesidad de escribir o decir la voz del inglés. Los deportistas pueden participar en una competencia.

La misma receta puede aplicarse para la palabra challenger, vale decir, antes de traducir pensar, analizar, ponderar, evaluar y luego decidir cuál es la palabra del español que representa mejor eso de lo que se habla.

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