ENCUENTRO INTERACADÉMICO EN S. JOSÉ, COSTA RICA
Tras la presentación protocolar, la Directora de la Academia anfitriona pronunció elocuentes palabras de salutación y bienvenida, subrayando la importancia del intercambio académico y ponderando la presencia de los Directores de las Academias americanas. Trazó un bosquejo de la historia de la Academia centroamericana y sugirió la realización de nuevos intercambios institucionales para fortalecer la misión de las Academias en sus respectivos países en tanto Corporación llamada a preservar los valores de nuestra lengua y potenciar su desarrollo entre los usuarios de la misma.
La reunión con los Directores se desenvolvió con la entusiasta participación de los académicos Alberto Caña, Adolfo Constenla Umaña, Miguel Ángel Quezada, Daniel Gallego, Samuel Robinski, Julieta Dobles, Ana Cristina Rossi, Armando Vargas Araya, Emilio Macaya Trejos y el Secretario de la Institución, Carlos Francisco Monje.
Estrella Cartín de Guier, Directora de la Corporación costarricense, es Licenciada en Filología por la Universidad de Florencia, Italia. Ha publicado interesantes estudios sobre los principales narradores hispanoamericanos y ha ejercido la docencia de lengua y literatura en la Universidad de Costa Rica. Alfredo Matus Olivier, Director de la Academia Chilena de la Lengua, es Doctor en Lingüística Hispánica por la Universidad de Santiago de Chile y ha publicado valiosos estudios sobre el estado del español en Chile. Ha laborado como profesor invitado en varias universidades europeas y americanas y colabora en la nueva edición de la Ortografía de la lengua española. Bruno Rosario Candelier, Director de la Academia Dominicana de la Lengua, es Doctor en Lingüística Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid y ha publicado varios libros sobre temas de lengua y literatura. Los tres directores han colaborado en el Diccionario de Americanismos, el Diccionario panhispánico de dudas y el Diccionario de la Real Academia Española.
En su intervención, el Director chileno enfatizó el hecho de que la lengua española está ‘en alza’ en la estimación de los países que la adoptan como su segunda lengua en virtud del esplendor del idioma de Cervantes en el mundo. Ponderó la labor de las Academias de la Lengua bajo la orientación de una ‘política panhispánica’, razón por la cual los principales códigos de nuestra lengua (Diccionario, Ortografía y Gramática) aseguran la ‘unidad’ de la lengua mediante el cuidado planificado del medio idiomático que nos cohesiona, identifica y proyecta en el concierto universal de las naciones.
La entusiasta recepción que organizó la directora de la Corporación centroamericana evidenció la fraternidad que enlaza a las instituciones de la lengua en nuestro mundo hispánico. En mi intervención, ponderé la alta valoración que de Costa Rica tenemos en América y la honrosa distinción que significa la cordial acogida del pleno de los académicos costarricenses. En este intercambio de tres Academias Hispanoamericanas, el Secretario de la Academia anfitriona, Dr. Carlos Francisco Monje, propuso un Acuerdo de Coparticipación Académica entre las Academias de Centroamérica y el Caribe, que el suscrito acogió por considerar que irá en beneficio de la misión que nos compete como organismo defensor de la lengua española.
En horas de la mañana participamos en un programa cultural de Radio Universidad de Costa Rica, en el que cada Director dio a conocer el propósito de nuestra presencia en el país centroamericano. La entrevista la realizó la poeta y dirigente cultural doña Helena Ospina Garcés.
El espléndido almuerzo que ofreció la ilustre Directora anfitriona, compartido con los académicos de Costa Rica, se desarrolló en un ambiente de camaradería y entusiasmo, tras el brindis de finos vinos y un suculento manjar, que dio lugar a una amena tertulia sobre temas, inquietudes y motivos comentados por los comensales. El almuerzo tuvo lugar en el hotel Buganvilia, en las afueras de San José, ubicado en un espacio rodeado de hermosos jardines en los que sobresalían veraneras, orquídeas, tulipanes, bromelias, hortensias y gladiolos. Con razón florecen tan hermosamente en un país, como Costa Rica, agraciado con un pueblo solidario, amable y noble y el encanto de una naturaleza paradisíaca, esplendorosa y jocunda. Entonces evoqué los versos sonoros y elocuentes de la poeta costarricense Julieta Dobles, cuando se inspiró al decir: “Yo quiero, amor, / no una sino diez veraneras, /buganvilias de oro, veraneras de sangre, / buganvilias de nieve o de naranja y alba. /Que trasmuten la espiral del verano/ y hagan del Sol un huésped/ en las tapias rotundas de la casa. / Yo sembré veraneras en el jardín del tiempo”.
La Academia Costarricense de la Lengua, bajo la dirección de Doña Estrella Cartín de Guier, asume un derrotero afín a su talento creador, su entusiasmo contagiante y su sentido de armonía y crecimiento bajo el legado de nuestra lengua y la huella fecunda de nuestras raíces culturales y literarias. San José de Costa Rica, 14 de agosto de 2009.
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