ENTREVISTA A BRUNO ROSARIO CANDELIER SOBRE EL ROL DE LA ACADEMIA DE LA LENGUA
Periodista Mayté Prado: Gracias por acompañarnos en el programa “Con la familia por una sociedad en valores”. En esta entrega nos acompaña una persona muy especial, a propósito del 85 aniversario de la Academia Dominicana de la Lengua. Con nosotros, el Dr. Bruno Rosario Candelier, director de la institución.
Dr. Bruno Rosario Candelier: Muchísimas gracias, Mayté. Me complace participar en esta entrevista ya que es una manera de difundir conocimientos, actitudes y valores desde la lengua, la literatura, la cultura y las manifestaciones del saber que implican el desarrollo intelectual y el crecimiento de la conciencia.
Periodista: ¿Cuáles son las funciones de la Academia Dominicana de la Lengua en República Dominicana?
Dr. Rosario Candelier: La Academia Dominicana de la Lengua es una institución afiliada a la Real Academia Española, cuya sede está en Madrid, España. Desde su fundación se ha consagrado al estudio de la lengua y el cultivo de las letras con el objetivo de preservar el genio del idioma que nos vincula a los hispanohablantes. Las Academias de la Lengua en Hispanoamérica tienen el mismo objetivo en defensa de la lengua española para contribuir al mejoramiento de la formación lingüística, al conocimiento de la lengua y al desarrollo de la creatividad verbal de parte de los usuarios, es decir, como institución realizamos actividades concebidas justamente para promover un mayor conocimiento del idioma, crear conciencia de la lengua y ensanchar nuestro horizonte intelectual, porque los hablantes que tienen conciencia de su propia lengua se preocupan por dominar sus códigos esenciales, como la gramática, el vocabulario y la ortografía; se esmeran en conocer con propiedad el vocabulario de nuestra lengua, en conocer con precisión la gramática y la ortografía para aplicar el buen decir, que ha sido una aspiración de los buenos hablantes en todo el mundo hispánico. El trabajo que hacemos procura fomentar en los hablantes dominicanos el conocimiento de nuestra lengua y la valoración de nuestras letras, base de la formación intelectual y de las disciplinas que fundan nuestro saber.
Periodista: ¿Por qué es tan importante el conocimiento de la lengua en los pueblos, en las naciones?
Dr. Rosario Candelier: Porque de la lengua depende no solo la buena comunicación entre los propios hablantes, sino el horizonte intelectual y el conocimiento del mundo, es decir, la lengua es la base de la formación académica y de la propia cultura. En todas las culturas, la clave especifica y distintiva de su saber es su lengua. Si hablamos de la cultura hispánica es la lengua española la que funda esa cultura, que es la nuestra; si hablamos de la cultura inglesa es el inglés, etc. Entonces, la lengua es la clave del desarrollo intelectual, porque nos provee lo que necesitamos conocer para socializarnos en una cultura, para desarrollarnos en una comunidad, en una historia, en una familia, en una cultura con todo lo que eso implica. Sin el conocimiento de la lengua no es posible ningún otro conocimiento, en cualquier área del saber, en el orden artístico y científico.
Periodista: En el caso nuestro, que la lengua española es nuestra lengua materna, ¿cómo ha evolucionado en la República Dominicana?
Dr. Rosario Candelier: La evolución de la lengua española ha ido pareja al desarrollo cultural de nuestros pueblos. Si nos remontamos a siglos pasados, vamos a encontrar el uso de la lengua como se hablaba en esos tiempos. La lengua evoluciona con el cambio de la sociedad y el desarrollo de la cultura. Entonces, si enfocamos en este momento histórico la realidad de nuestra lengua, podríamos apreciar diferentes estamentos, porque la lengua como la sociedad es exactamente un reflejo de su cultura. En una sociedad donde hay estamentos cultos, populares, profesionales, lo mismo de la cultura urbana que de la cultura rural, hay variadas manifestaciones en el desarrollo del pensamiento y la sensibilidad espiritual y estética. De la misma manera se manifiesta el desenvolvimiento de la lengua en los diferentes hablantes de los diferentes ambientes.
No podríamos hacer una ponderación general del compartimiento lingüístico de los dominicanos, sino que habría que especificar ese compartimiento, porque como puedes comprender, no es lo mismo evaluar la forma como habla un obrero que no ha pasado por la escuela, frente a la manera como se expresa un profesional con carrera universitaria o frente a un hablante culto con conciencia lingüística, ya que ese hablante tiene un mejor dominio de su instrumento de expresión.
El desenvolvimiento de la lengua va parejo al desarrollo de la cultura pero, en general, se puede decir que el desarrollo del español dominicano es similar al nivel de desarrollo cultural de sus hablantes. Si hablas con un campesino iletrado, de parajes apartados de nuestros campos, puedes apreciar una forma de hablar diferente a la de jóvenes habituados al uso de la computadora, celulares e internet, así como de lectores que hacen uso de la palabra con un más alto nivel de formación escolar.
Periodista: Con ese desarrollo o esa modernidad hay dos elementos que no se veían antes y es la instrumentación del lenguaje de género y el tema de los medios sociales y cómo estos contribuyen al enriquecimiento del idioma. Yo quisiera que nos diera su opinión al respecto.
Dr. Rosario Candelier: Con relación a lo que algunos llaman “lenguaje de género”, expresión inexacta porque lo correcto es decir “lenguaje de sexo” cuando se habla para diferenciar la expresión propia del hombre o de la mujer. Entonces, ocurre que, lo que han encauzado las feministas con relación al uso de “los y las”, “todos y todas”, las academias rechazan ese sexismo lingüístico del doble género gramatical, ya que desaprobamos esa doble forma de expresión por una razón muy sencilla: si decimos “los dominicanos”, en esa frase están incluidos todos los ciudadanos, hombres y mujeres, que tienen la ciudadanía dominicana y en tal virtud son dominicanos todos.
Si decimos “saludos a todos”, no es necesario añadir “y a todas”, porque todos es un conjunto, incluye a cuantos seres humanos están presentes. Esa forma de expresión es un aspecto que las academias de la lengua no le dan su aprobación, como también desaprueba el femenino de miembro, ya que ese vocablo no alude a sexo, sino a la pertenencia de alguien a una entidad o grupo. Por esa razón la academia nunca autorizará ese uso porque es incorrecto. Por otro lado, si dices “Los y las dominicanas”, hay un error gramatical, porque “dominicanas” no concuerda con el artículo “los”, que está en masculino y plural; lo correcto sería “los dominicanos y las dominicanas”, pero sería redundante y sobreabundante expresarse de esa manera, porque se hace innecesaria esa doble expresión para aludir a la realidad de que estamos hablando.
Periodista: ¿Se está haciendo algún esfuerzo para utilizar un lenguaje más inclusivo en ese sentido?
Dr. Rosario Candelier: Cuando se habla del lenguaje inclusivo es un anhelo de las mujeres que quieren sentirse incorporadas, pero nosotros no estamos en contra de la inclusión de las mujeres en el ámbito social, cultural y laboral. La lucha que hace una mujer para su propio desarrollo, en cualquier manifestación de la vida, es una lucha válida que nosotros apoyamos. Lo que decimos en el ámbito del lenguaje es que hay una normativa concebida para preservar la unidad y la corrección de nuestra lengua, la normativa académica establecida para una expresión correcta y adecuada.
Periodista: ¿Cómo está afectando el internet al lenguaje?
Dr. Rosario Candelier: Hay una queja de parte de muchos hablantes con relación al uso del lenguaje en internet, por el hecho de que el sector juvenil hace un uso machacado de la lengua, ya que corta las palabras, no aplica la normativa ortográfica en la escritura, usa expresiones distorsionadas que no han sido aceptadas por el diccionario, ni por la gramática de nuestra lengua. A mí personalmente no me preocupa ese uso, porque la mayoría de los jóvenes que emplean ese lenguaje impropio, es un uso pasajero, ya que a medida que esos jóvenes sumen años y se vayan integrando a la vida social, cuando se compenetren con el mundo laboral, en el ámbito de trabajo donde tengan que desenvolverse como adultos no van a usar esa forma chabacana de la expresión, que motiva el apresuramiento del chateo.
El uso que hacen los jóvenes usuarios de internet, no es un modelo de la expresión, pero es una forma de lenguaje que a mi juicio será pasajera, es decir, no va a incidir definitivamente en el sistema de signos y de reglas que conforma nuestra lengua. Cuando esos jóvenes tengan que escribir una carta solicitando trabajo a una empresa no la van a escribir de la forma como lo hacen en internet, es decir, van a buscar la manera de escribir correctamente esa carta; por esa razón no hay que preocuparse demasiado por el lenguaje poco cuidado que emplean los usuarios en las actuales redes sociales.
Periodista: Ya pasando a otro tema, cada región tiene una forma de hablar diferente, ¿La Academia ha evaluado cuáles de esos pueblos se expresan mejor en su idioma?
Dr. Rosario Candelier: No lo hemos evaluado, porque ese aspecto en realidad no nos preocupa. Nos preocupa el hecho de las deficiencias idiomáticas en la expresión de la mayoría de los dominicanos, como la pobreza del vocabulario, las construcciones sintácticas deficientes y la limitación en la construcción de las oraciones. Para dar a conocer cómo es nuestro lenguaje, el español dominicano, la Academia Dominicana de la Lengua está trabajando en la confección de un diccionario de dominicanismos, con los vocablos propios del español dominicano y las expresiones propias de nuestro lenguaje. Se trata de dos diccionarios, uno terminológico y otro fraseológico, que esperamos dar a conocer en uno o dos años. En esos diccionarios podremos apreciar cuáles son las palabras y las frases propias del español dominicano.
Periodista: ¡Qué bueno que se está haciendo ese trabajo porque algunas veces identificamos al dominicano por ese tipo de palabras! ¿Puede darnos algún ejemplo?
Dr. Rosario Candelier: Por ejemplo, “guachimán”, que es una palabra dominicana formada de dos voces inglesas: watch y man, en español “hombre que cuida”. Así como esta palabra hay muchísimas, como concón, mangú, chaúcha, chin, etc., que son palabras que no las vas a encontrar en otros países. Esas palabras tienen la particularidad de que nos identifican. Fíjate en la palabra “can”, que en la lengua española significa ´perro´, pero en el español dominicano un can es una ´diversión´, un ´pasatiempo´.
Periodista: Ya para finalizar, reconocemos en esta entrevista que la Academia Dominicana de la Lengua está haciendo un gran trabajo, como es mantener y cuidar el español dominicano. Entonces, en ese sentido, nosotros los ciudadanos, ¿qué debemos hacer para cuidar nuestra lengua?
Dr. Rosario Candelier: Para cuidar nuestra lengua lo primero es valorar la propia lengua. La lengua es nuestro más alto bien cultural, porque en la lengua se funda nuestra cultura y, desde luego, nuestro desarrollo intelectual, estético, espiritual y científico; y por supuesto, base de la comunicación y de la creatividad.
El lenguaje es fundamental en el desarrollo del pensamiento y en la capacidad de conceptualización. Entonces, si queremos que nuestro país adquiera un mayor desarrollo en todas sus manifestaciones, debemos comenzar con la lengua misma. La mejor manera de darle importancia a la lengua es cobrar conciencia de lo que es, de la función que desempeña, porque la lengua no es solamente un instrumento de comunicación para establecer un vínculo con los demás. La lengua es el instrumento fundamental para el desarrollo de la conciencia, de los atributos que nos distinguen como seres humanos.
Fíjate en el detalle de que los animales no tienen una lengua. Los animales tienen un lenguaje, porque se comunican entre sí, pero no poseen una lengua, porque no tienen la capacidad para articular sonidos con sentidos, que es lo que da lugar a la formación de las palabras. El don de la lengua es atributo exclusivo de los seres humanos. Además del don de la vida, contamos con la lengua, que se manifiesta en el Logos, que es la energía interior de la conciencia, que permite ese desarrollo intelectual, el desarrollo del pensamiento, de la conciencia y de la creatividad.
Si aprendemos que el desarrollo intelectual y espiritual se logra por la palabra y el conocimiento de la lengua, entonces eso va a incidir en la misma apreciación que podemos desarrollar a favor de nuestra lengua.
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