¡Ay!, la coma

Mucha gente hay por ahí que cree que la ortografía es solo saber cuándo poner o no una hache o elegir entre la be y la uve. Existen además, para los que no lo sepan, los signos ortográficos. Usarlos mal o no usarlos cuando son necesarios también constituye una falta de ortografía de esas que, al menos antes, los maestros rodeaban de un acusatorio círculo rojo.

Entre los signos de puntuación destaca, por su especial dificultad, la coma. Por experiencia propia creo que lo más acertado para mejorar nuestro manejo de la coma es ir puliendo poco a poco las situaciones en las que hay que usarla y en las que no.

Un contexto en el que todos los días echo en falta la coma es en las interjecciones. Estas expresiones exclamativas, formadas por una o más palabras y más frecuentes de lo que pensamos, tiñen de expresividad nuestros escritos. Conservan cierta autonomía sintáctica dentro de un texto y, por esta razón, deben escribirse delimitadas por comas. ¡Ni modo!, tendremos que aprender a usarlas.

Las expresiones que usamos como fórmulas de saludo o despedida se consideran interjecciones y siguen esta misma regla. Todos podemos aplicarla cada vez que escribimos un correo electrónico y lo encabezamos con un coloquial Hola, amigos o con un más formal Buenos días, señores y señoras.

¡Ay, caray! Vaya, vaya, mira por dónde vamos buscándole la vuelta a esa coma. Un poco de práctica y, ¡eureka!, lo habremos conseguido.

© 2014 María José Rincón González

Anillo – acceder – pertussis – prurito

ANILLO [Le viene como anillo al dedo, invisible pero eficaz]

No es un secreto lo que significa la palabra anillo para todos los hablantes del español internacional. Pero hay otro anillo que viene al dedo tratar en estos comentarios acerca de la lengua.

El anillo a que se refiere esta sección es conocido en Honduras y Nicaragua de acuerdo con lo que consigna el Diccionario de americanismos de la ASALE (2010).

El país que no aparece en esa mención es República Dominicana donde ese anillo es también un ‘grupo de personas que circundan algo o a alguien’, según el citado diccionario.

No hace falta argüir mucho para convencer a los hablantes del español dominicano de que entre ellos se habla de este anillo si se les recuerdan los famosos anillos que rodearon al presidente Joaquín Balaguer. Otro anillo famoso es el que se forma y se reconoce como “anillo palaciego” que se da a conocer cada vez que surge un nuevo gobierno.

Hasta esta fecha no se ha encontrado mención de este anillo en ninguno de los diccionarios de español dominicano. La omisión no deshonra el trabajo que se ha hecho en años recientes para documentar todos los vocablos dominicanos que poseen acepciones diferentes al español común.

Con ese sentido del humor de que hace gala el dominicano no faltará quien levante su voz para asegurar que también hay “anillitos” en los casos en que los funcionarios rodeados no son tan encumbrados como los presidentes, de esta forma podrán los anillitos juntarse con los “barrilitos” y “cofrecitos”.

 

ACCEDER [Algunos verbos necesitan de una preposición]

«El Estado, tras mencionar una decisión de 1972 de la Corte Suprema, ACCEDIÓ que la nueva definición del matrimonio le corresponde exclusivamente al estado. . .”

No hay necesidad de darle muchas vueltas al asunto para darse cuenta de que en la cita hay algo que anda cojo. Después del verbo acceder debe colocarse la preposición A.

El Diccionario panhispánico de dudas, (2005), al ocuparse del tema del verbo acceder lo hace de la manera siguiente: ‘Es intransitivo y se construye con un complemento con a’ Para imprimirle más carácter a la obligatoriedad añade: ‘En ningún caso debe suprimirse la preposición’.

Queda claro que no se trata de un asunto de preferencias personales en la redacción. Si es un verbo intransitivo que actúa como tal con eso se expresa que no admite complemento directo.

 

PERTUSSIS [Un latinajo innecesario]

«. . .comparado con un 86 por ciento de los que han recibido la vacuna Tdap, que incluye el tétanos, difteria y PERTUSSIS”.

Si la reacción de los lectores es de extrañeza con respecto de esta voz del título, eso no constituye sorpresa para el redactor de estas apostillas al idioma. Por el entorno hay que deducir que se trata de una enfermedad, a pesar de que está nombrada en lengua extraña. Por su condición de foránea, la voz en el epígrafe se marcó con itálicas.

La palabra procede del latín, de dos voces, per y tussis. La primera significa completamente, totalmente; la segunda, tos. En inglés usan esa palabra para mentar la “tos ferina”.

No había necesidad de que se rindiera el traductor de la reseña pensando que se trataba de un vocablo del latín, pues esa voz se utiliza en inglés cuando no desean usar en esa lengua whooping cough que es la otra denominación en esa lengua para la misma enfermedad.

Lo que no detuvo al intrépido traductor fue un término del inglés que lo llevó a escribir un término no sancionado aún, meningocócica. No puede pasarse por alto que estos desaciertos se encontraron en una noticia servida por la más famosa agencia española de noticias internacionales.

Para aquellos que no recuerden la tos ferina, esta es una enfermedad infantil infecciosa muy contagiosa de las vías respiratorias, que comienza con un estado catarral y se caracteriza por accesos violentos de una tos seca persistente.

El segundo elemento del nombre común de la tos ferina en inglés, whooping, alude al sonido que hace el enfermo al aspirar aire después de los ataques de tos.

 

PRURITO [Con este prurito no hay que rascarse]

“La pregunta nos remite a la condición humana que es muy susceptible a las seducciones y el PRURITO de tener lo que tiene el prójimo. . .”

El estudio de este vocablo se hace interesante por el uso que el columnista de la cita hace de este. Más aún, hay una utilización que se ha detectado en otras ocasiones que no se compadece con lo reconocido por los diccionarios del español general.

En esta sección se repasarán las acepciones de los diccionarios; las que el uso está introduciendo y otra que no guarda relación con ninguna de las anteriores.

La primera acepción que viene a la mente para prurito es la de picor intenso, lo que se conoce en América por picazón o comezón; estas dos voces con el aumentativo incorporan la intensidad.

La otra significación tradicional es la de deseo vehemente -persistente- y exagerado de hacer una cosa de la mejor manera posible. El Gran diccionario Larousse de la Lengua Española añade a esas ya mencionadas la que se refiere a una ‘inquietud interior de insatisfacción’.

La tendencia del habla se halla reflejada en lo que asienta el Diccionario del español actual, donde se encuentra prurito como: ‘Deseo incontenible [de algo]’. Con la lectura de esta acepción se comprueba que ya no se trata solo de ‘hacer una cosa de la mejor manera posible’ como lo consignan el diccionario de la Real Academia, el Larousse antes mencionado y el Diccionario de uso del español.

Llegado a este punto hay que volver la mirada al uso que se ha oído en República Dominicana para prurito. Algunos hablantes allí lo usan en funciones equivalentes de “vergüenza, empacho”. Se recuerdan oraciones parecidas a las siguientes: “No lo hizo por prurito”. «El prurito de no hacerlo bien le impidió actuar”.

Sería interesante estudiar a fondo el significado especial en español dominicano del vocablo examinado en esta sección. Una vez identificado el empleo que se afirma aquí que tiene, consignarlo en los diccionarios correspondientes.

 

© 2014 Roberto E. Guzmán

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Árbitro de palabras

Los cambios en nuestra forma de vida nos familiarizan con nuevas palabras. Cuando los lexicográficos académicos se cercioran de que estas palabras han llegado para quedarse (o al menos eso parece) empiezan un proceso complejo para su inclusión en el Diccionario de la lengua española (DRAE). La semana pasada hablamos de la creatividad léxica en la tecnología pero las inclusiones no se limitan a este campo. Leer más

Más madera

Nuestro mundo cambia, a veces aceleradamente. Estos cambios se reflejan en la lengua y hacen imprescindibles las nuevas ediciones de los diccionarios. La Real Academia suele hacerlas cada diez años.

Cuando hablamos de una nueva edición de un diccionario lo que despierta mayor interés es la incorporación de nuevas palabras. Si la selección de palabras está bien hecha las nuevas incorporaciones nos sorprenden porque no podemos imaginar cómo no estaban incluidas en la edición anterior.

La tecnología aporta algunas voces que se han convertido en cotidianas. Hagamos un repaso. El Diccionario de la lengua española (DRAE) incorpora un artículo dedicado a salvapantallas y a sus dos acepciones: la lámina protectora de la pantalla y la imagen que se activa cuando no usamos la computadora. Los SMS también han entrado en diccionario académico (ahora que ya casi no los usamos). También encontramos un artículo nuevo dedicado a USB y un añadido en la entrada dedicada a memoria para acoger a las memorias USB. El blog y los blogueros han adquirido carta de naturaleza. A algunos nos gustaba la propuesta de usar el hermoso patrimonial bitácora pero debemos admitir que, al fin, usábamos siempre blog. Así mismo se ha añadido la acepción informática de enlace (‘conjunto de caracteres que se usa como dirección para acceder a más información’) y se ha enmendado el artículo dedicado a sitio para que incluya sitio web.

Los omnipresentes teclados y pantallas han cambiado nuestra forma de trabajar, de comunicarnos y, en definitiva, de vivir. No es nada raro que transformen también nuestra forma de hablar y escribir y, por lo tanto, nuestros diccionarios.

© 2014 María José Rincón González

Beneficios – detective – sindicato – enfermera practicante – correr

BENEFICIOS

“. . .sino para llenar planillas de solicitud de empleos, seguro social, BENEFICIOS del gobierno, residencia y otros trámites”.

Los hispanounidenses (personas de habla hispana que residen en los Estados Unidos) hace largo tiempo que se expresan de la forma en que aparece en la cita. Con mucha frecuencia utilizan el vocablo “beneficios” para referirse a algo que fuera del medio en que se desenvuelven no transmite el mensaje para el cual se propone el vocablo. Leer más

Esquinita – enfriar – remover (remoción) – remarcar – autoridad

ESQUINITA
Esta voz en diminutivo tiene una connotación en el habla de los dominicanos que no se ha encontrado en ningún diccionario de los consultados con el propósito de documentar una acepción de diccionario para esta. Leer más

Palo si boga

Una entrada es el texto que el diccionario dedica a cada palabra y en el que se incluye toda la información gramatical y de uso y, por descontado, la definición de las acepciones. Hay entradas de los más diversos tamaños. Buscando ejemplos de entradas copiosas en el Diccionario del español dominicano me topé con que una de las más largas es la que se le dedica al sustantivo palo. Una de las razones es que con él se han formado muchas expresiones que perviven a lo largo de los siglos. Leer más

Los paréntesis

INTRODUCCIÓN

Los paréntesis [( )] son un signo doble de puntuación que se usa generalmente para insertar en un enunciado oraciones y frases incidentales, palabras, cifras, siglas, etc. La palabra paréntesis proviene del griego parenthesis, que significa ‘poner a un lado’.

Gráficamente, los paréntesis se representan mediante dos signos de forma curva, parecidos a dos segmentos de circunferencia que se enfrentan por sus partes cóncavas [( )]. En el siglo XVII, el gramático español Bartolomé Jiménez Patón los describía como “un círculo grande, partido por medio, que abraza la razón inserta”. Leer más

Consecuente – rebelarse (revelar) – subliminal (*subliminar) – prospecto

CONSECUENTE

“He sido siempre CONSECUENTE, lo que pensé ayer lo pienso hoy, no me gusta. . .”

En la frase que consta más arriba se encuentra el vocablo del título utilizado de acuerdo con la acepción que corresponde a las personas. Se refiere a quien conforme con sus principios.

Ahora bien, la razón por la cual se somete a estudio este adjetivo es porque en la República Dominicana se ha oído -y probablemente leído- la palabra del título usada con otra significación. Desde el principio hay que dejar constancia de que no se cuenta con un texto a este respecto que se pueda citar como ejemplo del antes mencionado uso. Se obra en este caso conforme con los recuerdos que se guardan con relación a este uso. Leer más

Gutenberg

Las aguas del Rin nos condujeron a Maguncia (Mainz, en alemán). En un hermoso edificio cercano a su espléndida catedral románica entramos en una enorme bóveda blindada. Dentro de una urna a media luz, lejos del sol que nos había acompañado en las calles de la antigua Maguncia, resplandecen las dos primeras Biblias de 42 líneas, los dos primeros libros impresos, hermosos por sí mismos y también, y sobre todo, por lo que representan; un ambicioso proyecto hecho realidad por un hombre extraordinario que puso su talento al servicio de la humanidad. Leer más