JOSÉ MIGUEL SOTO JIMÉNEZ PONE A CIRCULAR UN NUEVO LIBRO

El escritor, político, embajador, militar y académico de la lengua, José Miguel Soto Jiménez, presentó su más reciente libro titulado Dominicaneando: Los tres nombres del después de siempre, donde recoge artículos sobre temas sociales, políticos, antropológicos, lingüísticos, literarios y culturales vinculados la realidad nacional.

José Miguel Soto Jiménez, actualmente embajador en Emiratos Árabes, dedica esta obra al pueblo dominicano y en ella destaca que “con la fuerza inadvertida de su propia suerte, ha sobrevivido a sus grandes crisis y derrumbes centenarios para continuar librando, a brazo partido, las batallas tremendas de su mismo destino, entre las calamidades catastróficas de la esperanza, y las consecuencias milagreras de su voluntad”, según reza la dedicatoria.

Este destacado militar y académico nació en Santiago de los Caballeros el 2 de marzo de 1956. Ingresó a las Fuerzas Armadas, en el Ejército Nacional, en 1973, y tras escalar todos los rangos militares, fue Ministro de las Fuerzas Armadas.

Nuestro académico ha publicado las siguientes obras: Evasión (1974), Dualidades (1975), Poemas al abuelo (1977), Cantos de hierro (1978), Testimonios (1977), Areíto del Simú (1979), Mentiras y fundamentos para una historia (1980), Colonialigrama (1981). Semblanza de los adalides militares de la Independencia (1980- 1982), La Revolución de Juan Sánchez Ramírez (1982), Campañas militares de la Independencia, en colaboración con el General E.N. ® Ramiro Matos González. Efemérides militares de la Independencia, en colaboración con el General E.N. ® Ramiro Matos González. El corrido de los taitas (1994). Cronología militar de la Independencia, en colaboración con el General E.N. ® Ramiro Matos González. Los motivos del machete (2001). Memorias de Concho Primo (2006). Memorial de la guazábara (2010). Malfiní. Radiografía de un magnicidio (Estudio forense de la muerte de Trujillo, 2010). Doctrina militar: Seguridad, defensa y democracia (2015) y Dominicaneando (2020).

Entre otros galardones, obtuvo el premio Eduardo León Jimenes, por el libro Los motivos del machete  (2001). Ha recibido varias condecoraciones por su mérito militar y decenas de placas de reconocimiento de organismos militares nacionales y extranjeras, así como de organizaciones e instituciones civiles por su desempeño intelectual y castrense.  Es miembro de número de la Academia Dominicana de la Lengua, de la Academia Dominicana de la Historia y del Instituto San Martiniano.

Santo Domingo, 20 de junio de 2020.

PONDERAN EL USO DE VOCABLOS RELACIONADOS CON LA PANDEMIA

De Fabio J. Guzmán Ariza <fabio@fundeu.do>, Santiago, Rep. Dom.,  27/05/20

¡Saludos, Javier! Espero que tú y tu familia se encuentren tan bien como pueda esperarse en estos tiempos de crisis y peste.

Vi parte del video (¡no vídeo!) de la última junta de la Fundéu BBVA. Me extrañó que nadie comentara que se podría justificar el género masculino del cóvid (¡no la covid!) en razón de que el referente principal del acrónimo COVID es disease, que en español es el mal (al igual que la enfermerdad). La palabra inglesa disease no tiene género –no es ni masculina ni femenina- y su traducción puede ser masculina (si se traduce como el mal) o femenina (si se traduce como la enfermedad).

Creo que en la Rep. Dominicana y en gran parte de Hispanoamérica se usa y se continuará usando “el cóvid”.

Un fuerte abrazo,

Fabio


De Javier Lascurain <jlascurain@fundeu.es>, Madrid, 27/05/20

Muchas gracias, Fabio.

Expondré ese punto de vista. Creo que en el ámbito médico prefieren traducir ese “disease” por “enfermedad” antes que por “mal” y de ahí la preferencia por el femenino. Pero lo estudiaremos.

Un abrazo fuerte

Javier

 

De Fabio J. Guzmán Ariza <fabio.guzman@academia.org.do>

Querido Javier:

No sé si es porque prefiero las palabras cortas a las largas, porque soy viejo o simplemente porque me suena mejor, pero si a mí me dieran a traducir del inglés el término “coronavirus disease” (COVID), preferiría decir “el mal del coronavirus” a “la enfermedad del coronavirus”, siguiendo el patrón de los muchos otros males que registra el Diccionario de la lengua española:  ‘el mal caduco’, ‘el mal de Alzheimer’, ‘el mal de Parkinson ‘, ‘el mal de bubas ‘, ‘el mal de Chagas ‘, ‘el mal de la rosa ‘, ‘el mal de Loanda’, ‘el mal de madre’, ‘el mal de montaña’, ‘el mal de orina’, ‘el mal de piedra’, ‘el mal de san Lázaro’ y ‘el mal francés’. De manera que no creo que se pueda decir, como se ha argumentado, que la COVID-19 sea preferible a el COVID-19 porque la de la sigla equivale a disease, que es ‘la enfermedad’: esa d puede corresponder igualmente (si no mejor) a ‘el mal’, que es de género masculino. Donde sí veo que hay fundamento es en preferir la pronunciación aguda de covid a la llana (cóvid). En español las palabras terminadas en d son generalmente agudas (edad, sociedad, Madrid…), no llanas. Sin embargo, en la República Dominicana por razones que desconozco se ha impuesto rápidamente la pronunciación llana.

Un abrazo, Fabio

 

 De Francisco Javier Pérez<franciscojavierperezh@gmail.com>

 Amigo, Fabio:

Espero que tú y tu familia se encuentren bien en momentos tan difíciles. Como me pones en copia, respondo diciéndote que coincido palabra por palabra sobre lo que señalas en torno al uso en español de “el covid”. Esta mañana, en la siempre magnífica reunión de Fundéu, fui el único que hice reparar en el uso en masculino y casi siempre con pronunciación aguda, no solo en Hispanoamérica, sino también en España. Jorge Busto y Pilar García Mouton también apostaron en algo por esta opción. Me ha resultado curioso que privara el criterio terminológico-médico por sobre el uso de la calle. La discusión es muy interesante y seguirá abriendo alternativas hasta que se instale la forma más natural en nuestra lengua: el covid.

La explicación sobre el “disease” es tan débil que en Chile, reporta el secretario de la Academia Chilena, el lingüista Guillermo Soto, que ya escriben “el covit”.

Decía Lezama, que lo maravilloso de la lengua era el destino afortunado de su uso.

Un fuerte abrazo para ti y para el resto de amigos y colegas que aparecen en copia.

 

Francisco Javier Pérez

Secretario general

Asociación de Academias de la Lengua Española

ASAMBLEA ELECCIONARIA EN LA ACADEMIA DOMINICANA

   El recién pasado 19 de junio de 2020 tuvo lugar en la Academia Dominicana de la Lengua la asamblea eleccionaria de los miembros numerarios de la institución para elegir a las autoridades académicas para el período 12 de octubre de 2020 al 12 de octubre de 2023.

El doctor Manuel Núñez Asencio, miembro numerario y académico encargado de la Asamblea Eleccionaria de la ADL, emitió el siguiente documento que da cuenta del resultado de las votaciones de los miembros de número de la ADL: “A las 11.00 de la mañana del viernes 19 de junio de 2020 tuvo lugar la Asamblea Eleccionaria de la Academia Dominicana de la Lengua, convocada según establecen los Estatutos mediante comunicación firmada el 8 de junio de 2020 por el Dr. Manuel Núñez Asencio en nombre de la corporación para elegir a los integrantes de la Junta Directiva de la ADL correspondiente al período 12 de octubre de 2020-12 de octubre de 2023, cuyos votantes consignaron sus votos a favor del académico Dr. Bruno Rosario Candelier, como director, y como miembros de la Junta Directiva a los académicos Dr. Federico Henríquez Gratereaux, subdirector; Dr. Manuel Núñez Asencio, secretario; Dr. José Enrique García, tesorero; Lic. Juan José Jimenes Sabater, bibliotecario; y vocales, Dr. Franklin Domínguez y Lic. Rafael Peralta Romero. Fueron firmantes de esta votación los académicos numerarios Federico Henríquez Gratereaux, S. E. Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, Marcio Veloz Maggiolo, Manuel Núñez Asencio, Dennis R. Simó, Juan José Jimenes Sabater, José Enrique García, Franklin Domínguez, José Rafael Lantigua, José Miguel Soto Jiménez, María José Rincón, Tony Raful Tejada, Rafael Peralta Romero, Ana Margarita Haché de Yunén, Fabio Guzmán Ariza, Ricardo Miniño Gómez y Bruno Rosario Candelier, conforme los votos emitidos que obran en mi poder. Lo que certifico y doy fe en mi condición de encargado de la Asamblea Eleccionaria de la Academia Dominicana de la Lengua. Dado el 19 de junio de 2020 en el Salón de Actos de la Academia Dominicana de la Lengua, de la calle Mercedes no. 204, Ciudad Colonial, Santo Domingo, República Dominicana”.

Dr. Manuel Núñez Asencio

Académico numerario de la ADL

Encargado de la Asamblea Eleccionaria

FREDDY BRETÓN: ¿CUÁNTAS COSAS CABEN EN UNA NOVELA?

Por Rafael Peralta Romero – Entrevista

Publicado el 16 mayo de 2020 (hoy.com.do)

 

Diálogo con el autor a propósito de su libro Los entresijos del viento

1. Hola, me complace saludarlo. Tengo el pequeño problema de que no sé cómo tratarlo, pues es usted una autoridad eclesiástica, yo soy católico, no quiero parecer irreverente, pero en verdad no vine a conversar con monseñor Freddy Antonio Bretón Martínez, sino con el escritor Freddy Bretón, un colega por cuya obra literaria siento aprecio, lo mismo que por su persona. Bueno…dígame cómo han estado las emociones por la concesión del premio Feria del Libro a su nueva obra.

R.- Sobre el ‘pequeño problema’, contestaré al amigo Peralta con un antiquísimo programa radial: “Dígalo como pueda”…El anuncio fue para mí una sorpresa rotunda. Solo esperaba noticias de cuarentena, de pandemia. Y hasta pensé que de eso me hablaría el Ministro de Cultura, Eduardo Selman, cuando logró localizarme. Celebré por él y su esposa el verse ya libres del Coronavirus que los afectó. Pero la noticia era el Premio de la Feria Nacional del Libro E. León Jimenes. ¡Válgame Dios! Si yo ni siquiera recordaba que estaba participando en el concurso. Pero ha sido, ciertamente, una gran alegría para mí.

2. Vamos a “Los entresijos del viento”, lo que nos ha convocado a este diálogo…mire Freddy, permítame un comentario, se trata el suyo de un magnífico libro, y que conste, esa opinión la tenía antes del 28 de abril que fue cuando se publicó en el periódico Hoy el veredicto mediante el cual se le otorgó el premio Feria del Libro, mi duda está en que sea una novela, “novela eólica”, le llama usted, de esta apreciación, se desprende una pregunta: ¿usted no cree en la ortodoxia de los géneros literarios?

R.- Yo no cultivaría géneros literarios como exquisitas, perennes e impolutas flores, sino como formas de expresión del ser humano. En cuanto a “novela eólica”, se refiere más bien al elemento que atraviesa como un hilo todo el libro. Desde el pájaro encumbrado o el bebé casi asfixiado por un golpe de viento, hasta el anciano que ya apenas empaña el espejo con su aliento, en el final del libro. Pero digamos también que ese subtítulo puede evocar a Miguel de Unamuno llamando “nivola” a su novela Niebla.

3. El jurado, compuesto por tres intelectuales de gran experiencia, denominó su libro como “autoficción”, y de hecho abunda en ficción, pero también relata usted muchos hechos de su vida, los nombres de sus padres, amigos, incluso cuando se refiere a usted como el padre Federico, no queda duda de que se trata del padre Freddy. De manera que su obra tiene mucho de intencionalmente autobiográfica y por otro lado narra usted una serie de relatos, al estilo de los ejemplos del infante Juan Manuel con sus personajes Patronio y el conde Lucanor. Me gustaría que usted explicara cómo se hace para armonizar esa confluencia de realidad y ficción, cada una presentada como tal. ¿No ve usted riesgo en eso?

R.- Discutir lo del género literario se lo dejo a los expertos. Ciertamente, mezclo historia y ficción, autobiografía y ‘heterobiografía’… Por eso digo en el comienzo del libro: “Refiero hechos históricos entretejidos con alguna fantasía, consciente de que a menudo la realidad supera a la ficción”.  En realidad busco que el lector disfrute lo escrito en ese libro; él mismo podrá saber si es histórico algún hecho, y si no, tendrá que averiguarlo. En el caso de Cien años de soledad, de García Márquez, la publicación conmemorativa de la Real Academia y las demás Academias de la lengua lo resolvieron con un glosario y un índice de nombres al final del libro. Ahí dirá que no es ficticia la noticia del asalto a la población de Riohacha (Cartagena de Indias) por parte del corsario Francis Drake en 1596. El mismo García Márquez explicó estas cosas en diversas entrevistas.

4. Si me permite insistir en el concepto “autoficción”, se lo agradezco…pues no es solo un término, ha sido una tendencia narrativa desarrollada en el pasado siglo la cual ha tenido sus cultivadores y hasta sus teóricos. Se atribuye al escritor Serge Doubrovsky, francés pese a su nombre ruso, un determinado liderazgo en esa línea de creación. Bueno…y escritores nuestros, por la lengua, como Unamuno y Azorín, son citados como partícipes de esa corriente antes de que se le denominara autoficción. ¿Qué lo vincula a usted a esa corriente? ¿O lo suyo es puramente espontáneo?

R.- Yo escribí mi libro sin tener en cuenta nada de eso, pero ahora encuentro, además de lo que tú dices, que el norteamericano Kenneth Rexroth, fallecido en el 1982, intituló una obra suya Novela autobiográfica (1966); en ella habla de casi todo el mundo y también de él mismo. Creo que algo así pasa con mi libro Los entresijos del viento.

5. “Los entresijos del viento” cuenta el origen familiar suyo, sus estrecheces de estudiante pobre, sus rebeldías de joven filósofo cuestionador del sistema político, las diferencias con la jerarquía católica del momento, sus estudios y andanzas en Estados Unidos y Europa, pero además incluye un ramillete de poemas, cincuenta y ocho pude contar, recoge en la voz de personajes creados para ese fin (Prisca, Doroteo, Dositeo, Delgadina…) una diversidad de relatos de intención sapiencial y en la última parte, sobre todo, unas lúcidas reflexiones con valor ensayístico. ¿Es que usted ha querido que su libro fuera como la Biblia: histórico, sapiencial, poético, didáctico…?

R.- Llevo bien adelantada la lectura de la novela Tú no matarás, de la española Julia Navarro, publicada el mismo año que mi libro Los Entresijos del viento. La autora ha insertado en ella cartas, poemas de poetas españoles y de alguna latinoamericana… ¿Cuántas cosas caben en un novela? Si se lo preguntas a Cervantes, el Quijote está lleno de cuentos, y de cuantos relatos hay en el mundo. O pregúntaselo al Gabo…Al escribir mi libro de esa manera, no pretendí otra cosa sino expresarme. Lo que haya resultado en su conjunto no tiene segundas intenciones.

6. ¿Usted acepta que su libro sea considerado “multigénero” o “plurigénero” y que no se le considere una novela en sentido estricto? ¿En este juicio ve usted un elogio o un desmérito?

R.- Me sentiría complacido de que se le llamara novela. De no ser así, diré que me complace más que exista y que sea disfrutado. Citando al pobre Pilato tendría yo que volver a decir: “Escrito está”.

7. Freddy, su libro tiene 368 páginas, es extenso e intenso, pero ahora quiero comentar con usted el episodio narrado en la página 278. Usted, en su ejercicio sacerdotal, en cada visita a determinada comunidad rural tomaba café en casa de Magdaleno, líder comunitario y buena persona, quien vivía modestamente con su esposa y una hija de poco hablar. En la última visita, pasado un tiempo sin andar por ahí, se enteró de que la enigmática muchacha, usando precisamente café como medio, había envenenado a su madre y a dos amigas de ésta. ¿Qué le dice su experiencia en torno a la relación realidad y fantasía?

R.- Solo te diré que el caso que refieres es rigurosamente cierto hasta en los detalles. Y como ese hay más, aunque parezcan fantásticos. Así es nuestra realidad cultural.

8. Pienso que ya usted necesita terminar esta conversación, quizá el escritor Freddy crea que sería bueno continuar hurgando en los entresijos de su creación literaria, pero me luce que el arzobispo Bretón tiene compromisos… no obstante le comento que cuando un escritor laico, con familia por supuesto, gana un premio, por lo común recibe el diploma correspondiente, mientras la esposa se apropia del cheque, ahora dígame usted ¿qué hace un sacerdote con el importe en metálico de un premio literario?

R.- ¡Caramba! Pensé que escaparía a esa pregunta…Hace tiempo que estaba arañando unos centavos para la construcción de una obra necesaria para la Arquidiócesis de Santiago. El dinero del premio ya está depositado en el fondo para esa obra.   Gracias, amigo Rafael Peralta.

 

PREMIO NACIONAL DE LITERATURA EDUARDO LEÓN JIMENES 2020

El Ministerio de Cultura y la Fundación Eduardo León Jimenes convocaron a los escritores dominicanos que publicaron libros durante el pasado año a participar en el Premio Nacional Feria del Libro Eduardo León Jimenes 2020.

El galardón, concebido con la finalidad de reconocer y estimular la labor de los autores dominicanos, está dotado de un premio en metálico de un millón de pesos y un diploma de reconocimiento, que fue entregado el 29 de abril pasado, a las 7:00 de la noche en la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña.

Los “Entresijos del viento” tiene prólogo del brillante intelectual mocano Bruno Rosario Candelier. Al conocerse la noticia del premio, su autor consignó: “Ya sé que el hermoso refrán tradicional reza «Año nuevo, vida nueva» y está magníficamente bien.  Pero resulta que muchos amigos entusiastas, entre ellos algunos muy cualificados, me pidieron que escribiera otro libro. Ante tales sugerencias suelo mostrarme remolón. Y así fue. Sólo que esta vez hice como el joven del Evangelio que dijo a su padre que no iría a trabajar, y luego cambió de opinión y obtemperó. Como si fuera poco, me dispuse a darle forma a un relato novelado. Lo titulé «Los entresijos del viento». Me han salido unas trescientas setenta páginas, en formato 8 x 5 pulgadas. Al inicio de este coloqué la siguiente nota introductoria: «En este libro relato las interioridades y peripecias de alguien, quizá las del viento. Creo que está por verse aún quien es el verdadero protagonista de esta historia. Refiero hechos históricos entretejidos con alguna fantasía, consciente de que a menudo la realidad supera a la ficción. El libro contiene mis historias favoritas, algunas de las cuales han ido disfrutando muchas personas a medida que las publica el periódico Camino. No tengo dudas de que ahora gustará más en forma de novela.  Lo he escrito con la intención de que muchos puedan disfrutar de su lectura, y espero que así sea”.

Monseñor Freddy Bretón Martínez,  Noticia del Facebook de Ángel Vladimir Bencosme, 2 de mayo a la 13:22

OTORGAN PREMIO FERIA DEL LIBRO A MONS. FREDDY BRETÓN

Monseñor Freddy Bretón Martínez, poeta, ensayista, narrador y prelado de la Iglesia Católica, fue galardonado con el Premio Feria del Libro “Eduardo León Jimenes”, otorgado a su novela Los entresijos del viento, que la Academia Dominicana de la Lengua y el Ateneo Insular presentaron en el Teatro Don Bosco con ponencias de Luis Quezada Pérez, Kenia Mata Vega y Bruno Rosario Candelier.

Al abordar la dimensión histórica y biográfica de Los entresijos del viento, Luis Quezada dijo que esta novela tiene un sabor campesino salpicado de poesía espiritual. Explicó que en el distrito municipal de Canca la Reina se inició esta “sapiencial novela campesina” del arzobispo de Santiago. Comentó que la familia de apellido Bretón es una de las que tienen firmes raíces ancestrales y espirituales en la Mocanidad y que la destacada figura de Freddy Bretón hilvana una novela “con un tono jocoso y un salero criollo”, ya que la novela se construye desde la estructura centenaria como expresión de plenitud y perfección que deleita. Añadió que el autor inserta poemas suyos en la novela para darle un matiz estético al cuerpo del texto. “Freddy Bretón Martínez respira sanidad familiar”, expresó Quezada, ya que su narrativa revela la bendición que ha sido para él haber nacido en el campo mocano: “Esta novela constituye un verdadero vademécum de la existencia humana que transita movida por el viento superando las adversidades”, dijo el teólogo mocano.

En su análisis socio-psicológico, Kenia Mata Vega  resaltó el término “entresijo” del título. Dijo que constituye una invitación implícita a confirmar su significado pues forma parte del léxico popular campesino. Igualmente señaló que el subtítulo “sacude con un salto al tecnicismo y a la conceptualización del término ‘eólico’: “dejarse llevar constituye una fantasía de nuestra especie”, agregó la psicóloga mocana. Hizo alusión a esta frase de la novela: “Yo pude construir con la ayuda de los chicos mayores de mi vecindario un papalote cuyo objetivo fundamental era unir el cielo con el suelo”.  Dijo la también novelista Mata Vega que  “desde la mitología hasta los superhéroes de las historias  narran figuras humanas con la habilidad de moverse como las aves”, y que esto es un “simbolismo que van de la mano en un concepto de libertad o de poder”. Concluyó expresando la narradora interiorista que “esta novela es una agradable invitación a seguir enredándonos en los entresijos del viento”.

Bruno Rosario Candelier disertó sobre la vertiente estética de Los entresijos del viento. Expuso que con esta obra Freddy Bretón “se suma al conjunto de creadores mocanos que han asumido la palabra para escribir una novela”. En la tradición literaria de Moca  la novelística ocupa un puesto importante con escritores mocanos de novela y ensayos que han escrito sobre temas vinculados a su historia y  el caso de monseñor Freddy Bretón lo confirma, ya que “asume la historia de su familia, la historia de su paraje, el caudal de las vivencias que han nutrido su sensibilidad y su conciencia para escribir una novela”, lo que le da vitalidad, autenticidad y verosimilitud a su historia. Explicó el crítico literario que Freddy Bretón es un autor d una obra de ficción, puesto que la novela forma parte de la ficción: “La ficción implica en su contenido y su forma una invención”. La obra de Freddy Bretón “es una novela autobiográfica, una historia novelada, lo que indica que a los datos históricos que nutrieron su fabulación tuvo que fabular”, y añadió: “Lo que inventa el narrador es el lenguaje porque la sustancia que narra se lo da la realidad y eso lo recoge auxiliándose de la memoria”, lo cual fue imprescindible para escribirla ya que contiene datos autobiográficos. Rosario Candelier resaltó que el autor supo aprovechar lo que vivió y conoció desde su infancia, una trayectoria existencial que comienza con los primeros años de su vida, para lo cual se vale de la memoria y esto le dio el impulso para escribir”.

El director de la Academia Dominicana de la Lengua y presidente del Ateneo Insular destacó el hecho de que el autor procede de una familia que centraba la esencia de su vida en el fundamento moral de una conducta recta, de una vida fundada en valores y principios: “Freddy Bretón vivió ese ejemplo en su casa y cuenta una historia a partir de una disciplina, una religiosidad y una obediencia a un modo de vida ejemplar. Las personas mayores podrán darse cuenta de que lo que ellos vivieron en su infancia no es lo que se está viviendo en la actualidad, ya que hubo un cambio de la plataforma moral y espiritual en la que nuestros mayores fundaban sus vidas y educaban a sus hijos”. Igualmente dijo que el hecho de asumir la cultura campesina ha sido fundamental para el desarrollo intelectual, moral y espiritual de Freddy Bretón: “Y digo más,  la esencia de la cultura dominicana es esencialmente campesina, de tal manera que los genuinos dominicanos son los que han asumido la esencia de la cultura campesina en la que se fundan sus ideales, principios y valores, y ese es el sentido moral y el valor espiritual de la sabiduría ancestral que recrea la novela de Bretón”.

Monseñor Freddy Bretón agradeció a los ponentes sus respectivas disertaciones y de manera especial al autor de esta reseña quien lo motivó a escribir esa novela.  Freddy Bretón Martínez nació en Canca La Reina, Moca, el 15 de octubre de 1947. Nuestro ilustre mitrado de la Iglesia Católica ha publicado libros de poesía, narración, historia, testimonio y ensayo.

 

“Los entresijos del viento” de Freddy Bretón, Premio Nacional del Libro 2020

“Los entresijos del viento” (2019), novela “intencionalmente eólica” del escritor dominicano Freddy Bretón, ha sido galardonada con el “Premio Nacional del Libro Eduardo León Jimenes 2020”, seleccionada por el jurado de manera unánime, “después de leer y deliberar sobre las cincuenta y cinco (55) obras literarias recibidas”.  Una parte del laudo del jurado dice: “Freddy Bretón nos presenta en Los entresijos del viento su autoficción o ficción autobiográfica…Las reminiscencias fantásticas y oníricas se fusionan con sus viajes y el desarrollo de sus tareas profesionales, mientras el autor construye comunidades afectivas, examina y expone con gracia el contexto social y cultural que concurre en cada experiencia, tejiendo lazos de solidaridad espiritual”.  Que sea el mismo autor de la obra, en sus propias palabras escritas a manera de introducción del libro, quien nos guíe hacia la parte medular de su contenido: “En este libro relato las interioridades y peripecias de alguien, quizá las del viento…Refiero hechos históricos entretejidos con alguna fantasía, consciente de que a menudo la realidad supera a la ficción…En cuanto al tiempo conviene saberse que juego con los planos temporales agrupando o disgregando sucesos de acuerdo con las necesidades del relato…”

El Dr. Bruno Rosario Rosario Candelier, profesor, escritor, lingüista y Premio Nacional de Literatura 2008, en su prólogo de esta obra, titulado “Fragua de vivencias entrañables”, en uno de sus párrafos dice: “Al leer esta emotiva evocación de un pasado redivivo en las palabras del narrador, el lector podrá solazarse con las mansas noches de luna llena entre los trillos rurales, los viejos vocablos del tesoro patrimonial del castellano antiguo, las vetustas costumbres de la cultura tradicional en una historia novelesca contada con el lenguaje popular y culto de una narración fluida, ligera y refrescante, impregnada de verosimilitud, el encanto novelesco de la inspiración autobiográfica, el dato criollista de una temática, la entonación empática del lenguaje y el aliento místico de una espiritualidad sagrada”. (Lincoln López, La Información, Santiago, 30.04.2020).

 

Carta de Aurora Egido, secretaria de la Real Academia Española

DE LA ACADÉMICA AURORA EGIDO,

SECRETARIA DE LA REAL ACADEMIA ESPAÑOLA

A

BRUNO ROSARIO CANDELIER

 

 

Madrid, 24 de abril de 2020

 

Don Bruno Rosario Candelier

Director

Academia Dominicana de la Lengua

 

Apreciado Director:

Muchas gracias por el reporte de actividades de la Academia Dominicana de la Lengua que nos ha hecho llegar y de las que informaremos a los académicos de la RAE.

Le felicito a usted y a todos los miembros de esa corporación de su digna dirección por mantener vivo y activo el trabajo académico en estos tiempos tan difíciles que nos ha tocado vivir.

Gracias a las tecnologías digitales, la Real Academia Española también continúa con su ritmo de trabajo, no menos intenso por llevarlo a cabo a distancia.

Junto con mis mejores deseos de salud y bienestar, le envío un muy cordial abrazo.

 

Aurora Egido

Académica y secretaria

de la Real Academia Española

 

 

 

 

CONVERSATORIO LITERARIO CON RITA DÍAZ BLANCO

Un conversatorio con la poeta y narradora Rita Díaz Blanco tuvo lugar en el marco del taller literario Pedro Mir, de la Biblioteca Juan Bosch, bajo la conducción del suscrito.

Además de poeta y narradora, Rita Díaz ejerce la docencia, tiene inquietudes lingüísticas y es miembro correspondiente de la Academia Dominicana de la Lengua. Al iniciar, Bruno Rosario Candelier le preguntó sobre sus inicios en el arte de la palabra y cuestionó cómo nace en la joven escritora su vocación literaria, a lo que la poeta respondió que la vocación literaria está en ella desde muy pequeña, porque su madre ponía énfasis en la lectura.

Contó que sus padres siempre estuvieron pendientes de que en su casa no faltara un libro: “Siempre llevaban algún material para leer y nos instruían con la lectura”, dijo Rita Díaz.

Relató que al principio escribía cosas de niños, después fue perfilando otra dimensión. Luego empezó a leer obras literarias y a escribir cuentecillos y poemas. En su formación intelectual influyeron los autores Gustavo Adolfo Bécquer, Rosalía de Castro y Miguel de Cervantes con el bienhechor influjo magisterial de Pura Emeterio Rondón.

Comentó que los escritores dominicanos que influyeron en su formación intelectual fueron Juan Bosch, Pedro Mir, Hilma Contreras y escritores de la Generación del 48.

Comentó que empezó a ser profesora de literatura antes de graduarse y se enamoró de la literatura. La mayor dificultad que ha experimentado con las personas a las cuales ella quiere inyectarle ese interés por la creación es la distracción: “Los estudiantes están siendo bombardeados por Facebook,  las redes sociales y la música degradante”, señaló.

Rita Díaz manifestó que a los estudiantes les da vergüenza que los demás sepan que escriben poesía o narraciones, porque se mueven en un mundo que le dice que lo que está bien es la música con palabras denigrantes y con violencia. Explicó que la creación literaria permite, aparte de ser uno mismo, expresar ideas. La creación literaria es la posibilidad de hacer cosas nuevas con las mismas situaciones.

Para dar a conocer cómo escribe, la narradora compartió un pasaje de su obra La leyenda de Annani, dirigida a niños.  La maestra explicó que lo que despierta el conocimiento en un niño es la motivación que tiene los padres para hablarle. La lengua materna es esencial para el desarrollo del pensamiento porque pensamos con la lengua. El pensamiento y el lenguaje se van desarrollando y es con nuestra lengua materna como se hace. Nuestro cerebro se va amoldando de acuerdo a las ideas que nosotros recibimos.

La profesora respondió algunas inquietudes del público, entre ellas la perspectiva de la didáctica, que enfoca su libro Propuesta para la enseñanza de la literatura y de la escritura de textos, enfocado en la escritura como proceso, ya que los estudiantes actuales no tienen cultura de trabajo intelectual. Esa cultura no se va a lograr en la universidad, sino cuando están en el proceso de formación básica: “Si afianzamos las producciones escritas en nivel medio, tendremos otro tipo de estudiante en la universidad”, dijo.

Rita Díaz aclaró que su literatura está dirigida a públicos diferentes, pero señaló que a veces el escritor se encuentra con la realidad de que quien lo está leyendo no era a quien lo había dirigido.  El conversatorio literario terminó con un pensamiento que motiva la labor de creación de Rita Díaz: “La palabra tiene el poder de llevarte adonde tú quieras”.

Santo Domingo, 14 de marzo de 2020.

 

LEÓN DAVID PRESENTA POEMARIO DE LEOPOLDO MINAYA

En un encuentro literario celebrado en Nagua con académicos de la lengua y poetas interioristas, el ensayista, crítico, poeta y académico Juan José Jimenes Sabater, conocido como León David, presentó una disertación sobre la lírica del poeta Leopoldo Minaya ante una audiencia de profesores, estudiantes y dirigentes universitarios del Centro UASD-Nagua donde le tributamos un homenaje al destacado poeta nagüero.

La mesa de honor, presentada por Luis Quezada Pérez, la ocuparon el director de la Academia Dominicana de la Lengua, Bruno Rosario Candelier; el narrador y académico Rafael Peralta Romero; el poeta interiorista Leopoldo Minaya y el Premio Nacional de Literatura 2020, León David.

Rafael Peralta Romero presentó la semblanza de Leopoldo Minaya, nativo de El Factor, comunidad de Nagua. Sus estudios escolares los realizó en Nagua y los universitarios en la UASD. Ha publicado los libros Oscilación de péndulo (1977-1981), Preeminencia del tiempo (1983-1989), La hora llena (2000-2007). Su cuento “De los dos Quijotes” fue galardonado en España. Peralta Romero dijo que Leopoldo Minaya es esencialmente poeta por formación, dedicación y temperamento.

León David disertó sobre La hora llena de Leopoldo Minaya y dijo que justipreciar las prendas que exornan a un poeta glorioso cuya obra lo enaltece y lo vuelve espléndido, prodigioso e irremplazable es un desafío. Expresó  que  “el más pujante y perspicaz  intelecto, aplicado a desentrañar el enigma de la palabra poética, por mucho que nos favorezca con feraz cosecha de observaciones atinadas, dejará siempre escabullirse lo esencial: la emoción estética que la creación suscita y la visión inefable de unidad, integración y coherencia con la que el símbolo poético gratifica y alienta”. Y subrayó: “Todo bardo de genuina prosapia, cuando henchido de lírico embeleso levanta su palabra hacia las diáfanas latitudes de la poesía no puede sino cantar”, y citó: “¿Qué impulso de la luz no se detiene/si lo ordena el vacío de tus ojos?/Ante ti, como al soplo, me prosterno/ ante ti, como el vado, me arremango/abruptas crepitaciones del carbón./Oh, la piedra que cae más severa/ya deshecho el costado,/¿dónde lo que vi, lo que amé y lo que fuera?”.  Destacó de Leopoldo Minaya, “El último regreso”, que “merece figurar en sitial de honor en la más selecta antología de la poesía en lengua española”, dijo León David.

Para la valoración de Leopoldo Minaya, el autor de esta crónica expresó: “Cuando tuve la suerte de conocer a Leopoldo Minaya de inmediato me di cuenta de que se trataba de un hombre bueno y noble, un caballero de la palabra, un autor con dotes excepcionales para la creación literaria y, sobre todo, de un intelectual y creador que tiene mucho que aportarle al país como lo ha hecho mediante sus obras literarias”. Expresó que en este encuentro literario en Nagua, los escritores del Movimiento Interiorista y una delegación de la Academia Dominicana de la Lengua, que representa, tributan “este reconocimiento a Leopoldo Minaya por el aporte de su obra a la literatura dominicana”.

Expuso el director de la ADL que Leopoldo Minaya tiene una voz genuina, pulcra y original con un aporte literario mediante el cultivo intelectual, estético y espiritual. Dijo que León David explicó la poética de Leopoldo Minaya desde un nivel profundo y luminoso para dar a conocer el sentido profundo de su poética “porque León David tiene la particularidad de que cuando escribe lo hace en el estadio más alto de la expresión estética y la teorización del lenguaje en función de la sabiduría y el profundo conocimiento de la palabra que tiene, y añadió: “La exégesis de León David requiere otra exégesis para entender lo que el poeta trata de transmitir”. Explicó que la poética de Leopoldo Minaya plasma la belleza sutil con sentido transcendente pues el poeta no se conforma con canalizar las sensaciones que su sensibilidad percibe, sino que va más allá porque en el trasfondo de la belleza hay la voz del misterio que tanto le apasiona en virtud de la riqueza espiritual que hay en la lírica de Leopoldo Minaya”.

Para Rosario Candelier la poesía de Leopoldo Minaya tiene la virtualidad de conectarse con la sabiduría espiritual del Numen y la sabiduría mística del Nous, que es el nivel más alto, más profundo y más luminoso al que acceden los iluminados, los místicos y los santos porque Leopoldo Minaya goza, en virtud de una especial sintonía espiritual de su conciencia sutil para trascender los espacios siderales y conectar con una sabiduría de la cantera infinita de la cual puede extraer conocimientos y verdades de muy antiguas esencias que solo los grandes poetas pueden captar cuando, desde los circuitos interiores de su cerebro, entran en conexión con esos niveles secretos del Universo al que llegan los poetas místicos. Por esa razón la lírica de Leopoldo Minaya refleja pureza de corazón y sabiduría mística. En “Retablo” escribió Leopoldo Minaya: “Un corderillo solo y herido entre los bosques/un corderillo solo podrá crecer la yerba/ la voz adolorida que clama entre sollozos./ Regrésame Pastor a tus rebaños, ámame/ noventa y nueve tienes/ noventa y nueve balan/noventa y nueve veces devolverás en calma/mas, el próximo giro no te será apacible y yo esperando ardiente de que Tú me llames./Llámame./¿Cómo podré yo solo cruzar los altos muros?/Mi sino es perecer, perderme en la montaña./Aborréceme Tú/que con aborrecerme tu Espíritu de amor me sentiré salvado./Todo misericordia me miras, me redimes/y yo lloro y me quedo como un niño entre tus brazos”.

Finalmente, el director de la ADL entregó un diploma de reconocimiento al poeta con la leyenda “Maestro del buen decir”. Leopoldo Minaya agradeció tan alta distinción a la ADL, al Ateneo Insular y a su pueblo de Nagua. Algunos de los amigos del homenajeado escritor aplaudieron la distinción al hijo esclarecido de Nagua recitando de forma espontánea poesías y loas a Leopoldo Minaya. La actividad culminó con un almuerzo a los escritores por el centro universitario.

Nagua, Centro UASD, 7 de marzo de 2020.

JORNADA REFLEXIVA SOBRE LA LENGUA MATERNA

A propósito del día internacional de la lengua materna, la Academia Dominicana de la Lengua y la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra compartieron una jornada reflexiva sobre el influjo del español en el desarrollo cultural.

Bruno Rosario Candelier habló sobre la lengua materna y explicó que cada país tiene su lengua, por lo que el concepto de lengua materna es válido, no solo para la lengua española, sino para todas las lenguas ya que se le llama lengua materna al idioma en el que nos cría la madre que nos amamanta, protege y educa. Mediante la lengua materna recibimos nuestra formación intelectual, afectiva y espiritual.

   En su intervención sobre “La lengua materna en el desarrollo de la conciencia”, el director de la ADL, Bruno Rosario Candelier, resaltó el rol de la madre en la formación biológica, psicológica, intelectual, estética, moral y espiritual en la forja de la conciencia de sus hijos y subrayó el impacto del afecto y el lenguaje como los factores determinantes en la activación de las neuronas cerebrales de los niños.

Expresó este expositor que para los dominicanos la lengua materna es la española y, desde luego, eso tiene implicaciones sociales, intelectuales, psicológicas y espirituales en el desarrollo de la conciencia: “La madre es la protagonista de ese desarrollo y esa formación. Es la primera persona que entra en contacto con su criatura. Su particularidad radica en que lo hace con genuino amor. Nadie en el mundo ama tanto como la madre; de ahí es la importancia de la lengua materna en el desarrollo espiritual”, comentó Rosario Candelier.

Subrayó que la lengua materna es clave para el desarrollo de la capacidad intelectual, para entender la realidad, asimilar una cultura y saber instalarnos en la cultura donde nacemos: “La lengua materna influye en el desarrollo del intelecto, clave para el desarrollo normal del niño. Con el desarrollo del intelecto se activa la intuición, fundamental para entender la realidad y desarrollar la creatividad. Esas son las primeras manifestaciones de la lengua materna en la criatura que comienza a tener contacto con las palabras de su madre y a entrar en contacto con el mundo a través de sus sentidos corporales”, consignó.

Este disertante añadió que es clave el lugar donde cada persona se cría y se desarrolla, porque va a recibir el influjo telúrico y social a través de la gente con las cuales se relaciona; el influjo cultural a través del lenguaje porque mediante la lengua vamos a recibir la formación que permite instalarnos en el mundo: “De ahí la importancia de la lengua materna en la gestación de la cultura y la formación de los individuos y de los pueblos. Para el desarrollo de la personalidad la madre es determinante ya que somos lo que nuestra madre ha hecho de nosotros. El rol materno en la formación intelectual y el desarrollo de la cultura es fundamental para entender el desarrollo de una familia y de una comunidad”, explicó el doctor Rosario Candelier.

La Dra. María José Rincón, lexicógrafa y académica de la lengua, en su turno presentó a los estudiantes el Diccionario del español dominicano. Comentó que quienes nos educamos en la lengua española como lengua materna hemos de tener conciencia de que compartimos esa lengua con más de quinientos millones de adultos. No somos hablantes de una lengua pequeña, sino hablantes de una lengua histórica desarrollada a lo largo de muchos siglos y compartimos nuestra lengua con veintidós países adicionales.

Refirió que somos hablantes de una de las mayores lenguas maternas del mundo y que además de ser nuestra identidad personal y nacional, es también la identidad de una comunidad de hablantes muy importantes. Todos somos hablantes de la lengua española, pero la lengua española tiene una característica muy particular: es rica en variantes y todas esas variantes tienen el mismo nivel de aceptación y de apreciación por parte de los hablantes de esa lengua: “Por esa razón en la Academia Dominicana de la Lengua elaboramos el Diccionario del español dominicano y los diccionarios fraseológicos, de símbolos, de mística y de refranes. El hecho de que haya un diccionario que recoja las palabras y las acepciones particulares de nuestra comunidad hace que podamos enriquecer la lengua materna en la que nos criamos”, comentó la charlista.

Dijo que el Diccionario del español dominicano es un diccionario de uso y recoge más de once mil palabras. La lexicógrafa explicó algunas acepciones y dominicanismos que se encuentran en dicho diccionario. La académica comentó que cada uno de los hablantes tiene la responsabilidad acrecentar la lengua materna y transferírsela a las generaciones que vienen para mantener no solo la unidad de la lengua, sino la variedad dominicana de la lengua con todo el aprecio que se merece, subrayó en su exposición la académica.

Luis Quezada, correspondiente de la ADL, habló de cómo el niño puede forjar la inclinación espiritual y estética desde la lengua materna. Dijo que la lengua es un camino de espiritualidad y esteticidad, y “si sabemos orientarlo desde una sana perspectiva de interioridad, donde el niño, a la vez que disfruta jugando, exterioriza toda su riqueza interior, cargada de una gran sensibilidad espiritual y estética, que muchas veces la escuela no sabe suscitar”.

Quezada explicó que la niñez es una etapa de la vida marcada por la dimensión lúdica, que nos permite a través del juego desarrollar la inteligencia, la imaginación y la intuición. Definió la educación como el proceso de suscitar valores espirituales, estéticos, éticos y epistemológicos en una conciencia en proceso de formación. Señaló que en la niñez tenemos una disposición especial para vibrar con lo bello y lo bueno. Estos dos trascendentales del ser (lo bello, estética; y lo bueno, ética), son primarios a la verdad y la lógica, en el pensamiento y en la inteligencia del niño. Epistemológicamente, lo estético y lo ético son primarios en el niño, con relación a lo lógico.

Manifestó que la educación inicial está fundamentada en cinco aspectos importantes para el desarrollo de la inteligencia racional y la inteligencia emocional: los cuentos, los cantos, los juegos, los dibujos y los trabalenguas. La lengua y la literatura, tanto oral como escrita, son un camino privilegiado para entrar en el mundo interior de los niños y hacer que broten desde allí riquezas espirituales y estéticas. Y la inclinación natural hacia lo espiritual y lo estético facilita la forja que permite la creación de hábitos estéticos y espirituales. El teólogo explicó que facilitar espacios donde los niños escriban sobre un cuento conocido o inventado por ellos es ocasión propicia para el educador descubrir sus condiciones para la narrativa. También retar los niños a leer y redactar poesías puede orientar en la búsqueda de su identidad estética y espiritual. “Los niños son de por si poetas que hacen poesía con su vida, pero no las escriben. Con los cantos podemos organizar corales y analizar con ellos canciones para despertar su sensibilidad literaria y estética”, expresó el intelectual. “Creo que lo que nos falta es tener un educador a la altura que demandan nuestros tiempos”, consignó el destacado pensador.

La actividad cultural, presentada por la escritora Ibeth Guzmán, fue amenizada con la lectura de los cuentos “La canastica de las palabras” y “Mi madre y la violencia”, de los narradores y académicos Rafael Peralta Romero y Miguel Solano, respectivamente.

Al final de la jornada, los estudiantes intervinieron con preguntas, comentarios y felicitaciones a los panelistas.

Santo Domingo, ADL/PUCMM, 4 de marzo de 2020.