Largometraje, supermercado/súper, supremacismo, desastroso/*desastrozo

Por Roberto E. Guzmán

LARGOMETRAJE

El largometraje reconocido internacionalmente es el de las películas que duran más de sesenta minutos. Eso es muy cierto, pero en República Dominicana conocen de otro largometraje que es propio del habla de ese país. Esta sección se dedicará a rescatarla del olvido.

El deporte favorito de los dominicanos es el beisbol. Es también ese deporte el pasatiempo predilecto de los jóvenes. Cualquier lugar es apropiado parta tirar, batear y “aparar” una pelota entre los jóvenes dominicanos. En fin, el beisbol es una actividad muy popular.

Cuando un bateador consigue hacer contacto con la pelota con la ayuda del bate y esta emprende un viaje por el aire que la lleva muy lejos, en la jerga de la “pelota” se dice que ha disparado un largometraje.

No puede negarse que la distancia es subjetiva en cuanto a la cantidad de metros que constituye un largometraje, pero casi siempre se llaman con ese nombre a los batazos que salen del parque de juego por el jardín central.

El alcance del “largometraje” no se limita al beisbol. En algunas conversaciones se ha oído llamar de largometraje alguna actividad que dura largo tiempo. Por puro prurito no se escribirá aquí lo que algunos hombres llaman de largometraje, que es cuando una pareja mantiene relaciones sexuales por largo tiempo en un solo encuentro. Oh, se escribió.

La jerga sexista siempre hace del hombre el héroe de la hazaña y con la misma intención hablan o se vanaglorian de “pichar un juego de nueve inings” o “pichar un juego completo”; y para colmo, de que “se fue a extra inings”.

 

SUPERMERCADO – SÚPER

“. . . para atacar cualquier SÚPER MERCADO o usurpar su puesto. . .”

Cada vez que el uso introduce un elemento nuevo en la lengua, cuando las academias se ven en la necesidad de aceptar y admitir ese cambio, eso trae muchas hesitaciones en la mente de los usuarios de la lengua.

La frase que se reprodujo más arriba a manera de ejemplo del uso es una muestra de lo que se esbozó en el párrafo anterior. Más abajo se verá en cuáles casos es legítimo usar ese súper con la tilde.

Este súper con su tilde comenzó su andadura en el seno del Diccionario de la lengua española en la edición correspondiente al año 2001. En ese año se le concedió carta de ciudadanía para que se le reconociera, independientemente de su función como elemento compositivo super-, para individualizar las gasolinas de octanaje superior. También entró en tanto acortamiento en el registro coloquial para supermercado.

En la vigesimotercera edición del mencionado diccionario se amplió la cobertura de súper en el registro coloquial para que se admitiera en tanto “superior, extraordinario”, con las funciones de adverbio también.

Después de revisar lo que le diccionario mayor de la lengua trae para súper, hay que introducir una salvedad. Si se trataba en el texto de un mercado súper, es decir, extraordinario, superior, entonces lo más acertado hubiese sido colocar este súper después del sustantivo mercado, para que terminara, “para atacar cualquier mercado súper o usurpar su puesto”. Con esta construcción se evitaría cualquier tipo de interpretación y el propósito de la comunicación de la idea hubiese sido más certero.

Si se trataba de un supermercado (hipermercado), bastaba con escribir súper. No es posible escribir los dos sustantivos, pues uno de ellos sale sobrando.

 

SUPREMACISMO

“. . .al ser preguntado si le inquieta que sus comentarios pueda (sic) dar alas al SUPREMACISMO…”

En español no se ha creado todavía un término para expresar lo que en inglés se dice con la voz supremacist, que sería algo así como supremacista. Quizás en parte esto se deba a que no existe en español la necesidad de manifestar el sentimiento a que se refiere el inglés con la voz ya mentada.

Es posible también que las personas que simpatizan con ese sentimiento no se atrevan a manifestarlo y, sin embargo, no lo hagan a través de palabras, sino de acciones.

En español existe una palabra de esa familia, supremacía, que es el grado supremo en cualquier línea. Esta palabra lleva en su seno la idea de superioridad y primacía.

En inglés la voz que se escribió más arriba en cursivas entró en el uso en el año 1949 y se emplea para referirse a una persona que es partidario o defensor de un grupo de supremacía. El concepto de supremacía en inglés es semejante al que ya se expuso para la lengua española.

No es ocioso que se recuerde que en español se utiliza la terminación -ismo para formar sustantivos que en el caso de la voz del título habría de tomarse como doctrina, actitud o movimiento. El que se elija una de estas tres palabras -doctrina, actitud, movimiento- obedecería al grado a que se lleve la conducta de las personas que profesen estas ideas.

En la actualidad en los Estados Unidos se nota en incremento la tendencia de algunos grupos que promueven las ideas de los blancos supremacistas en cuanto a su superioridad como consecuencia del color de la piel, por su origen o religión. Si la necesidad se hace sentir en español, el uso impondrá un término para definir la actitud mencionada.

 

DESASTROSO – *DESASTROZO

“. . .una lucha política interna que desencadenó consecuencias *DESASTROZAS y funestas. . .”

No hay lugar a sorpresas al notar la intromisión de la letra zeta si se recuerda que el adjetivo desastroso tiene relación con el sustantivo masculino desastre y recordar que en el español de muchísimos países no se pronuncia la diferencia en sonido entre la zeta /z/, la ese /s/ y la ce/c/.  Para muchos hispanohablantes la palabra desastre tiene un origen inesperado.

En lengua francesa G. Gougenheim asegura que desastre lleva dentro la palabra astre (=astro) y proviene del italiano disastro. Ha de tenerse en cuenta que la palabra astro desde muchos años antes había tomado el sentido de fortuna favorable. Para la catástrofe irremediable se creó disastro. Les mots francais (1966-I-40).

En español le atribuyen el origen de la palabra desastre a la lengua provenzal con el prefijo negativo des- antecediendo a astre, estrella. La posición de los astros durante largo tiempo se consideró con influencia sobre la suerte o destino de las personas y los acontecimientos. Todavía en pleno siglo XXI hay personas que leen las columnas de astrología de los periódicos.

El adjetivo desastroso entró en el diccionario oficial de la lengua en la edición de 1884.Conforme con lo que escriben Corominas y Pascual, probablemente imitado del francés desastreux. Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico (1980-II-385).

Por lo que se ha relatado hasta ahora la letra zeta en desastroso “no aparece ni en los centros espiritistas”. Quien incurre en el error de incluir esa letra zeta lo hace muy probablemente porque ignora que la palabra de su origen, desastre, tiene dos letras eses /s/.

La terminación que se conoce en español es -oso, -osa. El sufijo antes mencionado en género masculino o femenino forma adjetivos derivados de sustantivos, verbos o adjetivos que denotan abundancia de lo significado por la base; significado activo o, atenuar o intensificar el significado del primitivo. Estos adjetivos derivados deberán sus significados al orden en que se presentaron más arriba.

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