TALLER DE POESÍA Y NARRATIVA PARA ESTUDIANTES DE ISFODOSU

La Academia Dominicana de la Lengua ofreció un taller de poesía y narrativa a los estudiantes del Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (ISFODOSU), a quienes José Enrique García, Rafael Peralta Romero, Miguel Solano, Keila González y Bruno Rosario Candelier impartieron la correspondiente orientación literaria.

El director de la ADL, Bruno Rosario Candelier, dio inicio a la actividad cultural expresando que la literatura es un saber que deben tener quienes se dedican al estudio y la enseñanza de la lengua y las letras: “Es una disciplina que tiene una larga tradición, porque desde el principio de nuestra gestación cultural se ha estado cultivando. En todos los pueblos y culturas ha habido creadores y estudiosos literarios y, desde la aparición del cultivo intelectual hay tres grandes géneros literarios que representan la poesía, la narrativa y el teatro:“A pesar de la categoría de la poesía, este género cuenta con menos fervor por parte del público y fíjense en lo extraño de este fenómeno, porque la poesía es el más importante género literario, pero los poetas han sido los responsables de que los lectores no muestren un gran interés en su lectura, porque suelen escribir en un lenguaje que el lector común no entiende”, explicó el dirigente académico.

Señaló que los humanos tienen una poderosa sensibilidad y todos sienten parecidas sensaciones y sentimientos, pero no todos pueden crear lo que sienten, ya que se necesitan determinadas condiciones estéticas, lingüísticas y espirituales para convertir en poesía, narrativa o teatro lo que se siente, concibe o intuye, dijo Rosario Candelier, y añadió: “Cuando escribe, el poeta comunica lo que siente en imágenes y símbolos para traducir lo que intuye”.Explica que las imágenes y los símbolos traducen lo que los creadores sienten o intuyen, y de ahí el grado de dificultad que implica sentir o interpretar la creación, aunque los buenos creadores escriben a partir de sus intuicionesy vivencias.Este director indicó que para convertir en creación literaria lo que los autores sienten, se requiere una disciplina creadora, un conocimiento técnico de la literatura y una voluntad de creación por el hecho de tener que escribir y, sobre todo, una fe en sí mismo, en su propio talento creador para darle forma y sentido a la escritura. Contó que los poetas suelen escribir de lo que viven interiormente, de lo que experimentan en su conciencia, mientras los narradores suelen escribir de las cosas que acontecen en hechos, ocurrencias y sucesos,aunque a menudo sean hechos inventados, aunque lo hacen con apoyo en los datos de la realidad histórica, social o cultural.

Como procedimiento de trabajo, entregó a los estudiantes una copia de una creación poética del poeta español Bartolomé Lloréns, para ilustrar la belleza y el sentido de la creación poética cuyo contenido se comunica en el lenguaje de la lírica con el encanto de la sensorialidad y la sutileza de la espiritualidad.

Miguel Solano continuó con el tema de la poesía. Fundó su explicación en la sustancia de la experiencia que hace posible escribir un poema. Planteóque intuir es cabalgar hacia dentro, hecho que genera una experiencia interior, clave para crear el poema: “El arte y la belleza que el poeta introduce mediante su experiencia cuando cabalga hacia dentro, está en poder conectar la madre naturaleza y el tiempo”, dijo y añadió: “Los poetas auténticos tienen el don de saber en un instante, que es sucesivo, presente y constante todo lo que ha sucedido, lo que está sucediendo y lo que va a suceder. El poeta vive en el corazón mismo del tiempo”. Seguido de estas palabras procedió a compartir sus técnicas creadoras y los elementos que hacen posible el surgimiento de un poema como creación, enfatizando el aporte de la intuición y la vivencia: “Intuir es cabalgar hacia dentro”, repitió Solano, y añadió que la intuición es un proceso introspectivo que fluye de afuera hacia dentro como producto de una experiencia. Señaló además que el uso del tiempo en un poema no especifica la palabra colocada para definir la experiencia. Subrayó que para escribir hay que tener conciencia de lengua, la que se logra cuando se conecta la sensibilidad a la realidad de lo viviente.

Por su parte, José Enrique García intervino explicando la naturaleza de la poesía y dijo que en el poema no necesariamente tiene que ser extenso. También manifestó que la poesía, con el aporte de la intuición, conduce a la belleza, al asombro y a la sorpresa.

José Enrique García, académico numerario y secretario de la ADL, es también poeta e intérprete de poesía. Advirtió que la poesía está en todas las manifestaciones humanas y literarias, así como en la naturaleza y la cultura. Enunció que el primer elemento poético está en la imaginación y en la construcción que se hace con la palabra. El poeta analizó dos poemas con los jóvenes presentes para hacer entender el lenguaje de la poesía.

En su turno, Rafael Peralta Romero, narrador y académico numerario, en su condición de creador de ficción, abordó el tema de la narrativa. Inició sus palabras señalando que los maestros para su uso didáctico y para su ejercicio literario deben manejar la técnica de la narración, ya que si no aplican esos recursos no podrán explicar un cuento, un relato o una novela, y advirtió que el maestro toma la obra literaria para enseñar literatura y la lengua. Contó que hace falta que la literatura sirva para refrescar elementos propios de una cultura y, sobre todo, para que los estudiantes aprendan a desarrollar su imaginación y su buen gusto: “Un estudiante que lee obras literarias leerá mejor y entenderá mejor lo que estudia. Esa es una función importante de la literatura”, subrayó Peralta Romero y añadió: “La efectividad de un cuento consiste en mantener el suspenso y la incógnita del qué pasará alegando que un cuentista debe desesperar al lector de tal manera que este sienta la necesidad de llegar hasta el final de la historia”.

El escritor expresó que narrar es una condición propia del ser humano. Para escribir una obra narrativa hay que desarrollar tres elementos esenciales: el tema, los personajes y la técnica. Los personajes son los que van a realizar la visión. Ellos salen de la vida y se conforman según el interés del narrador, quien le da carácter a la personalidad de cada personaje. La técnica es la capacidad para dar forma adecuada a la narración.

La narradora Keila González, editora de la revista Bien-Etre, abordó la creación literaria. Refirió a los estudiantes que todas las personas tienen la capacidad para crear sin importar el grado económico o de educación, por la sencilla razón de que fueron creados por Dios, quien es el Creador por excelencia: “La creatividad es como un músculo que hay que fortalecer, darle proteína y otras cosas para que se desarrolle”, subrayó.  Compartió con los asistentes al taller que es una persona muy creativa y cultiva la innovación: “Si tú quieres que tu libro se lea y la gente aprecie y olvide lo que tú hiciste, el ingrediente más sencillo es “innovar”. Exhortó que cuando una persona crea tiene que buscar elementos que diferencien su obra: “Si eres único, tienes la capacidad de crear algo único”, comentó.

La narradora santiaguera animó a los aspirantes a creadores a tener los sentidos abiertos con conciencia: “Los escritores son personas con talento, pues son capaces de crear ideas, imágenes y arte”. Recomendó ser como un bambú vacío para desaprender y olvidar todas las cosas que se saben. Explicó que innovación se diferencia de la creación en que la innovación crea algo que no había existido antes; sin embargo, el concepto crear se le aplica a todo lo que es producido genuinamente, lo cual no necesariamente implica innovar. Destacó la importancia de la innovación en la actualidad, pues cada día son más los que se encuentran inmersos en la escritura desde un punto de vista industrializado, alegando que el único factor que puede ayudar a sobresalir en un sector determinado es la innovación. La autora procedió a compartir sus técnicas de cómo aumentar la creatividad y la capacidad de innovación; la primera consistió en identificar una hora específica en la que la persona se sienta más creativa y receptiva para la escritura o el diálogo. Señaló la importancia de mantener los sentidos abiertos, es decir, hacer conciencia de lo que ocurre alrededor con el fin de sacar el mejor partido de las cosas. Explicó una tercera técnica para la creación innovadora que basa en el desbloqueo de cualquier conocimiento adquirido hasta dejar un ‘hueco interno’, metafóricamente hablando, que ayude a revitalizar la energía interna y de esa forma dejar fluir la musa. Afirma que para innovar es necesario romper las reglas, pues al romperlas puede abrir la creatividad. Por último, la autora explica que el secreto para lograr la innovación efectiva es conocer lo que hay previamente hecho.

El director de la ADL, Bruno Rosario Candelier, cerró la actividad y agradeció a los profesores y estudiantes del ISFODOSU su interés en el tema y su buena participación. Dijo que la ADL espera que algunos de los interesados se motiven a emprender la creación y, desde luego, a desarrollar la capacidad de interpretación y valoración de la creación literaria. Con sus palabras de agradecimiento a los ponentes y a los estudiantes despide el acto celebrado en la sede corporativa de la Academia Dominicana de la Lengua.

Santo Domingo, ADL, 12 de abril de 2018.

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