Presentan el "Diccionario de la lengua española" en la Academia

La Academia Dominicana de la Lengua y Editorial Espasa presentaron la vigésima tercera edición del Diccionario de la lengua española en la capital dominicana.

La académica María José Rincón dio inicio a la actividad presentando su tema “Armonización del DED en el DRAE”. Confesó que se sentía honrada de poder hablar sobre su gran pasión, que es la lexicografía. “Hoy nos toca el honor de presentarles un diccionario que está hecho desde 1739 y que, sin embargo, renace más vivo que nunca en 2014 en su vigesimotercera edición”, expresó. La académica explicó que la complejidad de construir un diccionario es inmensa; si además hablamos de un diccionario general de una lengua como el español, internacional, de una incomparable extensión geográfica y humana, esta complejidad se transforma en titánica. Contó que entre las faenas que se les encomendaron a las Academias de la lengua española en América estaba la de incorporar al Diccionario una selección de palabras vigentes en los países americanos hispanohablantes que hasta el momento no formaban parte de la nomenclatura de la obra académica. “Para nuestra labor partíamos del lemario del Diccionario de americanismos de la Asociación de Academias de la Lengua Española, publicado, y en cuya preparación también tomamos parte los académicos de esta casa. “Para que uno de los lemas o acepciones incluidos en esta obra colosal pudiera ser incorporado al nuevo DRAE tenía que cumplir dos requisitos esenciales”, dijo. El primero es relativo a su uso, compartido por al menos tres países. No se seleccionaron lemas de uso exclusivo de un país, y el segundo requisito para la inclusión en el Diccionario es su condición de que el lema no estuviera afectado por alguna de las restricciones diafásicas, diastráticas o de vigencia de uso que prevé el DA.Manifestó que su tarea era certificar los usos dominicanos para que, en concurrencia con los de otros países hispanohablantes, pudieran ser considerados como candidatos para su inclusión en el lemario del Diccionario del español por  excelencia: el DRAE.

   Luego, el académico Manuel Núñez Ascencio continuó con “Valor lexicográfico del DRAE”. Comentó que tenemos la tendencia a observar los diccionarios como algo externo a nuestra historia. “La mayoría de los dominicanos ignora que el territorio que habitamos contribuyó con aportaciones extraordinarias a la conformación de una lengua que se nutrió, en un momento especialmente importante como fue el Siglo de Oro, de las lenguas de América, y, particularmente, del taíno hablado mayoritariamente en la isla Española, en porciones de Puerto Rico y en la porción oriental de Cuba”, dijo. Habló sobre el primer encuentro con Cristóbal Colón, quien al tomar contacto con La Española, el Almirante se propone describir una nueva realidad: describir las personas, los árboles y la naturaleza de las tierras descubiertas. Señaló que cuando examinamos el Diario de Colón, nos hallamos con las primeras incorporaciones realizadas por el primer grupo hispánico que puso los pies en el continente. Subrayó que Colón emplea el arabismo “almadía”, que tenía aura de prestigio en aquel punto y hora. Muy rápidamente entró esta voz en las Crónicas de Las Casas, Fernández de Oviedo y del gran escritor italiano Pedro Mártir de Anglería. El académico explicó que nuestras relaciones con la presente obra no terminan en estas coincidencias felices. Hay usos propiamente dominicanos compendiados en esta obra. Dio ejemplos como aguante, que subraya la ‘capacidad de sufrir de los dominicanos’, además de su alusión a la ‘lotería ilegal’;  aguaje, en el sentido de ‘alarde’, ‘jactancia’, y la voz  aguajero, ‘persona jactanciosa’. “El diccionario llega a ser incluso minucioso, incluye alguna muestra de nuestra pobreza, como la voz babonuco, que es el rodete que se coloca en la cabeza para cargar vasijas; boche que es insulto, amonestación e incluye, parejamente, bochinche, trifulcas o tumultos; la boruga, el requesón o yogur rústico; las cabañuelas, propias de los comienzos de año en el sur del país; llegamos a verdaderos hallazgos, hay una voz nahualt  que se refiere a chichigua, se incluye de pasada la acepción dominicana de cometa”, comentó. Al finalizar, Núñez Ascencio evocó que ya han pasado tres siglos desde la publicación de esa obra maestra que fue el Diccionario de autoridades y no hemos recorrido ese camino en vano; la lengua española, hablada en 22 naciones como lengua patrimonial, caso único en el mundo, exhibe una vitalidad y un dinamismo extraordinario.

   Rafael Peralta Romero, académico de la lengua, habló sobre “El DRAE y la comprensión de las palabras”. Resaltó la primera nota agradable que encontró en la nueva versión del Diccionario. Se refirió a la variación introducida en la definición de la palabra “dominicano”. También manifestó que la unidad de nuestro idioma, es decir, la máxima aproximación entre los hablantes, en cuanto al valor semántico de las palabras, así como a su escritura y su pronunciación, constituyen una prioridad para los integrantes de la Asociación de Academias de la Lengua Española, que con la sabia orientación de la Real Academia Española, ha preparado este poderoso código de sustentación de nuestra lengua. Peralta Romero destacó que el Diccionario es un buen consejero para resolver dudas o afianzar conocimientos respecto del uso de las palabras de nuestro idioma, por lo cual conviene tenerlo cerca y tratarlo como un amigo. Habló sobre el diccionario e hizo algunas recomendaciones extraídas de su  exploración. Subrayó que el idioma tiene un perfil, una fisonomía, y aunque evoluciona, lo hace paulatinamente porque guarda fidelidad a sus orígenes. “Definitivamente, entrar en confianza con el Diccionario le permite a uno una mayor comprensión de las palabras y, en consecuencia, profundizar su conciencia de la lengua”, añadió al concluir su intervención.

   Bruno Rosario Candelier, director de la Academia Dominicana de Lengua, continuó con “El aporte del DRAE al conocimiento del lenguaje”. Se refirió a su experiencia como colaborador en la confección del DRAE. Subrayó que la nueva edición del diccionario académico incorpora 1.215 acepciones de voces dominicanas y términos de nuestra lengua con la marca RD, es decir, que nuestro país está bien representado. Además, añadió que en esta nueva edición del Diccionario de la lengua española se ha logrado reunir unas 95.000 palabras. Explicó que normalmente no conocemos todas las voces de este diccionario y para la lingüística y el diccionario no hay palabras feas o bonitas, simplemente son palabras. También clarificó que hay palabras en el DRAE que tienen varias acepciones, es decir, lemas de nuestro vocabulario con diferentes significados. Manifestó que tiene la satisfacción de haber contribuido a la incorporación de muchos vocablos dominicanos, como changüí, chiripero, concho, figureo, pariguayo, machepa, reperpero, entre otros. Confesó que una de las palabras incorporadas al DRAE que tuvo una alta significación para él fue interiorismo, el movimiento literario que creó y que aparece con la definición de “movimiento literario fundado en la República Dominicana, que expresa el impacto de lo real en la conciencia, la dimensión metafísica de la experiencia y la belleza sutil con sentido trascendente”. Comentó que, junto al director de la ADL, los dominicanos Mariano Lebrón Saviñón, María José Rincón, Ramón Emilio Reyes, Rafael González Tirado, Manuel Núñez Asencio, Federico Henríquez Gratereaux, Manuel Campos Navarro y Fabio Guzmán Ariza fueron los académicos que aportaron algunas sugerencias en algún momento para beneficio de la confección de este Diccionario. Reveló que la categoría de nuestra lengua contribuye a que tengamos una visión del mundo, a que forjemos un horizonte cultural y que mediante el conjunto de voces que aprendemos, tengamos un conocimiento de la lengua y del mundo. “No hay mejor manera de revelar ese conocimiento que aumentando nuestro vocabulario”, agregó. Al culminar, subrayó que “las palabras también entrañan una energía, y para nosotros entrar en comunión con esa energía tenemos que enamorarnos de las palabras, apasionarnos con sus significados para establecer un vínculo entrañable y lograr acoplar nuestra sensibilidad al el caudal de voces que esta magnífica  obra recoge para nuestra fortuna”. 

La actividad contó con la presencia del director de la institución, Bruno Rosario Candelier, que la presidió con el secretario José Enrique García y los académicos Manuel Núñez Asencio, Rafael Peralta Romero, María José Rincón, Ofelia Berrido, Miguel Solano, el representante del Editorial Planeta Eugenio Roca y un público integrado por profesores de lengua española, escritores y amantes del saber.

Santo Domingo, ADL, 5 de febrero de 2015.


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