COLOQUIO SOBRE LAS DÉCIMAS DE JUAN ANTONIO ALIX

Con un coloquio dedicado a las décimas de Juan Antonio Alix, la Academia Dominicana de la Lengua conmemoró el primer centenario de la muerte de Juan Antonio Alix en la ciudad de Moca, donde nació el Cantor del Yaque. En este coloquio se enalteció la obra de este valioso decimero, considerado el mayor poeta popular dominicano cuya creación motivó a estudiosos de nuestras letras, como Fernando Cabrera, Huchi Lora, Miguel Collado, José Rafael Vargas y Bruno Rosario Candelier, a valorar el aporte literario del famoso poeta popular,actividad celebradacon el apoyo organizativo de Luis Quezada, la Oficina senatorial de Espaillat y la presencia de diversos representantes de la Mocanidad.

En esta jornada literaria, que se presentó en el Teatro Don Bosco de Moca y en el Ayuntamiento Municipal de La Vega, enfocamos la décima como expresión de la poética nacional, el gran aporte del poeta mocano en la gestación de las letras dominicanas.

El poeta Juan Antonio Alix, el mayor decimero de las letras nacionales, supo retratar la identidad, la idiosincrasia y el talante del pueblo dominicano a través de las décimas, con las que dio perfil y sustancia a la literatura dominicana desde una perspectiva antropológica, social y cultural, creación que ha distinguido al literato mocano como el más fecundo poeta popularizante de nuestro país.Los citados estudiosos de nuestras letras consignaron que Juan Antonio Alix es digno de una alta valoración por la creación de sus décimas, reconocimiento que tuvo lugar en la conmemoracióndel primer centenario del fallecimiento del ilustre mocano. Tanto Fernando Cabrera, como Huchi Lora, Miguel Collado, José Rafael Vargas y el autor de esta reseña, reiteraron su valoración de las décimas de Juan Antonio Alix, creación de alta significación en la cultura popular.

Según la estimación de nuestro académico correspondiente Fernando Cabrera, Juan Antonio Alix es uno de los poetas dominicanos más representativos, ya ponderado por figuras eminentes de las letras nacionales, como José Ramón López, Emilio Rodríguez Demorizi y Joaquín Balaguer. Este último, al referirse a Juan Antonio Alix sostuvo que este creador era “el poeta nacional que ha interpretado con más vigor la idiosincrasia de nuestras clases rurales”. Empezó a escribir a la edad de 16 años, alrededor de 1850. Comentó Fernando Cabrera en una bien ponderada exposición que las décimas de Alix sortearon los avatares de la guerra de la Restauración, las vicisitudes de la incipiente democracia agitada por la ambición y la codicia de los gobernantes de la época y los años turbulentos de Concho Primo con las revoluciones montoneras. Desde la sátira y el humor, Alixhizo suyo el folclor rural y urbano con el latir del corazón provinciano, puntualizó Fernando Cabrera.

Con la variante estrófica conocida comoespinela, de fluyentes versos octosílabos con rima consonante, Alixperfiló la idiosincrasia de los diferentes estratos sociales criollos. Entre las décimas del poeta mocano que mejor recoge la dinámica social, Fernando Cabrera destaca “El negro tras de la oreja”:“Con agudeza sin par,Alix desnuda la segregación solapada, el disimulo de la negritud que avergüenza a una sociedad mayoritariamente mulata, que se niega a mirarse al espejo”, dijo.

En poemas como “Al pueblo dominicano”, “El 27 de febrero” y “¡Viva el 16 de agosto!”, Alix reveló su vocación patriótica con un fervoroso llamado a la defensa de la República:“No existe otro poeta criollo que haya defendido con tanto ardor y sistematización la tierra de su nacer y vivir”, subrayó Fernando Cabrera, quien afirmó que Juan Antonio Alix, con la composición de sus décimas, es el padre de la literatura dominicana.

En su ponencia leída con una admirable entonación, Miguel Collado dijo que el Cantor del Yaque supo captar la psicología del campesino de la región cibaeña, identificarse con él y ser el intérprete de su realidad cotidiana a través de sus décimas: “Alix era un filósofo sin academia, un sabio desde la perspectiva del campo cibaeño y con un sentido patriótico a toda prueba”. Subrayó nuestro bibliógrafo que por la composición de sus décimas, Alixha pasado a ser el poeta más popular en toda la historia de la literatura dominicana al colocar la décima en el corazón del pueblo, y agregó: “Justo es reconocer que es él quien de modo más brillante introduce en la lírica dominicana el humor, no siendo superado en ese aspecto por ningún otro literato dominicano en ninguno de los géneros literarios tradicionales”.

Con su amena intervención, Huchi Lora leyó y comentó las principales décimas de Alix y, entre otras consideraciones sobre el poeta mocano, dijo que Moca le dio un gran aporte a Santiago con enviarle al decimero que se convirtió en el Cantor del Yaque, pues vivió la mayor parte de su vida en Santiago, y allí, en mercados y plazas, en el atrio de los templos o en las calles céntricas, vendía sus décimas que componía en hojas sueltas.

El director de la Academia Dominicana de la Lengua, Bruno Rosario Candelier, en el coloquio sobre la obra del ilustre decimero, dijo que tiene la convicción de que Juan Antonio Alix no solo es el más alto creador de décimas en las letras dominicanas, sino el primer escritor del país que sustenta la base de la literatura nacional. En ese tenor, el autor de esta crónica consignó: “Acertada ha sido la idea de organizar este coloquio sobre las décimas de Juan Antonio Alix, cuyas composiciones satirizan las artimañas de los políticos inescrupulosos, así como la reacción del pueblo llano con sus vicios y virtudes, mañas y caprichos. Alix estaba dotado de alta sensibilidad estética para cantarle a su pueblo sus dichas y desdichas y, en ese tenor, supo asumir y encauzar, como pantalla viva donde resuenan penas y anhelos, lo que estremece el fuero del alma nacional.

Desplegaba el poeta en sus composiciones los recursos del lenguaje popular hacia la veta expresiva del español dominicano por lo cual sus décimas proyectan un caudal paremiológico condensado en refranes, frases y giros del habla criolla. Sus décimas reflejan el derrotero de la política nacionalcon los vaivenes de la vida social. En síntesis, nuestro decimero es el principal representante de la poesía popularizante de las letras dominicanas”, consigné en mi intervención.

Con esta actividad se reaviva el estudio y el cultivo de la décima, reconocida como la versificación tradicional de la literatura española, y se revalora a su prestante cultor como la figura descollante de la décima dominicana: “Esta actividad –dije en la ocasión- es una magnífica motivación para ponderar el aporte literario de un poeta que asume desde el lenguaje popular, desde la base idiomática del habla campesina y desde la cultura viva de nuestro pueblo, el testimonio más lúcido y elocuente del alma nacional”.

Moca, Teatro Don Bosco/ADL/Oficina senatorial de Espaillat, 13 de junio de 2018.

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