FILOSOFÍA DEL INTERIORISMO EN ACADEMIA DE CIENCIAS

El doctor Bruno Rosario Candelier, presidente del Ateneo Insular y director de la Academia Dominicana de la Lengua, disertó sobre “La filosofía del interiorismo” durante un encuentro con intelectuales y escritores que asistieron a la Tertulia Filosófica de la Academia de Ciencias de la República Dominicana. Al explicar cómo surgió el Movimiento Interiorista, Rosario Candelier explicó que el Ateneo Insular, la agrupación cultural que sustenta el ideario interiorista, se fundó en julio de 1990, con miras al cultivo de la dimensión trascendente de las cosas y a plasmar en sus obras la relación empática del cultor literario con el Cosmos y el mundo circundante mediante el lenguaje de la intuición. Dijo que el escritor interiorista enfoca el impacto que lo real produce en la conciencia, la dimensión esencial de lo existente y la faceta interna y mística de lo viviente.
El movimiento se denomina interiorista porque valora y trata de plasmar la esencia que subyace en la apariencia de las cosas, es decir, que el escritor interiorista busca en su propio interior la esencia de cada ser, de cada elemento del Cosmos, así como el sentido de fenómenos y cosas. Explicó, además, que para entender el Interiorismo hay que tomar en cuenta ciertos aspectos, como: a) la existencia de la realidad trascendente, es decir, la faceta de la realidad que refleja el mundo interior y esencial de lo existente; b) la existencia de una dimensión espiritual, que subyace en la interioridad de lo real; y c) la existencia de la vida interior o energía interior de la conciencia, entre otros aspectos. Destacó el hecho de que en el proceso de la creación interiorista hay un sujeto contemplador y una realidad contemplada, entre los cuales se establece un vínculo entrañable que posibilita la creación literaria. En consecuencia, dijo, la creación interiorista es el fruto del proceso de internalización o vivencia interior del cultor de la palabra con la realidad. Ese proceso de interiorización requiere ciertas condiciones como son: liberar los sentidos de las aprehensiones cotidianas; centrar la percepción de los sentidos para captar su esencia; valorar los efluvios o señales provenientes del Cosmos. Dejarse llevar de lo que la realidad le sugiere al escritor permite alcanzar una compenetración plena, tanto intelectual, imaginativa, afectiva y espiritual.

Es importante vivir, continuó Rosario Candelier, una especie de estado contemplativo para sentir y expresar lo contemplado. La poesía entraña una percepción múltiple y simultánea de la realidad, subrayó; si se logra la conciencia de esta empatía, esa comunicación o integración con la esencia de lo viviente es posible, gracias a la cual conseguiremos un estado de fruición capaz de plasmar la verdad, la belleza y el misterio en una obra trascendente. El Interiorismo procura la verdad subjetiva, interior y profunda, así como expresar una creación verbal con la certeza de quien escribe bajo el influjo de la iluminación trascendente.

Recomendó a los escritores presentes y a aquellos que deseen incursionar en el Interiorismo, asumir estos principios: 1. Tener una concepción clara de la realidad trascendente. 2. Poseer una percepción consciente del impacto de lo real en la conciencia. 3. Interiorizar la dimensión espiritual de lo existente (mediante la interiorización fluye la energía interior de la conciencia, la búsqueda de lo divino y la esencia de lo viviente). 4. Atrapar la voz interior, mediante la auscultación de sí mismo, para captar la voz personal, fruto de la intuición, y la voz universal, producto de la revelación. Ambas voces son dones que provienen del contacto del ser humano consigo y con el Cosmos.

Precisó que muchos escritores de diferentes culturas han hecho una creación interiorista, pero que en forma estructurada y consciente es a partir de la formalización de la Poética Interior cuando se articula una orientación estética en procura de la dimensión interior en la obra de sus cultores, pues es el resultado de una conciencia reflexiva del rol del creador, en cuya virtud caben varias vertientes interioristas, como el mito, la metafísica y la mística, etc. Aclaró que para reconocer un movimiento literario es preciso que este posea una serie de elementos constitutivos, como una técnica asumida por sus cultores, un tono presente en las obras inscritas en esa vertiente literaria y una imagen literaria que distinga a su creación.

En el desarrollo de su conferencia, Rosario Candelier resaltó el aporte del Interiorismo al plano teórico del análisis literario, mediante la formalización del modo de ficción trascendente. El escritor debe testimoniar, desde la profundidad de su ser, su percepción de la realidad, con la introspección de lo percibido, con la auscultación del modo como la realidad impacta nuestra sensibilidad, que el interiorista debe transmitir a los demás, plasmando en su obra la esencia de lo viviente con su reacción ante la realidad, expresada con verdad y belleza. Hizo esta aclaración, pues Northrop Frye señala que existen dos modos de ficción, uno realista y otro imaginario; mientras que el Interiorismo añade un tercero, el modo de ficción trascendente. Santo Domingo, Casa de las Academias, 25 de abril de 2010.

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