Chivirica, intermitente / parpadeante, cachipa, enganchar
Por Roberto E. Guzmán
CHIVIRICA
“Se ve esa energía de niña inquieta pero obediente. De CHIVIRICA pero inocente”.
Esta voz del epígrafe en el español dominicano tiene más de una acepción. Desempeña funciones de adjetivo y sustantivo; en el habla casi siempre se utiliza en femenino para referirse a la conducta de una persona.
La voz en masculino chivirico existe en Cuba para algo que se come. En El Salvador en funciones de adjetivo se refiere a una cosa bonita, de buena calidad, o, a una persona agradable, simpática.
Con esta voz, chivirica, sucede algo que se ha criticado antes, la acepción que puede considerarse negativa solo se aplica a la mujer, “Mujer desinhibida en su relación con los hombres”; esto es, que actúa con espontaneidad.
La segunda acepción en funciones de adjetivo, se aplica a la persona “muy alegre, a veces extremadamente coqueta y enamoradiza”. Esta acepción expresa que la persona trata de atraer con maneras afectadas o que trata de despertar sentimientos de amor en otra u otras personas.
La voz chivirica tiene relación con otra de mucho uso en el habla dominicana, chiva. Una chiva, referido a mujer es la que tiene una conducta liviana y coqueta. Chiva es un grado superior de chivirica. La chivirica despliega mayor actividad que la chiva. La mujer chiva es menos fiel en sus relaciones amorosas.
De paso vale recordar que chivo es una palabra con muchas acepciones en el español dominicano y contribuye a formar muchas locuciones.
INTERMITENTE – PARPADEANTE
“Con sus luces traseras encendidas, PARPADEANTES. . .”
Algunas palabras se asemejan unas a otras, pero no son sinónimas. Hay quienes aseguran que la sinonimia nunca es total. Las dos palabras del título se parecen, no por la forma en cómo se escriben, sino por el significado. Hay que mantener el cuidado de no confundirlas. Esa confusión es lo que ocurrió entre los dos vocablos del título en la frase copiada más arriba. Aquí se verá la diferencia entre ellas.
La intermitencia tiene relación con interrupción y repetición; que enciende y apaga con periodicidad constante. En un vehículo automóvil es la luz lateral para señalar un cambio de dirección, con las características apuntadas.
El parpadeo es la acción y efecto de parpadear que es abrir y cerrar los párpados. Con respecto de la luminosidad es vacilar u oscilar. Con la primera acepción queda en evidencia que es acción de los párpados.
Parpadear es próximo de palpar y de palpitar, del último “tanto por la forma como en el sentido”. Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico (1980-IV-406).
El parpadeo es de los párpados. Por extensión, se acepta para algunos fenómenos. La intermitencia es con periodicidad y se usa para las señales de los automóviles que cambian de dirección. No hay que confundir las dos nociones.
CACHIPA
“. . . para que coloquen filtros en la chimenea. . . pues inunda todo el municipio. . . de la llamada CACHIPA. . .”
Hay una cachipa dominicana que no se conoce en otra variedad de español. De modo implícito se expresa que existen otras cachipas en otras hablas que no significan lo mismo que la dominicana.
Es muy probable que la cachipa dominicana haya recibido influencia de la puertorriqueña. De acuerdo con lo que consigna el Tesoro lexicográfico del español de Puerto Rico la voz cachipa apareció ya en el año 1937 estudiada por D. Augusto Malaret.
Algo que refuerza la posibilidad de que cachipa haya pasado de Puerto Rico a República Dominicana es que en el español de Puerto Rico esa voz sirve para mencionar, “bagazo, cachaza, cáscara, cascarón, corteza, paja, pellejo, pelusa, yesca”. De otro modo sirve para mencionar residuo, viruta.
La cachipa dominicana está documentada en el Diccionario del español dominicano (2013:124), y la acepción asignada es, “Resto ligero de material incinerado”. En el español dominicano se usa de modo casi exclusivo para los restos flotantes en el aire de la caña de azúcar quemada en los campos o, los que expulsan las chimeneas de la cita.
Si se enlazan los sinónimos puertorriqueños con la cualidad de la cachipa dominicana se nota la similitud que existe entre aquellos y esta. La cachipa es un resto, ligero. Las propiedades de los sinónimos de la cachipa puertorriqueña son esas, es residuo y es tenue.
- Max Uribe en Notas y apuntes lexicográficos (1996:87) trae un artículo dedicado a la voz del título. En este él menciona. “. . . dada la tradicional intercomunicación entre petromacorisanos y puertorriqueños, cabe suponer que el término CACHIPA es sin duda viejo trasplante lexical que por asimilación hubo de quedar convertido, gracias al hablante común de los territorios cañeros del Este, en significante de las pavesas que, en cantidades industriales, despiden las chimeneas de la industria del azúcar, conforme apunta el autor de “mis 500 locos”. (Uribe alude a un artículo publicado por el Dr. Antonio Zaglul en el diario El Caribe, del 11 de marzo de 1980).
Esta cachipa pudo haber entrado también al español dominicano a través de la ciudad de La Romana en cuya industria azucarera los puertorriqueños tuvieron gran influencia.
ENGANCHAR
“Esto permitiría que el país se ENGANCHE al creciente uso del hidrógeno para generar electricidad. . .”
De modo general el español hablado se distingue del español escrito porque en el último hay cierto esmero al elegir los vocablos. En el habla entre interlocutores o en público, pueden verse el hablante o disertante y los oyentes; estos por lo general saben o entienden de lo que se habla. La persona que redactó la frase de la cita olvidó ese detalle.
Enganchar, enganche y gancho son vocablos de uso constante en el español dominicano. Los vocablos de esta familia tienen más usos en esa variedad de español que las acepciones aceptadas internacionalmente.
Cuando un hablante de español dominicano desea expresar que suspende o pone una cosa pendiente de otra de modo que no llegue al suelo, usa el verbo enganchar y no colgar. En los casos en que señala que una persona se incorpora a las filas de una institución militar o policial, el verbo favorito es enganchar.
Si en cambio el hablante dominicano desea comunicar que ha sido víctima de un engaño o que logró estafar a otro, dirá, “lo enganchó”.
En el ejemplo de la cita el sustantivo enganche sustituye al sustantivo incorporación, o integración. La palabra gancho es de larga tradición en la República Dominicana; significa en el español dominicano, trampa, ardid. Un gancho es también el dispositivo que se coloca para robar electricidad, obviando que esta sea registrada por el contador.
En los casos en que el dominicano ha acertado a ensartar algo dirá que lo enganchó. De modo parecido recurrirá a este verbo cuando por accidente algo sufre un desgarre, o su persona un rasguño, por ejemplo, en cercas, o al pasar entre objetos puntiagudos, filosos, en los que “se engancha”.
Con la exposición que antecede se espera haber demostrado lo anunciado al principio acerca del verbo enganchar y sus derivados en el habla de los dominicanos.
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