Soleta, panecico, desecho / deshecho

Por Roberto E. Guzmán

SOLETA

El espacio de esta sección se empleará para estudiar esa palabra del título. Por necesidad hay que revisar su historia primero, para luego colocarla en su lugar en el español dominicano.

La palabra soleta casi no se usa en la actualidad. Hay quien opina que cuando se usó en español dominicano no se usó en su significado original.

Se tuvo noticias de esta palabra en algún libro acerca de la historia dominicana, o, de historia novelada dominicana. Quien escribe tiene que admitir que no recuerda el título de la obra y por eso tiene que redactar estas notas de este modo.

Quien sí trajo información fehaciente acerca de esta voz fue D. Pedro Henríquez Ureña. En su obra El español en Santo Domingo en 1940 consignó la palabra del título entre aquellas con significado nuevo mediante traslado de significación. La palabra soleta consta en el página 218 de esa obra, “soleta ‘sandalia’”.

A pesar de la mención que hace D. Pedro en su obra, M. Patín Maceo en sus trabajos acerca de la lexicografía dominicana no anota la voz soleta entre las que recogió. Quizás esto sea así porque ya la voz había descendido mucho en el uso.

Mucha razón tenía D. Pedro para apuntar la observación que hizo, pues desde hacía muchos años el uso había impuesto que soleta era una plantilla que se echaba en la parte inferior de los pies de las medias y calcetines que estaban rotos; era una pieza de tela con que se remendaba la planta del pie de la media o calcetín cuando se rompían.

El autor de estos comentarios acerca del habla de los dominicanos piensa que lo que hicieron los dominicanos de finales del siglo XIX y principios del XX fue devolver a soleta su significación originaria. En el Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico (1982-V-326), los autores asientan que soleta “parece designar una especie de sandalias o zapatilla”. Para sustentar este criterio recurren a un texto de APal, que quien escribe estos comentarios presume que es Alonso Fernández de Palencia, y a su Universal vocabulario de 1490.

  1. Roque Barcia en su Diccionario general etimológico de la lengua española (1882-IV-1057) asegura que la palabra del título tuvo su origen en la lengua catalana. Y no mienta la sandalia. Esa misma significación consigna el Diccionario de castellano antiguo (2002:271).

En este lugar se puede escribir que en los dibujos que representan a Concho Primo, este aparece con unas sandalias que muy bien podrían ser las soletas. Si mal no se recuerda este personaje llevaba atadas las sandalias no solo al pie, sino a la pierna. Esto parece lógico si se piensa que los caminos en la época mencionada antes podían ser fangales que atrapaban los calzados. Las ataduras al nivel señalado evitaban que las soletas se salieron del pie o mudaran de sitio.

 

PANECICO

Aquí llega en esta sección un vocablo de la gastronomía dominicana. Puede subrayarse lo de dominicana, pues en otros países no saben qué cosa es esa de un panecico.

Existe la probabilidad de que si un hablante de español dominicano emplea la voz panecico en presencia de un extranjero hispanohablante, este piense que se trata de un “panecillo”. Aquí cabe que se use la expresión dominicana, “no es lo mismo ni se escribe igual”.

Más abajo se abundará en torno al panecico dominicano, sus ingredientes y, se adelantará una idea con respecto al porqué de la voz con esa terminación.

El panecico se conoce también con el nombre “panecico de catibía”; esto es, lleva yuca en su composición y no harina de trigo como es normal en el panecillo. Entre los ingredientes está el anís, que no puede faltar, sal, huevos, leche y mantequilla. Se cuece al horno. Para que la parte exterior quede crujiente, se unta de manteca o mantequilla. Una particularidad de este es que el exterior es crujiente y el interior permanece esponjoso. Se recuerda que en algunas ocasiones se introducía carne de cerdo al panecico.

Si se ha entrado en este tipo de detalle que se lee más arriba es porque el panecico ya no es tan corriente y algunas personas no recuerdan los detalles de su composición.

Un dato curioso que se escribió más arriba es que se cocina al horno, pero sucede que en las cocinas de las personas de escasos recursos no había hornos. Entonces, ¿cómo se cocinaba? La necesidad que es madre del ingenio, ideó otra forma. Se tomaba una paila de grandes dimensiones, más grande y más profunda que la lámina metálica que se colocaba dentro para colocar los panecicos. A la paila se le colocaba fuego debajo. Sobre la paila se colocaba una plancha de metal a manera de tapa, y se colocaba fuego de carbón o leña sobre esta. Era la improvisación de un horno, fuego arriba, fuego abajo.

Como se nota con la lectura de todo lo anterior, la gran diferencia entre el panecillo es que en el panecico el ingrediente principal es la yuca.

Con respecto de la terminación, esta puede obedecer a dos diferentes razones. Una, para dejar claro que era algo diferente del panecillo. Otra, porque la terminación -illo no es usual en el español dominicano para voces populares. El hablante de español dominicano favorece la terminación -ico con valor diminutivo y diferenciarlo del pan chiquito, pancito.

 

DESECHO – DESHECHO

“. . . para que psicológicamente ‘te sientas inútil’, acabado, como si fueras un DESHECHO . . .”

Por estas haches usadas sin razón es que Cortázar escribió en Rayuela, “… y lo importante de este hejemplo es que el hángulo es terriblemente hagudo, hay que tener la nariz hadosada …” (1967:98).

Así se burlaba Cortázar del lenguaje. Es posible que el redactor de la cita al principio de esta sección, quizás siguiendo el ejemplo cortaziano haya escrito deshecho en lugar de desecho.

Mediante la interpretación lógica de la frase transcrita puede asegurarse que este “deshecho” no tiene cabida en el texto. Más abajo se expondrán los detalles.

Un desecho es un sobrante, un residuo, lo que queda después de haberse escogido lo que sirve. Puede en algunos casos considerarse el desecho como basura. Es algo sin valor, por lo menos para algunos. En la mayoría de los casos el desecho es algo inútil, inservible, o por lo menos es vil y despreciable. Cuando se refiere a una persona es una persona inútil y llena de defectos.

El verbo deshacer es algo muy diferente. Tiene esa “dichosa” hache /h/ intercalada debido a su formación. Se descompone fácilmente en dos partes. El elemento des- que indica negación o inversión del sentido de la palabra simple a la que va antepuesto, hacer.

En el caso específico de deshacer es lo contrario de hacer, tan sencillo como eso. Como muchísimas palabras del español, este verbo mantiene varias acepciones que varían en grado y en torno a la misma idea. Es quitar la forma, descomponer algo, en su primer sentido.

No hay que olvidar que el verbo deshacerse puede tener acepciones positivas en algunas acepciones en funciones pronominales. Trabajar con mucho ahínco o vehemencia es una de ellas. Acompañado (seguido) de la preposición en, es usado con frecuencia para extremar o prodigar manifestaciones de aprecio, afecto, cortesía; o todo lo contrario, exagerar la expresión de insultos.

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