Matanismo – tutumposidad – plagado de (plagado *por) – grafitero – inclusividad
MATATANISMO – TUTUMPOSIDAD
Esta sección es una ocasión para celebrar. Las dos voces que constan en el título de esta sección pertenecen por su doble origen al español dominicano.
En el habla dominicana puede decirse que las dos veces antes mencionadas están formadas de acuerdo con las reglas y usos del idioma dominicano.
Las dos palabras se tomaron de un artículo publicado en un periódico digital dominicano. Además de la satisfacción que se experimenta al observar la capacidad de creatividad de algunos escritores dominicanos, hay que advertir enseguida que los lectores ajenos al habla dominicana tendrán dificultad en descifrar el significado de estos vocablos.
El primer vocablo deriva de “matatán”, que conforme con lo que asienta el Diccionario del español dominicano, es ‘persona considerada superior por tener una cualidad en su máximo grado’. Es un sustantivo que tiene un femenino para que se utilice en el caso de que el sujeto sea una mujer.
Al matatán en el término del título le añadieron el sufijo componente de palabra –ismo para formar el resultado “matatanismo”. Esta terminación se utiliza en el español corriente, añadido a los nombres, para indicar doctrina, partido, sistema, característica.
En el escrito del cual se han extractado ambos dominicanismos modificados, se utilizan las dos como “particularidades” de una persona. Estas particularidades hay que tomarlas como rasgos de la personalidad que adornan.
En muchos casos el vocablo matatán se aplica a manera de burla, pues como lleva en sí lo de “persona considerada superior” sucede que a veces únicamente el sujeto del “mote”, pues en este caso se usa de este modo, es quien se cree sujeto de esos atributos de superioridad.
La otra palabra del título “tutumposidad”, deriva del dominicanismo tutumpote, que ya fue incorporado por la Real Academia de la Lengua al nuevo Diccionario de la lengua española (DILE). En ese lexicón tutumpote es nombre que se utiliza de modo despectivo o irónico para significar mandamás en tanto ‘persona que desempeña una función de mando’.
El Diccionario del español dominicano tiene el espacio necesario y la intención de ser más preciso para cubrir todas las cualidades del tutumpote, por eso a lo ya transcrito añade, ‘o que ostenta demasiada autoridad, personaje rico, poderoso, influyente’.
Ahora bien, para volver a la “tutumposidad”, ha de tomárselo como un modo de actuar o conducta que destaca la ostentación de autoridad, de poder, de influencia que corresponde al tutumpote. En esta formación hay que destacar que trae a la memoria del lector la palabra pomposidad con la cual se piensa que ha contraído deuda por partida doble. Tomando la terminación y aprovechando la semejanza de sentido.
PLAGADO DE – PLAGADO *POR
“La normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos es, por supuesto, un proceso complicado y PLAGADO POR peligros que podría en cualquier momento venirse abajo”.
De nuevo hay que lidiar con la ignorancia con respecto de la preposición que debe acompañar un adjetivo. En esta ocasión como puede leerse en el pasaje reproducido más arriba, se trata del participio adjetivo del verbo plagar.
La dificultad que se presenta con las preposiciones es que no existe una regla que indique sin excepciones cuáles son las que deben acompañar los verbos. Por desventura el uso correcto de estas se adquiere con la lectura de textos producidos por plumas respetadas, de buena redacción, con buena construcción.
La buena costumbre de leer las cumbres de la literatura española es la que nutre con buena savia el empleo correcto de las preposiciones en todas las situaciones en que estas se presentan. Después de plagado, a solamente se admite la preposición DE. De acuerdo con el Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española de Manuel Seco, la construcción con el verbo plagar es con esa preposición antes mencionada. El Diccionario combinatorio práctico del español contemporáneo de SM, indica que con el verbo plagarse(se) la preposición que debe seguir es DE. Añade además ese diccionario que ‘se construye generalmente con sustantivos no contables en singular (plagado de basura) o con contables en plural (plagado de insectos)’.
No se citan más fuentes para no alargar inútilmente la sección.
GRAFITERO
“D. R. G., GRAFITERO que era conocido con el sobrenombre de “Demz”, murió el martes por la noche tras ser atropellado por un auto patrullero sin insignias. . .”
Esta voz del título es nueva en el léxico del español, sobre todo cuando se piensa que grafiti acaba de hacer su entrada al lexicón mayor de la lengua reconocida. Consta en el DILE, Diccionario de la lengua española, antes conocido con el nombre de DRAE.
Las academias de la lengua reconocen la deuda que tiene el español con el italiano, con respecto de grafiti, lengua de la cual se ha tomado prestado el vocablo. En la versión española, se asienta que es el plural de graffito, por lo que en italiano tienen ambas voces, singular y plural, dos efes /f/ en su grafía.
Lo que han hecho los académicos de la lengua es consignar una realidad. Según el diccionario recién mencionado, es: ‘Firma, texto o composición pictórica realizados generalmente sin autorización en lugares públicos, sobre una pared u otra superficie resistente’. Como puede observarse, la definición no ha dejado fuera ninguna de las representaciones del grafiti.
En el ejemplo de utilización de la voz del título, lo que se encuentra es “grafitero”, que está reconocido ya, y es la forma como se llama a la persona que hace grafiti. No es raro que el agente que realiza la acción se denomine en español con la terminación -ero añadida al nombre de lo que se hace después de eliminar una vocal, como en este caso.
Ha de mencionarse que existe una diferencia entre lo que se encuentra redactado en los avances en línea del diccionario de las autoridades, y, lo que se mentó antes que se encuentra en la versión publicada sobre papel. En la edición en línea, debajo de grafito, que es el envío de grafiti, se lee: ‘Letrero o dibujo circunstanciales, de estética peculiar, realizados con aerosoles sobre una pared u otra superficie resistente’. Esta acepción de grafito no fue posible encontrarla en el texto en papel.
En italiano además de las dos palabras mencionadas antes, también tienen graffitismo, que es el arte de crear grafitti, y graffitista, que es al autor del graffiti. Ambas palabras se utilizaron en el año 1983 en un famoso periódico italiano.
INCLUSIVIDAD
“Como organizador, he tratado de que la INCLUSIVIDAD y la calidad vayan de la mano. . .”
En el inglés de los Estados Unidos hay muchas palabras que según parece los hablantes y escribientes de español echan de menos en nuestra lengua española.
Algunos inconformes no se contentan con la pasividad, sino que añaden nuevas voces al español que les es conocido. Con la intención, quizá, de poner al día la lengua común.
Un caso como el que se relata en el párrafo anterior es el que ocurre en la cita. Es necesario examinar la creación del neologismo, así como el origen de la necesidad del vocablo.
Como *inclusividad no aparece en ninguno de los diccionarios que se han consultado, se procederá a tratar de encontrar explicación y definición para esto que se presenta con la apariencia de sustantivo.
Para esta voz del título todo indica que se la utiliza con la intención de significar “de amplia orientación o alcance”. En el contexto lo que se ha propuesto como definición no le confiere el mejor sentido a lo copiado. Esta acepción se creó tomando como modelo la del inglés inclusiveness.
En las ocasiones en que se ha oído utilizar vocablos similares a la voz del título, se las ha tomado en el sentido de “amplia aceptación”, con ánimo de “aceptarlos todos”, para señalar que no es exclusivista.
El exclusivista, a su vez, es el que se obstina en una adhesión a una persona, cosa o idea sin prestar atención a las demás que deben ser tenidas en cuenta. Este *inclusivista tendría el carácter de no dejar fuera a personas o ideas.
Mientras la voz no logre el reconocimiento que le otorga el uso, el tiempo y las buenas plumas, lo que se recomienda es no usarla.
© 2015 Roberto E. Guzmán